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Trastornos Mentales

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Los Trastornos Mentales: Definiciones y Clasificación

Fuente: Imagen extraída de internet

Bienvenida
Estimado, iniciemos con mucho entusiasmo y motivación el aprendizaje de
este tema de estudio, los contenidos que a continuación leerás te brindará el
dominio de las definiciones de los trastornos mentales que le permita analizar
con pensamiento crítico y reflexivo.

¡Empecemos!
 Introducción al tema

El trastorno mental es un patrón de carácter


psicológico sujeto a interpretación clínica que, por
lo general, se asocia a un malestar o a una
discapacidad. En este marco, resulta interesante
destacar que se produce a raíz de una alteración
que repercute sobre los procedimientos afectivos y
cognitivos del desarrollo, la cual se traduce en
dificultades para razonar, alteraciones del
comportamiento, impedimentos para comprender la
realidad y para adaptarse a diversas situaciones.
Resulta importante mencionar que los trastornos
mentales pueden ser consecuencia de factores
biológicos (ya sean de orden genético, neurológico
u otros), ambientales o psicológicos. Por eso
requieren de un abordaje multidisciplinario
enfocado a mejorar la calidad de vida del sujeto.
Muchos son los signos o síntomas que dan muestra
de que alguien está sufriendo un trastorno mental. Así, por ejemplo, entre los mismos se encuentran
trastornos del sueño, tristeza, ansiedad, alteraciones en lo que es la memoria, dificultad palpable para
pensar con absoluta claridad, conducta de tipo agresivo o incluso cambios y problemas en lo que es tanto
la percepción visual como la auditiva.

En el presente tema se formula el objetivo de exponer el estado de la cuestión sobre las clasificaciones en
psicopatología, atendiendo a los principios teóricos que han servido de sustento para las mismas, los
resultados obtenidos, las objeciones metodológicas y las líneas de futuro.

 Aprendizajes esperados

Conozcamos ahora las capacidades y actitudes a desarrollar en este primer tema:

Capacidad
• Maneja aspectos teóricos y procedimentales de la clasificación y diagnóstico según el sistema DSM-
IV/DSM-IV-TR.

Actitudes
• Valora el diagnóstico psicopatológico desde la perspectiva de ayuda en la relación clínica, con criterio
ético
 Mapa conceptual referido al tema
Observa detenidamente el siguiente esquema, en el encontrarás de un “vistazo” de manera sintetizada los
principales concepto de la temática que abordaremos. ¿Qué conceptos o categorías te llaman la atención?

Esquema N° 01: Mapa conceptual sobre Trastornos


Mentales y su clasificación
TRASTORNOS MENTALES

Se clasifican Se utiliza
Se Define

Patrón conductual Por taxonomía Clasificaciones Modernas


clínicamente significativo

Según modelos de estructura Para el diagnóstico


Ocurre en el individuo

Está asociado con


una perturbación Vertical Horizontal Circular CIE X DSM IV-TR

o o o o

Incapacidad o
Jerárquica Multiaxial Circumplejo
riesgo
Diagnóstico
o Se organiza en Se organiza en Multiaxial
Se organiza en
Deterioro
Árboles Categorías Segmentos
diagnósticos paralelas en círculos
y no se explica por

Factores
socioculturales

DIAGNOSTICO
NOSOLOGICO

Fuente: elaboración propia


 Desarrollo de los contenidos de aprendizaje

1.1. ¿A qué llamamos Trastornos Mentales?

El trastorno mental es "un síndrome o patrón conductual o


psicológico clínicamente significativo, que ocurre en un
individuo y que está asociado con una perturbación (por
ejemplo, un síndrome doloroso) o incapacidad (por ejemplo,
deterioro en una o más áreas importantes de funcionamiento)
o con un riesgo significativo de morir, de sufrir dolor,
incapacidad o una pérdida importante de la libertad. Además,
este síndrome o patrón no debe ser sólo una respuesta
esperada y culturalmente sancionada ante un evento en
particular; por ejemplo, la muerte de un ser querido" (American
Psychiatric Association, 2000).
Un trastorno mental es "clínicamente significativo". Para ser
considerado "clínicamente significativo", el trastorno debe
tener una presencia consistente a través del tiempo y tener el
suficiente impacto para afectar de manera dramática la vida de la persona.

El trastorno se refleja en un "síndrome" conductual o psicológico. Un síndrome es un conjunto de síntomas


que forman un patrón definible. Un síndrome conductual o psicológico es un conjunto de acciones
observables y de pensamientos y sentimientos reportados por el cliente. Por lo tanto, una conducta
desolada o un solo pensamiento o sentimiento, no constituyen un trastorno. Más bien, una condición
diagnosticable es una unidad organizada que se manifiesta en un amplio rango de pensamientos,
sentimientos y conductas. Si usted se siente triste durante unos cuantos días, y este sentimiento es su
único síntoma, un diagnóstico de depresión sería inadecuado.

El trastorno está asociado con la presencia de perturbación, deterioro de la vida o riesgo grave. En otras
palabras, un trastorno implica un costo personal o social; por ejemplo, el miedo que una mujer tiene de salir
de su casa puede hacer que se sienta muy perturbada. Ella desearía superar su gran temor pero se siente
incapaz de cambiar su conducta. Su síndrome, entonces, además de ser grave, también le provoca una
enorme perturbación personal.

Con el fin de profundizar en las características de la sociedad del conocimiento te presentamos un


interesante video denominado “Los Trastornos mentales en terapia, en la cual se describe las
características generales de los trastornos mentales. Al momento de visualizarlo o cuando lo vayas
observando te recomendamos que tomes nota de las principales ideas que se exponen en dicho video.
1.2. Clasificación de los trastornos mentales
Las conductas anormales constituyen fenómenos complejos,
supuestamente multideterminados y frecuentemente
incomprensibles, cuyo estudio puede requerir de un análisis

Fuente: Imagen extraída de internet


individualizado de éstas, como tal vez pueda verse favorecido
por un procedimiento organizador. Al igual que ha sucedido
con otros fenómenos naturales, la historia ratifica la existencia
de múltiples intentos de clasificación de las alteraciones de la
conducta, bajo perspectivas acordes con los valores y avances
científicos de cada época. En las últimas décadas, el afán de
comprender los posibles análisis comunes s existentes en las
alteraciones de la conducta ha dado lugar a numerosos sistemas clasificatorios, discutidos y
sistemáticamente revisados, pero que han servido para ordenar nuestras observaciones.

Se entiende por clasificación cualquier procedimiento utilizado para construir agrupaciones o categorías
y para asignar entidades (en nuestro caso trastornos o conductas anormales) a dichas categorías, en base
a atributos o relaciones comunes. Una concepción errónea muy frecuente es pensar que la clasificación de
los trastornos mentales clasifica a las personas; lo que realmente hace es clasificar los trastornos de las
personas que los padecen. Es importante aclarar que siempre debe ser utilizado por personas con
experiencia clínica, ya que se usa como una guía que debe ser acompañada de juicio clínico, además de
los conocimientos profesionales y criterios éticos necesarios.

El proceso de asignación de una entidad a una determinada categoría del sistema de clasificación es
conocido en biología como identificación. En medicina y en psicopatología, el proceso de asignación de
determinados atributos clínicos, o de pacientes que manifiestan dichos atributos, a una categoría del
sistema de clasificación se conoce como diagnóstico.
El término taxonomía hace referencia al estudio sistemático del proceso de clasificación; es decir, a la
lógica, los principios y los métodos utilizados en la construcción de un sistema clasificatorio, así como a las
reglas utilizadas para la identificación de las entidades. Cuando las entidades a clasificar son enfermedades
o trastornos, es decir, cuando se trata de construir una taxonomía de fenómenos patológicos, se habla de
nosología. Aunque frecuentemente se utilizan en el ámbito clínico los términos clasificación y nosología de
manera indistinta, propiamente la nosología supone una organización basada en supuestos teóricos sobre
la naturaleza de la enfermedad (Strömgren, 1992).
Los principios básicos para la formación de categorías en un sistema clasificatorio son favorecer la
economía cognitiva (en el sentido de suministrar la máxima información con el mínimo esfuerzo cognitivo)
y la estructuración de los datos; es decir, percibir los objetos del mundo como poseedores de una estructura
altamente correlacional y no como elementos arbitrarios.

1.2.1. Utilidad de la Clasificación Psicopatológica


La clasificación psicopatológica pretende proporcionar al científico y al clínico importantes
ventajas; lo cual tiene lugar cuando cumple los requisitos metodológicos exigidos a toda
taxonomía, entre los cuales tenemos las siguientes:
a) Aportar una nomenclatura y terminología común que facilite la comunicación y favorezca la
fiabilidad;
b) Servir de base acumulativa de documentación e información sobre cada categoría clínica;
c) Suministrar información descriptiva de cada una de las entidades clínicas básicas;
d) Permitir hacer predicciones desde una perspectiva longitudinal, y
e) Suministrar los conceptos básicos para hacer formulaciones teóricas.

La noción de categorías clínicas se apoya en el supuesto de que existe un determinado número


de covariantes compartidos; por ejemplo, agrupaciones de signos y síntomas regulares, con sus
propias diferencias. Así pues Un determinado origen común, así como relaciones de
consecuencia, aumentan la probabilidad de que determinadas características psicológicas se
combinen con otras más específicas, dando lugar a conjuntos de síntomas observables de forma
repetitiva, que denominamos síndromes clínicos.

No obstante, se han señalado también diversos inconvenientes a estas clasificaciones, entre los
que se mencionan su posible efecto yatrogénico o de estigmatización social, problemas
metodológicos relativos a la fiabilidad, validez y su utilidad a la hora de aportar información sobre
la etiología, el pronóstico o el tratamiento de un determinado trastorno

1.2.2. Modelos de estructura taxonómica en psicopatología


Las clasificaciones psicopatológicas se organizan en agrupaciones con una determinada
estructura, las cuales pueden ser siguiendo una estructura vertical, horizontal o circular

ESQUEMA N° 03: Modelos


de las estructuras
taxonómicas

Estructura
Horizontal

Estructura
Estructura Vertical
Circular

Fuente: Elaboración propia


La Estructura Vertical, conocida como jerárquica, organiza las diversas categorías en árboles
diagnósticos en los que las de rango inferior están subsumidas en las de rango superior. La
verticalidad se refiere al nivel de inclusión de la categoría, de tal modo que cuanto más alto es
dicho nivel, mayor es el grado de abstracción. La clasificación de los trastornos afectivos en el
DSM-IV, o la CIE-10 (Organización Mundial de la Salud, 1992), son ejemplos de una organización
jerárquica.
La estructura horizontal es conocida como multiaxial, en cuanto que trata de ordenar las
diferentes clases de atributos en series de categorías paralelas. La horizontalidad hace referencia
a la segmentación de las categorías del mismo nivel de inclusividad. El sistema DSM-III y versiones
posteriores adoptan una estructura tanto jerárquica como multiaxial. Esta se diferencia de la
jerárquica ya que permite múltiples tipos de datos incluyendo varias facetas de la información
relevantes para la toma de decisiones diagnósticas como biológica, psicosocial, entre otros.
La estructura circular, conocida como circumpleja, viene siendo utilizada por los autores
interesados en el ordenamiento de los rasgos de personalidad. En este modelo, las categorías
similares están ubicadas en un lugar relativamente más cercano, en los segmentos de un círculo;
por el contrario, las categorías opuestas en la representación circular serían las consideradas
psicológicamente antitéticas. Por ejemplo, Millon distribuye las diversas personalidades anormales
en un diagrama circular atendiendo a dos dimensiones básicas: afiliación social (autónomo versus
gregario) y emotividad (impasible versus expresivo). La estructura circumpleja es más una
herramienta académica teórica que un modelo clínico, si bien su utilidad se anuncia prometedora
en el futuro

Las clasificaciones nosológicas más importantes son el CIE X Y DSM IV-TR, que a continuación vamos
analizar:

1.3. La décima revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10)


La décima revisión de la Clasificación Internacional de las
Enfermedades (CIE-10) (Organización Mundial de la Salud, 1992)
contiene 21 capítulos que cubren todo el espectro de las enfermedades.

Fuente: Imagen extraída de internet


En el Capítulo V se clasifican los trastornos mentales y del
comportamiento, así como los trastornos del desarrollo psicológico, que
son identificados por la letra F (p.ej., Fxx.xx, en donde el primer dígito
se refiere a un grupo diagnóstico amplio psicótico, orgánico, inducido
por substancias, etc., el segundo dígito se refiere al diagnóstico
específico, y los dígitos que siguen al punto decimal codifican
información adicional específica al trastorno, como subtipo, curso clínico
o tipo de síntomas).
El Capítulo V de la versión CIE-10 fue el resultado de una larga gestación. La OMS y la Administración
para la S lud Mental y Abuso del Alcohol y Drogas (United States Alcohol, Drug Abuse, and Mental
Health Administration, ADAMHA) pusieron en marcha un proyecto conjunto para mejorar la precisión y
fiabilidad diagnóstica en salud mental en 1971. Durante la primera fase (1980-1981), tuvieron lugar
varios encuentros científicos que fueron seguidos, en una segunda fase (1981-1982), de la preparación
y desarrollo de una conferencia internacional en Copenhague, en donde se acordó desarrollar un
sistema diagnóstico oficial que tuviese implantación internacional. En 1982 se marcó el inicio de la
tercera fase, destinada al desarrollo de instrumentos de evaluación clínica.
Para la elaboración del Capítulo V, cuyo primer borrador salió a la luz en 1986, se llevaron a cabo
diversos estudios de campo, realizados en 37 países con la participación de numerosos clínicos. En
dicho capítulo, se acordó desarrollar los siguientes documentos:
a) Un glosario breve o texto básico en el que se contienen los códigos numéricos, los títulos y una
escueta descripción de las categorías, y con el que deberían hacerse compatibles todos los glosarios
nacionales, para su inclusión en los volúmenes generales CIE-10 con el fin de servir de guía a los
administradores sin entrenamiento clínico.
b) Una guía diagnóstica clínica, diseñada para el uso diario de los especialistas, con la descripción de
las características clínicas que sirven de base para el diagnóstico de cada trastorno.
c) Los criterios diagnósticos para la investigación (DCRIO), derivados del documento anterior y
formulados de forma más precisa y restrictiva.
d) Versiones abreviadas para su utilización en atención primaria y medicina general.
e) Se ha incorporado, además, en la CIE-10 un sistema
multiaxial para completar la información relativa a cada
paciente. Dicho sistema consta de tres ejes, en donde el

Fuente: Imagen extraída de internet


Eje I (Diagnósticos clínicos) incluye todos los trastornos,
tanto mentales como físicos, del aprendizaje y de la
personalidad. El Eje II (Discapacidades) cubre áreas
específicas del funcionamiento y se cuantifican en una
escala de 0 (no discapacidad) a 5 (discapacidad grave):
cuidados personales (higiene, vestido, alimentación, etc.),
trabajo (funcionamiento en actividades remuneradas,
estudios, tareas domésticas, etc.), familia y hogar
(participación en la vida familiar), y funcionamiento en un contexto social más amplio (participación en
la comunidad, incluyendo contacto con amigos, ocio y otras actividades sociales). Finalmente, el Eje
III (Factores contextuales) explora los factores que podrían influir en la aparición, la manifestación, la
evolución clínica o el tratamiento de los trastornos del Eje I. Se incluyen aquí problemas relacionados
con sucesos negativos en la infancia, escolarización, familia y grupo primario de apoyo, ambiente
social, condiciones de vivienda y económicas, desempleo, ambiente físico, circunstancias
psicosociales, cuestiones legales, historia familiar de enfermedad o de discapacitación y dificultades
en el estilo de vida.
La CIE-10 sigue siendo una clasificación descriptiva y no etiológica, al igual que las versiones
precedentes o los sistemas DSM, aunque implícitamente la etiología forme parte de la organización
de una manera muy básica, según su origen orgánico, relacionado con el abuso de sustancias o
relacionado con el estrés. Por lo tanto, estrictamente hablando, resulta una clasificación mixta

ESQUEMA N° 03: Trastornos Mentales


según la CIE X Y DSM IV-TR
1.4. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales

• Delirium, Demencia. Trastornos •FO. Trastornos mentales


amnésiscos y otros trastornos orgánicos, incluidos los
cognitivos sintomáticos.
DSM IV-TR

CIE-X
• Trastornos mentales debidos a •F1. Trastornos mentales y del
una alteración médica general, comportamiento debidos al
no clasificados en otro consumo de sustancias psicótropas
apartados •F3. Esquizofrenia, Trastornos
• Trastornos relacionados con esquizotípico y trastornos de ideas
sustancias delirantes
• Esquizofrenia y otros trastornos •F4- Trastornos del Humor
psicóticos •F5. Trastornos Neuróticos
secundarios a situaciones
• Trastornos del estado de ánimo estresantes y somatomorfos.
• Trastornos de Ansiedad •F6. Trastornos del
• Trastornos somatoformes comportamiento asociados a
• Trastornos Ficticios disfunciones fisiológicas y a
factores somáticos
• Trastornos disociativos
•F7. Trastornos de la Personalidad
• Trastornos sexuales y de
•F8.Retraso mental
identidad de género
•F9. Trastornos del Desarrollo
• Trastornos Alimentarios psicológico
• Trastornos del sueño •F10. Trastornos del
• Trastornos de control de Comportamiento y de las
impulsos no clasificados en emociones, de comienzo habitual
otros apartados. en la infancia y la adolescencia..
• Trastornos adaptativos
• Trastornos de la Personalidad
• Otras alteraciones que pueden
ser foco de atención clínica

1.4.1. Características Básicas Del DSM


Fuente: Elaboración IV-TR
propia

El Manual diagnóstico y estadístico de los


trastornos mentales de Asociación Americana de
Psiquiatría contiene una clasificación de los
trastornos mentales y proporciona descripcioness
de las categorías diagnósticas que permitan la
evaluación, estudio e intercambiar información y
tratar los distintos trastornos mentales. La edición
vigente es la cuarta, DSM-IV, en su versión
revisada, DSM-IV-TR. Ya se ha publicado un
calendario de investigación para la publicación del
DSM-V, que, al igual que el DSM-IV, provoca
controversia entre los profesionales en cuanto a su uso diagnóstico.
El DSM se elaboró a partir de datos empíricos y con una metodología descriptiva, con el objetivo
de mejorar la comunicación entre clínicos de variadas orientaciones, y de clínicos en general con
investigadores diversos. Por esto, no tiene la pretensión de explicar las diversas patologías, ni de
proponer líneas de tratamiento farmacológico o psicoterapéutico, como tampoco de adscribirse a
una teoría o corriente específica dentro de la psicología o de la psiquiatría. En ediciones recientes
los autores del DSM han luchado por cumplir el criterio de confiabilidad, de modo que un
diagnóstico dado se aplique de forma consistente a cualquiera que muestra un conjunto particular
de síntomas. Al mismo tiempo, los investigadores han trabajado para asegurar la validez del
sistema de clasificación, de modo que diversos diagnósticos representen fenómenos clínicos
reales y distintos. El desarrollo de la edición más reciente, el DSM-IV-TR, implicó un proceso de
tres etapas, que incluyó una revisión profunda de las investigaciones publicadas, análisis
detallados de los datos de investigación, y trabajos de campo. Los autores del DSM consideran
un trastorno mental como fenómeno, si es significativo en términos clínicos, si se refleja en un
síndrome conductual o psicológico, si está asociado con una perturbación, deterioro o riesgo, y si
no es culturalmente esperado o sancionado. El DSM-IV-TR se basa en la orientación del modelo
médico, en la que los trastornos físicos o psicológicos son considerados enfermedades. El sistema
de clasificación es más descriptivo que explicativo, y se basa más en categorías que en
dimensiones.

Los trastornos se organizan en 16 categorías diagnósticas principales (Tabla 4.4) y un apartado


para «Otras alteraciones que pueden ser foco de atención clínica». De manera sistemática, el
DSM-IV describe cada trastorno en los siguientes epígrafes: características diagnósticas;
características y trastornos asociados; características relacionadas con una determinada edad,
cultura o género; prevalencia, incidencia y riesgo; evolución; complicaciones; factores
predisponentes; patrón familiar; y diagnóstico diferencial. El principio organizador general de las
secciones se basa en las características fenomenológicas compartidas, con excepción de los
trastornos adaptativos, que se apoya en su etiología común

El proceso de diagnóstico implica el uso de toda la información relevante para llegar a una
definición que caracterice el trastorno del cliente. Los clínicos primero ponen atención a los
síntomas reportados y observables del cliente. Entonces se consideran los criterios diagnósticos
del DSM-IV-TR y se descartan diagnósticos alternativos mediante un proceso de diagnóstico
diferencial. Más allá de la definición diagnóstica, los profesionales clínicos elaboran una
formulación de caso, que es un análisis de la historia de desarrollo del cliente y los factores que
pudieron haber influido en su estado psicológico actual. Los clínicos también toman en cuenta las
condiciones étnicas y culturales del problema psicológico. En la actualidad, el principal objetivo
formulado para la edición del DSM-V es conseguir mejorar la validez del sistema clasificatorio,
basándose en la etiología de los trastornos; lo cual exige cambios en la solución estructural de la
nueva clasificación, y en los procesos a seguir, que deberán basarse en la investigación empírica,
enriqueciendo la base de datos disponibles y facilitando la integración de los hallazgos derivados
de diferentes áreas biológicas y clínicas; lo cual requerirá la definición de categorías apoyándose
en hallazgos obtenidos en estudios animales, genética, neurociencia, epidemiología, investigación
clínica y servicios interculturales.

1.4.2. Evaluación multiaxial del DSM IV-TR

El DSM-IV TR es una herramienta de diagnóstico que propone una descripción del funcionamiento
del paciente a través de 5 "ejes", con el objeto de contar con un panorama general de diferentes
ámbitos de funcionamiento. Un eje es un tipo de información sobre un aspecto del funcionamiento
de un individuo. El sistema multiaxial del DSM-IV-TR permite que los clientes sean
caracterizados en forma multidimensional, acomodando toda la información relevante acerca de
su funcionamiento de modo organizado y sistemático.

• Eje I: Se describe el trastorno o trastornos psiquiátricos principales o sintomatología presente,


si no configura ningún trastorno. (Por ejemplo: trastorno depresivo, demencia, dependencia
de sustancias, esquizofrenia, fobia social, fobias específicas, hipocondrías, etc.).
• Eje II: Se especifica si hay algún trastorno de personalidad en la base (o rasgos de algún
trastorno), algún trastorno del desarrollo o retraso mental (por ejemplo, trastorno de
personalidad limítrofe, retraso mental moderado, etc.).
• Eje III: Se especifican otras afecciones médicas que puede presentar el paciente.
• Eje IV: Se describen tensiones psicosociales en la vida del paciente (desempleo, problemas
conyugales, duelo, etc.).
• Eje V: Se evalúa el funcionamiento global del paciente (psicológico, social y ocupacional), a
través de la EEAG (escala de funcionamiento global).

ESQUEMA N° 04: Diagnóstico multiaxial Eje I Trastornos Clínicos


según la CIE X Y DSM IV-TR
Trastornos de Personalidad
Eje II Retraso Mental

DSM IV TR Eje III Enfermedades médicas

Eje IV Estresores psicosociales

EVALUACIÓN Evaluación de la actividad


Eje V global
MULTIAXIAL

Eje I Trastornos cllínicos

CIE-X Eje II Discapacidades

Eje III Factores contextuales


Fuente: Elaboración propia

1.4.3. Diferencias entre el DSM IV Y CIE X


Entre las diferencias existentes entre el DSM-IV y la CIE-10 refiere que, al igual que las versiones
anteriores, aquél no dependió de decisiones a priori respecto al número de clases. La CIE- 10, en
cambio, consta de diez agrupaciones centrales que dependen de una decisión que considera
arbitraria y que no se corresponde con los conceptos utilizados por clínicos e investigadores. En
segundo lugar, mientras que en la CIE- 10 se mantiene la sección de trastornos mentales
orgánicos, se ha eliminado en la versión DSM-IV. Una última diferencia señalada por el autor tiene
que ver con una revisión más en profundidad de los criterios diagnósticos del DSM-IV
comparativamente con la CIE-10.

1.5. Criticas a las clasificaciones nosológicas:

Las clasificaciones psiquiátricas actuales han despertado reacciones diversas y frecuentemente


antagónicas, especialmente en lo que concierne a la validez de sus resultados. No obstante, se han
señalado también diversos inconvenientes a estas clasificaciones, entre los que se mencionan su posible
efecto yatrogénico o de estigmatización social, problemas metodológicos relativos a la fiabilidad, validez y
su utilidad a la hora de aportar información sobre la etiología, el pronóstico o el tratamiento de un
determinado trastorno. Se ha indicado, por ejemplo, que el diagnóstico clínico ha contribuido en torno a un
10 % de la varianza en la determinación de si un paciente era dado de alta de un centro o unidad de
hospitalización psiquiátricos, siendo mucho más importantes los factores familiares y socioeconómicos
(Stuart,1970).

Otra de las críticas suele orientarse sistemáticamente a la inconsistencia de los sistemas actuales de
clasificación psiquiátrica, por cuanto las categorías no siempre son mutuamente excluyentes ni se derivan
de un único principio básico. En el caso del sistema DSM, aun habiendo mejorado sensiblemente la
fiabilidad diagnóstica y siendo una perspectiva que ha sido objeto de bastante investigación sobre su validez
interna, su base teórica es confusa. Se trata de un modelo mixto en el que las categorías se basan en
diversos principios, como clusters de síntomas, conductas antisociales, consideraciones teóricas o
influencias evolutivas.

Ninguna clasificación actual en psicopatología es una representación inevitable del mundo real, sino un
medio para avanzar en el conocimiento y para facilitar unos objetivos clínicos; sirven para orientar nuestro
mundo científico y funcionan como un esquema organizador que ponga en orden nuestras experiencias
clínicas. Precisamente, por la naturaleza semiarbitraria de esta tarea, puede entenderse por qué los estados
y procesos psicopatológicos pueden ser clasificados atendiendo a diversos niveles o ámbitos de
observación (por ejemplo, conductual, intrapsíquico o fenomenológico), o bien en función de cualquier tipo
de atributos (por ejemplo, conductas interpersonales, estados de ánimo o procesos cognitivos). En esencia,
en cada uno de estos u otros niveles de observación será posible desarrollar un determinado número de
categorías, cuya utilidad dependerá de que logren dar respuesta a los problemas o fines para los que fueron
creados.
Bibliografía
Belloch, A, Sandín, B. y Ramos F. (Eds.) (2009). Manual de Psicopatología (2ª edición). Vols I. Madrid:
McGraw Hill Interamericana
Caballo, Vicente (2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos. Madrid: Pirámide.

Obiols, Jordi E. (2008). Manual de psicopatología general. Madrid: Biblioteca Nueva.

Sarason, Irwin G. y SARASON, Barbara R. (2006). Psicopatología: El problema de la conducta desadaptada


(11ª ed.). México: Pearson

Sue, David. Psicopatología comprendiendo la conducta anormal. 9ª ed. México: Cengage Learning
Editores, 2010.
PSICOPATOLOGÌA DE LOS PROCESOS PSICOLÒGICOS
Fuente: Imagen extraída de internet

Bienvenida
Estimado, iniciemos renovados de energía y deseos de aprende este tema de
estudio, los contenidos que a continuación leerás se tratará acerca de los
diferentes signos y síntomas de la psicopatología de los procesos psicológicos,
para su revisión y análisis con pensamiento crítico y reflexivo.

¡Empecemos!
Introducción al tema
Los conocimientos íntimamente entrelazados de la psicopatología, la semiología y el examen mental le
permitirán al clínico una adecuada aproximación tanto al paciente como a la exploración del trastorno. En
la segunda semana analizamos la técnico del examen mental, sin embargo para la realización es muy
importante el conocimiento de los signos y síntomas de los procesos psicológicos, más aun que no hay
síntomas aislados como tales, sino que siempre estarán relacionados con otras esferas de la vida mental.
En la evaluación clínica no se hace un recuento de síntomas o signos aislados, sino que son la expresión
de un conjunto de funciones y operaciones que expresan el funcionamiento global psíquico y mental, o
muestran alteraciones en la personalidad y en el comportamiento, no obstante cabe mencionar que el
método de dividir la exploración por partes o por funciones, tiene un carácter artificial y didáctico, porque
en realidad es una persona o un sujeto singular, el que presenta las alteraciones las cuales en general,
están relacionadas con otras que aparecen como lejanas.

En el presente tema se formula el objetivo de exponer las manifestaciones psicopatológicas de los procesos
psicológicos para que puedan identificar los signos y síntomas que afecta la vida psíquica del paciente y
sirva de base para la exploración psicopatológica.

 Aprendizajes esperados

Conozcamos ahora las capacidades y actitudes a desarrollar en este primer tema:

Capacidad
• Maneja aspectos teóricos y procedimentales de la clasificación y diagnóstico según el sistema
DSM-IV/DSM-IV-TR.

Actitudes
• Valora el diagnóstico psicopatológico desde la perspectiva de ayuda en la relación clínica, con
criterio ético.
 Mapa conceptual referido al tema
Observa detenidamente el siguiente esquema, en el encontrarás de un “vistazo” de manera sintetizada los
principales concepto de la temática que abordaremos. ¿Qué conceptos o categorías te llaman la atención?

Esquema N° 01: Mapa conceptual sobre


Trastornos de los Procesos Psicológicos
TRASTORNOS DE LOS
PROCESOS PSICOLÓGICOS

Se clasifican Son Estudiados por la


Se Define

Conjunto de signos y Según los procesos SEMIOLOGÍA


síntomas Psicológicos

De
Estudia
Los Procesos Cognitivos Cognitivos Afectivos y
Psicológicos Básicos Superiores volitivos

SIGNOS SINTOMAS
que Nos permite
Conectarnos con el CIE X
Afecta al medio y consigo
individuo mismo.
Indicador Indicador
Objetivo Subjetivo
y genera
Conciencia Memoria
Deterioro Manifestaciones
Atención Orientación Percepción Psicopatológicas
Conciencia
o
Se organizan en
Malestar
SÍNDROMES

MANIFESTACIONES
PSICOPATOLÓGICAS

Fuente: elaboración propia


 Desarrollo de los contenidos de aprendizaje

1.6. ¿A qué llamamos Semiología Psíquica?

Continuando con el desarrollo de la temática de la psicopatología, en esta


oportunidad vamos a estudiar los trastornos de los procesos psicológicos,
lo cual permite complementar lo abordado en la segunda semana de
estudio, para lo cual vamos a explorar signos y síntomas de los procesos
psicológicos, no obstante antes de empezar con ello realicemos alunas

Fuente: Imagen extraída de internet


definiciones.

La semiología en psicopatología se ocupa del estudio de los signos y de


los síntomas de las enfermedades mentales; por lo tanto, es fundamental
para la realización de un buen diagnóstico y para la práctica clínica con el
fin de determinar la situación clínica de un paciente en un momento
determinado y, consecuentemente, la evolución de su trastorno

Ahora bien, cabe la pregunta ¿Qué es un signo? Es una Manifestación patológica perceptible por el
observador, que, una vez evaluada, será un factor del diagnóstico (Diccionari Enciclopèdic de Medicina,
2000). Dicho de otro modo es la Manifestación objetiva de un proceso o estado patológico, y en el caso
concreto de los procesos psicológicos se puede decir que el niño que el niño que no puede permanecer
sentado en la silla durante la sesión psicológica o en el salón de clase es un signo de hiperactividad.

Otro componente es el Síntoma, entendido como Indicador subjetivo de un proceso orgánico y/o funcional
(por ejemplo, ideación suicida, las alucinaciones, entre otras). De hecho, el síntoma aislado, considerado
en sí mismo, no resulta anormal o morboso. Se considera que el síntoma es la unidad mínima descriptible
en psicopatología, y para la presentación de un trastorno se presentan un conjunto de signos y síntomas
en un periodo de tiempo de determinado. Así pues Síndrome. Conjunto de signos y síntomas que aparecen
en forma de cuadro clínico. O dicho en otros términos, es un agrupamiento o patrón recurrente de signos y
síntomas.

Las funciones psíquicas


Con el fin de poder abordar la complejidad de la vida psíquica dividimos, convencionalmente, la actividad
mental en actividades: la Actividad Intelectual también llamada cognoscitiva, la Actividad Afectiva y la
Actividad Volitiva.

La actividad intelectual o cognitiva es la que nos permite conectarnos con el medio y con nosotros mismos.
Tenemos conocimiento del entorno, del lugar, del tiempo, porque una serie de funciones nos permiten
conectarnos, reconocer, integrar. Algunas de estas funciones son “elementales”. Sin ellas son imposibles
los primeros pasos de la actividad mental, a estas funciones las llamamos convencionalmente funciones
intelectuales básicas, entre las cuales tenemos las atención, percepción, la memoria. Ahora bien, así como
hay funciones intelectuales básicas hay funciones intelectuales superiores. Estas funciones son muchas,
pero tomamos para la semiología elemental a las siguientes: la ideación, la imaginación y el juicio.
1.7. La conciencia
1.2.1 Definición:
La palabra conciencia viene del latín conscientia y hace referencia al conocimiento que acompaña a
nuestras impresiones y acciones. Es la resultante del funcionamiento armónico de la totalidad de la
psique. Se manifiesta cuando entran en juego los mecanismos psicológicos y somáticos, cuyas
actividades determinan la realización del proceso psíquico.
Por la conciencia y a través de estas elaboraciones, el ser humano adquiere el conocimiento de
cuanto acontece en el mundo exterior (captado por los órganos sensoriales externos); el mundo
interior (captado por los aparatos sensoriales internos) y el mundo psíquico (al que pertenecen las
actividades psíquicas superiores, que intervienen en la elaboración del pensamiento). A través de los
estados de conciencia, tenemos conocimiento de nuestra personalidad en todos sus aspectos
externos, interior y espiritual; y de sus relaciones con el mundo en cada instante del acontecer
psíquico.

1.2.2. Alteraciones de la Conciencia:

ESQUEMA N° 02:
Trastornos de la Conciencia

Fuente: elaboración propia

a) Obnubilación: Es un Término genérico que designa un compromiso de la función de alerta de la


conciencia, bajo el cual se agrupan los cuatro trastornos cuantitativos, desde el más leve al más
grave; embotamiento, somnolencia, sopor y coma. El vocablo obnubilación procede de nube, por
lo tanto, decir que la conciencia está obnubilada equivale a decir que está nublada. Es un
empañamiento de la lucidez de la conciencia en relación al alerta, la cual puede estar
comprometida en diversos grados o "cantidades"; por esto hablamos de trastornos cuantitativos.
La consecuencia inmediata de la obnubilación de la conciencia, es la disminución o retardo en el
ritmo de las elaboraciones psíquicas, retardo que es tanto más marcado cuanto mayor es el
entorpecimiento de la conciencia.
La obnubilación de la conciencia puede presentar distintos grados:
- Embotamiento o torpeza: Constituye la forma más leve, propia de los estados de fatiga
psíquica o física muy intensos, en que se produce un marcado entorpecimiento de toda la
actividad psíquica.
- Somnolencia: constituye un grado más intenso de obnubilación que un simple
embotamiento. Hay una perturbación mayor de la función de alerta. La percepción, así como
toda la actividad psíquica, está mucho más dificultada, debido a una gran propensión al
sueño. Aparece pesadez, el enfermo tiende a quedarse en cama y dormitar en el día. Hay
disminución del ritmo alfa al electroencefalograma.
- Sopor: el compromiso obnubilatorio de la conciencia es aun mayor. El paciente sólo se
logra despertar parcialmente, no registra ningún estímulo externo en la conciencia, y los
estímulos intensos pueden provocar algunas
reacciones psicomotoras rudimentarias de
gesticulaciones, balbuceo de palabras o movimientos
desordenados. El paciente tiene respuestas reflejas. El
electroencefalograma presenta ondas delta.

Fuente: Imagen extraída de internet


- Coma: el estado de coma constituye el grado extremo
de obnubilación, hay pérdida completa de la
conciencia, que no registra ningún evento. Hay
inhibición psicomotora completa, pero en los niveles
superiores del coma se conservan las respuestas
defensivas a los estímulos dolorosos para
desaparecer en los grados profundos con ausencia o
extrema debilidad

b) Estrechamiento de la conciencia: Consiste en una verdadera retracción del campo de la


conciencia, con lo que una parte de la personalidad y sus manifestaciones psíquicas quedan
inactivas, a la vez que la conciencia del mundo exterior queda reducida a un campo sumamente
estrecho. En estos casos la personalidad conserva algunas actividades en el orden motor, pero la
memoria no fija absolutamente nada (epilepsia).
c) Estado crepuscular (automatismo psicomotor). Es el estrechamiento del campo de la conciencia
de manera súbita y con una variación de minutos a horas, días y hasta meses, de tal manera que
en el sujeto se advierte el predominio de un sistema limitado de móviles e ideas con desconexión
mayor o menor del resto de la actividad ordinaria y que, por lo tanto, puede aparentar una conducta
normal. En oportunidades se agrega a este entorpecimiento abundante productividad patológica
del tipo de delirium. Se presenta, especialmente, en los trastornos disociativos y en la epilepsia
psicomotora (etiología psicológica u orgánica, respectivamente).

1.3. LA ATENCIÓN

1.3.1. Definición

La atención es la orientación de nuestra actividad psíquica hacia algo que se experimenta,


permitiendo así el vivenciar. Acá el estímulo se acepta indiscriminadamente, en forma pasiva y sin
esfuerzos. Este algo que se experimenta puede provenir de situaciones externas (sensaciones,
percepciones, etc.) o de situaciones internas (pensamientos, sentimientos, etc.). A través de la
atención nos informamos de las modificaciones fisiológicas y patológicas de nuestro medio interno,
ya sea físico o mental, que nos permite la elaboración intelectual.

La atención puede ser espontánea o voluntaria.


En el primer caso, la atención está a merced de
los estímulos cambiantes que la impresionan. Hay
ciertas características de los estímulos que atraen
con más facilidad la atención; entre éstas, la
mayor intensidad, la repetición, la desaparición del
estímulo, la novedad, la variedad y la rareza de
éste. En la atención voluntaria, la dirección de la
atención es gobernada activamente por el sujeto,
que voluntariamente dirige la atención.

Cuando la atención permanece orientada en forma persistente hacia una situación determinada,
se está llevando a cabo la función de concentración. A través de la concentración, la atención crea
las condiciones para que una determinada situación pase a ser la más destacada en el campo de
la conciencia, otorgando la psique una mayor energía y dedicación a tal asunto, con lo cual el
sujeto adquiere mayor noción, exactitud y claridad, con rendimientos más eficientes en el manejo
de sí mismo, y del mundo que lo rodea. La atención y concentración son requisitos indispensables
para un buen rendimiento intelectual, siendo una condición necesaria para que se lleven a cabo
los procesos de asimilación y razonamiento lógico, propios de la inteligencia.

1.3.2. PSICOPATOLOGÍA DE LA ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN

Esquema N° 03: Psicopatología


de la Atención

PSICOPATOLOGIA DE LA
ATENCIÓN

CONCENTRACIÓN
APROSEXIA HIPOPROSEXIA HIPERPROSEXIA HIPERMETAMORFOSIS
DISMINUIDA

Fuente: elaboración propia


a) Aproxesia: término derivado del griego (prosexis: volver la mente a la atención, dedicarse,
consagrarse, estar involucrado en), que denota el trastorno psicopatológico de la atención que
consiste en falta absoluta de atención.
b) Hipoproxesia: trastorno psicopatológico de la atención que consiste en la reducción de la
capacidad atentiva. La atención es superficial y pobre, hay tendencia a la distraibilidad y un registro
pobre de los eventos.
c) Hiperproxesia: trastorno psicopatológico de la atención, en el cual el sujeto presenta un notable
aumento en la capacidad de atención espontánea, pero a expensas de una notoria disminución
de su forma voluntaria. El paciente se ve solicitado por una excesiva gama de estímulos, lo que
dispersa su actividad psíquica. Ejemplo: Un enfermo maníaco, presentado en reunión clínica,
parece coger todos los estímulos ambientales, no filtra nada, sin perder el hilo del diálogo que
sostiene con su entrevistador. Al entrar a la sala un médico calvo sacando un cigarrillo de la
cajetilla, el paciente se para rápidamente, y le solicita un cigarrillo diciéndole "la ocasión la pintan
calva", luego vuelve a su asiento y continúa el diálogo.
d) Hipermetamorfosis: se denomina hipermetamorfosis a la exaltación de la atención espontánea en
detrimento de la atención provocada. Cualquier estímulo ambiental inmediato orienta el psiquismo
en tanto que el paciente se desconecta de la situación anterior que captaba su atención. Ejemplo:
Un estado amencial ya descrito a propósito de este compromiso de conciencia. La paciente era
solicitada por cualquier estímulo ambiental. Un ligero ruido de llaves, un golpeteo de manos o un
chasquido de dedos o el ruido de movimientos de una silla, le interrumpían el curso de su vida
psíquica de por sí calidoscópica. Quedaba como imantada por el estímulo accesorio, e incapaz de
retomar al círculo vivencia] anterior. La atención provocada era nula, a diferencia de la
hiperprosexia maniacal.
e) Concentración disminuida: trastorno psicopatológico de la concentración, en el cual el sujeto no
es capaz de dirigir voluntaria y selectivamente la atención, localizándola en un determinado asunto,
de tal manera que le permita operar sobre éste, según sean sus deseos, intereses y objetivos.

1.4. LA ORIENTACIÓN

1.4.1. Definición: La orientación la definimos como el instrumento del vivenciar que permite al sujeto
comprender cada uno de los instantes de su vida en relación al pasado, al presente y al futuro,
así como su ubicación en relación a los espacios que lo rodean, en relación a sí mismo y al
contexto situacional.
En Algunos textos de psicopatología se refieren a la orientación como un subcapítulo de los
trastornos de conciencia. En la práctica clínica el valor semiológico de los trastornos de la
orientación es tal, que se tiende a asimilar desorientación con perturbación de conciencia. No
todo trastorno de la orientación proviene de un trastorno de conciencia, aunque sí todo
trastorno de conciencia necesariamente compromete en grado leve o mayor la orientación.
El estudio de la orientación tiene un valor semiológico muy importante no tan sólo para la
conciencia, sino para todos los instrumentos del vivenciar. Los compromisos más o menos
severos de la memoria o de la atención o de la inteligencia, provocan en mayor o menor grado,
desorientación.

Esquema N° 04: Esferas


de la Orientación
Fuente: elaboración propia
Ahora bien podemos entender las tres funciones principales de este instrumento del vivenciar:
la función de orientación alopsíquica, tanto temporal como espacial y la función autopsíquica u
orientación de la propia persona.

Describamos cada una de estas funciones:


▪ Orientación alopsíquica temporal: El hombre tiene una noción del tiempo que trascurre,
sin necesidad de aparatos que lo midan. A través del registro ordenado en la conciencia de
las vivencias que ocurren en el tiempo y la capacidad de ser evocadas unas en relación a
otras y en una secuencia determinada, construimos el pasado. Desde el presente miramos
el pasado y por extrapolación prevemos en algún grado el futuro. Gracias a esta capacidad
sabemos la fecha, el día, el momento del día, el año, la estación del año.
▪ Orientación alopsíquica espacial: A través de la
percepción del mundo externo y de su propia persona el

Fuente: Imagen extraída de internet


hombre dimensiona los objetos con los que interactúa, los
reconoce por sus apariencias externas y guarda recuerdos
de su relación vivencial con ellos gracias a la memoria.
Esta capacidad le permite saber en qué lugar se
encuentra: país, ciudad, calle, casa, pieza, lugar de la
pieza y el lugar que él ocupa en el contexto espacial, en
un momento dado.
▪ Orientación autopsíquica: La percepción de uno mismo, acompañada de una memoria
que registra la continuidad del acontecer en el que uno participa, y el recuerdo de aquellos
con los que se participa, permite saber acerca de quién y qué es uno mismo y nos da una
visión de conjunto acerca de lo actual y de lo pasado.

1.4.2. PSICOPATOLOGÍA DE LA ORIENTACIÓN

Esquema N° 05:
Psicopatología de
la Orientación

Fuente: elaboración propia

a) Desorientación parcial: Trastorno psicopatológico de la orientación, en el cual el sujeto se orienta


parcialmente. Su ubicación témporo-espacial es insegura e inconstante. Se afecta en mayor medida
la orientación temporal. menos la espacial. Cuando la orientación autopsíquica está afectada.
habitualmente ya está comprometida la orientación témporo-espacial.
b) Desorientación temporal: Trastorno psicopatológico de la orientación en el cual el paciente no sabe
en qué fecha está, ignora el día o el mes y el año y tampoco logra ubicar el momento del día en que
se encuentra.
c) Desorientación espacial: Trastorno psicopatológico de la orientación, en el cual el paciente no sabe
en qué lugar físico se encuentra. Puede ignorar en qué ciudad está, si está en su casa, en un hospital
o en otra institución. No sabe en qué parte de la casa se encuentra, ni qué lugar ocupa.
d) Desorientación autopsíquica: Trastorno psicopatológico de la orientación en el cual el paciente no
sabe quién es, de dónde viene ni para dónde va. Desconoce su rol social, familiar y aun puede llegar
a ignorar sus pertenencias

1.5. PERCEPCIÓN

2.1.1. Definición

Es la Organización e interpretación de los estímulos que llegan al


organismo a través de los órganos de los sentidos. Constituye un

Fuente: Imagen extraída de internet


proceso que requiere la integridad anatómica y funcional del SNC
y de los órganos sensoriales especializados. Este proceso implica
la relación entre la vida interior del sujeto y el mundo circundante
y la concordancia entre el estímulo y la significación del objeto.

2.1.2. Psicopatología de la Percepción:


Las alteraciones sensoperceptivas se pueden determinar ya desde el punto de vista cuantitativo de
la sensopercepción o ya desde el área cualitativa.

a) Cuantitativamente: La actividad sensoperceptiva se puede encontrar:


- Acelerada, (hipomanía).
- Retardada, (depresión).
- Abolida, (estado de coma).

b) Cualitativamente: Podemos diferenciar:


▪ Ilusiones: Es una interpretación deformada de una experiencia sensorial. Es una percepción
errónea de un objeto. La soledad, el miedo, la fatiga, favorecen las ilusiones. Estas están
ligadas a nuestros estados de ánimo, deseos, fantasías, tanto concientes como inconscientes.
▪ Alucinaciones: Definida por BALL como la
“percepción sin objeto”. Esta representación tiene la
característica de ser intrapsíquica (creada en la
mente del enfermo). Luego será aceptada por un
juicio que estará ma auditivas), vista (alucinaciones
visuales), gusto (alucinaciones gustativas), tacto
(alucinaciones táctiles), y olfato (alucinaciones
olfatorias), así como también a través de aquellos
sentidos que “conectan” al individuo con su “mundo
interior” tal el caso de las alucinaciones cenestésicas
y kinestésicas.
▪ Alucinaciones intrapsíquicas: Al no haber
exteriorización no se define como una verdadera alucinación. Hay conciencia de que carece
de realidad objetiva. Dentro de este apartado podemos mencionar aquellos casos en los que
los pacientes mencionan “que sienten palabras o pensamientos dentro de sus cerebros que
los dirigen o les dan órdenes” (delirio de influencia de los esquizofrénicos).
▪ Alucinosis: Se define como una permanencia temporal (en el tiempo) de un estado
alucinatorio que no despierta interpretación delirante. El sujeto critica su trastorno y no cree en
la realidad del objeto representado. Puede desencadenarse por cuadros tóxicos, infecciosos,
traumáticos, etc.
▪ Alucinaciones extracampinas: El individuo refiere la captación de estímulos fuera del campo
sensorial normal.
▪ Alucinaciones verbomotoras: Aparecen cuando el individuo vivencia la situación de que
“desde el exterior“ otras personas utilizan sus cuerdas vocales, y boca para hablar por
intermedio de él.

1.6. MEMORIA
1.6.1. Definición
La memoria nos permite relacionarnos desde el presente con el pasado, y ambas etapas pueden
así trascender al futuro. Sin ella no podríamos aprender, ni tampoco tener experiencias y
conocimientos. En cada momento nos enfrentaríamos con cualquier circunstancia vital como con
algo nuevo y desconocido.

1.6.2. Psicopatología de la memoria.


Por motivo de estudio vamos analizar los trastornos de la memoria en cuantitativos y cualitativos:

Esquema N° 06: Psicopatología


de la Memoria

Fuente: elaboración propia


a) Cuantitativos:
Estos trastornos abarcan aquellas alteraciones mnémicas por aumento o excesiva facilidad o por déficit
o pérdida total de la capacidad de memoria.

▪ Hipermnesia: Es un trastorno cuantitativo de la memoria, consistente en una capacidad mnémica


muy superior al grado más elevado dentro de la normalidad o una facilidad exagerada para
recordar. La vemos aparecer en los estados de excitación maníaca, así como en aquellos
síndromes de excitación psicomotriz, en el delirio febril, en ciertas intoxicaciones agudas exógenas
(alcohol, cocaína, marihuana y anfetaminas). Existe una hipermnesia que se revela en un aumento
de la capacidad de la aprehensión y de la fijación. Se asocia con una hiperactividad del resto de
las funciones psíquicas y conduce a la posesión de una gran memoria inmediata.

▪ Hipomnesia: Es un trastorno cuantitativo de la memoria en sentido deficitario, que representa una


disminución de la actividad mnémica, pero sin llegar a una pérdida total o parcial de ella. La
hipomnesia, de origen fisiológico la observamos en la vejez, constituida decisivamente por la
disminución de la actividad atencional en esa edad. Ello impide la normal aprehensión y fijación
de imágenes perceptivas procedentes del mundo exterior. Los neuróticos obsesivos, los
depresivos y los afectados por el proceso orgánico cerebral en las primeras etapas de su curso
demencial (seniles y arterioescleróticos). En cuanto a la hipomnesia evocativa, esta es normal en
la vejez y patológica en distintos cuadros neuróticos y psicopáticos.

▪ Amnesia: Es el trastorno cuantitativo de la memoria,


caracterizado por una pérdida o ausencia de los recuerdos

Fuente: Imagen extraída de internet


de un modo total o parcial. Dicha alteración de la actividad
mnémica es frecuente en los procesos orgánicos
cerebrales de diversas etiologías, en aquellos síndromes
caracterizados por una intensa alteración de la conciencia
y también en ciertos síndromes de naturaleza psicógena.

b) Cualitativas:
Los trastornos cualitativos, se denominan pseudo-recuerdos o falsa memoria, o paramnesias. Todas
estas alteraciones cualitativas son el resultado de constantes y diversas deformaciones de las
imágenes mnémicas a lo largo de la vida del individuo, pero cuando por distintas causas, tal
deformación sobrepasa ampliamente la normalidad en el recuerdo, al ser evocado, aparece
intensamente alterada la imagen que lo generó. Son fallas en el proceso de reconocimiento,
localización y evocación, pero desde el punto de vista de la calidad. En cualquiera de estos casos
encontramos una disfunción del juicio de reconocimiento o de identificación para que surjan los falsos
recuerdos, es decir la alteración reside en el momento o fase de reconocimiento del proceso mnémico.

▪ Alomnesia o Ilusión del Recuerdo: Es la evocación deformada de una vivencia, que presenta
los caracteres de un falso recuerdo, lo que en su origen fue un recuerdo verdadero, que se
convierte en falsa creación cuando hay elementos que no responden al engrama o huella real.
Esto se da en forma normal en personas con fatiga o cuando un recuerdo ha sido pocas veces
evocado y en forma patológica lo encontramos en los síndromes delirantes.

▪ Alucinación del Recuerdo: Es un trastorno que consiste en la sustitución de una imagen del
recuerdo por otra fantástica, producto de la imaginación, es frecuente en las personas que
padecen una intensa amnesia, rellenando los períodos de amnesia con producciones imaginarias,
de contenidos más o menos ricos, que son tomadas por estos pacientes como verdaderos
recuerdos. La escuela francesa las denomina fabulaciones, Y en la escuela alemana
confabulaciones. El fabulador se diferencia del mitómano en que éste no dice la verdad, pero no
miente sin saberlo. El mitómano sabe que miente, el fabulador está fuera de lo verdadero y de lo
falso; el mentiroso dice lo falso por lo verdadero, engaña; el fabulador es engañado por sí mismo.
Estas manifestaciones se presentan en el síndrome de Korsakoff. También en procesos
demenciales.

▪ Fenómenos de lo YA VISTO (“DEJA VU“): Se trata de una


ilusión del recuerdo en la cual la percepción de un objeto, que es
percibido por primera vez, provoca la vivencia en el individuo de

Fuente: Imagen extraída de internet


que ya anteriormente, en algún momento del pasado, ha sido
percibido por él. Es frecuente en los esquizofrénicos y en los
pacientes con epilepsia psicomotora. En ésta es característico
que el paciente no presente angustia, ni extrañeza por lo
percibido. También se presente como fenómeno
parapsicológico.

▪ Fenómenos de lo nunca visto (“JAMAIS VU“): Se trata de una ilusión del recuerdo por la cual
la percepción de un objeto repetidamente percibido, incluso familiar para el sujeto es vivenciado
por éste, como nunca percibido. Se presenta, en la esquizofrenia, síndrome confusional y epilepsia
temporal.

▪ Paramnesia reduplicadora: Es la proyección del presente hacia el pasado. El enfermo


experimenta la sensación de un doble estado de conciencia al ubicarse en dos épocas. Esto
sucede en la demencia senil y en los síndromes confusionales

Con el fin de profundizar en el conocimiento de los Trastornos de Memoria te presentamos un


interesante video denominado “Los problemas de memoria”, en la cual se describe las signos normales
y anormales de la memoria, así como se describe las manifestaciones evolutivas de la memoria, el
olvido y los factores de riesgo de la memoria. Al momento de visualizarlo o cuando lo vayas observando
te recomendamos que tomes nota de las principales ideas que se exponen en dicho video.
PSICOPATOLOGÌA DEL PENSAMIENTO, DEL LEGUAJE Y
DE LA AFECTIVIDAD

Introducción al tema
El pensamiento es un proceso complejo en el que intervienen emociones, percepciones y afecto. Es el
proceso final: la idea, y ésta se trasmite a través de palabras, frases: el lenguaje. Su exploración es
compleja dado que se realiza a partir de sus expresiones, en especial el lenguaje, y en menor grado, otras,
como el comportamiento de la persona en diversas situaciones; y por la razón previa, es difícil separar las
alteraciones del pensamiento de las alteraciones del lenguaje.

Los Trastornos del pensamiento, hay dos grandes grupos: los Trastornos del contenido del pensamiento.
Hacen referencia al contenido, hay una alteración de la idea y los Trastornos del curso del pensamiento.
Hacen referencia al curso, hay una alteración en la expresión de la idea. Los trastornos del lenguaje
dificultan el proceso de comunicación entre las personas. Se refieren a alteraciones a nivel de expresión
oral o verbal que repercuten la interacción social del individuo. La exploración de los trastornos del
pensamiento y del lenguaje es uno de los pilares de la psicopatología clásica. Una correcta valoración de
los trastornos del pensamiento nos orientará en gran manera en el diagnóstico del paciente. En el presente
tema se formula aspectos teóricos que permitan comprender las manifestaciones las manifestaciones
psicopatológicas del pensamiento y lenguaje.

 Aprendizajes esperados

Conozcamos ahora las capacidades y actitudes a desarrollar en este primer tema:

Capacidad
• Identifica y diferencia las manifestaciones clínicas de los procesos psicológicos

Actitudes
• Valora el diagnóstico psicopatológico desde la perspectiva de ayuda en la relación clínica, con
criterio ético.
 Mapa conceptual referido al tema
Observa detenidamente el siguiente esquema, en el encontrarás de un “vistazo” de manera sintetizada los
principales concepto de la temática que abordaremos. ¿Qué conceptos o categorías te llaman la atención?

TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO,


LENGUAJE Y AFECTIVIDAD
Esquema N° 07: Mapa conceptual sobre
Trastornos del pensamiento, Lenguaje y
Afectividad
SIGNOS
SEMIOLOGÍA

SINTOMAS

PENSAMIENTO LENGUAJE AFECTIVIDAD

Se define Es un Comprende

Proceso complejo Proceso que permite la Emociones,


expresión de ideas o sentimientos y ánimo
pensamientos
por el cual
Signos y síntomas

Se aprehende un Mediante
objeto o situación Psicopatología de la
Afectividad

y la Semiología La escritura La Palabra Gestos

Se manifiestan Depresión
Hipomimia Ansiedad
Psicopatología del Psicopatología del m
Pensamiento Lenguaje Hipermimia Melancolía Euforia
Disgrafia Agrafia

Clasificada en Macrografía Micrografía Ecomimia


Disartría
Alteraciones del Alteraciones Paramimia
contenido formales Anartría

Amimia Anhedonia Alexitimia


Las cuales tenemos Se clasifican Dislalia

curso
Disfasia
Ideas Ideas
obsesivas fóbicas Fluidez
Afasia
Coherencia
Ideas Verborrea
Delirios sobrevaloradas

Musitación

Ecolalia
3. TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO Y DEL LENGUAJE
3.1. PENSAMIENTO
3.1.1. Definición

Proceso complejo por el cual se aprehende un objeto o un aspecto de un


objeto o situación. Así, juzgar, abstraer, concebir, razonar y, en sentido

Fuente: Imagen extraída de internet


amplio, imaginar, recordar y anticipar son formas de pensar. Tener en
cuenta que los procesos perceptivos antes que antagónicos son
suplementarios en un acto cognoscitivo dado. El pensamiento se
reconoce a través del lenguaje oral, escrito o mímico.

3.1.2. Psicopatología del Pensamiento:

Las alteraciones del pensamiento pueden ser en el contenido, en el curso o progresión y en lo formal
o intrínseco:

.00.
Esquema N° 08: Psicopatología Delirio de Grandeza

del Pensamiento Delrio de persecusión

Delirios

Ideas de referencia

Ideas Obsesivas

Celotipioa
ALTERACIONES DEL CONTENIDO
DEL PENSAMIENTO
Idea Sobrevalorada

Agarofoba

Pensamiento Fóbico Fobia social


PSICOPATOLOGÍA DEL PENSAMIENTO

Fobia simple

Bradipsiquia

Alteraciones del Ritmo

Taquipsiquia

Perseveración

Estereotipia

Verbigeración

Alteraciones de la Fluidez

ALTERACION FROMALES DEL


Interceptación
PENSAMIENTO

Prolijidad

Rigidez

Incoherencia

Fuga de ideas

Alteración de la Coherencia

Disgregación

Neologismo

Fuente: elaboración propia


a. Alteraciones en el Contenido del pensamiento, Se refiere las ideas, creencias, pensamiento y
juicio de la realidad

- El Pensamiento delusional o delirante es aquel que se relaciona, especialmente, con la


alteración del juicio, es decir, con la creencia o el saber erróneo e inmodificable pese a los
argumentos lógicos en contra. Cuando esta forma de pensamiento se presenta sin
antecedentes o precipitantes, inmediatamente reconocibles, se denomina delusión o
delirio y cuando deriva de una experiencia mórbida, perceptiva o afectiva frecuentemente
se designa como idea delusiva, delusión secundaria o delirio secundario.

La convicción delusional puede aparecer de


un modo súbito o desarrollarse
paulatinamente a partir de un temple o estado
de ánimo delusional caracterizado por un
sentimiento de alarma, de que algo va a
suceder sin saberse cómo ni cuándo, que
existe un significado no precisado en el mismo
y en su entorno (amenaza, sospecha,
desconfianza, conmoción, horror, inseguridad,
agobio, perplejidad, expectativa angustiada)
llamado Trema por Conrad. Cuando cristaliza
la delusión y llega a constituir una estructura
coherente cerrada en sí misma, se trata
entonces de un sistema delusional.

El Tema delirante: Hace referencia al contenido de la idea delirante. Dicho contenido puede
ser de control, persecutorio, de grandeza, de pobreza, nihilista, de culpa, extravagante,
corporal, de referencia, de amor, etc. Los temas son muy variados y algunos caracterizan
determinados síndromes o entidades psicopatológicas; así, en los deprimidos aparecen
ideas delusivas de ruina, culpa, acusación, minusvalía; en los paranoides las de
persecución, referencia, alusión, daño; alcurnia, grandeza, megalomaníacas en general, en
los episodios maníacos; negación, nihilista, de enormidad, especialmente, en el síndrome
Cotard y en algunas esquizofrenias; místicas, religiosas, mesiánicas, eróticas, en los
esquizofrénicos hebefrénicos y paranoides; de reforma, de querella o reinvindicación y
celotípicas, en los paranoicos.

- Pensamiento obsesivo. Se refiere a


pensamientos, representaciones o grupos de
Fuente: Imagen extraída de internet

pensamientos que ejercen un dominio sin motivo


sobre la mente y que, en reaparición constante e
inoportuna, tienen tendencia a la repetición infinita
y a la incoercibilidad, a pesar del esfuerzo
voluntario para desecharlos. La obsesión como
resultante es vivida con conciencia de falsedad o,
por lo menos, de inutilidad y siempre con la
convicción de que no es sugerida del exterior, padeciéndose, además, a plena lucidez de
conciencia. Los temas obsesivos son muy variados y estarán de acuerdo a la jerarquía de
valores del sujeto y a su actividad preeminente del momento. Lo más valioso entra en
conflicto obsesivo (antinomia); para unos, los de mayor valor serán la salud, la moral, la
religión, la sexualidad, la existencia, la filosofía; para otros, lo absoluto, los números, el
orden, la limpieza o la verificación. En todo caso son casi siempre de tipo negativo: tristes,
crueles, angustiantes, deprimentes, atormentadores, odiosos, espantosos, penosos; nunca
alegres ni felices. Estos temas se convierten en preocupaciones exclusivas llevando a la
duda que obliga a la repetición interminable que en el caso del acto, se denomina
compulsión, es decir, el pensar que no se ha ejecutado bien un acto simple o complejo
que obliga a recomenzarlo o repetirlo en su totalidad. El lavado repetido de manos es una
de las compulsiones más frecuentes. La duda compulsiva conforma la famosa locura de
la duda. En la clínica el fenómeno obsesivo se presenta acompañando a la depresión
melancólica, a la esquizofrenia, a algunos síndromes orgánico cerebrales como el epiléptico
y por sí solo, constituye la anteriormente llamada neurosis obsesiva y ahora denominada
trastorno obsesivo compulsivo.
- Idea sobrevalorada: Ideas o creencias con diversos grados de plausibilidad, que están
afectivamente sobrecargadas y que tienden a preocupar y a dominar al individuo a través
de amplios pe río dos de su desarrollo vital. Pueden ser compartidos por otros miembros
del grupo social o, en esencia, ser admisibles y comprensibles socialmente.
- Pensamiento Fóbico. Es aquel que está constituido por ideas que aparejan temores
irracionales a objetos, situaciones o seres vivientes cuya presencia real, y a veces
imaginada, provoca angustia que puede llegar hasta el pánico. El sujeto reconoce como
anormal su respuesta. En la actualidad su clasificación se ha simplificado en tres grupos:

a) Agorafobia. Es el temor de estar o sentirse solo en lugares públicos y donde podría


tener dificultades para escapar o ser auxiliado en caso de súbita incapacidad. Ello motiva
una conducta evitativa. Por lo tanto, las muchedumbres, los grandes almacenes, los cines,
se tornan objetos fóbicos. Además, el agorafóbico puede tener miedo de estar solo o de
apartarse de su fuente de seguridad y, por ello, sentirse indefenso o incapaz de huir.

b) Fobia Social. La característica fundamental es un


miedo persistente e irracional a las situaciones en que
el sujeto puede verse expuesto a observación o Fuente: Imagen extraída de internet

evaluación por parte de los demás, con un deseo


apremiante de evitar tales situaciones. También existe
miedo a comportarse de una manera humillante o
embarazosa. Los ejemplos incluyen hablar o actuar en
público, utilizar los urinarios o lavabos comunales,
comer en público y escribir en presencia de otras
personas.

c) Las Fobias Simples. Constituyen una categoría


residual una vez excluidas las dos anteriores. Los objetos temidos son a menudo animales
(insectos, reptiles, ratones) y situaciones (claustrofobia o miedo a los espacios cerrados,
aunándose una acrofobia o temor a las alturas, por ejemplo).

Desde el punto de vista clínico las fobias son manifestaciones de los trastornos de
ansiedad en las clasificaciones actuales. La agorafobia es más frecuente en las mujeres.
La fobia social suele empezar al final de la infancia o al principio de la adolescencia.
(Muchos individuos normales tienen dificultades de hablar en público, pero sólo será fobia
social a menos que la ansiedad y el miedo provocado se considere excesivo e irracional,
con conducta de evitación). Como síntoma puede estar presente en la melancolía, en la
esquizofrenia y constituir por si sola la llamada anteriormente neurosis fóbica y ahora
trastorno fóbico.

b. Alteraciones Formales del Pensamiento (ritmo, fluidez y coherencia).


b.1. Alteraciones del ritmo.
- Bradipsiquia: (retardo o inhibición) La lentitud
del ritmo asociativo coincide con el retardo general
del ritmo psíquico o bradipsiquia, en que se

Fuente: Imagen extraída de internet


produce una notable disminución del número de
asociaciones en la unidad de tiempo, es decir, por
segundo. En todos los casos de bradipsiquia el
enfermo padece un entorpecimiento del
mecanismo asociativo; existe dificultad en hallar
las representaciones y términos que han de
enlazarse en la cadena asociativa; la evocación de
los mismos es muy lenta. El paciente experimenta y tiene conciencia del esfuerzo grande, y a
menudo penoso, que realiza para lograr estas elaboraciones que, en condiciones normales, se
lleva a cabo con gran espontaneidad y facilidad, casi automáticamente y sin fatiga mental.

- Taquipsiquia: (aceleración) Excitación psicomotriz. Las ideas se encadenan con una celeridad
extraordinaria, las asociaciones son inestables y, generalmente, determinadas por estímulos
exteriores y del momento.

b.2. Alteraciones de la fluidez.


- Perseveración: repetición automática y frecuente de representaciones que son introducidas
como material de relleno en todos los casos que existe un déficit de la atención. El
intercalamiento guarda relación con el discurso. Siempre es expresión de un pensamiento
psicopatológico. Mantiene la finalidad. Le cuesta encontrar las ideas secundarias, debe ganar
tiempo, por eso repiten hasta encontrarla. Por ejemplo; epilepsia: lentos, torpes, viscosos.
Confuso. Ecolalia de apoyo.
- Estereotipía: repetición de una idea independiente del contexto del discurso (muletillas). El
intercalamiento no guarda relación con el discurso. No siempre es psicopatológicas, por ejemplo
muletillas “este”, “viste”. Si es psicopatológicas: estereotipia de actitud o movimiento.
- Verbigeración (Jaspers): Es una estereotipia, pero con carga afectiva displacentera. Por
ejemplo melancólicos: “Ay, mi Dios, que desgracia”
- Interceptación: También denominado bloqueo. Es Una Interrupción brusca, inesperada del
curso del pensamiento. Puede continuar luego con la misma temática u otra. A diferencia de la
ausencia (Petit mal), este trastorno se produce con la conciencia clara y el sujeto se percata y
explica su dificultad. Presente, especialmente, en los esquizofrénicos catatónicos; también, en
los estados de perplejidad o de terror, y durante el sentimiento de vacío de los deprimidos y
esquizofrénicos en general.
- Prolijidad: Pérdida de la capacidad de síntesis. Se detiene en detalles secundarios que retardan
el pensamiento y, por lo tanto, no distingue lo esencial de lo accesorio, elaborando un discurso
cargado de minuciosidades y detalles que intervienen en los acontecimientos, pero que alargan
innecesariamente el relato, aunque no se pierde el sentido principal, llegando finalmente a
conclusiones precisas y concordantes con la realidad. Presente en los trastornos orgánico
cerebrales como las demencias y las epilepsias deteriorantes.
- Rigidez: Pérdida de la elasticidad. Adherido a una idea. Llega a condicionar la conducta del
sujeto. Por ejemplo: esquizofrénicos y en delirios.

b.3 Alteraciones de la coherencia.


- Incoherencia: falta de continuidad y conexión lógica en las asociaciones. (Confusión mental,
Esquizofrenia, demencias y en algunos cuadros delirantes crónicos).
- Fuga de Ideas: pérdida de la idea directriz y prevalencia de
múltiples ideas secundarias que se alternan rápidamente.
- Disgregación: es una forma de incoherencia, consiste en

Fuente: Imagen extraída de internet


la asociación laxa, distante o ilógica de pensamientos entre
sí que tornan incomprensible su sentido racional o
emocional a pesar que el paciente elabore frases que,
siendo adecuadas por separado, no están relacionadas
consecuentemente y, por lo tanto, el razonamiento no llega
a una conclusión veraz. Cuando la disgregación no es muy
marcada puede pasar inadvertida en el lenguaje hablado,
pero fácilmente objetivable en el escrito. En otras
oportunidades puede ser tal que el discurso se componga de palabras aisladas o fragmentarias,
condensaciones de ellas, neologismos o solamente sílabas, constituyendo una ensalada de
palabras, como llaman algunos a esta alteración extrema
- Neologismos. Consisten en la formación de nuevas palabras a base de uniones, de una parte
de un vocablo con una parte de otro, y las cuales adquieren un significado especial. Los
neologismos son propios de los esquizofrénicos, pero pueden presentarse en personalidades
histriónicas o pedantes con el objeto de llamar la atención por una supuesta originalidad; también
en los deficientes mentales por mal uso de las palabras.

2.2. LENGUAJE

2.2.1. Definición

Es la expresión de ideas o pensamientos a través de la palabra o de


Fuente: Imagen extraída de internet

sonidos articulados o inarticulados (lenguaje oral), de signos gráficos


convencionales (escritura), o mediante ademanes y gestos (mímica)
que permiten la relación y el entendi miento entre las personas.

2.2.2. Psicopatología del Lenguaje: Las cuales pueden ser


alteraciones del lenguaje oral, escrito y del gesto
Disartría
Esquema N° 08: Psicopatología
del lenguaje Anartría

Dislalia

Disfasia

Afasia

Verborrea
Alteraciones del
Lenguaje Oral
Mutismo

Musitación

Soliloquio

Neologismo

Ecolalia
PSICOPATOLOGÍA DEL
PENSAMIENTO

Coprolalia

Disgrafia

Agrafia
Alteracion del
Lenguaje Escrito
Macrografia

Micrografia

Hipermimia

Hipomimia

Alteracion del
Amimia
Lenguaje Mimico

Ecomimia

Paramimia

Fuente: elaboración propia


a) Las alteraciones del lenguaje oral: Las cuales comprenden:

- Disartria. Dificultad para la articulación de las palabras que


contienen determinadas letras; está en relación a lesiones o

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afección tóxica de los centros nerviosos o de los nervios
periféricos como sucede en la embriaguez alcohólica, en la
intoxicación por drogas y en la parálisis general progresiva.
- Anartria. Es el grado mayor de la anterior. El paciente tan
sólo puede emitir un gorjeo. Se presenta en los accidentes
cerebro-vasculares, sífilis del SNC y tumores cerebrales.
- Dislalia. Es un defecto de pronunciación de las palabras por dificultad en la emisión del sonido
correcto de determinada letra: rotacismo para la "erre", labdacismo para la "ele" y sigmacismo para
la "ese", entre las más frecuentes. Se presenta por
insuficiente inervación en el aparato fonador,
Fuente: Imagen extraída de internet

malformaciones de la lengua o del velo del paladar,


tartamudez o disfemia que es la falta de coordinación en
la pronunciación de determinada sílaba de la palabra,
generalmente la inicial al comienzo de la frase. Puede
deberse a lesiones de los sistemas pontocerebelosos,
bulbares o trastornos congénitos del desarrollo o a
malos aprendizajes tempranamente adquiridos.

Con el fin de profundizar en el conocimiento de la Dislalia te presentamos un interesante video


sobre la entrevista Alejandra Tapia Ortega, Pedagoga y terapeuta de lenguaje, en la cual
hace una descripción de las manifestaciones clínicas de la dislalia y las consecuencias
psicoemocionales. Al momento de visualizarlo o cuando lo vayas observando te recomendamos
que tomes nota de las principales ideas que se exponen en dicho video.

- Afasia. Es la imposibilidad de expresarse por medio del lenguaje, oral o escrito, y de entender las
palabras que se le dirigen (se estudia in extenso en el curso de Neurología).
- Verborrea. (logorrea o taquilalia). Es la exageración del lenguaje hablado por aumento de su
productividad (hablar incesante) y, frecuentemente, coincidente con una aceleración del tempo
psíquico; se presenta en las excitaciones psicomotrices y en las crisis maníacas, también en la
embriaguez alcohólica.
- Mutismo. Es la ausencia del lenguaje hablado que se presenta en la inhibición grave de la
depresión melancólica, en la catatonia esquizofrénica y en la simulación; en los delirantes, por
temor o por otras razones igualmente delusivas.
- Musitación. Se trata de movimientos de los labios sin expresión de sonidos o en los que existe
una murmuración constante, en voz muy baja, como si se hablara consigo mismo. Se presenta en
esquizofrénicos (autistas).
- Soliloquio. El paciente habla en voz alta acompañándose de ademanes y gestos, como
dirigiéndose a un auditorio imaginario (generalmente coincide con contenidos alucinatorios).
- Neologismo. Es el uso de palabras inventadas o condensadas, comprensibles sólo para el
paciente. Se presenta en esquizofrénicos y es la expresión de conceptos delusionales; también en
deficientes mentales.
- Ensalada de palabras. Se caracteriza por la emisión de palabras sin conexión alguna y, por lo
tanto, el discurso se torna incomprensible. Puede
presentarse en deficientes mentales graves. Se denomina
esquizofasia en los esquizofrénicos.

Fuente: Imagen extraída de internet


- Ecolalia. Repetición no intencionada por parte del paciente
de la palabra o frase dirigida por el interlocutor,
generalmente, con la misma entonación. Se observa en los
catatónicos, en pacientes estuporosos y en algunos
orgánico cerebrales. Entre sus variedades tenemos: la
metalalia, que es la repetición también no intencionada pero
no de lo pronunciado por el interlocutor, sino de lo oído de
alguna persona del alrededor, muy característico de los niños autistas; y la palilalia, que es la
repetición múltiple de la misma palabra o frase.
- Logoclonía. Es la repetición múltiple y compulsiva de la última sílaba de las palabras. La palilalia
y la logoclonía indican organicidad.
- Coprolalia. Es el empleo incontrolable de palabras obscenas, como se observa en la enfermedad
de Gilles de la Tourette y en algunos trastornos de personalidad.
- Verbilocuencia. Es el uso innecesario de rebuscadas palabras y formas gramaticales que tornan
el discurso artificioso, formalista y hasta grotesco. Se presenta en pacientes con ideas de grandeza,
en hipomaníacos, en dementes incipientes y en personalidades histriónicas.
- Oligofasia. Consiste en la pobreza de la cantidad de palabras y formas gramaticales utilizadas;
muy característico de los deficientes mentales y dementes, especialmente en aquellos casos
incipientes. Debe distinguirse de la que depende del grado de desarrollo cultural adquirido.
- Verbigeración. Es la repetición frecuente y anormal de un vocablo o frase corta que se intercala
en el discurso. Presente en los esquizofrénicos y deficientes mentales.

b) Las alteraciones del lenguaje escrito: Estas alteraciones comprenden:

- Disgrafia. Es la dificultad de elegir las letras que han de


formar las palabras debido, generalmente, a alteraciones
en los mecanismos motores. Fuente: Imagen extraída de internet

- Agrafia. Incapacidad de escribir por ausencia total de las


imágenes gráficas.
- Macrografia y micrografia. Son formas de disgrafia; la
primera consiste en escribir con trazos muy grandes,
desiguales y con tendencia a dirigirse hacia arriba, tal
como se presenta en la fase maníaca de la enfermedad
maníaco-depresiva; en la segunda, los trazos son muy pequeños y con tendencia a dirigirse hacia
abajo, como se observa en la melancolía.

Los contenidos del lenguaje escrito guardan relación con el estado mental del paciente de tal
manera que pueden estar presentes las mismas alteraciones del lenguaje oral. En los pacientes
esquizofrénicos de larga data (crónicos), en sus escritos, son frecuentes los subrayados, adornos,
signos cabalísticos, dibujos y otros, con lo cual el sujeto destaca la importancia de su ideación.
También puede encontrarse microescritura y escritura en espejo (escritura en forma inversa que
para leerla debe ponerse frente a un espejo).
c) Las alteraciones en el lenguaje mímico: Estas alteraciones comprenden:

- Hipermimia. Es la exageración de los rasgos fisonómicos en relación o no al estado afectivo


dominante. La acentuación de las arrugas de la frente que forman la omega en la depresión, las
verticales del entrecejo que dan el signo de Veraguth y ambos, más las comisuras labiales caídas
y la cabeza inclinada, reciben el nombre de signo de Schule en la melancolía. La perplejidad tiene
también una expresión característica. En la agitación maníaca el rostro es de alegría, satisfacción
y euforia con risa estruendosa o escandalosa. En estado de éxtasis, cólera, amor y miedo hay
también marcada hipermimia.
- Hipomimia. Es la marcada disminución de la mímica. La expresión facial del paralítico general con
la desaparición de las arrugas y surcos nasogeniano y nasolabial es muy característica. En la
catatonía esquizofrénica también se la encuentra.
- Amimia. Es la inmovilidad de la expresión facial que no traduce vida afectiva. Muy característica
es la facies parkinsoniana o fija (figé). También se encuentra en el estupor melancólico o en el
catatónico y en los síndromes confusionales.
- Ecomimia. Es la ecolalia en relación a la mímica.
- Paramimia. Es la gesticulación que no corresponde ni a las palabras expresadas ni al estado
afectivo dominante. Es un signo muy característico de la esquizofrenia. Puede también estar
presente en pacientes con deficiencia mental. Es un arma de los simuladores.

2.3. AFECTIVIDAD

2.3.1 Definición

Es la experiencia afectiva total que comprende fundamentalmente


los sentimientos, las emociones y el ánimo (humor). Por
sentimientos se entiende estados afectivos complejos, duraderos
y no intensos. Ejemplos: orgullo, celos, amor, vergüenza. En
cambio, las emociones son también estados afectivos que

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aparecen de manera brusca, más o menos violenta, pero de
pasajera duración. El miedo, la cólera y la angustia son
considerados como típicos ejemplos de emociones. Por último, el
estado de ánimo es la manifestación afectiva prevalente y
subjetiva que domina y colorea la experiencia total de un individuo
en un momento dado, e indicaría el equilibrio que existe entre los
distintos sistemas funcionales del organismo y el grado en que las
circunstancias ambientales satisfacen las necesidades e intereses
del sujeto.

2.3.2. Psicopatología de la afectividad: Las alteraciones de la afectividad comprenden:

a) Angustia o ansiedad. Es una respuesta emocional lógica del organismo ante lo nuevo y lo no
estructurado, muchas veces necesaria (mientras no desorganice la conducta), como sucede durante
el aprendizaje. Como respuesta global del organismo tiene un correlato fisiológico, especialmente en
relación al sistema nervioso autonómico, que se traduce por tensión, aprensión, temor, excitabilidad
neuromuscular y sensitivo sensorial. En la vertiente psíquica se expresa como un miedo sin objeto
actual y definido con conciencia de peligro o amenaza inminente e insoportable asociada a un
sentimiento de desamparo o incertidumbre. El grado severo de la ansiedad -y sus concomitantes
somáticos- cuando se presenta en forma de crisis (ataque) se denomina pánico, diferenciándose de
la ansiedad generalizada. La selectividad limitada e intensa genera la fobia. La angustia acompaña
a una serie de procesos orgánicos como las arritmias cardíacas, las valvulopatías, especialmente al
prolapso mitral, al angor pectoris, a la enfermedad obstructiva pulmonar crónica, a los tumores
aminosecretantes, al hipertiroidismo, a la enfermedad de Cushing, al síndrome menopáusico, al uso
de estimulantes, alucinógenos o al síndrome de abstinencia del alcohol y otros. Presente también en
la esquizofrenia, sobre todo al comienzo; frecuentemente complica la depresión y se considera el eje
dinámico de las antes llamadas neurosis.

b) Melancolía: Es el grado máximo de la tristeza y los intermedios distimias. La tristeza en sus


diferentes gradaciones y presentaciones es un síntoma casi obligado de los estados depresivos.

c) Depresión. Es un síndrome que tiene como síntomas


cardinales a la tristeza o al estado de ánimo venido a
menos, a la dificultad para elaborar el pensamiento, a la
lentificación motora. El deprimido se siente desanimado,
pesimista, desesperanzado y desesperado. Además, se

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agrega a esta sintomatología la mengua o pérdida del
interés por los objetos del entorno, cansancio o fatiga,
sentimiento de culpa, ideas de suicidio y muerte,
disminución del apetito, estreñimiento, insomnio,
impotencia o frigidez como un compromiso del estado vital.
La angustia, en mayor o menor grado, siempre está
presente. En los casos graves se comprueba ideas
delusivas, elaboraciones pseudoperceptivas y estupor o
agitación motoras. El síndrome depresivo es uno de los más
frecuentes de la clínica psiquiátrica, y en su etiología confluyen factores genéticos neurobioquímicos,
psicosociales y orgánicos (cáncer pancréatico, enfermedad de Addison o uso de sustancias
hipotensoras, contraceptivas, digitálicas).

d) Euforia: es el grado máximo de alegría, y ésta es uno de los síntomas obligados del síndrome
maníaco.

e) Manía o síndrome maníaco. Tiene como síntomas cardinales, a la manera de la depresión, el estado
anímico de inestable euforia con elación, la presión para verbalizar que pueda llegar al pensamiento
ideofugal (fuga de ideas) y el aumento de la actividad motora que puede ascender hasta una solemne
agitación. A esta sintomatología básica se agregan con frecuencia, la distraibilidad de la atención y el
optimismo con sobrevaloración de las capacidades físicas y mentales acompañado de ideas
megalomaníacas. Cuando el síndrome se presenta atenuado se denomina hipomanía. El síndrome
maníaco no tiene la misma frecuencia de presentación que el depresivo, pero los factores etiológicos
son similares, especialmente en relación a la enfermedad bipolar o enfermedad maníacodepresiva.
Tampoco hay que dejar de mencionar los factores orgánicos, como las endocrinopatías de tipo
hipertiroidismo o la enfermedad de Cushing; los neurológicos, como determinados tumores cercanos
al diencéfalo, la esclerosis múltiple o la epilepsia psicomotora; el uso de sustancias simpatomiméticas,
anticolinérgica o antidepresivas, entre otras.
F) Apatía. Es la incapacidad, más o menos
prolongada, para experimentar sentimientos con
conservación de las funciones cognoscitivas.
Existe una carencia de afecto o de su

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expresividad. No hay capacidad de goce o de
sufrimiento. Se presenta en neurosis graves, en
las diferentes formas clínicas de la psicosis
esquizofrénica, en los estados de menciales y
como síntoma importante en el síndrome de
estrés-post-traumático. Afín a la apatía y
confundiéndose con ella, se describe la frialdad
afectiva, que es la falta de afecto por las necesidades e intereses de las otras personas, pero no de
las propias y que se manifiesta en la ausencia de resonancia o empatía afectiva (indiferencia si los
demás están tristes o alegres, satisfechos o descontentos). Se presenta como rasgo de carácter en
las personalidades psicopáticas, como síntoma, en los síndromes delirantes demenciales de tipo
paranoico; en los melancólicos, con la denominada anestesia dolorosa, en la cual el paciente se queja
de no poder sentir el cariño y la comprensión que le muestran y tienen las personas que lo rodean, a
pesar que lo reconoce; como aplanamiento afectivo constituye uno de los llamados signos negativos
de la esquizofrenia.

g) Ambitimia o ambivalencia afectiva. Es la adjudicación de sentimientos o emociones opuestos,


aparentemente irreconciliables, sobre un mismo sujeto, objeto o situación en un mismo momento. Se
presenta, a veces, cuando hay compromiso de la conciencia (confusión), en la esquizofrenia (síntoma
cardinal para Bleuler); también en cuadros psicóticos leves. En las neurosis se presenta como
sentimientos opuestos, pero no en el mismo momento.

h. Paratimia, discordancia o incongruencia ideoafectivas. Es la falta de relación entre lo expresado


verbalmente y el vivenciar afectivo cuantitativa y cualitativamente. Este síntoma es privativo de la
esquizofrenia.

i) Labilidad emocional. Es la presencia de rápidos y a veces contradictorios cambios emocionales (falta


de resolución). Se nos impone como desproporcionado a los estímulos de la situación. Consiste en
accesos de risa o de llanto de variable intensidad por estímulos estresantes o a veces inocuos. La
incontinencia emocional, una forma extrema, se presenta en los orgánico-cerebrales (síndrome
pseudobulbar), pero también en las psicosis y neurosis, personalidades anormales y hasta en sujetos
normales en determinadas circunstancias como en los velorios, por ejemplo.

j) Inversión de los afectos. Se refiere a la irrupción de sentimientos opuestos a los que anteriormente
manifestaba el paciente hacia otras personas. El cambio puede ser gradual y comprensible o súbito
e incomprensible. El valor clínico será más severo cuanto más dramático sea el cambio afectivo. Así,
la inversión de afectos manifiesta indica una franca psicosis. Por este mismo mecanismo se llega a la
negación de la paternidad que el profesor Honorio Delgado consideraba privativo de la esquizofrenia.

k) Anhedonia. Consiste en la mengua o incapacidad de goce sin pérdida de las funciones cognoscitivas.
Se presenta en la esquizofrenia (S. Rado la consideraba como patognómica de ésta); sin embargo,
se manifiesta también en las depresiones. En éstas, como una queja expresada por el paciente y
sufrida por él; mientras que en el esquizofrénico se comprueba por el observador clínico.
l) Alexitimia. Es la dificultad o incapacidad de describir con palabras los estados afectivos. Estos
estados afectivos se refieren especialmente a aquellos que subyacen en los llamados trastornos
psicosomáticos y en algunos síndromes orgánico cerebrales. (Se comprueba más en la medicina
interna que en la psiquiatría).
Bibliografía
Belloch, A, Sandín, B. y Ramos F. (Eds.) (2009). Manual de Psicopatología (2ª edición). Vols I. Madrid:
McGraw Hill Interamericana
Caballo, Vicente (2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos. Madrid: Pirámide.

Obiols, Jordi E. (2008). Manual de psicopatología general. Madrid: Biblioteca Nueva.

Sarason, Irwin G. y SARASON, Barbara R. (2006). Psicopatología: El problema de la conducta desadaptada


(11ª ed.). México: Pearson

Sue, David. Psicopatología comprendiendo la conducta anormal. 9ª ed. México: Cengage Learning
Editores, 2010.

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