La Oración
La Oración
La Oración
LA ORACIÓN
MATEO 6:5-15
Quizás hemos escuchado varios significados sobre lo que es la oración, la oración es uno
de los más grandes privilegios que podemos tener para comunicarnos con nuestro Dios.
Muchas veces pensamos que es un monologo, es decir nos arrodillamos, o aun de pie y
empezamos a hablar, y hablar, y hablar, pero no nos detenemos a escuchar. Quizá otros
esperen oír una voz estruendosa en su cabeza y como no lo oyen piensan que Dios no les
habla y que la oración no sirve o se aburren y lo dejan.
Pero la verdad es que orar es un dialogo, nosotros lo hacemos de la forma humana es decir
hablando y Dios responde con su forma espiritual como puede ser una sensación, mediante
una predica, mediante un texto bíblico, mediante la respuesta a nuestras peticiones.
El primer elemento esencial para una oración eficaz es que ésta debe ser dirigida al único
Dios verdadero. No solo los cristianos de esa época, sino también todos los creyentes de la
actualidad podemos traer nuestras peticiones ante el Señor, pues conocemos a quien oramos.
Sin embargo, hay muchos que dicen clamar y creer en Dios, pero realmente oran a un dios
falso, una imagen o un personaje que han creado en su mente. Es un ser imaginario que está
de acuerdo con el estilo de vida que llevan y con cualquier cosa que desean.
Por otro lado, un dios hecho por los hombres no tiene ningún poder para responder
oraciones, ni tampoco puede ofrecer la seguridad de la salvación.
Al llegar a la casa de María, Pedro tocó a la puerta, pero la joven que vino a responder se
sorprendió tanto al escucharle, que entró corriendo para darle la noticia a los demás
creyentes. Éstos, al escuchar sus palabras, y aunque habían orado fervientemente, no creían
que sus oraciones habían sido contestadas de esa manera por el Señor; pero sus dudas se
disiparon al ver a Pedro.
La Oración ferviente es motivada por el amor y debe ser elevada con entusiasmo, emoción y
fe. No solo se trata de mencionar nuestras peticiones de manera repetitiva, sino de entregar
con toda sinceridad nuestro corazón y expresar aquello que necesitamos. Por ejemplo,
cuando Jesús oró en el huerto de Getsemaní, estaba en agonía y “oraba más intensamente”
(Lc 22.44). Y también es una oración que persevera, pues no debemos dejar de buscar,
llamar y tocar a la puerta hasta que Dios nos conteste (Mt 7.7).
Cuando oramos fervientemente por otros, puede que lo hagamos para que sean liberados de
ciertas situaciones peligrosas. Quizás hayamos orado para que el Señor les impida a otros
seguir por un camino que los llevará a la destrucción. El tener un diario de oración nos ayuda
a recordar las necesidades de los demás y a reconocer las peticiones que ya Dios ha
contestado en el pasado.
Hay historias bíblicas que me conmueven mucho, y sobre la oración deseo que leamos en
1 Samuel 1: 1-17
Me imagino a esta mujer pasándola tan mal, con un deseo tan grande en su corazón, en
aquella época no había ninguna ayuda médica para su problema, a los ojos de los demás para
ella solo le queda resignarse, pero como era conocedora del poder de Dios hizo lo mejor,
poner su necesidad en oración.
Muchas veces he orado, sintiendo ese tipo de fe. Un convencimiento absoluto de que Dios
cumplirá su voluntad en mí, y que sus bendiciones no añaden tristeza.
Hace tiempo atrás, mi madre estaba muy enferma, con todo esto del covid, y muriendo tanta
gente, por un momento sentí miedo, pero oré, con mucha fe, sabiendo que Dios me
escuchaba, y no me defraudó, sino que vi su respuesta al poco tiempo, mi madre mejoró, y
ahora oro porque el Señor le revele su nombre y sé que lo está haciendo.
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En nuestra oración hay un sin número de peticiones que podemos realizar, sin embargo,
hay ciertas peticiones especiales que se nos pide en la escritura que no debemos de olvidar a
la hora de elevar nuestros ruegos a Dios porque recordemos que la oración tiene poder.
a) "...Orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Santiago 5:16)
d) "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis dignos de escapar de todas estas cosas que
vendrán, y de estar en pie delante del hijo del hombre" (Lucas 21:36)
e) "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero
la carne es débil (Mateo 26:41)
Solamente mediante el poder de la oración podemos penetrar ciertas áreas espirituales para
poder escalar a otros niveles en nuestra vida y relación con Dios. La práctica de esta
disciplina de oración y la perseverancia nos llevará a obtener un gran alcance espiritual de
aquellas promesas de nuestro Dios para su iglesia.
En la Biblia podemos ver como Dios escucha las oraciones, responde la súplica de su pueblo
y se mueve con poder para dar una respuesta a la necesidad o petición planteada. El
maravilloso poder de la oración es inexplicable. Por lo menos seiscientas cincuenta oraciones
están registradas en la escritura, sirviendo de ejemplo para nosotros hoy en día.
1) Josué pidió "...Sol detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo
y la luna se paró..." (Josué 10:12-13
2) Sansón oro para obtener nuevamente fuerzas y vengarse de los filisteos y Dios se lo
concedió (Jueces 16:28)
3) La oración de Ana por un hijo, a pesar de ser estéril, Dios le concedió su petición porque
hay poder en una oración de fe (1 Samuel 1:10)
4) La poderosa oración de Elías en el monte Carmelo es otro ejemplo del poder de la oración
para el pueblo de Dios (1 Reyes 18: 37-38)
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5) La oración de Jonás dentro del pez, provocó la respuesta de Dios para sacarlo de allí
(Jonás 2:1)
Cuando oramos a Dios con fe, creyendo en la gracia y misericordia de Dios, tarde o
temprano Dios hará grandes cosas, porque la oración eficaz del justo puede mucho.
COSAS INDIPENSABLE PARA ORAR
1. LA oración debe realizarse en obediencia, Es algo indispensable, ya que de lo
contrario serían destruido los resultados que deseamos obtener. Así que, si queremos
que nuestras oraciones sean contestadas, debemos estar en obediencia.
LA obediencia incluye Santidad, no tener pleitos con nadie, que nuestros motivos para
orar sean adecuados, es decir no oramos pidiendo venganza, ni que le vaya mal a
nadie.
2. Hacerla con fe; Cuando hay duda, aunque tengamos una oración sincera, puede
quedarse sin respuesta. (Santiago 5:14-18), es decir, que la fe es un ingrediente
esencial si queremos ver el poder de la oración y sus resultados en nuestra vida.
Hermanos, hablar con Dios mueve el cielo para nosotros, aunque el Señor sea mas grande
que todo el universo el ha prometido escucharnos por pequeños que seamos, y por pequeña
que sea nuestra necesidad.
Les invito a que estén de pie, y vamos a rogar al Señor que todo lo puede que ponga en cada
uno de nosotros, mas espíritu de oración, que nos ayude a orar bien como conviene, de modo
que le agrade y alcancemos respuesta.