SR Moscas
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moscas El seor de las moscas es una pelcula adaptada de la novela del mismo nombre de William Golding que narra la historia de un grupo de jvenes que naufragan en una isla desierta tras sufrir un accidente areo. En este filme pareciera que la intencin del autor es hacer una alegora a la sociedad humana, donde sugiere que el salvajismo es inherente al hombre. Tomando en consideracin que los jvenes provienen de una sociedad civilizada podemos ver que en tales condiciones se da una involucin y plantea una tesis opuesta a la de Daniel Defoe en Robinson Crusoe, donde todo es idlico, civilizado, etc. En tanto que la pelcula de William Golding le apuesta a la maldad congnita del hombre. La lucha por la sobrevivencia usando la agresin como recurso ser el eje principal sobre el cual se desarrollar este ensayo, buscando sus orgenes desde distintas lneas de anlisis, atribuyendo a la complejidad del fenmeno en si mismo la gran dificultad de estudiarlo, entenderlo explicarlo. Charles Darwin, en su obra sobre El origen de las especies por medio de la seleccin natural, proclam al mono como padre del hombre, argumentando que sus instintos de lucha por la vida le permitieron seleccionar lo mejor de la especie y sobreponerse a la naturaleza salvaje. El mayor aporte de Darwin a la teora evolucionista fue descubrir que la naturaleza, en su constante lucha por la vida, no slo refrenaba la expansin gentica de las especies, sino que, a travs de esa lucha, sobrevivan los mejores y sucumban los menos aptos. La controversia sobre la naturaleza humana es muy antigua. Y en esta larga tradicin reflexiva, hay quienes formularon sus teoras sobre la base de lo innato e instintivo, otros plantean como punto de partida que el comportamiento es aprendido social o culturalmente. En este sentido, no son pocas las tradiciones intepretaciones que refieren al problema de la naturaleza humana. Uno de los primeros filsofos en formular una propuesta terica respecto al tema es Thomas Hobbes en su obra clsica: Leviatn, publicada en 1651, donde sentenciara que los hombres son brutales y violentos en su estado natural, y que solamente la imposicin de la ley del orden en la sociedad podra controlar sus tendencias y su instinto natural hacia a la agresin. En contraparte, Rousseau en 1762 introduce el concepto del buen salvaje en su obra El contrato social, donde sugiere que los seres humanos son buenos por naturaleza y que es la sociedad restrictiva la que los transforma en seres agresivos y depravados. La visin de Hobbes fue retomada por Freud en el siglo XX, dando a lugar a la teora psicoanaltica que postula los hombres estn programados para la agresin por su naturaleza biolgica. En su libro Ms all del principio de placer sustent que la agresin se deriva de un poderoso deseo impulso de muerte (thanatos) presente en todas las personas. El impulso, inicialmente dirigido hacia la autodestruccin, es parcialmente reorientado hacia fuera, en direccin a los dems. Parte del impulso de muerte participa en la constitucin del superego, que se torna mucho ms severa mientras ms renunciamos a demostrar agresin hacia los dems. Al mismo tiempo Freud postul la existencia de un impulso de vida (eros), asociado al placer, al amor y a la procreacin que se opona a thanatos. La conclusin obtenida hasta este momento, que estatuye una tajante oposicin entre las y las pulsiones sexuales, y segn el cual las primeras se esfuerzan en el sentido de la muerte y las segundas en el de la continuacin
de la vida, resultar insatisfactoria en muchos aspectos, an para nosotros mismos( Freud,1920 p 12). Afortunadamente, para todos nosotros, la evolucin del comportamiento humano puede comprenderse sin violencia como represin de las pulsiones, que ha dado pie a lo ms edificante de la especia humana. En la revisin al trabajo de Freud los neofreudianos concibieron la agresin como algo ms racional que irracional, donde si bien no negaban que la agresin se da a partir de fuerzas innatas e instintivas, tambin representa adaptaciones del hombre. Podemos destacar los planteamientos de Fromm que propone dos orientaciones del comportamiento agresivo: los bifilos cuyos sus esfuerzos estn dirigidos para vivir, aman la vida; y los necrfilos, amantes de la muerte que tienen como fin destrozar todas las estructuras vivientes. De acuerdo con el principio de aprendizaje por observacin modelado, todo comportamiento puede explicarse en base al entorno. Bandura teoriza sobre como podemos aprender nuevos comportamientos al observar a otras personas que se convierten en modelos, y aade que el ambiente causa el comportamiento, pero que el comportamiento causa al ambiente tambin. Nuestro autor define este concepto como determinismo recproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente. Los experimentos clsicos de Bandura y sus colaboradores fueron realizados con un mueco inflable conocido como bobo, el cual tena bsicamente como funcin ensearles una pelcula a un grupo de nios donde apareca una joven pegndole al mueco, gritando estupidoo! A los nios poco despus se les dej jugar. En el saln de juegos haba un mueco bobo nuevo y pequeos martillos, no adivinan? Los nios corrieron a golpear y gritarle al mueco, en otras palabras, imitaron a la joven de la pelcula de una manera precisa. Para Bandura es importante distinguir conceptualmente el aprendizaje y el desempeo de una respuesta. Cuando los nios por ejemplo, observan actos agresivos de alguien, aprenden o adquieren una respuesta agresiva; despus cuando interactan con otros pueden manifestar una respuesta adquirida. En ese caso, la respuesta seleccionada es aquella dependiente de refuerzo. Quienes consideran a la agresin como una respuesta aprendida argumentan que existen sociedades en las cuales el comportamiento agresivo no se manifiesta o se manifiesta en niveles muy bajos. Y concluyen que es el aprendizaje, y no el instinto, el que juega el papel ms importante en la agresin. Demos paso a la perspectiva etolgica. Konrad Lorenz (1966,1974) seala que la agresin es bsicamente un instinto de lucha heredado que los seres humanos compartan con muchas especies. Supuestamente ese instinto se habra desarrollado durante el transcurso de la evolucin porque contrajo grandes beneficios. Dicha lucha sirvi para dispersar poblaciones en un rea ms extensa, asegurando el aprovechamiento de los recursos naturales asi como para la seleccin de parejas. Desde esta perspectiva, la lucha ayud a garantizar que slo los ms fuertes y los ms vigorosos transmitieran sus genes a generaciones posteriores. En resumen, Freud y Lorenz coinciden en que la energa agresiva es institiva y no aprendida, pero difieren en algunos aspectos, el primero la concibe como autodestructiva y asociada al impulso de muerte, mientras que el segundo la considera adaptativa y como mecanismos innatos para la conservacin de la especie. Con base a lo ya expuesto podemos aducir a mltiples factores que las personas son capaces de agredir, pero el siguiente asunto por abordar de manera sucinta es cmo esa capacidad es implementada? y en qu circunstancias el individuo acaba por actuar de
forma agresiva con los dems? Retrocedamos a Freud, pues a pesar de que su teora es antropocntrica l mismo reconoce en su libro: Psicologa de las masas y anlisis del yo, la interdependencia entre lo individual, social colectivo: La oposicin entre psicologa individual y psicologa social o de las masas, que a primera vista quiz nos parezca muy sustancial, pierde buena parte de su nitidez si se la considera ms a fondo. Es verdad que la psicologa individual se cie al ser humano singular y estudia los caminos por los cuales busca alcanzar la satisfaccin de sus mociones pulsionales. Pero slo rara vez, bajo determinadas condiciones de excepcin, puede prescindir de los vnculos de este individuo con otros. En la vida anmica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la psicologa individual es simultneamente psicologa social en este sentido ms lato, pero enteramente legtimo( Freud, 1921:18) . El asunto que nos compete intentar explicar aqu es si el hombre y sociedad en conjunto estimulan o no la violencia. Para ello, slo revisaremos de manera somera la parte referente a la agresin. Es el mismo padre del psicoanlisis que retoma a otro autor previo, Le Bon, quien declara que la conducta de un individuo jams ser igual si se le incerta a una masa, a lo que yo agregara o a un grupo o en sociedad. La primera causa que encuentra Freud es que el individuo al pertenecer a esa masa deja a un lado todas las represiones pulsionales inconcientes para dar pie a la maldad humana, que en tales condiciones le es natural, puesto que nuestra conciencia moral no es ms que un constructo social. La segunda es el contagio que es contraria al naturaleza del individuo pero propia de la masa, donde el individuo es capaz de dejar a un lado el inters personal por el colectivo. La tercera y ms importante, desde su punto de vista, es la sugestionabilidad que en tal estado el hombre es capaz de cometer los actos ms contrarios a su inclinacin personal consciente. Para hacer alusin a lo que ha dado pie a este ensayo me parece importante citar nuevamente a Freud cuando sentencia Adems, por el mero hecho de pertenecer a una masa organizada, el ser humano desciende varios escalones en la escala de la civilizacin. Aislado, era quizs un individuo culto; en la masa es un brbaro, vale decir, una criatura que acta por instinto. Posee la espontaneidad, la violencia, el salvajismo y tambin el entusiasmo y el herosmo de los seres primitivos( Freud, 1921:20). Acotando, en la masa se pierde lo heterogneo y en su lugar prevalece lo homogneo, en la masa no hay racionalidad, no hay conciente que reprima,es excitable, voluble e impulsiva. Necesitan a un hroe o lder fuerte aun violento, de lo contrario lo concebiran como dbil, incompetente. quieren ser sometidos, dominados y temer a sus amos. En conclusin formar parte de una masa es un claro llamado a dejar a un lado las inhibiciones que dan rienda suelta a todos los instintos crueles y destructivos que dorman en el individuo como remanente del hombre primordial. Pero Quin es el hombre primordial? La hiptesis la formula Darwin en lo que a su juicio sera la gnesis de la sociedad humana. La horda primordial que seria liderada por el macho fuerte, quien tendria para si el dominio del grupo, gobernaba con salvajismo, tena el derecho sexual y exclusivo para si sobre todas las mujeres, no amaba a nadie fuera de si. Asi que lo que nos propone Freud es que la horda primordial revive en las masas y el hombre primordial duerme en el hombre hoy.
Haciendo una breve remembranza de la pelcula, recordemos que al principio los chicos intentaron adaptarse a su nuevo entorno de manera civilizada, tratando de organizarse democrticamente, pero muy pronto esas intenciones fueron echadas por tierra para que surgiera una nueva forma de organizacin, que adems es arrebatada con violencia. Modificaciones fsicas y en ambiente los bailes alrededor del fuego, el uso de camuflaje en el rostro, la invencin de rudimentarias armas, el asesinato a quien se opuso a los deseos del lder me sugieren congruencia con las aportaciones tericas de Freud desde su psicologa individual hasta su psicologa de las masas, pues si bien tambin se vieron planteadas otras propuestas todo parece indicar, que la violencia es inherente al hombre, basta un estimulo, un modelo, una provocacin, un objeto, un sujeto, un fin o como medio para poder liberarla y dejarla fluir, si a esto le sumamos otro hombre, varios hombres, muchos hombres el problema se complica y para fraseando a Freud, gracias a que unos cuantos individuos reprimen esas pulsiones asociadas a la destruccin y liberan aquellas de las que emanan vida esta sociedad estara reducida a la nada. Desde la ms remota antigedad, los hombres se enfrentaron entre s por diversos motivos. En los ltimos 5.000 aos de la historia, la humanidad ha experimentado miles de guerra, y en todas ellas se han usado armas ms poderosas que la fuerza humana. La historia de la humanidad es una historia de guerras y conquistas, donde el ms fuerte se impone al ms dbil, y que si de los textos de historia quitsemos las guerras, se convertiran en un puado de pginas en blanco. La guerra, que es un producto de la violencia y el deseo de poder, est generada por los instintos agresivos de la psicologa humana. Ya en julio de 1932, cuando Albert Einstein -el fsico cuyas teoras sobre la relatividad y la gravitacin universales revolucionaron el mundo de la ciencia- le pregunt a Sigmund Freud: Qu podra hacerse para evitar a los hombres el desastre de la guerra? El padre del psicoanlisis, en una carta fechada en septiembre de 1932, le respondi: "Usted expresa su asombro por el hecho de que sea tan fcil entusiasmar a los hombres para la guerra, y sospecha que algo, un instinto del odio y de la destruccin, obra en ellos facilitando ese enardecimiento. Una vez ms, no puedo sino compartir sin restricciones su opinin. Nosotros creemos en la existencia de semejante instinto, y precisamente durante los ltimos aos hemos tratado de estudiar sus manifestaciones. Permtame usted que exponga por ello una parte de la teora de los instintos a la que hemos llegado en el psicoanlisis despus de muchos tanteos y vacilaciones. Nosotros aceptamos que los instintos de los hombres no pertenecen ms que a dos categoras: o bien son aquellos que tienden a conservar y a unir -los denominados erticos, completamente en el sentido del Eros del Symposion platnico, o sexuales, ampliando deliberadamente el concepto popular de la sexualidad-, o bien son los instintos que tienden a destruir y a matar: los comprendemos en los trminos instintos de agresin o de destruccin. Como usted advierte, no se trata ms que de una transfiguracin terica de la anttesis entre el amor y el odio, universalmente conocida y quiz relacionada primordialmente con aquella otra, entre atraccin y repulsin, que desempea un papel tan importante en el terreno de su ciencia (...) Con todo, quisiera detenerme un instante ms en nuestro instinto de destruccin, cuya popularidad de ningn modo corre pareja con su importancia. Sucede que mediante cierto despliegue de especulacin, hemos llegado a concebir que este instinto obra en todo ser viviente, ocasionando la tendencia de llevarlo a su desintegracin, de reducir la vida al estado de la materia inanimada. Merece, pues, en todo sentido la designacin de instinto de muerte, mientras que los instintos erticos representan las tendencias hacia la vida. El instinto de muerte se torna instinto de destruccin cuando, con la ayuda de rganos especiales, es dirigido hacia fuera, hacia
los objetos. El ser viviente protege en cierta manera su propia vida destruyendo la vida ajena (...) De lo que antecede derivamos para nuestros fines inmediatos la conclusin de que sern intiles los propsitos para eliminar las tendencias agresivas del hombre. Dicen que en regiones muy felices de la Tierra, donde la naturaleza ofrece prdigamente cuanto el hombre necesita para su subsistencia, existen pueblos cuya vida transcurre pacficamente, entre los cuales se desconoce la fuerza y la agresin. Apenas puedo creerlo, y me gustara averiguar algo ms sobre esos seres dichosos. Tambin los bolcheviques esperan que podrn eliminar la agresin humana asegurando la satisfaccin de las necesidades materiales y estableciendo la igualdad entre los miembros de la comunidad. Yo creo que esto es una ilusin (...) Por otra parte, como usted mismo advierte, no se trata de eliminar del todo las tendencias agresivas, humanas, se puede intentar desviarlas, al punto que no necesiten buscar su expresin en la guerra (...) Pero con toda probabilidad esto es una esperanza utpica. Los restantes caminos para evitar indirectamente la guerra son por cierto ms accesibles, pero en cambio no prometen un resultado inmediato que uno se morira de hambre antes de tener harina" (Freud, S., 1972, pp. 3.210-14). Para finalizar concluyo que la discusin sobre el carcter innato o adquirido de la violencia humana, por ser motivo de controversias, tomar demasiado tiempo antes de alcanzar su punto final y que la agresin humana dirigida a sus congeneres es la causa de la violencia contempornea . Bibliografa: -Freud, Sigmund: Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte. Obras Completas, Tomo VI, Ed. Alianza, Madrid, 1985. - Golding, William: El seor de las moscas, Ed. Alianza, Madrid, 1985. -Rodrigues, Aroldo: Psicologa social, Ed. trillas, 2002. -Freud, Sigmund: Psicologa de las masa y anlisis del yo, Tomo XVIII, Vol XX, Ed. Amorrortu 1920-1921. - Marx, M. Sistemas y teorias Psicologicas Contemporaneas. Edit. Paidos. Mxico, 1998.