La Protesta de Baraguá
La Protesta de Baraguá
La Protesta de Baraguá
Baragu
2008/03/13
Tengo ante los ojos la Protesta de Baragu, que es de lo ms glorioso de nuestra historia. -Jos Mart-
despus del rudo batallar por una idea durante diez aos, y deseo evitarle la molestia de que contine sus explicaciones porque aqu no se aceptan. Antes de marcharse, molesto por su fracaso, Martnez Campos pidi que el cese de las hostilidades se prolongara por un tiempo prudencial. Pero el general santiaguero le contest que ocho das ya eran suficientes. Cuando el jefe espaol procedi a abandonar el lugar, pudo escuchar el grito del oficial cubano Florencio Duarte dirigido a informar a sus compaeros: Muchachos, el 23 se rompe el corojo! Acababa de producirse la Protesta de Baragu, un hecho histrico tan importante que pas a ser el smbolo de la rebelda nacional cubana de todos los tiempos. No es casual, pues, que el 22 de octubre de 1895, durante la guerra necesaria de Mart, Antonio Maceo iniciara la conocida invasin de Oriente a Occidente de la Isla desde los mismos Mangos de Baragu. Mucho ms cercano a nuestros tiempos, el 19 de febrero de 2000 y ya con la Batalla de Ideas en marcha, el pueblo de Cuba volvi a reeditar la Protesta junto a los mismos Mangos que Maceo. Aquel acto se oficializ con el nombre de Juramento de Baragu, recogiendo, en esencia, el mismo espritu de la Protesta. En la Isla saben que el socialismo debe estar siempre en movimiento; saben, en definitiva, que lo que tienen no es poca cosa, pero dista mucho todava de lo que puede ser. A aproximarse lo ms posible a aquel objetivo dedican sus mximos y entusiastas esfuerzos. Cambios s, dicen, pero para tratar de mejorar el socialismo que construyen; nunca para virar y regresar a las devastadoras garras del capitalismo. Todo aquel que an albergue la esperanza de subvertir a la poblacin con nimos intervencionistas, debera tener muy en cuenta la ya citada efemride: 15 de marzo de 1878. Y no slo desde el punto de vista simblico, sino tambin prctico. Porque, en el mbito que corresponda y cuantas veces sea necesario, el pueblo de Cuba nunca dudar en volver a romper el corojo.