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El Casete

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El casete,1 también conocido como casete compacto o cassette («cajita» en francés), es un

formato de grabación de sonido o vídeo en cinta magnética que fue ampliamente utilizado
entre principios de los años 1970 y fines de la década de 1990. Es también mencionado a
menudo como casete de audio o cinta casete. Aunque estuvieron previstos originalmente
como medio para el dictado, las mejoras en la fidelidad del sonido condujeron a que el
casete suplantara la grabación en magnetófono de bobina abierta en la mayoría de sus usos
domésticos.2 Sus aplicaciones se extendieron desde el audio portátil de grabación casera al
almacenamiento de datos para computadoras. En la etapa de su vigencia, era uno de los dos
formatos más comunes para la música pregrabada, junto a los discos de vinilo. Fueron
reemplazados más adelante por el disco compacto. 3

Constan de dos carretes en miniatura, entre los cuales se pasa una cinta magnética. Estos
carretes y sus otras piezas se encuentran dentro de una carcasa protectora de plástico. En la
cinta están disponibles dos pares de pistas estereofónicas, uno por cada cara (una cara se
reproduce cuando el casete se inserta con sus revestimientos laterales de cara A o lado A
para arriba y la otra cuando se le da la vuelta, cara B o lado B).4

El casete es un soporte analógico, aunque también se desarrollaron formatos de cinta


digitales, como la cinta de audio digital (DAT) y el casete compacto digital (DCC).

Índice
 1 Historia
o 1.1 Introducción de los casetes de música
o 1.2 Auge
o 1.3 Declive
 2 Características
 3 Tipo de cintas de casete
o 3.1 Longitud
o 3.2 Material magnético
 4 Evolución histórica
 5 Sucesores
 6 Reparación, cuidados y mantenimiento
 7 Véase también
 8 Referencias
 9 Enlaces externos

Historia
Partes internas del casete.

Fue introducido en Europa por la empresa Philips en 1962, y en los Estados Unidos en
1964, bajo marca registrada con el nombre de Compact Cassette. Aunque había otros
sistemas de cartucho de cinta magnética en ese entonces, llegó a ser dominante como
resultado de la decisión de Philips (en respuesta a la presión de Sony) de licenciar el
formato gratuitamente. Se convirtió entonces en una alternativa popular y regrabable al
disco de vinilo durante los años setenta.3

Introducción de los casetes de música

Varios tipos de casete.

La producción en masa de Audio Casetes Compactos comenzó en 1964, en Hannover,


Alemania. También conocidos como Musicasetes (abreviado M.C.), fueron lanzados en
Europa a finales de 1965. Fueron introducidos en Estados Unidos en septiembre de 1966
con una oferta inicial de cuarenta y nueve títulos por The Mercury Record Company, una
filial estadounidense de Philips.5

Sin embargo, había sido inicialmente diseñado para dictado y uso portátil; la calidad de los
primeros reproductores no era adecuada para la música, y además los primeros modelos
tenían fallos de diseño mecánico. En 1971, Advent Corporation introdujo su modelo 201
que combinó la reducción de ruidos Dolby tipo B con una cinta de dióxido de cromo
(CrO2). El resultado fue un formato apto para el uso musical y el comienzo de la era de
casetes y reproductores de alta fidelidad.

Durante los años 1980, su popularidad creció más, como resultado de las grabadoras
portátiles de bolsillo y los reproductores de alta fidelidad como el walkman de Sony, cuyo
tamaño no era mucho mayor que el del propio casete.

Aparte de los avances puramente técnicos, también sirvieron como catalizadores para el
cambio social. Su durabilidad y facilidad de copiado ayudaron a traer música rock
underground y punk detrás del telón de acero, creando un equilibrio para la cultura
occidental entre las generaciones más jóvenes. Por razones similares, llegaron a ser
populares en países en desarrollo. En los años 1970 en la India, fueron culpados de traer
influencias indeseadas en áreas tradicionalmente religiosas.[cita  requerida] La tecnología del
casete creó un mercado en crecimiento para la música popular en la India, criticado por
conservadores mientras que creaba un mercado enorme para las compañías legítimas de la
grabación y las cintas pirateadas.

Auge

Cuando se introdujo, era un medio para la reproducción de la música pregrabada portátil,


pero con la llegada de las versiones estereofónicas, se convirtió en el medio de grabación
doméstica por excelencia durante más de veinte años. Pioneer creó los grabadores
domésticos de alta fidelidad CTF 6060, CTF 7070, etc. y Sony sus grabadores o pletinas
(equipos modulares) TCK5, TCK6, TCK7 etc. entre otros fabricantes.[cita  requerida]

La calidad del sonido evolucionó con los cabezales de permaloy y ferrita sólida que
emplearon Akai, Pioneer, Technics y Sony[cita  requerida] y sobre todo con las mejoras en las
cintas. TDK ofreció cintas de media gama (como AD-C60) que permitían una respuesta en
frecuencia máxima entre 60 Hz y 12 kHz.

Las cintas con formulación de dióxido de cromo (CrO2) surgieron para ofrecer en las
grabaciones mejor respuesta en los sonidos agudos gracias al uso de partículas magnéticas
más pequeñas, [cita  requerida] pero las primeras que salieron al mercado solían ser más abrasivas
para el cabezal magnético. Después se introducirían cintas con material magnético que
combinaba el óxido férrico con alguna otra sustancia que daba mejores resultados que el
dióxido de cromo, como en el caso del fabricante TDK, con la introducción de las cintas
con recubrimiento de partículas de la línea Super Avilyn, que es un ion de cobalto
adsorbido en óxido férrico.[cita  requerida] Esta formulación permitió grabar frecuencias agudas
casi en el extremo audible sin mayores problemas, y un ruido de polarización de unos –77
decibelios. Estas nuevas partículas extendían la banda de audio y reducían la distorsión,
pero requerían nuevas grabadoras para aprovechar su calidad. Esencialmente, para que las
cintas no distorsionasen al ser magnetizadas, una señal de polarización se introducía junto
con la señal musical, permitiendo que el proceso de magnetización se llevara a cabo con
distorsión mínima y alta linealidad. El circuito de filtrado tenía una constante de tiempo de
120 microsegundos (polarización normal) para las cintas de Fe2O3 y FeCr, y de 70
microsegundos (polarización alta) para los de CrO2-SA.
Sony, Basf, y Maxell también ofrecieron cintas de calidad mejorada para aprovechar el
casete como medio semiprofesional. A tal efecto, todas en mayor o menor medida
ofrecieron cintas con formulaciones derivadas del concepto del Super-Avilyn, como la
Maxell UD-XL2.

Hacia 1978 comenzó la introducción de la cinta de partícula metálica pura.[cita  requerida] Con
una respuesta a frecuencia plana de 20 Hz a 20 kHz a 0 dB, con esta cinta se podía llegar a
grabar señales de frecuencias de hasta 50 000 Hz en –20 dB, y al ser un recubrimiento
puramente metálico sobre la cinta plástica, la corriente para borrar la cinta era más elevada
que en el resto de las formulaciones, pero esto a su vez daba una elevada duración al
registro magnético. Se puede escuchar una grabación realizada en este tipo de cinta después
de más de veinte años prácticamente sin pérdida alguna de calidad. Para poder aprovechar
al máximo esta posibilidad, los fabricantes de reproductores de casete introdujeron
cabezales magnéticos tallados con suma precisión, y recubiertos con una pastilla de carburo
de tungsteno (widia) que retardaba el desgaste. El fabricante japonés Canon fue un
reconocido proveedor de esta pieza.[cita  requerida]

El desarrollo del vídeo hogareño, como el formato Beta de Sony y el VHS de JVC, llevaron
a empresas como TDK a diseñar cintas de partículas aptas para grabar señales de hasta
8 MHz (Super Finavynx Metal Particle), y a ofrecer en formato de casete de audio algunas
cintas con formulación derivada de estas, como el TDK-MA-X. Maxell presentó a
principios de los años ochenta el producto Maxell Metal Vertex, considerado por muchos
como el ápice de la tecnología de casete compacto de audio, con una carcasa de material
cerámico que era prácticamente indeformable y aseguraba la correcta posición del casete
dentro del equipo reproductor.

Durante este periodo, se fabricaron grabadoras con mecanismos de gran refinamiento que
reducían el lloro (wow and flutter), sistemas de reducción de ruido, calibración
independiente de todos los parámetros y entradas múltiples como si fuesen pequeñas
consolas. Los mejores modelos provinieron de la firma japonesa Nakamichi, de Pioneer con
su línea Elite, y de TASCAM (TEAC Professional) con su serie de equipos para uso
profesional y de radiodifusión. La firma alemana Dual también había introducido
mecanismos especiales para los equipos que permitían que el usuario pudiese cambiar el
casete en pleno funcionamiento del aparato, sensores de proximidad hacían bascular
instantáneamente los cabezales y cabrestantes al percibir la mano del operador, con lo cual
se aseguraba un cambio de casete en 2 segundos. La firma Studer-Revox también
contribuyó mucho a la aceptación del casete como medio de alta fidelidad.

Los sistemas reductores de ruido, en especial los concebidos por la firma estadounidense
Dolby Laboratories fueron también factores de éxito para el formato.[cita  requerida]

Declive

En los países occidentales, el mercado para los casetes comenzó un declive desde su pico al
final de la década de 1990. Esto se ha notado particularmente con los casetes pregrabados,
cuyas ventas fueron alcanzadas por las de los CD al principio de esos años.[cita  requerida] En
1993, solo los envíos de CD alcanzaron 5 millones, un aumento del 21 %, mientras que los
envíos de casete disminuyeron un 7 % (a aproximadamente 3,4 millones).

En 2001, los casetes constituyeron solamente el 4 % de toda la música vendida en los
Estados Unidos[cita  requerida]. Sin embargo, los casetes en blanco se siguen produciendo y las
instalaciones para la duplicación del casete siguen disponibles.

Mientras que las grabadoras de voz digitales son campo común, las grabadoras de casete (o
con frecuencia microcasete) tienden a ser más baratas y de calidad suficiente como para
tomar notas en situaciones de oficina o educativas. Se venden en casete audiolibros,
servicios de iglesia y otros materiales hablados[cita  requerida], pues una fidelidad más baja no
suele ser una desventaja para tal contenido. Mientras que la mayoría de los editores venden
audiolibros en CD, generalmente también ofrecen una versión en casete en un precio bajo.
En el uso de los audiolibros, donde las grabaciones pueden durar varias horas, los casetes
también tienen la ventaja del soporte de 120 minutos de diálogo mientras que el CD medio
sostiene menos de 80.

Mientras que los casetes y el equipo relacionado se han marginado cada vez más en el
campo de las ventas comerciales de música, la grabación en cinta analógica sigue siendo
una opción deseable[cita  requerida] para algunos. En 2002, Imation recibió una concesión de
11,9 millones de dólares del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología para realizar
una investigación con el fin de aumentar la capacidad de datos de la cinta magnética.

Algunos músicos prefieren registrar sus másteres en cinta magnética por razones
artísticas[cita  requerida], y algunos consumidores prefieren comprar casetes debido a la mayor
riqueza del sonido analógico.[cita  requerida]

Es utilizado también para grabar declaraciones policiales debido a su versatilidad y


durabilidad. En 2010 existían 43 fuerzas policiales en Inglaterra y Gales que lo utilizaban, y
según el cálculo para 2011 de la Agencia Nacional de Mejoramiento Policial, cada una
usaría más de 200 000 cintas al año. Según Neil Carlton, inspector de la policía de
Cumbria, en el noroeste de Inglaterra: «Las cintas son un sistema muy simple, muy bueno.
Se sella en presencia de la persona, quien lo firma junto a su abogado, si está presente. En
el caso de que el sello haya sido abierto, resulta bastante obvio».6

A finales de diciembre de 2008, las compañías fabricantes del casete han dejado de
producirlo y abandonaron el mercado definitivamente [cita  requerida], ya que este ha sido
fuertemente desplazado por los medios digitales como el MP3 y el MPEG-4, así como los
soportes físicos digitales más recientes, como el disco Blu-ray, equivalente a más de
80 casetes.

No obstante, a pesar de su aparente obsolescencia, el formato continua vigente gracias a


una compañía estadounidense llamada National Audio Company de Springfield (Misuri).
La cual se considera popularmente como la última fábrica de casetes del mundo. Esta
empresa ha sostenido acuerdos recientes con discográficas que lanzan material en este
mismo formato (Ej. algunas de las canciones que se escuchan en la película Guardianes de
la Galaxia se editaron en este mismo soporte) para tiempos recientes tienen ventas
superiores a lo que en años anteriores se había logrado gracias a que la compañía compró
gran parte de la maquinaria que dejó la competencia al abandonar la producción.7

Características
Para grabar las cintas magnéticas se utiliza el sistema de grabación mecánica analógica.

El casete se compone de una tira de plástico de grosor fino para que sea flexible y alargada,
que puede llegar a tener varios metros de longitud. Esta tira de plástico lleva una fina capa
de material magnético que guarda los datos al orientarse los polos magnéticos gracias a la
acción de un cabezal lector/escritor. Esta cinta está protegida por una caja rectangular y
plana de plástico que tiene dos bobinas con capacidad de giro que están unidas a ambos
extremos de la cinta (la tira de plástico).

El casete fue un paso adelante en conveniencia desde los magnetófonos, aunque debido a
sus limitaciones de tamaño y velocidad, la calidad fue inicialmente pobre en comparación
con estos. El ancho de la cinta es de 3,81 mm, ocupando cada pista estéreo 0,79 mm. La
velocidad de reproducción es de 47,6 mm/s (milímetros por segundo), de derecha a
izquierda.6 En comparación, el típico magnetófono para uso de consumidor tenía un ancho
de cinta de 6,35 mm (con cada pista estéreo ocupando 1,59 mm) y una velocidad de 95 o
190 mm/s.

El reproductor de cintas magnéticas o casetes se llama pletina (deck) y, si es compacto y


portátil, walkman.

Walkman (caminando por Manhattan) es una marca registrada por la corporación Sony de
Japón para sus reproductores de casetes portátiles, originalmente se llamaba Sound About
en su primer modelo el Sony TP LS 2.[cita  requerida]

El casete de audio ofrecía originalmente un registro monofónico de 60 minutos con una


gama de 60a 8000 Hz (±3 dB) con una relación señal a ruido de 40 dB que era apropiado
para grabar dictados, llegando a los 50 a 10 000 Hz con la TC-150 de Sony, posteriormente
se mejoró para ofrecer estereofonía con dos canales separados 30 dB una gama de
frecuencias de 50 a 12 000 Hz (±3 dB) y una relación señal a ruido de 45dB que es
apropiada para oír música, así se incluyó en los radiograbadores portátiles estereofónico
(boombox) como el Panasonic RX-CT 840.

Los reproductores modulares (pletina) básicos provistos de reducción de ruido Dolby B


tienen una respuesta en frecuencia de 40 Hz a 13 kHz (±3 dB) con cinta normal y 40 Hz a
15 kHz (±3 dB) con cinta de dióxido de cromo una relación señal ruido de 53 db y 61 dB
con el sistema Dolby activado, distorsiones por debajo del 1% y un gimoteo o trémolo
menor que 0,1%, como la Yamaha TC-511S.

Las grabadoras de gama media tienen cabezales de ferrita, con una respuesta en frecuencia
de 30 Hz a 17 kHz (±3 dB), una relación señal sobre ruido s/n de 52 dB y 62 dB con el
Dolby B, una distorsión menor que 0,8 % y una fluctuación de la velocidad de arrastre
(wow and flutter) de solo 0,07 %, como la Pioneer CT-F707.

Existen por supuesto los decks de casete o pletinas de gama alta, que pasaron de poseer dos
a tres cabezales y a utilizar cabezales amorfos, bajo trémolo y lloro ente el 0,032 y el
0,022 % introdujeron refinamientos como contadores electrónicos de cinta, Dolby C ,
Servosistema Dolby HX Pro, y posteriormente en 1990 el Dolby S. Se destacan equipos
como Nakamichi Dragon o Pioneer CT 91,93,95, esta última con tecnología Wide Range,
que le permitía alcanzar 15/30 000 Hz con cinta de metal y relación señal ruido de 86 dB
con Dolby S. Sony TC/K3ES, 6 ES, 7 ES, SONY TC/K808ES, TECHNICS RS/B965,
RS/Z6 Y 7, YAMAHA KX682SE, JVC TD/662BK, DENON DRM/800, AKAI GX/95 Y
65, SANSUI DM990, entre otras.

El empleo de cinta magnética como soporte de datos ha sido continuo desde hace más de 50
años. Como medio de almacenamiento digital tiene la ventaja de ser muy barata respecto a
otros soportes informáticos, y el inconveniente de que las cargas requieren de un largo
tiempo de espera, además de que de producirse un error durante la carga, según el formato
de grabación de los datos hay que rebobinar la cinta y comenzar desde el principio. Con la
popularización de los microordenadores como el ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore
64 o MSX entre otros, se empleó el casete compacto convencional como medio de
almacenamiento, además de otros formatos de casete. Tras la aparición del IBM PC (cuya
primera versión también incluía un puerto para conectar una unidad de casete que
funcionaba solo para programas en BASIC) y posteriormente los compatibles PC en el
mercado doméstico el uso como soporte principal de datos del casete prácticamente
desapareció a este nivel, aunque sí se mantuvo como soporte para copias de seguridad, ya
con formatos específicos distintos del compacto de audio.

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