Tema# 21 Vivo
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¡VIVO!
“Yo soy el camino, y la verdad y la vida…”
Juan 14:6
I. INTRODUCCIÓN
Hoy es un buen día para aprender acerca de Jesús, y de la vida que nos ha regalado.
Cuando Jesús tomó nuestro lugar en la cruz para pagar el precio del pecado, nos abrió paso
para tener vida eterna y no solo eso, sino que nos dejó a un amigo fundamental, nuestro
consolador el precioso Espíritu Santo para tener una vida exitosa.
Vida es aquello por lo cual un ser creado disfruta del lugar en el que el Creador lo ha puesto.
Dios sopló en la nariz del hombre aliento de vida, “y fue el hombre un ser viviente” Génesis
2:7.
Jesús enseñó: “… Yo soy el camino, y la verdad y la vida…” Juan 14:6.
Con estos versículos entendemos que Dios es nuestro creador y es aquel que nos permitirá
vivir una vida plena a su lado en la eternidad. Pero también podemos ver como Jesús nos
enseña a vivir y actuar en este mundo terrenal.
II. DESARROLLO
Jesús pasó Su vida al servicio de los demás; curó enfermedades, hizo que el ciego recobrara
la vista, que el sordo oyera y que el cojo caminara. Una vez, estaba sanando enfermos y se
hizo tarde y la gente tuvo hambre, en lugar de mandarles que se retiraran, bendijo cinco
pedazos de pan y dos peces y en forma milagrosa dio de comer a una multitud de cinco mil
personas. (Mateo 14:14–21).
También nos enseñó que siempre que hallemos a alguien que tenga hambre o frío, que esté
desnudo o se sienta solo, debemos ayudarle en todo lo que esté a nuestro alcance. Cuando
ayudamos a los demás, estamos sirviendo al Señor. (Mateo 25:35–46)
Jesús amó a los demás con todo Su corazón, con frecuencia, se sintió tan lleno de compasión
que lloró por ellos; amó a los niños, a los ancianos y a la gente sencilla y humilde que tenía fe
en Él. Amó a quienes habían pecado y con gran compasión les enseñó a arrepentirse y a ser
bautizados. Jesús enseñó: “…Yo soy el camino, y la verdad y la vida…” Juan 14:6.
IV.APLICACIÓN PRÁCTICA
- No te conformes con una vida simple y vacía, ora para ser un verdadero seguidor de Jesús
y vivir una vida con propósito como Jesús lo hizo.
- Orar cada día agradeciendo a Dios por la vida que nos regala y mantente enfocado en vivir
sirviendo a los demás como nuestro Salvador lo hizo.