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Asuntos Preliminares

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ARMANDO JOSUÉ CEPEDA VAQUERA EXÉGESIS DE JEREMÍAS

PASTOR GUILLERMO MORALES

ASUNTOS PRELIMINARES

 Libro: Jeremías
 Autor: Jeremías. Jeremías era un sacerdote, nacido en Anatot, de la tribu de Benjamín. Fue
llamado al oficio profético siendo muy joven, unos setenta años después de la muerte de
Isaías, y lo ejerció durante unos cuarenta años con gran fidelidad, hasta que los pecados
de la nación judía completaron su medida y vino la destrucción (Matthew Henry, 635).
Yahvé llamó a Jeremías para que fuese profeta ante Judá y ante todas las demás naciones
en medio de aquellas turbulencias políticas. Su ministerio se extendió a lo largo de
cuarenta años (Raymon Brown, Tomo I, 793).
 Fecha: El Libro de Jeremías fue escrito entre el 630 y el 580 a.C.
 Método: Narrativa
 Propósito: El Libro de Jeremías registra las profecías finales a Judá, advirtiéndoles de la
destrucción por venir, si la nación no se arrepiente. Jeremías hace un llamado a la nación
para volverse a Dios. Al mismo tiempo, Jeremías reconoce la inevitable destrucción de
Judá, debido a su no arrepentida idolatría e inmoralidad. Cuando el profeta fue llamado,
se intimó que su mensaje sería de condenación y no de salvación. A lo dilatado de su
ministerio, cubriendo más de cuarenta años, su predicación reflejó este tema del jucio.
(Moody, 648).
 Contexto histórico: Este profeta vivió durante uno de los más turbulentos períodos por
que atravesó la historia del antiguo Próximo Oriente. Presenció la caída de un gran
imperio y el nacimiento de otro aún mayor. En medio de este torbellino, el reino de Judá,
gobernado por una serie de reyes ineptos, caminaba hacia su ruina al tratar de oponerse a
esta fuerza irresistible de la historia.
o Situación del Oriente. Después de las brillantes campañas militares de
Asurnasirpal (884-860) y Salmanasar III (859-825), Asiría mantuvo la hegemonía
sobre el Oriente durante dos siglos. El Imperio alcanzó su máximo poderío bajo
Asarjaddón (681-670). Asurbanipal (669-633) pudo mantener todavía este
esplendor a comienzos de su reinado, pero hacia el final empezaron a
manifestarse dentro y fuera del Imperio los primeros síntomas de decadencia. Una
vez muerto Asurbanipal (ca. 633), Asiría conocería un rápido eclipse (Raymon
Brown, Tomo I, 792-793).
o Judá. Durante el largo reinado de Manases (687-642), Judá permaneció como
vasallo de Asiría. Esta dependencia política trajo consigo un resurgir de la idolatría,
en forma de una fusión sincretista de los dioses astrales de Mesopotamia y las
divinidades cananeas de la fertilidad. Esta situación política y religiosa se mantuvo
idéntica durante la minoría de Josías (640-609), pero en 622-621, cuando fue
descubierto en el templo el Libro de la Ley, Josías emprendió una reforma radical
en Judá, consiguiendo extenderla hasta el antiguo reino norte de Israel, que era
una provincia asiría desde 721. Las circunstancias políticas internacionales
favorecieron este movimiento de independencia. Dentro de Judá hemos de
suponer que una parte del pueblo se había mantenido fiel a la alianza yahvista y
apoyó decididamente la nueva política del rey. La alianza mosaica fue renovada en
una solemne ceremonia. A continuación fueron destruidos todos los lugares altos
en que se realizaban prácticas idolátricas, dejando a Jerusalén como centro único
del culto. Este glorioso reinado terminaría trágicamente con la muerte de Josías en
Meguiddó, en 609. El rey había intentado detener a Nekó, que iba en ayuda de
Asuruballit, que se encontraba en Jarán amenazado de un desastre inminente.
ARMANDO JOSUÉ CEPEDA VAQUERA EXÉGESIS DE JEREMÍAS
PASTOR GUILLERMO MORALES

Como Babilonia no ejercía ningún control sobre Asiría y Palestina, Nekó se


comportaba en calidad de soberano. Depuso a Joacaz, enviándole preso a Egipto,
y puso en su lugar a Yoyaquim (609-598). Bajo Yoyaquim resurgió en Judá el
sincretismo religioso; políticamente, el país continuó bajo dependencia de Egipto.
De ahí que la principal preocupación del rey fuera oponerse a Babilonia, lo que
trajo consigo la caída de Jerusalén y la primera deportación de Judá en 597.
Yoyaquim había muerto un año antes y le había sucedido uno de sus hijos,
Joaquín. También este joven rey fue deportado a Babilonia, de donde nunca
regresaría, y Nabucodonosor puso en su lugar a Sedecías, tío del anterior (597-
587). El nuevo rey no daba la impresión de ser un verdadero gobernante. Se
encontraba atrapado entre dos partidos y dos políticas. Unos le urgían la sumisión
a Babilonia, reconociendo que no había potencia capaz de oponerse a su fuerza,
mientras que el segundo partido animaba a Sedecías para que se uniese a Egipto,
y probablemente también a los demás estados circunvecinos, para derrocar el
predominio de Nabucodonosor en el Occidente. Fue este segundo partido el que,
finalmente, prevaleció. En 587 fue saqueada Jerusalén y la población de Judá
conoció una nueva deportación. Sedecías sufrió la pena de la ceguera y marchó al
destierro en Babilonia. Judá quedó reducida a la condición de provincia babilónica.
Nabucodonosor nombró después a Godolías, un judío, gobernador de la nueva
provincia, con Mispá como centro administrativo. Godolías sería asesinado dos
meses después, a instigación del rey ammonita. Un cierto número de judíos,
atemorizados, huyeron a Egipto para eludir la venganza de Nabucodonosor,
llevándose a Jeremías consigo (Raymon Brown, Tomo I, 792-793).
o Junto a Jeremías proclamaron la palabra de Dios Sofonías, Habacuc, Nahúm y
Ezequiel.

ANÁÑISIS CONTEXTUAL (se anexa hoja anexa)

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