Tesis AMA
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TESIS DOCTORAL
A mi buen amigo el Dr. Antonio Suarez Bueres quien, desde el primer momento
hace ya muchos años, me brindó de manera generosa y desinteresada la necesaria ayuda
para moverme por los procelosos océanos de la Administración Universitaria y me
ofreció sabios consejos para llevar a término la investigación.
A mi tío Manuel Climent del Pino. Sus charlas sobre antiguos veleros, aparejos y
cascos y sus aportaciones técnicas sobre galeras mediterráneas han sido una ayuda de
valor inestimable.
Por último y por supuesto no menos importante, sería necio pensar que un
trabajo de investigación como este puede afrontarlo un simple doctorando. Salvo
escasas y honrosas excepciones, la investigación es una labor de equipo donde cada
integrante tiene su rol y es el sumatorio de cada una de las aportaciones el que logra el
objetivo y confiere el éxito a la empresa.
ÍNDICE .............................................................................................................................. I
3.1. Descripción y crítica de las fuentes previas a Las Cruzadas y durante ellas. ................. 29
3.2. Representaciones y descripciones de buques. .............................................................. 30
3.3. La iconografía. ................................................................................................................ 31
3.3.1 Grabados realizados en rocas o piedras. ................................................................. 36
3.3.2 Representaciones de barcos en iconografía. ........................................................... 37
I
Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
4.1. Referencia al Arte de Marear, de Antonio de Guevara, así como al Libro llamado
Consulado del Mar. ......................................................................................................... 55
4.2. Evolución de la Construcción y Tecnología Naval a lo largo de Las Cruzadas. ............... 70
4.2.1.Incidencia y análisis de la incorporación del timón de codaste ............................... 70
4.2.2.Evolución de los aparejos: Influencia del mundo árabe e influencia nórdica:......... 70
4.2.3.Transporte de ganado. Adaptación específica de los buques. Desembarco en
puertos y playas. ............................................................................................................. 72
4.3. Evolución del Arte de Marear. ........................................................................................ 73
4.3.1.. Navegación estacional: variación en relación con los avances tecnológicos. Análisis
sobre Pilot Chart. ............................................................................................................ 73
4.3.2.Influencia de la introducción de la aguja magnética ............................................... 78
4.4. Gestión de la logística ..................................................................................................... 81
4.4.1.Origen de las primeras compañías y empresas de transporte. Capacidades de
planificación. ................................................................................................................... 81
4.4.2.Letra de Cambio. Relevancia de la introducción de la Letra de Cambio en la
creación y desarrollo de la industria del transporte....................................................... 86
4.4.3.Cambio marítimo. Modificación de las rutas de navegación en base a criterios de
logística y avances técnicos. ........................................................................................... 89
4.4.4.Modificación de las rutas de navegación en base a criterios de logística y avances
técnicos. Nuevos nodos y escalas. .................................................................................. 90
CAPÍTULO 5: REVISIÓN DE LA TECNOLOGÍA MARÍTIMA AL COMIENZO DE LAS CRUZADAS. ...... 97
5.1. Tecnología naval al inicio de Las Cruzadas. .................................................................... 97
5.1.1.Construcción naval antes de Las Cruzadas............................................................... 97
5.1.2.Influencia del mundo árabe en la construcción naval occidental. ......................... 113
5.1.3.Influencia nórdica en la construcción naval occidental. ........................................ 114
Por este motivo es necesario hacer constar que en esta investigación me centraré
especialmente en el desarrollo y modelización del transporte de caballos por mar,
estudiando en concreto la Tarida como mayor exponente de nave creada y desarrollada
para este específico tipo de transporte.
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Parte I. Capítulo 1 Introducción, justificación de la investigación, metodología, hipótesis, delimitaciones de los
alcances y asunciones importantes
1.1. Introducción
En ese tiempo no sólo se fundamentan las bases, sino que de facto se lleva a cabo el
ahora vanguardista Transporte Marítimo de corta distancia, más conocido por sus siglas
en inglés SSS ("Short Sea Shipping"), tan popular en los últimos tiempos en el ámbito
marítimo. Este tipo de transporte está definido precisamente por la regularidad, la
periodicidad, la economía y la seguridad. En esta Tesis Doctoral trataremos de
demostrar que el fundamento de esta moderna tendencia ya fue probado con éxito en la
Plena Edad Media, período en el que centraremos este trabajo.
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No cabe duda que la Edad Media supone para el ámbito marítimo, al igual que
para otros campos, el mayor avance para el desarrollo de la capacidad del hombre para
desplazarse por la mar, de magnitud comparable, tan sólo, al paso de la vela al vapor.
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Para entonces los buques estaban capacitados para transportar de manera más
segura, más rápida y más directa todas las mercaderías necesarias para hacer comercio
completo. Las nuevas técnicas de navegación permitieron la sustitución del largo y
farragoso cabotaje donde a menudo había que fondear para dejar pasar la noche, a la
posibilidad de la navegación a rumbo directo a nodos impensables poco antes.
Gran parte de los viajes de los Cruzados y los peregrinos se han perdido de vista,
incluso en sus más generales rasgos, lo cual puede haber sido uno de los motivos para la
distracción de los investigadores en la línea del transporte marítimo en la época de Las
Cruzadas. Hay que alcanzar la segunda mitad del siglo XIII para poder obtener una
información técnica fidedigna sobre algunos aspectos relacionados con la construcción
de los buques, sus características y sus descripciones. Y esta información, que será
profusamente estudiada a lo largo de la investigación, se encuentra en forma de
contratos de fletamento o contratos de construcción de los buques. Sin embargo, hasta
entonces, la investigación está abandonada como con anterioridad se ha mencionado
casi exclusivamente a fuentes iconográficas y cronísticas. Y una de las dificultades que
presentan estas fuentes, como no es ajeno al investigador, es la objetividad, realidad,
credibilidad e incluso habilidad con las cuales el autor las ha realizado.
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Para tal fin se analizarán en primer lugar los datos obtenidos en relación a la
evolución en la construcción y tecnología naval a lo largo de Las Cruzadas como
elemento fundamental para la mejora y estabilización del flujo de transporte hacia
Tierra Santa. De igual manera y con la misma importancia se analizará la evolución del
“Arte de Marear”, determinante para que los buques alcancen con tiempo y seguridad
los nuevos nodos surgidos del cambio en las derrotas de los buques, basados en los
nuevos avances en tecnología y navegación. Como continuación se analizará el
desarrollo de la logística portuaria que ha de conjugar y optimizar los nuevos elementos
1.3. Metodología
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1.4. Hipótesis
Primera:
Segunda:
Tercera:
Cuarta:
Quinta:
Sexta:
Séptima:
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Octava:
La Orden del Temple desarrolla un sistema en virtud del cual es posible realizar
transacciones económicas sin el uso físico de dinero, es decir, la semilla de lo que en el
futuro será la “Letra de Cambio”. Al margen de sus inmensas repercusiones en el
ámbito económico global, esta nueva herramienta fomenta el desarrollo del comercio
marítimo y el establecimiento de nuevas rutas comerciales con los Reinos Latinos en
Tierra Santa y con infinidad de nuevos nodos de interés comercial para el Mundo
Cristiano.
Estos contratos hacen concreta mención de los buques de tipo galeae y taridae y
de los de casco redondo Naves y Salandrias (Pryor 1987b)
De todas formas las naves a lo largo de los distintos siglos sufrieron variaciones
que son, precisamente y entre otras, el objeto de estudio de esta investigación. Algunas
incrementaron su calado. Otras su manga. Otras se hicieron más cortas y otras más
largas.
En esta línea se pretende demostrar que los avances forzados por el conflicto
bélico de Las Cruzadas fueron capaces de desarrollar y optimizar un modelo de buque
capaz de hacer frente con holgura al notable incremento demandado de transporte de
marítimo de un extremo a otro del Mar Mediterráneo, tanto en disparidad de mercancías
como en volúmenes. Se atenderá de manera específica al transporte de caballos por mar.
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El Concilio de Clermont tuvo un origen claro. Los desmanes del clero en la Alta
Edad Media hacían imperiosa la necesidad de una llamada al orden en sus filas. No hay
más que atender al contenido del discurso del Papa Urbano II para adquirir una clara
idea de la magnitud del problema. Según la crónica de Fulquerio de Chartres, (Corral
2006) ya en el primer párrafo el Papa alude a la responsabilidad sobre el rebaño del
pastor descarriado, haciendo claro hincapié en la certeza de una degradación de la
moralidad de los propios pastores. De tal magnitud que hace necesaria la lucha contra
los vicios embrionados y crecidos en la Iglesia de la Alta Edad Media y que
básicamente eran la simonía, que auspiciaba la compra de oficios y dominios
eclesiásticos, el nicolaísmo, degradación de la condición y votos del clero, y la
investidura laica, mediante la cual los señores feudales decidían y adjudicaban toda
suerte de cargos eclesiásticos en función de sus intereses. Conductas todas ellas
derivadas de una pérdida de la sobrenaturalidad de la Iglesia, en pos de lo terrenal.
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fervor la declaración de “Bellum Sacrum” proclamada por Urbano II, y en este preciso
momento, datado en el 27 de noviembre de 1095, da comienzo la Primera Cruzada.
No cabe duda que el transporte tanto de combatientes como de todo aquello que
necesita una guerra para su sostenimiento y logística, supone un gran reto. Lo es incluso
en nuestros días. A nadie se le escapa la enorme dificultad que supone el traslado de
contingente de miles de combatientes con todos sus pertrechos al otro confín del
mundo. No hay más que hacerse una idea de las contiendas bélicas en la actualidad para
imaginar la complicación de tan laboriosa empresa. Y trasladarla al siglo XI.
Pedro el Ermitaño fue el primer Señor que tuvo que hacer frente a estas
dificultades y reunir un contingente notable con el objetivo de alcanzar y liberar Tierra
Santa. Aniquilados en octubre de 1096 por el ejército turco, este contingente de en torno
a 20.000 personas demostró que era necesaria una mínima logística para hacer posible
cruzar Europa y llegar al combate. La “Cruzada de los Pobres”, preludio de la Primera
Cruzada, había logrado, en parte y no sin enormes dificultades en el plano espiritual su
objetivo. En tan sólo tres meses, de mayo a julio de 1096, se había conseguido hacer
llegar a Constantinopla un inmenso ejército con todo lo que ello conlleva. Sin embargo
el camino resultó tortuoso y no exento de serios problemas que a punto hicieron
naufragar la expedición. Diseñado sobre la base del fervor irracional y la improvisación,
con tropas inexpertas integradas en su mayoría por aventureros y paupérrimos en busca
de tierras y fortuna, han de enfrentarse a un viaje de miles de kilómetros sin
planificación alguna. Si algo quedó de manifiesto en este primer acercamiento al
conflicto bélico es que la sola Fe no era suficiente… (Heers 1997)
Figura 2: Mapa de la Primera Cruzada. Se puede observar el trayecto seguido por los integrantes de la
“Cruzada de Los Pobres”. Como se puede apreciar el traslado de tropas se realiza cruzando el Bósforo.
URL: http://www.alloprof.qc.ca/BV/Pages/h1041.aspx
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Aclarando este concepto queda claro que en una época en la que la construcción
de instalaciones portuarias no era imposible pero sí en extremo dificultosa, muchos de
los lugares donde se hacía intercambio de mercancías entre naves y lugareños no eran
sino simples radas con un mínimo de protección para los buques o a menudo careciendo
de esta mínima protección y operando fondeados en la zona de costa próxima al burgo,
con el uso de embarcaciones menores. De hecho este sistema se ha empleado hasta bien
cerca en el tiempo en nuestro país, y se sigue empleando de manera recurrente en
infinidad de lugares del mundo.
De esta forma la estructura nodal formada por Tiro para los fenicios, Cartago
(Túnez) para los púnicos, Pireo para los griegos, Alejandría para griegos y sus sucesores
ptolemaicos y especialmente Ostia y Portum (Civitavecchia) para los romanos, se ha
diluido para llegar a la Alta Edad Media ya transformada.
Figura 3: Recreación en 3D del puerto romano de Ostia en el esplendor del Imperio Romano.
URL: http://www.focemicina.it/mappa-di-portus.html
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Figura 4: Puerto de Ravenna. Mosaico representando el esplendor del Puerto de Classe. Siglo X.
URL: http://www.heritage-route.eu/en/ravenna/#.VqJkUhLbL4g
Se puede afirmar sin temor a equivocación que durante la Baja Edad Media se
producen, y en gran parte alimentadas por Las Cruzadas, dos revoluciones que han de
cambiar para siempre la configuración de la sociedad tal y como se entendía entonces
para llegar a una configuración que en muchísimos aspectos pervive hasta ahora.
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Figura 5: Primera Cruzada. Como se puede observar el traslado de tropas es casi exclusivamente por
tierra. Se aprecia el breve cruce del Adriático desde los puertos de Bari y Brindisi tan sólo por las tropas
de Bohemundo y Roberto de Normandía.
URL: https://lostemplariosysuepoca.wordpress.com/category/mapas/
Sin embargo, una vez alcanzados los diversos objetivos para llegar al fin último
de la Cruzada que no era otro sino la liberación de la ciudad sagrada de Jerusalén (tomas
de Nicea, Antioquía…) las tropas tomaron sitio a la plaza. Las condiciones,
extremadamente duras en lo que aprovisionamiento se refiere, hicieron mella profunda
en los sitiadores no así en los sitiados ya que intramuros contaban con lo necesario para
soportar un largo asedio. Se llegó al límite después de varios meses de sitito. Y fue
entonces cuando la salvación y el triunfo llegaron por mar. Una escuadra de galeras
genovesa, comandada por el comerciante y militar Guillermo Embriaco y formada por
seis navíos dio ancla en el puerto de Jaffa. De esta manera llegaron víveres, agua y
nuevos combatientes que desbloquearon una situación que probablemente habría tenido
graves consecuencias para los Ejércitos Cristianos ante la inminente llegada de tropas
islámicas y el progresivo deterioro de las cristianas. (Portillo 2010)
Tal vez estemos considerando esta como la primera navegación relacionada con
Las Cruzadas, y de resolutivas consecuencias, además. Cabe suponer, asimismo, que
estableciera un precedente para ulteriores desplazamientos máxime conforme se iban
conquistando plazas marítimas en el área próxima. Tales como la futura San Juan de
Acre, que llegaría a ser emplazamiento portuario de referencia en ulteriores campañas.
El futuro establecimiento de los Reinos Latinos y su necesario abastecimiento al margen
de los bienes producidos por las tierras conquistadas, supone la obligación de garantizar
comercio con Occidente.
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Figura 6: Nave asiria procedente de bajo relieve del palacio de Sennaquerib de la ciudad de Nínive
(actual Mossul). Siglo VII a.C. Se puede observar una nave de medio porte, con doble propulsión de remo
y vela, timones de costado y dos cubiertas. Interpretación de Rafael Monleón. 1895.
De igual manera las naves y comerciantes bizantinos conocían bien esas aguas.
Y todos los que surcaban las aguas mediterráneas empleaban las mismas y
rudimentarias técnicas de navegación. La mayoría de las singladuras se realizaban,
como se ha indicado con anterioridad en forma de cortas navegaciones de cabotaje a la
vista de la costa. Uno de los espacios de navegación especialmente intenso era el
Adriático, donde la navegación interinsular estaba especialmente desarrollada. El
comercio entre las Repúblicas Marítimas Italianas y el Imperio Bizantino florecía entre
otras cosas debido a la facilidad del transporte marítimo. Cortas navegaciones a la vista
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de la costa o incluso a la vista del nodo de destino hacían que la empresa marítima
resultase especialmente atractiva.
3.1. Descripción y crítica de las fuentes previas a Las Cruzadas y durante ellas.
Sin embargo la realidad no es otra sino que solo en raras ocasiones han podido
llegar hasta nosotros ejemplares de buques antiguos en unas condiciones adecuadas.
Así pues, por lo general y salvo contadas excepciones, generalmente no disponemos
de artefactos arqueológicos para su estudio. Y la investigación pues se ve obligada a
recurrir a otras fuentes, lo que hace que nuestros conocimientos de la Historia de los
barcos dependan primordialmente de ellas y de la información que de éstas seamos
capaces de obtener. La servidumbre que esto evidencia hace que, al ser secundarias, se
generen problemas de juicio e interpretación, especialmente por no provenir de una
fuente con los conocimientos técnicos necesarios para que la transmisión de la
información no quede distorsionada por reproducciones carentes de rigor técnico.
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Asumiendo estas premisas y con ciertas salvedades, las fuentes principales con
las que se puede contar a la hora de iniciar la investigación son las referidas a
continuación.
Figura 7: Grafiti de un barco de la Plena Edad Media, localizado en la cara interna de un sarcófago del
siglo XII. Descubierto en 1885 por la Sociedad de Anticuarios de Normandía a las afueras de Saint-Clair
St. Clair Hérouville. URL: https://elgrafitohistorico.wordpress.com/tag/grafitos-2/page/5/
De valor especial son los planos y modelos de buques cuando estos existan y se
hayan conservado en museos o archivos históricos. Los contratos de construcción y de
fletamento de los que en la segunda mitad del siglo XIII se tiene conocimiento tienen
aquí especial importancia. De igual manera resultan críticos para las investigaciones los
resultados de las excavaciones arqueológicas, incluyendo la arqueología subacuática.
También son relevantes los trabajos y estudios etnográficos. De todas formas y a la luz
de las fuentes citadas, es necesaria una reflexión sobre ellas.
3.3. La iconografía.
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Es una realidad que desde tiempos remotos, desde los primeros tiempos en los
que el hombre desarrolló la capacidad de trascribir al exterior las imágenes que a través
de sus ojos llegaban a su cerebro, existen evidencias que dejan testimonio de los
primeros pasos de la Historia. Y en estos primeros pasos, trascendentales para el
conocimiento de la evolución humana, también existen primitivas representaciones de
los objetos que desde el principio de los tiempos han ayudado al hombre a desplazarse
por la mar. Más adelante la investigación profundizará en los inicios en la navegación y
los artefactos empleados para llevarla a cabo, desde los albores de la existencia del ser
humano hasta la época objeto de estudio de esta investigación.
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Figura 10: Mosaico de la necrópolis de Isola Sacra, tumba nº 43. Representa simplificadamente el faro de
la isla que dividía la bocana de entrada al puerto de Claudio con dos barcos que realizan el movimiento de
entrada y de salida en el mismo. URL: http://www.historiayarqueologia.com/profiles/blogs/el-puerto-de-
claudio-y-de-trajano
La segunda mitad del siglo XII es tal vez el punto en el que la escasez, o más
bien la práctica ausencia de fuentes primarias de investigación, sufre un punto de
inflexión. Es en este periodo en el que los primeros datos técnicos referidos a la
construcción y características de las naves empiezan a existir. Y en ese sentido los
Archivos Angevinos aportarán un material de indiscutible valor.
Y es en los siglos XII y XIII cuando las naves, y en general el mundo marítimo,
observan un punto álgido en el notable desarrollo experimentado en este momento
concreto de la Historia, y que hace que lo marítimo acabe incorporándose a lo cotidiano
de los distintos Reinos, formando parte del acervo de las civilizaciones. Este cambio
cualitativo y cuantitativo de la percepción de la Aventura Marítima provoca, como no
puede ser de otra manera, una incorporación más intensa del mundo marítimo al mundo
de las representaciones artísticas, literarias y, lo más importante, técnicas.
Figura 11: Nave procesional del dios Amón, en la capilla dedicada a esta divinidad. relieve pintado del
templo del faraón Seti i en Abydos. Dinastía XIX.
URL:http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/grandes_reportajes/9270/los_barcos_los_far
aones-imagen_3.html#gallery-3
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Figura 12: Nave tallada en piedrade Auga dos Cebros es único en Europa y se encuentra en la parroquia
de Pedornes, en Oia, Pontevedra. 3.000 a.C.
URL:http://terraeantiqvae.com/group/petroglifos/forum/topics/el-nico-petroglifo-naval-de-
europa#.VqDzaBLbL4g
Figura 13: Naves talladas en la Torre de Pisa. Se aprecian claramente los dos mástiles aparejando velas
cuadras así como los timones laterales o de espadilla. Se perfilan castillos a proa y popa y no existen
remos, lo que hace pensar que se trata de naves mercantes. Siglo XII.
URL: http://elgiroscopo.es/viaje-al-corazon-de-pisa-el-misterio-de-la-torre-inclinada/
Esta Civilización decoró sus tumbas con este formato, algunos de ellos con un
sorprendente detalle que nos ha permitido tener un conocimiento lo suficientemente
preciso para tener una idea clara de los rudimentos técnicos de sus embarcaciones que,
por cierto, contaban con una relevante presencia e importancia en su cultura. La
decoración se extendía a templos y tumbas con formato de relieves y papiros. Muy
representativo es el que se encuentra en una de las pirámides de Abusir. En este relieve
se representa una embarcación para viajes por mar, datada en el 2450 a.C. y muestra
unos barcos como los usados por la reina Hatsepsur (Parada Mejuto 2004a).
El faraón Keops (IV Dinastía, 2620 a.C.) se hizo enterrar, de hecho, con una
nave a tamaño natural, lo que constituye un verdadero tesoro arqueológico ya que ha
permitido obtener datos técnicos de valor incalculable (Clemente Cristobal 2015). Otros
faraones menos pudientes lo hicieron con reproducciones de naves a veces incluso
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formando flotas enteras. O bien con barcos representados en las paredes de sus tumbas,
mucho más sencillas.
Figura 14: Petroglifos de Nag el-Hamdulab (Egipto) en los que se pueden apreciar barcos y figuras
humanas. Fotografía: University College de Londres. 3.000 a.C.
URL:https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/antiguos-s%C3%ADmbolos-poder-la-
realeza-egipcia-el-arte-rupestre-nag-el-hamdulab-003096
Cambiando de Cultura, en las aguas del mar Egeo, tanto en el continente como
en las islas, culturas como la Cicládica, Minoica y Micénica, nos ofrecen
representaciones de naves en soportes tales como sellos, sarcófagos y cerámica
decorada. También se han podido encontrar y someter a estudio e investigación modelos
de naves a escala realizados en hueso y terracota (Parada Mejuto 2004a).
Figura 15: Nave solar de Keops. Construida en torno al 2500 A.C. Descubierta en 1954.
URL:http://spain.memphistours.com/Egipto/sobre-egipto/atracciones-en-el-cairo/wiki/la-barca-solar
Figura 16: Vaso griego representando dos galeras griegas. Historia de los Descubrimientos y
exploraciones. Volumen 7: Tierras de especias y tesoros. Página 15.
En este soporte los artistas de Bizancio desarrollaron una notable habilidad para
la representación de escenas. En concreto en las representaciones de naves el detalle es
especialmente relevante. Ya el período Bizantino se han hallado representaciones de
naves en los más diversos soportes y en las más diversas formas artísticas,
encontrándose en este periodo gran variedad de detalles técnicos. Y durante la Edad
Media, las representaciones de escenas, actos de índole naval y naves, son
innumerables. De notable importancia son los grabados en iglesias.
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Figura 17: Mosaicos de la Basílica de San Juan Evangelista de Rávena, Italia, en los que se reproduce la
conquista de Zara y un navío veneciano, con un marinero soplando un cuerno.
URL:http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/la-cuarta-Cruzada-1202-1204?page=1
Figura 18: Barco con forma de dragón. Manuscrito del siglo X. Northumbria (Gran Bretaña). URL:
https://pinake.wordpress.com/category/archivos-y-bibliotecas/page/4/
Figura 19: Combate naval entre naves y galeras. Siglo XVI. URL:
https://barcosmaryarte.files.wordpress.com/2014/01/dsc_0700.jpg
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De relevancia trascendental, son tan antiguas como la capacidad del hombre para
expresarse por escrito, una capacidad reservada a una selecta minoría hasta principios
del siglo XX. De hecho estas fuentes existen desde que de alguna manera los seres
humanos encontraron la capacidad de contarse hechos, unos a otros, sin el uso de la
capacidad del habla o las señas. Las de evidencias documentales relacionadas con
embarcaciones o naves son pues, tan antiguas como la propia capacidad de escribir o
trascribir imágenes, hechos o ideas.
Ulises construyó con gran habilidad. Y, atando en la balsa cuerdas, maromas y bolinas,
echola valiéndose de palancas al inquieto mar. Todo esto fue hecho en cuatro días.
En esta línea han sido de especial importancia para la investigación fuentes tales
como Gesta francorum (Gesta de los francos), Chronicas de los Cruzados, Constitutum
Usus de Pisa, Breve Consulum Maris, Libro llamado Consulado de Mar, Arte de
Marear, de Antonio de Guevara y un gran número de obras referenciadas cuyo estudio
y consulta ha aportado un conocimiento indispensable para el resultado final de la Tesis.
La arqueología como tal vivió una época de esplendor, o auge, tal vez, a finales
del XIX y principios del XX. Es en estas décadas en las que se descubren las grandes
evidencias que van a aportar luz a muchas de las incógnitas planteadas en tiempos
anteriores y en las que se van a abrir, consecuencia de tales hallazgos otras nuevas que
perduran hasta nuestros días. En este aspecto es importante hacer notar que gran parte
de las evidencias de índole marítimo o relacionadas con el mundo de las naves o la
empresa marítima, han tenido lugar en tierra firme. De hecho a grandes distancias de las
grandes superficies acuosas. Sirvan de ejemplo las embarcaciones vikingas o en grado
tal vez más extremo, las naves halladas en los enterramientos del Antiguo Egipto, en el
interior de las pirámides. Hay, no obstante y como se ha insistido con anterioridad, que
aplicar los convenientes filtros para vestir de certeza lo mostrado por los
descubrimientos.
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Sin embargo no siempre es posible obtener fuentes tan precisas como las
anteriormente citadas. O simplemente pueden no existir fuentes o bien han
desaparecido con el discurrir de los siglos. Se pasa pues a un patrón de prueba-error,
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basado, eso sí, en la búsqueda de probabilidades. Así pues y considerando como lugares
de alta probabilidad fondeaderos, puertos, lugares peligrosos para la navegación o
incluso approaches de riesgo a puertos o nodos de alta concentración de tráfico, se
procede a la búsqueda sistemática y cuadriculada en estas zonas. En cualquier caso no
hay que olvidar los grandes avances de la arqueología subacuática en las últimas
décadas, y de sus laboratorios, como el anteriormente descrito de la Universidad de
Texas.
Se entiende como fuente todo resto del pasado con independencia del soporte en
que se haya conservado, realizado o transmitido. También son los lugares donde se
adquieren los conocimientos de una materia en concreto. La propia Naturaleza en sí es
una fuente de conocimiento.
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arqueológicos, ya que aportan una visión técnica veraz y objetiva sobre los restos de las
embarcaciones consideradas.
A día de hoy los soportes más adecuados para la interactividad nos los
proporciona la tecnología a través de las redes de comunicaciones de área extensa. De
todas formas y desde una óptica evidentemente simplificadora, es habitual considerar
los libros como fuentes secundarias.
Bases
Bibliográficas
Bases
Referenciales Bases
Directorios
Bases
Contenido de Textuales
la información
Bases
Numéricas
Bases
Fuentes Bases
de imágenes
Bases de Datos Bases
Mixtas
Bases
Multidisciplinares
Cobertura
temática
Bases
. Monográficas
Para que esto sea posible existen instituciones u organizaciones que se encargan
de detectar y recopilar los documentos que son generados sobre un área determinada del
conocimiento (artículos de revistas, informes, Tesis doctorales, ponencias en congresos,
separatas, etc.). Sobre cada uno de dichos documentos se realizan una serie de procesos
de descripción documental que darán lugar a una ficha o referencia en la que se
considera tanto a la descripción del material como a su contenido, facilitando de una
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Existen otro tipo de fuentes que pueden aportar conocimiento de las más
diversas maneras. Las que podrían ser denominadas como vivas son las ferias,
organizaciones internacionales y asociaciones profesionales e internacionales que
pueden proporcionar el asesoramiento de expertos en un tema puntual o información de
datos técnicos, de costes, de características de equipos, que puede ser difícil conseguir
por otros medios.
Otros aspectos destacables de este proceso en continua evolución son los agentes
de la información son instituciones que se encargan de proveer a aquellos usuarios que
lo requieran. A través de los terminales de teleproceso, se realizan las búsquedas
bibliográficas o documentales, acordes con el perfil definido previamente en
colaboración con el usuario. Al conjunto de términos de búsqueda y las relaciones que
se establecen entre ellos se le denomina “perfil de búsqueda”.
A esta regla general se están oponiendo con cada vez con más intensidad
sistemas de recuperación asistida que permiten al propio usuario seleccionar la
información de su interés. Es decir, Internet pudiera llegar a ser una alternativa válida a
los agentes de la información.
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templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
compuestos por texto, aunque es posible enviar otros formatos, como imágenes gráficas
en la medida en que se codifiquen antes de enviarlas y se conviertan al formato original
al recibirse. Las posibilidades del correo electrónico son diversas. Existen tertulias
científicas, catálogos de bibliotecas, o consultar a personas de cualquier punto del globo
terrestre.
World Wide Web (WWW) es sin duda el interface que en la actualidad está
marcando la pauta. El servidor (host) remite al terminal de usuario una descripción de
página formada por texto y gráficos. La pantalla del ordenador del usuario tiene
entonces un aspecto similar a una hoja de revista, donde determinados “punteros”
permiten el acceso a documentos relacionados utilizando un concepto muy poderoso
denominado hipertexto.
Es sin duda en estas obras magistrales donde se encuentran vertidas unas ideas
muy aproximadas y fieles de todo lo que rodea al mundo de la navegación medieval.
Universidad de Cantabria 55
Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Figura 23: Libro de los inventores del Arte de Marear y de muchos trabajos que se pasan en las galeras.
URL:http://www.galiciana.bibliotecadegalicia.xunta.es/gl/consulta/registro.cmd
único desvío para el objeto de la Tesis no es sino el desfase en el tiempo. Por otro lado
este mismo texto abunda la opinión de la posible exageración en los términos vertidos
en la obra ya que a cualquier investigador se le antoja cuando menos complicado
aceptar, y más en aquellos tiempos, que se pueda sostener que … apenas hay puerto ni
cala ni golfo en todo el Mar Mediterráneo en el cual no nos hayamos hallado y aún en
gran peligro visto.
Pero haciendo estudio con la debida prudencia del texto, es fácil llegar a
interesantes conclusiones, de tinte presumiblemente certero, que pueden dibujar una
panorámica bastante veraz de la vida cotidiana a bordo de los buques a lo largo de los
siglos.
Este fin lo busca mediante una línea clara. Dividido en diez capítulos, va
haciendo un recorrido desde la descripción De cosas monstruosas que cuentan muchos
historiadores en casos de galeras, como reza el título del primer capítulo, hasta De las
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
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Figura 24: Dibujo medieval de una galera (S XIII). Fuente Biblioteca Nacional de España.
URL: https://pinake.wordpress.com/2014/10/20/construccion-naval-mediterranea-las-galeras-i/ Cátedra
de Historia Naval. Universidad de Murcia
Se entiende por lugar común la aleatoria hostilidad de la mar, por ejemplo, las
estrecheces de la vida a bordo, la dificultad de las relaciones entre tripulantes, la escasez
de agua y víveres y demás realidades algunas de las cuales, aún hoy y a pesar de la
El objeto del análisis de esta obra nos llevará a determinar la divergencia del
comportamiento de las tripulaciones de la flota templaria en relación con otras flotas
contemporáneas a ella.
Aplicando lo dicho a lo que quiero decir, paréceme, ilustre Señor, que destas
cuatro maneras de Fortuna, las dos dellas están llamando a vuestras puertas: es a
saber, la grande privança que con vuestro César tenéis, y las muchas veces que por la
mar navegáis. Que cuelgue de voluntad ajena la honra, y que se confíe de la mar
muchas vezes la vida, cosa es la una peligrosa y la otra temeraria.
Universidad de Cantabria 59
Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Sea lo que fuere, invéntelo quien lo inventare, que muchas vezes me paro a
pensar cuán aborrecido devía de estar el primer hombre que estando bien seguro en la
tierra se cometió a los grandes peligros de la mar, pues no hay navegación tan segura
en la cual entre la vida y la muerte haya más de una tabla (Guevara 1539b).
Es evidente tras esta afirmación que, a pesar de haber navegado gran parte del
Mar Mediterráneo acompañando al Emperador de España, Antonio de Guevara nunca
pensó que desplazarse de un punto a otro a través de la mar fuese una aventura segura.
Sin embargo su afirmación, con gran riqueza de matices, sigue siendo vigente en
nuestros días.
Es saludable consejo que todo hombre que quiere entrar en la mar, ora sea en
nao, ora sea en galera, se confiese y se comulgue y se encomiende a Dios como bueno y
fiel cristiano, porque tan en ventura lleva el mareante la vida como el que entra en una
aplazada batall. (Guevara 1539b).
Es saludable consejo que antes que el buen cristiano entre en la mar haga su
testamento, declare sus deudas, cumpla con sus acreedores, reparta su hazienda, se
reconcilie con sus enemigos, gane sus estaciones, haga sus inta ci y se absuelva con
sus bula, porque después, en la mar, ya podría verse en alguna tan espantable tormenta
que por todos los tesoros desta vida no se querría hallar con algún escrúpulo de
concienci. (Guevara 1539b).
Una vez más Guevara advierte al futuro navegante de los peligros que acechan,
de una manera un tanto vehemente.
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
En segundo lugar hace notar los distintos peligros o acciones que pueden poner
en riesgo la integridad de la embarcación. Establece tres fuentes iniciales de peligro para
el buque: los relacionados con la oceanografía y meteorología, los relacionados con los
riesgos inherentes a la navegación y los directamente producidos por las acciones
bélicas.
En tercer lugar hace mención a la “chusma”. Con este término no se refiere sino
a los galeotes. En definitiva, la propulsión del buque. En realidad, a la garantía de la
propulsión del buque, ya que las galeras son embarcaciones aparejadas, con lo que la
propulsión real es mixta. De todas formas el consejo es notable. Llegado el momento, la
“endiablada burrasca” a la que el autor hace mención, al margen de las acciones de
combate, la garantía de supervivencia del buque ante la adversidad de los elementos se
garantiza con la propulsión. Hay que entender aquí que una tripulación de galeotes mal
bregados y poco entrenados no es sino un elemento más de incertidumbre para la
integridad de la nave y, por tanto, del pasaje y la tripulación. Guevara advierte, por ello,
de la trascendencia de la adecuada elección del buque para la aventura marítima,
reflexión, por otro lado, extraordinariamente lógica.
Figura 25: La flota de piratas sarracenos se dirige contra Creta. Imagen procedente del manuscrito de Juan
Skylitzes Madrid. Siglo XII. Biblioteca Nacional de España. (Gr. Vitr.26-2).
URL :https://fr.wikipedia.org/wiki/Marine_byzantine#/media/File:Saracen_fleet_against_Crete.jpg
El hecho de dedicar un capítulo entero en una obra de tan sólo diez nos transmite
la importancia que el autor confiere a este fenómeno. Se interpreta que concede tal
importancia por haber tenido contacto con ellos a lo largo de sus diversas navegaciones
o por haber oído hablar sobre “cossarios” con vehemencia por mareantes o viajeros en
intensidad tal que le lleva a escribir un capítulo entero de su obra con el único objeto de
brindar al futuro navegante una clara advertencia sobre el inmenso peligro que, a su
juicio, este fenómeno genera.
En nuestros días la piratería sigue siendo una constante. Una variable más que
enfatiza el término de “Aventura” para cualquier navegación por alta mar. Con
anterioridad se ha referido este hecho.
Ante el acoso de naves civiles por otras también civiles, civiles armadas o bien
de guerra, se arman buques de guerra para la protección de las hostigadas.
Antes que Teseo el Griego inventasse de hacer galeras, no se lee haver por la
mar cossarios o piratas, mas después acá que se inta galeras, nunca por nunca faltó
quien saqueasse toda la tierra, y robase en alta mar. (Guevara 1539c)
El autor establece distintos motivos por los cuales los personajes a los que hace
referencia y pone de ejemplo, y que califica como “Cossarios”, se hacen a la mar con la
intención del robo, muerte y destrucción.
Afirma de ellos que ninguno tuvo larga vida ni pudo disfrutar de sus riquezas:
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Abaste al presente decir que ninguno de todos estos cossarios murió en su cama
ni hizo testamento de su hazienda, sino que allegada la hora de sus tristes hados
pagaron los males que hizieron y no gozaron de las riquezas que robaron (Guevara
1539c).
Guevara afirma de esta manera que los Reinos como tales mantenían
persecución y lucha contra aquellos que por un principio, un ideal, una lealtad o
simplemente por el hecho de la codicia, hostigaban las pacíficas naves de carga que
surcaban con lentitud y precariedad las aguas mediterráneas.
Como argumentario para los “Cossarios”, Guevara expone, entre otras, las
siguientes justificaciones:
Dime Dionides, ¿por qué tienes escandalizada toda la mar? Respondióle él:
¿Por qué tú Alexandro, tienes saqueada toda la tierra, y robada toda la mar?
Respondióle Alexandro: Porque yo soy Rey, y tú eres cossario. Replicóle a esto
Dionides: “Oh Alexandro, de una condición y de un oficio somos tú y yo, sino que a mí
me llaman cossario porque salteó con pequeña armada, y a ti llaman Príncipe, porque
robas con gran flota. O si los dioses se inta cia contra mí, y la fortuna se
encrueleciesse contra ti: de manera, que Dionides fuese Alexandro, y Alexandro se
tornase Dionides, por ventura sería yo mejor Príncipe que tú, y tú serías peor corsario
que yo (Guevara 1539d).
Dime, Estelicón, ¿qué te hizieron los rodos porque los robaste, y en qué te
ofendieron los batros porque los assolaste?. Respondióle él: Dime, Demetrio, ¿qué te
hizo a ti mi padre porque le mandaste matar, y qué te hize yo porque me hiziste
desterrar? Aconséjote, o Demetrio, en esta hora postrera, que no sigas ni persigas a
ninguno cuanto le puedes seguir y perseguir, porque es cosa muy peligrosa tomarse
nadie con quien tiene perdida la honra y acorrida la vid. (Guevara 1539d).
Aun considerando el evidente tono exagerado del autor, son notables las cifras
atribuidas a un solo “cossario”, Miltas. De él afirma que en el cadalso, presto a ser
ajusticiado, alzó los ojos al cielo y dijo: O Neptuno, dios de las mares, y ¿por qué no me
vales en esta hora?, pues dentro de tus mares te sacrifiqué quinientos hombres que con
mis manos degollé, cuarenta mil que eché a hondo, treinta mil murieron de enfermedad,
y veinte mil que perecieron en mis galeras. ¿Es pues posible agora que habiendo yo
muerto a tantos sea poderoso de matarme a mi uno solo? (Guevara 1539f).
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que contribuyesen a la elección del buque transportista con sumo cuidado manejando,
especialmente, criterios de protección.
Esto no hace sino poner el contacto a la Orden del Temple, con lo que en el
futuro va a suponer el establecimiento de una dinámica de desplazamientos de
mercancías y tropas para la toma y sostenimiento de la Tierra Santa conquistada y sus
plazas, y para el comercio de mercaderías con el Oriente Próximo y amplias zonas en el
ámbito del Mediterráneo Oriental.
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El timón de codaste es un sistema que tiene una doble funcionalidad: por un lado
redunda en la seguridad del buque por cuanto robustece el sistema de gobierno del
buque, y por otro lado mejora de manera sustancial la capacidad de estabilidad del
rumbo en la nave. Por ello, a lo largo de la investigación se incidirá en estos aspectos si
bien de una manera tangencial. Esto es debido, precisamente, a la tardía incorporación
de este sistema proveniente del Oriente y de las embarcaciones orientales, y en concreto
en la muy tardía incorporación en la nave objeto de estudio y cuya función será la de
situar caballos en las playas próximas a las zonas de conflicto bélico.
El aparejo vélico, junto con el sistema de remos, son los que desde los primeros
inicios de la navegación han propulsado naves y embarcaciones.
La vela latina va a ser germen de lo que en el futuro será el aparejo áurico que
propulsará a los grandes veleros modernos capaces de hacer en periodos impensables de
tiempo la ruta de las indias, la de las especias o circunnavegaciones en la época dorada
de la navegación a vela. Y desarrollo del aparejo áurico es el bermudiano o Marconi que
hasta la aparición de las velas rígidas alares ha sido la máxima expresión de la
propulsión vélica.
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templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Hay que sumar a todo esto, además, el hecho físico del embarque y
desembarque del animal. La realidad de la inexistencia de instalaciones portuarias en la
mayoría de los puertos o lugares resguardados donde se verificaba el embarque y
desembarque de los animales, supone que debían ser embarcados o desembarcados
mediante aparejos que requerían suspender al animal con eslingas bajo el vientre. Al
margen de la dificultad técnica de esta operación que incluso hoy, empleando modernas
grúas, se nos antoja cuando menos delicada, se encuentra el hecho de que gran parte de
los desembarcos se efectuaban en playas o proximidades de playas y en muchas de estas
ocasiones acudiendo al uso de embarcaciones auxiliares para poder llevarlos a tierra.
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
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balear, Tirreno, Jónico, Adriático, Egeo y Chipre. Y al igual que ocurre en el resto de
los mares, estas corrientes de forma local se adaptan a la orogenia de la costa, dando
lugar a infinidad de diferentes direcciones e intensidades que conforman una de las
peculiaridades de este Mar.
Es una realidad constatable que las aguas mediterráneas han tenido, tienen y
tendrán un permanente cambio en su hegemonía en función de las civilizaciones
ribereñas que la ejercen. Así, el Mar Mediterráneo ha pasado de ser romano a ser
Bizantino, y después de Bizancio ha sido musulmán, y después cristiano…. Y así hasta
nuestros días, en los cuales sólo gracias a acuerdos de ámbito internacional se respeta en
sus aguas, aunque desgraciadamente no siempre, la libre navegación.
De todas formas las conquistas musulmanas del siglo IX tienen como resultado,
entre otros, el final de la dominación de las rutas de navegación más convenientes y
prácticas para cualquier nave bien sea un buque de carga o un buque de guerra.
Es un hecho puesto de manifiesto por varios autores que los vientos y corrientes
prevalecientes en el Mediterráneo han forjado derrotas para las naves que navegan por
sus aguas y por tanto también las actividades económicas de los Pueblos ribereños.
Por tanto la irrupción causada por el avance del mundo musulmán altera de
forma notable la actividad comercial de los Pueblos y por tanto sus economías.
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Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
No hay que dejar de considerar que lo que se dio en llamar “Revolución náutica
medieval” contribuyó de manera considerable a la realidad de navegar en aguas
mediterráneas en otoño e invierno. Los cuatro principales factores que pueden
argumentar la Revolución Náutica anteriormente citada son la forma de construcción de
las embarcaciones con quilla y cuadernas, la implementación del aparejo de vela latina,
la incorporación del timón de codaste y por último y de vital importancia, el desarrollo
del compás de navegación y la cartografía. (Alemany 2004b)
Los navegantes islámicos transfieren al mundo marítimo europeo, una vez más,
un elemento imprescindible para la navegación (Molina Molina 2000): el sistema de
dirección del barco por medio de un timón situado en popa, el timón de codaste. Se
tiene conocimiento de que los chinos ya gobernaban sus barcos, los juncos, mediante un
remo central situado en popa.
Los árabes en base a este sistema chino que aprendido en sus viajes hacia el
lejano oriente, situaron en la popa de sus barcos un codaste al que fijaron el equivalente
a la pala del remo. Nace de esta manera el timón de codaste que otorga a la nave una
facilidad de gobierno en las maniobras que, al margen del incremento en el confort y la
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seguridad, confiere al buque una facilidad para mantener el rumbo desconocida hasta el
momento.
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bien aguda, y se pone fixo en una caxa demdera (llamda mortero) que tenga hechura de
una grande escudilla, y teniendo la Rosa dentro, se cierra con un vidrio claro y
redondo, tapando las junturas con cera, para que a la rosa no le entre el aire, que la
perturbe. Y tendrase cuidado, que esta Rosa con sus azeros, puesta sobre su peon, ande
ligeramente, y no se acueste mas a un lado q a otro, si no que este ygual. Y quando se
inclinare azia alguna parte, se le pondra en la parte contraria un poco de cera, o una
delgada lamina de plomo, pegada debajo del papel, q cubre los azeros. Este mortero o
caxa en la que va la Rosa se assiéta en sus Esferas de Laton, las quales son dos circulos
redondos, pegados el uno dentro del otro, y apartados espacio de medio dedo, con dos
pernos de laton, que esten diametralmente o puestos. Y assentada la caxa en el circulo
de dentro bien justa, haganse en el circulo de fuera dos agujeros que disten de los dos
pernos dichos, por una quarta de circulo azia una y otra parte, y porestos dosagujeros,
se pegara esta esfera ocirculo de fuera, en una caxa quadrada, o redonda, de fuerte, q
aunque esta caxa de fuera se trastorne con el movimiento de la nao, a una y otra parte,
siempre sobre haz y vidrio del mortero, ande a nivel con el Orizonte. Y haziédo esto con
cuidado, que dara hecho el instruméto que llaman aguja de marear, como conviene La
orden de usar del es, que assentado con su caxa, en el medio de la popa de la nao,
donde esta la vitacora, en la linea que passa desdelBaupres, por el centro del mastil
mayor hasta la popa se vaya siempre governando la nao, ladeando el timon, asta que la
linea, o viento de nuestra aguja, azia dóde qremos navegar, vaya en derecho, de la
proa, o Baupres de la nao. Suele se también para de noche, señalar un punto en el
mortero, por la parte de dentro, que respecto del chapitel de la aguja, este azia la proa
de la nao, y en el governar se tiene en cuenta, que tal punto este siempre pegado: có el
viéto de la rosa azia donde se navega.
Es una realidad que desde que el hombre habita, cultiva y desarrolla un punto
concreto del globo, inicialmente un asentamiento, ha sentido la necesidad de
intercambiar productos con los núcleos habitados cercanos circundantes. La finalidad es
la subsistencia. El intercambio de productos, inicialmente de primera necesidad, se
convierte en el más primitivo de los sistemas económicos que a lo largo de la Historia
de la Humanidad han de ir desarrollándose para conformar el complejo entramado
económico-financiero que a día de hoy sostiene el mundo.
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atravesado el Mar de Omán y el Mar Rojo. Siria y Egipto se encontraban como punto
estratégico en la ruta que llevaba las especias hasta la Europa Occidental. Además
aportaban el intermodalismo a una ruta eminentemente marítima al suponer un pequeño
recorrido terrestre de las mercancías.
Para dar luz a este hecho conviene puntualizar sobre el concepto de especia y
retrotraerlo a la Alta Edad Media, que no es sino el punto de partida del entorno
histórico de esta investigación.
o Alejandría y los ofrecían en los principales puertos del Mediterráneo, donde eran
adquiridos y de nuevo transportados a los principales burgos de Europa, donde desde su
conocimiento, habían tenido una exponencial demanda.
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los lugares donde con posterioridad han de ser distribuidas. Pero estos edificios tienen
otro cometido muy distinto pero posiblemente de mayor importancia en lo que a la
expansión comercial se refiere. No es otro sino albergar a los comerciantes que
desplazados al territorio buscan materias y vías comerciales, haciendo de amplificador a
las iniciativas comerciales y expansivas de estas Repúblicas.
Génova y Venecia, entre otros motivos por su potencia naval, toman especial
protagonismo en el intento de recuperación de estas vías comerciales. Comienzan
entonces una virulenta carrera comercial para asegurarse éstas rutas y todas las posibles
prebendas que puedan traer anejas. Se lucha por privilegios y monopolio en la ruta de
las especias, mercancías de las que ya se conoce la elevada rentabilidad económica.
Estos estados lograron, en definitiva, un gran auge económico gracias al restablecido
comercio de especias (Coulon 2004b).
Figura 31: Rutas comerciales desde y hacia las Ciudades italianas de Génova y Venecia S. XIII-XV.
URL: http://es.slideshare.net/fullscreen/clio1418/resurgimiento-de-la-ciudad-medieval/1
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Figura 32: Transacción comercial en casa de un prestamista judío (miniatura de Las Cantigas). Puertos
comerciales en la E. Media. María Coral Cuadrada. Cuadernos Historia 16.
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Con idea de abundar en ello, se considera que en la letra de cambio se dan cuatro
personajes (De la Torre Muñoz de Morales, Ignacio. 2004b):
d) Tomador: persona a la cual hay que hacer efectiva la letra de cambio en el tiempo
establecido.
Entre las cientos de convulsiones que genera el hecho universal de Las Cruzadas
figura la necesidad de un ingente movimiento de tropas, provisiones y animales a los
territorios en conflicto. Ello determina una necesaria revisión en el ámbito mercantil de
todos los contratos que regulaban tal actividad.
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No cabe duda de que fletar una nave llena de capital monetario conllevaba un
riesgo notable para su seguridad y una elevada probabilidad de que no llegase a su
destino el capital empeñado. Sin el transporte físico del dinero el riesgo para el inversor
o el prestamista disminuye de una manera notable, dinamizándose así, también en el
plano mercantil, el transporte marítimo.
Por ello, tal vez resulte un tanto temerario hablar de rutas de navegación como
concepto extendido en el tiempo o permanente a lo largo de la Historia. Salvo notables
excepciones, por supuesto.
Figura 33: Navegantes árabes. Los navegantes árabes utilizaron las rutas tradicionales del comercio y
durante cierto tiempo efectuaron el control tanto de los caminos como por mar que llevaban a las riquezas
de Oriente. Grandes Descubrimientos y Exploraciones. Volumen 7: Tierras de especias y tesoros. Pg. 17.
En todas ellas, las de largas distancias, las de altura o las de cabotaje, los
parámetros determinantes para su existencia, en el aspecto meramente mercantilista,
dependen de la estrecha relación entre algunos elementos. Tales son, en esencia, la
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Figura 35: Rutas de la sexta, séptima y octava Cruzada. Como se puede observar los desplazamientos son
esencialmente marítimos. URL: https://lascrux.wordpress.com/2010/05/06/sexta-septima-y-octava-
Cruzada/
Como consecuencia del desarrollo generado por el devenir de Las Cruzadas, las
rutas van a ir evolucionando de las primeras hacia las últimas. Va a influir en ello, de
manera decisiva, la revolución náutica de la Edad Media de la que se ha hecho
referencia con anterioridad.
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Parte II. Capítulo 5 Revisión de la tecnología marítima al comienzo de las cruzadas
Este comercio era realizado con las plazas musulmanas de la costa oeste del
Asia mediterránea. De hecho, los destinos orientales de dichos comerciantes eran el
lugar de procedencia y salida de los grandes pueblos comerciantes que desde tiempos
inmemoriales ejercían el virtual monopolio de la navegación por el Mediterráneo y
hasta cada uno de sus rincones llevaron, comercializadas, las grandes obras artísticas de
las civilizaciones asiria y egipcia. Nos referimos, por ejemplo, a los fenicios que, entre
los años 1000 a 774 Ac. Dominaron el mar latino (Ballester Escalas 1980b).
Para ello empleaban naves de las que poco se conoce, pero que necesariamente
debían tener un porte y robustez de construcción suficientes para trasladar tanto a
tripulantes como a mercaderías con seguridad al lado oeste del Mediterráneo. Todo ello
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templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
Figura 37: Birreme asirio procedente del Palacio de Senaquerib y actualmente conservado en el Museo
Británico de Londres.
URL: http://historia-maritima.blogspot.com.es/2011/05/las-culturas-del-egeo-y-la-expansion.html
Figura 38: Nave asiria. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales
en todos los tiempos y en todos los países 1895.
Figura 39: Nave fenicia. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
navales en todos los tiempos y en todos los países 1895.
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templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
acabar con la misma voluta en forma de cuello de cisne. En medio de la voluta, hacia
proa, hay una plataforma o “castillo” análogo al de las carracas del tiempo de los
grandes descubrimientos geográficos” (Ballester Escalas 1980a).
Y continúa: “La proa, de líneas de agua muy bellas también (una proa de
atunero) se levanta, no ya en absurda línea vertical, ni en insensato lanzamiento, sino en
tajamar razonable, prolongado o más bien detenido por una especie de escudo, como el
de los juncos, pero fuera del alcance del agua. Este casco, al que uno imagina (sin poder
equivocarse mucho) una larga quilla recta –una quilla de gran lugre del siglo XIX- está
reforzado, no verticalmente, desgraciada solución de naos y carabelas, sino a lo largo,
como con potentes cintones por cuatro grandes piezas de madera. Sobre el trancanil, una
empavesada, llena a proa, en forma de enjaretado, y llena de nuevo a popa, y ahí encima
una toldilla cuyo pasamanos de madera está bellamente dispuesto” (Ballester Escalas
1980a)
Figura 40: Ulises y las Sirenas (s. II y IV a.d.C.). Museo del Bardo. Túnez. Leonor Vidal García 2010.
URL: http://www.culturamas.es/mosaicos-de-tunicia/
La herramienta para dicha expansión no fue otra sino sus naves, con las que
hicieron navegaciones esencialmente costeras de las que notable testimonio de ello, si
bien en términos evidentemente fantasiosos, es La Odisea, de Homero. En este relato
existe, aparte de los horrores sufridos por Ulises y su tripulación, un legado del modo de
ver las cosas del mar por los griegos. Viaje del que en el ulterior desarrollo de este
trabajo de investigación, se extraerán necesarias particularidades para comprender los
modos y maneras de la navegación en la era A. de C.
Figura 41: Triera griega. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
navales en todos los tiempos y en todos los países 1895.
En relación a los buques de guerra griegos, tenían ciertas diferencias con los
fenicios, predominando la galera movida a remo. Montaban un espolón a proa a flor de
agua conectado con el cuerpo de la quilla que a menudo deshacía la estructura del
propio buque atacante en el momento de la colisión.
Figura 42: El triunfo de Neptuno. (s. II y IV a.C.). Museo del Bardo. Túnez. Leonor Vidal García 2010
URL: http://www.culturamas.es/mosaicos-de-tunicia/
Figura 43: Nave romana. Mosaico del Museo del Bardo (s. II al IV a. C.). Túnez.
URL: https://es.wiki2.org/wiki/Trirreme#/media/File:File:Romtrireme.jpg
Sin embargo infinidad de material clásico muestra las naves de tres filas de
remos saliendo de sus chumaceras, en tres filas, unos encima de otros. Sin ir más lejos
estas naves ya están representadas en la cerámica antigua griega, más exactamente en el
estilo “Dipylon”, donde se aprecia claramente una nave birreme con dos hileras de
chumaceras (Ballester Escalas 1980d).
Figura 44: Recreación de Trirreme griego sin propulsión vélica en maniobra de abordaje. La Marina en
Grecia y Roma. URL: http://www.culturaclasica.com/cultura/marina.htm
Hay teorías que enuncian que a comienzos del siglo IV a de C. los griegos de
Siracusa habían construido naves cuatrirremes y quinquerremes. Mucho más tarde se
llegó a hablar de una nave de quince “órdenes” de remos…
El investigador náutico Björn Olof Landström, en uno de sus estudios sobre las
formas de los buques, duda sobre el término “orden”, llegando a mostrar la posibilidad
de que nunca hayan existido naves de más de tres órdenes de remos (Ballester Escalas
1980d). No así Jean-Antoine Barras de la Penne que se muestra más escéptico en
relación con la existencia de naves de más de tres órdenes de remos. Es evidente que la
organización de remos y galeotes es ciertamente difícil en estas naves, y resulta
complicado imaginar tal dificultad en una nave de guerra, con la capacidad táctica y
maniobrera requerida, entrando en combate.
Figura 45: Naves romanas. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
navales en todos los tiempos y en todos los países 1895.
Exhiben cerca de la proa una torre de mando, imitando la forma de una torre de
piedra. En relación con las denominaciones cuatrirreme o quinquerreme, hacen
referencia, probablemente al número de galeotes por remo, lo cual compatibiliza las
denominaciones superiores al quinquerreme. Se les atribuye una cubierta abierta por la
proa con el objeto de dar aire y ventilación a los galeotes, quedando no obstante a
Universidad de Cantabria 105
Cruzados, peregrinos y mercaderías a través del Mediterráneo. Evolución del buque y la navegación en el entorno
templario como base de la creación y establecimiento de las primeras líneas regulares
cubierto de los proyectiles que pudieran caer desde arriba. De la proa salía de manera
oblicua una percha, que era el palo de una vela llamada “artimón”.
Figura 47: Recreación de Quinquerreme griego. Cuenta con cinco órdenes de remeros atendiendo tres
filas de remos. La Marina en Grecia y Roma. URL: http://www.culturaclasica.com/cultura/marina.htm
De las dos naves, una, la de las dos cubiertas, se trataba de un buque de guerra.
La de menor eslora, mercante. Igualmente se encontraron dos anclas, una de ellas con
caña y brazos de madera y con cepo de plomo.
En todo caso las naves mercantes romanas eran mangudas y redondas, con roda
saliente y popa elevada de codaste curvado hacia dentro en forma de cuello de cisne,
geometría ésta que sin duda daba poco lugar para la futura creación de un timón de
codaste.
La cubierta de popa era amplia para dejar espacio a los timones, en forma de
largos remos laterales. Los brioles corrían a través de anillas, cosidas por la cara de proa
con la vela mayor y, sobre la verga había dos o cuatro gavias triangulares. El motón de
la driza de la vela de proa se veía en el palo proel, caído.
Figura 49: Popa de nave romana. Se pueden observar los timones laterales. Interpretación de Rafael
Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en
todos los países. 1895.
En relación con la decoración de la nave indíca que tenía en la roda una figura
de Isis, la diosa egipcia que daba nombre a la nave y estaba muy adornada, con
camarotes y todo, a base de color rojo. “La tripulación parecía un ejército. Me dijeron
que podía transportar grano suficiente para satisfacer todas las bocas de Atenas durante
un año”.
Figura 50: Naves romanas. Reconstrucción de Rafael Monleón basada en bajorrelieves. Historia gráfica
de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Estas naves contaban con una balconada saliente a popa y toldilla para el capitán
y pasajeros de importancia. Los timones eran desmontables para ser izados al atracar.
Tenían escotillas en las bodegas, serviola, galería de proa, palo mayor con apagavelas y
velas de gavia por la proa de los amantillos, además de artimón.
Figura 51: Birreme romano cataphracta. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales
en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Figura 52: Fundíbulo o trabuquete posiblemente similar al construido por el marino e ingeniero genovés
Guillermo Embriaco con la madera de sus naves para la toma de Jerusalén en 1099.
URL: http://www.curistoria.com/2012/04/couillard-dos-contrapesos-como-dos.html
Durante los primeros tiempos del Islam las actividades mercantiles europeas
todavía no se habían desarrollado lo suficiente como para que el continente africano y lo
que éste podía ofrecer resultase atractivo para marineros y mercaderes, a diferencia de
Asia meridional o el oro de Sudán. Es en estos momentos cuando desde el pequeño
puerto de Amalfi a finales del siglo X se empieza a ir a Egipto en busca de especias. A
continuación pisanos y genoveses comenzaron también a intensificar el comercio con el
mundo árabe, entrando en competencia y conflicto con Venecia que también se suma a
este comercio (Coulon 2004a).
El Imperio Bizantino, por su parte, también poseía una poderosa flota de naves
de guerra. Esencialmente se trataban de galeras con dos órdenes de remos que lanzaban
el “fuego griego”. Los remos superiores iban aparejados en toletes, mientras que los
inferiores atravesaban el costado. Y su principal arma, además del ya mencionado
“fuego griego”, no era otra sino el espolón que montaban en la roda, y cuya misión era
perforar la línea de flotación o incluso la obra viva de las embarcaciones enemigas,
forzando un abordaje. Aparejaban esencialmente velas cuadras, y su denominación
genérica era la de dromones. Estas naves cobrarán excepcional protagonismo a lo largo
de este trabajo de investigación.
Embarcaciones árabes en los tiempos previos a la Cruzada eran, por ejemplo, los
“Dhow”, que a día de hoy, y con pocos cambios, siguen cruzando las aguas
mediterráneas. La principal característica es el empleo de aparejo latino, su poco calado
y por tanto facilidad para varar y propulsión a remo. Es una embarcación en la que, con
cierta probabilidad, en siglos posteriores se van a inspirar las galeras venecianas. De
ellas han de derivar con el paso del tiempo el “Sambuk”, el “Baghla” y el “Boom”
(Ballester Escalas 1980b).
Desde que los primeros vikingos salen de sus hogares en las primeras
expediciones apoderándose de Irlanda y guerreando con los colonos ingleses, las
fronteras desaparecen para ellos. Es un hecho claro que con sus esbeltas y frágiles
embarcaciones han llegado hasta el Mediterráneo Oriental y probablemente a América
(Ballester Escalas 1980i).
Para sus incursiones emplean los Drakkar, que no es sino el desarrollo para la
guerra de las antiguas embarcaciones monoxilas de Escandinavia. De elevadas proa y
popa, casco en U y una incipiente quilla. En Kvalsund (Noruega) se encontró un notable
exponente con 19 metros de eslora y 3,20 de manga y aparejando una vela cuadra.
Se trata de una nave mercante, que hace pensar en la potencia del comercio de
este pueble ante las características de la embarcación. Hay que diferenciar las naves de
guerra por los adornos en los tajamares, mayor eslora y bancada para remeros
desmontable posiblemente para ganar espacio a la hora del combate.
“Lugar en la costa o en las orillas de un río que por sus características, naturales
o artificiales, sirve para que las embarcaciones realicen operaciones de carga y descarga,
embarque y desembarco, etc.”
Radas, estuarios, deltas o bahías que proporcionaban abrigo a los buques eran
las ubicaciones elegidas para el fondeo o varada de los buques, generándose a menudo
una urbe en sus proximidades donde se centraba toda la actividad comercial generada
por las embarcaciones.
superficie marina confinada entre el Atlántico y el Mar Negro pasa a ser el Mare
Nostrum.
Por ello se puede afirmar que en la época previa a Las Cruzadas ya existía un
entramado de nodos y líneas que conformaban una red comercial marítima a lo largo del
Mediterráneo. Puertos destacados en este entramado son, sin duda, Massilia, Roma,
Ostia, Puteoli, Carthago, Alexandria, Gaza, Caesarea, Antlochia, Ephesus o Byzantium.
La caída del Imperio Romano y la disgregación del Mare Nostrum tienen como
importante efecto la inevitable variación de las rutas habituales para el comercio,
generándose con el transcurso de la Historia nuevos nodos y nuevos trayectos para el
intercambio de productos y mercaderías entre las incipientes nuevas culturas y
civilizaciones.
Figura 56: Mapa de la competencia naval entre árabes y bizantinos en el Mediterráneo, siglos VIII al XI.
URL: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Byzantine-Arab_naval_struggle-fr.svg
Esta condición les coloca en una posición de privilegio como interfaz entre las
conquistas musulmanas del norte de África y la incipiente Europa. Y la consecuencia es
que consiguen mantener sus monopolios primero con los musulmanes, y después con
los turcos a lo largo de la Edad Media (Ballester Escalas 1980f).
De igual manera se consigue obtener una idea más clara de territorios y continentes, lo
que permite a los navegantes una mayor fiabilidad a la hora de concretar sus cálculos.
Figura 58: Una reconstrucción datada en el último tercio del siglo XVI de lo que fue el mapa de Isidoro
de Sevilla. URL: http://clio.rediris.es/fichas/cartografia.htm
Como desarrollo de este tipo de mapas se encuentran los llamados “Beatos”, que
muestran representaciones del mundo. En la obra Comentarios del Apocalipsis de San
Juan del Beato de Liébana, se encuentra un gran mapamundi que durante siglos será el
documento cartográfico más relevante del Occidente medieval (Barreiro-Meiro 1980).
No es sino una cartografía decorativa, fundamentada en textos teológicos.
De la cartografía árabe el mapa más notable tal vez sea el de Abu Abdallah
Mohamed. Su mapamundi, de 1154, sitúa el sur en la parte superior del mapa,
característica de los mapas islámicos.
Figura 60: Carta Pisana. Primer portulano realizado a finales del siglo XIII, alrededor de 1275 - 1300
URL: http://www.sullacrestadellonda.it/cartografia/italia1_en.htm
Se establece una clara competencia entre las escuelas pisanas y las catalano-
mallorquinas, liderada por los discípulos del sabio Llull.
En estas cartas figuran desde la Península Ibérica hasta puertos como los de
Jaffa, por ejemplo. Ello que da una idea del ámbito de navegación estudiado por los
cartógrafos.
última, en 1271, hay un avance tal que se puede concluir que fue durante este período en
donde se establecen las bases de la actual cartografía náutica. De hecho es notable la
similitud existente entre alguna de las cartas del siglo XIV y las actuales.
Figura 61: Portulano de A. Cresques, s. XIV, representando el Mediterráneo. Cátedra de Historia Naval.
URL: https://pinake.wordpress.com/
La navegación es un acto que aún a día de hoy no está exento de riesgos. Como
con anterioridad se ha mencionado, el contrato de fletamento aún en nuestros días se
considera técnicamente como una “Aventura Marítima”, en la que se establece una
fecha de salida y una previsión de llegada siempre apostillada por las siglas “WP”,
weather permit.
En tiempos no muy lejanos nuestro país, al igual que otros muchos, se ha visto
envuelto y convulsionado por algo que siempre ha existido y siempre existirá dado que
no es sino la traslación a la mar de la simple condición humana: la maldad del hombre
hacia sí mismo. Nos referimos a la piratería.
naturaleza en sí, y los derivados de la condición humana. Una simple reflexión hace
concluir fácilmente que ambos son completamente estancos al paso del tiempo.
El desarrollo de la civilización, la evolución, tal vez haya matizado, eso sí, estos
riesgos que constituyen el día a día de los navegantes.
Figura 62: Combate entre dos galeras y un barco mercante. Segunda mitad del siglo XIII. Tabla de
artesonado. La nave mercante es acosada por dos galeras. La propulsión del mercante es exclusivamente a
vela mientras que las galeras son movidas por remos.
URL: http://www.museunacional.cat/es/colleccio/tabla-de-artesonado-con-caballeros-galeras-y-nave-de-
alta-borda/anonim-arago/015839-000
Pronto corre la voz de la garantía que los buques templarios ofrecen al peregrino
y acaban teniendo, prácticamente, el monopolio del transporte de personas a Tierra
Santa. Este hecho irrita sobremanera a las Repúblicas Latinas. Reaccionan y se
revuelven contra la red portuaria creada por el Temple con todas las armas con las que
pueden contar (Balash Blanch 2014).
El buque templario como tal no es, en realidad, un buque específico del que
Así pues y atendiendo a una muy gruesa diferenciación, habrá que inicialmente
distinguir entre flota armada y flota mercante. La primera para la garantía del libre y
seguro tránsito a través de las aguas del Mediterráneo de la segunda.
Es importante hacer notar que la Orden del Temple, aunque tuvo sus propios
astilleros, sus propios puertos y sus abundantes prebendas en el ámbito mercantil para
mover en su flota todas sus mercancías por el Mar Mediterráneo, no tuvo un tipo
específico de buque. Compró y construyó, eso sí, naves similares a las empleadas por
venecianos, genoveses y bizantinos. Las dotó de tripulaciones pertenecientes al Temple
que imprimían en ellas la forma de conducirse de la Orden, lo cual siempre redundó en
beneficio del Temple al ser al fin y al cabo una garantía de tranquilidad.
las naos. Se estima que el Temple transportaba en torno a seis mil peregrinos al año a
Tierra Santa desde diversos puertos de Europa (Balash Blanch 2014). Desde el punto de
vista de un peregrino que, a menudo emprendía el peregrinaje con su propia familia,
viajar en estos barcos que de manera habitual iban escoltados por galeras armadas, era
una garantía de seguridad ante la fuerte presencia de piratas sarracenos en el
Mediterráneo.
Una diversidad que aflora en cada uno de los aspectos que la conforman, llegando,
además, a multiplicidad de aspectos. Esta característica hace que puedan ocurrir, y de
hecho ocurren, hechos tan peculiares como haberse desarrollado embarcaciones
notablemente similares en lugares tan alejados del mundo como puedan ser Perú y
Egipto. O que embarcaciones con aspectos radicalmente distintos reciban
denominaciones similares. Sin embargo no es lo más habitual.
En la revisión del Estado del Arte ya se han citado de manera amplia los
diversos tipos de embarcaciones que abundaban en el Mediterráneo en los albores de
Las Cruzadas. Es necesario incidir en que no son los citados, ni mucho menos, todos los
que de manera cotidiana navegaban por las aguas mediterráneas. Sí son, para
puntualizar, los precursores del que en concreto va a ser objeto de esta investigación,
que no son otros sino los que tenían por finalidad el traslado de caballos en manera
predominante de Occidente a Oriente.
incluso inferir daño a naves enemigas, pero cuya principal función sea la de lograr situar
en el campo de batalla o en la costa más próxima a él tropas y caballería presta a entrar
en combate. Es decir, se trata de un modelo de buque de transporte en un entorno de
conflicto bélico y con finalidad última proporcionar medios para el combate. Se escapa,
pues, de la clasificación inicialmente propuesta.
La evolución del buque estará orientada por ello a lograr las garantías para el
embarco, sujeción y estiba de la carga, así como adecuar su capacidad para maniobrar y
gobernar el buque para la finalidad a la que va a ser dedicado. Todo ello sin olvidar la
transformación específica de acuerdo al transporte especial que va a tener como
cometido.
travesía del Mediterráneo se conformó como la mejor de las opciones para llegar a
Tierra Santa (Hooper, Bennett et al. 2001).
Figura 65: Travesía de Luis IX en la Séptima Cruzada. 1825 millas desde Aigues-Mortes hasta Chipre.
URL: http://www.alloprof.qc.ca/BV/Pages/h1041.aspx
Esta política hace que la Orden cuente con medios económicos desde su misma
fundación para acometer las empresas que tiene por objeto. Primero fleta, luego
compran y por último construyen una notable flota que permite la expansión humana y
económica fuera de las fronteras de la Europa Medieval.
Las bulas Omne Datum Optimum (1139), Milites Templi (1144) y Militia Dei
(1145) confirman los privilegios de la Orden (Sánchez Montero 2012). En ellas
otorgaban a los Caballeros Templarios una autonomía formal y real respecto de los
obispos y quedaban sujetos tan solo a la autoridad papal. Asimismo, los excluían de la
jurisdicción civil y eclesiástica, les permitían tener sus propios capellanes y sacerdotes
pertenecientes a la Orden y les otorgaron el poder de recaudar bienes y dinero de
variadas formas. Se otorga el derecho de óbolo (las limosnas que se entregaban en todas
las iglesias) una vez al año. Además, estas bulas papales les daban derecho sobre las
conquistas en Tierra Santa y les concedían atribuciones para construir fortalezas e
iglesias propias, lo que les reportó gran independencia y poder.
Así, fletan, arman y consignan sus propios barcos con unos beneficios notables.
Beneficios que vuelven a redundar en inversiones y en más beneficios. Planifican,
desarrollan y explotan sus propias rutas que, en la misma medida que los avances
tecnológicos, mejoran y se optimizan de manera notable.
Y esto ocurre por una doble realidad: el desarrollo del “Arte de Marear” y el
desarrollo tanto de las formas de las naves como de los procesos para su construcción.
En este punto es necesario hacer constar que hay fuentes que verifican el
transporte marítimo de caballos en otras zonas del globo y en un periodo casi
contemporáneo al de Las Cruzadas. Nos referimos al Tapiz de Bayeaux.
Figura 66: Tapiz de Bayeaux. Escena de transporte de caballos a través del Canal de La Mancha. URL:
http://www.catedralesgoticas.es/codice_bayeux.php
Figura 67: Traslado y desembarco de los caballos de la Caballería Normanda para la invasión de
Inglaterra. URL: https://fancomicbiblios.wordpress.com/2012/09/19/el-tapiz-de-bayeux-el-primer-comic-
historico-en-latin/
advierten caballeros montados sobre sus caballos en disposición de saltar a la playa tan
pronto vare la nave en tierra. También se muestran timones laterales y un timonel por
espadilla. No se aprecia ningún sistema de trincaje o sujeción de los animales o de las
tropas y en todo caso sí que se cuenta un número muy limitado de caballos por cada
nave. Es notable también la escena en la que se muestra la maniobra de abatimiento del
mástil de la nave por parte de lo que parecen ser los tripulantes del barco y los capataces
desembarcando los caballos sin jinete ni montura una vez varadas la naves.
Figura 68: Dromon bizantino. Reconstrucción de Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de
las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Al principio de Las Cruzadas la Orden del Temple no existía. Es bien sabido que
su fundación responde, precisamente, a la salvaguarda de los tesoros de la Ciudad Santa
de Jerusalén tras la Primera Cruzada. Por ello la aplicación del modelo al empleo que
pudieron darle los diferentes Maestres de la Orden del Temple, es intrascendente. Sí es
necesario considerar que tanto en las diferentes etapas del desarrollo del modelo, como
con posterioridad al momento exacto en el que se detiene la investigación, el último
cuarto del siglo XIII, la Orden hará uso continuo de estas naves para el traslado de
caballos, caballeros, provisiones y mercaderías a las encomiendas de Oriente,
procedentes de las encomiendas de Occidente. De hecho se ha referido el flete por parte
de los Templarios.
angevinos, podemos saber que el dos de agosto de 1278 Carlos I informó a las
Autoridades Portuarias de Apulia que había mandado un buque templario para
transportar 35 caballos a Acre. (Pryor 1987f)
infantería. Es decir, que el propio Temple fletó taridas a las Repúblicas Marítimas de
Italia para acometer el traslado de sus tropas a Tierra Santa.
Nos encontramos con una nave de propulsión mixta en la que el aparejo ha sido
modificado al igual que el casco, y se ha dotado de un sistema que permite cumplir con
En todo caso es una realidad que las grandes Cruzadas estaban llegando a su fin.
Y que, además, el desarrollo tecnológico al igual que en nuestros tiempos y como de
hecho lo ha sido a lo largo de la Historia de la Humanidad, es algo vivo, incesante,
retroalimentado e imparable al fin y al cabo.
Supone pues que si bien se suceden los conflictos porque eso, al igual que el
desarrollo tecnológico, es inherente a la Humanidad, los masivos desplazamientos de
caballos de un lugar a otro del globo van llegando a su fin. A partir de entonces va a ser
muy difícil que alguien, bajo cualquier pretexto o motivo, se plantee el desplazamiento
de cantidades de caballos como los cuatro mil que requería la Octava Cruzada y que
Luis IX, futuro San Luís, encargó a la República Marítima de Génova (Pryor 1987c).
No se está sugiriendo con ello que el mundo del trasporte marítimo de caballos
haya llegado a su fin. De hecho se inicia otra etapa muy distinta en la que será necesario
el transporte de equinos entre otras cosas porque hasta hace bien poco, y más en
términos históricos, ha sido el principal medio de transporte terrestre de la Civilización.
Se cuentan para ello con dos radicales diferencias en relación con el estado del
Mundo y de la Tecnología al inicio de Las Cruzadas y que consiguen dibujar para el
transporte de Caballos por mar un panorama notablemente distinto. Nos referimos a la
evolución de las naves y su forma de navegar, y al aumento y desarrollo de
infraestructuras portuarias en las cuales estos buques pueden operar con facilidad.
Figura 69: Nave medieval mostrado aparejo de vela latina. Rafael Monleón. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Llegada la nave, no sin antes sufrir mil vicisitudes, desde cualquiera de los
puertos de referencia en la época del mundo Occidental, se encuentra en la costa de
Jaifa, San Juan de Acre o cualquiera de las costas de los Reinos Latinos recién
establecidos tras la conquista de Jerusalén.
Se fondea a “barbas de gato” (con dos anclas, una por cada lado de la proa y
formando aproximadamente un ángulo de unos 70 grados), presumiblemente, de
acuerdo con los vientos reinantes y se da una codera a tierra (cabo por la popa) para
evitar el campaneo de la nave, es decir, su movimiento lateral. A continuación hay que
hacer pasar sobre la regala o costado del buque a las reses y caballos y ponerlas en la
costa.
Figura 70: Naves de Luis IX combatiendo en la ciudad de Damietta durante la Séptima Cruzada. Las
naves están atracadas de popa al enemigo. Aparentemente se trata de naves redondas.
URL: http://domin.dom.edu/faculty/dperry/hist267crusade/calendar/13thcentury/louis/damietta.htm
Para ello se entiende como base válida el trabajo realizado por el autor titulado
“Transporte de caballos por mar durante la era de los Cruzados: siglo ocho a 1285 D.C:”
Dicho estudio consta de dos partes. En la primera se analiza despasado hasta 1225 y en
la segunda desde 1228 hasta 1285.
En dicho estudio, John H. Pryor pormenoriza las diferentes fuentes en las que se
hace mención del transporte equino por mar, así como las características de los buques
que los transportan. Resulta extremadamente importante este estudio porque en cierto
modo constata parte de la evolución seguida por los buques en esta materia. Evolución
tanto en características técnicas de la embarcación como en su capacidad de transporte
en unidades.
Cruzadas, sino que incide o menciona los conflictos entre el Imperio Bizantino y sus
vecinos, para posteriormente extenderlo hacia el conflicto con Occidente.
Es evidente que existían diversas formas de abordar una costa enemiga, si bien
el hecho de la varada era inevitable a la hora de proceder al desembarco de los caballos.
Aunque lo habitual en las flotas invasoras dotadas con buques de transporte de caballos
era varar en el asalto inicial, especialmente cuando las naves de transporte de equinos
contaban con portón de popa y rampas de desembarco, no siempre se hacía así.
Figura 71:Dromones en el Manuscrito de de Juan Skylitzes. Fol. 31va, detalle. Siglos XI-XIII.
URL :https://fr.wikipedia.org/wiki/Dromon#/media/File:MadridSkylitzesAbydosFol31v.jpg
Pero los veleros no siempre han sido denostados para el transporte de caballos.
Del siglo XI al XIII han sido empleados de manera notable en tiempos de paz o incluso
en conflictos, donde se sabía con certeza que existían instalaciones portuarias donde
cabía la posibilidad técnica de realizar la maniobra que requería la nave de vela para un
adecuado atraque de la embarcación.
Figura 72: Recreación del portalón de desembarque en la aleta de estribor de una tarida. Rafael Monleón.
Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los
países. 1895.
Técnicamente, además, los buques de vela albergan más capacidad de carga que
los de remo. Es evidente que el volumen ocupado por galeotes, remos, bancadas y
demás aparejos necesarios para la propulsión a remo, suprimen un importante
porcentaje de la capacidad de carga de aquellas naves. De igual manera no hay que
olvidar, ni mucho menos, lo que logísticamente suponía tener y mantener abordo a los
galeotes. Provisiones, agua, instalaciones… Son todos conceptos detraídos a la
capacidad de carga y además, y es importante, a la autonomía del buque.
Prueba de ello es que para la Tercera Cruzada, conocida como la Cruzada de los
Reyes, tanto Ricardo Corazón de León como Felipe II de Francia, decidieron trasladar
sus ejércitos por vía marítima. Felipe II lo hizo desde Génova y Ricardo Corazón de
León desde Marsella, ambos al final del verano del 1190.
Figura 73: Trayectos seguidos por los distintos Reyes en la Tercera Cruzada.
URL: http://www.maquetland.com/articles/impression/1673
Sin embargo, los germanos decidieron llegar al Este por tierra. Esto no significa
sino una desconexión con los últimos avances en materia de tecnología naval, que
franceses e ingleses conocían con suficiente precisión como para arriesgar tropas y
pertrechos en una travesía que les habría de llevar a Tierra Santa a través de las aguas
del Mediterráneo.
caso y como con posterioridad se ratifica, está documentado que Felipe II, a través de su
delegado el Duque Hugo de Borgoña, gestionó en Génova en 1190 una flota para
transportar 650 caballeros con 1300 escuderos y 1300 caballos para la empresa.
Los busses descritos, de los que se afirma tenían treinta remos, un solo palo y
capacidad de transporte para cuarenta equinos, no podían tratarse sino de taridas. Es
decir, una vez más nos encontramos con otra acepción, probablemente local, para el
buque tipo de transporte de caballos. Según la Crónica, cada tarida tenía una capacidad
de transporte de cuarenta caballos de guerra con armas para los caballeros, 40 soldados
de a pie, 15 marineros y los treinta remeros correspondientes para los treinta remos.
Cuarenta caballos en catorce taridas arroja un resultado, siempre aproximado, de unos
quinientos sesenta caballos, una cifra nada desdeñable a la hora de iniciar una ofensiva.
Ricardo Corazón de León hace escala en Chipre, desde donde zarpa con destino
a Acre. Las Crónicas indican que cinco de estas taridas acaban en manos musulmanas a
la altura de Beirut. Por supuesto con sus correspondientes caballos.
Este comentario permite hacerse una idea clara de las condiciones de carga y
transporte de los caballos. Estrechamente estabulados y suspendidos por eslingas,
apenas tenían sitio para moverse, lo cual lleva a pensar en el deterioro enorme de sus
capacidades cuando eran sometidos a combate nada más soltarlos de sus trincas.
Continúa Pryor en su estudio y afirma que entre la Tercera y Cuarta Cruzada tan
sólo encuentra una referencia en la que se describe el transporte de caballos, y no es otra
sino la que narra que en 1194 los genoveses, una vez más, participan en el ataque a
Sicilia por parte del Emperador Enrique IV aportando sus ya conocidas galeras,
transportes de caballos llamados uxerii, y caballería. De nuevo las Repúblicas
Marítimas de Italia se muestran pioneras, vanguardistas y capaces para la empresa del
transporte para terceros. De tropas y de caballerías.
En base a lo narrado por el historiador bizantino Nicetas Choniates, una vez más,
cuando hace referencia a esta flota, la sitúa en 100 unidades. En la Devastatio
constantinopolitana se declara que los venecianos habían armado 110 oxirii
(denominando así a las empleadas en el transporte de caballos). Y a su vez Andrea
Dandolo estima la flota alistada por Venecia en unos trescientos buques, entre los que se
contaban 50 galeras de guerra venecianas. Por último, según el Conde Hugo de San Pol,
que habría de morir en Constantinopla poco más tarde, estimó la flota llegada a
Bizancio en unas 200 naves usurarias et galeiades.
Figura 76: Flota veneciana fondeada en Constantinopla. Se pueden observar tanto naves redondas como
galeras. (BN, Paris, XVe siècle).
URL: http://croisades.espaceweb.usherbrooke.ca/big_images/_images.htm
En todo caso estos testimonios anteriormente referidos, hacen tener una idea
clara del masivo poder y dominio que en el siglo XII los venecianos tenían en materia
naval. Aún en nuestros días no todos los Estados Modernos cuentan con la capacidad de
armar tal flota, teniendo en cuenta, además, un transporte tan específico como el de los
caballos.
En todo caso y según lo descrito por los cronistas, parece que las galeras habrían
remolcado a los uissiers hacia atrás a través del Bósforo y largado los cabos de
remolque en el último momento dejándolas derivar hacia la costa. En la figura 77 puede
interpretarse que las galeras que flanquean a la tarida son las destinadas a su remolque
hasta las aguas someras de las playas de Constantinopla.
En relación con el momento del desembarco, y ya una vez varados los barcos en
la playa, existe cierta divergencia entre los testimonios de Robert de Clari y
Villehardouin. Éste afirma que los caballos fueron desembarcados en la playa donde,
después, montaron los caballeros. Robert de Clari, sin embargo y a diferencia de
Villehardouin, afirma que tan pronto como habían desembarcado, los caballeros de
desentendieron de los transportes de sus caballos porque estaban hechos de una manera
que había una puerta en que podía ser abierta y una rampa por la que los caballeros
podían desembarcar montados (Pryor 1987d).
Figura 77: Iluminación francesa representando el aprovisionamiento de naves antes de partir hacia las
Cruzadas. Siglo XIII. Se puede observar una tarida con el portón arriado, flanqueada por dos galeras.
URL: http://www.spectator.co.uk/2015/09/what-it-took-to-wage-holy-war-medieval-style/
Desde nuestro punto de vista, ambas versiones pueden ser verdaderas y ambas
haber podido coincidir no sólo en el tiempo, sino en ese mismo acto bélico.
Es posible que no todas las taridas fuesen gemelas, o tan siquiera parecidas.
Según los testimonios, todas, eso sí, ya estaban dotadas de portones laterales, más
concreto en las aletas de las naves. Es decir, que al no ser unidades gemelas o no tener
evidencias para pensar de esta manera, cada una de las naves podía tener unas
características distintas que la hiciese operar de una manera distinta. Es posible que en
unas el portón permitiese por su altura el desembarco de jinete y animal a la vez, y otras
que tan sólo permitiese el desembarco por la plancha del equino.
Pryor afirma que una de las más sorprendentes características que los
desembarcos de este tipo han tenido, caballería en playas, como tónica general a lo largo
de la Edad Media, ha sido la práctica inexistencia de oposición por parte de los
invadidos. Es lógico pensar que ese momento para los hostigadores sea el más
vulnerable, y por tanto el lugar más efectivo para contrarrestar una invasión. Los
animales en precario, en arena blanda, posiblemente anquilosados y tal vez mareados,
en todo caso por debajo de sus habituales cualidades de resistencia. Pero Pryor afirma
que no parece que haya sido el caso, ya que desde el desembarco de las tropas de
Sorprende que sea una realidad que la defensa, una vez realizada, se centrase en
zonas próximas a la costa, pero lejos del punto inicial del desembarco. Es decir, existía
el efectivo contraataque, logrando incluso retiradas del invasor, pero lejos de la cabeza
de playa. Y salvo excepciones, como el desembarco de Luis IX en Damietta en 1249 y
tal vez porque la mayoría de las tropas eran de a pie, el modelo va a seguir repitiéndose
a lo largo del siglo XIII. Y la Historia demuestra que la caballería pesada, como la
bizantina o los caballeros normandos o franceses eran prácticamente invencibles en
tanto en cuanto el enemigo ofreciese resistencia a pie.
(A.D. 1224)…el emperador había preparado cincuenta buques (naves) que son
llamadas transportes de caballos (usserii) para socorro de los Santos Lugares. Su
magnitud era de tal capacidad de carga que en esos mismos usserii dos mil caballeros
con sus escuderos y los bagajes de todas sus armas y diez mil otros hombres podían ser
transportados. Por cada usserius había una rampa de desembarque de modo que, en
caso de necesidad, los caballeros, armados y montados en sus caballos a bordo del
buque podían fácilmente y sin peligro de herida desembarcar por las rampas como si
ya formados en cuadros para presentar batalla.
costa de Levante, Pryor deduce que se trata de buques de vela. Nosotros estamos de
acuerdo con tal deducción y tal idea, ya que resulta de todo punto improbable que se
emplearan taridas por sus específicas características.
Datos más claros no se pueden mostrar. Nos encontramos ante un buque de vela,
al que se le ha dotado de un portalón lateral. Bien en su construcción, bien con
posterioridad. Es decir, ya tenemos al buque de vela con la adaptación específica
para un transporte específico.
Referido por Joinville, además, no hace sino refrendar lo mostrado por otras
fuentes. Se concluye pues que a mediados del siglo XIII ya existen transportes puros de
vela para el traslado de caballos y que además, podían ser empleados en otros
menesteres como simples buques de carga.
166 Alberto Muñoz Amor
Parte III. Capítulo 8 Dinamización del modelo desarrollado. El transporte de caballos.
Figura 78: Detalle del portón de la tarida en la iluminación francesa de la fig. 77 representando el
aprovisionamiento de naves antes de partir hacia las Cruzadas. Siglo XIII.
Por ello Pryor concluye, con lógica bajo nuestro criterio, que el grueso de la
flota eran buques redondos a excepción claro está de las doce taridas alquiladas en
Génova.
Figura 79: Nave redonda del siglo XIII en interpretación de Rafael Monleón. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Pryor afirma que todas las fuentes coinciden que incluso con el empleo de
embarcaciones menores el desembarco era complicado, obligando a los caballeros a
saltar y vadear la costa, siendo la opinión general en este sentido que cuando saltaban al
agua ésta les llegaba a los brazos, lo cual sitúa, a nuestro criterio, en un calado promedio
de metro y medio para estas embarcaciones menores. No es aventurado afirmar que un
buque de desembarco adecuadamente diseñado debería haber sido capaz de aproximarse
más a tierra en un fondo de arena y con la intención de abordar una playa.
Figura 80: Luis IX embarcando en una nave a través de una rampa en la Séptima Cruzada. Museo del
Louvre. URL:http://www.artactu.com/exposition-enluminures-du-moyen-age-et-de-la-renaissance-
musee-du-louvre-article00983.html
Figura 81: Iluminación en la que se muestra a Luis IX navegando durante la Séptima Cruzada. En la
imagen se aprecia lo que puede ser un remo o un timón de espadilla.
URL: http://www.larousse.fr/encyclopedie/images/Louis_IX/1011613
Figura 82: Desembarco de los Cruzados de Luis IX en las playas de Egipto en la Séptima Cruzada.
URL:http://domin.dom.edu/faculty/dperry/hist267crusade/calendar/13thcentury/louis/landingegypt.htm
empieza a encontrar evidencias del transporte de caballos por mar en las fuentes
musulmanas. Y ello en torno a la palabra qita, empleada como una unidad de una flota,
un buque o también a veces asociada al transporte de caballos.
De acuerdo con lo escrito hasta ahora, parece bastante lógico este criterio. La
maniobra de varada en las playas requiere una capacidad de maniobra impensable para
los aparejos redondos empleados en la época. Incluso, adelantándonos y suponiendo el
aparejo de vela latina empleada ancestralmente en Egipto, la capacidad de
maniobrabilidad para una varada en la playa, a menudo bajo el hostigamiento del fuego
enemigo. Por eso compartimos el criterio del investigador.
Con posterioridad son los propios normandos los que lanzan un ataque contra la
Sicilia Musulmana. En el año 1061. En esta ocasión la fuente es la Crónica que de ello
hace Amato de Montecassino en su Storia de Normanni. En ella refiere que Robert
Guiscard reúne una flota de treinta buques, poniendo al mando de ella a su hermano
Roger. Se realiza un primer transporte de 270 caballeros a través del Estrecho de
Messina. Pero como los buques están sobrecargados, es necesario realizar un segundo
transporte de 170 caballeros más, a través del Estrecho de Messina.
El contexto del episodio del paso y las subsecuentes hazañas de los caballeros
normandos en la batalla de Sicilia no dejan duda de que llevaban a sus caballos con
ellos. Se estima en función del relato que la capacidad de transporte por buque era de
veintiún caballos más hombres, armas y provisiones. La diferencia con lo que contaba
en el siglo VIII Constantino V sugiere un notable aumento en relación con la capacidad
de transporte de las chelandias.
8.3. Bizancio
De igual manera se desprende que la flota bizantina pudiera contar con una
especialización en transporte de equinos demandada por los líderes de las tropas
beligerantes a lo largo de los siglos VIII al XI.
Se ignora si los catorce caballos montados por los catorce caballeros, incluido
Roger, Conde de Sicilia, eran la totalidad de los transportados en la nave. Pero
atendiendo a los cálculos la cifra se ciñe al promedio general para el período pre-
Cruzadas incluso si el buque fuese un poco más pequeño que el de la expedición de
Robert a Sicilia en 1061. No obstante hay que considerar que la distancia del continente
a Malta es considerablemente mayor que el Estrecho de Messina. Y como se puede
intuir, la evidencia sugiere que la distancia era un factor crítico en los siglos XI y XII. Y
lo que pudo ser posible para Robert en el paso del Estrecho de Messina, embarcar
mayor cantidad de animales para la toma de Sicilia, pudo ser imposible para su hermano
Roger en la invasión de Malta por la duración de varios días de viaje a Malta.
Es de suponer que tan sólo una pequeña parte de los doscientos hombres fuesen
caballeros con sus caballos.
La princesa Anna relata también en esta obra los movimientos de los ejércitos de
la Primera Cruzada a través del territorio bizantino. Entre ellos menciona un gran velero
de tres palos en el que un número de 1.500 hombres y 80 caballos para los caballeros,
navegaron desde Apulia a Durazzo. Es evidente que se trata de una enorme exageración
pero lo que puede reflejar el relato es que el buque en sí era extremadamente grande en
relación con los estándares bizantinos.
John H. Pryor sostiene, y nos sumamos a la idea, que por el 1.100 los puertos del
sur de Italia ya han desarrollado unas infraestructuras portuarias y marítimas que
permiten el transporte de bastantes más caballos que la docena aproximada que la
armada bizantina podía transportar por buque entre los siglos VIII y X. El resultado es
que cincuenta años de estancamiento en la tecnología naval y militar del Imperio
Figura 83: Miniatura de Naves bizantinas empleando un artefacto similar a una rampa para embarque y
desembarque. URL: http://www.neobyzantine.org/pics/pages/history/naval3.jpg
All who die by the way, whether by land or by sea, or in battle against the
pagans, shall have immediate remission of sins. This I grant them through the power of
God with which I am invested. O what a disgrace if such a despised and base race,
which worships demons, should conquer a people which has the faith of omnipotent
God and is made glorious with the name of Christ! With what reproaches will the Lord
overwhelm us if you do not aid those who, with us, profess the Christian religion! Let
those who have been accustomed unjustly to wage private warfare against the faithful
now go against the infidels and end with victory this war which should have been begun
long ago. Let those who for a long time, have been robbers, now become knights. Let
those who have been fighting against their brothers and relatives now fight in a proper
way against the barbarians. Let those who have been serving as mercenaries for small
pay now obtain the eternal reward. Let those who have been wearing themselves out in
both body and soul now work for a double honor. Behold! On this side will be the
sorrowful and poor, on that, the rich; on this side, the enemies of the Lord, on that, his
friends. Let those who go not put off the journey, but rent their lands and collect money
for their expenses; and as soon as winter is over and spring comes, let hem eagerly set
out on the way with God as their guide. (Hasal 1996).
(Todos aquellos que mueran por el camino, ya sea por mar o por tierra, o en batalla
contra los paganos, serán absueltos de todos sus pecados. Eso se lo garantizo por
medio del poder con el que Dios me ha investido. Oh terrible desgracia si una raza tan
cruel y baja, que adora demonios, conquistara a un pueblo que posee la fe del Dios
omnipotente y ha sido glorificada con el nombre de Cristo! Con cuántos reproches nos
abrumaría el Señor si no ayudamos a quienes, con nosotros, profesan la fe en Cristo!
Hagamos que aquellos que han promovido la guerra entre fieles marchen ahora a
combatir contra los infieles y concluyan en victoria una guerra que debió haberse
iniciado hace mucho tiempo. Que aquellos que por mucho tiempo han sido forajidos
ahora sean caballeros. Que aquellos que han estado peleando con sus hermanos y
parientes ahora luchen de manera apropiada contra los bárbaros. Que aquellos que
han servido como mercenarios por una pequeña paga ganen ahora la recompensa
eterna. Que aquellos que hoy en día se malogran en cuerpo tanto como en alma se
dispongan a luchar por un honor doble. Mirad! En este lado estarán los que se
lamentan y los pobres, y en este otro, los ricos; en este lado, los enemigos del Señor, y
en este otro, sus amigos. Que aquellos que decidan ir no pospongan su viaje, sino que
renten sus tierras y reúnan dinero para los gastos; y que, una vez concluido el invierno
y llegada la primavera, se pongan en marcha con Dios como su guía)
(Cita tomada de Bongars, Gesta Dei per Francos, 1, pp. 382 f., trans in Oliver J.
Thatcher, and Edgar Holmes McNeal, eds., A Source Book for Medieval History, (New
York: Scribners, 1905), 513-17)
Es evidente que los diversos líderes de la Primera Cruzada, tales como Hugo de
Vermandois, Bohemundo de Taranto, Roberto II de Flandes o Roberto de Normandía,
habrían de trasladar sus ejércitos a través del Adriático evitando la hostilidad de los
territorios que poco tiempo antes habían cruzado los integrantes de la Cruzada de Los
Pobres. Y de igual manera resulta evidente que buscando la menor distancia entre la
Península Italiana y el Imperio Bizantino, llegasen a la región de Apulia. Desde sus
puertos era relativamente fácil alcanzar Durazzo, tal vez la puerta marítima del Imperio
Bizantino al Mundo Occidental. Además se verifica la menor distancia para cruzar el
Mar Adriático, siendo una de las fronteras naturales entre Oriente y Occidente.
1101, constataba que No necesitamos nada sólo si hombres y caballos no nos faltan.
Los hombres que vienen por mar a Jerusalén no pueden traer caballos con ellos…
No deja de ser curiosa tal aseveración por parte del cronista. Especialmente
cuando él mismo es el protagonista de la primera mención de tal transporte en el
entorno histórico de Las Cruzadas.
Fulquerio habla del traslado de quince mil hombres a bordo de 120 galeras y
mercantes de carga general. No es difícil advertir que aún en el siglo XXI sobrecoge el
pensar en trasladar quince mil personas de un extremo a otro del Mar Mediterráneo. De
Occidente a Oriente. De Poniente a Levante.
Las necesidades logísticas que requiere tal empresa pueden llevar a ser notables
para cualquier moderno Estado incluso contando con la avanzadísima tecnología de la
que se dispone en los albores del siglo XXI.
Es fácil hacerse una idea de la extrema dificultad que supone para una flota de
120 buques, a remo o vela, encontrar el fondeadero adecuado donde además exista agua
en cantidad suficiente para dar de beber a quince mil bocas más bestias, y además
repetir la operación con secuencia casi diaria.
Es una realidad que se había dotado de una asistencia vital en Tierra Santa a los
Cruzados. Ello se había conseguido con el traslado en grandes flotas al Suelo Sagrado
de decenas de miles de hombres, decenas de miles de caballos y cantidades ingentes de
suministros a lo largo de la Historia. Flotas procedentes de Occidente en las que estaban
envueltos genoveses, pisanos, venecianos y Cruzados del Norte de Europa.
Esta asistencia debía ser, además, gradualmente creciente. Durante siglos las
diversas campañas realizadas en Tierra Santa habían provocado la gradual conquista del
territorio y por tanto el gradual incremento del abastecimiento para las tropas y gentes
que habitaban los nuevos emplazamientos ganados a sangre y sudor para el Mundo
Cristiano.
Ello nos lleva, coincidiendo con el criterio del investigador John H. Pryor, a que
la del 1123 ha sido la primera expedición en la que se transportó caballos directamente a
Levante. Es decir, los navegantes venecianos, con su moderna flota y tecnología, fueron
los primeros en acometer la empresta del transporte de caballos hasta Tierra Santa,
directamente de Occidente. Bien es verdad que por esta época las técnicas de
navegación de altura no se han desarrollado lo suficiente como para explorar el rumbo
directo.
8.5.1. Venecia
En todo caso el hecho es que los venecianos fueron los primeros en la Historia
del transporte de caballos por mar que tuvieron que experimentar con la tecnología y los
conocimientos técnicos necesarios para llevar a cabo tan extremadamente dificultosa
empresa.
Por otro lado, tal y como asevera John H. Pryor, el investigador L. Rodgers, que
incluso después del siglo trece, las galeras de guerra necesitaban hacer agua cada diez
días o así, lo cual tiene una lectura más acorde con la realidad que lo afirmado con
anterioridad por Fulquerio de Chartres. Considerando, además, que la capacidad de
carga en los buques a principio del siglo XII fuese inferior a la estimada para el siglo
XIII así como el hecho de que los buques de carga general necesitarían hacer más veces
agua que incluso las propias galeras de guerra por el hecho de transportar los animales,
la aseveración de Fulquerio bien pudiera responder a la realidad. De esta manera está
dentro de lo probable, en nuestra opinión, que no todos los buques de la flota veneciana
a la que hace referencia Fulquerio, compuesta por ciento veinte buques, tuviese que
hacer agua cada día, sin tan sólo una parte de ellos, lo cual entenderíamos dentro del
marco de lo razonable. De esta manera el resto de la flota, especialmente las galeras de
guerra, permanecería en las proximidades con el objeto de prestar protección a los
buques transportando tan valiosísimo cargamento.
Figura 85: Asedio de Tiro por la flota veneciana y los caballeros cruzados en la ilustración de un
manuscrito de Guillermo de Tiro (1130-1185). Biblioteca Nacional de Francia. URL:
https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Tiro
Prueba de ello es que cuando el primer Maestre de la Orden del Temple, Hugo
de Payens, tuvo que regresar de Tierra Santa tan sólo seis años después de la expedición
de Venecia en 1129 regresó de su misión al oeste en busca de refuerzos para garantizar
la pervivencia del recién creado Reino de Jerusalén, las Repúblicas Marítimas ya habían
desarrollado una tecnología tal que había resuelto los problemas del transporte de
caballos por mar de tal manera y con tal eficacia que fueron capaces de hacer llegar a
Levante gran cantidad tanto de caballería como de infantería.
Este hecho se entiende como relevante y significativo por cuanto constata dos
puntos notables en la Historia. El primero la realidad de la dificultad para el transporte
de caballos por mar de un Reino tan potente y vinculado al ámbito marítimo como el
Germano. Supone que a lo largo de los siglos que ya dura la Guerra Santa, no han sido
capaces de desarrollar una técnica capaz de poner en Tierra Santa los caballos que son
sin duda el arma básica para el santo combate.
La realidad al principio del siglo XII era que la República Marítima de Venecia
era la única capaz de acometer, por técnica y tecnología, el transporte de caballos por
mar a Levante con ocasión de una campaña o un trayecto marítimo largo. No así a
Occidente. Las Repúblicas Marítimas de Génova, Pisa e incluso el Reino Normando de
Sicilia, también eran capaces del transporte de cierto volumen de equinos hacia la
Cristiandad occidental.
Existen pruebas de ello. Por ejemplo, la campaña realizada entre los años 1114 y
1115 contra los musulmanes que habitaban las Islas Baleares. Y más que por la Fe, por
perjuicio de la piratería que allí tenía base y que azotaba de manera constante y
sangrienta el flujo de comercio desde los territorios del Oeste de la Península de Italia,
perjudicando gravemente los intereses comerciales de Genoveses y Pisanos,
especialmente.
Para ello, el Papa Pascual II autoriza al Arzobispo Pedro de Pisa una Cruzada
contra los infieles de Mallorca (Hazar 1975). No obstante, como se ha mencionado con
anterioridad, el objeto real no era otro sino el puramente comercial, como queda de
manifiesto al no ser colonizada tras los diferentes asedios y las diferentes batallas que
tienen lugar en el territorio.
Una vez más, en este relato se omiten los detalles técnicos que bien pudieran
contribuir a consolidar las afirmaciones de esta investigación. No se hace referencia al
número exacto de caballos transportados, por lo que es imposible determinar ni siquiera
en manera hipotética la cantidad de ellos trasladados por cada buque.
Es decir, que los cristianos de la Península Ibérica en los albores del siglo XII,
también contaban con una capacidad, aunque técnicamente imposible de determinar, de
transporte marítimo de equinos por mar. De todas formas, nos ha llegado que en toda
esta variopinta flota había naves de carga y naves de transporte de caballos, aunque sin
especificar el número de animales por buque.
8.5.4. Normandos
Los Cronistas musulmanes Ibn al-Athir, At-Tigani e Ibn abi Dinar al-Qayrawani
refieren en sus escritos que la flota normanda constaba de trescientos buques que
transportaban sobre 1.000 caballos. Es evidente que se trata de una exageración. Incluso
contando con la avanzada tecnología de los venecianos en el transporte de caballos, los
datos arrojan una media de unos treinta caballos por buque, suponiendo, además, que
todas las naves fuesen taridas o estuviesen preparadas para el transporte de equinos.
Incluso considerando que nos encontramos en la primera mitad del siglo XII, y
contando con la evolución técnica en el transporte marítimo de caballos ya referida con
anterioridad, estamos considerando un número inaceptablemente alto de equinos en
cada buque.
En todo caso, en estas Crónicas se relata que habiendo varado los buques en la
playa y ante el hostigamiento de las tropas musulmanas, quinientos caballeros sicilianos
desembarcaron de los buques en sus sillas de montar y lucharon contra los musulmanes
pareciendo que podrían vencer pero siendo finalmente derrotados.
La imagen, eso sí, bien pudiera compararse con las imágenes de los desembarcos
que todos tenemos en la memoria, y en la que los combatientes llegados por mar a la
playa se afanan en alcanzar tierra entre la dificultad de moverse entre dos medios,
acuático y terrestre, y el hostigamiento del fuego enemigo.
8.5.5. Génova
8.5.6. Sicilia
Continuando la línea del tiempo y llegados al último cuarto del siglo XII
encontramos que en 1174 la flota siciliana protagoniza un ataque contra Egipto. En
concreto contra Alejandría. Sobre esta campaña existen diversas fuentes, especialmente
musulmanas.
Sobre esta campaña de Sicilia contra Egipto, en el lado musulmán existe una
misiva con dos referencias. La carta la envía Qadi al-Fadi, secretario de Saladino y que
lideró la defensa de Alejandría contra la flota siciliana, envía al sultán Ismail ibn
Mahmud ibn Zanki. Un primer historiador, Ibn al-Athir indica que la carta fue escrita
por Saladino, y el segundo, Abu Sahmah indica que la carta fue escrita por al-Fadil.
Ambos coinciden en que estaba dirigida a un sultán anónimo (Pryor 1987o).
190 Alberto Muñoz Amor
Parte III. Capítulo 8 Dinamización del modelo desarrollado. El transporte de caballos.
En todo caso los dos cronistas, aunque sólo hacen mención de un pequeño
fragmento de una carta mucho más extensa, ambos coinciden en que la flota siciliana
incluía treinta y seis taridas que entre todas transportaban mil quinientos caballos. Su
fuente puede ser la carta original o una transcripción realizada por Imad al-Din en su
obra Kitab al-Barq, perdida hace tiempo. Pero la mayor parte del texto de la carta de al-
Fadil se conserva en una Crónica Anónima del siglo XIV, y que trata principalmente de
la captura de Alejandría por Pedro de Lusignan, rey de Chipre, en 1365.
capturados por los musulmanes quedando en manos de sicilianos tan sólo los que
permanecieron abordo en este primer contacto con el enemigo.
8.6.1. Dromones
DROMON. S.AT. Latín antiguo. Antiguo barco de la especie de las galeras que
en los primeros tiempos de la Era Cristiana se usaba mucho para el combate y armaba
una sola fila de remos debajo de una cubierta que protegía a los remeros como en las
Trieras Griegas Cataphractas (sic), y así lo describen algunos autores del siglo VI;
pero en el siglo IX el Emperador León da sobre los dromones de dos órdenes de remos,
algunos detalles preciosos en el capítulo XIX de su Táctica naval. Según él, un dromon
era un barco que armaba cien remos en dos órdenes, uno en el puente con 25 por
banda y otro en la cubierta (antigua catastrona de los griegos) de otros 25 remos por
banda, manejados cada uno por un solo hombre que era a la vez combatiente y ello no
era tan difícil ni raro como a primera vista parece cuando el mismo Emperador León
aconseja en su tratado que se construyan Dromones mayores con 200 remos al menos,
dejando 50 remos en la primera cubierta o puente y colocando en la cubierta alta los
150 restantes. Los dromones estaban guarnecidos con reduetes o castillos a popa y
proa y además llevaban en el palo mayor una gran plataforma o cofa circular en la que
se colocaban 15 o 20 hombres provistos de hondas, venablos y armas arrojadizas.
Estas cofas no estaban en lo alto del palo sino que corrían a lo largo de él suspendidas
por fuertes cables o cadenas que las hacían subir o bajar a voluntad y según la altura a
la que convenía combatir al enemigo. A pesar de tan considerable número de remos
como armaban estos barcos, tenían también dos o tres palos en los que largaban velas
al tercio a la moda romana…
Nos encontramos pues con una nave propulsada de manera mixta por vela y
remo basada en las galeras.
Figura 87: Detalle de la plataforma de combate montada en los dromones bizantinos y que podía izarse o
arriarse según las necesidades defensivas en interpretación de Rafale Monleón. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Los cascos de las galeras se caracterizan por unas líneas finas y generosa
proporción entre la eslora y la manga. Es decir, con un casco fino, ligero, y en el que se
busca velocidad y cierta capacidad de maniobrabilidad. Inicialmente dotado de un orden
de remos, y con posterioridad aumentado hasta tres, si bien lo habitual quedó, a lo largo
de los siglos en dos órdenes combinando las prestaciones con la servidumbre de tener y
mantener tan grandes tripulaciones como requerían los trirremes, por ejemplo.
parte de las naves debieran especializarse en el transporte de caballos, con las necesarias
variaciones estructurales orientadas a ello.
Figura 88: Recreación de Rafael Monleón de un dromon bizantino. Historia gráfica de la navegación y de
las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
En todo caso las variaciones a lo largo de los siglos en las líneas de los cascos de
los trirremes, las Navis Longo romanas, los propios dromones y las taridas como
resultado de la evolución de tales naves a una casi exclusivamente de carga, son escasas.
Tan sólo hay un punto en el que debido al cambio en su concepción, sufre una
transformación estructural notable y que no es sino la desaparición del espolón de
ataque fenicio, romano o incluso bizantino. La nave deja de ser una nave de combate
para ser una nave de transporte en el marco, habitualmente, de los combates. Es decir,
cambia su concepción estructural.
esencial arma de defensa. Por otra parte, y ya en el plano de la estiba, hay que
reflexionar sobre la configuración del casco en sí.
8.6.2. Chelandias
Las fuentes, como con anterioridad se ha referido, nos hablan y así lo refrendan
las cifras anteriormente expuestas, de una capacidad de transporte de en torno a una
docena de animales. Por la configuración del buque descrita en párrafos anteriores, es
de suponer que los animales estuviesen dispuestos en crujía para velar por la estabilidad
de la nave, convenientemente amarrados, y ubicados en sentido transversal, es decir,
babor estribor.
Así pues la chelandia se configura como un dromon, es decir, con las líneas de
casco muy parecidas a las galeras, de cubierta probablemente abierta, al que se ha
desprovisto de su capacidad combativa eliminándole el espolón, y al que se ha dotado
de un espacio diáfano en crujía en forma de una gran bodega, transformada en establo,
con capacidad de transporte de una docena de caballos, sus jinetes y todo lo necesario
para animales y personas en las cortas travesías que realizan. Además, el desembarco de
animales y jinetes se realiza con rampas, probablemente situadas en la regala y que
colocan al animal directamente en tierra.
Naturalmente entre los ejércitos a transportar figuran los caballos que sustentan
una caballería base para acometer con una mínima garantía de éxito cualquier
confrontación bélica en el ámbito medieval.
En todo caso el resurgir del Imperio Bizantino, entre los años 1080 a 1181,
también conlleva un resurgir del desarrollo del transporte marítimo que se había perdido
durante los años de decadencia del imperio.
En este ámbito del periodo bizantino también están recogidos por Constantino
VII en su obra De Cerimoniis aulae Byzantinae dos propuestas de expedición a la Creta
Por otro lado, a pesar de lo narrado por León el Diácono, y atribuible en primera
instancia a un ardid militar de Nicephorus Phocas, no parece aventurado pensar que el
empleo de rampas para el desembarco de equinos y materiales desde los buques a las
playas, fuera un hecho ya usado con bastante anterioridad. No hay que olvidar el empleo
del plano inclinado para la remoción de grandes pesos en, por ejemplo, la construcción
de las Pirámides del Antiguo Egipto. El problema a resolver es conjugar el movimiento
de la nave, en función de las diversas variables meteorológicas, con la sujeción y
estabilidad de la rampa en sí.
En todo caso, siguiendo el criterio de John H. Pryor, coincidimos en que esta es,
tal vez, la primera referencia escrita sobre el uso de tal artefacto para tal fin.
tenían cubierta o no, si los caballos estaban situados bajo ella y desembarcados a través
de puertas en el casco o si, como parece más probable, fueran transportados en las
cortas distancias en buques abiertos y las rampas colocadas desde las regalas hasta la
playa. Tampoco se indica cuántos caballeros estaban implicados aunque se supone que
varios cientos si nos basamos en las figuras conservadas en las figuras de Constantino
VII sobre las referidas expediciones a Creta los años 911 y 949.
8.6.2. Taridas
Figura 89: Recreación de Rafael Monleón de una tarida. Historia gráfica de la navegación y
de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Sin embargo, tal como relata Pryor, tales sistemas de embarque y desembarque
no figuran en los contratos. Conociendo el pormenorizado mundo de los fletes es
evidente, según criterio de Pryor y nosotros coincidimos con él, que no estar recogidos
en los contratos como elementos de carga y descarga de las naves se debe a que no se
esperaba su uso a lo largo del tiempo de flete.
En marzo o abril de 1246 en Génova se suscribe otro contrato por parte de Luis
IX a través de sus agentes. Se trata de la construcción de doce taride. Es evidente que el
propósito de la construcción de estas naves y su posterior empleo no era otro sino el de
que participasen en la primera oleada de asaltos en las playas de Damietta. Y no es
irrelevante el hecho de que el encargo se realizase a la República Marítima de Génova.
En la segunda mitad del siglo XIII, la República genovesa es especialista tanto en el
transporte de caballos como en la construcción de buques de asalto.
una sola hilera y mirando, además, uno a estribor y otro a babor. Considerando la
existencia de dos portalones a estribor y babor, cabe pensar que el embarque y
desembarque de los caballos se realizaría en dos filas paralelas a crujía, unos por
estribor y otros por babor.
Pryor muestra que en los Estatutos de Marsella de 1253 el ancho del espacio
asignado a un caballo a ser transportado hacia Las Cruzadas debería ser de tres palmi
marselleses (0.76 m). Génova no debía tener un cálculo muy distinto para el mismo
transporte, lo cual significa que atendiendo a las medidas de la tarida, veinte caballos
podrían ser estabulados con facilidad en estas naves, en lo cual no podemos menos que
estar de acuerdo.
En relación a los veinte buques redondos fletados por Luis IX en Marsella para
la Cruzada de 1248, Pryor en sus investigaciones constata la inexistencia de condiciones
de estabulación de los caballos a bordo, aunque sí los precios y el equipo de cada
animal. Así queda claro que cada caballo ha de viajar con su necesario equipo, arnés y
un escudero con su equipo. Además el agua para el viaje. Todo al coste de cinco marcos
de plata pura. Y abundando en ello, Blancard en su Documents inédits, y en relación con
dos de los contratos privados suscritos por los Cruzados en Marsella, los de los Condes
de Dreux y Braine y el arzobispo de Tours, indica que se especifica que el agua para
cada caballo para el viaje a Chipre habría de ser de ser de catorce millairole (888 litros).
Desde el prisma del modo de vida en el siglo XXI al hacer una retrospección
intelectual a la Edad Media es fácil dejarse vencer por la sensación de que en aquel
tiempo el mundo funcionaba sin control alguno. Como puede observarse en esta
información una desarrollada burocracia ya daba fe de hechos y actos.
Con posterioridad, Luis XI en 1270 diseña una Cruzada a Túnez. Para ello fleta
a Génova al menos ocho buques redondos a vela y cuatro salandrias específicos para el
transporte de los caballos. Según Pryor, en el contrato inicial no se especifica nada en
relación con remos, portalones ni rampas de popa, por lo que deduce, y nosotros
apoyamos, que la intención para estas naves no era la de varar en la playa ni intervenir
en el establecimiento de una posible cabeza de playa. Estas salandrias eran semejantes
en dimensiones aunque con algo más de capacidad de carga. Sin duda por haber
renunciado a la propulsión a remo y ser movidas exclusivamente por vela.
Figura 91: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Figura 92: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Disposición de la bodega
establo baja. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en
todos los países. 1895.
Al igual que los genoveses, los venecianos también habrían construido grandes
buques destinados al transporte de caballos. De hecho para la Cruzada de Túnez y según
A. du Chesne relata en su Historiae Francorum scriptores, la República Marítima de
Venecia ofreció a Luis XI quince naves para el transporte de caballos y tropas a través
del Mediterráneo. En esta flota se incluirían tres grandes buques redondos, magne
naves, así como otras doce embarcaciones de menor porte, todas ellas de las mismas
dimensiones.
Figura 93: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Disposición de las cubiertas
gemelas. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en
todos los países. 1895.
Lo que se dice en las fuentes, según Pryor, es que los quince buques deberían
tener capacidad para el transporte de cuatro mil caballos y diez mil Cruzados. Es
evidente que estas cantidades son inasumible para tal conjunto de naves, aún asumiendo
que las tres magne navis contasen con una inusitada e impensable capacidad de carga
para la época. Al margen de las dimensiones de los buques, e incluso asumiendo una
peligrosa condición de abarrotamiento en todas y cada una de las unidades, se nos
antoja complicado que las quince naves hubiesen podido asumir tal número de equinos.
Sin contar siquiera los diez mil Cruzados.
Figura 94: Iluminación de Luis IX desembarcando en su segunda Cruzada en Túnez donde finalmente
fallecerá. Nótese la rampa de desembarco. Manuscrito de la Biblioteca Británica. URL: https://e-
royalty.com/top-stories/six-degrees-eleanor-of-aquitaine-joan-kent/
grandes buques, magne naves, que es de 3.800 marcos. De las doce pequeñas, 700
marcos por unidad.
Sumando cantidades y dividiendo por costes, Pryor resuelve que entre los quince
buques podrían haber transportado no más de 1.450 equipos de caballeros completos,
esto es, 1.450 caballos, 1.450 caballeros, 2.900 escuderos y 1.450 mozos de cuadra. Este
cálculo arroja un total de 1.450 caballos y 5.800 Cruzados. Es verdad que, a juicio de
Pryor, son factibles distintas combinaciones de hombres y animales. En todo caso
arrojarían cifras parecidas. Pero lo que es de todo punto imposible es que las cantidades
inicialmente sugeridas de 4.000 caballos y 10.000 hombres son imposibles en tan
exigua flota. No podemos menos que estar de acuerdo con las reflexiones del
investigador. Pero se nos antoja imposible no tanto embarcar tal cantidad de animales y
Cruzados, sino conseguir realizar con éxito una navegación de tal magnitud con las
vicisitudes que pudieran surgir con tan abundante pasaje bien por condiciones
meteorológicas o por las propias en sí de la dificultad que entraña el viaje en naves tan
sobrecargadas.
No pasa desapercibido el enorme volumen que detrae del total de la nave cada
uno de estos requerimientos. Todo ello multiplicado, claro está, por el número total de
equinos. Entendemos que abunda en la teoría de la imposibilidad de haber adecuado las
quince naves propuestas para el traslado de los cuatro mil caballos y los diez mil
Cruzados incluidos en el ejército comandado por Luis XI.
La realidad era, no obstante, que desde la segunda mitad del siglo XIII, el
transporte por mar de grandes cantidades de caballos era algo a lo que se habían
acostumbrado todos los poderes marítimos de Mediterráneo.
Poco después, también en 1249 el emperador bizantino de Nicea Juan III Ducas
Vatatzés, reunió una flota en Esmirna para un ataque sobre Rodas y transportó cerca de
trescientos caballos en trirremes para sus tropas (Pryor 1987j). Lo notable de este hecho
no es sino el uso de naves no específicamente diseñadas para el transporte de caballos,
para el traslado de los animales.
Pryor continúa profundizando en la segunda mitad del siglo XIII. Refiere que en
1263 la flota genovesa transportó hacia los Balcanes e islas del Egeo para la
restauración del Imperio Bizantino tropas bizantinas que ciertamente incluían caballos.
Entre 1266 y 1268, Carlos I de Anjou, hermano menor de Luis IX, conquista el
Reino de Sicilia, estableciendo lo que posiblemente fuese la monarquía feudal más
notablemente organizada de la Europa Medieval. Desgraciadamente los archivos del
Reino Angevino de Sicilia y Nápoles fueron destruidos en la invasión alemana de 1944,
pero gracias al empeño de gran número de estudiosos, se publicaron grandes extractos
de ellos y de esta manera se puede conservar importante información de este reinado,
especialmente de lo concerniente a Carlos I. Y alguno de los documentos publicados,
contiene información referente al tema de los transportes de caballos por mar, como por
ejemplo el Pergamena della Regia Zecca.
En relación a este período, durante las tres décadas (de 1270 a 1300) de reinado
de Carlos I y su hijo Carlos II, los monarcas estuvieron en constante estado de guerra.
Especialmente en dos frentes: contra los bizantinos en el Peloponeso y Albania, y desde
1282 contra los sicilianos y los aragoneses en el Mediterráneo Occidental. Además
mantuvieron estrechas relaciones con el Principado de Villeardouin de Arcadia, del que
en 1267 se convirtió en Señor, y con los restos del Reino de Las Cruzadas de Jerusalén
que adquirió por compra en 1277.
Para hacernos una idea del ámbito de transporte de los caballos desde los puertos
del sur de Italia, Pryor hace una reflexión sobre el destino de los animales.
Además y como dato importante, Pryor indica tras el minucioso estudio de los
Archivos Angevinos que en todos los Estados del Levante Latino se denota la escasez
de caballos (Pryor 1987k).
En relación a las Órdenes Militares Pryor sostiene que la que parece haberse
beneficiado más de la generosidad del monarca es tal vez la del Hospital. Aunque indica
que entre las fuentes consultadas existe un permiso a los Caballeros Templarios para la
exportación de caballos.
indudablemente caballos de batalla y otros equinos. Sirva como ejemplo las distintas
órdenes cursadas por el monarca a los capitanes de puerto para permitir el embarque de
caballos hacia Serbia y Bulgaria. Pryor aporta para ello interesantes apuntes. Notable en
este sentido es la orden cursada para que se permitiera a Nicolás de St. Omer embarcar
sesenta caballos desde Apulia para servicio en Serbia y Bulgaria o 104 caballos, cien
burros y ocho mulos en cinco taridas y un buque redondo en Brindissi y enviarlos a
Durazzo y Rumanía, etc.
Figura 95: Peter III Aragon, in Sicily during Vespri siciliani (1282) (Biblioteca Vaticana)
URL: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Arrivo_aragonesi.jpg
Es una realidad que desde que a finales del siglo X y principios del XI, el
Imperio Bizantino entró en declive y perdió su hegemonía marítima en el Mediterráneo
Occidental, y la excelencia en materia naval pasó a manos de venecianos, las
Repúblicas Marítimas italianas han sabido conservarla.
Y de esta manera Pryor refiere una infinidad de órdenes y contratos firmados por
Carlos I y Carlos II orientados todos a la exportación y traslado de caballos a diversos
lugares de su Reino, y basados en los datos mostrados en las obras Regno di Carlo I, de
Minieri Riccio, y de Documents from the Angevin registers of Naples: Charles I, de
E.M. Jamison.
XIII. Se puede llegar casi a un cuadro completo de cómo se alistaba una tarida para el
transporte de caballos.
… ocho canne de largo y ocho palmi de alto (sobre el suelo)… catorce palmi de alto
(ancho) sobre el suelo,… quince palmi de lado a lado, … ocho palmi de alto de las
planchas de la bodega a las de la cubierta, … cuatro y medio (catorce y medio) palmi de
alto en la popa… trece palmi de alto en la proa… y (la tarida) debería tener cuatro
portalones de entrada al interior, dos por debajo y dos por encima, y debería tener
dentro un portalón oscilante, de tal modo que el de babor debería estar sellado, …
redondeado en la popa de modo que permita a un caballo ser embarcado y
desembarcado armado y ensillado,… debería estar reforzado en el suelo para recibir al
menos treinta caballos… debería tener los suficientes cáncamos para asegurar los
caballos y mantenerlos de pie., … cada cinco palmi debería haber una viga de
sustentación… y (la tarida) debería tener… una rampa para embarcar dichos caballos en
la posición de la pasarela…
… dieciocho canni de largo,… quince palmi de alto en la popa… trece palmi y medio
de ancho sobre el suelo… del pesebre donde los caballos deberían tener sus pies siete
palmi y medio de altos… en el menor o al menos más bajo sitio de la tarida bajo las
vigas de la cubierta tal que el grosor de éstas no debería estar incluido en esa cifra… de
lado a lado quince palmi y medio,… trece palmi y medio en la proa,… la tarida debería
abrirse en el centro en quince palmi y medio justo como en el lado,… debería tener tres
portalones que deberían estar por encima (de la cubierta),… debería tener un portalón…
ocho palmi y medio de alto y cinco palmi y medio de ancho (en la popa),… en cada
banda… debería haber vigas falsas de modo que donde las taride son débiles a causa de
las grandes aberturas en los portalones, deberían ser fuertes gracias a las vigas,… en la
popa… debería haber seis vigas de cubiertas absolutamente fuertes… de olmo… y
careciendo (olmo)… de abeto… doce canne deberían estar dispuestos para recibir los
caballos, contando de popa a proa y las restantes seis canne hacia la proa deberían
quedar para estibar víveres, aparejos y otro equipo… debería tener los necesarios raíles
laterales de madera para asegurar los caballos y manteneros en sus pies…
… Cada (tarida) debería ser dieciocho canne de largo y quince palmi de alto en la popa
y trece en la proa y trece palmi y medio de ancho en el suelo. Igualmente debería estar
abierta en el centro hasta quince palmi y medio. También deberían existir portalones de
entrada en la cubierta arriba, [y] un portalón en la popa para embarque y desembarque
de hombres armados y caballos ocho palmi y medio de alto y cinco y medio de ancho.
También cada tarida debería ser redonda en la popa de modo que un caballo pueda
embarcar y desembarcar ensillado y armado. También las vigas de cubierta deberían ser
de diecinueve palmi de largo. También en cada tarida deberían estar dispuestos doce
canne para recibir a los caballos y en cada una deberían establecerse sitios para treinta
caballos… cada (tarida) debería tener una rampa para embarque de los caballos de
catorce palmi de largo.
… La antedicha tarida… debería ser dieciocho canne de larga. Tembién quince palmi
de alta en el stern. También trece palmi y medio de ancho en el suelo. También del
pesebre donde los caballos deberían tener sus pies debería ser de siete palmi y medio de
alto… en el más pequeño o menos bajo lugar de la tarida bajo las vigas de cubierta tal
que el grosor de ellas no debería incluirse en esta cifra. También debería ser quince
palmi y medio de lado a lado. También trece palmi de alto en la proa. También la tarida
debería abrirse en el centro hasta quince palmi y medio como en el lado. También
debería haber portalones en cubierta arriba tal como sea posible y acostumbrado en
otras taride. También debería haber un portalón en la popa de la tarida para embarque y
desembarque de hombres armados y caballos, cuyo portalón debería ser ocho palmi y
medio de alto y cinco y medio de ancho. Y ese portalón debería ser posible cerrarlo con
dos puertas muy fuertes que deberían tener falsas vigas de modo cuando la tarida se ve
debilitada a causa de las grandes aberturas en los portalones debería ser fuerte gracias a
las vigas. Y ese portalón en la popa de la tarida debería (tener) una buena puerta fuerte
oscilante. También a popa, en el espacio donde se acostumbre estibar cosas, las vigas de
cubierta deberían ser duplicadas y construirse seis absolutamente fuertes de buen roble o
abeto u olmo, cuyas vigas son syonte como dicen los provenzanos. También debería ser
redonda en las popa para permitir embarcar y desembarcar un caballo ensillado y
armado. También las vigas de cubierta deberían ser diecinueve palmi de extremo a
extremo… También en esa misma tarida deberían ser dipuestos doce canne para recibir
a los caballos contando desde la popa hacia la proa tal que (la cubierta de) las doce
canne deberían ser de buen roble y hacia la popa las tablas de roble deberían ser más
pesadas y fuertes que las otras de la misma del establo (área de establo) a causa del
embarque y desembarque de caballeros armados que embarcan y desembarcan armados
desde esa misma tarida en dichos caballos y a causa del peso de esos mismos hombres
armados caballos es oportuno que esas mismas tablas sean más pesadas y fuertes. Y las
restantes seis canne de la misma tarida hacia la proa deberían quedar para estibar
víveres, aparejos y otro equipo. También deberían tener los necesarios raíles laterales de
madera para asegurar los caballos y mantenerlos sobre sus pies. También cada ocho
palmi debería tener una viga vertical doble de alta que su grosor tal que entre dos vigas
verticales deberían estar tres caballos dado que tres caballos deberían estar acomodados
dentro de siete palmi y medio y en el restante medio palmus debería estar la viga
vertical. Y las vigas verticales deberían construirse de modo que dentro de una longitud
de diez canne al menos treinta caballos se deberían acomodar fácilmente y bien en cada
tarida. También debería haber en esa misma tarida esas tablas para la pasarela, que en
la Provenza se denomina corde, de buen roble… También que esa misma tarida debería
tener… dos palos de los que uno, denominado palo de proa, debería ser veintidós gubiti
de largo… y el otro palo el de popa debería ser diecisiete gubiti de largo… También
debería tener pañoles de los que el que está cerca de proa debería ser treinta gubiti de
largo… También que esa misma tarida debería tener dos remos de gobierno cada uno
de los cuales debería ser veintiocho [dieciocho] palmi al menos de largo… También
debería tener ciento doce remos de los que la mitad deberían ser veintiocho palmi de
largo y la otra mitad veintinueve. También una rampa para embarcar los caballos tan
ancha como el portalón [de popa] de la tarida y catorce palmi de largo… También dos
velas, una de las cuales debería ser treinta y seis gubiti [en la entena]… y la otra
treinta… gubiti… (1 de mayo 1278, Torre S. Erasmo, cerca de Capua. Carta de Carlos I
al Justicia de la Capitanía instruyéndole para que ayude a la construcción de taride en
Brindisi bajo la dirección de Simon di Belvedere, vicealmirante del río Tronto a
Cotrone y especificando los detalles de construcción de las taride) Regno di Carlo I. (C.
Minieri Riccio, 1876).
Con portalones en las aletas y rampas que se adaptaban a ellos para embarcar y
desembarcar los caballos incluso contemplando la posibilidad de llevar a la grupa a sus
jinetes.
Como con anterioridad se ha referido, en el último cuarto del siglo XIII y gracias
a la existencia de las distintas reconstrucciones de los Archivos Angevinos realizadas
por diferentes investigadores, podemos tener acceso a las dimensiones concretas y
específicas de estas naves en este periodo específico de tiempo.
Así, en virtud de los diferentes documentos que Pryor nos muestra y en especial
al fechado el 1 de mayo 1278, en Torre S. Erasmo, cerca de Capua, referido a una Carta
de Carlos I al Justicia de la Capitanía instruyéndole para que ayude a la construcción de
taride en Brindisi bajo la dirección de Simon di Belvedere, Vicealmirante del río Tronto
a Cotrone y especificando los detalles de construcción de las taride, podemos al final
hacer una aproximación técnica basada en la realidad.
Para el cálculo en el actual sistema decimal hay que considerar que los
documentos ofrecen tres tipos de medida: cann, gubitus y palmus. Pryor aclara que una
canna son ocho palmi, y que un gubitus son tres palmi. El palmus napolitano del siglo
XIII medía 0.262 m. Por ello, promediando las medidas ofrecidas en los cinco textos
para obtener el modelo medio de tarida propuesta tendría una eslora interna sobre el
plan de 18 canne, es decir, 37.73 metros, ocho palmi de altura interna sobre el plan,
2.01 metros, y en torno a 13,5 palmi de anchura de bodega. Además alturas de 15 palmi,
3.92 metros en la popa y sobre 13, 3.41 metros en la proa.
remeros bajo cubierta manejando un remo de 29 palmi, es decir, 7.60 metros. Y por
último se gobernaba con dos remos laterales de 28 palmi, 7.34 metros.
con mayor detalle, el delicado momento que supone esta maniobra y posterior operación
de desembarque. El buque y especialmente su carga y tripulación, en caso de
hostigamiento por parte del enemigo desde la playa, pasa por un momento de especial
vulnerabilidad.
Parece por ello que queda definida y perfilada la utilidad de la nave atendiendo a
las necesidades de refuerzo sugeridas en los documentos angevinos.
Figura 96: Disposición de los caballos en la bodega establo en las taridas construidas en Brindisi en 1278
para Carlos I de Anjou, Rey de Sicilia. Transportation of horses by sea during the era of the crusades:
Eighth century to 1285 A.D. Part 2: 1228-1285. Pag. V117.
9.3. El aparejo
los que con posterioridad se transportarán mercancías y personas a lo largo de todos los
mares del globo. Y lo más importante, el momento en que las tecnologías de las dos
grandes civilizaciones existentes entonces, Oriente y Occidente, se funden para producir
beneficios cuyos réditos iluminen los siglos posteriores. Es, de hecho, el momento en el
que se van a unir de manera indeleble multitud de áreas, artes y campos, de
procedencias variopintas, de culturas aparentemente antagónicas, y se va a crear un
universal beneficio que en infinitud de aspectos no sólo llega hasta nuestros días, sino
que el hoy es producto de aquel tiempo.
Figura 97: Sección longitudinal de las taridas construidas en Brindisi en 1278 para Carlos I de Anjou, Rey
de Sicilia. Transportation of horses by sea during the era of the crusades: Eighth century to 1285 A.D.
Part 2: 1228-1285. Pag. V117.
Habida cuenta del origen del propio dromon como evolución bizantina de las
naves de remo fenicias y romanas, inicialmente cuenta con un aparejo cruzado similar al
montado en las naves de las que procede.
De esta manera, inicialmente, las velas cuadras que montaban las primeras
taridas resultaban eficaces tan sólo para vientos portantes, siendo, por tanto, al igual
que en las naves de su origen, un sistema auxiliar de propulsión. Además, debido a la
específica función de la nave y la particular maniobra que debía realizar para cumplir el
objeto de su misión, resultaba de todo punto ineficaz.
…También que esa misma tarida debería tener… dos palos de los que uno,
denominado palo de proa, debería ser veintidós gubiti de largo… y el otro palo el de
popa debería ser diecisiete gubiti de largo. También dos velas, una de las cuales
debería ser treinta y seis gubiti [en la entena]… y la otra treinta… gubiti…
9.4. El gobierno
El gobierno de los buques se hacía por medio de este tipo de timones, y las
evidencias iconográficas nos muestran varios métodos de montaje de estos remos de
gobierno sobre el casco.
Figura 98: Recreación de Rafael Monleón del gobierno lateral o de espadín una tarida. Historia gráfica de
la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895
El uso del timón de codaste no se generalizó hasta siglos posteriores, en los que
la propulsión vélica ya era la principal o única forma de generar movimiento en las
naves. Al margen de la abundante iconografía que nos muestran dos timones en las
aletas de las naves, existe el claro testimonio ya referido con anterioridad y que Pryor
nos ha mostrado. Nos referimos al documento V en el que, procedente de los Archivos
Angevinos, sobre el sistema de gobierno de las naves se especifica:
También que esa misma tarida debería tener dos remos de gobierno cada uno de
los cuales debería ser veintiocho [dieciocho] palmi al menos de largo…
que este desembarque se realizaba por los portalones situados en las aletas una vez
abiertos y aparejadas las planchas, se ha visto que las naves debían por fuerza acometer
la varada ciando, es decir, ganando la playa por la popa.
Por el contrario, los timones de costado tanto por su posición como por su
sistema de fijación al casco, partiendo de la base de proporcionar al buque un eficaz
gobierno en toda condición, podían ser retirados o izados en el momento oportuno
evitando así daños que pudiesen invalidar la capacidad del gobierno de la embarcación.
Es de suponer, pues, que esta forma de gobierno resultó común a lo largo de las
diferentes etapas que la embarcación ideada para el transporte marítimo de caballos
sufrió desde sus inicios hasta la más evolucionada de las naves.
UXER. S.m. Lemosín. Nombre que se daba en la Edad Media a una especie de
nave de carga de gran tamaño y que se destinaba especial, aunque no exclusivamente
al transporte de caballos. Tenían en la popa una puerta al nivel de la línea de flotación
para facilitar el embarque de las bestias que solían ser en número de 30 a 40. En la
historia se hace mención de un gran Uxer ganado a los moros en el sitio de Algeciras
por el Rey D. Alfonso y en cuya nave mandó hacer su hijo D. Pedro, tres castillos, uno
a cada extremo y otro en el centro pudiendo alojar 40 caballos en su bodega, lo que
hace suponer que medía por lo menos 100 pies de eslora, 24 de manga y 8 de puntal”.
Como en lemosín el artículo lo iba siempre precedido a la voz uxer (lo uxer)
resultaba una cacofonía por lo cual muchas veces se suprimía la ó y se solía escribir
particularmente en Francia L´uxer ó louxer de lo cual poco a poco se hizo la voz de
lougre ó lugre como escribimos en castellano y también se escribía Uxel.
Figura 99: Recreación de Rafael Monleón de un Uxer. Historia gráfica de la navegación y de las
construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895
Figura 100: Detalle del único orden de remos de la reproducción de la tarida realizada por el Museo del
Port de Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria de Tarragona.
Figura 101: Aspecto longitudinal de la reproducción de la tarida realizada por el Museo del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria de Tarragona.
Se entiende la tarida como la evolución, a través de los siglos, de una nave con
un propósito extraordinariamente concreto y especializado: el transporte y no
desembarco de caballos en las playas. Bien es verdad que el transporte de equinos se
realiza en multitud de embarcaciones. Y el embarque y desembarque tanto en
instalaciones portuarias o en playas se realiza de distintas formas. Sin embargo la
Tarida acaba siendo el más evolucionado de los buques que realizan este tipo de
transporte y, en concreto, este tipo de desembarco, resultando por tanto el más
significativo de los buques dedicados a tal fin, con sus distintas variaciones en su
denominación en función de la zona de navegación.
El nuevo rol de la nave es, en esencia, transportar lo más cerca posible de tierra
su preciado cargamento de caballos. Se hace necesario, pues, reducir el calado al
máximo para que la nave pueda aproximarse tanto como sea posible a la orilla, por lo
que aplana el fondo para este cometido.
Como bien se puede ver, Monleón hace una precisa descripción de la nave
objeto de estudio. Por la fecha y por el contenido no es aventurado pensar que la fuente
que pueda haber consultado sea o se haya basado en uno de los documentos de los
Archivos Angevinos citados en párrafos anteriores.
Los primeros antecedentes nos sitúan en el 762, en el que los bizantinos emplean
las chelandias, en latín calandrias o salandrias para transportar caballos. En número de
doce en cada nave. Entendiendo la chelandia como evolución del dromon, cabe
describir el casco estos buques.
Especie de galera antigua, tosca y pesada que servía para defender las entradas
de bahías y puertos por medio de castillos o torres que en ellas solían instalarse como
se ve en una antigua medalla veneciana cuya inscripción latina que rodea la imagen
grosera de un barco de remos con una torre en el centro, dice: Petrus Cand. Dux
Chelandia portis C. fecit; y en el reverso: Securitas Venetiae
Por otro lado, la eslora otorgada al modelo por los investigadores del Museo
Naval del Puerto de Tarragona es de 26,60 metros.
Figura 102: Plano de sección longitudinal realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona.
Figura 103: Plano de líneas de agua realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona.
Figura 104: Plano de detalles de la tarida realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona.
Figura 105: Popa del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona. Imagen
del doctorando.
Figura 106: Detalle del portalón del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de
Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 107: Detalle de la bodega establo del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port
de Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 108: Vista de la amura de estribor del modelo de tarida realizado por el Museu del Port de
Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 109: Detalle de la popa y la toldilla del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del
Port de Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 110: Detalle de los timones laterales y de un caballo embarcando en la bodega establo del modelo
a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 111: Popa del modelo a escala real de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona.
Imagen del doctorando.
Figura 112: Detalle del timón lateral del modelo a escala real de la tarida realizado por el Museu del Port
de Tarragona. Imagen del doctorando.
Figura 113: Detalle de la escala de embarque en el modelo a escala real de la tarida realizado por el
Museu del Port de Tarragona. Imagen del doctorando.
La nave dibujada por Monleón excede con creces el diseño y tamaño atribuido a
las taridas referidas en los contratos de Carlos I. Es más, Monleón refiere como fuente
para su recreación el “Contrato de Navios”, publicado en Venecia en 1268.
Entendemos, pues, que el citado contrato por el año y lugar de publicación, responde al
de uno de los tres magne naves, naves redondas ofrecidas por Venecia a Luis IX junto
con otras doce taridas, para acometer la Cruzada de Túnez (Pryor 1987p).
Por su parte Venecia, para la misma Cruzada, ofreció a Luis IX quince naves de
las cuales tres eran magne naves y doce embarcaciones de menor porte. Con ellas
Venecia aseguraba al monarca francés que podría transportar cuatro mil caballos y diez
mil Cruzados. Cifras de todo punto imposible.
Figura 115: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
Figura 116: Cuadro comparativo de las taridas encargadas por Carlos I y Luis IX para sus diferentes
campañas. Mediterranean birreme galleys AD 500-1.300. Pag. 115
Pensamos, pues, que la eslora asignada por los investigadores del Museo Naval
de la AAPP de Tarragona, puede haberse desprendido de la interpretación del dato de la
eslora de la bodega como eslora total. No es difícil interpretarlo así ya que como eslora
total se muestra en el cuadro comparativo entre las taridas encargadas por Luis IX y
Carlos I a los constructores venecianos y genoveses para sus respectivos conflictos
bélicos (Gardiner 1995). En estos términos es lógico realizar una distribución de los
animales en las bandas de la bodega frente a una disposición en la línea de crujía, tal y
como sugiere Pryor (Pryor 1987p) para dar cabida al número de caballos que se
demanda: treinta por nave.
Es una suerte contar con este modelo ya que al haber seguido una línea de
investigación muy similar, es posible ver de manera real y tangible en resultado de la
modelización. Gracias a ello esta investigación ha concluido de una manera en extremo
inusual considerando el periodo de tiempo manejado en ella: tener una idea clara y
visual del resultado de la investigación.
CONCLUSIONES.
2.- Efectivamente se ha visto que está documentado el traslado por mar de caballos
por la Orden del Temple a diversos destinos. Sin embargo, y aunque es probable que su
extensa flota contase con embarcaciones específicas para el transporte equino, también
se ha documentado que el propio Primer Maestre de la Orden, Hugo de Payns, fletó
naves especializadas para sus primeros transportes de caballeros y caballos a los campos
de batalla de Tierra Santa. Además, ha quedado probado que la hipótesis de que fueron
los constructores de buques de la propia Orden los que diseñaron y ejecutaron los
primeros portones laterales para el embarco y desembarco de los caballos en las playas
es errónea. Durante el transcurso de la investigación se ha visto que no fueron otros sino
los constructores del Imperio Bizantino los que ejecutaron tal sistema al encontrarse ya
referido mucho antes que la propia creación de la Orden del Temple tras la Primera
Cruzada.
4.- Como con anterioridad se ha descrito, las propias Cruzadas generan en sí no sólo
un flujo de mercancías y personas hacia el Mediterráneo Oriental inédito hasta la época,
sino sus propias vías para hacerlo. Unas vías vivas que evolucionaban conforme la
técnica y la tecnología marítimas iban avanzando. Y en este avance son importantes los
intereses que generaban los diversos conflictos a lo largo de los siglos, Intereses que se
traducían, entre otros, en la mejora y adecuación de la forma de llegar las tropas y
mercaderías a los lugares de conflicto. Con tres premisas fundamentales: rapidez,
capacidad y seguridad. Para lograr estos objetivos no cabe duda de que se hicieron
grandes esfuerzos por parte de los Reinos, Principados y Repúblicas e incluso de las
Órdenes religiosas con un objetivo: conseguir hacer que los vehículos de transporte al
otro confín del Mediterráneo pudiesen asumir los requerimientos demandados por el
devenir de los conflictos. Queda pues demostrado que el conflicto de Las Cruzadas
aceleró de manera notable la evolución del desarrollo tecnológico que de otra manera,
de no haber existido, probablemente hubiera resultado más lenta y retardada.
7.- Las Órdenes religiosas de corte militar abundaron en tiempos de Las Cruzadas.
De hecho el conflicto resultó el catalizador para su fundación en varios casos. Tal vez la
más significativa de ellas fuera la Orden del Temple.
Hay otras naves de importancia notable que también han sido objeto del
ostracismo de los historiadores. Incluso de los propios historiadores marítimos. Naves
que han conformado el embrión de otras nuevas finalizado su proceso evolutivo o que
simplemente han desaparecido.
Tal vez el más representativo de esos buques sea el “buque redondo”, embrión
de las carracas, carabelas y galeones que tantas glorias habrían de reportar al Imperio
español con el devenir de los tiempos.
Una línea de investigación que se impone como resultado de este estudio técnico
efectuado sobre unos aspectos concretos de Las Cruzadas sería realizar una profunda
reflexión sobre la realidad de la Civilización si este conflicto bélico nunca hubiera
existido.
Las seis galeras que parten de Tartus contienen tropas y pertrechos para los
sitiadores, Sin embargo el más preciado material que transportan resulta ser ellas
mismas.
NOTAS
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LISTA DE FIGURAS
Figura 2: Mapa de la Primera Cruzada. Se puede observar el trayecto seguido por los integrantes de la
“Cruzada de Los Pobres”. Como se puede apreciar el traslado de tropas se realiza cruzando el
Figura 3: Recreación en 3D del puerto romano de Ostia en el esplendor del Imperio Romano................. 21
Figura 4: Puerto de Ravenna. Mosaico representando el esplendor del Puerto de Classe. Siglo X. .......... 22
Figura 5: Primera Cruzada. Como se puede observar el traslado de tropas es casi exclusivamente por
tierra. Se aprecia el breve cruce del Adriático desde los puertos de Bari y Brindisi tan sólo por las
Figura 6: Nave asiria procedente de bajo relieve del palacio de Sennaquerib de la ciudad de Nínive (actual
Mossul). Siglo VII a.C. Se puede observar una nave de medio porte, con doble propulsión de remo
Figura 7: Grafiti de un barco de la Plena Edad Media, localizado en la cara interna de un sarcófago del
siglo XII. Descubierto en 1885 por la Sociedad de Anticuarios de Normandía a las afueras de Saint-
Figura 8: Grafiti de galera localizada en las murallas de Ibiza. Siglo XV. ................................................ 32
Figura 10: Mosaico de la necrópolis de Isola Sacra, tumba nº 43. Representa simplificadamente el faro de
la isla que dividía la bocana de entrada al puerto de Claudio con dos barcos que realizan el
http://www.historiayarqueologia.com/profiles/blogs/el-puerto-de-claudio-y-de-trajano ................. 34
Figura 11: Nave procesional del dios Amón, en la capilla dedicada a esta divinidad. relieve pintado del
URL:http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/grandes_reportajes/9270/los_barcos_l
os_faraones-imagen_3.html#gallery-3.............................................................................................. 35
Figura 12: Nave tallada en piedrade Auga dos Cebros es único en Europa y se encuentra en la parroquia
Figura 13: Naves talladas en la Torre de Pisa. Se aprecian claramente los dos mástiles aparejando velas
cuadras así como los timones laterales o de espadilla. Se perfilan castillos a proa y popa y no
existen remos, lo que hace pensar que se trata de naves mercantes. Siglo XII. ................................37
Figura 14: Petroglifos de Nag el-Hamdulab (Egipto) en los que se pueden apreciar barcos y figuras
Figura 15: Nave solar de Keops. Construida en torno al 2500 A.C. Descubierta en 1954. ........................38
Figura 16: Vaso griego representando dos galeras griegas. Historia de los Descubrimientos y
Figura 17: Mosaicos de la Basílica de San Juan Evangelista de Rávena, Italia, en los que se reproduce la
Figura 18: Barco con forma de dragón. Manuscrito del siglo X. Northumbria (Gran Bretaña). URL:
https://pinake.wordpress.com/category/archivos-y-bibliotecas/page/4/ ............................................41
Figura 19: Combate naval entre naves y galeras. Siglo XVI. URL:
https://barcosmaryarte.files.wordpress.com/2014/01/dsc_0700.jpg..................................................41
Figura 20: Reconstrucción infográfica en base a restos arqueológicos. Universidad de Texas. .................44
Figura 23: Libro de los inventores del Arte de Marear y de muchos trabajos que se pasan en las galeras.
URL:http://www.galiciana.bibliotecadegalicia.xunta.es/gl/consulta/registro.cmd ...........................56
Figura 24: Dibujo medieval de una galera (S XIII). Fuente Biblioteca Nacional de España. .....................58
Figura 25: La flota de piratas sarracenos se dirige contra Creta. Imagen procedente del manuscrito de Juan
Skylitzes Madrid. Siglo XII. Biblioteca Nacional de España. (Gr. Vitr.26-2). .................................62
Figura 26: Libro llamado Consulado del mar. URL: www.bnc.cat . ..........................................................66
Figura 31: Rutas comerciales desde y hacia las Ciudades italianas de Génova y Venecia S. XIII-XV.
Figura 32: Transacción comercial en casa de un prestamista judío (miniatura de Las Cantigas). Puertos
Figura 33: Navegantes árabes. Los navegantes árabes utilizaron las rutas tradicionales del comercio y
durante cierto tiempo efectuaron el control tanto de los caminos como por mar que llevaban a las
Figura 35: Rutas de la sexta, séptima y octava Cruzada. Como se puede observar los desplazamientos son
Cruzada/ ............................................................................................................................................ 94
fenicia.html ....................................................................................................................................... 97
Figura 37: Birreme asirio procedente del Palacio de Senaquerib y actualmente conservado en el Museo
Británico de Londres......................................................................................................................... 98
Figura 38: Nave asiria. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales
Figura 39: Nave fenicia. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
Figura 40: Ulises y las Sirenas (s. II y IV a.d.C.). Museo del Bardo. Túnez. Leonor Vidal García 2010.
Figura 41: Triera griega. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
navales en todos los tiempos y en todos los países 1895. ............................................................... 102
Figura 42: El triunfo de Neptuno. (s. II y IV a.C.). Museo del Bardo. Túnez. Leonor Vidal García 2010
........................................................................................................................................................ 103
Figura 43: Nave romana. Mosaico del Museo del Bardo (s. II al IV a. C.). Túnez. ................................. 104
Figura 44: Recreación de Trirreme griego sin propulsión vélica en maniobra de abordaje. La Marina en
Figura 45: Naves romanas. Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones
navales en todos los tiempos y en todos los países 1895. ............................................................... 105
Figura 46: Interpretación de Rafael Monleón en relación con la disposición de los galeotes en los
multirremes romanos. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los
Figura 47: Recreación de Quinquerreme griego. Cuenta con cinco órdenes de remeros atendiendo tres
http://www.culturaclasica.com/cultura/marina.htm ........................................................................106
Figura 49: Popa de nave romana. Se pueden observar los timones laterales. Interpretación de Rafael
Monleón. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y
Figura 50: Naves romanas. Reconstrucción de Rafael Monleón basada en bajorrelieves. Historia gráfica
de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895.
.........................................................................................................................................................109
Figura 51: Birreme romano cataphracta. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales
Figura 52: Fundíbulo o trabuquete posiblemente similar al construido por el marino e ingeniero genovés
Guillermo Embriaco con la madera de sus naves para la toma de Jerusalén en 1099. ....................111
Figura 56: Mapa de la competencia naval entre árabes y bizantinos en el Mediterráneo, siglos VIII al XI.
.........................................................................................................................................................118
Figura 58: Una reconstrucción datada en el último tercio del siglo XVI de lo que fue el mapa de Isidoro
Figura 59: Mapamundi del Beato de Liébana, con orientación al este. ....................................................123
Figura 60: Carta Pisana. Primer portulano realizado a finales del siglo XIII, alrededor de 1275 - 1300..124
Figura 61: Portulano de A. Cresques, s. XIV, representando el Mediterráneo. Cátedra de Historia Naval.
.........................................................................................................................................................125
Figura 62: Combate entre dos galeras y un barco mercante. Segunda mitad del siglo XIII. Tabla de
artesonado. La nave mercante es acosada por dos galeras. La propulsión del mercante es
exclusivamente a vela mientras que las galeras son movidas por remos. ....................................... 126
Figura 64. Puerto medieval de Marsella. Base principal de la Flota Templaria. ...................................... 133
Figura 65: Travesía de Luis IX en la Séptima Cruzada. 1825 millas desde Aigues-Mortes hasta Chipre.
Figura 66: Tapiz de Bayeaux. Escena de transporte de caballos a través del Canal de La Mancha. URL:
Figura 67: Traslado y desembarco de los caballos de la Caballería Normanda para la invasión de
comic-historico-en-latin/................................................................................................................. 140
Figura 68: Dromon bizantino. Reconstrucción de Rafael Monleón. Historia gráfica de la navegación y de
las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ................................ 142
Figura 69: Nave medieval mostrado aparejo de vela latina. Rafael Monleón. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ..... 146
Figura 70: Naves de Luis IX combatiendo en la ciudad de Damietta durante la Séptima Cruzada. Las
naves están atracadas de popa al enemigo. Aparentemente se trata de naves redondas. ................ 151
Figura 71:Dromones en el Manuscrito de de Juan Skylitzes. Fol. 31va, detalle. Siglos XI-XIII. ........... 154
Figura 72: Recreación del portalón de desembarque en la aleta de estribor de una tarida. Rafael Monleón.
Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos
Figura 73: Trayectos seguidos por los distintos Reyes en la Tercera Cruzada......................................... 156
Figura 75: Derrota seguida por la flota veneciana en la Cuarta Cruzada. ................................................ 159
Figura 76: Flota veneciana fondeada en Constantinopla. Se pueden observar tanto naves redondas como
Figura 77: Iluminación francesa representando el aprovisionamiento de naves antes de partir hacia las
Cruzadas. Siglo XIII. Se puede observar una tarida con el portón arriado, flanqueada por dos
Figura 78: Detalle del portón de la tarida en la iluminación francesa de la fig. 77 representando el
aprovisionamiento de naves antes de partir hacia las Cruzadas. Siglo XIII. ...................................167
Figura 79: Nave redonda del siglo XIII en interpretación de Rafael Monleón. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ......168
Figura 80: Luis IX embarcando en una nave a través de una rampa en la Séptima Cruzada. Museo del
Louvre. URL:http://www.artactu.com/exposition-enluminures-du-moyen-age-et-de-la-renaissance-
musee-du-louvre-article00983.html ................................................................................................169
Figura 81: Iluminación en la que se muestra a Luis IX navegando durante la Séptima Cruzada. En la
Figura 82: Desembarco de los Cruzados de Luis IX en las playas de Egipto en la Séptima Cruzada. .....170
Figura 83: Miniatura de Naves bizantinas empleando un artefacto similar a una rampa para embarque y
Figura 85: Asedio de Tiro por la flota veneciana y los caballeros cruzados en la ilustración de un
https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Tiro ....................................................................................185
Figura 86: Alejandría según el mapa de Piri Reis. Siglo XVI. .................................................................191
Figura 87: Detalle de la plataforma de combate montada en los dromones bizantinos y que podía izarse o
arriarse según las necesidades defensivas en interpretación de Rafale Monleón. Historia gráfica de
la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ..193
Figura 88: Recreación de Rafael Monleón de un dromon bizantino. Historia gráfica de la navegación y de
las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895..................................194
Figura 89: Recreación de Rafael Monleón de una tarida. Historia gráfica de la navegación y ................200
Figura 90: Iluminación de Luis IX navegando hacia Túnez. Siglo XIII. ..................................................205
Figura 91: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ......206
Figura 92: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Disposición de la bodega
establo baja. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos
Figura 93: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Disposición de las cubiertas
gemelas. Historia gráfica de la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y
Figura 94: Iluminación de Luis IX desembarcando en su segunda Cruzada en Túnez donde finalmente
Figura 95: Peter III Aragon, in Sicily during Vespri siciliani (1282) (Biblioteca Vaticana) .................... 213
Figura 96: Disposición de los caballos en la bodega establo en las taridas construidas en Brindisi en 1278
para Carlos I de Anjou, Rey de Sicilia. Transportation of horses by sea during the era of the
crusades: Eighth century to 1285 A.D. Part 2: 1228-1285. Pag. V117........................................... 227
Figura 97: Sección longitudinal de las taridas construidas en Brindisi en 1278 para Carlos I de Anjou, Rey
de Sicilia. Transportation of horses by sea during the era of the crusades: Eighth century to 1285
Figura 98: Recreación de Rafael Monleón del gobierno lateral o de espadín una tarida. Historia gráfica de
la navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895 .. 231
Figura 99: Recreación de Rafael Monleón de un Uxer. Historia gráfica de la navegación y de las
construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895 ...................................... 233
Figura 100: Detalle del único orden de remos de la reproducción de la tarida realizada por el Museo del
Figura 101: Aspecto longitudinal de la reproducción de la tarida realizada por el Museo del Port de
Figura 102: Plano de sección longitudinal realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona. ........................... 240
Figura 103: Plano de líneas de agua realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona. ........................... 241
Figura 104: Plano de detalles de la tarida realizado por el equipo de investigación del Museu del Port de
Tarragona. Imagen cortesía de la Autoridad Portuaria del Puerto de Tarragona. ........................... 241
Figura 105: Popa del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona. Imagen
Figura 106: Detalle del portalón del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de
Figura 107: Detalle de la bodega establo del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del Port
Figura 108: Vista de la amura de estribor del modelo de tarida realizado por el Museu del Port de
Figura 109: Detalle de la popa y la toldilla del modelo a escala de la tarida realizado por el Museu del
Figura 110: Detalle de los timones laterales y de un caballo embarcando en la bodega establo del modelo
a escala de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona. Imagen del doctorando. .........244
Figura 111: Popa del modelo a escala real de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona.
Figura 112: Detalle del timón lateral del modelo a escala real de la tarida realizado por el Museu del Port
Figura 113: Detalle de la escala de embarque en el modelo a escala real de la tarida realizado por el
escala real de la tarida realizado por el Museu del Port de Tarragona. Imagen del doctorando. .....246
Figura 115: Recreación de Rafael Monleón de una nave latina del siglo XII. Historia gráfica de la
navegación y de las construcciones navales en todos los tiempos y en todos los países. 1895. ......248
Figura 116: Cuadro comparativo de las taridas encargadas por Carlos I y Luis IX para sus diferentes
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