3° Anexo IV Claves para La Convivencia Ciudadana
3° Anexo IV Claves para La Convivencia Ciudadana
3° Anexo IV Claves para La Convivencia Ciudadana
Anexo IV
Las tres claves de la convivencia ciudadana
Tomado y adaptado de Aleteia.org. Papa Francisco
Cuando cada persona y grupo se sienta “verdaderamente de casa” hace que la sociedad gane,
reflexionó Francisco. “En las familias, todos contribuyen al proyecto común, todos trabajan por el bien
común, pero sin anular al individuo; al contrario, lo sostienen, lo promueven”, y planteó: “¿No debería
ser así también en la sociedad?”.
“Sin embargo –constató-, nuestras relaciones sociales o el juego político, muchas veces se basa en la
confrontación, en el descarte.
“Las alegrías y las penas de cada uno son asumidas por todos. ¡Eso es ser familia! –exclamó-: si
pudiéramos ver al oponente político, al vecino de casa con los mismos ojos que a los hijos, esposas o
esposos, padres o madres…”. El Papa Francisco planteó: “¿Amamos nuestra sociedad? ¿O sigue siendo
algo lejano, anónimo que no nos compromete?”, invitó a amarla, y “en las obras más que en las
palabras! En cada persona, en lo concreto, en la vida que compartimos”.
Tomando el ámbito familiar como inspiración del social, destacó que en el hogar “las personas reciben
los valores fundamentales del amor, la fraternidad y el respeto mutuo, que se traducen en valores
sociales esenciales: la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad”.
La gratuidad.- “En el ámbito social esto supone asumir que la gratuidad no es complemento sino
requisito necesario para la justicia –afirmó-. Lo que somos y tenemos nos ha sido confiado para ponerlo
al servicio de los demás –gratis lo recibimos, gratis lo damos-, nuestra tarea consiste en que fructifique
en obras de bien”.
La solidaridad.- El Papa prosiguió, indicando que “de la fraternidad vivida en la familia, nace la
solidaridad en la sociedad, que no consiste únicamente en dar al necesitado, sino en ser responsables
los unos de los otros”. Francisco identificó como amenaza a la convivencia social “la migración, la
concentración urbana, el consumismo, la crisis de la familia, la falta de trabajo, las bolsas de pobreza
producen incertidumbre y tensiones”. Como respuesta, afirmó que “las normas y las leyes, así como los
proyectos de la comunidad civil, han de procurar la inclusión, abrir espacios de diálogo, de encuentro y
así dejar en el doloroso recuerdo cualquier tipo de represión, el control desmedido y la merma de
libertades”.
La subsidiariedad.- “El respeto del otro que se aprende en la familia se traduce en el ámbito social en
la subsidiariedad”, dijo el Papa, y añadió que “asumir que nuestra opción no es necesariamente la única
legítima es un sano ejercicio de humildad”. “Al reconocer lo bueno que hay en los demás, incluso con
sus limitaciones, vemos la riqueza que entraña la diversidad y el valor de la complementariedad”, dijo,
destacando también la necesidad del diálogo y la promoción de cada persona y agente social. El Papa
Francisco concluyó explicando por qué habla tanto de las personas necesitadas, excluídas:
“Simplemente porque esta realidad y la respuesta a esta realidad está en el corazón del Evangelio y
precisamente porque la actitud que tomemos frente a esta realidad está inscrita en el protocolo sobre
el cual seremos juzgados”.