Demócrito de Abdera
Demócrito de Abdera
Demócrito de Abdera
(Abdera, hoy desaparecida, actual Grecia, h. 460 a.C. - id., h. 370 a.C.) Filósofo griego. Discípulo de Leucipo, es el principal
representante del atomismo, escuela que, ya a finales del llamado periodo cosmológico de la filosofía griega, postuló los
átomos (minúsculos corpúsculos indivisibles) como arjé, es decir, como principio constitutivo y originario de la multiplicidad
de seres de la naturaleza.
El atomismo de Demócrito
Según la doctrina atomista, el universo está constituido por innumerables corpúsculos o átomos de magnitud imperceptible
y sustancialmente idénticos, indivisibles («átomo» significa, en griego, inseparable), ingenerados, eternos e indestructibles,
que se encuentran en movimiento en el vacío infinito y difieren entre sí únicamente en cuanto a sus dimensiones, su forma
y su posición. A diferencia, pues, de las homeomerías de Anaxágoras, todos los átomos son cualitativamente idénticos.
La inmutabilidad de los átomos se explica por su solidez interior, sin vacío alguno, ya que todo proceso de separación se
entiende producido por la posibilidad de penetrar, como con un cuchillo, en los espacios vacíos de un cuerpo; cualquier
cosa sería infinitamente dura sin el vacío, el cual es condición de posibilidad del movimiento de las cosas existentes.
Para Demócrito, todo cuanto hay en la naturaleza es combinación de átomos y vacío: los átomos se mueven de una forma
natural e inherente a ellos y, en su movimiento, chocan entre sí y se combinan cuando sus formas y demás características
lo permiten; las disposiciones que los átomos adoptan y los cambios que experimentan están regidos por un orden causal
necesario.
En el universo, las colisiones entre átomos dan lugar a la formación de torbellinos a partir de los que se generan los
diferentes mundos, entre los cuales algunos se encuentran en proceso de formación, mientras que otros están en vías de
desaparecer. Los seres vivos se desarrollan a partir del cieno primitivo por la acción del calor, relacionado con la vida como
también lo está el fuego; de hecho, los átomos del fuego y los del alma son de naturaleza similar, más pequeños y
redondeados que los demás.
La ética de Demócrito se basa en el equilibrio interno, conseguido mediante el control de las pasiones por el saber y la
prudencia, sin el recurso a ninguna idea de justicia o de naturaleza que se sustraiga a la interacción de los átomos en el
vacío. Según Demócrito, la aspiración natural de todo individuo no es tanto el placer como la tranquilidad de espíritu
(eutimia); el placer debe elegirse y el dolor, evitarse, pero en la correcta discriminación de los placeres radica la verdadera
felicidad.
Para Demócrito, la realidad está compuesta por dos causas (o elementos): το ον (lo que es), representado por los átomos
homogéneos e indivisibles, y το μηον (lo que no es), representado por el vacío. Demócrito y Leucipo defendieron que toda
la materia no es más que una mezcla de elementos originarios que poseen las características de inmutabilidad y eternidad,
concebidos como entidades infinitamente pequeñas y, por tanto, imperceptibles para los sentidos, a lo que se
llamó átomo (ἄτομο), que son dos palabras griegas que significan ἄ (a)=sin | τομο (tomo)=división, «indivisible», o «sin
división».
La teoría de Demócrito postula que todos los cuerpos están compuestos de estos corpúsculos que son físicamente
indivisibles e "infinitos en número", los cuales se distinguen en forma, tamaño, orden, posición y peso, siendo cuanto
«mayor es lo indivisible, tanto más pesa».Esto plantea el problema sobre si los átomos pueden dividirse o tener partes,
como lo demuestran sus variaciones de forma. David Furley sugirió que los atomistas distinguían entre la indivisibilidad
física y teórica de los átomos. Para el atomista Epicuro, los átomos tienen partes mínimas conceptualmente y físicamente
indivisibles La cuestión de si los átomos poseían originariamente peso para los atomistas todavía se discute. Aecio dijo
que Demócrito no asignó peso a los átomos, cosa que Epicuro añadió para poder explicar el movimiento de los átomos.
Según Eduard Zeller, los átomos están en continua caída acorde a su peso. Para Bertrant Russell, lo más probable es que
"se movían al azar como en la moderna teoría cinética de los gases". Balme advierte suponer que para los atomistas el
movimiento atómico es inercial. Otros estudiosos suponen que el peso era resultado de las fuerzas centrípetas de un
remolino cósmico (dine) que los átomos forman por necesidad.
Los átomos están en movimiento eterno. El movimiento de los átomos es un rasgo inherente a ellos, un hecho irreductible
a su existencia, infinito, eterno e indestructible. A partir de estas figuras "hacen derivar la alteración y la generación, a
saber, la generación y la corrupción por su asociación y disociación, y la alteración por el orden y posición que ellas
asumen". Y puesto que "creían que la verdad está en los fenómenos observables" y que "debido a los cambios que afectan
al compuesto, la misma cosa adopta apariencia contraria ante distintos observadores", de la misma forma que se compone
una tragedia y una comedia con las mismas letras. Aristóteles explica que, para Demócrito, las diferencias entre los átomos
causan por su figura, orden y posición las diferencias entre las cosas en «estructura», «contacto» y «dirección». «Así, la A
y la N se diferencian por la figura, los conjuntos AN y NA por el orden, y la Z y la N por la posición».
La hipótesis del vacío atomístico fue una respuesta a las paradojas de Parménides y Zenón, los fundadores de la lógica
metafísica, quienes presentaron argumentos difíciles de responder a favor de la idea de que no puede haber movimiento.
Los eleatas sostuvieron que cualquier movimiento requeriría un vacío, que es nada, pero la nada no puede existir. La
posición de Parménides era: «Se dice que hay un vacío; por lo tanto, el vacío no es una nada; por lo tanto, no es el
vacío».Similarmente, Meliso de Samos afirmó que «Todo es inmóvil» porque si algo se moviese tendría que haber un
vacío, «pero el vacío no se encuentra entre las cosas existentes».
Los atomistas estuvieron de acuerdo en que el movimiento requería un vacío, pero simplemente ignoraron el argumento
de Parménides sobre la base de que el movimiento era un hecho observable. Afirmaron que los cuerpos solamente pueden
moverse en un lugar vacío, «ya que es imposible que lo lleno reciba algo». Para Demócrito el vacío existe entre los átomos
como un no-ser que permite la pluralidad de partículas diferenciadas y el espacio en el cual se mueven. Ya Aristóteles
dice que el «vacío, es más bien una extensión en la que no hay ningún cuerpo sensible y, como creen que todo ente es
corpóreo, afirman que el vacío es aquello en lo cual no hay nada».
La forma que posee cada átomo hace posible que se ensamble —aunque nunca se fusionan (siempre subsiste una
cantidad mínima de vacío entre ellos que permite su diferenciación)— y formar cuerpos, que volverán a separarse,
quedando libres los átomos de nuevo hasta que se junten con otros. Los átomos de un cuerpo se separan cuando colisionan
con otro conjunto de átomos; los átomos que quedan libres chocan con otros y se ensamblan o siguen desplazándose
hasta volver a encontrar otro cuerpo.
Además, sostiene que simplemente a partir de la combinación de estas partículas son posibles todas
las estructuras complejas de la materia. El antecesor directo fueron los griegos de la antigüedad clásica.
A pesar de la obvia importancia del Modelo atómico de Dalton en el surgimiento de la química moderna, hay que notar
que esta teoría posee numerosas insuficiencias, como se señaló posteriormente.
Por ejemplo, Dalton pensaba que los gases eran sustancias monoatómicas, y que las moléculas se componían siempre a
partir de la menor proporción posible. Esto lo llevó a suponer que el agua estaba compuesta por un átomo de hidrógeno y
otro de oxígeno (HO) y a calcular erradamente el peso atómico de muchos compuestos.
Dalton hipotetizó que la ley de la conservación de masa y la ley de las proporciones constantes podían explicarse con el
concepto de átomo. Propuso que toda la materia está hecha de pequeñas partículas indivisibles llamadas átomos, que
Es importante observar que, ya que Dalton no tenía los instrumentos necesarios para ver o experimentar con átomos
individuales, no tuvo ningún indicio sobre si estos pudieran tener estructura interna. Podemos visualizar el átomo de
Dalton como una pieza en un kit de modelado molecular, donde se representan los diferentes elementos con esferas de
distintos tamaños y colores. Mientras que este es un modelo útil para algunas aplicaciones, ahora sabemos que los
Dalton propuso que cada uno de los átomos de un elemento, como el oro, es idéntico a cualquier otro átomo de ese
elemento. También observó que los átomos de un elemento difieren de los átomos de los demás elementos. En la
actualidad, todavía sabemos que este hecho es verdadero en su mayor parte. Un átomo de sodio es diferente de un
átomo de carbono. Los elementos pueden compartir similares puntos de ebullición, puntos de fusión y
electronegatividades, pero no existen dos elementos con exactamente el mismo conjunto de propiedades.
En la tercera parte su teoría atómica, Dalton propuso que los compuestos son combinaciones de dos o más tipos
diferentes de átomos. Un ejemplo de tales compuestos es la sal de mesa, que es una combinación de dos elementos
distintos, con propiedades físicas y químicas únicas. El primero, el sodio, es un metal altamente reactivo; el segundo, el
cloro, es un gas tóxico. Cuando reaccionan, sus átomos se combinan en una razón 1:1 para formar cristales de NaCl que
Ya que los átomos son indivisibles, siempre se combinarán en razones sencillas de números enteros. Por lo tanto, no
tendría sentido escribir una fórmula como Na0.5Cl0.5 pues ¡no puedes tener medio átomo!
En la cuarta y última parte de su teoría, Dalton sugirió que las reacciones químicas no crean ni destruyen átomos,
simplemente los reordenan. Usando de nuevo la sal de mesa como ejemplo, cuando el sodio se combina con el cloro
para hacer sal, ambos, el sodio y el cloro, siguen existiendo. Simplemente se reordenan para formar un nuevo
compuesto.
Sir Joseph John Thomson (1856-1940) desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de nuestra comprensión del
electrón. En la década de 1890, se habían desarrollado los tubos de rayos catódicos, en el cual se podía producir un haz
luminoso en un tubo de vidrio evacuado parcialmente, dirigido desde el electrodo negativo, (cátodo) al terminal positivo
(ánodo). Se podía producir un estrecho haz luminoso, mediante el uso de una abertura cerca del cátodo, y este haz
podía ser desviado tanto por un campo eléctrico, como un campo magnético. Thomson demostró que con la aplicación
de ambos campos eléctricos y magnéticos, podían equilibrar las deflexiones y obtener un haz recto. Este mismo principio
se utiliza actualmente en los selectores de velocidad para los espectrómetros de masas. Utilizando este aparato,
Thomson determinó la relación entre la carga y la masa del electrón, e/m.
La determinación de la carga del electrón, esperó la obra de Millikan que midió la carga del electrón en 1909 con su
experimento de la gota de aceite. Con los resultados combinados de Thomson y Millikan, se obtuvo un valor para la
masa del electrón, -un valor muy inferior al de los átomos-. Se sabía que los electrones podían ser extraídos de los
átomos, y que como resultado se convertían en iones positivos. Por la percepción de la materia sólida, se presumía que
esta materia residual positiva, llenaba todo el espacio del átomo, dando lugar a lo que se llama el "modelo Thomson" del
átomo.
El físico alemán E. Goldstein realizó algunos experimentos con un tubo de rayos catódicos con el cátodo perforado.
Observó unos rayos que atravesaban al cátodo en sentido contrario a los rayos catódicos. Recibieron el nombre
de rayos canales.
El estudio de estos rayos determinó que estaban formados por partículas de carga positiva y que tenían una masa distinta
según cual fuera el gas que estaba encerrado en el tubo. Esto aclaró que las partículas salían del seno del gas y no del
electrodo positivo.
Al experimentar con hidrógeno se consiguió aislar la partícula elemental positiva o protón, cuya carga es la misma que la
del electrón pero positiva y su masa es 1837 veces mayor.
Con este escenario, posiblemente Perrin penso que las cargas deben estar concentradas (separadas) similares a las de
un iman; y esto lo aprovecho Perrin para poner de manifiesto las evidencias. Asi que Perrin modeló que el centro (nucleo)
del atomo estaba ocupado por cargas POSITIVAS (+) las cuales contrarrestaban las cargas NEGATIVAS (-) de los
electrones tal y como se conoce actualmente.
Comparó la estructura del átomo con un sistema solar, en el cual los planetas serían las cargas negativas y
el Sol sería una carga positiva concentrada en el centro del átomo.
En 1895, el destacado físico francés demostró la transferencia de cargas negativas por parte de rayos catódicos hacia la
superficie en la cual impactan.
NÚMEROS ATOMICOS
Átomo es la porción más pequeña de cualquier elemento químico, que no puede dividirse y que dispone de existencia
independiente. Los átomos están compuestos por electrones que orbitan en torno a
Los átomos de diferentes elementos presentan distintas cantidades de protones. El número atómico (que se identifica
con la letra Z, por el término alemán zahl) indica la cantidad de protones que se encuentra presente en el núcleo de un
átomo. Este número, por lo tanto, se encarga de definir la configuración electrónica del átomo y permite el
ordenamiento de los diversos elementos químicos en la tabla periódica, que comienza con el hidrógeno (Z=1) y sigue
La lista de elementos químicos establecida en base al número atómico de los mismos podemos determinar que está
encabezada por estos diez elementos: con el 1 el hidrógeno, con el número 2 el helio, el 3 es para el litio, el 4 es el
podemos añadir también que en total dicho listado está formado por un total de 115 elementos químicos, siendo el último
de ellos el ununoctio. Presuntamente este es un gas noble incoloro que tiene como símbolo temporal el siguiente: Uuo.
Es importante tener en cuenta que un átomo no alterado es eléctricamente neutro: esto quiere decir que su número