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Rivada Atropella A Una Comunidad

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Lucero, Prometeo, "México: Una autopista privada atropella a una

comunidad", Biodiversidad en América Latina y el Caribe, Buenos Aires, Argentina, 11 de


marzo de 2016.

Consultado en:
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Mexico_Una_autopista_p
rivada_atropella_a_una_comunidad

Fecha de consulta: 17/08/2017.

Una autopista podría atravesar el Gran Bosque de Agua, en los límites del poniente del
Distrito Federal con el Estado de México. Éste bosque, uno de los últimos proveedores de
agua y aire puro en la zona conurbana, sería cortado por la autopista Toluca-Naucalpan,
concesionada a la constructora Teya (filial de Grupo Higa), promovida como una autopista
“verde”.

10 de marzo de 2016
Xochicuautla, Estado de México. 28 de Julio.- El 9 de julio, la Presidencia de la República
publicó un decreto de expropiación en el Diario Oficial de la Federación para abrir paso,
legalmente, a las obras de construcción de la autopista.

En respuesta, el Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra mantiene un


campamento de resistencia en uno de los terrenos expropiados. El paso de maquinaria está
bloqueado, temporalmente, por pequeñas barricadas de piedra y troncos. La herida en la tierra
roja dejada por el paso previo de trascabos está cubierto, en algunos puntos, de cemento y
una vena de agua, que antes fue un pozo comunitario, se encharca. Los indígenas otomís
tienen prohibido ingresar en los terrenos, por lo que hay preocupación por represalias.

Por eso mismo hay un estricto reglamento interno que exige a los visitantes a cooperar con
el trabajo colectivo, pero además, no salir solos o de noche y sin avisar ni consumir
enervantes o alcohol, mantenerse respetuosos con todos los habitantes del pueblo y evitar
provocaciones.

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El clima es frío por la altura aunque los niños parecen despreocupados y corren cubiertos con
ropa delgada. Aunque es mediodía, hay aguanieve bajo algunos magueyes, Algunos activistas
limpian el campamento mientras otros reparan las fugas en la lona usada como techo y otros
apoyan en la cocina o lavan trastes.

Promovida como “autopista verde” por el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios


Conexos y Auxiliares, la Toluca Naucalpan espera una afluencia de 10 mil vehículos diarios
en cuatro carriles (dos en cada sentido) a lo largo de 39 kilómetros. Presume un avance físico
de 95% (es decir, un gran avance antes incluso de expropiar los terrenos) y una Manifestación
de Impacto Ambiental de 100%.

Una larga estrategia de división


Testimonios de los integrantes de Consejo Supremo (autoridad colectiva otomí) dejan
entender que, durante largo tiempo, desde 2007, poco a poco el gobierno movía sus piezas
en sigilo para, literalmente, abrirse camino entre el Gran Bosque del Agua.

Primero llegó discretamente personal de la constructora Teya a hacer estudios de topografía


y mecánica del suelo al bosque, y marcar terreno. Luego a derribar árboles. Vinieron las
preguntas de los pobladores: ¿quién les dio permiso de trabajar aquí? ¿qué están haciendo?
Los funcionarios en un principio solo decían que estaban observando el bosque. Más tarde,
dejaron entrever que ya estaba en plan una autopista.

Los pobladores otomís no sabían de qué autopista hablaban los trabajadores de la


constructora y comenzaron a investigar por su cuenta. Supieron que se trataba de un proyecto
privado con inversión federal que era más que una autopista. Los otomís no guardaron
silencio y confrontaron a la constructora y autoridades.

“Tenemos un video en el que ellos reconocen, estaba Secretaría de Gobernación, estaba


gobierno municipal, gobierno estatal, representantes de la constructora, también se Semarnat
o Profepa y nos pidieron disculpas, que los disculpáramos, que habían comenzado mal, de
arriba hacia abajo, asi fueron las palabras que utilizaron, la gente les decía ‘es que se pasaron

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de listos’, no pidieron permiso y derribaron estos árboles, entonces ya no queremos tener
ninguna plática con ustedes” cuenta Jaime Vargas, del Consejo.

El 25 de febrero del 2008 en una asamblea se informa al pueblo sobre la situación. El pueblo
toma la decisión de no permitir el proyecto en sus tierras.

El contra ataque
“A partir de ahí, ellos vieron que iba a ser imposible de esa manera sacar un voto favorable
para que construyeran su autopista y ellos deciden dividir a la población convocando a que
se levantara el registro de comuneros reconocidos”, explica Vargas.

El padrón quedó con cerca de 441 comuneros de San Francisco Xochicuautla y otros 441 de
su anexo, La Concepción Xochicuautla. Un total de 882. Se hicieron más asambleas. “salió
la lista de comuneros y empiezan a hacer asambleas a puerta cerrada. Los que no eran
comuneros registrados no tenían derecho de participar” cuenta Antonio Miguel Reyes Valdés,
en cuyo terreno se encuentra el campamento de resistencia.

El 11 de mayo del 2014, de todo el núcleo de 882 comuneros, solamente participaron 371. Y
de ellos, solamente votaron a favor de la autopista 109. Algunos de demás se habían abstenido
de votar. Pero de lo legal, el gobierno pasó a la presión: envió granaderos. Tantos, dicen, que
rebasaban en número a los comuneros presentes, quienes no podían pasar.

“Había más granaderos que comuneros. Entonces, como no reunió las medidas, las
formalidades especiales que marca la Ley Agraria en el juicio que ganamos fue el juicio de
nulidad, anuló esa asamblea y por ende, todo lo demás. Es el juicio que ganamos” explica
Vargas.

Además, hubo dinero en medio para quienes apoyaron el proyecto. “Les ofrecieron 40 mil
400 pesos por votar a favor de la autopista. Les ofrecieron en esa asamblea y aún así, nada
más votaron 109. Ahí para que se vea cómo el pueblo estaba en contra del paso de la autopista.

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Y a los 109 los convencieron porque no iban a ser afectados, les estaban dando 40 mil 400
por su voto”.

La siguiente etapa, la represión y el decreto


Entonces vino la represión directa. Primero las detenciones de 14 opositores, y el 3 de
noviembre de 2014, de otros 8. Desde la primer detención masiva, el Centro de Derechos
Humanos Zeferino Ladrillero comenzó a acompañar en el proceso. Pudieron salir de prisión
siempre y cuando no se acercaran a los terrenos.

Los indígenas otomís lograron revertir la asamblea amañada. Pero eso no fue el final, sino
apenas el inicio una nueva etapa. “El gobierno sabía que iba a perder el juicio. Y al saber que
iba a perder y ya lleva 8 años de retrasado este proyecto, expropia las tierras” explica Vargas.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, firmó el pasado 9 de julio, junto con Jesús
Murillo Karam, ya como secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, un decreto
de expropiación de 37 hectáreas, 93 áreas y 86 centiáreas de uso común.

El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación del 9 de julio, “(…) por oficio
número 211D10000/908/2014 de 26 de septiembre de 2014, el organismo público
descentralizado Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del
Estado de México, solicitó a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la
expropiación de 37-39-58.59 hectáreas, de terrenos pertenecientes a la comunidad
denominada”SAN FRANCISCO XOCHICUAUTLA Y SU BARRIO LA CONCEPCIÓN”,
Municipio de Lerma, Estado de México, para destinarlos a la construcción de la Autopista
Toluca-Naucalpan, conforme a lo establecido en el artículo 93, fracción VII, de la Ley
Agraria, y se comprometió a pagar la indemnización correspondiente en términos de Ley.”

El mismo documento dice que el núcleo agrario fue notificado mediante cédula de
notificación sin número el 9 de febrero de 2015 “sin que haya manifestado inconformidad al
respecto.”

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“Así mismo, en cumplimiento a lo dispuesto por los artículos 1º y 2º de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; al Convenio 169 de la Organización Internacional
del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes así como la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Indígenas, los días 5, 8, 9, 10 y 12
de junio se llevaron a cabo diversas asambleas con los representantes de la Comunidad San
Francisco Xochicuautla y su Barrio La Concepción, con objeto de realizar las consultas que
conforme a derecho se requerían por tratarse de una comunidad indígena. Como resultado de
ello, la comunidad consultada se pronunció por aprobar la construcción y operación de la
Autopista Toluca-Naucalpan y autorizaron a la Secretaría de Comunicaciones del Estado de
México, a través del SAASCAEM, a continuar con el proyecto de expropiación
correspondiente.”

Sin embargo, explica Efraín Flores, del CDH Zeferino Ladrillero, nunca hubo una consulta
previa.

“Se fueron directamente con el comisariado. El comisariado fue quien negoció todo. En 2007
cuando entran los topógrafos, la gente se da cuenta y es cuando empiezan a preguntar a qué
se debía eso. Y ellos contestaban que venían a ver, a checar el bosque, y todo eso. Y ya cuando
empiezan a marcar los árboles y algunos los empiezan a tumbar, es cuando otra vez, la gente
desinformada, se acerca a las autoridades del pueblo. ”.

“Se supone que el convenio 169 de la OIT dice que al ser pueblo indígena ellos tendrían que
tener una consulta libre, previa e informada” cuestiona Janet Ramírez, del mismo centro de
derechos humanos.

“Libre cuando llegan granaderos a las asambleas, previa cuando ya tienen los pilares, previa
cuando ya están devastando las áreas comunales e informada, el pueblo no ha sido informado.
Al inicio marcaban ciertos trazos, después la autopista tiene otro trazo, y ese trazo afecta ya
las casas, lugares donde ellos todavía tienen sus ceremonias como pueblo indígena otomí”.
En la justificación del proyecto (Considerando nª2) , el decreto explica:

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“Que por la ubicación geográfica de la zona metropolitana del Valle de Toluca y de la Ciudad
de México, se considera que los terrenos materia del procedimiento expropiatorio constituyen
paso obligado de los flujos vehiculares entre la capital del país y la Ciudad de Toluca, así
como para conectar ambas áreas metropolitanas; por lo que resulta un factor determinante
para el desarrollo económico y social para el Estado de México, y para la consolidación,
ampliación y modernización de la red de autopistas de altas especificaciones que haga más
segura, económica y confortable la interconexión de polos de desarrollo industrial, turístico,
comercial y, en general, del transporte de bienes y personas. Esta obra enlaza directamente
con el Aeropuerto Internacional de Toluca a toda la zona norte y noroeste de la zona
metropolitana de la Ciudad de México, lo que significa una enorme aportación al desarrollo
socioeconómico de toda la región centro del país”.

Aunque el decreto habla de la utilidad económica y de la indemnización económica a los


afectados que acrediten ser poseedores de los terrenos, en ninguna parte menciona algo
relacionado con el impacto ambiental en el bosque. Ni sobre el manejo del agua. De hecho,
en el decreto, el bosque no existe como tal. Solo terrenos de agostadero (para pastoreo de
ganado).

Ya Raymundo Espinoza Hernández, abogado de la Asamblea Nacional de Afectados


Ambientales, había ennumerado una serie de contradicciones, incluso legales dentro del
propio decreto. Entre otras, respecto a la consulta, afirma:
1.- No fue previa, ya que se hizo con posterioridad a la notificación del proceso expropiatorio;
2.- No fue libre, dado que no se puede actuar en libertad cuando se tiene una notificación de
procedimiento expropiatorio encima, la cual pone en cuestión la vida comunitaria y la
sobrevivencia individual, y menos aún si, como también se desprende del Decreto, la zona
expropiada ya estaba ocupada por el SAASCAEM con el respaldo de la fuerza pública;
3.- No fue informada, puesto que los comuneros inconformes no fueron debidamente
notificados ni informados sobre los detalles del Decreto expropiatorio, su procedimiento y
sus efectos (ni siquiera han sido debidamente informados del proyecto carretero por parte de
las autoridades, quienes todo el tiempo han manipulado la información y han actuado con
opacidad);

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4.- No fue de buena fe, ya que subsisten recursos y juicios en trámite, además de que el
territorio fue ocupado previamente y se han documentado las agresiones por parte de las
autoridades y la empresa, finalmente;
5.- Tampoco fue una consulta culturalmente accesible, pues se llevó a cabo según
procedimientos ajenos a los propios de la comunidad, sobre los cuales, sobra decir, tampoco
fue consultada.

En el campamento llegan en apoyo estudiantes y pobladores de San Pedro Atlapulco. Llevan


alimentos como apoyo a la lucha de Xochicuautla. Tras un intercambio de saludos y palabras,
se comparten alimentos: habas, nopales, tortillas y frijoles. Saben que no será sencillo vencer
un proyecto de esta magnitud.

Al menos por hoy, ni policías ni maquinaria son visibles, pues ayer llegaron visitadores de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos. Los indígenas otomís, sin embargo, se mantienen
alerta.

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