¡Ánimo, Soy Yo! No Temáis
¡Ánimo, Soy Yo! No Temáis
¡Ánimo, Soy Yo! No Temáis
No temáis
Mateo 14,24-33
La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era
contrario. Al final ya de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos,
al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían:
—Es un fantasma.
Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida:
—¡Ánimo! Soy yo, no temáis.
Pedro le respondió:
—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre las aguas.
Jesús le dijo:
—Ven.
Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero, al ver la violencia del viento, se asustó y, como
empezaba a hundirse, gritó: Los discípulos en la barca están
—¡Señor, sálvame!
Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo: -Solos, Jesús no está con ellos.
—¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?
-Lejos de la orilla, en aguas profundas
Subieron a la barca, y el viento se calmó. Y los que estaban en ella se
postraron ante Jesús, diciendo: -En medio de la inseguridad del mar
—Verdaderamente eres Hijo de Dios.
-La barca está sacudida por las olas
Reflexión
-El viento es contrario
- Pedro es humano tiene reacciones normales como nosotros.
-Se ha hecho de noche
Miedos, inseguridades, busca respuestas a mil preguntas, se
equivoca, sufre… y ¡es seguidor de Jesús! Es la piedra angular. -Las tinieblas lo envuelven todo
- ¿Es esta mí situación? ¿Qué estoy buscando? ¿Cómo me siento por dentro? ¿Quiero conocer a Jesús? ¿Cómo y dónde
puedo sentir a Jesús como una mano tendida que agarra me quita los miedos y no deja que me hunda?