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Psicología

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD


ACADEMIA DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD

APUNTE
UNIDAD DE APRENDIZAJE

PSICOLOGÍA DE LA SALUD
LICENCIATURA EN NUTRICIÓN, ENFERMERÍA, MEDICINA,
ODONTOLOGÍA, QUIMICO FARMACOBIOLOGO, EN CULTURA
FÍSICA Y DEPORTE. PROFESIONAL ASOCIADO EN TERAPIA FISICA

M.T.F.S. Martha Xitlali Mercado Rivas

M.T.F.S. Lucía Pérez Sánchez

M.R.H. Daniela Lizbeth Salas Medina.

M.T.F.S.Irene Margarita Espinosa Parra

M.T.F.S. Marcela Rábago de Ávila

M en C Gomelia Borrego Gutiérrez

Psic. Ana Beatriz Montero Castillo

Psic. Elvia Lizette Parra Jiménez

Psic. Omar Hadad Arvizu Correón

1
INDICE
PRESENTACIÓN ........................................................................................................................ 4
UNIDAD DE COMPETENCIA ..................................................................................................... 4
UNIDAD I. FUNDAMENTOS DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD ................................................... 6
1.1Antecedentes históricos ...................................................................................................... 9
1.2 Surgimiento de la Psicología de la Salud ......................................................................... 11
1.3 Retos de la Psicología de la Salud ................................................................................... 13
UNIDAD II. CONDUCTAS DE SALUD Y SU MODIFICACION .................................................. 15
2.1 Tipos de conductas de salud ........................................................................................... 24
2.2 Determinantes del comportamiento.................................................................................. 25
2.3 Modelos explicativos de la modificación en una conducta de salud ................................. 26
2.4 Técnicas y sugerencias en la Modificación de conductas ................................................ 29
UNIDAD III. ENFERMEDAD CRÓNICA Y ENFERMEDAD TERMINAL ..................................... 34
ENFERMEDAD Y FAMILIA ....................................................................................................... 41
3.1 Estructura interna del sistema y análisis de subsistemas ................................................. 41
3.2 Reglas familiares ............................................................................................................. 43
3.3 Nivel de desarrollo de la familia ....................................................................................... 44
3.4 Crisis familiar causada por enfermedad ........................................................................... 44
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS ........................................................................... 47
3.5 Calidad de vida ................................................................................................................ 47
3.6 Evaluación de la calidad de vida y la enfermedad crónica ............................................... 48
3.7 La enfermedad crónica y las reacciones emocionales ..................................................... 49
3.8 Trastornos mentales asociados a la enfermedad crónica................................................. 51
3.9 Adaptación psicológica a la enfermedad crónica ............................................................. 55
3.10 Adherencia al tratamiento .............................................................................................. 57
ENFERMEDAD TERMINAL Y MUERTE ................................................................................... 60
3.11 Etapas de duelo: ............................................................................................................ 63
3.12 La Información al Paciente Terminal .............................................................................. 65
3.13 La familia y su inclusión en la intervención..................................................................... 66
UNIDAD IV: EL PACIENTE EN EL MEDIO HOSPITALARIO .................................................... 69
4.1 Conducta del paciente hospitalizado: ............................................................................... 72
4.2 Preparación para intervenciones quirúrgicas en adultos y niños ...................................... 76
4.3 Apoyo emocional y social en el medio hospitalario .......................................................... 79

2
UNIDAD V: ESTRÉS Y DOLOR ................................................................................................ 83
EL ESTRES .............................................................................................................................. 91
5.1 Definición ......................................................................................................................... 91
5.2 Tipos de Estrés ................................................................................................................ 92
5.3 Síndrome de estar enfermo ............................................................................................. 93
5.4 Síndrome General de Adaptación .................................................................................... 94
5.5 Activación fisiológica del estrés........................................................................................ 96
5.6 Causas ............................................................................................................................ 98
5.7 Factores del estrés .......................................................................................................... 98
5.8 Factores desencadenantes del estrés............................................................................ 100
5.9 Estrés Agudo ................................................................................................................. 101
5.10 Estrés Crónico ............................................................................................................. 102
5.11 Enfermedades por estrés ............................................................................................. 102
5.12 La Personalidad ........................................................................................................... 103
5.13 Resiliencia ................................................................................................................... 104
5.14 Técnicas de reducción y tratamiento para el estrés y el dolor ...................................... 106
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL DOLOR ........................................................................... 108
TÉCNICAS DE REDUCCIÓN DE ESTRÉS Y DOLOR ............................................................ 116
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 117

3
GUÍA DIDÁCTICA DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD.

PRESENTACIÓN
El desarrollo económico y social, aunque ha beneficiado la salud de la población en algunos
aspectos, también ha impuesto condiciones negativas, muchas de orden psicosocial: los
riesgos mentales, los estilos de vida inadecuados, los hábitos nocivos como el consumo de
sustancias tóxicas, el estrés, el deterioro ambiental, e incluso la inequidad en el acceso a las
oportunidades de realización personal, son aspectos que coexisten con el desarrollo de
nuestras sociedades.
Por otra parte, el comportamiento humano, que a través de los hábitos estables de la persona
conforma un determinado estilo de vida, aparece como un factor de gran relevancia en la
variabilidad de los demás factores que determinan el curso del proceso salud-enfermedad.
El bienestar y la prevención son parte de nuestro sistema de valores y continuamente se nos
invita a evitar aquellos hábitos que afecten negativamente sobre la salud como la dieta pobre, la
falta de ejercicio y el consumo de alcohol. Los pensamientos, sentimientos y estilo general de
manejo son considerados como requisitos para lograr y mantener la salud física, es lo que
podríamos denominar integración mente y cuerpo.
Por lo anterior, en la unidad de aprendizaje de Psicología de la Salud como una rama de la
psicología que estudia primordialmente el comportamiento en su significado más ambivalente
de la persona sana o enferma.y dentro de un modelo biopsicosocial nos dice, que la
enfermedad física es el resultado no sólo de factores médicos, sino también de factores
psicológicos (emociones, pensamientos, conductas, estilo de vida, estrés) y factores sociales
(influencias culturales, relaciones familiares, apoyo social, etc.). Todos estos factores
interactúan entre sí para dar lugar a la enfermedad.
Sin embargo, su eje vertebrador se trata desde un posicionamiento de salud positiva, es decir,
desde la promoción de comportamientos de salud y de las conductas o control de riesgo.
UBICACIÓN DE LA UNIDAD DE APRENDIZAJE.

La Unidad de Aprendizaje “Psicología de la Salud” es un curso teórico- práctico que forma parte
del Tronco Básico del Área de Ciencias de la Salud; se ubica en el tercer periodo (3er trimestre)
de Profesional asociado en Rehabilitación Física; en el 3º ciclo de las licenciaturas en
Quimicofarmacobiólogo, Nutrición, Enfermería y Medicina; en el primero de las licenciaturas en
Odontología, así como, Cultura Física y deportes.
Ésta unidad de aprendizaje no tiene prerrequisitos o unidades que le antecedan, pero guarda
relación con unidades que se cursan de manera paralela como: Socioantropología, Salud
Pública y Morfofisiología Avanzada
UNIDAD DE COMPETENCIA
Integrar la observación de conductas no saludables al brindar cuidados del profesional de la
salud al individuo, familia y comunidad, que le permitan promover hábitos de salud y prevenir
enfermedades para que las personas adquieran un estilo de vida saludable.

4
En el proceso desarrollo de la unidad de aprendizaje de psicología de la salud, el estudiante
adquiere conocimientos que contribuyen con el perfil profesional al propiciar la participación en
la ejecución de los planes estatal y nacional de salud a través de estrategias para la promoción
y conservación de la salud mediante pláticas a grupos, entrevistas y orientación personalizada
con respeto a la diversidad cultural, valores universales y derechos humanos de manera
comprometida, honesta y responsable.
OBJETOS DE ESTUDIO

1. FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD


2. CONDUCTAS DE SALUD, DE RIESGO Y SU MODIFICACIÓN
3. ENFERMEDAD CRÓNICA Y ENFERMEDAD TERMINAL
4. EL PACIENTE EN EL MEDIO HOSPITALARIO
5. ESTRÉS Y DOLOR

INSTRUCCIONES

Para el estudio de esta unidad de aprendizaje de Psicología de la Salud, el estudiante cuenta


con un paquete didáctico integrado por:
Un documento o compilación de textos básicos para el desarrollo de las actividades sugeridas
en la guía.
Una guía de estudios o instrumento didáctico en que se presenta la estructura del curso que
facilita el proceso de autoaprendizaje, mediante una serie de recomendaciones, sugerencias e
indicaciones, encaminadas fundamentalmente, a apoyar el trabajo que cada estudiante realiza
en forma independiente; si tiene dudas consulte a su asesor.
Los contenidos de esta unidad de aprendizaje se encuentran organizados en objetos de
estudio.
Durante el estudio de los cinco objetos, deberá elaborar un trabajo integrador, para vincular los
contenidos teóricos con su realidad y darle aplicación práctica a su aprendizaje.
Si desea ampliar y profundizar los conocimientos sobre los objetos de estudio, consulte la
bibliografía complementaria.

ENCUADRE GENERAL DEL CURSO

5
Objeto de estudio 1

UNIDAD I. FUNDAMENTOS DE
PSICOLOGÍA DE LA SALUD

6
OBJETO DE ESTUDIO 1

FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD

A lo largo del presente siglo, los avances en la medicina han sido todavía más decisivos con el
desarrollo de fármacos (por ejemplo, la penicilina), vacunas y los avances espectaculares en las
técnicas quirúrgicas y en la tecnología médica.
La importancia dada a la salud física ha ido en aumento, sobre todo a partir de los años
cincuenta. Tradicionalmente los médicos han entendido la salud como algo que hay que
conservar o curar frente a agresiones puntuales (accidentes, infecciones...), utilizando la cirugía
y la farmacología como armas para cumplir dicho objetivo.
Sin embargo, en las últimas décadas ha habido un giro en el modelo de salud: se considera a la
salud como algo que hay que desarrollar y no como algo por conservar.
Tanto la cirugía como la farmacología son métodos ineficaces para encarar el reto (labores de
tipo preventivo) que conlleva la nueva concepción de salud.
Cuando las personas se refieren a la salud, generalmente piensan sólo en los aspectos físicos,
raramente en los aspectos psicológicos y conductuales asociados también a la misma. Hoy
también debemos considerar sus aspectos sociales, económicos, culturales y espirituales
(Oblitas, 2007).

ELEMENTOS DE COMPETENCIA: (saber hacer)


Elaborar un nuevo significado de psicología de la salud que integre la hipótesis que le dio origen
y los modelos de atención. Establecer el contexto histórico de la psicología de la salud así como
su relevancia en el área de la salud. Antecedentes y conceptos básicos de la Psicología de la
Salud

Actividad Preeliminar:
Con base en tu experiencia, como derechohabiente de alguna institución de salud, recuerda
dos experiencias en que hayas sido paciente o familiar de un paciente, una donde hayas
considerado la atención del personal de salud como mala y en la otra como buena, tomando en
cuenta la relación con el médico y la enfermera en relación a tú padecimiento. Una vez que
tengas presentes las dos experiencias contesta lo siguiente:
a) ¿Cómo consideras que en las experiencias que recordaste hayan influido sobre la
evolución de la enfermedad las emociones como angustia, temor, abatimiento del
humor, confianza, etc, hacia el personal de salud y hacia la propia enfermedad por parte
del paciente?
b) ¿Cómo pudo haber influido la capacitación y el trato personal del médico en la evolución
de la enfermedad?
c) ¿Qué te dice la frase de Claude Bernard “No hay enfermedades sino enfermos”?
d) Escribe tu actual concepto de salud.
Actividad de Aprendizaje:
Primera lectura

7
Capítulo I <Fundamentos a la Psicología de la Salud> en Apunte de psicología de la salud
(2012) México.
ACCIONES

Resuelve por escrito los siguientes cuestionamientos:


a) ¿Cuáles son las semejanzas y diferencias entre el modelo biomédico y el
biopsicosocial?
b) ¿Cuál es la idea, supuesto o hipótesis que se reafirma para el surgimiento de la
psicología de la salud?
c) ¿Qué entiendes por psicología de la salud?
Con los elementos analizados, llena un cuadro de doble entrada las características de los
modelos biomédico y biopsicosocial con base en las variables anotadas:
BIOMÉDICO BIOPSICOSOCIAL
Criterio de enfermedad
Causas de enfermedad
Diagnóstico basado en
Tratamiento
a) Anota la hipótesis
b) Que entiendes por psicología de la salud.
Actividad Integradora:
Con los conocimientos anteriores, elabora un mapa conceptual con la información básica y
relevante de la psicología de la salud.

8
FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD

1.1Antecedentes históricos
Cuando se habla de psicología de la salud, se tiene que partir de la concepción del
proceso salud – enfermedad en las diferentes sociedades a lo largo del tiempo.

Elisardo Becoña Iglesias y Luis A. Oblitas Guadalupe (Oblitas, 2006) mencionan que
existen reportes desde las primeras civilizaciones de la intervención de los curanderos o
brujos, quienes poseían el saber y lo utilizaban para alejar a los malos espíritus a través
del uso de distintas herramientas, pues para ellos la enfermedad era causada por esos
espíritus y se consideraba que los demonios u otras fuerzas espirituales tomaban
posesión y control sobre la persona enferma (modelo demoniaco) y al salir del cuerpo
enfermo (exorcizados) éste recuperaría la salud.

Los griegos estuvieron entre los primeros en comprender la enfermedad como


fenómeno natural. El ejemplo paradigmático de esta medicina es la teoría hipocrática de
los humores, según la cual, la enfermedad era consecuencia de un desequilibrio entre
los humores que circulaban por el cuerpo. La recuperación consistía en buscar y
restablecer el equilibrio de los mismos (Locke y Colligan, 1991 en Oblitas, 2006).

Durante el oscurantismo en el primer milenio de nuestra era se retornó a la forma de


trabajo de los curanderos y brujos, hasta que algunos de ellos fueron ingresando a la
religión, esto dio un nuevo giro a la atención de la enfermedad, dado que ésta se
atribuía a fuerzas demoniacas pero como consecuencia de los pecados cometidos por
la persona enferma.

Es así, como en la Edad Media la comprensión de la enfermedad tuvo un sustento


espiritual, de manera que la violación de las leyes divinas desembocaba en
enfermedad, mismas que eran tratadas con nuevas alternativas terapéuticas como la
comunión, el agua bendita y los exorcismos.

Durante el Renacimiento se retomaron las explicaciones naturales de la enfermedad.


Los clérigos eran los nuevos dueños del saber médico, ya que los monasterios eran los
lugares a los que asistían los enfermos en busca de alivio a sus males, éste es el origen
de los primeros hospitales (hospicios) y de los sanatorios (establecimientos para sanar).
Algunos clérigos empezaron a salir de los monasterios a los ejércitos creando así el
“oficial de salud”.

Es en el siglo XVII, cuando se utiliza el modelo biomédico, el cual se sustenta en dos


ideas básicas (Engel, 1977 en Oblitas, 2006):

9
1. El dualismo mente-cuerpo, que implica que el cuerpo pertenece a una dimensión física,
mientras que la mente forma parte del dominio espiritual.
2. El reduccionismo, el cual sostiene que el proceso de la enfermedad se limita a una
serie de reacciones físicas y químicas, por lo tanto los factores emocionales y
comportamentales son considerados como aspectos ajenos a él.

Aunque este modelo permitió a la Iglesia mantener el dominio espiritual mientras le


separaba el dominio del mundo físico al dejarlo a la ciencia (Cassel, 1982 en Oblitas,
2006), además de haber logrado grandes éxitos en el campo de la medicina, ha sido
insuficiente y limitado para dar respuesta a muchas problemáticas de los procesos de
salud-enfermedad, por ejemplo, a las enfermedades crónicas, el dolor crónico y el
manejo del estrés cotidiano.

Es en el siglo XIX cuando la medicina adquiere su connotación científica como producto


del sustento que sus practicantes daban a conocimientos y prácticas, evidenciando con
ello una serie de fundamentos tanto teóricos como metodológicos que les permitieron
realizar acciones sistemáticas.Pero aún con los beneficios se identificaron algunos
puntos débiles y dentro de éstos hay algunas críticas al modelo biomédico como el
hecho de que pasa por alto la importancia que la relación médico-paciente tiene en los
resultados del tratamiento, pues se ha comprobado que incluso los efectos de los
medicamentos dependen de la calidad de dicha relación.

De acuerdo con la OMS (1990), el actual concepto de salud es el bienestar físico,


psicológico y social, y no solo la ausencia de enfermedad. Dado que la salud es un
estado cambiante, pues nuestro medio interno, tanto físico como psicológico
continuamente sufre alteraciones, los factores psicosociales pueden llegar a afectar
nuestro cuerpo. Las relaciones interpersonales implican reestructuraciones internas,
estos constructos internos (creencias y actitudes, hábitos cotidianos, comportamiento)
influyen en el organismo, haciendo más vulnerable al individuo cuando se encuentra
expuesto a procesos patológicos. Por lo que tanto, nuestro bienestar psicológico y físico
dependen en gran medida de nuestros hábitos de vida.

El informe Lalonde, del Ministerio Nacional de Salud y Bienestar de Canadá en 1974


define claramente las variables que determinan la salud o la enfermedad:
1. Biología humana (genética y envejecimiento).
2. Medio ambiente (contaminación física, química, biológica, aspectos psicológicos y
socioculturales).
3. Estilos de vida (conducta).
4. Sistema de asistencia sanitaria (calidad, cobertura o acceso, gratuidad).

10
Lo anterior se resume en el modelo biopsicosocial planteado en 1977 por Engel (en
Oblitas, 2006), cuyas aportaciones son las siguientes:
 La importancia de considerar los factores psicológicos, sociales, culturales y
biológicos como determinantes de la enfermedad y su tratamiento.
 Hace hincapié en la salud más que en la enfermedad. La salud comprendida como
un proceso-estado que se alcanza cuando hay armonía biológica, psicológica y con
el entorno socio ambiental.
 La teoría de los sistemas sirve de marco explicativo de este modelo. Los diferentes
subsistemas (biológico, axiológico, cognitivo, afectivo, interpersonal, social,
ambiente físico) están interrelacionados y los cambios en cualquiera de ellos afecta
a la totalidad individual.
 De acuerdo con este modelo, se requiere de una perspectiva integrativa para
comprender las alteraciones, elaborar un diagnostico, y así lograr que las
interacciones profesionales de la terapia sean eficaces para reducir el tiempo de
recuperación de la enfermedad.
 El Modelo se enfoca en la prevención y promoción de la salud humana. Además de
estimular la creación de nuevas estrategias en la relación del ser humano con su
entorno, orientadas a crear un futuro más saludable, combinando la elección
personal con la responsabilidad social.

Por su parte, la psicología durante siglo XIX encontró un sustento científico para la
realización de los primeros estudios sobre percepción, con lo que se concluyó que el
ser humano reacciona ante los estímulos no en forma directamente proporcional a
éstos sino de acuerdo a la valoración que hace de ellos.

1.2 Surgimiento de la Psicología de la Salud


Con los avances anteriores y otros más, la Asociación Psicológica Americana (APA)
crea en 1978, la división de la Psicología de la salud, ésta realiza aportaciones que
se basan en los siguientes aspectos:
1. El conocimiento de las leyes que rigen los procesos psicológicos en el individuo sano
y en el enfermo.
2. El conocimiento de los determinantes comportamentales, así como, de los
mecanismos necesarios para su modificación.
3. El conocimiento de la teoría de la comunicación, como base fundamental del
intercambio entre médico-paciente, ya que como señala Watzlawick (1983) toda
comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional, tales que el
segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación.
4. El conocimiento de los aspectos psicosociales que rodean las relaciones personales
en el sistema familiar y en el entorno comunitario. Con respecto a este punto,
Hanchett (1988) señala que conforme se llega a conocer a cada uno de los

11
pacientes, comienza el darse cuenta de cómo las presiones familiares afectan la
salud de ese individuo.

Es hasta 1980 cuando internacionalmente se acepta la definición de Psicología de la


salud elaborada por Joseph Matarazzo quien la considera como:
"la suma de las contribuciones profesionales, científicas y educativas especificas de la
psicología como disciplina, para la promoción y mantenimiento de la salud, la prevención y
el tratamiento de la enfermedad, la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos
de la salud, las enfermedad y la disfunción asociada, además de mejoramiento del sistema
sanitario y la formulación de una política de la salud” (Matarazzo, 1980 en Latorre y
Beneit, 1992 y Oblitas, 2006).
Esta definición ha sido ampliamente aceptada y apoyada por la división 38 de la APA
denominada psicología de la salud.

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1983 emitió las


recomendaciones para el ámbito sanitario que a continuación se mencionan:
Promover la responsabilidad individual por medio del fomento de la autonomía
personal.
Destacar los aspectos saludables de la vida y de las personas, en lugar de fijar la óptica
solo en la enfermedad.
Favorecer la comunicación interprofesional en el abordaje de los problemas sanitarios.
Estimular la participación de la comunidad en los problemas sanitarios.

Lo anterior implica desarrollar nuevas perspectivas de comunicación (profesional-


paciente) en las que el paciente tiene que transformarse en “agente de salud” a través
del cuidado de la salud personal y autovigilarse (automonitoreo) (Gil, León Rubio,
Jarana Expósito, 1995).

Con lo anterior se pretende evitar en lo posible la aparición de enfermedades crónicas,


las cuales son resultado de la acumulación de conductas no saludables y condiciones
ambientales perjudiciales. Así pues la muerte prematura está ampliamente determinada
por el estilo de vida, los hábitos y las condiciones ambientales perjudiciales pero
evitables (Bandura,1997).

Así como existe el modelo biopsicosocial, también existe el modelo interactivo de


conductas saludables de Heiby y Carlson (1986), según el cual se pueden distinguir tres
tipos de variables independientes en la salud:
1. Las situacionales, entre ellas, el apoyo social que se recibe de otros, modelos sociales
a los cuales el individuo está expuesto, evaluaciones externas, etc., son factores que
ayudan a acrecentar o suprimir conductas saludables.

12
2. Las personales tales como creencias, percepciones, expectativas, motivaciones, entre
otras, que en última instancia, juegan un papel decisivo en la adopción y
mantenimiento de pautas saludables.
3. Las consecuencias anticipadas de las conductas saludables con relación a los costos
y beneficios percibidos también son elementos importantes, diferentes de las
contingencias de refuerzo o castigo del momento presente (Carlson, Harrigan y Seley,
1997).

La Psicología como ciencia incursiona al área de la salud enriqueciendo este campo


cuando basa la psicología de la salud en las cuatro suposiciones básicas propuestas
por Reig, Rodríguez y Mirá (1987) citados en Latorre (1994) y son:
1. Que determinados comportamientos incrementan el riesgo de ciertas enfermedades, es
decir, que la conducta es un factor de riesgo.
2. Que la modificación de determinados comportamientos puede reducir la probabilidad de
riesgo de determinados procesos de salud.
3. Que el comportamiento se puede cambiar con relativa facilidad.
4. Que las intervenciones psicológicas pueden resistir (con balance favorable) un análisis
de costo – utilidad /eficacia.

1.3 Retos de la Psicología de la Salud


Como todas las áreas del conocimiento, la Psicología de la Salud tiene retos en su
perspectiva futura. De acuerdo con Becoña, Vázquez y Oblitas (citado en Oblitas, 2006)
a continuación se presentan los lineamientos que caracterizarían el desarrollo y las
aplicaciones de la psicología de la salud en el futuro inmediato:
1. Incorporación del modelo conductual por parte de otros profesionales de la salud, para
comprender, explicar y cambiar los comportamientos desadaptativos que tienen
relación con la salud.
2. Gran desarrollo de programas preventivos en enfermedades causadas por hábitos
inadecuados.
3. Necesidad de diferenciar el concepto de psicología de la salud de otros relacionados
estrechamente con ésta, como el de medicina comportamental.
4. Delimitación en el campo práctico del modelo biopsicosocial.
5. Construcción de los modelos explicativos de los distintos problemas en los que
interviene la psicología de la salud desde una perspectiva interdisciplinaria(integrando
conocimientos biológicos, psicológico, conductuales y sociales) considerando el
contexto cultural y sanitario en el cual se da la enfermedad.
6. Aplicación de procedimientos eficaces, de bajo costo.
7. Mejoramiento de las técnicas disponibles, evaluación adecuada de las existentes y
desarrollo de nuevos procedimientos de intervención.
8. Desarrollo de la psiconeuroinmunología.
9. Utilización de medios de comunicación masiva.
13
10. El desarrollo de estrategias preventivas para evitar recaídas después de alcanzar
ciertos logros en la modificación de comportamientos.
11. Utilización saludable del tiempo libre.
12. Contribuir a crear consciencia en la población acerca de la importancia de nuestros
comportamientos para determinar procesos saludables o de enfermedad.
13. Promover que agentes de gobierno, políticos, personal sanitario, docentes, periodistas,
representantes de agrupaciones no gubernamentales, etc., actúen como modelos de
conducta saludables.
14. Incremento de la asistencia a personas de edad avanzada y con SIDA.
15. El papel de la psicología de la salud será cada vez más importante en la planificación
de acciones preventivas de salud, programas comunitarios, etc.
16. Los conocimientos de la psicología de la salud deberán integrarse a otras áreas de
conocimiento, tales como: sociología de la medicina, medicina preventiva, salud
pública, antropología de la medicina, etc.
17. Incremento de la investigación y las publicaciones en el campo de la psicología de la
salud.
18. Considerar que todo cambio a introducir en el campo de la salud debe tener en cuenta
los valores sociales y significados del grupo social que afecte. Es decir, reconocer que
la identificación de necesidades implica juicios de valor.
19. Surgimiento de nuevos problemas éticos.
20. La psicología de la salud ofrece la posibilidad de mejorar el estilo de vida de las
personas así como la calidad de la atención hospitalaria y de los servicios públicos,
reduciendo los costos de la salud (Moscoso y Oblitas, 1994).

14
Objeto de estudio 2

UNIDAD II. CONDUCTAS DE


SALUD Y SU MODIFICACION

15
OBJETO DE ESTUDIO 2

CONDUCTAS DE SALUD Y SUS MODIFICACIÓN

La conducta de salud es una práctica culturalmente transmitida de gran complejidad, en la que


influyen factores institucionales, culturales, étnicos, demográficos y subjetivos, como son las
experiencias privadas, representaciones cognitivas y expectativas (Snyder, 1989), así como la
dimensión individual de las alteraciones orgánicas y comportamentales.
El profesional de la salud, requiere mantener saludable a la población en lugar de tratarla una
vez que ha enfermado, evitando el padecimiento, retrasando su momento de inicio e impidiendo
las muertes prematuras, fomentando la adquisición de conductas de salud y la modificación de
conductas de riesgo (sedentarismo, malos hábitos alimentarios, estrés, etc.), que promuevan
estilos de vida saludables con el propósito de contribuir a mejorar la calidad de los servicios y
favorecer la satisfacción de los pacientes y de la comunidad, así como de los profesionales que
los atienden, de manera tal que se incremente la confianza en las instituciones y en su
personal.
La historia de las adicciones va unida a la historia del hombre. Fumar cigarrillos, beber alcohol,
mascar hojas de coca, esnifar preparados psicoactivos, beber pócimas, fumar marihuana,
utilizar el opio para el dolor, etc., son ejemplos bien conocidos de algunas de las sustancias que
el hombre la utilizado a lo largo de la historia o sigue utilizando. Más actualmente, junto a las
anteriores, y sus derivados industriales o químicos, destacan las nuevas adicciones, unas
derivadas de sustancias, como es el caso de la heroína, la cocaína, las drogas de diseño, el
LSD, entre las más importantes, y otras adicciones comportamentales, sin sustancia, como
resultado de nuestra sociedad tecnológica, como la adicción a Internet, al juego de azar, al
teléfono móvil, a los teléfonos eróticos, al sexo, a las compras, y a un amplio etcétera de
conductas que pueden llegar a ser adictivas (Becoña, 1998b).
En los últimos años se incluyen distintas conductas bajo la denominación genérica de
adicciones o conductas adictivas. Basadas inicialmente en el concepto de dependencia (física y
psíquica), y evolucionando a partir del mismo, se aplicaban inicialmente a sustancias
psicoactivas que ingeridas por un individuo tenían la potencialidad de producir dependencia.
Con el transcurrir de los años se observó que también existían conductas, que sin haber
sustancia de por medio, tenían la capacidad de producir dependencia y el resto de las
características que tenían las dependencias a las sustancias psicoactivas.
El mayor problema que tienen las adicciones no son habitualmente los efectos que producen a
corto plazo. El problema está en los efectos que produce a medio y a largo plazo.
Finalmente, si la persona cambia su estilo de vida anterior por un estilo de vida saludable es
más probable que mantenga la abstinencia a largo plazo. La realidad nos muestra que un
cambio, no siempre es fácil, especialmente en los adictos a opiáceos, y va a depender de
múltiples circunstancia, tanto del sujeto como de la familia y del medio social, oportunidades,
madurez, etc. Cuando conseguimos un cambio en el estilo de vida relacionado con la
abstinencia, es más probable y fácil conseguir mantenerla tanto a corto como a largo plazo.
Hacer un seguimiento de ella y poder intervenir en los problemas asociados al consumo de
drogas puede ser uno de los factores que facilitan el mantenimiento de la abstinencia

16
ELEMENTOS DE COMPETENCIA: (saber hacer)
Identificar conductas de salud y conductas de riesgo. Evaluar estilos de vida. Proponer
estrategias para la prevención y el tratamiento de las conductas de riesgo, así como, para
mejorar el estilo de vida propio. Tomará conciencia de la complejidad de los estilos de vida y
sus implicaciones. Reflexionará sobre la importancia de modificar los estilos de vida para
mejorar la calidad de vida.
Actividad Preeliminar:
En plenaria de clase se comentarán los “mitos en salud” que tengan relación con el campo de
trabajo profesional del área de formación. El docente organizará a los estudiantes de manera
que se distribuyan el investigar fundamentos científicos que confirmen o descarten los mitos
planteados y dicha investigación será el inicio de la siguiente clase.
Actividad de Aprendizaje:
Indaga tus factores de riesgo en forma individual al contestar el cuestionario “Comprueba tus
riesgos de salud”
COMPRUEBA TUS RIESGOS DE SALUD
Marca las definiciones con las que estás de acuerdo.

□ 1. Considero que si me siento bien, debo estar □ 12. Es importante someterse a revisiones médicas
bien de salud. y dentales, pero de un modo u otro, no consigo acudir
□ 2. Mi peso no está dentro del rango que debería a ellas.
según las estadísticas. □ 13. La última vez que solicité atención médica
□ 3. Fumo cigarros. estuve en una sala de urgencias.
□ 4. Mi forma de beber no podría clasificarse como □ 14. Sólo los síntomas graves de enfermedad
moderada – o bien no bebo en absoluto o bebo merecen mi preocupación.
demasiado como para ser considerado un □ 15. Si tuviese una enfermedad difícil de sobrellevar,
bebedor social. preferiría no saber nada de ella hasta que
□ 5. Rara vez duermo siete u ocho horas diarias. estuviese realmente enfermo.
□ 6. No sigo ningún programa de ejercicios regular. □ 16. Procuro no permitirme caer enfermo para no
□ 7. Considero que la mayor parte de las perder mi ritmo de vida.
enfermedades tienen su base genética. □ 17. Tengo la tendencia de evitar hacer preguntas al
□ 8. Creo que la medicina moderna hallará curas médico, aun cuando no comprendo sus
para la mayor parte de las enfermedades antes explicaciones o instrucciones.
de que sea lo suficientemente mayor como para □ 18. Creo que es mejor seguir el consejo del médico
verme afectado por dichas enfermedades. que hacer preguntas y causar problemas,
□ 9. Mientras no tenga sobrepeso, considero que mi especialmente en el hospital.
dieta no afectará mi salud. □ 19. Cuando me enfrento a una experiencia médica
□ 10. Puedo permitirme esperar hasta ser mayor para estresante, creo que lo mejor es intentar no
adoptar un estilo de vida más saludable. pensar en ellas y desear que se acabe pronto.
□ 11. Si me siento bien, creo que estoy sano. □ 20. Preferiría no tener demasiada información
acerca de mi situación médica, porque, de todas
maneras, no podré hacer nada al respecto.
Actividad de aprendizaje

ROMPECABEZAS COGNITIVO: Formar equipos de 5 integrantes y realizar una lectura analítica.

17
Primera lectura
Capítulo II <Conductas de Salud y su modificación> en Apunte de psicología de la salud (2012)
México.
ACCIONES
Realiza una lectura analítica y con base ideas planteadas, resolver el siguiente cuestionario:
a) ¿Cuáles son las conductas nocivas de salud?
b) ¿Cómo se puede lograr la modificación de conductas?
c) ¿Cómo influyen los medios de comunicación en dicha modificación?
d) ¿Cuáles son los modelos cognitivo – conductuales para modificar conductas?
e) ¿Qué es la auto - observación?
f) ¿En qué consiste el condicionamiento clásico?
g) ¿En qué consiste el condicionamiento operante?
h) ¿Qué es la desensibilización sistemática?
i) ¿Qué es el moldeamiento?
j) ¿En qué consiste el condicionamiento encubierto?
k) ¿Qué son las conductas de salud?
l) ¿Qué es el control de estímulos?
En caso de que no encuentres respuestas o la posibilidad de inferirlas luego de la lectura, comentar
con los compañeros de otros equipos sus lecturas en busca de las respuestas faltantes.
Con las respuestas a las preguntas anteriores, por equipo elaborar un mapa mental que destaque:
a) Concepto de conductas de salud que incluya los tipos de conducta saludable.
b) La relación entre Estilos de vida y Calidad de vida
c) El Modelo de creencias sobre la salud y la modificación de hábitos de salud
d) Estrategias de mejoramiento de la calidad de vida
Actividad Integradora y Evidencias de Aprendizaje:

En equipo de tres integrantes, elaboren una reflexión profunda que resuma sus respuestas en el
cuestionario “comprueba tus riesgos de salud” y lo aprendido acerca del tema revisado. Introducción,
Desarrollo y Conclusiones con Bibliografía consultada. Además un cuadro de clasificación simple, en
donde se presentarán las diferentes conductas de riesgo con sus técnicas de prevención y
tratamiento. Deberá contener todos los elementos requeridos, así como una descripción breve y clara
de las características de las conductas de riesgo. Para lo anterior se consideran un mínimo de 4
horas consideradas como de estudio independiente.

Con base en los siguientes documentos, elabora el registro de “línea base”, que muestre tu actual
estilo de vida por al menos 15 días. Para lo anterior se consideran un mínimo de 5 horas como de
estudio independiente.

Cadera:
1. LÍNEA BASE: Plan de alimentación
Frecuencia cardiaca: Plan de ejercicio
Presión arterial: Plan de actividades cotidianas a la semana
Peso: Registro de consumo de tabaco
Talla: Registro de consumo de alcohol
Cintura: Registro de comportamientos de seguridad

18
2. FASE DE MODIFICACIÓN: 3. FASE DE SEGUIMIENTO:
1. Diario de modificaciones Frecuencia cardiaca:
2. Modificación de creencias Presión arterial:
3. Descripción del apoyo profesional Peso:
4. Plan de alimentación modificado con Talla:
sustento teórico Cintura:
5. Plan de ejercicio modificado con Cadera:
sustento teórico Plan de alimentación
6. Información teórica del consumo de Plan de ejercicio
sustancias tóxicas Plan de actividades cotidianas
7. Información teórica sobre sexo seguro Registro de consumo de tabaco
Registro de consumo de alcohol
Registro de comportamientos de seguridad

ACTIVIDADES COTIDIANAS
En la siguiente tabla vas a determinar el tiempo que le dedicas a las actividades enumeradas.
Algunas conductas tal vez no las realices a diario, o no las realices nunca, en ese caso puedes
marcar con un cero (0) en la casilla correspondiente. Si existe alguna actividad que desarrolles, pero
que no esté contemplada en el cuadro puedes integrarla en las filas que se encuentran al final de la
tabla asignándole el tiempo que le dedicas. Al final de la semana es necesario hacer la suma del
tiempo empleado en cada conducta durante la semana.
ACTIVIDAD DÍA 1 DÍA 2 DÍA 3 DÍA 4 DÍA 5 DÍA 6 DÍA 7 TOTAL
SEMANA

Dormir
Alimentación
Necesidades fisiológicas
Arreglo personal
Transporte
Compras
Amistades
Familia
Relación de pareja
Relajación
Planeación
Escuela
Estudio
Trabajo
Hablar por teléfono
Usar Internet
Ver televisión
Actividades domésticas
Actividades recreativas
Actividades deportivas
Actividades religiosas
Actividades sociales

19
ESTABLECIMIENTO DE METAS Y REFORZADORES

¿Se cumplió?
SEMANA Meta parcial Reforzador
Sí No ¿Por qué?

META FINAL:
7

ACTIVIDADES FÍSICAS
En la siguiente tabla vas a registrar las actividades físicas que realizas de manera cotidiana. Asimismo tienes
que anotar los cambios que piensas introducir para incrementar el tiempo y el esfuerzo dedicado a las
actividades físicas. Para ello tienes que explicar de manera breve cómo piensas hacer el cambio y cuánto
tiempo y esfuerzo piensas introducir. Para terminar tienes que anotar las consecuencias que piensas te traerán
esos cambios.
ACTIVIDAD FÍSICA REALIZADA CAMBIOS A INTRODUCIR CONSECUENCIAS

20
Plan de Alimentación

Cantidad de calorías diarias __________ Leguminosas ___ Leguminosas ___


Carne __ Carne ___
DESAYUNO COLACION MATUTINA Frutas ___ Frutas ___
Verduras __ Verduras ___
__ ___
Cereales s / g Cereales s / g Grasas s / p __ Grasas s / p ___
Cereales c / g ___ Cereales c / g __ Grasas c / p ___ Grasas c / p ___
Leche __ Leche ___ Azucares __ Azucares ___
Leguminosas ___ Leguminosas ___
Carne __ Carne ___ CENA COLACION NOCTURNA
Frutas __ Frutas ___ __ ___
Verduras ___ Verduras ___ Cereales s / g Cereales s / g
Grasas s / p ___ Grasas s / p ___ Cereales c / g ___ Cereales c / g ___
Grasas c / p ___ Grasas c / p ___ Leche __ Leche ___
Azucares ___ Azucares ___ Leguminosas ___ Leguminosas ___
Carne __ Carne ___
COMIDA COLACION VESPERTINA Frutas __ Frutas ___
Verduras __ Verduras ___
Cereales s / g __ Cereales s / g ___
Grasas s / p __ Grasas s / p ___
Cereales c / g ___ Cereales c / g __
Grasas c / p ___ Grasas c / p ___
Leche ___ Leche ___
Azucares ___ Azucares ___
Vinagreta.……. …………….... 2 cucharaditas

VERDURAS GRASAS CON PROTEINA


Almendra, cacahuate, pistaches ……. (5 pzas)
Libres (Crudos) Cacahuate japonés …………....(10 pzas) 20 gr
Acelgas, Apio, Berros, Cilantro, Col, Champiñón, Mantequilla cacahuate ……….. 2 cucharaditas
Chiles, Espárragos, Espinacas, Germen de alfalfa, Nuez ……………………………………1 ½ cdas
Jitomate, Lechuga, Pepino, Pimiento, Rábano, Perejil
y Tomates . LECHE
Leche descremada.. ……………………1 taza
Limitadas Leche evaporada descremada............. ½ taza
1 taza de; Leche en polvo descremada................ 4 cditas
Berenjena, Ejotes, Brócoli, Nabo, Coliflor, Yogurt Light natural o frutas …………... 1 taza
Chayote, Nopales, Romeritos, Verdolaga cocida.
½ taza de; AZUCARES
Betabel, Jícama, Flor de calabaza, Cebolla, Azúcar, cajeta, miel ……………2 cucharaditas
Chícharos, Zanahoria, Poro, Cuitlacoche cocido, Caramelo, Gomitas, chicle…….…..… 4 piezas
Pepinillos, Germinado de soya , Col cocida, Chile Chocomilk o mermelada………..………. 1 cda.
poblano, Calabacita, acelgas cocidas, champiñones Helado de agua …………………............ 1 bola
cocidos. Jugo embotellado ……………….……. 1/3 taza
¼ taza de: Leche condensada …………….....1 cucharada
Puré de tomate Mermelada………………………….1 cucharada
Refresco ……………………….......... 1/3 vaso
GRASAS SIN PROTEINA Salsa catsup ………………...... 2 cucharadas
Aceites vegetales ……………… 1 cucharadita Yakult ………………………..…….……1 pieza
Aceite en aerosol PAM ………….... 5 disparos
Aceituna chica ………………………..15 piezas ALIMENTOS LIBRES
Aderezos de ensalada ………….. 1 cucharada
Agua mineral, té, café sin azúcar , Chicles sin
Aguacate ……..………………. 1/3 pieza (30 g)
azúcar, gelatinas y refrescos de dieta. ,
Crema dulce, ácida ……….………1 cucharada
* Sazonadores Condimentos : Canela, mostaza
Margarina / Mantequilla ………...1 cucharadita
Pimienta, sal, limón , salsa picante, salsa soya,
Mayonesa ……..………………1 ½ cucharadita
Salsa inglesa, consomés sin grasa.
Queso crema ….………………..... 1 cucharada
* Sustitutos de azúcar (Canderel, Splenda,
Tocino …………………………….... 1 rebanada
Sweet´n Low, Sungless)
21
CEREALES SIN GRASA Pechuga, Muslo, Pierna s/piel …………....40 g
Arroz cocido …………...………………. ½ taza Pescados y Mariscos
Atole de maíz……………………………. ½ taza Filete de pescado, pulpo, surimi …………40 g
Avena en hojuelas ……………….….… ¼ taza Camarón y cangrejo cocido …………….30 gr
Barrita de avena…………………..……. ½ pza Atún en agua …………………… 30 g (1/3 lata)
Barrita de cereal (Special K, All bran)….. 1pza Cerdo
Bolillo sin migajón …..….………….... ½ pieza Filete, Lomo, Pierna, molida, pulpa…..….. 40 g
Bollo para hamburguesa ……….....….. ½ pieza Res
Cereal de caja con azúcar………….…½ taza Aguayón, bistec, cuete, falda, filete,
Cereal de caja sin azúcar ………………¾ taza molida especial, milanesa …………..……40 gr
Elote desgranado ………………….…… ½ taza Quesos
Galletas de animalitos ………....……..6 piezas Cottage, Fresco, Panela…………… …..... 45 g
Galletas Habaneras, saladas……….. 5 piezas Requesón………...……………….4 cdas o 60 g
Galletas Kraker Bran ..................... ½ paquetito Oaxaca light ..…… …………………….…..30 g
Galletas Marías …...……………….... 5 piezas Queso amarillo ……………………………..1 reb
Granos de pozole ………….………..…. ½ taza Embutidos
Hot cake casero (Ligero)……….………… 1pza Jamón de pavo ..………………….. 40 g (3 reb)
Linaza …………………………..…………2 cdas Jamón de pierna ………………………..... 1 reb
Palitos de pan ………………….…..…. 4 piezas Salchicha de pavo …………………... 1/2 pieza
Palomitas sin grasa …………….…...… 3 tazas Huevo
Pan de sándwich …………...….…. 1 rebanada Entero (Máx. 3 por semana)………….. 1 pieza
Pan de hot dog …………………………..1/2pza Clara de huevo …….……………........ 2 piezas
Pan molido………………………………. 3 cdas
Papa horneada o cocida …………….... 1 pieza FRUTAS
Papa cambray ………………………….4piezas Mamey ………………………………….1/2 pieza
Pasta cocida ….....………………….…. ½ taza Toronja, plátano, pera y mango……..1/2 pieza
Salvado …………………………………..4 cdas Uvas ………………………….1/2 taza (10 pzas)
Tortilla maíz ……….………….….….…. 1 pieza Jugos de frutas naturales …………..…. ½ taza
Piña, zarzamora ………………………..3/4 taza
CEREALES CON GRASA Manzana, Naranja, nectarina, …………1 pieza
Barra de granola …………………………1pieza Melón, papaya, sandia, fresa …………...1 taza
Barras de all bran ………………….. 1.5 barras Jugo V8 …………………………………… 1 lata
Galleta chispas de chocolate …………. 3 pzas Kiwi …………………..........................1 ½ pieza
Galleta de avena ………………………….1 pza Mandarina, tuna, naranja chica……….2 piezas
Galleta “honey bran” …………..……½ paquete Pasitas ……………………………2 cucharadas
Galleta salada tipo “Ritz” ………………..5 pzas Ciruela, guayaba, plátano dominico ….. 3 pzas
Galleta tipo sándwich ……………………2 pzas Ciruela pasa, lima, chabacano ……..… 4 pzas
Granola …………………………….….. 1/3 taza
Hot Cake con mantequilla ..….………..1 pieza RECOMENDACIONES:
Palomitas con mantequilla ..………… 3 tazas Consume mínimo ocho vasos agua al día.
Pan dulce (concha, dona, panque) …..…½ pza
Consume alimentos altos en fibra como verduras y
Papas fritas comerciales . …………( ½ bolsita)
frutas con cáscara.
Papas a la francesa …………..10 piezas (40 g)
Prefiere alimentos naturales a los procesados.
Pastel o pie ………………1 rebanada delgada
Prefiere grasas de origen vegetal
Puré de papa …………………………….½ taza
Evita comida chatarra o rápida.
Tamales ……………………….……... 1/3 pieza
Evita el consumo de alcohol y tabaco.
Tostadas de maíz ……….................... 2 piezas
Haz 30 minutos de ejercicio por día.
LEGUMINOSAS Lava y desinfecta frutas y verduras.
Frijol, garbanzo, lentejas, habas Prefiere cocinar los alimentos hervidos, al vapor, al
(cocidos)…………….………………...1/2 taza horno, a la parrilla, a la plancha en lugar de
freírlos, empanizarlos o capearlos.
CARNE, QUESOS, HUEVO Evita adicionar sal a tus alimentos.
Pollo

22
CONDUCTAS DE SALUD Y SU MODIFICACIÓN

Desde 1972, Belloc y Beslow (citados en Latorre, 1992) ya aseguraban que existen
comportamientos reductores de riesgos de enfermar, se ha generalizado el
conocimiento de que dormir 7 u 8 horas diarias, desayunar, mantener el peso adecuado
a la talla, realizar actividad física cotidianamente, beber alcohol moderadamente y no
fumar, son conductas recomendables para mantenerse saludable. Sin embargo,
aunque la mayor parte de la población lo sabe, no son las mayorías quienes adoptan
estas conductas como estilo de vida.

En las última décadas, el avance de investigaciones en salud ha permitido disminuir los


índices de mortalidad causada por enfermedades agudo-infecciosas y con ello ganar
esperanza de vida en las mayorías, sin embargo, esta ganancia no ha estado
acompañada de calidad de vida. Dado que en los estilos de vida actuales prevalece el
sedentarismo, alimentación con grandes ingestas de calorías y pocos nutrientes,
elevados niveles de estrés, así como, recreación y esparcimiento con medios que
favorecen la pereza mental, las actuales causas de mortalidad son enfermedades
crónico –degenerativas como: diabetes, hipertensión, artritis, cardiopatías, entre otras.

Al ser la Psicología la ciencia cuyo objetivo es conocer, predecir y controlar el


comportamiento en los seres humanos, resultan pertinentes las aportaciones de esta
ciencia al área de la salud. Particularmente en el establecimiento de hábitos de salud.
Un hábito es un comportamiento aprendido, el cual se pone en marcha
automáticamente en un individuo.

Los profesionales de la salud deben orientar su desempeño al establecimiento de


hábitos de salud, entendidos como “conductas relacionadas con la salud, que está
firmemente establecidas y arraigadas en el repertorio comportamental del individuo”.

Al ser los hábitos conductas aprendidas, como todo aprendizaje es susceptible de


extinguirse o reaprenderse y dado que el ser humano nunca pierde su capacidad de
aprender, resulta sencillo suponer que todo comportamiento puede ser modificado
siguiendo los principios de las Teorías del aprendizaje. Sin embargo, las conductas de
salud son inestables y ello complejiza el proceso de adopción y mantenimiento de las
mismas.

Se consideran 4 premisas que hacen a las conductas de salud inestables:


 Una misma conducta de salud puede estar bajo control de varios factores en
diferentes personas.
 Los factores que controlan una conducta de salud pueden cambiar a lo largo de
la vida de una persona.

23
 Cada conducta de salud está bajo el control de factores diferentes en la misma
persona.
 Los factores que controlan una conducta de salud pueden cambiar a lo largo del
desarrollo de la propia conducta de salud.

De manera que por ejemplo, lograr que varias personas adquieran el hábito de la
actividad física, implica identificar en cada uno su motivación para realizarlo y que será
distinta del de otras, además ocurre que la motivación de la misma persona siendo
adolescente puede cambiar cuando se convierte en adulto o anciano, y que no por
adoptar el habito de la actividad física ello conlleva a que la persona deje de fumar u
otras conductas nocivas. También puede ocurrir que la capacidad del organismo
producto de la adquisición del hábito e independientemente de la motivación para
adquirirlo demande el incremento en rendimiento, propio del desarrollo de la conducta.

2.1 Tipos de conductas de salud


La promoción de la salud, se define como “el proceso de capacitar a la población para
que aumente el control sobre su propia salud y la mejore” (OMS citado en Fiorentino,
2006), es decir, que estando saludable la persona, potencie su organismo para un
óptimo rendimiento. En las actividades realizadas por profesionales de la salud, la
promoción ha cedido su lugar al tratamiento de enfermedades y en el mejor de los
casos a la prevención de las mismas.

De manera que son fuertes costos económicos para tratar enfermedades crónico –
degenerativas cuyos resultados año con año parecen incrementar en demandas de
atención, en una buena medida porque la visión biomédica prioriza el tratamiento con
fármacos, y los aspectos de estilo de vida como sedentarismo, dieta, manejo
emocional, entre otros, han quedado relegados.

Transitar a una inversión económica en prevención y promoción de salud implica un


reaprendizaje cultural de la sociedad en general. De manera que se asuma la
importancia de establecer estilos de vida saludable desde la juventud. Se espera que el
reaprendizaje inicie con la modificación en la perspectiva de los profesionales de la
salud (médicos, nutriólogos, enfermeras, quimicofarmacobiologos, odontólogos,
psicólogos, culturistas en deportes y rehabilitadores físicos) en su propio estilo de vida,
de manera que con su ejemplo, conocimientos y habilidades puedan adherir a estilos de
vida saludables a sus pacientes. En el logro de este objetivo se requiere la modificación
de conductas nocivas a conductas de salud.

Latorre (1992) propone clasificar las conductas de salud en:


- Aquellas que dependen del acceso de la persona al sistema de salud, como
puede ser las campañas de vacunación.
24
- Las recomendadas por los profesionales de la salud pero que no dependen del
acceso al sistema, como puede ser aprender a equilibrar la dieta con base en
recomendaciones de un Nutriólogo.
- Los comportamientos independientes del sistema de salud como lo es la
activación física.

Esa es una clasificación que permite a los profesionales de la salud y al propio sistema
de salud plantear estratégicas propuestas de intervención. Sin embargo, existen otros
factores además de la vinculación con el Sistema de salud que influyen
significativamente en el logro de la modificación de conductas orientadas a estilos de
vida saludables.

2.2 Determinantes del comportamiento


En los factores que pueden ser determinantes en el establecimiento de una conducta
de salud dentro del repertorio comportamental de un individuo se encuentran los
individuales y los sociales.

Se consideran DETERMINANTES INDIVIDUALES aquellos cuyo origen es personal, como


pueden ser: la autopercepción de síntomas, factores emocionales, así como, creencias
y actitudes (Rosenstock, 1996 en Beneit, 1994).

La autopercepción de síntomas se refiere a cuan sensible es una persona a la aparición


de síntomas en su cuerpo, a la intensidad de los mismos y una vez percibidos cuan
vulnerable se vive ante enfermedades o accidentes; este determinante influye en la
posterior toma de decisiones que faciliten el establecimiento de hábitos nocivos o
hábitos de salud.

En términos de emociones, un alto arousal emocional interfiere con los hábitos


saludables de una persona (Leventhal et al citado en Fiorentino, 2006), es decir, para
una persona poco consciente de sus estados emocionales ciertas emociones como
ansiedad o aburrimiento puede asociarse a conductas nocivas como comer
compulsivamente, beber alcohol en exceso, fumar u otras, sin pasar por un proceso de
pensamiento, sino simplemente el organismo experimenta la emoción y ejecuta la
conducta.

Mientras que las actitudes pasivas y ciertas creencias ante procesos de salud y
enfermedad obstaculizan la prevención, personas con estas actitudes suelen acudir al
sistema de salud únicamente cuando experimentan dolor o una seria anormalidad en su
organismo y con la expectativa de curarse en breve tiempo sin más responsabilidad que
tomar un medicamento o fármaco. Green et al. (1980) definen una creencia como “una
convicción de que el fenómeno u objeto es real o verdadero” y suele traducirse en
25
vocablos como fe, confianza y verdad. Son determinantes porque por ejemplo si una
persona no cree en la eficacia de los medicamentos no los tomará, y en el caso de no
creer en los beneficios de dejar de fumar, tampoco modificará este comportamiento.

El llamado “locus de control”, es un importante determinante individual, consiste en la


predisposición mental a atribuir al sí mismo (locus de control interno), a los otros (locus
de control externo) o a la suerte, destino o Dios (locus de control al azar) los resultados
o refuerzos obtenidos en una situación concreta.

De modo que por mencionar un ejemplo, tres personas diagnosticadas con diabetes
pueden atribuir el diagnostico a causas distintas, al estilo de vida no saludable adoptado
a lo largo de su vida (locus de control interno), otra a la herencia genética de su familia
(locus de control externo) y otra más al miedo o ansiedad experimentado ante un
inesperado acontecimiento (locus de control al azar).

Mientras que DETERMINANTES SOCIALES se consideran los valores culturales, las


influencias de grupo, el propio sistema sanitario y las experiencias de socialización
dentro de la historia de vida del individuo.

Cobra relevancia en el establecimiento de una conducta de salud que el medio


ambiente y comunitario reconozca como valiosa la salud y particularmente aquella
conducta por reforzar, la opinión de los integrantes de grupos de relaciones personales
más cercanos como son familiares, amigos, vecino, compañeros de escuela o trabajo,
así como, las acciones emprendidas en el pasado ante situaciones de salud o
enfermedad similares a las que ocurren en el presente.

2.3 Modelos explicativos de la modificación en una conducta de salud


Lograr el establecimiento de una conducta de salud es un complejo proceso que
incluye: las estrategias utilizadas para lograrlo, las premisas que hacen inestable una
conducta, así como, los determinantes individuales y sociales.

Con el objetivo de comprender que ocurre en este proceso que da por resultado la
permanencia de conductas nocivas en lugar del establecimiento de conductas
saludables, varios autores han propuesto modelos teóricos que explican desde distintas
perspectivas el proceso de lograr de conductas de salud.

Los modelos se dividen para su análisis en los llamados de la enfermedad o de


expectativa-valor y de autorregulación. En los primeros se encuentran: Modelo de
creencias en salud, Modelo de la acción razonada, Modelo de la conducta planificada,
Teorías de la motivación protectora. La característica de todos ellos es que se basan en
dos cogniciones:
26
 La probabilidad subjetiva de que un determinado comportamiento conducirá a un
conjunto de resultados esperados.

 La valoración de los resultados de la acción.

A continuación se describen algunos modelos explicativos.

Modelo de creencias sobre la salud (Formulado inicialmente por Hochbaum y


posteriormente reformulado por Rosenstock y Kirsch, 60´s):

PERCEPCIÓN DE AMENAZAS CONTRA LA SALUD


-Valores generales para la salud
-Creencias especificas sobre la vulnerabilidad
-Creencias sobre la gravedad de la enfermedad

CONDUCTA DE SALUD

CREENCIAS SOBRE LA POSIBILIDAD DE REDUCIR LA AMENAZA


-Creencia en la eficacia de los medios concretos
-Creencia en que los beneficios superan los costos

Modelo de la acción razonada (Fishbein y Ajzen, 1967):

ACTITUDES SOBRE LA ACCIÓN ESPECÍFICA


-Creencias respecto al resultado de la conducta
-Evaluación de las consecuencias de la conducta

INTENCIÓN CONDUCTA
COMPORTAMENTAL DE SALUD
NORMAS SUBJETIVAS RESPECTO A LO APROPIADO EN LA ACCIÓN
-Creencia normativas
-Motivación para actuar

Las críticas a estos modelos se basan en que solo resultan útiles para explicar
conductas de salud que requieren acciones conscientes y voluntarias pero prestan
escasa atención a las variables emocionales como determinantes del comportamiento
saludable.

Mientras que dentro de los Modelos de autorregulación están: Modelo de información –


motivación y habilidades conductuales, Modelo transteórico del cambio conductual,

27
Modelo del proceso de la adopción de precauciones, Modelo del proceso de acción a
favor de la salud y Teoría de la acción social, entre otros. En todos ellos el elemento
central es la autoeficacia percibida propuesta por Albert Bandura, de acuerdo con la
cual la percepción de eficacia persona para llevar a cabo una acción genera
expectativas (de eficacia y de resultados) que permiten anticipar el mecanismo por el
cual el organismo regula su propio comportamiento (toma de decisiones).

Modelo transteórico del cambio conductual (Prochanska, Di Clemente y Norcross,


1992):

Conceptos en Etapas Estrategias


todas las
etapas
Precontemplación -Proporcionar información
-Ayudar al paciente a creer en su capacidad de cambio
-Personalizar la valoración
Balance Contemplación -Ayudar al paciente a desarrollar habilidades para el cambio de
decisional. conducta
-Ofrecer apoyo
Cambio -Ayudar al paciente a desarrollar un plan de cambio
conductual / -Proporcionar material de ayuda
autoeficacia Preparación -Proporcionar información sobre el proceso de cambio
-Ayudar a hacer planes para intentarlo
Acción -Ofrecer ayuda
-Ayudar al paciente a prepararse ante posibles problemas
Mantenimiento -Ayudar al paciente a prepararse ante posibles problemas
Terminación -En caso de recaída ayudar al paciente a comprender los
motivos de la misma.

Modelo de adopción de precauciones:

FASE 7: Mantenimiento

FASE 6: SE ADOPTA LA PRECAUCIÓN

FASE 4: Acción FASE 5: Acción innecesaria

FASE 3: Reconocimiento de susceptibilidad

FASE 2: Conciencia del riesgo y sesgo optimista

FASE 1: Sin consciencia del riesgo


28
Proceso de acción a favor de la salud (Schwarzer y Fuchs, 1999):

AUTOEFICACIA MOTIVACIÓN VOLICIÓN

(esfuerzo y tiempo)
Expectativas de resultados

Percepciones del riesgo Intenciones / metas


Planes de acción Control de acción

ACCIONES A FAVOR DE LA SALUD

Barreras y recursos externos

2.4 Técnicas y sugerencias en la Modificación de conductas


La perspectiva teórica que en el área de la salud se utiliza con mayor frecuencia dados
sus indicadores de efectividad en temas de salud / enfermedad es el enfoque
cognitivo - conductual. El cual parte de las siguientes premisas (Oblitas, 2006):

Los trastornos emocionales y la conducta son, en parte, una función de los trastornos
de los procesos cognitivos; la relación entre terapeuta y consultante debe ser siempre
de colaboración y no de jerarquía; el foco del tratamiento radica en cambiar cogniciones
para producir los cambios deseados en el afecto y la conducta; los tratamientos
completos son formas de intervención de tiempo limitado y educativas que se centran
en específicos problemas – meta.

A los pacientes se les enseña primero, a reconceptualizar el problema desde un punto


de vista cognitivo y comprender como el mismo mantiene las conductas nocivas para su
salud, a través de determinadas creencias. El siguiente paso consiste en enseñarles
habilidades de automanejo para que logre un mejor control de las situaciones. La
tercera fase es practicar y experimentar el uso de estas técnicas y el manejo de
estrategias a nivel cognitivo, afectivo y conductual para que concrete un control efectivo
de las conductas saludables.

El tratamiento cognitivo-conductual incluye elaborar junto con el paciente planes y


metas realistas, proporcionarle técnicas para el manejo de situaciones problemáticas,
enseñarle a reconocer comportamientos no saludables específicos y diferenciarlos de
aquellos que si lo son, así como, planear actividades diarias en forma gradual y con
reforzamiento contingente. Es muy importante la colaboración de los miembros de la
familia y otras personas significativas al paciente (Oblitas, 2006)

29
No conviene exagerar los riesgos, pero tampoco limitarlos. Hay que evitar despertar
elevados niveles de temor y de ansiedad, que con frecuencia conducen a un “bloqueo”
emocional en el lenguaje. Por el contrario, es útil proporcionar ejemplos de personas
que han padecido la enfermedad y con las que puedan identificarse, incluso presentar
testimonio de personas que se beneficiaron de acciones similares, con el objetivo de
evitar la aparición de actitudes fatalistas frente a la amenaza.

También se recomienda dar explicaciones sencillas acerca de los mecanismos


fisiológicos y psicológicos de la conducta a modificar.

Otras de las técnicas con probada eficacia en la modificación para establecer conductas
de salud son las originadas en la Teoría del Aprendizaje también denominado
conductismo como corriente psicológica. Dentro de las cuales se encuentran:
Condicionamiento clásico, Desensibilización sistematica, Condicionamiento operante,
Moldeamiento, Intervenciones cognitivas y Condicionamiento encubierto.

Al inicio de todo programa de modificación conductual utilizando cualquiera de estas


técnicas o una combinación de ellas, se realiza la autoobservación; es “un doble
procedimiento que consiste por un lado en atender deliberadamente a la propia
conducta y por otro, en registrarla mediante algún procedimiento previamente
establecido”, en otras palabras, prestar atención al comportamiento de sí mismo (por
parte de la persona que desea establecer una conducta de salud) y simultáneamente
elaborar autorregistros, o sea, cada día tomar nota del momento, duración y frecuencia
en que ocurre la conducta a modificar, sin intentar cambio alguno, pues el objetivo es
conocer cómo se desarrolla.

Estos autorregistros se elaboran durante un periodo de tiempo establecido por el


profesional de la salud, generalmente se recomienda de una a dos semanas y una vez
completados los registros por escrito se extrae el flujo de la conducta por modificar. A
este flujo se le denomina línea base.

Una vez identificado el flujo conductual como proceso se comienza a diseñar un


“programa de modificación” en el cual se integrarán la o las técnicas conductuales.
Independientemente de la técnica elegida, en todos los casos debe incluirse el Control
de estímulos, que consiste en identificar los elementos que pueden constituirse como
reforzadores, sean positivos o negativos, y una vez identificados intentar controlar el
medio ambiente de manera que se favorezca la ocurrencia de aquellos que refuercen el
establecimiento de conductas de salud.

Se denomina reforzadores positivos, los que que favorecen la adquisición de un


comportamiento, como ejemplo, realizar actividad física (caminar o trotar) en compañía
de un amigo o persona de agrado refuerza la decisión de activarse físicamente; en
tanto que reforzadores negativos, son los que favorecen la extinción de una conducta,

30
por ejemplo, en el caso de que la conducta a modificar sea el fumar, resulta estimulante
un parche o chicle de nicotina que refuerce el no fumar al tiempo que disminuye la
necesidad biológica de dicho hábito.

A continuación se describen las técnicas conductuales mencionadas en líneas


anteriores (Latorre, 1992):
- Desensibilización sistemática, suele utilizarse cuando determinados estímulos o
situaciones provocan en los individuos una intensa y desadaptativa reacción de
ansiedad. Su base es el entrenamiento en técnicas de relajación para sustituir la
ansiedad. Por ejemplo, un paciente odontológico que experimenta ansiedad y
angustia cuando se va someter a procedimientos dentales. Primero, se le entrena
en técnicas de respiración y musculares hasta que atraves de ellas logre la
relajación de su cuerpo en situaciones ajenas a la intervención odontológica.
Segundo, se elabora una lista del 1 al 10, en donde en el decimo lugar se
encuentre imaginar que va al Odontólogo, en el noveno lugar imaginar que le
están realizando un procedimiento dental, en el octavo lugar ver una fotografía
del consultorio dental y así sucesivamente hasta llegar al segundo lugar que
consiste en entrar al consultorio y sentarse en el sillón de intervenciones y en el
primer lugar se encuentra someterse a la intervención odontológica. Tercero, se
comienza a asociar el numero 10 de la lista con las técnicas de relajación hasta
conseguir que el paciente pueda imaginarse de camino al Odontólogo y sentirse
tranquilo y relajado, cuando se consigue esto, se pasa al evento ubicado en el
noveno lugar asociándolo con las técnicas de relajación hasta que el paciente
logre imaginarse durante un procedimiento dental y sentirse tranquilo y relajado,
así sucesivamente, hasta que llegue al evento del primer lugar sintiéndose
tranquilo y relajado.
- Moldeamiento, Es una técnica de reforzamiento diferencial mediante una serie
de aproximaciones sucesivas al modelo (conducta deseada) que constituye el
objeto de la intervención. Por ejemplo, un niño que por primera vez le van a
practicar la toma de muestra sanguínea en un laboratorio químico y se pretende
evitar una impresión emocional que con posterioridad le generé ansiedad o
angustia a las tomas de muestras de sangre. Primero, se invita a otro niño
(modelo) cercano a su edad (o un poco mayor) que ya conozca este
procedimiento y pueda someterse al mismo estando tranquilo y relajado. Segundo,
se pide al niño mayor que explique al novato en qué consiste el procedimiento
como tal y que se siente. Tercero, se realiza el procedimiento al niño mayor,
mientras el menor observa o se le presenta un video de dicho procedimiento.
Cuarto, se realizan los primeros pasos del procedimiento (poner liga y pasar

31
torunda de alcohol, incluso preparar la jeringa) al niño menor y simultáneamente
se confirma con preguntas orales que se encuentre tranquilo y relajado, en caso
contrario se suspende el procedimiento hasta lograr que este relajado y se le
vuelve a poner el video del procedimiento realizado al niño mayor acompañado
de las explicaciones necesarias. Quinto, se realiza el cuarto paso hasta lograr que
el niño menor se mantenga igual que el mayor mientras le realizan el
procedimiento.
- Condicionamiento operante, implica la manipulación de las contingencias
ambientales para incrementar la frecuencia de ciertas conductas (reforzamiento
positivo) y disminuir la de otras (reforzamiento negativo). Por ejemplo, una
persona que desea modificar su alimentación para eliminar “comida chatarra”, si
invariablemente, cada vez que tiene la tentación de ingerir estos productos se le
presentan como sucios o contaminados con algo que le genere asco, y cada vez
que ingiera alimentos sanos recibe comentarios halagadores de varias personas,
llegará el momento en que por tantas repeticiones con solo ver “comida chatarra”
experimentará asco aunque esta ya no esté contaminada, mientras que ver
alimentos sanos le generará sensaciones de bienestar, aunque no haya
personas a su alrededor.
- Condicionamiento clásico, es una técnica conductual cuyo principio fundamental
es la asociación entre estímulos. Por ejemplo, si invariablemente, cada vez que
una persona experimenta tranquilidad y sensaciones de bienestar repite una
frase como “todo está bien”, luego de reiteradas repeticiones se asociara el
estado interno experimentado con la frase, de modo, que en el momento en que
la persona viva ansiedad o estrés con solo repetir la frase por asociación su
cuerpo comenzará a tranquilizarse.
- Condicionamiento encubierto, se caracteriza por el hecho de que los estímulos
antecedentes y consecuentes son presentados al sujeto de manera imaginaria
más que de manera real. Por ejemplo, si invariablemente, cada vez que una
persona inicia alguna actividad física y todo el tiempo que la realiza piensa en los
beneficios que obtendrá, a fuerza de repetirlo, llegará el momento en que solo
por realizar actividad física generará sensaciones de logro, aún sin pensar en
nada.

Por último, durante todo proceso de modificación de conducta se debe establecer


procedimientos de evaluación que permitan obtener información para continuar y
reforzar, en caso de que los indicadores muestren eficacia del tratamiento, o bien, hacer
las mejoras pertinentes cuando los indicadores evidencien ineficacia.

Dentro de los procedimientos de evaluación se encuentran (León, 2004): intuición del


médico, aunque las investigaciones revelan que los médicos suelen sobreestimar la
efectividad de los tratamientos que ellos mismos prescriben, por lo que no es el

32
procedimiento más recomendable; autoinforme, consiste en que el paciente indica si
percibe mejoría o no, puede ser en forma verbal o con formatos por escrito pero
también esta sesgado por la subjetividad en la percepción del individuo.

Otros procedimientos, de hecho, más recomendados por ser menos subjetivos son:
despacho de recetas, consiste en confirmar mediante el informe de encargados de
farmacia que el paciente efectivamente este surtiendo las recetas prescritas; recuento
de píldoras, se le pide a un familiar o persona que viva con el paciente que
periódicamente y sin avisar cuente las píldoras en las carteras de medicamentos para
confirmar que falten las correspondientes a los días de tratamiento trasncurridos;
mejoría clínica, a diferencia del autoinforme e intuición del médico, en este
procedimiento la evaluación consiste en obtener indicadores clínicos (temperatura, tez
en piel, entre otros) de que el paciente está teniendo adherencia terapéutica e
implantando conductas de salud; el procedimiento más eficaz es el análisis bioquímico
del nivel de medicamento en el organismo, se puede considerar el más cercano a lo
infalible.

33
Objeto de estudio 3

UNIDAD III. ENFERMEDAD


CRÓNICA Y ENFERMEDAD
TERMINAL

34
OBJETO DE ESTUDIO 3

ENFERMEDAD CRÓNICA Y ENFERMEDAD TERMINAL

Pinto (2002) refiere “la enfermedad crónica como un término que engloba las enfermedades de
larga duración, asociadas a menudo con un grado de incapacidad con diferentes repercusiones
sobre la persona, la familia y la comunidad a la que pertenecen”. La enfermedad crónica
discapacitante se encuentra directamente relacionada con los conceptos sobre cronicidad
dados ya que es causada por múltiples factores, genera limitación física, aislamiento social y
requieren muchas oportunidades del apoyo total o parcial de otros para poder realizar sus
actividades básicas.
Según Sánchez (2000) “Al hablar de enfermedad crónica se hace referencia a un trastorno
orgánico y funcional que modifica el estilo de vida, que es permanente, multicausal y que
requiere largos periodos de cuidado, tratamiento paliativo y control”. Lo dicho por esta autora
reafirma el planteamiento sobre el significado de enfermedad crónica.
Este tipo de enfermedades trae consigo unas connotaciones, que la hacen en la mayoría de
oportunidades ser causa de rechazo, depresión o crisis emocionales de quienes la padecen;
por que se conoce que son situaciones de enfermedad largas, que implican tratamientos
prolongados, agotadores, que producen dolor, deterioro progresivo, causan limitaciones físicas,
perdida de la independencia o autonomía, y muerte. Todo esto además conlleva a pensar, que
las personas enfermas necesitan del apoyo o cuidado de otros por lo tanto se convierten en una
carga social. Cuando un individuo conoce que tiene una enfermedad crónica se ve enfrentado a
un futuro incierto, que se modifica dependiendo el curso de la enfermedad, esta evolución del
deterioro físico, conlleva un aislamiento social, donde el individuo tiende a reencontrarse con si
mismo y encontrar un sentido distinto a su propia existencia.
La persona con una enfermedad crónica experimenta un sinfín de emociones negativas:
tristeza, impotencia, ansiedad, miedo, soledad... y esos sentimientos se hacen extensivos
también a su cuidadores, sea el cónyuge, algún familiar o un amigo cercano. Tanto uno como
otros se desaniman fácilmente a causa del cambio en sus papeles, las complicaciones del
tratamiento y la amenaza constante de la muerte. La enfermedad crónica domina sus vidas.
La fase terminal de la vida se inicia cuando el médico juzga que las condiciones del paciente
han empeorado hasta tal punto que ya no es posible ni detener ni invertir el curso de la
enfermedad; es cuando el tratamiento se hace básicamente paliativo y se concentra en la
reducción del dolor. En tales condiciones surge un sinnúmero de dilemas controversiales, cuya
resolución afectan de modo considerable tanto al enfermo y sus familiares como al médico.
ELEMENTOS DE COMPETENCIA: (saber hacer)
Identificar las respuestas emocionales de un enfermo crónico y el proceso de crisis familiar que
ocasiona para proponer estrategias de intervención. Reconocer el impacto estructural y
emocional que tiene la enfermedad en la familia. Reconocer el impacto estructural y emocional
que tiene la muerte en la familia. Proponer estrategias para el tratamiento de la enfermedad
crónica y el manejo de la enfermedad terminal. Resaltará la importancia de los aspectos
psicológicos y su repercusión en la atención integral del individuo-familia-comunidad.

35
Actividad Preeliminar:
Tarea: Observa en tu familia que conductas pueden ser inadecuadas para la salud y elabora
con ellas un reporte de observación en donde describas tus razones.
Con base en tu entorno familiar, identifica si en el existe alguien con enfermedad crónica o si
han perdido a algún miembro de la familia y describe en media cuartilla la conducta del familiar
enfermo y en correspondencia, las conductas de la familia y como conciben la muerte.
Consulta bibliografía en biblioteca o en internet y elabora una ficha textual del término FAMILIA.
Actividades de Aprendizaje:
Primera lectura
Capítulo III <Enfermedad y familia> en Apunte de psicología de la salud (2012) México.
ACCIONES:

Resuelva la siguiente sopa de letras anexa en la siguiente pagina.


Luego de ver la película “La decisión más difícil”, rescata a lo largo de la lectura anterior
la información necesaria para contesta por escrito las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles son los subsistemas que integran la familia?
2. ¿Cuál es la función de los límites de la familia?
3. ¿Cuáles son los tipos de comunicación y cuando la comunicación se vuelve caótica?
4. ¿Cuáles son los niveles de comunicación familiar y cuando se dice que falla?
5. ¿Qué es la desorganización familiar y de que depende?
6. ¿Qué estilos de respuesta tiene la familia ante un enfermo?
7. ¿Cuáles son las fases de desorganización de una familia?
De lo leído y respuestas encontradas, en plenaria elaborar una guía que contenga elementos
de observación de conductas de familia ante la enfermedad.

Segunda lectura
Capítulo IV <Manejo de las enfermedades crónicas> en Apunte de psicología de la salud (2012)
México.
ACCIONES

Rescata a lo largo de la lectura, las tareas de los profesionales de la salud.


Una vez realizada la lectura propuesta, elabora un cuestionario y mapa conceptual de
enfermedad crónica que integre: Enfermedad crónica, Fase inicial y fase crónica,
Reacciones adaptativas, Reacciones ante la crisis personal, Problemas físicos asociados a la
enfermedad y al tratamiento médico, Reacciones emocionales, Creencias sobre la naturaleza,
causa y controlabilidad de la enfermedad

36
SOPA DE LETRAS

D Y B K L P F G A R W C X N M E T A R R E G L A S N B C R M
V R S E S O R B M E I M S Q H J K O T Ñ Y U J H K V C L A U
T Y I I G S W V B C U A X C R T H G I N F O R M A T I V O V
S A R G G J P L E H R Q S V G Y J F R S Z I L U W R T D H B
U F G N I K L S Ñ A V M E S I O B A N K L A P A R E N T A L
P A C O X D A U R Z T H C V T B T H I S N E G T H J K L P T
R M O R N I O B C A L Ñ R R N P K E R O O N R E T A R F Y A
A O N A V E F S V R D R E B E U J K I L D S B T A M L D F I
S L F R A Q Y I H J K I T C A T E C W V N M R H J E R G Y N
I R I S R E A S R T B J A K C O N T E N I D O L X N E F O T
S T R D I F C T I A O N S L M U C O F T S W X I V S G S B E
T S M R A H B E A G T A D E F I N I D O S H B M B A L A P R
E U A E B Y M M D V S E P R I L A O E M A I L I T J A R L A
M I R M L A E A E E L T E A N U F A M I L I A T C E S U T C
A R I O E T X S L H L A R C T R C T G I U L O E O L N T Y C
X E A T S F J E Y U O P Z I A E U Y D S W S T S M E M C E I
B O C I T Q V N R T D A I O R H A A I A Q F H M U F I U R O
M P S V Y I M J L R V S O N S T D I F U S O S A N C O R F N
J I C O N Y U G A L M H X A Z R Y F R Y B V C T I V G T G I
R E C O N O C I D A S U I L A F E C T I V O S B C T T S Q N
Z A P I N D F M T Y U A E F D L G T W X F D A V A G E E S H
W X C I E T V B D I S F U N C I O N A L I P O F C D R R I F
A B J K L R E L A C I O N Q F G Y U A S L F M E I I S F O T
M Y E T R Q S X F B A S G E T C D I M U A K L Ñ O H F A G E
T I M P L I C I T A S Q Z V A X E Z T J L M S A N G R E F D
H J L P Z R A N Y O A D E S A R R O L L O D F G T M I O D W

37
Tercera lectura
Capitulo V <Enfermedad terminal y muerte> en Apunte de psicología de la salud (2012) México.
.
ACCIONES

Realiza lectura analítica y rescata los diferentes definiciones de calidad de vida y elabora un
cuadro simple que incluya tú conclusión a manera de definición.
Con base en la reflexión, contesta los siguientes cuestionamientos:
¿Cómo se relaciona la enfermedad crónica con la calidad de vida?
¿Qué es la depresión y como se relaciona con la enfermedad crónica?
¿Cómo y con qué se puede rehabilitar un enfermo crónico.
Actividad Integradora:
Aplica el siguiente guión de entrevista a algún enfermo crónico (preferentemente familiar) y su
familia nuclear, al realizar la entrevista se deberá hacer trascripción literal de las respuestas (se
sugiere videograbar) y posteriormente una interpretación detallada y de redacción adecuada.
Para lo anterior se consideran un mínimo de 5 horas como de estudio independiente.

GUIÓN DE ENTREVISTA

a. DEMOGRÁFICAS:
Nombre: Sexo:
Edad: Fecha de nacimiento:
Estado Civil:
Fecha de la entrevista: Ocupación:
Lugar de Origen:
Lugar de residencia:
Cuál es la enfermedad que ud. y su familia padecen:
PREGUNTAS ACERCA DE USTED Y SU FAMILIA
1.- ¿Qué lugar ocupa en su familia de acuerdo al orden de nacimiento?
2.- ¿Cuántas personas habitan hoy en día en su casa?
3.- ¿Quiénes son y qué parentesco tienen con usted?
b. CONOCIMIENTO:
¿Qué sabe usted acerca de la enfermedad que padece?
¿Conoce las razones por las cuales ud. llego a enfermarse?
¿Conoce si hay antecedentes previos de esta enfermedad en su familia?
c. EXPERIENCIA:
En caso afirmativo a la pregunta anterior: ¿Cómo se enfrento la enfermedad con
anterioridad? ¿Qué sucedió?
Podría platicarme como ha sido estar enfermo de (XXXXX) desde el momento en
que lo supo hasta hoy….

38
En qué forma esta enfermedad ha afectado a su familia…. (Esta pregunta da
lugar para hacer interrogatorio circular con la familia)
¿Con quien suele platicar usted acerca de su enfermedad?
De qué manera sus actividades diarias se han ido modificando, y como le ha
hecho ud. y su familia….
d. SENSORIALES:
Si pudiera ponerle un color, olor o textura a la manera en cómo lo hace sentir la
enfermedad, cuál sería?
e. SENTIMIENTOS:
Ahora que estamos platicando sobre su enfermedad, cuáles son los
sentimientos que tiene acerca de ella? (también propicia interrogatorio circular)
Qué momentos especiales en relación a esto, son los que les vienen a la
mente…
f. OPINIÓN / VALOR:
En su opinión, que debería hacerse para prevenir dicha enfermedad…
Si pudiera echar el tiempo atrás que sería lo que cambiaria de su vida, que le
ayudara para no haberse enfermado de esto:..

ENFERMO TERMINAL

Actividad Preeliminar

1. Ve la película “Lo mejor de mi vida” y contesta por escrito las siguientes preguntas:

a) ¿Cuál es tu opinión general de la película o que mensaje te deja?


b) ¿Qué consideras que haya influido para bien o para mal en el comportamiento de los
miembros de la familia y su padecimiento?
c) ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con la forma en que trataron los profesionales de la
salud al paciente terminal? ¿por qué?
d) ¿Cuáles crees que fueron los pensamientos y sentimientos de los profesionales de la
salud que intervienen en el caso que plantea la película?
e) ¿Cuál consideras que sea la función del profesional de la salud hacia un paciente
terminal?
Actividades de Aprendizaje:
Elabora un cuadro simple con:
- Las diferentes formas de ver la muerte e integra la personal.
- Las percepciones de la muerte en las diferentes etapas del ciclo vital.
- Las reacciones emocionales del enfermo terminal según Kübler-Ross.
Resuelve las siguientes preguntas:
1. ¿Qué es la intervención en crisis y cuáles son sus objetivos?
2. ¿A qué se llama planeación avanzada?
3. ¿Qué se entiende por eutanasia y suicidio asistido?

39
4. ¿Cuáles son las recomendaciones terapéuticas para los familiares que han perdido a un
miembro de la familia?
Actividad Integradora.
CASO: Apoyándose en las reflexiones hechas y el aprendizaje logrado, elabore a manera de
propuesta un cuadro comparativo para contrarrestar y dar seguimiento a las conductas de
riesgo en tu familia, considerando y explicando: creencias y rasgos más importantes y primarios
a resolver. Trata de enfocar el cuadro comparativo a la enfermedad crónica más recurrente en
tu familia. Para lo anterior se consideran un mínimo de 5 horas como de estudio independiente.

40
ENFERMEDAD Y FAMILIA
“La paz y la armonía constituyen
la mayor riqueza de la familia”...
Benjamin Franklin

El profesional de la salud no solo tiene relación con el paciente, sino también con la
familia de él por tanto deberá conocer como participa, influye y se ve influido como
sistema por la enfermedad de uno de sus miembros, una vez comprendido esto podrá
establecer comunicación con el fin de apoyar y orientar al paciente frente a la
enfermedad, de esta manera se puede hablar de que el profesional de salud considera
al paciente como una unidad biopsicosocial.

Derivado de lo anterior se considera la familia como un sistema abierto (pues establece


intercambios con el exterior) y cuyos elementos se relacionan entre sí, de manera que
cualquier cambio en uno de sus elementos repercute de inmediato en los otros. De ahí
que se mencione que un sistema es más que la suma de sus partes (Von Bertalanffy
1974, citado en Latorre, 1994).

Cuando un profesional (en este caso del área de la salud) trabaja con familias debe
considerar algunas variables propias del sistema familiar que le permitan comprender
su funcionamiento y con ello intervenir con mayor eficacia. De acuerdo con Robledo,
(citado en Latorre, 1994) estas variables son:
 Estructura interna del sistema
 Análisis de subsistemas
 Flexibilidad del sistema
 Contexto ambiental del sistema
 Nivel de desarrollo de la familia
 Las reglas

3.1 Estructura interna del sistema y análisis de subsistemas


Según Umbarger (1987) se entiende como estructura familiar la conformación y
configuración de las posiciones y roles de los miembros del sistema familiar, así como,
relaciones establecidas entre ellos en un periodo o momento determinado, o sea, que
es cambiante.

Aunque los subsistemas conyugal, parental y fraterno conforman el sistema familiar, la


función de cada subsistema es distinta. El conyugal al conformarse por la pareja se
caracteriza por una permanencia del vínculo en la vida afectiva, este subsistema se
constituye como el primer pilar del sistema familiar pues se espera que proporcione a
cada uno de los esposos apoyo e intercambio económico, satisfacción sexual y deseo
de compartir el futuro juntos en un proyecto vital que les da sentido en lo individual y a
41
la vez determina el establecimiento de dependencias cualitativamente diferentes de las
que pueden darse en cualquier relación con otra persona con quien exista un vínculo
afectivo.

El subsistema parental y conyugal está integrado por la pareja que funda la familia, pero
se consideran dos subsistemas dado que su funcionamiento y objetivo es distinto, se
entiende como conyugal el rol que cada uno desempeña como pareja hacia el cónyuge;
mientras que el parental implica las interacciones entre ellos pero en su responsabilidad
como padres, es decir, en la crianza de los hijos.

Los subsistemas se crean y perduran porque se establecen límites claros que a modo
de rutinas separan y protegen a sus especializadas funciones de las que son propias de
otros subsistemas, pero estos límites son metáforas que ponen de manifiesto el camino
y las reglas que permiten entrar en contacto entre las unidades del sistema familiar
(Umbarger, 1987).

Los límites se pueden clasificar en definidos, difusos o rígidos; resulta deseable que los
limites sean definidos, es decir, claros para todos los integrantes y entre subsistemas
(todos conocen como relacionarse y que no es permitido), contrario a los difusos en los
cuales existe confusión para los integrantes del sistema familiar sobre como
relacionarse y hasta qué punto pueden participar en los otros subsistemas. Mientras
que se consideran rígidos cuando no permiten la permeabilidad en la comunicación
entre subsistemas o bien, propician reglas que resultan no pertinentes para la etapa del
ciclo familiar que cursa el sistema.

Dentro de los indicadores de relaciones saludables al interior de los núcleos familiares


se considera de especial relevancia la comunicación, la cual puede clasificarse como
funcional (situación deseable) o disfuncional (factor determinante en gran parte de los
problemas familiares).

Existen dos tipos de información verbal y no verbal, en la comunicación funcional


ambos tipos de información son congruentes entre sí, los mensajes se confirman
mutuamente, en tanto la comunicación disfuncional se caracteriza porque ocurre un
fallo en los mensajes y ambos parecen contradictorios, es decir, la información verbal y
no verbal es incongruente.

La comunicación se integra por una serie de intercambios, que en la teoría de la


comunicación humana (Watzlawick y cols. citados en Latorre, 1994) se denominan
mensajes y estos, pueden ser de contenido o de relación. Los mensajes de contenido
se expresan en forma verbal y no necesitan traducción, mientras que los mensajes de

42
relación se expresan en forma no verbal como símbolos y el sentido que tomen
depende de la interpretación que realice el receptor.

3.2 Reglas familiares


La función de las reglas en el sistema familiar consiste en ayudar a mantener el
equilibrio y la estabilidad de las familias. Robledo (citado en Latorre, 1994) las clasifica
en:

 Reconocidas. Se expresan de forma directa, son explicitas para los integrantes del
sistema familiar

 Implícitas. Son sobreentendidas por los miembros del sistema y sin ser especificadas
los integrantes del sistema familiar asumen las consecuencias en caso de no
respetarlas.

 Secretas. Generalmente provienen de generaciones atrás al desarrollo del sistema


familiar y aunque se respetan no suelen reconocerse de forma consciente

 Metarreglas. Se generan cuando uno de los miembros del sistema familiar va mas allá
de lo acordado y con ello promueve la aparición de nuevas reglas sobre cómo
funcionará el sistema familiar.

El tipo de interacción generada entre los integrantes de la familia (en otras palabras el
cómo se relacionan entre sí los integrantes de una familia) es distinto dependiendo del
nivel usado para comunicarse. De acuerdo con Kornblit (1984) existen tres niveles de
comunicación: informativo o racional, superficial y profundo o emotivo.

El nivel informativo es cuando se charla sobre temas cotidianos y convencionales,


como el clima, las noticias o deportes; el nivel racional o informativo se manifiesta
cuando a la vez que se comunican hechos o datos a nivel personal, se utilizan con
intención de educar o formar y trasmitir normas o valores a seguir, por ejemplo el
sermón de un sacerdote luego de leer el mensaje de fe, o los consejos de un profesor a
un estudiante, incluso la capacitación a un nuevo empleado. Por último el nivel emotivo
o profundo ocurre cuando se trasmite información convencional mientras se explicita el
estado emocional y los pensamientos del que habla. Para establecer este tipo de
comunicación se requiere una buena y autentica relación.

Para comprender el concepto de niveles de comunicación, es posible usar como


analogía el hecho de sintonizar una estación de radio, es decir, para que realmente
exista comunicación entre dos personas se hace necesario que ambos se expresen en
el mismo nivel pues, si uno hablase superficialmente mientras el otro lo hace a nivel
43
profundo, será como sintonizar el am y el otro el fm de un aparato radiodifusor, el
entendimiento no será posible.

3.3 Nivel de desarrollo de la familia


Un concepto más que adquiere relevancia en el trabajo del profesional de la salud con
el sistema familiar de un paciente es el de ciclo de desarrollo familiar, es decir, la
evolución que experimenta la familia por el paso del tiempo y consiste según Robledo
(citado en Latorre, 1994) en 9 etapas:
1. Fundación y encuentro de la pareja
2. La novedad de ser padres
3. La familia con niños en edad preescolar
4. La familia con niños en edad escolar
5. La familia con hijos adolescentes
6. La familia con hijos jóvenes
7. La familia como centro de despegue, los hijos se casa o dejan el hogar
8. La familia no tiene control sobre sus hijos
9. La familia después de la jubilación

Es importante que el profesional de la salud conozca al menos en forma general estas


etapas, dado que en el avance del sistema familiar a través de ellas, implica una
evolución, en otras palabras, ir de una etapa a otra, genera un periodo de crisis por los
inminentes cambios de esta transición y de manera ordinaria un proceso de adaptación.
Se considera natural que la familia como sistema enfrente crisis que le permitan
generar nuevos patrones de interacción adecuados a las demandas de la nueva etapa y
para ello desarrolle y utilice sus propios recursos para adaptarse a las situaciones que
enfrenta, sin embargo, cuando se presenta una enfermedad en cualquiera de los
integrantes también se genera una crisis pero que por su origen requiere otras fuentes
de apoyo y recursos extra para lograr que el sistema familiar se adapte exitosamente a
la nueva etapa de vida a pesar de la enfermedad.

3.4 Crisis familiar causada por enfermedad


Kornblit (1984) considera la crisis familiar generada por enfermedad para su análisis y
comprensión como un proceso en tres fases: desorganización, recuperación y
reorganización.

Se considera que la crisis inicia con la desorganización de la familia en su dinámica y


funcionamiento ordinario, generalmente luego del diagnostico, sin embargo, el grado de
desorganización dependerá del tipo de enfermedad de que se trate y por tanto la
incapacidad o dolor que implique en el integrante diagnosticado, así como, de la
cohesión que antes del diagnostico existía entre los miembros de la familia.

44
Otro factor con influencia en la fase de desorganización es el estilo de respuesta que
manifieste la familia, puede ser centrífugo o centrípeto, aunque idealmente se espera
una respuesta intermedia entre estos estilos pero adecuada a las condiciones
especiales derivadas de la enfermedad.

El estilo de respuesta centrípeto hace referencia a las familias que se “vuelcan” sobre
el enfermo, es decir, la vida familiar se desarrolla entorno de la enfermedad; mientras el
estilo de respuesta centrifugo por el contrario, implica que los miembros de la familia
se deslindan de responsabilidades y el cuidado y demandas del enfermo suelen recaer
directamente en una sola persona (Kornblit, 1984).

La siguiente fase de la crisis producida por enfermedad aparece una vez que la
confusión inicial por el diagnostico ha pasado y se hacen necesarias modificaciones en
la vida familiar para adaptarse al proceso de enfermedad, de ahí que se le nombre fase
de recuperación. Algunas características del sistema familiar que favorecen el paso
por esta etapa son la comunicación con otras personas para favorecer la asimilación del
proceso, así como propiciar aprendizajes.

La eficacia o dificultad para adaptarse y superar esta etapa dependerá de la propia


capacidad familiar para crear contextos sociales y familiares inmediatos caracterizados
por la colaboración, así como, el adecuado establecimiento y mantenimiento de límites
entre subsistemas familiares y del sistema en relación con la familia extensa. Por último
también deberán tenerse en cuenta los recursos de apoyo con que cuenta el sistema
familiar y por ende las fuentes de tensión.

La última fase denominada de reorganización hace referencia al momento en que el


sistema familiar encuentra un nuevo equilibrio con roles y funciones de cada miembros
y subsistema, o sea, se intenta una solución ante el proceso de enfermedad. Este
nuevo equilibrio puede significar consolidar la estructura previa a la enfermedad o bien
crear una nueva estructura y funcionamiento.

En esta fase se corre el riesgo de que si durante las fases anteriores no se encontró
soluciones satisfactorias para todos sus miembros, entonces la reorganización familiar
sea disfuncional, como puede ser el caso en que el enfermo de forma permanente es el
centro de atención y el resto de integrantes quedan relegados, o bien, el paciente no
participa de su propia salud aún cuando sus condiciones físicas lo permiten o también,
el común efecto de que surjan problemas de salud en forma paralela en algún otro
integrante de la familia, usualmente la persona asignada como cuidador.

En líneas anteriores se menciono la relevancia de la dinámica familiar que prevalecía


antes de la aparición de la enfermedad, pues esta puede ser determinante en el apoyo
45
o ausencia del mismo por parte de los familiares durante la recuperación. En resumen
Robledo, citada en Latorre (1994) considera como factores de riesgo en la crisis
familiar por enfermedad:

El grado de permeabilidad de los limites familiares, de manera que idealmente se


espera que estos límites permitan recibir apoyo tanto externo como entre los propios
integrantes y subsistemas familiares, pero manteniendo su propio equilibrio y
autonomía familiar.

El estilo de respuesta de la familia, si bien se desequilibra el sistema familiar y surgen


disfuncionales producto de la enfermedad lo cual requiere atención y compromiso por
parte de sus integrantes incluyendo al enfermo, también es cierto que cada persona
debe conservar su individualidad y se espera que especialmente ante este tipo de retos
la familia pueda mostrar su principal razón de ser: constituirse como núcleo proveedor
de protección y apoyo para todos y cada uno de sus integrantes (Linares, 2003).

La capacidad de la familia para hacer frente a la crisis a partir de optimizar sus recursos
de apoyo y controlar o disminuir las fuentes de tensión.

46
MANEJO DE ENFERMEDADES CRÓNICAS

“El camino hacia el desarrollo y la madurez humana


está pavimentado con pérdidas y determinado en gran
parte por nuestra forma particular de enfrentarlas”...
Isa Fonnegra
3.5 Calidad de vida
Según la OMS (1995), citado por Carreras (2002), menciona que el logro de una calidad
de vida aceptable es el objetivo principal de la asistencia médica en los pacientes con
enfermedades crónicas y terminales. El alivio del dolor y el sufrimiento siempre ha sido
uno de los mayores problemas del género humano.

El Programa Nacional de Control de Cáncer (PNCC), en su sección de atención al dolor


y cuidados paliativos, ha sentado las bases para la consecución de ese objetivo
mediante acciones simultáneas en los niveles primario y secundario de salud. El dolor
deviene un elemento esencial por su efecto determinante en la calidad de vida y la
frecuencia con que se descuida su alivio, ya sea por el desconocimiento de los
enfermos en cuanto a que puede ser mitigado o por la falta de entrenamiento de los
profesionales de la salud en este sentido.

El concepto de calidad de vida es multidimensional, pues deben evaluarse aspectos


físicos, psicológicos y sociales, sin obviar el cuadro sintomático.
Asociado a lo anterior, se erigen los problemas relacionados con la naturaleza de la
Calidad de Vida de sus componentes subjetivos y objetivos. Al primero de ellos
corresponden definiciones globales basadas en el bienestar y sus dos marcadores
básicos: la satisfacción y la felicidad. El componente objetivo se refiere a las
condiciones materiales de vida, al nivel de vida e incluye factores que determinan o
influyen sobre la percepción que tiene el sujeto (presencia o no de síntomas,
funcionamiento físico) y que suelen aparecer en las definiciones multidimensionales
usadas para el desarrollo de instrumentos de medición (Grau, 1997). Por otra parte,
según Levi y Anderson (1980), citado por Oblitas hacen referencia a la evaluación
objetiva y subjetiva de al menos los siguientes elementos: salud, alimentación,
educación, trabajo, vivienda, seguridad social, vestido, ocio y derechos humanos.

Desde la perspectiva de la Psicología y para la Salud, la evaluación de la Calidad de


Vida tiene como objetivo principal determinar los efectos de los cuidados de salud,
como intervenciones positivas, estimar las necesidades de la población, optimizar las
decisiones terapéuticas y estudiar las causas e impacto de variables psicosociales
intervinientes en el estado de salud (Moreno, Ximénez, 1996; Grau, 1997). Estas tareas
han adquirido especial relevancia en los últimos años, toda vez que el interés médico se

47
ha estado centrando actualmente no sólo en la supervivencia, sino en una
supervivencia con calidad (Torrance, 1987; Grau, 1997).

Por último Grau (2010), menciona que la salud y la calidad de vida son el propósito
esencial de psicología de la salud, la caracterización psicosocial de la salud se
determina por una óptima capacidad de trabajo, deseos de actividad, inclinación al logro
de éxitos vitales y también por el predominio de sentimientos de bienestar, de alegría
por la vida, de autorrealización personal, por lo tanto, Calidad de Vida es bienestar,
realización, satisfacción, alegría por vivir y esperanza de vida sana. Así como para
Schumaker y Naughton quienes consideran la percepción subjetiva, influenciada por el
estado de salud actual, de la capacidad para realizar aquellas actividades importantes
para el individuo.

3.6 Evaluación de la calidad de vida y la enfermedad crónica


El término conductas de enfermedad fue introducido por Mechanic (1962) citado por
López (2000), para hacer alusión al modo en que la gente maneja su cuerpo, responde
a los síntomas percibidos y decide remediar el malestar a través de algún curso de
acción. El concepto toma en consideración la conjunción de la influencia de factores
psicológicos, sociales y culturales sobre la enfermedad así como el diverso rango de
consecuencias que pueden resultar del hecho de estar enfermo.

La enfermedad crónica se caracteriza por el detrimento de las diversas dimensiones


que conforman el constructo de la calidad de vida, así salud y calidad de vida se
constituyen en variables que de una manera u otra guardan relación.

La respuesta al diagnóstico de una enfermedad crónica siempre tiene implicaciones


psicológicas y sociales complejas. El reconocimiento de este hecho ha dado lugar a que
los profesionales de la salud establezcan objetivos de atención concomitantes: el
control de la enfermedad y la calidad de vida.

La compresión de esta última ha evolucionado a la par con la comprensión y el


tratamiento médico de las enfermedades crónicas. Según refiere Oblitas (2004), existen
dos tipos de evaluación de la calidad de vida relacionadas con las enfermedades
crónicas, las medidas generales y las especificas:

Las medidas generales ó no específicas se han desarrollado con la finalidad de evaluar


el funcionamiento de pacientes con cualquier enfermedad. la mayoría de las que se
utilizan en la actualidad se basan en el modelo conceptual multidimensional de calidad
de vida. Estas formas son útiles para realizar estudios comparativos de diferentes
enfermedades y para investigar el costo de las intervenciones para el tratamiento de
ellas.
48
Las medidas específicas, ofrecen la posibilidad de evaluar diferencias sutiles y
problemas específicos de una enfermedad en particular. De esta manera la forma ideal
de evaluación de calidad de vida incorpora medidas generales y especificas de la
enfermedad en cuestión.

Latorre (1994), define la enfermedad crónica como aquel trastorno orgánico funcional
que obliga a una modificación en el modo de vida del paciente y que es probable que
persista largo del tiempo. Una gran variedad de factores ambientales (entre los que se
incluyen los hábitos y estilos de vida, la contaminación ambiental, el estrés, la
accidentalidad, etc;) junto con los factores hereditarios, pueden estar implicados en la
etiología de estas enfermedades. Además cualquier enfermedad aguda puede llegar a
cronificarse por diversas causas. Desde esta perspectiva, todo profesional de la salud
debe entender a la enfermedad y procurar su tratamiento con base en los siguientes
tres aspectos ó factores: físico, mental y social.

Por ejemplo: Según Bayes (1994), citado por Vinaccia (2005), menciona que evaluar la
calidad de vida del paciente crónico y la enfermedad mediante estos tres factores es
importante porque permite:
-Conocer el impacto de la enfermedad y/o del tratamiento, a un nivel relevante,
diferente y
-complementario al del organismo.
-Conocer mejor al enfermo, su evolución y su adaptación a la enfermedad.
-Conocer mejor los efectos secundarios de los tratamientos.
-Evaluar mejor las terapias paliativas
-Eliminar resultados nulos de determinados ensayos clínicos.
-Ampliar los conocimientos sobre el desarrollo de la enfermedad;

3.7 La enfermedad crónica y las reacciones emocionales


López (2007), considera que toda enfermedad y el mismo hecho de enfermar tienen
aspectos psicológicos y sociales que influyen en la aparición, manifestación, curso y
pronóstico, por lo que es muy importante tratar de establecer relaciones entre aspectos
psicológicos, sociales y biológicos como desencadenantes de una enfermedad, más
que una relación única de causa-efecto.

Enfermar supone enfrentarse a un mundo hasta entonces desconocido y negado. Todo


individuo cuando enferma experimenta una serie de reacciones emocionales ante la
enfermedad que los profesionales de la salud deben considerar. Existen muchos
factores que intervienen en esas reacciones entre los que destacan la personalidad del
paciente, su edad, el tipo de enfermedad, la familia y los amigos, el hospital y la
personalidad del médico y demás profesionales de la salud.
49
Cada individuo reacciona de manera diferente tras ser ingresado en un hospital,
dependiendo de la naturaleza de la enfermedad, de su personalidad, y de su situación
vital. Algunos pacientes lo interpretan como un lugar seguro del que van a obtener
cuidado y alivio en sus síntomas mientras que otras personas lo ven como un lugar que
aumenta su ansiedad (producida por un miedo al dolor o incertidumbre ante el futuro), y
la depresión siendo estas las reacciones emocionales no adaptativas más
frecuentemente reportadas en el continuo y/o en relación con las consecuencias
negativas de la enfermedad crónica.

Las enfermedades del corazón, como por ejemplo las arritmias o las enfermedades de
las arterias coronarias producen mucha ansiedad y el miedo ante la muerte es
constante. La insuficiencia respiratoria o la dificultad en respirar producen un estado de
ansiedad agudo que se resuelve cuando la situación revierte. El diagnóstico de cáncer
produce miedo y las enfermedades de transmisión sexual como el SIDA producen
además de miedo sentimientos de culpa, con frecuencia. Las enfermedades crónicas
como una insuficiencia renal, artritis reumatoide, diabetes mellitus, producen diversas
respuestas que van desde su aceptación hasta su negación rechazando el tratamiento.
La ausencia de privacidad, miedos a la cirugía y a otros tratamientos y el ver que otros
pacientes mueren aumentará su ansiedad.

Las emociones son reacciones subjetivas ante experiencias que están asociadas con
cambios psicológicos y conductuales, ante una amenaza a nuestro equilibrio, ya sea
físico o psicológico, actúan para restablecerlo ejerciendo así un papel adaptativo. Sin
embargo, en algunos casos, las emociones influyen en la contracción de enfermedades,
dejando de ser procesos adaptativos, como lo describimos en el ejemplo anterior.

Por otra parte, Oblitas (2004), menciona que las personas que se enteran que padecen
una enfermedad crónica experimentan reacciones emocionales similares a las de
aquellas que se enfrentan a una situación de pérdida, este conjunto de reacciones
emocionales, que se denominan duelo constan de las siguientes etapas: a) negación, b)
enojo, c) desesperación y/o negociación, d) depresión, e) reconciliación ó aceptación de
la realidad. Según esta hipótesis, en el momento que las personas se enteran del
diagnostico de una enfermedad crónica experimentan una pérdida (de salud y/o
autonomía) ante la que reaccionaran inicialmente, mediante la negación del suceso,
quienes padecen una enfermedad crónica para hacer frente a las diversas
complicaciones que se derivan lo afrontan con cierto espíritu de lucha y por la negación
de la enfermedad entendiendolo como un proceso adapatativo que favorece la
confianza en la curación y los de deseos de trabajar por ello en otras ocasiones pueden
reaccionar dudando de que eso le haya podido pasar a él ante una respuesta poco
satisfactoria, puede el paciente buscar otras alternativas desde una segunda opinión del
50
diagnostico hasta la medicina tradicional, lo que implica el retraso en el manejo del
paciente y el desgaste emocional, físico y económico.

El enojo ó irritación se puede manifestar de diversas formas, puede enfocar la


agresión hacia la familia ó hacia el personal de salud, manifestar su agresión de
manera verbal con amenazas, gritos ó de manera física utilizando la autoagresión ó
heteroagresión. Posteriormente algunos pacientes presentan síntomas depresivos
requiriendo de tratamiento psicológico ó psiquiátrico cuando se pone en riesgo su vida.
Pueden surgir pensamientos ó ideas de muerte ó suicidio por lo que es necesario que el
personal de salud este alerta ante este tipo de situaciones.

Finalmente y en el mejor de los casos el paciente llega a la etapa de la aceptación ó


reconciliación con la realidad de estar enfermo ó en otros casos quizás nunca se
llegue a esta etapa y no necesariamente lleva un orden lineal y establecido una persona
puede pasar de la negación a la depresión y después pasar al enojo.

3.8 Trastornos mentales asociados a la enfermedad crónica


Según refiere Lorenzano (2006) en un estudio realizado en diferentes países
relacionado con las enfermedades crónicas y las enfermedades mentales refiere que el
reconocimiento y tratamiento de trastornos psicológicos en poblaciones con
enfermedades médicas crónicas que consultan en el nivel primario de atención, a pesar
de ser de ocurrencia frecuente, no han recibido suficiente atención.

En los estudios disponibles, las variables geográficas y culturales usualmente no han


sido incluidas. Ellas pueden ser un factor importante en la comprensión de la
comorbilidad de enfermedades físicas y mentales. Estos pacientes son usuarios
frecuentes de los servicios de salud y presentan niveles más altos de discapacidad:
experimentan molestias con mayor frecuencia, tienen mayor riesgo de cuidado médico
irregular, demandan evaluaciones médicas más completas y laboriosas,
hospitalizaciones más prolongadas y tratamientos especializados más costosos. Debido
al alza del valor de los cuidados médicos, su contención se ha convertido en una
preocupación relevante para los planificadores en salud. Esta situación es complicada
para los pacientes que presentan tanto patología médica crónica, como psiquiátrica.

Por otra parte la Asociación Psicológica Americana (2010), menciona que existen
muchos tipos de enfermedades crónicas, desde la diabetes y el SIDA hasta la artritis y
el cansancio persistente. Si bien, la ciencia médica ha logrado grandes progresos en el
desarrollo de tratamientos eficaces para los efectos físicos de estas enfermedades,
muchos pacientes siguen enfrentando un desafío asombroso para su salud mental y
emocional.

51
Las enfermedades crónicas pueden forzar muchos cambios de estilo de vida
potencialmente estresantes como por ejemplo, dejar de hacer actividades que disfruta,
adaptarse a nuevas limitaciones físicas y necesidades especiales y pagar medicaciones
y servicios de tratamiento costosos.

Incluso la vida diaria puede resultar difícil. Un estudio realizado en pacientes con
dolores de cabeza crónicos causado por tensión indicó que experimentaron un menor
desempeño en sus trabajos y su en función social y que tenían una probabilidad de tres
a quince veces mayor de ser diagnosticados con ansiedad o trastornos del estado de
ánimo.

Con el paso del tiempo, estas tensiones y sentimientos negativos pueden robarle la
energía emocional necesaria para avanzar en la vida. La falta de progreso en su
recuperación o el empeoramiento de los síntomas pueden desencadenar pensamientos
negativos que aumentan los sentimientos de ansiedad y tristeza, que con frecuencia
llevan a la depresión.

Es esencial que los profesionales de la salud actúen rápidamente para tratar la


depresión. Según la APA (2010), En estudios realizados con pacientes recientemente
diagnosticados con diversos tipos de enfermedades crónicas, el mayor riesgo de
síntomas depresivos se produjo durante los primeros dos años. Si bien estos síntomas
suelen disminuir, los pacientes con enfermedades cardíacas presentan un riesgo
considerablemente mayor de depresión hasta ocho años después del diagnóstico. Las
limitaciones físicas impuestas por las enfermedades cardíacas y otras enfermedades
crónicas como, por ejemplo, la artritis y la enfermedad pulmonar son además una causa
común de depresión, sobre todo entre las personas de edad avanzada.

Debido a que la depresión conduce a menudo a malos hábitos alimenticios, falta de


ejercicio e higiene inconsistente, puede inclusive complicar su recuperación de una
enfermedad crónica y empeorar su estado físico en general.

Aquellos que se enfrentan contra las enfermedades cardíacas están particularmente en


riesgo. La depresión prolongada en pacientes con enfermedades cardiovasculares es
un factor conocido que contribuye a los ataques al corazón y derrames cerebrales.
Además, los supervivientes de ataques al corazón que tienen depresión seria son tres a
cuatro veces más susceptibles a morir en el término de seis meses.

Por lo anterior, es importante no solo que el personal de salud logre identificar una
enfermedad mental ante el surgimiento de una enfermedad crónica sino que pueda
diagnosticarla de manera oportuna ó canalizar a un especialista que ayude al paciente
a desarrollar la fortaleza emocional necesaria para sobrellevar las dificultades de las
52
enfermedades crónicas, así como también rescatar el trabajo multidisciplinario entre
médico, psicólogo y otros especialistas en el desarrollo de estrategias adecuadas para
confrontar la enfermedad, que no solo fortalecerán su programa de tratamiento sino que
además contribuirán a su realización en la vida pese a cualquier limitación física.

A continuación se describen brevemente los trastornos mentales en personas con


diferentes enfermedades de curso crónico, para obtener un mayor acercamiento a este
tipo de trastornos se recomienda consultar el Manual de Diagnósticos Mentales (DSM-
IV-TR) ó el CIE-10.

DEPRESIÓN:
Iniciaremos con la Depresión ya que según Oblitas (2004), es una de las enfermedades
mentales más frecuentes en la población en general. Este padecimiento es
considerado dentro de la categoría de trastornos del estado de ánimo de la Asociación
Psiquiátrica Americana (1987), que incluye a los desordenes que se caracterizan por
una disfunción en el estado de ánimo, una emoción prolongada que matiza la vida
psíquica en general, acompañada de síndromes maniacos ó depresivos.

A. Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2


semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los
síntomas debe ser 1 estado de ánimo depresivo o 2 pérdidas de interés o de la
capacidad para el placer.
1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el
propio sujeto (p. ej., se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej.,
llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable
2. Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi
todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio
sujeto u observan los demás)
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio
de más del 5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada
día. Nota: En niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso
esperables
4.Insomnio o hipersomnia casi cada día
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás,
no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido)
6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día
7. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser
delirantes) casi cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de
estar enfermo)
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día
(ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena)
53
9. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida
recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para
suicidarse.

Por otra parte, Goleman (1998) reconoce el papel que juega la depresión, sobre todo en
el empeoramiento de una enfermedad, una vez que esta ha comenzado. Parece tener
un riesgo especialmente grave, para los pacientes supervivientes de ataques cardíacos,
complica la recuperación de intervenciones quirúrgicas y aumenta el riesgo de muerte
en personas con trasplantes.

ANSIEDAD
La ansiedad es un estado de ánimo que clínicamente puede presentarse en una
variedad de trastornos (trastornos de pánico, agorafobia, trastorno de ansiedad
generalizada, fobias, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno por estrés post-
traumático; por lo que junto con los trastornos del estado de ánimo tienen y de uso de
sustancias forman parte de los trastornos con mayor recurrencia en la población
general

La ansiedad es tal vez la emoción con mayor peso como prueba científica, al
relacionarla con el inicio de la enfermedad y el desarrollo de la recuperación. Cuando la
ansiedad ayuda a la preparación para enfrentarnos a alguna situación importante, esta
es positiva; pero en la vida moderna es frecuente que la ansiedad sea
desproporcionada y se relacione con niveles elevados de estrés. Pruebas evidentes del
impacto sobre la salud de la ansiedad han surgido de estudios en enfermedades
infecciosas, como resfríos, gripes y herpes, donde la resistencia inmunológica de la
persona se debilita, permite la entrada del virus y el inicio de la enfermedad.

TRASTORNO DE PÁNICO Y AGORAFOBIA


Según la APA (1987), este trastorno se caracteriza por una iniciación impredecible de
ansiedad grave que se manifiesta como ataque de pánico, se manifiesta por la
aparición súbita de miedo y terror. Generalmente se dan crisis de pánico repetidas e
inesperadas, al menos una de ellas ha seguido durante un mes ó más de alguno de los
siguientes síntomas: 1) Inquietud persistente por el temor de sufrir más crisis, 2)
Preocupación por sus consecuencias por ejemplo: perder el control, sufrir un infarto, 3)
Cambio significativo del comportamiento relacionado con la crisis.

La mayoría de las personas que presentan trastorno de pánico también han presentado
agorafobia, es la sensación de ansiedad al encontrarse en lugares donde escapar
puede resultar difícil o embarazoso, los temores agorafóbicos pueden relacionarse con
situaciones como permanecer solo fuera de casa, estar en aglomeraciones, etc;

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FOBIA SIMPLE
Una fobia simple es el miedo excesivo a un objeto ó situación (estimulo fóbico), temor
irracional y exagerado, el contacto con ese estimulo provoca una respuesta de miedo
ello produce un temor persistente y evitación ó contacto con intenso malestar, que en
muchas ocasiones el personal de salud puede presenciar.

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO


El Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad crónica incapacitante con
profundas implicaciones para el funcionamiento social. La sintomatología principal del
trastorno radica en la existencia de obsesiones y/o compulsiones de manera recurrente.
Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos ó imágenes persistentes que se
experimentan al menos inicialmente como intrusivas.
Por otra parte, las compulsiones son conductas repetitivas, propositivas e intencionales
ejecutadas en respuesta a la obsesión, según ciertas reglas ó de forma estereotipada.
Sin embargo las personas reconocen que estas conductas son excesivas e irracionales
y que no producen placer a pesar de que alivian la tensión. Las compulsiones más
comunes son el lavado de manos, el conteo y el “chequeo” (Asociación Psiquiátrica
Americana, 1987). El comienzo de la enfermedad ocurre predominantemente en
la adolescencia o en la adultez temprana.

3.9 Adaptación psicológica a la enfermedad crónica


Según Livneh (2001), citada por Oblitas (2004), los estudiosos de la adaptación
psicológica a la enfermedad crónica han empleado diversos modelos conceptuales y
métodos de evaluación e investigación y en un intento por resumir los avances en este
conocimiento, sostiene que el estudio del proceso de adaptación a una enfermedad
crónica contempla por lo menos tres variables que interactúan entre sí:
1. Los eventos antecedentes (variables casuales ó contextuales) presentes durante el
origen de la enfermedad crónica.
2. El proceso dinámico de la adaptación por sí mismo
3. La anticipación de consecuencias psicosociales
Así como también sostiene que las condiciones contextuales más frecuentemente
implicadas en la enfermedad crónica son:
a) Estado biológico y biográfico (estado de salud actual, nivel de madurez física, edad,
genero, religión etc;)
b) Estado psicosocial (variables psicosociales tales como identidad personal y social,
fases de desarrollo cognitivo, emocional y moral, fase de desarrollo de la familia, etc;)
c) Condiciones ambientales (Condiciones físicas, económicas, sociales y actitudinales).
Autores como Dunn, 1975; Faleki y Britton 1974; Fink, 1967; Livneh, 1986; Shontz,
1975; y Siller, 1976, de acuerdo con Livneh (2001) citada por Oblitas (2004), todos ellos

55
han propuesto varios modelos para explicar la naturaleza temporal y dinámica de la
adaptación psicológica a la enfermedad crónica, compartiendo varios elementos
comunes tales como:
a) La temporalidad, pero no necesariamente la universalidad, asociada con las reacciones
posteriores a la enfermedad.
b) La evidencia clínica de soporte a la noción de que las reacciones psicológicas pueden
ser clasificadas en 1. Reacciones a corto plazo como el shock y la ansiedad. 2.
Reacciones inmediatas por ejemplo, culpa, depresión, enojo y agresividad. 3.
Reacciones a largo plazo aquellas distales del momento en que ocurrió la enfermedad
tales como adaptación pasiva ó activa, conductual ó ambiental, equilibrio afectiva y la
integración a la incapacidad.
c) Conocimiento acerca del espectro de reacciones que van desde la adaptación en un
aspecto, hasta la inadaptación ó mala adaptación en otro aspecto.
d) El supuesto implícito de que estas reacciones son originadas principalmente de manera
interna (por ejemplo de manera psicodinámica) pero son frecuentemente mediadas por
influencias ambientales, físicas y sociales.

Por otra parte según Oblitas (2004), los modelos de evaluación clínica de la adaptación
psicológica a la enfermedad crónica se enfocan típicamente, en las siguientes
categorías y criterios:

Evaluación global: incluye las medidas de la calidad de vida general y/o específica para
cada enfermedad crónica.

Área psicológica: incluye medidas de síntomas psicológicos observables, como


ansiedad y/o depresión, limitaciones ó habilidades psicológicas.

Área marital y familiar: incluye la evaluación de los indicadores de funcionamiento


marital y familiar.
Área de relaciones de pares y sociales: incluye la evaluación de indicadores afectivos,
cognitivos, y conductuales relacionados con las interacciones sociales, como la
expresión emocional apropiada ante una variedad de situaciones.

Área laboral: incluye indicadores de funcionamiento en el trabajo como marcadores de


adaptación psicológica a la enfermedad.

Área ambiental: los indicadores de adaptación psicológica exitosa a la enfermedad


pueden ser obtenidos también con base a la evaluación de la habilidad de las personas
para mantener independencia y satisfacción de las condiciones de vida.

56
Área escolar: incluye indicadores de aprovechamiento académico y habilidad para
aprender, como la obtención de diplomas ó certificados grados académicos etc;

Área recreativa: incluye la evaluación del número y duración de la participación en


actividades recreativas.

La evaluación de la adaptación psicológica a la enfermedad puede ser llevada a cabo


prácticamente, en todas estas áreas, en base a diferentes métodos como pueden ser
autorreportes, informes de profesionales, de familiares, maestros, supervisores ó pares.

3.10 Adherencia al tratamiento


En la literatura médica Ferrer (1995) citado por Libertad en el 2003, menciona que se
emplean indistintamente 2 términos para referirse a este fenómeno: uno es
cumplimiento y la otra adherencia.

Se define el cumplimiento como el proceso a través del cual el paciente lleva a cabo
adecuadamente las indicaciones del profesional de la salud, se considera que es la
medida donde la conducta de una persona, en término de toma de medicamentos,
seguimiento de dietas, o de realización de cambios de estilo de vida coincide con el
consejo médico o sanitario.

El término adherencia se entiende como una implicación activa y colaboración


voluntaria del paciente en un desarrollo de comportamiento aceptado de mutuo
acuerdo, con el fin de producir un resultado terapéutico deseado. Este último hace
énfasis en los componentes psicológicos, sobre todo volitivos del paciente, que lo
inducen a estructurar una conducta de cumplimiento, por lo que es cada vez más
frecuente su uso en campo de la investigación sobre el tema.

Se han señalado un conjunto de variables de naturaleza social, psicológica, médica y


gerencial, como factores determinantes o influyentes en la conducta de cumplimiento de
los regímenes terapéuticos.

Se considera actualmente, que la combinación de algunos factores o la aparición


relacionada de ellos constituyen variables que actúan como factores moduladores de la
adherencia, las que se integran en 4 grandes grupos referidos a:
1. La naturaleza de la enfermedad.
2. Las características del régimen terapéutico.
3. Las características de la interacción del paciente con el profesional sanitario.
4. Aspectos psicosociales del paciente.

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Marin (1995), citado por Libertad (2003), relacionado con la naturaleza de la
enfermedad se destaca el papel del tipo de enfermedad: aguda o crónica, así como la
presencia de síntomas de dolor o incomodidad, en la variación de las tasas de
cumplimiento.

Se ha encontrado que las enfermedades agudas con síntomas de dolor o incomodidad


producen mayor tasa de cumplimiento, mientras que las enfermedades crónicas y las
asintomáticas presentan las menores y que la gravedad no incide en mayor o menor
cumplimiento, si no que depende de la percepción de gravedad que tenga el paciente.
En las características del régimen terapéutico es necesario distinguir, la complejidad, la
duración y el tipo de tratamiento, si es curativo, preventivo o rehabilitador.

La adherencia disminuye a medida que la terapia se alarga y que se producen tasas


más altas en las curativas y rehabilitadoras que en las preventivas.

También se destaca la eficacia del tratamiento, la que tiene una relación obvia con el
cumplimiento terapéutico y funciona según el principio de extinción; la relación costo-
beneficio y la presencia de efectos secundarios.

Los regímenes terapéuticos que provocan efectos secundarios provocan disminución


de las tasas de adherencia, pues estos pueden llegar a ser más perturbadores que los
síntomas propios de la enfermedad. Con respecto a la interacción con el profesional
sanitario se destacan variables como la satisfacción del paciente y las características de
la comunicación que establece con su médico.

La satisfacción del paciente consiste en un conjunto de evaluaciones de las


dimensiones del cuidado del profesional sanitario y es una respuesta afectiva a esta,
donde se distingue la satisfacción específica y la global, la primera determinada por la
percepción de las características específicas del profesional de salud y la segunda es
una apreciación más general del proceso de interacción.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la comunicación que permite que el
paciente pueda comprender la información que se le está dando sobre la prescripción o
recomendación y constituye un primer paso para que la acepte, la recuerde y la cumpla.

El cuarto grupo de determinantes está constituido por aspectos psicosociales del


paciente. Se reconoce en primer lugar las creencias del paciente asociadas a la
percepción de amenaza a la salud o consecuencias ocasionadas por una enfermedad,
a la estimación del riesgo de enfermarse, por otro lado a la creencia de la persona de
ser capaz de ejecutar la respuesta necesaria y por último a la creencia de que la
respuesta será eficaz.
58
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la motivación del paciente por la salud, las
características de sus procesos cognitivos, especialmente la memoria y de las redes de
apoyo social con que cuenta para incrementar la ejecución de las prescripciones. El
apoyo social puede contribuir a incrementar la ejecución de las prescripciones
terapéuticas, al animar al enfermo a mantener el régimen médico y ejecutar las
acciones necesarias para volver a la vida normal. Este puede provenir de la familia, los
amigos o grupos de autoayuda.

Por otra parte Grau (2010), menciona que los factores determinantes de la Adherencia
Terapéutica son la satisfacción del paciente relacionado con el conjunto de
evaluaciones dimensiones del cuidado del profesional de la salud, las características de
comunicación que permita al paciente comprender la información sobre la prescripción
y recomendaciones, en cuanto al régimen terapéutico nos habla de la complejidad del
tratamiento cambios de hábitos ó pautas nuevas, la relación costo-beneficio del régimen
terapéutico los cuales pueden ser diversos económicos, sociales y efectos secundarios
de los tratamientos ya que estos pueden llegar a ser más perturbadores que la misma
enfermedad.

Por lo que constituye un gran reto la búsqueda de métodos de evaluación e


intervención que sean efectivos.

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ENFERMEDAD TERMINAL Y MUERTE
No me dejes pedir protección ante los peligros, sino valor para afrontarlos.
No me dejes suplicar que se calme mi dolor, sino que tenga ánimo para dominarlo.
No me dejes buscar aliados en el campo de batalla de la vida, como no sea mi propia
fuerza.
No me dejes anhelar la salvación lleno de miedo e inquietud, sino desear la paciencia
necesaria para conquistar mi libertad.
Concédeme no ser un cobarde, experimentar tu misericordia sólo en mi éxito; pero
déjame sentir que tu mano me sostiene en mi fracaso.
Rabindranath Tagore
Recolección de Fruta

Desde siempre la muerte ha sido una experiencia concebida en el ser humano, como
un evento inevitable y que forma parte del ciclo natural de vida de cada especie; la
manera de vivir ésta experiencia siempre estará influida por la ideología (cultura,
religión, sociedad, tiempo, etc) propia de cada grupo humano.

Sin embargo, a pesar de ser parte de la misma existencia humana el fenómeno de


morir produce rechazo: a la misma muerte, a las personas que se encuentran cercana a
ella, al momento de morir, y a todo lo que la rodea. Por la razón de que la muerte
representa el final del hoy, el fin de todo, colectivamente se le niega.

Para referirnos al tema de la muerte se hace necesario entonces trascender lo relativo


al orden teórico y conceptual y adentrarnos en el mundo de las emociones y la
espiritualidad del hombre común, quien a pesar de reconocer que la muerte es el
natural complemento de la vida intenta evadir la confrontación racional de esta verdad...
al abordar los problemas relacionados con la muerte no resulta suficiente asumir las
dificultades que en el orden intelectual ello trae aparejado, sino que deberían
enfrentarse además las relativas a los aspectos psicológicos, sociales, culturales,
morales, religiosos y legales (Amaro M, 1998).

Sin embargo, para toda persona es necesario saber acerca de la muerte, pero para los
profesionales de la salud es imprescindible; puesto que el DOLOR, ENFERMEDAD Y
MUERTE están presentes en las situaciones que están a su cuidado.

Debido a este miedo o rechazo hacia la muerte, muchas veces el profesional de la


salud, se muestra incómodo desde su posición de profesional, cuando se espera que
puedan ayudar a otros a morir. En ocasiones, esto se puede explicar por el status que
el colectivo social le ha impuesto al médico y a cualquier profesional de la salud, que es
la función de erradicar la enfermedad y “salvar vidas”; llegando con este afán al punto

60
de buscar sofisticados sistemas capaces de mantener viva a la persona, mientras se
rechaza la muerte a cualquier precio.

En pleno siglo XXI, en aquellos países donde se ha priorizado el desarrollo del sector
salud; las ciencias médicas se han ido potenciando justamente para que el hombre viva
más, muera más viejo, para que las tasas de natalidad desciendan cada día, todos los
recursos se ponen a disposición de alargar el final de la vida, se ha cambiado la
concepción de la medicina hacia un énfasis en el trabajo preventivo, en fin que hoy en
día "para morirse hay que pasar un poco de trabajo". Es por esto que tanto la propia
formación del médico, como su vivencia personal está menos "adiestrada" en el manejo
del enfrentamiento a la muerte de sus pacientes, si se tienen mejores condiciones,
mejores medicamentos, más recursos y conocimientos, se está más lejos de aceptar
que ese paciente que atendemos "se nos muera" (Zas Ross; s.f.).

Por otra parte los profesionales de la salud se angustian con la idea de no poder
competir con el invencible paso del tiempo, no curar es un fracaso tangible, pues llega a
ser interpretado como una mala praxis, de manera que el "buen médico" es aquel que
diagnostica rápido y al que se le mueren menos pacientes; la calidad es evaluada por
los pacientes y por los propios compañeros del gremio en estos términos, que aunque
no siempre son los aspectos evaluativos formales, siempre están presentes en las
evaluaciones subjetivas que se realizan. Estas son las realidades presentes en la
subjetividad del profesional de salud de nuestros días.

Otro evento de la vida cotidiana de los profesionales de la salud es en relación a todo


aquel paciente que muere, o que se sabe que va a morir. Establecer un vínculo
profesional con alguien que va a morir; el poder dialogar de la manera adecuada con
los pacientes sobre el momento de la muerte, así como el prepararse para morir, son
temas de discusión y dilemas que enfrentar (Aguilera, citado en Oblitas, 2006).

Uno de éstos dilemas hace referencia a la decisión de decir o no la verdad a la persona


que padece una enfermedad incurable y terminal. Entonces, para poder continuar se
hace necesario la definición y conceptualización que existe en relación a un enfermo
terminal y su diferenciación con un enfermo crónico, así como también en las
diferencias significativas entre las distintas enfermedades terminales.

Entendemos como ENFERMO TERMINAL:


“Aquel cuyos procesos vitales sufren un trastorno tal que está avocado a la muerte en
un breve plazo de tiempo”.

Las personas con una afección crónica o grave se encuentran ante un hecho diferente
que aquél que debe enfrentar un individuo con una enfermedad terminal, puesto que
61
en este caso el diagnóstico, evolución y falta de respuesta positiva al tratamiento lo
destinan con seguridad a la muerte.

En cuanto a las enfermedades terminales existen las que se padece, junto con el
deterioro físico incesante, una decaída significativa de las funciones mentales y por
consiguiente de la conciencia de la misma enfermedad y de la propia muerte. Y las
enfermedades terminales en donde no se presenta deterioro cognitivo y el paciente
permanece consciente de su enfermedad y de la muerte hasta el último día de su vida.

También dentro de las consideraciones que deben tenerse en cuenta al proceso de la


enfermedad terminal son las propias etapas de vida en que se encuentre el paciente,
pues no tiene el mismo impacto emocional, ni vivencia de la experiencia de muerte de
un anciano a la de un niño o un adulto joven: Los niños menores de 6 años, piensan
que volverán en unos días, niños mayores ven al proceso de morir como algo alejado
de sí mismo reversible; pero aunque es vista como algo vagamente amenazante, la
muerte tiene mayor significado como abandono o soledad por ello la necesidad de
apoyo deberá ser de los padres; en los adolescentes, el sentimiento es de rabia pues
se rebelan ante la muerte, preocupados mas por la imagen corporal y el deterioro físico
y defensivamente es vista como algo que le debiera ocurrir a otros, en especial a los
viejos, muchas veces también se presentan estados depresivos, manifestándose en
intentos de suicidio o drogodependencia y conducta delictiva. Por otro lado en adultos,
el sentimiento es más en relación a las responsabilidades que se dejarían de hacer
como el cuidado y crianza de los hijos, o el apoyo económico hacia algún miembro de la
familia: padres o cónyuges, así también los sentimientos de culpa, por no haber
realizado o “hecho las cosas bien”. Después de los 70 años, el enfermo estará más
preocupado por la enfermedad que por la misma muerte.

La enfermedad es un fenómeno experimentado por el ser humano como angustiante en


sí, por el mismo hecho que pone de manifiesto la finitud de la existencia; por tal razón
los profesionales de la salud deberán actuar ante seres humanos temerosos y
demandantes de ayuda.

Para ello la ciencia de la Psicología así como la Tanatología brindan conocimientos,


estrategias y herramientas.

El aumento progresivo de largas supervivencias, nos ha traído a la comunidad de la


salud y a la sociedad en sí, un sin fin de cuestionamientos: Médicos, psicológicos,
antropológicos, sociológicos, y sobre todo religiosos.

Cada persona siente el duelo (reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o
evento significativo. Se trata de una reacción principalmente emocional y
62
comportamental en forma de sufrimiento y aflicción, cuando el vínculo afectivo se
rompe. El duelo es el nombre del proceso psicológico, pero hay que tener en cuenta
que este proceso no se limita a tener componentes emocionales, sino que también los
tiene fisiológicos y sociales. La intensidad y duración de este proceso y de sus
correlatos serán proporcionales a la dimensión y significado de la pérdida. Freud lo
definía como “la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una
abstracción equivalente”); según su idiosincrasia, personalidad y recursos personales.
Es evidente que la gama del pesar, su intensidad y su duración varían según la
personalidad de cada uno.

Desde hace cuatro décadas, la psicología tanatológica ha centrado su atención en


definir las líneas generales del proceso psicológico del duelo; se han establecido teorías
individuales que describen las diversas fases de adaptación psicológica a la muerte.
En cada una de estos modelos se explicitan fases típicas de respuestas afectivas en el
proceso del duelo.

La idea básica es que el dolor no se acomoda a un sistema preestablecido. Antes era


normal pensar que la pena significaba pasar por una serie de fases, o de estados
emocionales y emociones puntuales que acontecen en el proceso personal desde que
se produce la herida emocional hasta que se cicatriza dicha herida hoy en día no es así;
mas sin embargo sirve conocer los momentos por los cuales la persona atravesara una
serie de reacciones y emociones, un modelo de esto es lo descrito por Elizabeth Kübler-
Ross en su libro “sobre la muerte y los moribundos”; en él describe cinco fases
esenciales:

3.11 Etapas de duelo:


1ª fase: NEGACIÓN Y AISLAMIENTO
El hombre construye barricadas contra sí mismo.
Tagore, Pájaros errantes, LXXIX
Características: Estado de perplejidad, de rechazo a aceptar el diagnóstico, niega la
enfermedad y empieza la búsqueda de alternativas

2ª fase: IRA
Interpretamos mal el mundo y decimos que nos defrauda.
Tagore, Pájaros errantes, LXXV
Características: Se asume la irreversibilidad del cuadro; estado de frustración, de rabia,
de irritabilidad; se pueden adoptar posturas agresivas o decisiones autodestructivas;
empieza la búsqueda de culpables y de chivos expiatorios

3ª fase: PACTO (Negociación)


El hacha del leñador pidió su mango al árbol. El árbol se lo dio.

63
Tagore, Pájaros errantes, LXXI
Características: Hace promesas de seguir las recomendaciones del personal médico y
familiares; también en el índole espiritual pacta y promete.

4ª fase: DEPRESIÓN
El mundo corre rozando las cuerdas del moroso corazón componiendo la música de la
tristeza.
Tagore, Pájaros errantes, XLIV
Características: El paciente toma conciencia de lo irremediable del fin y lo inútil de sus
esfuerzos; necesita de apoyo para aliviar el sufrimiento físico como psicológico,
reacciona a la enfermedad y a lo que la hizo posible

5ª fase: ACEPTACIÓN
Tengo que partir. ¡Decidme adiós, hermanos!
Os saludo a todos y me marcho.
Devuelvo las llaves de mi puerta, y renuncio a todos los derechos sobre mi casa. Sólo
os pido unas últimas palabras cariñosas.
Fuimos vecinos durante mucho tiempo, pero yo recibí más de lo que pude dar.
Ahora apunta el día, y la lámpara que iluminaba mi oscuro rincón se apaga.
Ha llegado la llamada, y estoy dispuesto para el viaje.
Tagore, Gitanjali, XCIII

Características: Se da cuenta de que la muerte es inevitable y la universalidad de la


muerte, se comunica con los demás, pierde el temor, tratará de aprovechar todo lo
positivo de la vida que le queda.

Las actitudes, valores y respuesta emocionales que se den en las etapas antes
descritas pueden variar dependiendo la posición socioeconómica, edad, sexo, cultura,
religión, etc.

Por otra parte, pueden existir, otros tipos de comportamiento: Regresión, Repliegue y
Angustia.

Factores que influyen en la conducta del Enfermo Terminal:


Factores Exógenos: Actitud del entorno familiar, sanitario y la enfermedad, con sus
consecuencias y cuidados.
Factores endógenos: el mismo hecho de morir.

1.- Regresión: Paso a modos de comportamiento de un nivel inferior.


Ej.: satisfacción inmediata de sus deseos, miedo de quedarse solo, rabietas, abandona
hábitos de higiene, defeca en la cama, etc.
64
Los de la propia enfermedad, de ya no hacer lo que hacía antes, en el mundo de los
adultos, dependencia extrema de los demás, el entorno hospitalario (ser un número
más) y el que no se le explique que esta pasándole, aunque pregunte. “NO SE
PREOCUPE, USTED MEJORARA”….

2.- Interiorización o Repliegue: Da la sensación de vivir en un mundo aparte, por lo que


es difícil comunicarse con ellos.
Las posibles causas pueden ser la depresión (perdida de sí mismo y de todo lo que le
rodea). Y el agotamiento, la pérdida de los sentidos y de la conciencia muchas veces

3.- ANGUSTIA: puede expresarse de forma directa o indirecta estas pueden deberse a
las siguientes causas:
Los síntomas, el entorno (ambiente familiar, y del personal sanitario), y el miedo (de nos
ser escuchado y comprendido, al abandono, al morir SOLO, a la misma MUERTE).

3.12 La Información al Paciente Terminal

Existen dos conductas las cuales es recomendable no hacer.


1.- El modelo americano, que explica al paciente, diagnóstico, pronóstico y tratamiento,
antes de que él lo pregunte.
2.- La mentira piadosa.

Por lo tanto, para reducir el impacto psíquico y social de la enfermedad, es importante


que la información que se proporcione al paciente sea CLARA, ADECUADA, desde el
inicio, PRUDENTE, SUFICIENTE para satisfacer la curiosidad del paciente y sus dudas,
EMPATICA, CONFIABLE, CONVINCENTE Y ASERTIVA.

Actualmente, el hospital es un lugar donde es tomado, como lugar para morir,


repercutiendo en la actitud del personal sanitario, hacia este tipo de pacientes (rechazo
“inconsciente”).

Lo importante es entonces: LA CALIDAD DE VIDA Y LA CALIDAD DE LA MUERTE.


INTERVENCIÓN PSICOLOGICA EN LOS PACIENTES TERMINALES:

Dentro de la Psicología de la Salud, existe un área de trabajo e investigación aplicada


denominada TANATOLOGÍA COMPORTAMENTAL. La cual su objetivo es la
optimización del cuidado del moribundo, desde una perspectiva biopsicosocial.

65
Se define como el conocimiento de técnicas relevantes para la comprensión de la
enfermedad terminal y la aplicación de las mismas al diagnóstico, prevención y
rehabilitación del enfermo terminal (Sobel 1981b).

Los aportes de esta área son:


1.- El proceso de intervención al enfermo, familia y profesionales sanitarios.
2.- Se basa en la idea de proveer al enfermo, y su entorno la capacidad de
afrontamiento que le permita conservar su autoestima, aun enfermo.

Los seis aspectos en los que se desarrolla y lleva a la práctica son:


1.- Perspectiva Biopsicosocial.
2.- Evaluación comportamental (Qué hace el sujeto)
3.- El paciente como estudiante y colaborador (Auto observación, educación, y
asesoramiento).
4.- Prevención primaria (prevención del dolor, practicas de los profesionales y
preparación para el cambio).
5.- Aceptación de variables cognitivas o medioambientales (proceso de la enfermedad
Terminal como estadio de enfrentamiento con la muerte).
6.- Promoción del autocontrol (el enfermo como agente de proceso de cambio,
utilizando su propio potencial para su autocontrol).

Enfrentarse a la muerte, hace que el enfermo sienta dificultades de afrontar la vida, falta
de control, situación de desamparo, depresión, perdida de la autoestima, se
experimenta sentimientos de culpa, se producen alteraciones en las relaciones
interpersonales, etc.

Por ello, el personal sanitario, y en especial los médicos, deben de ayudarlos a


enfrentarse con realismo y eficacia a su enfermedad y conseguir un manejo cómodo y
práctico de la situación Terminal.

3.13 La familia y su inclusión en la intervención


A partir del momento en que en una familia “se anuncia” una enfermedad oncológica en
uno de sus miembros, en el grupo como un todo se produce una crisis, entiéndase ésta
como expresión de contradicciones entre la organización estructural y funcional de la
familia y las demandas derivadas de los nuevos acontecimientos de la vida que se
afrontan que producen desorganización en el seno familiar (Bernal, 2000).

La noticia de un diagnóstico difícil es uno de esos acontecimientos que genera una


crisis y estado de duelo en pacientes y familiares, con un consecuente curso patológico
o un afrontamiento saludable (Otero, 2000; Navarro, et. al., 1995), según las

66
características de cada uno de estos individuos y de sus grupos familiares
correspondientes.

Las respuestas de la familia a esa situación dependen de una estructura previa de


funcionamiento, de las experiencias acumuladas de afrontamientos a eventos
importantes y una serie de mitos, creencias y tradiciones que se desarrollan y
establecen alrededor del tiempo de esta historia.

Como no todas las familias y sus miembros responden de manera similar ante este
acontecimiento, aparece la llamada Claudicación Familiar, la que se define como la
incapacidad de los miembros para ofrecer una respuesta adecuada a las múltiples
demandas y necesidades del paciente.

La crisis de claudicación familiar se produce cuando todos los miembros del grupo
familiar “renuncian” a la vez y es consecuencia de una reacción emocional aguda de
los familiares a cargo del enfermo y en especial del cuidador (Muñoz, 2002). La
claudicación como su nombre lo indica, supone una rendición de la familia ante la
enfermedad terminal, un enorme sufrimiento que hará al enfermo víctima de maniobras
como ser llevado a las urgencias hospitalarias, y en ocasiones forzar su ingreso.

Factores de riesgo potenciales que propician su aparición y por ende objetivos de la


atención que se le brinde tanto al enfermo como a su familia; pudieran ser entre otros:
a. Tipo de familia; se espera más rápido el fenómeno en familias nucleares por el
agotamiento del cuidador principal.
b. Trayectoria de la enfermedad; debe estar informada la familia e incluirse como objetivo
terapéutico
c. La incomunicación en la familia y el desfase de información entre el paciente y los
familiares, aumenta la ansiedad de las personas y los malos entendidos.

Es importante identificar los distintos indicadores para la clasificación de este fenómeno


familiar; entre ellos: el momento de aparición, la duración, el área de afectación, la
causa principal y el número de personas afectadas.

Dentro de la Teoría de los sistemas familiares es Bowlby (1980) el que acuña el


concepto de duelo familiar, definiéndolo como un proceso por el cual atravesara toda la
familia ante la pérdida de un familiar, y que dependerá de los recursos con que cuente
ésta para enfrentarlo y lograr adaptarse, sino fuese el caso corre el riego de
desaparecer.

La reorganización familiar necesitará tiempo, por lo que será necesario adoptar una
conducta de defensa de la integridad del sistema como primer instancia de intervención
67
de tipo de supervivencia. La familia echara a andar una serie de mecanismos
defensivos y que estarán reforzados por aspectos de tipo sociocultural y que ayudan al
mantenimiento homeostático.

Conductas defensivas de la integridad:


1. Reagrupamiento del sistema familiar nuclear
2. Intensificación de contacto con la familia extensa y personas cercanas a ésta
3. Disminución de comunicación hacia el medio exterior
4. Apoyo socio – cultural a la continuidad de la familia
5. Conductas frecuentes de debilidad y reclamas de protección

Reorganización Familiar durante el duelo:


Son los rituales los que ayudaran en esta primer etapa (Imber – Black, 1991, citado por
Rívas, 2008): velación, funerales, entierro, novenarios o liturgias religiosas, visita de
amistades y familiares, proporcionaran la expresión de sentimientos y emociones ante
la pérdida. El duelo en si supone la necesidad de la re- estructuración familiar, dar paso
a una nueva forma de sistema familiar; por la razón de que la muerte de un miembro de
la familia traerá consigo las siguientes etapas a vivir:
1. Aceptación familiar de la pérdida
2. Reorganización y reagrupamiento familiar
3. Nuevas formas de comunicación con el exterior del sistema
4. Reafirmación de pertenencia con el nuevo sistema familiar

En este sentido los rituales como intervención familiar para apoyar en el proceso de
duelo, proporcionaran la facilidad para que éstas etapas descritas se transiten con
mayor facilidad.

Y por qué el ritual como recurso terapéutico aporta todo esto. Según Van dar Hart
(1993), en Rivas, 2008 todo rito conlleva un aspecto formal y otro vivencial, por ello su
impacto en la experiencia humana, por naturaleza el hombre es ritualista, busca a
través de éstos un significado y simbolismo que represente concepciones abstractas y
que además respalde un compromiso evidenciado ante otros, por lo tanto valida el
arraigo con determinado grupo.

Hacer énfasis en la cultura y en la misma idiosincrasia familiar para rescatar a través de


los ritos a ésta, así como la inclusión en ellos de los propios profesionales de la salud,
ayudará a que la atención que se le proporcione a familiares como al mismo enfermo
terminal sea en lo real integral y multidisciplinaria, pues como se mencionaba en el
inicio de este escrito la muerte es un fenómeno que acompañara al hombre mientras
exista, y su comprensión de éste no puede soslayarse a ciertas áreas de conocimiento.

68
Objeto de estudio 4

UNIDAD IV: EL PACIENTE EN EL


MEDIO HOSPITALARIO

69
OBJETO DE ESTUDIO 4

EL PACIENTE EN EL MEDIO HOSPITALARIO

Con el paso del tiempo ha incrementado la demanda de servicios hospitalarios, como el


tratamiento de la enfermedad y las lesiones, la prevención de la enfermedad, la realización de
análisis e investigación, la enseñanza y la asistencia para la rehabilitación del paciente.
Sin embargo, aunque la experiencia física de los hospitales ha mejorado notablemente, la
experiencia psicológica que implica la hospitalización aún le causa dificultades de diversa índole
tanto a los pacientes como al personal que ahí labora.

ELEMENTOS DE COMPETENCIA: (saber hacer)


Identifica la necesidad de preparar psicológicamente al paciente que será sometido a
procedimientos quirúrgicos.

Conocer y derivar cuando corresponda a grupos de apoyo en el tratamiento y la recuperación


del paciente.

Actividad Preeliminar:
Observar dentro del hospital mientras se entrevista al paciente y su familia, como influye
el trato de los profesionales de la salud en el tratamiento y la recuperación.
Aplica la siguiente guía de observación a algún enfermo hospitalizado y su familia
nuclear, al realizar la observación se deberá hacer una interpretación detallada y de
redacción adecuada. Para lo anterior se consideran un mínimo de 5 horas como de
estudio independiente.

GUIÓN DE OBSERVACIÓN

A. RESPUESTA CONDUCTUAL DEL PACIENTE:


Indefensión o desamparo
Reactencia
Adaptativo
B. PRESENTA SINTOMATOLOGIA DE NO ADAPTACIÓN
1.- Alteraciones en la imagen corporal
2.- Alteraciones en el sueño
3.- Alteraciones en la alimentación
4.- Enuresis
5.- Regresión
6.- Otros
C. SE PERMITE EL ACOMPAÑAMIENTO FAMILIAR
Si se permite y al menos una familiar se encuentra al pendiente
No se permite como normas hospitalarias
Si se permite pero no hay familiares al pendiente
D. COMUNICACIÓN DE PARTE DEL PERSONAL DE SALUD

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Empática / indiferente
Afectuosa / Distante
Respetuosa /Irrespetuosa
Atenta escucha / Se ignora los comentarios del paciente
Proporciona información efectiva / no se da información o esta no es efectiva
Permite la expresión emocional / restringe la emocionalidad
Propicia relación de confianza / Induce a una relación de desconfianza
E. ALIMENTACION

Desagradable
Satisfactoria
Apetecible
F. INFORMACION PROPORCIONADA

Procedural oportunamente
Sensorial oportunamente
Pertinente para favorecer la recuperación
Sobre efectos colaterales de procedimientos y /o tratamientos
Sobre grupos de apoyo que existen sobre su enfermedad
G. EMOCIONES PREVALENTES EN EL PACIENTE (del 0 al 10)
Ansiedad
Miedo
Infelicidad
Tristeza
Irritabilidad
Preocupación
Optimismo
Esperanza
Otras:

Actividades de Aprendizaje:
Primera lectura
Capítulo VI <El paciente en el medio hospitalario> en Apunte de psicología de la salud (2012)
México.
ACCIONES
Corrillos de mesas redondas
Actividad Integradora:
Por equipos elaborar un informe, como producto de la investigación documental y en visitas a
centros, instituciones, clubes, fundaciones, sociedades o asociaciones que presten servicios
públicos o privados a personas diagnosticadas con enfermedad. Para lo anterior se consideran
un mínimo de 5 horas como de estudio independiente.

71
EL PACIENTE EN EL MEDIO HOSPITALARIO

“La enfermedad es el resultado no sólo de nuestros actos sino también de


nuestros pensamientos” -Mahatma Gandhi

No siempre han existido los hospitales. El ejército de la antigua Roma fue uno de los
primeros grupos que dispuso de “hospitales”, en formas de barracas independientes
para colocar en ellas a sus soldados enfermos ó heridos. Desde alrededor del año 542
d.C., los monasterios cristianos adoptaron la tarea de cuidar a los enfermos, además de
dar resguardo a los pobres y necesitados. Durante el siglo XVIII y XIX, los hospitales se
especializaron aún más y establecieron servicios para distintos tipos de enfermedades.
Estas instituciones todavía atendían sobre todo a personas pobres que con frecuencia
morían por sus afecciones; siendo así, la mayoría de la gente que tenía las
posibilidades de pagarlo, recibía el tratamiento de médicos privados en casa. Con los
avances del conocimiento médico, al final del siglo XIX y principios del siglo XX la
reputación de los hospitales mejoró y tuvieron más aceptación como instituciones con
funciones diversas, como el tratamiento de la enfermedad y las lesiones, la prevención
de la enfermedad, la realización de análisis e investigación, la enseñanza y la asistencia
para la rehabilitación del paciente.

Sin embargo, aunque la experiencia física de los hospitales ha mejorado notablemente,


la experiencia psicológica que implica la hospitalización aún le causa problemas tanto a
los pacientes como al personal que ahí labora.

4.1 Conducta del paciente hospitalizado:


Cuando los pacientes ingresan a un hospital, por lo general tienen alguna idea de lo
que esperan y de la forma en que deben comportarse. Lorber (1975) entrevistó a más
de 100 pacientes al inicio de su estancia hospitalaria. Todos tenían más de 40 años y
habían ingresado por una cirugía que se calificaba entre moderada y grave en función
de la gravedad del padecimiento. Se solicitó a los pacientes que indicaran si estaban de
acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones:

Lo mejor que puede hacerse en el hospital es mantenerse en silencio y hacer lo


que se indica.

Yo coopero más como paciente cuando conozco la razón por la cual debo hacer
algo.

Cuando estoy enfermo, espero ser mimado y recibir atención.

Con base en las respuestas de los pacientes a estas preguntas, se les ubicó en un
grupo “pasivo” o en un grupo “activo”. Así, si un paciente concordaba con la primera

72
afirmación y estaba en desacuerdo con la segunda y la tercera, se le asignaba al grupo
pasivo y sumiso.

Al final de la estancia hospitalaria de cada paciente, Lorber volvía a entrevistarlos.


Encontró que las creencias sobre su papel de enfermo constituía un indicador sobre la
conducta que acontecía en el hospital. Los pacientes del grupo pasivo tenían menos
probabilidad de discutir y quejarse que aquellos en el grupo activo.

Así mismo, se entrevistó al personal encargado del cuidado al paciente, solicitándoles


calificar a los pacientes como “buenos”, “promedio” ó “problemáticos” y dar
descripciones de la conducta de cada paciente. En la mayor parte de los casos, los
pacientes calificados como “buenos” eran cooperadores, no se quejaban y eran
estoicos, y los calificados como “problemáticos” no cooperaban, se quejaban y tenían
reacciones emocionales excesivas. Sin embargo también se observó que los pacientes
demasiado pasivos también podían causar problemas al personal encargado de la
recuperación, particularmente a las enfermeras, ya que por ejemplo, se refirió el caso
de una paciente que se encontraba muy enferma, pero no quería molestar a las
enfermeras e incluso cuando en realidad necesitaba la atención, no lo expresaba. En
consecuencia, las enfermeras tenían que verificar su condición constantemente, lo que
alteraba sus rutinas.

Las enfermeras que participaron en este estudio reconocieron que la conducta


“problemática” podía derivar de distintas condiciones médicas. Distinguían dos tipos de
pacientes:

Los pacientes muy enfermos y que con frecuencia tienen un pronóstico malo.
Debido a la gravedad de su condición, las enfermeras aceptan su conducta y
perciben que necesitan más atención.

Los pacientes a los que se considera que consumen un tiempo mayor de


enfermería que lo que en realidad necesitan. Con frecuencia se considera que
estos pacientes se quejan, discuten y no cooperan.

Pacientes problemáticos:

Algunos pacientes son considerados “un problema” en el hospital, sin embargo poco se
explora las razones por esta conducta que solo prolonga la recuperación del mismo y
obstaculiza el trabajo del personal de la salud. Se debe comprender que en el contexto
de la hospitalización, algunos pacientes sienten que su libertad y capacidad para
pensar y actuar por si mismos disminuye. Es posible que a un paciente no se le permita
salir de cama debido a sus lesiones, por lo que su respuesta por reactividad es la ira y
la determinación de ser tan poco cooperador como sea posible.

73
Taylor (1979) dice que la reactividad puede manifestarse como: actos insignificantes
como confrontar a las enfermeras, beber en la habitación, fumar a pesar de las
contraindicaciones médicas y levantarse de la cama cuando se le tienen restringido.

Este tipo de incidentes tiende a irritar al personal de la salud, un médico se frustra al no


ver sus indicaciones seguidas al pie de la letra ó una enfermera siente que tiene que
ser „niñera‟ de los pacientes, mas que una cuidadora de su salud. Todas estas acciones
son desafiantes, pero es raro que produzcan daño; sin embargo, los actos de
insubordinación pueden convertirse en autosabotaje, como la falla en la toma de
medicamentos que resultan esenciales para la recuperación ó la participación de
actividades con potencial de tener consecuencias mortales.

Aunque lo ideal para tratar a este tipo de pacientes es responder en una forma asertiva
más que agresiva, así como reafirmar y explicar, esto no siempre ocurre. Con
frecuencia puede existir una tendencia a ignorar o criticar las conductas problemáticas
de los pacientes, respondiendo con menor rapidez a sus llamadas de atención.

Kelly y May (1982) aportan otra explicación a la conducta difícil de algunos pacientes.
Afirman que la conducta del papel de enfermo debe mirarse no como una
característica del paciente, sino como una interacción entre el personal médico, el
ambiente hospitalario y los pacientes. Esta perspectiva sugiere que el personal de la
salud debe desempeñar un papel mucho más positivo sobre la modificación de la
conducta del paciente, y al contemplar sus propias acciones, pueden analizar la forma
en la que reaccionan ante situaciones específicas.

Uno de los problemas principales vinculados con la hospitalización no es la etiqueta de


“buen paciente” o “mal paciente”, sino la etiqueta de “paciente”. En general el mensaje
que se asocia al rol de paciente es uno que implica impotencia, indefensión e
insignificancia. Un “paciente” se sienta o se mantiene recostado en forma pasiva
mientras que toda la responsabilidad de las decisiones, procedimientos, funciones de
atención básica y planeación esta a cargo del personal médico. Todo esto despoja a la
persona de su estado de dignidad y control (Nichols, 2003).

Un factor que se ha descubierto como instrumental en el desarrollo de los sentimientos


de carencia de control al ingresar al medio hospitalario es la confusión. Kornfield
(1972) sugirió que existen tres tipos de confusión:

Confusión geográfica: Desplazarse dentro de hospitales grandes puede ser


sobrecogedor y con frecuencia las señales pueden ser confusas y contienen
terminología con la que no se tiene familiaridad. Al llegar por primera vez a un
hospital y no saber a dónde ir o cómo llegar provoca gran ansiedad. Es claro que
cuando una persona trabaja cierto tiempo en este ambiente, crea una especie de
„mapa cognitivo‟. Por lo tanto, las indicaciones que se dan a la persona que

74
ingresa por primera vez al hospital son dadas desde su contexto, ya familiar con
el lugar, pareciendo obvias para quien las da, y confusas para quien las recibe.
La mejor manera para ayudar a la gente a encontrar su camino es llevarla hasta
su destino. Puede ser trivial estar atento para ayudar a los pacientes a ubicarse
en el medio hospitalario, pero su primera impresión es la más importante. Si
durante su ingreso a los medios hospitalarios sienten que “se les cuida”, los
pacientes desarrollan una primera impresión positiva, que en general conservan.

Confusión subcultural: Un estado en el que se duda sobre quién hace qué


cosa y cuándo lo hace. Se refiere a no saber quiénes son las personas en el
hospital y qué se supone que es lo que deben o no hacer.

Confusión de rol: Condición en la que se formulan preguntas “¿Cómo se


supone que debo comportarme en esta situación?” Ó “¿Cómo debo
comunicarme con las enfermeras y los doctores?”

Nichols (2003) dice que una forma de reducir la confusión de los pacientes es
adaptando un papel docente con éste. Se debe tratar de determinar qué aspectos del
hospital le producen confusión al paciente y que características del medio le producen
dificultades específicas. Por ejemplo, el personal de enfermería del servicio de
nefrología y la Psicóloga adscrita al servicio se pueden reunir con el fin de proporcionar
cuidados centrados en el propio paciente. De esta manera se pueden establecer planes
con las siguientes metas:

Construir un ambiente en el que los pacientes de perciban como “socios” del


equipo de salud, y como tales sean incluidos siempre que sea posible en la toma
de decisiones relativas a su tratamiento.

Solicitar a los pacientes que traten de mantenerse informados, de tal manera que
se reduzca la tensión por “no saber”.

Utilizar los recursos educativos del servicio para tratar de lograr la autoeficacia.

Beneficiarse del cuidado y el apoyo emocional.

Aunque con estos planes se coloca presión en los pacientes para tomar un papel activo
en sus propios cuidados, Nichols sugiere que la mayoría acepta la invitación para
trabajar con el personal de atención de la salud.

Los niños y la hospitalización.

El proceso de hospitalización puede ser particularmente conflictivo para los niños ya


que ellos pueden tener ideas diferentes sobre lo que implica este proceso.
Generalmente en adultos la preocupación principal es el proceso de recuperación; en el

75
caso de los infantes, es el proceso de separación de su entorno social y familiar. Sin
embargo esta experiencia puede facilitarse si los padres participan en la hospitalización
de los niños para permanecer en el hospital.

Sarafino (1986) sugirió que los padres pueden:

Explicarle a su hijo por qué tienen que ir al hospital.

Permitir a sus hijos preguntar qué va a pasarles y responderles de manera que lo


comprendan fácilmente.

Si es posible, leerle a sus hijos la información sobre el ingreso de los niños al


hospital.

Cuando lleven a sus hijos al hospital, explicarles cómo ir al baño (y otras rutinas)
mientras están hospitalizados. Hacerles mención de que van a poder desayunar
en la cama.

Decirles a sus hijos cuándo y qué tan seguido van a estar con ellos.

Mantener una conducta tranquila y relajada.

Existe cierto grado de controversia respecto a la cantidad de información que los niños
deben recibir antes de someterse a procedimientos médicos, no obstante hay ciertos
elementos que se deben tomar en cuenta para la información a brindar al niño como su
edad y las experiencias médicas previas que ha tenido.

4.2 Preparación para intervenciones quirúrgicas en adultos y niños


Un sentimiento generalizado cuando una persona, sin importar la edad, debe ser
sometida a un procedimiento quirúrgico es la incertidumbre. El grado de conocimiento
sobre la intervención puede ser básico, profundo o nulo, pero la reacción de los
pacientes es preguntarse que pasará, si dolerá mucho o si se estará “bien” después de
dicha intervención. Por lo tanto, el personal del área de la salud debe preparar a los
pacientes para que tenga una intervención y recuperación exitosa.

Los estilos de afrontamiento a la cirugía y las técnicas invasivas desagradables pueden


abarcar enseñarle al paciente cómo centrarse en los aspectos positivos del
procedimiento médico, los beneficios que éste le traerá, y evitar enfocarse en las
características desagradables. Es decir, señalarle como su calidad de vida mejorará
con dicha cirugía en lugar de centrarse en el largo proceso de recuperación.

Etapas en el cuidado del paciente:

76
Para indicar que la hospitalización implica un periodo de preparación para el ingreso,
así como otro para el reajuste después del alta, Kincey (1989) aportó un modelo que
toma en cuenta estas etapas en el cuidado de los pacientes.

Etapa preoperatoria: Es importante tener conciencia de que las reacciones


cognitivas y emocionales de los pacientes varían, por lo que los niveles elevados
de ansiedad pueden interferir con su habilidad para comprender y tomar
decisiones en cuanto a la información. El paciente debe tener claridad si la
cirugía es esencial ó es opcional.

También debe evaluarse el nivel de comprensión del paciente y corregir


cualquier carencia de información o concepción errónea que éste pueda tener.
En esta etapa se debe ver el estilo de afrontamiento del paciente y de esta
manera diseñar de manera personalizada la manera en la que se le dará la
información sobre el procedimiento.

La información durante el ingreso preoperatorio no sólo debe aportar datos


claros, relevantes y objetivos sobre la política hospitalaria y la preparación
personal del paciente, sino también debe hacer que los pacientes se sientan
libres de preguntar sobre los procedimientos que se les van a realizar y las
conductas que deben llevar a cabo para apoyar estos procedimientos.

Etapa de hospitalización posoperatoria: Después de la recuperación de la


anestesia, a los pacientes se les debe aportar una retroalimentación verbal clara
sobre el procedimiento que se llevó a cabo. Se debe estar consciente de que los
patrones de experimentación del dolor varían en grado considerable entre los
individuos que se someten al mismo procedimiento quirúrgico.

Kincey (1989) destaca que el personal del área de la salud debe reconocer que
los pacientes están evaluando su propia recuperación a partir de comparaciones
que realizan con otros pacientes a quienes perciben como sometidos a algún
procedimiento similar, y en función de sus propias expectativas sobre la rapidez
con la que deberían recuperarse después de la cirugía.

Por lo tanto es importante corregir interpretaciones erróneas y señalen


comparaciones adecuadas en cuanto a la evolución.

Etapa posterior al egreso: El proceso psicológico, así como el físico, debe


evaluarse después del egreso. La cirugía mayor puede implicar la pérdida de
función física, cambios en la autoimagen y muchas secuelas psicológicas que
pueden incluir respuestas como ira, depresión y ansiedad, las que deben ser
resueltas de manera aceptable.

77
En algún momento debe considerarse solicitar la opinión de especialistas y de grupos
de apoyo; sin embargo, los pacientes no deben ser forzados a esta acción, y si se
perciben inciertos en cuanto a buscar ayuda, debe recurrirse a una persona y ubicación
familiar para establecer el contacto inicial.

Intervención quirúrgica en niños.

Como se explico en el tema anterior, la hospitalización en los niños puede ser


conflictiva debido a que no se le puede explicar con términos muy elaborados, y
sobretodo, se debe cuidar la información que se brinda. Utilizando las palabras
equivocadas, los niños pueden interpretarlas de muchas maneras, infundiéndoles temor
y aprehensión por el procedimiento, y rehusándose a someterse al mismo.

Es importante que antes de decidir la técnica de afrontamiento que se utilizará con el


niño el personal del área de la salud llegue a un acuerdo con los padres o familiares del
niño sobre el manejo de la información. Es común que la mala comunicación entre ellos
desencadene una reacción negativa en el niño. Hay que considerar que el personal del
área de la salud y los padres son los dos pilares en el proceso de intervención y
recuperación en el infante. Por lo tanto, informar a los padres con detalle sobre lo que la
cirugía implica, respondiendo sus preguntas e inquietudes da pie a que se realice un
plan de acción mas efectivo para que el niño maneje adecuadamente la hospitalización.

Refiriéndose a técnicas de enfrentamiento, Melamed y Siegel (1975) investigaron el uso


de un video titulado “A Esteban lo van a operar” (Ethan has an operation), para preparar
a los niños de 4 a 12 años antes de una reparación de hernia. Los niños se dividieron
en dos grupos de acuerdo a su edad, género y cultura. Mientras que a un grupo se le
mostró el video “A Esteban lo van a operar”, al otro grupo se le mostró un video titulado
“Viaje a la provincia”. El primer video mostraba los acontecimientos que Esteban
experimentaba desde el momento de su ingreso al hospital hasta el momento de alta, y
aunque se le observaba muy nervioso al inicio, superaba de manera gradual su
ansiedad y terminaba su tratamiento sin tensión. El grupo que había visto el video sobre
la cirugía experimentó menos ansiedad antes y después del procedimiento que quienes
vieron la película “viaje a la provincia”.

Por lo tanto, parece existir evidencia de que los niños pueden beneficiarse a partir de la
exposición a materiales como videos que muestran acontecimientos hospitalarios. Sin
embargo, debe reconocerse que algunos niños utilizan una estrategia de
embotellamiento para hacer frente al estrés y ansiedad. Estos niños no quieren saber
lo que va a ocurrir, ya que están tratando de negar los elementos estresantes del
procedimiento, y las preparaciones de este tipo pueden producirles más ansiedad. Lo
ideal es conversar con el niño sobre sus temores y su percepción del procedimiento,
para dar la información adecuada.

78
Para el personal de área de la salud que ya está familiarizado con el medio hospitalario
y los procedimientos médicos que ocurren en él puede ser difícil apreciar lo que ocurre
desde la perspectiva del paciente. Es importante tratar de ver las cosas como él las ve:
no conoce el hospital y teme por lo que pueda ocurrir en su cirugía. Mientras más
capacidad se tenga para comprender las necesidades y preocupaciones de los
pacientes, menos atemorizante le será la experiencia de la hospitalización.

4.3 Apoyo emocional y social en el medio hospitalario


El apoyo social y emocional es un factor clave en el ajuste a la enfermedad y en la
recuperación en la salud en el ambiente hospitalario, ya que son un componente
fundamental en las intervenciones psicológicas de preparación para procedimientos
médicos que son estresantes para los pacientes (Butle y cols, en Barra, 2003).

Existen diversas formas de manifestar el apoyo social/emocional a los pacientes como


por ejemplo:

Crear un clima de confianza en la interacción con ellos.


Darles ánimo.
Dejarlos expresar libremente sus sentimientos y preocupaciones.
Ponerlos en contacto con otros pacientes que ya hayan pasado por la
experiencia.
Intervenciones de información y de habilidades de afrontamiento.

Otro aspecto estrechamente relacionado con el apoyo emocional/social radica en la


teoría de la comparación social de Festinger, extendida al ámbito de las emociones por
Schachter (citados en Barra, 1998, 2003) la cual postula que las personas evalúan sus
propias habilidades, actitudes y características mediante una comparación con otras
personas similares. Esto habla de que cuando las personas están temerosas por algo,
van a buscar relacionarse con otras personas que estén pasando por una situación
similar para reducir su ansiedad.

Para Flórez (2007) existe un potencial motivacional en las emociones el cuál puede
analizarse desde diversas posturas, como las siguientes:

1.- Como influencia de las emociones en la valoración de las situaciones, lo cual genera
un potencial de atracción o alejamiento de las mismas, influyendo de manera decisiva
sobre la toma de decisiones (Ryan y Deci citados en Flórez, 2007).

2.-La emoción como situación objetiva e independiente que obliga a la persona a


conocer y controlar sus propias emociones, así como el conocimiento de las emociones
de los demás, con el fin de dar mayor eficacia a las acciones en el proceso de
interacción social, lo que constituye uno de los principales fundamentos de la
inteligencia emocional (Goleman citado en Flórez, 2007)
79
3.- La emoción como proceso psicológico que interactúa y condiciona la manera como
el individuo procesa la información, dando como resultado final un determinado estado
conductual (Lazarus y Folkman, citados en Flórez, 2007).

De acuerdo con Hué (2008) las emociones tienen su base fisiológica en el centro del
cerebro en el paleocortex, muy cerca de la nariz, por eso se le llama rinencéfalo,
aunque para hablar de la sede fisiológica de las emociones nos podríamos referir a los
cuatro aspectos que Hué (2008) refiere:

a) El cerebro interno: aquí se encuentran los circuitos subcorticales, la amígdala, el


septum y el hipocampo centro fundamental que regula las emociones.

b) El hemisferio derecho: es responsable de la creatividad, de las aptitudes


artísticas, del pensamiento divergente, de la competencia de adaptación al
cambio.

c) El sistema hormonal: es el que permite poner en marcha el sistema de alerta de


la persona y que tiene su base en la relación íntima entre el cerebro exterior,
corteza cerebral, y el cerebro interior.

d) El simpático y parasimpático: que forman el sistema vegetativo, como cerebro


autónomo regula las respuestas automáticas del organismo, por lo que tiene
tanta importancia en el estrés y en la adaptación de la persona en los cambios a
su alrededor.

Es importante que el profesional de la salud logre identificar las diferentes emociones


que se pueden presentar en el paciente, las emociones básicas según Torrabella
(citado en Hué, 2008) son cinco: alegría, cariño, ira, miedo y tristeza. En cambio para
Bizcarra (citado en Hué, 2008) son cuatro las emociones básicas: miedo, tristeza, rabia
y alegría y sus pares correspondientes son la ansiedad, la depresión, la violencia y la
euforia.

Un aspecto importante para que una persona se sienta en un clima de confianza y


seguridad para expresar sus emociones es el acompañamiento que tenga el profesional
de la salud con el paciente, en las diferentes situaciones que se presentan en el
ambiente hospitalario, una forma de acompañamiento es la empatía, la cual de acuerdo
con Eisenberg y Strayer (1992) puede ser definida como una capacidad de participar en
la experiencia de otra persona, en sus sentimientos, voliciones e ideas, incluso en los
movimientos hasta el punto de ejecutar gestos corporales que se asemejan a los del
otro.

Para Rogers (2001), existen condiciones básicas que se deben presentar en cualquier
situación de ayuda, la empatía, la aceptación positiva incondicional y la congruencia.

80
La empatía consiste en un deseo constante de comprender cada uno de los
sentimientos y expresiones de la persona como se aparecen en ese momento, consiste
en una profunda comprensión empática que me permite observar su propio mundo tal
como él lo ve.

La aceptación positiva incondicional radica en el hecho de que cuanto mayor sea la


aceptación y el agrado que experimento hacia un individuo, más útil le resultará la
relación que estoy creando. Entendiendo por aceptación un cálido respeto hacia él
como individuo valioso independientemente de su condición, conducta o sentimientos.
La aceptación también significa el respeto que siento hacia él como persona distinta,
esta aceptación brinda calidez y seguridad en la relación con el paciente de manera que
se sienta valorado como persona.

La congruencia significa ser auténtico, tener presentes los propios sentimientos y no


ofrecer una fachada externa, adoptando una actitud distinta de la que surge de un nivel
más profundo. Ser auténtico implica también la voluntad de ser y expresar, a través de
las propias palabras y conducta personal, los diversos sentimientos y actitudes que
existen en sí mismo (Rogers, 2001 p.41-42).

En relación al apoyo social es importante considerar las necesidades sociales, el


concepto de necesidad social es inherente a la idea de servicio social. De acuerdo con
Seebohm (1968) citado en Lafarga (2001 p.183) “los servicios sociales personales son
experimentos en gran escala para buscar formas de ayudar a aquéllos que lo
necesitan”.

Lafarga (2001) considera que son tres los tipos de necesidades sociales:

1.- Necesidad Sentida: Se equipara a querer algo. Cuando se evalúa una necesidad
para un servicio, se pregunta a la población si siente que lo necesita. La necesidad
sentida por sí misma, es una medida inadecuada de la “necesidad real”; está limitada
por las percepciones del individuo. Por otra parte, existe un abuso de esta necesidad
por parte de individuos que piden ayuda sin necesitarla realmente.

2.- Necesidad expresada: Es una necesidad sentida convertida en acción. De acuerdo


con esta definición, se reconoce la necesidad total cuando las personas demandan un
servicio. Uno no demanda un servicio a menos que sienta una necesidad, pero es
común que no se exprese la necesidad sentida por medio de la demanda. Por lo
general, la necesidad expresada se utiliza en gran medida en los servicios de salud, en
los que se toma las listas de espera como medida de la necesidad no satisfecha; dichas
listas son aceptadas como una definición pobre de la “necesidad real”.

Necesidad comparativa: Mediante la definición de la necesidad comparativa se obtiene


una medida de la necesidad al estudiar las características de la población destinataria

81
de un servicio. Si existen personas con características similares que no están
recibiendo el servicio, se encuentra en un estado de necesidad. Esta definición se ha
utilizado para estimar las necesidades tanto de individuos como de áreas. La necesidad
establecida por este método consiste en la distancia entre los servicios que existen en
un área, que no se encuentran presentes en otra.

En relación a lo anterior diversas formas de apoyo social y emocional nos permiten


apreciar los beneficios de implementar medidas para que un paciente se ajuste a su
situación y reaccione de una forma más positiva ante situaciones estresantes como las
que se pueden presentar en el ambiente hospitalario.

82
Objeto de estudio 5

UNIDAD V: ESTRÉS Y DOLOR

83
OBJETO DE ESTUDIO 5

ESTRES Y DOLOR

Todavía no se conocen todos los mecanismos por los que se produce el estrés, pero se
conocen algunos datos importantes relacionados con la respuesta del ser humano.
La respuesta ante el estrés se refiere al modo como afrontamos aquello que consideramos
peligroso o que supone una amenaza para nosotros (estresor). Aunque algunos estresores son
comunes y producen reacciones similares en todas las personas, la mayoría de los estresores
de nuestra vida diaria son, en gran parte, subjetivos, de modo que lo que resulta estresante
para una persona puede no serlo para otra. Esta diferencia depende del modo en que las
personas interpretan los acontecimientos; es decir, de lo que piensan respecto a ellos.
Una vez que se percibe una amenaza a nuestro bienestar psicológico o físico (real o
imaginada), se ponen en marcha varios mecanismos fisiológicos. Por un lado, debido a la
activación del sistema nervioso simpático, se liberan las hormonas llamadas adrenalina y
noradrenalina cuya función es la de preparar el organismo para la huida o la lucha ante una
amenaza (aumenta el metabolismo, aumenta el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria,
aumenta la sudoración, mejora el flujo de oxígeno a los músculos principales, etc). Es lo que
suele llamarse ansiedad (cuando es intenso) o nerviosismo (cuando es más leve).
Si esta persona interpreta estos síntomas de ansiedad como algo muy desagradable y negativo,
es posible que se sienta aún más ansiosa al notar dicha ansiedad, y tratar de aminorarla,
adquiriendo hábitos y estilos de vida poco saludables como el tabaco, el alcohol en exceso, la
falta de ejercicio, la alimentación inadecuada, la falta de sueño, comportamientos que influyen
también en la fisiología del organismo y contribuyen a la aparición de la enfermedad.
Lo más importante es tener en cuenta la influencia de factores emocionales y
comportamentales, considerar que la enfermedad no es algo que exclusivamente el médico
puede solucionar, sino, empezar a pensar que tu comportamiento y tus emociones ejercen una
influencia, entonces empezarás a sentir que tú también tienes cierto control sobre tu salud. Es
decir, hacerte responsable tanto de tu salud como de tu enfermedad y trata de descubrir qué
cosas puedes hacer para adquirir un estilo de vida saludable.
ELEMENTOS DE COMPETENCIA: (saber hacer)
Explicar la relación que existe entre las etapas del síndrome general de adaptación con
enfermedades ocasionadas por estrés agudo y crónico y la presencia del dolor, que permita
seleccionar técnicas para recuperar la salud. Comprender los conceptos de dolor y estrés.
Establecer la relación entre el dolor y el estrés con los procesos de enfermedad. Experimentar
técnicas de reducción y tratamiento para el dolor y el estrés. Confirmar la eficacia de las
técnicas de reducción y tratamiento para el dolor y el estrés. Utilizará éticamente los diferentes
instrumentos de índole psicológica en la evaluación del individuo.

Actividad Preeliminar:

84
El docente provoca estrés y una experiencia dolorosa en todo el grupo (considerando la
tolerancia de cada estudiante), para realizar una medición haciéndose una medición objetiva
(tomarse el pulso) y subjetiva.

Actividades de Aprendizaje:
Primera lectura
Capítulo VII <El estrés> en Apunte de psicología de la salud (2012) México.
ACCIONES:
Contesta individualmente la Escala de Acontecimientos Vitales, creada por Holmes y Rahe
Realiza lectura analítica y elabora un cuadro simple que incluya:
a. El concepto de estrés de cada modelo teórico o interpretativo e incluye el de Seyle.
b. Las etapas del Síndrome General de Adaptación.
c. Enfermedades ocasionadas por estrés agudo y crónico.
Aplicación de Técnicas de relajación en grupo.

Actividades de Aprendizaje:
Segunda lectura
Capítulo VIII <Aspectos psicológicos del dolor> en Apunte de psicología de la salud (2012)
México.
ACCIONES
Resuelve por escrito las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo se define el dolor y sus implicaciones?
2. ¿Qué se entiende por umbral de dolor?
3. ¿A que se denomina dolor clínico?
4. ¿Cómo se interpreta el dolor?
5. ¿Los modelos multidimensionales relacionan el dolor con el estrés?
6. ¿Cómo se evalúa el dolor y que técnicas se utilizan?
Tercer lectura
Capítulo IX <Técnicas de reducción de estrés y dolor> en Apunte de psicología de la salud
(2012) México.
ACCIONES.
- Analizar y Clasificar las técnicas para reducir el estrés.
- Identifica las técnicas para reducir el estrés que estés en posibilidades de aplicar.
- En equipos formados por el docente, resuelvan el crucigrama que se entregue en clase
con base en las siguientes oraciones.

85
CRUCIGRAMA “ESTRÉS Y DOLOR”

86
VERTICALES
1. Tipo de evaluación del dolor en la que se realiza una observación directa o indirecta, en ambiente
análogo o natural, de las conductas de dolor.
2. Son acontecimientos que ocurren durante un periodo prolongado como resultado de un
acontecimiento inicial desencadenante, como perdida de trabajo, divorcio, fallecimiento de un
familiar entre otros.
3. Tipo de enfrentamiento al estrés en que los sujetos niegan la existencia de problemas o
demandas del medio, en especial en aquellas situaciones que perciben que no pueden hacer nada.
4. Este tipo de estresantes pueden haberse iniciado o no por un acontecimiento discreto que
persiste durante mucho tiempo, tales como incapacidades permanentes, riñas entre los padres,
entre otros.
5. Entendiendo el estrés como una respuesta, esta conlleva a este componente, el cual incluye
conductas, patrones de pensamiento y emociones caracterizados por un estado de “quietud”.
6. Según el modelo de Loeser así se le denomina al nivel definido como “respuesta afectiva negativa,
generada en los centros nerviosos superiores por el dolor y otras situaciones: perdida de seres u
objetos queridos, estrés, ansiedad, etc”
7. Es la evaluación de los eventos como estresantes, que se refiere a los recursos del sujeto que
están disponibles para enfrentarse al suceso y responde a la pregunta ¿puede hacerse algo al
respecto?
8. Es la evaluación de los eventos como estresantes, que se refiere a la medida en que un estresor
amenaza al sujeto y responde a la pregunta ¿me perjudica o me beneficia, ahora o en el futuro, y de
que forma?
9. Es un tipo de evaluación primaria que puede significar daño o perdida, amenaza o desafío para el
sujeto.
10. Este tipo de respuestas al estrés se caracterizan por ser comportamientos observables. Entre
ellas se encuentran el ataque, la huida o evitación y por ultimo la pasividad o colapso. También se les
denomina respuestas motoras.
11. Tipo de enfrentamiento al estrés en que los sujetos ante una situación de estrés, mas que
centrarse en las demandas de la situación, se centran en si mismos, preocupados por como les
afectara la situación o como la sienten.
12. Cuando se experimenta el dolor predominan este tipo de reacciones. Hasta tal punto están
implicadas este tipo de reacciones que se dan casos en los que un individuo puede sufrir un grave
daño físico, en situaciones de fuerte tensión emocional, no teniendo sensación dolorosa mientras
persiste esa situación.
13. Tipo de evaluación del dolor que depende del informe del propio paciente y que incluye técnicas
como los autoinformes y los autorregistros.
14. Tipo de respuesta al estrés que se relaciona con el proceso de valoración primaria y secundaria.
Se refiere a la forma en que el sujeto percibe su medio, es decir, filtra y procesa la información de
este y evalúa si las situaciones deben ser consideradas como relevantes o irrelevantes, determinara
en gran medida las posibilidades y las formas en que le afectara el estrés.
15. Técnica de relajación que consiste en elegir un objeto en el que concentrarse (palabra, sonido,
objeto, sensación,…) y mantener una actitud pasiva, en la que se incluye una falta de conciencia de si

87
se esta haciendo bien o mal. Esta técnica permite aprender a enfocar la atención sobre una cosa
cada vez.
16. Es una técnica de tratamiento del dolor, en si misma es una manera de distracción con respecto a
la experiencia del dolor. El paciente es instruido a pensar de manera diferente sobre el dolor. Suele ir
acompañada de otras técnicas.
17. Se denomina así a la respuesta de dos componentes (uno psicológico y uno fisiológico).
Entendiendo el estrés como una respuesta.
18. Técnica de tratamiento del dolor en donde se entiende el dolor fundamentalmente como un
comportamiento controlado ambientalmente. Esta técnica consiste en relacionar estímulos y
respuestas con relación al dolor. Se aplican por medio de programas en los que se intenta controlar
aquellas variables ambientales y comportamentales que en muchas ocasiones inducen la experiencia
dolorosa.
HORIZONTALES
1. Es la evaluación primaria del estrés que ocurre cuando el encuentro con el entorno no conlleva
implicaciones para el individuo, es decir, no implica valor, necesidad o compromiso.
2. Modelo diseñado para explicar la experiencia del dolor en que se distinguen cuatro niveles que, en
orden de mas simple a mas complejo, son los siguientes: nociocepción, dolor, sufrimiento y
conductas de dolor.
3. Ocurre como consecuencia de la experiencia dolorosa que el paciente experimenta considerando
reaccionan los pacientes ante la enfermedad, interaccionan con sus cuidadores y como será su _ _ _
_ _ _ _ _ _ al tratamiento.
4. En la evaluación primaria de tipo estresante ¿Cómo se llama la evaluación de estrés en que se
movilizan las estrategias de afrontamiento y existe una valoración de las fuerzas necesarias para
vencer la confrontación, lo cual suele generar emociones placenteras como impaciencia, excitación y
regocijo.
5. Tipo de enfrentamiento al estrés en que los sujetos ante una situación de estrés se centran en
analizar las exigencias de la situación para poder dar una respuesta adecuada a las características
especificas de ésta.
6. Se denomina así a las terminaciones nerviosas libres que se encuentran en casi todos los tejidos
del organismo y permiten detectar el dolor.
7. Son dolores sin base fisiológica aparente pero con un claro significado clínico, ya que la gente
sufre y busca tratamiento por ellos. Los mas comunes son: causalgia, neuralgia y dolor del miembro
fantasma.
8. Es un tipo de dolor con duración limitada, se elimina farmacológicamente y suele terminar con la
curación de la enfermedad. Además, la administración de fármacos suele reducir la ansiedad
asociada con este tipo de dolor.
9. Este tipo de estresantes ocurren una vez al día, una vez a la semana o una vez al mes como
pueden ser visitas conflictivas a parientes políticos o problemas sexuales.
10. Entendiendo el estrés como una respuesta, esta conlleva a este componente, el cual incluye la
elevación del “aurosal” (activación) corporal que se traduce en aspectos tan importantes como el
aumento de la frecuencia cardiaca.

88
11. Se utilizan frecuentemente en las intervenciones para la reducción del estrés. Algunas de ellas
son meditación, entrenamiento autógeno, hipnosis, imaginación, entre otras.
12. Proceso de activación del estrés, cuya definición se realizo en 1956 y se compone de tres fases:
alarma, resistencia y agotamiento o claudicación.
13. En la evaluación primaria de tipo estresante ¿Cómo se denomina a aquellos daños o perdidas
que aun no han ocurrido pero que se prevén. O bien que ya han tenido lugar pero que debido a la
pérdida lleva consigo implicaciones negativas para el futuro.
14. Se prescribe una vez identificado el dolor y puede consistir en la aplicación de técnicas de
control del dolor o en caso de dolor crónico además se utilizan programas de condicionamiento
operante.
15. Estado de ánimo interno, que se produce como consecuencia del enfrentamiento de esa persona
con una serie de demandas ambientales que superan su capacidad de hacerles frente.

16. En la evaluación primaria de tipo estresante ¿Cómo se denomina cuando el individuo ha recibido
ya algún perjuicio, como una lesión o enfermedad incapacitante, daño a la estima propia o social, o
bien haber perdido a un ser querido.

17. Dentro de la interpretación que se realiza del dolor, así se denomina a la atribución que se da al
dolor que diferencia sustancialmente como se experimenta el mismo.

18. Técnica de tratamiento del dolor en que focalizamos la atención del paciente sobre estimulación
irrelevante, o le involucramos en un nivel alto de actividad, así conseguimos que el dolor disminuya e
incluso desaparezca.

19. Técnica de relajación desarrollada por Schultz y Luthe. Implica el uso de fórmulas autógenas en
un estado de concentración pasiva para inducir la relajación y el control voluntario sobre los
procesos del S.N.A. Sus ventajas son la brevedad y simplicidad del proceso, al mismo tiempo que
mantiene la participación cognitiva activa del sujeto en todas sus etapas.

20. Técnica de relajación que consiste en tensar y relajar los diferentes conjuntos musculares del
cuerpo. Consta de varias etapas, la primera de las cuales esta diseñada para calmar el ritmo
respiratorio sin esfuerzo. También se le denomina relajación completa.

21. Es un método para obtener autocontrol de los procesos orgánicos, que ha sido usado para tratar
diversas clases de dolor y otros problemas de salud, para inducir relajación en el tratamiento del
estrés y en programas de reducción de la presión sanguínea.

22. Algunas características de personalidad se asocian a este fenómeno (_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ al


dolor), dentro de ellas se encuentran una elevación en las escalas denominadas hipocondriasis e
histeria frecuente en el dolor agudo, mientras que en el crónico se presenta frecuentemente la
“triada neurótica” que incluye además de las dos anteriores una elevación en la depresión.

23. Técnica de relajación que incluye la visualización, imágenes dirigidas y escuchar música. Consiste
en indicaciones que requieren la utilización del pensamiento hasta lograr una relajación completa.

89
Actividad Integradora:
Con base en los productos construidos a partir del análisis teórico del objeto de estudio cinco, y
la reflexión propia, elabore en equipos de tres integrantes, una reflexión profunda que articule
en forma lógica la relación que existe entre estrés-enfermedad-dolor y la experiencia personal.
El trabajo académico debe contener introducción, desarrollo del tema, conclusiones y
bibliografía consultada. Para lo anterior se consideran un mínimo de 4 horas como de estudio
independiente.
NOTA: Las horas restantes como de estudio independiente se han contemplado para que el
estudiante lea y comprenda en su casa los contenidos temáticos con los que se trabajará en el
aula, de manera que por acuerdo de academia es obligatorio para cada estudiante asistir
con lectura previa del tema.

90
EL ESTRES
“Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en levantarnos cada
vez que caemos” – Confucio

El estrés se ha convertido en un concepto de moda para explicar una gran


cantidad de condiciones a la vez que se ha utilizado para designar síntomas
psicológicos que preceden a una enfermedad, sentimientos de ansiedad, malestar,
activación y muchas otras condiciones. Los intentos por definir el estrés se ven
obstruidos por esta amplia colección de conceptos y contextos en los que se utiliza el
término. En el ámbito de la psicología de la salud ha habido autores que han
considerado al estrés como un estímulo, otros lo han considerado como respuesta e
incluso otros como interacción entre el sujeto y el medio. Actualmente todos coinciden
en que es un proceso amplio, complejo y dinámico. El estrés puede inducir
directamente efectos psicológicos y fisiológicos que alteran la salud.

Niven (2006) sugiere que el estrés puede conceptualizarse de tres formas:


Estrés como un estímulo: Esta perspectiva considera que el estrés ocurre
derivado de eventos como tener un trabajo demandante o al no tener tiempo de
suficiente para completar una tarea. La persona siente como si hubiese una
conspiración para provocar sentimientos de tensión que a su vez son
interpretados como estrés.
Estrés como una respuesta: En ocasiones el estrés es referido como la forma
de responder a las situaciones. La expresión “estar atado” constituye una
descripción perfecta de la forma en la que el estrés puede presentarse como
producto de las formas en las que se reacciona ante la gente y las
circunstancias. La respuesta de una persona ante los factores que causan estrés
suelen denominarse como tensión.
Estrés como una transacción: El estrés puede ser un estímulo y una
respuesta. Con frecuencia, la gente se cansa tanto que se preocupa sobre si
puede desempeñar su labor de forma apropiada. Sin embargo, la necesidad de
llevar a cabo una tarea demandante puede a la vez producir cansancio. Existe
una transacción entre la gente y su ambiente, lo cual tiene como resultado que
cada uno afecta y es afectado por el otro.

5.1 Definición
Lo cierto es que este vocablo ha servido para muy diferentes acepciones: para designar
la respuesta el organismo, para identificar la situación que desencadena esta
respuesta, o para describir los efectos producidos como consecuencia de la exposición
repetida a situaciones estresantes (Grau, Hernández, Villarroel, 2004). Corrientemente
se habla de estrés cuando debíamos mejor precisar algunas emociones y sentimientos
91
que experimentamos ante determinados sucesos vitales, o cuando queremos expresar,
con cierta indefinición, algún tipo de nerviosismo producido por factores más o menos
duraderos. En realidad, el término estrés ha sido indistintamente usado en la jerga, no
sólo cotidiana y popular, sino científica. No es casual que genere toda una serie de
confusiones y el curso de los estudios haya sido tan zigzagueante, con una amplia
gama de implicaciones en el orden de las disciplinas biológicas y médicas, psicológicas
y sociales. Al significar diferentes cosas para diferente gente, su definición es muy
difícil. El hombre de negocios, quien se encuentra bajo presión por parte de sus clientes
y empleados, el controlador de tráfico aéreo quien sabe que un momento de distracción
puede costar la muerte de centenares de personas, el atleta que quiere ganar una
competencia, y el esposo que desesperanzadamente ve a su esposa morir lenta y
dolorosamente de cáncer, todos ellos sufren de estrés. Los problemas que cada una de
estas personas enfrentan son totalmente diferentes; sin embargo, la investigación
médica ha demostrado que en muchos aspectos el cuerpo responde de una manera
estereotipada, con cambios bioquímicos idénticos, cuando es esencialmente llamado a
afrontar cualquier tipo de demanda excesiva sobre “la maquinaria humana" (Selye,
1974).

Lazarus y Folkman (1984) definen el estrés como conjunto de relaciones particulares


entre la persona y la situación, siendo la situación valorada como algo que grava o
excede sus propios recursos y pone en peligro su bienestar personal. Enfatizan los
factores psicológicos o cognitivos y el proceso de evaluación.

5.2 Tipos de Estrés


Según Gutiérrez García (1998), habría incluso diferenciado resultados agradables o
desagradables en el estrés. El estrés actúa como factor de motivación para vencer y
superar obstáculos. Puede decirse que es un elemento que nos ayuda a alcanzar el
éxito, es el combustible para el logro de nuestras ambiciones. Este nivel normal y
deseable podría denominarse simplemente como eustrés. No obstante ese nivel puede
ser superado llegando a ser potencialmente perjudicial; pudiéndose diferenciar tal
estado con el nombre de distrés.

Es decir, hablamos de eustrés cuando la respuesta estrés del sujeto favorece la


adaptación al factor estresante. Por el contrario, si la respuesta estrés del sujeto no
favorece o dificulta la adaptación al factor estresante, hablamos de disestrés. Por poner
un ejemplo: cuando un depredador nos acecha, si el resultado es que corremos
estamos teniendo una respuesta de eustrés (con el resultado positivo de que logramos
huir). Si por el contrario nos quedamos inmóviles, presas del terror, estamos teniendo
una respuesta de disestrés (con el resultado negativo de que somos devorados). En
ambos casos ha habido estrés. Se debe tener en cuenta además, que cuando la

92
respuesta estrés se prolonga demasiado tiempo y alcanza la fase de agotamiento,
estaremos ante un caso de distrés.

En los últimos tiempos se está prestando especial atención al papel de las emociones
en el proceso salud-enfermedad. La vulnerabilidad o propensión a enfermar,
obviamente, está condicionada por muchos otros factores, algunos de los cuales
pueden estar mediatizados por el estrés. La vulnerabilidad a enfermar ha sido definida
por Lazarus (Lazarus, Folkman, 1986) como la amenaza potencial que se convierte en
activa cuando se considera que realmente pone en peligro al individuo o incluye la
susceptibilidad a reaccionar con distrés ante un amplio grupo de acontecimientos
debido a un conjunto de factores personales que involucran compromisos, creencias y
los propios recursos. Pero también puede ser vista como el patrón funcional de la
personalidad centrada en emociones negativas (Friedman, DiMatteo, 1989), por lo que
cada día se habla más de "vulnerabilidad personal".

En efecto, parece ser que no solamente los estados emocionales, sino aquellos rasgos
en que han sido fijados (ansiedad-rasgo, depresión personal, hostilidad o ira-rasgo) se
constituyen en factores de propensión a enfermar, a través de diversas vías:

Estimulando conductas no saludables: se han reportado altos niveles de artritis


reumatoide entre fumadores y personas con sobreingesta (Friedman, DiMatteo, 1989;
Taylor et al, 1988); además, al conducir al tabaquismo, al alcoholismo y otras formas
inadecuadas de compensación se torna en causa indirecta de cáncer y otras
enfermedades crónicas.

Al constituir un factor predisponente al distrés y la instalación de estados emocionales


patológicos, que, a su vez, refuerzan las conductas no saludables, facilitan un
determinado rol de enfermo, y propician cambios en el sistema neuroendocrino e
inmune (Grau, 1998).

Al contribuir a la concentración del sujeto en la observación de sensaciones corporales:


se ha comprobado que los sujetos ansiosos no son exactos en la percepción de sus
reacciones corporales, pero reportan más síntomas al estrés (Friedman, DiMatteo,
1989; Grau, 1982).

5.3 Síndrome de estar enfermo


Inicialmente el concepto de estrés se desarrolla en la década de 1930, como concepto
novedoso y relevante en el ámbito de la Medicina a partir de los trabajos pioneros de un
joven austriaco de 20 años de edad, estudiante del segundo año de la carrera de
medicina en la Universidad de Praga, Hans Selye. Observó que todos los enfermos a
quienes estudiaba, independientemente de la enfermedad que padecían, presentaban
93
síntomas comunes: cansancio, pérdida de apetito, bajo peso, astenia, entre otros. Esto
llamó mucho la atención a Selye, quien le denominó el "Síndrome de estar Enfermo".

Hans Selye se graduó como médico y posteriormente realizó un doctorado en química


orgánica en su universidad, a través de una beca de la Fundación Rockefeller se
traslado a la Universidad John Hopkins en Baltimore E.E.U.U. para realizar un
doctorado cuya segunda mitad efectuó en Montreal Canadá en la Escuela de Medicina
de la Universidad McGill, donde desarrolló sus famosos experimentos del ejercicio físico
extenuante con ratas de laboratorio que comprobaron la elevación de las hormonas
suprarrenales (ACTH, adrenalina y noradrenalina), la atrofia del sistema linfático y la
presencia de ulceras gástricas. Al conjunto de estas alteraciones orgánicas el doctor
Selye denominó "estrés biológico".

Selye consideró entonces que varias enfermedades desconocidas como las cardiacas,
la hipertensión arterial y los trastornos emocionales o mentales no eran sino la
resultante de cambios fisiológicos resultantes de un prolongado estrés en los órganos
de choque mencionados y que estas alteraciones podrían estar predeterminadas
genética o constitucionalmente

Sin embargo, al continuar con sus investigaciones, integró a sus ideas, que no
solamente los agentes físicos nocivos actuando directamente sobre el organismo
hombre son productores de estrés, sino que además, las demandas de carácter social y
las amenazas del entorno del individuo que requieren de capacidad de adaptación
provocan el trastorno del estrés.

5.4 Síndrome General de Adaptación


Selye, en la descripción de la enfermedad, identifica tres fases básicas en el modo de
producción del estrés, a las que denomina Síndrome General de Adaptación:

1. Reacción de Alarma: El organismo, amenazado por las circunstancias se altera


fisiológicamente por la activación de una serie de glándulas, especialmente en el
hipotálamo y la hipófisis ubicadas en la parte inferior del cerebro, y por las glándulas
suprarrenales localizadas sobre los riñones en la zona posterior de la cavidad
abdominal.

El cerebro, al detectar la amenaza o riesgo, estimula al hipotálamo quien produce


"factores liberadores" que constituyen substancias específicas que actúan como
mensajeros para zonas corporales también específicas. Una de estas substancias es la
hormona denominada A.C.T.H. (Adrenal Cortico Trophic Hormone) que funciona como
un mensajero fisiológico que viaja por el torrente sanguíneo hasta la corteza de la

94
glándula suprarrenal, quien bajo el influjo de tal mensaje produce la cortisona u otras
hormonas llamadas corticoides.

A su vez otro mensaje que viaja por la vía nerviosa desde el hipotálamo hasta la
médula suprarrenal, activa la secreción de adrenalina. Estas hormonas son las
responsables de las reacciones orgánicas en toda la economía corporal.

2. Estado de Resistencia: Cuando un individuo es sometido en forma prolongada a la


amenaza de agentes lesivos físicos, químicos, biológicos o sociales el organismo si
bien prosigue su adaptación a dichas demandas de manera progresiva, puede ocurrir
que disminuyan sus capacidades de respuesta debido a la fatiga que se produce en las
glándulas del estrés. Durante esta fase suele ocurrir un equilibrio dinámico u
homeostasis entre el medio ambiente interno y externo del individuo.

Así, si el organismo tiene la capacidad para resistir mucho tiempo, no hay problema
alguno, en caso contrario sin duda avanzará a la fase siguiente.

3. Fase de Agotamiento: La disminución progresiva del organismo frente a una situación


de estrés prolongado conduce a un estado de gran deterioro con perdida importante de
las capacidades fisiológicas y con ello sobreviene la fase de agotamiento en la cual el
sujeto suele sucumbir ante las demandas pues se reducen al mínimo sus capacidades
de adaptación e interrelación con el medio.

De la misma manera en que existen modelos vinculados al estrés que se relacionan


con la probabilidad de enfermar (modelos de vulnerabilidad), actualmente se subraya la
importancia de aquellos modelos por los cuales el hombre interactúa con su medio con
posibilidades de enriquecimiento y de desarrollo personal. Estos son los llamados
modelos salutogénicos, que tienden a proveer de recursos contra la posibilidad de
enfermar y de propiciar cierta resistencia al distrés emocional generador de trastornos.

Se basan en un giro de la atención focalizada en las investigaciones, desde la


preocupación por los aspectos más negativos del ser humano, hacia el potenciar las
cualidades positivas (esperanza, perseverancia, creatividad, espiritualidad,
responsabilidad, visión de futuro, fortaleza personal, etc.), que no habían sido muy
abordadas por la Psicología hasta fecha muy reciente (Seligman y Cskszentmihalyt,
2000; Ortiz, Ramos y Vera-Villarroel, 2002), Los modelos más conocidos son el sentido
de coherencia, el patrón de resistencia o dureza personal (hardiness) y otros basados
en el optimismo, la autoestima, el empeño personal, la teoría del control, etc.

95
Otras variables asociadas a los modelos salutogénicos son los de optimismo y
autoestima (Grau, 1998). Se entiende por optimismo la inclinación a tener expectativas
favorables con la vida, lo cual ha sido relacionado con el bienestar físico y psicológico.

Según Lazarus y Folkman (1986) es un recurso de afrontamiento proveedor de


esperanza y posibilidades de superación de las condiciones más adversas, sea por
controlabilidad, autoeficacia o por una creencia específica de que alguien o algo va a
resolver el problema. Así, se ha encontrado que los sujetos optimistas utilizan mejores
estrategias de afrontamiento ante los problemas sociales que los sujetos pesimistas
(Vera-Villarroel, Guerrero, 2003). De la misma forma, se ha demostrado que los
pacientes con optimismo tienen menos síntomas físicos, se recuperan más rápido y
mejor de problemas de su organismo. Un resumen de los principales resultados de
trabajos realizados en el estudio del optimismo se presenta en la siguiente tabla,
adaptada de la revisión que hicieran Ortiz, Ramos y Vera-Villarroel (2003).

5.5 Activación fisiológica del estrés


Se considera que una persona está en una situación estresante o bajo un estresor
cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas conductuales que le
resulta difícil poner en práctica o satisfacer. Es decir depende tanto de las demandas
del medio como de sus propios recursos para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman,
1984), o avanzando un poco más, de las discrepancias entre las demandas del medio
externo o interno, y la manera en que el sujeto percibe que puede dar respuesta a esas
demandas (Folkman, 1984).

El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio


emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir
de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan
casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón,
el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular.

El estrés es una respuesta normal del organismo ante las situaciones de peligro. En
respuesta a las situaciones de emboscada, el organismo se prepara para combatir o
huir mediante la secreción de sustancias como la adrenalina, producida principalmente
en unas glándulas llamadas suprarrenales ubicadas en el extremo superior de los
riñones. La adrenalina se disemina por toda la sangre y es percibida por receptores
especiales en distintos lugares del organismo, que responden para prepararse para la
acción: el corazón late más fuerte y rápido; aumenta la irrigación, los órganos menos
críticos (riñones, intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de sangre en caso de
heridas y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para la acción

96
(corazón, pulmones, músculos); la mente aumenta el estado de alerta y los sentidos se
agudizan.

Según Selye, la respuesta de estrés es inespecífica, ya que es producida por


estresares diferentes como agentes físicos (por ejemplo, frío, calor, un objeto punzante,
entre otros), psicológicos (por ejemplo, un insulto o amenaza de agresión), o
psicosociales (por ejemplo, pérdida de trabajo, crisis económica). Todos estos
estímulos inducen la misma respuesta del organismo: la activación del eje hipotálamo-
hipófiso-suprerrenal.

Sin embrago, los estudios de Mason (1971) y Weiss (1971), demostraron que la
respuesta del organismo está generada por un estímulo emocional que por el físico, ya
que animales bajo los mismo estímulos reaccionaron fisiológicamente diferente según
la percepción emocional que el estímulo presentaba para ellos.

Estas reacciones permiten evitar el peligro. A corto plazo, no son dañinas. Pero si la
situación persiste, la fatiga resultante será nociva para la salud general del individuo. El
estrés puede estimular un exceso de ácido estomacal, lo cual dará origen una úlcera. O
puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o
un paro cardiaco. Así mismo, el estrés puede provocar una pérdida o un aumento del
apetito con la consecuente variación de peso en la persona.

Lo que en situaciones apropiadas puede salvarnos la vida, se convierte en un enemigo


mortal cuando se extiende en el tiempo. Para muchos, las condiciones de
hacinamiento, las presiones económicas, la sobrecarga de trabajo, el ambiente
competitivo, entre otras; son circunstancias que se perciben inconscientemente como
amenazas. Esto les lleva a reaccionar a la defensiva, tornándose irritables y sufriendo
consecuencias nocivas sobre todo el organismo: elevación de la presión sanguínea
(hipertensión arterial), gastritis y úlceras en el estómago o el intestino, disminución de la
función renal, problemas del sueño, agotamiento, alteraciones del apetito.

En situaciones normales las células de nuestro cuerpo utilizan el 90% de la energía en


actividades metabólicas tales como reparación, renovación y formación de nuevos
tejidos. Pero cuando se produce una situación de alarma y estrés también ocurrirá que
el cerebro envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol, esta
hormona hace que el organismo libere glucosa a la sangre para enviar cantidades
masivas de energía a los músculos, de esta forma todas las funciones anabólicas de
recuperación, renovación y creación de tejidos se paralizan y el organismo cambia a
metabolismo catabólico para resolver esa situación de alarma.

97
Una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos
vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, como es muy frecuente
hoy en día debido al ritmo de vida que se vive, se disparan en el organismo los niveles
de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por
diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y
cerrando la entrada de glucosa a otros tejidos; por lo tanto se presentan alteraciones en
el comportamiento como: falta de sentido del humor, irritabilidad constante,
sentimientos de ira, ganas de llorar y alteraciones físicas como: cansancio permanente
aunque no se tenga actividad, dolores de cabeza, palpitaciones, hipertensión, falta de
apetito, problemas digestivos, orina frecuente, diarrea o estreñimiento, dolores o
calambres musculares, infertilidad e interrupción de la menstruación, perdida de
memoria debido a que los niveles altos de cortisol daña la conexión entre células
cerebrales, disminución de las defensas.

5.6 Causas
Cualquier suceso que genere una respuesta emocional, puede causar estrés. Esto
incluye tanto situaciones positivas (el nacimiento de un hijo, matrimonio) como
negativas (pérdida del empleo, muerte de un familiar). El estrés también surge por
irritaciones menores, como esperar demasiado en una cola o en tráfico. Situaciones
que provocan estrés en una persona pueden ser insignificantes para otra.

5.7 Factores del estrés

El estrés tiene tres tipos de factores según el grado de participación que estos tienen en
la experiencia del estrés.

Factores internos del estrés: incluyen las variables del propio sujeto directamente
relacionadas con la respuesta de estrés.

Factores externos de estrés: Hacen referencia a los estresares medioambientales que


pueden sobrecargar los mecanismos de defensa y la regulación homeostática o de
ajuste del individuo.

Factores moduladores: Están constituidos por las variables tanto del medio ambiente
como del propio individuo que no están en relación directa con la respuesta del estrés,
pero que actúan como condicionadores, moduladores o modificadores de la interacción
entre los factores internos y externos del estrés; como el apoyo social, características
de la personalidad, entre otras.

98
Una de las escalas cuantificadoras de factores externos de estrés, probablemente la
más conocida y utilizada en todo el mundo, es la escala de reajuste social de Holmes y
Rahe, en la cual una serie de acontecimientos vitales estresantes recibe una
puntuación relativa al grado de cambio vital y esfuerzo de readaptación necesario tras
ser experimentados (tabla No.1).

Tabla No.1 ESCALA DE EVALUACIÓN DEL REAJUSTE SOCIAL DE HOLMES Y


RAHE
Seleccione los factores estresantes que ha vivido en el último año y súmelos, esto le
permite tener una medida de su nivel de estrés.
Un puntaje mayor a 300 puntos aumenta la predisposición a enfermarse por estrés.
Un puntaje menor de 150 tiene menos posibilidades de enfermar.
1. Muerte del cónyuge
2. Separación matrimonial
3. Muerte de un ser querido familiar
4. Pérdida del trabajo
5. Padecer una enfermedad seria
6. Quiebra en el estado financiero
7. Haber padecido un asalto
8. Descenso en el rol o status laboral
9. Problemas sexuales (impotencia, trastornos eyaculatorios,
anorgasmia, fobias, crisis de identidad sexual)
10. Ser abandonado por la pareja
11. Jubilación
12. Problemas judiciales
13. Menopausia
14. Deudas
15. Enfermedades en un familiar
16. Trabajar en horarios nocturnos o rotatorios
17. Reconciliación marital
18. Embarazo (para ambos)
19. Nacimiento
20. Inseguridad en el barrio donde vive o trabaja

99
21. Cambio en estado financiero
22. Fuertes discusiones familiares (con hijos o familiares políticos)
23. Conflictos conyugales crónicos
24. Trastornos del sueño
25. Cambios en las tareas laborales habituales
26. Muerte de un amigo o amante
27. Abandono del hogar por un hijo
28. Gran logro personal
29. Vivir en medio urbano
30. Trabajar más de 12 horas diarias
31. Cónyuge termina o comienza un trabajo
32. Problemas con el jefe
33. Haber abandonado prácticas deportivas
34. Viajes prolongados (más aún si son lugares muy alejados)
35. Mudanzas
36. Conducir un auto en ciudad por más de 3 horas
37. Cambios en los hábitos (dieta, dejar de fumar)
38. Cambio de carrera o de colegio
39. Vacaciones
40. Fiestas de fin de año

5.8 Factores desencadenantes del estrés


Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes
del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico,
acústico o somático como sociocultural) que, de manera directa o indirecta, propicie la
desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo.

Una parte importante del esfuerzo que se ha realizado para el estudio y comprensión
del estrés, se ha centrado en determinar y clasificar los diferentes desencadenantes de
este proceso. La revisión de los principales tipos de estresores que se han utilizado
para estudiar el estrés, nos proporciona una primera aproximación al estudio de sus

100
condiciones desencadenantes, y nos muestra la existencia de ocho grandes categorías
de estresores:
Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente
Estímulos ambientales dañinos
Percepciones de amenaza
Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etcétera)
Aislamiento y confinamiento
Bloqueos en nuestros intereses
Presión grupal
Frustración

Sin embargo, cabe la posibilidad de realizar diferentes taxonomías sobre los


desencadenantes del estrés en función de criterios meramente descriptivos; por
ejemplo, lo que propusieron Lazarus y Folkman (1984), para quienes el 'estrés
psicológico´ es una relación particular entre el individuo y el entorno (que es evaluado
por el individuo como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro
su bienestar).

5.9 Estrés Agudo


Es una reacción fisiológica momentánea y necesaria frente a situaciones de peligro. Es
el estrés agudo más común. Proviene de las demandas y las presiones del pasado
inmediato y se anticipa a las demandas y presiones del próximo futuro. El estrés agudo
es estimulante y excitante a pequeñas dosis, pero demasiado es agotador. Por ejemplo,
un descenso rápido por una pista de esquí de alta dificultad por la mañana temprano
puede ser muy estimulante; por la tarde puede añadir tensión a la acumulada durante el
día; esquiar por encima de las posibilidades puede conducir a accidentes, caídas y sus
lesiones. De la misma forma un elevado nivel de estrés agudo puede producir molestias
psicológicas, cefaleas de tensión, dolor de estómago y otros muchos síntomas.

Puesto que es breve, el estrés agudo no tiene tiempo suficiente para producir las
grandes lesiones asociadas con el estrés crónico. Los síntomas más comunes son:
Desequilibrio emocional: una combinación de ira o irritabilidad, ansiedad y depresión,
las tres emociones del estrés.
Problemas musculares entre los que se encuentra el dolor de cabeza tensional, el dolor
de espalda, el dolor en la mandíbula y las tensiones musculares que producen
contracturas y lesiones en tendones y ligamento.
Problemas digestivos con molestias en el estómago o en el intestino, como acidez,
flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome del intestino irritable.

101
Manifestaciones generales transitorias como elevación de la presión arterial,
taquicardia, sudoración de las palmas de las manos, palpitaciones cardíacas, mareos,
migrañas, manos o pies fríos, dificultad respiratoria y dolor torácico.
El estrés agudo puede aparecer en cualquier momento de la vida de todo el mundo, es
fácilmente tratable y tiene una buena respuesta al tratamiento.

5.10 Estrés Crónico


Es el más destructor de todos y es patológico, ya que paraliza todos los procesos de
regeneración del organismo. Se produce como consecuencia de una situación de estrés
mantenida durante mucho tiempo causando depresión, agotamiento, desmotivación.

5.11 Enfermedades por estrés


La práctica médica ha constatado por años las enfermedades producto del estrés, los
estilos de vida actuales son cada día más demandantes, esto lleva el hombre moderno
a incrementar notablemente en mucho sus cargas tensionales y produce la aparición de
diversas patologías.

Las enfermedades que sobrevienen a consecuencia del estrés pueden clasificarse en


dos grandes grupos:

1. Enfermedades por Estrés Agudo.


Aparecen en los casos de exposición breve e intensa a los agentes lesivos, en
situaciones de gran demanda que el individuo debe solucionar, aparece en forma
súbita, evidente, fácil de identificar y generalmente es reversible. Las enfermedades
que habitualmente observan son:
Estrés Post Traumática
Ataque de pánico
Fobias
Estados depresivos
Trastornos psicosomáticos como: úlceras, cefaleas, contracturas musculares.

2. Patologías por Estrés Crónico.


La persistencia del individuo ante los agentes estresantes durante meses o aun años,
produce enfermedades de carácter más permanente, con mayor importancia y también
de mayor gravedad. El estrés genera inicialmente alteraciones fisiológicas, pero su
persistencia crónica produce finalmente serias alteraciones de carácter psicológico y en
ocasiones falla de órganos blanco vitales. A continuación se mencionan algunas de las
alteraciones más frecuentes: dispepsia, gastritis, ansiedad, frustración, insomnio, colitis
nerviosa, migraña, depresión, agresividad, disfunción Familiar, neurosis de angustia,
trastornos sexuales, disfunción laboral, hipertensión arterial, infarto al miocardio,
adicciones, trombosis cerebral, conductas antisociales, psicosis severas

102
Son muchas las enfermedades psicosomáticas producidas por el estrés o
desencadenadas o agravadas por el mismo. Se han mencionado algunas pero es
indudable que analizando la acción de las hormonas y estructuras involucradas se
puede inferir su acción sobre enfermedades digestivas, como úlceras, diarreas y
estreñimiento; nutricionales y metabólicas; trastornos articulares y musculares; sexuales
y ginecológicos; entre otras y por supuesto, como agente provocador y desencadenante
de trastornos psíquicos, pudiendo llevar hasta la depresión.

5.12 La Personalidad
El estrés se inicia con una actitud mental que se apoya principalmente en la percepción.
En otras palabras, si una situación es percibida como estresante, se responderá de
acuerdo a ello. Lo que es estresante para una persona, no lo será necesariamente para
otra. El cuerpo se prepara para el estrés, a través de caminos tanto conscientes como
inconscientes. Primeramente un pensamiento se registra en el cerebro el cual
consecuentemente activa el sistema nervioso del organismo. Una serie de eventos
complejos ocurren en un período de tiempo extremadamente corto. Pensamientos que
causan tensión o miedo durante este período de tiempo, incrementarán los intentos del
cuerpo para prepararse para la lucha o la huida. De permanecer la situación estresante,
la tensión tenderá a aumentar con el pasar de los días.

Por lo tanto el estrés se inicia como una actitud mental ante situaciones demandantes, y
repercuten en la fisiología del individuo. El componente actitudinal influye en los
estudios de la personalidad a desarrollar perfiles psicológicos que indiquen la
predisposición al estrés.

Un patrón de conducta es más que la forma habitual de ver y reaccionar ante el mundo.
El concepto que se expone en este apartado, es el resultado de la observación de
determinadas características psicológicas y conductales en pacientes con cardiopatía
isquémica.

Estas observaciones llevaron a Prise (1982) a definirlo como las predisposiciones de


determinados sujetos en cuanto a sus actitudes y el modo de afrontar situaciones
condicionados por la escala de valores en uso en una sociedad determinada. Así el
Patrón de Conducta de un sujeto reúne rasgos de personalidad, actitudes, creencias,
conducta manifiesta y una determinada activación psicofisiológica.

La personalidad es la mezcla de temperamento y aprendizaje seria el modo de


comportarse habitualmente, el modo de afrontar la vida. Es decir, el modo habitual de
ser, pensar, sentir y actuar. Es el autoconcepto: "Como me veo a mi mismo". Los
patrones característicos y distintivos de pensamientos de emoción y de forma de actuar

103
o motivación a actuar que definen el estilo personal. La personalidad es la
manifestación de comportamientos, actitudes, sentimientos, pensamientos de una
persona, es la suma, la totalidad o conjunción de estos factores.

Personalidad tipo A: corresponden a perfiles psicológicos donde predomina una


respuesta excesiva. Predomina la hiperactividad, irritabilidad, son ambiciosos,
agresivos, hostiles, impulsivos, impacientes crónicos, tensos y competitivos, cree que
hace las cosas mejor que los demás, conductas compulsivas, se impacienta al ver que
otros hacen cosas que él puede hacer mejor y más rápido, hiperactividad, comen
rápidamente, fácilmente irritables, agresivos, sus relaciones interpersonales son
problemáticas y con tendencia a la dominación. Los sujetos con personalidad tipo A,
poseen mayor predisposición a padecer patologías cardiovasculares. A su vez éstos
tienen con frecuencia elevado el colesterol LDL y/o disminuido el colesterol HDL y
acumulan asimismo otros factores de riesgo como obesidad, nicotinismo e hipertensión.

Personalidad tipo B: Los sujetos con personalidad tipo B son en general tranquilos,
confiados, relajados, abiertos a las emociones, incluidas las hostiles. Es la llamada
personalidad resistente, expresión general de relajación, calma y atenta quietud, las
distintas situaciones de la vida no se ven como amenazas sino como retos, desafíos
que proporcionan oportunidades de desarrollar capacidades y de aprender, se adaptan
bien a los cambios, personas flexibles, satisfechas consigo mismas. El estado
emocional es agradable por reducción de la activación o por activación placentera.

Personalidad tipo C: La personalidad tipo C se presenta en sujetos introvertidos,


obsesivos, que interiorizan su respuesta al estrés, pasivos, resignados y apacibles,
extremadamente cooperadores, sumisos y conformistas, siempre controlando las
expresiones de hostilidad y deseosos de aprobación social. Por otra parte los individuos
con Patrón de Conducta Tipo C tienen estadísticamente mayor predisposición a
reumas, infecciones, alergias, afecciones dermatológicas variadas e incluso el cáncer,
este último asociado a la inhibición inmunitaria de la que padecen en general estos
sujetos. El estado emocional predominante es displacentero, con miedo, ansiedad y
depresión.

5.13 Resiliencia
Desde hace mucho tiempo sabemos que el hombre ha estado sometido a diferentes
estímulos ambientales generando mecanismos de adaptación para mantener su
existencia: cambios biológicos, comportamentales, organización y planificación como
ser social, implementación de estrategias para enfrentar la adversidad, consideración
de la trascendencia, entre otras.

104
El término resiliencia se refiere a la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y
ser fortalecido o transformado por experiencias adversas. En un plano psicosocial es
entendido como el enfrentamiento efectivo que puede hacer el hombre ante eventos de
vida estresantes, severos y acumulativos.

El afrontamiento del estrés consiste en todos los esfuerzos cognitivos o conductuales


que emplea el sujeto para hacer frente a las demandas estresantes y/o al malestar
emocional asociado a la respuesta del estrés (Lazarus y Folkman, 1984; Sandín, 1999).
Una definición similar fue propuesta con anterioridad por Pearlin y Schooler (1978), al
describir el afrontamiento como las acciones que lleva a cabo la gente por su propia
cuenta para evitar o aminorar el impacto de los problemas de la vida.

Las personas no sólo pueden percibir de forma diferente las amenazas de las
situaciones estresantes, sino que también emplean diferentes habilidades, capacidades
y recursos, tanto personales como sociales (familia, amigos, etc.), para hacer frente a
las condiciones potencialmente estresantes.

Es cierto que existen disposiciones personales para responder al estrés más con unas
estrategias que con otras. También es cierto que unos individuos cuentan con más
recursos de afrontamiento que otros. Los recursos de afrontamiento son características
personales y sociales en los que se basan las personas cuando tienen que hacer frente
a los estresores (Pearlin y Schooler, 1978).

Desde el punto de vista de Lazarus y Folkman. Los recursos externos que pueden
neutralizar los efectos perturbadores del estrés o facilitar un ajuste adecuado son: salud
y energía, apoyo social, recursos materiales y condiciones ambientales.

Un programa integral debe incluir, el desarrollo de recursos cognitivos y conductuales


de afrontamiento eficaz, un programa adecuado de actividades físicas, gimnásticas y/o
deportivas, la aplicación de técnicas de relajación muscular, un plan equilibrado de
actividades laborales, espacios de esparcimiento o descanso; así como la aplicación de
un régimen alimenticio apropiado.

Para reconocer lo que produce estrés debe hacerse un análisis exhaustivo para
identificar las situaciones que se perciben como amenazantes o desafiantes en la vida
cotidiana, por ejemplo, lo que produce tensión y dolor de cabeza, sudores,
palpitaciones, entre otros. En este proceso es esencial que el individuo reconozca y
comprenda porque está situación produce estrés. De igual manera forma que un sujeto
pueda afrontar el estrés evitando conservarlo, también puede impedir que se
manifieste. Por ello es importante:

105
• Aprender a medir las fuerzas y no violentarse uno mismo intentando hacer algo más
allá de sus posibilidades
• El pensamiento debe corresponder con una visión objetiva de la realidad
• No existe una solución única y perfecta para cada problema
• Lo trágico no son las situaciones, sino el modo de interpretarlas

5.14 Técnicas de reducción y tratamiento para el estrés y el dolor


Todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado estrés. Para
algunos, el estrés hace parte de la vida diaria. Para otros, el sentirse estresados es una
situación rara y ocasional.

Con las demandas diarias de la vida de hoy, un nivel leve de estrés puede ser inevitable
y en ocasiones hasta necesario, sin embargo cuando el estrés interfiere con la calidad
de vida se debe actuar. Por ello es todo un reto asumir un modelo activo de salud, es
decir, entender la salud como algo a desarrollar y mejorar activamente, siendo el mismo
hombre responsable de actuar para mejorar sus condiciones físicas, psicológicas y
prevenir posibles deterioros. Las formas de comportamiento condicionan a que surjan o
no problemas de salud. Por lo tanto hay que modificar el estilo de vida, hábitos y
patrones de conducta en este sentido.

La respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las
situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados
por estas. Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan
al organismo el suficiente oxigeno para nuestro cerebro. El ritmo actual de vida favorece
la respiración incompleta que no utiliza la total capacidad de los pulmones. El objetivo
de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y
automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.

El ejercicio es una buena forma de afrontar el estrés porque es una forma saludable de
relevar la energía contenida y la tensión. Mantiene la presión sanguínea, disminuye el
riesgo de desarrollar afecciones cardiacas, reduce el riesgo de sufrir un accidente
cerebral, mantiene el peso corporal, contribuye a prevenir osteoporosis, disminuye la
ansiedad o estados depresivos, ayuda a tolerar las molestias del envejecimiento,
mejora el humor.

La aromaterapia es una técnica oriental muy antigua, cuyo efecto es relajar, consiste
en utilizar aceites de hierbas y otras plantas aromáticas para que aplicadas en el
cuerpo, logren la relajación o el alivio de un dolor o trastorno, los aceites, se extraen de
hojas, flores, raíces, semillas, frutos, corteza o de diferentes plantas y se diluyen en
agua o en un aceite sin perfume. Estas soluciones se pueden aplicar sobre la piel con
un relajante masaje, inhalar en forma de vapor o del humo generado por velas
106
aromáticas, agregarse en forma de burbujas o aceites en el agua del baño o usarse en
compresas que se aplican en determinados lugares del cuerpo.

El humor genera mayor productividad y disminuye el estrés. El humor es un resorte


motivador por excelencia, que además de ser una válvula de escape para la tensión,
propicia la creatividad y ganas de trabajar. Los especialistas coinciden en que el sentido
del humor se trata de tener una actitud positiva ante la vida, "ver desde una perspectiva
que ayude a encontrar soluciones más creativas". El humor debe ser considerado
como un coadyuvante del bienestar, del mejoramiento de la organización y de la
persona; conlleva la solución de conflictos, resistencia a la excesiva carga de estrés y
establece una comunidad más fluida, excelente medicina que reduce la tensión,
ansiedad y depresión.

El masaje se aplica cuando nuestros músculos se encuentran tensos o han sido


sometidos a demasiado esfuerzo acumulan sustancias de desecho que causan dolor,
rigidez, e incluso, espasmos musculares. Al incrementar la circulación hacia y desde los
músculos, el masaje acelera la eliminación de estas sustancias tóxicas y dañinas. A la
vez, el masaje hace que llegue sangre y oxígeno fresco a los tejidos con lo que se
aligera el proceso de recuperación de lesiones y de numerosas enfermedades.

La meditación es una forma de pensamiento guiado, describe la práctica de un estado


de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia,
o el propio estado de concentración. Popularmente se considera a la meditación como
un componente de las religiones orientales, si bien esto no es exacto. La meditación ha
sido practicada durante más de 5000 años con propósitos intelectuales, religiosos o de
salud. Actualmente al menos un estilo de meditación se ha probado efectivo para
aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del
cerebro. Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud
mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia
emocional y del sistema inmunológico. Entre los más comunes se encuentran el alivio
del estrés y la bajada de la presión sanguínea.

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ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL DOLOR
“El dolor es, él mismo, una medicina” – William Cowper

Sanders (1985) define el dolor como “la experiencia sensitiva y emocional de malestar,
que suele asociarse con daño o irritación real o potencial de un tejido”.

Para definir el dolor, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) lo ha
determinado como “una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada con
una lesión hística presente o potencial o descrita en términos de la misma”.

Por lo tanto, existen algunas implicaciones que constituyen importantes avances en la


concepción de este término, como por ejemplo:
- Considerar el dolor como algo subjetivo.
- El dolor es una experiencia compleja.
- El dolor otorga importancia al informe verbal del sujeto.
- La experiencia del dolor implica asociaciones entre los elementos de la experiencia
sensorial y un estado afectivo aversivo.
- Considerar parte intrínseca de la experiencia de dolor la atribución de significado a los
hechos sensoriales desagradables.
Hablando químicamente, el dolor se origina a través de la neurokinina, que provoca
vasodilatación cuando hay un estimulo que incite el dolor; y la histamina, que es un
mediador químico del mismo.

El dolor es significativo porque produce sufrimiento en la persona. Así mismo actúa


como señal para buscar tratamiento, puede ser responsable de dificultades en la
comunicación entre el paciente y el personal sanitario, proporciona feedback sobre el
funcionamiento normal del cuerpo; también puede ser afectado por la respuesta
psicológica que tenga el individuo al sentirlo y suele ser alto el costo de su tratamiento.

Así pues, con la finalidad de determinar el grado de dolor en un individuo, existe el


algesímetro. Este es un instrumento para medir los umbrales del dolor, donde una aguja
fina puede cargarse con distintos pesos hasta que la persona sienta dolor. Las
terminaciones nerviosas libres que se encuentran en casi todos los tejidos del
organismo son los receptores del mismo. Los receptores para el dolor penetran en la
medula espinal ascendiendo hacia la vía espinotalámico lateral, uniéndose al
mesencéfalo, penetrando en el tálamo y llegando el impulso a la corteza cerebral.

En ocasiones los seres humanos pueden aprender a ignorar un dolor que se prolonga
durante mucho tiempo a pesar de su cualidad de insistencia. A este fenómeno se le
llama adaptación. Sin embargo por muy habituado que este, la intensidad del dolor
continua siendo la misma que cuando se le presta atención. En este caso se dan dos

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situaciones diferentes; la percepción del dolor, donde son necesarios los núcleos
intralaminar y parafascicular; y la tolerancia al dolor, donde el sistema límbico y el
córtex prefrontal son los mediadores de los componentes emocionales.

La experiencia del dolor tiene tres componentes:

Sensitivo/físico: Este componente transmite información sensitiva primaria, como la


ubicación del dolor y si se trata de un dolor por punción, ardoroso o difuso.

Emocional: Tiene dos partes: El grado hasta el cual se quiere escapar del dolor y la
respuesta emocional ante éste.

Cognitivo: El dolor que ocurre después de un accidente grave puede indicar la


necesidad de reposo y relajación, mientras que el dolor que produce una enfermedad
terminal puede coincidir con factores como la ira y la frustración, que hacen aún más
difícil soportar el dolor.

El dolor se puede dividir en dos tipos: El dolor rápido o primero que se debe a la
actividad de las fibras A delta que conducen los impulsos a velocidades de 12 a 30
m/seg. Estas fibras se localizan en la dermis, cerca de la epidermis; y el dolor lento o
segundo que se debe a la actividad de las fibras C que conducen los impulsos más
lentamente a una velocidad de 0.5 a 2 m/seg. Estas fibras se ubican en las raíces
dorsales.

En ocasiones una persona percibe dolor en una parte de su cuerpo muy alejada de los
tejidos que están causando dicho dolor. A esto se le llama dolor referido. El aumento de
la sensación de dolor (hiperalgesia) se presenta en dos tipos:

Hiperalgesia primaria: Existe una disminución del umbral doloroso en la región de


vasodilatación que rodea la lesión y donde estímulos triviales causan dolor intenso.
Hiperalgesia secundaria: Se caracteriza porque a pesar de que el umbral para el dolor
puede estar aumentado, las sensaciones dolorosas son persistentes y desagradables
una vez que es estimulada la zona lesionada.

El dolor es un fenómeno de gran importancia para los profesionales de la salud, ya que


puede ser engañoso al tratar el síntoma que más se tiene en cuenta y dirigir los
tratamientos al mismo. Esto conlleva a no notar que la relación entre el dolor y la
gravedad de un síntoma es a menudo débil. En ocasiones el dolor puede ser intenso,
sin significar algo grave (dolor de muela), y en ocasiones puede no existir dolor, y haber
un síntoma grave (tumor canceroso).

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Cuando se presenta el fenómeno del dolor sin ninguna base fisiológica aparente, se le
llaman dolores clínicos, ya que la gente sufre y busca tratamiento por ellos. Entre los
dolores clínicos mas comunes se encuentran:

Causalgia: Es un dolor ardiente desarrollado como consecuencia de una herida grave


de arma o cuchillo. Se desarrolla después de que la herida ya está curada, y sin que
existan aparentes bases orgánicas relacionadas con el daño.

Neuralgía: Es un agudo y repentino dolor a lo largo del recorrido de un nervio, que


puede ocurrir como efecto colateral de infecciones víricas u otras afecciones sobre los
nervios periféricos y comienza cuando esta infección ha terminado.

Dolor del miembro fantasma: Ocurre después de la amputación de un miembro. El


dolor se produce en el miembro que ha sido amputado.

Dada la subjetividad del dolor, Beecher llegó a las siguientes conclusiones respecto a
este fenómeno:
- El significado atribuido al dolor diferencia sustancialmente como se experimenta. Para
el soldado un accidente, una herida, le permite seguir vivo, puede volver a casa y por lo
tanto estar contento. Para el civil, una herida (accidente) supone una interrupción de
sus actividades y por lo tanto una calamidad personal.
- El dolor está altamente influenciado por el contexto en el que se experimenta. Se
experimenta de forma más intensa cuando se le presta mucha atención y puede no ser
percibido en aquellas condiciones de distracción o de realización de alguna actividad,
como en el caso de los deportistas.
- El dolor tiene un componente sustancialmente cultural, ya que existen evidencias de
que las reacciones al dolor son muy distintas de unas culturas a otras. Según esto, las
reacciones a determinados acontecimientos varían de unas culturas a otras.

¿Qué influye sobre la percepción del dolor?

En general se tiene la impresión de que mientras mayor es la extensión de la lesión o


daño al organismo, mayor es el dolor que se experimenta. Esto no es necesariamente
correcto, debido a que el grado de lesión no siempre se correlaciona con la intensidad
del dolor. Por lo tanto es apropiado examinar algunos de los factores que se presume
influyen sobre el dolor, para establecer la naturaleza real de cualquier asociación. Sin
embargo es importante hacer una distinción entre la tolerancia y el umbral al dolor. La
mayor parte de las investigaciones se avocan a la capacidad de la gente para tolerar el
dolor en contraste con su capacidad para distinguir el dolor de una sensación.

Algunos factores que se cree influyen sobre la tolerancia al dolor son:

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Grado de la lesión: En un estudio que comparó a soldados estadounidenses
lesionados en el campo de batalla con civiles hospitalizados para someterse a una
cirugía mayor, Beecher (1959) encontró que el 80% de los pacientes hospitalizados
solicitaban morfina, en comparación del 33% de los soldados. Debido a que la
diferencia no se debía al choque ó a la analgesia inducida por el traumatismo, Beecher
propuso que el contexto en el cual ocurría la hospitalización constituía un factor
importante de la variabilidad con la que se experimentaba el dolor. Para los soldados, el
hecho de haber escapado a la muerte en el campo de batalla contrarrestaba el dolor
que percibían, en tanto que los civiles que se sometían a cirugía mayor carecían de
esta connotación positiva. Beecher concluyó que el grado de lesión que sufre un
individuo no es necesariamente proporcional a la intensidad del dolor que experimenta.

Efecto placebo: McCaffery (1983) definió placebo como “cualquier tratamiento médico
que produce un efecto en un paciente debido a su intención terapéutica implícita o
explícita, y no debido a su naturaleza específica”. Desafortunadamente, la efectividad
de los placebos tiende a disminuir con su uso recurrente.

Cultura: Existen diferencias culturales tanto en la respuesta para el dolor como a la


expresión conductual ante este.

Emoción: Kleinknecht y Bernstein (1978) aplicaron un cuestionario sobre ansiedad a


una muestra de pacientes antes de acudir a un tratamiento dental. Ellos midieron la
asistencia, y separaron a los pacientes en grupos con ansiedad intensa y baja, y les
solicitaron indicar qué tanto dolor habían experimentado durante su cita. Los grupos con
ansiedad intensa indicaron mas dolor que los pacientes con ansiedad baja. Esta
diferencia no se debió al tipo de tratamiento, ya que se adoptaron procedimientos
similares para todos los pacientes; esto parecía indicar una conexión entre el dolor y la
ansiedad. Las conclusiones fueron que existía una relación entre dolor, ansiedad e
indefensión percibida. La disminución del sentimiento de indefensión reducía la
ansiedad, y así ayudaba a limitar el dolor.

Personalidad: Como se vio en el capítulo de estrés, la personalidad puede afectar la


percepción del dolor de acuerdo a la mezcla de temperamento y aprendizaje.

Memoria del dolor: Niven y Murphy-Black (2000), en una revisión del dolor durante el
parto, encontraron que las mujeres no se olvidan por completo del mismo y que su
recuerdo con frecuencia es vívido, pero no siempre del todo preciso. También
encontraron que las memorias del dolor durante el parto podían producir reacciones
negativas intensas en algunas mujeres, pero tenían más probabilidades de originar
consecuencias positivas en relación a la capacidad de enfrentamiento, la eficacia
personal y la autoestima, siendo expresado con frases como “ya viví lo que se siente, y
puedo enfrentarlo”.

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La elección del tipo de procedimiento para el manejo del dolor va a depender en parte
del contexto. Por ejemplo, los procedimientos que se emplean en el servicio de
urgencias de un hospital de traumatología no necesariamente se podrán aplicar a los
pacientes que se les está preparando para cirugía, o a los pacientes con dolor crónico.
Niven (2006) ofrece algunos lineamientos generales con relación a la naturaleza
específica del contexto en el que se lleva a cabo el manejo del dolor:

Debido a que la ansiedad guarda relación con el dolor, el personal de la salud


debe tratar de reafirmar al paciente, hablándole y desarrollando una relación
terapéutica.

Uno de los problemas principales para los pacientes que acuden al hospital es su
percepción sobre su carencia de control. El personal de salud puede darle un
sentido mas intenso de control al paciente aportándole información sobre la
intervención y lo que conlleva, así como hacer participe al paciente de su propio
cuidado.

Es importante tomar en cuenta a los familiares del paciente. Con frecuencia el


personal de la salud se enfoca en los cuidados de quien sufre, sin darse cuenta
de que las consecuencias deben ser toleradas por familiares ó amigos.
Presenciar el dolor de alguien a quien se ama y por quien se siente preocupación
puede ser una experiencia muy estresante, y por ende, resulta importante
atender las necesidades de los familiares al tiempo que se cuida al paciente.

Para estudiar el dolor, se realizan las siguientes clasificaciones: aspectos del


comportamiento verbal referidos a las características espacio temporales de intensidad
y cualidades del dolor; aspectos del comportamiento verbal y no verbal considerados
socialmente significativos o indicativos de dolor (conductas de dolor); indicadores de
incapacitación o invalidez y de la interferencia en el nivel de actividad habitual y del
estilo de vida; aspectos del comportamiento general, no constitutivos de problemas, que
ofrezca información sobre los recursos adaptativos de los pacientes.

La experiencia del dolor puede ser muy subjetiva. Loeser referido en Latorre (1994)
desarrolló un modelo con la finalidad de comprender un poco más este fenómeno. El
modelo distingue cuatro niveles:

Nociocepción: Se considera como un sistema de detección del daño periférico.

Dolor: Experiencia sensorial provocada por la percepción de la nociocepción.

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Sufrimiento: Respuesta afectiva negativa generada en los centros nerviosos
superiores por el dolor y otras situaciones: pérdida de seres u objetos queridos, estrés,
ansiedad, etc.

Conductas del dolor: Todo tipo de conducta generada por el individuo habitualmente
considerada indicativa de la presencia de nociocepción, que comprende el habla, la
expresión facial, la postura, buscar atención y asistencia médica, consumir
medicamentos o negarse a trabajar.

Como se mencionó con anterioridad, la experiencia del dolor es subjetiva, ya que


depende de la persona que lo este experimentando; es importante evaluar el dolor para
comprender sus implicaciones. Algunos de los métodos para llevar a cabo esta
evaluación son:
– Evaluación subjetiva: Depende del informe del propio paciente e incluye técnicas
como los autoinformes y los autorregistros.

Autoinformes: El paciente de forma oral o escrita proporciona información sobre


aspectos del fenómeno en estudio y lo hace en un momento y en un contexto distintos
de cuando y donde se produjo aquello sobre lo cual informa.

Entrevista o historia clínica: Refleja sin distorsiones lo que su autor o la persona que lo
usa piensa respecto de lo que es dolor y que variables son pertinentes en su estudio.

Estimaciones cuantitativas: Tienen en común las características de servir de medio para


que el paciente realice una estimación de la intensidad del dolor. Pueden ser escalas
verbales (serie de palabras habitualmente en número de 5 a 7, dispuestas de forma que
representan un orden creciente o decreciente de intensidad, entre las cuales el paciente
ha de indicar a la que corresponde a la indicación de su dolor, como: nada, poco,
bastante, mucho) o escalas numéricas (se efectúa una estimación eligiendo un número
entre 0 y n, siendo n por regla general 10 o 100. Para el 0: nada o ausencia del dolor).

Estimaciones cualitativas.

Cuestionario escrito: Es el cuestionario del dolor de McGill. Se basa en que los


pacientes describan sus dolores de una forma muy característica y uniforme. Abarca
tres dimensiones: sensorial, afectivo-motivacional, evaluativa. Este se puede incluir en
las estimaciones cualitativas.

Autorregistros: Durante varios días sucesivos el paciente anota o registra determinados


aspectos del fenómeno a estudiar y lo hace inmediatamente o en breve plazo tras su
ocurrencia.
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Diario del dolor: Instrumento de autoregistro mediante el cual el paciente proporciona
información continuada sobre varias características del dolor y otros fenómenos
concurrentes.

– Evaluación Objetiva: Se realiza una observación directa o indirecta en ambiente


análogo o natural de las conductas de dolor.

Observación directa: Se caracteriza por el hecho de que una persona previamente


entrenada es la que observa y registra inmediatamente los aspectos de interés en el
comportamiento del paciente.

Observación de conductas de dolor: Es un conjunto de comportamientos que tiene


como elemento en común ser significativos de dolor o interpretados como tales por los
miembros del entorno del paciente. Fordyce considera 4 categorías para la observación
directa de las conductas de dolor: No verbales; informes verbales de dolor; petición de
ayuda en relación al dolor; limitación funcional o restricción de movimientos
relacionados con el dolor.

Nivel basal conductual: Determinación de la capacidad inicial del paciente para realizar
ejercicios físicos que van a contribuir al tratamiento de removilización.

Observación indirecta.
Siendo así, en dolor puede describirse como agudo, penetrante o débil. Recurrente o
constante. Repentino o sordo. Punzante, etc; y se puede diferenciar entre agudo y
crónico. El dolor agudo tiene una duración limitado, se elimina farmacológicamente y
suele terminar con la curación de la enfermedad. La administración de fármacos puede
disminuir la ansiedad relacionada con éste dolor; el dolor crónico tiene una duración
indefinida o indeterminada y suele ir acompañado de trastornos de tipo emocional en
torno al dolor. Por ejemplo, un incremento elevado de la ansiedad, que hace aumentar
el dolor y trastorna totalmente la vida de una persona.

El dolor crónico conlleva a aspectos que los profesionales de la salud deben tener en
cuenta, tales como:
- Las dificultades en la interacción social.
- Las dificultades en el desarrollo de algunas tareas simples y la disminución de la
actividad física.
- El desarrollo de síntomas neuróticos, incluyendo la preocupación por los síntomas
físicos y emocionales.

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- El consumo de gran cantidad de analgésicos, lo que conlleva a la posibilidad de una
dependencia, incapacidad de concentración y una disminución del rendimiento
intelectual.

Todo lo mencionado anteriormente impacta en la calidad de vida de la persona. El dolor


crónico tiene algunos problemas específicos como que se perciba un fracaso de los
recursos terapéuticos, que exista dificultad para discriminar y describir los elementos
del cuadro clínico, que haya exceso de reposo y reducción del nivel de actividad física,
que la persona presente abuso y posible dependencia de narcóticos y psicofármacos,
así como trastornos del sueño y deficiente calidad reparadora del mismo, y que existan
alteraciones del humor y estado de ánimo. También puede haber reducción en el nivel
de actividad funcional, un deficiente repertorio de habilidades en diversas esferas
adaptativas por falta de aplicación y deterioro de las habilidades de comunicación e
inadecuadas relaciones interpersonales o habilidades sociales. El individuo
eventualmente tiene problemas de comunicación con los profesionales y abandona el
trabajo. Esto conlleva a problemas de contacto y de relación social, además de
económicos y modificaciones en el ambiente familiar.

Naturalmente con este cambio radical en la persona, los profesionales de la salud


deben tener en claro que los pacientes pueden sentirse aprehensivos y susceptibles a
ser tratados por un problema de dolor crónico. Por lo tanto se deben tener objetivos
delimitados al enfrentarnos con estos pacientes, como por ejemplo:
- Aumentar la actividad física.
- Eliminar toda medicación relacionada con el dolor.
- Normalizar el nivel de actividad funcional del paciente.
- Modificar las relaciones familiares.
- Eliminar la dependencia de hospitales, médicos y de otros profesionales de la salud.
- Reducir las quejas de dolor tanto verbales como conductuales.

En ocasiones cuando se trata con dolor, hay algunos procedimientos que producen un
efecto terapéutico en el paciente, sin que exista nada en su naturaleza física o química
que lo justifique. A esto se le conoce como placebo. Sin embargo, hay factores que
contribuyen al éxito o fracaso de los placebos:
- Actitudes hacia el personal sanitario. Cuando el personal sanitario es percibido como
competente, el efecto placebo es mucho mayor. Cuando se comunica duda o
escepticismo, se reduce el efecto placebo.
- Características del paciente. Entre mas sugestionable sea el paciente, el efecto
placebo es mayor. Se entiende por sugestionable una persona que es orientada
externamente, puntúa alto en deseabilidad social y maneja altos niveles de ansiedad.
- Aspectos de la relación entre el personal sanitario y el paciente. Debe haber una
comunicación efectiva.
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- Factores situacionales.
- Normas sociales. Está relacionado con el fenómeno de la automedicación.

TÉCNICAS DE REDUCCIÓN DE ESTRÉS Y DOLOR


Las siguientes técnicas pueden ser efectivas para el control del dolor:
- Biofeedback: Es un método para obtener autocontrol de los procesos orgánicos.
Comprende una gran variedad de técnicas que proveen al paciente feedback
biofisiológico de procesos normalmente inconscientes. Es un proceso de aprendizaje en
el cual una señal fisiológica es transformada en una de tipo auditivo o visual que
informa al sujeto de los cambios que en el se producen.

- Técnicas de relajación: La más usada es la denominada relajación muscular


profunda (Jacobson) que se centra en el proceso de tensión y distención de grupos
musculares y que se desarrolla de forma progresiva.

- Hipnosis: En el trance hipnótico el paciente es instruido para pensar de diferente


manera sobre el dolor. La hipnosis suele estar acompañada de otras técnicas como la
relajación, la respiración y la administración de fármacos.

- Distracción: Cuando focalizamos la atención del paciente sobre estimulación


irrelevante o le involucramos en un nivel alto de actividad, consiguiendo que el dolor
disminuya o incluso desaparezca.

- Imaginación asistida: Se utiliza para combatir el dolor y la incomodidad. Este


procedimiento es instruido para diseñar una imagen determinada durante la experiencia
del dolor usándose frecuentemente la técnica de relajación como acompañante.

Para darse cuenta del éxito de un tratamiento determinado existen indicadores


terapéuticos que dan una guía para medir el logro del mismo, como por ejemplo:
consumo de analgésicos, conductas de dolor, autoinformes de estimaciones de dolor,
características del sueño, nivel de actividad física, nivel de actividad funcional, estado
laboral y autonomía económica.

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