1 y 2 Timoteo Diario Devocional
1 y 2 Timoteo Diario Devocional
1 y 2 Timoteo Diario Devocional
En nuestro mundo tecnológico sería fácil estudiar la Palabra de Dios solas sin
apoyo ni ánimo de otros, pero no es esa la intención de nuestro ministerio.
Dios nos creó para vivir en comunidad con Él y con las personas a nuestro
alrededor. Nos necesitamos unas a otras y vivimos mejor juntas. A causa de
esto, ¿considerarías hacer este estudio con alguien más?
“Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia, qué con sencillez y
sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos
conducido en el mundo, y mucho más con vosotros” (2 Cor 1:12).
En ese tiempo las iglesias estaban llenas de personas que se consideraban hijos
y no lo eran; y esto pasa hoy también, porque no han entendido el significado
de ser un discípulo de Jesús.
Pablo le escribe a Timoteo porque este tenía una nueva misión en la Iglesia de
Éfeso, lo alienta y también lo bendice: “Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro
padre y de Cristo Jesús nuestro Señor”.
La diferencia entre los que dicen que “ministran a Dios” y los que realmente sí
lo hacen está en un corazón limpio, buena conciencia y una fe no fingida.
Veamos esta advertencia en Tito 1:15 “Todas las cosas son puras para los puros, más
para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están
corrompidas. Profesan conocer a Dios pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”
Nuestro llamamiento es ser ministros de Jesucristo y eso es para todos los que
hemos recibido la salvación por gracia mediante la fe. La identidad del
cristiano se manifiesta en el servicio, que naturalmente fluye del amor de Dios
en nuestros corazones para ministrar a las necesidades del prójimo, sean
creyentes o no. Que el Señor nos ayude a mantener siempre un corazón
limpio delante de Dios.
No puedo evitar, como madre de tres hijos, el ver la ley de Dios como esas
reglas que en casa tuvimos que aplicar para educar a nuestros pequeños. Esa
etapa en mi vida trajo tanta luz a mi corazón acerca de lo que realmente
significaba vivir bajo los principios de la Palabra o escoger desobedecerlos.
Pero entendí que la ley de Dios es buena, por supuesto que lo es. Fue dada
para que viviéramos quieta y reposadamente, en comunión y cercanía con
nuestro Hacedor. Pero, aunque buena, hay que usarla legítimamente, es decir,
aplicarla con equidad. Sin prejuicios, sin trampas, sin excepciones, sin
torceduras, sin ventajas, como muchos lo hacen hoy en día.
Pero hay algo más que la ley de nuestro Dios encierra. Son dos principios
fundamentales: la protección y el castigo. Su ley da protección al inocente, al
que hace lo bueno, al que sigue la justicia, camina en apego a lo establecido
por la ley tanto para sí mismo como para los demás.
Y conlleva castigo, para el que no obedece la ley, para quien desecha la
instrucción, menosprecia la amonestación. Para el que obra injustamente con
los demás, aunque para sí mismo reclame justicia expedita. Mi oración junto a
cada una de ustedes, es que podamos crecer en amar y obedecer la ley de
nuestro Dios, esa ley que muestra Su carácter, que destila amor, que trae
perdón y por lo tanto vida para nuestro ser. ¡Gracias amado Dios por tu
bendita ley cumplida en Jesús! ¡Aleluya!
MIÉRCOLES
Pero esto también me hace pensar en mi propio testimonio. Yo, una pecadora
empedernida, gustosa de probar todo lo prohibido, soy transformada por el
puro beneplácito de Su voluntad (Ef.1:5). Por gracia y sin merecerlo, luego de
vivir en incredulidad, el Señor amoroso abrió mis ojos. Al igual que Pablo,
puedo decir que gracias a la misericordia e infinito amor de Dios, me lleno de
fe y del amor verdadero que sólo viene de Cristo Jesús.
¿Y tú? ¿Has gustado este infinito amor que sobrepasa todo entendimiento?
¿Has experimentado el nuevo nacimiento? Si aún no lo sabes, no dejes pasar
un día más. Ven a los pies de la Cruz en arrepentimiento y pon tu fe en el
Único que es Digno de toda gloria, honra y honor; el Señor Jesucristo.
Natalia Gómez
JUEVES
Pablo anuncia con claridad y precisión lo que Dios hizo por él: “Salvarlo”. sto
era algo maravilloso y que llamó mucho la atención. Aquel perseguidor de
cristianos, asesino; se consideraba el peor de los pecadores. Él tenía un gran
celo por su “religión”, fue participe del asesinato del mártir Esteban.
Instruido por un rabino famoso llamado Gamaliel en la ley y tradiciones
rabínicas. En el capítulo 9 del libro de Hechos vemos como él fue quien
escucho la voz de Jesús; fue allí donde Dios, sin previo aviso, le habló.
Él quedo ciego y cayó al suelo. “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues?" Hechos 9:4
La vida de Pablo dio un giro tremendo, pues fue confrontado por Dios
mismo, ahora convertido en un gran misionero. Enviado a predicar a los
gentiles, enfrentó tantas cosas pero amó a Dios por sobre todo. Exaltó a
Dios por Sus grandes atributos y su testimonio quedó escrito
para conversión de muchos más, dejando claro que Dios salva al más vil
pecador, si este cree, se arrepiente e invoca a Jesús como su salvador.
Jess Morgan
VIERNES
Es posible que estos y otros pasos requieran más de nuestro tiempo y entrega,
pero la gracia de Dios nos hace crecer y asegurar cada vez más el evangelio en
nuestra mente y corazón. Auto examinarnos y confesarnos con frecuencia
ante Dios es el ejercicio que nos conduce a aquella tan necesaria limpia
conciencia. Las instrucciones, advertencias y peligros que recibió Timoteo son
las mismas para nosotras hoy. Pero sabemos que la gracia de Dios también lo
es, y que podemos clamar a Él para no desviarnos ni caer en condenación.
Ileanis Martínez
LUNES
Ser diácono no es sólo un título sino un servicio que se presta dentro de la iglesia de
Dios. Personas que trabajan, no para agradar al hombre sino para agradar a
Dios porque por Él fueron puestos. Como dice en Filipenses 2:3-5 ¨Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de
los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús¨.
La palabra de este día nos marca que no se puede obtener una recompensa si
no se trabaja, no se puede participar de los frutos si no se trabaja
primero. El atleta antes de coronarse debe luchar. El diacono debe trabajar
arduamente porque su recompensa la tendrá a su tiempo y de parte de Dios.
Mujer, ¿cuál es tu llamado? Tal vez no seas una diaconisa pero estás llamada
a servir a tu congregación. Tal vez a simple vista sientas que lo que haces en tu
iglesia es algo mínimo o incluso algo que nadie ve, pero Dios si lo ve y ve con
qué actitud de corazón realizas tu trabajo. Así que espera en Dios que de Él
vendrá la recompensa. Tú esfuérzate cada día por dar tu mejor servicio a
tu familia, iglesia y comunidad.
Raquel Franyutti
MARTES
Pablo expone su deseo, un deseo de que todos los hombres se presenten ante
Dios, no de cualquier manera, sino “elevando manos santas, sin ira ni contienda”
(vs. 8). En una sociedad cada vez más egoísta, donde todos reclaman sus
derechos entre disputas llenas de ira y de forma contenciosa, Dios nos dice a
través de Pablo que no es así como debemos acercarnos a Él. Nuestras
acciones y nuestras relaciones personales deben ser santas.
El Imperio Romano era una sociedad con muchas religiones y dioses, donde
la mujer formaba parte casi primordial de los cultos de adoración a través de
prácticas inmorales. La adoración a Afrodita en Corinto, y a Diana
en Éfeso marcaban la forma de vestir y peinarse de las mujeres, dando
relevancia al aspecto externo y ofreciendo actos y ritos impuros. Por
ejemplo, las mujeres se despeinaban para esos cultos paganos, de ahí que
Pablo le pidiera a la mujer cristiana que se cubriera, para que no hubiera
comparación entre el culto pagano y el cristiano.
¿Cómo venimos a orar a la casa de Dios? ¿Hay malas acciones en nuestra vida,
hay desavenencias y discusiones? ¿Es más importante tu aspecto externo, tus
vestidos, tus joyas, que acercarte en humildad, decoro y santidad ante quien
no puedes engañar con tu orgullo, y buen aspecto exterior?
¿Son duras palabras? Dios nos ha hecho para sí un pueblo celoso de buenas
obras que marque la diferencia en todo.
Ruth Pastor
MIÉRCOLES
Existe una sección en los periódicos populares en la que todo aquel que esté
en busca de un trabajo puede encontrar el listado de empresas que solicitan
vacantes para ocupar ciertos puestos, sin embargo, cada empresa da a conocer
también los requisitos y aptitudes que el solicitante debe llenar para
obtenerlo.
Era la manera en la que Pablo lanzaba a las iglesias esa página de plazas
vacantes y puestos clasificados seguida de un listado que todo aquel que
deseaba ocuparlo debería cumplir.
JUEVES
Entonces; ¿cómo tendrá que ser nuestro servicio? ¡Por supuesto que con
excelencia! No podemos brindar un servicio a medias a Aquel que entregó Su
vida por nosotras. Nuestro servicio debe ser en todo tiempo de forma
ordenada, tanto en el interior como en el exterior.
Sea cual sea el servicio que estemos dando en la iglesia es un fruto por el cual
nos conocerán.
Salmo 93:5b ¨La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.¨
¿Eres honesta? ¿No calumnias? ¿Eres sobria? Y por sobretodo... ¿Eres fiel en
todo?
¿Qué cualidades debe tener una mujer que sirve al Señor en la iglesia?
Debe ser honesta, de carácter firme y saber tomar decisiones sobre asuntos
importantes.
Hay áreas con las cuales todas las mujeres batallamos diariamente, sobre todo
con nuestra lengua. Querida hermana, déjame decirte algo, la
palabra calumniadoras es la forma plural de “diábolos”, un título que se asigna
frecuentemente a Satanás. ¡Las mujeres que sirven no deben ser chismosas!
¡Oh Jesús que lucha tenemos en esta área!
Y aquí viene otra cualidad o virtud que debe tener una fiel servidora del
Señor, ser sobria. ¡Tener dominio propio! ¡Tener templanza!
Y si faltaba algo…Fiel en todo. Las mujeres que servimos al Señor en la
iglesia, al igual que los hombres que son diáconos deben ser dignas de
confianza en todos los aspectos de su vida y servicio.
Hay una recompensa para los que ejerzan bien el diaconado: serán
recompensados con el respeto de los demás y aumentarán su confianza en la
fe en Cristo Jesús.
VIERNES
Qué mejor manera de predicar el evangelio que este hermoso himno que
leemos hoy: Proclama la humanidad y la divinidad de Cristo y nos lleva al
corazón del evangelio, la razón por la cual podemos vivir una vida que honre
a Dios y es por el sacrificio que hizo Su Hijo. Nos recuerda que el poder del
Espíritu Santo estuvo en Él al resucitar y fue recibido con gloria en el cielo.
Así ese mismo Espíritu está con nosotras hoy y nos guía y conduce a través de
las pruebas y circunstancias de la vida, zancadillas del enemigo y nuestra
propia debilidad para darnos juntamente con Cristo la victoria y que al final
podamos ser recibidas en la gloria de la morada que el Señor se adelantó a
preparar para nosotros.
Nadie ha dicho que la vida cristiana fuera fácil, pero su meta es Dios. Por tal
razón cada día debemos entrenarnos voluntariamente sometiéndonos a Dios.
MARTES
La primera pregunta que nos debemos hacer es a qué se refiere Pablo cuando
dice: "Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos". En 1
Timoteo 1:15 vemos a lo que se refiere Pablo. Comencemos por el principio,
el propósito de Cristo al morir en la cruz es el de salvar a los pecadores.
Palabras de Jesús en Mateo 9:13c: "Porque no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores, al arrepentimiento."
Pero, ¿cuántas sabemos que no queda allí? Sino por el contrario, nuestra fe
tiene que ser ejercitada.
¿Qué es ejercitar la fe? Vivir una vida que glorifique a Dios. Ya no podemos
vivir como vivíamos antes. Ejercitarnos en la piedad (v7), la actitud correcta,
integra, necesaria que denota fe genuina. Nuestra fe tiene que ser alimentada,
regada, pero no es con cualquier alimento sino con la Palabra de Dios, la lluvia
que cae del cielo y nos riega.
Debemos ser ejemplos en nuestra manera de vivir, en nuestra conducta,
amor, espíritu, fe y pureza. Y para esto no hay una edad, es para todo
creyente.
Lucas 6:44 dice: "Porque cada árbol se conoce por su fruto, pues no se cosechan higos de
los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas." Un árbol no llega a ser árbol de un
día para otro, ni tampoco crece correctamente si no se abona la tierra de la
forma adecuada. Así es vivir la fe genuina. Debemos abonar nuestro interior
de la forma adecuada y seremos esos ejemplos de creyentes que glorifican a
Dios en nuestra manera de hablar, siendo íntegras, sirviendo en amor a los
demás, comprometidas y fieles.
El versículo 1 dice: “No reprendas al anciano, sino exhórtalo como a padre; a los más
jóvenes, como a hermanos.” Pablo menciona al primer grupo: “anciano”, hay
diferentes opiniones al respecto. ¿Se refiere al cargo en la Iglesia o a la persona
considerada anciana por su edad? Bueno, en la Iglesia primitiva, el anciano era
un cargo en la iglesia, pero aquí se refiere al individuo. Podemos tomar ambos
aspectos. Estaba hablando de un hijo de Dios maduro, y de un hombre que
ocupaba un cargo.
También se refiere a la relación que debe tener el Pastor o ministro con las
ancianas. El versículo 2 dice: “A las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a
hermanas, con toda pureza”. Estas palabras finales son de suma importancia para
un ministro en su relación con el sexo opuesto. El pecado en este área ha
hecho mucho daño en muchas vidas e iglesias. Nada puede destruir la vida
espiritual de una iglesia más que esta clase de experiencias.
Silvana Elizabeth
JUEVES
Con los meses, pese al poco tiempo en el que coincidimos con mi vecina, se
nos hizo larga una charla y me contó su historia. Había enviudado durante el
embarazo del segundo niño. Desde ese momento, hubo una actitud de
admiración y ternura más pronunciada hacia ella. No podía imaginar a una
persona tan dulce y tan sonriente, enviudar en la plenitud de su juventud
y matrimonio. Un hogar estable en el que fue arrebatada la vida del cónyuge
de manera violenta. A veces creemos que la viudez solo se da en la
gente mayor, pero hay muchas jóvenes que, como mi amiga, se enfrentan con
valentía a esta situación.
“Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino
también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran” (1 Timoteo 5:11).
Sin embargo, Pablo insta a que las viudas puedan intentar rehacer sus
vidas. “Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no
den al adversario ninguna ocasión de maledicencia." (1 Timoteo 5:14). ¡Hay esperanza
de vida!
Con Jesús en el centro de nuestras vidas, así seamos viudas, casadas, solteras,
comprometidas, divorciadas o en estados desamparados, hay esperanza de
vida. Somos llamadas a ser diligentes, evitar chismes, edificar nuestro hogar,
transmitir la luz de Jesús. Al final en Cristo somos nueva criatura, somos la
niña de los ojos de Dios y estamos llamadas a expandir Su reino. No importa
la condición; así como mi querida vecina sonríe cada día y deposita su
esperanza en el Señor, de la misma manera estamos llamadas a servir al Señor.
Importa la disposición en nuestro corazón, que en nuestro pensamiento se
repita siempre: “Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por
venir” (Prov.31:25).
Carolina.
VIERNES
Como hemos estado viendo esta semana, sabemos que Pablo escribe a
Timoteo para encargarle una misión. Pablo estaba preocupado porque se
estaban enseñando otras doctrinas. En este día hablaremos sobre nuestros
líderes y aquellos quienes trabajan en nuestra congregación, aquellos quienes
sirven de tiempo completo, quienes nos pastorean y dan alimento atreves de
la Palabra. En el versículo 18 Pablo nos habla sobre el soporte económico que
merecen los obreros cristianos, aquellos que gobiernan, predican y enseñan la
Palabra de Dios.
Algunas veces nos preguntamos qué se hace con el diezmo que damos a la
iglesia. El diezmo es para la obra de Dios, de ahí se paga todo lo que conlleva
sostener el ministerio, es la forma de financiar la iglesia. Esta es una ley que el
Señor le recordó a Su pueblo en varias ocasiones (Malaquías 3:10). Es
un hecho que si cumplimos con este principio, seremos
bendecidos. ¿Debemos cuestionarnos a donde va a parar el Diezmo? ¿O
cuando nos cuestionen a nosotros? Debemos cuidar bien esos y otros
puntos y no dejarnos llevar por lo que diga la gente, aun en la
congregación. Mi pastor siempre nos dice que no seamos cestos de
basura, dando pie a hermanos a propagar chismes o quejas.
Debo estar consciente que somos seres humanos, que fallaremos pero
que Dios jamás lo hará (Salmo 22:5).
Al igual que en aquellos tiempos Pablo exhortaba a Timoteo, hoy Dios nos
habla a ti y a mí de que no nos dejemos guiar por chises y murmuraciones.
Sabemos bien que cada uno dará cuentas a Dios de sus acciones. Para llegar a
tal entendimiento es necesario pedir a Dios sabiduría, crecer emocional
y espiritualmente (madurez) y no confiarnos que ya sabemos todo (Prov.3:5).
Cynthia Zavala
LUNES
En los versículos que meditamos hoy, Pablo hizo un llamado a los esclavos
cristianos a tener a sus amos por dignos de todo honor, o sea a ser buenos
trabajadores y respetuosos con sus amos. Él hizo esto no porque estuviera a
favor de la esclavitud, sino para que Dios pueda ser glorificado.
Cuando soy una buena trabajadora, Dios y Su Palabra son glorificados. Los
demás pueden evidenciar que mi vida y mi trabajo es un reflejo de mi fe en
Dios. Hay una frase de Charles Spurgeon que dice: “El mundo no lee la Biblia, el
mundo lee cristianos”. Por esto Pablo nos insta que demos el mejor testimonio
que podamos a nuestros superiores a través de la excelencia en nuestro
trabajo. Porque de lo contrario el evangelio es blasfemado con expresiones
como: “¿Qué clase de Dios tiene que ser el Dios de los cristianos, cuando
estos son flojos e irresponsables?”
Delsis Ojeda
MARTES
Pablo vuelve hablar al pueblo sobre el cuidado frente a los falsos maestros y
discípula a Timoteo para que discierna cuál debía de ser su juicio sobre tales
personas que estaban comercializando con la fe. En este capítulo se insta a
que el pueblo de Dios debe tener sabiduría y discernir cualquier mensaje que
no viene del Señor. Pablo nos enseña la diferencia entre una relación que
conlleva la sana doctrina y aquella que se hace como un oficio.
MIÉRCOLES
Pablo, el gran varón de Dios, usado y gobernado por el Santo Espíritu, sabía
bien que no todos tendríamos su fortaleza espiritual, su resistencia a la
tentación, su fe a prueba de casi todo. Por eso es que le escribe a su amado
Timoteo, su joven discípulo griego, pastor de la iglesia de Éfeso, que tenía un
largo camino para servir a Dios, dando a conocer Su Palabra.
Y estoy segura de que a tu vida, así como han llegado esos compañeros
indeseables de viaje (incredulidad, cansancio, decepción), también ha
aparecido un Pablo que, con el Espíritu Santo dirigiéndolo, te anima a no
desfallecer en este largo, precioso camino hacia Cristo. Gracias a Dios por
aquellos que nos animan y recuerdan las promesas del Padre cuando la vida se
vuelve amarga.
Por eso dice el verso 11, que huyamos de estas cosas... ¿qué cosas? Los
versículos previos nos hablan de algunas distracciones y obstáculos, como el
amor al dinero. Quizá tengamos algunas largas listas de
distracciones. ¿Preocupación? ¿Miedo? ¿Egoísmo? ¿Pereza? Aquí la Palabra de
Dios nos muestra que no sólo tenemos que huir con rapidez de eso, sino
dirigirnos hacia un objetivo: Cristo. Él es siempre el ejemplo perfecto, porque
es el Varón Perfecto que encarna la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la
mansedumbre.
¡Oh querida! La vida cristiana es, en efecto, un campo de batalla. Hay ataques,
constantes y múltiples a nuestra fe como hijas de Dios. Hay una guerra
espiritual, que a veces es escandalosa y evidente, y otras veces es en nuestra
callada y débil mente, que se deja llevar por lo que piensa, lo que ve, lo que
hace.
Pero sea Bendito y Alabado Jehová de los ejércitos, y Su precioso y amado
Hijo, Cristo Jesús. Es por Él que la batalla que hoy creemos perdida, de la que
queremos desertar, ha sido ganada.
JUEVES
En realidad, es una advertencia para todas nosotras, ricas o no. Como seres
humanos, tendemos a querer tener el control de todo a nuestro alrededor.
Confiamos en nuestra preparación, en nuestras habilidades, en nuestro
conocimiento. Confiamos en nuestras posesiones, nuestros trabajos, nuestros
sueldos. Confiamos en lo que nosotras mismas podemos hacer.
Dios nos recuerda aquí a través de Pablo que nuestra confianza no debe estar
puesta en nosotras mismas, en lo que somos o lo que tenemos, sino en Él…
que, en última instancia, es quien nos ha hecho como somos y nos ha dado lo
que tenemos.
La primera parte del versículo les dice a quienes confían en ellos mismos: “no
sean altivos”.
Con lo mucho o lo poco que tengamos somos llamadas a ser ricas en buenas
obras, a ser generosas y dadivosas.
Seamos mujeres generosas con todo lo que Dios nos ha dado. No pongamos
nuestra confianza en lo que hay en nuestros bolsillos sino en quien llena
nuestros bolsillos.
Contenta en Su servicio,
Edurne
VIERNES
Timoteo tuvo que lidiar contra las filosofías gnósticas del momento. Y tú,
¿con qué tienes que lidiar? ¿Con incredulidad? ¿Con el temor? ¿Con la
ansiedad? ¿Con la desconfianza? ¿Con una vana manera de vivir?
Dios nos está llamando a ser fieles a Él, a atesorar lo que de Él hemos
recibido. ¿Cómo responderemos a este desafío? ¿En nuestras propias fuerzas?
Karine de Barrientos
LUNES
En nuestro andar diario pasamos por momentos llenos de matices, días felices
y plenos, otros con dificultades, luchas y pruebas. Pero en todos ellos
acudimos a Dios.
En estos siete versículos conseguimos a un amigo que ora. ¡Oh cuán hermoso
es cuando compartes tus luchas y pruebas con una amiga y ella ora por ti, te
lleva en su corazón y te sostiene orando!
Como venezolana, estoy viviendo momentos tristes en mi país, momentos
que nos aturden y en ocasiones causan temor. Pero saber que alrededor del
mundo hay hermanas que no solo oran por mí, sino por todo mi país me llena
de gozo.
Pablo enfrentaba el martirio, sin embargo dedicaba tiempo para orar por
Timoteo, no de vez en cuando, sino de noche y de día. Oh que hermoso, él no
pensaba en sí mismo y en lo que estaba atravesando, sino que dedicaba
tiempo a interceder por otros.
Qué bella enseñanza para ti y para mi hoy.
Pero no solo ora, sino que le recuerda a Timoteo cuánto hay para agradecer a
Dios, a pesar de los problemas que están enfrentando.
Le recuerda la herencia piadosa que tiene y la fe que Dios le ha dado no solo
para salvación sino para enfrentar la vida diaria y el servicio cristiano.
¡Qué bendición es tener amigas que oran! ¡Qué estimulo es orar por otros y
ayudarles en sus vidas espirituales!
Al seguir leyendo, encontramos que uno de los problemas de Timoteo era la
cobardía y la timidez que le frenaba para resolver las dificultades y hacer la
obra de Dios. Sin embargo Pablo le recuerda el don que Dios le había dado, y
que necesitaba avivarlo como el fuego cuando el viento sopla. Cuantas veces
nosotras, al igual que Timoteo, necesitamos que el fuego se avive en nuestras
vidas para cumplir con nuestro ministerio. Hermoso es el versículo 7 donde
Pablo escribe sobre el Espíritu Santo, que genera en nosotros poder, amor, y
disciplina; estas tres cosas que todos necesitamos.
Recordemos que el Espíritu Santo es el poder en nuestras vidas, y genera el
amor a Cristo, a Su Palabra y a otros, nos da disciplina y el dominio propio.
Por ello mi amada, cuando el Espíritu Santo está al control, experimentamos
paz, gozo y sosiego y el temor y la cobardía se desvanecen.
MARTES
Natalia Gómez
MIÉRCOLES
Pablo fue un apóstol fiel, estando preso no se lamenta de su situación. Antes
bien proclama a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Proclamaba
Su resurrección por medio de la cual tenemos redención y vida eterna,
dejando testimonio para nosotros de mantenernos fiel no solo en los tiempos
de bendición sino especialmente en los tiempos difíciles. Allí es donde nuestra
fe, confianza y perseverancia serán testimonio y aliento para que otros lleguen
a conocer al Dios que nos salvó y al que servimos.
Cristo encarna la máxima fidelidad, siendo inocente murió por nuestros
pecados. Pablo fue un ministro fiel incluso cuando estuvo preso. El alienta a
Timoteo a que mantenga una sana doctrina y a que sea fiel, leal, diligente y
paciente.
Es de gran aliento para nosotros el tener este ánimo y testimonio, puesto que
en nuestro servicio a Cristo enfrentaremos oposición, sufrimiento y
penalidades. Sin embargo, nuestra fidelidad influirá en otros. Al confiar en
Cristo, Él nos fortalecerá para que enfrentemos lo que nos corresponda
permaneciendo firmes para Su Gloria.
Los desafíos de la maternidad, la convivencia con nuestros esposos, los
compañeros de trabajo y personas que se nos oponen diariamente pueden
desgastar nuestras fuerzas. Gracias a Dios tenemos estos testimonios, tenemos
nuestros estudios y tenemos nuestra fe en el Único que siempre es fiel y ha
prometido que no nos dejará ni nos abandonará.
Amado Padre Celestial, bendito Dios, Todopoderoso y siempre Fiel. Tú has
sido el mismo desde el principio y hasta hoy. Alabo Tu santo nombre mi
Dios, el Único que es Digno de recibir toda honra y toda Gloria. Agradezco
Tu fidelidad y Tu misericordia cada día conmigo. Has sido bueno mi Señor.
Perdona mi falta de fidelidad en la oración y lectura de Tu palabra, solo Tú me
fortaleces y me guías a pesar de mi necedad. Ruego que me ayudes a seguir fiel
a Tu servicio, fiel a Tu palabra y fiel en mi fe a Ti, mi Salvador. Gracias mi
Señor por cuidar de mi y de mi familia, porque podemos decir que hasta aquí
nos has traído. Sea la gloria para Tu nombre y el de Tu Hijo mi Señor
Jesucristo. Amén.
Viviendo para Él
Joanna Pérez de Merino
JUEVES
En esta semana hemos visto varias de las recomendaciones que Pablo, al final
de su carrera, le da a Timoteo, su querido hijo en la fe. En esta segunda carta
vemos el amor que se profesaban uno al otro. No había orgullo, no había
soberbia de parte de Pablo, vemos un genuino amor de un gran líder que se va
despidiendo de su fiel y amoroso ayudante en la expansión del Evangelio.
En los versículos que vemos hoy, le pide a Timoteo que recuerde, que no
olvide las cosas tan importantes que ha aprendido en el camino y que a su vez
exhorte a los demás a no contender sobre palabras ya que tienen un nefasto
resultado: la perdición del que oye.
¿Y qué significa contender? Es enfrentarse con el otro para imponer su
voluntad o conseguir un propósito determinado. Viendo el significado de la
palabra y meditando en el versículo… ¡cuántas veces me encontré en ese
lugar! Cuantas ocasiones me vi tratando de imponer mi voluntad y mi punto
de vista a otro, olvidando así que todo lo que diga o haga debe ser para la
gloria de Dios.
En las muchas palabras que usemos, seguro que pecaremos en algún punto.
Por eso es sabio cerrar nuestra boca en muchas ocasiones (Prv.10:19).
Si queremos ser siervas fieles y aprobadas delante del Señor, debemos atesorar
este mandamiento y sobre todo hacer lo que Pablo le pide a Timoteo: usar
bien la palabra de verdad, la Biblia. En ella tenemos todo lo que necesitamos;
el alimento diario, el aliento y consuelo necesarios para cada paso del camino.
Natalia Gómez
VIERNES
Aunque no considero que el área culinaria sea mi fuerte, hay algunas comidas
que cada vez que las preparo quedan deliciosas, porque sigo la receta y los
consejos de preparación como mi abuela me enseñó. Muchas nos
identificamos en haber aprendido cosas importantes de nuestros padres y
abuelos, no solo en la cocina sino consejos o parte de su sabiduría para que
nosotras también lo hagamos así en nuestra vida.
“No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya
sabes que terminan en pleitos. Y un siervo del Señor no debe andar
peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no
propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios,
con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para
conocer la verdad, de modo que se despierten y escapen de la trampa
en que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad.” 2 Timoteo
2:23-26 (NVI)
Pablo denuncia todo esto con el propósito de señalar lo que se debe evitar, es
un llamado a mantener los ojos muy abiertos y el corazón centrado en el
evangelio; no en los sentimientos y emociones, sino en la palabra de Dios y Su
promesa gloriosa. Y lo hace porque él mismo ha pasado por dichas
dificultades. Ver como desde adentro del pueblo de Dios muchos portaron
piadosas máscaras para cubrir su infidelidad y su búsqueda de saciar placeres
egoístas, mientras eran de tropiezo a débiles corderos en la fe. Timoteo es
exhortado a hacer la diferencia.
Aunque nos ofrezcan bienes o la tentación venga de algún ser amado, la luz de
la Verdad debe brillar en nosotras para guiar a quienes se levantan y son
librados de la condenación eterna por el poder de Dios. No pensemos sólo en
"nuevos cristianos", discipulemos a nuestros hijos, velemos por nuestros
niños que son el blanco de una cruel batalla por sus mentes y corazones.
Velemos con fidelidad y valor para extender en nuevas manos el tesoro
perfecto que portamos en Cristo Jesús. Pero tú y yo podemos pasar un legado
tal como el de Pablo a Timoteo a quienes nos miran hoy, viviendo el
Evangelio sin desmayar (Gál. 6:8-10).
Ileanis Martínez
MARTES
No.
No lo fue para Cristo.
Timoteo había tenido una madre y una abuela piadosas que le habían
enseñado la doctrina, que le habían hablado de Cristo y habían inculcado en él
el amor por la Palabra de Dios.
Pablo sabía que, en el momento malo, solo la Palabra de Dios, solo nuestra
confianza en Dios, solo el recordar que nuestro discipulado debe pasar
también por el fuego de la prueba, nos van a sostener y nos van a ayudar a
perseverar, a luchar y a vencer.
La Palabra de Dios es útil para nuestras vidas y útil para las vidas de aquellos
que nos rodean. Si queremos estar preparadas para toda buena obra y
preparadas para lo bueno y lo malo de nuestro discipulado, entonces debemos
estar en la Palabra de Dios.
Solo ahí encontraremos consuelo, guía, enseñanza, corrección y fuerza para
seguir adelante.
Contenta en Su servicio,
Edurne
MIÉRCOLES
Siempre la obra del Señor va a tener un liderazgo, el cual se debe seguir sin
desviarse de lo que es la verdadera doctrina hasta que Cristo vuelva. Somos
llamados a animar y enseñar a las generaciones venideras como lo hizo Pablo
con Timoteo y Tito.
Pablo sabía que se acercaba el fin de sus días y tenía una gran preocupación al
ver cómo en la iglesia se alejaban de la verdadera enseñanza y había una
desviación completa de la fe en Cristo. Ve que es necesario dejar a un hombre
que sea buen ministro de Jesucristo y nutrido de la palabra de fe. El escogió a
Timoteo, porque siempre mostró un corazón para aprender y siempre fue un
buen discípulo. Recordemos lo que dijo: “Y si llega Timoteo, mirad que esté con
vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo” (1 Cor.16:10).
Pablo lo consideraba un “verdadero hijo de la fe”, ya que su carrera espiritual
fue constante y confiaba totalmente en él. Ahora iba a desempeñar la tarea
que él había realizado como apóstol; su misión era predicar la Palabra frente a
las falsas doctrinas, ya que iba a haber tiempos en los que la iglesia se dejaría
llevar por sus propios deseos y cerrarían sus oídos a la sana doctrina.
Y se lo expresa de esta manera: “En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de
venir su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica
la palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha
paciencia, sin dejar de enseñar” 2 Tim. 4:1-2
JUEVES
Las aflicciones del ministerio de Pablo estaban por concluir. Dios había
humillado hasta lo sumo a este orgulloso perseguidor de la iglesia (2 Corintios
11:23-28). A través de las epístolas vemos las adversidades que el sufrió, pero
escrita como testimonio de ejemplo de vida a los creyentes. Lo que tal vez
hemos vivido hasta hoy puede que no se compare a lo que Pablo vivió.
En este lugar frio y maloliente, yace el siervo de Dios, dando las últimas
instrucciones al joven Timoteo, al cual llama “amado hijo”. Palabras
conmovedoras que hablan acerca del hombre que era en el presente; tierno y
amoroso, dando instrucciones al nuevo joven pastor. ¡Qué gran mentor! Pablo
decía que se le imitase. ¿Por qué? Porque era evidencia del cambio que
producía Jesús en él; él imitaba a Jesús.
Así Pablo era de imitar, en sus cartas a Timoteo le dejo grandes enseñanzas:
Fidelidad
Valentía
Diligencia
Amabilidad
¿Qué más puedes añadir a esta lista? ¿Y nuestra vida como está?
Me conmueve este último capítulo. Pues este siervo está a punto de ser
ejecutado. Caminando según los historiadores a “las tres fuentes” fue
desnudado, atado, puesto en rodillas, azotado y finalmente su cabeza rodó al
cruzar el hacha por su cuello. Su alma lista para obtener el premio con el juez
justo (2 Tim 4: 8), sin duda un momento memorable. Porque se hacía realidad
lo que una vez dijo: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir ganancia” (Filipenses
1:21).
Al Único y Sabio Dios
Jess Morgan
VIERNES
¿Quién sino Pablo tiene toda la autoridad para depositar ahora su completa
confianza en el Señor?
Recuerdo a Jesús también cuando se fue de esta tierra, ¿cómo fue Su salida?
Por medio de muerte en una cruz. Fue a través de uno de los peores y más
humillantes castigos que el ser humano podía recibir en ese tiempo. Exhibido
en un monte donde cientos o quizás miles de hombres y mujeres que entraban
y salían de la ciudad pudieron verle, menearon su cabeza, o se asombraron
horrorizados ante tan deplorable espectáculo practicado por los romanos.
Dios nos ofrece estar con nosotros todos los días hasta el fin, que tendremos
aflicción en este mundo, pero que descansemos sabiendo que Él ya lo venció.
Nos dice también que todas las cosas, absolutamente todas y cada una de ellas,
buenas o malas, ayudarán para nuestro bien. Que somos más que vencedores
por medio de Él, que no temamos porque a Su Padre le ha placido darnos el
Reino.
¡Aleluya! Gracias amado Rey por enseñarnos a caminar y vivir cada día con la
vista puesta en Ti, el que ya venció y que pronto volverá.