Santificando A Dios
Santificando A Dios
Santificando A Dios
Flp 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Flp 2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra;
Flp 2:11 y toda lengua confiese(A) que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
1 Reconocer la esencia del evangelio: la supremacía de Jesucristo.
El Evangelio no solamente es hablar del amor de Dios, y que Dios salva; de sus favores de Dios, de la sanidad
divina, que Dios nos guarda de las pestes, las guerras y el hambre. Dios no quiere que lo reconozcamos
únicamente como
Hoy tenemos este legado, pero la iglesia primitiva tenía uno muy diferente y era la supremacía de Cristo.
2 Corintios 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús.
Aposento Alto
Hch 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hch 2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos?
Hch 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón
de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Rom 10:8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. (B) Esta es la palabra de fe que
predicamos:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de
los muertos, serás salvo.
El carcelero de Filipos
Hch 16:31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
2. La obediencia a Cristo
1Sa 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a
las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la
grosura de los carneros.
Rom 9:3 Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son
mis parientes según la carne;
Rom 9:4 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto
y las promesas;
Rom 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas
las cosas, bendito por los siglos. Amén.