Valor Probatorio de Prueba Trasladada
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Valor Probatorio de Prueba Trasladada
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
I. ANTECEDENTES:
Uno de los Magistrados salvó el voto, por estimar que si bien se demostró
la muerte del señor Ismael Jaimes Cortés, no se acreditó la relación de causalidad
entre ésta y la supuesta falla de la Administración. Las confesiones de Carlos
David López Maquilón y Saulo Segura Palacios no resultan suficientes para
demostrar los hechos denunciados, con mayor razón aún cuando las citadas
personas se retractaron de sus acusaciones. Las providencias y actuaciones
realizadas en el curso del proceso penal y disciplinario no demuestran la
responsabilidad de la entidad demandada (folio 452, cuaderno 7).
Recurso de Apelación
El apoderado de la demandada interpuso recurso de apelación contra la
sentencia anterior, con el propósito de que fuera revocada y se negaran las
pretensiones de la demanda.
Finalmente, señaló:
TRASLADO DE PRUEBAS
“Cuando se hayan recibido fuera del proceso en los casos y con los
requisitos previstos en los artículos 298 y 299.
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Sentencias del 15 de junio de 2000, expediente 13338 y del 25 de enero de 2001, expediente 11413. Auto del 10 de noviembre de 2000,
expediente 18298.
que identifican este medio probatorio -artículo 228 del C.P.C.-, por lo que sólo
pueden ser apreciadas como prueba documental de la existencia de la
información y no de la veracidad de su contenido. En consecuencia, los
ejemplares de prensa acompañados con la demanda sólo prueban que allí
apareció una noticia, pero no la veracidad de su contenido.
IV. CONSIDERACIONES:
De acuerdo con lo anterior, no hay duda que el hecho del cual se derivan
los perjuicios cuya indemnización se solicita, se encuentra debidamente
acreditado.
(…)
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En sentencia de la Sección proferida el 17 de marzo de 1994, se dijo: “...entre una y otra acción, la penal y la administrativa se
presentan radicales diferencias en su contenido, filosofía, sujetos afectados, regulación legal y procedimental, sin desconocer, desde
luego, que en la mayoría de los casos las sentencias penales inciden de manera muy importante en los fallos que profiere la jurisdicción
contencioso administrativa...Si bien es cierto que la condena penal genera para el procesado o para quienes patrimonialmente deban
responder, la obligación civil de reparar los daños ocasionados con el delito, la responsabilidad extracontractual de la administración no
se origina necesariamente en el hecho punible del agente público, que por lo demás puede no existir, sino que su origen se encuentra en
la falla de la administración en la prestación de los servicios públicos (…) Pero además de lo anterior, observa la Sala que no siempre
son la mismas partes las que intervienen en cada uno de los procesos y en este punto también difieren la acción penal de la
administrativa...En las anteriores condiciones, dadas las diferencias rápidamente enunciadas entre una y otra acción, estima la Sala que
no puede brindárseles un tratamiento idéntico respecto de sus efectos, hasta el punto de que la sentencia del juez penal en todos los casos
condicione la decisión del juez administrativo. Esta, por lo demás, ha sido tesis sostenida en varias oportunidades por la Sala, entre otras,
en providencia de 28 de junio de 1991...donde se dijo: “Aquí se repite que el juez administrativo, si tiene otras pruebas u otros elementos
de juicio distintos a los que le suministre la sentencia penal podrá, sin desconocer la cosa juzgada, llegar en materia de responsabilidad
administrativa a una solución en aparente contradicción con aquella. Se dice en “aparente” contradicción porque en el fondo se refieren
a aspectos o realidades diferentes. Así podrá el juez administrativo declarar que hubo falla del servicio a pesar de la absolución penal del
agente o absolver a la entidad pública pese a la condena de aquél. Y lo anterior no puede entenderse sino teniendo clara idea inicial
expuesta en el numeral 1º de este fallo, que el hecho del agente puede dar lugar a la aplicación de dos normatividades diferentes: la penal
para el delito y la administrativa para la responsabilidad del ente a que pertenece el agente que lo cometió”.
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Sentencia del 1 de noviembre de 1985, exp: 4571, dijo la Sala: “Una es la responsabilidad que le puede tocar (sic) al funcionario
oficial, como infractor de una norma penal y otra muy diferente la responsabilidad estatal que se puede inferir de esta conducta, cuando
ella pueda así mismo configurar una falla del servicio. Son dos conductas subsumidas en normas diferentes, hasta el punto que puede
darse la responsabilidad administrativa sin que el funcionario sea condenado penalmente. Basta recordar que una es la culpa penal y otra
la civil o administrativa” En el mismo sentido, sentencia de 24 de junio de 1992, exp: 7.114; 17 de marzo de 1994, exp: 8585; 5 de mayo
de 1994, exp: 8958; 18 de febrero de 1999, exp: 10.517; 26 de octubre de 2000, exp: 13.166 y de 25 de julio de 2002, exps: 13.744 y
14.183, entre otras.
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Ver, por ejemplo, sentencias de 20 de febrero de 1992, expediente 6514 y de 21 de septiembre de 2000, exp: 11.766.
demostración de la antijuridicidad del daño, elemento fundante de la
responsabilidad estatal consagrada en el artículo 90 de la Carta Política.
En el sub judice se le atribuye a la Red de Inteligencia No. 7 de la Armada
Nacional, con sede en Barrancabermeja, la conformación de grupos de
exterminio, la cual, según se dijo en la demanda, era dirigida por varios oficiales y
suboficiales de dicha Institución, y que a través de ella se cometieron
innumerables homicidios en el Puerto Petrolífero de Barrancabermeja, entre ellos
el del periodista Ismael Jaimes Cortés, director del Diario La Opinión, según
denuncias formuladas por Carlos David López Maquilón y Saulo Segura Palacios,
quienes posteriormente se retractaron de las mismas, lo cual implica que las
investigaciones penales y disciplinarias que se apoyaron en ellas quedaron sin
fundamento, a más de que no obra prueba alguna en el proceso que respalde lo
afirmado por los demandantes.
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Expediente 14009; M.P: Germán Rodríguez Villamizar
“De otra parte, se estima necesario precisar que aunque tanto en la
demanda, como en la sentencia de primera instancia el estudio de las
pruebas apuntó a establecer la existencia de una red de inteligencia y
su relación con crímenes que según se dice en la demanda se
cometían por órdenes de los miembros de aquella, no se tuvo en
cuenta que dicho aspecto es secundario para el asunto que en esta
oportunidad se debate, como lo es la responsabilidad del Estado, no
por la existencia de esa red y los múltiples asesinatos que pudo
cometer, sino por la muerte de Pablo Guerra.
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Expediente 15999; M.P: Mauricio Fajardo Gómez
como “probable coautor del delito de Homicidio con fines terroristas, en
concurso homogéneo en la modalidad de agravado” en las personas de
EVELIO y PABLO ELÍAS CÓRDOBA CABANZO, providencia que aun
cuando no tiene carácter definitivo en todo caso goza de la eficacia
probatoria prevista en el artículo 264 del C. de P.C.
“De otra parte, a pesar de que los actores afirmaron que la víctima fue
amenazada de muerte públicamente en varias oportunidades por
miembros pertenecientes a la Armada Nacional, y que el motivo de
tales amenazas habría sido el hecho de que Julio César era el defensor
de las personas menos favorecidas, lo cierto es que no existen pruebas
que respalden tales imputaciones, como tampoco obra prueba alguna
en el proceso que acredite que la muerte del citado señor fue ordenada
por la Red de Inteligencia No. 7, y que en ésta se hubiesen utilizado
armas de dotación oficial, como lo aseguraron los demandantes 10.
Lo único cierto es que el señor Ismael Jaimes Cortés fue asesinado por
sicarios en el Barrio Torcorma de Barrancabermeja, Departamento de Santander,
pero los móviles de su crimen aún no se han podio establecer, como tampoco los
autores materiales e intelectuales del crimen, mucho menos la participación de
agentes estatales en el mismo, lo cual descarta la posibilidad de que en el sub
judice se hubiere presentado una falla en la prestación del servicio imputable a la
demandada, como lo afirmaron los actores. En ese orden de ideas, la Sala
revocará la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Santander
mediante la cual se declaró la responsabilidad del Estado por la muerte del señor
Ismael Jaimes Cortés.
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Sentencia de 13 de mayo de 2009, expediente 16.687
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Art. 171.- Modificado. Ley 446 de 1998, art. 55. En todos los procesos, con excepción de las acciones públicas, el Juez, teniendo en
cuenta la conducta asumida por las partes, podrá condenar en costas a la vencida en el proceso, incidente o recurso, en los términos del
Código de Procedimiento Civil.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la República
de Colombia y por autoridad de la ley,
FALLA: