Signos Que Parecen Un Avivamiento
Signos Que Parecen Un Avivamiento
Signos Que Parecen Un Avivamiento
EDITORIAL
Estimados Lectores:
Por otro lado, observemos al profeta Elías en 1ª de Reyes 18:41-45 postrado en tierra,
con su cabeza entre las rodillas, orando al Dios del cielo por lluvia, después de 3 años y
medio de sequía y muerte.
¿Hasta cuando oró? ¿Cuándo supo que su oración había sido oída y contestada? Cuando
por fin su siervo le dijo después de mucho perseverar: "Veo una pequeña nube como la
palma de la mano de un hombre, que sube del mar" (v 44). En otras palabras el profeta
ya tenía delante de sus ojos indicios de la lluvia que se avecinaba.
"...y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, Y
HUBO UNA GRAN LLUVIA" (1ª Reyes 18:45).
Conozcamos los síntomas que anticipan la "lluvia" que necesitamos y oremos hasta que
aparezcan.
Atentamente
Los Editores
Hay dos temas que conmueven los corazones y aceleran el pulso de los cristianos
entusiastas en todo el mundo: El cercano regreso de nuestro Señor Jesucristo y la obra
sobrenatural del Espíritu en el ministerio de avivamiento.
Estoy seguro que estarán de acuerdo conmigo cuando hablo de una desesperada
necesidad de que llegue la hora de una visitación fresca del cielo. Un trabajo poderoso y
sobrenatural de Dios resolvería todos nuestros problemas en la iglesia aquí y en todo el
mundo. Los problemas que laceran nuestra vida de iglesia desaparecerían con el nuevo
toque del Espíritu de Dios. Estaría llena de misioneros y de recursos para los campos
extranjeros. Los millones de paganos que hasta ahora se encuentran en la oscuridad
pronto serían evangelizados.
Con el fin de orar con inteligencia y fe, debemos saber qué es un avivamiento y cuáles
son sus síntomas. Sabemos que la palabra "Síntoma" no es un término teológico sino un
término médico; cuando un doctor dice que un paciente tiene cierto mal, ¿cómo lo sabe?
Simplemente porque él ha encontrado los síntomas y ha diagnósticado el caso. Pues
bien, hay síntomas definitivos de cuándo va a venir un avivamiento. Yo puedo ir de
congregación en congregación, de pueblo en pueblo, y diagnosticar rápidamente la
condición espiritual de los creyentes y asi saber si van a tener un avivamiento o no.
SÍNTOMAS DE UN AVIVAMIENTO
"Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de
gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por
hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito."
"Oh Dios", claman, "perdóname por mi rencor, perdóname por mi raíz de amargura,
perdóname por mi falta de fruto, perdóname por mi infernal orgullo religioso,
perdóname por mi falta de preocupación por este mundo perdido que se está yendo al
infierno."
Les digo, amigos; no hay nada que humille más que un avivamiento. ¿Estás preparado
para esto? ¿Estás preparado para que la lámpara escudriñadora de la Palabra de Dios
apunte hacia los escondrijos más profundos de tu ser, de tu vida pública y de tu vida
privada? si, mi hermano. Si, mi hermana, antes que venga un avivamiento debe de haber
muchas caras avergonzadas y muchos corazones quebrantados.
A menudo oramos: "Oh Señor Jesús, acércate, oh bendito Espíritu, muévete entre
nosotros". Ahora, imagínate que Dios contesta esa oración, ¿qué puede suceder?
Tendría que haber arrepentimiento, contrición y confesión en medio de los santos.
Supón que el Señor humillara a tu pastor delante de la congregación. Supón que los
ancianos fueran humillados por el Espíritu Santo. Suponte hermano, hermana, que
tienes que levantarte este domingo en la mañana delante de la congregación y hacer una
confesión completa. Supón que un pastor tiene que ir con otro y decirle: "Querido
hermano, yo he estado diciendo algunas cosas malas acerca de usted y de su
congregación. Yo he estado actuando con presunción y orgullo." ¡Yo te digo que estos
serían síntomas de un avivamiento!
Queridos amigos; si pudieran ver lo que el ojo de Dios ve en medio de nosotros, ¡te
maravillarías de que no nos haya mandado a todos al lago de fuego! Nunca olvides que
Dios odia el pecado en todas las formas y tamaños, Él no lo va a tolerar ni por un
segundo. Él enviará juicios y después se retirará de ti.
"Hermano James, ¿sabe qué creo? Creo que los pecados de corazón -raíces de amargura,
envidia, celos, rencor o difamación u orgullo religioso- son tan infernales a los ojos de
Dios como los pecados externos, como el adulterio o el asesinato."
Podría escribir hojas enteras, con lo que he visto como síntomas en nuestro ministerio
de avivamiento. En una ocasión yo no pude hablar porque por ocho horas los cristianos
permanecieron de pie uno tras otro confesando sus pecados.
Ahora, sea en público, en lo secreto o en privado; la confesión debe conducir a una
restitución práctica, y si no, todo es engaño. No tiene caso llorar delante de Dios
pidiéndole que perdone los pecados si no se va a restituir inmediatamente. No seas
hipócrita: "Deja tu ofrenda en el altar y ve y reconcíliate con tu hermano."
Sí, lo afirmo de nuevo, éste es el primer síntoma de que viene un avivamiento. Recuerdo
una ocasión que oí de una supuesta gran visitación de Dios en cierta ciudad del norte de
Estados Unidos. Esperé en vano escuchar que uno de los líderes en la campaña hubiera
confesado públicamente sus pecados y hubiera restituido con su esposa; la gran
campaña evangelística terminó sin que yo oyera esto. Miles confesaron haberse salvado;
las iglesias decían que tenían un gran aviamiento. Este líder público no parecía haberse
humillado. Claramente no había habido tal avivamiento. Unas pocas semanas después
los pastores sólo podían juntar un puñado de almas nacidas de nuevo; las iglesias
volvieron a su tibieza y estado de muerte. Debemos tener el espíritu de quebrantamiento
delante del Dios Santo.
En Isaías 66:8 al final del versículo leemos: "...pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio
a luz hijos."
Muchas veces nosotros hemos oído sollozos y los gemidos de santos preciosos antes y
durante los servicios en Europa. A veces los llantos y los dolores de parto eran tan
grandes que me fue imposible predicar. Antes de que estallara el avivamiento en
Hungría, el Señor me permitió conocer a una hermana única en Cristo; su marido era de
familia aristócrata. Ella estaba muy cargada por la condición espiritual de su marido y
de su hijo, pero también lo estaba por la deplorable condición de la iglesia de la que era
miembro. En todas nuestras reuniones de oración, no importaba si había 4, 000 o 5, 000
asistentes, ella siempre levantaba su mano y clamaba hacia el púlpito: "Hermano James,
no nos olvidemos de orar por la iglesia, no nos olvidemos de orar por mi marido y mi
hijo" Si, era única, porque igual que Ana tenía un espíritu apesadumbrado; era una de
las Anas del avivamiento; agonizaba, tenía dolores de parto. No importaba la hora del
día o de la noche. Siempre estaba en las reuniones de oración, ya fieran a las tres de la
tarde o a las dos de la mañana.
Una madrugada como a las cuatro yo estaba visitando una reunión de oración en la
ciudad de Budapest y descubrí que ella llevaba doce horas orando en una iglesia
metodista; me acerqué cuidadosamente y la toqué en su hombro y le dije amablemente:
"Querida hermana, usted debe irse a su casa ahora, ya ha estadoaqui suficiente tiempo."
Me miró a través de las lágrimas y me dijo: "oh James, no me envíe a mi casa, no puedo
irme. Además usted no es el Espíritu Santo, no puedo irme hasta que Él me libere. Ore
conmigo, mi carga es muy grande".
Cuando años después el jefe de los obispos de la iglesia a la que pertenecía esta
hermana me agradecía por haber traído un avivamiento a su iglesia yo le contesté:
"Amado hermano, hace mal en agradecerme a mí este avivamiento. Es cierto que yo
prediqué a miles, pero el avivamiento que vino a su congregación se debe a las
oraciones agónicas de una mujer."
ESPÍRITU ANHELANTE
"Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así
como te he mirado en el santuario" (Sal. 63:2-2)
"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama, por ti oh Dios, el
alma mía" (Sal. 42:1).
En esta gacela del desierto que brama por las aguas tenemos una preciosa ilustración de
los creyentes sinceros y honestos, con almas sedientas por Dios. Nos han dicho en los
zoólogos que el ciervo es un animal que brama por las aguas; literalmente jadea todo el
día, pero especialmente después de un recorrido por el desierto árido.
Si el arcángel Gabriel fuera enviado a ministrarlos sería una obra deprimente. Uno de
los grandes requisitos de un avivamiento es: escasez. "Por que yo derramaré aguas
sobre el sequedal..." (Is. 44:3). Muchos cristianos dicen politicamente: "Me necantaría
ver un avivamiento" pero por su simple tono de voz sabes que no tienen un deseo real.
ESPIRITU DE ARMONIA
Uno de los primeros pasos para el avivamiento es quitar las barreras denominacionales.
En muchos casos las denominaciones han creado odios, envidias o aún celos entre la
gente de Dios. Muchos grupos están clamando para que el avivamiento comience sólo
en sus denominaciones, y se sentitrían ofendidos con dios si el fuego cayera sobre otro
grupo en la misma ciudad. Si tú fuiste puesto por Dios en un grupo verdaderamente
espiritual, debes ser fiel ahí; pero, oh mi hermano, no debemos amar más a nuestro
grupo que a nuestro Señor. Nuestras etiquetas denominacionales caerán cuando seamos
raptados a la gloria. El Espíritu de Dios está buscando la unidad entre la gente de Dios
en estos últimos tiempos de oscuridad para detener la marea y preparar la venida del
Señor.
Cuando hace unos años tuve que enfrentar la muerte por causa de Cristo, estuve
viviendo la eternidad durante dos semanas; pensé que no viviría y me trasladé a la
gloria. Miré hacia atrás y hacia abajo, hacia la tierra, tal como era. Vi a las iglesias y
noté poca esperanza y la total inutilidad de las barreras humanas levantadas para dividir
a la gente de Dios. Mientras esperaba estar pronto en la presencia de mi glorioso
Redentor, mi corazón estaba lleno del aplastante amor por TODOS LOS SANTOS para
comprender la anchura, la largura, la profundidad y la altura de la vida cristiana (Ef.
3:18).
Otro paso para el avivamiento es quitar todas las diferencias que dividen a los cristianos
dentro de sus propias congregaciones.
No tiene caso clamar a Dios hasta que haya perfecta armonía dentro de la iglesia.
Muchas veces encontrarás santos peleando contra el diablo en una esquina de la iglesia,
y en otra esquina de la iglesia santos jugando con él. Pero desgraciadamente a veces hay
división aún entre los miembros más distinguidos de la iglesia. El diablo ha sembrado
su cizaña. En lugar de un hermoso amor impregnando la atmósfera, no hay sino odio,
rencor y celos. Todo esto por el infernal orgullo y la autosuficiencia. Porque "el hombre
viejo" no ha sido quitado de enfrente y clavado definitivamente en la cruz.
Jesús me pertenece
ESPIRITU DE FE
Nosotros hemos estado en esa misma cordillera, y es fácil para nosotros ver como el
poderoso Elías pudo dar un vistazo en todas las direcciones del horizonte para ver si
había alguna respuesta de Dios a su oración. Cuando agonizaba con la cara entre sus
rodillas, Elías recibió el reporte de su sirviente de que ahora había una nube pequeña
como del tamaño de la palma de la mano de un hombre; inmediatamente él profetizó en
fe acerca de la lluvia que venia. La tormenta, en tierra de sequía, fue un milagro de
Dios, pero no olvidemos que el milagro de Dios vino a causa de la fe de Elías. Él
anunció de antemano que iba a llover cuando sólo había una nube minúscula a lo lejos.
El espíritu de fe es peculiar sólo a aquellos que como Elías han orado. Esta gente es el
pueblo de la uncíon secreta de Dios, aquellos que agonizan en sus cámaras secretas.
nunca pasará,
Estos santos no siempre se dejan ver, ya que creen que deben permanecer en lo oculto
por si una pequeña parte de la gloria que le pertenece a Dios les pudiera ser dada a ellos.
A veces estas almas irán a su pastor, o se levantarán en una reunión y declararán que un
poderoso avivamiento viene en camino; muchas veces esto sucede después de que ya
han pasado muchos años, y ellos se atreven a decir que ya sabían que venía el
avivamiento. Podíamos contar uno tras otro los incidentes de santos insignificantes que
han tenido ese espíritu de fe. ¡Ellos profetizaron "el sonido de una lluvia abundante",
cuando no había, ni siquiera una pequeña nube en el horizonte! ¿Cómo lo supieron?
Dios les había revelado sus secretos. Sus oraciones fueron contestadas.
Recordamos cómo en una ciudad de los países escandinavos comenzamos con diez
personas y terminamos con diez mil personas todas las noches en la plaza del mercado.
Este avivamiento vino cuando la gente menos lo esperaba; unos años después
descubrimos que esto ya había sido mostrado por el Señor a una hermana cuyas
oraciones habían sido contestadas a quien el Señor había dicho que haría "una cosa
nueva".
¡Que Dios nos permita ver estos síntomas de avivamiento para su gloria! Ampen.
Mi difunto amigo, Edward Last, dijo hermosamente: "Aunque las iglesias no pueden
producir un avivamiento, deben prepararse para él y esforzarse lo mas que puedan
mientras llega y, paradójicamente, la iglesia que está preparada pára un avivamiento ya
está en él."
"Algunas veces en un día de bochornos hemos visto grandes nubes juntarse, con la
promesa de la lluvia y hemos oído la artillería de los cielos resonando en las alturas; y
cuando volteamos los rostros hacia arriba una o dos grandes gotas caen sobre nosotros y
sabemos que el aguacero está cerca. Así nos parece ahora a muchos cuando levantamos
nuestras caras al cielo y sentimos las gotas refrescantes, aunque sean pocas, pero que
prometen un chubasco. HA COMENZADO A LLOVER".
Una iglesia que necesita ser reavivada es una iglesia que está viviendo por debajo del
patrón normal del Nuevo Tesatamento. Sus miembros, que necesitan ser despertados,
están viviendo una vida cristiana subnormal. El fuego de la consagración a Cristo y el
fuego del cielo por las almas perdidas se está apagando lentamente, y necesita ser
reavivado. Es una tragedia y un hecho real, que la gran mayoría de los cristianos hoy
están viviendo una vida cristiana subnormal. Tan bajo ha caído la vida espiritual de la la
mayoría de los creyentes, que el estado glorioso que trae un avivamiento les parece
anormal. Hemos llegado a considerar que este bajo estado espiritual en nuestra
experiencia es lo normal en la iglesia, y que el avivamiento del espíritu es extraordinario
o anormal.
La falsa idea acerca del avivamiento, se le puede atribuir a las enseñanzas erróneas del
pasado: 1) Que el aceptar el señorío de Cristo en nuestras vidas es una segunda
experiencia de la gracia que es un tipo de añadidura opcional en la vida del cristiano. 2)
La llenura del Espíritu ha sido establecida como un lujo y sólo es para unos cuantos
privilegiados. Que es algo delicado y noble, pero no un mandato necesario para cada
hijo de Dios redimido. Por consiguiente se tienen términos de "súper-espirituales" para
definir una vida que consideran anormal y prácticamente inalcanzable para la mayoría
de los cristianos.
Mucha gente ha venido a mí en los estudios bíblicos, después de insistir en la absoluta
necesidad de estar habituados en la vida espiritual que está declarada en el Nuevo
Testamento, y me han dicho incluso hasta llorando: "Sr. Stewart, somos salvos hace
años, y siempre hemos pensado que lo normal de una vida cristiana eran derrotas y
fracasos mientras caminábamos sobre esta tierra. Nunca habíamos sabido que esa vida
que usted nos describe no sólo es posible alcanzarla, sino que es el estándar de santidad
que Dios tiene para cada uno de sus hijos".
Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová
Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y
que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas"
"Respóndeme, Jehová, respóndeme para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová eres
el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos".
1a de Reyes 18:36-39