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El Legado de La Reforma PDF

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Este número de Diálogo conmemora el V Centenario de la Reforma Protestante, que fue

puesta en marcha en el momento en que Martín Lutero clavó las 95 tesis en la puerta de
la Iglesia Católica en Wittenberg el 31 de octubre de 1517. Este evento, sin duda, cambió
el mundo y la historia. El objetivo principal de Lutero y otros reformadores no fue desafiar
la autoridad de la iglesia, sino reafirmar la primacía de las Escrituras y redirigir el cómo y
el porqué de la historia de la redención en la vida de los creyentes. “La Palabra de Dios,
por medio de la cual probaba Lutero cada doctrina y cada aserto, era como una espada
de dos filos que penetraba en los corazones del pueblo. Por doquiera se notaba un gran
deseo de adelanto espiritual. En todas partes había hambre y sed de justicia como no se
habían conocido por siglos. Los ojos del pueblo, acostumbrados por tanto tiempo a mirar
los ritos humanos y a los mediadores terrenales, se apartaban de estos y se fijaban, con
arrepentimiento y fe, en Cristo y Cristo crucificado”. 1
Por su posición firme, Martín Lutero pagó un precio: su excomunión en 1521 por el Papa
León X. Cuando Lutero fue presionado por la Dieta Imperial a retractarse de sus ideas
“heréticas”, tomó su postura histórica: “Si no se me convence mediante testimonios de la
Escritura y claros argumentos de la razón –porque no le creo ni al papa ni a los concilios
ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos– por los
textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la
Palabra de Dios. Por eso, no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en
contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude, amén!”. 2
Lutero se mantuvo firme contra Emperador, Papa y concilios de la Iglesia, no por orgullo o
nacionalismo alemán, sino debido a su absoluta convicción de la primacía de las
Escrituras, incluyendo su enseñanza crucial que la salvación que es por gracia mediante
la fe, y no por obras. Aceptó la autoridad de la Escritura sobre su vida personal, incluso
cuando sus requerimientos no eran políticamente oportunos o personalmente
convenientes. Por ejemplo, Lutero llegó a creer, a partir de su estudio, que no era bíblico
el requerir que el clero no se casara. Y entonces, en 1525 se casó con Catalina de Bora,
una ex monja, la cual se convirtió en una parte importante de la Reforma y ayudó a
difundir los principios detrás de ese gran movimiento, en particular con respecto a lo que
constituye la vida familiar protestante y los principios que deben gobernar el matrimonio
del clero.
A pesar de que algunos de sus colegas se opusieron a su matrimonio por temor a que
creara un escándalo que pudiera perturbar la Reforma, Lutero llegó a la conclusión de que
“complacería a su padre, irritaría al Papa, causaría risa a los ángeles y haría llorar a los
demonios”.3 Creía que el matrimonio y la vida familiar se habían establecido en la
Creación y habían sido ordenados por Dios como una escuela para el carácter. En la
mesa de Lutero se sentaban seis hijos propios, hijos adoptados de familiares (cuatro, y
según algunos relatos hasta seis), y estudiantes que venían a aprender a Wittenberg bajo
el profesor y doctor en teología Lutero.
En la Universidad de Wittenberg, Lutero daba clases sobre Salmos y los libros de
Romanos, Hebreos y Gálatas. Se convenció de que la doctrina de la justificación –que “el
justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17; Gálatas 3:11, Hebreos 10:38, RVR1960), “es el
principal artículo de toda la doctrina cristiana” 4 y la sola fide se convirtió en el grito
arengador de la Reforma.
Lutero también sostuvo que la Biblia no debía ser el dominio privilegiado del clero erudito,
sino, debía hacerse accesible a todos en su lengua materna. Como una contribución
singular a cada creyente sobre la revelación de la gracia y la bondad de Dios, Lutero
tradujo la Biblia al alemán vernáculo y alentó su traducción a otros idiomas, basado en el
principio de ad fontes (“de regreso a las fuentes”) de los textos originales hebreos y
griegos. Con el tiempo, muchos otros captarían la misma visión de que cada uno debe ser
capaz de leer y escuchar la Biblia en su idioma nativo.
Esa misma visión motivó, por ejemplo, a Mikael Olaui (Mikael Olavinpoika, en finlandés),
cuando era estudiante universitario. Nació alrededor de 1510 en Pernå (Pernaja) en
Finlandia, que era entonces parte del Imperio Sueco medieval. 5 Para reflejar su
ascendencia agrícola, tomó el apellido Agrícola mientras era estudiante en la Escuela
Latina de Viborg (Viipuri), donde fue expuesto por primera vez a las ideas de la Reforma
protestante. Llegó a ser un escriba del obispo en Åbo (Turku) y en 1536, el obispo lo envió
a estudiar a Wittenberg, el centro de la Reforma Luterana. Al año siguiente, Agrícola
comenzó a traducir el Nuevo Testamento al finlandés.
Agrícola obtuvo una Maestría en 1539 y dejó Wittenberg para convertirse en el rector de
la Escuela (de la Catedral) de Turku, donde permaneció hasta 1548. Este fue un período
productivo de escritura, donde entre otras obras, escribió un libro de oraciones con 29
himnos para la nueva Iglesia Luterana de Finlandia, lo que provocó la Reforma en la
experiencia del culto con una liturgia vernácula (el propio Lutero fue un prolífico escritor de
himnos). Después de un período de aprobación de cinco años, el Nuevo Testamento de
Agrícola en finlandés fue finalmente impreso en 1548. En 1554, el rey sueco Gustav Vasa
lo hizo consagrar como obispo de la parroquia de Turku (sin la aprobación papal) y de ese
modo, la reforma se arraigó firmemente en esta parte de Escandinavia. Agrícola también
respaldó el matrimonio en el sacerdocio, por tanto, se casó y tuvo un hijo, Cristian, quien
siguió los pasos de su padre y en 1583 se convirtió en el obispo de Tallin y Haapsalu
(Estonia). Pero el gran legado de Mikael Agrícola fue la traducción del Nuevo Testamento
al finlandés y el desarrollo de la ortografía de la lengua para que la gente común pudiera
estudiar la Biblia en su idioma. Aún hoy es llamado el “padre de la literatura finlandesa”, y
en 2016 Finlandia fue clasificada como el país más culto del mundo. 6
Pero, ¿cuál es el beneficio final en el aumento de la alfabetización si la misma está
separada de Dios? El enseñar a la próxima generación a valorar la supremacía de las
Escrituras y el colocarlas a disposición en la lengua vernácula en todo el mundo, son
obras que siguen el espíritu de la Reforma. Todavía se debe hacer valer la Palabra de
Dios en la vida de cada uno, dado que ordena la vida cotidiana, da forma a nuestras
relaciones con los demás, y nos lleva a Cristo y a la salvación que es mediante la fe
―sola fide.
Lisa M. Beardsley-Hardy, Editora Jefe de Diálogo

Citación Recomendada
Lisa M. Beardsley-Hardy , "El legado perdurable de la Reforma Protestante," Diálogo 29:3
(2017): 3-4
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Elena G. White, El conflicto de los siglos (Miami: Asociación Publicadora Interamericana,
2007), 124.
2. Roland H. Bainton, Here I Stand: A Life of Martin Luther (New York: Mentor, 1950), 144.
3. http://www.visit-luther.com/reformation-heroes/katharinavon- bora/.
4. Martin Luther, Sämmtliche Schriften, IX, 129 (edición de St. Louis,) IX 192; WA XL-1,
168, traducido y publicado en Herbert J. A. Bouman, “The Doctrine of Justification in the
Lutheran Confessions”, Concordia Theological Monthly 26:11 (Noviembre 1955): 801. Los
textos bíblicos de esta editorial provienen de la versión Reina-Valera 1960.
5. http://www.reformaatio2017.fi/in-english/turku-in-english/ mikael-agricola/
6. https://www.theguardian.com/books/2016/mar/11/finlandranked- worlds-most-literate-
nation.
© Comisión de Apoyo a Universitarios y Profesionales Adventistas (C

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