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Epistola Del Apóstol San Pablo A Los Romanos

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EPISTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS

DR. HECTOR SALINAS AYALA


RED MINISERIAL FUNDAMENTO PARA LA FAMILIA

1. EPÍSTOLAS

LA LITERATURA EPISTOLAR DEL NUEVO TESTAMENTO


Veintiuno de los veintisiete libros que forman el NT pertenecen al género epistolar.
Son cartas escritas con el fin de dirigir, aconsejar e instruir en sus primeros desarrollos a
iglesias recién formadas, o para ayudar a los responsables de pastorearlas y administrarlas.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles se relata cómo la fe cristiana comenzó a propagarse por
Palestina, Asia Menor y diversos puntos de Grecia en los años que siguieron a la ascensión del
Señor. la rapidez de esta expansión vino muy pronto a revelar que el trabajo misionero no
se reducía a promover pequeños grupos de creyentes en diversos lugares, sino que exigía,
además, mantener con las nuevas comunidades una relación vital que con- tribuyera a
edificarlas espiritualmente y a orientar su conducta de acuerdo con los dictados de su fe en
Cristo.

Como consecuencia de esta necesidad, el anuncio del evangelio, básicamente oral al


principio, tuvo que ser sustituido o adicionado no mucho tiempo después con la
comunicación por carta. Esto hizo posible a los predicadores continuar su labor de
extensión misionera sin por ello abandonar la atención de las iglesias ya establecidas.

Las epístolas, lo mismo que los restantes libros del NT, están escritas en griego, lo que no
significa que el estilo literario epistolar estuviera especialmente difundido en el mundo griego
de la época. Sí lo estaba entre los Romanos, que hicieron uso normal del correo como
instrumento idóneo para vincular la metrópoli con las legaciones políticas y militares de
servicio en las provincias del imperio.

• Las epístolas se clasifican de acuerdo al tema que tratan:


Primeras epístolas: Es un epígrafe que hace referencia a la época en que fueron
compuestas. No sólo se considera que son los escritos más antiguos del apóstol Pablo,
sino incluso de todo el NT.
• Grandes epístolas: Entre ellas se incluye Gálatas, a pesar de la brevedad del texto.
La razón está en su cercano parentesco temático con Romanos, lo cual requiere
considerarlas juntamente.
• Epístolas de la prisión: Cuando Pablo redactaba estas cartas, se hallaba cautivo
en algún lugar que no ha logrado determinarse. Muchos piensan que se trataba de
Roma; otros muchos sugieren Éfeso; pero, en realidad, ni siquiera puede afirmarse con
certeza que las cuatro epístolas hayan sido escritas desde una misma prisión.
• Epístolas pastorales: Corresponden a un tiempo en que el cristianismo, habiendo ya
progresado en la fijación de la doctrina y en la elaboración de la estructura eclesial,
necesita ordenar administrativa y pastoralmente su vida y su trabajo.
• Epístolas universales (o generales): Comenzó a aplicarse este título en el s. ll,
cuando aún estaba formándose el canon de los libros del NT. Significa que las siete cartas
del grupo (salvo 2 Jn y 3Jn, que fueron incluidas aquí por su parentesco con l Jn) no
están dirigidas a un destinatario determinado, sino a la generalidad de los creyentes.

CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO EPISTOLAR


La estructura literaria de las epístolas apostólicas no es uniforme. Incluso algunas de ellas
(Hebreos y Santiago) parecen más bien sermones o tratados doctrinales, a los que, por
alguna razón pastoral, se les agregó algún aspecto de carácter epistolar (como el cap. 13
de Hebreos o el comienzo de Santiago. Las cartas tienen el modelo clásico romano, que
consistía en: a) un saludo inicial, precedido de la presentación del autor y la indicación del
destinatario; b) el texto o cuerpo de la carta propiamente dicho, y c) la despedida, que
incluía saludos de personas conocidas del autor y del receptor, y saludos para esas
personas.

.. El imperio romano
Los autores cristianos modificaron en ocasiones este modelo de carta en algunos de sus detalles.
Por ejemplo, en lugar de la característica salutación inicial romana «Salud», Pablo introduce al
comienzo de casi todas sus epístolas una expresión más compleja, que da testimonio de su fe, por
ejemplo, en la Epístola a los Romanos comienza diciendo: «Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a
ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios» Romanos 1:1.

Del mismo modo, la despedida no se limita al escueto y frío «Pásalo bien» que leemos, por
ejemplo, en la carta del tribuno Claudio Lisias al gobernador Félix (Hch 23.30), sino que a
menudo incluye, junto a saludos personales, una exhortación, bendición o doxología, como se ve
en Romanos 16.

REDACCIÓN DE LAS EPÍSTOLAS


En la época en que nacieron las epístolas neotestarnentarias era práctica habitual que el autor
(dictara el texto a un asistente o amanuense. Es muy probable que Romanos fuera dictada por
el apóstol Pablo a un creyente que se identifica a sí mismo como «Tercio, que escribí la
epístola» (Ro 16.22).
En ocasiones, el autor no sé valía de un escribiente sino de un auténtico secretario, quien, una
vez informado de los asuntos por tratar, se encargaba de componer y redactar la carta de
principio a fin. También era usual que, al término del escrito, el propio autor añadiera, de su
pufio y letra, su nombre y unas pocas palabras de saludo (cf. 1 Co 16.21, Gl 6.11 y, quizá, 1P
5.12).

También sucedía a menudo que un libro, cuyo autor quería ofrecer el pensamiento o las
enseñanzas de un personaje de reconocido prestigio, era publicado con el nombre de este
último, sin importar si vivía o si ya había muerto. Esto se veía también en el NT.

Ciudades a las que Pablo envió cartas

Mar Negro

cf. O O N IA
,,... Filipos
2. RASGOS IMPORTANTES DE LA EPISTOLA DEL APÓSTOL SAN
PABLO A LOS ROMANOS

2.1. ESQUEMA DEL CONTENIDO


Se detecta en la carta el siguiente esquema de contenido de la epístola:

Prólogo {l.1-15)
1. Parte doctrinal: Salvación por la fe (l.16-11.36)
2. Parte exhortatoria:Conducta cristiana (12.1-15.13)
Epílogo (15.14-16.27)

2.2. ROMA
Los orígenes de la ciudad de Roma se remontan al siglo VIII a.C. Por entonces comenzaron
a poblarse las siete colinas vecinas al río Tíber sobre las que, en un futuro aún lejano, habría
de alzarse la capital del mundo conocido.
Aquellos primitivos asentamientos humanos crecieron poco a poco. Se unieron entre sí,
establecieron principios de convivencia y sentaron las bases que un día conducirían a la
instauración de un sistema de gobierno colectivo, conforme al modelo de república que
caracterizó a Roma entre los s. VI y II a.C.

A medida que se afirmaba la unidad del estado crecía su capacidad económica y militar,
de donde se derivó también un fuerte anhelo de posesión territorial que empujó a Roma a
la conquista de países y al sometimiento de gentes de muy diversas nacionalidades y
lenguas. Con el paso de los años, se hizo dueña de toda la cuenca del Mar Mediterráneo y
sus territorios circundantes, y aun mucho más allá.

En la época de Jesús, la república de Roma se había transformado en Imperio. Y fue en


pleno corazón de aquel imperio romano, en parte admirable, y en parte lleno de conflictos
y moralmente degradado, donde surgió la iglesia a la que el apóstol Pablo escribió esta
epístola, sin duda la más importante de las suyas desde el punto de vista teológico.

2.3. PROPÓSITO DE LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS


La profundidad de pensamiento del autor pone de relieve su confiada entrega a la gracia
de Dios, y manifiesta su vocación y el fervor que lo anima; un fervor evangelizador que ha
inspirado acontecimientos decisivos para la historia y la cultura de la humanidad.
Cuando el apóstol redactó esta epístola, la más extensa de todas las suyas, aún no se le
había presentado la ocasión de visitar a los creyentes residentes en Roma (1.10-15).
Sin embargo, la larga lista de saludos del capítulo 16 parece probar que ya por entonces
contaba con muchas relaciones y afectos entre aquel grupo de hombres y mujeres que, en
pleno corazón del imperio, habían sido «llamados a ser de Jesucristo» (1.6,7).

En muchas ocasiones Pablo se había propuesto muchas veces viajar a Roma {1.9-10,13,15;
15.22-23), para anunciar allí el evangelio (1.15) y comunicar a los hermanos «algún don
espiritual», para ser «mutuamente confortados por la fe» en Cristo (l.l1-12).
Pero al escribirse esta carta -el Apóstol- estaba considerando a España corno campo de
su próxima labor misionera, cuando ve llegar también la oportunidad de realizar la anhelada
visita (15.24,28).

En esas circunstancias, el apóstol pareció entender que su presencia en Roma contribuiría


a superar algunas tensiones que se estaban presentando en la iglesia.
Pasajes como 11.11-25 y 14.1-15.6 revelan que sobre la comunión fraternal se venía un serio
peligro de división, a causa de rivalidades surgidas entre creyentes de distinta procedencia:
los unos del judaísmo y los otros del paganismo (cf. a este respecto Hch 6.1; GI 1.7; 2.4) .

2.4. FECHA Y LUGAR DE REDACCIÓN


Esta epístola fue escrita probablemente alrededor del año 55, durante una permanencia de
Pablo en la ciudad de Corinto. Tanto por su contenido como por sus características
literarias, se aproxima a la epístola enviada a las iglesias de Galacia. Las dos pertenecen a
la misma época y revelan similares intereses doctrinales.

Lo que no se sabe es cuál de ellas fue redactada primero. Por eso, algunos ven en Romanos
una exposición ampliada, muy meditada y serena, de la breve epístola a los gálatas, mientras
que otros piensan que Gálatas es una especie de síntesis polémica y vehemente de la carta
a los romanos.
Como quiera que sea, ambos escritos deben considerarse desde una perspectiva común,
puesto que en definitiva se trata de la transmisión de un mismo mensaje que incluye idénticos
conceptos fundamentales: el dominio del pecado sobre todos los seres humanos (Ro 1.18-
2.11; 3.9-19, cf. GI 3.10-11; 5.16-21), la incapacidad de la Ley de Moisés para salvar al pecador
(Ro 2.12-29; 3.19-20; 7.1-25, cf.GI 2.15-16; 3.J 1-13,21-26), la gracia de Dios revelada en Cristo
(Ro 1.16-17; 3.21-26, cf. Gl 2.20-21; 4.4-7), la justificación por la fe (Ro 3.26,30; 4.1-5.11, cf.
Gl 2.16; 3.11,22-26; 5.1-6) y los frutos del Espíritu (Ro 8.1-30, cf. Gl 5.22-26).

2.5. CONTENIDO Y ESTRUCTURA


En cuanto a la estructura literaria, Romanos se divide en dos partes principales:
• La primera es propiamente doctrinal (1.16-11.36); la segunda, de exhortación (12.1-
15.13).
• Contiene además una introducción rica en conceptos teológicos (Ll-15) y
• Una conclusión que completa el texto aportando gran número de notas de carácter
personal (15.14- 16.27).

Los temas tratados en Romanos son teológicamente densos, pero Pablo los expone de un
modo ameno, y hace fácil su lectura introduciendo variados recursos estilísticos: diálogos,
preguntas y respuestas, citas del AT, ejemplos y alegorías. La sección doctrinal es la más
extensa.

2.5.1. Pablo reflexiona acerca del ser humano, dominado por el pecado e incapaz de
salvarse por su propio esfuerzo. Afirma, como el salmista (cf. Sal 14.1-3; 53.1-3),
que todos, tanto judíos como gentiles, «pecaron y están destituidos de la gloria de
Dios» (3.23);
2.5.2. Que sólo Dios puede salvar a los pecadores, y
2.5.3. Que lo hace por pura gracia, «mediante la redención que es en Cristo Jesús»
(3.24).
2.5.4. El tema de la fe y su importancia para la reconciliación del pecador con Dios se
extiende cap.3.21 a 4.25. En un lenguaje jurídico magistralmente utilizado, el apóstol
introduce términos como «ley», «mandamiento», «transgresión», «justificación», «gracia»
y «adopción». Pero los presenta bajo la nueva luz de la libertad y la paz ofrecidas en Cristo
al pecador que se arrepiente, con quien Dios ha querido establecer una definitiva
relación de amor y de vida (5.1-8.39).

2.5.5. Los capítulos 9 al 11 constituyen una unidad temática que se destaca del resto
de la epístola. Aquí Pablo nos descubre su íntima preocupación porque Israel no ha
llegado a comprender que «el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que
cree» (10.4).
Sin embargo, el apóstol está persuadido de que Dios no abandonará nunca a su pueblo
escogido (11.1-2), por cuanto «irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios»
(11.29). Israel será restaurado (11.25-28), porque Dios tendrá misericordia de él como
también la ha tenido de los gentiles (11.11-24,30-32).

2.5.6. La segunda parte de Romanos comienza en 12.L Es una exhortación a vivír


según la ley del amor, una apelación a la fe y a la conciencia cristiana. Todo creyente es
llamado a poner en práctica esa ley, sea en el seno de una congregación de fieles (12.3-
21; 14.1-15.13), sea en las relaciones con la sociedad civil (13.7-9) o con las autoridades y
altas magistraturas del estado (13.1-7).

2.5.7. La fe debe manifestarse en la autenticidad del amor. Por lo tanto, la fe se opone a


cualquier actitud de soberbia personal o colectiva. La jactancia y el menosprecio al
prójimo no se corresponden con la solidaridad, que resulta del amor y le rinde testimonio
(12.1- 15.13).

2.5.8. A partir de 15.14 y hasta 16.27 se desarrolla el epílogo de la epístola. Es una


extensa y cautivadora relación de observaciones personales, recomendaciones y
saludos dirigidos a una serie de fieles, de muchos de los cuales se hace constar las
vírtudes que los adornan. Pablo une a los suyos los saludos de algunos de sus
colaboradores, como Timoteo y como Tercio, que escribió la epístola, y también de
algunos parientes, como Lucio, Jasón y Sosípater (vv. 21-22).

2.5.9. Pero el capítulo 16 no sólo registra saludos y recomendaciones, sino que


dedica hasta sus últimas palabras a animar a sus lectores y a afirmar la victoria
reservada para cuantos confían en el poder de Dios («Y el Dios de paz aplastará muy
pronto a Satanás bajo vuestros pies», v. 20).

2.5.10. Finalmente, una espléndida doxología cierra la epístola como con broche
e oro (16.25-27).

DR. HECTOR SALINAS AYALA


RED MINISTERIAL FUNDAMENTO PARA LA FAMILIA
MÉXICO
www.hectorsalinas.com

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