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Arribas, Sebastián - Mundiales, Historia Completa de Los Mundiales de Fútbol

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1

SEBASTIÁN ARRIBAS

MUNDIALES
HISTORIA COMPLETA
DE LOS MUNDIALES DE
FÚTBOL

EDITORIAL DUNKEN
Buenos Aires
2014

2
Arribas, Sebastian
Mundiales: historia completa de los mundiales
de fútbol . - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Dunken, 2014.
528 p.; 23x16 cm.
ISBN 978-987-02-7458-2
1. Fútbol. Historia de los Mundiales. I. Título
CDD 796.330 9

Contenido y corrección a cargo de los autores.

Impreso por Editorial Dunken


Ayacucho 357 (C1025AAG) - Capital Federal
Tel/fax: 4954-7700 / 4954-7300
E-mail: info@dunken.com.ar
Página web: www.dunken.com.ar

Hecho el depósito que prevé la ley 11723


Impreso en la Argentina
© 2014 Sebastián Arribas
e-mail: sarribas2002@yahoo.com.ar
ISBN 978-987-02-7458-2

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Prólogo

La idea de escribir un libro sobre la historia de los mundiales sur-


gió de las sensaciones que despierta en mí, y en mucha gente, un
Mundial de Fútbol. Tal vez porque pasé la adolescencia disfrutando de
los triunfos albicelestes del ‘86, la sufrida hazaña del ‘90 y la desilu-
sión del ‘94, que marcaron un momento de la vida donde uno se forma
y forma su personalidad.
Hace aproximadamente, veinte años, cuando ya había decidido es-
tudiar “periodismo”, comencé a recolectar información sobre los
mundiales, revistas, diarios, recortes, fixture, libros, videos. Con el
surgimiento de Internet pasé horas y horas navegando en busca de
páginas sobre los mundiales, crónicas, un dato nuevo, una curiosidad,
estadísticas, récords.
En un principio la idea era escribir sobre la historia de los mundia-
les como algo personal, con el tiempo fue madurando la idea de poder
compartir el trabajo con los demás. Entonces debí definir el estilo,
cómo escribir sobre algo de lo que ya se había escrito tanto, aportando
novedad a un tema trillado.
El desafío fue grande, indagar, leer, marcar, seleccionar, jerarqui-
zar información, recortar, corroborar datos, contrastar informaciones y
finalmente redactar. Fueron meses de trabajo apasionado que deriva-
ron en esto: Mundiales, “Historia completa de los mundiales de fút-
bol”. Una obra que contiene investigación periodística, estadísticas,
anécdotas, política, historia y geografía.
Mundiales, “Historia completa de los mundiales de fútbol” pre-
tende ser un libro para todos. Los fanáticos del fútbol encontrarán es-
tadísticas indispensables para cualquier seguidor del deporte y detalles
de todos los partidos jugados alguna vez en un Mundial. Los que no
son amantes del deporte rey, podrán disfrutar de infinidad de graciosas
anécdotas ocurridas desde los comienzos del fútbol hasta Brasil 2014.
Todo enmarcado en un contexto sociopolítico, económico y cultural

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que condicionó el correr de la pelota.
Así, en las páginas siguientes podrán leer sobre el Maracanazó,
Hungría del ‘54, el Brasil de Pelé, la “Naranja Mecánica”, el Mundial
‘78, el 6 a 0 a Perú, los dos goles de Maradona a los ingleses, el gol de
Caniggia a Brasil, el penal de Codesal en la final del ‘90, el doping de
Diego en el ‘94, el cabezazo de Zidane en el 2006, la España campeo-
na del 2010 y la previa de Brasil 2014, entre algunos hechos salientes.
También podrán encontrar anécdotas que van desde el perro inglés
Pickles hasta el pulpo Paul, desde quedar afuera del Mundial por sor-
teo a clasificar con un gol con la mano en el descuento, desde dejar de
usar un color de camiseta por “mufa” hasta jugar con camisetas pres-
tadas, desde árbitros que no amonestaban a otro que sacaba tres tarje-
tas amarillas al mismo jugador, desde el resguardo de la copa en una
caja de zapatos ante la invasión Nazi a Italia hasta su robo y posterior
fundición en Brasil, desde los cantos contra la dictadura en el ‘78 has-
ta las vuvuzelas de Sudáfrica 2010, atentados, asesinatos, recompen-
sas, intereses, gloria, amateurismo, profesionalismo, negocio, todo eso
y mucho más, contado de manera amena y llevadera, encontrarán a
continuación.

EL AUTOR

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Nacimiento del fútbol

Los historiadores aún no se han puesto de acuerdo sobre dónde


comenzó a jugarse al fútbol, o algo que se le asemeje. En la China
milenaria se jugaba al tsu chu; algunos sostienen que en Japón se prac-
ticaba hace catorce siglos el kemari, disputado en un jardín de catorce
metros cuadrados; otros, que en Grecia se practicaba un deporte con
una vejiga llena de aire a modo de pelota denominado sphoere machis;
algunos aseveran que a los inicios del fútbol hay que buscarlos en
Egipto y Babilonia; hay quienes aseguran que en Roma se jugaba una
especie de fútbol rudimentario llamado harpastum; otros afirman que
en las civilizaciones azteca, inca y maya también se jugaba golpeando
una pelota con el cuerpo. Y probablemente habrá algún antecesor
prehistórico más de lo que hoy conocemos como fútbol, el deporte
más apasionante del mundo.
Lo cierto es que queda claro que, a su modo, en distintos rincones
del mundo desde años inmemoriales se practicaban juegos donde se
utilizaban pelotas y los pies o el cuerpo para trasladarla enfrentando a
otro grupo de personas.
En el año 2002, la Federación Internacional del Fútbol Asociado
(FIFA), entidad rectora del fútbol mundial, demostró lo que los histo-
riadores no lograron. En la Feria del Libro de Francfort, Alemania,
presentó alrededor de dos mil piezas orientales de antaño justificando
que los inicios del fútbol se produjeron en China y su antecesor fue el
tsu chu.
El tsu chu fue inventado por un emperador chino, según se des-
prende de un manual militar de la dinastía Han. Se jugaba para cele-
brar el cumpleaños del emperador de turno, era una práctica deportiva
que consistía en una competencia conformada por dos equipos sin
número definido de participantes que debían hacer pasar una pelota
rellena de pelo o crin por entre dos aros de treinta centímetros de diá-
metro, uno a cada extremo de la plaza donde se disputaba el juego.
Los aros eran elevados por cañas de bambú de ocho metros de altura

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sosteniendo una red de seda para contener la pelota que en ellos ingre-
saba. La pelota era impulsada con los pies y en turnos, por un jugador
por equipo.
Mucho más acá en el tiempo, hablamos de los siglos XVII y
XVIII, en Florencia se jugaba calcio, como todavía hoy se conoce en
Italia al fútbol. Era muy popular, se practicaba en las plazas y contaba
con quince jugadores, cinco de ellos arqueros, que debían cubrir un
espacio de cincuenta metros demarcado por dos postes, todo el ancho
de la cancha. Quienes aseguran esto, que está muy bien documentado,
también sostienen que en Inglaterra todavía no había indicios del de-
porte.
En el párrafo anterior hicimos referencia a Inglaterra porque son
los ingleses quienes se ufanan de ser los inventores del fútbol mo-
derno, cosa que en cierto modo es verdad. Por lo menos hay que dar-
les el crédito de ser quienes reglamentaron el deporte. Pero, ¿cómo
llegó el fútbol a Gran Bretaña? Hay varias versiones, como no podía
ser de otra manera. Una se vincula a Julio César, cuando los bretones
expulsaron a sus tropas en el año 55 a.C. Otra versión aduce que fue
Guillermo el Conquistador quien importó el juego desde Francia y
otros que fueron inmigrantes florentinos quienes llevaron el calcio a
Inglaterra.
Lo concreto es que el fútbol en la isla era bastante violento, era
natural que jugadores murieran durante un partido o sufrieran quebra-
duras y lesiones de todo tipo. Es por ello que Eduardo II, por ejemplo,
prohibió la práctica de este juego salvaje condenando con penas de
cárcel a quienes lo disputaran. La gente no hizo demasiado caso a la
prohibición y el fútbol siguió creciendo y ganando adeptos con el paso
del tiempo.
La prohibición continuó hasta 1681, cuando el rey Carlos II se en-
tusiasmó con el juego y autorizó la realización de un partido bajo nue-
vas reglas.
Se enfrentaron los equipos del mismísimo rey Carlos II y el conde
de Abermale. El triunfo fue para el conde y el rey debió pagarle diez

7
escudos de oro, pero quedó tan impresionado que levantó la prohibi-
ción.
El problema ahora era unificar reglas porque se hacía dificultoso
jugar partidos cuando cada equipo tenía sus reglas particulares. Luego
de idas y vueltas, las primeras reglas del fútbol nacieron en la univer-
sidad inglesa de Cambridge, en octubre de 1848, normas que todavía
conservaban aspectos comunes al rugby. Estas primeras reglas defi-
nieron el tamaño del campo de juego, los arcos y otras medidas bási-
cas que fueron reformadas en otra reunión realizada en la taberna
Freemason de Londres el 26 de octubre de 1863. En la misma cita
quedó constituida la Football Association, la asociación de fútbol más
longeva del mundo.
En una nueva asamblea de la Football Association, realizada el 24
de noviembre 1863, se decidió definir las reglas prohibiendo la utili-
zación de las manos en el fútbol, incluso penando su uso.
Los representantes de uno de los colegios miembros, el colegio de
Rugby, se opusieron fervientemente a la prohibición de utilizar las
manos por lo que dictaron sus propias reglas. Así, ocho años más tarde
surgía lo que hoy se conoce como la Rugby Union, quedando diferen-
ciados para siembre el fútbol y el rugby.
El fútbol continuaba su crecimiento: lo jugaban las clases acomo-
dadas para pasar el tiempo y mantener en forma el cuerpo; y también
lo hacían las clases trabajadoras, que si bien ejercitaban y agotaban el
cuerpo trabajando en las fábricas, el fútbol les permitía distraerse y
olvidar la ingrata vida que llevaban.
A medida que se practicaba más y más se hicieron necesarias nue-
vas reglas. En 1865 se decidió colocar una soga de poste a poste cons-
tituyendo el primer travesaño; en 1866 se creó la regla del offside; en
1871 se creó la figura del arquero, a quien se le permitió utilizar las
manos; en 1875 se dispuso el tiro de esquina, se reemplazó la soga
entre palo y palo por un travesaño de madera, y se comenzó a cambiar
de lado luego de cada gol (como se estila hoy en día en el polo por
ejemplo); en 1881 se incorporaron los árbitros. Hasta ese momento las

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controversias se resolvían “caballerosamente” entre los capitanes de
cada equipo y apelando a su buena fe; en 1882 se permitió el saque
lateral con las manos.
Un grave problema seguía siendo la rudeza con que se jugaba. Un
periódico inglés de la época publicaba que durante las temporadas de
1888, 1889 y 1890, este “criminal deporte” se había cobrado nada
menos que 71 jugadores muertos y 365 lesionados de distinta grave-
dad. Entonces, en 1890 se instauró el penal. Hasta ese momento, jugar
de centro delantero era un acto suicida, la mayoría de lesiones graves
se producían cerca del arco en ocasiones claras de oportunidad de
marcar, y en las redes de los arcos. En 1902 el área paso a medir dieci-
séis yardas en lugar de doce, de ahí en adelante se fueron incorporan-
do pequeñas modificaciones, tal vez las más resonantes fueron la de
permitir cambios, actualizaciones del offside hasta llegar a como lo
conocemos hoy, la incorporación de las tarjetas amarilla y roja, o que
el arquero no pudiera tomar la pelota con las manos luego de un pase
con el pie de un compañero de equipo, que tuviera seis segundos para
sacar, por citar las más significativas.
El fútbol siguió ganando adeptos dentro y fuera de Gran Bretaña,
primero en el resto de Europa, comenzando por los países más cerca-
nos, y posteriormente diseminándose por el mundo gracias a comer-
ciantes, estudiantes, marineros e inmigrantes que se distribuyeron por
distintos lugares del planeta.
En Argentina comenzó a jugarse al fútbol en las décadas de 1860
y 1870, primero en la Capital Federal y luego en el resto del país.
En febrero de 1893 se creó la Argentine Association Football
League, que con el paso de los años se transformó en lo que hoy co-
nocemos como Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

9
La FIFA

La idea de crear una entidad internacional que aglutine las federa-


ciones de fútbol de cada país fue de un dirigente holandés de apellido
Hirschmann, quien en el año 1902 comenzó las gestiones para concre-
tar esa idea. Sin demasiado eco en un principio, su propuesta tuvo
aceptación dos años más tarde, cuando el 21 de mayo de 1904, en una
reunión realizada en París, se creó la Federación Internacional del
Fútbol Asociado (FIFA). De ella participaron representantes de Sue-
cia, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza y España. En la misma reunión
fue elegido Robert Guerín de Francia como presidente y Hirschmann
como secretario.
En una nueva reunión de la FIFA al año de su fundación surgió la
idea de realizar un Campeonato Mundial de fútbol. Se redactó el pro-
yecto y se decidió disputarlo en 1906 en Suiza, recibiéndose inscrip-
ciones hasta agosto de 1905. Para esa altura, las asociaciones de Gran
Bretaña, Italia, Austria, Hungría, Alemania y Dinamarca se habían
integrado a la Federación.
El primer revés para la FIFA se dio poco tiempo después al com-
probar que no se había recibido una sola inscripción al momento de la
fecha de cierre. Por varios años no se volvió a incurrir en el tema de
organizar un torneo mundial.
Argentina se incorporó en 1912 al igual que Chile, en 1913 lo hizo
Estados Unidos, en 1917 Brasil y en 1923 Egipto y Turquía.
En 1914 se sumó a la FIFA Jules Rimet, quien iba a tener un pro-
tagonismo crucial en el nacimiento de los Mundiales. Mientras tanto,
Hirschmann continuó ejerciendo gran influencia en el organismo rec-
tor del fútbol mundial y propuso que se reconociera al torneo olímpico
de fútbol como un campeonato mundial amateur si era organizado
conforme a sus reglamentos.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) se produjo un
paréntesis, pero al terminar esta, Hirschmann rápidamente se puso a

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trabajar para recuperar el normal funcionamiento de la FIFA. En 1918
fallecío el presidente Woolfall, inglés, y recién el 1 de marzo de 1921
asumió el francés Jules Rimet, quien ejercería el cargo hasta 1954.
Los Juegos Olímpicos de París, en 1924, fueron un éxito sin pre-
cedentes para el fútbol. Participaron 22 federaciones: Uruguay, Yu-
goslavia, Estados Unidos, Estonia, Checoslovaquia, Turquía, Suiza,
Lituania, Italia, España, Hungría, Polonia, Suecia, Holanda, Rumania,
Bulgaria, Irlanda, Francia, Letonia, Luxemburgo, Bélgica y Egipto,
(Portugal se bajó a último momento). En la final, Uruguay, un ignoto
país del sur de América, le ganó 3 a 0 a Suiza, confirmando que el
fútbol no era propiedad de los europeos y que en Sudamérica se juga-
ba de una manera depurada y técnica, muy agradable a la vista. Los
juegos de París demostraron que el fútbol era universal y que los esti-
los de juego se adaptaban a las culturas de cada país.
El éxito de los Juegos de París 1924 hizo resurgir la idea de orga-
nizar un Mundial de Fútbol por fuera de los Juegos Olímpicos. A este
hecho se sumó el pase al profesionalismo de las federaciones de Aus-
tria, Checoslovaquia y Hungría en 1926. Recordemos que la condición
para disputar Juegos Olímpicos hasta entonces era que los deportistas
debían ser amateurs. Por eso mismo, los Juegos de 1928 en Ámster-
dam ya no tuvieron el brillo de los anteriores en París. Se inscribieron
17 selecciones, cinco menos que en la edición anterior. La creación de
un torneo donde pudieran jugar amateurs y profesionales de modo
indistinto comenzaba a hacerse necesaria.
En 1925, Jules Rimet, estando en Ginebra de vacaciones, se en-
contró con el embajador de Uruguay en Bélgica Enrique Buero. El
tema casi absoluto de la conversación fue el fútbol. Rimet elogió el
desempeño de la selección uruguaya en los Juegos de 1924 y contó
como al pasar la idea de organizar una copa del mundo en un futuro
próximo. Al escuchar al presidente de la FIFA, Buero quedó encanta-
do con la iniciativa y le aseguró que su país estaría a disposición para
que allí se realice dicha competencia haciéndose cargo de la organiza-
ción correspondiente. El fortuito encuentro entre el presidente de FI-

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FA y el diplomático uruguayo, muy probablemente fue un punto clave
en la designación del país vecino como sede de la primera Copa del
Mundo de fútbol.
El 5 de febrero de 1927 se reunió en Zurích una comisión de FIFA
con el fin de debatir la posibilidad de crear una Copa del Mundo o
continuar considerando como tal al torneo que se desarrollaba en el
marco de los Juegos Olímpicos. Finalmente se impusieron los argu-
mentos que decían que era insostenible continuar manteniendo el ama-
teurismo, condición exigida para competir en los Juegos Olímpicos.
Existían cada vez más selecciones que no podían inscribir a sus mejo-
res jugadores, pues “trabajaban” como futbolistas, por lo que se des-
virtuaba el poderío real de los seleccionados. Y como sabemos, ya no
habría vuelta atrás.
El nuevo torneo tendría la particularidad de ser abierto, tanto a
profesionales como a futbolistas amateurs. Esta propuesta fue aproba-
da en mayo de 1928 por veintitrés votos favorables, cinco en contra
(Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia y Noruega) y una abstención
por parte de Alemania. Por lo que podemos decir que aquí nació la
Copa del Mundo.
En el congreso de la FIFA de Barcelona en mayo de 1929 se defi-
nieron las condiciones para participar y se presentaron las candidatu-
ras. Uruguay, Suecia, España, Hungría e Italia pretendían ser sede de
la Copa. Las cuatro federaciones europeas, por distintas razones, reti-
raron sus candidaturas, aunque Italia logró casi con certeza la organi-
zación de la siguiente edición. Uruguay mantuvo firme su candidatura
por lo que se le adjudicó el honor, la responsabilidad y las costas de
organizar la primera Copa del Mundo.
Uruguay pretendía organizar la Copa del Mundo para celebrar el
centenario de la patria y nada mejor que hacerlo demostrando al mun-
do lo que un pequeño país con garra y coraje podía lograr, más tenien-
do en cuenta que se habían adjudicado los dos últimos Juegos Olímpi-
cos, el de París en 1924 y el de Ámsterdam en 1928. Pero a cambio
debía hacerse cargo de los gastos de desplazamiento y estadía de las

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delegaciones.
Luego del mencionado congreso de Barcelona, la FIFA publicó
las principales reglas en que se basaba la organización del Campeona-
to del Mundo de fútbol: se realizaría cada cuatro años comenzando en
1930; la copa sería donada por la FIFA; sería un torneo abierto a todas
las asociaciones; si los equipos superaban el número de treinta, la FI-
FA podría ordenar que se jueguen partidos eliminatorios.
También luego del congreso de Barcelona, Jules Rimet encargó a
Abel Lafleur, un orfebre de París, diseñar un trofeo que se pondría en
juego en cada Mundial y quedaría en custodia hasta la próxima cita.
Aquella selección que ganara la Copa del Mundo en tres ocasiones se
quedaría definitivamente con el trofeo. La copa consistía en una figura
de mujer que representaba a la diosa griega Nike, diosa de la victoria,
quien tenía las manos extendidas sosteniendo un vaso octogonal. Mol-
deada con oro puro de 18 quilates, medía 55 centímetros, pesaba tres
kilos ochocientos gramos y se apoyaba en una base de mármol de Ca-
rrara: 1,800 kilogramos de oro y 2 de mármol. El costo de la estatuilla
fue de cincuenta mil francos. Desde 1946, esta copa llevaría el nombre
de su ideólogo Jules Rimet.

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Uruguay 1930

“Uruguay festejó su centenario levantando la Copa del Mundo”

El entusiasmo en Uruguay por organizar el primer Mundial de


Fútbol fue mayúsculo. Prometieron construir un gran estadio en Mon-
tevideo, capital del país donde se desarrollaría la totalidad del torneo.
Para Uruguay era la posibilidad de ser noticia mundial mediante
un deporte que los tenía como dominadores absolutos a nivel global
por aquella época, dados sus triunfos en los Juegos Olímpicos de París
24 y Ámsterdam 28. Una victoria en el certamen jugando de locales se
veía como algo por demás factible y lógico.
El 13 de mayo era el día tope para recibir inscripciones al torneo,
dos meses antes del comienzo de la copa que se había estipulado para
el 13 de julio. Recordemos que fue el único Mundial en el que no se
disputaron partidos eliminatorios para acceder al campeonato. Ese 13
de mayo fue un día duro para las ilusiones uruguayas ya que ninguna
federación europea había enviado la correspondiente solicitud, lo que
amenazaba seriamente con frustrar el evento como ya había pasado
allá por 1908.
Las federaciones europeas alegaron distintas excusas, que el viaje
era muy largo, los costos muy elevados, los clubes importantes se ne-
gaban a pagar los sueldos de los futbolistas profesionales durante el
tiempo en que no jugaran para ellos, los futbolistas amateurs no con-
seguían que sus empleadores les permitieran faltar más de un mes al
trabajo, etcétera, etcétera, etcétera. Excusas al por mayor, incluso lue-
go de que Uruguay decidiera hacerse cargo de todos los gastos de
transporte y alojamiento de las delegaciones.
Las federaciones sudamericanas amenazaron con abrirse de la FI-
FA y formar su propia federación, tal como lo hacían Inglaterra y los
demás países de la Gran Bretaña, Gales, Escocia e Irlanda.
Fue Rimet quien demostró sus dotes como influyente dirigente

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convenciendo al rey Carol de Rumania, ferviente entusiasta del fútbol,
para que inscribiera, ya vencido el plazo, una representación nacional.
Es así como convenció a las autoridades de una compañía petrolera
inglesa que permitieran competir a varios de sus empleados, integran-
tes del equipo nacional, sin despedirlos por ello, cosa que les habían
comunicado días antes.
Una ausencia que lo hubiera dejado mal parado a Rimet ante el
resto de integrantes de la FIFA habría sido la de su país, Francia, que a
poco estuvo de no acudir a la cita. Solo las arduas negociaciones del
mandamás de la Federación Internacional lograron vencer la posición
negativa de la Federación Francesa, pues aducían la imposibilidad de
reunir catorce o quince jugadores para concurrir al evento que tuvieran
la altura para hacerlo y que gozaran de un mes y medio de vacaciones.
Confirmadas Rumania y Francia, hicieron lo propio Yugoslavia y
Bélgica, con lo que la presencia europea estaba asegurada y con esto
el carácter mundial del torneo. Algunos sostienen que Egipto estuvo a
punto de participar pero se les hizo imposible conseguir transporte
para llegar a América del Sur. Se destacaron las ausencias de los paí-
ses fuertes en materia futbolística del viejo continente en aquellos
tiempos como Checoslovaquia, Hungría, Austria, Alemania, Inglaterra
(autoexcluida de la FIFA), Italia y España. Estas últimas ausencias
dolieron en mayor medida por su cercanía sanguínea y cultural con
Uruguay en particular y Sudamérica en general.
Mientras tanto, Uruguay continuaba con la construcción de una
mole que se denominaría Centenario, en honor a los cien años de la
jura de la constitución del país, un estadio moderno con capacidad
para cien mil espectadores, que luego se vio reducida a setenta mil,
proyectado y realizado por el arquitecto Juan Scasso. El Centenario
costaría un millón de dólares. Ni siquiera la famosa crisis del 29 des-
alentó a los charrúas, quienes pusieron más garra que nunca para cons-
truir el estadio en ¡ocho meses! Incluso algunas crónicas hablan de
seis.
El presidente de Argentina era todavía Hipólito Yrigoyen, en su

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segundo mandato, quien no transitaba por buenos momentos, agobia-
do por la crisis internacional que repercutía en el país con el cierre de
puestos de trabajo, cada vez más desempleados y una débil reacción
ante la situación por parte del gobierno.
Luego del Mundial, el 6 de septiembre de 1930, José Evaristo
Uriburu, líder de las Fuerzas Armadas, derrocó a Yrigoyen, comen-
zando lo que se denominó la “década infame”. Fue el primer golpe
militar que sufrió un presidente democrático. Uriburu fue apoyado por
los conservadores y la oligarquía nacional. Con los años se convertiría
en una costumbre que dañaría al país para siempre.
Volviendo a Uruguay, su presidente democrático era Juan Cam-
pisteguy, quien apoyó desde un comienzo el evento y lo tomó como
cosa de Estado. El estadio Centenario no estuvo listo para el inicio del
torneo el 13 de julio, sino recién para el 18, día en que debutaba la
selección local contra Perú coincidentemente con la fecha de indepen-
dencia de los uruguayos. El mal tiempo les jugó una mala pasada, a
pesar del incansable trabajo de los charrúas que no supieron de do-
mingos ni feriados para culminar el estadio prometido. Dicen que en
el estreno ante Perú, el cemento del Centenario aún estaba fresco y los
encofrados se podían ver todavía en las tribunas.
La cosa iba tomando color y más cuando el cinco de julio llegó a
Montevideo el “Conte Verde”, un barco en el que viajaron los equipos
de Rumania, Bélgica, Francia y Brasil. A estos últimos los habían re-
cogido en Río de Janeiro el día tres. En el mismo barco llegó Jules
Rimet, trayendo con él el trofeo para el ganador. Yugoslavia arribó a
Uruguay en el “Florida”.
El 10 de junio se conformaron los grupos donde se distribuirían
las trece selecciones participantes, nueve americanas y cuatro euro-
peas. En él se dispuso que Uruguay, Argentina y Brasil fueran cabezas
de grupo; el otro tendría dos, Estados Unidos y Paraguay. También se
consignó que los equipos europeos recayeran uno en cada grupo, for-
mando tres grupos de tres equipos y uno de cuatro. Así, los grupos
quedaron constituidos de la siguiente manera:

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I) Argentina, Francia, México y Chile.
II) Brasil, Yugoslavia y Bolivia.
III) Uruguay, Rumania y Perú.
IV) Estados Unidos, Paraguay y Bélgica.
El primero de cada grupo disputaría las semifinales sorteándose
los emparejamientos qué definirían los finalistas del certamen.
Los máximos favoritos eran argentinos y uruguayos, pero el sor-
teo podría haber decidido que se enfrentaran en semifinales. Final-
mente no fue así, el sorteo salió como debía salir. Algunos son suspi-
caces al respecto (nuestras investigaciones no confirmaron nada
anormal), emparejando a argentinos y estadounidenses por un lado, y
a uruguayos y yugoslavos por otro.
La primera Copa del Mundo en la que ninguno de los dieciocho
partidos terminaría empatado, se jugaría íntegramente en una sola ciu-
dad, Montevideo y comenzaría el 13 de julio con dos partidos: México
– Francia en Pocitos, en el estadio de Peñarol, y Estados Unidos –
Bélgica en el estadio de Nacional en el Parque Central. Como dijimos,
el Centenario estaría recién terminado para el 18 de julio.
Un afiche promocional de la copa anunciaba que se jugaría entre
el 15 de julio y el 15 de agosto, cuando en verdad se desarrolló entre
el 13 de julio y el 30 del mismo mes.
En el partido Francia – México, con victoria para los galos por 4 a
1, se tuvo que retirar lesionado (desmayado al chocar con el azteca
Mejía), a los 23 minutos, el formidable arquero europeo Alex Thepot,
siendo reemplazado en su puesto por el “half” Agustin Chantrel. Re-
cordemos que no se permitían cambios, por lo que si se lesionaba un
jugador su equipo quedaba con uno menos. El desempeño de Chantrel
no tuvo nada que envidiarle al de Thepot, permitiendo solo un gol en
su valla.
En este encuentro se produjo otro hito en la historia de los Mun-
diales, se convirtió el primer gol en estos torneos y lo marcó el francés
Lucien Laurent a los 19 minutos del primer tiempo.

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Una particularidad más de este partido fue que se disputo con una
temperatura muy baja, tal es así que por la mañana de aquel 13 de ju-
lio nevó en Montevideo, algo insólito en la capital uruguaya.
En el Parque Central, Estados Unidos se medía con Bélgica procu-
rando la primera sorpresa en los Mundiales. Los norteamericanos,
reforzados con un inglés y cinco veteranos escoceses, vencían 3 a 0 a
los belgas.
Estos últimos eran asiduos practicantes de la ley del offside y los
delanteros estadounidenses se aprovecharon hasta el cansancio de la
mala práctica de esta trampa.
El segundo día de competencia emparejaría a Yugoslavia – Brasil
y Rumania – Perú.
Yugoslavia demostró ser la selección más fuerte del viejo conti-
nente derrotando 2 a 1 a Brasil, diezmada por peleas entre las ligas
carioca y paulista. Vale consignar que la figura del partido fue el ar-
quero yugoslavo Jaksic, a la postre el mejor en su puesto. En este co-
tejo se dispuso un hilo de alambre toda la vuelta a la cancha, para que
los espectadores no ingresaran a la misma. En cada esquina, un policía
a caballo mantenía a raya a los aficionados.
En Pocitos, Rumania se imponía a Perú, el seleccionado más flojo
de Sudamérica, por un claro 3 a 1 en lo que fue el partido con menos
público en la historia mundialista, con solo trescientos espectadores
viendo el encuentro. También quedará en el libro negro de los Mun-
diales por haberse producido la primera expulsión cuando el árbitro
Warken de Chile expulsó al peruano Plácido Galindo.
El 15 de julio quedaría en nuestra historia como el día en que Ar-
gentina debutó en Mundiales y lo hizo en el Parque Central derrotando
por 1 a 0 a Francia. Argentina formó con: Bossio, Della Torre, Mutis,
Juan Evaristo, Monti, Suárez (español de nacimiento), Perinetti, Vara-
llo, Manuel Ferreira, Cherro y Mario Evaristo (hermano de Juan).
Fue un partido duro donde se jugó fuerte y no muy lealmente. El
partido estaba empatado en cero hasta que una falta del francés Cape-
lla sobre Juan Evaristo derivó en un tiro libre esquinado a más de

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treinta metros del arco defendido por Thepot, que milagrosamente se
había recuperado del desmayo sufrido en el debut jugando otro gran
partido. Iban 35 minutos del segundo tiempo cuando Monti disparó un
fuerte tiro que vulneró al guardameta galo y le dio la victoria a los
argentinos, en lo que sería el primer tanto convertido por nuestro país
en citas mundialistas.
El partido se jugó ante un clima hostil por parte del público uru-
guayo, que sabiendo que el poderío albiceleste ponía en peligro su
Mundial, insultó a los jugadores argentinos, lanzó proyectiles a la can-
cha y hasta rompió un vidrio del ómnibus que trasladaba al plantel del
estadio al hotel donde se hospedaba. Esta situación generó un clima
tenso entre los países. En Argentina apedrearon la embajada uruguaya,
por ejemplo. Recién se calmaron las aguas cuando el presidente uru-
guayo Juan Campisteguy recibió en su residencia particular al presi-
dente de la Asociación Amateur Argentina de Football, Juan Pignier,
para asegurarle que los argentinos tendrían de allí en adelante las ma-
yores garantías en su estancia en Uruguay.
Pero no terminan acá las anécdotas del primer partido argentino
en Mundiales porque faltaba una más del árbitro brasilero Almeida
Rego, quien finalizó el encuentro seis minutos antes, cuentan que en
momentos en que el jugador francés Langiller corría con la pelota a
enfrentarse mano a mano con el arquero argentino. Los argentinos
festejaron el triunfo ante la incredulidad de los espectadores urugua-
yos y los jugadores franceses, quienes advirtieron que faltaban jugarse
unos minutos. Los franceses rodearon al árbitro, este consultó con sus
asistentes, quienes corroboraron el pedido de los europeos. El proble-
ma era que el campo de juego estaba repleto de argentinos festejando.
El árbitro llamó a los jugadores pero nadie hizo caso, por lo que debió
ingresar la policía montada y “persuadir” a la gente para que volviera
a las tribunas y así poder concluir el partido. En los minutos restantes
no pasaría demasiado y Argentina se quedaría, como dijimos, con la
victoria por 1 a 0.
Al día siguiente de la batalla argentina se enfrentaron en el Parque

19
Central Chile, que debutaba, y México. Fue victoria de los trasandinos
por 3 a 0 jugando mejor que su rival.
Volvieron las jornadas dobles el 17 de julio con Yugoslavia – Bo-
livia y Estados Unidos – Paraguay.
En el partido Yugoslavia – Bolivia, fue triunfo de los balcánicos
por 4 a 0 y se produjo la primera lesión grave, el puntero derecho bo-
liviano Gómez sufrió una doble fractura de una pierna a poco de em-
pezar el partido.
Un hecho risueño para todos menos para un jugador boliviano
ocurrió ese día. Los bolivianos, con el afán de ganarse la simpatía lo-
cal saldrían a la cancha, aprovechando la coincidencia numérica, con
once remeras con una letra cada una formando la frase “Viva Uru-
guay”, pero falló ya que la “u” final debió retrasar su salida al estadio
por una diarrea de último momento. Sus compañeros no se percataron
del hecho y se pararon uno al lado del otro y formaron la frase “Viva
Urugay”, frase que no sirvió para ganarse la simpatía del público
oriental.
Estados Unidos desplegó un fútbol simple y organizado ante los
guaraníes y se impuso 3 a 0.
El 18 de julio fue una jornada especial, debut de los locales, inau-
guración del estadio Centenario e inauguración oficial del campeona-
to. Hubo desfile de las delegaciones portando las banderas de cada
país, estuvo presente el presidente de la república Dr. Campisteguy y
se dirigió a los presentes el presidente de la Asociación Uruguaya de
Fútbol Raúl Judé.
Uruguay llegaba al debut con una sola baja, la de su arquero estre-
lla Andrés Masalli, guardameta en las conquistas de París y Ámster-
dam, quien fue separado del plantel por cuestiones disciplinarias. Hay
quienes sostienen que se escapó de la concentración para visitar a su
mujer, en tanto otros aducen que la escapada fue para encontrarse con
una hermosa rubia que a la tarde había estado en el hotel uruguayo y,
peor aún, dicen que habría sido familiar o allegada a un alto dirigente
uruguayo. Los reclamos de sus compañeros fueron en vano, fue expul-

20
sado del seleccionado y su lugar ocupado por Enrique Ballesteros.
El partido fue parejo, con llegadas para los dos lados, pero los de-
lanteros peruanos no estuvieron certeros. A los 15 minutos del segun-
do tiempo, un gol de Héctor “Manco” Castro señaló la diferencia defi-
nitiva: 1 a 0 para los locales, que quedaron en deuda y poco para agre-
gar.
El autor del gol, Héctor Castro, era manco desde los trece años
cuando había perdido su antebrazo en un accidente de trabajo mientras
maniobraba una sierra eléctrica, ello no le impidió ser un excelente
jugador de fútbol.
El 19 de julio, en el estadio Centenario, una nueva jornada doble
emparejaba a Chile con Francia y a Argentina con México.
En primer turno, en partido parejo jugaron dos selecciones que
demostraron buen fútbol, fue victoria de Chile 1 a 0 sobre Francia,
resultado que decretó la eliminación de los galos. El árbitro uruguayo
Aníbal Tejeda señaló penal para Chile a los 18 minutos del primer
tiempo. Lo pateó Carlos Vidal y, cuando no, el arquero francés Thepot
contuvo lo que fue la primera pena máxima atajada en un Mundial.
El capitán francés Alex Villaplane representó a Francia pero doce
años más tarde colaboró con los nazis en la Segunda Guerra Mundial,
por lo que fue fusilado por traición a la patria el 26 de diciembre de
1944 por las fuerzas francesas.
En segundo turno fue victoria de Argentina 6 a 3 sobre México
mostrando gran poder ofensivo pero flaquezas en la defensa. Así, Mé-
xico se despidió del certamen. En este partido se batió otro record y
fue el del árbitro Saucedo, de Bolivia (que además era entrenador del
seleccionado boliviano), quien cobró tres penales en el mismo partido,
dos para México (uno convertido y otro errado) y uno para Argentina,
algunos dicen que errado a propósito por Paternóster en disconformi-
dad porque creía que no había sido falta. Vale aclarar que Argentina
ganaba ya 3 a 0. También el mexicano Rosas pasó a la inmortalidad al
convertirse en el primero en convertir un penal en Mundiales.
También sostienen que este fue el partido de los apodos y particu-

21
larmente creo que tienen razón, repasemos: en México jugaban “Re-
cord” Gutiérrez, “Chaquetas” Rosas, “Diente” Rosas, “Pichojos” Pé-
rez, “Mapache” Rodríguez y “Moco” Sánchez. Por Argentina, que no
se quedaba atrás, teníamos a “Maravilla elástica” Bossio, “Pechito”
Della Torre, “Tarta” Mutis, “Marqués” Peternoster, “Chivo” Chividi-
ni, “Barullo” Peucelle, “Cañoncito” Varallo, “Filtrador” Stábile y
“Galgo” Evaristo.
Brasil – Bolivia se midieron el 20 de julio en el Centenario. Con
Yugoslavia ganador del grupo, solo se enfrentaron para completar. El
triunfo fue contundente para los brasileros por 4 a 0 y fin de la historia
para los dos.
El mismo día, en segundo turno, jugaron Paraguay y Bélgica, con
Estados Unidos ya como ganador de grupo. Al igual que el partido
anterior, solo servía para llenar casilleros del fixture. Fue victoria de
los guaraníes que convirtieron su único gol en el torneo y despacharon
a los belgas de nuevo a Europa, sin haber convertido tanto alguno y
dejando una pálida imagen.
El 21 fue el turno de la segunda presentación de Uruguay, esta vez
ante Rumania, los dos habían vencido a Perú y definían el grupo, Ru-
mania tenía mejor diferencia de gol. La expectativa era tal que setenta
mil personas abarrotaron el Centenario. Pero pasados los nervios del
debút, los charrúas desplegaron su característico fútbol de control y
pases cortos, demoliendo a los chicos del rey Carol por 4 a 0.
Argentina – Chile definían su grupo el día 22, el ganador pasaba a
semifinales. Había dos triunfos para cada lado sobre Francia y Méxi-
co. Comenzó ganando Chile con un gol a los 15 minutos de juego pero
Argentina logró dar vuelta el resultado e imponerse por 3 a 1 con dos
goles de Stábile y uno de Mario Evaristo. Una vez más la selección
nacional se vio envuelta en escándalo, por una pierna fuerte de Monti
y la respuesta con los puños del chileno Torres. Se desataron corridas,
puñetazos y discusiones trasladándose a las tribunas y no terminando
hasta que la policía intervino para calmar las aguas.
Con el triunfo argentino quedaron establecidos los cuatro ganado-

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res de grupos y por lo tanto semifinalistas: Argentina, Uruguay, Yu-
goslavia y Estados Unidos.
Recordemos que como no estaba de antemano establecido quien
debía enfrentar a quien, se tuvo que realizar un sorteo que emparejó a
Argentina con Estados Unidos y a Uruguay con Yugoslavia, presa-
giando una final rioplatense.
Las semifinales fueron un trámite para las selecciones sudameri-
canas con idénticas goleadas 6 a 1.
Luego de cinco días de descanso, el 27 había sido el momento de
las semifinales. Argentina cumplió su trámite ante Estados Unidos con
goles de Monti, dos de Stábile, Scopelli y otros dos de Peucelle,
Brown descontó para los estadounidenses a falta de un minuto para
terminar el partido.
En la primera semifinal ocurrió un nuevo hecho curioso. Bob Mi-
ller, el polifacético técnico – médico – preparador físico del seleccio-
nado estadounidense, entró al campo de juego a atender al jugador
Brown, en el apuro se le abrió el maletín y se le volcaron varios ele-
mentos, entre ellos un frasco con cloroformo que Miller sin querer
aspiró por lo que le provocó caer en un profundo sueño y debió ser
retirado por sus propios jugadores a un costado del campo de juego.
Uruguay vapuleó a Yugoslavia pero en un principio la sorpresa
fue grande cuando los yugoslavos se adelantaron en el marcador a los
10 minutos de juego. Luego Cea convirtió en dos oportunidades antes
de que terminara el primer tiempo. En el segundo, concierto uruguayo,
Santos Iriarte, Anselmo por dos y Cea nuevamente decretaron el defi-
nido 6 a 1. Un dato destacado de este partido fue la recaudación, la
más alta del torneo superando incluso la de la final, lo que demuestra
el respeto que se habían ganado los yugoslavos de parte del público
uruguayo.
La final esperada, revancha de los Juegos Olímpicos de Amster-
dam, fue el 30 de julio en el estadio Centenario con el arbitraje del
belga Jan Langenus, quien dirigió cuatro encuentros en el campeona-
to. Era tal el temor que le inspiraba la final, que pidió como condición

23
que se le hiciera un seguro de vida y embarcarse hacia Europa ni bien
finalizara el partido decisivo. Langenus era periodista y viajó a Uru-
guay con dos propósitos, dirigir y realizar las crónicas de los partidos
para el semanario alemán Kicker.
El partido contó con la presencia de casi ochenta mil espectadores,
quince mil de ellos argentinos, en el estadio. Había otros tantos fuera
pues no consiguieron entradas ni de reventa o no pudieron llegar a
tiempo por la niebla que bajó ese día sobre el Río de la Plata. Por
ejemplo, los tres mil que viajaron en el vapor italiano “Duillo” llega-
ron cuando todo ya había concluido.
Fue tal la expectativa que provocó la final que los uruguayos co-
rrieron a agotar las entradas mientras que los argentinos trataron por
todos los medios de cruzar el charco como sea para alentar desde las
tribunas del Centenario.
Uruguay alistó a Ballesteros, Nazzasi (capitán), Mascheroni, An-
drade, Fernández, Gestido, Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte. El
DT era Alberto Suppici. Argentina presentó a Botasso (que reempla-
zaba a Bossio en el arco), Della Torre, Paternóster, Juan Evaristo,
Monti, Suárez, Peucelle, el lesionado Varallo, Stábile, Ferreira (capi-
tán) y Mario Evaristo. El DT era Francisco Olazar.
La final entre uruguayos y argentinos comenzó con discusiones
acaloradas, como no podía ser de otra manera en ese contexto. La pe-
lota era el objeto de discordia. Al comienzo del Mundial se decidió
que se utilizaría una pelota de industria argentina para disputar el tor-
neo. Pero el ministro de Industria uruguayo intercedió para que tam-
bién pudiera utilizarse una pelota uruguaya sin tiento, por lo que los
capitanes y árbitros debían elegir antes del partido con qué pelota ju-
gar. Los dos esféricos eran similares, marrones con gajos rectangula-
res de cuero y costura exterior. Muchos jugadores utilizaban boinas
para evitar cortarse el cuero cabelludo al cabecear esas pesadas pelotas
que se volvían aún más pesadas al mojarse, haciendo pensar dos veces
a los jugadores antes de cabecear. La diferencia consistía en que el
uruguayo era un poco más grande. Todos eligieron el balón argentino,

24
salvo en los partidos jugados por Uruguay.
En la final, obviamente no se pusieron de acuerdo en qué pelota
utilizar, por lo que el árbitro Jan Langenus optó por jugar un tiempo
con cada una, el primero con la argentina y el segundo con la pelota
uruguaya.
Comenzado el partido, que algunos medios llamaron luego “La
batalla del Río de la Plata”, a los 12 minutos Uruguay se puso en ven-
taja mediante un disparo de Castro que se le escapó por entre las pier-
nas a Botasso, quien no tuvo su mejor día. De ahí en adelante Argen-
tina fue mejor y sometió a los charrúas, que respondían al toque na-
cional con garra y juego fuerte, características de los orientales y más
jugando de locales una final con un árbitro más permisivo de lo nor-
mal. Peucelle y Stábile dieron vuelta el marcador y Argentina se fue al
descanso ganado el primer tiempo con su pelota por 2 a 1.
En el segundo tiempo, al minuto los argentinos protestaron por la
anulación de un gol de Stábile y luego también por un golpe del
“Manco” Castro, que hundió su muñón en el estómago de Botasso el
arquero argentino. Con el guardameta sentido, a los 12 minutos Cea
marcó la igualdad en 2. Con pelota uruguaya, el dominio charrúa se
acentuó, a los 23 Santos Iriarte puso el 3 a 2. Los argentinos pudieron
igualar pero un disparo de Varallo fue salvado en la línea por Andra-
de. A falta de un minuto para el final, el “Manco” Castro de cabeza
puso cifras definitivas a la primera final de un Campeonato Mundial
de fútbol, 4 a 2 para Uruguay, los dueños de casa festejaban el cente-
nario de la patria y su supremacía en el deporte del balompié.
Jules Rimet entregó la Copa del Mundo a José Nasazzi, capitán de
la celeste, ante la mirada del público uruguayo. Custodiarían la esta-
tuilla hasta 1934, cuando se volvería a poner en juego, pero esta vez
en el viejo continente, en la Italia de Mussolini.
La primera final de un Mundial de Fútbol dejó historias jugosísi-
mas como la de Luis Monti, el “Doble Ancho”, jugador duro y de gran
calidad quien vio mermado su rendimiento por el temor que le infun-
dieron cartas con amenazas de muerte para él y su mamá. Monti fue

25
una sombra en la final. Versiones posteriores, poco creíbles a mi en-
tender, asociaron las amenazas a la mafia italiana que pretendía con-
vertir a Monti en el gran culpable de la derrota (en parte el público
argentino así lo entendió) y se sintiera incómodo en su país. Esto
realmente ocurrió y entonces aparecieron emisarios de la Juventus que
le propusieron continuar su carrera en Italia como profesional cobran-
do muy buen dinero. Cuatro años después Monti defendería los colo-
res de la Italia del “Duce” Mussolini.
Carlos Gardel estaba en Uruguay durante el certamen y cantó en
las dos concentraciones, sabida la simpatía del “Zorzal Criollo” por
los dos países.
Argentina no contaba con Zumelzú, lesionado, mientras que Peu-
celle y Varallo estaban en mala forma. Lo de Francisco “Pancho” Va-
rallo fue un caso particular, venía lesionado desde el partido contra
Chile en la zona y no había disputado la semifinal ante Estados Uni-
dos. La delegación argentina no contaba con médico, por lo que lo
hicieron ver por un galeno uruguayo, quien constató la lesión. Los
dirigentes, temiendo que fuera una avivada de los uruguayos, obliga-
ron a Varallo a patear contra una pared para comprobar si le dolía o
no. En efecto le dolía, pero igual lo alistaron en el once inicial dejando
afuera a Scopelli, recordemos una vez más que en aquella época el
reglamento no permitía cambios. Varallo tuvo que salir en el segundo
tiempo por los intensos dolores que sufría y Argentina quedó con un
jugador menos hasta el final del encuentro.
El estadio fue una caldera, petardos y bolas de explosivos estalla-
ron a los pies del línea Christophe y este, aterrado, corrió hacia el árbi-
tro. En las tribunas hubo más de una escaramuza y golpes varios.
Otra particularidad del torneo fue lo que ocurrió con el futbolista
argentino Manuel “Nolo” Ferreira, delantero de Estudiantes de La
Plata y capitán de la selección, quien estudiaba para escribano público
y en el mes de julio debía rendir un final, justo en pleno campeonato,
por lo que viajó a Argentina a rendir, se perdió el partido contra Méxi-
co y volvió a reintegrarse al seleccionado. Algunos sostienen que por

26
estos privilegios, por el mismo motivo arribó más tarde a Montevideo,
los compañeros se sentían molestos con el delantero.
Los estadios utilizados fueron tres: Pocitos, Parque Central y Cen-
tenario, todos en Montevideo.
El total de espectadores ascendió a 547.308, recaudando la Aso-
ciación Uruguaya de Fútbol 225.000 dólares.
Se convirtieron 70 goles en 18 partidos con un promedio de 3,88
goles por encuentro.
El goleador del torneo fue argentino, Guillermo Stábile, que con 8
goles superó al uruguayo Cea, que llegó a 5 y Subiabre de Chile con 4
tantos. Stábile le convirtió 3 a México, 2 a Chile, 2 a Estados Unidos y
1 a Uruguay.
El equipo ideal de la copa estuvo conformado por Yaksic (Yugos-
lavia), Nasazzi (Uruguay), Ivkovic (Yugoslavia), Andrade (Uruguay),
Monti (Argentina), Gestido (Uruguay), Scarone (Uruguay), Ferreira
(Argentina), Castro (Uruguay), Stábile (Argentina) y Cea (Uruguay).
La figura de la copa fue el capitán uruguayo José Nasazzi, quien
ejerció la capitanía en la celeste desde 1923 hasta 1936. Era zaguero
derecho y ganó la medalla dorada en París 24 y Ámsterdam 28, fue
campeón mundial 1930 y campeón sudamericano en 1923, 1924, 1926
y 1935.
Argentina obtuvo cuatro triunfos y una derrota, 8 puntos, con 18
goles a favor y 9 en contra. Con un equipo ofensivo armado de adelan-
te para atrás, al revés del uruguayo que contaba con una férrea defensa
como base. El goleador y estrella de entonces fue Guillermo “Filtra-
dor” (por como rompía las defensas y el offside) Stábile, de 24 años,
como se escribió ya, a la postre goleador del certamen. Llegó al Mun-
dial como suplente de Cherro pero rápidamente se quedó con la titula-
ridad. Luego del Mundial fue transferido al Genoa italiano.
El armador de juego del equipo era el capitán Manuel “Nolo” Fe-
rreira, que jugaba en Estudiantes de La Plata. En 1933 pasaría a River
para volver a Estudiantes dos años más tarde.

27
Otro jugador desequilibrante era Carlos Peucelle, un veloz delan-
tero que se desempeñaba en todos los puestos de ataque. Fue jugador
de Sportivo Belgrano y en el 31 fue comprado por River. A su lado
compartía delantera Francisco “Pancho” o “Cañoncito” (por la poten-
cia de sus remates) Varallo, quien debutó en la selección en el Mun-
dial. En ese entonces se desempeñaba en Gimnasia y Esgrima La Pla-
ta, al año siguiente pasaría a Boca, donde marcó 181 goles.
Los hermanos Juan y Mario Evaristo son la única pareja de her-
manos que integraron una selección argentina hasta el momento. Ma-
rio era delantero de Sportivo Palermo, luego pasó a Boca y Juan se
desempeñaba como volante.
El medio campo lo completaba Luis “Doble Ancho” Monti, quien
fue el chivo expiatorio de la derrota, luego de recibir las amenazas y la
presión que ello significaba. En el medio alternaban el español Pedro
Suárez y Rodolfo Orlandini.
El fondo estaba compuesto por Fernando Paternóster, quien se
destacaba por su fuerza y valentía, y José “Pechito” Della Torre, quien
jugó los cinco partidos de Argentina en el Mundial. Luego nunca vol-
vió a vestir la celeste y blanca.
Los arqueros fueron Ángel “La Maravilla Elástica” Bossio, quien
comenzó atajando ante Francia y lo hizo en la fase de grupos. En se-
mifinal y final el arco estuvo a resguardo de Juan Botasso, quien tuvo
una floja tarea en el partido decisivo ante los uruguayos y nunca más
fue convocado.

Síntesis:

Campeón: Uruguay 6° Brasil 11° Bélgica


Subcampeón: Argentina 7° Francia 12° Bolivia
Terceros: Estados Unidos y 8° Rumania 13° México
Yugoslavia 9° Paraguay
5° Chile 10° Perú

28
Italia 1934

“La Italia fascista de Mussolini campeona”

La crisis del ‘29 golpeaba las economías de los países del mundo
entero. En Argentina, luego de elecciones fraudulentas, asumió la pre-
sidencia en 1932 Agustín P. Justo, quien aseguraría los intereses de
los más poderosos. Comenzaba la denominada “década infame” en
nuestro país.
Mientras tanto, en Europa, la cosa no iba mejor, el liberalismo
perdía cada vez más adeptos y la miseria luego de la Primera Guerra
Mundial agudizaba la crisis, más aún en los países derrotados, por lo
que comenzaron a proliferar gobiernos nacionalistas y autoritarios,
sumando cada vez más adeptos que no encontraban salida a la difícil
situación que se vivía. Ejemplos de estos fueron el nazismo de Adolf
Hitler en Alemania o el fascismo de Benito Mussolini en Italia.
El 13 de mayo de 1932, en Estocolmo, se reunió en congreso la
FIFA. En el encuentro se aprobó un proyecto presentado un año atrás
que, entre otras disposiciones, decretó que el número de participantes
en la final de la Copa del Mundo debería ser de 16 equipos. De llegar
más inscripciones, debería realizarse partidos eliminatorios por regio-
nes.
En la reunión también se decidió cual sería la próxima sede mun-
dialista, había que elegir entre Suecia e Italia, que venía de bajarse de
la organización de la copa del ‘30 y se decía que tenía grandes chances
de organizar la segunda. Seguro era que sería en un país europeo ya
que la primera había sido en Sudamérica. Misteriosamente, Suecia
retiró la candidatura sin dar explicaciones al respecto. Entonces Italia
fue proclamada sede de la segunda Copa del Mundo, esto se decidió
en octubre de 1932 en Zurich.
La realidad es que Mussolini deseaba politizar el Mundial y con-

29
vertirlo en una vidriera que mostrara al mundo lo que era capaz de
hacer el fascismo. Para ello utilizó todas las influencias que estuvieron
a su alcance para lograr que la candidatura decantase en Italia.
El General Vaccaro, presidente de la Federazione Italiana Giuoco
de Calcio le transmitió la buena noticia de la confirmación de la sede
al Duce, quien ordenó poner la totalidad del aparato fascista a disposi-
ción de la organización del evento para que todo fuera impecable. Tal
era el entusiasmo de Mussolini que encargó fabricar un trofeo de exa-
geradas dimensiones para entregar al vencedor además de la copa Ju-
les Rimet.
Se reformaron los estadios y algunos de ellos cambiaron de de-
nominación, como el de Roma que paso a llamarse “Estadio del Parti-
do Nacional Fascista” o el de Turín que se llamó “Estadio Mussolini”.
La organización cursó las invitaciones y respondieron 32 selec-
ciones nacionales, cinco de estas llegaron fuera de término (Argentina,
Bulgaria, Grecia, Palestina y Perú) pero igualmente fueron aceptadas.
Posteriormente, Turquía se retiró antes de organizar los grupos de
eliminatorias, mientras que Chile y Perú lo hicieron después.
El caso de Argentina fue particular, digamos que toda la organiza-
ción para el Mundial del 34 por parte de Argentina fue “particular” y
el desenlace obvio. En un primer momento renunció a participar, por
lo que le daba la clasificación automática a Chile, su rival en la elimi-
natoria. Posteriormente renunció Chile, entonces Argentina volvió a
solicitar la inscripción y se la aceptó de manera tardía. Así clasificó
sin jugar la instancia eliminatoria.
El problema en estos tiempos era que en el país existían dos Aso-
ciaciones que nucleaban equipos de fútbol. Por un lado estaba la Aso-
ciación Argentina Amateur y Profesional, que aglutinaba clubes mo-
destos como Sportivo Barracas o Estudiantil Porteño, por citar algu-
nos, entidad que mantenía su afiliación a FIFA. Y por otro lado existía
la Liga Argentina, con equipos más poderosos económicamente que
acaparaban a las estrellas del fútbol local convirtiéndolas en profesio-
nales. Recién en 1934 se unificarían estas dos asociaciones formando

30
la actual Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Argentina concurrió al torneo con un plantel amateur proveniente
de los equipos afiliados a la Asociación Argentina Amateur y Profe-
sional, sin ninguno de los cracks de la época que situaban al fútbol
argentino en lo más alto. Argentina tenía en estos tiempos el mejor
fútbol del mundo. Vale la pena recordar los nombres y equipos en los
que se desempeñaban los integrantes del seleccionado nacional: Alba-
rracín y Arcadio López (Sportivo Buenos Aires), Devicenzi y Pedevi-
lla (Estudiantil Porteño), Nehín (Sportivo Desamparados de San Juan),
Belis e Izetta (Defensores de Belgrano), Lorenzo y Chimento (Barra-
cas Central), Astudillo, Galateo y Wilde (Unión de Santa Fe), Vicente
Pérez (Almagro), Freschi (Sarmiento de Resistencia, Chaco), Grippa
(Sportivo Alsina), Rúa (Sportivo Dock Sud) e Irañeta (Gimnasia y
Esgrima de Mendoza), completaban la delegación de diecisiete futbo-
listas.
Una ausencia importante del Mundial fue la de Inglaterra, que
proseguía su aislamiento de las competiciones internacionales, que
continuaría hasta 1950. Otra ausencia significativa fue la de Uruguay,
el único campeón de la historia que no defendió su corona al negarse a
participar en respuesta al desaire que le hiciera Italia en su Mundial,
en repudio al régimen fascista y al temor de que sus mejores jugadores
fueran captados por el poder económico de los equipos locales como
le había sucedido a Argentina.
Un hecho curioso de las eliminatorias ocurrió en la zona de Amé-
rica del Norte, donde llegaron a definir la clasificación México y Es-
tados Unidos. Hasta ahí nada raro, lo curioso fue que el partido decisi-
vo se llevó a cabo en Italia y hasta allí tuvieron que viajar los dos
planteles. La victoria fue para los estadounidenses por 4 a 2 y se clasi-
ficaron para la fase final del Mundial, mientras que México tuvo que
emprender la vuelta. Italia ya sabía que el ganador de ésta eliminatoria
sería su primer rival por lo que el técnico azzurro Vittorio Pozzo pudo
ver el funcionamiento de los dos equipos y tomar nota.
Otro dato curioso de las eliminatorias fue que Italia, país organi-

31
zador, debió jugar una serie ante Grecia para ver quién clasificaba
(imagínense un Mundial sin el país anfitrión). En el partido de ida, en
Milán, Italia goleó 4 a 0 a los griegos y el encuentro de vuelta nunca
se llegó a jugar. Oficialmente se dice que Grecia se bajó de la posibi-
lidad de disputar el partido revancha porque no quería ser vapuleado
por los italianos ante su público. Otras versiones extraoficiales cuen-
tan que el aparato fascista ya estaba en marcha y “convencieron”, di-
nero de por medio, a los griegos para que se retirasen de la eliminato-
ria. Unas cuantas décadas después se supo que los italianos compraron
una casa de dos pisos en Atenas para la federación griega de fútbol.
Otro dato no menor que se suma a esta eliminatoria y que sirve
para ilustrar la influencia del gobierno fascista en el certamen fue que
Italia alistó en el partido de ida a tres jugadores “oriundos” de manera
irregular. En ese entonces los jugadores que pretendían vestir la cami-
seta de otro país que no fuera el de origen podían hacerlo aunque antes
hubieran jugado para este. La condición era que no lo hubieran hecho
en los últimos tres años y que mantuvieran la residencia en el nuevo
país por lo menos tres años antes de defender sus colores. Los italia-
nos alistaron a los argentinos Monti y Guaita y al brasilero Guarisi
Marques. Ninguno de los tres cumplía con la condición, ya que Monti
había jugado para Argentina en 1931, Guaita en 1933 y Marques llegó
a Italia en julio de 1931.
Finalmente, los clasificados para la fase final del Mundial fueron:
Estados Unidos, Brasil, Argentina, Egipto, Suecia, España, Italia,
Austria, Hungría, Checoslovaquia, Rumania, Suiza, Holanda, Bélgica,
Francia y Alemania.
Por primera vez intervendría un equipo africano, Egipto, mientras
que los asiáticos seguirían faltando a la cita unos cuantos años más y
era impensada todavía la participación de los países de Oceanía en una
Copa Mundial.
Italia venía preparando su Mundial poco después de finalizado el
del 30, incluso antes de ser proclamada oficialmente sede del segundo
Campeonato Mundial. Como dijimos, la imagen del régimen fascista

32
en el orbe estaba en juego. Italia debía ganar, por ello la conformación
del seleccionado fue cuestión de Estado. El equipo se reforzó con ju-
gadores denominados “oriundos”, la FIFA permitió que jugadores
extranjeros que jugaban en clubes italianos pudieran representar a la
“azzurra”, tal fue el caso de cuatro argentinos, Monti (el “Doble An-
cho” amenazado en la final del 30 jugando para Argentina contra Uru-
guay), Guaita, Orsi y Demaría, y el brasilero Guarisí. Monti, Orsi y
Guaita tuvieron una destacada actuación en el certamen y fueron pie-
zas fundamentales para la coronación de Italia.
Un “detalle” más en la conformación del plantel local fue la abso-
lución de la inhabilitación para jugar al fútbol de la Federación Italia-
na para con Luigi Allemandi. En 1928, la Federazione Italiana de
Giuoco Calcio comprobó que el jugador de Juventus Luigi Allemandi
había sido sobornado con cincuenta mil Liras por parte del Torino,
clásico rival de la “Juve”. Torino saldría campeón pero se lo despoja-
ría del logro luego de conocerse el soborno y Luigi Allemandi fue
suspendido de por vida para jugar profesionalmente al fútbol… por lo
menos mientras no lo necesitaran para la causa nacional de ganar el
Mundial, de eso la sanción nada decía. El entrenador Vittorio Pozzo lo
necesitaba y solicitó una amnistía que otorgaron rápidamente. Alle-
mandi jugó los cinco partidos de Italia en el Mundial haciéndolo a
muy buen nivel.
La copa fue organizada en forma de llave a eliminación directa, en
caso de empate alargue y si continuaba el empate se jugaría otro parti-
do al día siguiente. No se había inventado todavía la definición por
penales.
Ocho eran las selecciones cabezas de serie: Austria, Brasil, Italia,
Holanda, Alemania, Checoslovaquia, Hungría y Argentina, más por
reputación que por la calidad de futbolistas presentada. Así, en octa-
vos de final quedaron emparejados de la siguiente manera:
1) Italia – Estados Unidos, en Roma.
2) Checoslovaquia – Rumania, en Trieste.
3) Alemania – Bélgica, en Florencia.

33
4) Austria – Francia, en Turín.
5) Brasil – España, en Génova.
6) Suiza – Holanda, en Milán.
7) Argentina – Suecia, en Bolonia.
8) Hungría – Egipto, en Nápoles.
El primer día del Mundial no dio respiro, ocho partidos en un solo
día.
El 27 de mayo en Roma, en el estadio del Partido Nacional Fascis-
ta con un lleno total y la presencia en el palco de honor de Benito
Mussolini, Italia debutaba aplastando a Estados Unidos por 7 a 1 con
tres goles de Schiavio, dos del argentino Orsi, uno de Ferrari y otro de
Meazza. Donelli, el jugador más peligroso de los norteamericanos,
convirtió el del honor. El técnico de Italia Pozzo había tenido la posi-
bilidad de concurrir al partido México – Estados Unidos disputado en
la península itálica por lo que estaba al tanto de que había que marcar
duro a Donelli, encomendando esa labor al “Doble Ancho” Luis Mon-
ti, quien repartió rudeza a diestra y siniestra en este partido y durante
todo el torneo bajo la complicidad arbitral.
En Turín se enfrentaron Austria y Francia, el estadio se llamaba
“Mussolini”. El encuentro fue parejo y culminó empatado en uno du-
rante los noventa minutos reglamentarios con goles de Nicolas para
Francia y Sindelar para los austriacos. Se debió recurrir a tiempo su-
plementario de treinta minutos, lo que fue la primera prórroga en un
Mundial. Allí, Scall y Bicam estiraron diferencias para Austria, Va-
rriest acortó distancia para los galos pero no fue suficiente, Austria
accedía a cuartos de final.
Nápoles, al sur de Italia, fue la ciudad testigo del debut en Mun-
diales de una selección africana, Egipto se midió ante Hungría. Los
magiares derrotaron 4 a 2 a los egipcios con goles de Taleki en dos
ocasiones, Toldo y Vincze, Fawzi por dos convirtió para los faraones.
Uno de los partidos de octavos de final que más expectativa gene-
ró fue el que disputaron España y Brasil en Génova. España tenía en

34
sus filas al “Divino” Zamora en el arco e Isidro Lángara, que poste-
riormente jugaría en Argentina vistiendo la casaca de San Lorenzo de
Almagro, y los brasileros a Leónidas, un jugador técnicamente privi-
legiado. El juego rápido y agresivo de los europeos prevaleció ante el
técnico pero lento desempeño de los sudamericanos. La victoria fue
para España por 3 a 1 con dos tantos de Lángara y uno de Iraragorri,
también vinculado a San Lorenzo años después y Silva para Brasil.
Alemania y Bélgica midieron fuerzas en la bella Florencia, los
belgas se pusieron 2 a 1 y daban la sorpresa pero la potencia de los
Alemanes prevaleció y pasó por encima a los diablos rojos, el resulta-
do final fue goleada de los teutones 5 a 2. Tres goles de Conen y dos
de Kobierski para Alemania, Voorhoof para Bélgica.
Bolonia fue la ciudad anfitriona del seleccionado argentino inte-
grado por futbolistas amateurs, como ya se explicó líneas arriba, ante
Suecia, un combinado de segundo nivel europeo.
El encuentro fue arbitrado por el austriaco Braun, según las cróni-
cas de la época, el partido fue disputado con dos equipos que mostra-
ron estilos diferentes. El tanteador fue alternando poniéndose en ven-
taja Belis para Argentina de tiro libre, igualó Jonasson y puso el 2 a 1
Kroon. Galateo se encargó de volver a la igualdad pero Jonasson mar-
có por segunda vez para los vikingos, ese sería el resultado final que
significaría una rápida vuelta a casa para el seleccionado nacional.
Argentina, que tardó quince días en llegar en barco a Italia y un
par en volverse, alistó en su única presentación en el torneo a Freschi
en el arco; Pedevilla, Belis; Nehín, Urbieta, Arcadio López; Rúa, Wil-
de, Devicenzi, Galateo e Irañeta. Nombres que no sonarán seguramen-
te en la memoria del lector. Para completar un equipo atípico si los
hay para nuestro fútbol, el entrenador del seleccionado argentino fue
un extranjero, el italiano Filippo Pascucci.
Argentina “regaló” en Italia un Mundial, o por lo menos la posibi-
lidad de ser un serio aspirante al título. Siempre quedarán las pregun-
tas: ¿Qué hubiera pasado si Argentina presentaba un equipo profesio-
nal con los cracks del momento? ¿Qué hubiera pasado si se empareja-

35
ba con Italia? ¿Hubieran jugado los argentinos Orsi, Monti, Demaría y
Guaita? Años después ellos aclararon que en caso de producirse el
choque entre Italia y Argentina no hubieran representado a los dueños
de casa, lo que hubiera sido una ventaja para los argentinos… pero
son y serán especulaciones, lo cierto fue que Argentina se despidió en
el debut ante una discreta Suecia.
En Milán, Suiza y Holanda jugaban otro encuentro de octavos de
final. Holanda fue una selección modesta hasta la década del ‘70,
cuando surgió la “Naranja mecánica”. Suiza resultó un equipo duro
que terminó imponiéndose por 3 a 2. Los tantos del vencedor fueron
obra de Kielholz en dos ocasiones y Bozo en una, Smith y Vente mar-
caron para los holandeses.
Nos queda el último partido de la primera ronda, donde Checoslo-
vaquia y Rumania median fuerzas en Trieste. Dos selecciones fuertes
que priorizaron la defensa al ataque. Dos contragolpes de los checos-
lovacos tuvieron destino de gol, un solo tanto de los rumanos y la
buena actuación del arquero Planicka dieron la victoria a los checos-
lovacos. Puc y Najedly fueron los goleadores del ganador, Dubai
anotó para Rumania.
El 30 de mayo en Bolonia comenzaron los cuartos de final, Aus-
tria se medía con Hungría. Fue un partido de alto nivel técnico, bien
jugado, que a la postre resultó victoria de Austria gracias a los goles
convertidos por Horwarth y Zischek, y una actuación destacada del
centrodelantero Sindelar; Sarosi descontó para los húngaros. Con el
triunfo Austria se instalaba en semifinales.
Una particularidad en este encuentro fue que el delantero húngaro
Istvan Avar se lesionó en el primer tiempo y debió abandonar el en-
cuentro, recordemos que por entonces no se podía sustituir a los titula-
res por lo que Hungría quedó con uno menos. En el segundo tiempo
Avar volvió al partido a pedido del técnico Nadas, quien le solicitó
que hiciera un esfuerzo a pesar de la lesión muscular que sufría. La
ocurrencia del entrenador magiar no fue la mejor ya que en esa segun-
da etapa le concedieron tres penales a su equipo y Avar se encargó de

36
ejecutar dos errando ambos. Finalmente, Avar se retiró antes del final
del partido lesionado… en su orgullo.
En Florencia se jugó el emparejamiento más disputado, polémico
y recordado del Mundial, Italia versus España, que se consideró una
especie de final anticipada. Fue el 31 de mayo, el juego brusco estuvo
a la orden del día, los dos jugaron fuerte pero los italianos se aprove-
charon de la localía y la presión que el contexto, y por qué no pensar
que la organización también ejercía sobre los árbitros, para pegar por
demás sin recibir las sanciones correspondientes.
El árbitro fue el belga Louis Baert y, por ejemplo, en la primera
llegada local, salió el arquero Zamora, estrella de la roja, a tomar el
balón y recibió una durísima entrada de Luis Monti que lo dejó lesio-
nado, un compañero alcanzó a despejar en la línea, el juez nada cobró.
Luego de una falta del indultado Allemandi, Lángara realizó un
pase a Regueiro y este batió al arquero Combi, uno a cero para España
a los 31 minutos del primer tiempo. Desde entonces, el dominio pasó a
ser de los dueños de casa pero sus acciones terminaban en las manos
del seguro Zamora, que luego de una seguidilla de nada menos que
dieciséis tiros de esquina consecutivos a favor de Italia recibió golpes
varios que continuaron mermando su estado físico, los golpes sin san-
ción iban desgastando al “Divino”. Hasta que en el minuto 43, cuando
estaba pronta la finalización de la primera etapa, remató Pipiolo, Za-
mora saltó para controlar la pelota pero Ferrari y Schiavio lo agarraron
para impedirle la maniobra, incluso Schiavio le dio un puñetazo en el
estómago. El arquero, a pesar de esto, alcanzó a manotear el balón
pero no pudo atraparlo. Ferrari, que estaba expectante, recibió la pelo-
ta y convirtió el empate. Mientras todo esto sucedía, el árbitro Baert
solamente miraba, titubeó unos instantes y marcó el centro del campo
convalidando el gol.
El segundo tiempo transcurrió con los italianos atacando y ejer-
ciendo una gran presión, los españoles defendían con un enorme Za-
mora, bien agrupados en defensa y saliendo con peligrosos contragol-
pes. En una de esas contras la tomó Lafuente, que estaba lesionado,

37
avanzó unos metros y sacó un tiro esquinado que fue a parar al fondo
del arco itálico pero el árbitro lo anuló por falta a Luis Regueiro, ¡ju-
gador español! El silencio que se había generado en el estadio por el
gol se transformó en festejos.
El partido podría haber decantado para cualquiera de las dos es-
cuadras, ya que el ítalo argentino Guaita estrelló en el travesaño un
tiro que había superado la resistencia del arquero Zamora y por parte
de los ibéricos Lángara también mandó un potente disparo al horizon-
tal. Sin puntería, el partido terminó igualado en uno por lo que habría
otra batalla para desempatar, ¡al día siguiente!
El viernes 1 de junio en el mismo estadio de Florencia tuvo lugar
el partido desempate entre Italia y España, pero solo las denominacio-
nes sobrevivieron a la lucha del día anterior. La dureza del partido
dejo heridos en los dos equipos, aunque más en los españoles, que
perdieron siete de los once titulares, entre ellos la figura del día ante-
rior, su arquero el “Divino” Zamora. Los dirigidos por Pozzo presen-
taban cuatro bajas, tres por el trajín del partido anterior y uno por le-
sión, Pizziolo, quien debió ser internado luego del partido.
No solo la composición de los equipos había variado, también el
árbitro era otro. Luego del cuestionado desempeño del belga Baert,
ahora le tocaba el turno al suizo Mercet.
La tónica del partido fue similar a la del encuentro anterior, italia-
nos atacando y españoles esperando para salir de contraataque, aunque
esta vez no contaban con Zamora bajo los tres palos.
A los once minutos del primer tiempo Italia se puso al frente gra-
cias a un tanto de cabeza de Meazza. Este gol tuvo acento argentino,
ya que la pelota que cabeceó Meazza provino de un tiro de Orsi y con-
tó con la ayuda de Demaría, que empujó al arquero español Noguéz.
Mercet no vio la falta sobre el reemplazante de Zamora.
Unos minutos después, Campanal se escapó de la marca de Monti,
que a esa altura se había acostumbrado a pegarle a todo lo que pasara
cerca, sabedor de que difícilmente los árbitros se animaran a expulsar-
lo. Campanal pateó y gol de España, pero el árbitro anuló el tanto por

38
supuesto offside de Regueiro (que se encontraba detrás de Campanal).
El partido prosiguió y España volvió a marcar pero el árbitro vol-
vió a anularlo, esta vez el tiro que batía al arquero Combi había sido
de Chacho pero aparentemente había fuera de juego de Campanal.
Los últimos minutos del encuentro se desarrollaron en el campo
de los locales defendiendo la victoria parcial y los españoles vendien-
do cara la derrota con solo seis jugadores en plenitud física. El árbitro
Mercet pitó el final del encuentro y la batalla de los dos días fue para
los dueños de casa. En Florencia Italia ganaba lo que algunos llamaron
la final anticipada y de esta manera accedió a las semifinales.
Los españoles fueron recibidos como héroes a su regreso a la pe-
nínsula ibérica, hasta se realizó una colecta entre el público para com-
prarles una medalla a cada futbolista. Se podría decir que ya en 1934
se hablaba de los “campeones morales”, excusa que se utilizará reite-
radas veces en el fútbol argentino para maquillar la falta de organiza-
ción y las frustraciones deportivas.
Merced no volvió a dirigir en el Mundial y a su vuelta a Suiza, la
Federación local le retiró la licencia de juez por su desempeño en este
partido. El belga Baert tampoco volvería a actuar.
El 31 de mayo se jugó otro de los partidos correspondientes a
cuartos de final entre dos seleccionados europeos, Alemania y Suecia,
que venía de eliminar a Argentina por 3 a 2. Los dos equipos jugaron
fuerte priorizando la marca, Alemania utilizó por primera vez en la
historia, por lo menos en Mundiales, un defensor central retrasado por
el medio o lo que se conoce hoy en día como líbero. Los teutones se
llevaron la victoria sobre los vikingos por 2 a 1 con goles de Omán
por duplicado y de Dunker para los suecos.
El partido que nos falta comentar es el que enfrentó a Checoslo-
vaquia con Suiza. Los de Europa del Este se sacrificaron más que los
suizos, corrieron, marcaron, defendieron y jugaron de contragolpe con
pases largos para jugadores rápidos, así Svoboda en dos ocasiones y
Nejedly marcaron para los checoslovacos, Kielholz y Abeglen lo hi-
cieron para los helvéticos, por lo que Checoslovaquia accedió al selec-

39
to grupo de los cuatro equipos que disputarían las semifinales.
Las llaves emparejaron a Italia con Austria y a Alemania con
Checoslovaquia. Los dos encuentros se jugarían en simultáneo el 3 de
junio, el primero en Milán y el segundo en Roma.
Italia recibió a Austria y le hizo sentir la localía, además de árbi-
tros complacientes, 60.000 espectadores clamaban por la “scuadra
azzurra”. Los austriacos presentaban un equipo de jugadores habilido-
sos, de buen pie, por lo que Italia se replegó, se plantó en defensa,
jugó fuerte con Monti como estandarte y especuló con el contraataque.
Austria no podía quebrar la defensa itálica cuando a los 19 minutos
Ferrari se escapó y batió al muy buen arquero Platzer. Desde entonces,
se acentuó el ataque de Austria encabezado por Sindelar, Zischek y
Urbanek, pero la defensa local fue inquebrantable y finalmente sería
victoria italiana. Italia estaba en la final de “su” Mundial.
En el entretiempo del partido, Mussolini dejó su lugar en el palco
oficial y bajó al vestuario local para retar a Monti por la dureza de su
juego y la cantidad de faltas que estaba cometiendo, en especial le
remarcó una falta dentro del área a Nejedly que hubiera terminado en
penal de no ser porque el árbitro Eklind estaba “colaborando”, pero
que si seguía jugando así no le iba a quedar otra que cobrar alguna
falta, que por favor ayudara al árbitro. De más está decir que en la
segunda etapa Monti fue un señorito inglés.
Luego de finalizado el partido, el técnico austríaco Hugo Meisl
declaró que el triunfo de los italianos se debió en gran medida al arbi-
traje del sueco Ivan Eklind y a las presiones ejercidas por el fascismo,
quien preparó un ambiente donde era imposible ganarle a los locales.
Agregó que había que resignarse y dejar que los italianos se quedaran
con la copa pero que el título no lo conseguirían con justicia.
En la otra semifinal, Checoslovaquia y Alemania, ante poco pú-
blico, alrededor de 15.000 personas, volvieron a mostrar lo que venían
practicando en el torneo, pierna fuerte y marca por sobre el juego vis-
toso.
Checoslovaquia demostró mejor técnica, en definitiva, que los

40
germanos, por ello se quedó con la victoria por 3 a 1 con tantos de
Nejedly en dos ocasiones y Krcil, mientras que Noack marcó el solita-
rio gol de los alemanes.
Por primera vez se disputó un partido por el tercer puesto entre los
equipos derrotados en semifinales. El 7 de junio en Nápoles, Austria y
Alemania jugaron este partido que desde su instauración se jugó de
compromiso, para completar el fixture. Alemania se quedó con el ter-
cer puesto tras vencer por 3 a 2 con dos goles de Lehener y uno de
Conen. Horwarth y Seszta anotaron para Austria, que quedó en el
cuarto lugar.
La final se jugó tres días después del encuentro por el tercer pues-
to, tuvo lugar el 10 de junio en Roma con el arbitraje del sueco Eklind.
A esta altura, saber quién arbitraba a Italia tenía relevancia.
Italia formó con Combi, Monzeglio, Allemandi, Ferrari IV, Monti
(que jugaba su segunda final consecutiva), Betolini, Guaita, Meazza,
Schiavio, Ferrari y Orsi. Tres argentinos en la alineación italiana.
Checoslovaquia alistó a Planicka, Zenisek, Ctyroky, Kostalek,
Cambal, Krcil, Junek, Svoboda, Sobota, Nejedly y Puc.
Alrededor de doscientos ochenta periodistas de todo el mundo cu-
brieron la final, lo que demostraba el éxito de los Mundiales y el inte-
rés que despertaban.
Seis mil checos habían llegado para presenciar la final, el estadio
tenía capacidad para 55.000 espectadores pero se habían vendido
45.000. Mussolini, presente en el palco oficial del Estadio Nacional
Fascista, controlaba que todo estuviera en orden, eso significaba que
la copa se quedara en casa. El público aclamó a su líder durante el
partido, Mussolini saludaba a la multitud levantando su brazo derecho.
El primer tiempo finalizó 0 a 0, con los checoslovacos dominando
pero sin poder vulnerar la defensa italiana, estos respondían de contra.
Las llegadas se sucedían, iban de área a área y los arqueros, respecti-
vos capitanes de cada equipo, eran figuras.
En la segunda parte el trámite continuó como en el primero, el
juego fuerte se hizo presente por parte de los locales pero los checos

41
no se quedaron atrás. Hasta que en el minuto 24 Puc se escapó por la
izquierda, gambeteó a Monzeglio y venció a Combi, gol de los visi-
tantes que le estaban arruinando la fiesta a “il Ducce”.
Italia no tuvo otro remedio que abandonar su táctica defensiva y
salir a buscar el resultado, aquí apareció la figura del arquero Planicka
que abortó las llegadas “azzurras” una y otra vez, hasta que en el mi-
nuto 38, a 7 del final, el argentino “Mumo” Orsi inventó una jugada
individual propia de los jugadores de estos lares y definió con un dis-
paro rasante que venció la guardia de Planicka. 1 a 1 finalizarían los
90 minutos, la final se definiría en el alargue.
En los 30 minutos restantes se notó a Italia en mejor estado físico
y la habilidad de Orsi hizo la diferencia. Guaita echó un centro que
conectó Schiavio, venció las manos de Planicka para desnivelar el
marcador, darle la victoria y la Copa del Mundo a Italia. Por segunda
vez en dos ediciones los locales se alzaban con el título.
Unos días antes de que comenzara la copa –otras versiones aseve-
ran que fue en el entretiempo del empate 1 a 1 entre Italia y España,
para el caso es irrelevante el momento en relación al contenido–, Mus-
solini le había dicho a Vittorio Pozzo: “Usted es el único responsable
del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar”, y la amenaza se
extendió a los jugadores agregando “ganan o shhhhh”, mientras se
pasaba el dedo índice por la garganta.
Planicka era amigo de Orsi, algunos sospechan todavía hoy que en
el gol de éste hubo una ayudita del muy buen arquero checoslovaco,
sabedor de que un resultado adverso para los locales podía costarle
hasta la vida a su amigo.
Monti confesó años después, y esto ya no es un rumor sino decla-
raciones a la prensa, que en Uruguay lo mataban si ganaba y en Italia
si perdía.
Mussolini fue felicitado por Jules Rimet, que vio el encuentro sen-
tado junto al líder nacionalista. Combi, el capitán italiano, subió al
palco de honor para recibir de manos de Rimet la Copa del Mundo.
Para el “Duce”, Pozzo y sus muchachos fueron un instrumento más al

42
servicio de su régimen fascista.
Como resumen valen las declaraciones del presidente de la Fede-
ración Italiana de Gioco Calcio, Giorgio Vaccaro, antes del comienzo
del torneo, quien afirmó que la última meta del acontecimiento sería la
de demostrar al universo lo que era el ideal fascista del deporte. Y
quedó claro.
De los trece pioneros que participaron del primer Mundial, seis lo
volvieron a hacer en Italia, lo curioso fue que ninguna de las seis se-
lecciones pudo acceder a la segunda ronda, quedando eliminadas en
octavos de final.
Por primera vez en la historia, algunos países transmitieron por
radio los partidos del Mundial. Se acreditaron 277 periodistas de 29
países distintos.
Ocho fueron las sedes que se utilizaron durante el Mundial: Roma,
Florencia, Trieste, Bolonia, Génova, Milán, Nápoles y Turín.
Se convirtieron 70 goles en 17 partidos, con un promedio de 4,12
tantos por encuentro.
Se continuó jugando con la pelota marrón con tiento y gajos rec-
tangulares, similar a la del 30.
El goleador fue Oldrich “Olda” Nejedly, de Checoslovaquia,
quien convirtió en 5 oportunidades: 1 a Rumania, 1 a Suiza y 3 a
Alemania. Segundos quedaron Conen de Alemania y el italiano
Schiavio con 4.
El equipo ideal, con una táctica de 2 zagueros, 3 medios y 5 delan-
teros, quedó conformado por Zamora (España) al arco, Monzeglio
(Italia) y Quincoces (España); Wagner (Austria), Monti (Italia) y Ci-
laurren (España); Guaita (Italia), Meazza (Italia), Nejedly (Checoslo-
vaquia), Orsi (Italia) y Sindelar (Austria).
La figura fue Giuseppe Meazza, quien jugó 53 partidos para Italia,
convirtiendo 33 goles y ganando los Mundiales del 34 y el 38.
Sven Jonasson marcó el gol número 100 en Copas Mundiales.
408.602 espectadores concurrieron a los estadios mundialistas

43
aportando ingresos por 1.400.000 liras.
El premio para los campeones fue de 1.725 dólares para cada uno.

Síntesis:

Campeón: Italia 6° Hungría 12° Rumania


Subcampeón: Checoslovaquia 7° Suiza 13° Egipto
Tercero: Alemania 8° Suecia 14° Brasil
Cuarto: Austria 9° Argentina 15° Bélgica
5° España 9° Francia 16° Estados
9° Holanda Unidos

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Francia 1938

“Vencer o Morir”

El tercer Mundial de fútbol se disputaría en un contexto de pre-


guerra, por el crecimiento armamentístico en Europa.
Argentina pretendía organizar la tercera Copa del Mundo a dispu-
tarse en 1938, tal como se lo habían casi firmado en 1930 luego de
elegir a Uruguay. El principal argumento nacional era la alternancia
entre los continentes americano y europeo. Teniendo en cuenta que
Italia había sido el país anfitrión en 1934, era lógico que Argentina
pretendiera organizar el Mundial del 38. Pero Jules Rimet, presidente
de FIFA, ya entrado en años, tenía otros planes, que la máxima cita
del fútbol se desarrollara en su tierra, en Francia.
El anhelo de Rimet no era fácil, primero porque costó convencer a
la propia Federación Francesa de hacerse cargo de la responsabilidad
de la organización de tamaño evento; otra el cuestionamiento de
miembros de FIFA acerca de que Francia no contaba con estadios a la
altura del torneo. Los franceses se comprometieron a adecuarlos y
acatar las exigencias de FIFA por lo que se concedió el Mundial de
1938 a Francia. Se jugaría por segunda vez consecutiva en Europa.
La presentación de la candidatura argentina se vio desairada y en
repudio a esto se resolvió no participar del Mundial, lo que sería su
primera ausencia de las Copas Mundiales. Los dirigentes argentinos
no se contentaron solamente con no presentarse a competir e iniciaron
una campaña para boicotear el certamen, logrando convencer a Co-
lombia, Estados Unidos, Costa Rica, México, El Salvador y Surinam
para que renuncien a sus inscripciones. Tampoco participó Uruguay,
que seguía ofendido por el desaire de los países europeos en 1930.
Brasil y Cuba hicieron caso omiso al boicot y fueron los representan-
tes americanos en Francia.
Francia realizó una gran campaña publicitaria previa a la compe-

45
tencia y remodeló para la ocasión los estadios de Colombes, Reims,
Lille, Antibes, Le Havre, Estrasburgo, Toulouse y el Parque de los
Príncipes de París. Además, se construyeron dos nuevos estadios en
Marsella y Burdeos, un gran esfuerzo por parte del país galo.
El reglamente sería el mismo que en 1934, pero si el partido final
terminaba empatado se disputaría una prórroga de treinta minutos. Si
continuaba la paridad, se jugaría un nuevo partido también con alar-
gue. De seguir igualado, serían los dos equipos consagrados campeo-
nes, poseyendo dos años cada uno la copa. Desde el Mundial de Fran-
cia se estableció que el campeón y el país organizador no jugarían
eliminatorias para competir en el siguiente Mundial. También fue la
primera vez que la FIFA costearía el traslado y alojamiento de dieci-
siete de los veintidós jugadores de cada seleccionado, desde cinco días
antes del primer partido hasta dos días posteriores a la eliminación.
Los octavos de final de la Copa quedarían conformados con los
siguientes emparejamientos: Alemania – Suiza, Francia – Bélgica,
Brasil – Polonia, Checoslovaquia – Holanda, Cuba – Rumania, Italia –
Noruega, Hungría – Indias Holandesas y Austria – Suecia.
Por las deserciones previas, Brasil, Cuba, Indias Holandesas y
Rumania clasificaron sin jugar eliminatorias y Suecia clasificaría di-
rectamente a cuartos de final ante la no presentación de Austria país
que había sido invadido y anexado a Alemania por el régimen nazi de
Adolf Hitler, país donde había nacido, para formar lo que él llamaba la
Gran Alemania.
El certamen comenzó el 4 de junio cuando se enfrentaron Alema-
nia y Suiza en París con el arbitraje de, a esta altura nuestro amigo,
Jan Langenus de Bélgica, que dirigía su tercer Mundial.
Alemania se había reforzado con siete jugadores austriacos luego
de la anexión de Austria a Alemania y cinco eran alistados por el DT
Sepp Herberger; ellos eran Schmauss, Mock, Raftl, Pesser y Hah-
nemann. Además estaban Neumer y Skoumal. También Alemania
había pretendido al capitán austriaco Walter Nausch, pero como su
esposa era judía, el régimen lo obligaba a divorciarse. Nausch decidió

46
vivir junto a su esposa y huyeron a Suiza desestimando la posibilidad
de disputar el Mundial.
Cuando los teutones realizaron el saludo a la romana extendiendo
el brazo derecho, el repudio del estadio fue unánime, allí comprendie-
ron que serían realmente visitantes en Francia.
Realmente no había prácticamente alemanes en el estadio, ya que
el gobierno alemán prohibía, por decreto de Adolf Hitler y ante la in-
minente confrontación bélica, que grupos de más de treinta personas
cubrieran distancias mayores a doscientos kilómetros a partir de las
fronteras alemanas. Más de 10.000 alemanes debieron cancelar sus
reservas porque no pudieron llegar a París.
Se suponía una cómoda victoria de los alemanes “reforzados” pe-
ro, dicen las crónicas de la época, que la mezcla de estilos de un equi-
po híbrido nunca llegó a conformar un conjunto y no pasó de indivi-
dualidades que igualaron en uno ante un gran planteo defensivo de los
helvéticos. Los goles los anotaron Gauchel para los germanos y
Abegglen III igualó para Suiza.
Durante el partido fue expulsado Pesser, austriaco que representa-
ba a Alemania. Fue tal la rudeza de la falta que Pesser le cometió al
suizo Minelli, que la Federación Alemana de Fútbol lo suspendió por
seis meses para actuar en su club y por un año en el seleccionado na-
cional.
El desempate se jugó el 9 de junio también en París, los alemanes
no se pudieron recuperar del cimbronazo de no poder superar a la mo-
desta Suiza y las diferencias internas de estilos de juego no se pudie-
ron amalgamar en el campo. Suiza aprovechó estas circunstancias, con
un planteo ordenado y atacando en el segundo tiempo luego de ir per-
diendo por 2 a 0 con goles del austriaco Hahnemann y Loerscher en
contra, dando vuelta el resultado y apabullando a los germanos con
cuatro tantos gracias a Wallachek, Abegglen III por dos y Bikel. Suiza
4 a 2 y los alemanes a su casa.
Al término del primer tiempo, los helvéticos perdían 2 a 0 y juga-
ban con diez porque el delantero Georges Aeby se había golpeado la

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cabeza contra un palo y había tenido que dejar la cancha. A los 13
minutos del segundo tiempo Aeby reingresó, recordemos que no se
podían realizar sustituciones por aquellos años todavía, y ello dio im-
pulso a su equipo. Aeby asistió a sus compañeros en tres de los cuatro
goles que le dieron la victoria a Suiza. La mala fue que no se pudo
recuperar para participar del encuentro por los cuartos de final.
El gol en contra de Loerscher a los 22 minutos del primer tiempo
fue el primero en Copas del Mundo. Algunos otorgan este triste record
al mexicano Felipe Rosas en la derrota ante Chile por 3 a 0 el 16 de
julio de 1930, pero en los registros oficiales de FIFA ese tanto fue
otorgado al trasandino Guillermo Subiabre.
Los seis partidos restantes de octavos de final se disputaron el 5
de junio. En París, debutaron los locales ante Bélgica en lo que fue
una especie de clásico, dada la rivalidad de franceses y belgas. El
desarrollo del partido fue equilibrado pero el resultado terminó favo-
reciendo a los galos por 3 a 1, Reinante y dos de Nicolas para los ga-
nadores, Isemborghs para Bélgica.
En Marsella debutaba el campeón Italia ante Noruega, los italia-
nos mantenían algunos de los veteranos del 34 pero en su mayoría el
técnico Vittorio Pozzo había propiciado una renovación con, por
ejemplo, el centrodelantero Piola, Locatelli, Rava o Foni, entre otros.
Lo que a priori sería una simple victoria para Italia se convirtió en
un dolor de cabeza que casi le cuesta la eliminación. Italia se puso en
ventaja con gol de Ferrari, pero el equipo estaba nervioso, tal vez por
el hostigamiento del público francés hacia el equipo de Mussolini. La
cosa se puso peor para los campeones defensores cuando Brustad
igualó para los nórdicos, que estaban realizando una muy buena pre-
sentación. Incluso pudieron eliminar a Italia cuando el partido se mo-
ría y otra vez Brustad quedó mano a mano con Olivieri, arquero ita-
liano. El delantero pateó fuerte pero Olivieri realizó una parada que
sería recordada por todos al final del torneo. Recién en el alargue Piola
pudo anotar el 2 a 1 y darle el pase a Italia hacia los cuartos de final.
Le Havre fue el escenario para Checoslovaquia – Holanda, los

48
checos eran potencia por aquellos tiempos y Holanda distaba mucho
de lo que es hoy, por lo que la victoria fue sencilla para los europeos
del Este por 3 a 0 con goles de Kostalek, Boucek y el infalible
Najedly.
En Reims se presentaron Hungría –representante de la denomina-
da escuela del Danubio junto a Checoslovaquia y Austria, que desple-
gaban un fútbol de alto vuelo– y la cenicienta del campeonato, Indias
Holandesas (hoy Indonesia), que habían clasificado sin jugar elimina-
torias debido a la renuncia de Japón. Lejos del nivel necesario para
participar en un Mundial, la primera representación asiática en Mun-
diales fue derrota por una Hungría que utilizó el partido como entre-
namiento pensando en los cuartos de final. Uno de Kohut, Sarosi por
dos, Szengeller también dos y Toldo marcaron para la goleada magiar
6 a 0.
Un caso especial fue el del capitán húngaro Gyorgy Sarosi, quien
estuvo a punto de no participar del Mundial ya que era abogado y jus-
to para esa época había sido designado para llevar adelante un impor-
tante caso en el estudio donde trabajaba. Finalmente, el amor al fútbol
pudo más. Fue la figura de su selección, concretando 12 goles. Esto lo
marcó para el resto de su vida, abandonó la abogacía y se hizo profe-
sional del fútbol ganando cuatro campeonatos en Hungría con el Fe-
rencvaros y continuando su carrera en diversos equipos de Italia como
Roma y Juventus.
Cuba y Rumania medían fuerzas en Toulouse y algunos temían
que Cuba corriera el mismo destino que Indias Holandesas ya que no
había antecedentes del juego cubano y no habían jugado eliminatorias.
Pero la favorita Rumania sufrió para empatar 2 a 2 durante los noventa
minutos y 3 a 3 en el tiempo suplementario, por lo que debieron jugar
un nuevo partido. Los goles fueron anotados por Socorro en dos opor-
tunidades y Fernández para Cuba, Baratki por dos y Pranzler para
Rumania.
El 9 de junio, ante 5.000 espectadores, tuvo lugar el partido re-
vancha. Rumania se puso en ventaja con gol de Dovai y parecía poner

49
las cosas en orden, pero los cubanos arriesgaron menos que en el pri-
mer partido y más organizados lograron empatar por intermedio de
Socorro y desnivelar el marcador a través del puntero derecho Maqui-
na. Cuba concretaba la sorpresa y se metía entre las ocho mejores se-
lecciones de fútbol del mundo.
El partido más vibrante de la primera ronda lo disputaron Brasil y
Polonia, en una cancha totalmente embarrada se marcaron once goles.
El representante de América del Sur mostró credenciales para aspirar
al título con una ofensiva temible capitaneada por el habilidoso Leó-
nidas y respaldada por la experiencia de siete de sus integrantes que ya
habían participado del Mundial de Italia. El punto débil de Brasil era
la defensa, por ello una respetable selección polaca le convirtió cinco
goles, cuatro de Wilimowski y uno de Szerfke, para los sudamericanos
marcaron Leónidas en tres oportunidades, Romeo, Peracio y Hércules.
El primer tiempo había terminado 3 a 1 para Brasil y el segundo
gol quedaría en la historia por la falta de uno de los botines de Leóni-
das, quien jugaba descalzo, cosa que el árbitro no advirtió por culpa
del barro que teñía todo de marrón. En el segundo tiempo, Polonia
logró equilibrar el tanteador en cuatro, lo que hizo definir el partido en
tiempo suplementario; allí fue Brasil el que logró marcar en dos oca-
siones y volcar la balanza a su favor.
Caso curioso fue que el día anterior al partido, los dos goleadores
máximos del encuentro estuvieron en duda. Ernest Wilimowski, estre-
lla de los polacos, tuvo un terrible dolor de muela que lo obligó a ha-
cer reposo en la víspera del enfrentamiento, y por el lado brasileño, el
crack Leónidas Da Silva sufrió una fuerte otitis por lo que también
debió guardar cama hasta poco antes de salir a la cancha. Casualidad o
no, el descanso les sentó de maravilla porque entre los dos “tocados”
marcaron siete tantos: Wilimowski convirtió cuatro goles y Leónidas
tres.
Con tremendo poder ofensivo y juego vistoso, Brasil pasaba de
ronda y se convertía en un serio pretendiente al título.
Luego de finalizados los siete partidos de octavos de final, Francia

50
enfrentaba a Italia, Brasil a Checoslovaquia, Suecia (que había avan-
zado sin jugar) contra Cuba y Hungría ante Suiza.
Los cuartos de final estuvieron marcados por la disparidad física
de los equipos que habían jugado menos que aquellos que habían teni-
do que disputar un partido desempate. Tres días después de los des-
empates, el 12 de junio, en Lille se enfrentaron Hungría (que venía de
jugar a media máquina contra Indias Holandesas) y Suiza, que había
dado la sorpresa eliminando a la dura Alemania reforzada con austria-
cos luego de dos partidos y un alargue. Dadas las circunstancias, Suiza
optó por tratar de aguantar la embestida de los húngaros con un plan-
teo defensivo, pero solamente sirvió para no ser goleada porque la
superioridad fue clara para los magiares y el resultado final resultó
exiguo, 2 a 0 con dos goles de Szengeller.
El mismo 12 de junio se jugaron los cuatro partidos de cuartos. En
París se disputó el encuentro que más expectativa despertaba, el local
Francia enfrentaba al campeón Italia, uno de los candidatos quedaría
en el camino. Hasta el momento, en los dos Mundiales anteriores, los
locales –Uruguay e Italia– se habían coronado, por lo que los italianos
tomaron las precauciones del caso alistando a los más experimentados,
asegurando una férrea marca a los mejores jugadores locales, tal el
caso de Jordan, austriaco nacionalizado francés.
El partido no defraudó, Colaussi marcó para los Italianos y Heis-
serer igualó para los locales finalizando así el primer tiempo, aunque
hay que destacar que la formidable labor del arquero galo Di Lorto fue
clave para mantener el empate.
En el segundo tiempo prevaleció la solidez y experiencia de los
campeones del mundo, que con goles de Piola en dos oportunidades
desnivelaron el marcador. Victoria italiana y por primera vez en la
historia de los Mundiales el dueño de casa no alzaría la copa.
Antibes sería el escenario para el debut de Suecia ante la sorpren-
dente y cansada Cuba que venía de eliminar a Rumania. Los suecos
habían visto jugar a los centroamericanos los dos partidos ante Ruma-
nia, mientras que los cubanos desconocían el potencial sueco tras ha-

51
ber quedado libre en primera ronda.
Suecia dominó las acciones a gusto y placer durante todo el parti-
do, los cubanos no ofrecieron mayor resistencia a los europeos, que
los golearon 8 a 0 demostrando notable superioridad jugando un fútbol
de gran movilidad y rapidez. Los goles fueron convertidos por Wet-
terstroem en tres ocasiones, Keller, Nyberg y otros tres de Andersson.
Así los suecos se instalaban en semifinales disputando apenas un en-
cuentro.
Brasil y Checoslovaquia se medirían en Burdeos, en otro encuen-
tro esperado por el nivel demostrado en la primera rueda por las dos
selecciones.
Sería otro partido denominado “batalla de Burdeos”, de los que
nunca faltan en los Mundiales. Durante el encuentro, la habilidad de
los brasileros fue controlada por la férrea marca hombre a hombre de
los europeos. A poco de comenzar, Nejedly puso en ventaja a los che-
coslovacos que se retrasaron para aguantar la victoria parcial. Con más
espacios, Leónidas se hizo cargo del ataque brasileño pero recién
promediando el segundo tiempo pudieron llegar al empate tras una
jugada personal del propio crack. En el intento por detener el disparo
se produjo otro hecho relevante en el partido, Planicka, el fenomenal
arquero de los de Europa del Este, se lesionó y continuó jugando pero
notablemente sentido.
Los sudamericanos, acostumbrados a jugar libres, sin marcas pe-
gajosas, fuertes y violentas por momentos, hicieron que el partido de-
rive en roces, como por ejemplo el golpe directo a la pera que el me-
diocampista derecho José le dio a Nejedly, por lo que fue expulsado el
brasileño. Antes de finalizar el primer tiempo, el checo Riha y el bra-
sileño Machado se enfrentaron a puñetazos. El árbitro expulsó a los
dos, uno por bando. Planicka terminó con doble fractura de brazo (los
historiadores consultados no se ponen de acuerdo, unos dicen que se
fracturó el radio y otros la clavícula) y Nejedly con fractura en un pie.
Este último debió abandonar la chancha antes del final al igual que
Kostalek, con un golpe en el abdomen.

52
No lograron desequilibrar el marcador, el empate en uno quedó
sellado y se tendrían que ver las caras nuevamente dos días después.
El 14 de junio se volvieron a enfrentar brasileños y checoslovacos
en Burdeos. La sorpresa la dio Pimenta, el técnico de Brasil, quien
realizó nada menos que nueve cambios, algunos por cansancio, otros
tácticos, solamente sobrevivieron el arquero Walter y la figura del
equipo Leónidas. Checoslovaquia realizó varios cambios pero tres
bajas se sintieron sobremanera, las del arquero Planicka (lesionado en
el primer encuentro) y los delanteros Pic y Nejedly. Tampoco podría
contar con el resto de los delanteros, Riha, Simunes y Ludl.
La fortaleza de los checos se hizo sentir al comienzo hasta marcar
el 1 a 0 por intermedio de Kopecky. Al igual que en el primer partido,
los europeos se retrasaron y permitieron que aflorara el buen pie de los
sudamericanos, con Leónidas marcando el empate, encontrando en el
joven Tim un compañero para generar buen fútbol. Sobre el final Ro-
berto anotó el 2 a 1 para Brasil que le aseguraba el pase a semifinales.
El 16 de junio llegó la hora de las semifinales que clasificarían a
los dos finalistas, en Marsella chocaban Italia y Brasil, los italianos
llegaban con dos días más de descanso que los brasileros. Además,
Brasil no contaba con Leónidas, lesionado, ni Tim, ni Brandao, reser-
vado por el entrenador Ademar Pimenta para la final, se ve que se
tenía fe el hombre.
Los italianos hicieron prevalecer su mejor forma física y doblega-
ron a los hábiles brasileños. Colaussi, ya en el segundo tiempo, puso
el 1 a 0 para la “scuadra azzurra” y Meazza de penal, tras infracción
de Domingos Da Guía a Silvio Piola, anotó el 2 a 0, Brasil descontó
mediante un solitario gol de Romeo a tres minutos del final que solo
sirvió para decorar el marcador. Los defensores del título estarían
nuevamente en la final para reverdecer laureles y contentar a Mussoli-
ni.
El penal convertido por el formidable Giuseppe Meazza tuvo una
particularidad, el capitán italiano había sufrido la rotura del elástico de
su pantalón, por lo que tuvo que patear la pena máxima sosteniéndose-

53
lo con su mano izquierda. Al marcar tan importante gol que práctica-
mente los depositaba en la final, Meazza fue a festejar a la tribuna
donde estaban los “tifosi” y al levantar ambas manos soltó el pantalón,
por lo que quedó en calzoncillos y tuvo que ser rodeado por sus com-
pañeros de equipo para disimular el percance.
En esta semifinal se dio un hecho llamativo, los brasileños estaban
confiados en superar a los italianos por lo que ya habían reservado los
pasajes de avión de Marsella a París. El técnico italiano se contactó
con los brasileños antes del encuentro para que les cedieran los pasa-
jes en caso que Italia accediera a la final, los sudamericanos no quisie-
ron escuchar hablar del tema y desestimaron la propuesta. Los italia-
nos tuvieron que viajar en tren a París y los brasileños a Burdeos a
jugar por el tercer y cuarto puesto.
El mismo 16 de junio pero en el Parque de los Príncipes en París,
Hungría enfrentaba a Suecia. Uno le había hecho 6 a Indias Holande-
sas y el otro 8 a Cuba, por lo que se esperaba un encuentro con mu-
chos goles.
El enfrentamiento no defraudó y los goles llegaron, pero más del
lado húngaro que del sueco, los magiares golearon a los vikingos por
5 a 1. Las ilusiones de los del norte de Europa se encendieron con el 1
a 0 marcado por Nyberg, pero les duró poco porque nunca más pudie-
ron patear al arco. Szegeller en tres ocasiones, Titkos y Sarosi sepulta-
ron las expectativas de los escandinavos y depositaron a la Hungría de
Alfred Schaffer en la primera final de su historia.
Tres días después, el 19, llegaba el momento del premio consuelo,
el encuentro por el tercer puesto enfrentaría a Brasil y Suecia con el
arbitraje del amigo Langenus.
Leónidas volvió a la formación de Brasil y con él la victoria, los
suecos todavía golpeados por la goleada recibida de manos de los
húngaros no pudieron sobreponerse y cayeron claramente por 4 a 2.
Dos de Leónidas, Romeo y Peracio para Brasil, Nyberg y Jonasson
anotaron para los suecos. Brasil accedía al tercer puesto y comenzaba
a ganarse el respeto del mundo futbolístico.

54
Por fin era el turno de la gran final que emparejaba al campeón
defensor Italia ante Hungría. El encuentro se desarrolló en París tam-
bién el 19 de junio con el arbitraje del francés Capdeville y ante
55.000 espectadores.
Italia formó con: Olivieri, Foni, Rava, Sarantoni, Andreolo, Loca-
telli, Biavatti, Meazza, Piola, Ferrari y Colaussi. DT: Vittorio Pozzo.
Mientras que Hungría alistó a: Szabo, Polgar, Biro, Salva, Szucs, La-
zas, Sas, Vincze, Sarosi, Szengeller y Titkos. DT: Alfred Schaffer.
El público local se volcó del lado de los húngaros por cuestiones
políticas. Estuvieron presentes en el palco oficial el presidente de
Francia Albert Lebrun, que poco y nada sabía de fútbol, y Jules Rimet,
presidente de la FIFA. En relación al primer mandatario francés se
cuenta una risueña anécdota. Dicen que cuando Lebrun bajó al campo
de juego a saludar a los protagonistas notó que no estaba el seleccio-
nado francés por lo que preguntó: “¿Dónde están los franceses?”. Ante
el nerviosismo de los acompañantes, uno de ellos alcanzó a decir: “El
árbitro es francés”; así quedó complacido el presidente galo y salvado
el incómodo momento.
A poco de comenzar, a los seis minutos los italianos imponían su
fortaleza física y Colaussi ponía en ventaja a la “azzurra”, tras exce-
lente jugada de Andreolo, Serantoni, Biavati y Piola. Los húngaros
reaccionaron y a base de habilidad doblegaron la rudeza italiana, Ti-
tkos igualó el marcador tras jugada de Sarosi y fallo de Locatelli. Ita-
lia salió nuevamente al ataque y se hizo protagonista de las acciones.
Fruto de esto, a los 14 Piola puso el 2 a 1, diferencia que fue estirada
en el minuto 35 por intermedio de Colaussi.
El complemento se desarrolló con Italia replegada aguantando el
resultado y los hábiles húngaros atacando, hasta que a los 25 minutos
el abogado Sarosi acortó distancias, 3 a 2 en una final emocionante. El
descuento despertó a los itálicos que lograron marcar a los 35 por in-
termedio del goleador Piola, que pondría cifras definitivas. Goleada y
bicampeonato para Italia ante el aplauso y reconocimiento del público
francés, que los había hostigado durante todo el torneo pero que fi-

55
nalmente reconocía su fútbol.
Luego del partido, el arquero húngaro Szabo declaró: “Salvé la
vida de once seres humanos. Me contaron que antes de empezar el
partido los italianos habían recibido un telegrama de Mussolini que
decía: ‛Ganar o Morir’. Ganaron”.
Don Vittorio Pozzo lo volvía a hacer cuatro años después, bajo la
presión del gobierno nacionalista de “Il Duce”, Pozzo logró diseñar un
sistema de juego que si bien no era demasiado vistoso, si era efectivo,
con comunicación entre las líneas, entre el volante central – Monti en
el 34 y el uruguayo Andreolo en el 38– y Meazza, el delantero más
retrasado. Vittorio Pozzo fue campeón mundial con Italia en el 34 y
38, pero también campeón Olímpico en Berlín 36. Se retiró de la se-
lección en 1948 para dedicarse al periodismo, falleciendo en 1968.
En el 34 habían quedado las dudas de la influencia del gobierno
italiano en el torneo, en el 38 Italia fue el mejor, ganó con toda justicia
y despejó viejas dudas. Por primera vez una selección conseguía rete-
ner la copa y a su vez quedarse con ella en condición de visitante.
Mussolini invitó a toda la delegación italiana a quedarse una se-
mana con todo pago en París como premio por el campeonato obteni-
do, pero la totalidad de los campeones decidieron volver a su país y
festejar con los suyos.
Italia debería custodiar la copa por cuatro años, hasta 1942, pero
en la historia de los Mundiales de fútbol se cruzaría nada menos que la
Segunda Guerra Mundial.
Francia utilizó nueve sedes: París, Marsella, Burdeos, Estrasbur-
go, Le Havre, Toulouse, Reims, Lille y Antibes. Los espectadores que
concurrieron a estos estadios fueron 483.000, produciendo el Mundial
en todo concepto ingresos por 6.000.000 de francos franceses.
Se marcaron 84 goles, 17 de ellos de cabeza, en 18 partidos, con
un promedio de 4,67 tantos por encuentro. Gustav Wetterstrom de
Suecia anotó el gol 200 de los Mundiales.
El goleador del certamen fue “El diamante negro” Leónidas Da
Silva de Brasil, con 7 tantos en 4 partidos: 3 ante Polonia, 2 a Checos-

56
lovaquia y 2 a Suecia. A un tanto quedó Zsengeller de Hungría con 6
y tercero el italiano Piola con 5 anotaciones.
Por primera vez se utilizó una pelota con válvula, abandonando la
pelota de tiento, invención que pertenecía a los cordobeses Luis Polo,
Antonio Tossolini y Juan Valbonesi.
El equipo ideal del torneo quedó conformado por: Planicka (Che-
coslovaquia), Da Guía (Brasil), Rava (Italia), Serantoni (Italia), An-
dreolo (Italia), Locatelli (Italia), Meazza (Italia), Sarosi (Hungría),
Biavati (Italia), Leónidas (Brasil) y Titkos (Hungría).
La figura fue Leónidas, considerado el antecesor de Pelé, dueño
de una gran destreza para cabecear. Jugó en Bonsucesso, Peñarol,
Vasco da Gama, Botafogo, Flamengo y San Pablo.

Síntesis:

Campeón: Italia 6° Francia 11° Polonia


Subcampeón: Hungría 7° Suiza 12° Noruega
Tercero: Brasil 8° Cuba 13° Bélgica
Cuarto: Suecia 9° Rumania 14° Holanda
5° Checoslovaquia 10° Alemania 15° Indias Holandesas

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Brasil 1950

“La tristeza es solo brasileña”

La cuarta Copa del Mundo de fútbol se hizo esperar, el impasse


duró doce años, la Segunda Guerra Mundial y la consecuente devasta-
ción de gran parte de Europa hicieron que recién en 1950, y en Suda-
mérica, volviera a disputarse el mayor evento futbolístico del globo.
En 1945 había finalizado la Segunda Guerra Mundial y desde en-
tonces se fue gestando un nuevo orden mundial con los acuerdos de
Yalta y Postdan, el Plan Marshall para la reconstrucción y recupera-
ción de Europa y con él el surgimiento definitivo de Estados Unidos
como cabeza del mundo occidental. Se crearon las Naciones Unidas,
quedó definitivamente derrotado el nazismo y el orbe quedó dividido
en dos, por un lado un bloque socialista conformado por la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y por el otro un bloque ca-
pitalista conformado por Estados Unidos y los países europeos vence-
dores en la guerra. Tras estos dos bloques se fueron alineando el resto
de los países del mundo dando comienzo a la denominada guerra fría.
En Argentina, Juan Domingo Perón llegaba al poder en 1945 y
con él volvía la democracia luego del pedido popular de finalizar con
años de dictadura. Perón se sumó a la tendencia mundial del Estado
benefactor, propiciando mejoras sociales para los trabajadores y los
más desprotegidos.
El país vivía momentos de holgura económica puesto que Argen-
tina exportaba alimentos, carnes y trigo fundamentalmente, a una Eu-
ropa devastada por la guerra, era la época de Argentina granero del
mundo. Las exportaciones y un fuerte apoyo a la industria nacional,
entre otras medidas, marcaron un momento histórico en la historia
argentina.
Volviendo al aspecto futbolístico, en el congreso de FIFA que se
reunió en París en 1938 se acordó postergar la designación de la pró-

58
xima sede dada la inestabilidad política que se vivía por entonces. Los
países que pretendían organizar la copa eran Alemania, Brasil y una
vez más Argentina. Quien tenía mayores chances era Alemania. De
haber sido designada como sede, habría generado un malestar tal que
podría haber llevado a que varios países sudamericanos, con Brasil y
Argentina a la cabeza, se abstuvieran de participar en el torneo por
creer que la organización de la FIFA favorecía a los europeos. Recor-
demos que las últimas sedes habían sido Italia y Francia por lo que la
designación de Alemania habría dado a Europa la organización de tres
copas consecutivas.
Los miembros de la FIFA estuvieron alejados durante un largo
tiempo y recién en 1946, el 1 de julio, se pudieron volver a reunir en
Luxemburgo. Había que volver a comenzar casi de cero, se estableció
que la Copa del Mundo se llevaría a cabo en 1949 y que Brasil sería el
país organizador. Argentina no había vuelto a formular su intención
organizadora, luego de un acuerdo con Brasil, ellos organizaban el
Mundial del 50 y Argentina el próximo que le tocara a Sudamérica.
Por otra parte, luego de la guerra Alemania quedó desafiliada de FI-
FA. Los suizos hicieron gala de una gran visión a futuro y en vez de
ingresar en la disputa del siguiente Mundial, se aseguraron la organi-
zación del quinto en 1954, mientras que Suecia se postuló para cuatro
años después.
En el mismo congreso se estableció que la copa entregada a los
vencedores del certamen se llamaría desde entonces Copa Jules Rimet,
en honor al francés fundador y presidente de la federación, quien ya
era una persona mayor.
El 18 de enero de 1947 se volvieron a reunir los miembros de FI-
FA para continuar la reconstrucción del organismo y definir cuestio-
nes referidas al próximo Mundial, la primera de ellas fue postergar la
fecha del evento para 1950 por expreso pedido de Brasil, quien necesi-
taba más tiempo para la construcción de estadios. No se vio con malos
ojos el pedido ya que se volvería a realizar en años pares como se ve-
nía haciendo y además alternando cada dos años con el otro evento

59
Mundial deportivo por excelencia, los Juegos Olímpicos, por lo que se
aprobó la moción de cambio. La otra cuestión que solicitó Brasil fue
que se cambiara el reglamento, que no se juegue más por llaves y eli-
minación directa para pasar a hacerlo por el sistema denominado de
liga (o zona), considerando este sistema más justo porque permitía a
un equipo recuperarse y seguir con chances luego de un mal partido.
Por otro lado, otros seguían con la tesitura firme de que el campeón
debía serlo de forma invicta. Las partes no se pusieron de acuerdo y la
decisión quedó para un próximo encuentro.
Londres fue la ciudad anfitriona de una nueva reunión FIFA en
junio, el tema principal era la definición del sistema a utilizarse en el
Mundial, Brasil salió con los tapones de punta y anunció que si no se
aprobaba el sistema propuesto por ellos y apoyado por los países ame-
ricanos más España, se verían imposibilitados de realizar la copa, pues
necesitaban que se disputaran más partidos para aumentar la recauda-
ción y así cubrir los gastos, el sistema de liga era la solución.
Finalmente, y luego de negociaciones arduas, se definió que los
dieciséis equipos participantes en la competición de Brasil serían divi-
didos en cuatro grupos de cuatro equipos. Cada grupo contaría con un
equipo cabeza de serie, sorteándose los otros tres. Los cuatro equipos
victoriosos en cada grupo, intervendrían en la segunda serie. Cada
equipo que participe en esta segunda serie, jugaría un solo partido
contra los otros tres que constituyan este último grupo. El equipo que
obtuviera más puntos ganaría la copa.
La copa, ahora bautizada Jules Rimet, se había salvado por mila-
gro de los nazis. Ottorio Barassi, italiano vicepresidente de FIFA por
entonces y custodio de la estatuilla, debió esconderla debajo de su
cama en una caja de zapatos, hasta que pudo llevarla a un banco de
Roma y depositarla en una caja de seguridad.
Treinta y tres equipos se inscribieron para disputar las eliminato-
rias de Brasil 1950, ocho de ellos renunciaron a la competición, más
otros dos luego de conseguir la clasificación. Escocia había clasificado
en segundo lugar en la eliminatoria de las islas británicas por detrás de

60
Inglaterra, pero la federación escocesa consideró que no debía partici-
par a pesar de corresponderle por legítimo derecho la clasificación.
Por su parte, Turquía ganó su grupo y también renunció a participar
aduciendo la imposibilidad de realizar el largo viaje hasta Brasil.
Además, antes de disputar las eliminatorias, desistieron Argentina por
problemas entre la AFA y la CBD (esa fue la excusa formal, más ade-
lante tocaremos el tema en particular), Perú, Ecuador, Austria, Bélgi-
ca, Birmania, Indonesia y Filipinas.
A las ausencias hay que agregar a las dos Alemanias, Japón y gran
parte de los países de Europa del Este como la Unión Soviética, Bul-
garia, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania, por cuestiones
políticas o económicas.
Tal vez la renuncia más particular fue la de India, quien se negó a
participar como protesta a una cláusula recientemente implantada en la
que se prohibía jugar al fútbol sin botines. Los indios tenían la cos-
tumbre de jugar descalzos.
Un párrafo aparte merece la renuncia de Argentina, quien se que-
dó sin ir al Mundial por razones políticas. La generalidad del seguidor
del fútbol de aquel entonces coincidía en que Argentina muy posible-
mente (recordemos que esto es fútbol) se hubiera quedado con los
títulos mundiales del 42 y del 46 si se hubieran disputado. Argumen-
tos para sostener esto fueron los Campeonatos Sudamericanos gana-
dos de manera invicta en 1945, 1946 y 1947. El técnico Guillermo
Stábile se las veía en figurillas para armar los seleccionados pero no
por falta de jugadores sino por la cantidad de cracks con los que con-
taba. No nos olvidemos que eran épocas de la “máquina” de River con
Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau; de un tal Alfredo Di
Stéfano, hasta hoy considerado entre los cuatro o cinco mejores juga-
dores de la historia; de Boyé, Pontoni, Martino, Néstor Rossi, Vicente
de la Mata, Tucho Méndez, por nombrar algunos apellidos que quizás
les suenen.
Pero esa época dorada del fútbol argentino tuvo un triste final. El
peronismo tomó el deporte como una cuestión de Estado y en una eta-

61
pa del país, como ya dijimos, de prosperidad económica, es inentendi-
ble que no haya tomado parte en un conflicto suscitado entre Futbolis-
tas Argentinos Agremiados y la Asociación del Fútbol Argentino. Los
jugadores pedían un sistema de contrataciones más transparente, no
llegaron a un acuerdo entre las partes. El Estado no intervino para so-
lucionar el problema y se declaró una huelga el 10 de noviembre de
1948. Sin poder jugar en sus clubes, los jugadores profesionales en-
contraron una salida, emigraron al fútbol colombiano ya que su liga no
estaba adherida a FIFA. Los clubes colombianos se adueñaron de las
figuras argentinas sin pagar un solo peso a sus clubes y desembolsan-
do fortunas en sueldos. Así se produjo la mayor sangría de futbolistas
de la historia, incluso mayor a la que vive hoy en día nuestro fútbol.
Los organismos internacionales miraron para otro lado, algunos dicen
que porque la ausencia argentina favorecía al organizador Brasil y a la
debutante Inglaterra. Esta fue una de las causas por las que Argentina
no concurrió al Mundial de Brasil. Otra, que viene aparejada a la pri-
mera, fue la tajante directiva emanada del mismo General Perón cuan-
do supo que no era un hecho que Argentina ganara el Mundial, una
hipotética derrota ante Brasil hizo que Perón decidiese unilateralmente
bajar al seleccionado nacional. El aislamiento argentino duraría hasta
1958 y tendría un costo deportivo altísimo debido a la falta de roce
internacional.
Lo cierto es que Uruguay tampoco era favorito y terminó por ser
el campeón. Tal vez si la política mezquina hubiera quedado de lado,
en las líneas sucesivas estaría escribiendo sobre el “maracanazo” ar-
gentino, sin embargo deberé contarles la proeza uruguaya.
Finalmente, de los treinta y tres inscriptos inicialmente solamente
trece confirmaron su participación. El número más bajo de competido-
res desde Uruguay 1930, por lo que los organizadores cursaron invita-
ciones de clasificación directa a Francia por ser país fundador de FIFA
y a Portugal por ser país hermano de Brasil, pero ninguno aceptó la
invitación.
Dos equipos ya estaban clasificados, Brasil como país organizador

62
e Italia como campeón, aunque concurrió al torneo en barco y con un
equipo diezmado debido a las ausencias provocadas por lo que se de-
nominó la tragedia de Superga. El equipo del club Torino de Turín,
rival histórico de Juventus, poseía por entonces el mejor equipo de
Italia, era el actual campeón y marchaba primero en el torneo en curso
con 16 puntos de ventaja sobre su perseguidor Milán, por lo que va-
rios de sus integrantes formaban parte del seleccionado nacional. Un
año antes del Mundial, el 4 de mayo de 1949, volvían en avión desde
Lisboa, Portugal, donde habían disputado un encuentro amistoso por
la despedida del jugador del Benfica Xico Ferreira. Debido a la niebla,
el avión se estrelló en un murallón de la basílica de Superga, en las
afueras de Turín, muriendo todos los pasajeros, 31 en total entre juga-
dores, cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y tripulación del avión.
Entre los fallecidos, diez jugadores eran integrantes de la azzurra, des-
tacándose nombres como Ferraris II, Ballarín, Marosso y Mazzola,
cuatro figuras de Italia. Debido a lo cercano del accidente aéreo, los
jugadores se negaban a viajar en avión, por lo que la selección italiana
viajó en barco a Brasil. Un problema que se suscitó en el viaje fue que
en los primeros entrenamientos en la cubierta de la embarcación, todas
las pelotas terminaron en el agua, quedándose sin el elemental útil, por
lo que a la llegada al puerto de Santos, luego de quince días de nave-
gación, los campeones del mundo se encontraban mal entrenados y
excedidos de peso. Como veremos a continuación, probablemente por
ello se convirtió en el primer campeón mundial en no pasar la primera
fase en su intento de defensa del título.
Los grupos se habían confeccionado con anterioridad a las deser-
ciones, por lo que luego de disputadas las eliminatorias quedaron con-
formados de la siguiente manera: Grupo I: Brasil, México, Suiza y
Yugoslavia; Grupo II: Chile, España, Estados Unidos e Inglaterra;
Grupo III: Italia, Paraguay y Suecia; Grupo IV: Uruguay y Bolivia.
Los cabezas de serie seleccionados por FIFA fueron Brasil (país
organizador), Italia (campeón), Uruguay (primer campeón mundial) e
Inglaterra (por… por ser Inglaterra).

63
Más allá de ausencias y renuncias, en Brasil celebraban la vuelta
de Uruguay a los Mundiales luego de las abstenciones del 34 y 38, y
de Inglaterra, quien por fin había dejado de lado su soberbia aislacio-
nista, decidiendo codearse con el resto del mundo, a quienes creían ya
en condiciones de enfrentarse a ellos.
En Río de Janeiro trabajaban sin interrupciones día y noche once
mil trabajadores para levantar un monumento al fútbol, el estadio más
grande del mundo, el Maracaná, cuyo campo de juego ostenta las ma-
yores dimensiones posibles: 110 por 75 metros. Las obras se iniciaron
el 20 de enero de 1948 y tardaron veinte meses en construirlo, su ca-
pacidad albergaría a 180.000 espectadores, cifra que se vio sobrepasa-
da en la final y fue de 200.000 a 230.000 según diferentes relatos. El
estadio se encuentra en el barrio Maracaná en Río de Janeiro, por en-
tonces capital de Brasil. Al Maracaná lo secundarían otros cinco esta-
dios. El país se preparaba para obtener la primera Copa del Mundo.
El cuarto Campeonato Mundial de Fútbol comenzó a disputarse el
24 de junio cuando en el estadio Maracaná de Río de Janeiro el local
Brasil enfrentó a México con el arbitraje del inglés Reader.
A la inauguración concurrió el presidente de la República Federa-
tiva del Brasil doctor Eurico Dutra y otras altas autoridades naciona-
les. Durante la ceremonia inaugural hubo suelta de palomas, desfiles,
bandas de músicos y discursos. Desde las tribunas, la utilización de
cohetería hacía ensordecedor el ambiente y la humareda provocada
dificultaba la visión.
Al comienzo del encuentro ya se vieron las intenciones del con-
junto azteca, formando insólitamente 1-9-1, mientras que Brasil utilizó
su habitual esquema ofensivo 4-2-4 famoso. Los nervios del debut se
sobreponían al monopolio del balón que ejercía el local, así finalizó el
primer tiempo con un escaso 1 a 0 obra de Ademir y una buena actua-
ción del arquero Carabajal. En el segundo tiempo, Montemayor, capi-
tán mexicano, abandonó el campo por lesión. Luego de dos tiros a los
palos, a los 20 minutos Jair marcó el segundo gol, a los 28 Baltazar el
tercero y decoró el resultado nuevamente Ademir. 4 a 0 para Brasil,

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resultado lógico que acrecentaba la euforia de los hinchas locales.
El 25 de junio se jugarían cuatro partidos, en Río de Janeiro se en-
frentaban por el Grupo II Inglaterra y Chile. Gran expectativa desper-
taba ver a los ingleses debutando en una Copa del Mundo, pero la sor-
presa, al comienzo, la dieron los chilenos quienes se asentaron mejor
en un campo mojado por la lluvia, con los ingleses expectantes. Hasta
que decidieron ejercer su juego de pases cortos y adueñarse del trámite
del partido. El primer tiempo finalizó 1 a 0 para Inglaterra, con gol del
puntero derecho Mortensen a los 38 minutos. El segundo tiempo con-
tinuó con el dominio europeo y Manion aumentó la cuenta para finali-
zar con un 2 a 0 a favor de Inglaterra.
Otro de los partidos del 25 de junio fue el que disputaron en San
Pablo Suecia y el campeón Italia. Ya dijimos que la delegación italia-
na llegaba golpeada por la catástrofe de Superga y el viaje a Brasil en
barco. Suecia era un equipo joven pero fuerte y rápido. A poco de co-
menzar el parito, a los 6 minutos, Italia se puso al frente gracias a la
conquista de Carapallesse. Pero a los 24 minutos Jepsson logró la
igualdad y Andersson a los 30 puso en ventaja a los nórdicos. En el
segundo tiempo alargó distancias otra vez Jepsson y descontó Mucci-
nelli pero sería demasiado tarde, los campeones comenzaban el torneo
con una derrota por 3 a 2.
En Belo Horizonte, Yugoslavia y Suiza completaban la primera
fecha del Grupo I que compartían con Brasil y México. Los yugosla-
vos, más habilidosos que los suizos, tomaron la iniciativa del partido y
fueron al ataque, los helvéticos se cerraron intentando aguantar y pro-
piciar una contra o aprovechar una pelota parada. El ímpetu de los
balcánicos tuvo premio, Djakic a los 10 minutos, Tomasevic a los 20 y
Ognajanov a los 37 sellaron la goleada 3 a 0 de Yugoslavia sobre Sui-
za y dejaba en claro que sería un serio escollo para las aspiraciones
brasileñas.
El partido estuvo a punto de suspenderse antes de comenzar por-
que el árbitro del encuentro Giovanni Galeati objetó que las redes de
los dos arcos estaban mal colocadas por lo que hubo que volver a po-

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nerlas correctamente. También se quejó de que el estadio del Parque
Independencia de Belo Horizonte no contaba con alambrado olímpico
para impedir que el público ingresara al campo de juego. Finalmente,
dirigentes de la organización convencieron al riguroso árbitro italiano
y el cotejo se pudo disputar.
El encuentro restante del día lo protagonizaron España y los Esta-
dos Unidos en Curitiba. España se hizo cargo de su favoritismo y salió
a vulnerar la valla norteamericana, pero estos aguantaron la furia es-
pañola y respondieron con una ofensiva que culminó en gol de Crad-
dock. Sorpresa en el pequeño estadio para 12.000 espectadores de
Curitiba. Pero a los Estados Unidos le pasó lo que les sucede a los
equipos chicos cuando van ganando a un grande, cometieron el peca-
do de replegarse para cuidar el resultado. Aguantaron hasta los 36
minutos del segundo tiempo cuando como resultado de los continuos
ataques Igoa igualó el marcador, y a los 39 Basora permitió que Espa-
ña pasara al frente. Con los norteamericanos desordenados en busca
del empate, el tremendo goleador Zarra, puso cifras finales al marca-
dor 3 a 1 a favor de España.
La acción mundialista volvió recién el 28 de junio cuando en San
Pablo chocaron Brasil y Suiza. Una vez más los suizos utilizaron su
cerrojo para intentar mantener la valla invicta y aguantar a los anfi-
triones que por todos los medios intentaban convertir. Dominio abso-
luto de Brasil y el gol no tardó en llegar, en el minuto 3 Alfredo inau-
guró el marcador. A los suizos ni se les ocurrió salir a buscar el empa-
te y siguieron empecinados en tratar que no los golearan y ver si po-
dían acertar alguna contra. A los 17 minutos uno de esos contragolpes
finalizó en gol de Fatton. Estupor total en las tribunas, Suiza conti-
nuaba cerrada atrás y el arquero Stuber tapaba todas, hasta que en el
minuto 33 Baltazar puso nuevamente las cosas en su lugar, 2 a 1 y
final de la primera parte. El segundo tiempo fue una continuación del
primero con la misma tónica. Los brasileños continuaban atacando
tratando de aumentar la diferencia en el marcador pero a falta de un
minuto para la finalización del partido se descuidaron. Tamini escapó

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con la pelota, echó el centro y Fatton convirtió el 2 a 2 definitivo, em-
pate, proeza suiza e incredulidad de los locales. A la salida del estadio,
algunos hinchas locales molestos con el resultado intentaron agredir al
técnico Flavio Costa y apedrearon el micro que trasladaba a los juga-
dores.
Al día siguiente, 29 de junio, en Porto Alegre era el turno de Yu-
goslavia enfrentando a México. Los europeos eran favoritos tras lo
demostrado por ambas selecciones en sus respectivos partidos anterio-
res y no defraudaron, fue victoria por 4 a 1. Bader, Tchaikovsky, To-
masevic y Vukas convirtieron para Yugoslavia, Ortiz de penal logró el
primer tanto de los “chamacos” en el certamen.
El mismo 29, pero en Río de Janeiro, se midieron España y Chile.
Partido parejo, tal vez con un leve dominio español que le permitió en
el minuto 17 ponerse en ventaja por intermedio de Basora de cabeza.
El delantero volvió a aumentar la cifra a los 32 luego de una jugada
individual que superó la defensa del arquero Sergio Livingstone. La
segunda etapa profundizó el dominio español, a pesar de que terminó
jugando con diez hombres por la salida de Gainza lesionado, pero no
se movió el marcador. Victoria española 2 a 0.
29 de junio en Belo Horizonte era la cita para ver Inglaterra – Es-
tados Unidos, a priori una lección de fútbol de padre a hijo, pero de
tanto en tanto los hijos enseñan a sus padres. Los estadounidenses
estaban en su día y se plantaron de igual a igual ante los inventores del
fútbol moderno (por lo menos quienes lo reglamentaron). Los palos y
el arquero Williams evitaron que la ofensa fuese mayor. A los 35 mi-
nutos del primer tiempo, remate de Bahr que no pudo contener Wi-
lliams y Larry Gaetjens, un haitiano que ni siquiera era nacionalizado
estadounidense, llegó para marcar un tanto histórico en mundiales, el
que finalmente sentenciaría la primera derrota de Inglaterra en un
Mundial. Los ingleses fueron y fueron pero no pudieron quebrar la
defensa de los norteamericanos. 1 a 0 para los del Tío Sam y otra sor-
presa que se sumó al empate de Brasil con Suiza.
La selección de los Estados Unidos era un verdadero rejunte, por

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ejemplo, los hermanos Juan y Eduardo Souza eran portugueses, el
mediocampista Maca belga nacionalizado, McIlvenny era inglés, y,
como se dijo, el delantero Gaetjens era haitiano. Los ingleses quisie-
ron reclamar, al enterarse, pero de haberles dado el triunfo en los es-
critorios no les hubiera servido de nada porque ya no podían arrebatar-
le el primer lugar del grupo a España.
Cuando la agencia de noticias Reuters envió el télex a Inglaterra,
los periódicos británicos pidieron la confirmación del resultado o la
rectificación por si acaso era un error de tipeo. Otros, ajustados por el
cierre de la edición debido a la diferencia horaria con Sudamérica,
“rectificaron” la información por cuenta propia y titularon con grandes
letras el triunfo inglés por 10 a 1.
Un cuarto partido se jugaba también el 29, el que enfrentaba a
Suecia y Paraguay en Curitiba. Suecia ya había demostrado lo que
tenía derrotando al campeón reinante Italia, Paraguay debutaba en el
torneo. El primer tiempo mostró mejor a los vikingos que se pusieron
en ventaja por intermedio de Sundkvist a los 23 minutos y aprovecha-
ron el desconcierto guaraní para estirar diferencias un minuto después
gracias a Palmer. A los 34 descontó Jara y así finalizaron los primeros
45 minutos. El complemento mostró toda la fiereza de los guaraníes
buscando la igualdad que llegó a los 30 minutos a través de López
Sosa, luego de una buena jugada de Ávalos. Tal vez más frescos por
ser su primer encuentro, los paraguayos llegaron mejor al final del
partido y de haber durado más tiempo hubiera sido victoria de los sud-
americanos, pero el marcador no se volvió a mover y las cifras queda-
ron clavadas en 2 goles por lado.
El 1 de julio en Río de Janeiro se enfrentaban Brasil y Yugoslavia,
prueba de fuego para los locales porque hasta acá tenían 3 puntos (re-
cordemos que por entonces la victoria otorgaba 2 puntos) y Yugosla-
via 4. El empate clasificaba a los europeos. Brasil venía de una pálida
labor ante suiza y debía revertir esa imagen, para ello el cuestionado
técnico Flavio Costa decidió el ingreso de Zizinho y Chico y las
reapariciones de Bigode y Danilo. Antes de iniciarse el partido, el al-

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calde de Río les dejó un mensajito a los jugadores diciendo que su
ciudad había cumplido construyendo el Maracaná, ahora ellos debían
cumplir con su parte y ganar el campeonato… Un poquito de presión
para los muchachos brasileños. Los yugoslavos no comieron antes del
partido en el hotel sino en la embajada de su país por miedo a un sabo-
taje culinario de parte de los brasileños. Lo que no pudieron prever fue
el insólito incidente que sufrió, antes de comenzar el partido, una pie-
za clave del equipo. Zlatko Cajkoswki se golpeó la cabeza con la puer-
ta corrediza del túnel por donde debían salir a la cancha. El golpe fue
de tal magnitud que le produjo una herida cortante y lo dejó semi in-
consciente. La organización no permitió sustituirlo ni retrasar unos
minutos el encuentro, por lo que Yugoslavia debió iniciar al partido
con un jugador menos. Cajkoswki se incorporó al partido diez minutos
después de comenzado cuando ya perdían 1 a 0, porque Chico en el
minuto 4 lanzó un centro, tocó la pelota Maneca y gol de Ademir. No
pasó mucho más en la primera etapa salvo la detención del encuentro
en el minuto 28 para que el arquero yugoslavo se cambiara la camiseta
porque se confundía con la de Brasil.
El segundo tiempo mostró intentos de Yugoslavia por llegar al
empate pero no pudo concretar, cosa que sí hizo Zizinho, 2 a 0, victo-
ria y clasificación brasileña al grupo final.
El 2 de julio en Porto Alegre, Suiza y México jugaban para com-
pletar el fixture, sin chances ninguno de los dos. Para destacar en este
encuentro fue que los dos utilizaban camisetas rojas por lo que hubo
un sorteo para ver quién cambiaba de colores. Ganaron los mexicanos
pero cedieron a Suiza el derecho de utilizar el color rojo, usando ellos
la camiseta del club local Gremio. Fue triunfo de Suiza 2 a 1 con goles
de Bader y Tamini, Casarín anotó el gol mexicano.
El mismo 2 de julio en Río de Janeiro se jugaban el pase de ronda
España e Inglaterra, quienes habían recibido antes del encuentro un
cargamento de botines de última generación para ayudar a la causa…
pero llegaron demasiado tarde.
La pica entre ingleses y españoles no es nueva y se remonta a lo

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largo de la historia, siempre se dice que no hay que mezclar el deporte
con la política, y es cierto, pero al deporte lo juegan seres humanos y
cómo no recordar, por ejemplo, Gibraltar y demás cuestiones que ten-
saron históricamente las relaciones entre las dos naciones.
España llegaba con dos triunfos y 4 puntos, Inglaterra 2 puntos
producto de una victoria y una derrota. Un triunfo británico obligaba a
jugar un nuevo encuentro desempate. El empate y obviamente el triun-
fo clasificaban a los ibéricos.
Inglaterra tomó el control de las acciones en el primer tiempo de-
bido a la obligación de ganar pero las situaciones fueron parejas, con
buenas actuaciones de los arqueros Ramallets y Williams.
A los 3 minutos del segundo tiempo desbordó Basora y echó el
centro que conectó Zarra para marcar el tanto que desniveló el marca-
dor. El técnico español Benito ordenó a sus dirigidos que se replie-
guen y defiendan la conquista. Así lo hicieron, Inglaterra no pudo vul-
nerar la defensa y la victoria fue para España por 1 a 0 clasificándose
para la ronda final. Inglaterra volvió a la isla con el triste balance de
un triunfo, dos derrotas y la comprobación de que el aislamiento del
mundo futbolístico había situado a los pioneros del fútbol un escalón
más abajo que las actuales potencias.
Para este encuentro, el técnico inglés Walter Winterbotton había
entregado a sus conducidos papelitos con instrucciones de cómo de-
bían actuar en el partido. Además, se las hizo estudiar y repetir en voz
alta frente a él. Como si eso fuera poco los comprometió por escrito a
firmar una declaración donde reconocían haber leído las instrucciones,
sabido es que las palabras se las lleva el viento. Todas estas precau-
ciones, como vimos, no sirvieron absolutamente de nada, como no
podía ser de otra manera.
También el 2 de julio se vieron las caras Chile y Estados Unidos
en Recife. Partido solo para completar el grupo, los estadounidenses
se quejaron del periplo que debieron transitar durante la copa variando
las ciudades en los tres partidos jugados, primero Curitiba, luego Belo
Horizonte y ahora Recife.

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Los chilenos fueron superiores durante todo el partido, al final del
primer tiempo, ganaban 2 a 0, con goles convertidos por Robledo y
Cremaschi. En la segunda etapa el trámite se equilibró un poco, pero
no lo suficiente, reaccionaron los norteamericanos, que llegaron a la
igualdad luego de los goles de Wallace y Maca de penal. A los 18 mi-
nutos, de tiro libre volvió a desequilibrar Cremaschi y aumentaron
Prieto y Riera para decretar triunfo y goleada trasandina 5 a 2.
En San Pablo se midieron el 2 de julio Italia y Paraguay, Italia ya
estaba afuera luego de la derrota con Suecia, selección que contaba
con 3 unidades producto de la victoria precisamente ante Italia y el
empate contra Paraguay. Los guaraníes todavía podían forzar un des-
empate con Suecia si vencían a los campeones mundiales.
Italia realizó varios cambios con relación al primer partido, a los
paraguayos la obligación de tener que ganar tal vez les pesó demasia-
do. Los europeos jugaron mejor y no dieron chances a Paraguay: los
vencieron por 2 a 0 con goles de Carapallesse y Pandolfi, un tanto en
cada tiempo. Italia se despedía del Mundial con una buena imagen,
Suecia clasificaba a la fase final.
El 24 de junio había comenzado el Mundial pero recién el 2 de ju-
lio fue el debut de los seleccionados uruguayo y boliviano, en la ciu-
dad de Belo Horizonte, miembros del Grupo IV, integrado solo por
estos dos países.
Cerca estuvieron los uruguayos de acceder a la final sin haber
disputado un solo partido porque Bolivia amenazó con retirarse del
campeonato si la FIFA no abonaba íntegramente los gastos de la dele-
gación del altiplano. Lo que sucedió fue que parte del plantel boli-
viano llegó a Brasil diez días antes del choque ante Uruguay y el re-
glamento de FIFA sostenía que la organización pagaba la estadía des-
de dos días antes del partido. Finalmente, FIFA en un comunicado
anunció que costearía los gastos completos del seleccionado boliviano
y esto aseguró que hubiera aunque más no fuera un partido en el Gru-
po IV.
Lo de partido es una manera de llamarlo porque en realidad fue un

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entrenamiento uruguayo en tierras brasileñas, los charrúas marcaron el
ritmo del encuentro marcando cuatro goles por tiempo para finalizar
con un abultado pero justo 8 a 0. Los goleadores: tres de Míguez, dos
de Schiaffino, Vidal, Pérez y Ghiggia. Uruguay a la fase final sin des-
peinarse.
Los cuatro finalistas eran Brasil, España, Suecia y Uruguay.
La ronda final comenzó el 9 de julio en el estadio Pacaembú de
San Pablo con el encuentro entre España y Uruguay.
El campo de juego estaba mojado y blando, producto de lluvias
caídas con anterioridad. A pesar del clima, los espectadores abarrota-
ron el estadio, las cifras oficiales decretaron que 44.802 espectadores
pagaron su entrada. Las acciones fueron parejas en el primer tiempo,
Obdulio Varela, Míguez y Ghiggia tomaron la iniciativa de la celeste,
los arqueros Máspoli y Ramallet respondieron con seguridad ante los
ataques. En el minuto 29 Varela jugó con Míguez y este la pasó a la
derecha para que Ghiggia rematara y colocara a Uruguay en ventaja 1
a 0. 9 minutos después, a los 38, reaccionaron los españoles. Basora
conectó de cabeza un centro de Igoa y vuelta a la igualdad, pero los
ibéricos no se conformaron y 4 minutos después Basora nuevamente
convirtió. Finalizó el primer tiempo con victoria parcial de España por
2 a 1 en un vibrante partido.
El complemento mantuvo la tónica equilibrada, Vidal remató pero
el travesaño le negó el empate. La figura de Obdulio Varela iba to-
mando cada vez más protagonismo, a los 27 minutos del segundo
tiempo tomó la pelota, avanzó, gambeteó dos rivales, no tenía con
quien jugar, miró el arco y pateó con tal violencia que nada pudo ha-
cer el arquero Ramallet, marcando el gol del empate que sería el resul-
tado definitivo. España y Uruguay igualaron en 2 y perdieron un punto
cada uno.
El mismo 9 de julio en el Maracaná de Río de Janeiro y ante
138.886 personas que pagaron la entrada, súmenle los colados, entra-
das de favor, etcétera, Brasil comenzó su actuación en la fase final
enfrentando a Suecia. El partido fue un verdadero paseo, el primer

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tiempo finalizó 3 a 0 con dos goles de Ademir y uno de Chico, resul-
tado que dio tranquilidad a los locales y les permitió desplegar todo su
fútbol.
El segundo tiempo siguió como el primero con la salvedad de que
los suecos pudieron marcar el tanto del honor. Otros goles de Ademir
(dos), Maneca y Friaza para Brasil, Andersson marcó de penal para
los europeos luego de un penal de Bigode a Skoglund. En definitiva,
goleada 7 a 1 de Brasil. La copa estaba cada vez más cerca.
Tres días después, el 12 de julio y en San Pablo era el turno de
Uruguay y Suecia, uno venía de empatar, el otro de perder por golea-
da, por lo que necesitaban imperiosamente una victoria para no per-
derle pisada a la arrolladora selección brasileña.
Por las necesidades de ambos había promesa de buen partido y no
defraudaron, ya a los 5 minutos los suecos dejaron en claro que esta-
ban repuestos de la goleada ante Brasil cuando Palmer colocó en ven-
taja a los vikingos. El arquero uruguayo era Paz, quien reemplazaba a
Roque Máspoli. A los 16 estiraron ventajas gracias al gol convertido
por Jepsson, pero fue anulado por una infracción anterior del urugua-
yo Rodríguez Andrade sobre Palmer, por aquellos tiempos la ley de
ventaja brillaba por su ausencia. Suecia continuaba ganando 1 a 0 has-
ta que al minuto 40 Ghiggia logró el empate. Rápidamente reacciona-
ron los escandinavos y volvieron a pasar al frente mediante un remate
de Sundkvist sin demasiada complejidad pero que no tuvo defensa por
parte del arquero Paz, que hizo la estatua. Al término del primer tiem-
po Suecia vencía a Uruguay 2 por 1 y el resultado favorecía a Brasil.
En la segunda mitad, los suecos dominaron las acciones, pero una
vez más en los momentos difíciles apareció Obdulio Varela y se puso
el equipo al hombro, Uruguay comenzó a atacar una y otra vez, los
suecos defendían, hasta que a los 34 minutos centro de Ghiggia y gol
de Míguez. Empate que no le servía a ninguno de los dos. Seis minu-
tos después, a los 40 Míguez volvió a marcar. 3 a 2 definitivo que le
dio el triunfo a Uruguay remontando un 1 a 2, que le permitió situarse
en la final, aunque a no hacerse muchas ilusiones porque del otro lado

73
seguramente estaría el local Brasil.
Por la noche, la delegación uruguaya fue agasajada por los fun-
cionarios paulistas con una gran fiesta donde corría el whisky sin con-
trol, y a algunos jugadores se les estaba yendo la mano. Cuando no,
Obdulio Varela se dio cuenta de la jugada, los brasileños buscaban
emborrachar a los orientales para desgastarlos con vistas a la final.
Varela se paró en medio del salón y a viva voz sentenció: “Se terminó
el whisky o nosotros nos vamos”. El whisky desapareció y la fiesta
continuó con jugos y gaseosas.
El 13 de julio, en el Maracaná de Río de Janeiro, Brasil buscó el
pase a la final enfrentando a España.
Brasil volvió a exhibir su poderío ofensivo ante los europeos, fies-
ta total en las tribunas de los más de 150.000 concurrentes al estadio,
goleada aplastante 6 a 1 con tantos de Parra en contra a los 15 tras un
remate de Ademir, Jair y Chico, que antes de finalizar el primer tiem-
po tuvo que ser atendido por la explosión de un petardo cerca de su
humanidad. En el complemento, aumentaron la cuenta otra vez Chico,
que por lo visto ya estaba en perfectas condiciones, Ademir y Jair. A
los 26 había descontado Igoa para España.
Trece goles a favor, dos en contra, dos partidos jugados, dos ga-
nados, cuatro puntos. Esa era la cuenta de Brasil antes de enfrentar a
Uruguay en el último partido del grupo que se había convertido en una
final.
El 16 de julio, España y Suecia jugaban en San Pablo para definir
quién sería tercero en la clasificación, aunque España todavía tenía
una leve esperanza de salir subcampeón si Uruguay perdía con Brasil
y ellos ganaban su compromiso al igualar en tres puntos con un parti-
do ganado, uno empatado y uno perdido. Los suecos solo aspiraban a
ganar para superar a España y quedarse con el tercer puesto.
Los españoles debieron sustituir al buen arquero Ramallets, quien
sufría una indisposición estomacal, por Eizaguirre. Los suecos comen-
zaron decididos a llevarse la victoria y con ella la medalla de bronce.
Los españoles eran más hábiles pero no podían desequilibrar. El pri-

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mer tiempo finalizó con ventaja para los escandinavos por 2 a 0 gra-
cias a las conquistas de Skoglund a los 15 y Rydell a los 33 minutos.
La segunda parte continuó con el dominio entusiasta de los vikingos
que vieron la red nuevamente a los 33 minutos por intermedio de
Johansson. El goleador ibérico del Athletic de Bilbao Zarra descontó a
los 38 para decorar el 3 a 1 a favor de Suecia, quien se quedaba con el
tercer lugar.
Un dato relevante de Telmo Zarraonandía Montoya “Zarra”, es
que fue por décadas el máximo artillero de la liga española con 251
conquistas, todas ellas en el Athletic de Bilbao. Zarra nació en Eran-
dio el 20 de enero de 1921 y falleció en Bilbao el 23 de febrero de
2006 a los 85 años.
El último partido de la zona entre dos de las tres potencias sud-
americanas, Brasil y Uruguay, se convirtió en una final. Los brasile-
ños llegaban con cuatro puntos y un empate les alcanzaba para consa-
grarse campeones del mundo, los uruguayos venían con lo justo, em-
pate a dos con España y victoria 3 a 2 ante Suecia remontando un ad-
verso 2 a 1. Uruguay iba a probar suerte, a ver qué pasaba, solo les
servía ganar a un Brasil que jugaba de local con más de 200.000 almas
alentándolos y que venía de golear 7 a 1 y 6 a 1 en sus dos encuentros
anteriores.
El 16 de julio en el Maracaná de Río de Janeiro, el público local
concurrió a ver consagrarse campeón del mundo a Brasil por primera
vez en la historia. El ruido de los cohetes era insoportable, el humo
también.
Antes del partido, un dirigente habló en el vestuario uruguayo
aclarando a sus jugadores que jugaran tranquilos que tenían que estar
satisfechos de haber llegado a la final, que se conformaban con evitar
una goleada. El “Negro jefe” Obdulio Varela escuchó ese comentario.
Brasil salió al campo de juego con Barbosa, Augusto (capitán),
Juvenal, Bauer, Danilo, Bigode, Friaza, Zizinho, Ademir, Jair y Chico.
DT: Flavio Costa.
Uruguay alistó a Máspoli, Matías González, Tejera, Gambetta,

75
Varela (capitán), Rodríguez Andrade, Ghiggia, Pérez, Míguez, Schiaf-
fino y Morán. DT: Juan López.
En el campo de juego, los jugadores brasileños estaban un tanto
nerviosos por el contexto y la obligación de lograr el título. El primer
tiempo finalizó igualado en cero, hasta entonces Brasil era campeón
pero el nerviosismo se trasmitía del césped a las tribunas y viceversa.
Apenas comenzada la segunda etapa, a los 2 minutos Ademir re-
cibió la pelota de Danilo y la pasó a Friaza, quien ensayó un violentí-
simo remate que batió al arquero uruguayo Máspoli. Las tribunas ex-
plotaron y el estadio pareció moverse. Ahora los uruguayos tendrían
que salir a buscar el resultado y eso daría espacios para que los delan-
teros locales hicieran de las suyas.
En medio de ese delirio en las tribunas, de la celebración de los
jugadores en el campo de juego, apareció un caudillo, Obdulio Varela,
el que aparecía en las difíciles, se metió en el arco propio, tomó la
pelota, se la colocó bajo el brazo y comenzó a caminar lentamente
hacia un costado de la cancha donde se encontraba el juez de línea
Ellis, quien había marcado el tanto y corrido por el lateral al medio de
la cancha. Varela comenzó a gesticular ampulosamente, con aparato-
sos ademanes como si estuviera hablando con el línea, reclamaba un
inexistente offside. Las miradas de los más de 200.000 espectadores
comenzaron a centrarse en aquel particular jugador y los gritos de gol
se transformaron en impaciencia expresada en silbidos. Los jugadores
brasileños se dieron cuenta de que se trataba de una jugada para en-
friar el partido y comenzaron a recriminarle al árbitro, el inglés Geor-
ge Reader, que tomara cartas en el asunto. El árbitro, acostumbrado a
la caballerosidad inglesa, no entendía lo que pasaba. Las protestas de
los brasileros seguían en aumento, Obdulio Varela continuaba gesticu-
lando y cuando notó que no daba para más, comenzó a caminar hacia
el otro costado para hacer lo propio con Mitchell, el otro juez de línea.
Cerca del medio del campo comenzaron los empujones de los jugado-
res locales hasta que lograron arrebatarle el balón. Varela había logra-
do su cometido, enfriar el partido durante más de cinco minutos que

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parecieron una eternidad, ya casi nadie se acordaba del gol de Friaza.
Los brasileños ya no tenían el empuje arrollador del comienzo,
ahora el trámite era parejo y fuerte, hasta que a los 20 minutos Bigode
intentó frenar el avance de Ghiggia pero no lo consiguió, echó el cen-
tro y Schiaffino impactó la pelota de volea venciendo la resistencia del
arquero local Moacyr Barbosa, Uruguay empató la cuenta en 1. De
repente el Maracaná se quedó mudo, incrédulo de lo que había ocurri-
do.
A los 38 minutos, Bigode intentó detener nuevamente a Ghiggia
pero no lo logró. Ghiggia corrió paralelo a la línea, ya dentro del área
realizó una diagonal, el arquero Barbosa salió a cerrar el ángulo, pero
el delantero remató y colocó la pelota al lado del palo con un tiro ra-
sante. 2 a 1. En ese mismo momento, dos espectadores fallecieron en
el estadio producto de sendos ataques al corazón, otros 169 debieron
ser atendidos en la enfermería del estadio con problemas coronarios.
En Uruguay, ocho personas fallecieron por problemas cardiacos, cinco
durante el encuentro y tres posteriormente. Con el gol de Ghiggia,
Uruguay era campeón del mundo, crease o no. Los que sobrevivieron
pudieron festejar. Así se forjó la leyenda del “maracanazo”.
La ronda final quedó con: 1) Uruguay 5 puntos 2) Brasil 4 3) Sue-
cia 2 y 4) España 1.
Los anfitriones habían preparado una ceremonia de entrega de
premios con todo, guardia de honor, entonación del himno del vence-
dor, el brasileño por supuesto, entrega solemne del trofeo y discurso
de Jules Rimet en portugués. Incluso los jugadores habían recibido el
día anterior al partido relojes de obsequio con la inscripción “campeo-
nes del mundo”. Pero todo se fue al diablo con el segundo gol urugua-
yo, el campo de juego fue invadido por una multitud de uruguayos que
habían llegado a alentar a sus muchachos. Rimet, que se había perdido
el gol de Ghiggia mientras descendía del palco oficial al campo de
juego, no entendía lo que ocurría. Cuando entendió lo que pasaba, el
veterano dirigente francés, con la copa del mundo en las manos, divisó
al capitán uruguayo Obdulio Varela y entre empujones, casi a escon-

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didas, le entregó la copa estrechándole la mano sin poder articular
palabra.
La desazón brasileña fue total, hubo hasta un centenar de suicidios
registrados, el delantero de la selección brasileña Danilo estuvo a pun-
to de quitarse la vida, el arquero Barbosa fue crucificado de por vida,
el técnico Flavio Costa debió desaparecer por un buen tiempo, la tris-
teza se sentía en las calles los días posteriores al Mundial. Barbosa
falleció en el año 2000 y hasta los últimos días sostuvo que la pena
más alta en Brasil por cometer un delito es de 30 años y él llevaba 50
años pagando por un crimen que no había cometido. Las pérdidas
económicas fueron cuantiosas, miles de cigarrillos, remeras, bebidas
alcohólicas, globos, música, corbatas, pañuelos, etcétera, con la pala-
bra “campeones” tuvieron que ser desechados. Brasil se creyó cam-
peón antes de serlo y le costó muy caro… tendrían revancha.
Además del técnico Costa y el arquero Barbosa, quien llevó la
peor parte fue la camiseta brasileña, que era blanca por entonces. Lue-
go del “maracanazo” se decidió cambiar los colores y se llamó a un
concurso, la única condición era que incluyera los colores nacionales,
verde, amarillo, azul y blanco. Ganó la propuesta de Aldyr García
Schlee, de 19 años, que trabajaba como periodista en Río de Janeiro.
Llegó a la conclusión de que combinar los cuatro colores era imposi-
ble por lo que la camiseta debía ser amarilla con vivos verdes, añadió
pantalón azul y medias blancas. Así nació la “verdeamarelha”.
La prensa argentina prácticamente ignoró la marcha de la cuarta
Copa Mundial, pero al enterarse de que Uruguay se había consagrado
campeón aprovechó para sumarse a la victoria “rioplatense” y hacer
leña del Brasil caído.
El inglés George Reader, al dirigir la final, se convirtió en el árbi-
tro más veterano en actuar en un Mundial con 53 años y 236 días.
Las sedes utilizadas en 1950 fueron seis: Río de Janeiro, Belo Ho-
rizonte, San Pablo, Curitiba, Recife y Porto Alegre.
Los 1.337.000 espectadores que acudieron a los estadios fueron
todo un record hasta entonces, produciendo ingresos por 384.000.000

78
de francos suizos.
En este Mundial se introdujeron los números en la espalda de los
jugadores dependiendo de la posición que ocuparan en el campo.
También se interpretaron los himnos nacionales de los equipos que se
enfrentaban en cada partido del cuadrangular final y la FIFA autorizó
a que junto al director técnico se ubicaran un masajista y un médico.
Se anotaron 88 goles en 22 partidos, con un excelente promedio
de cuatro por partido. El goleador fue Ademir (Brasil) con 8 conquis-
tas, segundo quedó Oscar Míguez (Uruguay) quién marcó 5 tantos y
terceros quedaron Basora (España), Chico (Brasil), Ghiggia (Uruguay)
y Zarra (España) con 4 goles. Alcides Ghiggia fue el primer jugador
en marcar en todos los partidos disputados hasta el final del torneo.
Durante la competencia, el brasileño Chico anotó el gol número 300
en copas mundiales.
Se utilizó una pelota de cuero con válvula. Por entonces, en Euro-
pa se empezaba a experimentar con materiales plásticos que reempla-
zaban al cuero.
El equipo ideal del campeonato estuvo conformado por Ramallets
(España); Matías González (Uruguay), Tejera (Uruguay) y Bauer
(Brasil); Varela (Uruguay), Puchades (España); Ghiggia (Uruguay),
Zizinho (Brasil), Ademir (Brasil), Schiaffino (Uruguay) y Gainza (Es-
paña).
La táctica utilizada mayoritariamente fue la de moda en ese mo-
mento, la llamada W-M.
La figura del torneo fue el “Negro jefe” Obdulio Varela de Uru-
guay, su personalidad fue clave para convencer a sus compañeros de
que podían cambiar la historia. Varela jugó para Wanderers y Peñarol.
Debutó en la selección en 1939 y se retiró durante el Mundial de 1954
en Suiza, sin haber perdido ningún partido en campeonatos mundiales.
Dice Galeano que “la noche posterior al ‛maracanazo’ Varela se la
pasó bebiendo cerveza, de bar en bar, abrazado a los vencidos en los
barrios de Río de Janeiro. Los brasileños lloraban. Nadie lo recono-
ció… En recompensa al logro obtenido los dirigentes uruguayos se

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obsequiaron medallas de oro. A los jugadores les dieron medallas de
plata y algún dinero que le alcanzó a Obdulio para comprarse un Ford
modelo 31, que fue robado a la semana”. Obdulio Varela falleció en
1996. Una vez, no recuerdo donde, leí o escuché que de haber sabido
que la victoria uruguaya iba a causar tanta tristeza, Obdulio Varela no
hubiera hecho lo que hizo.

Síntesis:

Campeón: Uruguay 5° Yugoslavia 10° Estados Unidos


Subcampeón: Brasil 6° Suiza 11° Paraguay
Tercero. Suecia 7° Italia 12° México
Cuarto: España 8° Inglaterra 13° Bolivia
9° Chile

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Suiza 1954

“Apareció Alemania. No siempre el que gana es el mejor”

Europa comenzaba a recuperarse de las secuelas de la guerra. Los


Estados tomaron mayor protagonismo en materia económica, fomen-
tando el desarrollo industrial y propiciando el pleno empleo. Decreció
la tensión entre los bloques de Oriente y Occidente, pero se dio co-
mienzo a la denominada guerra fría.
La V Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Suiza, entre el 16
de junio y el 4 de julio de 1954, y es hasta el momento el Mundial
mejor jugado y con mayor cantidad de goles por partido de toda la
historia. Así, la Copa Mundial regresó a Europa donde Suiza fue ele-
gida sede, en el congreso de Luxemburgo en 1946, al ser la única na-
ción con la infraestructura necesaria para el evento. Los devastadores
efectos de la Segunda Guerra Mundial aún se percibían en Europa.
Suiza, a pesar de no haber sido dañada por la guerra, ya que se mantu-
vo neutral, de tener una pujante economía y desarrolladas redes de
rutas y vías férreas, no tenía los estadios necesarios como para organi-
zar un evento de tal magnitud en 1949, por lo que fue designada para
celebrar el torneo de 1954. Ese Mundial contaba además con el añadi-
do de ser la celebración de los cincuenta años de la FIFA, cuyas ofici-
nas centrales están en Zúrich, una de las principales ciudades del país
helvético.
En el congreso de la FIFA celebrado en Berna el 21 de abril de
1954, Jules Rimet, ya de ochenta años de edad, anunció que no pre-
sentaría su candidatura para ser reelegido como mandamás de la fede-
ración por desacuerdos con disposiciones organizativas tomadas un
año antes en el congreso de París. Así, Rimet dejaba la presidencia
luego de treinta y cinco años de ejercicio. Nadie se propuso para suce-
derlo y fue el propio Jules quien candidateó al belga Raymond Seel-
drayers, vicepresidente desde hacía veinticinco años, quien fue elegido
por unanimidad.

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Este Mundial también marcó el inicio del romance con la televi-
sión al ser el primer evento transmitido a por lo menos ocho países de
Europa: Francia, Inglaterra, Holanda, Suiza, Italia, Dinamarca, Bélgi-
ca y Alemania Federal, quienes disfrutaron de nueve partidos en direc-
to. El 16 de junio se jugó el primer encuentro televisado en directo de
los Mundiales, fue el triunfo 1 a 0 de Yugoslavia ante Francia.
Las sedes utilizadas fueron Basilea, Berna, Lausana, Zúrich, Gi-
nebra y Lugano.
44 países se inscribieron para participar de las eliminatorias mun-
dialistas, aunque 38 confirmaron las inscripciones a tiempo. Llegaron
fuera de tiempo las de India, Bolivia, Vietnam, Islandia, Costa Rica y
Cuba. Paraguay también había formalizado la inscripción luego del
plazo de cierre pero se constató que había sido enviada a tiempo por la
federación paraguaya y el atraso era culpa del servicio de correo local,
por lo que se aceptó su inclusión. Posteriormente, Perú y Polonia re-
nunciaron a participar.
Argentina continuó con su política de aislamiento por lo que no
participó en las eliminatorias para Suiza. El gobierno de Juan Domin-
go Perón ya no vivía tiempos de esplendor como en el 50, sin embar-
go, la postura deportiva se mantenía. La situación internacional no
favorecía a los países exportadores de alimentos y la falta de exporta-
ciones comenzaban a mostrar que se había gastado más de lo debido.
Además, el general se había quedado sin su compañera Eva Duarte de
Perón, quien había fallecido el 26 de julio de 1952.
Toda esta situación finalizaría con su caída mediante un nuevo
golpe de estado.
Una luz de esperanza para el fútbol nacional fue que Guillermo
Stábile, seleccionador argentino, viajó a Suiza para observar el torneo.
La conclusión que obtuvo fue que de haber participado, Argentina
hubiera realizado una muy buena actuación. Recordemos que Argen-
tina venía de un resonante triunfo ante Inglaterra en Buenos Aires por
3 a 1 y varios títulos sudamericanos.
Suiza, por ser el país organizador, y Uruguay por ostentar el título

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de campeón del mundo, ya estaban clasificados, los otros treinta y
cuatro países restantes debían disputar eliminatorias para definir los
otros catorce finalistas.
Alemania Federal pudo volver a competir en la Copa Mundial tras
la prohibición en Brasil 50. Sin embargo, debido a los cambios políti-
cos que sufrió el país, se presentaron dos selecciones del antiguo terri-
torio: Alemania Federal, sucesora de la antigua selección germana, y
el pequeño protectorado semiindependiente del Sarre, el que sobrevi-
viría un par de años y solo participaría en este torneo. Alemania De-
mocrática no se presentaría a una fase clasificatoria hasta cuatro años
más tarde.
La organización de las eliminatorias y el propio Campeonato
Mundial dejó mucho que desear, disimulado por el gran nivel deporti-
vo visto en los campos de juego. En las eliminatorias se dividieron las
selecciones por grupos por proximidad geográfica, con partidos de ida
y vuelta, pero se le permitió a Inglaterra utilizar el torneo que jugaban
los cuatro países británicos para clasificar dos selecciones y a un solo
partido, rompiendo todas las reglas impuestas a las demás series eli-
minatorias.
Para convalidad la afirmación expuesta líneas arriba, esa de que la
organización fue deplorable, basta el ejemplo de la eliminatoria dispu-
tada entre España y Turquía. En el partido de ida, jugado en Madrid,
los locales golearon 4 a 1 al flojo seleccionado turco. En la vuelta,
Turquía venció por la mínima diferencia a España. Pero en aquellos
tiempos las reglas mandaban que no existía la diferencia de gol, por lo
que a partido ganado por lado se disputaría un desempate en campo
neutral. Roma fue la ciudad elegida para el trascendental encuentro.
España contaba con una estrella del fútbol Mundial como era el hún-
garo nacionalizado español Ladislao Kubala, quien había sido muy
maltratado en el partido revancha en Estambul ante la pasividad del
árbitro. En el partido definitorio no le iban a pegar ni una sola patada,
no por benevolencia de los rivales, sino porque minutos antes del co-
mienzo y con Kubala cambiado para saltar al campo de juego, llegó

83
un telegrama a manos de los dirigentes españoles con membrete de
FIFA que prohibía la inclusión del húngaro por irregularidades en su
contratación. España jugó bajo protesta el encuentro pero no alistó a
Kubala. El partido finalizó igualado en dos y debió recurrirse, según el
reglamento, a un ¡sorteo!, para definir quién clasificaría a Suiza. Se
prepararon dos papelitos con los nombres de los países en cuestión y
un chico que andaba por ahí fue llamado a sacar uno de ellos de un
sobrero. El niño, por supuesto italiano, se llamaba Franco Gemma y se
hizo famoso por sacar el papelito que contenía escrito el nombre de
Turquía, por lo que España se quedaba fuera del Mundial. Los turcos,
como recompensa, invitaron a Franco Gemma al Mundial de Suiza
con todos los gastos pagos. De la circular que prohibía la inclusión de
Ladislao Kubala nunca nadie se hizo cargo y hasta el día de hoy es un
misterio quién la envió, aunque se sospecha.
Para evitar que las selecciones más poderosas se eliminaran entre
sí en la fase previa, se ideó un sistema de cabezas de serie, designando
dos por cada uno de los cuatro grupos. Las elegidas fueron Francia,
Brasil, Hungría, España (que obviamente tuvo que ser reemplazada
por su afortunado verdugo Turquía), Austria, Uruguay, Inglaterra e
Italia.
Estos equipos enfrentarían a los otros dos de cada zona pero no se
enfrentarían entre sí, lo mismo para los equipos sorteados que no se
enfrentarían entre ellos, por lo que disputarían dos encuentros en su
grupo.
El relleno de las zonas se hacía por sorteo designando otras dos
selecciones para completar cuatro equipos por grupo. Así quedaron
distribuidas: Zona A: Brasil, Francia, Yugoslavia y México. Zona B:
Hungría, Turquía, Alemania Federal y Corea del Sur. Zona C: Uru-
guay, Austria, Checoslovaquia y Escocia. Zona D: Suiza, Inglaterra,
Italia y Bélgica.
El partido inaugural no lo jugaron ni los locales ni el último cam-
peón, sino Francia y Yugoslavia el 16 de junio en Lausana. Entre los
35.000 asistentes estaba el presidente suizo Rodolphe Rubattel, quien

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brindó un breve discurso para dar por comenzado el certamen. Poste-
riormente, se procedió a la entonación de los himnos de los países
participantes y el presidente Rubattel bajó al terreno de juego para
realizar el simbólico puntapié inicial.
Francia tenía en sus filas a Raimond Kopa y los yugoslavos a
Stjepan Bobek como sus máximas figuras. Los galos eran más habili-
dosos que los balcánicos pero el partido resultaba parejo, con llegadas,
muchas de ellas frustradas por los arqueros Remeter y Beara. Fue vic-
toria de Yugoslavia con gol de Milos Milutinovic a los 14 minutos de
juego.
Cuatro encuentros se disputaron el 16 de junio, el segundo lo
disputaron Uruguay y Checoslovaquia en Berna. Los rioplatenses
mantuvieron la base del Mundial del 50, el arquero Máspoli, Rodrí-
guez, Andrade, Míguez, Schiaffino y por supuesto, su capitán, Obdu-
lio Varela. Checoslovaquia no era lo que había sabido ser en la década
el 30.
En el primer tiempo, comenzaron dominando los de Europa del
Este pero Uruguay fue equilibrando las acciones para finalizar domi-
nando el partido. El encuentro continuó parejo en la segunda parte,
pero a los 26 llegó el desequilibrio por intermedio de Oscar Míguez,
jugador que siempre cumplía para los charrúas. Siguió la paridad en el
juego hasta que faltando cinco minutos para el final Novak le cometió
falta a Míguez cerca del área, Schiaffino fue el encargado de rematar,
vencer la resistencia del arquero Reimann y decretar el 2 a 0 final.
Ginebra fue la ciudad que albergó el partido entre americanos,
Brasil y México. Brasil, con un equipo renovado casi por completo,
pretendía hacer olvidar la frustración vivida cuatro años antes. Sola-
mente quedaban Baur y Baltasar, el técnico ahora era Zezé Moreira.
Los mexicanos intentaron cerrarse y contener la embestida brasi-
leña pero, una vez más, ese sistema táctico no les dio resultado. A los
24 minutos gol de Baltasar para los sudamericanos, a los 30 Didí
anotó el 2 a 0 y a los 42 Pinga puso el 3 a 0. La segunda mitad comen-
zó con campo mojado como producto de la llovizna que caía en Gine-

85
bra, Brasil continuaba con el dominio de las acciones pero tardó hasta
los 26 minutos para marcar el cuarto tanto por intermedio de Julinho y
cerrar la goleada 5 a 0 a los 38 con la segunda conquista de Pinga.
El último partido de la jornada inaugural se desarrolló en Zúrich,
donde Austria y Escocia medían fuerzas. Los escoceses habían arriba-
do a Suiza con un plantel de apenas trece jugadores, los austriacos
eran referentes futbolísticos del continente por esos tiempos.
La llovizna se mantuvo durante todo en encuentro y complicó el
juego, los resbalones estuvieron a la orden del día. El marcador se
mantuvo en cero hasta que a los 33 minutos Alfred Koerner tiró un
centro que conectó Probst de volea y marcó el 1 a 0 para Austria. En
la segunda parte, los austriacos se replegaron y le cedieron la pelota a
los escoceses, que poco pudieron hacer con ella. Final, 1 a 0 para Aus-
tria, sumó dos puntos y nada más.
Nos quedamos en Zúrich porque el 17 de junio fue el esperado
debut del seleccionado sensación del momento, Hungría enfrentaba a
la desconocida Corea del Sur. Hungría venía de ser campeón olímpico
en Helsinki en 1952 y derrotar por primera vez a Inglaterra en Wem-
bley 6 a 3 y en Budapest 7 a 1.
La novedad táctica que planteaba Hungría era una doble punta de
lanza retrasando al centro delantero Higdekuti y al puntero Czibor y
adelantando los volantes Kocsis y Puskas, estos cuatro astros confor-
maron el denominado “cuadrado mágico”. El innovador planteo tácti-
co iba acompañado de una depurada técnica de los futbolistas que lo
llevaban a la práctica, dato para nada menor.
Los coreanos no fueron medida para los magiares, victoria aplas-
tante por 9 a 0 con dos goles del coronel del ejército húngaro Puskas,
uno de Lantos, tres de Kocsis, Czibor en una oportunidad y dos de
Palotas. Como curiosidad en este encuentro, los jugadores coreanos,
ante cada gol húngaro, ensayaban una reverencia inclinando su cuerpo
hacia delante. Algunos dijeron que los jugadores asiáticos hicieron
más reverencias que pases durante el partido. El promedio de edad de
los coreanos era de 31 años, esto se debió a que los jóvenes de entre

86
21 y 23 años estaban haciendo el servicio militar obligatorio en su
país. Entre 1950 y 1953 se desarrolló la denominada “Guerra de Co-
rea” que llevó a la división de la península en dos estados, uno occi-
dental capitalista en el sur y otro comunista en el norte. Los integran-
tes del plantel que viajó a Suiza eran integrantes civiles o militares de
las Fuerzas Armadas.
Otro encuentro jugado el 17 de junio en Berna, fue el que enfrentó
a Alemania Occidental –que volvía a los Mundiales luego de la gue-
rra– y Turquía. Encuentro que no despertó demasiada expectativa, a
decir por las escasas 8.000 entradas que se vendieron. El equipo turco
era cabeza de serie por herencia de los españoles y se iba a poner en
ventaja a los 2 minutos por el gol marcado por Suat. La reacción ale-
mana tardó apenas diez minutos en llegar, a los 12 Morlock. Así fina-
lizó la primera mitad, pero el dominio germano era evidente. En el
complemento, continuó la supremacía teutona, a los 6 minutos Klodt,
a los 15 Walter y a los 39 nuevamente Morlock sellaron la goleada 4 a
1 de Alemania sobre Turquía.
Este encuentro fue presenciado por Jules Rimet, quien olvidó la
acreditación para entrar al estadio. La recepcionista no lo reconoció y
no permitió que “el dueño del circo” ingresara al estadio. Afortuna-
damente para Rimet, pasó alguien de la organización que lo reconoció
y convenció a la señorita para que le permitiese el ingreso.
El 17 en Lausana era el momento del local, debut de Suiza ante la
siempre difícil Italia.
Más de 43.000 espectadores pagaron la entrada para ver el parti-
do. Italia se hizo cargo de su favoritismo y dominó las primeras accio-
nes con Boniperti como conductor, Suiza salía de contragolpe. A los
18 minutos Fatton escapó, echó el centro y Ballamman lo conectó de
cabeza batiendo el arco italiano, 1 a 0 los locales arriba. Pero Suiza no
pudo aguantar la diferencia hasta el descanso y a los 44 minutos Boni-
perti logró la igualdad. En la segunda mitad, Italia llegó una y otra vez
al arco local pero no pudo concretar, incluso cuando lo hizo, el tanto
fue anulado por el árbitro brasileño Viana. Los “tanos” quedaron muy

87
enojados luego del gol anulado y comenzaron a ir demasiado fuerte a
disputar la pelota. Incluso el jugador Lorenzi fue expulsado por el
árbitro por agredir a un rival, pero la poca personalidad del juez brasi-
leño hizo que, insólitamente, diera marcha atrás con la expulsión ante
las airadas protestas de los jugadores italianos, por lo que Lorenzi con-
tinuó disputando el partido como si nada hubiera pasado.
A los 35 minutos, Huegi anotó el segundo gol suizo. De ahí en
más, en los diez minutos restantes Vecenzi, Boniperti y Giacomezzi,
por nombrar algunos jugadores azzurros, se dedicaron a pegarle a todo
lo que pasara cerca, salvo la pelota. El score no se movió por lo que la
victoria quedó para los locales por 2 a 1.
El último partido que se disputó el 17 de junio fue el de Inglaterra
y Bélgica, en Basilea.
Partido entretenido, abierto, con muchos goles, Abrió la cuenta
Annould a los 5 minutos para Bélgica, a los 25 empató Broadis y a los
37 Lofthouse aumentó la cuenta para Inglaterra. Así finalizó el primer
tiempo. Con los equipos de vuelta a la cancha, los ingleses se coloca-
ron 3 a 1 a los 23 minutos gracias al gol de Broadis nuevamente. Pare-
cía todo decidido, pero cuatro minutos más tarde descontó Annould y
a los 37 Coppens logró el empate belga. El tiempo reglamentario fina-
lizó igualado en 3, según el reglamento debía disputarse un alargue de
dos tiempos de quince minutos. Ni bien iniciada la prórroga, los ingle-
ses volvieron a marcar y encaminaron la cosa, Lofthouse era el golea-
dor. Inglaterra se aferraba a la victoria pero casi sobre la hora Dickin-
son convirtió un gol en contra que propició el empate 4 a 4. Así finali-
zó el encuentro. Este resultado daba paso a un nuevo partido desempa-
te entre ambos.
Dos días después, el 19 de junio en Lausana, fue el turno de Brasil
enfrentando a Yugoslavia, promesa de buen espectáculo. Didí coman-
daba al equipo sudamericano, Mitin a los balcánicos. La primera parte
finalizó igualada en cero, raro en este Mundial, el partido era equili-
brado. En la segunda etapa, los yugoslavos salieron más despiertos del
vestuario y Zelbek convirtió para darles la ventaja. Reaccionó Brasil

88
que empató a los 15 tras gran jugada de Julinho y toque a la red de
Didí. Termina en empate, jugaron treinta minutos de alargue pero no
se pudieron sacar ventajas, entonces habría nuevo enfrentamiento.
El mismo 19 de junio Francia y México chocaron en Ginebra. El
partido comenzó equilibrado pero a los 22 minutos Vincent puso en
ventaja a los galos, ventaja que estiraron a los 4 del segundo tiempo
mediante un gol en propio arco de Cárdenas. Parecía que terminaría en
una nueva goleada contra México, pero estos reaccionaron y lograron
empatar el partido gracias a las conquistas de Lamadrid a los 18 y
Balcázar a los 29, sorpresa en el estadio. Faltando un minuto, pateó el
francés Strappe, la pelota fue devuelta por el defensor mexicano Nar-
ciso López quien quedó tirado en el suelo luego del despeje, la pelota
cayó a los pies de Raymond Kopa quien insistió y la pelota dio en el
cuerpo de López, todavía caído. Los franceses pidieron penal y Ma-
nuel Asensi, el árbitro español, concedió la pena máxima. Comenza-
ron los empujones, las protestas de los mexicanos para con el juez,
pero nada hizo cambiar la decisión del colegiado. La cosa no terminó
acá, Kopa fue el encargado de ejecutar el penal, tomó carrera, se detu-
vo, amagó y esperó que el arquero Carabajal se jugara a un palo, des-
pués tocó la pelota al otro y gol francés. Nuevamente los jugadores
mexicanos protestaron al árbitro por lo que creían una ilícita forma de
ejecutar el tiro penal. La policía debió intervenir para tranquilizar a
jugadores, dirigentes y espectadores. Igualmente, las dos selecciones
quedaron eliminadas de la competencia.
Uruguay pretendía continuar su paso firme e invicto por los Mun-
diales y para ello debía medirse a Escocia, el 19 de junio en Basilea.
Los rioplatenses no tuvieron piedad con los europeos, los dominaron
claramente goleándolos por 7 a 0, con tres goles de Carlos Borges, dos
de Abbadie y otros dos del implacable Míguez.
Un partido más se disputo el 19, en la ciudad de Zúrich, entre
Austria y Checoslovaquia, para definir quién acompañaría a Uruguay
a los cuartos de final. Rápidamente se develó el misterio, porque a los
3 y 4 minutos llegaron dos goles austriacos, por intermedio de Stojas-

89
pal y Probst. Sobre el final de la primera etapa otra vez dos nuevas
conversiones de Austria y los mismos goleadores. Uno más de Prodst,
que hizo tres, dejaron en claro la superioridad de Austria.
El 20 de junio fue el turno de Alemania y Hungría en Basilea ante
56.000 espectadores. Este sería un partido que marcó un hito en la
historia de los mundiales de fútbol, fue la clave del éxito alemán.
En este partido ante Hungría, el entrenador alemán Sepp Herber-
ger, conocido como “el Zorro”, decidió, sabiéndose inferior, dejar en
el banco a sus mejores jugadores. Turek, Laband, Morlock, Otmar
Walter y Schaefer. Herberger especulaba con perder pero ahorrar
energías para disputar un desempate con Turquía, que era inferior a
los teutones y superior a Corea, a quien debían enfrentar, para luego,
con los jugadores titulares, vencer a los turcos.
Se convirtieron once goles, fue el marcador con más anotaciones
del torneo. Los alemanes intentaron defenderse pero los húngaros de-
mostraron una vez más que practicaban un fútbol de excelencia y do-
minaron de comienzo a fin. 3 a 1 el primer tiempo y 5 a 2 el segundo
para el definitivo 8 a 3. Los goles: cuatro de Kocsis, Puskas, dos de
Hidegkuti y Toth, para Hungría; para Alemania Pfaff, Rahn y Herr-
mann.
Los alemanes aprovecharon el partido para ejercer un juego fuer-
te, brusco sobre los hábiles húngaros, tal brusquedad, ante la pasividad
del árbitro Ling de Inglaterra, condujo a que Puskas debiera salir le-
sionado promediando el segundo tiempo. Tarea cumplida para los de
Herberger.
La prensa alemana criticó la humillante derrota y pidió la dimisión
del técnico germano, ignorando el desenlace de esta historia.
El 20 de junio se completaba el grupo B con el encuentro entre
Turquía y Corea del Sur disputado en Ginebra. Amplia supremacía de
los turcos, que ya al finalizar la primera parte goleaban 4 a 0 a los
asiáticos. Fue victoria 7 a 0. Dos goles de Suat, tres de Burhan, Lefter
y Erol. Los coreanos recibieron 16 tantos en dos partidos y no convir-
tieron. De vuelta a casa con la canasta llena, y a practicar mucho para

90
la próxima. Turquía ganaba el derecho de disputar un desempate con
Alemania Federal para saber quién pasaba a cuartos de final.
Berna era la ciudad que recibía el 20 de junio a Inglaterra y al lo-
cal Suiza que venía de ganarle a Italia. Inglaterra dominó el primer
tiempo, aunque debió esperar hasta los 43 minutos para pasar al frente
gracias al gol de Mullen. Un poco mejor en la segunda etapa Suiza
pero el dominio siguió siendo británico. A los 25 Wolshan puso el 2 a
0 final. Inglaterra se metía entre los ocho mejores, mientras que Suiza
debería definir la clasificación con un desempate ante Italia.
Italia debía ganarle, como ocurrió, a Bélgica para disputar el des-
empate con Suiza. El partido se jugó el 20 de junio en Lugano. Fue
goleada 4 a 1 aunque la incertidumbre se mantuvo durante el primer
tiempo donde solamente un gol y de penal pudieron marcar los italia-
nos. Pandolfini de penal, Galli, Frignani y Lorenzi anotaron para la
azzurra, Coppens descontó para los belgas, que con este resultado se
despidieron del Mundial.
Faltaban los desempates para completar la llave de cuartos de fi-
nal, pero la noche del 20 se sortearon los emparejamientos que queda-
ron de la siguiente manera: Uruguay – Inglaterra, Yugoslavia con el
ganador de Alemania – Turquía, Austria con el vencedor de Italia –
Suiza, Brasil – Hungría.
El 23 de junio fue la fecha estipulada para los desempates, en Zú-
rich Alemania enfrentó a Turquía, Herberger ahora sí puso casi lo me-
jor que tenía dando continuidad a su estrategia. Digo casi todo porque
se reservó a Helmuth Rahn para la siguiente ronda. El encuentro fue
un entrenamiento para los alemanes que vencieron 7 a 2 a los turcos.
O. Walter, Schaefer en dos ocasiones, Morlock por tres y F. Walter
conquistaron los goles germanos; Erton y Lefter descontaron para
Turquía. Tras la derrota vergonzosa ante Hungría, Alemania se insta-
laba entre los ocho mejores equipos del mundo.
El otro encuentro desempate es el que disputaron Italia y Suiza en
Basilea, ante 30.000 personas.
Comenzó ganando 2 a 0 Suiza por intermedio de Huegi a los 14 y

91
Ballaman a los 3 del segundo tiempo, descontó Nesti a los 22 y el do-
minio italiano presagiaba el empate inminente, pero Suiza aguantó
hasta que a los 40 minutos Fatton puso el 3 a 1 y cerró la cuenta a los
45 nuevamente para darle el pase a cuartos de final a los locales.
Los cuartos de final comenzaron el 26 de junio con el enfrenta-
miento entre Uruguay e Inglaterra
Fue un partido trabado, de mucho roce. Tal fue la violencia del
encuentro que tanto Obdulio Varela como Abbadie no pudieron estar
presentes en semifinales ante Hungría. Las acciones pendieron de un
hilo y cerca estuvieron de terminar en una gresca generalizada. Varela,
golpeado, pasó a jugar como puntero izquierdo y desde allí dirigió a
sus compañeros.
Uruguay se basó en una firme defensa y una certera ofensiva que
a los 5 minutos daba sus frutos, Borges adelantaba a los charrúas 1 a
0, pero a los 15 igualaba Lofthouse. Faltando seis minutos para el final
de la primera mitad apareció Obdulio Varela que con un remate poten-
te de media distancia batió al arquero Merrick y elevó la cuenta a dos.
Uruguay 2, Inglaterra 1 y al descanso.
Diez minutos se llevaban jugados del complemento cuando
Schiaffino puso el 3 a 1, pero a los 25 Finney volvía a descontar. Des-
de ese momento, los ingleses fueron en busca del empate con todo lo
que tenían y Uruguay respondió con una férrea defensa. Hasta que a
los 32 minutos Ambrois marcó el 4 a 2. El resultado no se movería
hasta el pitido final. Uruguay continuaba invicto en Mundiales, Ingla-
terra mejoraba la imagen dejada en Brasil pero seguía en deuda. Este
fue el último partido de Obdulio Varela en Mundiales.
También el 26 de junio, en Lausana, jugaban Suiza y Austria, el
encuentro con más goles de la copa, doce. La victoria correspondió a
los visitantes, aunque es de destacar el buen papel del seleccionado
suizo que se le plantó de igual a igual a una potencia europea del mo-
mento como Austria. Suiza llegó a estar adelante por 3 a 0 a los 17
minutos del primer tiempo. De repente reaccionaron los austriacos y
lo dieron vuelta 4 a 3, incluso aumentaron la cifra a 5 al promediar el

92
primer tiempo. A los 39 reaccionó Suiza que volvió a descontar y se
puso a un tanto del empate. A los 40 Wagner desvía un penal a favor
de Austria, parecía una señal para los helvéticos. ¡Todo lo expuesto
ocurrió apenas en el primer tiempo! El segundo fue más equilibrado, a
los 8 minutos Wagner obtuvo un cuarto gol personal y el sexto de
Austria, a lo que Suiza respondió con el descuento de Huegi a los 14,
iban 6 a 5 y faltaba más de media hora. El arquero austriaco Kart
Schmied terminó el partido casi desvanecido, apoyado en un palo para
mantenerse parado y con el defensor Happel, sobre la línea, despejaba
los tiros suizos. Los suizos fueron pero no pudieron y a los 40 Probst
puso cifras definitivas a un verdadero partidazo, 7 a 5 para Austria que
se metía entre los cuatro mejores del mundo, para Suiza el consuelo de
haber realizado una muy digna labor.
Finalizado el partido, el árbitro escocés Charles Faultless fue
agredido por simpatizantes locales quienes lo increparon por, enten-
dían, haber favorecido a los austriacos.
Al otro día, el 27 de junio, se jugaban los dos partidos de cuartos
restantes. En Berna Brasil se medía ante la favorita Hungría. Además
de haber sido un buen partido de fútbol se distinguió por quedar en la
historia como el primer escándalo de grandes proporciones. Hungría
no contaba con Ferenc Puskas, lesionado en el encuentro ante Alema-
nia Federal, pero el juego que lograba Hungría en equipo no permitió
que se sintiera su ausencia. A los 7 minutos los magiares ya ganaban
por dos a cero, gracias a las conquistas de Hidegkuti a los 4 y Kocsis.
Los brasileños protestaron que Sandor Kocsis estaba en posición ade-
lantada al momento de convertir. A los 18 minutos iba a llegar el des-
cuento de los sudamericanos a través de Djalma Santos de penal, por
infracción dentro del área de Lantos sobre Indio.
Lantos no andaba de buen humor ese día, al parecer, porque en
otra jugada golpeó duramente a Didí a la altura de las rodillas, a punto
estuvieron de pasar las cosas a mayores pero se calmaron. Esto no
impidió que el propio Lantos y Brandauzinho se tiraran golpes cada
vez que se encontraban. El jugador húngaro Toth debió salir lesionado

93
antes de finalizar el primer tiempo. Vale la aclaración de que en Hun-
gría jugaban Jozsef Toth y Mihaly Toth, el que salió fue el primero.
Final de la primera etapa 2 a 1.
Para el segundo tiempo reingresó Toth rengueando, para comple-
tar los once de Hungría. Bauer golpeó a Bozsick sin pelota y se generó
otro tumulto. A los 15, Bauer y Kocsis forcejeaban en el área brasile-
ña, es una acción confusa, pero el árbitro Arthur Ellis de Inglaterra no
dudó en cobrar penal. Los brasileños volvieron a protestar. El penal
fue ejecutado por Lantos, que convirtió y puso a su equipo 3 a 1. A los
20 Julinho descontó y volvía a poner a Brasil a tiro, 3 a 2. La acción
destacada que le siguió a la del gol fue un enfrentamiento pugilístico
entre Nilton Santos y Bozsick, quienes se golpearon mutuamente. Los
dos fueron expulsados. Como si el combo de goles y golpes fuera po-
co se sumó la lluvia a esta historia, que volvió el campo de juego res-
baladizo, muy propicio para la patada. Los brasileños se fueron al ata-
que buscando la igualdad que veían cerca, pero faltando dos minutos
Kocsis convirtió el 4 a 2 definitivo. Solamente hubo tiempo para una
patada de Brandauzinho a Kocsis que le valió la expulsión.
Camino al vestuario, Maurinho le extendió la mano a un jugador
húngaro a modo de saludo, pero Maurinho cerró la mano y golpeó al
húngaro en la cara. Ese incidente desató una guerra en el túnel, todos
se tomaron a golpes, Puskas le rompió una botella en la cabeza a Pin-
heiro, el técnico brasileño Zezé Moreira le tiró un zapatazo al vicepre-
sidente del Comité de Deportes de Hungría Gusztav Sebes, que resultó
cortado en la cara. Veinte minutos duró la batalla campal hasta que la
policía suiza pudo restaurar el orden. La FIFA posteriormente analizó
los hechos, se especuló con sanciones, pero todo quedó en la nada.
La “batalla de Berna” dejó en números 42 infracciones, 2 penales
y 3 expulsiones.
El 27 de junio en Ginebra, Alemania Federal jugó contra Yugos-
lavia. Apenas 17.000 espectadores asistieron al estadio. Alemania co-
menzó un poco mejor y a los 9 minutos ya se ponía en ventaja gracias
a un error de Horvat, quien al intentar despejar un tiro de Hans

94
Schaefer la mandó dentro de su propio arco. Alemania 1 a 0. Los yu-
goslavos fueron al ataque y se adueñaron de la pelota pero no pudie-
ron vulnerar la firme defensa germana. En la segunda mitad, Yugosla-
via siguió ejerciendo el dominio territorial y de la pelota, los alemanes
se defendían apostando a un contragolpe. A los 41 llegó la esperada
contra para los alemanes, Schaefer jugó la pelota para Rahn, que ven-
ció al arquero Beara, 2 a 0. La cuestionada Alemania se metía entre
los cuatro mejores.
Esa misma noche se sortearon los cruces de semifinales, la suerte
quiso que Uruguay se tuviera que medir con Hungría, en lo que llama-
ron una final anticipada. Austria debía enfrentarse a la sorpresa, Ale-
mania Federal.
El 30 de junio en Lausana y ante 37.000 espectadores Uruguay
enfrentó a Hungría. Se medían los campeones del mundo con los
campeones olímpicos, Sudamérica y Europa. Los húngaros tampoco
contaban con Puskas para este partido. Uruguay sufrió las bajas de
Varela y Abbadie, lesionados durante el encuentro ante Inglaterra por
cuartos de final.
Hungría se puso al frente a los 12 minutos mediante jugada indi-
vidual de Czibor. Continuó dominando Hungría pero no pudo volver a
concretar. La primera etapa terminó 1 a 0. Ni bien empezado el com-
plemento, a los 2 minutos, llegó el segundo tanto de Hungría por in-
termedio de Hidegkuti. Todo parecía encaminado para los europeos
pero a Uruguay no se lo debe dar por muerto hasta el pitido final. Sin
Obdulio Varela, los charrúas hicieron gala de su habitual garra y des-
contaron a los 31 minutos por medio de Hohberg. A los 41 otra vez
Hohberg y el partido quedó 2 a 2, Uruguay había conseguido remontar
una diferencia de dos goles. El partido finalizó igualado por lo que
tuvieron que disputar tiempo extra.
Un hecho curioso ocurrió luego del segundo tanto de Hohberg que
le daba la igualdad a Uruguay. En el festejo, Juan Eduardo Hohberg
sufrió un paro cardíaco debido a la emoción y fue “resucitado” en
pleno partido por el kinesiólogo del plantel, quien le suministró cora-

95
mina por vía oral.
Uruguay comenzó el alargue con uno menos ya que Schiaffino es-
taba siendo atendido en el vestuario. A los 5 minutos se fue del partido
lesionado Rodríguez Andrade y reingresó Schiaffino, que pasó a jugar
en la defensa, lo que demuestra que Uruguay llegaba tocado al suple-
mentario. No se sacaron diferencias en los primeros 15 minutos. En el
complemento, a los 6 minutos, “Cabecita de oro” Kocsis desequilibró
el marcador. Con los uruguayos buscando una vez más la heroica, otra
vez Kocsis a los 11 puso el definitivo 4 a 2. Fue la primera derrota de
Uruguay en tres Mundiales disputados.
Basilea fue el escenario para el encuentro que disputaron Alema-
nia y Austria. En 1938 conformaron una misma selección y el fracaso
fue rotundo, ahora por separado estaban entre los cuatro mejores del
mundo, lo que demuestra que en fútbol dos más dos no siempre es
cuatro. El 30 de junio, 58.000 personas concurrieron a ver la semifi-
nal. Austria no contaba con su arquero titular Schmied. De a poco los
alemanes se fueron afianzando en el terreno, imponiendo su juego de
precisión al cerebral y mecanizado de los austriacos. A los 31 minu-
tos, Schaefer puso el 1 a 0 y así quedó el tanteador al descanso. En el
complemento, el mejor estado físico de los teutones se hizo notar,
Morlock amplió la cuenta a los 2, descontó Probst a los 6, pero luego
vino la catarata de goles alemanes por intermedio de los Walter, Fritz
anotó a los 9 y a los 19, los dos de penal; Ottmar Walter a los 16 y 44
minutos. 6 a 1 para Alemania Federal, que dejaba de ser sorpresa para
convertirse en seria amenaza al reinado húngaro.
El 3 de julio se jugó el partido por el tercer puesto en Zúrich. Las
dos selecciones aspiraban a llegar a la final por lo que el premio con-
suelo del tercer puesto no los seducía. Fue un encuentro de compromi-
so. Uruguay llegó más cansado que Austria, por esto los europeos se
quedaron con el tercer escalón del podio. A los 15 minutos penal para
Austria que transformó en gol Stojaspal. Hohberg igualó a los 22. Así
finalizó el primer tiempo. En el segundo, Schiaffino, que ya venía
lesionado del partido anterior, se quedó en el vestuario. Promediando

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el tiempo no aguantó afuera e ingresó para completar el equipo. A los
10 minutos Cruz convirtió en propio arco al intentar despejar un fuerte
disparo de Koerner y a los 33 Ocwirk puso el 3 a 1 que no se movería.
Austria lograba su mejor posición en mundiales.
El 4 de julio a las 17 hs en el Wankdorf Stadium de Berna, ante
62.500 espectadores, se enfrentaban Alemania Federal y Hungría en la
final de la V Copa Mundial de fútbol. El presidente de Suiza Rubattel
se encontraba en el palco oficial para seguir las acciones.
El árbitro fue William Ling de Inglaterra. Alemania formó con:
Toni Turek, Werner Kohlmeyer, Horst Eckel, Jupp Posipal, Karl Mai,
Werner Liebrich, Helmut Rahn, Max Morlock, Ottmar Walter, Fritz
Walter (capitán) y Hans Schaefer. DT: Sepp Herberger.
Hungría alistó a: Gyula Grosics, Jeno Buzanszky, Gyula Lorant,
Mihaly Lantos, Jozsef Zakarias, Sandor Kocsis, Nándor Heidegkuti,
Ferenc Puskas (capitán), Zoltan Czibor y Mihaly Toth. DT: Gusztav
Sebes.
Hungría era amplia favorita, tenía como antecedentes cuatro años
invicta y haber goleado 8 a 3 a Alemania en el choque de grupo.
El día se presentó lluvioso y con fuerte viento, el campo de juego
estaba pesado, esto podía favorecer al equipo más descansado. Ale-
mania venía de ganar con facilidad la semifinal ante Austria, mientras
Hungría había jugado ya dos cuasi finales ante Brasil en cuartos y con
Uruguay en semis. Además, su máxima estrella, Ferenc Puskas toda-
vía no estaba totalmente recuperado de la lesión sufrida en el partido
de la zona contra Alemania.
Hungría no especulaba y, como era su estilo, se hizo dueño de la
pelota y del terreno. Es así como a los 6 minutos pase de Czibor a
Puskas que remató y venció a Turek, 1 a 0 para Hungría. Dos minutos
más tarde pateó Toth, el arquero Turek no pudo retener y Czibor mar-
có el 2 a 0… ¡¡¡en solo 8 minutos!!!
Los alemanes seguían sin impacientarse, hasta que a los 10 minu-
tos Lorant intentó tocar atrás al arquero Grosics, pero Morlock adivinó
la intención, interceptó el pase y anotó el descuento alemán. Apenas

97
seis minutos después, a los 16, tiro de esquina de Fritz Walter y gol de
Rahn. Lo que parecía imposible era realidad, Alemania remontaba una
diferencia de dos goles y se iba al descanso con el marcador igualado.
En el segundo tiempo la lluvia era más fuerte que en el primero
por lo que el campo estaba cada vez más pesado, al igual que las pier-
nas de los húngaros. Los magiares intentaban dominar la pelota en
cancha barrosa y generar peligro, fieles a su estilo. Alemania aguanta-
ba bien cerrada en defensa. Así transcurrió casi todo el segundo tiem-
po, cada minuto que pasaba desgastaba más y más a los magiares y
favorecía a los germanos basados en la fortaleza física, hasta que en el
minuto 39 Liebrich pasó la pelota a Rahn que la colocó al lado del
palo derecho, nada pudo hacer Grosics. En los últimos minutos la de-
sesperación se adueñó de los húngaros pero ya nada iba a cambiar.
Fue 3 a 2 y Alemania Federal se consagró campeona del mundo por
primera vez en su historia gracias a un grupo de jugadores que creyó
en la estrategia de su entrenador el “Zorro” Herberger. Ahí, en Berna,
quedó el invicto húngaro de 31 partidos, 27 victorias y 4 empates.
Como dijimos al comienzo, en fútbol no siempre gana el mejor.
En el palco, durante una copiosa lluvia, bajo un paraguas, el pre-
sidente honorífico de FIFA Jules Rimet entregó la copa al capitán
germano Fritz “el viejo” Walter. Los Walter, Ottmar y Fritz, fueron
los primeros hermanos en consagrarse campeones.
Tras la entrega de la copa, los hinchas alemanes presentes en el
estadio saltaron al campo de juego y llevaron en andas a sus jugadores
y entrenador. Los campeones volvieron a Alemania en tren y fueron
agasajados en cada estación camino a Munich.
Quinientas mil personas esperaban a los Campeones del Mundo
en la plaza principal de Munich el 6 de julio. Se había decretado asue-
to. Los policías trataron de contener una verdadera marea humana que
pretendía acercarse a los jugadores, ante la imposibilidad y el desbor-
de, la orden fue “únanse al festejo”. No se reportó un solo incidente.
En Suiza sería la última entrega de la copa por parte de Jules Ri-
met, quien fallecería dos años después.

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Luego de la final y con el resultado puesto, algunos medios insi-
nuaron que los jugadores alemanes se habían dopado para el partido
decisivo, versiones que revivirían de aquí en adelante tras cada buena
actuación teutona. Lo cierto es que jamás se comprobó nada al respec-
to.
Los jugadores alemanes contaron con botines Adidas, empresa
que había desarrollado para la ocasión una tecnología que permitía
intercambiar los tapones de los botines, más altos o más bajos depen-
diendo de las condiciones del campo de juego. El segundo tiempo de
la final, ante una lluvia torrencial y campo barroso, lo jugaron con
tapones altos que les permitieron agarrarse mejor al suelo que sus co-
legas húngaros.
Una curiosidad de Hungría fue que comenzó todos sus partidos,
incluida la final, ganando por dos tantos a cero. Lo que demuestra la
vocación ofensiva del equipo.
Se utilizó la pelota Swiss World Champion que tenía sus gajos ex-
ternos en forma de T.
En el Mundial de Suiza se marcaron 140 goles en 26 partidos con
un promedio de 5,38 por encuentro. Este registro jamás fue superado
en Mundiales hasta el momento. Como tampoco los 27 goles de Hun-
gría anotados por una selección en un mismo Mundial.
Max Morlock de Alemania convirtió el gol 400 en Copas Mundia-
les.
El goleador fue el húngaro Sandor Kocsis con 11 goles, segundo
quedó Morlock de Alemania con 6 tantos, al igual que Probst de Aus-
tria.
El equipo ideal de la Copa estuvo compuesto por Grosics (Hun-
gría) en el arco; Boszcic (Hungría), Santamarina (Uruguay), Andrade
(Uruguay); Varela (Uruguay), Hidegkuti (Hungría), F. Walter (Ale-
mania), Czibor (Hungría), J. Toth (Hungría); Kocsis (Hungría) y Pus-
kas (Hungría). Obsérvese que solamente hay un jugador del seleccio-
nado campeón en el once ideal del torneo.
La figura del torneo fue Ferenc Puskas, capitán de Hungría. Jugó

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en el Kipest y Honved de su país y posteriormente en el Real Madrid
de España, con el que ganó 3 Copas de Europa, 1 Intercontinental y 5
ligas locales. En la selección jugó 84 partidos y convirtió 85 goles.
Ganó la medalla de oro en Helsinki 1952. En 1956 Rusia invadió
Hungría y Puskas se exilió en España, donde jugó 3 partidos para los
ibéricos en el Mundial de Chile ‘62. Se retiró a los 40 años, en 1967.

Síntesis:

Campeón: Alemania 6°: Inglaterra 12°: Bélgica


Federal 7°: Yugoslavia 13°: México
Subcampeón: Hungría 8°: Suiza 14°: Checoslovaquia
Tercero: Austria 9°: Turquía 15°: Escocia
Cuarto: Uruguay 10°: Italia 16°: Corea del Sur
5°: Brasil 11°: Francia

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Suecia 1958

“Por fin Brasil”

En 1950 se oficializó que Suecia organizaría la Copa Mundial de


1958, cosa que había solicitado en 1946 cuando se otorgaron los
Mundiales de Brasil 50 y Suiza 54.
Se inscribieron cincuenta y tres países para disputar las eliminato-
rias mundialistas. Sin embargo, por cuestiones políticas y raciales se
retiraron China Nacionalista, Indonesia, Egipto, Sudán, Turquía (estos
tres últimos para no eliminarse con Israel). La Unión Soviética, que
venía de ser campeona olímpica en 1956, hizo su debut en Copas
Mundiales, mientras que potencias como Uruguay e Italia no supera-
ron las eliminatorias, tampoco España, que por entonces era una se-
lección peligrosa pero no se la podía considerar potencia. Gran Breta-
ña, siempre con trato especial, estuvo representada por Inglaterra, Ga-
les, Irlanda del Norte y Escocia. Sería hasta hoy la única vez en la
historia que coincidieran las cuatro federaciones británicas en un
Mundial.
Italia fue eliminada por Irlanda, mientras que España no pudo su-
perar el emparejamiento con Escocia.
La organización del torneo volvió a cambiar, para Suecia 58 se
dispuso que cada una de las cuatro zonas estaría compuesta por cuatro
equipos, uno de cada grupo conformado por distribución espacial en el
planeta. Así, Alemania, Austria, Francia y Suecia integraban el grupo
de Europa Occidental; por América, Argentina, Brasil, México y Pa-
raguay; Checoslovaquia, Hungría, Unión Soviética y Yugoslavia por
Europa Oriental; Otro grupo británico con Inglaterra, Irlanda del Nor-
te, Gales y Escocia. Los dos primeros de cada zona accederían a cuar-
tos de final enfrentando el primero de la zona I con el segundo de la II
y a la inversa, idéntico esquema para las zonas III y IV. Se convino
que para el próximo Mundial se eliminarían los partidos desempate
porque colocaban en desventaja física a los que los disputaban en re-

101
lación a los demás, por lo que se adoptó el sistema de “goal average”.
En Suecia, los desempates, de haberlos, se computarían como octavos
de final.
La FIFA aceptó la utilización de cambios de jugadores durante los
partidos, pero la iniciativa debía superar el riguroso análisis de la In-
ternational Board. Recién se expidieron y pudo ponerse en práctica tan
necesario cambio para el Mundial de México en 1970.
Los grupos definitivos quedaron conformados así:
Grupo Norte: Suecia, Hungría, Gales y México; Grupo Occiden-
tal: Brasil, Inglaterra, Austria y la Unión Soviética; Grupo Oriental:
Francia, Yugoslavia, Escocia y Paraguay; y en el Grupo Sur: Alema-
nia, Checoslovaquia, Argentina e Irlanda del Norte.
Argentina llegaba al Mundial con pergaminos suficientes, había
sido campeón Sudamericano en Chile 55 y Perú 57.
En un nuevo congreso de FIFA fue elegido presidente del orga-
nismo el inglés Arthur Dewry por un período de cuatro años.
Los italianos accedieron a cederles a los suecos los siete jugadores
que actuaban en el calcio, con la condición de que en caso de enfren-
tarse ambas selecciones estos no actuaran para los escandinavos. Cla-
ro, este arreglo fue establecido antes de la eliminación de Italia.
El año del Mundial fue testigo de una nueva tragedia aérea que
enlutó al fútbol. Esta vez las víctimas fueron jugadores del Manches-
ter United, campeón inglés. El 6 de febrero, luego de jugar en Belgra-
do, volvían a Londres realizando una escala de rutina en Munich,
Alemania. La nieve cubría la pista y al intentar retomar vuelo, luego
de la escala, el avión se elevó pero se precipitó bruscamente estrellán-
dose. Ocho jugadores fallecieron, también nueve periodistas, pasajeros
y tripulantes. Resultó herido Bobby Charlton, futuro capitán de la In-
glaterra campeona en 1966. La selección inglesa perdió cuatro jugado-
res titulares: Roger Byrne, Tommy Taylor, Eddie Colman y Duncan
Edwards.
Dos irlandeses viajaban en el avión, Harry Gregg y Jackie
Blanchflower, arquero y delantero titulares, quienes resultaron ilesos.

102
Y menos mal que se salvaron porque la delegación irlandesa concurrió
al Mundial con apenas 17 jugadores.
Los irlandeses pidieron a la FIFA no jugar los días sábados por
cuestiones religiosas, la federación denegó el pedido, pero los británi-
cos, haciendo gala de una gran cintura, encontraron una solución: adu-
jeron que esa prohibición regía solamente en Irlanda y no en Suecia,
por ejemplo. Así disputaron el Mundial sin impedimentos.
En Argentina gobernaba la denominada Revolución Libertadora
que tomó por la fuerza el poder en septiembre de 1955 destituyendo a
Juan Domingo Perón e instauró en el gobierno al general Eduardo
Leonardi, quien era partidario de un peronismo sin Perón. Luego lo
sucedió Pedro Aramburu, que no simpatizaba en lo más mínimo con
los ideales peronistas. El peronismo fue proscrito.
Meses antes del Mundial, en febrero hubo elecciones democráti-
cas pero el peronismo no pudo participar de la elección. El radical
Arturo Frondizi ganó las elecciones con apoyo del peronismo, a cam-
bio daría marcha atrás en la proscripción entre otras concesiones que
incluían a los sindicatos. Frondizi trató de impulsar el autoabasteci-
miento e implementó una política desarrollista y de inversión extranje-
ra en el país. Esto rompió la alianza con Perón y los sindicalistas.
El seleccionado nacional disputó las primeras eliminatorias de su
historia, ya que a Uruguay e Italia había clasificado directamente. Le
tocó jugar una zona contra Chile y Bolivia, ganando los dos encuen-
tros ante los trasandinos y con Bolivia de locales pero cayendo derro-
tados 2 a 0 en la altura de La Paz.
Argentina concurrió a Suecia luego de 24 años de ausencia mun-
dialista, sin sus figuras, quienes militaban en el fútbol europeo. El
equipo no tenía verdadero roce internacional con las potencias euro-
peas. Aún quedaban resabios de la política deportiva peronista, toda-
vía nos creíamos los mejores del mundo, por eso la AFA decidió que
la selección nacional estaría integrada en su totalidad por jugadores
que estuvieran inscriptos en el medio local. Así, Argentina se dio el
lujo de prescindir de talentosos futbolistas de la época como Maschio,

103
Angelillo o Sívori. El técnico Guillermo Stábile, aquel goleador del
Mundial del 30, era partidario de convocar a los “extranjeros”, pero
terminó acatando las directivas de AFA. Con el diario del lunes se
llegaría a la conclusión de que, una vez más, la decisión tomada por el
máximo ente del fútbol argentino había sido errónea.
El plantel argentino que viajó a Suecia, a pesar de las ausencias,
tenía grandes figuras del medio local. Estaba conformado por Carrizo
(creador de un estilo que aún hoy es copiado por los arqueros argenti-
nos pero muy criticado por su actuación en Suecia), Musimessi, De-
llacha, Vairo, Pérez, Edwards, Lombardo, Acevedo, Rossi, Mouriño,
Varacka, Ramos Delgado, Corbatta (tal vez el mejor wing derecho de
la historia del fútbol argentino), Boggio, Prado, Avio, Menéndez, In-
fante, Alfredo Rojas, Sanfilippo, Cruz y Labruna (uno de los jugado-
res más talentosos del fútbol argentino, ídolo indiscutido de River Pla-
te, integró la máquina convirtiendo 292 goles en 515 partidos). La
base del equipo era la de River campeón de 1957.
En el congreso de FIFA, Argentina solicitó la organización del
Mundial 62, que le correspondía a Sudamérica. Los dirigentes máxi-
mos del fútbol mundial contestaron que lo iban a estudiar, como para
no decirles que no, porque como sabemos, Chile fue sede de la si-
guiente Copa Mundial.
Suecia disponía de varios estadios acordes a las comodidades ne-
cesarias para disputar un Mundial pero en muchos casos su capacidad
no llegaba a 20.000 espectadores por lo que FIFA autorizó disputar la
copa en doce sedes diferentes. Estas fueron: Estocolmo, Malmoe,
Halmstad, Halsingborg, Norrkoning, Vasteras, Orebro, Eskiltuna,
Sandviken, Gotemburg, Uddevalla y Boras.
Las radios estaban en su apogeo, 46 emisoras transmitieron los
partidos y si sumamos los medios gráficos, 1500 periodistas de todo el
mundo se acreditaron para cubrir el torneo.
Además, los encuentros fueron televisados y vistos por cuarenta
millones de televidentes en toda Europa.
La Copa sufrió una modificación desde 1958 en adelante, ya que

104
no cabían más inscripciones en su base, por lo que hubo que agregarle
otra con capacidad para continuar inscribiendo el nombre del cam-
peón.
El 8 de junio en Estocolmo, antes del partido inaugural entre el se-
leccionado local Suecia y México, se realizó la ceremonia inaugural,
con la presencia de Su Majestad Gustavo Adolfo VI quien pronunció
unas palabras, hubo danzas y actos acrobáticos realizados por aviones
de caza.
El partido comenzó tibio como casi todos los partidos inaugurales,
pero de a poco se fueron soltando los suecos, más fuertes que los azte-
cas y a los 17 minutos se puso al frente gracias al tanto de Liedholm,
jugador del Milán italiano. En el complemento, a los 12 minutos hubo
penal de Villegas a Hamrim. Skoglund, quien militaba en el Inter de
Milán, convirtió la pena máxima y a los 16 cerró el marcador 3 a 0
para los locales.
Cinco horas después del partido inaugural, en Malmoe, Argentina
debutaba ante los campeones mundiales, es decir, Alemania Occiden-
tal. Como la casaca celeste y blanca podía confundirse con la blanca
teutona, a sugerencia del árbitro inglés Leafe, los argentinos dispu-
taron el partido con camisetas amarillas. Alemania mantenía seis de
los jugadores campeones cuatro años antes, Eckel, Liebrich, Mai, Fritz
Walter, Schaefer y Rahn.
Argentina comenzó inmejorablemente el partido, ya que a los tres
minutos Corbatta adelantó a los nuestros. Los alemanes acusaron el
golpe, comenzaron a jugar con pierna fuerte y desplegar toda su capa-
cidad atlética, lo que llevó a los argentinos a replegarse y aguantar el
resultado. Sin embargo, a los 33 minutos Rahn batió a Amadeo Carri-
zo, quien había respondido bien en varias oportunidades hasta el mo-
mento, para anotar la igualdad en uno. Pero no quedó así el primer
tiempo porque a los 42 minutos Seeler de volea colocaba a los cam-
peones defensores en ventaja. En la segunda etapa, Argentina jugó al
ataque y dominó las acciones sin demasiado peligro durante los prime-
ros veinte minutos, luego el juego fue equilibrado. Las aspiraciones

105
gauchas de llegar a la igualdad se esfumaron cuando, a los 35, Rahn
pateó al arco desde lejos, Carrizo no reaccionó a tiempo y Alemania
logró el 3 a 1 definitivo.
El mismo 8 de junio en Halmstad debutaron las otras dos selec-
ciones del grupo de Argentina y Alemania, es decir, Checoslovaquia e
Irlanda del Norte. El partido fue parejo, hasta que a los 21 minutos
Cush con un cabezazo adelantó a los irlandeses. El segundo tiempo
fue parejo y no se sacaron ventajas, por lo que Irlanda del Norte ven-
ció 1 a 0.
En Vestana, también el 8, jugaron Yugoslavia y Escocia. Los bal-
cánicos tuvieron problemas en su formación inicial, el arquero Beara
formaba parte de los once que salieron a la cancha a pesar que se le-
sionó en el entrenamiento anterior al partido y Milutinovic fuera de
forma física. Los yugoslavos se mostraron muy superiores en el pri-
mer tiempo y lograron capitalizar esa superioridad en el marcador
desde los 3 minutos gracias a Petakovic. También a los 3 minutos pero
del complemento, los escoceses llegaron a la igualdad por intermedio
de Murray. Los británicos marcaron dos goles más pero fueron anula-
dos por infracciones en las jugadas previas, en definitiva fue empate 1
a 1.
El 8 en Norrkoping, Francia y Paraguay hacían su presentación en
el certamen. El trámite del juego fue equilibrado hasta los 20 minutos
cuando Amarilla puso en ventaja a los guaraníes, los galos reacciona-
ron a los 23 gracias al goleador Fontaine, quien volvió a marcar a los
30. Cuando parecía que Francia se iba al descanso en ventaja apareció
otra vez Amarilla y decretó el 2 a 2. El segundo tiempo comenzó con
todo, a los 4 minutos Romero volvió a adelantar a Paraguay y a los 6
Piantoni volvió a empatar. Los delanteros paraguayos desperdiciaron
un par de llegadas claras y eso pareció darles ánimo a los franceses,
quienes marcaron nada menos que cuatro goles para terminar ganado
por 7 a 3. A los 13, gol de Wienieski, a los 23 Fontaine, a los 25 Kopa
y Vincent a los 39 fueron los autores de los cuatro goles mencionados.
Fue el partido con más goles del Mundial con 10 anotaciones.

106
Otro de los tantos partidos jugados el 8 de junio tuvo lugar en
Sandviken entre los subcampeones del mundo Hungría y Gales. El
partido se destacó por ser el de menor cantidad de espectadores pre-
sentes, 2.823, debido a un boicot que propuso una organización hu-
manitaria sueca en repudio al régimen comunista que gobernaba Hun-
gría quien había ejecutado al líder de una rebelión armada contra la
ocupación soviética.
Hungría ya no contaba con varias de las estrellas de 1954. Puskas,
Kubala, Kocsis y Czibor no habían regresado a su país luego del le-
vantamiento nacional de 1956.
A pesar de las bajas magiares, lograron colocarse en ventaja a los
4 minutos tras gol de Bozsik. Promediando el primer tiempo, a los 26
minutos John Charles, centrodelantero que se desempeñaba en la Ju-
ventus igualó el marcador, cosa que no se modificó hasta el silbato
final. Igualdad en uno en Sandviken.
Udevalla fue el escenario para el debut de Brasil ante Austria,
¿cuándo?, ¡el 8 de junio! claro, que bien podría ser declarado oficial-
mente el día del partido mundialista.
Brasil llevó a Suecia un innovador cuerpo técnico con psicólogo
incluido, lo integraban Vicente Feola como entrenador, Paulo Amaral,
preparador físico, José De Almeida, asesor técnico y el doctor Joao
Carvalhais, psicólogo, completando el grupo.
Austria no pudo contar con su arquero titular Schmied, quien es-
taba lesionado y fue suplantado por Szenwald.
Los europeos ensayaron ante los avances brasileños la ley del off-
side, cosa que no implementaron coordinadamente y de un error llegó
la apertura del marcador por parte de Mazzola a los 38. En el com-
plemento, a los 6 minutos Nilton Santos anotó el segundo, cuando el
partido se terminaba, a los 44 Didí decoró el marcador para la victoria
3 a 0 de Brasil.
El último partido que vamos a comentar del 8 de junio es el que
disputaron Inglaterra y Unión Soviética en Gotemborg. Fue el debut
de los soviéticos, el encuentro despertó gran expectativa, como conse-

107
cuencia de esto 57.000 personas abarrotaron el estadio. La URSS no
contaba con su principal figura Eduard Streltsov, de 20 años, quien
tuvo que quedarse en el país a cumplir una condena por violación en
la cárcel de Siberia. El pueblo se manifestó contra lo que creyeron una
acusación armada por el gobierno soviético para vengarse de los des-
plantes del joven jugador. Recién en 1965 Streltsov salió de prisión y
volvió a jugar en el Torpedo de Moscú con el que ganó la liga local.
Falleció en 1990. El encuentro comenzó con dinamismo hasta que a
los 13 minutos Simonian anotó el primer gol de la historia soviética en
Mundiales y los colocaba al frente en el tanteador. Inglaterra dominó
el resto de la primera etapa pero no pudo convertir. En el complemen-
to, a los 6 minutos Ivanov anotaba el 2 a 0 a pesar del continuo domi-
nio inglés. A los 21 minutos, de cabeza, descontó Kevan, a los 26
Robson igualaba pero el tanto era anulado por infracción al arquero de
la URSS Yashin, impulsor de los guantes para arqueros. A los 40 mi-
nutos Kessarev le cometió falta a Haynes fuera del área, el árbitro la
dio adentro por lo que marcó la pena máxima. Finney convirtió el em-
pate para Inglaterra, el 2 a 2 ya no se movería hasta el final.
Luego de tres días de impase, el 11 de junio en Halmstad, Argen-
tina tenía la obligación de recuperarse de la derrota inicial ante Irlanda
del Norte.
El equipo nacional volvió a los colores tradicionales, pero además
de la camiseta, Stábile cambió varios jugadores, Boggio ingresó por
Cruz, Avio por Prado y Labruna de 39 años y algo fuera de forma, por
Rojas.
Las cosas no iban a comenzar bien para Argentina, a los 3 minutos
McParland inauguró el marcador de cabeza, tras un tiro de esquina
que no pudo detener Carrizo. Los sudamericanos fueron encontrándo-
le la vuelta al partido comandados por Labruna hasta que a los 40 mi-
nutos llegó el empate a través de un penal convertido por Corbatta,
luego de que Cunningham desviara con la mano un centro al área en-
viado por Avio.
En el segundo tiempo continuó el dominio albiceleste, con toques

108
cortos que desconcertaban a la defensa irlandesa. A los 10 minutos,
producto de estos toques, Menéndez con un tiro bajo puso en ventaja a
Argentina. La victoria fue asegurada cuatro minutos después cuando
Avio alcanzó a cabecear un centro enviado por Corbatta. Argentina le
ganó a Irlanda del Norte 3 a 1 y continuó con vida en la Copa demos-
trando buen juego y cambio de actitud. Además, recordemos que Ir-
landa le había ganado a Checoslovaquia, próximo rival de Argentina,
lo que preveía buenas chances de clasificación.
En Halsingborg, el 11 de junio, Alemania y Checoslovaquia com-
pletaban la ronda de segundos enfrentamientos en el Grupo Sur. El
campo de juego estaba resbaladizo producto de la lluvia, el rey Gusta-
vo Adolfo presente en el estadio. Alemania comenzó mejor pero fue-
ron los checoslovacos quienes se pusieron en ventaja a los 24 minutos,
pase atrás corto de un defensor alemán, el arquero Herkenrath reac-
cionó tarde y Dvorak llegó antes al balón, Herkenrath lo derribó y
penal para los checos. El propio Dvorak convirtió y colocó a los del
Este europeo en ventaja. Zican a los 42 minutos del primer tiempo
convirtió el segundo tanto para Checoslovaquia. Sorpresa en Halsing-
borg.
En el complemento, los campeones mundiales reaccionaron, a los
12 minutos Seeler pateó, el arquero checoslovaco Doejsi detuvo el tiro
pero Schaefer arremetió y se metió al arco con arquero y pelota, clara
falta que el árbitro Ellis de Inglaterra ignoró y convalidó el descuento
teutón. A los 25 Rhan anotó el empate definitivo entre alemanes y
checoslovacos 2 a 2.
Dos partidos jugados por Alemania, dos arbitrajes ingleses. Vuel-
van unas páginas atrás y verán que la final del 54 entre Alemania y
Hungría también fue dirigida por un inglés: ¿casualidad?
El 11 de junio, en Norrkoping, Paraguay y Escocia se presentaban
por segunda vez en el certamen. Los paraguayos pudieron mantener
todo el encuentro el ritmo que habían conseguido durante gran parte
del partido ante Francia. Con movilidad, rapidez y la dureza caracte-
rística de los guaraníes, a los 4 minutos Agüero puso el 1 a 0, a los 8

109
reaccionaron los escoceses y empate de Mudie. A los 43 Re aprovechó
una floja atajada del arquero escocés Younger que dio rebote y marcó
el 2 a 1.
En la segunda etapa, a los 28 Parodi estiraba ventajas para los
sudamericanos, un minuto después descontó Collins pero no alcanza-
ría para quitarle la victoria a Paraguay 3 a 2 ante Escocia.
El mismo 11 de junio pero en Vasteras, Yugoslavia y Francia se
veían las caras. El implacable goleador Fontaine inauguró el marcador
para Francia a los 4 minutos, a los 17 Milutinovic logró el empate. En
el segundo tiempo, Yugoslavia se puso en ventaja por intermedio de
Vaselinovic, quien aprovechó los horrores de la defensa gala. Kopa a
los 28 devolvió la igualdad al encuentro, igualdad que duró hasta los
40 minutos cuando otra vez Vaselinovic vulneró la defensa francesa y
estableció el 3 a 2 que ya no cambiaría a favor de Yugoslavia.
Estocolmo, el 11 de junio, fue el escenario para el cruce entre
México y Gales. A los 33 minutos, Allchurch venció al arquero azteca
Carabajal y puso el 1 a 0 para los galeses. En el complemento, los
mexicanos jugaron al ataque y esta actitud dio sus frutos sobre el final,
a los 43 Belmonte decretó la igualdad entre México y Gales 1 a 1.
El 11 de junio Unión Soviética y Austria se enfrentaron en Boras.
Austria presentó seis cambios con relación al primer encuentro. Los
cambios parecían surtir efecto en la formación austriaca pero a los 15
minutos Ilyin convirtió y Unión Soviética pasó al frente. Así llegarían
al descanso. A la vuelta, Volnov derribó en el área a Paul Kozlicet,
penal para Austria que ejecutó Buzek. Y la “Araña negra” apareció
cuando más lo necesitaba su selección, en gran intervención Yashin
detuvo el disparo. Para colmo, a los 17 Ivanov convirtió el 2 a 0 defi-
nitivo.
El local Suecia se medía con Hungría, los subcampeones mundia-
les, en Estocolmo el 12 de junio. El campo de juego se encontraba en
mal estado y los suecos se adaptaron mejor a las circunstancias. A los
33 minutos, gol de Hamrim de volea. Suecia se iría a los vestuarios
arriba en el marcador. A los 15 minutos del complemento, otra vez

110
Hamrim convirtió y era dos a cero. Pudieron aumentar la cifra pero
Liedholm desvió un penal. A los 32 Tichy acortó distancias y puso a
Hungría a tiro del empate. Sin embargo, el dominio magiar no pudo
concretarse en la red. Finalmente fue victoria sueca por 2 a 1.
El 15 de junio en Halsinborg, Argentina se jugaba la chance de
acceder a la siguiente fase ante Checoslovaquia, quien había perdido
ante Irlanda del Norte pero empatado con Alemania Occidental revir-
tiendo la imagen del primer partido. Argentina, tenía un presente simi-
lar a su rival, derrota ante Alemania y victoria frente a los británicos.
Lo que nunca iba a imaginar la delegación nacional fue que el re-
sultado del encuentro iba a perdurar en el tiempo como la peor derrota
sufrida por un seleccionado argentino en la historia, y por supuesto, en
un Campeonato Mundial.
Guillermo Stábile, DT del seleccionado argentino, luego del en-
cuentro declaró: “Hemos aprendido mucho en este partido. Cuando
volvamos a la Argentina, tendremos que alterar nuestros planes si que-
remos vencer a los europeos”.
La diferencia física a favor de los europeos se notó desde el co-
mienzo y para colmo de males a Argentina le tocó enfrentar al centro-
delantero Pavel Monlar y a Hovorka que estuvieron en su día, les sa-
lieron todas y fueron las figuras. Ya a los 7 minutos pase de Monlar y
remate de Dvorak para adelantar a los checoslovacos. Los argentinos
no reaccionaban y el dominio checo continuaba, es así como a los 17
se pusieron 2 a 0 con un remate de Zikan luego de un centro de
Hovorka. Ahora el partido era equilibrado, con llegadas de los dos
equipos y buenas respuestas de los arqueros, pero los checoslovacos
eran mejores y volvieron a estirar la diferencia cuando a los 39 minu-
tos Hovorka volvió a tirar un centro para que Zikan marque el 3 a 0 en
jugada calcada a la del segundo tanto.
En el complemento, Argentina pretendió tener la iniciativa de las
acciones y producto de ello, a los 19 minutos, Avio fue derribado en el
área por Popluhar, penal que Corbatta cambió por gol y encendió una
luz de esperanza. Pero todo se terminó cuatro minutos después, a los

111
23 cuando Hovorka gambeteó a Rossi, Vairo y tocó para Faureisl,
quien convirtió ante una salida en falso de Amadeo Carrizo. Minuto
después otro error de Carrizo ante un centro de Monlar que aprovechó
Hovorka y 5 a 1. El sexto llegó a los 44, Zikan tocó para Hovorka,
Carrizo amagó a salir pero se quedó y Hovorka aprovechó. Set históri-
co para Checoslovaquia, 6 a 1 ante Argentina que se despedía humi-
llada de Suecia.
El capitán Pedro Dellacha declaró que faltó responsabilidad por
parte de algunos jugadores, que no comprendieron la dimensión del
torneo, que era distinto a jugar en Buenos Aires. No hubo disciplina
en ningún momento, sentenció el capitán. Algunos jugadores también
se quejaron de la desorganización de la delegación, sostenían que no
había ropa para entrenarse, ni cancha donde hacerlo y que Sanfilippo y
Vairo, a falta de chef, cocinaban para todo el plantel.
Alguna vez contó el “Nene” Sanfilippo que había llevado 5.500
dólares a Suecia para comprar un encargue de un amigo, cosa que no
consiguió, por lo que se quedó con el dinero. El presidente de AFA
Colombo sabía que Sanfilippo tenía los dólares y se los pidió para
pagar los pasajes de vuelta de la delegación. Ya en Argentina preten-
dieron multarlo con 5.000 pesos por su falta de concentración durante
el Mundial y amenazó con contar el episodio de los pasajes, entonces
la multa quedó en una simple amenaza. Los dólares se los devolvie-
ron, según el jugador, a los seis meses de volver de Suecia.
Muchas fueron las críticas al técnico Guillermo Stábile, que llega-
ron desde todos los sectores, también a la dirigencia nacional. Que los
europeos eran fuertes físicamente y que corrían mucho más que los
nuestros era sabido, recordemos además que Stábile había ido de ob-
servador al Mundial de Suiza en 1954, por lo que esto y la baja cali-
dad de entrenamientos, aspecto que antes del Mundial ya había seña-
lado la prensa argentina, fueron la base de las críticas. Lo cierto fue
que le faltó organización fuera del campo de juego y quien pensara,
quien parara la pelota y la distribuyera para contrarrestar el juego de
los que corrían y chocaban dentro de la cancha.

112
Cuando los jugadores volvieron al país fueron avisados de que en
Ezeiza los esperaba una multitud y no precisamente para alentarlos,
por lo que debieron descender en una chacra de Monte Grande.
El 15 de junio en Orebro, Francia y Escocia jugaron con el arbitra-
je del argentino Brozzi. El partido fue intenso, con entradas duras por
parte de los dos equipos. La habilidad de los franceses se sobrepuso y
Kopa a los 23 minutos marcó la diferencia que estiró Fontaine a los
44. Francia se iba al descanso 2 a 0.
En el segundo tiempo, descontó Escocia por intermedio de Baird a
los 22 y a los 40 minutos Leonard le cometió penal a Baird pero He-
wie remató al palo, por lo que Francia, con angustia, se quedó con la
victoria 2 a 1.
En Eskilstuna, el 15 de junio, en una cancha en malas condiciones
por culpa de la lluvia, Paraguay se medía ante Yugoslavia. El partido
fue duro, con entradas fuertes que comenzaron a propinar los balcáni-
cos y que los guaraníes respondieron de igual forma. A los 12 minutos
Ognjakovic colocó a Yugoslavia en ventaja, a los 20 empató Parodi,
sin embargo el primer tiempo terminó 2 a 1 para Yugoslavia producto
de un nuevo tanto europeo a los 27 por intermedio de Vaselinovic.
En el segundo tiempo, Agüero volvió a empatar para Paraguay a
los 8 minutos en posición adelantada que no advirtió el árbitro. Una
vez más se colocaron en ventaja los yugoslavos a los 36 gracias a la
segunda conquista de Vaselinovic, que había reemplazado a Milutino-
vic lesionado. Apenas dos minutos después Romero puso el 3 a 3 de-
finitivo para un entretenido partido entre Yugoslavia y Paraguay.
En Estocolmo, también el 15 de junio, el local Suecia se enfrenta-
ba con Gales. El partido fue parejo y sin goles en el primer tiempo. En
el complemento, Suecia se hizo cargo de su localía y dominó las ac-
ciones pero no pudieron doblegar al prolijo equipo galés. Aburrido 0 a
0 en Estocolmo.
Otro encuentro disputado el 15 de junio fue el de Hungría y Méxi-
co en Sandviken. Hungría fue el amplio dominador del encuentro,
aunque en el primer tiempo solo marcaron en una ocasión, fue a los 19

113
minutos por intermedio de Tichy.
En la segunda etapa hubo una catarata de goles, al minuto otra vez
Tichy, a los 8 y a los 23 minutos doblete de Sandor. Hungría goleó a
México 4 a 0.
Inglaterra –se jugaba su destino en el torneo– y Austria jugaban en
Boras el 15 de junio. Los ingleses adoptaron un sistema defensivo y
los austriacos ya no tenían nada que perder. El nerviosismo inglés
llevó a que Austria se pusiera en ventaja a los 14 gracias al gol de
Koller.
Tras el descanso, salieron los ingleses obligados a buscar el parti-
do y gracias a ello Haynes empató a los 11 minutos. Entonces el en-
cuentro era parejo y fue Austria quien volvió a pasar al frente por in-
termedio de Koerner a los 26 minutos. Rápidamente reaccionó Ingla-
terra y Kevan empató un minuto después y le anularon un gol por
mano sobre la hora. Finalmente sería empate 2 a 2.
Gotemborg fue anfitriona de Brasil y Unión Soviética el 15 de ju-
nio. Brasil modificó su formación inicial haciendo ingresar a Zito por
Dino y en el ataque a un tal Garrincha por Joel, un tal Vavá por Maz-
zola y un joven debutante de 17 años llamado Pelé por Didí. Los cam-
bios significaron una revolución para el juego brasileño que ganó por
2 a 0 pero el resultado podo ser mucho más abultado.
Brasil tomó la iniciativa durante todo el encuentro y a los 2 minu-
tos Vavá puso el 1 a 0. A los 32 minutos del complemento, maniobra
de Pelé, pase a Vavá y nada pudo hacer el fenomenal Yashin, 2 a 0.
Pelé y Garrincha deleitaron a los presentes y dieron sobradas muestras
de lo que eran capaces de hacer.
Luego del partido, el DT de Unión Soviética Gavriel Katchalin
declaró: “No puedo creer que lo que vimos esta tarde sea fútbol. Ja-
más había visto un fútbol tan hermoso en mi vida”.
Manoel “Mané” Francisco Dos Santos “Garrincha”, a quien el
psicólogo del plantel brasileño había diagnosticado con un tipo de
mentalidad simple y sugerido al DT Feola que por su bajo cociente
intelectual no lo incluyera en la delegación, fue un jugador excepcio-

114
nal que dejó varias anécdotas. La más graciosa tuvo lugar en Suecia
cuando Mané Garrincha se compró una radio de las más modernas que
existían en ese momento. Mario Américo, asistente del plantel, se
aprovechó de la ingenuidad de Garrincha y le sugirió que el aparato no
le iba a servir en Brasil porque hablaba en sueco, que hiciera la prue-
ba. Garrincha encendió la radio y efectivamente quien hablaba en ese
momento lo hacía en sueco. Mario Américo le propuso una solución.
Para no quedar en ridículo ante el resto del grupo, él le compraría la
radio a menos de mitad de precio. El importante era Garrincha y no
importaría que se rían del utilero pero no de la estrella, le dijo el cola-
borador y cerraron trato.
El último encuentro que nos quedó de la fase de grupos es el que
jugaron el 15 de junio en Malmoe Alemania Occidental e Irlanda del
Norte por el grupo de Argentina. Los gobernantes de Suecia e Irlanda
del Norte estuvieron como espectadores en el estadio.
Los irlandeses ofrecieron más resistencia a los campeones mun-
diales que la esperada. A los 19 minutos los británicos se pusieron en
ventaja gracias a McParland, pero dos minutos después Rahn igualó
para Alemania.
En el segundo tiempo, continuó el trámite parejo hasta que a los
15 minutos McParland volvió a adelantar a Irlanda del Norte y conti-
nuaron en ventaja hasta los 33 minutos cuando Seeler convirtió el 2 a
2 final.
El 17 de junio fue el día estipulado para disputar los encuentros de
desempate que fueron tres.
En Malmoe se definió la zona de Argentina con Alemania Occi-
dental clasificada y Argentina afuera, Checoslovaquia e Irlanda del
Norte debieron jugarse el pase a cuartos de final frente a frente. Ape-
nas seis mil espectadores en una tarde lluviosa. Se jugó como una fi-
nal y por ello la rudeza fue parte del encuentro. A los 11 minutos fue
expulsado el checo Buernick, quien lesionó al arquero Irlandés Upri-
chard, que continuó jugando en inferioridad física. Zikan a los 17 puso
en ventaja a Checoslovaquia pero el goleador McParland igualó para

115
Irlanda del Norte.
En el segundo tiempo, los británicos hicieron valer su hombre de
más y también mayor habilidad y dominaron las acciones, pero el en-
cuentro finalizó igualado en un tanto por equipo. Irlanda tuvo que ju-
gar el tiempo suplementario con Peacock lesionado. A los 5 minutos
debieron cambiar la pelota amarilla por otra blanca porque comenzaba
a dificultarse la visión de la misma. Cuatro minutos después, a los 9,
apareció el salvador McParland para darle la victoria 2 a 1 a Irlanda
del Norte y depositarla en cuartos de final ante Francia apenas cuaren-
ta y ocho horas después.
En Estocolmo, Gales y Hungría dirimían el pase a cuartos de final,
Gales jugó mejor en el primer tiempo pero fue Hungría quien se colo-
có en ventaja gracias al gol marcado por Tichy a los 33 minutos.
En la segunda mitad, Allchurch logró igualar a los 10 minutos y a
los 31 minutos se hizo justicia cuando Medwin vulneró al arquero
Grosics y le dio la victoria a los galeses por 2 a 1.
El tercer desempate fue entre Unión Soviética e Inglaterra en Go-
temborg. Comenzaron mejor los ingleses pero la “Araña negra”
Yashin respondió con seguridad. Logró igualar el trámite Unión So-
viética y así transcurrió la primera etapa.
En el segundo tiempo, Inglaterra dominaba y los soviéticos con-
tragolpeaban, hasta que producto de una contra a los 22 minutos, Voi-
nov remató, la pelota pegó en el palo derecho descolocando al arquero
McDonald, el rebote le cayó a Ilyin, quien anotó el 1 a 0 para los de
Europa del Este. Inglaterra fue en busca del empate pero los nervios
no le permitieron llegar con claridad. Los inventores del fútbol otra
vez afuera. Unión Soviética inscribía su nombre entre los ocho mejo-
res del mundo en el debut.
Los cuartos de final emparejaron a Brasil – Gales, Suecia – Unión
Soviética, Alemania Occidental – Yugoslavia, y Francia – Irlanda del
Norte.
El 19 de junio en Gotemborg, Brasil enfrentó a Gales, que resultó
un rival más que digno, el técnico galés Jimmy Murphi dispuso que

116
sus jugadores marcaran bien de cerca a los creativos brasileños. Zito,
Pelé, Garrincha, Didí y Orlando poco pudieron hacer en el primer
tiempo.
Tras el descanso, los galeses continuaron aplicando la férrea mar-
ca que tan buenos resultados le venía dando pero a los 25 minutos
Didí desequilibró en jugada personal aprovechando la diferencia de
calidad, rompió la defensa galesa y en vez de patear al arco la pasó
para Pelé quien definió y gol. 1 a 0 ajustado para Brasil, suficiente
para instalarse en semifinales.
En Estocolmo, también el 19 de junio, Suecia chocó con Unión
Soviética. El partido fue duro y áspero, jugado con mala intención por
momentos. Los locales estaban frescos, los soviéticos acusaban el
cansancio del partido desempate ante Inglaterra. Yashin fue una mura-
lla y el responsable de que el marcador no se moviera en la primera
etapa.
A los 4 minutos del complemento, Hamrim colocó en ventaja a
los dueños de casa, los soviéticos cada vez más cansados no pudieron
reaccionar y a los 42 minutos Simonsson decoró el resultado. 2 a 0
para Suecia que se sumó a Brasil en semifinales.
Malmoe fue el escenario el 19 de junio para Alemania Occidental
– Yugoslavia. Otro partido duro y con mala intención. El delantero
yugoslavo Petakovic tuvo que salir lesionado luego de un fuerte cho-
que con el arquero alemán Herkenrath. El primer tiempo finalizó igua-
lado y recién a los 10 minutos de la segunda etapa Alemania logró
imponer su favoritismo cuando Rahn pudo marcar. Después hubo más
choques y entradas violentas. 1 a 0 para Alemania Occidental, que
continuaba adelante en su afán de retener la corona.
El 19 de junio en Norrkopin se medían Francia e Irlanda del Nor-
te. Partido igualado en la primera etapa. Recién a los 44 minutos Wie-
nieski, tras pase de Kopa, marcó el 1 a 0 para los galos.
En el segundo tiempo, las fuerzas norirlandesas se vieron merma-
das por el esfuerzo del partido desempate y suplementario disputado
ante Checoslovaquia cuarenta y ocho horas antes. Entonces los france-

117
ses resolvieron el encuentro con facilidad, a los 11 y 18 minutos Fon-
taine definió el encuentro y Piantoni a los 31 decoró la goleada. Fran-
cia 4 a 0.
Ninguno de los tres seleccionados clasificados a través de partido
desempate pudo ganar los encuentros de cuartos de final. Y no fue
casualidad.
Brasil – Francia y Alemania – Suecia eran los cruces de semifina-
les.
24 de junio fue la fecha estipulada para las semifinales, en Esto-
colmo jugaron Brasil – Francia. Promesa de partidazo, Garrincha, Pe-
lé, Didí, Vavá y Zagallo contra la denominada “Santísima trinidad”
francesa, Kopa, Piantoni y Fontaine.
Batteaux, técnico de Francia, no copió la táctica galesa de marca
personal que casi sorprende a los brasileros y marcaron en zona, cosa
que facilitó el juego de control y calidad de los sudamericanos.
A los 2 minutos pase de Zito y gol de Vavá. A los 9 pase de Kopa
y gol de Fontaine. Partido parejo, golpe a golpe. A los 35 minutos
salió lesionado el francés Jonquet que posteriormente volvió a ingre-
sar. Finalizado el partido se comprobó que Jonquet jugó casi una hora
con fractura de peroné. A los 39 Didí gambeteó a varios, entró al área,
disparó y convirtió el 2 a 1 con el que terminó el primer tiempo.
En el segundo, Francia se lanzó al empate, la defensa brasileña
respondió bien y de contra a los 6 Pelé anotó el 3 a 1. Desde entonces
ya no hubo más partido, Jonquet no daba más, por lo que Francia ju-
gaba prácticamente con diez y es así como a los 19 minutos llegó el
cuarto gol para Brasil, tras centro de Garrincha otra vez el chico de 17
años denominado Pelé, quien volvió a marcar a los 30. A los 38 minu-
tos descontó Piamanti para decretar el definitivo 5 a 2 de Brasil sobre
Francia y el pase de los sudamericanos a la final.
La Asociación Uruguaya de fútbol enviaría un telegrama deseán-
doles suerte a los brasileños en la final “por haber salvado el prestigio
del fútbol sudamericano”.
En Gotemborg se dirimía qué selección europea le disputaría el tí-

118
tulo a Brasil, Suecia y Alemania Occidental jugaron un partido durí-
simo con jugadores fuertes y rápidos, con sistemas tácticos ordenados.
Los alemanes se colocaron en ventaja a los 24 minutos luego de que
Schaefer convirtiera, pero a los 33 Skoglund le daba la igualdad a los
locales. Así finalizaría la primera etapa.
En el segundo tiempo, Alemania tomó la iniciativa pero sin con-
cretar, el partido se jugaba con mayor rudeza y tensión a medida que
pasaban los minutos, hasta que a los 14 Hamrim eludió a Juskoviac y
este lo bajó desde atrás, el árbitro Zsolt de Hungría lo expulsó y el
alemán se fue a buscarlo con ánimos de agredirlo. Finalmente dejó el
campo de juego sin concretar sus intenciones. Desde entonces el juego
fue más brusco aún. El sueco Parking lesionó a Fritz Walter, quien
continuó rengo el partido y finalmente debió abandonar el campo de
juego definitivamente. Alemania quedaba con nueve jugadores y sus
aspiraciones de retener el título corrían serio peligro. Sin embargo,
con nueve presionaban a los vikingos, pero a los 36 minutos llegó el
inevitable gol sueco por obra de Gren. Acto seguido, Rhan fue derri-
bado en el área por Bergmark, los teutones pidieron penal, pero el
árbitro no hizo caso a las protestas. Para colmo, a los 38 minutos
Hamrim convirtió el tercero y selló la suerte de ambas selecciones.
Suecia ganó 3 a 1 a Alemania Occidental, pasó a la final ante Brasil y
condenó a los campeones defensores a disputar el partido consuelo por
el tercer puesto ante Francia.
El 28 de junio en Gotemborg, Francia y Alemania Occidental
cumplieron con el trámite del partido por el tercer y cuarto puesto. Lo
destacable para nosotros recaló en que el encargado de impartir justi-
cia fue el argentino Brozzi.
El “Zorro” Herberger, técnico alemán, dispuso múltiples cambios
en la alineación teutona, según explicó, para que todos tuvieran la
chance de jugar. Los cambios no favorecieron a su equipo.
El que aprovechó el encuentro fue Just Fontaine, el delantero galo
nacido en Marruecos marcó cuatro goles y se consagró goleador del
torneo con 13 tantos, marca que nunca más fue alcanzada. Por ser go-

119
leador se le otorgó como insólito premio un fusil de fabricación sueca.
Fontaine abrió la cuenta a los 16 minutos, a los 18 igualó Cierlareyzk,
Kopa a los 27 y Fontaine a los 36 pusieron el 3 a 1 con que finalizó el
primer tiempo.
En la segunda etapa, a los 5 minutos Douis puso el 4 a 1, pero a
los 7 Rhan descontó para Alemania. A los 33 y 44 Fontaine logró dos
nuevas conquistas, entre gol y gol de Fontaine, Schaefer a los 39 había
descontado. En definitiva, show de goles y goleada francesa 6 a 3.
Francia fue la selección que más goles marcó en el torneo, 26, pe-
ro también la defensa fue una de las más flojas del campeonato ya que
le convirtieron 15 tantos.
El 29 de junio en Estocolmo y ante 50.000 espectadores el local
Suecia y Brasil jugarían una nueva final mundialista. Suecia jugaba
una final por primera vez, Brasil buscaba revancha de la dolorosa de-
rrota de 1950. Podía darse algo inédito, que ganara el título un país
que no pertenecía al continente donde se jugaba el Mundial. Y así fue.
Cosa que se repetiría en Corea-Japón 2002 con Brasil y con España en
Sudáfrica 2010, pero lo que nunca había sucedido era que una selec-
ción americana gane en Europa o que una europea gane en América.
Como las dos selecciones vestían de amarillo, días antes se realizó
un sorteo que ganó Suecia, quien conservaría el color original en sus
camisetas. Brasil debía utilizar un color alternativo pero se percataron
de que no habían llevado, por lo que el utilero debió salir a buscar
veinte camisetas de otro color, ni amarillas ni blancas, que era el color
maldito de aquella final en el Maracaná. El utilero consiguió veinte
camisetas azules con las que Brasil salió al campo de juego para
disputar la final.
Brasil alistó a Gilmar, Djalma Santos, Nilton Santos, Zito, Bellini
(capitán), Orlando, Garrincha, Didí, Vavá, Pelé y Zagallo. DT: Vicen-
te Ítalo Feola.
Suecia pretendía la copa mandando al campo de juego a Svensson,
Bergmark, Axbon, Borjesson, Gustavsson, Parling, Hamrin, Gren,
Simonsson, Liedholm (capitán) y Skoglund. DT: el inglés George

120
Raynor.
Maurice Guigue, de Francia, fue el árbitro elegido para la final.
El arquero sueco Svensson y Liedhom jugaron la final rapados por
perder una apuesta contra sus compañeros de equipo, ellos apostaron a
que no llegarían a la final.
El rey Gustavo Adolfo, que había seguido el campeonato y con-
fiaba en la eficaz dupla conformada por Liedholm y Gren como base
del juego sueco, no podía faltar en las tribunas del estadio Rasunda. El
encuentro comenzó con una llegada de Brasil que fue correspondida
con otra sueca que finalizó en gol de Hamrin a los 4 minutos de co-
menzado el partido. Los brasileños no se desesperaron, a pesar de la
algarabía local en las tribunas, y fueron al ataque. Luego de tres tiros
de esquina consecutivos, Garrincha pateó el corner, la pelota dio en
Axbon y le quedó a Vavá para impactar y concretar el empate a los 9
minutos. Desde entonces Brasil se hizo dueño del partido por Didí
administrando el juego. A los 32 Garrincha dejó a la defensa sueca
parada, centro y gol de Vavá. Brasil tocaba y los suecos corrían tras la
pelota, así finalizó el primer tiempo.
En el complemento, se sucedieron llegadas en los dos arcos hasta
que a los 10 minutos rechazó mal Bergmark, la tomó Zagallo y se la
pasó a Pelé, quien la bajó con el pecho y derrotó al arquero Svensson
con un remate cruzado, golazo para la historia. 3 a 1 para Brasil que se
encaminaba a su primer título. A los 25 jugada de Pelé que remató,
rebotó y recibió Didí, que también pateó, atajó Svensson y dio rebote
hasta que le cayó a Mario “Lobo” Zagallo y convirtió el 4 a 1. Algo de
emoción a la final le imprimió el tanto marcado por Simonsson a los
35 minutos, tras error defensivo de los brasileños, pero a los 45 centro
de Zagallo y cabezazo de Pelé que le ganó la salida a Svensson para
poner el definitivo 5 a 2. El tanto tardó en ser convalidado porque se
creía que el árbitro había finalizado el partido con anterioridad, con-
sultado Guigue, convalidó el quinto gol. Pelé se consagró como el rey
del fútbol Mundial. Brasil levantaba por primera vez la Copa Jules
Rimet. Ganó el mejor, Brasil campeón del mundo por primera vez en

121
su historia, por goleada y en tierras europeas.
Los jugadores brasileños dieron la vuelta olímpica portando la
bandera sueca y el rey Gustavo Adolfo bajó al campo de juego para
entregar la copa a los nuevos campeones y saludarlos uno por uno.
Ignorando el protocolo, el dentista del plantel brasileño, Mario Drigo,
palmeó en la espalda al monarca sueco, pero el hecho no tuvo mayo-
res consecuencias y solo quedó en una anécdota.
En Brasil, por lo menos diez personas murieron a raíz de los feste-
jos, cuatro producto de balas al aire en el festejo del quinto gol, uno de
un ataque al corazón y otro por enfrentarse con la policía quien le re-
criminaba que los vecinos lo habían denunciado por festejar los goles
de manera demasiado ruidosa. Un joven millonario golpeó el capot de
un auto festejando y el propietario del vehículo le disparó matándolo a
él y a dos personas más. En Recife murió un periodista agredido a
tiros a causa de una discusión. Años atrás morían como consecuencia
de la derrota, ahora de la victoria.
Varios fueron los premios que recibieron los campeones mundia-
les, una bicicleta cada uno por ganarle a Unión Soviética cortesía de
una fábrica sueca, un televisor cada uno incluido el técnico Feola re-
galo de una empresa brasileña y alrededor de un millón de reales para
repartir entre el plantel gracias a una colecta realizada por el diario
“La Gaceta Sportiva” de Río de Janeiro. En tanto que el presidente
brasileño otorgó una pensión a los jugadores y sus familias.
Tres días después de obtener la Copa, cuando la delegación brasi-
leña llegó al país, las autoridades decretaron fiesta nacional, los feste-
jos se extendieron por otros tres días en todo Brasil y los jugadores
fueron recibidos por el presidente de entonces, Juscelino Kubitschek
de Oliveira.
Como se dijo anteriormente, el goleador del torneo fue el francés
Just Fontaine anotando 13 goles y por lo menos uno en cada partido
que jugó; 3 a Paraguay, 2 a Yugoslavia, 1 a Escocia, 2 a Irlanda del
Norte, 1 a Brasil y 4 a Alemania Occidental. Fontaine había nacido en
Marrakesh, Marruecos. Jugó en Niza y Reims de la primera división

122
francesa y debió retirarse de la práctica activa del fútbol a los 28 años
producto de una doble fractura de tibia y peroné. Completaron el po-
dio goleador el brasileño Pelé y el alemán Rahn con 6 conquistas cada
uno.
Se convirtieron 126 goles en 35 partidos, lo que dio un promedio
de 3,60 por encuentro. Collins de Escocia marcó el gol número 500 en
la historia de los Mundiales.
Brasil e Inglaterra fue el primer encuentro igualado 0 a 0 en 115
partidos mundialistas disputados.
El balón utilizado se denominó Top Star, similar al de Suiza, con
los gajos externos en forma de T.
Brasil impuso una innovación táctica con un 4-2-4, con cuatro de-
fensores, dos mediocampistas y cuatro delanteros, táctica que se basa-
ba en la riqueza técnica de sus jugadores.
El equipo ideal del campeonato tuvo a Yashin (URSS) en el arco,
Djalma Santos (Brasil), Bellini (Brasil), Orlando (Brasil) y Nilton
Santos (Brasil); Szymaniak (Alemania Federal), Didí (Brasil); Garrin-
cha (Brasil), Fontaine (Francia), Pelé (Brasil) y Hamrin (Suecia).
La figura fue Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, quien debutó
en primera en el Santos de Brasil a los 15 años de edad y a los 17 en
Mundiales. Además de Santos jugó en el Cosmos de Estados Unidos.
Convirtió 1.284 goles en 1.356 partidos durante veinte años de carrera
profesional, en la que ganó tres Copas Mundiales: 58, 62 y 70. Ade-
más, hasta hoy ostenta ser el jugador más joven en marcar un tanto en
campeonatos Mundiales cuando le convirtió a Gales su primer gol, el
19 de junio tenía 17 años y 239 días.

Síntesis:

123
Campeón: Brasil 7°: Unión Soviética 13°: Argentina
Subcampeón: Suecia 8°: Irlanda del Norte 14°: Escocia
Tercero: Francia 9°: Checoslovaquia 15°: Austria
Cuarto: Alemania 10°: Hungría 16°: México
Federal 11°: Inglaterra
5°: Yugoslavia 12°: Paraguay
6°: Gales

124
Chile 1962

“Otra vez Brasil”

Mientras Europa continuaba la recuperación económica luego de


la devastadora Segunda Guerra Mundial y en Alemania se construía
un muro que partía al medio la ciudad de Berlín separando el país en
Alemania Occidental o Federal con influencia de EE.UU. y Alemania
Democrática satélite de la URSS, Chile había sido designado como
país sede de la séptima Copa Mundial de Fútbol en 1958, en el con-
greso de FIFA realizado en Estocolmo, ganándole la pulseada a Ar-
gentina y Alemania. En el mismo congreso se oficializó la regla que
impide a los jugadores naturalizados que hubieran integrado la selec-
ción del país de origen, actuar en la del país de adopción. Ya nadie iba
a poder superar el record de Ladislao Kubala quien jugó para su país
natal Hungría, Checoslovaquia y España.
México y Argentina insinuaron sus intenciones de organizar la
copa en 1970, puesto que la del 66 le correspondería a Inglaterra.
Cuarenta y nueve países se inscribieron para disputar las elimina-
torias, cuatro menos que para Suecia, pero fue un avance si conside-
ramos que los otros dos Mundiales disputados en Sudamérica, Uru-
guay 30 y Brasil 50, fueron los de menos cantidad de participantes con
trece selecciones.
En las eliminatorias se produjeron algunas sorpresas, el subcam-
peón Mundial Suecia quedó eliminado a manos de Suiza; también
Francia, ya sin Fontaine, Kopa ni Piantoni, se perdió la cita en Chile
ante Bulgaria.
Los trabajos para el Mundial estaban en marcha en 1960 cuando el
21 de mayo un fuerte terremoto azotó Chile, en especial la ciudad de
Valdivia, cobrándose la vida de una importante cantidad de chilenos y
destruyendo ciudades enteras, tales los casos de Concepción y Talca
que en principio iban a ser subsedes del campeonato.

125
Carlos Ditborn, presidente del comité organizador, fue el emble-
ma de la reconstrucción acuñando la famosa frase “Porque nada tene-
mos, lo haremos todo”. En consonancia con Ditborn, el presidente de
la república Jorge Alessandri dispuso que la organización de la Copa
Mundial fuera una cuestión de Estado, cuestión de honor.
La FIFA colaboró con la organización donando veinte mil dólares.
Lamentablemente, Carlos Ditborn no pudo disfrutar de su obra
debido a un ataque al corazón, tal vez producto de tanto trabajo y res-
ponsabilidad, que le costó la vida treinta y tres días antes del comien-
zo del Mundial.
Del otro lado de la cordillera, en Argentina, el gobierno del presi-
dente Arturo Frondizi se debilitaba debido a su acercamiento a Cuba y
la vuelta triunfal de los candidatos peronistas en las elecciones legisla-
tivas y a gobernadores. Los militares estaban nerviosos con los últi-
mos acontecimientos y como por aquellos tiempos se creían los guar-
dianes de la patria decidieron dar un nuevo golpe de Estado a pocos
meses antes de comenzado el Mundial, el 29 de marzo de 1962.
Producido el levantamiento militar, el presidente Frondizi, deteni-
do por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar (“No
me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país”). Eso llevó a inter-
minables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líde-
res de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir
formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el General Raúl
Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada
para hacerse cargo del gobierno y se sorprendió con el hecho de que
los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había
jurado como presidente en el palacio de la Corte Suprema de Justicia.
Guido era un radical intransigente que presidía provisionalmente
la Cámara de Senadores, debido a la renuncia del vicepresidente Ale-
jandro Gómez. Teniendo en cuenta esto, la noche del golpe, y en una
hábil maniobra, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción, Julio Oyhanarte, consideró el derrocamiento de Frondizi como
un caso de acefalía, correspondiéndole asumir la presidencia a Guido,

126
por encontrarse en el primer lugar de la línea sucesoria.
Los militares golpistas terminaron aceptando la situación y con-
vocaron a Guido en la Casa Rosada para comunicarle que sería reco-
nocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por
escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Ar-
madas, siendo la primera de ellas anular las elecciones en las que ha-
bía ganado el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares,
firmó un acta dejando constancia de ello y fue entonces habilitado por
estos para instalarse con el título de presidente, pero clausurando el
Congreso Nacional e interviniendo todas las provincias.
En lo futbolístico, el panorama no estaba menos convulsionado,
luego del papelón argentino en Suecia, el técnico Guillermo Stábile
presentó la renuncia y fue reemplazado por Victorio Spinetto, quien
mantuvo la base formada por Stábile para disputar las eliminatorias
ante Ecuador que la albiceleste superó sin dificultades, 6 a 3 en Gua-
yaquil y 5 a 0 en Buenos Aires.
Spinetto dejó la selección y fue elegido para el cargo Juan Carlos
“Toto” Lorenzo, que venía de formarse como técnico en Europa, en
Italia, España y Francia, que era donde miraban los dirigentes del fút-
bol nacional buscando cambios que, como veremos, finalmente em-
peoraron la situación. En 1961 volvió a Argentina a dirigir a San Lo-
renzo de Almagro, club con el que salió subcampeón. Este resultado
fue el espaldarazo que necesitó para llegar al seleccionado nacional.
La obsesión de Lorenzo por el rival lo llevó a cambiar constante-
mente el once titular durante los tres partidos que duró Argentina en el
Mundial. Solamente Sacchi, formado en Newell’s y campeón con Ra-
cing y el defensor boquense Silvio Marzolini pudieron disputar todos
los partidos. Ni el arquero se salvó, ya que empezó atajando Antonio
Roma de Boca y termino haciéndolo Rogelio Domínguez, quien mili-
taba en el Real Madrid de España. Por su parte, Amadeo Carrizo había
renunciado momentáneamente al seleccionado luego de las críticas
recibidas por su desempeño en Suecia.
La falta de continuidad fue clave para que el talentoso plantel lle-

127
vado a Chile por Lorenzo no pudiera rendir acorde a las expectativas.
Solo se convirtieron dos goles en tres partidos jugados, los afortuna-
dos fueron José Sanfilippo de San Lorenzo y el puntero Héctor Fa-
cundo, también del equipo de Boedo aunque luego del Mundial pasó a
Huracán.
Para la competición se modificó la disposición que especificaba
que el jugador expulsado debía purgar una fecha de suspensión en el
encuentro siguiente. Ahora serían interrogados por el comité discipli-
nario y ellos tomarían la decisión. También entraría en vigencia la
norma ya sancionada en Suecia que eliminaba los desempates entre
integrantes de una misma zona a través del goal-average. Los argenti-
nos, con el diario del lunes, hubiéramos preferido un Mundial más con
el viejo sistema, pero no nos adelantemos a los hechos.
Las sedes elegidas fueron Santiago, la capital del país que contaba
con el Estadio Nacional con capacidad para 75.000 personas; la coste-
ra ciudad de Viña del Mar; Rancagua, próxima a Santiago; y Arica, al
norte de Chile y a 2.300 kilómetros de Santiago. Algunos especularon
que la elección de tan remota sede se debió a que se esperaba la clasi-
ficación de Perú y que la proximidad de Arica con el vecino país favo-
recería la afluencia de espectadores peruanos. Sorpresivamente, Perú
quedó eliminado por Colombia, dirigida por el argentino Adolfo Pe-
dernera.
El Mundial de Chile 62 sería recordado como el de peor juego de
la historia, el más violento y malintencionado hasta el día de hoy. Tác-
ticas mezquinas, pensar en el rival antes que en sus propias fuerzas,
roces, patadas malintencionadas y lesiones fueron la tónica del torneo.
Sumado a arbitrajes para el olvido que permitieron el actuar artero de
los jugadores. Cincuenta jugadores resultaron lesionados a lo largo del
campeonato. Treinta y cuatro apenas al tercer día de competencia.
Hubo tres jugadores con piernas fracturadas, uno con la cadera rota y
otro, argentino, con fracturas en varias costillas.
Los ánimos comenzaron a caldearse desde afuera de las canchas
cuando dos periodistas italianos, Antonio Ghirelli y Corrado Pizzine-

128
lli, aparentemente no se llevaron una buena impresión en los primeros
días de estadía en Santiago, enviando a sus respectivos diarios notas
que contenían fragmentos como este: “Desnutrición, prostitución,
analfabetismo, alcoholismo, miseria. Bajo estos aspectos, Chile es
terrible y Santiago dolorosamente viva… Barrios enteros practican la
prostitución al aire libre… Chile, bajo el plano del subdesarrollo, de-
berá colocarse a la altura de tantos países de Asia y África. Pero mien-
tras los habitantes de estos países son de los que no han progresado,
los chilenos pertenecen a los que han retrocedido”. La noticia de las
durísimas crónicas italianas no tardaron en conocerse en Chile gene-
rando el repudio generalizado del pueblo chileno, ya de por sí nacio-
nalista. Los periodistas debieron abandonar el país trasandino e Italia
sufrir el acoso del público en el partido que debieron disputar ante los
locales.
Cuatro entrenadores argentinos dirigieron en Chile, lo que repre-
sentó el veinticinco por ciento de las selecciones presentes. Obvia-
mente Juan Carlos Lorenzo en Argentina; además, Scopetti como ase-
sor técnico de Ignacio Tréllez en México; Helenio Herrera, mítico
inventor del sistema defensivo denominado “catenachio”, en España;
y Adolfo Pedernera en la debutante Colombia. Ninguno pasó la prime-
ra ronda de grupos. Además, Italia contaba con los “oriundos” argen-
tinos Enrique Omar Sívori y Humberto Maschio, mientras que España
tenía sus esperanzas centradas en la saeta rubia Alfredo Di Stéfano.
Ochocientos periodistas de todo el mundo se acreditaron para se-
guir las alternativas del Mundial.
La conformación de los grupos tuvo poco de azar y mucho de di-
gitación por parte de FIFA. Así, en Santiago jugarían Alemania Fede-
ral, Chile, Italia y Suiza; en Arica Uruguay, URSS, Yugoslavia y Co-
lombia; Viña del Mar sería la sede para Brasil, Checoslovaquia, Espa-
ña y México; y en Rancagua Argentina, Inglaterra, Hungría y Bulga-
ria.
El 30 de mayo en Santiago se desarrolló el partido inaugural con
la presencia en el palco oficial del presidente de la república Jorge

129
Alessandri, el presidente de FIFA Stanley Rous y el Arzobispo de
Santiago. Las tribunas estaban colmadas. Los hijos de Carlos Ditborn
izaron la bandera y hubo un minuto de silencio en homenaje al falleci-
do dirigente.
En la cancha, el nerviosismo de los locales por el entorno era evi-
dente, para colmo los suizos, fieles a su estilo, esperaban abroquelados
atrás priorizando el cero en su arco apostando a alguna contra. La cosa
se puso peor para Chile cuando a los 8 minutos un disparo de Portier
que no llevaba mayor peligro se le complicó al arquero trasandino
Escutti, perdió la pelota, Wuthrich aprovechó y puso en ventaja a los
helvéticos.
Los chilenos tenían la pelota y los suizos se replegaban cada vez
más aguantando la ventaja, hasta que en el minuto 43 pudieron encon-
trar la llave al cerrojo cuando un remate de Leonel Sánchez decretó la
igualdad.
En la segunda mitad, la actitud de los europeos no cambió, enton-
ces la búsqueda del gol quedó para Chile, quien lo encontró a los 7
minutos gracias a Ramírez y cuatro minutos más tarde, a los 11, sen-
tenciaba el partido con un nuevo gol de Leonel Sánchez. Triunfo de
Chile sobre Suiza 3 a 1 en el debut.
El mismo 30 de mayo en Arica, Uruguay y Colombia midieron
fuerzas. El clima en Uruguay no era el mejor, luego de no clasificar a
Suecia y de una gira por Europa con pobres resultados, la selección
fue disuelta un mes antes del Mundial y se designó a un triunvirato
técnico formado por Scarone, Bagnulo y López. Colombia, de la mano
de Adolfo Pedernera, debutaba en Mundiales.
Colombia iba a dar la sorpresa parcial cuando a los 19 minutos el
uruguayo Emilio Álvarez derribó dentro del área a Aceros y el árbitro
húngaro marcó penal. Lo pateó Zuloaga y convirtió, Colombia 1 a 0.
Sería el último partido del goleador ya que luego del partido el médico
colombiano comprobó que tenía tres costillas fracturadas. Así finalizó
el primer tiempo.
En la segunda etapa, los charrúas hicieron pesar su experiencia y

130
dominaban, aunque las intervenciones del arquero colombiano “Cai-
mán” Sánchez los privaron del empate. Hasta que a los 13 minutos
empató Cubilla. Uruguay no se conformó con la igualdad y siguió
dominando, producto de ello, en el minuto 28 Sasía convirtió el se-
gundo. Fue victoria de Uruguay ante Colombia 2 a 1.
En Viña del Mar, el 30 de mayo, debutaron otras dos selecciones
americanas, Brasil y México. México venía se superar tres eliminato-
rias para llegar a Chile, la primera en México, luego en Los Ángeles
para jugar un repechaje contra Paraguay en Asunción, algo insólito
por aquellos tiempos. Como era de esperar, Brasil iba al ataque y los
mexicanos atrás tratando de marcar a los cracks campeones del mundo
Pelé, Garrincha, Didí, Vavá, Zagallo y compañía. Primer tiempo sin
goles.
En el segundo, a los 11 minutos jugada de Pelé, pase a Zagallo y
gol del “Lobo”. A los 28 otra vez Pelé que avanzó y le pegó al arco
vulnerando al arquero Antonio Carbajal, 2 a 0 para Brasil.
Argentina debutó el 30 de mayo en Rancagua ante Bulgaria, el ri-
val más débil de la zona. Apenas a los 4 minutos Argentina se puso en
ventaja, maniobra de “Coco” Rossi, pase hacia delante, entrada de
Facundo en diagonal, remate y gol. Argentina pudo haber goleado a
Bulgaria y la diferencia de gol le habría dado el pase a cuartos de final
pero el ultradefensivo “Toto” Lorenzo prefirió cuidar el resultado.
Solo quedó tiempo para el juego brusco de los búlgaros que revolea-
ron a los nuestros durante todo el partido lo que produjo una serie de
lesionados: Sacchi, Marzolini, Facundo, Rossi y el colmo, ¡Franco
“Hacha brava” Navarro! Duro defensor nacional, también encontró la
horma de su zapato. Rossi quedaría fuera para el resto del campeona-
to. En definitiva, Argentina 1, Bulgaria 0, pudieron ser varios más.
El 31 de mayo en Santiago era el turno del debut de Alemania Oc-
cidental e Italia. Clásico europeo. En el banco alemán seguía el eterno
Sepp Herberger. Los italianos contaban con la antipatía del público
local por el episodio ya contado de las crónicas periodísticas sobre
Chile. Muy poco fútbol y patadas a elección, amonestación a Altafini

131
luego de un incidente, agresión de Sívori a Erhardt y principio de
gresca. Patada de Ferrari a Schultz, Erhardt se la devolvió a Sívori. El
resultado, 0 a 0.
El 31 de mayo, en Viña del Mar, jugaron Checoslovaquia y Espa-
ña. En este grupo México era considerado el más flojo, Brasil candi-
dato, por lo que este partido cobraba vital importancia para las aspira-
ciones de ambas selecciones. España contaba en sus filas con el hún-
garo Puskas y Alfredo Di Stéfano, la “Saeta” se encontraba lesionado
a causa de una excesiva preparación física por parte del DT argentino
Helenio Herrera antes de partir hacia Sudamérica. Lamentablemente,
Di Stéfano no se repondría y quedaría como una cuenta pendiente en
su gloriosa trayectoria el no haber jugado un partido en Mundiales.
En el primer tiempo dominó España con llegadas de sus delante-
ros Puskas y Gento pero hubo buenas reacciones de Schoiff, el mejor
arquero del campeonato. También algunas patadas y escaramuzas, por
supuesto.
En el complemento, el defensor español Rivilla se fue lesionado, y
hubo discusiones entre Puskas, Gento y el defensor checo Lalá, quien
fue amonestado. A los 35 minutos, cuando España dominaba, contra-
golpe checoslovaco que aprovechó Scherer, pase a Stibranyi y victoria
de Checoslovaquia 1 a 0. España perdió por lesiones a Reija, Rivilla y
Segarra para el segundo encuentro.
En Rancagua jugaban el 31 de mayo los otros dos países que
compartían grupo con Argentina, Inglaterra y Hungría. Inglaterra con-
taba con el posteriormente famoso Bobby Charlton, los húngaros ha-
bían declarado que iban a Chile a hacer experiencia, aunque contaban
con futbolistas de calidad como Albert, el goleador Tichy o el experi-
mentado arquero Grosics.
En el inicio jugaron mejor los magiares, a los 17 minutos, pase de
Sarosi y gol de Tichy, así finalizó el primer tiempo.
En el complemento, Inglaterra tenía el dominio del juego y a los
14 minutos pateó Greaves, ante la imposibilidad de llegar a la pelota
de Grosics, Sarosi la paró con las manos, por entonces no era expul-

132
sión, pero si penal. Flowers se hizo cargo del tiro e igualó para los
británicos. A los 26 minutos, Albert pudo escapar a la marca inglesa y
poner el 2 a 1 que le daría la victoria a Hungría.
Al norte de Chile, en Arica, el 31 de mayo Unión Soviética en-
frentaba a Yugoslavia. Las crónicas de la época no escatiman en cali-
ficativos negativos para este partido, por ejemplo lo tildan de “partido
sucio y desagradable”. En el primer tiempo se pegaron tanto que no se
acordaron que se juega a hacer goles. 0 a 0 y al descanso.
De vuelta al campo de juego, los jugadores no se enfriaron y el
partido se volvió más duro aún. Hasta que a los 9 minutos el soviético
Igor Netto pasó a Ivanov que remató y gol, 1 a 0. A los 40 otra vez se
iluminó Netto que tocó para Ponedeljnik, que convirtió el 2 a 0 final
de URSS sobre Yugoslavia.
El saldo de la carnicería para los soviéticos fueron las lesiones de
Matreveli y Ponedeljnik. Los yugoslavos sufrieron la fractura del tabi-
que nasal de Matus, un golpe de Mujic y la lamentable lesión de Du-
vinski que terminó con la tibia fracturada causa de una agresión sin
pelota de Mujic. Duvinski falleció en 1969 como consecuencia de
aquel golpe del que nunca se recuperó, debieron realizarle varias in-
tervenciones y cortarle la pierna antes de su deceso.
El 2 de junio en Viña del Mar fue el día para la segunda presenta-
ción de Brasil y Checoslovaquia. Brasil comenzó mejor con Garrincha
y Pelé comandando los ataques, un tiro de Garrincha pegó en el palo.
Pero a los 26 minutos lo impensado, Pelé se desgarró el aductor, solo,
tras un remate al arco. El Mundial perdía a su máxima figura. Sus
compañeros sintieron la baja aunque “O Rey” permanecía en el campo
de juego. Lalá, marcador de Pelé, aprovechó la lesión del brasileño
para sumarse al ataque checoslovaco y los sudamericanos optaron por
tener la pelota.
En el complemento solamente un nuevo tiro al palo de Brasil. El
tanteador quedó igualado 0 a 0 y en definitiva fue negocio para los
dos. Ya se volverían a enfrentar.
Santiago, el 2 de junio, fue el escenario para uno de los partidos

133
más esperados por el público chileno en la primera ronda: Chile – Ita-
lia. Más de 66.000 almas en el estadio. Aston de Inglaterra sería el
juez del partido. El técnico italiano realizó varios cambios en relación
al once inicial ante Alemania. Varios cambios de posiciones, el argen-
tino Maschio ingresó por Rivera. Además Sívori se negó a jugar por el
clima hostil reinante.
Este encuentro fue denominado la “Batalla de Santiago” y así lo
pueden buscar en Wikipedia si quieren más detalles al respecto. Los
italianos salieron al campo de juego regalando flores a la tribuna, tra-
tando de calmar las aguas, pero los espectadores se las devolvían bajo
una estruendosa silbatina. Italia salió a defenderse con todos sus hom-
bres y apostar a una contra. Chile tenía el dominio del balón y del te-
rreno. Esa tensión no tardó en traducirse en la cancha, a los 4 minutos
Farrini arremetió a Toro y fue expulsado. El italiano se negaba a salir,
entonces ingresaron los carabineros y con la amabilidad que los carac-
teriza, que bien conocemos los argentinos, lo ayudaron a abandonar el
partido. Finalizando el primer tiempo, hubo una discusión entre David
y Leonel Sánchez, quien zanjó las diferencias con una trompada que
mandó al suelo al italiano. El árbitro Aston no vio nada. 0 a 0 y a en-
friarse a los vestuarios.
El segundo tiempo fue más parejo en lo futbolístico y en los en-
contronazos que se sucedían uno tras otro. Hasta que a los 28 minutos,
Leonel Sánchez echó un centro que el arquero italiano Mattrel despejó
con los puños, pero la pelota le cayó a Ramírez que disparó y convir-
tió el 1 a 0 para Chile. Delirio en las caldeadas tribunas. Luego del gol
hubo golpes entre Tumburus y Toro, Aston no vio nada una vez más.
Cerca del final, a los 41 Toro puso el 2 a 0 para los locales. Solo que-
dó tiempo para que David no se fuera al vestuario con la espina en el
ojo y agredió a Leonel Sánchez. Esta vez sí lo vio el juez Aston, que
lo expulsó. Italia terminó con nueve jugadores. Posteriormente, la FI-
FA designó a Ken Aston asesor de la entidad en materia arbitral.
Lejos de Santiago, el mismo 2 de junio pero en Arica, Uruguay,
que había ganado en el debut, enfrentaba a Yugoslavia, que había per-

134
dido. Uruguay comenzó esperando a los balcánicos, midiéndolos co-
mo en el boxeo y en una contra a los 19 minutos, centro de Rocha y
gol de Cabrera. Uruguay al frente. Yugoslavia seguía con el dominio
de las acciones y producto de esto, a los 25 Troche le cometió infrac-
ción a Jerkovic, penal para los europeos que transformó en gol
Skoblar, 1 a 1. Luego la cosa se puso áspera, Sasía le dio una patada a
Soskic, entonces Pocovic se la agarró con Sasía y Cabrera agredió a
Pocovic quien se la devolvió a Cabrera. Resultado: Cabrera y Pocovic
expulsados. Dos minutos después, a los 29, remató Jerkovic, dio rebo-
te corto el arquero Roberto Sosa y gol de Galic. Primer tiempo: 2 a 1
para Yugoslavia.
En el complemento, a los 4 minutos hubo devolución de gentile-
zas, centro de Galic y gol de cabeza de Jerkovic. Así seguiría hasta el
final. Yugoslavia 3 – Uruguay 1. En el grupo quedaban Uruguay, Yu-
goslavia y Unión Soviética todos con un triunfo y a definir en la últi-
ma fecha.
El 2 de junio en Rancagua comenzó la despedida argentina del
Mundial cuando enfrentó a Inglaterra. Argentina venía de derrotar a
Bulgaria e Inglaterra de perder con Hungría. El ultradefensivo Loren-
zo creyó que un empate era un buen resultado y para ello trabajaron en
la semana, según contó Silvio Marzolini, pero el mismo jugador tam-
bién señaló que una hora antes del partido decidió que había que ir al
ataque. El cambio de planes sobre la marcha no ayudó. Varios cam-
bios en relación al primer encuentro, al preparar los partidos pensando
en el adversario, eso de equipo que gana no se toca no corría para el
DT argentino. El primer cuarto de hora fue de dominio albiceleste,
muy marcado Sanfilippo. Pero a los 15 minutos hubo un gol inglés,
pateó Peacock que venció a Roma, apareció Franco Navarro y la salvó
con la mano. Penal que convirtió Flowers y 1 a 0. Argentina jugaba
nerviosa, los ingleses más serenos y esa tranquilidad los llevó a am-
pliar el marcador a los 43 minutos, tras un remate de afuera del área,
desde la izquierda de Bobby Charlton. 2 a 0 y al entretiempo.
Para colmo, en el segundo tiempo se lesionó Belén en Argentina

135
por un golpe duro de Armfield y debió salir del partido. Desde enton-
ces Inglaterra hizo sentir su supremacía numérica. A los 21 minutos,
centro de Charlton, mala salida de Roma y Peacock que convirtió el 3
a 0. A los 35 Sanfilippo pudo zafar de la pegajosa marca sajona y des-
contó para maquillar la derrota por 3 a 1. Con este resultado quedaba
Argentina con 2 puntos y –1 de diferencia de gol, contra 2 puntos y +1
de Inglaterra.
Al día siguiente, 3 de junio, se jugó el otro partido del grupo de
Rancagua entre Hungría y Bulgaria. Fue un trámite para los húngaros
que a los 12 minutos ganaban 4 a 0, producto de los tantos de Albert al
minuto y a los 6, de Tichy a los 8 y de Solymosi a los 12. Luego se
dedicaron a tocar la pelota.
En el segundo tiempo, a los 8 minutos tercero de Albert para el 5 a
0. A los 19 llegó el descuento de Bulgaria obra de Sokolov y cerró
marcando la media docena otra vez Tichy. 6 a 1 para Hungría y con 4
puntos y diferencia de gol de +6 clasificación prácticamente asegura-
da.
El 3 de junio en Viña del Mar, España debía ganarle a México
luego de perder con Checoslovaquia para jugarse la clasificación en el
último partido ante Brasil, nada menos, y de ser posible hacer una
buena diferencia de gol. Helenio Herrera introdujo varios cambios en
la formación europea, sea por lesiones o por cuestiones tácticas. El
técnico Ignacio Tréllez había sido expulsado en el encuentro anterior y
pretendió engañar a los árbitros ingresando al campo de juego como
fotógrafo. Poco duró la avivada ya que fue descubierto y debió seguir
las alternativas del encuentro en la tribuna. El partido fue parejo, Mé-
xico fue más rival de lo esperado. El encuentro se definió con un agó-
nico y polémico gol anotado por España en el minuto 45 de segundo
tiempo por intermedio de Peiró. Luego de un tiro de esquina mal eje-
cutado por los mexicanos, Gento salió de contragolpe con la defensa
azteca mal parada, dejó en el camino a dos jugadores mexicanos, tiró
el centro atrás para la llegada de Peiró que convirtió. Los mexicanos
se habían quedado pidiendo mano de un jugador español en su área

136
luego de ejecutado el tiro de esquina que derivó en el contragolpe del
gol.
En Santiago, Alemania Federal y Suiza jugaban el 3 de junio. El
público estaba a favor del más débil, o sea Suiza. Recordemos que era
el grupo de Chile. Una vez más se desplegó el planteo defensivo de
los suizos que siempre hizo agua. Esta vez el arquero Charly Elsener
tuvo una destacada actuación y recién a los 45 minutos Bruells pudo
marcar diferencias para Alemania Federal. Si la figura es el arquero,
señal de que el cerrojo no está funcionando muy bien porque el rival
está llegando.
En la segunda fracción continuó el dominio alemán, los suizos de-
fendían la derrota. A los 15 minutos centro de Schaefer y gol de Uwe
Seeler. Desde entonces, los alemanes se replegaron y cedieron la ini-
ciativa a los helvéticos que llegaron al descuento a los 28 minutos
gracias a Schneiter. Finalmente fue victoria de Alemania Occidental 2
a 1 ante Suiza que se despedía del torneo.
El 3 de junio en Arica se dio el partido con más goles del cam-
peonato, un extraño empate 4 a 4 entre Unión Soviética y Colombia.
Los europeos del este, amplios favoritos, comenzaron con el pie dere-
cho y al estilo de Hungría en doce minutos lograron tres goles. Dos de
Ivanov a los 8 y a los 11, más otro de Chislenko a los 10 minutos da-
ban tranquilidad a la URSS. Entonces se relajaron y los colombianos
comenzaron a intentar acercamientos al arco rival, fue así como a los
21 Germán Aceros descontó para los cafeteros. Primer tiempo 3 a 1.
En la segunda etapa, a los 10 minutos los soviéticos aplacaban
cualquier reacción colombiana cuando Ponedeljnik marcaba el 4 a 1.
Los europeos decidieron tirarse atrás y esperar que pasen los minutos,
pero a los 23 minutos tiro de esquina para Colombia, pateó Marcos
Coll y la pelota va directamente adentro del arco, este fue el primer
gol olímpico en la historia de los Mundiales de Fútbol, 4 a 2. A los 27
minutos Rada descontó y puso a Colombia a tiro 4 a 3. Y a los 31 Ma-
rino Klinger igualó el tanteador en cuatro goles por bando. Final y
empate con sabor a hazaña para los sudamericanos. En el arco soviéti-

137
co todavía atajaba Lev Yashin, la “Araña negra” estuvo muy por deba-
jo del nivel demostrado en Suecia cuatro años antes.
Antes de jugarse la quinta fecha, las autoridades de FIFA realiza-
ron un llamado de atención general a árbitros y jugadores debido al
juego fuerte, sucio y desleal que se venía practicando en el torneo has-
ta el momento. La FIFA amenazó con graves sanciones a los culpables
de incidentes, pero todo quedó en amenazas.
El 6 de junio en Rancagua Argentina se jugaba el pase a cuartos
de final ante Hungría, que estaba virtualmente clasificada. Argentina
debía ganar o ganar y para ello Lorenzo volvió a cambiar medio equi-
po. Dominio albiceleste durante todo el partido, los húngaros simple-
mente esperaban alguna oportunidad de contra, pero ese día no era el
de los atacantes argentinos. Más de diez situaciones claras de gol fue-
ron desperdiciadas por falta de puntería y por intervenciones acertadas
del arquero Grosics. Sarosi detuvo la marcha de la pelota dentro del
área magiar con la mano, los argentinos pidieron penal pero el árbitro
Arturo Yamasaki Maldonado de Perú la consideró casual. Final 0 a 0
y lo que no fue casual fue la eliminación Argentina nuevamente en la
primera fase.
En la capital chilena, el 6 de junio Alemania Federal enfrentaba a
Chile. Mejor los alemanes, el partido se jugó sin la dureza característi-
ca del torneo. A los 21 minutos, infracción a Seeler dentro del área
chilena y penal que convirtió Szymaniak. Chile no reaccionó durante
el transcurso del partido y sobre el final del encuentro, a los 42 minu-
tos centro de Kraus y cabezazo de Uwe Seeler. Alemania ganó 2 a 0 y
se quedó con el grupo, lo cual le permitía continuar jugando en San-
tiago. En cambio, Chile clasificaba segundo y debía trasladarse a Ari-
ca para disputar el choque de cuartos de final.
Continuando con la jornada del 6 de junio, Viña del Mar fue el es-
cenario para el enfrentamiento de Brasil y España. Los brasileños con
un empate estaban en cuartos, a España solo le servía ganar. La incer-
tidumbre estaba dada en ver si Brasil podía reaccionar del cimbronazo
que había causado la lesión de Pelé, reemplazado por Amarildo. Hele-

138
nio Herrera, fiel a su estilo defensivo, contuvo a los sudamericanos en
el primer tiempo, Echeverría seguía a Vavá, Peiró a Didí, Gracia in-
movilizaba a Garrincha y Pachín a Amarildo. El aspecto defensivo
estaba bien, pero España tenía que ganar o empatar y esperar un mila-
gro de México ante Checoslovaquia, algo poco probable, pero cosa
que se dio y el empate le habría servido a los europeos para acceder a
la próxima fase. Volviendo al partido, a los 34 minutos Puskas vio a
Abelardo y lo asistió con un magistral pase, este remató y fue gol es-
pañol. Minutos después, Abelardo con un tiro de chilena batía al ar-
quero brasileño por segunda vez, pero el árbitro Bustamante de Chile
lo anuló por dudosa jugada peligrosa. La furia terminó arriba en el
primer tiempo 1 a 0.
En el complemento, comenzó mejor España pero de a poco los
brasileños, basándose en la tenencia de pelota, con Zagallo y Zito pa-
saron a dominar las acciones. A los 17 minutos llegó el empate luego
de una jugada colectiva a lo “Brasil” que definió Amarildo con un
remate que pasó entre varias piernas. 1 a 1. Desde el empate el partido
se volvió equilibrado y parecía que iba a finalizar así, pero a los 42
minutos Garrincha se sacó de encima al pegajoso Gracia, desbordó y
echó el centro atrás y otra vez Amarildo, de cabeza convirtió. Victoria
de los campeones mundiales y despedida para España.
El 6 de junio en Arica, Uruguay con 2 puntos y la Unión Soviética
con 3, se jugaban el pase a cuartos de final. El primer tiempo fue mal
jugado pero con dominio soviético a base de fuerza y velocidad, a los
europeos del Este les faltaba su organizador Meski y lo sentían. Uru-
guay no le encontraba la vuelta al partido, para colmo de males a los
30 minutos Eliseo Álvarez chocó con Tchislenko y debió abandonar el
partido. 7 minutos después, a los 37 Mamykine convirtió y gol de la
URSS.
En el segundo tiempo reingresó Álvarez. El dolor lo hizo abando-
nar el terreno de juego definitivamente promediando la segunda mitad.
La garra charrúa hizo que con diez hombres contra once, Uruguay
llegara a la igualdad en el minuto 9. Tiro libre de Eliseo Álvarez –

139
luego del partido se comprobó que jugó con el peroné fracturado–,
pegó en el travesaño y Sasía envió el rebote a la red. Uruguay dominó
el resto del encuentro pero a los 44 minutos remató Khusajnov, Sosa
dio rebote e Ivanov injustamente le dio la victoria y clasificación a
Unión Soviética. Los uruguayos quedaron en el camino masticando
bronca.
El 7 de junio en Santiago, Italia y Suiza jugaron para completar la
zona, ya que a esta altura tenían 1 y 0 puntos respectivamente. Italia
demostró que era capaz de desplegar buen fútbol ya sin presiones.
Suiza intentó el habitual sistema defensivo, que más que cerrojo debió
llamarse colador. Gran actuación de Sívori, el primer tiempo fue 1 a 0
con gol de Bruno Mora, otro de buen desempeño, a los 2 minutos.
En el segundo tiempo, aumentaron el tanteador las dos conquistas
de Bulgarelli a los 20 y 22 minutos. Posteriormente los helvéticos in-
tentaron algunas jugadas ofensivas que no prosperaron. Italia se des-
pidió con otra imagen de Chile, Suiza a practicar un poco más el ce-
rrojo para la próxima.
En Arica, el 7 de junio jugaron Yugoslavia y Colombia. El que
ganaba seguía, el otro a casa. Los yugoslavos hicieron prevalecer la
superioridad física y también su habilidad, no eran ningunos negados
con el balón los balcánicos. En el primer tiempo Galic a los 20 minu-
tos y Jerkovic a los 23, mandaron al descanso a Yugoslavia arriba. No
había que confiarse de los cafeteros que ya habían remontado un 4 a 1
ante URSS.
De vuelta en la cancha, los colombianos no pudieron desplegar su
juego y los europeos convirtieron otros tres tantos, Galic a los 16 mi-
nutos, Melic a los 37 y otro de Jerkovic a los 42 decretaron la goleada
5 a 0 de Yugoslavia a Colombia y el pase de los primeros a cuartos de
final.
El 7 de junio en Rancagua se jugaba Inglaterra – Bulgaria que ya
sabían el resultado de Argentina – Hungría jugado un día antes. Pe-
queña ayudita para los ingleses. Hasta acá estaban Hungría con 5 pun-
tos ya clasificada, Argentina tenía 3 puntos y –1 de diferencia de gol,

140
Inglaterra 2 puntos y +1, Bulgaria 0 puntos ya eliminada. A Argentina
solo le servía una victoria búlgara. Inglaterra con el empate estaba en
cuartos. ¿Adivinen como salieron? Si, empataron. El partido fue abu-
rrido, malo, sin emociones, a ver si hacían un gol. 0 a 0 final, negocio
para ambos, unos clasificaban y los otros sumaban su primer punto en
campeonatos Mundiales.
Así fue como Argentina, luego de eliminados los desempates, fue
la primera víctima del nuevo sistema del goal-average en la historia de
los mundiales.
El último encuentro de las zonas se disputó el 7 de junio en Viña
del Mar donde se midieron Checoslovaquia y México. Los checos
comenzaron ganando casi desde el vestuario. A los 15 segundos de
partido Vaclav Masek convirtió el 1 a 0. Este gol fue el más rápido
hecho en mundiales hasta el gol de Hakan Sukur en 2002. Sin embar-
go, los “chamacos” se sobrepusieron e igualaron las acciones a los 12
minutos a través de Díaz y pasaron sorpresivamente al frente a los 29
gracias a Del Águila.
En el segundo tiempo se esperaba la reacción checoslovaca, sin
embargo el trámite fue parejo, hasta que a los 44 remató Jáuregui, el
arquero Schroiff quedó descolocado y Lalá salvó el gol con sus ma-
nos. Penal para México que convirtió Hernández. Victoria azteca por
3 a 1, abandonaban Chile dejando una buena imagen y obteniendo su
primera victoria en Copas Mundiales. A Checoslovaquia, a pesar de la
caída, la esperaban los cuartos de final.
Los emparejamientos de cuartos de final quedaron conformados
por Brasil – Inglaterra, Unión Soviética – Chile, Checoslovaquia –
Hungría y Alemania Federal – Yugoslavia.
El 10 de junio, en Santiago, fue el turno de Alemania Occidental y
Yugoslavia. En los dos Mundiales anteriores Alemania había sido la
barrera infranqueable para Yugoslavia. Esta sería otra historia. El par-
tido fue de gran dureza física, equilibrado, con mayor habilidad los
yugoslavos pero las llegadas más peligrosas correspondieron a los
teutones. No se sacaron ventajas en la primera parte.

141
En el complemento, estaban mejor físicamente los alemanes. A
los 39 minutos saltaron a cabecear Seeler y Radakivic que chocaron,
producto del contacto, el yugoslavo salió del partido cortado. En la
jugada siguiente, Nowak cedió un tiro de esquina para Yugoslavia que
iba a ejecutar Kovacevic, quien vio que el árbitro autorizaba a Ra-
dakivic a reingresar con una venda en la cabeza y este lo hizo a toda
velocidad. Kovacevic lanzó el centro abierto para el recién ingresado,
que sorprendió a los alemanes libre de marca en el vértice del área y
conectó una volea que se clavó en el ángulo del arco defendido por
Fahrian. La tercera fue la vencida, Yugoslavia derrotó a Alemania
Federal 1 a 0 y accedió por primera vez en su historia a semifinales.
También el 10 de junio pero en Arica, Chile enfrentó a Unión So-
viética. El pequeño estadio se vio colmado por más de 17.000 espec-
tadores. Los chilenos más habilidosos, los soviéticos más fuertes. A
los 11 minutos, Leonel Sánchez de tiro libre marcó el primer gol tras
una nula reacción de Lev Yashin. A los 26 remate de Ivanov, despejó
corto el arquero chileno Escutti y el rebote fue aprovechado por Tchis-
lenko para igualar el tanteador en 1. Tres minutos después, a los 29,
Eladio Rojas, a quien el técnico Riera había hecho ingresar por el le-
sionado Sepúlveda, pateó desde muy lejos al arco soviético, un tiro sin
demasiado peligro, pero a esta altura Yashin era una sombra de lo que
había sido años atrás. No pudo reaccionar ante el accesible disparo y 2
a 1 para Chile. Eladio Rojas corrió los treinta metros que había transi-
tado la pelota y fue a abrazar al arquero Yashin. Después del partido
Rojas explicó que se había emocionado al convertirle un gol a uno de
sus ídolos. Luego de la conquista los locales se abroquelaron en el
fondo, URSS tuvo la pelota pero no pudo llegar al empate. Chile, una
de las sorpresas, estaba entre los cuatro mejores.
El 10 de junio, en Viña del Mar, se disputó el encuentro entre Bra-
sil e Inglaterra. Amarildo, reemplazante de Pelé, encendió la alarma en
Brasil con dolencias en uno de sus muslos. Afortunadamente para los
campeones Mundiales, Garrincha estaba iluminado ese día e hizo lo
que quiso con los pobres defensores ingleses. A los 31 minutos, se

142
inauguró el marcador, corner de Zagallo que impactó Garrincha de
cabeza, 1 a 0. Garrincha convertía de cabeza y ante especialistas en la
materia como son los ingleses. Siete minutos más tarde, a los 38, re-
mate en el travesaño y de rebote Hitchens igualó en 1. Sin ventajas
finalizó el primer tiempo.
Un hecho gracioso ocurrió promediando el encuentro cuando un
perro ingresó al campo de juego y varios jugadores intentaron atrapar-
lo, hasta que el inglés Greaves se puso en cuatro patas y logró atrapar
al can entregándoselo a los carabineros. Greaves no la sacó barata, el
pobre perro asustado le orinó el pecho al jugador antes de pasar a ma-
nos de la policía.
En el segundo, continuó el dominio brasileño con Garrincha a la
cabeza. A los 8 minutos falta de Flowers sobre Garrincha. Él mismo
tiró el centro que no pudo contener el arquero Springett y le quedó a
Vavá para poner en ventaja a Brasil. A los 14 jugada individual de
Garrincha que en vez de tocar pateó al arco venciendo una vez más al
arquero inglés. 3 a 1 para Brasil, sólido candidato a pesar de la baja de
“O Rey” Pelé.
Los cuatro encuentros de cuartos de final se jugaron el 10 de ju-
nio, uno en cada sede. En Rancagua fue el turno de Checoslovaquia y
Hungría. El jefe de la delegación checa avisó antes del encuentro que
al día siguiente dejarían el hotel, no se tenía mucha fe el hombre. Los
húngaros eran los favoritos y lo demostraron desplegando un fútbol de
buena técnica y dominio de la pelota y el terreno. Pero esa superiori-
dad no se demostró en el tanteador por culpa de las buenas interven-
ciones del arquero checoslovaco Viliam Schrojf. Los checos intenta-
ron cortar el circuito futbolístico magiar con golpes que fueron repri-
midos enérgicamente por el juez soviético Latychev. Sorpresa a los 13
minutos cuando una contra de Checoslovaquia fue cambiada por gol
gracias a Scherer. Checoslovaquia 1 a 0 y fin de la primera mitad.
En el complemento, los húngaros intentaron, los checos se defen-
dieron y el marcador no se movió. Sorpresa en Rancagua, Hungría a
casa, Checoslovaquia seguía en carrera.

143
Las semifinales se disputarían ambas el 13 de junio y enfrentarían
a los sudamericanos por un lado y a los europeos del Este por el otro.
Es decir: Chile – Brasil y Yugoslavia – Checoslovaquia.
Luego de su visita triunfal a Arica, Chile volvía a Santiago para
enfrentar al favorito Brasil. 77.000 personas sobrepasaban la capaci-
dad del Estadio Nacional. Brasil fue más que Chile, como era de espe-
rar. Garrincha fue otra vez la figura excluyente y a los 9 minutos puso
en ventaja a los campeones defensores. Otro tanto de Vavá fue anula-
do por el juez Yamasaki que consideró adelantada la posición del bra-
sileño. A los 32 apareció otra vez Garrincha y aumentó la diferencia.
Los chilenos no se dieron por vencidos y a los 42 hubo tiro libre para
los locales por infracción de Zito a Rojas. Seis metros fuera del área
Toro pateó al arco y venció a Gilmar. Chile se metió en partido. El
primer tiempo terminó 2 a 1.
A la vuelta del descanso, a los 2 minutos Brasil estiró diferencias
por intermedio de Vavá de cabeza tras buena jugada de Garrincha. A
los 16 minutos, penal para Chile por una dudosa mano de Zozimo en
el área brasileña que Leonel Sánchez cambió por gol y Chile otra vez
a tiro del empate. Hasta que a los 32 minutos centro de Zagallo y otro
tanto de cabeza de Vavá para anotar el 4 a 2 que sería definitivo. A los
35 minutos fue expulsado el chileno Landa luego de discutir acalora-
damente con el árbitro peruano. Seguidamente, fue expulsado Garrin-
cha, quien había sido maltratado durante todo el encuentro por los
defensores trasandinos, se cansó y reaccionó en el minuto 38, dejando
en el piso a Rojas. No hubo tiempo para más, Brasil alcanzaba su se-
gunda final consecutiva y la tercera en Mundiales. Chile a jugar por el
tercer escalón del podio.
La expulsión de Garrincha le impedía a Brasil contar con el crack
para la final, por lo que se convirtió en una cuestión de Estado y hasta
el propio primer ministro brasileño Tancredo Neves mandó a Chile un
telegrama de felicitación por la victoria en el que agregaba el pedido a
las autoridades de FIFA para que revean la sanción a Mané, un depor-
tista de intachable conducta. Finalmente, el tribunal de disciplina solo

144
amonestó a Garrincha por lo que quedó habilitado para disputar la
final.
En Viña del Mar disputaban el pase a la final Yugoslavia y Che-
coslovaquia. Los balcánicos eran favoritos, mejores técnicamente,
aunque la victoria ante Alemania les había provocado un desgaste
físico importante. Los checoslovacos contaban con un arquero en su
mejor momento, defensa firme y un contragolpe de temer. En el pri-
mer tiempo solo un tiro de Kadraba para Checoslovaquia que pegó en
el palo se pudo destacar. Trámite equilibrado.
En el segundo tiempo, a los 3 minutos, centro de Pospichal, re-
chazó el arquero Soskic pero la pelota le quedó a Kadraba que marcó
el 1 a 0 para Checoslovaquia. El partido cayó en un trámite violento
de ambos equipos y antes de lamentar lesionados, el árbitro Dienst de
Suiza decidió interrumpir el partido y llamar a reunión a los capitanes.
Restaurada la calma, Yugoslavia logró el empate gracias a Jerkovic a
los 24 minutos. Continuaron mejor los yugoslavos pero no pudieron
superar la defensa checa y a su arquero Schrojf. Hasta que a los 35
Scherer volvió a poner en ventaja a los checos. El juego se sentenció a
los 40 minutos mediante un contragolpe checoslovaco que finalizó
con el remate de Scherer que dio en la mano de Markovic dentro del
área penal. Scherer se encargó de la pena máxima, convirtió y decretó
el definitivo 3 a 1 de Checoslovaquia sobre Yugoslavia.
El 16 de junio en Arica, donde Chile quedaría invicto, el local en-
frentaba a Yugoslavia por el tercer puesto. Los yugoslavos llegaron
desmoralizados por perder una semifinal en la que eran favoritos,
además del cansancio acumulado y algunas lesiones. Los chilenos,
bastante recuperados de una derrota que estaba dentro de los planes.
Mejor los chilenos pero no pudieron marcar durante ochenta y nueve
minutos cuando Eladio Rojas pateó desde lejos, la pelota se desvió en
Markovic y descolocó a Soskic. 1 a 0 para Chile que conquistaba el
tercer lugar.
El 17 de junio en el Estadio Nacional de Santiago se disputó la fi-
nal entre el candidato Brasil y la sorpresa Checoslovaquia. 78.000

145
espectadores en las gradas. En el palco de honor el presidente de Chile
Jorge Alessandri. Brasil formó con Gilmar, Djalma Santos, Mauro
(capitán), Zózimo, Nilton Santos, Didí, Zito, Garrincha, Vavá, Amari-
ldo y Zagallo. DT: Aymore Moreira. Checoslovaquia alistó a Schrojf
(capitán), Tichy, Popluhar, Novak, Pluskal, Masopoust, Pospichal,
Scherer, Kvasniak, Kadraba y Jelinek. DT: Rudolf Vytlacil. El árbitro,
Nikolaj Latychev de la URSS.
Los checoslovacos ingresaron a la cancha con una bandera chilena
pero el público local se volcó a favor de su verdugo Brasil. Antes de
comenzar, el presidente de FIFA Stanley Rous ingresó al campo a
saludar a los protagonistas.
Brasil tenía la pelota y tocaba de un lado a otro de la cancha tra-
tando de abrir la férrea defensa checoslovaca. A los 15 una contra
checa, a su juego los llamaron, Scherer jugó la pelota con Kadraba y
este para Masopoust que ingresó a la carrera y definió ante la pobre
reacción de Gilmar. Sorpresa, Checoslovaquia arriba 1 a 0. Brasil
reaccionó rápidamente y no permitió que los europeos se replegaran y
comenzaran a jugar defensivamente, el juego que más cómodo les
sentaba. A los 17 Amarildo llegó al fondo del área checa, se esperó
que tirara el centro pero la pelota fue al arco y engañó a Schrojf, 1 a 1.
Final de la primera mitad.
En el complemento, los europeos se replegaron y Kadraba espera-
ba arriba en soledad. A los 24 minutos otra vez Amarildo con la pelo-
ta, esta vez echó el centro pasado, llegó Zito que conectó de cabeza y
2 a 1 para Brasil. A los 27 pateó Jelinek y la pelota dio en el brazo de
Mauro que estaba dentro del área, los checos reclamaron penal pero el
árbitro Latychev no hizo caso a las protestas aduciendo que fue casual.
A los 33 minutos Djalma Santos despejó el balón, la pelota bajó en el
centro del área checa, Schrojf fue a buscarla en lo alto pero no pudo
atrapar el esférico que golpeó en sus manos y siguió hacia abajo. An-
tes que llegara al suelo la empalmó Vavá, que atento se anticipó a to-
dos y anotó el 3 a 1, con este tanto se convirtió en el único futbolista
en marcar goles en dos finales consecutivas. Final, Brasil lograba

146
igualar a Italia alcanzando el bicampeonato Mundial de manera conse-
cutiva.
El británico Stanley Rous, presidente de FIFA, hizo entrega de la
copa Jules Rimet al capitán brasileño Mauro Ramos. A los bicampeo-
nes Mundiales los esperaban varios días de festejos en su tierra, al
igual que cuatro años antes. Solo les faltaba un título para quedarse
definitivamente con la copa, al igual que Italia y Uruguay.
Brasil fue un justo campeón, un equipo que siempre intentó brin-
dar espectáculo, con individualidades como Garrincha, Vavá, Didí,
Zagallo, los Santos y el propio Amarildo que hizo olvidar a Pelé, en
un torneo donde la propuesta fue un juego mezquino y defensivo, sin
libertad para los que sabían jugar al fútbol.
Un dato curioso de Brasil es que utilizó solamente doce jugadores
en todo el torneo y lo hizo por la obligada sustitución de Pelé lesiona-
do, por Amarildo. Otro es que el técnico campeón, Aymore Moreira,
era hermano del técnico de Brasil en Suiza 54 Zezé Moreira. Hasta
hoy son los únicos hermanos que han dirigido una misma selección en
dos Mundiales diferentes.
Dicen que en la charla técnica antes de la final, Aymore Moreira
comenzó diciendo “Muchachos, hoy es la final. Ustedes saben todo,
solo jueguen”. Tras escuchar esto Garrincha preguntó si efectivamente
ese día era la final, ante la respuesta afirmativa Mané concluyó: “Con
razón hay tanta gente”.
Los goleadores del torneo fueron, igualados con cuatro tantos, los
brasileños Garrincha y Vavá, Ivanov de la URSS, el yugoslavo Jerko-
vic y Albert de Hungría.
Durante el campeonato se marcó el gol número 600 en Mundiales
que fue obra de Drazan Jerkovic para Yugoslavia. Se convirtieron 89
goles en 32 partidos, lo que dio un promedio de 2,8 por encuentro. El
más bajo hasta entonces.
Adidas fue el encargado de diseñar el balón oficial del campeona-
to. Lo denominó Crack. Como características particulares destacaron
el aumento de la cantidad de paneles hexagonales para que la pelota

147
fuera más esférica y controlable.
En ninguno de los partidos de play off, cuartos de final, semis,
tercer puesto o final, hubo que recurrir a tiempo suplementario, ya que
todos se definieron durante los 90 minutos.
La figura del campeonato fue el brasileño Garrincha, Manoel
Francisco dos Santos. Mané jugó en Botafogo y Corinthians. Hizo 17
goles en 61 partidos con la casaca nacional. Le decían Garrincha por
sus movimientos parecidos a los de un ave de la zona.
El equipo ideal de la copa estuvo integrado por Scrojf (Checoslo-
vaquia) bajo los tres palos; Djalma Santos (Brasil), Voronin (URSS),
Mauro (Brasil) y Schnellinger (Alemania Occidental); Zito (Brasil),
Masopust (Checoslovaquia), Amarildo (Brasil); Garrincha (Brasil),
Vavá (Brasil) y Skoblar (Yugoslavia).

Síntesis:

Campeón: Brasil 6°: Unión Soviética 12°: Uruguay


Subcampeón: Checos- 7°: Alemania Federal 13°: España
lovaquia 8°: Inglaterra 14°: Colombia
Tercero: Chile 9°: Italia 15°: Bulgaria
Cuarto: Yugoslavia 10°: Argentina 16°: Suiza
5°: Hungría 11°: México

148
Inglaterra 1966

“Campeón cantado”

En 1958, Alemania Federal, Inglaterra y España habían presenta-


do sus respectivas candidaturas para organizar el Mundial de 1966.
Posteriormente, España retiró su solicitud. En el congreso de FIFA de
1960, en Roma, con motivo de los Juegos Olímpicos se realizó la vo-
tación que ganaron los ingleses, con el argumento de que tenían gran-
des estadios ya construidos, aeropuertos, rutas, las distancias no eran
excesivas y había plazas hoteleras acordes al evento. Además, que la
copa serviría como principal evento de celebración del centenario de
la fundación de la Liga Inglesa, aunque había sido fundada en 1863.
Los alemanes opusieron los logros deportivos y sus reiteradas partici-
paciones en los Mundiales pero esos argumentos no le alcanzaron para
torcer una votación que contaba con la influencia del mandamás de
FIFA, Sir Stanley Rous, a favor de su patria Inglaterra. Recordemos
que los británicos habían despreciado el torneo desde 1930 a 1950 y
abandonado tres veces la Federación. Además, no habían conseguido
jamás una actuación destacada hasta el momento, en los Mundiales
jugados.
En Europa Occidental y los Estados Unidos aparecían los prime-
ros grupos del movimiento hippie. En el Reino Unido las cosas no
marchaban del todo bien, además del cambio cultural que representaba
la aparición de The Beatles, la credibilidad del pueblo en la clase polí-
tica se estaba deteriorando. Escándalos de sexo, mentiras y espionaje
aceleraron la caída del gobierno conservador de MacMillan y la asun-
ción de los laboristas a través de Wilson.
La expectativa que generaba el Mundial había dejado en un se-
gundo plano medidas económicas severas que abarcaban control de
precios, devaluación de la libra, reducción de la jornada laboral y con-
gelamiento de salarios. En este contexto era imperiosa una victoria en
la Copa Mundial de Fútbol para devolver la credibilidad de los diri-

149
gentes y tranquilidad a la isla.
En Argentina, continuaba proscrito el peronismo y las elecciones
de 1963 fueron ganadas por el radical Arturo Illia. Su política de go-
bierno se orientó hacia la justicia social destinando mayor presupuesto
para salud y educación. Esta postura fue mal vista por algunos grupos
económicos y dirigentes peronistas alineados tras Augusto Vandor,
quienes acosaron a Illia con paros y presiones. No tardaría en pronun-
ciarse un nuevo golpe de estado, esta vez con el general Juan Carlos
Onganía como cabeza de la llamada Revolución Argentina. Como
icono de la intolerancia del gobierno de facto quedó en la historia ar-
gentina lo que se llamó “La noche de los bastones largos”. El 29 de
julio, día en que Inglaterra y Alemania se enfrentaban en la final del
Campeonato Mundial, policías a caballo irrumpieron en las facultades
públicas apaleando a profesores y alumnos. Se decretó el corte de pelo
a los jóvenes y se clausuraron medios de comunicación opositores.
El desconcierto en cuanto al rumbo del país también se reflejó en
el manejo de la AFA. El seleccionado argentino fue dirigido por seis
entrenadores distintos entre 1962 y 1966. Las eliminatorias fueron
dirigidas por José María Minella, con quien Argentina derrotó sin di-
ficultades a Paraguay y Bolivia. Luego de Chile tomó la conducción
interina del seleccionado Néstor Rossi, un partido, luego dos encuen-
tros Jim López, Horacio Torres los primeros seis meses de 1963, José
D’Amico lo sucedió hasta fin de año, Minella dirigió las eliminatorias
y en 1965 se hizo cargo Osvaldo Zubeldía, pero duró algo más de un
año, para terminar este mamarracho organizativo por convocar nue-
vamente a Juan Carlos “Toto” Lorenzo, sí, el mismo DT que cuatro
años antes condujo el equipo en Chile 62.
Por entonces, la organización de la selección nacional era un des-
orden y la preparación dejaba bastante que desear. No había un predio
de entrenamiento de AFA, ni se disputaban encuentros para medirse
con los europeos. Antes del debut con España, el equipo argentino
hizo un partido amistoso contra los empleados del hotel donde se hos-
pedaba, en Austria. Casi ganan los trabajadores austriacos. Durante la

150
gira previa, los jugadores tuvieron que ir a buscar un hotel porque en
el que los habían alojado no contaba con baños privados. Estos ejem-
plos hicieron más meritorio el quinto puesto conseguido al final del
torneo.
El plantel argentino estaba conformado por buenos jugadores co-
mo Antonio Roma en el arco, Silvio Marzolini de Boca, a la postre
seleccionado en el equipo ideal del Mundial, Perfumo, Ermindo One-
ga, Rattín, Oscar Más que jugó en Real Madrid o Artime que convirtió
24 goles en 25 partidos con la celeste y blanca, por nombrar algunos.
La defensa nacional integrada por Ferreiro, Perfumo, Albretch y Mar-
zolini fue considerada la mejor del campeonato. Tal vez estaban un
escalón por debajo de Brasil y Alemania Federal, pero en igualdad de
condiciones con Hungría, Inglaterra, Unión Soviética, Uruguay, Italia
o Portugal.
71 selecciones participaron de las eliminatorias. Estaban disponi-
bles 10 cupos para Europa, 4 lugares para Sudamérica, uno para Nor-
teamérica y un cupo restante que debía ser disputado entre los equipos
de África y Asia, lo que provocó la protesta de los participantes afri-
canos quienes argumentaron tener derecho a un cupo propio. Debido a
la negativa de la FIFA a reconsiderar la medida, los 15 equipos africa-
nos se retiraron al igual que Siria y Corea del Sur, solidarizándose con
las otras selecciones.
Por otro lado, no participaron de las eliminatorias las selecciones
del Congo por no formalizar el pedido por escrito, Filipinas por no
pagar la inscripción y Guatemala por presentar la solicitud fuera de
término. Sudáfrica también fue excluida como forma de rechazo a su
política de apartheid. Corea del Norte derrotó a Australia en busca del
único cupo por Asia y Oceanía, lo que provocó problemas debido a la
falta de relaciones diplomáticas entre el país organizador y la repúbli-
ca norcoreana y que casi provoca la ausencia de este último país debi-
do a la falta de autorización de las visas. Catorce selecciones clasifica-
ron vía eliminatorias, más el local Inglaterra y el campeón Brasil. Co-
rea del Norte y Portugal harían su debut en Inglaterra. Las ausencias

151
más significativas fueron las del subcampeón Checoslovaquia que fue
eliminada por Portugal y Yugoslavia que cayó a manos de Francia.
La organización dispuso ocho estadios en siete sedes, en Londres,
Wembley y White City; en Sheffield, Hilbrough Park; en Bir-
mingham, Villa Park; en Liverpool, Goodison Park; en Manchester,
Old Trafford; en Middlesbroug, Ayresome Park y en Sunderland, el
Roker Park.
Los grupos se digitaron según la conveniencia económica, explicó
el comité organizador, que contaba con la venia de Stanley Rous y la
supervisión de Alf Ramsey, entrenador inglés, quien había declarado
que tenía el compromiso de ganar la copa. Iba a hacer todo lo posible
para lograrlo. Ni un solo detalle iba a quedar librado al azar.
El sorteo se realizó en el hotel Royal Garden, se conformaron cua-
tro grupos por proximidad geográfica de los cuales uno de cada grupo
conformarían las cuatro zonas definitivas. Europa Central aglutinó a
Inglaterra, Unión Soviética, Alemania Occidental y Hungría; países
latino-europeos: Portugal, Italia, España y Francia; sudamericanos:
Argentina, Uruguay, Brasil y Chile; y el resto: México, Suiza, Corea
del Norte y Bulgaria.
En el Grupo I (Londres): Inglaterra, Francia, México y Uruguay.
Grupo II (Sheffield y Birmingham): Alemania Federal, Argentina,
España y Suiza. Grupo III (Liverpool y Manchester): Brasil, Bulgaria,
Hungría y Portugal. Grupo IV (Middlesbroug y Sunderland): Italia,
Unión Soviética, Corea del Norte y Chile.
En caso de que los partidos de cuartos de final o semifinales fina-
lizaran igualados luego de los treinta minutos de prórroga, se recurri-
ría a la moneda para definir quién accedía a la siguiente fase. Para la
final, en cambio, de persistir la igualdad luego del suplementario, se
disputaría un nuevo encuentro dos días después. Si el empate persistía
tras otros 120 minutos, el árbitro convocaría a los capitanes y todo se
definiría con la moneda, a cara o ceca.
Al ser Inglaterra y Brasil cabezas de serie, junto a Alemania y la
URSS, desde el sorteo se dispuso que los sudamericanos estuvieran lo

152
más lejos posible de los locales y en el grupo de la muerte, con los
húngaros y portugueses, quienes demostraron en la previa practicar
muy buen fútbol. Pero primero deberían pasar el duro escollo que les
depararía el fuerte juego de Bulgaria. De salir vivo del grupo, el cruce
de cuartos sería, según la lógica previa, con Unión Soviética o Italia.
Cosa que si en semifinales llegaba el turno de enfrentar a los locales,
el andar del torneo se sintiera en los jugadores brasileños.
La organización “pro título inglés” orquestada por Rous y Ramsey
dispuso un calendario desigual en el que algunas selecciones descan-
saban dos días entre partidos, mientras que los locales lo hacían cuatro
o cinco entre cada presentación. Ejemplo, cuando se enfrentaron In-
glaterra y México, los americanos habían jugado dos días antes contra
Francia e Inglaterra había debutado el 11 con Uruguay y disputó este
partido el 15 de junio.
Los arbitrajes terminaron de dar forma al plan, los encargados de
coordinación del torneo eran el polémico Aston, el de la “Batalla de
Santiago”, y el no menos controvertido Ellis, ex colegiados en Brasil
50 y Suiza 54 el segundo y en Chile 62 el primero.
Cada país finalista aportaría dos jueces en el torneo. Los de Ingla-
terra fueron Finney y Howley. Luego, durante el campeonato apare-
cieron dirigiendo MacCabe, Taylor, Callegham, Dagnall y Crawfred,
todos ingleses también, más el irlandés Adair y el escocés Phillips,
cuyos países no habían clasificado a la fase final. En todos los partidos
que jugaron los brasileños hubo dos británicos en la terna arbitral.
Muchísima polémica despertó por entonces y más aún en nuestro
país la designación de los árbitros para los encuentros de cuartos de
final. Los cruces habían emparejado a Alemania Federal con Uruguay
y Argentina contra Inglaterra. Una reglamentación de FIFA que data
del año 1950 disponía que los partidos de play off no serían dirigidos
por jueces de selecciones nacionales que continuaban en competencia.
El horario del sorteo de jueces para estos partidos fue adelantado sin
avisar a los delegados uruguayo y argentino y a sabiendas de que los
supervisores de FIFA estaban a esa hora trabajando en otras ciudades

153
y que no podrían llegar al sorteo. Resultado, un árbitro inglés para
Alemania – Uruguay y otro alemán para Inglaterra – Argentina.
Esteban Marino, árbitro uruguayo que se animó a hablar al respec-
to, sostuvo que para algunos partidos se habían nominado “elementos
dóciles e influenciables”. Personas que simplemente simpatizaban con
los dueños de casa.
Una más, Inglaterra nunca abandonó el estadio de Wembley en
Londres, ni siquiera en la semifinal contra Portugal cuando por fixture
debía hacerlo en Liverpool. Aduciendo cuestiones de mayor capacidad
en Londres convencieron a los portugueses y así no tuvieron que hacer
las valijas. Ni Chile se había animado a esto cuatro años antes. Recor-
demos que al salir segundo en su grupo debió trasladarse más de 2.000
kilómetros desde Santiago hasta Arica.
Tal vez, el fútbol europeo dolido por el trato recibido en Chile se
estaba vengando de los países sudamericanos.
Un hecho que no podemos dejar de citar si hablamos del Mundial
del 66 y que causó revuelo internacional, fue el robo de la Copa Jules
Rimet. El 20 de marzo de 1966, a menos de tres meses del puntapié
inicial, la estatuilla fue robada del Central Hall de Westminster donde
se exponía junto a una colección de estampillas.
Las investigaciones de Scotland Yard aseveraron que la copa ha-
bía sido extraída mientas los guardias estaban dentro del edificio y que
los cristales que la cubrían estaban intactos. Llamó la atención a los
investigadores que solo la copa hubiere desaparecido y no estampillas
de cuantioso valor que se encontraban en el mismo recinto. Los días
pasaban y la copa no aparecía, desconcertando a los prestigiosos in-
vestigadores de Scotland Yard, por lo que ofrecieron una recompensa
de 6100 libras esterlinas a quien la encontrara.
El 27 de marzo se supo que un perro común y silvestre llamado
Pickles había encontrado tirada la copa, envuelta en papeles de diario
en un suburbio londinense llamado Beulah Hill. El dueño del perrito,
David Corbett, lo había sacado a pasear como todas las noches y Pi-
ckles olfateó un bulto que resulto ser el trofeo mundialista.

154
Por primera vez se implantó una mascota del Mundial, algo que
perduraría de aquí en adelante. En este caso fue el león “Willie”, ves-
tido como futbolista con la camiseta de la Union Jack.
El partido inaugural tuvo lugar el 11 de julio en Wembley, Lon-
dres, entre Inglaterra y Uruguay. En el palco estaban presentes la reina
Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo. El presidente
de la FIFA Sir Stanley Rous leyó el discurso inaugural. Hubo un des-
file simbólico de las 16 delegaciones con 22 personas por cada una
vestidos con los colores de cada país participante. No faltaron las ban-
das musicales, dos para la ocasión, y la reina descendió por la alfom-
bra roja hasta el campo de juego donde saludó a cada uno de los parti-
cipantes. El capitán inglés Moore obsequió a la noble señora un ramo
de rosas.
El inicio del partido estuvo demorado porque siete jugadores in-
gleses se habían olvidado los documentos en el hotel. Un policía fue
en moto hasta el lugar de alojamiento del plantel local y recogió los
documentos, evitando que el técnico Ramsey debiera modificar la
formación titular.
A los locales no les pesaron los nervios propios del debut y desde
el comienzo se hicieron dueños del partido comandados por Bobby
Charlton, pero sus ataques eran generalmente centros frontales que
resolvían sin problemas los defensores uruguayos. Los charrúas se
iban asentando en el partido y el primer tiempo terminó con paridad
en las acciones.
En el segundo tiempo, los ingleses comenzaron a probar con tiros
desde media distancia ante la imposibilidad de penetrar la defensa
celeste. Pero tampoco lograron abrir el marcador. Stiles, defensor lo-
cal, cometió varias infracciones violentas en el complemento, impo-
tente por no poder doblegar a los uruguayos. No se sacarían ventajas.
0 a 0 entre Inglaterra y Uruguay en el debut.
El 12 de julio en el Villa Park de Birmingham se medían dos riva-
les de Argentina, Alemania Federal y Suiza.
Los suizos tuvieron cuatro años para mejorar el sistema defensivo

155
que pretendían implementar y que nunca les había permitido mantener
el arco propio en cero. Además, el equipo estaba diezmado por la au-
sencia de su principal delantero, Portier, separado del equipo por ra-
zones disciplinarias. Una vez en Inglaterra, por la misma razón fueron
desafectados Khun y Liemgruber. A los 10 minutos ya había fallado el
cerrojo suizo por culpa de Held, que ponía a Alemania 1 a 0. A los 15
Haller el 2 a 0 y Beckenbauer a los 40 marcaba el 3 a 0 y su primer
gol en Mundiales.
En el complemento, continuó el dominio alemán. Suiza nunca su-
po cómo hacerse de la pelota y cuando la tenía no sabía cómo atacar.
Alemania levantó el pie del acelerador, pero era tanta la diferencia que
a los 5 minutos llegó el segundo de Frank Beckenbauer para el 4 a 0 y
cerró la goleada Haller a los 41. Alemania Occidental mostraba sus
credenciales goleando 5 a 0 a Suiza.
En Middlesbourg, el 12 de julio, era el turno de Unión Soviética y
Corea del Norte, que hacía su primera aparición en Copas Mundiales.
En un comienzo, la rapidez y movilidad de los coreanos sorprendió a
los pesados soviéticos. Hasta que el volante Sabo tomó las riendas del
equipo y colocó las cosas en su lugar. A los 31 minutos Maloffef y a
los 32 Banishevsky aplacaron a los movedizos asiáticos.
En la segunda mitad, a los 42 minutos otra vez Maloffef anotó el
definitivo Unión Soviética 3 – Corea del Norte 0.
EL 12 de julio en Liverpool, el campeón mundial Brasil hacía su
presentación ante la dura Bulgaria. El árbitro sería Tschencher de
Alemania. También alemán sería el juez de Inglaterra y Argentina. Ya
lo veremos a su tiempo.
El entrenador brasileño Vicente Ítalo Feola contó con pocos so-
brevivientes de Chile: el arquero Gilmar, Djalma Santos, Garrincha y
Pelé. La tónica del partido tuvo a Brasil como protagonista, Pelé trató
de desplegar su talento, pero allí fue cuando afloró la violencia de los
defensores búlgaros. Jetchev fue el marcador izquierdo encargado de
seguir a “O Rey” y asfixiarlo con la marca. A los 14 minutos gol de
Brasil, Pelé de tiro libre. Desde entonces, Jetchev endureció la presión

156
sobre Pelé golpeándolo salvajemente ante la pasividad del árbitro del
encuentro. El primer tiempo finalizó 1 a 0.
El segundo tiempo continuó similar, aunque ahora los búlgaros
eran incluso más duros que antes con los jugadores brasileños. A los
20 minutos, infracción de Penev sobre Garrincha, tiro libre que amagó
a patear Pelé y desde atrás ejecutó Garrincha engañando al arquero
Naidenov. 2 a 0 los bicampeones. Así finalizaría el partido.
Un día después, el 13 de julio en Londres jugaban México y Fran-
cia. Se esperaba una victoria gala pero los mexicanos de a poco iban
mejorando sus actuaciones. Francia contaba con el franco argentino
Néstor Combín como carta de gol. Los mexicanos jugaron mejor en el
primer tiempo e incluso llegaron a marcar pero el gol fue anulado por
posición adelantada. Consecuencia, 0 a 0 y al descanso.
En el complemento, Borjas colocó en ventaja a los aztecas a los 3
minutos. La respuesta de Francia llegó a los 17 minutos a través de
Hausser de contragolpe. Final 1 a 1.
En Birmingham, el 13 de julio, Argentina y España jugaban el
partido clave del grupo. Se suponía que Alemania Federal clasificaría
en primer término y que Suiza no sería rival para ninguno de los dos,
o sea que quien se quedara con este encuentro tendría un pie en cuar-
tos de final. España estaba reforzada con Peiró, Suárez y Del Sol, que
jugaban en el fútbol italiano. Ese día, Ermindo Onega jugó un partido
de alto nivel, fue la figura. Argentina estaba mejor, sin embargo, la
primera mitad finalizó en cero.
A la vuelta del descanso, la defensa Argentina garantizaba firme-
za, el ataque marcaba diferencias. Así fue que a los 20 minutos, Onega
jugó en profundidad para Artime quien definió con un fuerte disparo
que doblegó a Iríbar. Argentina 1 a 0. Comenzó a llover, pero el agua
no pudo aplacar la furia española que seis minutos después, a los 25,
llegó al empate gracias a un certero cabezazo de Pirri. La paridad no
iba a durar demasiado porque a los 34 convirtió su segundo tanto el
goleador Luis Artime, que le daría la victoria a los albicelestes. Una
importante victoria ante un rival europeo, algo que hacía años que no

157
conseguía un seleccionado argentino.
Old Trafford, en Manchester, fue el escenario de Hungría – Portu-
gal. El 13 de julio los lusitanos debutaban en Mundiales. Los magia-
res, con una nueva camada de buenos futbolistas, estaban en el grupo
que podía aspirar al título. En el calentamiento previo, el arquero hún-
garo Antal Szentmihalyi se resbaló y golpeó la cabeza con un poste
del arco. La atención médica al portero demoró el inicio del encuentro.
Szentmihalyi comenzó el partido mareado. Hungría intentó hacerse
con la pelota desde el comienzo como era su estilo, pero a los 2 minu-
tos Portugal se puso arriba luego de un tiro de esquina que no pudo
atrapar el mareado arquero magiar y Augusto conectó de cabeza. Por-
tugal 1 a 0. Desde entonces, el dominio húngaro fue evidente pero sin
llegar a igualar el marcador. Sobre el final del primer tiempo, choque
entre Eusebio y el arquero Szentmihalyi, entonces el que resultó heri-
do fue Eusebio, quien producto del encontronazo se cortó la cabeza.
En el segundo tiempo, Hungría seguía atacando, el arquero Car-
valho y los yerros del atacante Bene eran los responsables de que no
se igualara el marcador. Hasta que a los 15 minutos el propio Bene
derrotó al arquero portugués, que esta vez salió a destiempo. 1 a 1. A
los 20 minutos, Eusebio intentó mandar un centro que tomó dirección
al arco, Szentmihalyi se quedó esperando el centro y tuvo que ir a
buscar la pelota dentro del arco. A los 44 minutos corner de Eusebio y
cabezazo de Torres. Definitivo 3 a 1 de Portugal a Hungría. Sorpresa y
debut con victoria para los lusitanos.
El 13 de julio en Sunderland se jugó la revancha entre Italia y Chi-
le. Esta vez los chilenos se portaron como unos señoritos. Lejos de
casa la actitud fue otra. Había que verlo a Leonel Sánchez, parecía el
hermano bueno del de 1962. Edmoindo Fabbri en el banco italiano,
Gianni Rivera en la cancha. Lluvia antes y durante el partido. El mor-
bo anterior al encuentro quedó solamente en eso. La tónica del en-
cuentro no tuvo nada que ver con el jugado cuatro años antes en San-
tiago. A los 8 minutos gol de Italia, Mazzola sorprendió al arquero
Olivares. Primer tiempo con victoria parcial de Italia. Antes hubo un

158
encontronazo entre Bulgarelli y Araya que lesionó al chileno.
En el segundo tiempo, ni bien comenzado, Burganich y Tobar
chocaron, el chileno debió dejar el partido lesionado. Diezmados los
sudamericanos, Italia aprovechó y a los 43 minutos Barison puso el 2
a 0 definitivo.
En Londres, el 13 de julio, llegó el turno de Uruguay – Francia.
También era una tarde lluviosa en la capital. Comenzaron mejor los
franceses y a los 15 minutos centro de Hausser y faul de Ubiñas contra
Gondet fuera del área, el árbitro checoslovaco lo marcó adentro. Penal
para Francia que De Bourgoing transformó en gol. A los 20 minutos
reaccionaron los uruguayos gracias a un remate de Rocha que terminó
en la red. 1 a 1. A los 30, nuevo gol de Uruguay por intermedio de
Cortés ante el reclamo de fuera de juego de los galos que desoyó el
referí. Primer tiempo: 2 a 1 arriba Uruguay.
En la segunda etapa, los europeos dominaron pero los charrúas se
replegaron y aguantaron el resultado. Uruguay casi adentro, Francia
obligada a ganarle a Inglaterra.
Un dato curioso se dio en este partido, Pablo Forlán estaba en el
banco uruguayo y Jan Djorkaeff en el once galo. Sus hijos Youri
Djorkaeff y Diego Forlán integraron los planteles de Francia y Uru-
guay que se enfrentaron el 6 de junio en el Mundial de Corea-Japón
2002.
El 15 de julio se produjo el choque entre España y Suiza en Shef-
field. Suiza realizó siete cambios para el choque, España dos. En prin-
cipio, el sistema defensivo suizo dio sus frutos y un contragolpe a los
29 minutos permitió que un centro de Gottardi pudiera recibirlo Quen-
tin y anotar el 1 a 0 para los helvéticos.
En el segundo tiempo, España ensayó cambios de puestos tratando
de penetrar la defensa suiza y a los 12 minutos lo logró, merced a una
jugada personal de Sanchís y gol. 1 a 1. Bastante había aguantado el
arco en cero con el sistema defensivo menos eficaz de la historia de
los Mundiales. A los 30, centro de “Paco” Gento y “palomita” de
Amancio para darle el triunfo a España 2 a 1. Continuaban en carrera,

159
Suiza afuera.
En Liverpool, el 15 de julio se jugó el partido que a priori, si nos
daban a elegir un encuentro para ver del Mundial hubiéramos preferi-
do: Brasil – Hungría. La novedad fue la baja de Pelé para este match,
lesionado debido a las duras y malintencionadas entradas de los defen-
sores búlgaros. En Hungría atajó Galei en reemplazo del malogrado
Szentmihalyi. Terreno de juego en mal estado por culpa de la lluvia.
El partido no defraudó, los húngaros tomaron la iniciativa con un fút-
bol de toque y dinámica, de alto vuelo. A los 2 minutos ya se ponían
en ventaja tras el gol de Ferenc Bene. A los 15, tiro libre para Brasil
que ejecutó Lima, el violento remate no pudo ser contenido por Galei
y era el empate en uno.
El complemento continuó con dominio magiar y más aun cuando
Alcindo se lesionó, continuando en el campo de juego pero disminui-
das sus capacidades. A los 22 minutos llegó el desnivel para los euro-
peos por intermedio de Farkas. A los 29 Bene entró al área brasileña y
Paulo Enrique le cometió penal. Lo pateó Farkas y puso el 3 a 1 defi-
nitivo. Se sintió la ausencia de Pelé. Ahora Brasil debería golear a
Portugal para avanzar a cuartos. Esta fue la primera derrota de la ver-
deamarilla en Mundiales en doce años.
El 15 de julio en Middlesbourgh se enfrentaron Chile y Corea del
Norte. Los chilenos, terceros en el Mundial anterior, eran favoritos. El
campo pesado por el agua. Los coreanos como en el debut, movedizos
y muy rápidos aunque poco hábiles con la pelota. A los 24 minutos,
Araya entró al área coreana, fue derribado por Aoong Sun y penal para
Chile que convirtió Marcos.
En la segunda mitad, los chilenos intentaron cuidar el balón, los
coreanos corrían y corrían para tratar de recuperarlo, hasta que el es-
fuerzo tuvo su premio. A los 42 minutos Pac Doc se hizo con el esfé-
rico y remató desde lejos, la pelota pasó entre un sinfín de piernas que
tapaban al arquero Olivares y 1 a 1. El empate fue el resultado defini-
tivo. Sorpresa asiática en Middlesbourgh.
Los locales jugaban por supuesto en Wembley, Londres ante Mé-

160
xico, el más flojo del grupo. El césped estaba en mal estado. Los azte-
cas dispusieron un planteo defensivo que le costó 27 minutos descifrar
a Inglaterra, hasta que Bobby Charlton en jugada personal puso en
ventaja a los británicos. 1 a 0 y al descanso.
En el segundo tiempo, siguieron defendiendo los mexicanos y ata-
cando los dueños de casa. A los 30 minutos pateó Greaves, al arquero
Calderón se le escapó la pelota de las manos y 2 a 0. Resultado final.
El 16 de julio en Birmingham era el turno de Argentina enfrentan-
do al rival más difícil del grupo, Alemania Federal. Partido disputado
bajo la lluvia. Firme la defensa germana en la marca a los atacantes
nacionales. Lorenzo planteó el partido defensivamente, por supuesto,
y la defensa respondió con seguridad. Los alemanes habían visto el
partido de Onega ante España por lo que el técnico Helmut Schoen
dispuso que Beckenbauer anulara al volante argentino. Un honor para
Onega y lo que muestra el excelente partido que jugó ante los ibéricos.
Primer tiempo igualado en cero.
A los 20 minutos del segundo tiempo, Rafael Albretch hizo histo-
ria, se convirtió en el primer jugador argentino expulsado en una Copa
del Mundo tras un rodillazo en el muslo de Weber. Los alemanes no
se quedaron atrás y siguieron castigando a los delanteros albicelestes.
A pesar de jugar con uno menos durante 25 minutos, Argentina se
plantó bien en la cancha estimulada por la actuación de la defensa.
Alemania no pudo aprovechar la ventaja y terminaron empatando 0 a
0. Negocio para los dos, que llegaban a 3 puntos.
El Old Traffor de Manchester fue anfitrión de Portugal y Bulgaria
el 16 de julio. Eusebio y compañía volvieron locos a los búlgaros que
no jugaron con la vehemencia y brusquedad con que lo habían hecho
contra Brasil. Ya a los 7 minutos Portugal se ponía arriba con un dis-
paro de Simoes que se desvió en Vutsov y anotó en su propia meta.
Posteriormente hubo un tiro en el palo de Bulgaria que sorprendía.
Pero a los 40 Eusebio anotaba el 2 a 0 con que terminaría la primera
etapa.
En la segunda, los lusos se dedicaron a cuidar la pelota ya pensan-

161
do en los cuartos de final. A los 37 Vutsov quiere jugar la pelota atrás
para su arquero pero se la quitó Torres y puso cifras definitivas: 3 a 0.
Bulgaria fuera del Mundial.
Italia y la Unión Soviética jugaban en Sunderland el 16 de julio.
Las dos selecciones salieron a la cancha con planteos defensivos,
mezquinos, buscando mantener el cero en su arco más que el gol en el
otro. El resultado debería haber quedado en cero, de no ser por un
error del defensor italiano Faccetti a los 12 minutos del segundo tiem-
po que aprovechó Tchislenko. URSS derrotó 1 a 0 a Italia.
Tres días después, el 19, en Londres, Uruguay se la jugaba ante
México. Los “chamacos” sin presiones se decidieron a jugar y lo hi-
cieron. Pusieron en apuros en varias oportunidades al arquero Mazur-
kiewicz aunque no pudieron convertir. Empate 0 a 0, que clasificó a
los sudamericanos. Lo más destacado fue la vuelta al arco de Antonio
Carbajal, quien se retiró luego de este encuentro a los 37 años, osten-
tando el record de haber disputado cinco Campeonatos Mundiales,
recibiendo la ovación de los 61.000 espectadores que se hicieron pre-
sentes en Wembley.
El 19 de julio en el Villa Park de Birmingham, Argentina cerraba
su participación en el grupo ante Suiza, el rival más débil. Un empate
clasificaba a los dirigidos por Lorenzo, quien dispuso el ingreso de
Calics por el expulsado Albretch. El público se manifestó en contra de
Argentina, que dominaba las acciones del partido. Primer tiempo 0 a 0
a pesar de que el seleccionado nacional fue mucho más que su opo-
nente.
En el segundo tiempo, a los 5 minutos se abrió el marcador, tras
centro de “Pinino” Más, Artime la paró y gol. 1 a 0. Onega en jugada
personal sería el encargado del segundo cuando a los 29 definió ha-
ciendo pasar la pelota por encima de la cabeza del arquero suizo. Ar-
gentina 2 a 0 a Suiza y pasaba de ronda luego de 36 años, desde el
Mundial de Uruguay en 1930 que no avanzaba de la zona.
Brasil, que debía ganar sí o sí para clasificar, y Portugal se enfren-
taron en Liverpool el 19 de julio con el arbitraje del casualmente in-

162
glés McCabe. Brasil debía ganar por lo menos 3 a 0. Feola realizó
varios cambios, entre ellos Jairzinho por Garrincha, Pelé volvía a ser
alistado en el equipo y el arquero en Brasil ahora era Manga, sustitu-
yendo a Gilmar. Portugal contaba con Eusebio en plenitud. El juez
McCabe no hizo absolutamente nada para frenar a los jugadores por-
tugueses que golpeaban de forma temerosa a los brasileños que inten-
taban atacar y principalmente al mejor. Pelé tuvo que salir de la can-
cha para ser atendido producto de los golpes recibidos. Volvió a ingre-
sar pero muy maltrecho. A los 12 minutos, un error de Manga, Simoes
puso en ventaja a los lusitanos. A los 20, tiro libre para Portugal, le
pegó Coluna, cabeceó Torres y Eusebio de cabeza convirtió el 2 a 0.
Todavía no había aparecido en escena Carlos Salvador Bilardo pero
aquí cabe su frase celebre de que dos cabezazos en el área son gol. Fin
del primer tiempo.
En la segunda etapa, atisbo de reacción de Brasil a los 18 minutos
cuando descontó Rildo. Pelé estaba parado en la cancha y nada más. A
los 23 Eusebio decretó el 3 a 1 para Portugal. El debutante a cuartos
de final eliminando en la zona nada menos que al bicampeón mundial.
La organización y los árbitros habían aportado su granito de arena,
claro. Podríamos decir que a Brasil lo echaron a patadas de Inglaterra.
El técnico Vicente Feola fue acusado por la prensa brasileña como
el responsable de la floja actuación del seleccionado nacional. El día
que el plantel emprendió el vuelo a Brasil, Feola no viajó con el gru-
po, se quedó en Europa hasta que se calmaron los ánimos.
En Brasil, la eliminación en primera ronda causó varios suicidios
y linchamientos.
Si la eliminación de Brasil fue sorpresa, el 19 de julio habría otra
tal vez mayor en Middlesbourgh. Una página negra en la historia del
fútbol italiano. La eliminación de la “azzurra” ante Corea del Norte.
Corea venía de perder con la URSS y empatar con Chile, Italia de ga-
narle a Chile y perder con Unión Soviética. Los asiáticos hicieron lo
que sabían, correr y correr, mucha movilidad y toque cuando era posi-
ble. Los italianos se desesperaban con el correr de los minutos, más

163
cuando a los 35 Bulgarelli chocó con Pac Doo y sufrió una distención
de ligamentos dejando a su equipo con diez hombres. Los “tanos” se
fueron al ataque con uno menos y descuidaron la defensa, fue así que
a los 42 minutos Pac Doo con un disparo bajo superó al arquero Al-
bertosi y puso a Corea al frente 1 a 0.
En la vuelta del descanso, los italianos buscaron y buscaron, los
coreanos defendieron y defendieron. Los minutos se esfumaron y la
sorpresa se concretó: Corea del Norte venció 1 a 0 a Italia, otro debu-
tante entre los ocho mejores y una potencia más a casa. El jugador que
marcó el histórico tanto de la victoria norcoreana sobre Italia era un
dentista de 31 años de edad.
Las críticas de los medios italianos fueron despiadadas. No se su-
po dónde iba a aterrizar el plantel italiano al volver a su tierra. Final-
mente fue Genoa el destino. Una buena cantidad de hinchas los espe-
raron con insultos y tomates. Seguro, muchos menos que en Roma,
Turín o Milán.
Los coreanos debieron cancelar los pasajes de vuelta que ya tenían
reservados luego del partido y cambiarlos por otros para Liverpool,
donde jugarían contra Portugal. En la ciudad de The Beatles no que-
daba alojamiento disponible por lo que el plantel de Corea del Norte
debió alojarse en una entidad religiosa que amablemente le cedió su
lugar. Dicen que algunos integrantes del plantel llegaron a dormir
acostados en los bancos de la iglesia.
El 20 de julio, Inglaterra y Francia jugaban en Londres. Francia
debía ganar por tres goles para clasificar. Inglaterra con empatar se-
guía en carrera. El día anterior había jugado Uruguay, así que sabían
el resultado del otro involucrado en la definición. Al comienzo, mejor
los franceses, entonces Nobby Stiles, mediocampista defensivo inglés
con licencia para matar en este torneo, se encargó de frenar a los galos
a base de patadas. Resultado: dos jugadores lesionados en Francia,
Simon y Herbin. A los 38 minutos, el árbitro peruano Yamasaki con-
validó un tanto marcado por Hunt en posición adelantada, luego de un
remate de Bobby Charlton que pegó en el travesaño. Primera etapa: 1

164
a 0 para los dueños de casa.
Segunda mitad, Francia intentó, Stiles siguió pegando y a los 30
minutos Hunt otra vez convirtió y puso cifras definitivas. Inglaterra 2
a 0, clasificada primera, Uruguay segundo. Francia a casa.
En Birmingham, el 20 de julio se la jugaba España ante Alemania
Occidental, por el grupo de Argentina. Debía ganar para pasar. A
Alemania el empate le alcanzaba, pero ganando superaba por goal
average la línea de Argentina y esquivaba a Inglaterra en cuartos de
final. Fue el mejor partido de España en el campeonato luego de que
su entrenador José Villalonga hiciera varios cambios dando lugar a los
jóvenes. La buena actuación ibérica en el primer tiempo se vio pre-
miada a los 23 minutos con la conquista de Fusté. A los 35 minutos,
Adelardo se desgarró en una situación fortuita de juego. España quedó
con uno menos y empezó a decidirse su futuro. A los 39 minutos lle-
garía el gol teutón de forma fortuita. Una pelota casi en el corner del
arco español fue cubierta por Sanchís, Emmerich se tiró a los pies con
fuerza para evitar que la pelota saliera y al enganchar la pelota salió
con un raro efecto hacia el arco de Iríbar, que descolocado veía cómo
el balón se colaba en el ángulo del primer palo. 1 a 1. Primer tiempo
igualado y hasta aquí Argentina iba con Uruguay, difícil pero mejor
que el local Inglaterra.
En el segundo tiempo, además de Adelardo se resintió Fusté. Con
superioridad numérica, aunque estuvieran los once españoles en can-
cha, Alemania fue mejor pero el empate persistía. Hasta que a los 39
minutos, centro de Kramer y Seeler solo convirtió el 2 a 1. España
afuera. Alemania Federal primera, Argentina segunda.
También el 20 de julio en Liverpool jugaron Hungría y Bulgaria.
Hungría necesitaba un punto, Bulgaria ya estaba afuera. El árbitro era
el argentino Goicoechea. Como contra Portugal, los búlgaros fueron
unas carmelitas descalzas. El árbitro no era inglés. Todo lo contrario
que contra Brasil. Hungría salió a disputar el partido sin realizar gran
esfuerzo, esperando que se consumieran los minutos, pero el gol con-
vertido por Asparuhov a los 15 hizo despertar a los magiares. A los 43

165
Davidov en contra y a los 45 Mezsoly dieron vuelta el marcador.
A los 8 minutos del segundo tiempo Bene, de buen Mundial, mar-
có el 3 a 1 que ya no se movería hasta el silbatazo final. Hungría a
cuartos.
El último partido de la fase de grupos que quedó es el que dispu-
taron Unión Soviética y Chile el 20 de julio en Sunderland. La URSS
ya clasificada, Chile debía ganar para desplazar a los coreanos de la
segunda ubicación en el grupo. Era una revancha para los soviéticos
de la derrota en el Mundial pasado en cuartos de final. Chile mejor al
comienzo pero promediando la primera mitad se lesionó Marcos y el
trámite se complicó. Más cuando a los 29 minutos se escapó de con-
tragolpe Voronín, que remató, despejó corto el defensa Valentín y
Porkujan anotó el 1 a 0 para Unión Soviética. A los 32 logró el empate
Chile a través del lesionado Marcos. 1 a 1 en el primer tiempo.
En el segundo, los trasandinos fueron a buscar la victoria y no la
pudieron concretar por las buenas paradas de Kavazashvili, quien hizo
acordar a los buenos tiempos de su antecesor Lev Yashin, en el banco
para esta ocasión. A los 40 minutos, la URSS sentenció la suerte chi-
lena, Porkujan marcó el 2 a 1 y ya no habría tiempo para más.
La performance de Chile en Inglaterra dejó en claro que la localia
había tenido mucho que ver con el tercer puesto final en 1962.
Los emparejamientos de cuartos de final quedaron con Inglaterra
– Argentina; Alemania Federal – Uruguay; Portugal – Corea del Norte
y Unión Soviética – Hungría. Cinco europeos, un asiático y dos sud-
americanos.
El 21 de julio ocurrió el polémico sorteo arbitral que contamos al
comienzo del capítulo. EL 23 de julio en el estadio Wembley de Lon-
dres, donde estaba atornillada la selección inglesa, Argentina y los
locales definían el pase a semifinales con el arbitraje del alemán Ru-
dolf Kreitlein, ante más de 90.000 espectadores que corearon su habi-
tual ¡England!, ¡England! y agregaron el grito de ¡Animals! como in-
sulto hacia los albicelestes, supuestamente por el juego brusco que
habían desplegado contra Alemania. El técnico Ramsey había dicho

166
que los argentinos eran animales, a modo de insulto, en un programa
televisivo. De ahí lo tomaron los hinchas. El embajador de Argentina
presentó una protesta por el exabrupto, que debió una disculpa oficial.
Los argentinos no habían podido reconocer el terreno de juego el
día anterior porque, según la organización, ese día se corría una carre-
ra de perros.
Por supuesto que el “Toto” Lorenzo diagramó un planteo defensi-
vo. Entonces Inglaterra jugaba al ataque de la mano de Charlton. La
defensa nacional, firme como en todo el torneo. Una contra de Más
pudo haber abierto la cuenta para Argentina. El partido se volvió fric-
cionado por parte de los dos equipos pero el árbitro no medía las ac-
ciones con la misma vara. Amonestando a Rattín, Solari y Artime por
un lado y a nadie por el otro. Ni a Stiles que estaba en su salsa. Hasta
que a los 35 minutos, el capitán Antonio Rattín reclamó una infracción
del propio Stiles y el árbitro Kreitlein lo expulsó. Rattín se negó a sa-
lir, solicitando un intérprete para comunicarse con el juez, ya que nin-
guno de los dos hablaba inglés, menos Kleitlein castellano o Rattín
alemán. Luego del partido, cuando se consultó al árbitro por los moti-
vos de la expulsión, dijo que no sabía castellano pero que lo echó por
el tono con que le hablaba y los gestos utilizados. La salida del capitán
argentino no fue menos polémica, al retirarse pasó por un vértice del
campo y estrujó un banderín con la bandera británica que marcaba el
corner. Ya fuera se sentó en la alfombra roja de la reina, que unía el
palco real con el césped. El ¡animals!, ¡animals! que bajaba de las
tribunas era ensordecedor. Ocho minutos estuvo demorada la reanuda-
ción del encuentro hasta que finalizó el incidente. El nerviosismo
reinante fuera y dentro del campo se reflejó en las continuas infraccio-
nes malintencionadas de los protagonistas. Una dura falta de Stiles a
Onega podría haber derivado en expulsión del inglés, pero ni amones-
tación. La ausencia de Rattín hizo que los locales llegaran con más
asiduidad a Roma. Argentina también disponía de algunas oportuni-
dades de riesgo. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento, Inglaterra siguió atacando pero no le encon-

167
traban la vuelta a la ley del offside con que jugaba la defensa Argenti-
na y que ponía en ridículo a los delanteros británicos. Hasta que a los
33 minutos, Hurst en posición adelantada convirtió de cabeza.
Kleitlein convalidó el gol, los dueños de casa marcaban a falta de doce
minutos para terminar. Los argentinos rodearon al referí pidiéndole
explicaciones pero ya había cobrado. En esta oportunidad, tal vez por
culpa, no echó a nadie. Finalmente, victoria de Inglaterra 1 a 0. Los
locales pasaban a semifinales y se sacaban de encima un duro rival
como Argentina. Kleitlein, misión cumplida, ya no volvería a arbitrar.
La actuación Argentina fue considerada por la prensa nacional
como heroica, luego de sucesivas decepciones mundialistas. La polé-
mica eliminación aumentó la proeza y hasta se los tildó de “campeo-
nes morales”.
Al otro día del partido, el cuerpo disciplinario de FIFA determinó
una multa contra Argentina y dejó pendiente una posible exclusión del
país para la próxima sita en México. A Rattín le dieron cuatro partidos
internacionales como sanción, a Onega y Ferreiro tres.
Al plantel argentino, “campeón moral” se decía, lo recibieron en
el aeropuerto 20.000 personas y el presidente de facto Juan Carlos
Onganía.
El partido entre Inglaterra y Argentina, por la dureza con que se
jugó, hizo a la FIFA tomar la decisión de implementar las tarjetas
amarilla y roja. El amigo Ken Aston fue el inventor, inspirándose en
los colores de un semáforo.
Ese mismo 23 de julio, a kilómetros de Londres, en Sheffield, se
llevaría a cabo la otra mitad del plan: la eliminación del otro sudame-
ricano en carrera. Uruguay jugaba contra Alemania Federal con arbi-
traje del inglés Finney. Los dos salieron a ganar, a buscar el gol y a no
especular. Dos llegadas uruguayas fueron devueltas por el travesaño
una y por el palo la otra. A los 8 minutos, corner para Uruguay que
conectó Rocha de cabeza, el arquero Tilkowski no llegó, cuando iba a
ser gol uruguayo Schnellinger despejó la pelota con un golpe de puño.
Penal para Uruguay, todos lo vieron, sin embargo el inglés Finney no.

168
No hizo caso a las protestas charrúas y a seguir jugando. Al otro día,
las fotos en los periódicos del mundo mostraron la clara mano del ju-
gador alemán. A los 12 minutos, Sigi Held remató al arco, la pelota
rozó a Haller y se desvió descolocando a Mazurkiewicz, injustamente
Alemania se puso en ventaja 1 a 0. No se modificaría en la primera
mitad.
En la segunda etapa, los uruguayos mejor. Los ánimos ya estaban
caldeados y a los 4 minutos el defensa Horacio Troche fauleó a Em-
merich y fue expulsado. A los 9, Haller agredió a Héctor Silva, el árbi-
tro no lo vio, Silva se la devolvió, el juez sí vio y fue expulsado el
uruguayo. Los charrúas con nueve. Uruguay siguió atacando en infe-
rioridad numérica y poniendo en apuros a los germanos. Pero el can-
sancio comenzó a pasarles factura y a los 25 Beckenbauer, a los 30
Seeler y Haller a los 37 dieron cifras definitivas para un 4 a 0 de Ale-
mania Federal sobre Uruguay.
Luego de lo ocurrido en los encuentros de cuartos de final con los
equipos sudamericanos, la Confederación Sudamericana de Fútbol
apoyada por algunos europeos de peso como España y Francia presen-
taron una protesta formal y decidieron esperar a la finalización del
torneo para debatir la desvinculación de la CSF de la FIFA o incluso
crear otra federación paralela sin Inglaterra como miembro. El costo
del Mundial 66 para los europeos fue altísimo, para calmar las aguas
debieron ceder la presidencia del organismo a un sudamericano. Un
tal Joao Havelange.
Pero todavía quedaban dos partidos que decidirían los semifinalis-
tas restantes. El 23 de julio en Liverpool, duelo de debutantes. Portu-
gal era amplio favorito ante Corea del Norte. Los norcoreanos lleva-
ron su propia hinchada de doce personas que habían sido selecciona-
das en un concurso organizado por el gobierno. Para ser hinchas ofi-
ciales debían reunir ciertos requisitos, como tono de voz, aprender
inglés y la repentización durante el encuentro. Sorpresa se llevaron los
doce coreanos y el mundo entero, cuando al minuto de juego ganaba
Corea 1 a 0 y a los 25 minutos por 3 a 0. Al minuto, Pac Seung Zin, a

169
los 22 Li Dong Woon y a los 25 Yang Sung Kook. Pero los portugue-
ses fueron encontrando la manera de contrarrestar la dinámica y velo-
cidad de los coreanos del norte a través de la tenencia del balón. A los
27 Eusebio descontó y a los 43 el defensor Ha Young le cometió penal
a Simoes que Eusebio cambió por gol. Así el primer tiempo finalizaba
3 a 2 para Corea y el partido estaba abierto.
En la segunda mitad, otro penal de Young Kioo a Torres a los 15,
tercero de Eusebio. Igualados en 3. A los 38 y 43 Augusto y el cuarto
personal de Eusebio para el 5 a 3 definitivo. Entretenido partido en
Goodison Park. Así finalizaba la proeza de un grupo de oficiales del
ejército coreano en tierras británicas.
El último partido del 23 de julio lo disputaron dos europeos del
Este, Unión Soviética y Hungría en Sunderland. Desde el comienzo,
los magiares desplegaron su vistoso fútbol, buena defensa soviética
pero no sin pasar sobresaltos. Buena actuación de la “Araña negra”
Lev Yashin que volvía a la titularidad. Sin embargo, a los 15 minutos
un avance soviético terminó en la red húngara gracias al disparo es-
quinado de Tchislenko. Ese fue el marcador al descanso.
En la vuelta a las acciones, Unión Soviética sorprendió a Hungría
marcando un gol casi desde el vestuario, al minuto Valeriy Porkujan.
Atacaron los húngaros por intermedio de Albert y Bene pero no pudie-
ron vulnerar a Yashin. A los 22 por fin pudo marcar Bene y el empate
se olía en el ambiente. Sin embargo, los soviéticos resistieron, aguan-
taron la ventaja y consiguieron el pase a semifinales eliminando a un
dificilísimo rival.
Los cruces de semifinales quedaron con Inglaterra – Portugal en
Liverpool, aunque la organización luego decidió mudarla a…, sí, adi-
vinó, Londres, a Wembley, como ya explicamos, la excusa fue por
cuestiones de capacidad de los estadios. Y Alemania Federal – Unión
Soviética en Liverpool.
La primera semifinal se disputó el 25 de julio entre Alemania Fe-
deral y Unión Soviética. El encuentro fue jugado con violencia por las
dos selecciones. Al comienzo, un poco mejor Alemania pero Yashin

170
respondía de buena manera. A los 7 minutos Beckenbauer le entró
muy fuerte al hábil Sabo que quedó rengueando por el resto del en-
cuentro. Recién a los 42 minutos Alemania se iba a poner en ventaja,
Schnellinger pasó la pelota a Haller, este remató y gol. Un minuto más
tarde Held le cometió falta a Tchislenko, este muy sentido reaccionó
contra el alemán y fue expulsado. La URSS con diez y en desventaja 1
a 0 fue el resumen de la primera etapa.
En el segundo tiempo, dominaba Alemania en el juego, en cuanto
a patadas era parejo. A los 23 minutos, un disparo desde media distan-
cia de Franz Beckenbauer sorprendió a Yashin, 2 a 0. A los 43, la per-
severancia de los soviéticos tuvo como premio el descuento a través
de Porkujan. No habría tiempo para más. Alemania Federal volvía a
una final.
El 26 de julio jugaron Inglaterra y Portugal. Portugal se plantó
más defensivo que en los encuentros anteriores, respetando la localia
de Inglaterra que atacaba comandada por Charlton. Eusebio era mar-
cado de cerca por Stiles. A los 30 minutos disparó Hunt al arco, el
arquero Pereira perdió la pelota y Bobby Charlton puso en ventaja al
equipo de la rosa. Posteriormente, Portugal reclamó una mano de
Stiles en el área, supuesto penal, pero el árbitro no vio nada. 1 a 0 y a
descansar.
En la segunda etapa, Inglaterra se replegó y Portugal se adueñó
del partido. Se jugaba fuerte. A los 35 llegaría la definición, Hunt le
ganó la pelota a Carlos, pasó a Charlton y 2 a 0. Dos minutos después,
Eusebio descontó a través de un penal tras mano del capitán Moore
luego de un disparo de Torres. La reacción lusa se quedó a mitad de
camino, el tanteador no se modificaría. Inglaterra derrotó 2 a 1 a Por-
tugal. Los locales pasaban a la tan preciada final ante Alemania Occi-
dental, Portugal a jugar por el tercer puesto contra la Unión Soviética.
El 28 de julio en Wembley, Londres, Portugal y la Unión Soviéti-
ca jugaban por el tercer escalón del podio. La URSS no contaba con
Sabo lesionado ni Tchislenko expulsado. Portugal formaba con los
habituales titulares. La destreza de los lusos se imponía a la fuerza de

171
los europeos del Este. A los 12 minutos, mano de Kurtsilava en el área
y penal. Duelo de estrellas Eusebio contra Yashin. Ganó Eusebio que
convirtió para el 1 a 0. Casi al final de la primera etapa, a los 43 Malo-
ffef igualó en 1.
En la segunda mitad, dominaba Unión Soviética gran parte del
tiempo, pero cuando finalizaba, a los 44 Torres convirtió tras pase de
Eusebio y le dio el triunfo a Portugal. Tercer puesto en la primera par-
ticipación mundialista. No estaba nada mal. Este encuentro fue la des-
pedida del mítico Lev Yashin de las copas Mundiales a los 37 años.
En el mismo estadio y ciudad, Wembley, Londres, pero el 30 de
julio a las 15 horas fue el momento del partido decisivo, la gran final
entre Inglaterra y Alemania Federal. 97.000 personas en el estadio. El
árbitro era Gottfried Dienst de Suiza. Inglaterra formó con: Banks,
Cohen, Jackie Charlton, Stiles, Wilson, Ball, Moore (capitán), Bobby
Charlton, Hunt, Hurst y Peters. DT: Alf Ramsey. Alemania Federal
salió con: Tilcowski al arco, Hottges, Schultz, Weber, Schnellinger,
Overath, Beckenbauer, Haller, Seeler (capitán), Held y Emmerich.
DT: Helmut Schoen.
En el palco estaban la reina Isabel, acompañada de su esposo el
duque de Edimburgo, el príncipe Felipe; el primer ministro Harold
Wilson; Stanley Rous, presidente de FIFA; más un selecto grupo de
autoridades. Treinta y cinco aeronaves aterrizaron en el aeropuerto de
Londres repletas de hinchas alemanes que llegaron desde su país a ver
la final. Hubo un sorteo para determinar quién cambiaba de indumen-
taria puesto que los dos equipos vestían camiseta blanca y pantalón
negro. Ganó Alemania y los locales debieron jugar con camiseta alter-
nativa color roja y pantalón blanco. A los 12 minutos, pase de Wilson
para Haller que pateó y venció a Banks. Los visitantes se pusieron
adelante en el tanteador. Beckenbauer marcaba a Bobby Charlton. A
los 18 reaccionó Inglaterra, infracción de Weber a Moore. El propio
Moore hizo el tiro libre en forma de centro al área, cabeceó Hurst y
convirtió. Los alemanes reclamaron posición adelantada pero el árbi-
tro suizo no hizo caso a los pedidos. El partido entró en terreno de

172
infracciones y reclamos, principalmente por parte de los locales. Pri-
mer tiempo 1 a 1.
En el segundo, dominaba Inglaterra, un remate de Charlton pegó
en el travesaño. A los 33 minutos tiro de esquina para los británicos,
lo hizo Ball, la pelota le llegó a Hurst que pateó, rechazó Weber, la
tomó Peters y concretó el 2 a 1 para los locales. Quedaron muy cerca
del título. Inglaterra se abroqueló en su campo defendiendo la diferen-
cia, Alemania Federal se la jugó, Banks intervino bien en un par de
ocasiones. Hasta que a los 44 minutos, baldazo de agua fría para casi
todos los concurrentes al estadio. Falta contra Emmerich que remató
Seeler, atajó Banks que dio rebote, llegó Weber, se tiró al suelo y al-
canzó a empujar la pelota que traspasó la línea del arco. Alemania
igualó a 2 y la final debería definirse en tiempo suplementario. El se-
gundo en la historia hasta ese momento.
En el suplementario, Bobby Charlton comenzó a ganarle a Be-
ckenbauer y esto se tradujo en superioridad sajona. A los 11 minutos
ocurrió una de las jugadas más polémicas de la historia y una mancha
más para Inglaterra. Pateó Geoff Hurst, la pelota pegó en el travesaño
del arco alemán y salió despedida hacia abajo, picando en la línea. Los
jugadores ingleses festejaron el gol, los alemanes lo negaron. El árbi-
tro suizo Gottfried Dienst fue hasta la banda para hablar con el juez de
línea Tofik Bakhramov de Unión Soviética. El línea no había corrido
hacia mitad de campo marcando el gol, pero ante la consulta convali-
dó el tanto, por lo que Dienst marcó el círculo central. Inglaterra 3 a 2.
Años después, con el avance de la tecnología, pudo comprobarse digi-
talmente que la pelota nunca traspasó íntegramente la línea por lo que
no fue gol. También habló el línea soviético, quien dijo que en aquel
momento no sabía si había sido tanto o no pero que el árbitro le pasó
toda la presión a él yendo a consultarlo, por lo que decidió dar el gol
para los locales y quitarse el problema de encima. La cadena oficial
BBC de Londres tenía la filmación del encuentro pero desapareció
misteriosamente.
Luego del incidente, los alemanes otra vez en busca del empate y

173
los ingleses a aguantar. Sobre el final de la segunda mitad del suple-
mentario, a los 15, Hurst anotó el cuarto, esta vez legítimo. Mientras
Hurst convertía los hinchas saltaban al campo de juego creyendo que
el árbitro había marcado el final. Final: Inglaterra 4– Alemania Fede-
ral 2.
Rous y Ramsey habían logrado el objetivo de colocar a los codifi-
cadores del fútbol, a los inventores del fútbol moderno en el lugar que
ellos creían que merecía. En la cancha, los jugadores se abrazaban. En
el palco, la reina Isabel entregó la copa Jules Rimet al capitán inglés
Bobby Moore, quien descendió al césped para compartir la vuelta
olímpica junto al resto del plantel.
La celebración del rudo Nobby Stiles se ha convertido en uno de
los hitos de la memoria colectiva del fútbol británico. Una imagen que
representa la figura de Stiles bailando sobre el césped de Wembley,
agarrando el trofeo de la Copa del Mundo en una mano y sus dientes
postizos en la otra.
El Mundial fue seguido por cuatrocientos millones de personas
por televisión color para 29 países.
La figura del torneo fue Franz Beckenbauer, de Alemania Federal.
El “Kaiser” debutó en Bayer Munich a los 19 años. Jugó las finales
mundiales de 1966 y 1974, donde se consagró campeón. En 1970 fue
tercero. Nunca bajó del podio en Mundiales. Como técnico, fue cam-
peón Mundial con su país en 1990 y subcampeón 1986, las dos finales
frente a la Argentina de Carlos Bilardo.
La pelota utilizada se denominó Slazenger Challenge. Volvieron
los gajos rectangulares de color naranja, amarillo y blanco; se fabrica-
ron 300 balones para el Mundial.
Curiosamente, se marcaron la misma cantidad de goles en los
mismos partidos que en Chile. 89 tantos en 32 partidos, con un pro-
medio de 2,8. En Inglaterra se marcó el gol 700 en Mundiales, lo
anotó Pak Seung Zin de Corea del Norte.
El goleador de la copa fue el portugués Eusebio con 9 goles. Con-
virtió 1 a Bulgaria, 2 a Brasil, 4 a Corea del Norte, 1 a Inglaterra y 1 a

174
la URSS. Lo siguieron Haller de Alemania Federal con 6 y con 4 con-
quistas igualaron el alemán Beckenbauer, el inglés Hurst, el húngaro
Bene y Porkujan de la URSS.
El equipo ideal de la copa estuvo integrado por Banks (Inglaterra),
Hottgess (Alemania Federal), Moore (Inglaterra), Beckenbauer (Ale-
mania Federal), Marzolini (Argentina), Haller (Alemania Federal),
Charlton (Inglaterra), Bene (Hungría), Eusebio (Portugal), Hurts (In-
glaterra), Simoes (Portugal).
Un párrafo especial merece Eusebio, quien brilló en Inglaterra 66.
Su nombre completo era Eusébio dio Silva Ferreira y se lo apodaba
“la pantera negra” o “la pantera de Mozambique”. Nació en Maputo,
África Oriental Portuguesa, hoy Mozambique, el 25 de enero de 1942.
Considerado por la FIFA uno de los mejores jugadores europeos del
siglo XX y uno de los grandes delanteros de la historia del fútbol, fue
uno de los mayores iconos de este deporte en Portugal. Obtuvo el Ba-
lón de Oro al mejor jugador de Europa en 1965 y la Bota de Oro al
máximo goleador en 1966 y 1973. Fue el líder y conductor tanto del
club Benfica, que ganó la Champions League en 1961 y 1962, como
de la selección portuguesa. Murió el 5 de enero de 2014 en la ciudad
de Lisboa a los 71 años, por causa de una insuficiencia cardiaca. El
gobierno de Portugal declaró tres días de luto. El cortejo fúnebre se
dio en el Estadio da Luz ante más de 10.000 personas, y fue seguido
por diversas personalidades del país. El día lunes 13 de enero de 2014,
en la gala del Balón de Oro FIFA, el futbolista Cristiano Ronaldo, al
recibir el galardón, rindió tributo a Eusebio al recordar que “es un mi-
to del fútbol, uno de los mejores jugadores de la historia”.

Síntesis:

175
Campeón: Inglaterra 6°: Hungría 12°: México
Subcampeón: Alemania 7°: Uruguay 13°: Francia
Federal 8°: Corea del Norte 14°: Chile
Tercero: Portugal 9°: Italia 15°: Bulgaria
Cuarto: Unión Soviética 10°: España 16°: Suiza
5°: Argentina 11°: Brasil

176
México 1970

“Despedida triunfal de O Rey”

Estados Unidos llevaba adelante la guerra de Vietnam desde 1955


y no le iba para nada bien. Los jóvenes pacifistas marchaban por las
calles repudiando la guerra. En Francia caía De Gaulle en 1969, luego
de protestas comenzadas por estudiantes y obreros en mayo de 1968,
movimiento que llevó el nombre de “mayo francés”.
En Argentina, estaban en auge grupos guerrilleros estimulados por
el malestar social agravado por la situación económica, que habían
puesto en jaque al presidente de facto Teniente General Juan Carlos
Onganía. Tras el secuestro y posterior asesinato del Teniente General
Pedro Eugenio Aramburu por parte del grupo Montoneros, que tuvo
lugar el 29 de mayo de 1970, el gobierno de Onganía sufrió un desgas-
te terminal, ya que perdió el apoyo de los jefes militares, el respaldo
más fuerte de su mandato y fue destituido el 8 de junio de 1970, du-
rante el desarrollo del Campeonato Mundial. La Junta de Comandan-
tes en Jefe compuesta por el Teniente General Alejandro Lanusse, el
Brigadier General Carlos Rey y el Almirante Pedro Gnavi, que desig-
nó presidente al General de Brigada Roberto Marcelo Levingston,
pretendía que el nuevo mandatario de facto siguiera las políticas so-
cioeconómicas diagramadas por los titulares de las tres fuerzas arma-
das. Pero el presidente llevó a cabo sus propias políticas, las mismas
consistieron en “argentinizar” el proceso de crecimiento económico y
estimular la industria por medio de una consigna, el “compre nacio-
nal”, aplicado por las empresas estatales y préstamos a bajo costo.
Con aumentos salariales, Levingston intentó atraer a las bases sociales
y darle algún grado de adhesión popular a su gobierno. Pero sus medi-
das generaron una espiral inflacionaria, una fuga de capitales extranje-
ros debido a las políticas nacionalistas y un aumento del descontento
social. Si bien Roberto Marcelo Levingston trató de llevar a cabo un
acercamiento con los partidos políticos, estos rechazaron la propuesta.

177
La Hora del Pueblo comenzó a exigir una salida electoral y de común
acuerdo. Jorge Paladino, delegado de Juan Domingo Perón, y Ricardo
Balbín fueron los principales mentores de esta propuesta. En la Con-
federación General del Trabajo (CGT), José Ignacio Rucci fue desig-
nado Secretario General y la central obrera comenzó una serie de pa-
ros generales que afectaron a la industria, el transporte y los servicios.
En marzo de 1971, tuvo lugar una masiva protesta social en Córdoba
bautizada posteriormente como “Cordobazo”, luego de la designación
del dirigente conservador Camilo Uriburu. En medio de este hecho, la
CGT convocó a un nuevo paro general para el 12 de marzo que se
transformó en una insurrección general que tomó el control de unas
500 manzanas de la ciudad de Córdoba. La violencia se generalizó
luego de que fuerzas de la Policía de Córdoba y de la Policía Federal
se enfrentaran abiertamente con estudiantes y trabajadores. Un día
después de que la ciudad fuera asegurada por las fuerzas policiales, el
interventor Camilo Uriburu renunció.
Levingston se propuso seguir con sus planes a largo plazo, pero la
Junta de Comandantes le pidió la renuncia el 23 de marzo de 1971.
Fue sucedido por el Teniente General Alejandro Agustín Lanusse.
La IX Copa Mundial de Fútbol se celebró en México, entre el 31
de mayo y el 21 de junio de 1970.
De acuerdo a los criterios de rotación continental, el torneo a ce-
lebrarse en 1970 debía ser organizado por un país americano, luego de
que en 1966 fuese realizado en Inglaterra. Por primera vez, México
presentó una candidatura mientras Argentina lo hizo por cuarta vez,
previamente había intentado organizar los eventos de 1934, 1942 y
1962. Una gran controversia se había desatado durante el proceso de
la candidatura debido a que México ya había sido electo en 1963 sede
de los Juegos Olímpicos de 1968. La FIFA, junto con el Comité
Olímpico Internacional, analizó si organizar dos eventos de dicha
magnitud en un lapso de dos años no sería perjudicial para la organi-
zación de sus respectivas justas. El máximo organismo del fútbol llegó
a la conclusión de que la infraestructura que heredaría la Olimpiada

178
iba a ser benéfica para la organización del evento, este hecho aunado a
que el comité organizador presentó la maqueta del Estadio Azteca así
como la mayor estabilidad política de la nación en ese momento incli-
naron la balanza a su favor.
Aun cuando los sudamericanos tenían una trayectoria futbolística
mayor que los mexicanos. Así, México obtuvo 56 votos contra 32 de
los argentinos en la elección realizada en Tokio, el 8 de octubre de
1964. Con lo que México se convirtió en el primer país en organizar
unos Juegos Olímpicos y una Copa Mundial de Fútbol de forma con-
secutiva.
Los mexicanos, con su presidente de la Federación de Fútbol Gui-
llermo Cañedo a la cabeza, formaron una comisión que fue promocio-
nando al país azteca en el mundo. Argentina, envuelta en la desorgani-
zación que caracterizaba a la AFA por entonces, se durmió en los lau-
reles y así le fue.
El 6 de julio en Londres, no solo se decidió que México fuera an-
fitrión en 1970, sino también que Alemania Federal realizaría su pri-
mera Copa Mundial de Fútbol en 1974. Respetando el principio de
alternancia, Argentina que había perdido con México sería sede en
1978 y España que había sido derrotada por Alemania en 1982.
Argentina obtuvo una doble frustración, primero en los escritorios
con la pérdida de la sede para 1970 y la segunda en lo deportivo, ce-
diendo la clasificación ante Perú. Argentina no se clasificó al Mundial
luego de una derrota en la altura de La Paz ante Bolivia, más otra de-
rrota en Lima ante Perú y un empate 2 a 2 en el último partido contra
Perú jugado en la Bombonera, permitiendo el pase de los peruanos a
la fase final.
Los peruanos se habían organizado, la federación local decretó
que la selección nacional era prioritaria a los clubes. Contrató al brasi-
leño Didí como entrenador desde un año antes de las eliminatorias y
se prepararon a conciencia de lo que se jugaban practicando un juego
vistoso de muy buen pie.
La selección argentina era la antítesis, en un momento en que los

179
equipos argentinos dominaban en el continente, la desorganización
continuaba en la selección. No había un plan a largo plazo. Desde
1968 hasta el último partido de eliminatorias contra Perú, Argentina
tuvo cuatro entrenadores, Renato Cesarini, José María Minella, Hum-
berto Maschio y finalmente Adolfo Pedernera, que asumió veinticinco
días antes del comienzo de las eliminatorias que Argentina jugaba
contra Bolivia y Perú. Cada cambio de técnico era un nuevo esquema
táctico, jugadores distintos. Tanta desorganización terminó como era
de esperar, con un estrepitoso fracaso. Argentina, por primera vez en
la historia y única hasta nuestros días, no clasificó para la fase final
del Mundial. Aclaremos que tampoco participó en 1938, 1950 y 1954
pero por cuestiones políticas.
75 equipos se inscribieron para las clasificatorias continentales,
pero cinco se retiraron. Descontando los clasificados automáticos
(México e Inglaterra, organizador y campeón defensor, respectiva-
mente). A diferencia del torneo anterior, los equipos africanos recibie-
ron por primera vez un cupo directo, Egipto había clasificado en 1934
debido al retiro de sus contrincantes, el que fue alcanzado por Marrue-
cos. De igual forma, una plaza fue entregada al ganador de la clasifi-
catoria de Asia y Oceanía, en la que participó de manera extraordina-
ria Rhodesia, excluida de la CAF. Finalmente, Israel clasificó tras
vencer a Australia. En Europa, Checoslovaquia eliminó en un partido
definitorio a Hungría, campeón olímpico. La revelación de Inglaterra
66, Portugal, fue eliminada por Rumania, que volvería a jugar un
Mundial después de 32 años. Otros dos grandes que faltaron a la cita
de México fueron España y Yugoslavia, quienes quedaron en el grupo
eliminatorio por detrás de Bélgica.
Sin embargo, quizás el hecho más recordado de estas clasificato-
rias fue la llamada “Guerra del Fútbol”. Honduras y El Salvador lle-
vaban meses de tensión debido a diversas disputas de carácter econó-
mico, político y migratorio. Durante la segunda fase de la clasificato-
ria de la CONCACAF, ambos países se debían enfrentar en partidos
de ida y vuelta para definir qué equipo pasaba a la tercera ronda. En el

180
primer partido disputado en Tegucigalpa el 8 de junio de 1969, el
combinado local venció por 1 a 0, pero en San Salvador, los salvado-
reños lograron una victoria por 3 a 0, provocando el descontrol en la
hinchada. Doce hinchas hondureños habrían sido asesinados por la
multitud local, mientras en Honduras los inmigrantes salvadoreños
eran atacados. Las fronteras fueron cerradas y la tensión llegaría a
niveles límites, mientras la Asociación de Fútbol de Honduras presen-
tó reclamos a la FIFA acusando amenazas de muerte hacia sus jugado-
res. Un tercer partido disputado en Ciudad de México el día 26, con-
firmaría la supremacía salvadoreña con una victoria por 3 a 2, pasando
a la fase final ante Haití, donde obtendrían el pase a la Copa Mundial.
Sin embargo, la tensión entre ambos países crecería con el correr de
los días, provocando la invasión del ejército salvadoreño a Honduras
el 14 de julio de 1969. Al menos 2.000 personas fallecieron durante el
conflicto bélico, que terminó seis días después gracias a la mediación
de la Organización de Estados Americanos.
El torneo contó con 16 selecciones nacionales participando en la
ronda final, siendo reunidas en 4 grupos de 4 equipos, luego los 2
primeros de cada grupo avanzaron a la ronda de cuartos de final, a
partir de la cual se dieron duelos de eliminación directa.
Siguiendo la tradición impuesta en el Mundial anterior, fue creada
una mascota. Esta vez fue un niño vestido con trajes tradicionales y un
gran sombrero llamado “Juanito”. Los mexicanos inauguraron los lo-
gotipos, isologotipos, si hablamos con propiedad, conmemorativos del
Mundial.
Este torneo es considerado por diversos expertos como uno de los
mejores en la historia del fútbol, debido tanto a su juego limpio (no
hubo expulsados en todo su desarrollo), como a los diversos planteles
que asistieron con algunos de los mejores jugadores de este deporte,
como Charlton, Pelé y Franz Beckenbauer, por citar algunos.
El torneo fue transmitido por televisión a color para algunas cade-
nas que disponían de dicha tecnología. 700.000 personas vieron el
partido inaugural por televisión. 6 cámaras color tomaron las imáge-

181
nes que se distribuyeron por sistema INTELSAT. En Argentina, Canal
2 empleó 300 técnicos para trabajar durante la transmisión.
México 70 fue innovador en cuestiones reglamentarias. Se incor-
poraron las tarjetas amarilla y roja para amonestar y expulsar respecti-
vamente, evitando así los malos entendidos idiomáticos como ocurrió
con Rattín y el árbitro Kreitlein en Wembley. También para evitar
confusiones, quedó establecido que el brazo en alto del árbitro indica-
ría la diferencia entre el tiro indirecto y el directo. Además, por fin se
autorizaron los cambios, dos por equipo por partido.
Los grupos quedaron conformados así: Grupo I: México, Unión
Soviética, Bélgica y El Salvador. Grupo II: Uruguay, Italia, Suecia e
Israel. Grupo III: Inglaterra, Brasil, Checoslovaquia y Rumania. Gru-
po IV: Alemania Federal, Bulgaria, Perú y Marruecos.
Tres eran los países debutantes: Israel, El Salvador y Marruecos.
El 31 de mayo tuvo lugar el partido inaugural entre México y
Unión Soviética, en el lujoso Estadio Azteca ubicado en el Distrito
Federal, con capacidad para 105.000 espectadores, aunque la taquilla
oficial acusa 107.160 personas.
Antes del fútbol, la ceremonia inaugural presentó gran colorido
con un desfile simbólico de chicos vestidos con los colores y banderas
de las 16 delegaciones participantes. El local, por supuesto, y Brasil
eran los favoritos de la gente. Inglaterra fue silbada por casi todos.
Posteriormente, se escucharon los discursos del mandamás del fútbol
mexicano Guillermo Cañedo, luego Sir Stanley Rous, presidente de
FIFA (la reina Isabel había nombrado Sir a Rous y a Ramsey después
de ganar la copa) y finalmente el presidente de México Díaz Ordax,
quien terminada su alocución, descendió al campo de juego para salu-
dar a los protagonistas.
Unión Soviética volvía a ser dirigida por Gavril Kachalin, quien
había desempeñado el cargo en Chile 62. Solo tres jugadores queda-
ban de Inglaterra, el resto era sangre nueva. México nunca había supe-
rado la primera ronda, pero se evidenció una notable mejora en el ni-
vel demostrado en 1966, tal vez ahora de local podían hacer historia.

182
El partido fue malo, con mucho calor, ya que fue disputado desde
las 12 del mediodía. Las altas temperaturas y la altura sobre el nivel
del mar fueron la constante del certamen. Los dos se cuidaron aunque
México, empujado por el aliento del público, fue un poco más. Empa-
te en el primer tiempo.
En los segundos 45 minutos, para destacar que se produjo el pri-
mer cambio en la historia de los Mundiales, ya que para comenzar el
segundo tiempo, el técnico soviético dejó en los vestuarios a Serebr-
yanikov y en su lugar ingresó Puzach. Sin embargo, los cambios no
surtieron efecto en el desarrollo del partido. Finalmente fue empate 0 a
0.
En México jugó José Valtolrá, quien era hijo del español Martín
Valtolrá, quien había jugado en Italia 34 para su país. Hasta hoy son
los únicos padre e hijo que jugaron para países diferentes. Además, el
rumano Nicolae Lupescu tendría un hijo que jugaría en 1990 y 1994.
El belga Jan Verheyen otro en 1998 y 2002. Y Julio Montero Castillo
de Uruguay un hijo que disputo el Mundial de 2002.
Las acciones continuaron el 2 de junio. En León se midieron Perú
y Bulgaria. Los peruanos ingresaron al campo de juego conmovidos
por un reciente terremoto ocurrido en su país dos días antes el partido,
hecho que hizo dudar la participación del equipo. Finalmente llegó la
orden desde Lima para que disputaran el campeonato. Se hizo un mi-
nuto de silencio en honor a las víctimas y luego bajó de las tribunas un
cerrado aplauso de apoyo al pueblo peruano.
Bulgaria comenzó mejor que los desconcentrados peruanos y a los
12 minutos, tiro libre frontal para los europeos a escasos metros del
área, Dermendjiev la tocó corta para Jekov que disparó al arco y colo-
có en ventaja a los europeos. Perú se fue asentando en el partido y
comenzó a hacer su juego, tenencia de pelota y toques cortos. Sin em-
bargo, cuando el empate estaba al caer, a los 38 un disparo que debía
atajar Rubiños sin dificultad, lo complicó pensando en salir jugando
antes de tenerla en la mano, la pelota lo pasó y terminó en la red. 2 a 0
para Bulgaria. Pero a los 44 minutos, Gallardo descontó para los pe-

183
ruanos. 2 a 1.
En la segunda etapa, los sudamericanos desplegaron el fútbol que
los llevó al Mundial, ayudados por el cambio de González por Cam-
pos y Sotil en lugar de Baylon. A los 22 minutos el capitán Héctor
Chumpitaz, de tiro libre igualó a 2. Y a los 38 Teófilo Cubillas dio
vuelta el marcador. Ganó Perú 3 a 2 a Bulgaria. Buen partido.
En Puebla, el mismo 2 de junio, el experimentado Uruguay en-
frentaba al debutante Israel. Mejor Uruguay, como era de esperarse,
Israel parado en defensa. El partido era trabado y se jugaba con pierna
fuerte. Como resultado de esto, a los 12 minutos tras un choque, Ro-
cha quedó lesionado y no volvería a ver acción por el resto del cam-
peonato. Ingresó Cortés. A los 24 minutos los charrúas lograron mar-
car por intermedio de Maneiro. Así finalizaron los primeros 45 minu-
tos.
En la segunda parte, el dominio uruguayo se acentuó y a los 17
minutos Mujica logró el 2 a 0 final.
Israel se había quedado sin preparador físico poco antes del Mun-
dial. Amos Bar Haba era coronel del ejército. Cuándo Israel invadió el
Líbano, Haba debió dejar su trabajo y unirse a las fuerzas armadas
israelíes. Igualmente, pese a su ausencia, el equipo tuvo una decorosa
actuación en el torneo.
Guadalajara fue la ciudad donde se enfrentaron Inglaterra y Ru-
mania, el 2 de junio. El público estaba a favor de los rumanos, o mejor
dicho contra los ingleses.
El plantel inglés llegaba a México envuelto en escándalos porque
en la escala realizada en Colombia, su capitán Bobby Moore había
sido acusado de robar una pulsera de esmeraldas de una joyería. Poste-
riormente, una prostituta había aparecido con la pulsera diciendo que
dos ingleses se la habían obsequiado. Las características de los hom-
bres daban con los rasgos de Moore y Charlton. Finalmente se descu-
brió que todo era una gran mentira. Aunque el daño estaba hecho.
En la cancha, los británicos dominaban gracias al veterano Bobby
Charlon y a los 20 minutos este tocó para Hurst quien abrió la cuenta.

184
1 a 0 Inglaterra y al descanso.
En el complemento, parejo pero ni unos ni otros volvieron a mar-
car. Inglaterra ganó 1 a 0 a Rumania.
El 3 de junio en el DF mexicano, Bélgica y El Salvador se medían
por primera vez. Era el debut salvadoreño en Mundiales. Para los
“diablos rojos” sería su primera victoria en la máxima competición. A
los 19 minutos, Van Moer desde lejos anotó el 1 a 0 con que irían a
los vestuarios.
De vuelta al juego, los belgas siguieron siendo mejores, sin ser
gran cosa. A los 14 minutos llegó el segundo de Van Moer y a los 32
Lambert anotó de penal, por infracción de Mairona a Puis, el definiti-
vo 3 a 0 para los europeos.
Italia y Suecia jugaron el 3 de junio en Toluca. Suecia llevó a Mé-
xico un chef en la delegación, pero no era uno cualquiera, era un chef
real, el del rey Gustavo Adolfo.
Comenzó mejor Suecia, un tiro rozando el palo y gol de Eriksson
a los 4 minutos anulado por offside. Italia fue emparejando el partido
y a los 22 minutos Riva sorteó a los duros defensas suecos y jugó para
Domenghini que remató cruzado y anotó el 1 a 0 para la “azzurra”.
En el segundo tiempo, los italianos se retrasaron y cedieron la pe-
lota a los suecos, quienes llegaron a tener varias oportunidades que no
pudieron concretar. Italia se quedó con la victoria por 1 a 0.
3 de junio fue la fecha para el encuentro entre Brasil y Checoslo-
vaquia en Guadalajara. El público estaba con Brasil, que fue práctica-
mente local en México. Los europeos jugaban sin sus grandes figuras,
el arquero Schrojff, Masopoust ni Scherer. El técnico Josef Marco
prefirió propiciar el recambio generacional. Brasil jugaba con cuatro
números diez en el once inicial. En la etapa anterior al Mundial, Brasil
era dirigido por el entrenador João Saldanha. Su particular personali-
dad y su conocida militancia comunista durante la dictadura militar de
su país, provocaron diversas polémicas en torno a su figura, destacán-
dose la que lo enfrentó con Pelé. Saldanha publicó en el diario O Glo-
bo que Pelé sufría de miopía y una lesión en la cadera, provocando la

185
molestia del jugador y el posterior desmentido. Saldanha finalmente
anunció que no convocaría al delantero para el torneo, pero el entre-
nador fue relevado de su puesto siendo reemplazado por Mario “Lo-
bo” Zagallo, campeón como jugador en el 58, que repuso a Pelé en la
nómina de jugadores.
Mejor Brasil en el arranque pero sorprendió Checoslovaquia a los
13 minutos gracias a una contra de Petras que terminó dentro del arco
de Félix. Los mediocampistas brasileños se adueñaron de la pelota y a
los 38 minutos Rivelino empató tras un tiro libre que amagó a patear
Pelé, la barrera se desordenó y aprovechó Rivelino para ejecutar la
falta marcando la igualdad. 1 a 1.
Los segundos 45 minutos fueron un espectáculo de Brasil. Gerson
salió lesionado e ingresó Paulo César. A los 18 minutos, golazo de
Pelé, Jairzinho a los 26 y 37 terminaron concretando la goleada 4 a 1
de Brasil sobre Checoslovaquia.
El arquero brasileño Félix, de discreta tarea, llegó al Mundial sin
guantes, ya que sus manos eran tan grandes que se le dificultaba con-
seguir talle adecuado. No encontró la solución en México pero sí en
Argentina. La noticia llegó hasta Amadeo Carrizo, ex arquero de Ri-
ver y la selección nacional, quien tenía una fábrica de guantes y se los
confeccionó a medida. Cuatro pares viajaron rápidamente a México
para estar disponibles en el debut.
León fue el escenario de la disputa entre Alemania Federal y Ma-
rruecos, el 3 de junio. Los africanos estuvieron a punto de no concurrir
a México al enterarse de la clasificación de Israel. Arduas negociacio-
nes y la seguridad de que no se enfrentarían (distribuidos en grupos
distintos, sus clasificaciones eran casi imposibles por realidad futbo-
lística) solucionaron el problema. Se esperaba una cómoda victoria
germana con el veterano Seeler y el joven Muller en sus filas, pero los
africanos demostraron estar a la altura de las circunstancias. A base de
fuerza, movilidad y velocidad los marroquíes le complicaron el parti-
do a Alemania, más cuando a los 23 minutos Abdelkader batió al ar-
quero Maier marcando el 1 a 0.

186
En el segundo tiempo los cambios del técnico teutón comenzaron
a dar resultado. A los 14 minutos empató Séller. Los minutos pasaban
pero a los 38 el gran goleador Gerd Muller convirtió el 2 a 1. Victoria
con susto para Alemania Federal.
El 6 de junio en el Distrito Federal jugaron Unión Soviética y
Bélgica. A los 2 minutos el belga Lambert definió y su disparo dio en
el travesaño. Los soviéticos no se desesperan y desde entonces se hi-
cieron dueños del partido. A los 22 marcó Bishovets. 1 a 0.
En el segundo, la URSS salió con todo y se llevó puesto el es-
quema belga. A los 18 minutos nuevamente Bishovets y Asatiani a los
24 hicieron que los soviéticos se pusieran 3 a 0. El goleador Lambert
descontó para Bélgica cinco minutos más tarde, a los 29. Había espe-
ranza. Pero a los 32 Khumelnitski marcó el cuarto gol soviético. En
definitiva, 4 a 1 de la Unión Soviética a Bélgica.
Uruguay e Italia jugaron el 6 de junio en Puebla uno de los parti-
dos más esperados de octavos de final. Ambos eran los favoritos del
grupo. Sin embargo, contra lo que se esperaba, el espectáculo no estu-
vo a la altura de las figuras que corrían en la cancha. Las dos seleccio-
nes se cuidaron, más atentas porque les conviertan que por anotar.
Resultado: 0 a 0 y la silbatina generalizada de los concurrentes.
Lo más llamativo de este encuentro estuvo en la terna arbitral in-
tegrada por el árbitro Rudolf Gloeckner de Alemania Democrática, la
oriental, y uno de los jueces de línea, Kart Tschenscher, de Alemania
Federal, la occidental. Tanto era el recelo político por aquellos tiempo
que los jueces no se dirigieron la palabra durante todo el encuentro.
También el 6 de junio pero en Guadalajara, se medían Rumania y
Checoslovaquia. Los dos venían de perder en el debut contra Inglate-
rra y Brasil respectivamente. El que perdía quedaba con un pie y me-
dio afuera. El técnico checoslovaco cambió medio equipo luego de la
derrota. A los 5 minutos Checoslovaquia se puso al frente por inter-
medio de Petras de cabeza. Así se fueron al descanso aunque Rumania
había hecho méritos para empatar.
En la segunda mitad, Nearu a los 27 minutos puso justicia en el

187
marcador y a los 30 Dumitrache de penal dieron vuelta el resultado.
Rumania ganaba 2 a 1 a Checoslovaquia.
Perú y Marruecos jugaron en León el 6 de junio. Se esperaba otro
buen partido de los africanos. El juego marroquí se basaba en rapidez,
movilidad y fuerza. Control, toque y habilidad el peruano. Dos estilos
opuestos. El primer tiempo terminó 0 a 0.
En el complemento, Perú empezó a sacar ventajas, a los 20 minu-
tos Cubillas abrió el marcador. A los 27 Challe el 2 a 0, y Cubillas
otra vez a los 36 para el 3 a 0 de Perú ante Marruecos. Tal vez las li-
bertades con las que gozaban los marroquíes en la concentración les
jugaron en contra en lo físico y lo sintieron promediando el segundo
tiempo.
El 7 de junio fue el día de la segunda presentación del local Méxi-
co en el DF ante El Salvador. Los jugadores locales estaban nerviosos
en el comienzo, tal vez por sentir el favoritismo en este encuentro. Los
salvadoreños, sin nada que perder. Empezó mejor México pero recién
se pudo poner en ventaja a los 43 minutos por intermedio de Valdivia.
La segunda etapa fue de dominio azteca. A los 11 minutos, gol de
Valdivia y 2 a 0. Ya sueltos, llegaron más goles locales, a los 27 y 33
Fragoso y Basaguren, el primer suplente ingresado que marcó un gol,
decretaron la goleada 4 a 0 de México sobre El Salvador.
Toluca fue anfitrión del encuentro entre Israel y Suecia, el 7 de
junio. Apenas 9.624 personas en el estadio demostraban que no era un
encuentro muy atractivo que digamos. Parejo el primer tiempo y tam-
bién parejo el marcador: 0 a 0.
Segundo tiempo, los suecos un poco mejor, no mucho, pero sufi-
ciente para que Larsson a los 10 minutos pusiera en ventaja a los vi-
kingos. Poco les duró, porque a los 13 Splieger igualó para Israel. Ese
fue el resultado definitivo: Suecia 1 – Israel 1.
Brasil se volvía a presentar el 7 de junio en Guadalajara, esta vez
ante Inglaterra. Otro de los encuentros fuertes de la primera fase. Bra-
sil, el más querido, luego de México por supuesto, Inglaterra la más
repudiada. Se pidió compostura a la gente y se portaron bien. Gerson,

188
lesionado, no pudo jugar, en su lugar ingresó Rivelino. En el primer
tiempo fueron bien marcados Pelé y Charlton. 0 a 0. Para destacar, un
soberbio cabezazo de Pelé y una no menos fenomenal atajada de
Banks.
En el segundo tiempo, el cansancio producto de las altas tempera-
turas hizo mella en los ingleses más que en los sudamericanos, por lo
que Brasil comenzó a dominar las acciones. A los 14 minutos, Tostao
gambeteó a tres rivales y tiró un centro a Pelé que amagó a patear des-
colocando a los defensores ingleses. Dejó pasar la pelota para Jairzin-
ho que pateó y derrotó a Banks. Brasil 1 a 0. A los 32, tiro en el palo
de Bell que podría haber sido el empate inglés. Sin embargo, el score
no se modificaría. Brasil 1 – Inglaterra 0.
El 7 de junio en León jugaron Alemania Occidental y Bulgaria.
Dominio alemán pero primer gol búlgaro luego de una jugada aislada,
Nikodimov a los 12 minutos. Los teutones no se inmutaron y lograron
la igualdad a los 20 por intermedio de Lubuda. Siguieron dominando y
a los 27 Muller puso el 2 a 1.
Segundo tiempo, Alemania era el total dominador del partido, a
los 7 minutos nuevamente Lubuda para el 3 a 1. Seeler de penal con-
virtió el 4 a 1 a los 25. El goleador Gerd Muller a los 43 aumentó para
el 5 a 1, y descontó Kolev a los 44 minutos para el definido 5 a 2 de
Alemania Federal sobre Bulgaria. El primero siguió, el segundo un
partido más y a casa.
El 10 de junio, en Puebla, se midieron Uruguay y Suecia. Los dos
con la necesidad de ganar. Los uruguayos más habilidosos, los suecos
más fuertes. Parejo el primer tiempo con resultado 0 a 0.
La tónica del partido fue similar en el complemento, con un leve
desequilibrio para Suecia. Todo hacía suponer que iba a finalizar em-
patado pero a los 44 minutos centro de Larssen y cabezazo de Grahan
que no pudo alcanzar Mazurkievicz. Suecia sorprendía ganándole a
Uruguay por 1 a 0 sobre el final.
Último partido del grupo para El Salvador y Unión Soviética, el
10 de junio en el Distrito Federal. La URSS ya clasificada y los cari-

189
beños eliminados. Los goles llegaron en el complemento, a los 5 mi-
nutos y a los 28 Bishovets dio la victoria a URSS 2 a 0. El Salvador
batió el record de despedirse del torneo sin marcar un solo gol.
Brasil y Rumania cerraron sus respectivas participaciones en el
grupo III el 10 de junio en Guadalajara. Gerson todavía lesionado en
Brasil. Los rumanos se cerraron, dedicaron el tiempo a marcar y no
dejar jugar a los hábiles brasileños. Así aguantaron hasta los 29 minu-
tos cuando Pelé, de tiro libre, puso el 1 a 0. A los 32 Jairzinho anotó el
2 a 0. Todo hacía prever que venía otra goleada amarilla. Pero fue
sorpresa cuando a los 40 Dumitrache acortó distancia. 2 a 1 al descan-
so.
Los rumanos se animaron en el segundo tiempo, pero descuidaron
las marcas y Pelé a los 8 minutos marcó el 3 a 1. A los 21, floja reac-
ción del arquero brasileño Félix y nuevo descuento rumano, esta vez
Dambrowski. Exigua victoria de Brasil 3 a 2.
El 10 de junio en León jugaron ya clasificados, para definir quién
era primero en el grupo, Alemania Federal y Perú. Los dos entrenado-
res optaron por poner lo mejor que tenían para ganar el grupo y no dar
descanso a algunos de sus jugadores titulares en vistas a los choques
de cuartos de final. El tema era que el segundo debía enfrentar nada
menos que a Brasil.
Los dos se respetaron, aunque Perú no le encontró la vuelta en el
primer tiempo a una misma jugada alemana. Centro por lo alto a Mu-
ller. Tres veces marcó el delantero germano de esta manera a los 19,
26 y 39 minutos. Cubillas descontó para Perú a los 44.
En el complemento, los peruanos fueron al frente pero chocaron
contra una sólida defensa teutona. 3 a 1 para Alemania Federal que
eludía a Brasil en cuartos de final para reeditar la final del 66 en Lon-
dres ante Inglaterra.
En el DF jugaron México y Bélgica, el 11 de junio, con el arbitra-
je del argentino Norberto Coerezza. Unión Soviética había ganado el
grupo. México y Bélgica se jugaban el segundo lugar. Los locales cla-
sificaban con el empate. La polémica llegó a los 14 minutos cuando el

190
árbitro argentino cobra penal para los aztecas. Valdivia y Jeck fueron
a buscar la pelota en el área, el mexicano cayó y Coerezza sancionó la
pena máxima. En las filmaciones se ve que el jugador belga llegó pri-
mero a la pelota por lo que no había falta. Poco le importó a Peña, que
puso el 1 a 0 asegurando la clasificación de su equipo a cuartos de
final por primera vez en la historia. La gente festejó en las calles hasta
entrada la madrugada.
El 11 de junio en Toluca jugaron su tercer encuentro Italia e Is-
rael. Cuando se habla que fue el mejor Mundial en cuanto a juego se
está obviando lo ocurrido en las sedes de Puebla y Toluca donde los
espectáculos fueron muy pobres. Italia – Israel no sería la excepción.
La “azzurra” con un empate seguía en competencia, fiel a su estilo,
jugó a empatar. Los israelíes no se jugaban nada pero un empate con-
tra la poderosa Italia les caía bien. Resultado, el buscado 0 a 0. Italia y
Uruguay, en ese orden, accedían a la segunda ronda. Un detalle, Italia
ganó el grupo convirtiendo un solo gol en los tres partidos jugados.
Uruguay había empatado en puntos con Suecia pero clasificó por me-
jor diferencia de gol. En esta zona, la II o B, se marcaron seis goles en
seis partidos.
El estadio Jalisco de Guadalajara albergó a Inglaterra y Checoslo-
vaquia, el 11 de junio. Los ingleses estaban clasificados con un empa-
te, los checoslovacos debían ganar por buena diferencia de gol y espe-
rar un milagro. Marko, el director técnico checo, volvió a hacer varios
cambios, cinco. Esta vez sí le dieron resultado. Los europeos del Este
fueron mejores durante casi 60 minutos pero cayeron en el enredado
juego de infracciones y sucesivas interrupciones propuesto por Ingla-
terra. A los 15 minutos del segundo tiempo Dobáis le cometió penal a
Bell y penal para los británicos que Allan Clarke cambió por gol. Con
el arquero Banks como figura, Inglaterra superó 1 a 0 a Checoslova-
quia y accedió al selecto grupo de los ocho.
El último partido de la fase de octavos de final, es el que jugaron
en León el 11 de junio Bulgaria y Marruecos. Como era de esperar,
hubo poco público, 12.229 espectadores, para ver a dos selecciones ya

191
eliminadas y poco atractivas en cuanto a propuesta futbolística. En el
primer tiempo jugaron mejor los búlgaros que se fueron al entretiempo
ganando 1 a 0 gracias al gol conseguido por Jetchev a los 22 minutos.
En el complemento, mejoraron los marroquíes, que pudieron em-
patar a los 23 minutos por intermedio de Chaziuani. Ya no se movería
el marcador. Marruecos demostró que, si bien le faltaba desarrollo, el
fútbol africano no desentonaba. Bulgaria seguía sin ganar en Mundia-
les.
Los cruces de cuartos de final quedaron definidos con Uruguay –
Unión Soviética; Brasil – Perú; Alemania Federal – Inglaterra; y Mé-
xico – Italia. Cuatro europeos, cuatro americanos, tres de Sudamérica
y uno del norte del continente.
El 14 de junio jugaron en el DF Uruguay y Unión Soviética. Me-
xicanos y soviéticos habían igualado en el grupo con la misma canti-
dad de puntos y exacta diferencia de gol por lo que tuvieron que recu-
rrir a una moneda para definir el escenario donde jugarían los cuartos
de final. A la URSS le tocó el Distrito Federal y a México Toluca. Fue
un partido áspero donde ninguno regaló nada durante los noventa mi-
nutos. Como consecuencia de ello, tuvieron que disputar una prórroga
de 30 minutos en dos tiempos de 15 como estaba estipulado. Por mo-
mentos mejor uno, por momentos mejor el otro pero continuaba la
paridad. De persistir la igualdad se tiraría la moneda. Todavía no exis-
tían los penales como mecanismo de desempate. Pero faltando tres
minutos, a los 117 ó 12 de la segunda etapa, Víctor Espárrago, que
había ingresado al final del primer tiempo suplementario logró marcar.
Los soviéticos protestaron que en la jugada previa al gol, cuando Cu-
billas tiró el centro, la pelota había salido del campo de juego, pero el
árbitro no hizo caso a las quejas. Uruguay 1 a 0 a la URSS y otra vez
volvía a meterse entre los cuatro mejores.
Como dijimos, el 14 de junio pero por sorteo, en Toluca, México
se veía las caras con Italia, que venía de marcar un gol en todo el tor-
neo. Esto entusiasmaba a los locales y el público respondió llenando el
estadio Luis Dosal.

192
La federación mexicana objetó a la FIFA la designación del árbi-
tro israelí Klein para este partido. Klein había arbitrado polémicamen-
te en el partido por la medalla de bronce en el 68 también en México,
el partido de los locales y Japón. Luego de conocerse la protesta,
Klein presentó certificado médico y el juez del partido entre México e
Italia fue Ruedi Scheurer de Suiza.
México salió con todo desde el principio y dominó las acciones,
incluso a los 13 minutos se puso en ventaja por intermedio de José
González. Si recordamos que al equipo italiano le costaba hacer go-
les… era para ilusionarse. Pero los aztecas se entusiasmaron y siguie-
ron atacando descuidando la marca de los europeos. Italia tenía un
plantel plagado de figuras como Burganich, Rosatto, Bertini, De Sisti,
Domenghini, Mazzola, Riva, Rivera, etcétera. A estos jugadores no se
los podía descuidar. Pero se los descuidó, y a los 25 minutos Do-
menghini pateó al arco, la pelota rozó en el defensor Guzmán que des-
colocó al arquero Calderón, gol en contra, y empate en 1. Así queda-
rían las cosas en la primera mitad.
En la segunda, los cambios le cayeron mejor a los italianos. A los
18 minutos gol de Riva para los europeos. A los 25 Gianni Rivera, que
había ingresado, y 3 a 1. Finalmente a los 31 Gigi Riva anotó el defi-
nitivo 4 a 1. Aparecieron los goles italianos todos juntos. Italia a semi-
finales, los locales afuera.
Buen papel de los mexicanos, cuyo plantel contaba con algunos
jugadores semi profesionales. Había, por ejemplo, un dentista, un eco-
nomista, un abogado, un arquitecto, un administrador de empresas, un
seminarista, un ingeniero químico y un filósofo.
En León, ese mismo 14 de junio, se reeditó la final de Wembley
del 66 entre Alemania Federal e Inglaterra. Los protagonistas eran los
mismos, pero el árbitro no. Esta vez sería el argentino Norberto Ángel
Coerezza. La previa se había tornado picante. Más allá de ser la re-
vancha de la polémica final, el técnico inglés Alf Ramsey había decla-
rado al canal local que “Alemania nunca le ganó a Inglaterra, ni en el
fútbol ni en la guerra”. Los alemanes estaban que volaban. Para col-

193
mo, el muy buen arquero Gordon Banks sufrió una enterocolitis que lo
marginó de la formación inicial ocupando su lugar el arquero suplente
Peter Bonetti. Inglaterra fue mejor en el primer tiempo y se fue al des-
canso en ventaja gracias al gol convertido por Mullery a los 31 minu-
tos.
En el segundo tiempo, a los 5 Peters convirtió el 2 a 0. Todo pare-
cía encaminado a una nueva victoria británica. Pero a los 13 minutos
avanzó Beckenbauer y pateó, la pelota pasó entre las piernas de Bo-
netti y era el descuento. Ramsey, incomprensiblemente, sacó a Bobby
Charlton a los 25 minutos. A los 37, tiro largo al arco, sin demasiada
dificultar, pero Bonetti no pudo contener, otro error del arquero que
aprovechó Uwe Seeler, empate 2 a 2 y al alargue.
Primeros 15 minutos en que persistía el empate, pero a los 3 del
segundo tiempo de la prórroga, centro de Grabowski y gol de Muller.
No habría tiempo para más. Alemania Federal ganaba la revancha y
estaba entre los cuatro. El campeón quedó eliminado. Este partido
marcó el último encuentro del gran Bobby Charlton en Mundiales.
Charlton jugó tres Copas Mundiales, Chile 62, Inglaterra 66 y México
70.
Los cuatro partidos de cuartos de final fueron jugados el 14 de ju-
nio, el que nos falta es el jugado en Guadalajara entre Brasil y Perú.
Probablemente las dos selecciones que mejor fútbol practicaban, aun-
que Brasil estaba un escalón por encima de todos. Gerson volvía al
once inicial recuperado de la lesión en Brasil.
El partido comenzó con dominio brasileño, que ya a los 10 minu-
tos ganaba 1 a 0 tras una falla del defensor peruano Campos que apro-
vechó Tostao y tradujo en gol Rivelino. A los 22 nuevo error peruano,
esta vez de su arquero Rubiños y Tostao puso el 2 a 0. En desventaja,
Perú se lanzó al ataque y complicó a una dubitativa defensa brasileña.
Es así como a los 27 minutos Gallardo descontó. Primer tiempo: 2 a 1
para Brasil.
El resultado estaba abierto en el complemento, aunque el dominio
pertenecía a Brasil. A los 6 minutos Tostao remató, la pelota pegó en

194
el palo y le quedó el rebote al propio Tostao que anotó el 3 a 1. A los
25 Perú volvió a colocarse a tiro luego de una jugada de León que
tocó para Cubillas, quien marcó un nuevo descuento. 3 a 2. Las espe-
ranzas peruanas iban a acabarse a los 31 minutos con el gol de
Jairzinho quien gambeteó a la defensa, al arquero Rubiños y definió
entrando al arco con pelota y todo. Brasil 4 a 2 a Perú en entretenido
partido.
En semifinales quedaban los seleccionados de Alemania Federal,
Brasil, Italia y Uruguay, todos campeones de torneos previos. La defi-
nición era cosa de grandes, nada de sorpresas.
Las llaves hicieron que se enfrentaran los sudamericanos por un
lado y europeos por otro. Es decir, Brasil – Uruguay y Alemania Fede-
ral – Italia.
El 17 de junio en el DF, Alemania e Italia jugaron lo que se de-
nominó posteriormente “El partido del siglo” por la emotividad del
mismo. Aunque debió llamarse mejor “El alargue del siglo” porque
todo pasó en el suplementario y los 90 minutos fueron bastante me-
diocres. El público con Alemania, tras la eliminación de México a
manos de Italia. Planteo defensivo de los italianos, fuerza y marca de
los alemanes. A los 16 minutos, Mazzola se la pasó a Bonisegna que
pateó y la metió abajo, imposible para Maier, gol y 1 a 0 para Italia.
Posteriormente, una durísima falta de Cera a Beckenbauer que lo obli-
gó a salir y volver al campo con el hombro lastimado.
El complemento continuó con un trámite parejo. Italia tenía el pa-
se a la final casi asegurado. Pero esto es fútbol y a los 45 del segundo
tiempo, Grabowski envió un centro desesperado, el defensor central
Schnellinger, que se había sumado al ataque por sorpresa, alcanzó a
desviar la pelota y era el empate 1 a 1. Los italianos no lo podían
creer. Habría prórroga.
El suplementario sería emocionante, se jugó como lo que era, una
final, o semifinal, dio igual. A los 4 minutos, Muller en su posición de
centrodelantero fue a buscar una pelota y también lo hicieron el arque-
ro Albertossi, Cera y Burgnich. Ganó el tanque, chocaron los cuatro y

195
la pelota ingresó al arco. Alemania al frente. A los 10 jugada de Rive-
ra, la pasó a Burgnich que iba al ataque, le pegó y gol. 2 a 2. A los 14
Gigi Riva puso adelante a Italia 3 a 2. A cambiar de lado para jugar
los últimos 15 minutos.
Se sucedieron las llegadas. A los 5 minutos, Gerd Muller manio-
bró en el área italiana poblada de defensores, igualmente alcanzó a
sacar el disparo y otra vez empatados, 3 a 3. El partido estaba para
cualquiera de los dos. Aunque de seguir empatado se definiría por
sorteo en el medio de la cancha. Afortunadamente para el deporte,
apenas un minuto luego del empate alemán, a los 6, Bonisegna ejecuta
un centro desde la izquierda, llegó Gianni Rivera, el “bambino de
oro”, que convirtió y dio la ventaja definitiva a Italia 4 a 3.
También el 17 pero en Guadalajara se enfrentaron Brasil y Uru-
guay. Los uruguayos reclamaron el cambio de sede, porque en primera
instancia este partido debía disputarse en el Distrito Federal y el de
Italia – Alemania en Guadalajara. La organización modificó los en-
cuentros aduciendo que el público de Guadalajara quería ver a Brasil.
Lo cierto es que el cambio perjudicó a los charrúas, que tuvieron que
viajar mientras Brasil esperaba en su búnker. Uruguay armó un es-
quema prudente presionando a los jugadores brasileños. El descon-
cierto se apoderó del “scratch” cuando a los 19 minutos, los únicos
dos hombres de ataque uruguayos aprovecharon un error de Carlos
Alberto y otro de Félix, que bien podría haberse llamado “Infélix”,
que Cubillas convirtió en gol. Uruguay ganaba 1 a 0 y daba el campa-
nazo. Los fantasmas del maracanazo revoloteaban por el estadio Jalis-
co de Guadalajara. Pero cuando parecía que Uruguay tenía el partido
bajo control, se escapó Everaldo. Con tantas estrellas, un actor de re-
parto que nadie tenía en los planes, llegó al fondo, echó el centro que
conectó Clodoaldo de volea. Era la igualdad para Brasil. Se iban al
descanso 1 a 1.
En el segundo tiempo, Pelé y Tostao tomaron la manija del equipo
y del partido. Los charrúas se defendían como podían, hasta que a los
30 minutos, Jairzinho le pegó y venció a Mazurkievicz. Rivelino a los

196
44 puso el 3 a 1 que definió la semifinal. Brasil superaba el complejo
del maracanazo y se instalaba en una nueva final.
Así las cosas, Uruguay y Alemania Federal jugarían por el tercer
puesto, mientras que Brasil e Italia lo harían por la copa. Y nunca me-
jor dicho, porque la reglamentación especificaba que quien ganase tres
veces la Copa Jules Rimet se quedaría con la estatuilla. Italia la había
ganado en 1934 y 1938, Brasil en 1958 y 1962. El campeón de Méxi-
co 70 ostentaría definitivamente la copa en sus vitrinas.
El 20 de junio en el estadio Azteca del DF, Alemania Federal y
Uruguay jugaron por el premio consuelo. Varios cambios en los dos
equipos. Alemania, sin el “kaiser” Franz Beckenbauer con luxación de
codo y clavícula en la semifinal. A los 22 minutos Libada mandó la
pelota al área, la tomó Overath y de media vuelta dejó sin oposición a
Ladislao Mazurkievicz. Alemania 1 a 0. Uruguay dominó desde en-
tonces y estuvo cerca de empatar tras un remate de Cortés que pegó en
el poste del arco alemán. No pudo ser y el bronce fue para Alemania
Federal. El encuentro por el tercer puesto marcó el final de Uwe See-
ler como mundialista. Cuatro copas disputó Seeler: Suecia 58, Chile
62, Inglaterra 66 y México 70. Como dato significativo, jugó tres se-
mifinales y una final. Sin embargo, nunca pudo alzar la copa.
El partido final tuvo lugar al día siguiente, el 21 de junio en el
Distrito Federal. 107.412 espectadores en el Azteca, la gran mayoría
simpatizando con Brasil. El juez sería Rudolf Gloeckner de Alemania
Democrática, la oriental. Como segundo juez de línea el argentino
Norberto Ángel Coerezza.
Brasil formó con: Félix, Carlos Alberto (capitán), Brito, Piazza,
Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Rivelino, Jairzinho, Tostao y Pelé. DT:
Mario Zagallo.
Italia alistó para la final a: Albertosi, Burgnich, Cera, Rosatto,
Facchetti (capitán), Bertini, Mazzola, De Sisti, Domenghini, Bonin-
segna y Riva. DT: Ferruccio Valcareggi.
Partido parejo y hasta mejor Italia en un principio. A los 18 minu-
tos, Everaldo practicó un tiro libre hacia la izquierda donde estaba

197
Rivelino que echó el centro, saltó Pelé y de cabeza abrió el marcador.
Brasil 1 a 0. A los 27, un descuido de Brito, Félix salió mal por
enésima vez en el torneo y Boninsegna igualó a 1. Primera etapa 1 a 1.
En el complemento, Valcareggi introdujo dos modificaciones, Ju-
liano por Bertini a los 29 y Rivera por Bonisegna a los 39. Los italia-
nos se cerraron confiados en poder defender el empate y esperar que
los de arriba hicieran algo en alguna jugada aislada. Gerson avisó a los
14 minutos estrellando una pelota en el palo. A los 21 otra vez Gerson
pero en esta oportunidad la pelota fue adentro. Brasil pasaba al frente
2 a 1. Italia debía salir ahora. Con más espacio, a los 26 pelotazo cru-
zado de Rivelino para Jairzinho que dejó pagando a los defensores
italianos y anotó el 3 a 1. A los 41, Pelé aguantó la pelota y tocó para
la llegada de Carlos Alberto que venía del fondo, quien con un fuerte
remate vulneró a Albertosi y puso cifras definitivas a la goleada 4 a 1
para Brasil en la final. Había tricampeón y ello lo hizo acreedor defini-
tivo a la copa Jules Rimet. El público invadió la cancha para alzar en
andas a los cracks brasileños, el italiano Rosetto cubrió a Pelé para
que los intrusos no le sacaran la camiseta, no por solidaridad sino por-
que él la pretendía también. Pelé, con el torso desnudo, era llevado
sobre los hombros por el público.
En el palco oficial, Sir Stanley Rous, presidente de FIFA, entregó
la copa al capitán Carlos Alberto. Mario “Lobo” Zagallo, quien había
logrado el campeonato junto a Pelé en 1958, volvió a alcanzarlo esta
vez como entrenador.
En 1983, la Copa Jules Rimet sería robada y se cree que fundida,
por lo que la que hoy se exhibe en las vitrinas brasileñas es una réplica
que mandó a construir la Confederación Brasileña de Fútbol.
El paso de Brasil por México fue impecable, ganó todos los parti-
dos que jugó, seis, con 19 goles a favor y 7 en contra. Era el tercer
país en lograrlo. Jairzinho marcó goles en todos los partidos y fue el
tercero en la historia en concretarlo.
El equipo ideal del campeonato estuvo conformado por Mazurki-
ewicz (Uruguay); Carlos Alberto (Brasil), Piazza (Brasil), Becken-

198
bauer (Alemania Federal), Facchetti (Italia); Clodoaldo (Brasil), Ger-
son (Brasil); Jairzinho (Brasil), Muller (Alemania Federal), Pelé (Bra-
sil) y Rivelino (Brasil). La táctica utilizada fue la 4-2-4.
La figura fue una vez más Pelé, otro que se retiraría de los Mun-
diales, como Seeler y Charlton. Se avecinaba un recambio generacio-
nal. “O Rey” hizo cuatro goles en México y once en los cuatro Mun-
diales que jugó. Con la selección jugó 111 partidos y marcó 95 goles.
Por primera vez se distinguió al seleccionado más correcto del
torneo y fueron los peruanos, quienes se llevaron el premio al juego
limpio o fair play.
El goleador de la Copa fue el alemán Gerd Muller con 10 goles: 1
a Marruecos, 3 a Bulgaria, 3 a Perú, 1 a Inglaterra y 2 a Italia. El
“Tanque” anotó 14 goles en mundiales. Hizo toda su carrera en el Ba-
yern Munich alemán, conquistando dos veces el Balón de Oro euro-
peo. Se retiró en 1982. Segundo quedó Jairzinho con 7 conquistas y
tercero Teófilo Cubillas con 5.
El propio Gerd Muller fue el autor del gol número 800 en la histo-
ria de los Mundiales. Se convirtieron 95 goles en 32 partidos con un
promedio de 2,97, superior a las dos ediciones anteriores.
La marca multinacional deportiva Adidas se convirtió en auspi-
ciante oficial y proveedora de la primera pelota diseñada especialmen-
te para el evento: la Telstar, balón compuesto por 20 hexágonos blan-
cos y 12 pentágonos negros, reemplazando a los tradicionales balones
marrones de 18 gajos. La Telstar sería la base de la imagen tradicional
actual de una pelota de fútbol.
Antes y durante el Mundial, hubo distintos encuentros políticos
dentro de FIFA que trataron de zanjear las diferencias entre dirigentes
europeos que propugnaban por la continuidad de Sir Stanley Rous por
un lado, sudamericanos y algunos europeos apoyando al brasileño
Joao Havelange, por otro.
Dos días después de la final, el 23 de junio, en un nuevo congreso
de FIFA Stanley Rous logró la reelección por 68 votos, incluido el de
Brasil, contra 2, Uruguay y Senegal. El acuerdo estaba sellado, Joao

199
Havelange sería su sucesor.

Síntesis:

Campeón: Brasil 6°: México 12°: Israel


Subcampeón: Italia 7°: Perú 13°: Bulgaria
Tercero: Alemania 8°: Inglaterra 14°: Marruecos
Federal 9°: Suecia 15°: Checoslovaquia
Cuarto: Uruguay 10°: Bélgica 16°: El Salvador
5°: Unión Soviética 10°: Rumania

200
Alemania Federal 1974

“No siempre el que gana es el mejor II”

La X Copa Mundial de Fútbol se celebró en Alemania Occidental.


Alemania fue el país que comenzó la Segunda Guerra Mundial, con-
flicto en el que morirían millones de personas y que causaría enormes
pérdidas materiales, de las que Europa se recuperaría solo 20 años más
tarde. Con este antecedente y el recuerdo aún vivo de su líder Adolf
Hitler, parecía que Alemania no sería elegida sede de un Mundial por
mucho tiempo, pero el presidente de la FIFA creía que era injusto y
por demás exagerado que Alemania no fuera sede de la Copa Mundial
en los años 70, ya que la realidad del país y el pensamiento general de
los mismos alemanes repudiaba el pasado nazi y deseaba una oportu-
nidad de resarcir los errores. Además habían obtenido un título Mun-
dial en 1954, y llegado muy lejos en 1958, 1966 y 1970.
Alemania Federal consiguió su derecho a celebrar su primera Co-
pa Mundial de Fútbol en el 35º congreso de la FIFA, celebrado en
Londres el 6 de julio de 1966. Los germanos contaban con excelentes
estadios, con muy buena capacidad y un presupuesto para modernizar-
los y ampliarlos de cien millones de dólares. Por ejemplo, en Munich,
dos años antes se habían celebrado los Juegos Olímpicos. Ese estadio
en particular era un lujo para la época, con techo corredizo de plástico
transparente.
La otra candidatura que optaba a la celebración del Mundial, era
la de España, que aunque no logró su objetivo para 1974, fue asignada
como sede para la Copa Mundial de Fútbol de 1982, pues Argentina lo
había sido para la de 1978.
Dos días antes de la inauguración, se produjo el traspaso de man-
dato en la FIFA. Tal como se había negociado cuatro años antes, Sir
Stanley Rous cedía su lugar al brasileño Joao Havelange. Europa re-
signaba la presidencia de la Federación.

201
El clima político mundial era espeso en los 70, antes y durante el
Mundial hubo amenazas telefónicas que no llegaron a concretarse. Se
temía que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) intentara un atenta-
do contra la delegación escocesa y que los árabes hicieran lo propio
con los israelíes. Como antecedente, en los Juegos Olímpicos de Mu-
nich en 1972, un grupo terrorista palestino denominado “Septiembre
Negro” secuestro y mató a once integrantes de la delegación de Israel.
La seguridad fue extrema, autos blindados, controles y más controles
para ingresar a los estadios y concentraciones, francotiradores, heli-
cópteros sobrevolando permanentemente, soldados que bajaban en
paracaídas, servicios de inteligencia de varios países, todo lo que esta-
ba a disposición fue utilizado para asegurar la paz durante el torneo.
Por entonces, en Argentina, Héctor José Cámpora –candidato no-
minado por la coalición Frente Justicialista de Liberación (FREJULI),
cuyo principal componente era el Partido Justicialista dirigido por
Perón– triunfó en las elecciones presidenciales de 1973. Sin embargo,
fue aceptado que quien tenía el poder real era Perón; una frase popular
en ese entonces era “Cámpora al Gobierno, Perón al poder”. El 20 de
junio de 1973, Perón regresó definitivamente a la Argentina, oportu-
nidad en que se produjo la Masacre de Ezeiza, un enfrentamiento vio-
lento entre bandos del frente de partidarios de derecha e izquierda, que
se disputaban el poder en el seno del propio peronismo, que ocasionó
la crítica del mismo respecto del gobierno de Cámpora. Poco después
Cámpora y el vicepresidente, Solano Lima, renunciaron a pedido de
Perón para permitir nuevas elecciones. Asumió entonces el presidente
de la Cámara de Diputados, Raúl Lastiri, quien convocó a elecciones
de presidente y vicepresidente de la Nación. Perón eligió a su esposa
de entonces, María Estela Martínez, a quien se la conocía como Isabel
o Isabelita, que tenía muy escasa experiencia política, como su com-
pañera de fórmula. Así evitaba pronunciarse por candidatos prove-
nientes de las alas derecha e izquierda del partido, que comenzaban a
enfrentarse violentamente, y que no tuvieron otro camino que aceptar
su decisión. El 23 de septiembre de 1973 venció la fórmula encabeza-
da por Perón, con su esposa como candidata a vicepresidente, con el

202
62% de los votos. Perón, enfermo desde hacía tiempo, falleció el 1 de
julio de 1974, e Isabel asumió la presidencia ese mismo día. Mientras,
en Alemania, la selección nacional continuaba con su participación en
el Mundial.
El camino previo al Mundial no estuvo al margen del convulsio-
nado estado político y social que vivía el país. La desorganización
persistía, los clubes eran la prioridad a la selección nacional. Los
mandamases de la Asociación del Fútbol Argentino cambiaban según
lo hacían presidentes o interventores de turno. Con ellos variaban los
técnicos. En este aspecto, nada había cambiado de lo que venimos
contando en Mundiales anteriores. El técnico durante las eliminatorias
fue Néstor Sívori, quien ideó el denominado “equipo fantasma” para ir
a jugar a La Paz contra Bolivia. El otro equipo de la zona era Para-
guay. Se jugaba un grupo con encuentros de ida y vuelta. Los partidos
en el llano, se jugaron con el equipo titular, pero en La Paz se utilizó
otro denominado el “equipo fantasma”, que estuvo integrado por un
plantel de futbolistas del medio local quienes hicieron una adaptación
para jugar en la altura en La Quiaca, Jujuy, durante dos meses. Final-
mente, Argentina venció 1 a 0 con gol de Fornari, delantero de Vélez.
Ganaría el grupo y con ello el pasaporte a Alemania. Argentina volvía
a los Mundiales luego de ausentarse en 1970.
Poco tiempo antes del Mundial, el técnico Sívori renunció a su
cargo por diferencias con la dirigencia de AFA, por lo que estos tuvie-
ron que conseguir rápidamente un reemplazante. Lo encontraron en
Vladislao Cap, quien se desempeñaba como entrenador de Deportivo
Cali de Colombia. A último momento, se organizó una gira por Euro-
pa donde se sumarían los futbolistas convocados que actuaban en con-
juntos del viejo continente: el arquero Carnevali, el “Mariscal” Perfu-
mo, “Milonguita” Heredia, Bargas, el “Ratón” Ayala y “Chirola”
Yazalde. Estos terminaron sumándose quince días antes del Mundial.
Varios grandes o habitués a los Mundiales quedaron en la fase
eliminatoria, como España, Portugal, Inglaterra –por primera vez des-
de 1950-–, Francia, México, Perú, Checoslovaquia, Unión Soviética y

203
Hungría. Otros hacían su primera aparición, tales los casos de los mo-
destos Haití, Zaire, Australia y Alemania Democrática.
El caso de la Unión Soviética merece un párrafo aparte. El Grupo
IX de la eliminatoria europea estaba integrado por Francia, EIRE y
Unión Soviética. El ganador de este grupo jugaría un repechaje con el
primero del Grupo III sudamericano que conformaban Chile, Perú y
Venezuela. Resultaron vencedores Unión Soviética y Chile. El partido
de ida se jugó en Moscú el 26 de septiembre de 1973 con empate 0 a
0. La revancha debía jugarse en Santiago, en el estadio Nacional de
Chile, el 21 de noviembre. Sin embargo, los soviéticos enviaron una
carta a la FIFA solicitando el cambio de escenario y disputar el partido
en un país neutral, se habló de Argentina. El motivo era que el dicta-
dor Augusto Pinochet, con apoyo estadounidense, había derrocado al
presidente constitucional socialista Salvador Allende, quien simpati-
zaba con el gobierno de la URSS. Denunciaban que el estadio Nacio-
nal había sido utilizado como centro de detención y en él se habían
producido torturas y fusilamientos a opositores al gobierno dictatorial.
La solicitud no fue aceptada por FIFA por lo que el gobierno soviético
decidió retirar a su selección de la competencia. Como consecuencia,
Chile se clasificaba automáticamente para Alemania. Sin embargo, el
21 de noviembre se vivió uno de los hechos más bochornosos de la
historia del fútbol, el estadio Nacional repleto de chilenos alentando a
su selección y los once jugadores locales listos para comenzar la paro-
dia. El árbitro Rafael Hormazábal era chileno porque el juez austriaco
Eric Linemayr que estaba designado para el partido se negó a partici-
par de la farsa. El partido comenzó a la hora establecida, los jugadores
chilenos comenzaron a realizar una serie de pases en dirección al arco
contrario, hasta que el capitán Francisco Valdés pateo la pelota dentro
de la valla contraria, vacía por supuesto. El delirio se desató en las
tribunas con el festejo del teatrero gol. Oficialmente, el partido se le
dio ganado a Chile 2 a 0.
Dieciséis selecciones nacionales participaron en el torneo que,
como novedad, cambió el sistema en la segunda ronda, donde en lugar

204
de realizar enfrentamientos a eliminación directa entre los 8 equipos
que avanzaron, fueron divididos en 2 grupos de 4. En el Grupo A: El
ganador del Grupo I, el vencedor del Grupo III, el segundo del Grupo
II, y el segundo del Grupo IV. En el Grupo B: El vencedor del Grupo
II, el primero del Grupo IV, el segundo del Grupo I y el segundo del
Grupo III. Los ganadores de cada grupo pasarian a la final, y los se-
gundos, a disputar el partido por el tercer puesto. Ahora se disputarían
38 partidos en lugar de los 32 del anterior sistema. Más partidos, más
entradas vendidas, más derechos de televisión, más dinero de sponsors
para las federaciones nacionales, el país organizador y la FIFA.
Se acordó con el voto de la Comisión Organizadora de la FIFA
respecto al sorteo. Había cuatro selecciones, los mismos 4 mejores del
Mundial anterior, que para empezar iban a ser colocados en grupos
separados: Alemania Federal como anfitrión, Brasil, campeón, Italia y
Uruguay por antecedentes.
Las selecciones restantes para que fueran ubicadas en los grupos
se determinaron dividiéndolos en sus respectivos bolilleros basado en
secciones geográficas. En el bolillero 1 de Europa Occidental: Alema-
nia Federal, Escocia, Italia y Holanda. En el bolillero 2 de Europa
Oriental: Alemania Democrática, Bulgaria, Yugoslavia y Polonia. En
el 3 los sudamericanos: Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. En el 4,
resto del mundo: Suecia, Haití, Australia y Zaire.
Los grupos quedaron con formados así: Grupo I (Berlín y Ham-
burgo): Alemania Federal, Alemania Democrática, Chile y Australia.
Grupo II (Gelsenkirchen y Dortmund): Brasil, Escocia, Yugoslavia y
Zaire. Grupo III (Dusseldorf y Hannover): Bulgaria, Holanda, Suecia
y Uruguay. Grupo IV (Munich y Stuttgart): Argentina, Haití, Italia y
Polonia.
Una sorpresa de este Mundial fue la participación de las dos se-
lecciones alemanas: la de Alemania Federal y la de Alemania Demo-
crática, que surgieron en 1948.
En esta edición apareció por primera vez la actual versión del tro-
feo de la Copa Mundial de Fútbol. Se habían presentado 53 proyectos

205
para el nuevo trofeo y se eligió el diseño del italiano Silvio Gazzaniga.
Se confeccionó en Milán, de oro macizo, con cinco kilos de peso y
base de malaquita, ya que la Copa Jules Rimet había sido concedida a
perpetuidad a Brasil en el torneo anterior. El nombre de la nueva copa
sería FIFA World Cup. Tuvo un costo de veinte mil dólares. El diseño
comprendía a dos deportistas estilizados, en el esfuerzo que les de-
manda sostener el globo terráqueo. El nuevo trofeo, a diferencia del
anterior, no se adjudicaría, sería propiedad de la FIFA y el país que
obtuviera el campeonato Mundial recibiría una réplica más pequeña de
la copa.
La ceremonia inaugural se desarrolló en Frankfurt el 13 de junio,
fue sencilla pero de gran colorido. Dieciséis pelotas de fútbol que re-
presentaban a cada país participante, distribuidas por el campo de jue-
go, de donde emergían cantantes y grupos de danzas típicas vestidas
tradicionalmente. La nota la dieron cuando de la pelota de Uruguay se
presentó como nacional al tango y a Carlos Gardel. Millones de tele-
videntes pudieron ver la presentación desde sus hogares en todo el
mundo.
Luego de la ceremonia, el partido. El campeón Brasil jugaba ante
Yugoslavia. 79.600 espectadores en el estadio. Brasil comenzaba la
era pos Pelé, algo que iba a ser más traumático de lo que esperaban.
Además, ya no contaban con Tostao, Gerson, ni Clodoaldo. Mario
“Lobo” Zagallo continuaba en la dirección técnica. Los yugoslavos
también estaban muy lejos de lo que habían sido en Chile.
Los dos se plantearon cautelosos, con planteos más defensivos
que ofensivos. Como resultado, no se sacaron ventajas: 0 a 0. Mismo
marcador que los dos partidos inaugurales de los Mundiales anteriores
de México e Inglaterra. 46 faltas se cometieron durante el match inau-
gural, lo que demostró la dureza del juego.
El 14, en Berlín, llegó el turno de Alemania Occidental y Chile.
Se pensaba que los locales iban a lograr una tranquila victoria, con el
público a favor y con el “kaiser” Franz Beckenbauer, Muller, Overath
y compañía en la cancha. Sin embargo, el planteo trasandino fue de-

206
fensivo pero inteligente. A los 18 minutos Breitner puso el 1 a 0 para
Alemania Federal y parecía que una vez que entrara uno iban a venir
los demás. Chile no se desordenó y tuvo chances de igualar el partido.
Incluso jugando desde los 22 del segundo tiempo con un jugador me-
nos por expulsión de Cazsely. Fue 1 a 0 para Alemania Federal pero el
desempeño despertó dudas.
También el 14 de junio pero en Hamburgo hicieron su presenta-
ción Alemania Oriental y Australia. El público local alentó a los aus-
tralianos. La selección australiana, que vestía de amarillo en honor a la
flor nacional, contaba con la mayoría de sus elementos nacionaliza-
dos. En el plantel había yugoslavos, escoceses e ingleses. El primer
tiempo terminó 0 a 0 y fueron mejores los de Oceanía.
En el complemento, a los 13 minutos, Alemania Democrática, que
de democrática tenía poco, abrió el tanteador. Pateó Vogel, la pelota
se desvió en Curran y sorprendió al arquero Reilly, que no la pudo
sacar. Gol en contra y 1 a 0. A los 27 Streich convirtió para poner ci-
fras definitivas. Alemania Democrática 2 – Australia 0. Luego del
encuentro, la selección australiana fue amonestada por no utilizar la
indumentaria verde alternativa. Australia jugó con la camiseta amarilla
tradicional y Alemania de blanco, por lo que quienes vieron el partido
por televisión en blanco y negro debieron hacer un esfuerzo importan-
te para identificar quién era quién.
Dortmund fue el escenario para el choque entre la debutante Zaire
(desde 1997, cuando fue derrocado el dictador Mobutu, se denomina
República Democrática del Congo) y Escocia, el 14 de junio. Escocia
era el único país representando a la Gran Bretaña. Zaire una incógnita.
Escocia era favorita y lo demostró en el campo. A los 26 Lorimer y
Jordan a los 34 minutos le dieron la ventaja en el primer tiempo.
En el segundo, a cuidar el resultado y dosificar las fuerzas, el par-
tido estaba definido. Final: Escocia 2 – Zaire 0.
El 15 de junio en Dusseldorf jugaron Suecia y Bulgaria. Desarro-
llaron un fútbol fuerte y sin lujos. Se corrió mucho pero no hubo go-
les. Suecia y Bulgaria 0 a 0.

207
Los espectadores que estuvieron en Hannover, el 15 de junio tu-
vieron el honor de ser los primeros en ver el funcionamiento de la “na-
ranja mecánica”, como se conoció en el mundo a la selección holande-
sa de fútbol, por el color de la camiseta tomado de la “Casa de Oran-
ge”, la familia real holandesa, cuyo juego destacaba por su “fútbol
total”. Una táctica innovadora en la que todos defendían y atacaban.
La estrella del equipo y uno de los mejores jugadores del campeonato
fue Johan Cruyff, que había surgido en el Ajax de Ámsterdam y juga-
ba en el Fútbol Club Barcelona, equipo al que también entrenaría años
más tarde. Uruguay contaba con un equipo veterano que nada pudo
hacer ante la supremacía atlética de los holandeses. Los charrúas se
plantaron defensivamente tratando de contrarrestar los ataques de los
europeos. Aunque ya a los 7 minutos Holanda se había puesto al fren-
te por un gol de Rep.
En la segunda mitad, las acciones holandesas se repitieron. A los
24 minutos expulsión de Julio Montero Castillo por infracción a
Cruyff. A los 41 minutos otra vez Rep marcó el 2 a 0 definitivo. La
figura en Uruguay fue el arquero Mazurkiewicz, que evito una golea-
da.
El grupo de Argentina comenzó en Munich con el partido entre
Italia y la novel Haití. Italia era amplia favorita, pero los fantasmas de
la derrota del 66 con Corea del Norte se hacían presentes. Más cuando
en el primer tiempo, a pesar del dominio de los itálicos, el cero no se
había quebrado.
En la segunda mitad, a los 2 minutos, algún “tano” habrá sufrido
un infarto, cuando Sanon con un fulminante remate venció a Dino
Zoff. Haití ganaba 1 a 0. Afortunadamente para los italianos, los juga-
dores no perdieron la calma. Rivera y Mazzola tomaron el mando. A
los 7 llegó el empate por intermedio de Gianni Rivera. A los 21 respi-
raron cuando Benetti marcó el 2 a 1 y ponía las cosas en su lugar. Un
gol más de Anastasi a los 34 puso cifras definitivas. Susto, pero victo-
ria italiana 3 a 1 sobre Haití. Este partido pasaría a la historia por el
haitiano Ernst Jean-Joseph, quien se convirtió en el primer jugador en

208
dar positivo un control antidoping. El análisis dio residuos de efedrina,
sustancia que los argentinos nunca olvidaremos por ser la misma que
arrojó el análisis de Diego Maradona en 1994. El jugador fue excluido
de la Copa. Jean-Joseph solicitó asilo político en Alemania Federal
pero antes de que el gobierno local tomara una decisión, el jugador fue
secuestrado de la concentración. La historia cuenta que Ernst Jean-
Joseph fue raptado por miembros de la seguridad del sangriento dicta-
dor haitiano Jean-Claude Duvalier. El futbolista fue golpeado por el
propio dictador, llevado a un centro clandestino y torturado. Años más
tarde, en 1976, recuperaría la libertad.
Argentina debutó el 15 de junio en Stuttgart ante Polonia. Los po-
lacos disfrutaban de la mejor selección de fútbol de la historia del país
hasta hoy. Venían de ser campeones olímpicos en Munich 72 y de
eliminar a Inglaterra en las eliminatorias. Contaban con jugadores de
excelente nivel como el volante y capitán Deyna o el goleador Lato.
Polonia comenzó con todo y los argentinos los veían pasar. A los 7
minutos Grzegorz Lato y a los 8 Andrzej Szarmach ponían 2 a 0 en
ventaja a los europeos. Hacía recordar al encuentro contra Checoslo-
vaquia en el 58. Pero Argentina corrigió los errores posicionales y
comenzó a igualar el trámite. Primer tiempo: 2 a 0.
Los segundos 45 minutos comenzaron con llegadas en los dos ar-
cos, parejo. A los 15 minutos Heredia descontó para Argentina. Pero a
los 17 Daniel Carnevali atrapó una pelota y en la salida se la dio a
Lato, justo a Lato. Gol. Polonia 3 a 1. Cuatro minutos más tarde, a los
21, Argentina volvió a descontar por intermedio de Babington. La
reacción no fue suficiente y el triunfo se lo llevó Polonia 3 a 2.
El 18 de junio en Berlín se disputó el encuentro entre Chile y
Alemania Oriental. El dominio fue alemán pero los defensores chile-
nos aguantaron los ataques para sostener el 0 a 0 hasta el descanso.
Recién Hoffmann a los 10 minutos del segundo tiempo marcó el
gol alemán. Pero veinte minutos después, a los 30, Chile llegó al em-
pate por obra y gracia de Ahumada. Final: 1 a 1.
Alemania Federal y Australia jugaron su segundo compromiso el

209
18 de junio en Hamburgo. Amplios favoritos, los locales debían rever-
tir la imagen sin brillo el primer partido. Overath a los 12 inició la
cuenta, Beckenbauer habilitó a Cullmann para el 2 a 0 a los 34.
En el segundo tiempo, apareció el goleador Gerd Muller a los 8
minutos para marcar el 3 a 0. Después, solo fue destacable que Helmut
Schoen intentó realizar un cambio, la salida de Overath y el ingreso de
Netser, cuestionado por sus compañeros. Beckenbauer le bajó el pul-
gar y Schoen no realizó la sustitución. Alemania Federal 3 – Australia
0.
Yugoslavia – Zaire se vieron las caras el 18 de junio en Gelsen-
kirchen. Total supremacía yugoslava. Los balcánicos necesitaban mar-
car goles para generar una buena diferencia que ayudaría en caso de
empate en puntos en el grupo. Por ello convirtieron seis goles en el
primer tiempo. Bajevic a los 8 y a los 30, Dzajic a los 14 minutos,
Surjak a los 18, a los 22 Katalinski y Bogicevic a los 35. A los 23 mi-
nutos el árbitro colombiano Omar Delgado expulsó al defensor afri-
cano Ndaye Mulamba, quien frustrado por la anulación de un tanto de
su equipo le había pegado una patada en la cola. La FIFA le aplicó a
Mulamba un año de suspensión en todas las competiciones.
En el segundo tiempo no aminoraron la intensidad, el cambio de
arquero que dispuso el técnico de Zaire Vidinic, que era yugoslavo, de
poco sirvió. Oblak a los 16 minutos, Petkovic a los 20 y nuevamente
Bajevic a los 36 completaron la goleada 9 a 0 de Yugoslavia sobre
Zaire.
El 18 de junio en Frankfurt jugaron Escocia y Brasil. Brasil con
cambios de jugadores y posiciones. Los escoceses eran un buen equi-
po que había dejado en el camino a Checoslovaquia en las eliminato-
rias. Trámite parejo y con constantes interrupciones a causa del juego
fuerte por parte de los dos equipos. El marcador no se movería durante
los noventa minutos. Escocia 0 – Brasil 0.
Holanda volvía a presentarse ante la difícil Suecia el 19 de junio
en Dortmund. Esta vez el “fútbol total” iba a encontrarse con un durí-
simo rival, fuerte y ordenado. Cruyff hizo de las suyas pero los com-

210
pañeros no estuvieron a su altura. Holanda pudo quedarse con la victo-
ria si Rep hubiera convertido una jugada mano a mano con el arquero
sueco Hellstrom, que terminó pateando por encima del travesaño. Fue
empate 0 a 0.
Uruguay y Bulgaria buscaban ganar su primer partido en la copa.
El encuentro se disputó el 19 de junio en Hannover. El primer tiempo
fue parejo con algunas pocas llegadas en ambos arcos pero sin des-
equilibrar el marcador.
El complemento continuó de manera similar aunque se acentuó el
dominio de pelota por parte de los charrúas. Hasta que a los 30 minu-
tos Bonev, el mejor de los europeos, puso arriba a su selección. Pare-
cía que Bulgaria iba a ganar el primer partido en Mundiales en sus
cinco participaciones, pero el “chivo” Pavoni a los 42 les aguó la fies-
ta y anotó el empate. Empate entre Uruguay y Bulgaria 1 a 1.
El 19 de junio en Munich, jugaban Polonia, que venía de ganar a
Argentina, y Haití, que había perdido con Italia. Si los polacos golea-
ban a los caribeños se metían en el grupo de semifinales. Eso necesi-
taban y eso hicieron, notable juego de los europeos que convirtieron
cinco goles en el primer tiempo. A los 17 Lato, a los 18 Deyna, Szar-
mach a los 30 y 34, mientras que Gordon hizo el cuarto a los 31 minu-
tos.
En el segundo tiempo, ya jugando a media máquina, Polonia au-
mentó a los 5 minutos por intermedio de Szarmach, su tercero perso-
nal, y a los 42 Lato su segundo. Final: Polonia 7 – Haití 0.
En el mismo grupo y el mismo día jugaban Argentina e Italia en
Stuttgart. Partido clave para las aspiraciones de ambos. Italia era una
sombra de la que había logrado el subcampeonato en México. Fue el
mejor partido de Argentina, Houseman tuvo una muy buena tarde, los
defensores italianos no lo pudieron parar. Producto de esa superiori-
dad que marcaba el “Loco”, a los 19 minutos remató desde la izquier-
da con pierna zurda y dejó sin reacción a Zoff. Argentina ganaba 1 a
0. A los 35, una fatalidad futbolística, la pelota llegó por arriba al área
argentina, el “Mariscal” Perfumo intentó despejar, la pelota que salió

211
para el propio arco, sorprendió a Carnevali y fue el inmerecido empate
de Italia. Primer tiempo 1 a 1. En relación a este gol, se cuenta que
Houseman estaba siendo atendido fuera del campo de juego de espal-
das al partido, escuchó un grito de gol y miró el tablero electrónico en
el que se leía: 19 minutos Houseman, 35 minutos Perfumo. Entonces
el “Loco” soltó: “No decía yo que los íbamos a pasar por arriba”. Ha-
brá sido grande la desilusión cuando se dio cuenta de que el tanto de
Perfumo había sido en propia meta.
El complemento fue parejo, ya no dominaba Argentina pero tam-
poco era dominada. Faltando 8 minutos Mazzola desperdició una
oportunidad que le hubiera dado la victoria a los italianos. El marca-
dor no se movería. Argentina 1 – Italia 1. Polonia clasificada, quien la
acompañaría se definiría en la última fecha.
Berlín recibió, el 22 de junio, a Australia y Chile. Los sudameri-
canos tenían chances si derrotaban a Australia y Alemania Federal le
ganaba a la Democrática. Buena defensa de los “canguros” ante las
llegadas chilenas. Chile intentó todo el partido pero los delanteros
estuvieron desacertados y el gol nunca llegó. 0 a 0 y cada cual a su
casa.
También el 22 de junio en Hamburgo tuvo lugar el partido más
esperado desde que se conoció el sorteo de los grupos. El que dispu-
tarían Alemania Federal y Alemania Democrática. El morbo estaba a
flor de piel. Algunos pretendieron bajarle el tono al enfrentamiento y
enmarcarlo en un simple partido de fútbol. Otros echaron leña al fuego
anunciándolo como una batalla entre EE.UU. y la URSS. Entre capita-
lismo y comunismo.
En la cancha, los alemanes occidentales, los locales, jugaron mi-
diendo las acciones para con sus vecinos. Diplomáticamente, digamos.
Los orientales jugaban el partido de sus vidas. En el primer tiempo fue
mejor Alemania Federal pero hubo buena defensa de Alemania De-
mocrática. 0 a 0 y al descanso.
El complemento fue equilibrado y el tanteador no se movía. El
técnico local Helmut Schoen realizó el cambio que Beckenbauer había

212
desautorizado en el partido anterior, el de Netzer por Overath, pero
ningún compañero le pasó la pelota en lo que restó de partido. Hasta
que a los 32 minutos, la sorpresa, centro de Hoffman que remató
Sparwasser, Maier no pudo detenerlo y fue gol de Alemania Democrá-
tica. El hermano pobre estaba al frente. Los occidentales fueron pero
chocaron con el muro… que formaban los defensores orientales. Ale-
mania Democrática daba la sorpresa y derrotaba 1 a 0 a Alemania Fe-
deral. Igualmente las dos pasaban a la siguiente ronda. Alemania Fe-
deral saldría beneficiada con la derrota porque esquivaría el grupo de
Holanda.
El 22 de junio en Gelsenkirchen, el campeón defensor Brasil bus-
caba ganar luego de dos empates, ante la cenicienta Zaire. Brasil nece-
sitaba una buena diferencia de goles para asegurarse el pase. El parti-
do entre Yugoslavia y Escocia finalizó antes por lo que Zagallo sabía
que necesitaba 3 goles para clasificar.
Como era de esperar, los campeones dominaron desde un princi-
pio y a los 12 minutos Jairzinho abrió lo que parecía una goleada. Pero
ahí quedaron, el arquero Kazadi comenzaba a ser figura, y el primer
tiempo terminó 1 a 0 para Brasil.
En el segundo tiempo, comenzaron a llegar noticias del empate
entre Yugoslavia y Escocia, por lo que los sudamericanos debían con-
vertir tres goles, como dijimos. Los brasileños querían hacer el tercero
antes que el segundo, los minutos pasaban y el gol no llegaba. Hasta
que a los 21 minutos Rivelino puso el 2 a 0. Faltaba otro. La clasifica-
ción de Brasil iba a estar en duda hasta que Valdomiro a los 34 pudo
con la resistencia de Kazadi y le dio el pase por diferencia de gol. Fi-
nal: Brasil 3 – Zaire 0.
El otro partido de la zona, como explicamos, lo jugaban el mismo
22 de junio en Frankfurt Yugoslavia y Escocia. A los balcánicos les
alcanzaba con empatar. Los británicos debían ganar para no depender
de nadie, aunque si empataban y Brasil no superaba por tres goles de
diferencia a Zaire también clasificaban. Fue un encuentro con muchí-
simas infracciones de los dos equipos pero más los yugoslavos. 0 a 0

213
en el primer tiempo.
Lo escoceses salieron a buscar el triunfo en el segundo tiempo.
Más patadas. A los 41 minutos, centro de Djazic y gol de cabeza de
Karasi, que había ingresado a los 25 del segundo tiempo por Bajevic.
Escocia se despedía, pero dos minutos más tarde, a los 43 Jordan igua-
ló en 1. Yugoslavia adentro y Escocia tuvo que esperar el desenlace de
Brasil – Zaire, que como vimos tuvo final feliz para los sudamericanos
con +3 de diferencia de gol. Escocia, con +2, se despidió del Mundial
invicto, con dos empates y una victoria.
El 23 de junio jugaban Holanda y Bulgaria en Dortmund. Si con-
tra Suecia Holanda no había podido desplegar su “fútbol total”, contra
Bulgaria lo hizo en plenitud. Hizo lo que quiso. A los 13 minutos in-
fracción de Vassilev a Rep en el área y penal. Neeskens convirtió el 1
a 0. A los 45 otro penal para Holanda aunque en esta oportunidad lo
inventó el árbitro Boskovic de Australia. Otra vez pateó Neeskens y se
fueron al entretiempo 2 a 0.
En el segundo tiempo, el trámite del partido fue el mismo, unos
atacaban, los otros trataban de defender. A los 16 llegó el tercer gol,
ahora Rep y a los 23 Krol el 4 a 0. La “naranja mecánica” comenzó a
regular el partido, sabedores de que el triunfo estaba asegurado. Aun-
que quedaba tiempo para otro gol holandés, pero esta vez en propio
arco por parte de Krol. Holanda 4 – Bulgaria 1. Los naranjas al grupo
de semifinales. Bulgaria a seguir intentando ganar un partido en Mun-
diales.
Dusseldorf fue testigo, el 23 de junio, de la eliminación de Uru-
guay ante Suecia. Los suecos eran un muy buen equipo, le habían em-
patado a Holanda, pero como contracara no habían podido ganarle a
Bulgaria. Uruguay también había empatado con los de Europa del
Este y la había sacado barata con un 2 a 0 abajo ante Holanda. El em-
pate le alcanzaba a Suecia para clasificar. Los charrúas debían ganar.
En el primer tiempo fue mejor Suecia pero la defensa uruguaya logró
mantener el 0.
En la segunda parte, a los 2 minutos se puso en ventaja Suecia.

214
Edstrom puso el 1 a 0. Recordemos que a la celeste solamente le ser-
vía ganar, por lo que la clasificación estaba cada vez más lejos. Con
los uruguayos tratando de atacar, a los 19 Sandberg hizo el segundo y
a los 23 otra vez Edstrom el tercero. Suecia 3 – Uruguay 0. Los sud-
americanos se despedían, los europeos acompañaban a Holanda como
segundos de grupo.
También el 23 de junio, en Munich, Argentina jugaba contra Haití
con la esperanza de no correr la suerte de los uruguayos y si la de los
brasileños. Argentina debía ganar por una buena diferencia de gol a
Haití y esperar el resultado entre Polonia e Italia. Una victoria de Italia
o un empate eliminaban a los albicelestes. Argentina salió a buscar
goles y los encontró a los 15 por intermedio de Yazalde y a los 18
gracias a Houseman. Babington era expulsado a los 26 por una grosera
mano y abría una incógnita. Primer tiempo 2 a 0.
En el complemento, Argentina aumentó la cuenta a los 10 por
Ayala. Pero a los 18 Sanon descontó para los haitianos. Yazalde a los
23 puso el 4 a 1. Argentina había cumplido, había que esperar que
Polonia hiciera otro tanto.
Al mismo tiempo que Argentina – Haití, el 23 de junio en Stutt-
gart jugaban Polonia e Italia. Ya dijimos que los polacos estaban clasi-
ficados. Italia necesitaba un empate. En este contexto era de esperar
un 0 a 0. Polonia ahorraba energías para la siguiente fase y los italia-
nos contentos con la clasificación. Pero contra toda suspicacia, los
polacos salieron a buscar el partido. Italia se impuso y dominaba, pero
a los 38 minutos jugada en ataque para Polonia y Szarmach convirtió
el 1 a 0. A los 45 gol de Deyna, 2 a 0.
En el segundo tiempo, los nervios se apoderaron de los jugadores
italianos que debían convertir por partida doble. Los polacos habían
mejorado. A los 41 Fabio Capello, hoy reconocido director técnico,
logró descontar y darle vida a Italia. No hubo tiempo. Polonia 2 – Ita-
lia 1. Argentina 3 puntos y +2 clasificada, Italia 3 puntos y +1 elimi-
nada.
Esta definición estuvo rodeada de polémica por acusaciones que

215
denunciaban que Argentina había incentivado a Polonia para que le
ganara a Italia. Cosa que nadie desmintió. También se dijo que en el
entretiempo, tras el 2 a 0 de Polonia, los italianos se acercaron a los
rivales y les ofrecieron dinero para empatar. Los polacos se negaron
rotundamente. Versiones sostienen que los italianos habían ofrecido
10.000 dólares, mientras los argentinos habían prometido 22.000 y ese
era el verdadero motivo de la negativa. La FIFA no hizo ningún tipo
de investigación sobre los rumores en la definición del Grupo IV.
Los grupos de semifinales quedaron conformados así: Grupo A:
Holanda, Alemania Democrática, Argentina y Brasil. El Grupo B:
Alemania Federal, Yugoslavia, Suecia y Polonia.
El 26 de junio comenzaron los partidos de semifinales, en Hanno-
ver jugaron por el Grupo A, Brasil y Alemania Democrática. Los bra-
sileños eran más hábiles pero con un sistema defensivo. Los Alemanes
del Este se basaban en táctica y fuerza. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo tiempo, Jairzinho y Rivelino conducían a Brasil,
que estaba muy lejos del nivel mostrado en México. A los 15 minutos,
foul de Weise a Valdomiro. Tiro libre cerca del área germana. Le pegó
Rivelino y la pelota entró sin que el arquero Croy pudiera evitarlo.
Brasil, sin sobrarle nada, derrotó a Alemania Democrática 1 a 0.
El mismo 26 de junio en Dusseldorf se enfrentaron Alemania Fe-
deral – Yugoslavia por el Grupo B. En Alemania, ni siquiera figuró en
el banco de suplentes el controvertido Gunter Netzer. Los yugoslavos
comenzaron con un planteo defensivo, respetuosos de las capacidades
del adversario. Los germanos salieron a revertir las críticas por la de-
rrota ante sus vecinos del este. Beckenbauer fue la manija del equipo
que convirtió en figura al arquero yugoslavo Maric. Recién a los 39
minutos Breitner pudo abrir la cuenta. Primer tiempo: 1 a 0.
En el segundo, Alemania siguió atacando y dominando hasta que
a los 37 minutos Muller aumentó el marcador. Alemania Federal 2 –
Yugoslavia 0.
También el 26 de junio, por el Grupo A, en Gelsenkirchen, Argen-
tina vivió una verdadera tortura futbolística ante Holanda. En la gira

216
previa al Mundial por Europa, estos dos equipos ya se habían enfren-
tado. La “naranja mecánica” de Cruyff y Michels dio una lección de
fútbol a los sudamericanos venciéndoles 4 a 1, pudiendo ser varios
más. La cancha estaba mojada y pesada a consecuencia de la lluvia. El
“Inglés” Babington no pudo jugar por haber sido expulsado frente a
Haití y “Quique” Wolf se lesionó al minuto del segundo tiempo. Por
él ingresó el “Matador” Mario Kempes buscando más peso ofensivo,
en ese momento Argentina ya perdía 2 a 0. La velocidad de los holan-
deses desorientó a los lentos jugadores nacionales. A los 10 minutos
se ponían en ventaja tras gran jugada de Johan Cruyff. A los 25 Krol
estiraba la ventaja a dos. Al descanso, Holanda le estaba haciendo
precio a Argentina.
En el complemento, Cruyff seguía haciendo lo que quería, sus
compañeros lo acompañaban. A los 18 minutos, Johnny Rep anotó el
3 a 0. El cuarto fue obra de Cruyff nuevamente, con un disparo desde
la izquierda del área argentina. Holanda 4 – Argentina 0. La albiceles-
te estaba muy lejos del primer nivel, del necesario para ganar la Copa.
Para colmo, Holanda jugó su mejor partido en el torneo. Años más
tarde algunos jugadores argentinos confesaron que estando 4 a 0 abajo
trataban de hacer tiempo para que la goleada no fuera más abultada.
El último partido que resta comentar de los jugados el 26 de junio
es el disputado en Stuttgart por el Grupo B entre Polonia y Suecia.
Promesa de buen encuentro. Suecia intentó el mismo esquema defen-
sivo, de marcas personales para los habilidosos, que le había dado
resultado contra Holanda. Pero a los 43 minutos pateó Zmuda, el ar-
quero Hellstrom no llegó a atrapar la pelota y la dejó en el área, apare-
ció Lato y convirtió el 1 a 0. Así finalizó el primer tiempo.
A la vuelta del vestuario, las instrucciones para los suecos eran
que fueran a buscar el empate pero sin dejar de tratar con rigor a las
figuras polacas. La posibilidad de empate se les iba a dar a los 35 mi-
nutos a través del punto del penal, tras falta de Gordon a Edstrom.
Pateó Tapper y atajó Tomaszewski, pero el árbitro Barreto de Uru-
guay juzgó que se adelantó. Lo volvió a ejecutar Tapper y nuevamente

217
lo detuvo el arquero polaco. Polonia 1 – Suecia 0.
Cuatro días después, el 30 de junio, se jugaba una nueva rueda de
partidos. Por el Grupo B, en Dusseldorf se medían Suecia y Alemania
Federal. El partido fue áspero, los dos equipos dieron y recibieron. Las
llegadas más claras eran de los germanos. Pero a los 24 minutos se
escapó Torstensson, tiró el centro que impactó Edstrom. Suecia gana-
ba y complicaba a los locales. El tanteador no se movería hasta el en-
tretiempo.
En el segundo tiempo, se siguieron pegando de lo lindo, sabían lo
que se jugaban. A los 6 minutos Overath marcó el empate. 1 a 1. Ape-
nas dos minutos después, a los 8, no se pudieron reponer los suecos
del empate y Bonhof convirtió el segundo. Ahora sí hubo una rápida
reacción de los escandinavos y al minuto 9, Sandberg volvió a la pari-
dad. 2 a 2. Los alemanes volvieron a buscar la victoria y consiguieron
el 3 a 2 en el minuto 29 gracias a Grabowski. De ahí en adelante los
suecos hicieron el desgaste pero sus ataques fueron infructuosos. Para
colmo, a los 44 Karlsson le cometió penal a Muller y Hoeness lo
transformó en el definitivo 4 a 2 para Alemania Federal.
Por el Grupo A, el 30 de junio en Hannover se jugó el clásico sud-
americano Argentina – Brasil. Llegaron con realidades diferentes,
unos venían de perder, los otros de ganar. Eso sí, más allá de los resul-
tados, ninguno de los dos había mostrado un fútbol de alto vuelo.
Luego de la derrota por goleada ante Holanda, Vladislao Cap realizó
cambios masivos en la formación Argentina. Ingresaron Squeo, Brin-
disi, Glaría, Bargas y Balbuena. El dominio fue brasileño pero en ge-
neral fue un trámite parejo. Hasta que a los 32 minutos remató Rive-
lino, la pelota superó a Carnevali y 1 a 0. Tres minutos después, Brin-
disi a los 35 convertía el gol del empate, el primero que le marcaban a
este defensivo Brasil en el certamen. Primer tiempo 1 a 1.
La segunda parte presentó llegadas de los dos equipos aunque
eran más punzantes las brasileñas. A los 4 minutos, pase de Dirceu, la
figura del partido, y gol de Rivelino. Los minutos pasaron, Argentina
buscó pero no encontró. Brasil le ganaba a Argentina 2 a 1.

218
El 30 de junio en Gelsenkirchen y por el Grupo A completaban
Holanda y Alemania Democrática. Los holandeses dominaron a su
antojo a los estructurados alemanes. A los 7 minutos Neeskens puso el
1 a 0 tras pase de Cruyff. El arquero Croy fue el responsable de que no
subiera el tanteador luego de los primeros 45 minutos.
En el complemento, a los 14 Holanda estiró diferencias gracias a
un remate de Resenbrink. Desde ahí, toque, movilidad y a esperar que
transcurrieran los minutos. Triunfo de Holanda 2 a 0 a Alemania De-
mocrática.
Yugoslavia y Polonia se medían por el grupo B en Frankfurt el 30
de junio. Las dos selecciones del este de Europa tomaron la decisión
de respetarse, demasiado, y en un principio se preocupaban más por el
orden defensivo que por atacar. Los que primero se animaron a salir
hacia el arco contrario fueron los polacos. A los 24 minutos surgió una
curiosidad del campeonato. La pelota estaba en tres cuartos de cancha
yugoslava pero sin riesgo. Karasi en el área, de repente le pegó una
patada a Szarmach, que algo le habría dicho, los dos fuera de la juga-
da. El árbitro Glockner de Alemania Democrática los vio y cobró el
penal. Lo pateó Deyna y fue 1 a 0 para Polonia. A los 43 minutos Ka-
rasi se reivindicó marcando el empate en 1.
En el segundo tiempo, Yugoslavia tenía la pelota pero no inquie-
taba. Polonia perdió a los 12 minutos a Szarmach, lesionado, ingre-
sando por él Leslaw Cmikiewicz. A los 17, una genialidad de Lato:
corner, tomó la pelota el goleador y gol olímpico. 2 a 1 de Polonia a
Yugoslavia que ya no se modificaría.
La última ronda de partidos se disputó el 3 de julio. Por el Grupo
B jugaban en Frankfurt Alemania Federal y Polonia. El partido era
una verdadera semifinal, los dos habían ganado los encuentros anterio-
res y compartían la cima del grupo con 4 puntos. El que ganaba pasa-
ba a la final, aunque la diferencia de gol era favorable a los locales, a
quienes también les servía el empate. Antes de comenzar el partido
cayó un diluvio en Frankfurt. La cancha era una pileta. Los operarios
sacaron el agua con rodillos y bombas pero el campo de juego quedó

219
en pésimo estado. Por características de juego, Polonia resultó más
perjudicada que Alemania. Poco pudieron hacer los protagonistas en
el primer tiempo, la pelota no corría y los jugadores no podían mante-
nerse en pie. Fue 0 a 0.
En el segundo, poco fútbol, los protagonistas hacían lo que po-
dían, improvisaban. A los 18 minutos Hoelzenbein entró al área pola-
ca y le cometieron infracción, penal para los locales cobró Linemayr
de Austria. Pateó Breitner pero atajó Tomaszewski, era el segundo
penal que contenía en el torneo. Pero a los 21 Beckenbauer levantó la
pelota y le dio un pase al “Tanque” Muller, que alcanzó a pegarle ca-
yéndose y gol. 1 a 0. El tanteador no se modificó. Tres partidos juga-
dos, tres ganados para Alemania Federal, que con 6 puntos se adjudi-
caba el Grupo B obteniendo el pase a la final. Polonia, segunda con 4
puntos, jugaría por el tercer puesto.
Yugoslavia y Suecia ya no tenían chances en el Grupo B porque
habían perdido sus dos primeros encuentros. Sin embargo, debían
completar la zona jugando el 3 de julio en Dusseldorf. Dominio yu-
goslavo en el comienzo, buen control pero estéril. Poco a poco, a base
de fuerza y rapidez, los suecos fueron controlando las acciones. Los
balcánicos se pusieron en ventaja a los 27 minutos tras la conquista de
Surjac. 2 minutos más tarde, a los 29, igualaba el infalible Edstrom. 1
a 1 en el primer tiempo.
En el segundo, los suecos se hicieron del partido pero el arquero
Maric no permitió que concretaran los avances. Recién a los 40 minu-
tos Suecia pudo concretar el dominio en el marcador, pase de Edstrom
a Torstensson que pateó y convirtió el 2 a 1. Fue victoria de Suecia
sobre Yugoslavia.
El 3 de julio también se definía el Grupo A. Como en el B, dos se-
lecciones definían mano a mano el pase a la final. Holanda y Brasil
habían ganado sus respectivos compromisos ante Argentina y Alema-
nia Democrática. La diferencia de gol y por consiguiente el empate
favorecían a Holanda. Brasil jugó a la defensiva, como fue su estilo en
el torneo, a pesar que debía ganar. Holanda no especuló y atacó desde

220
un principio. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, se encendió Cruyff, quien había estado bien mar-
cado hasta el momento, pases, toques, desmarques, cambios de posi-
ciones, demasiado para Brasil. A los 5 minutos Neeskens recibió de
Rep y pateó vulnerando la defensa de Leao. Holanda ganaba 1 a 0.
Brasil intentó remontar el tanteador pero se quedó en eso. A los 20
Cruyff se la pasó a Resenbrinck, este se la devolvió a la carrera,
Cruyff parecía adelantado pero ni el árbitro ni el línea lo advirtieron, y
tirándose en el aire hacia delante tocó la pelota y la mandó lejos de las
manos de Leao. 2 a 0. La impotencia de los campeones que veían có-
mo el sueño de retener el título se esfumaba los llevó al juego brusco.
Luis Pereira golpeó duramente a Neeskens a los 39 minutos y fue ex-
pulsado por el árbitro Tschenscher de Alemania Democrática. El jue-
go brusco por parte de Brasil continuaría hasta el final. Holanda pasó
a la final contra Alemania Federal al derrotar 2 a 0 a Brasil, quien ten-
dría el consuelo de enfrentar a Polonia por el tercer lugar.
Argentina y Alemania Democrática jugaron el 3 de julio en Ger-
senkirchen para completar el Grupo A. Las dos selecciones no tenían
chances de pelearles la clasificación a Alemania Federal y Brasil. Este
partido sería recordado en Argentina porque los jugadores fueron
obligados a disputar el encuentro con un brazalete negro, guardando
luto por el fallecimiento del General Perón. También por ser el del
debút del “Pato” Ubaldo Fillol en el arco. El segundo arquero era San-
toro pero se negó a jugar aduciendo falta de competencia. Las diferen-
cias internas en el plantel se volvieron irreconciliables luego de la de-
rrota contra Holanda. Otro buen partido de Houseman en ataque, bien
parada la defensa con Babington organizando. Sin embargo, a los 14
minutos Streich anotó el 1 a 0 para los alemanes. A los 20 René Hou-
seman ponía justicia en el marcador e igualaba a 1. No mucho más
para contar en el segundo tiempo. Las dos selecciones se despedían
del Mundial.
El encuentro por el tercer puesto tuvo lugar el 6 de julio en Mu-
nich entre el todavía campeón Mundial Brasil y el campeón olímpico

221
Polonia. Partido de selecciones con muchos pergaminos pero para
cumplir. Aunque a los polacos no les venía mal finalizar terceros, su
mejor desempeño histórico en Mundiales, competición a la que vol-
vían después de treinta y seis años. Brasil había llegado a Alemania
con la ilusión de retener el título, por lo que este partido era un com-
promiso, nada más. A los 15 minutos un tiro de Rivelino se estrelló en
el palo del arco defendido por Tomaszewski. Solo eso en el primer
tiempo.
En la segunda etapa, los polacos se animaron a buscar el gol. Los
brasileños también llegaban. En un ataque polaco, Gadocha tiró un
centro que conectó Lato y gol polaco a los 31 minutos. Polonia 1 a 0.
No hubo más tiempo. Polonia tercero, Brasil cuarto.
La final se disputó el 7 de julio también en Munich entre el selec-
cionado local Alemania Federal y Holanda, la sensación del momento.
78.200 personas se hicieron presentes en el estadio. Por primera vez,
la final no se jugaría en la capital del país, Bonn por entonces. El en-
cargado de impartir justicia era John Taylor de Inglaterra. Por las du-
das, si hacía falta. Recordemos que los ingleses y alemanes siempre se
llevaron bien en materia de fallos arbitrales. Aunque es justo decir que
los árbitros no incidieron en el desarrollo del torneo, más allá de algún
yerro propio de la tarea. El comienzo se demoró por la falta de dos
banderines, uno en un corner y otro en el centro.
Alemania Federal alistó a: Maier, Vogts, Schwarzenbeck, Beck-
enbauer (capitán), Breitner, Hoeness, Bonhoff, Overath, Grabowski,
Muller y Hoelzenbein. DT: Helmut Schoen.
Holanda afrontó la final con: Jongbloed, Suurbier, Rijsbergen
(Jong), Haan, Krol, Jansen, Van Hanegem, Neeskens, Rep, Cruyff
(capitán) y Rensenbrinck (Van de Kerkhof). DT: Rinus Michels.
John Taylor, de Inglaterra, fue el árbitro.
Gran cantidad de holandeses viajaron hasta Alemania para alentar
a su selección. Presentes en el palco oficial, el presidente alemán Wal-
ter Scheel; los príncipes de Mónaco; el nacido en Alemania Henry
Kissinger, secretario de Estado de EE.UU.; el príncipe Bernardo de

222
Holanda; Feisal, de Arabia Saudita y Gholan Rheza, hermano del en-
tonces Sha de Persia. Sacó Holanda y fieles a su estilo comenzaron a
tocar el balón con pases cortos, hasta que moviendo la pelota entraron
al área alemana, Cruyff tenía la pelota pero Hoeness le cometió in-
fracción. Penal. Fueron 16 toques seguidos. Lo pateó Neeskens y a los
2 minutos Holanda ya estaba arriba. Los alemanes todavía no habían
tocado la pelota. Desde entonces, los holandeses retrocedieron y cre-
ció la presión de los germanos. La naranja sufrió la asfixiante presión.
A los 25 Overath pasó la pelota a Hoelzenbein, que entró en el área
holandesa donde Suurbier le cometió penal. Oportunidad de los loca-
les para empatar. Pateó Breitner y empató a 1. A los 38 lo tuvieron los
teutones, ya vencido el arquero Jongbloed, pero salvada providencial
de Rijsberger. Juego fuerte de los dos lados, fueron amonestados
Vogts, Van Hanegem, Neeskens y Cruyff. A los 43 minutos, una ju-
gada confusa en el área holandesa, amontonamiento de jugadores que
atacaban y que defendían, Muller vio la pelota a tiro y le pegó con
destino de red. Con este gol Muller llegó a 14 en dos Mundiales, 10 en
México y 4 en Alemania, convirtiéndose en el máximo goleador de la
historia hasta ese momento, está claro, (hoy es el brasileño Ronaldo
con 15 goles). Alemania Federal 2 – Holanda 1. Así finalizó el primer
tiempo.
En el segundo, Cruyff se adelantó en el campo. Continuó el juego
fuerte. A los 10 minutos lo tenía Van Hanegem pero los reflejos de
Maier evitaron el empate. A los 13 Schwarzenbeck despejó una pelota
que se metía en el arco alemán. Holanda buscó, Alemania defendió y
presionó. Así pasaron los minutos hasta que el juez Taylor anunció el
final. Alemania Federal lograba su segunda Copa del Mundo, esta vez
como local, ante su gente. Alcanzaba a Italia y quedaba a una conquis-
ta de Brasil.
Alemania le ganó a Hungría en 1954, a Holanda en 1974. Las dos
veces que obtuvo la copa el equipo favorito a ganarla eran sus rivales,
selecciones que marcaron una época por el estilo de juego desarrolla-
do. Sin embargo, Alemania se encargó de dejarlos sin título. El presi-

223
dente de Alemania Federal Walter Scheel entregó la copa al capitán
Franz Beckenbauer, quien festejó junto a sus compañeros, ante la mi-
rada del público que no se movía del estadio.
El mismo día de la final, por la noche, la Federación Alemana or-
ganizó una cena para agasajar a los campeones. El problema surgió
cuando los jugadores se encontraron con que sus esposas no podían
ingresar a la misma. Gerd Muller discutió con los dirigentes que ha-
bían organizado la velada. Fue tal la indignación del delantero que en
ese momento renunció a la selección. Nunca más volvió a vestir la
camiseta de su país.
En este Mundial se practicó un fútbol bastante más brusco que en
México, 84 jugadores fueron amonestados y 5 expulsados.
El equipo ideal del torneo estuvo integrado por: Tomaszewski
(Polonia); Vogts (Alemania Federal), L. Pereira (Brasil), Beckenbauer
(Alemania Federal), F. Marinho (Brasil); Bonhoff (Alemania Federal),
Neeskens (Holanda), Deyna (Polonia); Lato (Polonia), Cruyff (Holan-
da) y Edstrom (Suecia).
La figura fue Hendrik Johannes Cruijff, conocido mundialmente
como Johan Cruyff, alma de la “naranja mecánica”. Jugó en Ajax de
Holanda diez temporadas, con el que ganó 6 Ligas locales, 3 Copas de
Europa, 1 Copa Intercontinental. Fue Balón de Oro en 1971, 1973 y
1974. En 1973 fue transferido al Barcelona donde jugó hasta 1978,
cuando pasó a la Liga Estadounidense de fútbol. Luego deambuló por
el Levante, nuevamente en Ajax y Feyenoord de Rotterdam. Como
entrenador, dirigió al Ajax y Barcelona. Era por todos conocida la
adicción del astro holandés al cigarrillo, en plena actividad llegaba a
fumar hasta tres atados por día. Años más tarde fue operado por el
deterioro de las arterias a causa de la nicotina. A los 43 años sufrió un
infarto que lo obligó a dejar de fumar. Un detalle más, jugó el torneo
con camiseta marca Adidas, la marca de las tres tiras, que vestía a su
selección. Como Cruyff tenía contrato con Puma, descosió una de las
tres tiras de los hombros de la camiseta y jugó con dos.
El promedio de gol de 2,55, producto de 97 tantos en 38 partidos,

224
fue el más bajo registrado hasta entonces. De no haber sido por las
goleadas a las débiles Zaire y Haití, el promedio de gol hubiera sido
mucho menor aún.
El goleador del certamen fue el polaco Gregorsz Lato con 7 goles.
Le convirtió 2 a Argentina, 2 a Haití, 1 a Suecia, 1 a Yugoslavia y otro
a Brasil. Segundo quedó Johan Neeskens de Holanda con 5 y tercero,
también con 5 goles, otro polaco, Andrzej Szarmach.
Un argentino, Héctor Yazalde, marcó el gol 900 de la competen-
cia.
La pelota utilizada fue la Telstar Durlast de Adidas, que conservó
la forma del anterior de México, solo cambió el color de las letras im-
presas de dorado a negro. Los hexágonos seguían siendo blancos y los
pentágonos, negros. También Adidas estrenó uniformes mundialistas.
Alemania Federal utilizó hasta botines de la misma marca. Se incorpo-
ró el número en el pantalón.

Síntesis:

Campeón: Alemania 6°: Alemania Demo- 11°: Chile


Federal crática 12°: Bulgaria
Subcampeón: Holanda 7°: Yugoslavia 13°: Uruguay
Tercero: Polonia 8°: Argentina 14°: Australia
Cuarto: Brasil 9°: Escocia 15°: Haití
5°: Suecia 10°: Italia 16°: Zaire

225
Argentina 1978

“Argentina Campeón Mundial, un festejo entre sombras”

Argentina fue elegida sede del Mundial 1978 el 6 de julio de 1966


en el 35º Congreso de FIFA, realizado en Londres, luego de que se le
otorgara a México la organización del Mundial 70. Recordemos que
en ese mismo congreso se determinaron, además, las sedes de los
Mundiales de 1974 y 1982, los cuales se disputaron en Alemania Fe-
deral y España, respectivamente.
La XI Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Argentina, entre el
1 y el 25 de junio de 1978. La Copa volvía a Sudamérica por primera
vez desde 1962. El torneo fue disputado en 6 estadios, repartidos en
las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Córdoba y
Mendoza.
Se jugó con el mismo sistema de eliminación que en Alemania
Federal 1974: una primera ronda con cuatro grupos clasificatorios de
cuatro equipos, los dos primeros de cada uno clasificaban a la segunda
fase, compuesta por otros dos grupos, donde los dos primeros serían
los finalistas, los segundos jugarían por el tercer puesto.
A la fase final del torneo clasificaron 16 de 103 equipos que parti-
ciparon en la etapa preliminar. De estos 16, 2 eran debutantes en la
competición: Irán y Túnez. Afuera quedaron selecciones de prestigio
como Uruguay, Inglaterra, Checoslovaquia y la Unión Soviética.
El 14 de enero de 1978 se realizó el sorteo en el Centro Cultural
General San Martín. El nieto de Joao Havelange, presidente de FIFA,
fue el encargado de sacar las bolillas. Se determinaron cinco cabezas
de serie, Argentina, Italia, Brasil, Alemania Federal y Holanda, a dis-
tribuirse en cuatro grupos.
Los grupos quedaron conformados de la siguiente manera: Grupo
I: Argentina, Italia, Francia y Hungría. Grupo II: Alemania Federal,
Polonia, México y Túnez. Grupo III: Brasil, Austria, España y Suecia.

226
Grupo IV: Holanda, Perú, Escocia e Irán.
El campeonato contó con una mascota, “Gauchito”, diseñado grá-
ficamente por Néstor Córdoba, de los estudios de Manuel García Fe-
rré. La mascota se basaba en el estereotipo de la imagen del gaucho
argentino. Era un niño con sombrero de gaucho, pañuelo al cuello,
rastra a la cintura, y un talero en la mano, vestido con la camiseta ce-
leste y blanca con franjas verticales de la selección argentina, pantalón
corto negro, medias blancas con franjas celestes horizontales y botines
de fútbol.
El certamen también contó con tema oficial que se llamó “El
Mundial” y fue compuesto por Ennio Morricone, compositor de la
música de varios Spaghetti Westerns de Sergio Leone y Cinema Para-
diso, entre otras. Otra de las canciones conocidas fue “25 millones de
argentinos”, compuesta por Martín Darré, la cual fue más popular en
la Argentina.
La situación política y social en Argentina no era la mejor en
1978, para ser más exactos, fue la peor etapa de la historia del país. La
Argentina vivía a mediados de la década del 70 en un contexto de vio-
lencia creciente, caracterizado por acciones de terrorismo de Estado
llevadas adelante por las Fuerzas Armadas y el grupo parapolicial Tri-
ple A y la actuación de organizaciones guerrilleras como Montoneros,
de tendencia peronista, y el ERP, de orientación marxista. La violen-
cia política, que se venía incrementando significativamente desde fi-
nes de los años sesenta, fue la principal justificación utilizada por los
golpistas para derrocar al gobierno constitucional.
El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 derrocó a María Este-
la Martínez de Perón e impuso una dictadura cívico militar encabeza-
da por la Junta de Comandantes de las tres fuerzas armadas: Ejército,
Marina y Aviación, que asumió la represión como método de go-
bierno. La primera junta militar estuvo integrada por Jorge Rafael Vi-
dela (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Marina) y Orlando Ramón
Agosti (Aviación). El mando directo del país quedaría en manos de un
“presidente”, con facultades ejecutivas, legislativas y judiciales, de-

227
signado y supervisado por la junta. El primer presidente designado fue
Videla, quien hasta el momento era el Comandante en Jefe del Ejérci-
to.
Con la excusa de detener el accionar de las organizaciones guerri-
lleras, desde el primer día se fraguó una estructura “legal” para com-
batirla. Sin embargo fue creada una estructura ilegal y clandestina, que
implicaba la desaparición forzada y la tortura.
Las personas que fueron asesinadas, desaparecidas o torturadas,
así como las que debieron exiliarse, provenían de todos los sectores y
estratos de la población; una parte estaba integrada por combatientes,
pertenecientes mayoritariamente a las organizaciones guerrilleras y
también, aunque en menor número, a las fuerzas militares y policiales.
Aunque el gobierno militar proclamó que el blanco de la represión
era el terrorismo, le dio un alcance por el cual virtualmente podía
comprender a cualquier persona: sindicalistas pertenecientes a comi-
siones internas de fábricas, adolescentes que reivindicaban derechos
estudiantiles, sacerdotes y monjas tercermundistas, periodistas, artis-
tas, deportistas, abogados. Y, en general, cualquiera que pudiera ser
considerado “subversivo”, es decir aquel que tuviera ideas contrarias a
“la civilización occidental y cristiana”.
Ante esta situación, diversas agrupaciones planearon, en 1977, la
creación de un boicot contra la organización del evento, encabezados
por los exiliados argentinos en Europa, que denunciaron la sistemática
violación de los Derechos Humanos.
Como contrapartida, la junta militar adujo que las acciones de
esos grupos eran parte de una “campaña antiargentina” realizada por
el terrorismo. La postura de los medios audiovisuales fue sumarse a la
denuncia contra la campaña.
En algunos casos, los medios impulsaron también una “campaña
argentina” en la que se citaban supuestos comentarios positivos de la
prensa y personalidades extranjeras. Un ejemplo de esto fue la carta
apócrifa del jugador Ruud Krol a su hija, redactada en realidad por el
periodista de El Gráfico Enrique Romero, que contenía este párrafo:

228
“No tengas miedo, papá está bien, tiene tu muñeca y un batallón
de soldaditos que lo cuida. Que lo protegen y que de sus fusiles dispa-
ran flores. Dile a tus amiguitos la verdad. Argentina es tierra de amor.
Algún día cuando seas grande podrás comprender toda la verdad”. El
“relator de América” José María Muñoz, fue uno de los más fervientes
impulsores de la defensa del gobierno de facto.
A nivel internacional, el triunfo del demócrata James Carter en las
elecciones presidenciales de Estados Unidos, propició el respeto a los
derechos humanos y llevó al aislamiento de Argentina en el plano
mundial.
Días antes de comenzar el campeonato, se llegó a un acuerdo en-
tre el gobierno y los líderes guerrilleros de no generar actos de terro-
rismo durante el Mundial.
Aunque se dijo que algunos jugadores se sumaron a la campaña
para denunciar las acciones de la dictadura militar, renunciando a par-
ticipar del torneo, tales los casos del astro holandés Johan Cruyff o el
alemán Bonhoff, esto nunca se comprobó fehacientemente. No obstan-
te, la presencia del periodismo extranjero que los acompañó fue im-
portante para la difusión de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo.
El gobierno argentino presidido por Juan Domingo Perón había
decidido comenzar con la organización del Mundial en 1974, propi-
ciando la formación de la Comisión de Apoyo al Mundial, bajo la ór-
bita del Ministerio de Bienestar Social a cargo de José López Rega, la
cual estaba facultada a autorizar las compras requeridas para la orga-
nización, sin importar sus montos. Esta comisión funcionó hasta el
golpe de estado al gobierno de María Estela Martínez de Perón, el 24
de marzo de 1976, y estaba conformada por representantes de institu-
ciones y ministerios. En representación del Ministerio del Interior es-
taba el comisario Domingo Tesone; en representación de la Asocia-
ción del Fútbol Argentino se encontraba Paulino Niembro, presidente
del Club Atlético Nueva Chicago, padre del periodista deportivo Fer-
nando Niembro; en representación de la Confederación General del
Trabajo de la República Argentina se encontraba el sindicalista Loren-

229
zo Miguel y en representación de la Armada el vicealmirante Carlos
Alberto Lacoste.
Tras el golpe de estado a Isabel Martínez de Perón, el Comité Eje-
cutivo de AFA presentó su renuncia, y durante un mes fue dirigida por
su gerente, Ernesto Alfredo Wiedrich. En mayo se realizaron eleccio-
nes y resultó elegido presidente Alfredo Cantilo, cercano al ejército.
De esta forma el gobierno evitó intervenir la AFA, algo que habían
hecho los gobiernos de facto anteriores, evitando un conflicto con la
FIFA, la cual no admite la intromisión del Estado en las asociaciones
afiliadas.
El gobierno dictatorial presidido por Jorge Rafael Videla reempla-
zó, en julio de 1976, a la Comisión de Apoyo al Mundial por el Ente
Autárquico Mundial 78. Tomó al Mundial como política de Estado.
Había que organizarlo a la perfección para mostrarle al mundo lo de lo
que era capaz Argentina y, además, había que ganarlo. Se designó
como presidente del EAM 78 a Omar Actis, y como vicepresidente a
Carlos Lacoste, quien había participado de la comisión. Existían gran-
des diferencias entre Actis y Lacoste: mientras que el primero preten-
día una organización austera, el segundo pretendía aumentar el gasto.
Actis fue asesinado el 19 de agosto de 1976 por Montoneros, aunque
algunas fuentes indican que Emilio Massera y Lacoste se encontraban
detrás. Un hecho sugestivo fue la ausencia de Lacoste en el velorio de
Actis.
En lugar de Actis asumió la presidencia Antonio Merlo, aunque el
EAM 78 estuvo en realidad manejado por Lacoste. El EAM asumió
formalmente la organización del Mundial, relegando a la AFA al rol
de mero asesor. Para quitarle transparencia a los gastos, se promulgó
en abril de 1977 el decreto 1261 que le permitía al EAM 78 reserva en
la difusión de sus actos.
En un principio se había estimado el coste total del Mundial entre
70 y 100 millones de dólares, pero se calcula que en realidad superó
los 520 millones aunque la cifra es estimada, ya que el EAM 78 nunca
presentó un balance. Con este dinero se remodelaron tres estadios:

230
Monumental, Gigante de Arroyito y José Amalfitani; y se construye-
ron tres más: el estadio mundialista de Mar del Plata, el estadio Cha-
teau Carreras y el estadio Ciudad de Mendoza. También se invirtió en
la mejora de las comunicaciones, de los aeropuertos, de la infraestruc-
tura hotelera y se invirtieron 60 millones de dólares en la renovación
tecnológica del canal 7 estatal, el cual comenzó a transmitir a color,
aunque en Argentina el Mundial se vio en blanco y negro. 200 millo-
nes de dólares más se utilizaron para remodelar aeropuertos y comuni-
caciones. La poca transparencia en los gastos permitió el sobreprecio
en las contrataciones, por ejemplo la mejora del campo de juego costó
la mitad en la Copa Mundial de Fútbol de 1982. El Mundial de 1986,
con una mayor mejora de la infraestructura, costó, en términos relati-
vos, mucho menos que este Mundial.
Antes del comienzo del Mundial, el intendente de Buenos Aires
Osvaldo Cacciatore aceleró la erradicación de algunas villas miseria
de la ciudad y el traslado de sus habitantes. El operativo comenzó en
un asentamiento ubicado en las cercanías del estadio Monumental, la
villa del Bajo Belgrano, y continuó en los barrios de Retiro y Colegia-
les.
César Luis Menotti había asumido la dirección técnica de la selec-
ción Argentina en 1974, desde entonces diagramó un plan de trabajo
respetado por dirigentes y jugadores. Se mantuvo en el cargo luego del
golpe de estado en 1976, a pesar de sostener públicamente una ideolo-
gía de izquierda. Logró implantar la tan necesario prioridad uno para
la selección: la selección era prioritaria a los clubes. Conformó un
grupo de jugadores a los que defendió de las críticas cuando los resul-
tados no llegaban e implantó una filosofía de juego a la argentina,
ofensiva, buscando el arco rival, respetando el toque y buen juego.
Tomó decisiones difíciles como la de dejar a fuera de los 22 convoca-
dos a un joven de 17 años y poca experiencia, pero que prometía, un
tal Diego Armando Maradona.
El plantel estuvo conformado por: Norberto Alonso, Osvaldo Ar-
diles, Héctor Baley, Daniel Bertoni, Ubaldo Fillol, Américo Gallego,

231
Luis Galván, Rubén Galván, René Houseman, Mario Kempes, Daniel
Killer, Omar Larrosa, Ricardo La Volpe, Leopoldo Luque, Jorge Ol-
guín, Oscar Ortíz, Miguel Oviedo, Rubén Pagnanini, Daniel Passare-
lla, Alberto Tarantini, José Valencia y Ricardo Villa. Los números de
las camisetas fueron repartidos según el orden alfabético, por lo tanto,
Alonso jugó con el número 1, por ejemplo. Salvo Mario Kempes que
jugaba en el Valencia de España, el resto lo hacía en equipos locales.
Alberto Tarantini, al momento de disputarse el Mundial, se encontraba
como jugador libre, sin equipo, producto de una pelea con los dirigen-
tes de Boca, club donde jugó hasta 1977.
La ceremonia inaugural se llevó a cabo el 1 de junio en el estadio
Monumental de Buenos Aires ante la mirada de 67.579 espectadores.
Primero hubo actos gimnásticos sincronizados a la perfección, reali-
zados por chicos de distintos colegios. Luego desfilaron las 146 ban-
deras de los países que integraban la FIFA, resaltando las 16 de los
finalistas. Posteriormente se pronunciaron los discursos del General
Videla, Presidente de Argentina, Joao Havelange de FIFA y Cantilo
de AFA.
Mientras en el Monumental, ubicado en el barrio porteño de Nú-
ñez, se vivía una fiesta, a pocas cuadras funcionaba en la Escuela de
Mecánica de la Armada (ESMA) uno de los centros clandestinos de
detención más sangrientos.
Luego de la ceremonia, se jugó el partido entre el campeón defen-
sor, Alemania Federal y Polonia. Alemania estaba en proceso de re-
cambio, ya sin Beckenbauer, Muller, Breitner, Overath, etcétera. Pero
con el arquero Maier, Vogts y la presentación de Karl Heinz Rumme-
nigge. Polonia se presentaba con su generación de oro, Deyna, Lato,
Tomaszewski y compañía, claro que los años habían pasado y ya no
tenían la frescura demostrada en 1974. Como condimento para los
locales, la terna arbitral estaba conformada íntegramente por argenti-
nos: Norberto Ángel Coerezza era el árbitro, Arturo Ithurralde el asis-
tente número 1 y Miguel Comesaña el número 2. El encuentro fue
luchado y parejo, sin demasiadas emociones, decepcionó a los aficio-

232
nados que terminaron gritando “¡Que se vayan!”. Alemania y Polonia
igualaron 0 a 0. El resultado del partido inaugural se volvía a repetir
como en las últimas tres oportunidades, en Inglaterra, México y Ale-
mania.
El 2 de junio, en Rosario, jugaron México, que volvía a disputar
una fase final luego de estar ausente en Alemania, y Túnez que, como
dijimos, hacía su presentación y venía de obtener la Copa África en
las últimas dos ediciones. Impresionaron los africanos, comandados
por el talentoso volante ofensivo Tatak Dhiab, que se desempeñaba
como empleado bancario, y el delantero Temime Lahzami, único pro-
fesional del plantel. A los 45 minutos del primer tiempo, Arturo Váz-
quez de penal quebró la solidez defensiva de los tunecinos. Injusto 1 a
0 para México al término de la primera etapa.
En la segunda, el poder ofensivo de los africanos afloró y a los 10
minutos Ali Kaabi igualó en 1. A los 34, la superioridad de Túnez se
vio reflejada en el marcador cuando Ghommidh adelantó a su equipo
2 a 1. Y faltando tres minutos, a los 42 Douieb puso cifras definitivas:
Túnez 3 – México 1. Primera victoria en la historia de los Mundiales
de un equipo africano en la fase final.
Por el Grupo I, midieron fuerzas Italia y Francia, en Mar del Plata.
El rumano Nicolae Rainea, juez del encuentro, ordenó a los franceses
utilizar la camiseta alternativa, ya que las dos selecciones vestían de
azul. Los galos no contaban con equipo suplente, por lo que tuvieron
que recorrer Mar del Plata buscando camisetas. Finalmente encontra-
ron un juego de casacas del club local Kimberley, blancas y verdes a
bastones verticales numeradas del 2 al 16 con las que saltaron al cam-
po de juego. Italia contaba con la experiencia de Dino Zoff en el arco,
con Roberto Bettega y Paolo Rossi en el ataque. Francia con la joven
promesa Michel Platini como carta ofensiva. Al minuto (apenas 38
segundos), Bernard Lacombe puso en ventaja a Francia. A los italia-
nos les costó reponerse del tempranero tanto galo pero a los 29 minu-
tos Rossi logró la igualdad. 1 a 1 en el primer tiempo.
En el complemento, Italia fue más, a los 9 minutos Zaccarelli, que

233
había ingresado al minuto del segundo tiempo por Antognoni, convir-
tió el 2 a 1 definitivo. Italia 2 – Francia 1.
El 2 de junio fue el día del debut para los locales, en el Monumen-
tal de Buenos Aires, jugaban Argentina y Hungría, ante más de 71.000
personas. Hungría era una sombra del equipo que fuera antaño. Argen-
tina contaba con el apoyo de la gente pero también la presión de tener
que ganar. La fría tarde no comenzó bien para Argentina porque tras
un rechazo de Fillol, Karoly Csapo convirtió el primer gol del partido,
iban 10 minutos. Cinco minutos después, a los 15, tiro libre para Ar-
gentina que hizo Kempes, le quedó a Luque el rebote y marcó la
igualdad. El primer tiempo finalizaría 1 a 1.
En el segundo, el partido se volvió friccionado, Menotti realizó
dos cambios, Bertoni a los 22 minutos y Alonso a los 30, por House-
man y Valencia respectivamente. Los cambios le sentaron bien al
equipo que ganó en orden y juego. El propio Bertoni a los 38 converti-
ría el 2 a 1. Entonces los húngaros endurecieron aún más su juego,
producto de ello vieron la tarjeta roja Torocsik a los 43 y Nyilasi a los
44. Argentina 2 – Hungría 1. Los de Menotti comenzaban con una
victoria que le daba confianza y tranquilidad.
El 3 de junio se medían Austria y España, en el estadio José
Amalfitani de Buenos Aires. El técnico español era Ladislao Kubala.
Más de 40.000 personas en el estadio, gran parte del público estaba
integrado por la comunidad española en nuestro país. Algo similar
ocurriría con Italia. Para España jugaba Rubén Cano, argentino nacio-
nalizado. Cano había convertido el gol de la clasificación ibérica fren-
te a Yugoslavia. España comenzó mejor, con dominio de pelota, pero
sin profundidad debido al sólido planteo en el medio campo de los
austriacos. Sin embargo, a los 9 minutos llegaría el primer gol de Aus-
tria, luego de un ataque del defensor De la Cruz que no volvió a la
velocidad que iba, dejó un hueco en la defensa que fue aprovechado
por Schachner para batir al arquero Miguel Ángel. A los 21 empató
Dani para los ibéricos. Así finalizaría la primera mitad.
En el complemento, Austria era superior, a los 31 minutos Kurt

234
Jara intentó un tiro lejano, que pegó en la pierna del defensor Migueli
y quedó muerto a los pies de Krankl, que le pegó bajo y esquinado
derrotando a Miguel Ángel. 2 a 1 de Austria a España, que volvía a
perder en un primer partido.
También el 3 de junio completaron la jornada Suecia – Brasil, en
Mar del Plata. Suecia contaba con algunos sobrevivientes de 1974
como el arquero Hellstrom y el delantero Edstrom en el banco de su-
plentes, ingresando a los 36 minutos del segundo tiempo. Brasil, lejos
de derrochar talento, dependía de la creación de Zico y Rivelino. El
encuentro fue parejo y físico, a los 37 minutos se pusieron en ventaja
los suecos gracias al gol convertido por Sjoberg. Los brasileños pudie-
ron reaccionar antes del descanso y a los 45 igualó Reinaldo. 1 a 1.
En el segundo tiempo, no generaron demasiadas situaciones, con-
tinuó el trámite equilibrado y el resultado no se modificó, aunque a
tres segundos del final, el árbitro galés Thomas cobró tiro de esquina
para Brasil. Lo pateó Dirceu, Zico de cabeza conectó la pelota y con-
virtió el gol de la victoria. Los brasileños festejaban pero advirtieron
que el juez había cobrado algo. Thomas había señalado el final del
partido cuando la pelota estaba en el aire. Los sudamericanos rodearon
al árbitro y protestaron hasta el cansancio, pero el colegiado se mantu-
vo firme. Empate 1 a 1 en el debut de Suecia y Brasil.
El 3 de junio, en Córdoba jugaron Perú y Escocia. Los peruanos
demostraron que otra vez iban a ser un rival de cuidado. Los escoceses
llegaron con cierto favoritismo pero nunca lo pudieron demostrar en el
campo de juego. El dominio fue peruano, aunque Jordan a los 14 mi-
nutos adelantó a los británicos. Recién los 43 Cueto empató haciendo
justicia.
En la segunda parte, el buen juego peruano dominó y a los 26 mi-
nutos Teófilo Cubillas convertía el 2 a 1. Mejor físicamente los sud-
americanos, aumentaron la ventaja a los 32 por intermedio de Cubillas
nuevamente. Perú le ganaba 3 a 1 a Escocia.
Días después y para colmo de males, los europeos recibían la no-
ticia de que el delantero Willie Johnston había dado positivo de fen-

235
camfamina en el control antidoping. El jugador reconoció haber toma-
do un medicamento denominado Reactivan, que acelera el ritmo car-
díaco, la presión arterial y estimula la motricidad física. Johnston fue
inmediatamente desafectado del plantel y regresó a Escocia.
El estadio Malvinas Argentinas de Mendoza fue testigo del debut
de Holanda ante Irán. La “naranja mecánica” jugaba sin su estrella
Johan Cruyff, el mejor jugador del mundo por entonces, que había
renunciado a la selección. Ni el cerebro de aquel sistema de “fútbol
total”, Rinus Michels. Ahora Holanda era dirigida por el austriaco
Ernst Happel. La debutante Irán era una incógnita. Los subcampeones
mundiales fueron demasiado para los asiáticos, que aguantaron heroi-
camente 40 minutos sin recibir goles. Holanda necesitó de un penal a
los 40 para abrir la cuenta. Rensenbrink puso el 1 a 0.
En el segundo tiempo, otra vez Rob Rensenbrink a los 17 minutos
estampaba el 2 a 0. A los 34 llegaría el triplete de Rensenbrink tras
convertir un nuevo tiro penal. Holanda le ganaba a Irán 3 a 0.
El 6 de junio se enfrentaban en Mar del Plata Italia y Hungría. Ita-
lia venía de vencer a Francia, Hungría de caer ante Argentina. Los
italianos dominaron el encuentro y lo definieron en el primer tiempo
gracias a su dupla de ataque. A los 34 minutos Paolo Rossi convirtió
el 1 a 0, Roberto Bettega a los 36 el 2 a 0.
En el complemento, Romeo Benetti estiro distancias a los 15.
Descontó el húngaro Toth de penal, a los 36, pero no haría más que
decorar el tanteador. Italia 3 – Hungría 1.
En el estadio Monumental de Buenos Aires se volvía a presentar
Argentina, esta vez frente a la Francia de Platini. El primer tiempo fue
parejo. La apertura del marcador llegó a los 45 minutos por intermedio
del capitán argentino Daniel Passarella de penal. Un penal por mano
de Tresor que solamente el árbitro suizo Jean Dubach consideró inten-
cional.
La tibieza del juego argentino continuó en el segundo tiempo. El
partido se puso cuesta arriba cuando a los 15 minutos Michel Platiní
anotaba el gol del empate. 1 a 1. En Argentina, Valencia no generaba

236
juego, por él entró el “Beto” Alonso pero debió salir lesionado. Los
locales no encontraban la llave del partido. Hasta que a los 28 minutos
Luque sacó un disparo desde afuera del área que sorprendió a todos,
principalmente al arquero galo Bertrand Demanes que no llegó a la
pelota. Gol y 2 a 1. Argentina obtenía dos victorias en igual cantidad
de partidos jugados, aunque no demostraba todavía ser un equipo fir-
me.
En el estadio Olímpico de Córdoba, el 6 de junio se presentaron
Alemania Occidental y México. Hubo un solo equipo en la cancha, el
alemán, muy superior a los aztecas. Abrió el marcador Dieter Mueller
a los 15 minutos; a los 30, el otro Mueller, Hansi, puso el 2 a 0.
Rummenigge a los 38 el 3 a 0 y su primer gol en Mundiales. A los 39
cambio de arquero en México, salió Reyes, ingresó Soto. Flohe a los
44 convirtió el 4 a 0 con que finalizó el primer tiempo.
En el segundo, a los 28 minutos Rummenigge anotó el 5 a 0, y
aumentó la goleada nuevamente Flohe a los 44. Alemania Federal
goleaba a México 6 a 0.
Rosario era la ciudad que albergaba a Polonia y Túnez el 6 de ju-
nio. Los polacos eran favoritos, pero Túnez había demostrado en su
debut que era un equipo de cuidado. El encuentro fue equilibrado y un
solitario tanto de Lato en el minuto 43 del primer tiempo les dio la
victoria a los europeos. Por lo hecho por los africanos en el segundo
tiempo, el empate hubiera sido el resultado justo. Polonia 1 – Túnez 0.
El 7 de junio en el estadio de Vélez en la Capital Federal, jugaron
Austria y Suecia. El encuentro fue friccionado, equilibrado y sin de-
masiadas emociones. Un gol de penal convertido por Hans Krankl a
los 42 minutos del primer tiempo les dio la victoria a los austriacos.
Austria 1 – Suecia 0. Los austriacos con este resultado se clasificaban,
los nórdicos debían ganar el tercer partido a España y esperar que
Austria le ganara a Brasil.
Brasil y España jugaron el 7 de junio en Mar del Plata. El campo
de juego estuvo blando, producto de la lluvia. Brasil fue mejor. Un
intento de pase atrás de Olmo a Miguel Ángel terminó pegando en el

237
travesaño. Podría haber sido gol de Brasil. Empate sin goles al des-
canso.
En la segunda mitad, España contó con la más clara a los 21 mi-
nutos cuando Uría echó un centro al área brasileña, el arquero Leao
salió a tomar la pelota protegido por el defensor Oscar, pero el delan-
tero Santillana saltó más alto y le ganó de cabeza, la pelota cayó a los
pies de Cardeñosa quien la tenía que empujar al gol, pero el español
era zurdo y la pelota le quedó para la pierna derecha, dudó, el tiro sa-
lió débil y Amaral logró despejar, el rebote le quedó a Leal pero la
defensa brasileña ya se había rearmado. Brasil 0 – España 0. Brasil
con ganar estaba clasificado. España debía ganarle a Suecia y esperar
que no lo hicieran los sudamericanos ante Austria.
Por el Grupo IV, jugaban el 7 de junio en Córdoba Escocia e Irán.
Apenas 7.938 espectadores para ver un encuentro que no despertaba
demasiadas expectativas. Los escoceses se pusieron en ventaja a los
43 minutos producto de un gol en contra de Andranik Eskandarian. El
primer tiempo finalizaría 1 a 0 para los europeos.
En el complemento, los iraníes llegarían al empate por intermedio
de Danayfar a los 15 minutos. El marcador no se movería. Escocia,
que seguía en deuda, 1, Irán, que demostraba que no venía de paseo, 1.
El otro encuentro del grupo lo disputaron Holanda y Perú en
Mendoza. El partido prometía goles, teniendo en cuenta los planteos
ofensivos de las dos selecciones. Pero los peruanos resistieron los em-
bates de la “naranja mecánica” durante todo el partido. No se sacaron
ventajas. El resultado final fue un impensado en la previa, empate 0 a
0.
Francia y Hungría ya estaban eliminadas en el Grupo I, puesto ha-
bían perdido sus dos encuentros anteriores ante Argentina e Italia. El
10 de junio en Mar del Plata cumplieron con el compromiso de en-
frentarse ya sin presiones. Francia era más que Hungría y lo demostró.
A los 22 minutos el defensor Christian Lopez convirtió el 1 a 0. El 2 a
0 llegó a los 37 por intermedio de Berdoll. Antes del entretiempo,
Sandor Zombori descontó para los magiares. Un minuto más tarde, a

238
los 42 los galos ampliaron la diferencia, el delantero Rocheteau marcó
su primer gol y único en el torneo. Primer tiempo, Francia arriba 3 a 1.
En el segundo, el tanteador no se movería, premio consuelo para
Francia que obtenía dos puntos. Hungría se iba del campeonato con
tres derrotas.
El 10 de junio en Buenos Aires, Argentina e Italia, ya clasificados,
se jugaban el liderazgo del grupo. Quien ganara seguiría en Buenos
Aires, el segundo se tendría que mudar a Rosario. Italia contaba con
mejor diferencia de gol, entonces el empate le bastaba para quedarse
con el grupo. Italia había vuelto al catenaccio, sistema defensivo in-
ventado por Helenio Herrera, que tan bien le caía a los europeos. Aho-
ra era implementado por el parco Enzo Bearzot, técnico “azzurro”. El
partido estuvo marcado por la pierna fuerte en las pelotas divididas. El
primer tiempo terminó empatado 0 a 0.
Los segundos 45 minutos comenzaron como habían terminado,
hasta que a los 22 minutos, tras una triangulación con Paolo Rossi,
Roberto Bettega convirtió ante el cierre infructuoso del “Conejo” Ta-
rantini y la estirada inútil del “Pato” Fillol. De ahí en más Argentina
intentó, lo tuvieron Passarella de cabeza y Gallego con un certero dis-
paro. Pero el empate no llegó. Tampoco servía, había que ganar. Italia
se quedó con el partido 1 a 0. Los “tanos” se quedaban en Buenos Ai-
res. Argentina tenía que trasladarse a Rosario.
En Córdoba se enfrentaban Alemania Federal y Túnez. El que ga-
naba clasificaba. A Alemania, además, le servía el empate. Túnez sa-
lió a buscar el partido, Alemania con recaudos. El resultado final fue 0
a 0 y le dio la clasificación a Alemania Occidental. Pero otra podría
haber sido la historia si el árbitro peruano César Orozco cobraba un
claro penal de Dietz a Lahzami. Los líneas fueron los argentinos Co-
mesaña y Pestarino. Túnez practicó un fútbol de gran nivel y abando-
nó la copa con la frente en alto.
El 10 de junio en Rosario, Polonia clasificada chocaba con Méxi-
co eliminado. Los polacos pretendían ganar el grupo y suponían que
Alemania iba a derrotar a Túnez, por lo que salieron al ataque. El gol

239
no llegó hasta los 43 minutos cuando Boniek convirtió el 1 a 0. Ese
fue el resultado al medio tiempo.
En el complemento, sorprendieron los mexicanos cuando a los 7
minutos empató Rangel. La reacción europea no se hizo esperar y
Deyna a los 11 volvió a colocar arriba a Polonia. El encuentro se iba a
definir con otro gol de Boniek recién a los 39 minutos. Polonia 3 a 1 a
México. Los europeos ganaban el partido y el grupo. Los aztecas con-
firmaban que eran el peor equipo del torneo.
En el estadio José Amalfitani de Buenos Aires, Suecia y España
se jugaban la clasificación. Si Austria le ganaba a Brasil, el vencedor
de España y Suecia clasificaba. España superó a Suecia en juego y en
resultado. Fue 1 a 0 con gol de Asensi a los 30 minutos del segundo
tiempo. El resultado no fue más abultado por la estupenda actuación
del experimentado arquero Hellstrom. Sin embargo, Austria cayó con
Brasil y de nada sirvió el triunfo. España 1 – Suecia 0. Los dos afuera.
El 11 de junio, en Mar del Plata jugaron Austria ya clasificada y
Brasil que debía ganar para pasar de ronda. Los austriacos no se em-
plearon a fondo, pensando más en el grupo de semifinales que en este
partido con Brasil. Por el contrario, los sudamericanos se jugaban una
final. No le sobró nada a la “canariña”, pero el gol marcado por Ro-
berto Dinamite a los 40 minutos del primer tiempo le alcanzó para
llegar al segundo lugar del grupo y continuar en el torneo.
Córdoba era la sede de Perú – Irán el 11 de junio. Los peruanos
empatando se clasificaban. Ganado por buena diferencia podían que-
darse con la zona, por más que Holanda ganara también. Irán tenía una
leve chance, ganar por buena cantidad de goles y esperar que Escocia
le gane por la mínima a Holanda. Perú no dio opciones a los asiáticos.
Los sudamericanos desplegaron su fútbol ofensivo con efectividad. A
los 2 minutos Velásquez marcaba el 1 a 0. A los 36 y a los 38 Teófilo
Cubillas el 3 a 0, el segundo gol de penal. Rowshan a los 41 intentó
una reacción iraní anotando el 1-3 con el que finalizaría la primera
etapa.
La segunda continuó con toque y dominio peruano. A los 34 mi-

240
nutos Teófilo Cubillas anotó su tercer gol en la cuenta personal, el
cuarto del equipo. Perú ganó 4 a 1 a Irán y se aseguró el liderazgo del
grupo.
El 11 de junio, a la misma hora que Perú – Irán, en Mendoza ju-
gaban Holanda y Escocia. Los británicos debían ganarle por tres tan-
tos de diferencia a la “naranja” para ocupar el segundo lugar del grupo
y desplazar a sus rivales de turno. Holanda, ganando, empatando o
perdiendo por dos goles estaba clasificada. Salvo una derrota por dos
goles y goleada histórica de Irán a Perú en el otro encuentro, que co-
mo vimos no sucedió.
Lo cierto fue que Holanda estuvo muy cerca de quedar eliminada.
A los 25 minutos del segundo tiempo Escocia ganaba 3 a 1, un gol
más hubiera dejado fuera de competencia a la “naranja mecánica”.
Rensenbrink a los 34 minutos, de penal, inauguró el marcador para
Holanda y parecía una jornada tranquila. Pero los escoceses reacciona-
ron con Dalglish a los 44. Primer tiempo 1 a 1.
En la segunda etapa, a los 2 minutos Gemmill ponía arriba a Es-
cocia 2 a 1 de penal. A los 23 el propio Gemmill marcaba el 3 a 1. La
diferencia era de dos goles, uno más y Escocia clasificaba eliminando
a Holanda. El sufrimiento holandés duró poco porque a los 26 Rep
convirtió el 2-3, que si bien no alcanzó para remontar el tanteador, le
dio aire con la diferencia de gol. Finalmente Escocia ganaría 3 a 2 a
Holanda pero serían los “naranjas” quienes accederían a la segunda
fase por detrás de Perú. Con la eliminación cayeron las críticas sobre
los escoceses, a la exclusión por doping positivo del jugador Johnston,
se le sumó el pésimo comportamiento que demostraron algunos de sus
baluartes, consumiendo grandes cantidades de alcohol en plena com-
petencia. La relación entre los jugadores y el técnico Ally MacLeod se
había roto durante la convivencia en Argentina. Resultado, vuelta a
casa.
Los grupos quedaron conformados por: Grupo A: Alemania Fede-
ral, Austria, Holanda e Italia. En el Grupo B habían caído todos los
sudamericanos y Polonia, es decir: Argentina, Brasil, Perú y Polonia.

241
Los encuentros del Grupo A se jugarían en Buenos Aires y Córdoba.
Los del Grupo B en Rosario y Mendoza.
El 14 de junio, en Córdoba jugaron Holanda y Austria. Holanda
desplegó su “fútbol total” contra Austria y no le dio chances. A los 6
minutos ya se ponía en ventaja por obra de Brandts. A los 35 de penal,
Rensenbrink y a los 36 Rep, anotaron el 3 a 0 con que finalizó el pri-
mer tiempo.
Luego de volver de los vestuarios, a los 8 nuevamente Rep puso el
4 a 0. Obermayer descontó para Austria a los 34 y Van de Kerhof a los
37 decoró la goleada de Holanda 5 a 1 sobre Austria.
El segundo partido del Grupo A lo disputaron Alemania Federal e
Italia en Buenos Aires, el 14 de junio. El clásico europeo finalizó
igualado en 0. Las dos selecciones se preocuparon por cuidar más el
cero en propia meta que intentar en el arco rival. Alemania 0 – Italia 0.
En el Grupo B, Brasil enfrentó a Perú, el 14 de junio en Mendoza,
hoy estadio Islas Malvinas, por entonces estadio Libertador General
San Martín. El Brasil de la primera rueda poco tuvo que ver con el de
la segunda. El equipo cuidadoso de los primeros tres encuentros mutó
a otro más punzante en ataque. La amenaza de quedar afuera en pri-
mera rueda había quedado atrás y el equipo había ganado en confian-
za. Así, con actitud ganadora, no le fue demasiado complicado derro-
tar a Perú. Dirceu a los 15 y a los 28 minutos adelantaba a los brasile-
ños. Primer tiempo 2 a 0.
En el segundo tiempo, continuó mejor Brasil, y a los 28 minutos
Zico de penal rubricó el 3 a 0 contundente de Brasil ante Perú.
El otro encuentro del grupo lo disputarían en Rosario, el 14 de ju-
nio, Argentina y Polonia. En esta segunda fase aparecería el “Mata-
dor” Mario Alberto Kempes, quien había estado con la pólvora moja-
da en la primera. Los papelitos inundaron el Gigante de Arroyito co-
mo cada vez que salía la selección argentina a la cancha. Esta costum-
bre había sido incentivada por el personaje de Caloi “Clemente”, des-
de la tira diaria en Clarín. El cambio de sede le vino bien a Argentina,
fue en Rosario donde desplegó su mejor fútbol. A los 16 minutos,

242
Kempes con un cabezazo a la carrera anotó el primero para Argentina.
Estando en ventaja 1 a 0, Kempes sacó un disparo polaco con la mano,
que se iba a convertir en el empate con Fillol ya vencido. Por aquel
entonces no existía la ley del último recurso. Fue penal para Polonia y
Kempes continuó en la cancha. La pena máxima fue ejecutada por el
talentoso y experimentado Deyna. Fillol lo atajó, dando cada vez más
seguridad bajo los tres palos. Pudo haber sido empate, pero Argentina
se fue al descanso 1 a 0.
En el complemento, los polacos intentaron, pero los locales iban
creciendo con el paso de los minutos. A los 26 minutos, otra vez
Kempes batió a Tomaszewski y puso el definitivo Argentina 2 – Polo-
nia 0.
Cuatro días después, el 18 de junio, jugaron en Córdoba Alemania
Federal y Holanda. Alemania venía de empatar, Holanda de ganar.
Gran expectativa en la gente, más de 40.000 personas en el Chateau
Carreras, hoy rebautizado como Mario Alberto Kempes. Casi desde el
vestuario Alemania se colocó al frente, a los 3 minutos Abramczik
convertía para los germanos. Desde entonces decidieron ser cautos y
preservar la ventaja. Los holandeses se fueron al ataque con movilidad
y movimiento de pelota. Haan, a los 27, logró el empate. Así finaliza-
ron los primeros 45 minutos.
En la reanudación, las acciones continuaron similares al primer
tiempo. Hasta que a los 25 minutos Dieter Mueller volvió a poner a
los teutones adelante. Sin embargo, los “naranjas” buscaron el empate,
que encontraron a los 39 minutos gracias a Van de Kerkhof. De ahí en
adelante quedó tiempo para la expulsión del holandés Nanninga a los
43. Fue empate 2 a 2 entre Alemania Federal y Holanda. Nada estaba
definido todavía. Nanninga fue el primer suplente expulsado en un
Mundial, luego de dos patadas que merecieron sus respectivas tarjetas
amarillas.
El 18 de junio, en Buenos Aires, jugaron Italia y Austria. Italia se
encontró en ventaja a los 14 minutos. Producto del error de un defensa
austriaco, que envió la pelota a su arquero, cuando este se había ade-

243
lantado abandonando el arco. Mientras el arquero Konsiglia iba por un
lado, el pase del defensor fue por otro. A todo esto, se anticipó Paolo
Rossi y con el arco libre tocó la pelota al fondo de la red. Desde en-
tonces, catenaccio y contragolpes. Los austríacos buscaron pero no
eran los mismos de la primera fase. Italia ganaba 1 a 0 y llegaba a 3
puntos. Austria con dos derrotas se despedía de toda chance.
En el Grupo B, el 18 de junio también se jugaron dos partidos,
uno entre Polonia y Perú en Mendoza, el otro, Argentina y Brasil en
Rosario. Perú fue el que desplegó el juego más alegre del grupo, sin
embargo no pudo ganar. Contra Polonia mereció mejor suerte, pero el
gol de Szarmach a los 20 minutos del segundo tiempo decretó la victo-
ria polaca por 1 a 0. Polonia seguía con posibilidades. Perú quedaba
en el camino.
Como dijimos, el 18 de junio había clásico sudamericano. Argen-
tina y Brasil se medían en Rosario. El estadio repleto, más de 37.000
espectadores, según cifras oficiales. Con colados superaban amplia-
mente las 40.000. Los dos se cuidaron, se jugó como un clásico, fuer-
te, nadie regaló nada. Brasil dominó pero fue Argentina quien dispuso
las situaciones más claras. Los dos tuvieron oportunidades y los dos
fallaron. El empate fue justo y favoreció a Brasil, que tenía mejor dife-
rencia de gol.
La última jornada de los grupos de semifinales se disputó el 21 de
junio. En el Grupo A, Austria – Alemania jugaron al mismo tiempo,
13.45, que Holanda – Italia.
En Córdoba jugaron Austria y Alemania Federal, se esperaba una
victoria teutona, que según el resultado del otro encuentro lo deposita-
ría en la final o el partido por el tercer puesto. Austria ya estaba elimi-
nada. Sin embargo, Alemania no superaría la mediocridad que la
acompañó durante el torneo y Austria haría acordar al equipo de la
primera fase. Rummenigge a los 19 daba esperanzas a Alemania. El 1
a 0 se mantendría los primeros 45 minutos.
En el segundo tiempo, a los 14 minutos, Vogts en contra, equili-
braba el marcador. Krankl volvía a aparecer en el tanteador a los 21

244
minutos, dándole ventaja 2 a 1 a Austria. A los 23 Hoelzenbein empa-
taba. Cuando parecía que ese iba a ser el resultado, apareció el golea-
dor Hans Krankl a los 42 para darle la victoria a Austria. Los dos fue-
ron eliminados.
Los alemanes quedaron dolidos con sus vecinos porque no les ha-
bían dado una mano. El rencor llegó a tal punto, que un diario alemán
publicó el teléfono del delantero austriaco Hans Krankl, responsable
del gol que eliminó a los germanos. El teléfono de Krankl sonó sin
parar durante varios días.
El otro encuentro del grupo se disputó en el Monumental de Bue-
nos Aires. El 21 de junio, Holanda e Italia se jugaban el pase a la final.
Los dos tenían 3 puntos, el que ganaba jugaba la final. De empatar
podía entrar Alemania en la discusión si ganaba su partido. El que
perdía podía quedarse sin nada. 67.433 personas pagaron la entrada
para ver el encuentro. Italia dio el golpe a los 18 minutos cuando Ernie
Brandts convirtió en su propia meta. Italia ganaba 1 a 0 al término del
primer tiempo y pasaba a la final.
En el complemento, reaccionó Holanda, a los 5 minutos, Brandts
se reivindicó y esta vez anotó en el arco que correspondía. 1 a 1. A los
30 Haan convirtió el gol de la victoria para Holanda, tanto que lo de-
positaría en la final. Holanda le ganaba a Italia 2 a 1 y quedaba en la
cima del grupo con 5 puntos, Italia con 3 jugaría por el tercer puesto,
Alemania Federal y Austria con 2 puntos quedaron eliminados.
En el Grupo B, se produjo una polémica y sugestiva decisión or-
ganizativa, los partidos no se jugaron a la misma hora, sino que prime-
ro jugaron Brasil y Polonia a las 16.45, y más tarde, a las 19.15, Ar-
gentina y Perú, quienes jugaban sabiendo el resultado anterior. A ex-
cepción de Perú, los otros tres equipos tenían posibilidades de acceder
a la final. Argentina y Brasil llegaban al último partido con 3 puntos,
aunque la verdeamarelha tenía mayor diferencia de gol. Polonia llega-
ba con 2 puntos pero con posibilidades de ganar el grupo si, tras su
triunfo, Argentina perdía o empataba sin superarla en la diferencia de
gol.

245
El 21 de junio, en Mendoza, Brasil enfrentó a Polonia. Brasil ganó
su partido por 3 a 1. Nelinho abrió la cuenta a los 12 minutos. Lato
igualó a los 45.
En el segundo tiempo Brasil impuso su superioridad, dos goles de
Roberto Dinamite a los 12 y 18 sellaron la victoria sudamericana. Con
este resultado terminaba con 5 puntos y +5 de diferencia de gol. Ar-
gentina debía, para llegar a la final, ganar su partido y convertir 4 go-
les más que su rival, ya que tenía una diferencia de gol de +2.
A las 19.45 del 21 de junio, en Rosario, Argentina se jugaba el pa-
se a la final ante Perú ya eliminado. Los locales sabían que debían
ganar por cuatro goles de diferencia. Hasta el momento Argentina
había jugado 5 partidos y lo máximo que había podido marcar habían
sido dos goles en un encuentro. Ahora debían hacer cuatro como mí-
nimo. Perú no era el de la primera ronda, contaba sus partidos en el
grupo por derrotas y sin convertir, 0-3 y 0-1. A poco del inicio, Mu-
ñante estrelló un potente disparo en el palo del arco de Filliol ya ven-
cido. La tensión en Rosario llegaba al extremo. Tras los nervios del
comienzo volvió a aparecer el “Matador” Kempes a los 21 minutos, y
Tarantini de cabeza, a los 43, convirtió el 2 a 0. Al descanso, Argenti-
na estaba a mitad de camino del objetivo.
En el segundo tiempo, a los 3 minutos otra vez Kempes, tras una
memorable pared, ponía el 3 a 0 y quedaban 42 minutos para la haza-
ña. Los peruanos, salvo el tiro en el palo del comienzo, parecían sin
respuestas. Dos minutos después, a los 5 Luque marcó al 4 a 0 que
produjo una explosión de alegría en las tribunas y en el país. También
una bomba explotó en ese mismo instante en el frente de la casa del
Secretario de Estado Juan Alemann, quien había denunciado en una
nota al diario La Nación, los gastos sin control del EAM 78, sindican-
do como responsable a Lacoste. Argentina no se quedó y a los 22
Houseman aumentó la diferencia a 5. Cerró la goleada nuevamente
Luque, de palomita, a los 27 minutos. Argentina goleaba a Perú 6 a 0,
superaba por diferencia de gol a Brasil y clasificaba por segunda vez
en su historia a la final. Lo esperaba Holanda. Brasil a jugar por el

246
tercer puesto ante Italia.
Desde el silbatazo final sobrevoló la sospecha de arreglo en este
partido. Nunca quedó claro. Los argentinos lo niegan. Los periodistas
extranjeros hicieron las primeras acusaciones. El principal acusado fue
Ramón Quiroga, de flojo partido. El arquero era argentino nacionali-
zado peruano. También la defensa fue acusada de aceptar sobornos.
La hipótesis indicaba que Argentina había desembolsado 250.000 dó-
lares entre algunos de los jugadores peruanos. Otra vez Ramón Quiro-
ga era uno de los señalados, junto con el defensor Rodolfo Manso. El
dinero nunca habría llegado a los jugadores y habría quedado entre los
dirigentes peruanos. Algún jugador andino reconoció haber recibido
dinero.
Otra versión hablaba de un arreglo a nivel de Estados, entre los
gobiernos. La derrota peruana, decían, se había pagado con trigo. Los
días posteriores al partido varios barcos salieron rumbo a Lima.
Distintas personas y protagonistas declararon luego que parte del
equipo peruano fue presionado o sobornado para perder el partido por
una diferencia abultada; además, investigaciones recientes apuntan a
que habría existido un acuerdo de la dictadura argentina con el go-
bierno peruano en el marco del Plan Cóndor.
Versiones y más versiones, es al día de hoy que la duda persiste.
El 24 de junio, a las 15 hs, en el estadio Monumental de Núñez,
Brasil e Italia jugaban por el tercer puesto con el sabor amargo de
quedarse apartados de la final. Sin presiones, el partido fue bien juga-
do. Italia se adelantó a los 38 minutos por intermedio de Causio. Así
finalizaría la primera mitad.
En la segunda parte, los brasileños salieron decididos y obtuvieron
el empate a los 19 minutos gracias a Nelinho. Dirceu a los 27 anotó el
2 a 1 que sería definitivo. De nada sirvieron los tiros en los palos de
Rossi y Bettega. Brasil se hacía del tercer escalón del podio y finali-
zaba el Mundial invicto, con cuatro partidos ganados y tres empata-
dos.
El 25 de junio, en el estadio Monumental de la Ciudad de Buenos

247
Aires, ante 71.483 espectadores oficiales (probablemente la cifra pudo
ascender a 80.000 si contamos todos los presentes) se disputó la final
del XI Campeonato Mundial de Fútbol entre el local Argentina y Ho-
landa.
Argentina formó con: Fillol; Olguín, L. Galván, Pasarella (capi-
tán), Tarantini; Ardiles (Larrosa), Gallego, Kempes; Bertoni, Luque y
Ortíz (Houseman). DT: César Luis Menotti.
Por su parte, Holanda lo hizo con: Jongbloed; Krol (capitán), Jan-
se (Suurbier), Brandts, Poortliet; Neeskens, Haan, R. Van de Kerkhof;
W. Van de Kerkhof, Rep (Nanninga) y Rensenbrink. DT: Ernst Hap-
pel.
El árbitro designado fue Sergio Gonella, de Italia. Gonella era re-
sistido por los holandeses y tuvo un desempeño localista durante la
final. El italiano se retiraría del arbitraje luego de este encuentro.
El comienzo del partido se vio demorado ocho minutos por un pe-
dido del capitán argentino Daniel Passarella al árbitro. El holandés
René Van de Kerkhof había salido a la cancha con un vendaje rígido
en su muñeca derecha, peligroso para el juego de contacto, por lo que
el juez italiano Sergio Gonella ordenó que se lo cambiara. Los euro-
peos discutieron y hasta amagaron abandonar el terreno de juego, pero
finalmente accedieron, el médico del plantel cambió el vendaje y pudo
comenzar el partido.
Argentina comenzó mejor, dentro de una final pareja. A los 38
minutos, Luque pasó la pelota a Kempes que picó y entró al área, ante
la salida del arquero y cuando empezaba a caerse, alcanzó a tocarla.
Gol argentino, el festejo en las tribunas era impresionante.
En el segundo tiempo, Holanda comenzó a presionar, contó con
un remate de Rep que contuvo Fillol y una entrada de Rensenbrink por
la izquierda. Fillol era la figura del partido. Pero cuando solo faltaban
ocho minutos, a los 37, la defensa jugó al “achique”, pero René Van
de Kerkhof quedó en posición lícita por la derecha. Tiró un centro,
Dick Nanninga saltó y alcanzó a conectar. Era el empate. El Monu-
mental enmudeció. Había que ir al alargue. Lo que a esa altura parecía

248
un castigo, pasó a ser una bendición, cuando a falta de un minuto,
Rensenbrink definió con Fillol vencido y la pelota pegó en el palo.
Los 90 minutos terminaron 1 a 1. Había que jugar 30 más.
El suplementario brindó lo mejor. El “Matador” Mario Kempes, a
los 15 del primer tiempo suplementario sacó un disparo que se metió
en el ángulo de Jongbloed. Argentina volvía a ponerse en ventaja. En
los últimos quince minutos Argentina definió el encuentro. Daniel
Bertoni a los 10 anotó el tercer gol. Argentina vencía a Holanda 3 a 1
de local y se consagraba campeón Mundial por primera vez en su his-
toria, luego de que se le había escapado en la Copa Mundial de Fútbol
de 1930, al perder por 4-2 en la final, ante Uruguay.
Para el plantel y la gente común, fue un triunfo deportivo. El ma-
yor de la historia Argentina. Para la Junta Militar, un espaldarazo para
continuar en el gobierno llevando a cabo sus siniestros proyectos. El
resultado financiero fue un aumento de la deuda externa argentina y el
enriquecimiento de varios funcionarios y empresarios.
La Junta Militar pretendía dar una imagen de país con capacidad
organizativa, moderno, ordenado, pacífico y unido. La Copa Mundial
de Fútbol en Argentina fue modelo en organización. La ceremonia
inaugural y el desarrollo del campeonato fueron perfectos. Periodistas
extranjeros que habían trabajado en los Juegos Olímpicos de Berlín en
1936, organizado por Adolf Hitler, resaltaban la similitud entre am-
bos.
Joao Havelange entregó la copa al capitán Daniel Alberto Passare-
lla, quien fue a festejar con sus compañeros, en andas, ensayando la
tradicional vuelta olímpica. Los festejos se extenderían a todo el país y
durarían varios días.
Siete jugadores albicelestes jugaron todos los partidos: Fillol, Pas-
sarella, Olguín, Luis Galván, Tarantini, Gallego y Kempes.
El equipo ideal estuvo conformado por: Fillol (Argentina); Nelin-
ho (Brasil), Krol (Holanda), Passarella (Argentina), Cabrini (Italia);
Tardelli (Italia), Gallego (Argentina), Cubillas (Perú); Rossi (Italia),
Kempes (Argentina) y Rensenbrink (Holanda).

249
El goleador fue el argentino Mario Kempes al convertir 6 tantos: 2
a Polonia, 2 a Perú y 2 a Holanda en la final, con la particularidad de
que no convirtió en la primera fase. El segundo y tercer lugar fueron
para el peruano Teófilo Cubillas y el holandés Rob Rensenbrink, con
5 goles respectivamente. Estos dos jugadores quedaron igualados en la
cantidad de goles y asistencias, pero el peruano obtuvo el segundo
puesto ya que jugó menor cantidad de minutos.
Durante el torneo se marcaron 102 goles en 38 partidos, con un
promedio de 2,64 tantos por partido, mejorando el promedio de Ale-
mania 74. Rob Rensenbrink, de Holanda, marcó el gol 1.000 en Mun-
diales.
La pelota utilizada en Argentina fue la Adidas Tango. Estaba
compuesta por veinte paneles que creaban la impresión óptica de doce
círculos idénticos, y fue diseñada para resistir mejor condiciones cli-
máticas adversas, como la lluvia. Su diseño fue la base de las pelotas
de los cinco Mundiales siguientes: Adidas Tango España, Adidas Az-
teca, Adidas Etrusco Único, Adidas Questra y Adidas Tricolore.
La Selección Argentina recibió el Premio FIFA al Juego Limpio
por ser la selección con menor número de amonestaciones durante el
torneo. El italiano Antonio Cabrini fue reconocido como el mejor ju-
gador joven del torneo, aunque no recibió premio alguno.

Síntesis:

Campeón: Argentina 7°: Austria 13°: Suecia


Subcampeón: Holanda 8°: Perú 14°: Irán
Tercero: Brasil 9°: Túnez 15°: Hungría
Cuarto: Italia 10°: España 16°: México
5°: Polonia 11°: Escocia
6°: Alemania Federal 12°: Francia

250
España 1982

“La vuelta de Italia”

España había optado a ser sede del Mundial de 1974 junto con
Alemania Federal, quien consiguió ganar la candidatura para ese año.
Por una cuestión de alternancia entre continentes, 1978 quedó para
Argentina, que había perdido con México la puja de organizar el
Mundial de 1970. Por lo tanto los españoles organizarían la Copa
Mundial de 1982. Como ya dijimos, esto se decidió en el 35º congreso
de la FIFA, celebrado en Londres el 6 de julio de 1966.
El máximo torneo del fútbol tuvo lugar en España, entre el 13 de
junio y el 11 de julio de 1982.
109 equipos se inscribieron para el proceso clasificatorio de cada
continente. Cinco equipos participaron por primera vez en estas ins-
tancias: Argelia, Camerún, Honduras, Kuwait y Nueva Zelanda. En el
camino quedaron Holanda, dos veces consecutivas subcampeón del
mundo, Portugal, Suecia, México y el bicampeón Uruguay, que tam-
bién había faltado a la cita en Argentina.
En el Mundial de España se introdujeron varios cambios. Fue la
primera ocasión en que el número de equipos participantes aumentó,
ya que la FIFA en un congreso realizado tiempo antes de la Copa
Mundial de 1978 admitió en el torneo a 24 selecciones nacionales. El
presidente de FIFA Joao Havelange debía pagar por los votos que le
habían dado la presidencia y para perpetuarse en el cargo. Más cupos
para Europa, y plazas para Oceanía, Asia y África. Todos contentos.
Además, a mayor cantidad de países, más partidos, mayor el negocio.
Con las nuevas reglas también cambiaba el sistema de clasifica-
ción: se otorgaron trece plazas a Europa, tres a Sudamérica, dos a
América de Norte/América Central, dos a África y dos a
Asia/Oceanía, además de las plazas por país organizador, otorgada a
España, y por campeón defensor, otorgada a Argentina. En definitiva,

251
un despropósito, 14 lugares para Europa y 10 para el resto del mundo.
El torneo sufrió, además, un cambio de formato debido a los nue-
vos países incluidos. En esta edición se dividió el torneo en tres fases:
una primera fase o ronda conformada por seis grupos de cuatro selec-
ciones cada uno, donde los dos primeros de cada grupo se clasificaban
a la segunda fase. Esta segunda fase estaba compuesta por cuatro gru-
pos de tres equipos cada uno, donde el primero de cada uno pasaba a
una tercera fase de eliminación directa, compuesta por semifinal y
final. Estas etapas eliminatorias, de finalizar igualadas en los 90 minu-
tos, pasarían a otros 30 suplementarios a jugarse en dos tiempos de 15
minutos. En caso de persistir el empate, se implementarían los tiros
penales para definir quién era el ganador. Tandas de cinco penales
alternados por equipo. En caso de seguir igualados, un penal cada uno
hasta desnivelar.
La mascota esta vez fue “Naranjito” y el Mundial tuvo como cor-
tinas musicales las canciones “El Mundial” de Plácido Domingo y
“Sevillanas del Mundial España 82” del humorista español Pepe dio
Rosa.
Catorce fueron las sedes dispuestas para el torneo: Alicante, Esta-
dio José Rico Pérez; Barcelona, Camp Nou y Sarria; Bilbao, San Ma-
més; Elche, Estadio Martínez Valero; Gijón, El Molinón; La Coruña,
Riazor; Madrid, Estadios Santiago Bernabeu y Vicente Calderón; Má-
laga, La Rosaleda; Oviedo, estadio Carlos Tartiere; Sevilla, Estadios
Ramón Sánchez Pizjuán y Benito Villamaría; Valencia, Estadio Luis
Casanova; Valladolid, Estadio José Zorrilla; Vigo, Balaídos; y Zara-
goza, La Romareda.
Los equipos clasificados fueron: Alemania Federal, Argentina,
Argelia, Austria, Bélgica, Brasil, Camerún, Checoslovaquia, Chile, El
Salvador, Escocia, España, Francia, Honduras, Hungría, Inglaterra,
Irlanda del Norte, Italia, Kuwait, Nueva Zelanda, Perú, Polonia, Unión
Soviética y Yugoslavia.
Las selecciones fueron distribuidas por sorteo en seis grupos. Los
cabezas de serie fueron: España, Argentina, Alemania Federal, Brasil,

252
Italia e Inglaterra.
Grupo A: Italia, Camerún, Perú y Polonia. Grupo B: Alemania
Federal, Argelia, Austria y Chile. Grupo C: Argentina, Bélgica, El
Salvador y Hungría. Grupo D: Inglaterra, Checoslovaquia, Francia y
Kuwait. Grupo E: España, Honduras, Irlanda del Norte y Yugoslavia.
Grupo F: Brasil, Escocia, Nueva Zelanda y Unión Soviética.
En 1982 Argentina se encontraba ante una situación política y
económica que se le iba de las manos al gobierno militar, ahora con el
general Leopoldo Galtieri como presidente. La inflación era altísima,
había una profunda recesión, una clase media empobrecida y una deu-
da externa cada vez mayor.
El 30 de marzo, la gente se había volcado a Plaza de Mayo en una
multitudinaria movilización convocada por los gremios, para reclamar
por la situación reinante. La Junta había reprimido ferozmente a los
manifestantes. Entonces, encontraron un objetivo común para distraer
al pueblo: recuperar las islas del Atlántico Sur ocupadas por Inglaterra
desde 1833.
A los pocos días, el 2 de abril, se volvió a llenar Plaza de Mayo,
pero esta vez vivando por Argentina, contra los “piratas” ingleses y
por la recuperación de las Islas Malvinas.
El conflicto bélico significó una historia plagada de errores políti-
cos, diplomáticos e improvisación militar. El combate, que duró 74
días, causó la pérdida de 649 vidas entre los que se encontraban ofi-
ciales, suboficiales y jóvenes de 18 años que cumplían el servicio mi-
litar obligatorio.
En ese contexto bélico, el fútbol también acompañó la locura
desatada por la dictadura.
A pesar de que en las islas miles de jóvenes argentinos ponían en
riesgo su vida por un gobierno que utilizó a la Guerra de Malvinas
como una estrategia política y de perpetuidad, en el país los campeo-
natos de fútbol no se paralizaron y continuaron con toda normalidad.
La guerra de Malvinas comenzó el 2 de abril. El Mundial empezó
el 11 de junio y más allá de que la Argentina estaba protagonizando el

253
conflicto bélico, la selección albiceleste viajó a defender el título ob-
tenido en 1978. Por primera vez, dos países disputaban al mismo
tiempo una guerra y un Mundial. La posibilidad que se enfrentaran en
el campo de juego estaba latente. Por suerte no sucedió.
El fútbol, la política y la guerra se entremezclaban, el 13 de junio
Argentina debutaba contra Bélgica, el 14 las Fuerzas Armadas argen-
tinas se rendían. Argentina pasó a la segunda fase. Galtieri dejó el
cargo y el 1 de julio asumió Reynaldo Bignone. El 2 de julio, Brasil le
ganó a Argentina y la eliminó del Mundial.
A lo largo de la máxima cita mundialista, el consecuente relator
José María Muñoz no mencionó la palabra Inglaterra en sus relatos
radiales desde tierras ibéricas. “Los rojos”, “los piratas”, “los leones”,
se escuchaba en el partido entre Inglaterra y Alemania por Radio Ri-
vadavia.
La selección nacional argentina llegaba a España como favorita.
César Menotti continuaba en su cargo, la albiceleste seguía siendo
prioridad a los clubes por orden de la Junta Militar. El técnico había
mantenido la base del equipo campeón cuatro años antes, ahora con
jugadores con más experiencia, y lo había reforzado con jóvenes figu-
ras campeonas del Mundial Sub 20 disputado en Japón en 1979. Por
ejemplo, Diego Armando Maradona y Ramón Díaz. Por lo que este
plantel era superior al de Argentina 78.
La defensa era la campeona: Olguín, Galván, Passarella y Taranti-
ni. Fillol seguía en el arco. En el medio, Ardiles, quien perdió un pri-
mo aviador en la guerra, Gallego y la incorporación de Maradona que
tenía 21 años. Arriba, Bertoni, Díaz y Kempes como titulares, Calde-
rón, Santamaría y Valdano como suplentes. Completaban el plantel:
Baley, Barbas, Hernández, Olarticoechea, Pumpido, Trossero, Valen-
cia y Van Tuyne.
La ceremonia inaugural se celebró el 13 de junio en el Camp Nou
de Barcelona, con capacidad para 120.000 personas, pero con 95.000
espectadores presentes, donde más de 3.000 estudiantes de la ciudad
formaron diversas imágenes en el campo, destacando una enorme pa-

254
loma, símbolo de la paz, emulando la paloma dibujada de un solo tra-
zo por Pablo Picasso.
Posteriormente, Argentina se enfrentaría a Bélgica. La transmisión
fue censurada por el gobierno Inglés y el partido no se vio en la isla
europea. El campeón defensor nunca estuvo cómodo en el partido y le
pesó el rótulo de favorito. Bélgica con un solvente Pfaff en el arco
mantuvo el cero en el primer tiempo.
En el segundo, llegaría la sorpresa, a los 15 minutos, la defensa
argentina tiró el “achique”, falló y Vanderbergh, en soledad, definió
ante Fillol. Desde entonces, creció el nerviosismo en Argentina. Los
minutos pasaban y los ataques terminaban repitiéndose en centros al
área, generalmente buscando la cabeza de Passarella. El empate no
llegó. Bélgica sorprendía al campeón y lo derrotaba 1 a 0. Con este
resultado se cortó la racha de cuatro Mundiales consecutivos en que el
partido inaugural finalizaba igualado a cero. Además de la derrota del
campeón defensor, este partido quedaría en la historia por ser el del
debut en Mundiales del astro argentino Diego Armando Maradona,
quien alcanzaría su punto máximo cuatro años después en México.
Días después del enfrentamiento, llegó a la concentración Argen-
tina en Alicante el arquero belga Jean Marie Pfaff. El motivo, sacarse
una foto y estrechar la mano a Diego Maradona, a su criterio el mejor
jugador del mundo. Buen ojo el de Pfaff, que sufriría a Maradona cua-
tro años más tarde.
El 14 de junio, en Vigo jugaron Italia y Polonia. Promesa de buen
partido. Italia venía de ser semifinalista en Argentina. Polonia, sin
Deyna pero todavía con el goleador Lato y Boniek, su nueva figura.
Sin embargo, defraudaron. Enzo Bearzot decidió cuidar el cero en su
arco y los polacos no encontraron nunca la llave del cerrojo italiano.
En definitiva, 0 a 0.
En la noche de Sevilla, el 14 de junio hizo su presentación Brasil
ante la Unión Soviética. Brasil desplegó un fútbol de alto nivel a lo
largo del torneo gracias a las actuaciones de Zico, el capitán Sócrates
y Falcao. Contrariamente a lo esperado, Unión Soviética se puso en

255
ventaja a los 34 minutos gracias a la conquista de su delantero Andrei
Bal. Los sudamericanos no pudieron encontrar la igualdad y así se
fueron al descanso.
En el complemento, Brasil buscó el empate y los soviéticos se de-
fendieron bien hasta que a los 30 minutos Sócrates logró el empate.
Cuando todo hacía indicar que el partido acabaría en tablas, Eder a los
43 le dio la merecida victoria a Brasil. Brasil 2 – URSS 1.
El 15 de junio se completaba la primera fecha del Grupo A, en La
Coruña jugaban Perú y Camerún. Los otros integrantes eran Italia y
Polonia. Perú intentó su habitual juego ofensivo, de toques cortos y
control de la pelota. En el arco seguía el polémico Ramón Quiroga y
el talentoso Teófilo Cubillas. Los africanos eran fuertes y duros, pero
su juego una incógnita. Al igual que Italia y Polonia, Perú y Camerún
empataron 0 a 0. Para destacar en este encuentro, fue el debut mundia-
lista del delantero camerunés Roger Milla y Thomas Nkono en el arco.
No sería este su Mundial pero serían recordados más adelante.
23.000 personas presenciaron en Elche, el 15 de junio, el partido
con la mayor goleada en la historia de los Mundiales. El choque entre
El Salvador y Hungría, por el grupo de Argentina y Bélgica. No fue el
de más goles, que con 12 fue Austria 7 – Suiza 5 en Suiza 54. En esta
oportunidad, los húngaros no tuvieron piedad con los caribeños y los
vencieron 10 a 1. Los goles magiares: Nyilasi a los 4 minutos, Polos-
kei a los 11, Fazekas a los 23. Primer tiempo 3 a 0.
Total dominio europeo también en el segundo tiempo. A los 5 mi-
nutos Toth anotó el 4 a 0, Fazekas a los 9, el quinto. Descontó Ramí-
rez a los 19. A los 24 Kiss marcó el 6 a 1. Y completaron la goleada
Szetes a los 25, Kiss a los 27 y 31, y Nyilasi, que abrió y cerró la
cuenta, a los 38 minutos. Laslo Kiss entró a los 10 minutos del segun-
do tiempo por Torocsik y se convirtió en el primer jugador suplente en
anotar tres goles en un mismo partido. Hungría 10 – El Salvador 1.
Por el Grupo F, el mismo de Brasil y Unión Soviética, jugaban el
15 de junio en el estadio La Rosaleda de Málaga, Escocia y Nueva
Zelanda. Escocia era favorita. Los oceánicos hacían su presentación en

256
la máxima competencia. Los neocelandeses pagaron su falta de expe-
riencia. La superioridad de los británicos se hizo patente en el campo
de juego. A los 18 minutos Dalglish convirtió el gol del 1 a 0. Wark a
los 29 y 32 convirtió por partida doble. Primer tiempo 3 a 0.
En el segundo, reacción de Nueva Zelanda, a los 9 descontó Sum-
ner. Wooddin marcó el 2-3 para Nueva Zelanda que los ponía a tiro, a
los 19 minutos. Pero a los 28 aumentó Robertson y Archibald senten-
ció a los 34. Final: Escocia 5 – Nueva Zelanda 2.
El 16 de julio, en Gijón, se viviría una de las mayores sorpresas de
los Mundiales. Se enfrentaban la poderosa Alemania Federal contra la
debutante Argelia. Los africanos jugaron un fútbol simple, de buen pie
y efectivo. El primer tiempo finalizó igualado en 0.
En la segunda parte, los alemanes no lograron imponer su expe-
riencia y para colmo, a los 9 minutos Rabah Madjer convirtió para
Argelia. Alemania tardó unos minutos en reaccionar, hasta que
Rummenigge a los 22 logró empatar. Algunos pensaron que el segun-
do de los germanos sería cuestión de tiempo. Pero un minuto después,
a los 23, Lakhdar Belloumi venció al arquero teutón Schumacher y
volvió a colocar al frente a los africanos. Alemania buscó hasta el final
pero se topó con la firmeza de los argelinos. Impensado, Argelia le
ganaba 2 a 1 a Alemania Federal.
Inglaterra y Francia inauguraron el Grupo D, el 16 de junio, ju-
gando en el estadio San Mamés de Bilbao. Gran expectativa por el
choque entre dos potencias europeas. Francia practicaba un fútbol de
alto vuelo con Michel Platini y Tigana. Los ingleses se pusieron en
ventaja ni bien comenzó el partido. Al minuto, mejor dicho, a los 27
segundos, Brian Robson anotó el gol más tempranero hasta ese mo-
mento. Los galos no se desesperaron y a los 24 minutos llegaron al
empate por intermedio de Soler. Primer tiempo 1 a 1.
Luego del descanso, los dos equipos se brindaron al ataque, pero
fueron los británicos quienes obtuvieron el premio. A los 22 minutos,
otra vez Brian Robson ponía arriba 2 a 1 a Inglaterra y a falta de siete
minutos, a los 38, Mariner convertía el 3 a 1 definitivo. Inglaterra 3 –

257
Francia 1.
El último encuentro del 16 de junio lo jugaban en Valencia el lo-
cal España ante la debutante Honduras, que había arribado a España
con apenas 20 jugadores, de los 22 posibles convocados. El porqué de
las ausencias alegado por los caribeños fue falta de presupuesto. El
optimismo en la península ibérica era superior al nivel de su selección.
El técnico José Santamaría declaraba: “Aspiramos a todo, a estar en la
final y a ganarla”. Del otro lado, Honduras, que viajaba a España a
tratar de no desentonar, con la esperanza de que no le hicieran diez
goles como a su vecino El Salvador. Los nervios pudieron con los
españoles que fueron mucha furia y poco juego. A los 7 minutos, los
casi 50.000 espectadores que pagaron la entrada ese día, enmudecie-
ron cuando el delantero hondureño Héctor Zelaya venció a Arconada
y marcó el 1 a 0 para los caribeños. El primer tiempo finalizo 1 a 0.
En el segundo, el público esperaba que los locales arrollaran a los
hondureños. Pero el planteo de Honduras se mantuvo firme hasta los
20 minutos, cuando el árbitro argentino Arturo Ithurralde pitó penal
para España que López Ufarte convirtió en el empate. Los locales
buscaron con pocas ideas la victoria y no la encontraron. Empate entre
España y Honduras 1 a 1. Los dueños de casa decepcionaron en la
presentación.
El 17 de junio, en Oviedo, por el Grupo B se enfrentaron Chile y
Austria. Alemania Occidental y Argelia completaban esta zona. Chile
volvía después de su ausencia en Argentina 78. Austria, de buen pre-
sente, alistaba a conocidos mundialistas como el arquero Koncilia, el
capitán Obermayer y el goleador Krankl, aquel que había amargado a
Alemania en el 78. Los austriacos abrieron el marcador a los 22 minu-
tos por obra de Schachner. De ahí en adelante, tibios intentos chilenos,
un poco de pierna fuerte, tres amonestados y poco más. Triunfo de
Austria 1 a 0 sobre Chile.
Checoslovaquia y Kuwait se medían en Valladolid el 17 de junio.
Los europeos reaparecían en Mundiales después de doce años. Los
asiáticos jugaban por primera vez una fase final. A los 21 minutos

258
Panenka, de penal, marcó el 1 a 0 para los checos. Se pensó que llega-
ría una andanada de goles, pero no fue así. En el primer tiempo no
volvió a moverse el tanteador.
En el segundo sí, a los 12 minutos Al Dikhil marcó el gol de la
igualdad para Kuwait. Ese sería el resultado final. Checoslovaquia 1 –
Kuwait 1. Buen trabajo de los asiáticos dirigidos por el brasileño Car-
los Alberto Parreira. Parreira es conocido por haber sido uno de los
dos técnicos que ha dirigido a cinco seleccionados nacionales en la
Copa del Mundo: Kuwait en 1982, Emiratos Árabes Unidos en 1990,
Brasil en 1994, Arabia Saudita en 1998 y Sudáfrica en 2010. El otro
técnico que ha logrado esta marca es el serbio Bora Milutinović, quien
completó su quinto Mundial cuando dirigió a la República Popular
China, en 2002. Ya lo veremos más adelante.
El 17 de junio en Zaragoza debutarían las dos últimas selecciones,
Yugoslavia e Irlanda del Norte, pertenecientes al Grupo E que com-
partían con España y Honduras. Estos últimos habían igualado. Yu-
goslavia e Irlanda del Norte no quisieron ser menos, o sí, porque tam-
bién empataron pero a cero. El de España y Honduras había sido 1 a 1.
Fueron dos equipos muy estructurados, temerosos. Todos esperaban
que los locales se quedaran con el grupo, Honduras era el más débil,
por lo que era un partido clave para las aspiraciones de yugoslavos e
irlandeses. Ninguno de los dos quiso arriesgar. Yugoslavia 0 – Irlanda
del Norte 0. En este encuentro debutó el norirlandés Norman Whitesi-
de, quien se convirtió en el jugador más joven en participar de un
Mundial con 17 años y 41 días.
El 18 de junio, jugaban en Vigo Italia y Perú. Los dos venían de
empatar en cero ante Polonia y Camerún respectivamente. Los italia-
nos se encontraron en ventaja a los 18 minutos, gracias al gol conver-
tido por Bruno Conti. Desde ahí se dedicaron a defender y apostar a
un contragolpe. Los peruanos intentaron sin lograr empatar. Primer
tiempo 1 a 0 para Italia.
Luego del descanso, los peruanos siguieron con la posesión de la
pelota, pero el gol no llegaba. Recién a los 38 minutos, cuando los

259
europeos empezaban a creer que la victoria estaría de su lado, Rubén
Díaz, el capitán peruano, lograba el empate. Premio a la búsqueda
para Perú, castigo para la mezquindad italiana. Italia 1 – Perú 1.
En la calurosa Alicante, el 18 de junio, Argentina jugaba su se-
gundo encuentro ante Hungría. Fue el mejor partido de la albiceleste
en todo el Mundial. Argentina salió a buscar el triunfo desde el co-
mienzo, ya sin los nervios del primer partido y luego de una dura au-
tocrítica del plantel, el cambio de actitud se notó. A los 26 minutos,
Bertoni empujó en la línea un cabezazo de Passarella. Argentina gana-
ba 1 a 0. Los húngaros no alcanzaron a reaccionar que llegó el segun-
do. A los 28, Maradona, de palomita, marcó su primer gol en un Mun-
dial. 2 a 0 fue el resultado al descanso.
Pasado el entretiempo, Argentina volvió a aumentar la diferencia,
a los 12 minutos, otra vez Maradona, con un soberbio tiro desde afue-
ra del área. Ardiles, a los 15, aprovechando un rebote, puso el 4 a 0.
Desde entonces, los campeones defensores se tomaron un respiro y
regularon pensando en el próximo partido ante El Salvador. Los ma-
giares crecieron y a los 31 descontaron por intermedio de Poloskei. No
habría tiempo para más, Argentina goleaba 4 a 1 a Hungría. El cam-
peón estaba de vuelta.
Sevilla, el 18 de junio, era la sede donde debían enfrentarse Brasil
y Escocia. Los dos venían de ganar. El que venciera en este partido
estaría prácticamente clasificado para la siguiente fase. Fueron los
escoceses quienes lograron adelantarse. A los 18 minutos Narey mar-
caba el 1 a 0. Brasil acusó el golpe y tardó en responder. Recién a los
33 minutos Zico logró el merecido empate. A vestuarios se fueron
igualados.
En el segundo tiempo, los sudamericanos volcaron las acciones a
su favor, la técnica brasileña se impuso. A los 3 minutos, Oscar anota-
ba el 2 a 1. Eder a los 18 y 3 a 1. Los británicos intentaban pero se
desprotegían y Falcao no perdonó a los 42, para cerrar la goleada.
Brasil 4 – Escocia 1. Los dirigidos por Tele Santana eran serios candi-
datos.

260
El 19 de junio, en La Coruña, Polonia y Camerún jugaron un par-
tido parejo y sin demasiadas llegadas. Encuentro muy físico. Polonia
no brillaba como antaño y los africanos eran fuertes pero sin demasia-
das ideas. No se sacaron ventajas. Fue empate 0 a 0. En este grupo, el
A, los cuatro partidos jugados hasta el momento habían terminado
empatados. Polonia, Camerún, Italia y Perú, estaban todos con 2 pun-
tos. La última fecha definiría los clasificados.
Bélgica y El Salvador se medían en Elche, el 19 de junio. Dos
realidades opuestas. Los europeos venían de dar el campanazo ante
Argentina, los centroamericanos llegaban luego de sufrir la mayor
goleada de la historia de los Mundiales. En la cancha fue mejor Bélgi-
ca que atacó y mereció más. Los salvadoreños se dedicaron a defender
y obstruir los intentos belgas. Querían evitar otra goleada. El resultado
final fue 1 a 0 gracias a gol de Ludo Coeck a los 19 minutos. Bélgica
1 – El Salvador 0.
Unión Soviética, que venía de perder con Brasil, y Nueva Zelan-
da, que había caído contra Escocia, chocaban en Málaga el 19 de ju-
nio. Los soviéticos marcaron diferencia desde un comienzo. El primer
gol llegó a los 24 minutos por obra de delantero Gavrilov. Ese sería el
resultado al descanso.
En la segunda mitad, los europeos del Este continuaron buscando
goles que le aseguraran el triunfo y buena diferencia de gol. A los 3
minutos Blokhin puso el 2 a 0 y a los 23 Baltacha el 3 a 0 definitivo
de la URSS sobre Nueva Zelanda.
El 20 de junio, en El Molinón de Gijón, jugaban Alemania Fede-
ral, que llegaba de ser vergonzosamente derrotado por Argelia, contra
Chile, que había perdido en el debut con Austria. Los alemanes esta-
ban heridos y los grandes heridos son peligrosos. Lo sufrió Chile. A
los 9 minutos Rummenigge ya colocaba arriba a los germanos. Luego
se calmaron y los trasandinos ajustaron las marcas. El tanteador no
variaría más en el primer tiempo.
En el segundo, Alemania dominaría a placer. A los 12 y 21 minu-
tos otra vez Karl Heinz Rummenigge para poner el 3 a 0. Reinders a

261
los 38 marcaría el cuarto. El gol del honor para Chile lo convertiría
Gustavo Moscoso. Alemania Federal se reponía y goleaba a Chile 4 a
1, con tres goles de Rummenigge.
Inglaterra y Checoslovaquia se enfrentaron en Bilbao el 20 de ju-
nio. Inglaterra llegaba entonada por la victoria ante Francia. Checos-
lovaquia en deuda por el empate ante Kuwait. Los británicos fueron
más, quedó demostrado que los checos habían puesto todo lo que te-
nían, que era poco, en el primer partido. Primer tiempo sin goles y
pocas llegadas.
En el complemento, Inglaterra abriría el marcador. A los 17 minu-
tos Francis marcaba el 1 a 0. A los 21, jugada desafortunada del me-
diocampista defensivo checoslovaco Jozef Barmos, que marcó en pro-
pia meta. Inglaterra 2 a 0. No hubo mucho más para destacar, salvo la
sustitución del lesionado arquero checo Seman, a los 30 minutos, por
Stromsik. Inglaterra 2 – Checoslovaquia 0.
España volvía a presentarse, ahora ante Yugoslavia. El partido se
disputó el 20 de junio en Valencia, donde había empatado en el debut.
Los balcánicos también venían de empatar. A los 10 minutos, Ivan
Gudelj anotó para Yugoslavia. Los nervios dentro y fuera de la cancha
eran evidentes. A los 14 minutos llegó el penal salvador que todo árbi-
tro otorga al local cuando las cosas se complican. El danés Sorensen
marcó la pena máxima y Juanito la aprovecho. 1 a 1. El empate serenó
los ánimos. Empate y al entretiempo.
En el segundo tiempo, los locales buscaban la victoria pero no po-
dían derrotar al arquero Pantelic. A los 18 minutos, el técnico urugua-
yo que dirigía a los ibéricos, José Santamaría, dispuso dos cambios,
entraron Saura y Quini por Satrustegui y Sánchez. Buena decisión de
Santamaría, porque Enrique Saura, a los 21 minutos, convirtió el gol
que le dio la ventaja definitiva a España. España 2 – Yugoslavia 1.
El 21 de junio, en Oviedo, jugaron Argelia y Austria. Los dos ve-
nían de ganar, aunque el triunfo de los africanos ante Alemania había
sido más resonante que el de Austria sobre Chile. El partido fue parejo
en el primer tiempo. Los argelinos dejaban en claro que no había sido

262
casualidad lo del primer encuentro. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, la mejor condición física de los europeos desniveló
las acciones. A los 10 minutos, el delantero por derecha Schachner
colocó en ventaja a Austria. A los 22, el goleador Hans Krankl anotó
el definitivo 2 a 0 de Austria sobre Argelia.
Francia pretendía recuperarse de la derrota inicial ante un equipo
de Kuwait que llegaba tras conseguir un empate contra Checoslova-
quia. Jugaban el 21 de junio en Valladolid. Los dirigidos por Michel
Hidalgo salieron en busca del triunfo desde el primer minuto, sin em-
bargo la defensa kuwaití aguantó 31 minutos, cuando no pudo detener
a Genghini quien convirtió el 1 a 0. Antes del descanso, a los 43, Mi-
chel Platiní estiró diferencias. Primer tiempo 2 a 0 a favor de Francia.
En el segundo, los galos no aflojaron, a los 3 minutos Six conver-
tía el tercer gol. Ahí sí, se tomaron un respiro. Al Balushi descontó a
los 30 minutos y Bossis a los 44 dio cifras definitivas al resultado.
Francia goleaba 4 a 1 a Kuwait y ponía las cosas en su lugar.
A los 35 minutos del segundo tiempo, cuando el partido estaba 3 a
1, Alain Giresse marcó lo que hubiera sido el cuarto gol. Los franceses
festejaban mientras los jugadores de Kuwait protestaban al juez ucra-
niano Miroslav Stupar porque el sonido de un silbato que sonó desde
la tribuna había confundido a los defensores asiáticos, quienes creye-
ron que el árbitro había cobrado una sanción en la jugada. Entonces
ingresó al campo de juego Al-Sheik Fahad Al-Sabah, presidente de la
federación de fútbol de Kuwait, del Comité Olímpico y hermano del
jefe de Estado. El Sheik intentó sobornar al árbitro para que anule la
acción y lo amenazó con una daga. El timorato colegiado anuló el gol
francés señalando un pique para reanudar el juego.
En Zaragoza, el 21 de junio se medían Honduras e Irlanda del
Norte. 15.000 personas en la cancha. Los dos venían de empatar.
Honduras le había amargado la presentación a España. Los británicos
no se habían sacado ventajas con Yugoslavia. Dos equipos bien para-
dos en defensa, prolijos y sin grandes lujos. Ordenados pero sin dema-
siado talento. A los 9 minutos Armstrong marcó el tanto que le daba

263
ventaja a Irlanda del Norte. Luego del gol se preocupó por resguardar
la diferencia. Honduras intentaba crear peligro pero no tenía con qué.
El primer tiempo finalizó 1 a 0 y de seguir así difícilmente cambiaría.
En el complemento, el técnico hondureño José De la Paz Herrera
mandó a la cancha a Eduardo Laing por Prudencio Norales, a los 13
minutos. Apenas dos más tarde, a los 15, Laing logró el gol del empa-
te. Finalmente fue igualdad. 1 a 1 entre Irlanda del Norte y Honduras.
El 22 de junio, se medían en el Estadio Riazor de la Coruña Polo-
nia y Perú. Dos puntos cada uno producto de dos empates. El primer
tiempo finalizó igualado en cero. Partido parejo, aunque con estilos
diferentes.
En el segundo tiempo, a los 10 minutos Smolarek convirtió el 1 a
0 para Polonia. Fue un mazazo para los peruanos que se desmoronaron
y en 21 minutos sufrieron cuatro goles más. Lato a los 13, Boniek a
los 16, Buncol a los 23 y Ciolek a los 31 para el 5 a 0 parcial. Gui-
llermo La Rosa, a los 38, convirtió el descuento peruano. Así son los
Mundiales, unos minutos de desconcentración y te vas a casa. Polonia
clasificaba primera de su grupo, Perú eliminado.
Por el grupo de Argentina se veían las caras, el 22 de junio en El-
che, Bélgica y Hungría. Los belgas contaban sus presentaciones por
victorias, con un empate se aseguraba el primer lugar. Hungría debía
ganar para llegar a cuatro puntos y esperar que Argentina no le ganara
a El Salvador. En caso de que los sudamericanos ganaran, la diferen-
cia de gol posiblemente los favorecería, producto de aquél 10 a 1 a El
Salvador, pero la que podía quedar eliminada era Bélgica. Los húnga-
ros salieron decididos a conseguir la clasificación y a los 27 minutos
se pusieron en ventaja tras el tanto conseguido por Varga. El primer
tiempo finalizó 1 a 0.
En la segunda mitad, los magiares se dedicaron a conservar la
ventaja y los belgas fueron al ataque. Hasta que a los 31 minutos Cze-
rniatynski logró el empate. Entonces fueron los húngaros los que se
adelantaron en la cancha buscando el gol que los depositara en la si-
guiente fase. No tuvieron suerte. Bélgica 1 – Hungría 1. Bélgica clasi-

264
ficada primera de grupo. Hungría debía esperar un milagro, que El
Salvador le empatara a Argentina.
Unión Soviética y Escocia se jugaban el 22 de junio en Málaga,
mano a mano, la clasificación. Los dos habían derrotado a Nueva Ze-
landa y perdido con Brasil. La diferencia residía en que los británicos
tenían 0 de diferencia de gol y los europeos del Este +2. El empate
clasificaba a la URSS. El planteo conservador de los soviéticos se fue
al diablo cuando a los 15 minutos Joe Jordan convirtió el 1 a 0 para
Escocia. Al verse fuera del Mundial, la URSS salió a jugar pensando
en el arco contrario. El primer tiempo terminó 1 a 0 para Escocia.
En la segunda mitad, Chivadze a los 14 logró el empate. Ahora los
escoceses otra vez estaban obligados a marcar. Los minutos pasaban y
el gol británico no llegaba. Entonces fueron con todo y se descuidaron
atrás. Shengelia aprovechó los espacios y a los 39 anotó el 2 a 1 para
Unión Soviética. Parecía definido. Pero Souness empató a los 41 y le
dio suspenso al final. En definitiva, fue empate entre Unión Soviética
y Escocia 2 a 2. La URSS clasificaba, Escocia se volvía a la isla.
El 23 de junio, en el estadio Balaídos de Vigo, definían entre sí
Italia y Camerún la clasificación. Polonia y Perú habían jugado el día
anterior. Polonia ya estaba clasificada y Perú eliminado. Italia y Ca-
merún habían empatado los dos encuentros anteriores, por lo que la
diferencia de gol de ambos era cero. Pero los empates de los africanos
eran en cero, mientras que los europeos habían empatado 1 a 1 con
Perú. En caso de igualdad en puntos y diferencia de gol pasaba el que
sumaba mayor cantidad de goles convertidos. En limpio, con el empa-
te Italia estaba clasificada. El pragmático Enzo Bearzot tomó nota. El
primer tiempo finalizó 0 a 0. Italia esperaba a Camerún mientras pasa-
ban los minutos. Los cameruneses intentaban pero les costaba hilvanar
una jugada en ataque, no por nada todavía no habían convertido un gol
en el torneo.
En el segundo tiempo, a los 15 minutos, Graziani venció a Nkono.
Italia ganaba 1 a 0 y le sobraba. Pero la reacción africana fue inmedia-
ta, a los 16 Mbida convertía el primer gol de Camerún e igualaba las

265
acciones. Los minutos pasaban y los italianos se refugiaron cerca del
arquero Dino Zoff. Aguantaron hasta el final y el empate 1 a 1 les dio
la clasificación por mayor cantidad de goles convertidos, 2, contra 1
de Camerún, que se despedía invicto de su primera cita mundialista.
Otra vez en Alicante, el 23 de junio, Argentina necesitaba ganar
para clasificar. Enfrente estaba El Salvador, ya eliminado. Hungría
miraba por TV. Los salvadoreños salieron a cortar, a no dejar jugar a
los argentinos. Habían aprendido la lección del partido contra Hun-
gría. Algo similar habían hecho contra Bélgica y, si bien habían perdi-
do, lo habían hecho con un resultado decoroso. Argentina intentaba
pero chocaba con la dureza de los jugadores centroamericanos. Recién
a los 22 minutos, Passarella de penal abrió el camino a la victoria.
Argentina se fue al descanso ganando por la mínima.
En el complemento, el juego áspero continuó y las llegadas esca-
seaban. Los sudamericanos corrían el riesgo de que de una jugada
aislada llegara el empate salvadoreño y adiós al torneo. La tranquili-
dad llegó a los 10 minutos cuando Bertoni, luego de una jugada indi-
vidual, convirtió de zurda. Con el partido en el bolsillo, los argentinos
tocaron, los caribeños rasparon. Argentina 2 – El Salvador 0. Sin bri-
llar, los campeones se reponían del traspié del debut y accedían a la
segunda fase.
Brasil y Nueva Zelanda jugaban el 23 de junio, en el estadio Beni-
to Villamarín de Sevilla para cumplir. Con el empate entre la URSS y
Escocia, Brasil ya era primero de su grupo y los de Oceanía hacía días
que tenían las valijas hechas. Telé Santana optó por poner los titulares
y no reservarlos para la próxima etapa. Los sudamericanos golearon
con comodidad. Jugando a media máquina, Zico a los 28 y 31 minutos
mandó a Brasil al entretiempo 2 a 0 arriba.
Luego del descanso, aumentaron la cuenta Falcao a los 19 y Ser-
ginho a los 25. Brasil 4 – Nueva Zelanda 0. Brasil pasaba ganando los
tres partidos y junto a Francia demostraban ser las dos selecciones que
practicaban el mejor fútbol del torneo.
El 24 de junio, en Oviedo, jugaron Chile ya eliminada y Argelia,

266
que ganando tenía un pie en la siguiente ronda. Fue un gran partido,
los argelinos salieron con todo y a los 7 minutos ya estaban arriba por
el gol convertido por Assad. Aumentaría el propio Assad a los 31 y a
los 35 Bensaouala ponía el 3 a 0. Argelia goleaba en la primera mitad.
En la segunda, los chilenos crecieron y los argelinos pagaron el
desgaste físico del primer tiempo. Miguel Neira, de penal a los 14
minutos, descontaba para los trasandinos y se ponían 2-3 a los 28 por
intermedio de Letelier. Los minutos restantes no le alcanzaron para
lograr la igualdad. Fue victoria de Argelia 3 a 2. Al otro día jugaban
Austria y Alemania Federal, si ganaban los austriacos o empataban,
Argelia clasificaba. Si ganaba Alemania por dos goles de diferencia,
también clasificaba Argelia. Era casi un hecho que estaban adentro…
casi un hecho.
En Valladolid, el 24 de junio, se enfrentaban Francia y Checoslo-
vaquia. A Francia le servía el empate, los checoslovacos debían ganar.
El partido fue duro y friccionado, los checoslovacos marcaban de cer-
ca a los habilidosos franceses, cortando la circulación de pelota y no
dejando que se encendiera Platini. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, Didier Six a los 21 logró escapar a las marcas y
convertir el 1 a 0 para los galos. Checoslovaquia endureció aún más el
juego y fue en busca del empate. La igualdad llegó por intermedio de
Antonin Panenka, de penal, a los 39 minutos. Los europeos del Este
buscaron el gol que necesitaban para clasificar, pero quedaron en el
intento, para colmo a los 43 fue expulsado Vizek y con diez jugadores
fue imposible. Empate entre Francia y Checoslovaquia 1 a 1. El buen
fútbol galo seguía, la fuerza checa se despedía.
La Romareda de Zaragoza fue el escenario del partido disputado
entre Yugoslavia y Honduras, el 24 de junio. Los dos tenían chances.
2 puntos los americanos, 1 los europeos. Debían ganar y esperar que
jugaran al día siguiente Irlanda del Norte y España. Partido sin brillo
donde las dos selecciones se cuidaron hasta los últimos minutos del
encuentro cuando arriesgaron algo más en busca de la clasificación.
Fue así que también comenzaron a golpearse más que antes. A los 36

267
minutos del segundo tiempo fue amonestado Krmpotic en Yugoslavia.
Lo propio para el hondureño Maradiaga a los 40. Se jugaba fuerte. A
los 43 llegó el gol de Petrovic, que cambió un penal por gol. Y a los
44 se fue expulsado Gilberto Yearwood en Honduras. Victoria de Yu-
goslavia 1 a 0 frente a Honduras. Ahora debía esperar para saber su
futuro.
Los equipos de Austria y Alemania Federal llegaron al cruce entre
sí, en Gijón, el 24 de junio, conociendo de antemano la victoria con-
seguida por Argelia ante Chile. Esto no generó sospechas hasta que se
inició el partido. Las acciones de ambas selecciones comenzaron con
normalidad en los primeros minutos. Mejor los alemanes que necesi-
taban imperiosamente la victoria. A los 10 minutos del primer tiempo
el centrodelantero alemán Horst Hrubesch marcó el gol que les daba la
clasificación. Alemania 1 a 0. De ahí en más, ambos equipos cayeron
lentamente en una sospechosa inacción, sin ataques serios contra sus
respectivos arcos. Tras media hora de juego los futbolistas de ambos
bandos apenas pasaban la pelota entre ellos, hasta que la cercanía de
un rival les obligaba a pasarlo a su respectivo arquero, recordemos que
todavía se podía alcanzar el balón con el pie al arquero propio. Ade-
más el público en el estadio y por televisión, podía ver intercambios
amistosos de palabras y susurros entre futbolistas de ambos equipos:
el arquero alemán Harald Schumacher y el delantero austriaco Hans
Krankl, o el germano Horst Hrubesch y el austriaco Bruno Pezzey, por
ejemplo, aumentando el malestar y sospechas entre el público.
No hubo intentos de alguno de los equipos en quitarle el esférico
al rival, ni ocurrieron nuevos ataques a los arcos, el juego se había
reducido a una serie de pases inofensivos donde ambos equipos se
prestaban la posesión del balón por algunos minutos, sin atacarse mu-
tuamente. Solo el austriaco Walter Schachner y el alemán Wolfgang
Dremmler intentaron reanimar el juego, pero sin apoyo alguno de sus
restantes compañeros, siendo irónicamente Schachner amonestado con
tarjeta amarilla por reclamar ante el árbitro cuando sus propios com-
pañeros interrumpieron una jugada suya que pudo culminar en gol

268
austriaco al minuto 32. El árbitro y los jueces tampoco podían obligar
a que ambos equipos jugaran en serio, la inacción de los futbolistas no
estaba castigada en los reglamentos. El 1-0 convenía por igual a ale-
manes y austriacos. Los resultados que eliminaban a Argelia eran 1 ó
2 a 0 de Alemania a Austria. Otra posibilidad menos probable, era que
perdiera Austria por 1 ó 2 goles de diferencia pero que marcara 3. Por
ejemplo, 5 a 3 a favor de Alemania.
El público, mayormente españoles, empezó a abuchear a los juga-
dores al ser evidente que ambas selecciones deseaban mantener un
marcador estático, coreando las palabras “fuera, fuera”.
Al empezar el segundo tiempo, los jugadores de ambos equipos
apenas caminaban sobre el terreno de juego, trotaban lentamente, pa-
saban la pelota entre ellos o lanzaban disparos sospechosamente débi-
les o imprecisos hacia el área rival. El público español continuó sus
abucheos, mezclados con el grito despectivo “¡Que se besen, que se
besen!”, otra gran parte del público empezó a nombrar ruidosamente a
la selección perjudicada coreando “¡Argelia, Argelia!”. Algunos afi-
cionados argelinos que presenciaban el encuentro, silbaban y arroja-
ban billetes al campo de juego en señal de arreglo. Algunos periodis-
tas radiales y televisivos llegados de Alemania Federal y Austria se
indignaron ante lo que estaba sucediendo. El periodista alemán Eber-
hard Stanjek de la ARD y de la Bayerischer Rundfunk se negó a se-
guir narrando el segundo tiempo por la “actitud penosa” de ambos
equipos, mientras el comentarista austriaco de televisión Robert
Seeger expresó en vivo su disgusto por el partido y pidió a su audien-
cia que apagara sus televisores.
A los 45 minutos del segundo tiempo exactos, sin adición, el árbi-
tro escocés Bob Valentine puso fin a la farsa. Los dos equipos debie-
ron salir del estadio bajo protección de la policía española.
Con la victoria de Alemania Federal por 1 a 0, el Grupo B quedó
con Alemania 4 puntos y +3, Austria 4 puntos y +2 y Argelia 4 puntos
y 0. Alemania Federal y Austria continuaban. Argelia se despedía de
España 82.

269
Austria se redimía con su poderoso vecino, de la eliminación pro-
vocada a Alemania en 1978.
Los dirigentes futbolísticos de Argelia presentaron una protesta
formal ante la FIFA, pidiendo anular el partido, pero la FIFA no acep-
tó el reclamo en tanto los jugadores alemanes y austriacos no habían
violado ninguna regla oficial. Los integrantes de ambos equipos nega-
ron todo fraude concertado entre ellos para pactar el marcador de 1-0;
de hecho, ningún veterano de ese partido ha reconocido jamás la exis-
tencia de un pacto previo entre los jugadores de ambas escuadras.
Tras este incidente, la FIFA estableció una nueva regla para los
campeonatos de fútbol disputados en etapa de grupos, ordenando que
los dos últimos partidos de cada grupo empezarían a jugarse a la mis-
ma hora en distintos estadios; con ello se impedía que cada equipo
conociera de antemano los resultados de sus demás rivales, reduciendo
en gran medida toda posibilidad de fraude.
Inglaterra, ya clasificada, jugaba en Bilbao el 25 de junio ante
Kuwait que todavía albergaba la esperanza de clasificar si goleaba a
sus rivales de turno por cuatro goles de diferencia. Entonces, la que se
despedía era Francia. Pero no hubo sorpresas. Inglaterra fue superior a
los dirigidos por Parreira. Francis marcó el solitario gol del partido a
los 27 minutos del primer tiempo. Suficiente para que los británicos
quedaran primeros en el grupo, con puntaje ideal y que la Francia de
Platini accediera a la siguiente fase.
En el último partido de la primera fase jugaban el local España an-
te Irlanda del Norte, el 25 de junio a las 21 hs en Valencia. España
tenía 3 puntos e Irlanda 2. El día anterior Yugoslavia había vencido a
Honduras, triunfo que le permitía igualar la línea de los locales con 3
puntos. Si España ganaba o empataba en un gol los yugoslavos acce-
dían a la siguiente ronda. Si ganaba Irlanda del Norte se quedaba con
el grupo y debían definir por diferencia de gol España y Yugoslavia.
Si perdía por un gol de diferencia avanzaba España. Así de complica-
da era la cosa. Las casi 50.000 personas que abarrotaron el estadio
esperaban una victoria local, ya que eran los favoritos. Sin embargo, el

270
primer tiempo se fue sin goles.
En el complemento, Irlanda del Norte daba la sorpresa, otra vez
sorprendían a España. A los 2 minutos Armstrong ponía a su equipo
arriba. Los ibéricos intentarían hasta el final infructíferamente lograr
el empate. Irlanda del Norte pasaba en primer lugar. España en segun-
do, con 0 de diferencia de gol pero 3 convertidos, contra 0 de diferen-
cia y 2 conquistas de Yugoslavia. Los locales continuaban pero que-
daba claro que no estaban para grandes cosas.
La segunda fase quedó conformada por cuatro grupos de tres
equipos. El ganador de cada uno pasaría a semifinales, cruzándose el
primero del Grupo 1 con el primero del 3 y el ganador del Grupo 2
con el líder del Grupo 4.
Los grupos quedaron así: Grupo 1: Bélgica, Polonia y Unión So-
viética. Grupo 2: Alemania Federal, España e Inglaterra. Grupo 3:
Argentina, Brasil e Italia. Grupo 4: Austria, Francia e Irlanda del Nor-
te. Apenas dos sudamericanos, Argentina y Brasil, contra diez euro-
peos. Para peor estaban en el mismo grupo, lo que aseguraba tres se-
mifinalista y un finalista del viejo continente. Y de ganar Italia el
Grupo 3, todo quedaría en Europa.
La segunda fase se jugaría por completo en Barcelona y Madrid.
El 28 de junio, en el Camp Nou de Barcelona, Polonia venció a
Bélgica por 3 a 0. Ese día la nueva figura polaca, el delantero Zbig-
niew Boniek, estuvo encendido. Ya a los 4 minutos marcaba el prime-
ro, y volvía a vencer al arquero Custers, reemplazante de Jean Marie
Pfaff, a los 26.
En el segundo tiempo, llegaría la tercera conquista de Bonierk y
de Polonia. Los belgas habían extrañado a Pfaff y los polacos disfru-
tado de Boniek.
En el Vicente Calderón de Madrid, el 28 de junio jugaron Austria
y Francia. El partido fue parejo pero la calidad de los franceses hizo
diferencias. Michel Platini estaba sentado en el banco de suplentes. A
los 39 minutos, gol de Genghini.
En el segundo tiempo, los avances de Schachner, Hintermaier y

271
Krankl no pudieron con la defensa gala y el arquero Jean Luc Ettorí.
Fue victoria francesa 1 a 0 sobre Austria.
75.000 personas presenciaron el 29 de junio, en el estadio Santia-
go Bernabeu de Madrid, el empate sin goles entre Alemania Federal e
Inglaterra. Los dos equipos se respetaron demasiado. Lo de Alemania
podía entenderse porque había entrado por la ventana a la segunda
fase, pero los ingleses habían pasado jugando a buen nivel y ganando
todos los encuentros del grupo. Incluso contra Francia, una de las se-
lecciones favoritas a quedarse con el título. Alemania Federal 0 – In-
glaterra 0.
El 29 de junio, en el estadio Sarriá de Barcelona, chocaron Italia y
Argentina. Los albicelestes fueron al ataque y llegaron a dominar las
acciones del partido. Italia se sentía cómoda esperando atrás, especu-
lando con el contraataque. La marca del defensor Claudio Gentile a
Maradona fue despiadada, por entonces los árbitros no cuidaban a los
habilidosos como ahora. El italiano lo siguió y golpeó por toda la can-
cha, poco fue lo que pudo hacer el diez esa tarde. Ya en el primer
tiempo habían sido amonestados Gentile, Rossi, Kempes, Maradona,
Ardiles y Gallego. El partido era friccionado. Sin goles en el primer
tiempo.
En el segundo, la estructurada defensa “azzurra” seguía infran-
queable. Una contra a los 12 minutos permitió a Marco Tardelli poner
al frente a su equipo. Diez minutos más tarde, a los 22 Antonio Cabri-
ni convirtió el 2 a 0. Daniel Passarella, de tiro libre descontó a los 38,
había esperanzas, pero un minuto más tarde fue expulsado Américo
Gallego y con uno menos el empate sería inalcanzable para los de
Menotti. Italia 2 – Argentina 1.
El 1 de julio jugaron en Barcelona Bélgica y Unión Soviética. Los
belgas habían perdido con Polonia y debían ganar, los soviéticos juga-
ban su primer encuentro en el Grupo 1. Con Pfaff lesionado, el técnico
Guy Thys no volvió a confiar en Custers y mandó bajo los tres palos a
Munaron, tercer arquero del plantel. Primer tiempo equilibrado y sin
goles.

272
En la segunda etapa, a los 3 minutos, Oganesian marcó el gol de la
victoria soviética. Bélgica, sin reacción, perdió los dos partidos del
grupo y quedó eliminada. URSS 1 – Bélgica 0.
En Madrid se enfrentaron, el 1 de julio, Austria, que había ganado,
e Irlanda del Norte. Fue un partido abierto y con cuatro goles. Los
británicos se pusieron al frente a los 27 minutos por intermedio de
Hamilton. No habría más goles en el primer tiempo.
En el segundo, a los 5 minutos empate de Austria, Pezzey fue el
autor. Austria con otra victoria quedaba a las puertas de las semifina-
les, por ello siguió buscando y a los 23 Hintermaier convirtió el 2 a 1.
Los norirlandeses, en lo que iba a ser a la postre su mejor actuación en
Mundiales, siguieron buscando el arco rival, y lo encontraron a los 30
minutos, segundo gol marcado por Hamilton. No hubo tiempo para
más. Buen partido y empate 2 a 2 entre Austria e Irlanda del Norte.
El 2 de julio, 90.089 personas pagaron la entrada en Madrid para
ver a España ante Alemania Federal. Los alemanes venían de igualar
sin goles ante Inglaterra. Una victoria de los locales los dejaba en in-
mejorables posibilidades de clasificar. El primer tiempo finalizó 0 a 0.
El público local comenzaba a impacientarse, a pesar de que el trámite
había sido parejo.
En el segundo tiempo, el desgarbado Pierre Littbarski, de buen
desempeño, madrugó a todos y a los 5 minutos puso en ventaja a los
germanos. Los alemanes aprovecharon el nerviosismo local y a los 30
marcaron el 2 a 0 por intermedio de Fischer. Zamora descontó en una
de las cargas desesperadas de los españoles a los 37 minutos. Pero ese
sería el resultado final. Los alemanes dirigidos por Jupp Derwall su-
maban 3 puntos y dependían del resultado de España – Inglaterra para
saber si pasaban a semifinales. La derrota española significó el adiós a
su copa. Decepcionante actuación de los locales, ya no podían alcan-
zar la línea de Alemania ni con un triunfo ante los ingleses.
Si el 2 de julio sería recordado por los españoles como el día de su
eliminación, también lo sería por los argentinos que corrieron la mis-
ma suerte y para colmo ante su archirival Brasil. El partido se jugó en

273
el estadio Sarriá de Barcelona ante 44.000 espectadores. Argentina,
con la obligación de ganarle al equipo que mejor estaba jugando hasta
el momento, Brasil. Los jugadores nacionales, en el fondo ya se creían
eliminados, la falta de motivación se notó en la cancha. El primer gol
brasileño llegó a los 11 minutos, cuando Zico convirtió luego de cap-
turar un rebote en el travesaño de un tiro de Eder. No hubo más goles
en el primer tiempo, pero se notaba que Brasil estaba más cerca del
segundo que Argentina del empate.
En el segundo tiempo, Serginho hizo el segundo a los 21 minutos.
El tercero lo convirtió Junior a los 30. Para la anécdota, descontó a los
44 minutos el “pelado” Ramón Díaz. Minutos antes, a los 40, Diego
Armando Maradona, impotente porque el equipo no respondía, le dejó
los tapones marcados en la pierna a un rival y vio la tarjeta roja. Brasil
ganaba 3 a 1 a Argentina y definiría la clasificación frente a frente con
Italia. El campeón se quedaba afuera. Fue una sombra del equipo del
78. En España no hubo indulgencia de los árbitros, ni definiciones
sabiendo el resultado de los rivales, ni estadios repletos alentándolos.
Además, se criticó cierta suficiencia del plantel por ser los campeones;
la permisividad del cuerpo técnico para que esposas y novias de los
futbolistas ingresaran a la concentración; el momento de algunos ju-
gadores que, mientras disputaban el Mundial, estaban cerrando millo-
narios traspasos a importantes equipos europeos; los jugadores se vie-
ron afectados por el conflicto de Malvinas. En fin, por una cosa o por
otra, Argentina no estuvo a la altura de las circunstancias y nunca me-
reció figurar entre los candidatos al título.
El 4 de junio se enfrentaron en Barcelona Polonia y Unión Sovié-
tica. Los dos venían de ganarle a Bélgica y definían entre sí la clasifi-
cación a semifinales. El empate favorecía a los polacos, que habían
derrotado 3 a 0 a Bélgica y 1 a 0 a la URSS. El partido se jugó con
pierna fuerte, muy físico y friccionado. Cinco amonestados, tres sovié-
ticos y dos polacos. El tanteador no se movió en todo el partido. Con
el empate 0 a 0 Polonia se convertía en el primer semifinalista.
Francia e Irlanda del Norte jugaban el 4 de julio en Madrid. Con

274
Austria sumando 1 punto en dos partidos, ya eliminada, la clasifica-
ción se definiría en este encuentro. Francia con el empate pasaba a
semis. Los irlandeses del norte debían ganar. Los británicos fueron a
buscar el partido pero se descuidaron y los franceses aprovecharon los
espacios y las ventajas a la hora de marcar. A los 33 minutos Giresse
anotaba el 1 a 0 con que finalizaría la primera mitad.
En el segundo tiempo, Francia estiraría la ventaja al minuto y a los
23 por obra de Rocheteau. El goleador Armstromg descontaba a los 30
minutos, y Giresse, quien había abierto la cuenta, ahora la cerraba a
los 35 minutos. Victoria gala 4 a 1 sobre Irlanda del Norte. Francia
accedía a semifinales.
Polonia esperaba rival, este saldría del choque que protagonizarían
Brasil e Italia el 5 de julio en Barcelona. Los dos le habían ganado a
Argentina, pero la diferencia de gol favorecía a los sudamericanos, por
lo que un empate clasificaba a Brasil. Fue el partido de Paolo Rossi, el
delantero que todavía no había convertido ni un solo gol en cinco par-
tidos y que era respaldado por el técnico Bearzot, ese día se despacho
con tres tantos. Rossi, que jugaba en el Perugia, había sido declarado
culpable de amañar encuentros en la Serie A italiana, en complicidad
con la mafia que manejaba el negocio de las apuestas. Dos años de
suspensión recibió el delantero, que se cumplieron dos meses antes del
Mundial. Totalmente fuera de estado y sin competencia, fue convoca-
do por Enzo Bearzot al seleccionado. Tanta confianza le tenía que lo
aguantó durante los primeros encuentros para que agarrara ritmo. El
técnico no se equivocaba. Rossi retribuyó el apoyo cuando más lo
necesitaba, en el encuentro que lo clasificó a semifinales, en la propia
semi y en la final. Con 6 goles se convirtió en el máximo artillero,
figura del torneo y alzó la copa de campeón.
Italia debía ganar, por lo tanto no podía especular como en parti-
dos anteriores, por lo menos hasta lograr un gol. Este llegó a los 5
minutos, Paolo Rossi abría la cuenta para Italia. Esto hizo que los bra-
sileños, quienes habían practicado el mejor fútbol del torneo y eran
candidatos a ganarlo, salieran deliberadamente a buscar el empate. Lo

275
consiguieron a los 12 minutos gracias al tanto de Sócrates. Italia espe-
raba y lastimaba de contra. Así, a los 25 otra vez se pusieron en venta-
ja los europeos gracias a la segunda conquista de Rossi, a quien le
salían todas. Primer tiempo, 2 a 1 Italia arriba.
En el complemento, la tónica siguió similar al primero, Brasil te-
nía el dominio del territorio y el balón, Italia defendía esperando una
chance de contraataque. Promediando el tiempo, a los 23 minutos Fal-
cao volvía a igualar el marcador. Los “azzurros” se adelantaron bus-
cando un nuevo gol, que llegó a los 29 por intermedio de su goleador
Paolo Rossi. Después sí, a cerrarse y aguantar los ataques brasileños.
Victoria italiana 3 a 2 sobre Brasil. Sorpresa en Barcelona. Las semi-
finales serían íntegramente europeas.
El 5 de julio, en Madrid, se midieron España, ya eliminada, e In-
glaterra, que se jugaba la clasificación. Expectante al resultado estaba
Alemania Federal. Un triunfo de Inglaterra por dos goles de diferencia
o por uno de diferencia pero marcando dos, le aseguraba el pase a los
británicos. Un triunfo español, un empate o una victoria inglesa 1 a 0
beneficiaban a los germanos. Los locales ya sin presiones jugaron me-
jor que los encuentros anteriores. Inglaterra no pudo con los nervios a
medida que se consumían los minutos y el gol no llegaba, pretendían
hacer el segundo, que les daba la clasificación, antes que el primero.
No se sacaron ventajas. España 0 – Inglaterra 0. Así Alemania Fede-
ral, que había clasificado tras el escandaloso partido ante Austria, aho-
ra se beneficiaba por el empate y accedía al selecto grupo de países
semifinalistas. Su rival sería Francia.
Las semifinales se jugarían el 8 de julio. Polonia – Italia en el es-
tadio Camp Nou de Barcelona y Francia – Alemania Federal en el
estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla.
Polonia e Italia, como señalamos, jugaron en Sevilla. Los polacos
no contaron en el once inicial con Boniek. Hasta la semifinal, Polonia
había mostrado un juego agradable pero poco contundente. Italia había
recuperado un goleador. Otra vez Paolo Rossi fue la figura del partido.
A los 22 minutos marcó el 1 a 0 con que finalizaría la primera etapa.

276
En la segunda, el partido se volvió más violento y fueron amones-
tados dos jugadores polacos. Italia jugó un sólido partido, era un equi-
po que no brillaba pero, ya a esa altura del torneo, sabía a qué jugaba.
A los 28 minutos otra vez Rossi anotó el 2 a 0 que sería definitivo.
Polonia se volvía a quedar a las puertas del choque decisivo como en
1974. Italia jugaría su cuarta final.
La otra semifinal la jugaron Francia y Alemania Federal en Sevi-
lla. El encuentro se convertiría en uno de los partidos más memorables
del campeonato. A los 17 minutos Littbarski adelantaba a los alema-
nes. Nueve minutos más tarde, a los 26, igualaba Platini de penal. El
primer tiempo quedaría empatado a 1.
En el segundo no se sacarían ventajas. El hecho destacado lo pro-
dujo, a los 15 minutos, el guardameta alemán Harald Schumacher
quien cometió una fuerte falta al jugador francés Patrick Battiston,
cuando éste estaba en camino de convertir un gol, dejándolo incons-
ciente. Era penal y expulsión. Los franceses se mostraron incrédulos
cuando el árbitro holandés Charles Corven no expulsó al arquero y ni
siquiera señaló la falta. Sin embargo, el partido también se destacó por
sus momentos deportivos. Los 90 minutos finalizaron 1 a 1 y debieron
ir a tiempo suplementario.
En el primer tiempo, los franceses marcaron dos tantos, a los 2
minutos Tresor y a los 8 Giresse encaminaban el encuentro para el
lado galo. Pero iba a llegar la milagrosa remontada alemana. Rumme-
nigge, que había ingresado en el suplementario, a los 12 descontaba y
Fischer empataba a los 3 minutos del segundo tiempo suplementario.
El encuentro era de ida y vuelta, no daba respiro. Los 120 minutos
finalizaron igualados 3 a 3. El segundo finalista se definiría por tiros
desde el punto del penal. Sería la inauguración de tal sistema para de-
finir partidos a eliminación directa. En la tanda de 5 penales por equi-
po, para Francia convirtieron Giresse, Amoros, Rocheteau y Platini;
para Alemania Kaltz, Breitner, Littbarski y Rummenigge. Zoff le con-
tuvo el penal a Stielike y Schumacher a Six. En la serie alternada, de
un tiro y un tiro, convirtió Hrubesch para Alemania y Schumacher se

277
convirtió en el héroe de la jornada al contenerle el disparo a Bossis. La
primera definición por penales de la historia de los Mundiales fue para
Alemania Federal y le permitió, nada menos, que acceder a la final.
El 10 de julio, en Alicante, los dos semifinalistas derrotados, Po-
lonia y Francia, se enfrentaron para definir el tercer puesto. El desgas-
te galo en la semifinal, la tensión de los penales, fueron mucho para
un equipo que dos días después volvía a jugar. El técnico Michel Hi-
dalgo había optado por un mix entre habituales titulares y suplentes.
Platini, Six, Battiston, Bossis y Giresse, por ejemplo, en el banco. Los
polacos con lo mejor que tenían, incluido Boniek, que se había perdi-
do la semifinal. Girard a los 13 minutos adelantó a Francia. Szarmach
empató a los 40, y Majewski a los 44, decretó que Polonia se fuera al
descanso en ventaja.
En el segundo tiempo, al minuto, aumentó Kupcewicz para colo-
car a los polacos arriba 3 a 1. El cansancio y la falta de motivación en
los franceses era evidente. A los 27 descontó Couriol, pero no alcanzó.
Polonia accedía al tercer escalón del podio, como en 1974, mientras
que Francia debía conformarse con el cuarto lugar.
La final se disputó en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid, el
11 de julio. Italia formo con: Zoff (capitán); Gentile, Scirea, Collovati,
Bergomi, Cabrini; Oriali (Causio), Tardelli, Conti; Graziani (Altobe-
lli) y Rossi. DT: Enzo Bearzot. Alemania alistó a: Schumacher; Kaltz,
Stielike, K.H. Foerster, B. Foerster, Dremmler (Hrubesch); Breitner,
Rummenigge (capitán) (H. Mueller), Briegel; Littbarski y Fischer.
DT: Jupp Derwall.
El árbitro fue Arnaldo Cohelo de Brasil y los líneas Abraham
Klein de Israel y el checoslovaco Vojtech Christov.
Primer tiempo parejo y sin goles, en el que lo destacable fue que
Antonio Cabrini erró un penal. Las férreas marcas personales de Ber-
gomi sobre Rummenigge, Collovati con Fischer y Gentile, aquel que
había molido a patadas a Maradona, pegado a Littbarski, daban resul-
tado.
En la segunda mitad, a los 12 minutos, Paolo Rossi marcó el pri-

278
mero, gracias a un cruce de Claudio Gentile de corta distancia. A los
24 Marco Tardelli anotó desde el borde del área para poner a Italia 2 a
0 arriba. Los alemanes no podían con Italia. Tras un contraataque del
extremo Bruno Conti, Alessandro Altobelli hizo el 3-0 a los 36 minu-
tos. El triunfo de Italia parecía seguro, fomentando al presidente ita-
liano Sandro Pertini, presente en el estadio, a apuntarte con el dedo a
las cámaras en un gesto de confianza. Breitner anotó para Alemania a
los 38 minutos. El gol de Beitner solo sirvió para que el alemán se
convirtiera en el único jugador de la historia en marcar goles en dos
finales no consecutivas, 1974 y 1982. Italia se aferró a su primer título
en 48 años, y su tercero en total. Italia 3 – Alemania Federal 1.
Después de sus victorias de 1934 y 1938, Italia había alcanzado
los mismos títulos que Brasil. Esta vez con Bearzot como técnico y
bajo la tutela de jugadores como Paolo Rossi, Dino Zoff, Antonio Ca-
brini y Marco Tardelli.
El capitán y portero Dino Zoff, a los cuarenta años y cuatro me-
ses, se convirtió en el jugador de mayor edad en ganar la Copa del
Mundo.
El italiano Paolo Rossi ganó la Bota de Oro como máximo golea-
dor del torneo, y el Balón de Oro como mejor jugador (que se conce-
dió por primera vez). Le convirtió 3 goles a Brasil, 2 a Polonia y 1 a
Alemania Federal. Segundo quedó Rummenigge de Alemania Federal
con 5 y tercero el polaco Boniek con 4 tantos. Paolo Rossi debutó en
la selección en 1977 y jugó hasta 1984, 48 partidos marcando 20 go-
les. Jugó en Juventus, Vicenza, Peruggia, Verona y Milan. Se retiró en
1987.
En el transcurso del torneo se marcaron 146 goles en 52 partidos,
un promedio de 2,81 por encuentro. Sergei Balchata, de la URSS,
convirtió el tanto 1100 en Mundiales.
La pelota oficial fue la Adidas Tango España 82. El diseño no va-
riaba mucho de la Tango de 1978, ambas usaban como material el
cuero, pero ahora mezclado con poliuretano. Además, este modelo
traía costuras impermeables que reducían la absorción de agua en caso

279
de lluvias.
El equipo ideal quedó conformado por: Dassaev (URSS); Gerets
(Bélgica), Scirea (Italia), Passarella (Argentina), Junior (Brasil); Conti
(Italia), Giresse (Francia), Falcao (Brasil), Platini (Francia); Rossi
(Italia) y Boniek (Polonia).
La Copa Mundial de Fútbol se había convertido en un gran nego-
cio. España 82 fue presenciado en los estadios por más de dos millo-
nes de personas y generó ingresos por 66 millones de dólares.

Síntesis:

Campeón: Italia 9°: Irlanda del 17°: Camerún


Subcampeón: Alemania Norte 18°: Honduras
Federal 10°: Bélgica 19°: Checoslovaquia
Tercero: Polonia 11°: Argentina 20°: Perú
Cuarto: Francia 12°: España 21°: Kuwait
5°: Brasil 13°: Argelia 22°: Chile
6°: Inglaterra 14°: Hungría 23°: Nueva Zelanda
7°: Unión Soviética 15°: Escocia 24°: El Salvador
8°: Austria 16°: Yugoslavia

280
México 1986

“Argentina, de la mano de Maradona, campeón sin objeciones”

La XIII Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en México, entre el


31 de mayo y el 29 de junio de 1986. México se convirtió en el primer
país en celebrar dos veces una Copa del Mundo, cuando el Comité
Ejecutivo de la FIFA, tras una reunión en Estocolmo, Suecia, en mayo
de 1983, decidió sustituir la sede seleccionada en 1974, Colombia,
quien tuvo que declinar en noviembre de 1982 ante la imposibilidad
de cumplir con los requerimientos que FIFA exigió para celebrar el
evento. El campeón fue Argentina.
Fueron 24 selecciones las que acudieron al torneo y 52 partidos
celebrados, al igual que en el Mundial de España 1982. La mascota
del Mundial fue “Pique”.
En junio de 1974, la FIFA designó a Colombia como sede de la
Copa Mundial de Fútbol de 1986. Sin embargo, con el paso del tiem-
po, la posibilidad de que Colombia pudiese realmente albergar el
evento se fue desvaneciendo. Una serie de exageradas exigencias,
nunca antes solicitadas a ningún país, establecidas por el Comité Eje-
cutivo de la FIFA, no podían ser cumplidas por el Comité Organiza-
dor.
A Colombia le exigían: 12 estadios con capacidad mínima de
40.000 personas para la primera fase. 4 estadios con capacidad míni-
ma de 60.000 personas para la segunda fase. 2 estadios con capacidad
mínima de 80.000 personas para el partido inaugural y la final. La
instalación de una torre de comunicación en Bogotá. Congelamiento
de las tarifas hoteleras para los miembros de la FIFA a partir del 1 de
enero de 1986, entre otros. La emisión de un decreto que legalizara la
libre circulación de divisas internacionales en el país. Una flota de
limusinas a disposición de los directivos de la entidad. Una red de
trenes que permitiera comunicar a todas las sedes (algo imposible por
la geografía del país). Aeropuertos con capacidad para el aterrizaje de

281
aviones tipo jet en todas las sedes. Una red de carreteras que permitie-
ra el fácil desplazamiento de la afición.
Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia es-
timó las inversiones necesarias, según requerimientos de FIFA, en
2.238 millones de dólares.
El gobierno colombiano consideró que dichos requisitos eran ex-
cesivos e imposibles de cumplir, ante lo cual, finalmente el 25 de oc-
tubre de 1982 el presidente de Colombia Belisario Betancur anunció la
cancelación de la organización del evento. Adujo que cuando se le
otorgó la sede, del Mundial participaban 16 selecciones, ahora con 24
las condiciones habían cambiado, sobrepasando la capacidad organi-
zativa de su país. Para la elección del nuevo destino hubo cuatro paí-
ses candidatos: Canadá, Brasil, Estados Unidos y México. Canadá fue
rápidamente descartado por no contar con tradición futbolística. Brasil
corrió la misma suerte porque el presidente de FIFA era brasileño y el
presidente de la federación brasileña yerno de Havelange, podía verse
como una maniobra para llevar el torneo a su país. Se especuló con
que las exigencias a Colombia eran para que renunciase a la organiza-
ción y EE.UU. heredara la sede, el negocio era mucho mayor en el
poderoso país del norte y las empresas auspiciantes lo preferían a un
pobre país de Sudamérica. Joao Havelange, el suizo Joseph Blatter y
el marino argentino Lacoste, hombres fuertes en FIFA, también. Sin
embargo, la posibilidad de Estados Unidos recibió un fuerte rechazo
de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Ante el riesgo de una
ruptura de FIFA, EE.UU. fue descartado para 1986, pero ganó la posi-
bilidad de organizar el Mundial de 1994. Quedó México, que aunque
había sido anfitrión 16 años antes, era aceptado por todos. Además,
contaba con estadios y comunicaciones acordes para la ocasión. Have-
lange y Guillermo Cañedo, empresario mexicano dueño de la cadena
de televisión Televisa, rápidamente ultimaron detalles y se confirmó a
México como reemplazante de Colombia, el 20 de mayo de 1983. Por
primera vez en la historia, un país repetiría como sede del Mundial.
Así se mantenía la táctica de rotación entre Europa y América.

282
La realización del torneo en México estuvo en peligro debido a
una serie de terremotos que asolaron el país en septiembre de 1985, a
ocho meses de la fecha de arranque del evento, produciendo más de
10.000 muertes y demandando una inversión de 2.000 millones de
dólares para la reconstrucción. A pesar de las consecuencias desastro-
sas que ocasionó el terremoto, con epicentro en el Distrito Federal, los
estadios designados como escenarios de los partidos, así como las di-
ferentes infraestructuras futbolísticas, no resultaron afectadas, por lo
que se decidió continuar con la organización del evento.
Las sedes designadas fueron: el Estadio Ezteca y Olímpico Uni-
versitario en Ciudad de México; Jalisco y Estadio Tres de Marzo, en
Guadalajara; en Irapuato, Estadio Sergio León Chávez; en León, Nou
Camp; Monterrey dispuso del Estadio Tecnológico y Estadio Univer-
sitario; Nezahualcoyotl, Estadio Neza 86; Puebla, Estadio Cuauhte-
moc; Querétaro, Estadio Corregidora; y Toluca, Estadio Nemesio
Diez.
Para esta edición, el formato del torneo volvió a cambiar. La se-
gunda ronda ya no sería una fase de grupos, como sucedía desde 1974,
sino que se volvería al antiguo sistema de eliminación directa, pero en
esta ocasión se agregarían los octavos de final, debido al aumento de
las selecciones participantes que se produjo en el Mundial anterior.
También clasificarían a esta etapa eliminatoria los cuatro mejores ter-
ceros, junto con el primero y el segundo de cada grupo.
Los cuatro mejores equipos de estos seis se determinaría de la si-
guiente manera: 1– Mayor número de puntos obtenidos en todos los
partidos de grupo; 2– Diferencia de goles en todos los partidos de gru-
po; 3– Mayor número de goles marcados en todos los partidos de gru-
po; 4– Sorteo por parte de la comisión organizadora de la FIFA.
Los países clasificados para la cita final fueron: Alemania Federal,
Argelia, Argentina, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Corea del Sur,
Dinamarca, Escocia, España, Francia, Hungría, Inglaterra, Irak, Irlan-
da del Norte, Italia, Marruecos, México, Paraguay, Polonia, Portugal,
Unión Soviética y Uruguay. Las selecciones de Canadá, Dinamarca e

283
Irak debutarían en México. En la etapa eliminatoria quedaron fuera
Holanda, Perú, Yugoslavia y Checoslovaquia, entre los habituales
partícipes.
El sorteo esta vez no generó ninguna sospecha. Se realizó en los
estudios de Televisa el 15 de diciembre de 1985 ante mil quinientos
invitados. El encargado de sacar las bolillas fue un chico de cinco
años, Luis Javier Barroso Cañedo, nieto del presidente del Comité
Organizador de la Copa.
Los grupos quedaron así: Grupo A: Argentina, Bulgaria, Corea del
Sur e Italia; Grupo B: Bélgica, Irak, México y Paraguay; Grupo C:
Canadá, Francia, Hungría y Unión Soviética; Grupo D: Argelia, Bra-
sil, España e Irlanda del Norte; Grupo E: Alemania Federal, Dinamar-
ca, Escocia y Uruguay; Grupo F: Inglaterra, Marruecos, Polonia y
Portugal.
A mediados de los 80, el mundo continuaba dividido entre Occi-
dente y Oriente. Estados Unidos y Unión Soviética llevaban adelante
la denominada “guerra fría”, acompañada de una carrera armamentís-
tica tendiente a mantener la paridad entre las principales potencias de
ambos lados del planeta. Esta competencia llevó a la conquista del
espacio y al desarrollo de la energía nuclear. La década del 80 vivió
tragedias que la marcaron como consecuencia de lo expuesto. En Es-
tados Unidos estalló el cohete Challenger, a instantes de su despegue,
desintegrando a siete tripulantes, ante la mirada de miles de personas y
millones por televisión. En la Unión Soviética explotó la central ató-
mica de la ciudad de Chernobyl, dejando cientos de víctimas y un
desastre medioambiental como saldo.
Argentina había recuperado la democracia en 1983, la derrota en
Malvinas y la desastrosa situación económica del país llevaron a la
Junta Militar a dar paso a un nuevo gobierno democrático. El radical
Raúl Alfonsín triunfó por amplio margen sobre el peronista Lúder.
Alfonsín llevó adelante una investigación sobre los crímenes de la
dictadura juzgando a los miembros de la Junta. Fue la primera vez que
un gobierno democrático juzgaba los crímenes cometidos por una dic-

284
tadura. Se mostró como un líder pacifista y resolvió la disputa limítro-
fe con Chile sobre el canal de Beagle por la vía diplomática. Resistió
los coletazos de las Fuerzas Armadas, que todavía mantenían influen-
cias y poder. Pero no pudo soportar el hostigamiento de los gremios
con constantes paros y movilizaciones, y el descalabro financiero he-
redado, que no llegó a solucionar con el denominado “Plan Austral”.
La situación terminó en hiperinflación, que derivó en un adelanta-
miento de las elecciones presidenciales.
La selección estaba comandada ahora por Carlos Salvador Bilar-
do, un médico ex jugador de Estudiantes de La Plata consustanciado
con la filosofía y el pragmatismo de Osvaldo Zubeldía. Era la antítesis
de su antecesor, César Luis Menotti. Bilardo era obsesivo por los deta-
lles y el equipo rival. Argentina contaba ahora con un as en la manga,
Diego Armando Maradona, quien era por entonces el mejor jugador
de fútbol del mundo. Si Bilardo sabía explotar su talento y rodearlo de
jugadores que lo hicieran sentir cómodo, Argentina sería un serio aspi-
rante al título.
Las eliminatorias no fueron fáciles, el equipo no jugaba bien, aun-
que era sólido. Le ganó a Colombia y Venezuela de visitante y de lo-
cal. Pero perdió con Perú en Lima 1 a 0. Ese partido es recordado por
la violeta marcación que le realizó el peruano Luis Reyna a Maradona,
ante las narices del permisivo árbitro del partido.
El partido de vuelta se jugó en el Monumental. Reyna volvió a
maltratar al diez argentino. A los 35 minutos del segundo tiempo Perú
ganaba 2 a 1. Argentina necesitaba un empate para clasificar. Los fan-
tasmas de México 70 sobrevolaban el estadio de River Plate. Hasta
que Daniel Passarella, lanzado al ataque, paró la pelota con el pecho y
pateó de derecha, en el camino quedó el arquero Acasuzo y el “Tigre”
Gareca llegó para empujarla en la línea. Empate 2 a 2 y clasificación
albiceleste. Argentina había estado a diez minutos de quedar afuera
del Mundial. Bilardo declararía más tarde que las eliminatorias sud-
americanas eran más difíciles que el propio Mundial.
En el plantel conformado por Bilardo fueron cuestionados varios

285
de sus integrantes. Sin embargo, el entrenador priorizó el grupo y la
comodidad de su figura estelar.
Un hecho que causó suspicacias fue que durante el Mundial de
1986, Daniel Passarella sufrió una infección intestinal que lo dejó fue-
ra de las canchas. Mucho se especuló sobre una intoxicación inducida
por el propio cuerpo técnico de la selección debido a que Passarella
estaba identificado con el anterior proceso de Menotti y distanciado
con Diego Maradona. Nada se pudo comprobar fehacientemente. Para
colmo, cuando la bacteria desapareció, Passarella sufrió un desgarro.
Si bien fue parte del plantel que viajó, por estos motivos no jugó nin-
gún partido del Mundial que ganaría la Argentina, al vencer a Alema-
nia Federal en la final. A pesar de esto, permaneció en el plantel y es
el único argentino en ganar dos copas Mundiales.
El plantel argentino estuvo conformado por Nery Pumpido, Luis
Islas, Héctor Zelada, José Luis Brown, Daniel Passarella, Néstor
Clausen, José Luis Cuciuffo, Oscar Garré, Julio Olarticoechea, Oscar
Ruggeri, Sergio Batista, Ricardo Bochini, Jorge Burruchaga, Héctor
Enrique, Ricardo Giusti, Carlos Tapia, Marcelo Tobbiani, Sergio Al-
mirón, Claudio Borghi, Diego Armando Maradona, Jorge Valdano y
Pedro Pablo Pasculli. Director Técnico: Carlos Salvador Bilardo.
El esquema de juego era 1-3-4-2, con una defensa con líbero y
stoppers, dos mediocampistas de contención y dos de creación, y dos
delanteros.
Antes del comienzo del campeonato, algunos jugadores, encabe-
zados por Valdano y Maradona, ensayaron una queja por el horario de
los partidos, las 12 hs a pedido de las cadenas televisivas de Europa.
El calor en México a esa hora era agobiante, el césped estaba alto y a
eso se le sumaba el smog reinante en el ambiente. Sin embargo, las
opiniones de los jugadores no fueron tenidas en cuenta por la FIFA.
El partido inaugural se realizó el 31 de mayo en el estadio Azteca
de Ciudad de México, entre el campeón Italia y Bulgaria. 96.000 per-
sonas pagaron la entrada ese día. Italia seguía siendo dirigida por el
conservador Enzo Bearzot y contaba con algunos sobrevivientes de

286
España: los defensores Bergomi, Scirea, Cabrini y el goleador Rossi.
El partido fue chato como todo primer encuentro de un Mundial. Los
nervios y las precauciones terminaron perjudicando el espectáculo.
Alessandro Altobelli a los 43 minutos del primer tiempo convirtió
para Italia. Así se irían al descanso.
En el segundo tiempo, el encuentro no mejoró, aunque parecía que
Italia saldría victoriosa. Pero a los 40 minutos, el búlgaro Siracov lo-
gró el empate. El torneo comenzaba con una sorpresa. Empate 1 a 1
entre Italia y Bulgaria.
El 1 de junio, en León, se presentaron el debutante Canadá y
Francia, una de las selecciones favoritas. Francia ahora era dirigida
por Henry Michel, mantenía a jugadores como Tigana, Platini, Gires-
se, Bossis, Batiston o Amoros, y le sumaba al talentoso goleador Jean-
Pierre Papin. Los galos fueron más pero no podían romper la defensa
canadiense, recién a los 34 minutos del segundo tiempo Papin pudo
anotar el gol de la victoria. Francia le ganaba 1 a 0 a Canadá. El triun-
fo servía para ganar confianza pero quedaba en deuda en cuanto al
juego.
En el estadio Jalisco de Guadalajara, el 1 de junio, se enfrentaron
España y Brasil. Los europeos contaban con un buen equipo coman-
dado por el “buitre” Emilio Butragueño y Michel. Brasil conservaba el
talento que había presentado en España con Sócrates y Zico. Además,
sumaba la solidez de Branco en el fondo, Alemao en el medio y los
goles de Careca. El técnico continuaba siendo Telé Santana. Encuen-
tro parejo aunque mejor los sudamericanos. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento apareció Sócrates a los 17 minutos para mar-
car el 1 a 0. España intentó pero no llegó a inquietar seriamente al
arquero brasileño Carlos. Brasil 1 – España 0. Brasil era candidato y
las tierras mexicanas le caían bien.
El 2 de junio, en el Estadio Olímpico Universitario de Ciudad de
México, Argentina comenzaba el camino al título ante Corea de Sur.
60.000 espectadores se hicieron presentes para ver a Maradona y los
suyos. La selección argentina había sido muy cuestionada por la pren-

287
sa nacional durante las eliminatorias. Esto fue utilizado inteligente-
mente por el técnico Bilardo para motivar a sus jugadores. Corea del
Sur era el rival más flojo del grupo, pero demostró que también podía
ser el más agresivo. El maltrato hacia Maradona fue constante y grose-
ro. El árbitro español Victoriano Sánchez Armiño apenas amonestó a
dos jugadores asiáticos en todo el partido. Argentina se puso en venta-
ja rápidamente, a los 6 minutos un derechazo de Valdano terminó den-
tro del arco coreano. El gol trajo serenidad al equipo. A los 18, centro
de Maradona y cabezazo de Oscar Ruggeri para distanciar a los albice-
lestes a dos goles. Cómoda victoria 2 a 0 en los primeros 45 minutos.
En los segundos, al minuto, Valdano recibió un centro de Mara-
dona y ayudado por los errores defensivos de los asiáticos marcó el 3
a 0, segundo en su cuenta personal. El partido estaba definido y había
que cuidar las piernas de los torpes coreanos. Quedó tiempo para al-
gunas genialidades de Diego Maradona y el descuento de Park Chang
Sun a los 28 minutos. Argentina 3 – Corea del Sur 1. Comienzo alen-
tador de los dirigidos por el doctor Bilardo.
En Irapuato, el 2 de junio se presentaron Unión Soviética y Hun-
gría. Los soviéticos eran de los más serios del segundo pelotón de
equipos, de los que venían luego de los candidatos. Hungría estaba
lejos de aquellos equipos legendarios que alguna vez supo presentar.
La URSS se floreó desde el comienzo, a los 2 minutos Yakovenko
marcó el 1 a 0 y Aleinikov a los 4, 2 a 0. Aumentó de penal Igor Bela-
nov a los 24 minutos. Primer tiempo 3 a 0 para Unión Soviética. Todo
definido.
En el segundo, los húngaros no reaccionaron y la URSS siguió
convirtiendo. A los 21 minutos Yaremchuk y 4 a 0. El pobre arquero
magiar Disztl no ganaba ni para sustos, el quinto llegó por obra de su
compañero Dajka a los 28. Cerró la goleada Rodionav a los 35 minu-
tos. Unión Soviética 6 – Hungría 0.
Marruecos y Polonia jugaron, en Monterrey, el último partido del
2 de junio. Marruecos sería en México 86 lo que fueron Túnez en
1978 y Argelia en 1982. Con mayoría de jugadores amateurs, los afri-

288
canos fueron la revelación, buen toque, aceptable técnica, dinámica y
firmeza defensiva. Contaba con tres pilares, los volantes ofensivos
Timoumi y Bouderbal, figura del Sion suizo. El restante era el arquero
Zaqui, quien brindaba seguridad bajo los tres palos. El entrenador era
el brasileño José Faria. Polonia contaba con la calidad de su capitán
Zbogniew Boniek y no mucho más. Marruecos sorprendió a Polonia,
que no pudo doblegarlo. El resultado final fue empate 0 a 0.
Por el grupo B, el 3 de junio, en el estadio Azteca de Ciudad de
México, se estrenaba en la competencia el local ante Bélgica. Nada
menos que 110.000 personas en las tribunas. El argentino Carlos Es-
pósito sería el encargado de administrar justicia en este partido. La
mayor fortaleza de los mexicanos era ser locales, un equipo que de-
pendía de su máxima figura, Hugo Sánchez. El yugoslavo (hoy serbio)
Bora Milutinovic haría su presentación en Mundiales como entrenador
de México.
El gran Velibor Obrad Milutinovic, más conocido como “Bora”,
tiene el record de dirigir cinco selecciones en cinco Mundiales distin-
tos. En México 86 a México; en Italia 90 a Costa Rica; EE.UU. 94,
Estados Unidos; Francia 98 con Nigeria y Corea-Japón 2002 a China.
También desempeñó una amplia trayectoria como entrenador de clu-
bes, dirigiendo en Argentina a San Lorenzo de Almagro ocho partidos
en 1987.
Bélgica presentaba a Pfaff en el arco, una garantía, al capitán Ceu-
lemans y a Enzo Scifo, un habilidoso volante que se destacaría a lo
largo del torneo. El mexicano Fernando Quirarte, a los 23 minutos,
colocó en ventaja a los locales, empujados al ataque por el apoyo que
llegaba desde las tribunas. A los 39 amplió la ventaja el goleador y
estrella Hugo Sánchez. Los belgas lograron descontar antes del cierre
del primer tiempo, a los 45 por intermedio de Vandenbergh. 2 a 1.
Lo bueno que se vio en el primer tiempo no se repitió en el segun-
do, la alta temperatura hizo mella en el físico de los jugadores. El par-
tido había comenzado a las 12 del mediodía. No volverían a marcar en
los 45 minutos restantes. Los locales comenzaban con el pie derecho.

289
México 2 – Bélgica 1.
El 3 de junio, en Guadalajara, jugaron Argelia e Irlanda del Norte
por el Grupo D, que compartían con España y Brasil. Argelia intenta-
ría repetir lo de España 82. Irlanda tenía como objetivo clasificar a los
octavos de final, si llegaba a algo más, mejor. A los 6 minutos, los
británicos se pusieron en ventaja por intermedio de Norman Whitesi-
de, quien, ya dijimos, ostenta el record de ser el jugador más joven en
debutar en un Mundial. El primer tiempo terminó con ventaja mínima
para los norirlandeses.
En el segundo, llegó el gol de Zidane, el primer Zidane en marcar
un gol en Mundiales, claro que no era Zinedine, sino Djamel Zidane,
que a los 14 minutos anotó el empate para Argelia. El resultado no se
modificaría hasta el final. Argelia 1 – Irlanda del Norte 1.
Portugal e Inglaterra jugaron el 3 de junio en Monterrey. Estos
equipos no se enfrentaban en Mundiales desde la semifinal que ganara
Inglaterra en 1966. Portugal ya sin Eusebio, pero con un plantel con
intenciones de hacer un buen papel. Inglaterra con Peter Shilton en el
arco, Bobby Robson como técnico y el temible goleador Gary Line-
ker. Lo cierto es que no se sacaron ventajas en el primer tiempo.
En el segundo, recién a los 30 minutos Carlos Manuel marcó para
Portugal dando la nota del día. Portugal vencía a Inglaterra 1 a 0.
El 4 de junio jugaron en la “Bombonera” de Toluca, Paraguay e
Irak. Completarían la primera jornada del grupo de México y Bélgica,
probablemente el más débil de los seis. Los iraquíes debutaban y eran
una incógnita, el entrenador era el brasileño Evaristo. Los guaraníes
volvían a una fase final del Mundial luego de mucho tiempo. En Para-
guay jugaban algunos conocidos del fútbol argentino: Adolfino Cañe-
te, Alfredo Mendoza y Roberto Cabañas, por ejemplo. El partido fue
trabado y sin lujos. Julio César Romero logró marcar a los 35 minutos
y eso bastó para que los sudamericanos se quedaran con la victoria.
Paraguay 1 – Irak 0.
El Grupo E comenzaba el torneo el 4 de junio. En Querétaro, ju-
gaban Uruguay y Alemania Federal. Ultimo enfrentamiento, el polé-

290
mico encuentro de cuartos de final en Inglaterra con victoria germana.
Los subcampeones mundiales no venían demostrando buenas actua-
ciones en los encuentros anteriores al Mundial, pero con Rummenig-
ge, Matthaus, Voeller, Briegel, Schumacher, eran un equipo de temer.
Los dirigía técnicamente el “Kaiser” Franz Beckenbauer. Uruguay
volvía a un Mundial luego de 12 años de ausencia, con una generación
de buenos futbolistas encabezados por el talentoso Enzo Francescolli
y secundado por Ruben Paz, Antonio Alzamendi y Jorge “Polilla” Da
Silva. Antonio Alzamendi madrugó a los germanos y colocó en venta-
ja a Uruguay a los 4 minutos. Desde entonces, a defender y esperar
una contra. El primer tiempo finalizó con ventaja charrúa, 1 a 0.
En el complemento, entraron Littbarski y Rummenigge, Becken-
bauer puso todo lo que tenía para lograr el empate. Lo consiguió a los
39 minutos por obra de Allofs. Uruguay 1 – Alemania Federal 1.
Cuatro horas más tarde, a las 16, se enfrentaron por el Grupo E los
dos equipos restantes, Escocia y Dinamarca. Los británicos eran diri-
gidos por el entrenador del Aberdeen escocés Alex Ferguson, quien
había conseguido el bicampeonato local con el humilde equipo, ga-
nando a los poderosos Celtic y Rangers. Ferguson, quien posterior-
mente se convertiría en “Sir” y dirigiría por décadas al Manchester
United inglés, asumió la dirección técnica luego de que el entrenador
Jock Stein falleciera de un paro cardíaco tras el gol del empate en uno
entre Gales y Escocia que le permitía a sus dirigidos enfrentar a Aus-
tralia en un repechaje clasificatorio para México. Sería derrota de
“Sir” Alex Ferguson 1 a 0 ante los debutantes daneses. El gol lo marcó
Preben Elkjaer Larsen a los 12 minutos del segundo tiempo. Dinamar-
ca mostró un juego vistoso y dinámico que hizo acordar al practicado
por la ausente Holanda. Dinamarca 1 – Escocia 0.
Italia y Argentina se volvían a enfrentar, esta vez en Puebla, el 5
de junio. Se enfrentaban los últimos dos campeones del mundo. Ar-
gentina tenía mejor presente que los italianos. Sin embargo, a los 6
minutos, Altobelli de penal adelantó a Italia. Sería la única vez que la
selección argentina estaría en desventaja en el torneo. Argentina co-

291
menzó a asentarse con solidez defensiva y un Maradona que se hacía
dueño de los ataques del equipo. A los 34 minutos, Maradona jugó
para Valdano que le devolvió la pelota para que Diego enfrentara al
arquero Galli. Antes de que este atinara a nada, Maradona lo anticipó
saltando junto al defensor Scirea. Gol y empate en 1. Así finalizaría el
primer tiempo.
En el segundo, Argentina respetó demasiado el rótulo de campeón
de Italia. El partido se volvería más áspero, fueron amonestados Ber-
gomi, Guisti y Garré. A los 29 minutos, Héctor Enrique reemplazaría
a Claudio Borghi. Bilardo mantendría este cambio a lo largo del tor-
neo. Finalmente fue empate 1 a 1 entre Italia y Argentina.
También el 5 de junio, jugaron en Ciudad de México las cenicien-
tas del Grupo A, Corea del Sur y Bulgaria. Getov puso en ventaja a los
búlgaros a los 11 minutos y se esperaba una relativamente cómoda
victoria europea. El primer tiempo finalizó 1 a 0.
En el complemento, los búlgaros no hicieron méritos para merecer
el triunfo y Corea empato a los 25 minutos por intermedio de Kim
Jong Boo. 1 a 1 sería el resultado final. Los surcoreanos debían vencer
a Italia para clasificar. A Bulgaria le alcanzaba con un empate ante
Argentina, y hasta perdiendo podía entrar como uno de los cuatro me-
jores terceros.
En León se medían Unión Soviética y Francia, el 5 de junio. Los
dos venían de ganar y eran favoritos del Grupo. Un empate entre am-
bos no era mal resultado, especulando con sendos triunfos en la última
fecha, ante Hungría y Canadá, los más débiles de la zona. Primer
tiempo trabado y sin goles.
En el segundo, el delantero soviético Rats, a los 8 minutos inaugu-
ró el marcador. Los galos se adelantaron en el terreno y lograron la
paridad a los 17, por medio de Luis Fernandez. Unión Soviética 1 –
Francia 1 y acariciaban la clasificación.
El 6 de junio, en Irapuato, se enfrentaron Hungría y Canadá, con
la necesidad de ganar y dar la sorpresa en la última jornada empatando
o ganando a Francia y Unión Soviética respectivamente. Los de Amé-

292
rica del Norte habían tenido dificultades en formar el plantel, princi-
palmente debido a que por las bajas temperaturas imperantes en Cana-
dá casi no se practica fútbol once. Entonces, hubo que recurrir al
futsal. Ocho de los convocados se desempeñaban en el fútbol 5. Otros
jugaban en ligas como la de Estados Unidos, Suiza o Bélgica. Igual-
mente, al técnico Waiters le fue imposible completar el plantel y viajo
a México con 18 de los 22 jugadores posibles.
Lo expuesto deja en evidencia la precariedad del fútbol canadien-
se, por lo que Hungría tenía la obligación de ganar y además, redimir-
se de la humillante goleada sufrida en el debut. Los húngaros salieron
al ataque y rápidamente se pusieron en ventaja. A los 2 minutos con-
virtió Esteráis, pero no volverían a marcar en los primeros 45 minutos.
En la segunda parte, Hungría intentó pero los duros canadienses se
cerraron en defensa. Recién a los 30 minutos Detari logró marcar el 2
a 0. A los 40 fue expulsado Sweeney en Canadá, pero los magiares no
lo aprovecharían. Hungría 2 – Canadá 0. Los europeos todavía mante-
nían esperanzas de clasificar.
Guadalajara fue donde jugaron el 6 de junio Brasil y Argelia. Los
argelinos aspiraban a dar el golpe, como lo habían hecho cuatro años
antes en España con Alemania Federal. Ahora tenían enfrente al temi-
ble Brasil. El primer tiempo finalizó 0 a 0.
En el segundo, el gol brasileño no llegaba y la buena actuación de
los africanos empezaba a dar forma a otra hazaña. Hasta que a los 21
minutos, Careca logró batir al arquero Nasser Drid. 1 a 0. Algunos
pensaron que llegarían los goles sudamericanos, pero el tanteador no
se volvió a mover. Buena impresión de Argelia. Brasil en deuda pero
con la clasificación asegurada. En definitiva, Brasil 1 – Argelia 0.
Inglaterra y Marruecos jugaron el 6 de junio en Monterrey. El
asistente número 1, secundando al árbitro González Roa de Paraguay,
fue el argentino Carlos Espósito. Inglaterra venía de vencer a Portugal
por la mínima. Marruecos de igualar en cero con Polonia. Fue un par-
tido trabado y friccionado, no hubo goles pero sí cuatro amonestados,
dos por lado, y uno de ellos, el inglés Wilkins, expulsado. Marruecos

293
demostraba que la solidez defensiva era su fuerte y además de mitad
de cancha hacia adelante también tenían buena técnica, aunque falla-
ban en la definición. Inglaterra no descollaba ni mucho menos. Ingla-
terra 0 – Marruecos 0.
En este encuentro se produjo un hecho llamativo, a los 31 minutos
del segundo tiempo Robson mandó a la cancha al mediocampista Gary
A. Stevens con el número 15. En la cancha ya estaba con la 2 el de-
fensor homónimo Gary Stevens. Por si esto no generaba confusión,
desde el primer minuto del complemento también había ingresado
Trevor Steven.
El 7 de junio se volvía a presentar México ante su público en Ciu-
dad de México ante Paraguay. 114.000 espectadores abonaron la en-
trada. Los dos venían de ganar su primer encuentro. México se colocó
en ventaja rápidamente, a los 3 minutos Flores marcaba el 1 a 0. Los
paraguayos fueron en busca del empate y el partido se hizo disputado
y áspero. El primer tiempo finalizaría con ventaja mínima para los
locales.
En el complemento, aztecas y guaraníes jugaban fuerte y sin de-
masiadas ideas. Parecía que México se quedaría con el triunfo, pero a
los 40 minutos Romero consiguió el empate para Paraguay. Fue igual-
dad 1 a 1 entre México y Paraguay. El empate los clasificaba a ambos.
En el Estadio Tres de Marzo de Guadalajara jugaron, el 7 de ju-
nio, Irlanda del Norte y España. Los primeros venían de empatar en el
primer encuentro, España había caído con Brasil. Los ibéricos se hi-
cieron cargo de la obligación que tenían de ser protagonistas. Ya a los
2 minutos Butragueño había adelantado a España y a los 18 Salinas
marcaba el 2 a 0. Así finalizaría el primer tiempo.
España pensaba que tenía el partido controlado, pero a los 2 minu-
tos del segundo tiempo Clarke descontó para los norirlandeses. Los
españoles supieron plantarse y defender el resultado hasta el final.
Victoria española 2 a 1 sobre Irlanda del Norte.
El hecho más destacado de este partido fue el doping positivo del
jugador español del Barcelona Ramón María Calderé, quien había

294
ingresado a los 9 minutos del segundo tiempo por Rafael Gordillo.
Posteriormente, la FIFA estudió el caso y no excluyó al jugador de la
competencia, ni siquiera lo multó. Según arrojó la investigación, el
futbolista quedaba desligado de culpa alguna por no conocer los medi-
camentos que le había suministrado el médico de la delegación, Jorge
Guillén, para tratarlo de una salmonelosis. El galeno había declarado
los medicamentos en la planilla entregada antes del partido. La Fede-
ración Española fue sancionada económicamente porque Guillén de-
bería haber sabido que el medicamento suministrado contenía compo-
nentes prohibidos y Calderé pudo actuar en el partido siguiente contra
Argelia.
Menos de 20.000 personas vieron en Monterrey el enfrentamiento
entre Polonia y Portugal el 7 de junio. Polonia había igualado en la
primera jornada y Portugal ganado. Los polacos necesitaban una vic-
toria. El partido fue chato y sin mucho para rescatar. Primer tiempo
sin goles.
En el complemento, a los 23 minutos el polaco Smolarek marcó el
solitario gol que le daría el triunfo a su selección. Polonia 1 – Portugal
0.
El 8 de junio, en Toluca, jugaron Irak y Bélgica, los dos habían
caído en la presentación, por lo que necesitaban un triunfo. La obliga-
ción la tenían los europeos, quienes eran favoritos. A los 16 minutos
Enzo Scifo marcó el 1 a 0 para los belgas y Nico Claesen, de penal, a
los 21 el 2 a 0. Los iraquíes desplegaron todo su repertorio de juego
brusco desde el comienzo. Al entretiempo, Bélgica se imponía 2 a 0.
En la segunda etapa, los europeos intentaron jugar al fútbol, los
iraquíes destruir. A los 14 minutos Radhi convirtió el gol del descuen-
to para los asiáticos cuando jugaban con diez hombres por la expul-
sión de Gorgis desde los 7. Bassel Gorgis fue expulsado porque luego
de una infracción a un rival, le reprochó la falta al árbitro colombiano
Díaz Palacio y lo escupió en la cara. La FIFA lo suspendió por un año.
Los dos puntos quedarían para Bélgica. Irak recibió siete tarjetas ama-
rillas, más la roja al mencionado Gorgis. Bélgica 2 – Irak 1.

295
Alemania Federal, que llegaba con un punto, y Escocia, derrotada
en el debut, se medían el 8 de junio en Querétaro. Strachan marcó el
primer gol del partido para los de Alex Ferguson. La clasificación
alemana corría peligro con este resultado. La reacción teutona no tardó
en llegar cuatro minutos después, a los 22, cuando Voeller igualó en 1.
Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, a los 5 minutos Allofs convirtió el segundo para
Alemania. Finalmente fue victoria germana con lo justo, 2 a 1, seguía
sin convencer.
Neza fue testigo el 8 de junio de la goleada histórica que la Dina-
marca de Laudrup le propinó al Uruguay de Francescoli. Fue 6 a 1 y
sin atenuantes. La movilidad, toque y dinamismo de los nórdicos fue
mucho para los rioplatenses. A los 11 minutos Elkjaer Larsen abrió la
cuenta, a los 19 fue expulsado en Uruguay Miguel Bossio. Lerby a los
41 puso el 2 a 0. Francescoli, de penal, descontó a los 45. Primer
tiempo 2 a 1.
En el segundo, a los 7 minutos Michael Laudrup sepultó las espe-
ranzas charrúas concretando el 3 a 1. El jugador de menos se fue sin-
tiendo en el equipo sudamericano. A los 22 y 35 Elkjaer Larsen con-
virtió el resultado en goleada y Olsen a los 43 minutos cerró el tantea-
dor 6 a 1. Los uruguayos intentaron justificar el resultado aduciendo
que días antes la mayoría de los jugadores del plantel había sido ata-
cado por una epidemia de enterocolitis a raíz de algo que habían co-
mido o tomado. Si fue así o no, no lo sabremos, lo que sí, es que Di-
namarca goleó a Uruguay 6 a 1.
Comenzaban a definirse los clasificados y el 9 de junio en León,
resolvían su situación Hungría y Francia. Se especulaba con un empa-
te, Francia tenía 3 puntos, con un empate estaba clasificada, segura-
mente segunda detrás de Unión Soviética. Hungría llegaba con 2 uni-
dades y el empate la posicionaba para ocupar una de las plazas de me-
jores terceros, aunque la diferencia de gol no la favorecía. Se comen-
zaba a implementar la definición de las zonas el mismo día y horario
para que no ocurriera el bochorno de España entre Alemania Federal y

296
Austria. Por ende, Unión Soviética y Canadá jugaban al mismo tiem-
po. Ni bien comenzado el encuentro, las especulaciones quedaron de
lado. Francia salió a buscar el partido intentando quedar primera en el
grupo y fue amplia dominadora. A los 29 minutos Stopyra marcaba el
1 a 0. Así quedaría el tanteador en el primer tiempo.
En la segunda mitad, aumentaría Tigana a los 24 minutos. El ter-
cer gol sería obra de Rocheteau a los 39 minutos. Francia 3 – Hungría
0. A Francia no le alcanzaba la diferencia de gol para quedar primera
del grupo y a Hungría le eran escasos los 2 puntos y una diferencia de
gol de –7 para clasificar como mejor tercero.
Unión Soviética y Canadá jugaban en Irapuato el 9 de junio a las
12 hs, al mismo tiempo que Francia – Hungría. Apenas 14.200 perso-
nas en las tribunas. Los soviéticos sabían que con ganar se aseguraban
el primer lugar del grupo, salvo que Francia le marcara más de cinco
goles de diferencia a Hungría. Sabiéndose clasificados, en el peor de
los casos en segundo lugar, los europeos del Este no se desesperaron.
Los primeros 45 minutos terminaron igualados en cero.
En la segunda parte, se abrió el marcador a los 13 minutos,
Blokhin inauguró el marcador, que cerró Zavarov a los 29. Unión So-
viética ganaba 2 a 0 a Canadá y se adjudicaba el Grupo C.
El 10 de junio se cerraba el Grupo A. En Puebla jugaban Italia y
Corea del Sur. Dos empates para los primeros, un empate y una derro-
ta para los segundos. Ambos necesitaban una victoria, aunque Italia
clasificaba como mejor tercero con un empate. Altobelli adelantó a la
“azzurra” a los 17 minutos. 1 a 0 para Italia terminaría el primer tiem-
po.
En el segundo, llegaría la sorpresa, a los 17 minutos Choi Soon
Ho lograba el empate. Los fantasmas de la vergonzosa derrota sufrida
ante la otra Corea, la del Norte, estaban presentes en Puebla. Altobelli
a los 28 volvió a poner en ventaja a Italia y Cho Kwang Rae a los 37
colaboró con la causa convirtiendo en propia meta. Minuto después, a
los 38, Huh Jung Moo descontó para los surcoreanos. Italia ganó con
susto 3 a 2 a Corea del Sur y clasificó en segundo lugar por detrás de

297
Argentina.
Argentina cerraba el Grupo A contra Bulgaria el 10 de junio en
Ciudad de México. Un triunfo la clasificaba primera de grupo y en la
previa era favorita. Había que demostrarlo en la cancha. Y lo demos-
tró. Bulgaria no fue rival para Argentina. La presión ejercida por los
de Bilardo fue mucha para los europeos. A los 4 minutos Valdano, de
cabeza, puso a los sudamericanos al frente. Pese a la superioridad al-
biceleste, el primer tiempo finalizó 1 a 0.
En el segundo, el dominio ejercido por los de Maradona continuó
y a los 31 minutos Burruchaga también de cabeza conseguía el 2 a 0.
Con autoridad, Argentina se quedaba con la victoria 2 a 0 ante Bulga-
ria y el primer lugar del grupo dejando atrás al campeón defensor Ita-
lia. Para Bulgaria, primera clasificación como mejor tercero, a la si-
guiente fase en la historia, a pesar de no haber ganado nunca un parti-
do en Mundiales.
El 11 de junio, por el Grupo B jugaban en Toluca Paraguay y Bél-
gica. Los paraguayos tenían 3 puntos en su haber, 2 los belgas. Una
derrota podía dejar a Bélgica eliminada. Paraguay estaba clasificado,
debía definir en qué posición. El partido fue abierto y hubo cuatro
goles. Vercauteren convirtió para Bélgica a los 30 minutos del primer
tiempo el único gol del período.
En el segundo, empató Cabañas a los 5 minutos, pero Veyt volvió
a adelantar a los belgas en el minuto 14. Otra vez Cabañas a los 31
marcaría la igualdad. Fue 2 a 2 entre Paraguay y Bélgica. Los dos cla-
sificados, Paraguay segundo, Bélgica como mejor tercero.
Al mismo tiempo, el 11 de junio pero en el Estadio Azteca de
México, el local enfrentaba a Irak. México ya estaba clasificado pero
tenía la posibilidad de finalizar líder del grupo y optar a un cruce más
accesible en octavos de final. Irak, a pesar de perder en las dos prime-
ras presentaciones, todavía mantenía chances de clasificar si vencía a
los aztecas. El partido fue trabado y sin brillo. El primer tiempo quedó
igualado en cero.
En el segundo se mantuvo la tónica del primer tiempo con escasas

298
ocasiones de gol. En una de las pocas, a los 9 minutos, Quirarte con-
virtió el gol que le daría la victoria a México y la clasificación como
primero de grupo a octavos de final. Irak se despidió sin puntos de su
primera participación mundialista. México 1 – Irak 0.
Otros dos partidos se disputaron el 11 de junio, correspondientes
al Grupo F. En Monterrey jugaron Inglaterra y Polonia. Los polacos
tenían 3 puntos y estaban clasificados a octavos de final. Inglaterra
necesita imperiosamente la victoria para no pasar un verdadero pape-
lón y quedar eliminada en la primera fase. Los ingleses salieron desde
el primer minuto a buscar el triunfo y fueron demasiado para Polonia.
Ese día el goleador Gary Lineker andaba encendido y marcó la mitad
de los goles que le servirían para coronarse goleador del campeonato.
Abrió la cuenta a los 9 minutos, aumentó a los 14 y a los 32 para defi-
nir el pleito 3 a 0 para los británicos.
En el segundo tiempo, regular esfuerzos y esperar que pasaran los
minutos fue la consigna inglesa. Los polacos se conformaban con no
recibir más goles. Los dos clasificados, Inglaterra segundo y Polonia
tercero. ¿El primero? Marruecos.
El 11 de junio, a la misma hora que Inglaterra – Polonia, chocaban
en Guadalajara Marruecos y Portugal. Este fue un caso que demostró
lo acertado de jugar los encuentros definitorios al mismo tiempo. Sa-
biendo el resultado de Inglaterra y Polonia, Marruecos y Portugal po-
drían haber igualado y se hubiera producido un cuádruple empate con
tres puntos cada selección. Por diferencia de gol hubiera quedado pri-
mera Inglaterra, seguida por Portugal y Marruecos, todos clasificados
y Polonia eliminada. Sin especulaciones, los africanos se encontraron
mejor en el campo de juego y esta vez, a diferencia de los encuentros
anteriores, fueron certeros ante el arco rival. A los 19 minutos Khairi
adelantó a Marruecos 1 a 0, y el mismo Khairi a los 27 convirtió el 2 a
0. Así finalizó la primera mitad.
En la segunda, los portugueses intentaron pero dejaron espacios
que aprovechó Krimau a los 17 minutos para darle la clasificación a
los norafricanos. Diamantino descontaría para los lusitanos a los 34

299
minutos pero de nada serviría. Marruecos era la primera selección
africana que pasaba de ronda y además como primera de grupo por
delante de históricos como Inglaterra y Polonia.
El 12 de junio en Guadalajara definían su grupo Irlanda del Norte,
que contaba con 1 punto, y Brasil que con dos victorias estaba ya cla-
sificado. Telé Santana no se guardó nada y el scrach fue demasiado
para unos ordenados pero modestos norirlandeses. Careca a los 15
minutos puso el 1 a 0 y Josimar a los 42 el 2 a 0.
En el segundo tiempo, Brasil reguló las energías, así y todo a los
42 minutos llegó el segundo de Careca para el 3 a 0 definitivo. Brasil
ganaba el Grupo D con puntaje ideal, 5 goles a favor y 0 en contra.
Irlanda quedaba tercera pero no le alcanzaba para clasificar.
España, que tenía 2 puntos, y Argelia, con 1, se enfrentaban el 12
de junio en Monterrey. Los dos clasificaban ganando, España también
empatando. El argentino Carlos Espósito fue asistente número 2 en
este encuentro. Esta vez los argelinos no pudieron dar la sorpresa. A
los 15 minutos España se ponía 1 a 0 gracias a Calderé, el jugador al
que le había dado positivo el control antidoping en el encuentro ante-
rior frente a Irlanda del Norte. Primer tiempo 1 a 0.
En el complemento, un inspirado Calderé volvió a marcar a los 23
minutos. Antes que los africanos asimilaran la segunda conquista,
Eloy a los 25 marcó el tercero. España derrotaba 3 a 0 a Argelia y cla-
sificaba detrás de Brasil. Los argelinos se quedaban otra vez en la fase
de grupos, como triste consuelo, esta vez por méritos propios.
El 13 de junio en Querétaro jugaban Alemania Federal y la sensa-
ción, Dinamarca. Los daneses habían desplegado un fútbol al estilo
“total” de Holanda y los alemanes no conocían la derrota pero sus
actuaciones habían sido discretas. El juego alegre de Dinamarca no
lograba sobreponerse al sobrio fútbol alemán. Hasta que a los 43 mi-
nutos Olsen batió, de penal, a Schumacher y decretó que Dinamarca
se fuera 1 a 0 al descanso.
En el segundo tiempo, hubo tibios intentos germanos pero no po-
dían con los nórdicos. A los 17 minutos, Eriksen convirtió el 2 a 0 que

300
sería definitivo. Dinamarca ganaba el grupo sobre Alemania Federal.
El otro partido del Grupo F se jugó el 13 de junio en Neza, entre
Escocia y Uruguay. Los charrúas sumaban apenas 1 punto y los esco-
ceses ninguno. Los dos debían ganar. El partido cambió para los rio-
platenses cuando transcurrían apenas 56 segundos de juego. El árbitro
francés Joel Quiniou expulsó al lateral José Batista. Uruguay se quedó
con diez hombres el resto del partido y Batista se convirtió en el juga-
dor expulsado de manera más temprana en la historia de los Mundia-
les. El miedo a perder pudo más que el riesgo que conllevaba atacar.
No se sacaron ventajas. La violencia del juego fue tal que la organiza-
ción debió llamarle la atención a Uruguay sobre una posible sanción
de continuar con esa actitud. Los escoceses no se quedaron atrás. Fue
empate 0 a 0 entre Escocia y Uruguay. Los europeos quedaron elimi-
nados. Uruguay clasificó como mejor tercero con apenas 2 puntos y –
5 de diferencia de gol.
Los cruces de octavos de final quedaron así: México – Bulgaria;
Marruecos – Alemania Federal; Francia – Italia; Brasil – Polonia; Ar-
gentina – Uruguay; Paraguay – Inglaterra; Dinamarca – España; y
Unión Soviética – Bélgica.
El 15 de junio fue el turno de México y Bulgaria ante 114.580
personas, en Ciudad de México. Los locales apoyados por una multi-
tud fueron demasiado para la limitada Bulgaria. Manuel Negrete a los
34 minutos marcaba el gol que ponía a los aztecas arriba 1 a 0. En el
segundo tiempo, a los 16 minutos Servin anotaba el 2 a 0 que sería
definitivo. México alcanzaba los cuartos de final por segunda vez en
su historia. La anterior, en 1970, también en casa.
La otra llave disputada el 15 de junio fue la que enfrentó a Unión
Soviética y Bélgica en León. Fue el partido de las polémicas, los bel-
gas terminaron ganando, pero con dos goles dudosos convalidados por
el árbitro Eric Fredriksson de Suecia, que despertaron la silbatina ge-
neralizada de los espectadores. Igor Belanov adelantó a los soviéticos
a los 27 minutos. Ese sería el resultado al descanso.
En el complemento, Enzo Scifo igualó para Bélgica a los 11 mi-

301
nutos. A los 25 otra vez Belanov ponía 2 a 1 a la URSS. Jan Ceule-
mans empataba a los 32. Los 90 minutos finalizarían igualados y se
deberían disputar 30 más.
A los 12 minutos del primer tiempo extra, Demol hacía que Bélgi-
ca pasara a ganar 3 a 2 y Claesen a los 5 del segundo convertía el 4 a
2. Parecía definido pero el incansable Belanov, de penal, marcaría el
tercero suyo y de su equipo. 4 a 3 Bélgica y con 9 minutos por jugarse
aún. Bélgica se quedaría con la victoria 4 a 3 ante URSS en un partido
que tuvo siete goles, emoción y polémicas.
El 16 de junio, en Guadalajara, llegó la hora de Brasil y Polonia.
Brasil era el gran candidato. Polonia estaba lejos del nivel demostrado
en el 1974, 1978 y 1982, donde consiguieron dos terceros puestos y un
quinto lugar. Los polacos trataron de marcar con rigor, pero los brasi-
leños hicieron prevalecer la técnica sobre el juego físico. Fue un mo-
nólogo de los sudamericanos. A los 30 minutos Sócrates convirtió el 1
a 0 de penal. Primer tiempo con diferencia mínima para Brasil.
En el segundo, a los 10 minutos aumentó Josimar, a los 34 Edinho
y Careca de penal, a los 38, cerraba la goleada. Josimar fue la figura
del partido. Brasil llegaba a cuartos de final con cuatro partidos juga-
dos, los cuatro ganados. 9 goles a favor y ninguno en contra.
Argentina y Uruguay reeditaban el clásico rioplatense. En Mun-
diales no se enfrentaban desde la final de 1930. El partido se jugó en
Puebla el 16 de junio. Argentina era la gran favorita pero en los clási-
cos los favoritismos quedan de lado antes de entrar a la cancha. Ese
día Maradona estaría incontrolable para los rivales. El gol albiceleste
tardaba en llegar gracias a la fortuna de los charrúas y las intervencio-
nes del arquero Fernando Alvez. En el minuto 42, Pedro Pablo Pascu-
lli, el hombre de las tres P, como señalaba en sus transmisiones José
María Muñoz, alcanzó un centro al área que llegaba desde la derecha y
venció a Alvez. Primer tiempo 1 a 0.
En el segundo, el tanteador no se movería. A pesar de que el téc-
nico uruguayo Borras realizó un cambio ofensivo a los 16 minutos,
sacando al defensor Acevedo y haciendo ingresar al volante ofensivo

302
Ruben Paz, quien generó las mejores situaciones de su equipo. El en-
cuentro se jugó como un verdadero clásico y dejó como saldo siete
jugadores amonestados. Argentina, con autoridad, derrotaba a Uru-
guay 1 a 0 y se instalaba entre los ocho mejores del certamen.
El 17 de junio, en Ciudad de México, jugaron Francia e Italia. El
choque despertaba expectativa. 70.000 personas acudieron al Estadio
Olímpico Universitario. El árbitro fue Carlos Espósito de Argentina.
El técnico italiano Enzo Bearzot diagramó un esquema amarrete, cau-
teloso, para enfrentar a los talentosos franceses. La estrategia le duró
15 minutos, hasta que Michel Platini superó la marca de los defenso-
res “azzurros” y convirtió el 1 a 0. Con el marcador cuesta arriba, Ita-
lia no supo cómo buscar el empate. El primer tiempo finalizaría 1 a 0.
En la segunda mitad, los galos aumentaron la diferencia. A los 12
minutos Stopyra marcó el 2 a 0. El ingreso de Gianluca Vialli por
Galderisi y Di Gennaro por Giuseppe Baresi dispuestos por Bearsot no
modificaron las cosas. Francia clasificaba a cuartos de final. Italia
afuera, habría nuevo campeón. Las críticas de la prensa itálica no se
hicieron esperar para con Bearzot, a quien sindicaron como responsa-
ble del fracaso, por desplegar un juego ultradefensivo que solo le per-
mitió ganar a Corea del Sur y por mantener en el plantel a Paolo Ros-
si.
En Monterrey, el 17 de junio, se enfrentaron la revelación Ma-
rruecos y Alemania Federal, un grande que venía jugando mal, pero
que había que respetar por historia. La derrota de España 82 ante Ar-
gelia, también africanos, generaba cierto nerviosismo previo en los
germanos. Los marroquíes realizaron un planteo que incomodó a los
alemanes. El primer tiempo finalizó sin goles.
En el complemento, los minutos pasaban y la igualdad continuaba.
Marruecos respetaba demasiado a una temerosa Alemania. Cuando
todo hacía presagiar que irían a tiempo extra, apareció la calidad de
Lothar Matthaus, que a los 43 minutos aprovechó un tiro libre para
derrotar al arquero marroquí Badou Kaki. Alemania Federal accedía a
cuartos de final desembarazándose de un durísimo rival.

303
Los marroquíes no se afligieron por la derrota y terminado el par-
tido, se fueron hasta el vestuario alemán a sacarse fotos, intercambiar
camisetas y pedirles autógrafos a las figuras germanas.
La clasificación de Marruecos a octavos de final fue una proeza
que, más allá de la derrota, fue recompensada por el Rey Hassan II. El
monarca marroquí les obsequió a los jugadores una casa a cada uno e
invitó a todo el plantel a quedarse en México disfrutando de lo que
restaba del Mundial.
El 18 de junio, en el estadio Azteca de Ciudad de México, se en-
frentaron Paraguay e Inglaterra, los dos habían clasificado como se-
gundos de sus respectivos grupos. Muy buena concurrencia, más de
98.000 personas. Los ingleses no tuvieron dificultades en superar a
una tibia selección paraguaya. Gary Lineker a los 31 minutos marcó el
1 a 0 con que finalizaría la primera mitad.
En la segunda, Beardsley a los 11 anotaba el 2 a 0 y el 3 a 0 llega-
ría por obra de Lineker a los 27 minutos. Inglaterra superaba 3 a 0 a
Paraguay, su próximo rival sería Argentina.
El último partido de octavos de final lo protagonizaron Dinamarca
y España, el 18 de junio a las 16 hs, en Querétaro.
Se esperaba una victoria danesa sobre una selección española que
nadaba en la mediocridad. A los 33 minutos Olsen, de penal, ponía a
Dinamarca 1 a 0 y era lo esperado. Pero aparecería Emilio Butragueño
para empatar a los 43. El primer tiempo quedaría empatado.
En el segundo, los horrores defensivos colaboraron para que el
“buitre” volviera a marcar, a los 12 minutos. De penal, Goiko a los 23
daba ventaja de 3 a 1 a España y era sorpresa. Los nórdicos no reac-
cionaron y el goleador español del Real Madrid Emilio Butragueño
estaba en su día. Volvió a marcar a los 35 y 44 minutos, el último de
penal. Cuatro goles del “buitre” para una resonante goleada española
sobre Dinamarca.
Las críticas no tardaron en alcanzar a los sorprendentes debutan-
tes. La prensa apuntaba al poco rigor del entrenador danés, de nacio-
nalidad alemana Sepp Piontek, que permitía que sus jugadores fuma-

304
sen, tomaran alcohol y estuviesen con sus mujeres durante el campeo-
nato.
Los encuentros de cuartos de final dispusieron los siguientes cho-
ques: Brasil – Francia; Alemania Federal – México; Argentina – In-
glaterra; y España – Bélgica.
El 21 de junio, 65.000 personas vieron en Guadalajara el partido
entre Brasil y Francia, dos de las tres selecciones que mejor fútbol
habían demostrado en el torneo. La tercera en cuestión era Argentina.
Encuentro repleto de figuras de buen pie: Platini, Tigana, Giresse,
Zico, Sócrates y Careca, entre los más destacados. Careca colocó a
Brasil en ventaja a los 17 minutos del primer tiempo. Antes de irse al
descanso, Michel Platini, en el día de su cumpleaños, igualó a los 41
minutos. Empatados al descanso.
En el complemento no se sacarían ventajas, aunque fueron 45 mi-
nutos de ida y vuelta, donde hasta un penal hubo. El arquero francés
Bats se lo contuvo a Zico. Debieron disputar 30 minutos suplementa-
rios, allí fue Francia quien pudo ganarlo cuando el arquero brasileño
Carlos derribó a Bellone que se iba al gol, pero el árbitro rumano Igna
no cobró nada. A lo largo de los 120 minutos no pudieron desnivelar
el marcador. El primer semifinalista se definiría por la vía de los pena-
les.
El la serie de penales convirtieron para Brasil: Alemao, Zico y
Branco. Fallaron Sócrates el primero de la serie y Julio César el quinto
y definitivo. Para Francia convirtieron: Stopyra, Amoros, Bellone y
Fernandez. Platiní erró el cuarto.
Con el penal de Bruno Bellone sucedió un hecho particular. Be-
llone erró el penal al estrellarlo contra el poste, pero al rebotar, el ba-
lón pegó sobre el cuerpo del arquero Carlos Gallo y entró al arco,
siéndole concedido el gol. Los brasileños protestaron para que no se
convalidara el gol pero el árbitro rumano Ioan Igna ratificó su deci-
sión, que posteriormente fue avalada por la International Board.
Francia se clasificaba a semifinales y dejaba en el camino a Brasil,
invicto, con 10 goles a favor y apenas 1 en contra.

305
El otro encuentro disputado el 21 de junio se jugó en Monterrey
entre Alemania Federal y México. El partido fue chato. Los alemanes
no tenían demasiadas ideas. Los mexicanos respetaron por demás la
historia germana. Los aztecas jugaron 35 minutos con un jugador más
pero no lo aprovecharon. El roce estuvo a la orden del día y llevó al
árbitro Jesús Díaz Palacio de Colombia a amonestar a ocho jugadores
y expulsar a dos, uno por bando. Thomas Berthold a los 20 del segun-
do tiempo y Javier Aguirre a los 10 minutos del primer tiempo suple-
mentario. Los 120 minutos finalizaron igualados en 0. El segundo
semifinalista saldría de los penales.
Para Alemania Federal convirtieron todos los que patearon:
Allofs, Brehme, Matthaus y Littbarski. Para México marcó Negrete y
fallaron Quirarte y Servín. El sueño de los locales quedaba en cuartos
de final como en 1970. El puesto en la tabla general de 1986 sería un
sexto lugar, igualando su mejor ubicación histórica del 70. Alemania
Federal, con lo justo, se instalaba una vez más entre los cuatro mejores
del mundo.
El 22 de junio de 1986 quedó en la historia del fútbol argentino.
En el Estadio Azteca de Ciudad de México, Argentina enfrentó y de-
rrotó a Inglaterra. 114.580 espectadores abarrotaron el estadio. Era
más que un partido de fútbol. Aunque siempre se dice que no hay que
mezclar la política con el deporte, en este libro ya vimos que no es tan
así. En este caso, la política tal vez no se mezcló pero sí los sentimien-
tos. Guste o no, la victoria Argentina sobre Inglaterra tuvo gusto a
revancha, futbolística por lo de 1966 y extrafutbolística por la guerra
de Malvinas. Se ganó de la mejor manera con que a un argentino le
gustaría ganar, con picardía primero y dejándolos en ridículo con una
genialidad después. Picardía y talento, dos características propias de
los argentinos. El primer tiempo finalizó empatado 0 a 0.
En el segundo tiempo llegaría lo mejor. Maradona comenzaba a
desequilibrar el encuentro, y cuando corría el minuto 6 llegó una de
las jugadas más polémicas en la historia de los Mundiales: Maradona
tomó la pelota fuera del área y con la pierna izquierda se la pasó, entre

306
varios defensas ingleses, a su compañero Jorge Valdano, quien intentó
llevarlo, pero el esférico fue interceptado y lanzado atrás y arriba, en
su afán por despejar, por el defensor Steve Hodge. Por la inercia de la
jugada, Maradona habría quedado fuera de juego, pero por venir el
balón de un contrario fue correctamente habilitado. Ya dentro del área
y con la pelota cayendo, Maradona fue en su búsqueda a la par del
arquero Peter Shilton, veinte centímetros más alto que él. Shilton saltó
adelantando su mano derecha, al mismo tiempo que Maradona lo ha-
cía con el brazo izquierdo extendido. El puño del jugador argentino,
cercano a su cabeza, golpeó antes el balón, que rodó hacia la meta.
Maradona comenzó a festejar, mirando de reojo al árbitro y al juez de
línea. El gol había sido convalidado.
El árbitro Ali Bennaceur, de Túnez, cobró el gol, pero tras los re-
clamos de los jugadores británicos pidió consejo a su segundo abande-
rado, el búlgaro Dotchev, quien convalidó el tanto.
El propio Diego Maradona declaró luego del partido que el tanto
lo había marcado “un poco con la cabeza y un poco con la mano de
Dios”, y a partir de allí la prensa Mundial bautizó al gol con ese nom-
bre.
Años más tarde, ya menos diplomático por el paso de tiempo,
Diego declaró: “Ahora sí puedo contar lo que en aquel momento no
podía, lo que en aquel momento definí como “La mano de Dios”…
Qué mano de Dios, ¡fue la mano del Diego! Y fue como robarle la
billetera a los ingleses también”.
Cuatro minutos más tarde, a los 10, con los jugadores ingleses to-
davía desconcentrados, Maradona marcó el gol más impresionante en
la historia de los Mundiales, por su factura y por el contexto en que se
convirtió. Este rótulo no es caprichoso, fue decidido por una encuesta
en el sitio de Internet de la FIFA, durante la Copa Mundial de Fútbol
de la FIFA del año 2002. Empezando dentro de su propio campo, Ma-
radona eludió a 6 jugadores ingleses (Hoddle, Reid, Sansom, Butcher,
Fenwick y al portero Shilton), antes de anotar el gol.
El periodista y relator uruguayo Víctor Hugo Morales inmortalizó

307
el momento a través de su relato: “La va a tocar para Diego, ahí la
tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por
la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para
Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-
ta-ta-ta-ta-ta… Gooooool… Gooooool… ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo,
viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar,
perdónenme… Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de
todos los tiempos… Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para
dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apreta-
do gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. Diegol, Diegol,
Diego Armando Maradona… Gracias Dios, por el fútbol, por Mara-
dona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 – Inglaterra 0”.
Jorge Valdano, quien acompañó por la izquierda a Maradona en la
jugada, cuenta que ya en el vestuario, mientras se duchaban, Diego le
confesó que lo había visto y pretendía pasarle la pelota pero tuvo que
seguir porque no encontró el hueco para hacerlo.
Algo más del fenomenal Maradona, en vestuarios también le con-
tó a Valdano que cuando quedó frente a Shilton pensó en definir al
segundo palo, pero se acordó de un partido amistoso entre Inglaterra y
Argentina en Wembley 6 años antes. En esa oportunidad, el diez había
generado una situación similar y la definición, al segundo palo, se
había ido a escasos centímetros. Maradona tuvo tiempo para recordar-
lo en ese instante, entonces gambeteó al arquero y tocó la pelota a la
red, con el último aliento, cayéndose al suelo.
“El primer gol fue ilegal, pero el segundo valió por los dos”, de-
claró el técnico inglés Robson luego del partido.
Gary Lineker descontó a los 36 minutos. El gol, su sexto, no al-
canzaría para dar forma a una remontada pero sí le bastaría para con-
vertirse en el goleador del torneo. Minutos después, el “Chino” Carlos
Tapia, que había ingresado a los 30 minutos por Burruchaga, estrelló
un tiro en el palo que hubiera aumentado la diferencia. Argentina de-
rrotaba a Inglaterra 2 a 1 y se cargaba de un impulso anímico difícil de
contener.

308
España y Bélgica jugarían el último boleto a semifinales, el 21 de
junio en Puebla. El primer asistente en este encuentro fue el mexicano
Edgardo Codesal. Ya tendríamos noticias de este hombre cuatro años
más tarde. Jan Ceulemans colocó en ventaja a Bélgica a los 35 minu-
tos del primer tiempo.
En el segundo, los minutos transcurrían y el empate ibérico no
aparecería. Butragueño se había gastado todos los cartuchos ante Di-
namarca. Pero apareció la “furia” española y a los 40 minutos Juan
Antonio Señor, que había ingresado por Tomás al minuto del segundo
tiempo, convirtió el gol del empate. Igualados al final, debieron dispu-
tar tiempo suplementario, pero se cuidaron para definir la clasificación
por tiros desde el punto del penal.
Para España convirtieron: Señor, Chendo, Butragueño y Víctor.
Eloy malogró el suyo. En Bélgica convirtieron los cinco ejecutantes:
Claesen, Scifo, Broos, Vervoort y L. Van Der Elst. Bélgica se imponía
a España luego de empatar 1 a 1 y ganar 5 a 4 por penales.
En semifinales se verían las caras: Alemania Federal y Francia por
un lado. Argentina y Bélgica por otro.
Alemania Federal y Francia jugaron el 25 de junio en el Estadio
Jalisco de Guadalajara. Por lo hecho hasta entonces, los franceses de-
berían haberse quedado con la victoria. Por historia, hay algunos que
sostienen que a las finales de los Mundiales siempre llegan los mis-
mos (los grandes), en este caso, Alemania. Acertaron estos últimos, en
su mejor partido del torneo, Alemania Federal no tuvo mayores in-
convenientes en derrotar a Francia, a quien le pesó el contexto de ju-
gar una semifinal. Los de Beckenbauer se pusieron en ventaja a los 9
minutos gracias al gol convertido por Andreas Brehme. Los galos no
pudieron engranar el fútbol que los caracterizaba por tanto el primer
tiempo finalizó 1 a 0.
En el segundo, los intentos galos chocaron con la firme defensa
germana. Sobre el final, a los 45 minutos Rudi Voeller marcó el se-
gundo y definitivo gol. Alemania Federal 2 – Francia 0. Los alemanes
estaban en una nueva final. Francia, a jugar por el tercer puesto.

309
En el estadio Azteca, ante 114.500 espectadores, jugaron el 25 de
junio Argentina y Bélgica por un lugar en la final. El primer tiempo se
fue igualado en cero, a pesar del dominio argentino.
En el complemento, volvió a aparecer Diego Maradona en todo su
esplendor. Asistencias, pelotas puestas al milímetro, disparos desde
fuera del área, reclamos, infracciones, Diego era el centro de lo que
acontecía en el campo de juego. A los 6 minutos, como contra Inglate-
rra, Maradona marcaba el 1 a 0 luego de aprovechar una asistencia de
Burruchaga. A los 18 volvió a anotar luego de una carrera espectacu-
lar, sin que los defensores belgas pudieran frenarlo y una definición
exquisita. Alguna vez, Maradona diría que este gol le había gustado
más que el segundo a los ingleses. A los 40 minutos ocurrió otro he-
cho histórico, Bilardo dispuso la salida de Burruchaga por Ricardo
Bochini, el “bocha” habilidoso, volante ofensivo, ídolo de Indepen-
diente, ya veterano, inscribía su nombre en Mundiales. Cuentan que a
su ingreso, Maradona, admirador de Bochini, se acercó y le dijo:
“Adelante, maestro, lo estábamos esperando”. Argentina se deshacía
de Bélgica ganándole por 2 a 0 y se instalaba en su tercera final de la
historia.
El 28 de junio en Puebla, Francia y Bélgica jugaron por el tercer
puesto. El público le dio la espalda al encuentro, había solo 21.000
personas en el estadio. Los que fueron, vivieron un partido de los más
entretenidos del campeonato. Los dos, ya sin la presión de las semifi-
nales, se dedicaron a jugar pensando en el arco rival. Ceulemans abrió
la cuenta para Bélgica a los 11 minutos. Igualó Ferreri a los 27 y ade-
lantó a los galos Jean-Pierre Papin a los 43. 2 a 1 Francia al descanso.
En el complemento, a los 28 minutos Claesen empato a 2. El par-
tido tuvo que ir a tiempo suplementario.
A los 14 minutos del primer tiempo extra, Genghini colocó arriba
a Francia 3 a 2. Quedaban 15 minutos para que Bélgica buscara nue-
vamente la igualdad, pero fue Manuel Amoros de penal a los 6 del
segundo tiempo quien terminó cerrando la cuenta. Francia venció a
Bélgica 4 a 2 y se quedó con el tercer lugar.

310
La final se disputó el 29 de junio a las 12 del mediodía, en el Es-
tadio Azteca de Ciudad de México entre Argentina y Alemania Fede-
ral. 114.600 espectadores presentes. El árbitro fue el brasileño Ro-
mualdo Arppi Filho, los líneas, Eric Fredriksson de Suecia el uno y
Bemy Ulloa Morera de Costa Rica el asistente número dos. Argentina
tenía a Maradona y era favorita, las apuestas daban ganador al equipo
de Bilardo 5-3. Pero Alemania era Alemania y jugando así, sin brillar,
había llegado a la final.
Argentina formó con: Pumpido, Batista, Brown, Ruggeri, Cuciuf-
fo, Olarticoechea, Giusti, Enrique, Maradona (capitán), Burruchaga
(Trobbiani) y Valdano. DT: Carlos Salvador Bilardo.
Alemania Federal presentó para el trascendental partido a: Schu-
macher, Briegel, Brehme, K.J. Koerster, Eder, Matthaus, Magath
(Hoeness), Rummenigge (capitán), Berthold, Jakobs y Allofs (Voe-
ller). DT: Franz Beckenbauer.
A poco de comenzar el partido, el defensor José Luis Brown su-
frió una lesión en el hombro. Bilardo lo quiso reemplazar pero el “Ta-
ta” se negó a salir y continuó jugando con el brazo inmovilizado, en-
castrado en un agujero de la camiseta. Precisamente, Brown, a los 23
minutos, de cabeza luego de un tiro de esquina, convirtió el primer gol
argentino. El primer tiempo finalizaría con ventaja albiceleste 1 a 0.
Argentina había dominado las acciones.
En el segundo, a los 11 minutos Valdano convirtió el segundo.
Argentina parecía encaminarse al título sin demasiada oposición. Sin
embargo, nunca hay que confiarse de un grande como Alemania. Be-
ckenbauer mandó a Hoeness a la cancha por Magath, antes Voeller
había ingresado por Allofs. Los cambios surtieron efecto, Alemania
acorraló a los argentinos y a los 29 minutos Rummenigge luego de un
corner descontó para los germanos. Apenas siete minutos más tarde, a
los 36 Voeller, casi calcado al tanto anterior, logró la igualdad a 2. Los
argentinos no flaquearon, Maradona volvió a tomar la posta del en-
cuentro y a los 39, el ya por entonces indiscutido mejor jugador del
planeta, con un pase sensacional dejó solo a Burruchaga, en carrera

311
hacia Schumacher. Burruchaga adelantó la pelota, dejó en el camino al
arquero y remató cruzado, al segundo palo. Faltando un minuto Bilar-
do hizo ingresar a Trobbiani, jugador muy cuestionado en la convoca-
toria. Otra vez 3 a 2, como en el 78. Argentina se consagraba bicam-
peón Mundial, sin objeciones, de la mano del mejor de todos, Diego
Armando Maradona.
Joao Havelange entregó la Copa Mundial al capitán Diego Mara-
dona, con los años se generaría un marcado enfrentamiento entre el
astro y el presidente de FIFA. Por ahora Maradona y sus compañeros
festejaban en andas y con la copa en alto, aplaudidos por los mexica-
nos que en un comienzo simpatizaban por los alemanes pero que ter-
minaron rindiéndose ante el nuevo rey.
Al día siguiente, la selección arribó a Buenos Aires donde la espe-
raba una multitud, el país era una fiesta. El presidente Raúl Alfonsín
cedió, y se mantuvo ajeno al festejo, el balcón de la Casa Rosada para
que Maradona, Bilardo y compañía festejaran junto al pueblo que
colmaba la Plaza de Mayo.
El equipo ideal del campeonato quedó constituido por: Pfaff (Bél-
gica); Brown (Argentina), Amoros (Francia), Forster (Alemania Fede-
ral), Branco (Brasil); Burruchaga (Argentina), Fernandez (Francia),
Lerby (Dinamarca), Maradona (Argentina); Butragueño (España) y
Lineker (Inglaterra).
La figura fue Diego Armando Maradona. Nunca un jugador había
sido tan influyente para la concreción de un campeonato. Apenas
comparable con Pelé. Con la selección Argentina fue campeón en
México 86 y subcampeón en Italia 90. Además, ganó el Mundial Ju-
venil Japón 79 y dirigió a la selección nacional en Sudáfrica 2010. A
nivel de clubes jugó en Argentinos Juniors, Boca, Barcelona, Nápoli,
Sevilla y Newell’s. Se retiró el 4 de noviembre de 1997. Como técnico
dirigió a Mandiyú de Corrientes, Racing de Avellaneda y All Wasl FC
de Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
El goleador fue el inglés Gary Lineker con 6 goles. Le anotó 3 a
Polonia, 2 a Paraguay y 1 a Argentina. Convertiría 4 más en Italia 90.

312
En total marcó 48 goles en 80 partidos jugando para Inglaterra. Se-
gundo y tercero con 5 quedaron Diego Maradona de Argentina y Ca-
reca de Brasil.
En el transcurso del certamen se convirtieron el gol 1.200 y 1.300
en la historia de los Mundiales. El primero fue obra del francés Papin
y el segundo del inglés Lineker.
Se marcaron 132 goles en 52 partidos con un promedio de 2,54
por encuentro.
La pelota oficial fue el Adidas Azteca México, dicho balón fue el
primero fabricado con materiales sintéticos, lo que aumentaba la im-
permeabilidad y la durabilidad, brindando mejor rendimiento en cam-
pos de juego duros, con mucha humedad y a grandes alturas.
Brasil se quedó con el premio al juego limpio entregado por la or-
ganización.

Síntesis:

Campeón: Argentina 9°: Dinamarca 17°: Portugal


Subcampeón: Alema- 10°: Unión Soviética 18°: Hungría
nia Federal 11°: Marruecos 19°: Escocia
Tercero: Francia 12°: Italia 20°: Corea del Sur
Cuarto: Bélgica 13°: Paraguay 21°: Irlanda del Nor-
5°: Brasil 14°: Polonia te
6°: México 15°: Bulgaria 22°: Argelia
7°: España 16°: Uruguay 23°: Irak
8°: Inglaterra 24°: Canadá

313
Italia 1990

“Alemania se tomó revancha”

La situación Mundial estaba cambiando, la guerra fría había lle-


gado a su fin, con la caída del Muro de Berlín como icono y la reunifi-
cación de las Alemanias. Los cambios políticos, económicos y geográ-
ficos marcarían la década.
Estados Unidos se afianzaba como principal potencia mundial y
en la URSS Mijail Gorbachov asumía el gobierno para dirigir la tran-
sición de la Unión Soviética y la apertura al capitalismo. La Unión
Soviética comenzaría a desmembrarse en poco tiempo más.
En Argentina, se había producido un hecho histórico en 1989, un
presidente democrático, Raúl Alfonsín, le entregaba el gobierno a otro
presidente democrático, Carlos Menem. Aunque se debieron adelantar
los tiempos por la convulsionada situación económica, política y so-
cial que se vivía en el país. Con hiperinflación, saqueos a supermerca-
dos e intentos de levantamientos militares.
Menem, justicialista, de prominentes patillas y poncho, asumió el
poder emulando a los caudillos provincianos, prometiendo salariazo y
revolución productiva. Al poco tiempo, se recortó las patillas, se vistió
con caros trajes de marcas europeas y dio un rotundo giro hacia la
derecha y al liberalismo económico.
En este contexto, la XIV Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en
Italia, entre el 8 de junio y el 8 de julio de 1990.
Italia se convirtió en el segundo país en celebrar una Copa Mun-
dial en dos ocasiones distintas al organizar el torneo en 1934 y 1990.
Los 24 equipos clasificados fueron: Alemania Federal, Argentina,
Austria, Bélgica, Brasil, Camerún, Checoslovaquia, Colombia, Corea
del Sur, Costa Rica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Escocia, Espa-
ña, Estados Unidos, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Italia, Rumania,
Suecia, Unión Soviética, Uruguay y Yugoslavia. A este Mundial re-

314
gresaron varias selecciones tras muchos años de ausencia: Colombia
que no participaba desde 1962, Egipto desde 1934, Estados Unidos
desde 1950, Holanda desde 1978, Rumania desde 1970 y Suecia desde
1978. A estos equipos se sumaron los debutantes: Costa Rica, siendo
la revelación de esta competición al clasificar a octavos de final, por
encima de Suecia y Escocia; los Emiratos Árabes Unidos e Irlanda
(EIRE). Participaron todas las selecciones que alguna vez se habían
hecho del título Mundial hasta ese entonces: Uruguay, Italia, Alema-
nia, Inglaterra, Brasil y Argentina.
Fue el último Mundial para las selecciones de países que se desin-
tegrarían en los siguientes años como Yugoslavia en 1992, Checoslo-
vaquia también en 1992, la Unión Soviética en 1991 y Alemania Fe-
deral, que se reunificaría en ese mismo año.
La selección de fútbol de México estuvo vetada de este Mundial
debido a la falsificación de edades de los jugadores de la selección
juvenil que actuaron en el torneo clasificatorio de Guatemala, para el
Mundial Sub 20 de Arabia Saudita 1989.
Chile también fue excluido. El 3 de septiembre de 1989, en el Es-
tadio Maracaná jugaban Brasil y Chile por las eliminatorias sudameri-
canas. El que ganaba clasificaba. Brasil ganaba 1 a 0, los chilenos
veían cada vez más lejos sus chances de llegar a Italia. Entonces, al
minuto 22 del segundo tiempo, una bengala cayó cerca del arquero
trasandino Roberto “Cóndor” Rojas, quien cayó fulminado. Los médi-
cos chilenos lo atendieron y lo sacaron en camilla con un corte san-
grante a la altura de las cejas. El resto del equipo abandonó el partido
en solidaridad con su compañero herido. El árbitro era el argentino
Juan Carlos Loustau, quien suspendió el partido.
Los chilenos solicitaron se les diese por ganado el encuentro y por
ende la clasificación al Mundial. Pero las investigaciones comproba-
ron que la bengala no había impactado en el arquero, sino que había
caído a un metro de distancia. Que los chilenos habían generado una
farsa para lograr la clasificación. La herida de Rojas existía pero se la
había realizado el propio arquero con un bisturí que escondía en el

315
guante. Como consecuencia del lamentable y desleal hecho, a la Fede-
ración Chilena de Fútbol se le dio por perdido el partido, por lo que
quedó fuera del Mundial del 90, la inhabilitaron para disputar la si-
guiente eliminatoria para EE.UU. 94 y le aplicaron una multa de cien
mil francos suizos. Además, Rojas fue suspendido de por vida para
ejercer el fútbol profesional. En 2001 la FIFA le levantó la sanción al
“Cóndor” Rojas, quien tenía ya 43 años.
El tema musical fue “Un estate italiana”, interpretado por Gianna
Nannini y Edoardo Bennato. Para muchos, el mejor tema de la historia
de los mundiales.
Las sedes utilizadas fueron: el Stadio San Nicola, de Bari; Renato
Dall’ara de Bolonia; Stadio Sant’Elia de Cagriari; Stadio Artemio
Franchi en Florencia; Luigi Ferraris de Génova; en Milán Stadio Giu-
seppe Meazza; en Nápoles Stadio San Paolo; Stadio Della Favorita en
Palermo; el Olímpico di Roma en Roma; Stadio Delle Alpi de Turín;
Stadio Friuli de Udine; y en Verona Stadio Marcantonio Bentegodi.
El estadio Olímpico de Roma fue remodelado, las obras costaron
182 millones de dólares. El San Paolo de Nápoles se remodeló por 50
millones y hubo denuncias de corrupción en el medio. Mientras que
70 millones se gastaron para construir el Stadio Delle Alpi de Turín.
Se emplearon las mismas reglas que en el campeonato anterior de
México. Los seis cabezas de serie para el torneo de 1990 se dieron a
conocer el 7 de diciembre de 1989. Las ubicaciones se distribuyeron
posteriormente en los seis grupos en orden del rango especificado, el
primero para el Grupo A, el segundo para el Grupo B, etc.
Las ubicaciones fueron decididas por la FIFA en función del ren-
dimiento de dichas naciones, principalmente, tanto la Copa del Mundo
de 1986 como la Copa del Mundo de 1982, este último considerado
como una influencia secundaria. Seis de los ocho finalistas en 1986 se
habían clasificado para el torneo de 1990. Italia, que se ubicó primero
como anfitrión, no había llegado a los cuartos de final en 1986, y para
esto la FIFA se vio ante la necesidad de excluir a una de las tres na-
ciones calificadas que fueron eliminadas en cuartos de final de 1986:

316
Brasil, Inglaterra o España.
Debido a su desempeño en 1982, como también a su registro ge-
neral de la Copa Mundial, Brasil se ubicó tercero y no se consideró el
dejarlo afuera de las cabezas de serie. Así que la FIFA optó por ubicar
a Inglaterra por delante de España. España fue eliminado en 1986 en
los penales, mientras que Inglaterra había sido eliminado en los 90
minutos, también ambos países habían llegado a la segunda fase en
1982, pero España también había aparecido en Argentina 78, mientras
que Inglaterra no pudo clasificarse. El presidente de la FIFA João Ha-
velange había declarado, al parecer por anticipado, que España sería el
elegido.
España creyó que fueron engañados, un invento para asegurar que
Inglaterra fuera el ubicado en el Grupo F, el grupo que se celebró fue-
ra de la península italiana, en un intento por contener los problemas de
vandalismo de los “hooligans”, barrabravas ingleses. El entrenador
español Luis Suárez Miramontes se expresó así: “Creemos que hemos
sido engañados… Querían ubicar a Inglaterra y que se le envíe a Ca-
gliari a toda costa. Así que inventaron esta fórmula”. La FIFA respon-
dió que “la fórmula se basó en proyecciones respectivas de los equi-
pos durante las dos anteriores Copas del Mundo. Inglaterra mereció la
sexta posición. Esto es de ninguna manera una concesión al vandalis-
mo inglés”.
Los seis cabezas de serie fueron: Italia, Argentina, Brasil, Alema-
nia Federal, Bélgica e Inglaterra.
El 9 de diciembre de 1989, el sorteo se celebró en el Palazzetto
dello Sport de Roma, donde se determinaron las formaciones de gru-
pos y orden de los partidos. La ceremonia fue organizada por el pre-
sentador de televisión italiano Pippo Baudo, y en compañía de la ac-
triz italiana Sophia Loren y el cantante de ópera Luciano Pavarotti, el
sorteo fue conducido junto con el secretario general de la FIFA, Sepp
Blatter.
El día del sorteo la FIFA contó con la presencia de Pelé, Bobby
Moore y Karl-Heinz Rummenigge, así como una actuación de la can-

317
ción oficial del torneo, “Un’estate italiana” realizado por Edoardo
Bennato y Gianna Nannini.
El evento también contó con la mascota oficial de la Copa del
Mundo, “Ciao”, una figura de palitos con forma de jugador, con una
cabeza de pelota de fútbol y un cuerpo con la bandera tricolor italiana.
Su nombre representa el saludo italiano.
Hasta el momento, los árbitros vestían solo con camisetas negras
tradicionales. Sería la última vez en una Copa del Mundo, una camisa
de color rojo fue utilizada en dos partidos del Grupo C, en el que la
selección de Escocia llevaba indumentaria azul oscuro.
La ceremonia inaugural se desarrolló en el Estadio Giusseppe
Meazza de Mián. 73.780 espectadores en las tribunas. En el palco ofi-
cial se encontraba el presidente argentino Carlos Menem, quien co-
menzaba a ganarse el mote de “mufa”. Michel Vautrot de Francia era
el árbitro del partido. Bilardo mantenía cinco campeones mundiales en
México en el once inicial. Camerún, que se había hospedado cerca de
un zoológico estilo “safari” para sentirse como en casa, era una incóg-
nita, como todo equipo africano, que alternan buenos desempeños con
errores infantiles. Los cameruneses eran robustos y atléticos. El entre-
nador era el por entonces soviético, hoy ruso, Valeri Nepomnyashchi.
Morenos y con indumentaria verde, roja y amarilla, los coloridos ju-
gadores africanos hicieron prevalecer su físico desplegando un juego
brusco al extremo sobre Maradona, ante la pasividad del árbitro fran-
cés. Tres cameruneses amonestados en el primer tiempo y el marcador
en cero.
En el segundo, al minuto ingresó Claudio Caniggia por Ruggeri,
en un cambio ofensivo de Bilardo. Argentina pasaba sobresaltos de-
fensivos y cuando tenía la pelota, los africanos cortaban sistemática-
mente el juego. Todavía se recuerda un avance de Caniggia por la de-
recha que fue interceptado por una patada voladora al pecho del argen-
tino a quien se le desprendió un botín del sacudón. Milagrosamente,
“el hijo del viento” se pudo recuperar. Producto de esta jugada fue
expulsado Andre Kana-Biyik a los 16 minutos. A los 22 llegaría lo

318
inesperado, centro al área argentina, saltó el jugador Francois Omam-
Biyik y su cabezazo, abajo, superó la poca defensa que opuso Nery
Pumpido. Camerún le ganaba al campeón del mundo 1 a 0. Continua-
ron las infracciones de los cameruneses y la impotencia argentina. A
los 43 minutos también abandonó el encuentro expulsado Benjamín
Massing. Igualmente, Argentina no pudo llegar al empate. Embarazo-
so resultado para los campeones. Camerún daba la sorpresa y vencía a
Argentina 1 a 0 en el primer encuentro del Mundial.
El 9 de junio, en Bari, jugaron los otros dos equipos del grupo de
Argentina. Unión Soviética y Rumania. Los soviéticos se mostraron
lentos y sin ideas ante una Rumania que sorprendió con buen juego
asociado y creativo. En este encuentro se destacó el puntero derecho
Marius Lacatus, quien convirtió los dos goles del partido, en el primer
tiempo a los 41 minutos y en el segundo a los 10 a través de un penal.
Con el correr del torneo sobresaldrían en el equipo rumano, además de
Lacatus, el volante ofensivo Hagi y el centrodelantero Raducioiu.
Rumania 2 – Unión Soviética 0.
En el Olímpico de Roma se estrenó la selección local, Italia ante
Austria, el 9 de junio. Lo mejor del duro equipo austriaco era su capi-
tán, el delantero Toni Polster. Italia presentaba un equipo repleto de
figuras. El capitán era Bergomi, sobreviviente de la formación titular
de España 82. Además, asomaban estrellas que marcarían una época
en el fútbol mundial, como Gianluca Pagliuca, Franco Baresi, Paolo
Maldini, Roberto Baggio, Andrea Carnevale o Roberto Mancini. El
técnico era Azeglio Vicini. El partido fue chato, presagiaba lo que se
vendría a lo largo del torneo. Primer tiempo, igualado 0 a 0.
En el complemento, a los 33 minutos, cuando los nervios se nota-
ban dentro y fuera de la cancha, Salvatore Schillaci anotó el único gol
del partido. “Toto” Schillaci sería el goleador del torneo marcando un
gol en seis de los siete encuentros disputados por su selección. Italia 1
– Austria 0.
En Bologna, el 9 de junio se jugó el encuentro entre el debutante
Emiratos Árabes Unidos, dirigido por el brasileño Carlos Alberto Pa-

319
rreira, y Colombia de Francisco “Pacho” Maturana. Ordenados en
defensa los asiáticos, Colombia se adueñó de la pelota aprovechando
el manejo que de la misma tenia el “Pibe” Carlos Valderrama. Primer
tiempo sin goles.
En el segundo, a los 5 minutos, Redín hacía justicia adelantando a
los sudamericanos. Cerca del final, a los 40 Valderrama convirtió el 2
a 0 definitivo. Colombia 2 – EAU 0.
El 10 de junio, en Florencia, se enfrentaron Estados Unidos y
Checoslovaquia. Los estadounidenses tenían la misión de ganar expe-
riencia para su Mundial cuatro años más tarde. Contaban con un ar-
quero carismático, Tony Meola, y a Marcelo Balboa, defensor de pa-
dres argentinos que jugó los Mundiales de Italia, EE.UU. y Francia,
con un total de 128 partidos para EE.UU. Checoslovaquia era un muy
buen equipo, sólido y que contaba con el talento de Tomas Skuhravy.
La superioridad de los europeos se plasmó rápidamente en el campo
de juego. A los 26 minutos Skuhravy anotó el 1 a 0 y a los 40 Bilek el
2 a 0 de penal. Primer tiempo 2 a 0.
En la segunda mitad, a los 5 aumentó la diferencia Hasek. A los 7
se fue expulsado el norteamericano Eric Wynalda. Paul Caligiuri, uno
de los mejores en Estados Unidos, descontó a los 15. Otra vez Skuh-
ravy marcó a los 33 para poner arriba a Checoslovaquia 4 a 1. Sobre la
hora, a los 45, Luhovy convertiría el quinto. Checoslovaquia mostraba
sus credenciales y goleaba a Estados Unidos 5 a 1.
En Turín debutaba el siempre candidato Brasil ante Suecia. Brasil
era dirigido por Sebastiao Lazaroni, quien intentó modernizar el clási-
co juego que caracteriza a los brasileños y no le fue bien. En el banco
estaban un tal Romario y un tal Bebeto. Suecia presentó algunos juga-
dores que quedarían en el recuerdo de la gente cuatro años después, en
EE.UU. 94, los casos del arquero Tomas el “Loco” Ravelli y el mo-
reno Tomas Brolin. Careca a los 40 minutos vulneró la defensa de
Ravelli y anotó el 1 a 0 con que terminaría la primera mitad.
En la segunda, a los 18 minutos, nuevamente el goleador del Ná-
poli italiano Careca convirtió el 2 a 0. Brolin a los 34 descontó para

320
Suecia pero no alcanzaría. Brasil 2 – Suecia 1.
El subcampeón mundial, Alemania Federal, tenía un duro co-
mienzo ante Yugoslavia, el 10 de junio en Milán, ante 74.765 perso-
nas, más que en el partido inaugural. Alemania, ya sin Rummenigge,
mantenía la base y al “Kaiser” Franz Beckenbauer como entrenador, a
Matthaus, Voeller y Klinsmann en la delantera. Yugoslavia contaba
con un gran equipo que luego de Italia se desmembraría con la separa-
ción de Croacia, quien se quedó con jugadores como Suker, Prosi-
necki y Jarni. Alemania fue de mayor a menor en el torneo. Contra los
balcánicos jugó en un gran nivel. Lothar Matthaus abrió el marcador a
los 28 minutos, el goleador Juergen Klinsmann sumó el segundo a los
39. Así se irían al descanso.
En el complemento, Jozic a los 10 minutos descontaba para acer-
car a los yugoslavos a un gol. Pero Matthaus a los 19 despegaba en el
marcador a Alemania 3 a 1. El otro delantero alemán, Rudi Voeller, a
los 25 anotó el cuarto y definitivo. Goleada de Alemania Federal 4 a 1
ante Yugoslavia.
El árbitro argentino Juan Carlos Loustau fue el encargado de ad-
ministrar justicia en el choque entre Costa Rica, dirigida por Bora Mi-
lutinovic, y Escocia, ya sin Alex Ferguson en el banco, el 11 de junio
en Genoa. El trámite del encuentro fue parejo, estructurados los esco-
ceses, expeditivos los costarricenses. El arquero caribeño Gabelo Co-
nejo mostró buenas condiciones, manteniendo el arco invicto en el
primer tiempo, convirtiéndose en figura de su equipo.
En el complemento, a los 4 minutos, Juan Cayasso superó la de-
fensa escocesa y convirtió para los “ticos”. Sorpresa en Genoa. En
definitiva, sería victoria centroamericana. Costa Rica, que daba un
gran paso hacia la clasificación, 1 – Escocia 0.
El 11 de junio, en Cagliari, Inglaterra enfrentaba a la Irlanda que
no formaba parte de la Gran Bretaña, también denominada República
de Irlanda o Eire. Robson continuaba en el banco inglés, también el
arquero Shilton, el goleador Lineker y ahora sumaban al talentoso
volante Paul Gascoigne. El inglés Jack Charlton dirigía a los irlande-

321
ses. Gary Lineker rápidamente puso adelante a Inglaterra a los 9 minu-
tos. No se volvería a mover el tanteador en todo el primer tiempo.
En el segundo, las cargas por alto de los irlandeses, los pases lar-
gos, tuvieron su premio a los 28 llegando a la igualdad gracias a
Sheedy. La Irlanda debutante igualaba 1 a 1 con Inglaterra.
Bélgica y Corea del Sur debutaron el 12 de junio en Verona. En
Bélgica ya no estaba Pfaff, pero el arco estaba bien cuidado por su
sucesor, Michel Preud’homme. Continuaban Scifo, Gerets y el entre-
nador Guy Thys. Los coreanos llegaban de punto y a pesar de la movi-
lidad que desplegaron, no fueron rival de cuidado. Así y todo, el pri-
mer tiempo terminó 0 a 0.
Pero en el segundo, a los 8 minutos De Grijse y De Wolf a los 19
convirtieron los dos tantos con que Bélgica derrotó a Corea del Sur
por 2 a 0.
A los sorpresivos triunfos de Camerún y Costa Rica, se le sumaría
el empate de Egipto con Holanda. El partido se jugó el 12 de junio en
Palermo. Los holandeses eran dirigidos por Leo Beenhakker y conta-
ban con estrellas mundiales como los defensores Ronald Koeman,
Frank Rijkaard, el volante ofensivo Ruud Gullit y el goleador Marco
Van Basten. Eran amplios favoritos para ganar el partido y uno de los
aspirantes al título. Los egipcios se replegaron y no permitieron que
los holandeses pudieran marcar en todo el primer tiempo.
En el segundo, a los 13 minutos llegó la apertura del marcador,
Kieft, que había ingresado hacía minutos, convirtió el 1 a 0 para Ho-
landa. La cosa parecía encaminada. Sin embargo, a siete del final, a
los 38 minutos, penal para Egipto que Abdelghany transformó en el
empate final. Holanda 1 – Egipto 1. Los naranjas defraudaron en la
presentación.
El 13 de junio, en Nápoles, el reino de Maradona, Argentina bus-
caba recuperarse de la derrota inicial ante la Unión Soviética. Bilardo
cambió medio equipo en relación al partido anterior, entre ellos Ca-
niggia en ataque. A los 11 minutos se seguiría complicando el torneo
para los argentinos, el “Vasco” Olarticoechea chocó de frente con

322
Pumpido y le causó fractura de tibia. El arquero, lesionado, fue reem-
plazado por Sergio Goycochea, que entró sin siquiera poder calentar.
Goicochea no era un portero seguro y generaba muchas dudas en las
salidas a cortar centros. Sin embargo, sería una desgracia con suerte,
“Goyco” se convertiría en estandarte del equipo y uno de los principa-
les responsables del arribo de la selección a la final. Argentina no jugó
bien, pero a los 27 minutos se colocó en ventaja gracias a un cabezazo
de Pedro Troglio. Desde entonces se defendió, con los pies y con las
manos, Diego Maradona rechazó una pelota con la mano derecha casi
pegada al cuerpo en la línea del arco argentino, cuando no quedaba
otro recurso. Ni el línea, que estaba del lado izquierdo, ni el árbitro
sueco Fredriksson vieron la acción que hubiera derivado en el empate
de los europeos.
En el segundo tiempo, a los 34 minutos, Jorge Burruchaga convir-
tió el segundo gol para Argentina, tras un grosero error de la defensa
soviética. Argentina se recuperaba y vencía a la URSS 2 a 0.
España y Uruguay, por cuestiones de fixture, recién debutaban
cuando otras selecciones ya habían disputado dos encuentros. Jugaron
el 13 de junio en Udine. Los españoles contaban con Michel y Butra-
gueño. Uruguay, dirigido por el “Maestro” Oscar Washington Tabá-
rez, alineaba a Enzo Francescoli, Ruben Paz y Antonio Alzamendi,
todos sobrevivientes de México. Los dos equipos se cuidaron y raspa-
ron lo suficiente como para que cuatro jugadores, dos por equipo, fue-
ran amonestados por el árbitro Kohl de Austria. No se sacarían venta-
jas en los 90 minutos. Uruguay y España igualaron 0 a 0.
Italia se volvía a presentar en la capital, Roma, el 14 de junio ante
Estados Unidos, el rival más accesible del grupo. Los locales marca-
ron a los 11 minutos gracias a Giannini y se esperaba una goleada.
Pero el planteo defensivo de los norteamericanos y la impotencia de
los itálicos hicieron que el score no aumentara. Fue el único encuentro
en que no marcó “Toto” Schillaci. Italia 1 – EE.UU. 0. Italia quedaba
en deuda pero sumaba dos puntos más que le aseguraban la clasifica-
ción.

323
Por el Grupo B, jugaron en Bari, el 14 de junio, Camerún y Ru-
mania, los dos venían de ganar en el debut. Los africanos volvieron a
exhibir su fútbol potente, rápido y agresivo. Los rumanos intentaban
llegar tocando al área rival, con más técnica y menos potencia física.
El primer tiempo finalizó en cero.
En el segundo, el gol tardo en llegar hasta el minuto 31, cuando el
goleador Roger Milla, quien había ingresado en el complemento,
anotó el 1 a 0. Otra vez Milla convirtió el segundo a los 41. Balint
descontó a los 43 pero ya no habría tiempo para empatar. Camerún
ganaba su segundo partido y se aseguraba un lugar en los octavos de
final. Camerún 2 – Rumania 1.
El 14 de junio se enfrentarían en Bologna, Yugoslavia, que venía
de ser vapuleada por Alemania Federal, y Colombia, quien había ga-
nado a EAU. Sin goles en la primera etapa.
Hubo que esperar hasta el complemento para que Jozic marcara a
los 30 minutos el único tanto de un equilibrado encuentro, con escasas
ocasiones de gol. Yugoslavia 1 – Colombia 0.
El 15 de junio, por el Grupo A, en Florencia se midieron Austria y
Checoslovaquia. En un aburrido partido donde abundaron los roces y
escasearon las llegadas, Bilek, a los 31 minutos, de penal, marcó el
único gol del encuentro. Checoslovaquia 1 – Austria 0.
También el 15 de junio, pero en Milán, se presentaba Alemania
Federal ante los Emiratos Árabes Unidos. Lo que se suponía una fácil
victoria germana, se complicó en el primer tiempo. El gol alemán re-
cién llegó a los 35 minutos por intermedio de Voeller. Klinsmann
convirtió el segundo dos minutos más tarde, a los 37. Parecía que la
catarata de goles no iba a parar. Pero el primer tiempo finalizó 2 a 0.
Ni bien comenzado el segundo, al minuto Mubarak descontó para
Emiratos Árabes. Pero la reacción de los árabes duró apenas un minu-
to, a los 2 Matthaus puso el 3 a 1. Bein, a los 11, 4 a 1, y nuevamente
Voeller a los 30 el 5 a 1. Alemania Federal goleaba en su segunda
presentación a EAU 5 a 1. Los alemanes llevaban 9 goles a favor en
escasos dos partidos.

324
En Turín, el 16 de junio, se enfrentaban dos selecciones que ha-
bían triunfado en el primer encuentro. Sin embargo, una era amplia
favorita sobre la otra. Hablamos de Brasil y Costa Rica. Diplomáticos
los costarricenses, salieron a la cancha con una camiseta negra y blan-
ca a bastones verticales, similar a la del equipo local Juventus, para
captar la simpatía de los espectadores turineses. Los “ticos” soporta-
ron 33 minutos el asedio brasileño, Muller venció al hasta el momento
imbatible Gabelo Conejo y puso el 1 a 0.
En la segunda mitad, la pelota y el terreno serían de Brasil, los
costarricenses se defendían, confiados en los reflejos de su arquero
como última instancia y apostaban a una contra. Pero no habría goles
en el complemento. Brasil derrotaba por la mínima, 1 a 0, a Costa Ri-
ca.
También el 16 de junio, en Genoa, era el turno de los dos perdedo-
res del Grupo C, Suecia y Escocia. Los británicos madrugaron a los
nórdicos, a los 11 minutos McCall anotó el 1 a 0. Así quedaría el tan-
teador en los primeros 45 minutos.
En los segundos, el encuentro se volvería trabado y aburrido. A
los 36 minutos Johnston le daría ventaja de 2 a Escocia. Stromberg a
los 41 lograría el estéril descuento sueco. Escocia 2 – Suecia 1.
Gran expectativa en Cagliari donde el 16 de junio se enfrentaban
Inglaterra y Holanda. El argentino Juan Carlos Loustau se desempeñó
como segundo asistente en este cotejo. Sin embargo, el partido decep-
cionó. Sin llegadas claras, ni siquiera alguna patadita para destacar o
alguna protesta. Nada, ni una mísera tarjeta amarilla en el partido.
Beenhakker intentó poniendo a Keift en el segundo tiempo como con-
tra Egipto, pero esta vez no dio resultado. 0 para Inglaterra – 0 para
Holanda, en todo.
En Udine, el 17 de junio, jugaron Corea del Sur y España. Los
primeros venían de perder, España de igualar. Los españoles fueron
muy superiores, aunque en el primer tiempo se fueron al descanso
igualados en un gol. Abrió la cuenta Michel a los 23 y empató Hwang
a los 43 minutos.

325
En el segundo tiempo, el estado físico de los asiáticos decayó y
España lo aprovechó. Michel a los 16 y a los 36 anotó por partida do-
ble para marcar tres en su cuenta y en la del equipo. España superaba a
Corea del Sur 3 a 1 y clasificaba.
Por el mismo grupo de España y Corea, jugaban el 17 de junio, en
Verona, Bélgica y Uruguay. Los belgas salieron mejor del vestuario y
antes de la primera media hora habían sacado ventaja de dos goles. A
los 15 minutos Clijsters y a los 27 Scifo colocaban a Bélgica 2 a 0.
Uruguay equilibró el partido y llegó el final del primer tiempo. Sola-
mente para destacar la expulsión de Gerets a los 42, que le daba espe-
ranzas a los charrúas.
En el segundo, otra vez madrugó Bélgica con 10 hombres, Ceu-
lemans estiró la ventaja a 3. Pablo Bengoechea, a los 28, descontó
para los celestes, demasiado tarde. Bélgica ganaba 3 a 1 a Uruguay.
Irlanda y Egipto jugaban el 17 de junio en Palermo. En este grupo,
el F, se habían jugado tres encuentros y todos habían finalizado empa-
tados. Recordemos que Holanda e Inglaterra lo completaban. Con este
panorama, un empate dejaba a Irlanda y Egipto con chances de clasifi-
car. Se definiría en la última fecha. No se sacaron ventajas, tampoco
supieron cómo. Apenas dos amonestados, uno por equipo, es lo que
arrojó el partido. 33.288 personas se deben haber arrepentido por pa-
gar la entrada para este partido. Irlanda 0 – Egipto 0.
Comenzaban las jornadas de definiciones de los grupos. El 18 de
junio, en Nápoles, Argentina y Rumania se jugaban el pase a octavos
de final. Argentina había sido habilitado, por primera vez en la histo-
ria, a modificar la lista de buena fe, para incorporar un arquero que
sustituyera al lesionado Pumpido. Ángel David Comizzo se había su-
mado al plantel. Este hecho daría pie a la modificación posterior que
ampliaría la lista a 23 jugadores, en lugar de 22, con el objetivo de
convocar a tres arqueros. Los dos equipos estaban temerosos, el empa-
te los clasificaba, el problema era el cruce que les podía tocar después.
El primer tiempo tuvo escasas situaciones y sin peligro evidente. Se
fueron al entretiempo 0 a 0.

326
En el complemento, un cabezazo de Pedro Damián Monzón a los
17 minutos colocó a los argentinos en ventaja. Pero se desconcentra-
ron y seis minutos más tarde, a los 23, Balint igualó. Hagi se adueñó
de los ataques rumanos y los administró con sabiduría. Finalmente fue
empate 1 a 1. Rumania clasificaba segunda, +1 de diferencia del gol y
4 a favor, y Argentina como la mejor tercera con +1 de diferencia pero
3 goles convertidos.
Al mismo tiempo que Argentina – Rumania, jugaron en Bari Ca-
merún y la Unión Soviética. Fue el último partido en Mundiales de la
Unión Soviética, antes de disolverse política y geográficamente. Ca-
merún jugó relajado puesto que ya había logrado la clasificación. Los
soviéticos tenían que ganar por cuatro goles de diferencia y esperar
que Argentina o Rumania ganasen, el empate lo eliminaba porque
llegaban a 3 puntos. Así, quedaba tercera en el grupo y debía esperar
el resultado de los otros grupos para ver si entraban entre los cuatro
mejores. Complicada situación para la URSS. Los europeos cumplie-
ron con su parte, golearon 4 a 0 a Camerún, con goles de Protasov a
los 20 minutos y Zygmantovich a los 29.
En el segundo tiempo, Zavarov anotó el tercero a los 7 minutos y
Dobrovolskyi el 4 a 0 a los 18. Luego jugaron más pensando en el
partido que se disputaba en Nápoles que en el propio. En el momento
que convirtieron el cuarto, Argentina ganaba 1 a 0 y quedaban la
URSS y Rumania igualados en 2 puntos, 0 de diferencia de gol y 4
goles a favor, tenían que ir a sorteo. Tres minutos más tarde el gol de
Balint dio por tierra las esperanzas soviéticas. URSS ganaba 4 a 0 a
Camerún pero quedaba eliminada. Los africanos ganaban el grupo.
El 19 de junio cerraban su participación en la primera fase Italia y
Checoslovaquia en Roma. Los dos ya estaban clasificados, en este
encuentro se definía quién era el ganador del grupo y quién segundo.
Schillaci a los 9 minutos dio tranquilidad a los “azzurros”. Italia 1 a 0.
Los de Vicini se cerraron y defendieron la ventaja durante todo el
primer tiempo.
En el segundo, la tónica fue similar, Italia apostaba a alguna con-

327
tra, los checoslovacos no tenían demasiadas ideas para penetrar la for-
taleza itálica y llegar a Zenga. A los 33 minutos, “Il divino” Roberto
Baggio convirtió el 2 a 0 definitivo. Italia ganaba el grupo con puntaje
ideal, pero desarrollando un juego mezquino propio del estilo local.
Checoslovaquia clasificaba en segundo lugar. La nota del encuentro la
dio Andrea Carnevale, el jugador italiano fue filmado fumando, senta-
do en el banco de suplentes durante el partido. Tal vez fue una de las
razones por las que no fue titular.
Austria y Estados Unidos jugaron el 19 de junio en Florencia con
la obligación de ganar por una buena diferencia de gol, para sumar dos
puntos, quedar terceros en el grupo y esperar un milagro para acceder
a una de las cuatro plazas reservadas a los terceros. Se esperaba un
partido abierto, sin embargo se dieron de lo lindo. Primer tiempo 0 a 0
y expulsado Artner en Austria a los 33.
En el complemento, a los 4 minutos Ogris ponía en ventaja a los
europeos. Aumentaba a los 17 Rodax. Descontaría para la anécdota
Murray para Estados Unidos a los 38. Austria ganaba 2 a 1 a EE.UU.
pero no le alcanzaba para acceder a la siguiente fase. Los dos elimina-
dos. Un detalle más, aparte del expulsado hubo nueve amonestados.
En Milán, el 19 de junio, se midieron Alemania Federal y Colom-
bia. Los alemanes ya estaban clasificados, a los colombianos les falta-
ba un punto. No se sacaron diferencias en el primer tiempo.
La segunda mitad no había variado demasiado de la primera, Val-
derrama no andaba fino, la temible delantera alemana de 9 goles en
dos partidos parecía tener la pólvora mojada. El veterano Littbarski, a
falta de dos minutos, a los 43 convirtió para Alemania y se les compli-
caba la clasificación a los cafeteros. Hasta que sobre la hora, a los 45,
apareció Freddy Rincón para empatar el partido. Alemania Federal 1 –
Colombia 1. Los dos clasificados. Alemania primero, Colombia terce-
ro.
El 19 de junio, en Bolonia y en simultáneo con Alemania Federal
– Colombia, jugaban Yugoslavia y Emiratos Árabes Unidos. A los
europeos les alcanzaba con ganar o empatar para clasificar. El encuen-

328
tro fue muy duro, se golpearon como si fuera una final. Cinco amones-
tados y un expulsado, Ghanin a los 31 minutos del complemento. En
el primer tiempo, Yugoslavia se colocó en ventaja a los 5 minutos por
intermedio de Susic y Pancev a los 9 marcaba el 2 a 0. Pero Jumaa
descontaba a los 22. 2 a 1 al descanso.
Al volver de los vestuarios, los yugoslavos volvieron a marcar
gracias a Pancev al minuto. Se tomaron un respiro, se dieron unas
buenas patadas y a los 45 minutos Prosinecki marcó el 4 a 1 final. Los
balcánicos clasificaban en segundo lugar. EAU se volvía a casa sin
cosechar un solo punto y 11 goles en contra en tres partidos.
El 20 de junio se jugaban la clasificación Suecia y Costa Rica en
Génova. Costa Rica tenía 2 puntos y un empate le alcanzaba. Suecia
no sumaba puntos y debía ganar. El caso era que con 2 puntos, los
suecos podían hasta salir segundos si superaban por diferencia de gol
a los centroamericanos y a Escocia que sumaba 2 puntos pero jugaba
con Brasil, por lo que las chances de sumar puntos eran ínfimas. Esks-
trom encendió la esperanza escandinava cuando convirtió a los 33
minutos. Primer tiempo, Suecia arriba 1 a 0.
Los de Bora Milutinovic salieron a disputar el segundo tiempo
con otro temple. Se adelantaron en la cancha y comenzaron a llegar
con mayor peligro al arco defendido por Ravelli. Hasta que a los 30
minutos, Roger Flores logró el empate clasificatorio. Los “ticos” no se
conformaron y aprovechando que Suecia se jugaba al ataque, Hernán
Medford a los 42 le dio la victoria a Costa Rica. Costa Rica 2 – Suecia
0. Los centroamericanos daban la sorpresa clasificando en segunda
posición del grupo a los octavos de final.
Brasil y Escocia jugaban el 20 de junio en Turín. Los escoceses
estaban necesitados de una victoria, pero enfrente tenían a Brasil. Los
brasileños, ya clasificados, se dedicaron a dosificar fuerzas para la
eliminatoria de octavos de final, asegurando no descuidarse atrás y
atacando con precauciones. Así y todo, a los 36 minutos del segundo
tiempo Muller convirtió el único gol del partido con que Brasil le ganó
a Escocia y la eliminó del Mundial.

329
En el Stadio Friuli de Udine, el 21 de junio, Uruguay buscaba la
clasificación ante Corea del Sur. Debía derrotar al rival más flojo del
grupo para pasar. Los uruguayos fueron presa de los nervios y de sus
propias imprecisiones, ni Francescoli, ni Paz, ni Sosa, ni el “Manteca”
Martínez, podían hilvanar una jugada en ataque que terminara dentro
del arco coreano. Así se fue el primer tiempo y transcurrió el segundo.
A los 25 minutos del complemento, fue expulsado Yoon en Corea,
pero ni contra diez podían los charrúas. Cuando las esperanzas de cla-
sificar se esfumaban, apareció el “conejo” Daniel Fonseca, a los 45 del
complemento, para clasificar, con angustia, a los del “Maestro” Tabá-
rez. Uruguay 1 – Corea del Sur 0.
Quedaba definir el Grupo F, el de los cuatro empates. El 21 de ju-
nio, en Cagliari, Inglaterra abrochó la clasificación en primer lugar del
grupo derrotando a Egipto por 1 a 0. Luego de una primera etapa sin
goles, a los 13 minutos del complemento apareció Mark Wrigth para
darles la victoria a los ingleses. Inglaterra 1 – Egipto 0. Los egipcios
se despedían del torneo cosechando 2 puntos y dando señas de ser un
hueso duro de roer.
Holanda e Irlanda jugaron el 21 de junio en Palermo. El cerebro
holandés Ruud Gullit convirtió el primer tanto del partido a los 11
minutos. Ese sería el resultado en el primer tiempo.
En el complemento, los holandeses atacaban pero con más recau-
dos, los irlandeses iban en busca del empate que los clasificara con las
pocas armas que tenían. No abundaba la técnica entre los verdes. Pero
a los 26 minutos Niall Quinn empató el partido. Finalmente cosecha-
rían el tercer empate en mismo número de presentaciones. Los dos
quedaron con 3 puntos, 0 de diferencia de gol y 2 goles a favor. Como
quedaron igualados en todo, Holanda e Irlanda fueron a un sorteo para
ver quién terminaba segundo. Irlanda fue el favorecido. Igualmente,
los dos pasaron de ronda detrás de Inglaterra.
Con la fase de grupos finalizada, así quedaron conformadas las
llaves de octavos de final: Alemania Federal – Holanda; Checoslova-
quia – Costa Rica; Inglaterra – Bélgica; Camerún – Colombia; Italia –

330
Uruguay; Irlanda – Rumania; Yugoslavia – España; y Argentina –
Brasil.
El 23 de junio, en Nápoles, Camerún y Colombia inauguraron los
octavos de final. Los 90 minutos finalizarían igualados 0 a 0. Pocas
situaciones claras frente a los arcos. Colombia intentó atacar conduci-
do por Valderrama pero cuidadoso de no desarmarse en defensa. Los
cameruneses esperaban para tratar de salir de contragolpe y aprove-
char su potencia física. En el tiempo extra, en los primeros 15 minutos
perduró el empate. Pero al minuto y a los 3 del complemento, el go-
leador camerunés Roger Milla convirtió 2 goles, uno de ellos robándo-
le la pelota al excéntrico arquero colombiano René Higuita. Este era
famoso por su relación con el capo narco Pablo Escobar Gaviria,
muerto en 1993, y por la jugada denominada escorpión al despejar la
pelota de la línea del arco con los pies mediante una pirueta acrobáti-
ca, por jugar con pantalones largos, por sus arriesgadas salidas, y po-
dríamos seguir. Higuita recibió la pelota adelantado, casi en mitad de
cancha y ante la llegada de Milla, en vez de despejar, pretendió salir
jugando, se enredó, Milla se la sacó y corrió solo al gol. Redín descon-
tó para los cafeteros a los 10 minutos. No alcanzaría. Una imprudencia
de Higuita le costaría la eliminación a Colombia. Camerún hacía his-
toria, se convertia en el primer equipo africano en llegar hasta la ronda
de los cuartos de final, bautizándolos como los “leones indomables”.
El otro encuentro correspondiente al 23 de junio lo disputaron en
Bari, Checoslovaquia y Costa Rica. Skuhravy adelantó a los europeos
a los 12 minutos, pero los “ticos” no se desordenaron. El primer tiem-
po terminó con triunfo parcial de Checoslovaquia 1 a 0.
En la segunda etapa, a los 10 minutos reaccionó Costa Rica y lle-
gó al empate gracias a Ronald González. Las reservas físicas de los
centroamericanos iban mermando con el transcurrir de los minutos. A
los 18 nuevamente Skuhravy adelantaba a Checoslovaquia. Kubik, a
los 31, convertía el 3 a 1 que parecía definitorio. Quedaría tiempo para
que el goleador Skuhravy marcara su tercer tanto, el cuarto para Che-
coslovaquia, a los 37 minutos. Checoslovaquia accedía a cuartos de

331
final venciendo a Costa Rica 4 a 1.
El 24 de junio se escribiría otra página del glorioso fútbol argen-
tino. En Turín, de donde no se movería Brasil hasta su eliminación,
jugaban el mencionado y Argentina, reeditando el clásico sudameri-
cano. 61.381 personas en la cancha. Brasil era el favorito, venía de
ganar sus tres encuentros sin dificultades. Argentina había accedido a
octavos por la ventana. Pero era un clásico y cualquier cosa podía pa-
sar. Bilardo, fiel a sus cábalas, asistió a un casamiento que se celebra-
ba en el hotel donde se hospedaba Argentina, con el fin de saludar a la
novia, porque según la creencia popular trae suerte. Tal vez habría que
creerlo porque el primer tiempo fue lo más desparejo que se ha visto
en la historia de los Mundiales, sin que el equipo dominador pudiera
romper el cero en el arco contrario. Los argentinos corrían tratando de
frenar a los de amarillo. Cuando se hacían de la pelota, la perdían an-
tes de concretar tres pases seguidos. Los brasileños pegaban tiros en
los palos, Goycochea descolgaba balones del ángulo, disparos que se
iban a milímetros del palo o travesaño. Era increíble, pero el primer
tiempo finalizaría 0 a 0. Dicen que en el vestuario argentino, los juga-
dores esperaban la reprimenda del entrenador, sin embargo, el técnico
no abrió la boca durante los 15 minutos, cuando sonó la chicharra,
avisando que era hora de volver a la cancha, Bilardo soltó: “Mucha-
chos, los de amarillo son los contrarios, ¡¡dejen de darle los pases a
ellos!!”.
El segundo tiempo comenzó más equilibrado, aunque Brasil tenía
más la pelota y dominaba. Hasta que le llegó la pelota a Maradona,
con el tobillo hinchado, quien se le escapó a Alemao, que era compa-
ñero de Diego en Nápoli y nunca le perdonarían en su país no haber
cortado con infracción el avance del diez. También se le fue a Ricardo
Rocha y alcanzó a tocar para Caniggia llegando en carrera.
El “hijo del viento” quedó por la izquierda, mano a mano con el
arquero Taffarel, se la tiró larga, lo pasó y definió con el arco libre. A
los 36 minutos Argentina daba la gran sorpresa y le ganaba al invicto
Brasil. A los 40, la desesperación de los verdeamarillos derivó en la

332
expulsión de Ricardo Gomes. Muller tuvo el empate cara a cara con
Goycochea, pero pesaron los nervios del brasileño que malogró la
situación. El francés Joel Quiniou pitó el final. Los argentinos se abra-
zaban y avanzaban a cuartos de final. En Brasil todo era desilusión.
Un hecho muy comentado en este encuentro fue el famoso “bidón
de Branco”. Si se tiene la oportunidad de volver a ver este encuentro,
se va a apreciar cómo el jugador brasileño Branco, promediando el
segundo tiempo, deambulaba por el terreno de juego, incluso intentó
parar una pelota y se le pasó por debajo de la suela. La denuncia brasi-
leña, que en su momento quedó en la nada, decía que en una infrac-
ción a un jugador argentino, entró el cuerpo médico albiceleste a aten-
derlo. Miguel di Lorenzo, más conocido como “Galíndez”, estaba re-
partiendo agua a los jugadores nacionales, cuando se acerca Branco a
solicitar líquido. Cuando va a agarrar un recipiente, Galíndez le dice
que de ese no, que tomara de otro que el propio colaborador le exten-
día. Luego de tomar “agua”, Branco empezó a sentir nauseas, mareos
y ya no se pudo recuperar. Alguna vez Diego Maradona y Carlos Bi-
lardo, quince años después dieron a entender que lo denunciado por
Brasil había sido cierto.
En Milán se reeditaba, el 24 de junio, la final de 1974 entre Ale-
mania Federal y Holanda. La prensa italiana promocionaba el partido
como un Milan – Inter, ya que Van Basten, Gullit y Rijkaard jugaban
en Milan, mientras que Matthaus, Klinsmann y Brehme lo hacían en
Inter. Fue el mejor partido del campeonato. La responsabilidad de
impartir justicia estuvo a cargo del argentino Juan Carlos Loustau.
Loustau tuvo que tomar la drástica decisión de expulsar, a los 22 mi-
nutos y luego de un encontronazo, al defensor naranja Frank Rijkaard
y al delantero teutón Rudi Voeller. Los dos se quedaron con diez ju-
gadores. El primer tiempo finalizaría empatado a 0.
En el segundo, a los 6 minutos Klinsmann ponía en ventaja a los
alemanes y Brehme, a los 40 subía la cuenta a 2. El descuento de
Koeman, de penal a los 44 minutos, no alcanzó. Alemania Federal
accedía a los cuartos de final. Holanda se despedía tras un opaco

333
desempeño en el torneo.
El 25 de junio, en Genoa, Irlanda y Rumania jugaban el menos
atractivo de los cruces de octavos de final. Los rumanos no pudieron
con la firme defensa irlandesa. Estos últimos, estructurados y sin de-
masiadas ideas no llegaron con peligro al arco de Lung. Los 90 minu-
tos, más los 30 de alargue, finalizaron 0 a 0. Entonces tuvieron que
recurrir a los penales para definir quién avanzaba de ronda. Por Irlan-
da convirtieron los cinco ejecutantes: Sheedy, Houghton, Townsend,
Cascarino y O’Leary. En Rumania marcaron: Hagi, Lupu, Rotariu y
Lupescu. El quinto tiro fue malogrado por Timofte, lo que ocasionó la
eliminación de su equipo. Irlanda le ganaba a Rumania 5 a 4 por pena-
les luego de igualar en cero durante 120 minutos y hacía historia al
colarse entre los ocho mejores.
También el 25 de junio pero en Roma, el local Italia jugaba ante el
siempre difícil Uruguay. El planteo defensivo y de marcar con dureza
le dio resultado al “Maestro” Tabárez en el primer tiempo. 0 a 0
En el segundo, a los 20 minutos, “Toto” Schillaci se escapó de la
marca charrúa y logró abrir el marcador. Entonces, los uruguayos de-
bieron adelantarse en busca del empate. Serena aprovechó los espacios
a los 38 minutos y anotó el definitivo 2 a 0. Italia cumplía con los pro-
nósticos y se sumaba a los clasificados.
El 26 de junio llegó el turno de España y Yugoslavia en Verona.
Era una llave pareja. Se estudiaron demasiado en el primer tiempo y
no se sacaron ventajas.
En el complemento, escaseaban las acciones ofensivas, hasta que
a los 33 minutos, Dragan Stojkovic adelantaba a los yugoslavos. Co-
mo se había desarrollado el encuentro parecía que el que hacía el gol
ganaba. Pero a los 39 Julio Salinas igualó para España. Con el marca-
dor 1 a 1, debieron disputar tiempo suplementario.
A los 3 minutos del primer tiempo extra, apareció otra vez Sto-
jkovic para colocar a Yugoslavia arriba 2 a 1. España intentaría como
podía hasta el final pero el gol del empate no llegaría. Yugoslavia ac-
cedía a los cuartos de final y sería rival de Argentina luego de ganarle

334
2 a 1 a España.
El último partido de octavos de final lo jugarían Inglaterra y Bél-
gica, en Bolonia, el 26 de junio. Si bien intentaron crear situaciones, el
marcador no se movió durante los 90 minutos. En el tiempo suplemen-
tario, recién a los 14 del segundo tiempo, cuando ya se pensaba en los
penales, llegó el agónico gol de David Platt que le permitió a Inglate-
rra pasar a cuartos de final evitando los penales y al arquero
Preud’homme.
En cuartos de final se enfrentarían: Yugoslavia – Argentina; Italia
– Irlanda; Alemania Federal – Checoslovaquia; y Camerún – Inglate-
rra.
El 30 de junio, Argentina se las veía con Yugoslavia en Florencia.
A los 31 minutos parecía que el partido se podía abrir para Argentina,
cuando el defensor yugoslavo Sabanadzovic fue expulsado por una
dura infracción a Maradona, quien jugaba infiltrado en un tobillo. A
pesar de jugar el resto del partido con uno más, las imprecisiones albi-
celestes y la férrea defensa balcánica produjeron que los 90 minutos
finalizaran en 0. Lo mismo para los 30 de alargue. La selección clasi-
ficada para semifinales se sabría luego de los penales. Aquí empezó a
forjarse la leyenda de Sergio Goycochea, el arquero argentino demos-
tró grandes reflejos y lectura del rival. Sobrellevó el cimbronazo que
significó que a Maradona le atajaran su disparo y contuvo dos, a
Brnovic y Hadzibegic, que le permitieron a Argentina acceder a semi-
finales. Por Yugoslavia convirtieron: Prosinecki y Savícevic. Fallaron:
Stojkovic, Brnovic y Hadzibegic. En Argentina erraron Maradona y
Troglio. Convirtieron: Serrizuela, Burruchaga y Dezotti. Luego de
igualar 0 a 0, Argentina se imponía a Yugoslavia 3 a 2 en penales.
Un hecho que se convertiría en cábala en la siguiente definición
por penales se suscitó antes de comenzar la tanda de penales. Sergio
Goycochea tenía ganas de orinar y no podía ir hasta los vestuarios,
entonces, sus compañeros lo rodearon y cubierto por un muro humano
orinó en el centro del campo de juego. Este singular hecho se repetiría
por cábala contra Italia.

335
El rival de Argentina surgiría del enfrentamiento entre la favorita
Italia e Irlanda. El encuentro se jugó el 30 de junio en Roma. Los ir-
landeses demostraron que eran un equipo duro, fuerte y difícil de vul-
nerar. Se esperaba una cómoda victoria “azzurra”, pero solo hubo un
gol en el partido, el marcado por Salvatore Schillaci a los 38 minutos
del primer tiempo. El juego avaro de los locales y la defensa irlandesa
hicieron que el marcador favoreciera a Italia solo por la mínima dife-
rencia. Italia pasaba a semifinales derrotando a Irlanda 1 a 0.
El 1 de julio, en Milán fue el turno de Alemania Federal y Che-
coslovaquia. Fue un partido muy físico y friccionado. En un encuentro
cerrado, los de Beckenbauer se pusieron al frente a los 25 minutos
gracias a un penal convertido por Matthaus. 1 a 0 Alemania al descan-
so.
En el complemento, los germanos se replegaron, la marca alemana
fue demasiado para el goleador Tomas Skuhravy y compañía. Como
saldo del encuentro resultaron cinco jugadores amonestados y uno de
ellos expulsado, el checo Moravcik a los 25 minutos del segundo
tiempo. Alemania Federal no convencía como en los primeros partidos
pero le ganaba a Checoslovaquia por 1 a 0 y se instalaba entre los cua-
tro mejores. Este sería el último encuentro jugado por Checoslova-
quia. De su división surgirían la República Checa y Eslovaquia.
El último semifinalista se definió en Nápoles el 1 de julio, entre
Inglaterra y Camerún. Para este encuentro vale la aseveración que dice
que a las instancias decisivas de los Mundiales siempre llegan los
grandes. Sería el fin de la aventura africana en tierras europeas. David
Platt, a los 25 minutos, marcaba el 1 a 0 para Inglaterra. Resultado con
el que se irían al entretiempo.
En el segundo tiempo llegaría la reacción de Camerún. A los 16
minutos, Emmanuel Kunde, de penal, empataba el partido. Cuatro
minutos después, a los 20 Ekeke daba vuelta el encuentro a favor de
los africanos. Faltaban 7 minutos para que Camerún pasara a semifi-
nales, pero llegaron los errores que habitualmente cometen los equipos
menos experimentados en momentos claves. A los 38 minutos, penal

336
para Inglaterra que Lineker transformó en el empate 2 a 2. El encuen-
tro se definiría en suplementario.
En el último minuto del primer tiempo extra, un nuevo penal para
los británicos. Lineker volvió a engañar al arquero camerunés Thomas
Nkono y convirtió el 3 a 2 que sería definitivo. Inglaterra le ganaba a
Camerún 3 a 2 y era el cuarto semifinalista.
Las semifinales emparejarían a Italia con Argentina y Alemania
Federal contra Inglaterra.
El 3 de julio, en Nápoles, se vivió un clima particular en el en-
cuentro entre Italia y Argentina. Los sudamericanos habían sido hosti-
gados durante todo el torneo por lo que representaba la figura de Die-
go Maradona, jugador del Nápoli e ícono de la Italia pobre del sur en
su lucha contra la Italia rica del norte. El himno nacional argentino
había sido abucheado sistemáticamente en los estadios del norte de la
península. Una imagen de la transmisión oficial tomaría a Maradona
insultando a viva voz a los espectadores que silbaban el himno de su
país. Pero esta vez se jugaba en Nápoles, en la ciudad de Maradona
donde lo idolatraban elevándolo a la altura de un semidios. La in-
fluencia de Maradona era tal en el sur que logró dividir a Italia. El día
anterior al partido realizó declaraciones dirigidas a los hinchas del sur.
Les recordó las viejas rencillas sociales de Italia: Que los del norte los
trataban de extranjeros, que los menospreciaban y que él, Maradona,
era quien los valoraba y representaba, entonces debían apoyarlo a él
por sobre su propia selección. Los “tifossi” del Nápoli tenían el cora-
zón dividido. Los locales eran los favoritos. Más cuando a los 17 mi-
nutos llegó el infaltable gol de “Toto” Schillaci, Italia 1 a 0. Se des-
moronaba el planteo de Bilardo de cerrarse en defensa y esperar algu-
na contra o genialidad de Diego. Los europeos se retrasaron y cedie-
ron terreno, Argentina ganó metros pero era imprecisa. Primer tiempo,
1 a 0 para Italia.
En el segundo, Maradona y Caniggia comenzaron a buscarse e in-
tentar jugar asociadamente. A los 22 minutos, un centro largo al área,
Caniggia aprovechó su velocidad, saltó en busca de la pelota y la pei-

337
nó, ganándole al arquero Walter Zenga, la pelota fue a parar a la red.
Silencio en el estadio. Zenga había mantenido la valla invicta hasta
este partido, marcando el record de valla invicta con 517 minutos.
Italia intentó reaccionar de inmediato, pero los argentinos se plantaron
en defensa y resistieron hasta el final. 1 a 1 en los 90 minutos.
En los treinta minutos suplementarios se mantuvo la tónica, Italia
buscaba, intentaba y Argentina defendía esperando un contraataque
del veloz Caniggia. Argentina terminó con medio equipo amonestado:
Ruggeri, Olarticoechea, Caniggia y Batista. Más Giusti que había sido
expulsado a los 13 minutos del primer tiempo suplementario.
Los sudamericanos habían logrado llevar a Italia hasta los penales,
donde se sentían fuertes. Para Argentina convirtieron los cuatro que
ejecutaron: Serrizuela, Burruchaga, Olarticoechea y Maradona, que lo
gritó como un gol en pleno partido. En Italia, Baresi, Biaggio y De
Agostini convirtieron. Pero apareció otra vez, como contra Yugosla-
via, Sergio Goycochea y se quedó con los disparos de Roberto Dona-
doni y Aldo Serena, para clasificar a Argentina a su segunda final
consecutiva. Los albicelestes daban la nota, derrotaban a Italia por
penales 4 a 3, luego de empatar en 1 el partido y enviaban a los loca-
les, en “su” Mundial, a jugar por el tercer puesto.
La otra semifinal se jugó el 4 de julio en Turín, entre Alemania
Federal e Inglaterra. El primer tiempo fue parejo. Las dudas alemanas
volvieron a aparecer en este encuentro. Los ingleses se plantaron a
jugar de igual a igual. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, a los 15 minutos, Andreas Brehme adelantaría a
los germanos. Pero no estaba nada dicho, Gary Lineker volvió a apa-
recer cuando más se lo necesitaba e igualó el encuentro.
Tuvieron que disputar 30 minutos de alargue para tratar de desni-
velar el marcador pero no fue posible. Los dos tuvieron chances pero
el gol no llegó. El segundo finalista también saldría de la definición
por penales. Para Inglaterra convirtieron: Lineker, Beardsley y Platt.
Marraron: Pearce (atajado) y Wadle (errado). En Alemania Federal
convirtieron los cuatro que patearon: Brehme, Matthaus, Riedle y

338
Thon. Luego de igualar 1 a 1, Alemania Federal se imponía a Inglate-
rra 4 a 3 por penales. Los ingleses enfrentarían a Italia por el tercer
puesto. Alemania Federal tendría la revancha del 86 contra Argentina.
En Bari, el 7 de julio, Italia e Inglaterra jugaban por el premio
consuelo. El público respondió, 51.426 espectadores presentes. Juga-
ban sin presiones, tal vez la obligación mayor de terminar de buena
manera era para los italianos. Sin embargo, no hubo goles en el primer
tiempo.
En el segundo, pasaban los minutos y los goles no llegaban. Hasta
que en 15 minutos llegaron todos juntos. A los 26, Roberto Baggio
marcaba el 1 a 0. David Platt empataba a los 36. Finalmente Salvatore
Schillaci se hacía presente en el tanteador a los 41 minutos, de penal,
para que Italia le ganase a Inglaterra 2 a 1. Italia tercera, Inglaterra
cuarta.
La final se jugó el 8 de julio en el Estadio Olímpico de Roma, ante
73.603 personas. Por primera vez las mismas dos selecciones jugaban
consecutivamente dos finales. El árbitro, que sería decisivo, fue Ed-
gardo Codesal Méndez, de México. El colombiano Armando Pérez
Hoyos actuó como asistente número 1 y Michal Listkiewicz de Polo-
nia como asistente número 2.
Argentina llegaba averiada a la final, a Bilardo le costó armar el
once inicial. Giusti expulsado, Caniggia había llegado a dos tarjetas
amarillas y debía cumplir un partido de suspensión, la mayor carta
ofensiva se perdía la final. Diego Maradona estaba muy disminuido
físicamente, había jugado infiltrado los últimos encuentros, pero el
técnico lo mantenía en cancha por el amor propio del volante y porque
era un dolor de cabeza para los rivales, incluso en una pierna. Ante
todas estas complicaciones, Argentina formó con: Goycochea, Loren-
zo, Simón, Serrizuela, Ruggeri (Monzón), Sensini, Basualdo, Troglio,
Burruchaga (Calderón), Maradona (capitán) y Dezotti. DT: Carlos
Salvador Bilardo.
Alemania Federal alistó a: Illgner, Kohler, Buchwald, Augenthal-
er, Brehme, Hassler, Berthold (Reuter), Littbarski, Matthaus (capitán),

339
Voeller y Klinsmann. DT: Franz Beckenbauer.
Sería el último partido de Alemania Federal, meses después las 2
Alemanias se unificarían para ser sólo una.
Los primeros minutos de la final fueron favorables a los europeos
que dominaron creando jugadas de peligro. Pero de a poco, los argen-
tinos fueron neutralizando los ataques rivales hasta que el partido se
volvió equilibrado. El primer tiempo finalizaría 0 a 0.
En el segundo, continuaría la paridad, Argentina apostaba a una
contra y fundamentalmente a aguantar los 120 minutos para llegar a
los penales donde Sergio Goycochea era el as en la manga de Bilardo.
Los minutos transcurrían y el gol no llegaba. A los 20 minutos, fue
expulsado Pedro Monzón y se convirtió en el primer expulsado en una
final de la Copa del Mundo. Argentina resistía con diez ahora. Hasta
que Sensini disputó una pelota en el sector izquierdo del área argenti-
na, cerca de la línea de fondo, con Voeller. Ante el roce propio del
juego Voeller se cayó, se tiró, y ante la incredulidad de los argentinos,
el árbitro Edgardo Codesal, uruguayo nacionalizado mexicano, marcó
penal para Alemania. Iban 40 minutos. El propio delantero alemán
reconoció, años después, que no había sido penal. Las esperanzas
quedaron depositadas en Goycochea. Matthaus pateaba los penales
pero había tenido que cambiar el calzado en el entretiempo por culpa
de un tapón roto y no se sentía cómodo con los nuevos botines. Por tal
motivo, Andreas Brehme fue el encargado de ejecutar la pena máxi-
ma, su disparo fue bajo, esquinado, casi pegado al palo derecho de
Goycochea que acertó el lugar, voló pero el penal estaba tan bien eje-
cutado que su esfuerzo fue en vano. Alemania se ponía al frente 1 a 0
faltando 5 minutos para el final. A los 43 fue expulsado Dezotti, que
llegó tarde al record porque del segundo expulsado en finales ya nadie
se acuerda. Argentina con nueve. Estaba todo decidido. Alemania Fe-
deral se tomaba revancha cuatro años más tarde, campeón mundial
invicto por primera vez. También fue la primera vez que se convirtie-
ron menos de tres goles y que uno de los equipos no marcó. Habría
que ir acostumbrándose.

340
Franz Beckenbauer igualó el récord alcanzado por Mario Zagallo
en 1970, al ser campeón del mundo como futbolista en 1974 y como
seleccionador en 1990. Alemania alcanzaba a Italia y Brasil con tres
campeonatos Mundiales. Lothar Matthaus se acercó a saludar a Mara-
dona y recibió la copa de manos de Joao Havelange.
Cuando los jugadores argentinos recibieron las medallas por la ob-
tención del subcampeonato, debieron saludar a las autoridades. En el
momento en que pasó Maradona y se vio cara a cara con el presidente
de la FIFA, el diez de Argentina lo salteó y no le estrechó la mano.
Las cámaras tomaron ese instante. Diego Maradona responsabilizaba a
Joao Havelange por el error arbitral que había costado la derrota de
Argentina. Su enemistad estaba planteada.
La FIFA recaudó 70 millones de dólares en concepto de derechos
de televisión. 49 países africanos recibieron la transmisión mundialis-
ta. Los ingresos totales del Mundial alcanzaron los 130 millones de
dólares. Un total de 2.517.348 espectadores asistieron a los estadios.
Adidas Etrusco Único fue el balón oficial de la Copa Mundial de
Fútbol de 1990. Era más veloz que los modelos anteriores por su capa
interna de espuma negra de poliuretano. Incluía al león etrusco dentro
de los triángulos.
El equipo ideal del torneo fue el siguiente: Goycochea (Argenti-
na); Baresi (Italia), Tataw (Camerún), Ruggeri (Argentina), Buchwald
(Alemania Federal); Gascoigne (Inglaterra), Matthaus (Alemania Fe-
deral), Milla (Camerún), Brehme (Alemania Federal), Schillaci (Italia)
y Skuhravy (Checoslovaquia).
El goleador fue Salvatore “Toto” Schillaci con 6 goles. Le marcó
1 a Austria, 1 a Checoslovaquia, 1 a Uruguay, 1 a Irlanda, 1 a Argen-
tina y 1 a Inglaterra. Segundo quedó el checoslovaco Tomas Skuhravy
y tercero, Roger Milla, de Camerún. Milla con 38 años y 29 días se
convirtió en el goleador más longevo de la historia del torneo. En un
principio el técnico camerunés no lo había convocado, pero un decreto
presidencial obligó al entrenador a incorporarlo.
Se convirtieron 115 goles en 52 partidos, el promedio más bajo de

341
la historia con 2,21 tantos por encuentro.
El gol 1.400 en Mundiales fue convertido durante el certamen. Lo
anotó el sueco Johnny Ekstrom.
El premio al juego limpio quedó para Inglaterra.
Esta vez las figuras fueron dos: Lothar Matthaus y Salvatore Schi-
llaci. Matthaus jugó en Borussia Moenchengladbach, Bayer Munich e
Inter de Milán. Ganó 4 Bundesligas, 1 Copa y 1 Spercopa de Alema-
nia, 1 Liga italiana, 1 Supercopa y 1 Copa UEFA. Con Alemania Fe-
deral ganó 1 Eurocopa en 1980, el Mundial de 1990 y subcampeón en
1986. Balón de Oro de Europa en 1990 y mejor jugador del mundo en
1991. Ostenta el record de más partidos con la selección alemana con
122. Schillaci comezó en el Armat de la liga regional, luego pasó al
Messina de la Serie B, donde fue goleador con 23 tantos. Pasó a Ju-
ventus donde ganó 1 Copa Italia y 1 Copa UEFA.

Síntesis:

Campeón: Alemania 9°: Brasil 17°: Unión Soviética


Federal 10°: España 18°: Escocia
Subcampeón: Argentina 11°: Bélgica 18°: Austria
Tercero: Italia 12°: Rumania 20°: Egipto
Cuarto: Inglaterra 13°: Costa Rica 21°: Suecia
5°: Yugoslavia 14°: Colombia 22°: Corea del Sur
6°: Checoslovaquia 15°: Holanda 23°: Estados Unidos
7°: Camerún 16°: Uruguay 24°: Emiratos Ára-
8°: Irlanda bes Unidos

342
Estados Unidos 1994

“Brasil sin brillar”

La XV Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en los Estados Uni-


dos, entre el 17 de junio y el 17 de julio de 1994.
Estados Unidos fue elegido como sede del Mundial, generando
gran polémica por ser un país sin tradición futbolística, debido a la
popularidad de otros deportes como el basquet, el béisbol y el fútbol
americano. Sin embargo, y debido al desarrollo económico y a la in-
fraestructura de dicho país, el evento tuvo un gran éxito marcando
cifras históricas de asistencia de público y recaudación financiera,
imbatibles hasta el día de hoy, e incluso permitió el desarrollo del soc-
cer en Estados Unidos. El torneo, en el que participaron 24 países, se
desarrolló en 9 sedes cuyos estadios en promedio albergaban a 70.000
espectadores.
Tras la renuncia de Colombia para organizar la Copa Mundial de
Fútbol de 1986, Brasil, Canadá, México y Estados Unidos presentaron
candidaturas para organizar el evento. Sin embargo, la candidatura
estadounidense no tenía apoyo internacional, por lo que el gobierno de
dicho país decidió renunciar y apoyar a su vecino del sur, el que fue
electo unánimemente, a cambio de tener el apoyo de la FIFA para ser
la sede del evento de 1994, que debería volver a América.
Estados Unidos representaba para la FIFA un lugar de suma im-
portancia, debido a su poder económico. Sin embargo, el soccer (co-
mo es llamado el fútbol en dicho país) no era un deporte popular e
incluso ni siquiera existía una liga de fútbol profesional. Mientras la
FIFA apoyó la candidatura de los Estados Unidos como una forma de
extender la práctica del deporte en el país, gran parte de la comunidad
internacional estuvo en contra de llevar el evento más importante del
fútbol a un país en que no se practicaba masivamente. Marruecos y
Brasil presentaron candidaturas, pero la del país africano representaba
la posibilidad de realizar el torneo por primera vez en un continente en

343
que el fútbol se desarrollaba rápidamente. Finalmente, y a pesar del
rechazo de algunos grupos tradicionalistas, Estados Unidos fue electo
por 10 votos a favor, siete para los marroquíes y solo dos para Brasil,
el 4 de julio de 1988.
Tras ser otorgada la sede a los Estados Unidos, el gobierno de di-
cho país y la FIFA comenzaron con los preparativos del evento y a
cumplir su promesa de incentivar el fútbol en la nación. A pesar de los
intentos, entre los que se cuentan la creación de la Major League Soc-
cer en 1993, el público norteamericano no se interesó por el balompié.
Una encuesta del USA Today realizada días antes del inicio de la Co-
pa Mundial informó que solo un 25% de los estadounidenses sabían
de la realización del evento y que un 15% de ellos vería un partido.
Los diarios del país criticaron la organización del torneo: un periódico
decía “Aquí el fútbol es el deporte del futuro, y siempre lo será”,
mientras una editorial del Washington Post señalaba que “el fútbol es
un juego que los estadounidenses enseñamos a nuestros niños hasta
que son suficientemente mayores para hacer algo interesante”. Tras el
inicio del torneo, un 10% de las noticias deportivas del New York
Times hablaba de la Copa Mundial, mientras que un 70% estaba dedi-
cado al béisbol. Incluso, el día del partido inaugural del torneo, ningu-
na televisora local cubrió el juego, transmitiendo en cambio el Abierto
de Golf de Estados Unidos.
Sin embargo, tras la histórica victoria de la selección local al
combinado de Colombia, el público estadounidense comenzó a parti-
cipar del evento. Una nueva encuesta del USA Today señalaba que el
88% de los norteamericanos sabía que el Mundial era realizado en los
Estados Unidos y un 44% del total aseguró que vería al menos un par-
tido por televisión. De igual forma, creció el número de espectadores
locales en los partidos disputados a lo largo del país. No obstante ello,
la Copa permaneció siempre en segundo plano, pues los medios se
interesaron más por el juicio que se le seguía a la estrella del fútbol
americano O.J. Simpson, sospechoso por la muerte de su esposa.
Para la Copa Mundial, se establecieron 9 sedes a lo largo del país,

344
ocupando estadios utilizados principalmente para la práctica del fútbol
americano, debido a la inexistencia de campos especializados de soc-
cer. Las sedes elegidas fueron: California, Estadio Rose Bowl y Stan-
ford Stadium; Michigan, Pontiac Silverdrome; New Jersey, Giants
Stadium; Florida, Citrus Bowl; Illinois, Soldier Field; Texas, Cotton
Bowl; Massachusetts, Foxboro Stadium; y Washington D.C., Robert
F. Kennedy Memorial Stadium.
La Copa Mundial tuvo un récord de 144 países inscriptos, entre
los que destacaban el ingreso de los nuevos países formados de la de-
sintegración de naciones de larga tradición futbolística como Yugos-
lavia, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Cabe destacar la ausencia
de dos grandes selecciones europeas, Inglaterra y Francia, esta última
era su segundo Mundial consecutivo sin participar y una sudamerica-
na, Uruguay. También fue el regreso a un Mundial de Alemania como
selección única, luego de la disolución (y posterior unificación) de la
Alemania Democrática tras la caída del Muro de Berlín en 1989.
Los equipos clasificados fueron: Alemania, Arabia Saudita, Ar-
gentina, Brasil, Bolivia, Bélgica, Camerún, Colombia, Bulgaria, Esta-
dos Unidos, España, Corea del Sur, Noruega, Holanda, Rumania, Ru-
sia, Suecia, Suiza, Grecia, Irlanda, Italia, Nigeria, México y Marrue-
cos. Arabia Saudita, Nigeria y Grecia debutaban en Mundiales. Rusia
también, sin embargo, esta selección es considerada como sucesora de
la selección de la Unión Soviética, existente hasta 1992 y que partici-
pó en ocho ocasiones previamente.
La mascota del torneo fue el perro “Striker“. La canción oficial
del evento fue “Gloryland“, interpretada por Daryl Hall and the Sound
of the Blackness, inspirada por un cántico popular antibolicionista
estadounidense del siglo XIX “El Himno de la Batalla de la Repúbli-
ca”. Igualmente, el torneo marcó el estreno del Himno de la FIFA en
la ceremonia previa de los partidos.
En cuanto a lo reglamentario, sería el primer Mundial en imple-
mentar la obtención de tres puntos por partido ganado y no dos como
hasta el momento. Este cambio buscaba estimular el juego ofensivo.

345
También se incorporó el cuarto árbitro para colaborar con la terna que
arbitraba hasta el momento.
Entre las figuras de entonces que no pudieron jugar en EE.UU. 94
estuvieron los holandeses Van Basten, lesionado; Gullit, renunció; los
uruguayos Fonseca, Sosa y Francescolli, no clasificaron; el montene-
grino Savicevic, Montenegro no tenía selección; los franceses Cantoná
y Papín, no clasificaron; Prosinecki, Croacia no jugó las eliminatorias;
los españoles Butragueño y Michel, no los convocaron; el danés Lau-
drup, no clasificó; Higuita, no lo convocaron a la selección de Colom-
bia; y el búlgaro Penev, quien se recuperaba de una enfermedad.
Argentina era cabeza de serie para el sorteo de los grupos junto a
Alemania, Italia, Brasil, Estados Unidos y Bélgica. Los grupos queda-
ron conformados de la siguiente manera: Grupo A: Estados Unidos,
Colombia, Rumania y Suiza. Grupo B: Brasil, Camerún, Rusia y Sue-
cia. Grupo C: Alemania, Bolivia, Corea del Sur y España. Grupo D:
Argentina, Bulgaria, Grecia y Nigeria. Grupo E: Italia, Irlanda, Méxi-
co y Noruega. Grupo F: Bélgica, Arabia Saudita, Holanda y Marrue-
cos.
En el mundo, la guerra fría había terminado, Europa del Este y la
Unión Soviética comenzaban a desmembrarse. Letonia, Lituania y
Estonia se independizaban de la URSS, que con el tiempo volvería a
ser Rusia. Yugoslavia, en 1991, comenzaba una guerra étnica separa-
tista; los serbios, bosnios, macedonios, eslovenos, croatas y montene-
grinos habían conformado Yugoslavia y ahora comenzaban a disgre-
garse. La geografía europea estaba cambiando.
El capitalismo había triunfado y llegaba a Europa del Este, para
transformar las costumbres de los pueblos socialistas disconformes y
empobrecidos.
En Argentina, Carlos Menem seguía en el poder. Su ministro es-
trella Domingo Felipe Cavallo implementaba la “convertibilidad”, un
plan económico que igualaba al peso con el dólar, 1 dólar = 1 peso.
Este modelo trajo estabilidad económica y el fin de la inflación. Con
ello reaparecieron los préstamos a mediano plazo y las compras con

346
tarjetas de crédito. La clase media compraba en cuotas, autos, helade-
ras, video casseteras, televisores, etcétera. Veranear en Brasil era más
económico que hacerlo en Argentina. Viajar a Punta del Este, Estados
Unidos o Europa era moneda corriente para alguien de clase media,
media alta. El tipo de cambio hizo que producir en Argentina conlle-
vara un alto costo, lo que derivó en la destrucción de las economías
regionales. Sumado a la apertura sin restricciones de las fronteras, que
permitía importar mercancías del sudeste asiático, China por ejemplo,
a muy bajo precio, resultaba imposible competir para las industrias
nacionales que en poco tiempo comenzarían a tener problemas.
En lo futbolístico, el “Coco” Alfio Basile era ahora el técnico. Ar-
gentina había ganado la Copa Amércia en 1991 y 1993, manteniendo
una racha de 33 partidos invictos y obteniendo en Tokio la copa Kirin
en 1992, Rey Fahd en 1992 en Arabia Saudita y Artemio Franchi en
Mar del Plata en 1993. Era la selección del momento. En las elimina-
torias les ganó a los peruanos los dos partidos, a Paraguay en Asun-
ción pero igualó en Buenos Aires. El otro integrante de la zona era
Colombia, con quien se perdió en Barranquilla. En Buenos Aires, en
el estadio Monumental, se vivió una de las derrotas más dolorosas de
la historia por 5 a 0. Colombia clasificaba directamente al Mundial
como ganadora del grupo y enviaba a Argentina al repechaje ante el
ganador del grupo de Oceanía, en este caso Australia.
Todo lo bueno realizado por la selección los años previos al Mun-
dial se vino abajo. Las dudas aparecieron de repente, Goycochea, la
figura del 90, ahora era discutido por su actuación ante Colombia.
Entonces, se comenzó a pedir por el salvador, Diego Armando Mara-
dona.
El 17 de marzo de 1991, por la fecha 25, el Nápolí le ganó por 1 a
0 al Bari con gol de Gianfranco Zola. Tras el partido, Maradona fue
elegido para el control antidoping, que finalmente daría positivo por
cocaína. La Federación italiana le impuso una sanción que lo alejaría
de los estadios durante quince meses.
El 1 de julio de 1992 vencía la suspensión de 15 meses y su pase

347
estaba todavía en poder del Nápoli, club que buscaba su reincorpora-
ción al plantel. Pero Maradona quería alejarse de Italia, quería jugar
para un club que no tuviera grandes exigencias deportivas. Las prime-
ras conversaciones para su traspaso fueron con el Sevilla FC y el
Olympique de Marseille, inclinándose finalmente por el primero,
quien pagó la sumó de 7,5 millones de dólares por el pase. El técnico
del Sevilla era Carlos Bilardo. Pero ante la negativa del Nápoli de au-
torizar su traspaso, se pidió la intervención de la FIFA para destrabar
el conflicto, lo que ocurrió el 22 de septiembre de 1992.
En 1993 se produjo su vuelta al fútbol argentino, esta vez con la
camiseta de Newell’s Old Boys, donde jugó cinco partidos oficiales,
sin convertir goles. Desde su regreso al fútbol, después de la primera
suspensión, Maradona solo había jugado dos partidos para la selección
argentina: contra Brasil, por el centenario de la AFA, y contra Dina-
marca, por la Copa Artemio Franchi, que enfrentaba al campeón de la
Copa América con el campeón de la Eurocopa. Después de esos parti-
dos, el director técnico Alfio Basile no lo convocó ni para la Copa
América ni para las eliminatorias de la Copa Mundial de Fútbol de
1994.
Tras la derrota por 5 a 0 frente a Colombia el 5 de septiembre de
1993, la única posibilidad de que Argentina se clasificara al Mundial
era ganando el repechaje frente al seleccionado australiano. El 23 de
septiembre de 1993, Basile le pidió oficialmente que volviese a la se-
lección, lo que sucedería el 31 de octubre en Sídney por el primer par-
tido del repechaje. El encuentro finalizó con un empate por 1 a 1,
siendo Abel Balbo quien convirtió el gol argentino. La revancha se
jugó el 17 de noviembre en Buenos Aires, cuando el seleccionado
albiceleste obtuvo la clasificación tras vencer por 1 a 0, con gol de
Gabriel Batistuta.
El plantel de la selección argentina que viajó a Estados Unidos y
se alojó en el Babson Collage, es para muchos, hasta hoy, el mejor de
la historia. Estaba compuesto por: Sergio Goycochea, Luis Islas, Nor-
berto Scoponi, Sergio Vázquez, José Chamot, Roberto Sensini, Oscar

348
Ruggeri, Fernando Cáceres, Jorge Borelli, Hernán Díaz, Fernando
Redondo, José Basualdo, Diego Simeone, Hugo Pérez, Leonardo Ro-
dríguez, Alejandro Mancuso, Claudio Caniggia, Gabriel Batistuta,
Diego Maradona, Ramón Medina Bello, Ariel Ortega y Abel Balbo.
La ceremonia inaugural se realizó el 17 de junio en el estadio Sol-
dier Field de Chicago, Illinois. Según la crónica de Clarín, la ceremo-
nia fue lamentable. Hasta la cantante Diana Ross tiró un penal desvia-
do. Además, hubo impericia en la transmisión televisiva, cámaras que
temblaban y paneos que parecían hechos por principiantes. Bailarines
interpretaron danzas nativas, el gaucho argentino lo hizo con anteojos
negros. Luego hablo el presidente Bill Clinton. 63.117 espectadores en
el estadio para ver el partido inaugural entre Alemania, defensor del
título, y Bolivia. El mexicano Arturo Brizio Carter fue el árbitro.
Alemania era dirigida ahora por un ex campeón mundial, Hans Hubert
Vogts. Todavía formaban parte del plantel pilares del 90 como
Matthaus, Brehme o Klinsmann. Bolivia era dirigida por el técnico
español Javier “Vasco” Azcargorta y contaba en sus filas con el arque-
ro Trucco, argentino nacionalizado. En el plantel había algunos bue-
nos futbolistas como el “diablo” Marco Etcheverry, Milton Melgar,
Edwin “Platini” Sánchez o Julio Baldivieso.
En el primer tiempo, Alemania presentó un esquema rígido y sin
sorpresas. Bolivia respetaba demasiado al campeón. Apenas un remate
de Riedle y otro de Sánchez que contuvieron los arqueros. 0 a 0 y al
descanso.
En el segundo tiempo, a los 16 minutos, el arquero Trucco salió
lejos y mal. La pelota pegó en el pecho de Haessler y le quedó a
Klinsmann para que se la llevara al gol. Con Alemania 1 a 0, los del
altiplano le perdieron el miedo a los europeos y tuvieron chances. A
los 33 minutos ingresó el “diablo” Marco Antonio Etcheverry, quien
se había recuperado justo para el Mundial de una lesión de rodilla. El
habilidoso volante era la esperanza boliviana, pero cuatro minutos
después, a los 37, fue expulsado, primero tuvo un encontronazo con
Matthaus y luego se fue de boca con el árbitro. Alemania ganó 1 a 0.

349
No brilló pero se convirtió en el primer campeón mundial que logró
ganar en el partido inaugural.
En Alemania – Bolivia hicieron su presentación en sociedad los
carritos eléctricos de cuatro ruedas, estilo golf, para transportar a los
jugadores lesionados, suplantando la vieja camilla con camilleros de
tracción a sangre.
Por el mismo grupo, el 17 de junio, en Dallas, jugaron España y
Corea del Sur. Los europeos eran amplios favoritos. España estaba
dirigida por Javier Clemente. El técnico implementó un planteo ultra
conservador que dispuso seis defensores en cancha para enfrentar a
Corea. A los 2 minutos avisó el español Sergi. Respondió a los 17
Hwang con un remate que se fue cerca del palo de Cañizares. Miguel
Ángel Nadal, tío del tenista Rafael Nadal, vio la tarjeta roja a los 25
minutos. Desde entonces, España quedó con diez jugadores. A los 34
otra vez Hwang no pudo definir y a los 44 un disparo de Hierro desde
lejos se fue por poco. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento llegarían las emociones, a los 6 minutos cen-
tro de Ferrer y gol de Salinas. España 1 a 0. Volvería a marcar a los
10, después de una serie de rebotes, Goicoechea anotaba el 2 a 0. Pa-
recía encaminada la victoria española, pero los coreanos se animaron
cuando descubrieron los errores de la roja. A los 39 minutos descontó
Hong, de tiro libre y a los 45 Seo definió muy bien para el empate 2 a
2. Sorpresa en Dallas.
El 18 de junio fue el día del debut de los locales, Estados Unidos
enfrentó a Suiza en el estadio Pontiac Silverdome de Detroit. Este
partido quedaría en la historia por ser el primero jugado en un estadio
bajo techo. 73.425 espectadores. El árbitro fue el argentino Francisco
“Pancho” Lamolina y el asistente número uno su compatriota, Ernesto
Taibi. El técnico de EE.UU. era Bora Milutinovic, el de Suiza el in-
glés Roy Hodgson. Nelson Subiat, argentino nacionalizado, ingresó a
los 32 minutos del complemento en Suiza. Marcelo Balboa, de padres
argentinos, volvió a vestir la camiseta nacional estadounidense. Los
dos jugaron a no perder. Suiza intentó atacar pero sin descuidarse y

350
nunca supo cómo hacerle daño a los locales. Estados Unidos se dedicó
a defender y apostar al contragolpe. A los 39 minutos, tiro libre de
Bregy, no llegó Meola y gol Suizo. Reaccionó EE.UU. por la misma
vía. A los 44 Wynalda, también de tiro libre, igualó el tanteador.
En el segundo, hubo algunos intentos aislados de Chapuisat para
los suizos y de Ramos para Estados Unidos. Finalmente persistiría el
empate. EE.UU. 1 – Suiza 1.
En Los Ángeles, el 18 de junio, se presentaba la sensación del
momento, Colombia, que luego de golear a Argentina 5 a 0 en Buenos
Aires se había colocado entre los favoritos al título según las apuestas.
Los jugadores también lo creyeron y ese fue su error. Enfrente estaba
Rumania. Colombia contaba con Oscar Córdoba en el arco, “Chicho”
Serna, Valderrama en la conducción y “Fredy” Rincón, el “Tren” Va-
lencia y “Tino” Asprilla arriba. Los europeos contaban con un buen
equipo con la seguridad de Stelea en el arco, Hagi era quien armaba el
juego y de delanteros contaba con Raducioiu y Dumitrescu. 91.856
personas en el estadio. A los 16 minutos, Raducioiu definió abajo,
inalcanzable para Córdoba. A los 34, segundo gol rumano, Hagi le
pegó un latigazo desde 30 metros que sorprendió al arquero cafetero.
Rumania 2 a 0. La reacción colombiana llegó a los 43 minutos por
intermedio de Valencia de cabeza. El primer tiempo finalizaba 2 a 1 y
Colombia tenía 45 minutos para revertir el resultado.
Sin embargo, en el complemento, con Colombia jugada al ataque
en busca de la igualdad, aparecieron los espacios y el goleador Florin
Raducioiu no los desaprovechó a los 43 minutos, eludiendo a Córdoba
y definiendo para marcar el definitivo 3 a 1. Rumania 3 – Colombia 1.
Sorpresa y electrizante partido por el Grupo A. Lo mejor hasta el mo-
mento.
Si hablamos de sorpresas, el 18 de junio en Nueva York se dio
una de las más grandes. Jugaban Italia e Irlanda. Los semifinalistas del
90 eran favoritos. Arrigo Sacchi estaba sentado en esta oportunidad en
el banco italiano. Para variar, otro técnico defensivo. Enfrente conti-
nuaba el inglés Jack Charlton. A los 11 minutos, un error de Baresi

351
fue aprovechado por Houghton, que de zurda y por arriba de Pagliuca
convirtió. Irlanda daba la nota y ganaba 1 a 0. Así llegarían al entre-
tiempo.
En la segunda mitad, los italianos abusaron de los pelotazos lar-
gos, que eran fácilmente interceptados por la sólida defensa irlandesa.
A Italia le faltó un conductor, no apareció Baggio ni ninguna de sus
estrellas y lo pagó caro. Irlanda le ganó con justicia 1 a 0 a Italia. La
policía en Dublín cortó el tránsito para que la gente baile y festeje. En
Belfast, Irlanda del Norte, un grupo de extremistas mató a seis perso-
nas que estaban mirando el partido en un bar.
El 19 de junio, en Washigton DC se midieron Noruega y México.
En el primer tiempo no se abriría el marcador. Los noruegos estaban
cerrados atrás, apostando a un contragolpe o una pelota parada. Méxi-
co tenía problemas con la altura de los rivales.
En el segundo tiempo, México dominó pero sin profundidad.
Cuando todo se encaminaba a un empate, a los 40 minutos, Rekdal de
contragolpe superó a Jorge Campos y marcó el gol noruego. Sobre la
hora, el brasileño nacionalizado mexicano Zague tuvo el empate, es-
trelló un cabezazo en el palo y no pudo capturar el rebote. Noruega 1 –
México 0.
Por el Grupo B, se enfrentaron el 19 de junio en Pasadena, Cali-
fornia, Suecia y Camerún. El francés Henry Michel era el entrenador
de Camerún, que contaba con algunos de los baluartes del 90 como
Tataw, Omam-Biyik y Roger Milla. En el banco estaba Alphonse
Tchami, un delantero que posteriormente jugaría en Argentina en Bo-
ca Juniors. Suecia sería una de las revelaciones, con Ravelli en el arco
y el trío ofensivo Martin Dahlin, Tomas Brolin y el obelisco sueco
Kennet Andersson. A los 7 minutos Suecia abrió el marcador por in-
termedio de Ljung, de cabeza, luego de un centro de Thern. Los came-
runeses dejaron de jugar al pelotazo y comenzaron a hacerlo por aba-
jo. A los 30, gol de Embe, tras pase de Foe. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, al minuto se quedó Ravelli en la salida y toque de
derecha de Biyik para adelantar a los africanos. A los 25 el árbitro le

352
anuló un gol a Dahlin por mano del jugador sueco. Tendría revancha
cuatro minutos más tarde, a los 29, remató Larsson, la pelota dio en el
travesaño, Dahlin tomó el rebote y anotó el 2 a 2 definitivo. Suecia 2 –
Camerún 2.
Orlando fue el escenario para el encuentro entre Bélgica y Ma-
rruecos, disputado el 19 de junio. Los belgas contaban con la garantía
de Pred’homme en el arco y la calidad de Scifo en la generación de
juego. Marruecos era una incógnita, como siempre. Bélgica comenzó
como el equipo candidato y cabeza de serie que era. A los 11 minutos,
De Grijse marcó de cabeza. Pero después del gol se refugió atrás y
permitió que los marroquíes ganaran confianza. Bélgica 1 a 0 al des-
canso.
En el segundo tiempo, los africanos tuvieron chances. A un tiro en
el travesaño en la primera mitad, se le sumó otro en el palo en el com-
plemento. Cuando no eran los palos era Pred’homme o la impericia
para definir de los delanteros marroquíes. A los 43 minutos se produjo
un hecho histórico, la primera vez que se realizaban tres cambios en
un equipo. Marruecos había realizado las dos modificaciones, cuando
el belga Weber chocó al arquero marroquí Azmi lesionándolo. Desde
este Mundial se permitían dos cambios por jugadores de campo y un
tercero solamente por el arquero. Ya hechas las dos modificaciones, el
técnico Blinda pudo recurrir al arquero suplente Alaoui para reempla-
zar al desafortunado Azmi. Fue victoria de Bélgica 1 a 0 ante Marrue-
cos.
En este encuentro, debido al intenso calor, el arquero belga Mi-
chel Preud’homme tuvo que romper su cábala. Siempre jugaba con
una camiseta de su club, el Standard de Lieje bajo el buzo de arquero.
Durante el Mundial no la pudo usar. Igualmente tuvo una destacada
actuación que le valió el premio Yashin al mejor arquero del torneo.
El 20 de junio, en San Francisco, se presentaban Brasil y Rusia.
Inauguración propia de la sede a cargo del cantante Carlos Santana.
Carlos Alberto Parreira volvía a sentarse en el banco brasileño, con
Mario Zagallo como asesor. Brasil presentó una defensa sólida, con

353
dos laterales ofensivos, un medio campo combativo y una delantera
temible con Romario y Bebeto. Sin fantasías estéticas, un juego prag-
mático, deslucido pero efectivo. Rusia tenía poco para ofrecer, en el
banco el goleador Oleg Salenko y la habilidad de Valeri Karpín. Los
brasileños comenzaron con la tenencia del balón, los rusos intentaron
cerrarse y esperar un contraataque, pero no les resultó. Antes de los 25
minutos Brasil ya había creado tres situaciones claras de gol. A los 26
minutos, corner de Bebeto y gol de Romario. Cuatro minutos después
Ternavsky le cometió penal al “Chapulín” Romario pero el árbitro no
cobró.
En el segundo tiempo, avisó Rusia con un tiro de Gorlukovitch a
los 6. Era solo un espejismo porque a los 7 minutos, penal de Terna-
vsky a Romario, se ve que se había quedado con las ganas. Esta vez sí
cobró el juez An Yan Lim Kee y Raí lo convirtió en el 2 a 0. Quedó
tiempo para dos llegadas peligrosas de Bebeto que no finalizaron en la
red. Actuación sobria, segura, firme, convincente y por momentos
lujosa del seleccionado brasileño. Rusia dispuso marcas personales y
contraataque. Le salió todo mal. Brasil 2 – Rusia 0.
Holanda y Arabia Saudita jugaron el 20 de junio en Washington.
Los árabes estaban dirigidos por el argentino Jorge “Indio” Solari.
Contaban con un buen arquero como Al Deayea y un número diez
habilidoso, Owairan. Holanda, dirigida por Advocaat, era candidata.
Aunque sin Gullit ni Van Basten, contaban con Frank de Boer, Rij-
kaard, Berkamp y Overmars. A los 32 segundos avisaron los árabes
con un cabezazo de Mohammed que pasó cerca. A los 18 minutos,
centro de Al Bici y Amin abrió el marcador. Holanda estaba sorpren-
dida por el juego rápido y preciso de los de Solari. Ronald de Boer
tuvo una chance dentro del área para los europeos, antes de finalizar el
primer tiempo, pero la desperdició.
En la segunda parte, Holanda fue para adelante, insistió una y otra
vez. A los 5 minutos llegó el empate, Jonk desde 40 metros convirtió
un golazo. Los naranjas siguieron buscando y recién a los 41 minutos,
Taument aprovechó una falla del arquero Al Deayea para darle la vic-

354
toria a Holanda. Holanda 2 – Arabia Saudita 1.
Argentina debutaba el 21 de junio en el estadio Foxboro de Bos-
ton, ante Grecia, que hacía su primera aparición en Mundiales. La
expectativa era muy grande. Argentina dejó los nervios de lado muy
rápido, a los 2 minutos apareció el máximo goleador de la selección,
Gabriel Batistuta, convirtiendo su primer tanto en Copas Mundiales.
Es el gol más rápido convertido por Argentina en un partido mundia-
lista. Los griegos, preocupados por Maradona, le realizaron marca
personal en la primera etapa. Los albicelestes dominaron las acciones
pero el segundo gol recién llegó a los 45 minutos, otra vez por obra de
Batistuta.
En el segundo tiempo, Grecia continuó defendiéndose, aun per-
diendo. A los 15 minutos, Argentina hilvanó una jugada a base de
toques y paredes entre Balbo, Redondo, Caniggia y Maradona, que se
acomodó de zurda y sacó un remate inalcanzable para el arquero grie-
go. Diego corrió al lateral izquierdo, encaró una cámara y gritó el gol
con los ojos desencajados, era un grito de revancha. Un instante des-
pués llegaron los compañeros para abrazarlo. Argentina 3 a 0 y había
tiempo para más, un disparo de Caniggia dio en el travesaño y otro
cabezazo del “Pájaro”, solo, se va afuera. A los 45 minutos, penal para
Argentina que Batistuta convirtió. El tercer gol personal, el cuarto del
equipo. Argentina goleaba a Grecia 4 a 0.
También el 21 de junio, por el grupo de Argentina jugaron Nigeria
y Bulgaria en Dallas. Los nigerianos desplegaron un fútbol veloz, po-
tente y práctico de la mano de Finidi, Amunike, Amokachi y Yekini.
Bulgaria contaba con el fino Hristo Stoichkov como máximo expo-
nente. También con el curioso arquero Boris Mihaylov, quien se hizo
célebre por usar un peluquín. Mihaylov, baluarte en el desempeño de
su equipo, al momento del Mundial había quedado libre de un club de
la segunda división francesa. Los europeos sumaron volantes pero
ninguno tomó la manija del equipo. A los 20 minutos, Yekini marco el
1 a 0 y su festejo quedaría como una de las imágenes del Mundial, el
delantero moreno gritando el gol con sus brazos apoyados en la red

355
del arco búlgaro. Reaccionó Bulgaria, un cabezazo del “Pelado” Le-
tchkov fue tapado por el arquero Rufai. A los 37, Stoichkov convirtió
pero su tanto fue anulado. A los 42 minutos Daniel Amocachi anotó el
2 a 0, que deprimió a un ciclotímico equipo búlgaro.
En el complemento, siguió la supremacía física de los africanos.
En el minuto 9, una palomita de Emmanuel Amunike puso el impen-
sado en el comienzo 3 a 0 final para Nigeria sobre Bulgaria.
El 21 de junio quedaba un partido, el que disputaron Alemania y
España en Chicago. Los alemanes venían de ganar 1 a 0 a Bolivia, los
españoles de empatar 2 a 2 con Corea del Sur. Eran los dos favoritos
del grupo. Ernesto Taibi fue el asistente número 2 en este encuentro y
Francisco Lamolina el cuarto árbitro. España tuvo las primeras accio-
nes de peligro. Un pase de Pep Guardiola a Sergi que contuvo Ilgner.
Otra de Guardiola que el arquero teutón mandó al corner. En el minu-
to 13 llegaría la apertura del marcador, Goicoechea tiró un centro y la
pelota fue al arco, sorprendió a Ilgner y gol. España 1 a 0. Luego se
adelantó Alemania, producto de pelotazos. Pudo igualar mediante
sendos cabezazos de Moeller y Effemberg pero no estuvieron acerta-
dos.
En la segunda mitad, llegó la igualdad, Klinsmann le ganó a todos
y convirtió. 1 a 1. Hierro tuvo otra situación de gol para España y tres
aproximaciones del peligroso Klinsmann. La tercera sólo se perdió el
gol. Fue empate 1 a 1 entre Alemania y España. Los primeros clasifi-
cados, los segundos cerca.
El 22 de junio se jugaron los dos partidos del Grupo A. En el pri-
mero chocaron en Detroit, Rumania, que venía de sorprender a Co-
lombia, y Suiza, que había empatado con los locales. Los suizos por
fin abandonaron el sistema defensivo que vulneraban todos los rivales
y comenzó a plantear los partidos ofensivamente. Así lo hizo ante
Rumania. Se hubiera puesto en ventaja a los 13 minutos, pero el árbi-
tro tunecino Jouini le anuló mal un gol a Sutter. El propio Sutter se
tomaría revancha a los 16 poniendo en ventaja a los suizos. Hagi, con
un golazo, igualó a los 35. El primer tiempo terminó 1 a 1 y el resulta-

356
do fue justo.
En el segundo, Suiza pasó por arriba a Rumania, a los 7 minutos
Chapuisat empujó la pelota de zurda, 2 a 1. En desventaja, los ruma-
nos se quedaron sin reacción. A los 21, gran jugada de Sforza y gol de
Knup. Knup otra vez, a los 27 marcó el 4 a 1 de cabeza. A los 28 fue
expulsado Vladoiu en Rumania, por golpear violentamente a Chapui-
sat. Vladoiu había ingresado por Dumitrescu tres minutos antes. La
Federación Rumana separó del plantel a Vladoiu por la falta y por mal
comportamiento con un integrante del cuerpo técnico. Suiza goleó a
Rumania 4 a 1.
El otro encuentro del Grupo A, jugado el 22 de junio en Los Án-
geles, fue el de Estados Unidos y Colombia. Tristemente célebre por
ser el del gol en contra de Escobar. Antes del partido, familiares del
volante colombiano Gabriel “Barrabás” Gómez recibieron una amena-
za telefónica, exigiendo que no fuera titular ante EE.UU., de serlo le
pondrían una bomba. Gómez decidió no jugar. El técnico Maturana
declaró que dejaría la conducción técnica luego del partido, más allá
del resultado. Luego fue convencido por el presidente de la Federa-
ción Colombiana de Fútbol Juan José Bellini para que continuara en el
cargo. En este contexto se jugaba el partido. A los 29 minutos, Wy-
nalda avisaba estrellando un tiro en el palo. Y a los 34 llegó un centro
de Wynalda que Andrés Escobar, defensor colombiano, tuvo la mala
fortuna de enviar dentro de su propio arco. Gol en contra y Estados
Unidos en ventaja. Al descanso, los inexpertos locales vencían con
justicia al lujoso y agrandado equipo cafetero.
En la segunda parte, el italiano Baldás le anuló mal un gol al pin-
toresco colorado de barba “chiva” Alexi Lalas. Pero tres minutos más
tarde, a los 7, gran jugada de Stewart y segundo gol estadounidense.
Las jugadas de peligro se sucedían en el arco de Oscar Córdoba. Re-
cién a los 45 minutos llegó la tardía reacción colombiana a través del
“Tren” Valencia. Sorpresa mayor que el triunfo de Irlanda sobre Italia.
Los ingenuos estadounidenses vencían a uno de los candidatos.
EE.UU. 2 – Colombia 1. EE.UU. clasificaba. Colombia quedaba al

357
borde de la eliminación.
Esta derrota tuvo una consecuencia trágica, el defensor colom-
biano Andrés Escobar fue asesinado cuando regresó a su país luego de
haber hecho un gol en contra que causó que su equipo cayera en pri-
mera ronda de la competición.
Además, otros tres futbolistas que participaron de esta copa falle-
cieron en actividad: Hermán Gaviria, mediocentro, también colom-
biano, fulminado por un rayo en 2002. Marc-Vivien Foé, centrocam-
pista camerunés, muerto en 2003 durante un partido casualmente con-
tra Colombia en la Copa Confederaciones de 2003. Y Ramiro Castillo,
delantero boliviano, quien se suicidó en 1997.
El 23 de junio se dio el primer 0 a 0 del Mundial. Fue entre Boli-
via y Corea del Sur, en el partido disputado en Boston. Corea se de-
fendió e intentó contraatacar. Bolivia jugó más suelto que en el debut
con Alemania. El técnico Azkargorta propuso un planteo ofensivo.
Bolivia estuvo más cerca pero no pudo desnivelar. El partido, a pesar
del cero en los arcos tuvo varias llegadas y fue entretenido, tanto que
el árbitro escocés Leslie Mottran otorgó, sin motivo alguno, 13 minu-
tos de tiempo adicionado, 5 en el primer tiempo y 8 en el segundo. Las
dos selecciones seguían con chances, en la última fecha definirían sus
clasificaciones. Para Bolivia este sería el único punto en Mundiales
hasta hoy.
En Nueva York, el 23 de junio, se enfrentaron Italia y Noruega.
Los italianos habían perdido en el primer partido y los noruegos triun-
fado ante México. Las cosas se complicarían para Italia cuando, a los
21 minutos, el arquero Gianluca Pagliuca tuvo que detener la pelota
fuera del área con la mano y vio la tarjeta roja por ser último hombre.
Fue el primer arquero expulsado en un Mundial. Sacchi sorprendió
sacando, nada menos, que a Roberto Baggio por el arquero suplente
Marchegiani. El primer tiempo fue parejo a pesar de la superioridad de
los escandinavos.
En el complemento, más malas noticias para los italianos. A los 4
minutos salió lesionado Franco Baresi. Pero a los 24, Dino Baggio

358
conectó un cabezazo que superó a Thorstvedt y fue gol italiano. A los
34 minutos, se lesionó Paolo Maldini, pero como Italia había agotado
las variantes continuó en el campo de juego muy sentido. A los 38, gol
de Leonhardsen bien anulado por el juez Drug de Alemania. Italia le
ganaba 1 a 0 a Noruega, se sobreponía a todo tipo de adversidades y
revivía de cara a la clasificación.
El 24 de junio en San Francisco, Camerún era el rival de turno de
Brasil. Durante la primera media hora el partido fue parejo y el cero a
cero estuvo bien, pero de a poco los brasileños fueron inclinando la
cancha a su favor. A los 38 minutos, pase de Dunga y gol de Romario.
Con el gol de los sudamericanos, la buena labor del mediocampo afri-
cano se desmoronó.
En el segundo tiempo, a los 18 minutos, Camerún se quedó con
diez, tras ser expulsado Song por infracción a Bebeto. Song se convir-
tió en el jugador más joven en ver la tarjeta roja, con 17 años y 358
días. A los 19 ingresó el legendario Roger Milla, que a los 42 años se
convirtió en el jugador más veterano en jugar un Mundial, desplazan-
do al italiano Dino Zoff con 41. A los 20 minutos, gol de cabeza de
Marcio Santos, Brasil definía el pleito. Quedaría tiempo para el terce-
ro, a los 28, no pudo convertir Romario, pero sí Bebeto. 3 a 0, Brasil
clasificado.
En Detroit jugaron el 24 de junio Suecia y Rusia. Los suecos lle-
gaban con un empate frente a Camerún. Rusia con derrota ante Brasil
y conflictos internos. Primero entre el técnico y los referentes del
plantel, después entre el entrenador y los delanteros que actuaron con-
tra Brasil, quienes le cuestionaban el planteo táctico. Rusia controló la
pelota al comienzo y Oleg Salenko, de penal, a los 3 minutos le dio la
ventaja a los europeos del Este. Sin embargo, ese dominio se fue des-
dibujando con el correr de los minutos. Desde los 20 la pelota había
pasado a ser controlada por los suecos, que llegaron al empate a los 38
minutos. Brolin, también de penal. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, se fue expulsado Gorlukovitch en Rusia. Con uno
menos ya no había nada que hacer. A los 14 minutos, centro de Thern

359
que cabeceó Dahlin, 2 a 1. La buena actuación de Martin Dahlin se
terminó de confirmar a los 38, cuando también de cabeza anotó el 3 a
1 final. Suecia 3 – Rusia 1.
También el 24 de junio, pero por el Grupo E, jugaron en Orlando
México, que venía de perder, e Irlanda que llegaba con un triunfo.
México tenía a Hugo Sánchez en el banco. No pasaba mucho en el
primer tiempo, México buscaba pero los irlandeses se encerraban atrás
e intentaban salir con pelotazos largos. Cuando parecía que no se que-
braría el empate, apareció Luis García, a los 43, que con un derechazo
abajo mandó a México arriba al descanso.
En la segunda parte, otra vez apareció García, a los 20 minutos,
para decretar el 2 a 0. A los 38, por supuesto de cabeza, Aldridge des-
contó para Irlanda. No le alcanzaría. México le ganaba 2 a 1 a Irlanda
y mantenía intactas las chances de clasificar. Los irlandeses también.
El 25 de junio sería recordado como día del último partido de
Diego Armando Maradona en Mundiales. En Boston jugaban Argen-
tina y Nigeria, los dos ganadores en la primera jornada. Argentina le
ganó 2 a 1 a Nigeria y logró clasificar para los octavos de final. Con
una soberbia actuación de Maradona y dos goles de Caniggia, dio
vuelta un partido que perdía 1 a 0. Los nigerianos pegaron sin con-
templación ante la pasividad del árbitro sueco Karlsson, que amones-
taba a los argentinos que se quejaban por las patadas de los africanos.
Cuatro jugadores argentinos terminaron sentidos. A los 8 minutos,
Siasia puso en ventaja a los nigerianos gracias a una falla de la defen-
sa albiceleste. A los 21 empataba Caniggia aprovechando un rebote
del arquero Rufai, y a los 28, el propio “Pájaro” Caniggia convertía un
golazo, pidiéndole a Diego que se apurara para ejecutar un tiro libre,
para dar vuelta el resultado.
En el segundo tiempo, Argentina se dedicó a tener la pelota, bajar
la intensidad y ritmo del partido. Argentina durmió la pelota y durmió
a los nigerianos. Argentina, con un Maradona en excelente forma,
vencía 2 a 1 a un duro rival como Nigeria y se ilusionaba. Pronto todo
acabaría.

360
Maradona salió de la cancha de la mano de una enfermera, Sue
Carpenter, que lo condujo al control antidoping, al cual había sido
seleccionado por sorteo. El análisis daría positivo, se le detectaron
cinco sustancias prohibidas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, nor-
seudoefedrina y metaefedrina. Maradona fue inmediatamente retirado
de la competición por la AFA. Fue suspendido por quince meses, por
lo que tuvo que abandonar la concentración argentina.
Maradona argumentó que no había intentado sacar ventaja depor-
tiva, sino que esas drogas se encontraban en un medicamento para la
gripe que le dio su entrenador personal, Daniel Cerrini. Fue en esta
ocasión cuando dijo su conocida frase: “Me cortaron las piernas”. El
partido contra Nigeria en Boston fue el último disputado para la selec-
ción argentina, jugando un total de 91 encuentros, 21 en Mundiales y
convirtiendo 34 goles.
En Orlando se jugó, el 25 de junio, el partido más esperado del
Grupo F, Bélgica versus Holanda. El clásico despertaba gran interés y
fue un encuentro atractivo. Bélgica se paró atrás, apostando al contra-
ataque y a los reflejos de se arquero Preud’homme que resultaría la
figura del partido. Holanda planteó una táctica ofensiva, pero eso hizo
que se descuidase en el fondo. En el primer tiempo, un par de llegadas
por lado, destacándose un gol bien anulado a Scifo.
En el segundo, a los 20 minutos Phillipe Albert convirtió el único
gol para los “diablos rojos”. De ahí en más lo tuvieron Koeman y
Taument pero se encontraron con Preud’homme en el arco. Bélgica se
quedó con el clásico y la clasificación ganando 1 a 0 a Holanda.
Arabia Saudita y Marruecos jugaron el 25 de junio en Nueva
York, el primer choque en Mundiales entre árabes. A los 7 minutos el
marroquí Naybet le convirtió penal a Al Jaber. Él mismo pateó y con-
virtió. 1 a 0 Arabia Saudita. Pero a los 27 minutos, gran jugada de
Bahja y gol de Chaouch. 1 a 1. Hasta que a los 45 minutos apareció el
arquero marroquí Azmi. Faud Amin trabó, quitó la pelota, avanzó y
disparó desde 25 metros, un derechazo a media altura, al cuerpo de
Azmi, sin mucha complicación. Inexplicablemente, el arquero se tiró

361
hacia la derecha y colocó débilmente sus manos, la pelota se coló para
convertirse en gol. 2 a 1 los de Solari.
En la segunda mitad, Marruecos se plantó en ofensiva y con algu-
nas fallas intentó encontrar el empate. Arabia Saudita aguantó atrás,
no sin problemas, pero en definitiva le salió bien. Arabia Saudita 2 –
Marruecos 1.
El 26 de junio, en Chicago, jugaron por el grupo de Argentina,
Bulgaria y Grecia. Sería la primera victoria de Bulgaria en un Mundial
luego de 18 partidos. En este encuentro, Grecia confirmó que era de lo
más flojo del torneo. A los 5 minutos, Alexoudis se cayó sobre la pe-
lota dentro de su área y fue penal para Bulgaria que convirtió Stoich-
kov, con un tiro cruzado. El primer tiempo era equilibrado.
En la segunda parte, a los 10 minutos, otro penal. Atmatzides le
cometió falta a Sirakov dentro del área. Stoichkov marcó el 2 a 0. De
contraataque se le simplificaron las cosas a Bulgaria. A los 20, pared
entre Iankov y Letchkov, que convirtió. En el final, a los 45, Borimi-
rov tomó un rebote del arquero griego y marcó el 4 a 0 final. Bulgaria
4 – Grecia 0.
93.869 personas concurrieron el 26 de junio al Rose Bowl de Los
Ángeles para presenciar Estados Unidos – Rumania. Los locales su-
maban 4 puntos y ya estaban clasificados. Rumania debía empatar o
ganar, puesto que tenía 3 unidades. Si Rumania sacaba un punto, Co-
lombia, que jugaba al mismo tiempo contra Suiza, quedaba eliminada
aunque ganara. A 8 minutos de comenzado el partido, Harkes estrelló
un derechazo en el palo del arquero rumano Prunea. Después, a los 10,
un cabezazo de Wynalda se fue cerca. Sin embargo, fue Rumania
quien se puso al frente, a los 17 Petrescu convirtió. Con la ventaja, los
rumanos se dedicaron a jugar de contragolpe.
El segundo tiempo transcurrió con Estados Unidos intentando, sin
encontrar respuestas ofensivas, y a los europeos defendiendo y salien-
do de contra. Finalmente fue 1 a 0 de Rumania sobre EE.UU. Ruma-
nia se encontraba con que 90 minutos después pasaba de estar compli-
cada su clasificación a terminar ganando el grupo. Estados Unidos

362
clasificaba tercero.
Al mismo tiempo que Estados Unidos – Rumania, el 26 de junio
en San Francisco chocaban Suiza y Colombia. Los suizos con 4 pun-
tos estaban clasificados. Colombia debía ganar, esperar que perdiera
Rumania y ver si con 3 puntos le alcanzaba para entrar entre los cuatro
mejores terceros. Los colombianos mostraron decisión saliendo a bus-
car la victoria. El gol llegaría recién a los 44 minutos por intermedio
de Gaviria, de cabeza.
En el complemento, Suiza salió a buscar el empate, pero no en-
contró el camino. A Colombia le costó controlar los avances suizos.
Cuando el partido se moría, a los 45 minutos, un disparo cruzado de
Lozano superó la defensa del arquero Pascolo y se convirtió en el se-
gundo gol de los cafeteros. Colombia ganó como debía, pero se acor-
dó tarde, en el otro partido del grupo, Rumania le ganaba a EE.UU. y
esto decretaba la eliminación de los colombianos. Fue la gran decep-
ción del Mundial.
El 27 de junio, en Chicago, se jugaban la clasificación Bolivia y
España. Un discutido penal a los 19 minutos les abrió el camino a los
españoles. Guardiola fue quien convirtió. Los bolivianos se mantuvie-
ron bien estructurados pero les faltó crear situaciones de gol.
En la segunda mitad, a los 20 minutos, José Luis Caminero marcó
el 2 a 0. Bolivia reaccionó al minuto y a los 21 Erwin Sánchez descon-
tó, convirtiendo el único gol que tiene Bolivia en un Mundial hasta la
actualidad. Pero a los 26, nuevamente Caminero anotó el tercer gol
español. Victoria de España 3 a 1 ante Bolivia. Los europeos accedie-
ron a la siguiente fase, los de Azkargorta dejaron el Mundial con la
frente alta.
Alemania y Corea del Sur jugaron el 27 de junio en Dallas. Ale-
mania impuso su ritmo y control en el medio campo. A los 12 minu-
tos, el goleador Klinsmann convirtió el primero de media vuelta. A los
19, Riedle capturó un rebote y marcó el 2 a 0. Todo apuntaba a golea-
da germana, más cuando a los 36 convirtió de nuevo Klinsmann con
ayuda del arquero Choi in. Primer tiempo 3 a 0.

363
En el segundo tiempo, Klinsmann se perdió el cuarto, pero la acti-
tud de los coreanos era otra, ahora se animaban y no paraban de co-
rrer. A los 7 minutos, Hwang descontó con una buena definición. Y a
los 17, Hong, desde 30 metros, puso a Corea del Sur a un solo gol del
empate. Quedó tiempo para una discutida jugada por mano en el área
alemana que hubiera significado penal para los asiáticos y otro ataque
claro que salvo Ilgner. También para que a los 30 minutos, Stefan Ef-
fenberg fuera reemplazado por Thomas Helmer. A su salida, Effen-
berg efectuó gestos obscenos a sus hinchas que lo criticaban. El volan-
te fue desafectado por orden del técnico Vogts. Alemania le ganó a
Corea del Sur 3 a 2, con mucho susto. Los teutones clasificaron prime-
ros del grupo, Corea tercera pero con apenas 2 puntos, insuficiente
para aspirar a ser uno de los cuatro mejores terceros.
El 28 de junio, en San Francisco, se definían las aspiraciones de
Rusia y Camerún, los dos debían ganar. Los africanos ganando se-
guían en competencia. Los europeos debían ganar y esperar para ser
uno de los mejores terceros. Finalmente quedarían los dos eliminados,
pero sería un partido memorable porque se consiguieron dos records.
El técnico ruso Pavel Sadyrin anunció antes del encuentro que había
renunciado a su puesto, más allá del resultado y debido a conflictos
internos con los jugadores. Justo en el último partido acertó con la
formación inicial y encontró al delantero Oleg Salenko en su día. En
el primer tiempo fue todo de Rusia, Salenko a los 16, a los 20 y a los
44, de penal. 3 a 0 para Salenko, perdón, Rusia.
En el complemento, ingresó el veterano Roger Milla. A los 2 mi-
nutos, Milla tocó la primera pelota y la mandó a la red, con ese gol se
convirtió en el jugador más veterano, con 42 años, en marcar un gol
en un Mundial, batiendo su propio record. Poco le duraron las espe-
ranzas a Camerún porque ese día no se podía con Oleg Salenko, quien
volvió a marcar a los 28 y 30 minutos. Los cinco goles convertidos
por Salenko, establecieron una nueva marca de mayor cantidad de
goles anotados por un mismo jugador en un solo partido. A los 37
llegó el sexto gol ruso por intermedio de Radchenko, tras un contra-

364
ataque. Rusia ganaba 6 a 1 y quedaba tercera en el grupo con tres pun-
tos. No le alcanzaría. Camerún cuarto con una unidad eliminado tam-
bién.
En el otro encuentro del Grupo B, se enfrentaron en Detroit, el 28
de junio, Brasil y Suecia. Los dos ya estaban clasificados, Brasil si no
perdía era primero. Suecia empatando o ganando era segunda, per-
diendo y ganando Camerún empataban en 4 puntos y podía quedar
tercera. El empate les caía bien a los dos… y empataron. A Brasil le
faltó la movilidad de otros partidos, jugando a media máquina. Los
suecos salieron a cuidarse para conseguir un punto y lo lograron. A los
23 minutos, tras un pase de Brolin, golazo de Andersson. Llegado el
entretiempo, Suecia ganaba y se quedaba con el grupo.
En el complemento, Brasil apuró de entrada y al minuto 1 Roma-
rio consiguió la igualdad definiendo bajo y cruzado. De ahí en adelan-
te hubo dos llegadas más de Romario, una de Bebeto y dos oportuni-
dades para los suecos. Fue empate 1 a 1 entre Brasil y Suecia. Los dos
contentos y clasificados.
La definición del Grupo E fue apasionante. Los cuatro equipos es-
taban empatados con 3 puntos, El 28 de junio, en Washington, jugaron
Italia y México, el que ganaba clasificaba, el que perdía quedaba eli-
minado. Con el empate podían ser primeros, segundos, terceros o
cuartos. Lamolina fue el árbitro, Taíbi actuó como asistente. Italia
tuvo la pelota y tímidamente intentó. México especuló con el empate,
pensando que con 4 puntos estaba adentro. Primer tiempo, mejor Italia
pero 0 a 0.
En el segundo, a los 3 minutos, Massaro la bajó de pecho y defi-
nió. Italia seguía, México se iba. Pero a los 13, Marcelino Bernal em-
pató con un tiro bajo y esquinado. Los europeos intentaron, tuvieron
chances, pero el marcador no se movió. Italia 1 – México 1. Después
se enterarían que México era primero e Italia tercero.
Al mismo tiempo que Italia – México, jugaron el 28 de junio en
Nueva York Irlanda y Noruega. Poco fútbol entre los mecanizados
noruegos, que salieron a definir el grupo con un solo delantero y los

365
toscos irlandeses. Irlanda fue la más ambiciosa, pero careció de va-
riantes para desnivelar. Resultado entre Irlanda y Noruega 0 a 0. Con
este empate y el de Italia – México, quedaron los cuatro equipos con 4
puntos y 0 de diferencia de gol. México pasó como primero por tener
3 goles a favor. Segundo Irlanda con 2 goles a favor, al igual que Ita-
lia, que fue tercera. Los irlandeses habían ganado el enfrentamiento
entre sí, por eso superaron a los italianos. La mezquina Noruega, con
4 puntos, 0 de diferencia de gol y 1 gol a favor quedó eliminada.
El 29 de junio, en Orlando, se enfrentaron Marruecos y Holanda.
Los holandeses eran favoritos pero su juego no conformó en toda la
primera ronda, según el resultado podían ser primeros, segundos o
terceros. Marruecos estaba eliminado. A los 42 minutos, Bergkamp
definió de zurda, al segundo palo y puso al frente a Holanda.
En la segunda mitad, a los 2 minutos, desborde de Hadji y gol de
Nader. Justo empate 1 a 1. Con este resultado Holanda clasificaba
como tercera. Hasta que a los 32 minutos Bergkamp pasó la pelota a
Roy y este definió. Holanda ganó 2 a 1 a Marruecos, y quedó primera
en el Grupo F favorecida por la sorpresiva victoria de Arabia sobre
Bélgica. Pero el equipo dirigido por Dick Advocaat no alcanzó su me-
jor nivel y tuvo que trajinar para ganarles a los marroquíes.
Bélgica y Arabia Saudita definían su pase a octavos de final el 29
de junio en Washington. Ernesto Taibi fue el segundo asistente y
“Pancho” Lamolina cuarto árbitro. A los 5 minutos, Said Al Owairan
realizó una jugada similar a la de Maradona en 1986 contra Inglaterra,
salvando el contexto, por supuesto, eludió seis rivales y definió ante
Pred’homme. Golazo. Cuando la televisión estadounidense advirtió
este gol, interrumpió la transmisión simultánea de Holanda – Marrue-
cos para darlo. E inmediatamente, como si hubiera estado previsto,
ofreció luego el gol de Maradona. Con el gol del comienzo, los árabes
aguantaron el resto del primer tiempo.
En el segundo, los de Solari se animaron de contraataque, los bel-
gas no supieron revertir la historia, con un planteo limitado y escasas
variantes. Arabia Saudita sorprendía y le ganaba, golazo mediante, 1 a

366
0 a Bélgica. Holanda, Arabia Saudita, por primera vez en su historia, y
Bélgica clasificados.
El 30 de junio, en el Cotton Bowl de Dallas, Argentina, golpeada
por la noticia del doping positivo de su líder Diego Maradona, enfren-
taba a Bulgaria. Un empate le daba la clasificación a los búlgaros y el
primer puesto del grupo a Argentina. Tal vez demostrar una actitud de
no agresión hubiera sido lo más inteligente para ganar días, mejorar en
lo anímico y preparar un esquema táctico sin Maradona, el conductor
hasta entonces. Pero Alfio Basile optó por mantener el esquema y co-
locar a Leo Rodríguez para que hiciera de Maradona. Su trabajo fue
discreto y terminó reemplazado por Medina Bello. Bulgaria esperó a
Argentina y aprovechó bien los contraataques. En el primer tiempo,
Batistuta tuvo una oportunidad y Caniggia otra. A los 25 minutos,
Claudio Caniggia se retiró lesionado e ingresó el “Burrito” Ariel Orte-
ga, fue lo único positivo para Argentina. Le dio frescura al ataque al-
biceleste con tacos, desbordes y quiebres de cintura. Primera mitad 0 a
0.
En la segunda, a los 15 minutos, un contragolpe búlgaro terminó
en gol de Stoichkov. A los 21, fue expulsado Tzvetanov. Argentina
tenía veinticinco minutos para lograr el empate. Los delanteros argen-
tinos no pudieron concretar las situaciones generadas y a los 45 minu-
tos Siracov, de cabeza, ponía el definitivo 2 a 0. Bulgaria ganaba su
segundo partido consecutivo, 2 a 0 a Argentina y quedaba como se-
gunda del grupo. Argentina tercera porque Nigeria derrotaba a Grecia
y ganaba la zona.
En Boston, Nigeria enfrentó a Grecia. El encuentro se disputó el
30 de junio. Nigeria esperó y aprovechó bien sus oportunidades, Gre-
cia mejoró su imagen, pero no pudo disimular sus limitaciones. En el
primer tiempo se pudo destacar un tiro desde lejos de Finidi que pegó
en el travesaño y el gol del propio Finidi a los 45 minutos. El delante-
ro festejó poniéndose en cuatro patas y levantando la pata como un
perro en un árbol.
En el complemento, el encuentro fue deslucido. Sobre el final, a

367
los 43 minutos, Amokachi convirtió para el 2 a 0. Nigeria 2 – Grecia
0. Los africanos ganaban el grupo. Grecia se despedía sin puntos, con
10 goles en contra y ninguno a favor.
Los cruces de octavos de final quedaron así: Rumania – Argenti-
na; Arabia Saudita – Suecia; Holanda – Irlanda; Brasil – Estados Uni-
dos; México – Bulgaria; Alemania – Bélgica; España – Suiza; Nigeria
– Italia.
Si tenemos en cuenta que en condiciones normales, Argentina hu-
biera ganado el grupo, su rival habría sido Italia y posteriormente Es-
paña, para tal vez enfrentar a Alemania en semifinales. Al salir tercera
ahora era Rumania y con proyección a que en cuartos se topara con
Suecia o Arabia Saudita y recién con un grande en semifinales, hipoté-
ticamente Brasil. No había sido tan malo finalizar el grupo en tercera
posición. Pero el problema no eran los rivales sino la propia Argenti-
na.
El 2 de julio, en Chicago, se enfrentaron Alemania y Bélgica. El
comienzo fue frenético, a los 5 minutos, Voeller, que volvía a la titula-
ridad, definía sobre Preud’homme. Alemania arriba 1 a 0. Pero a los 7,
se molestaron Voeller y Buchwald y gol de Grun, 1 a 1. A los 10, gran
jugada y golazo de Klinsmann. En 10 minutos 3 goles. Las acciones se
tranquilizarían hasta el minuto 39 cuando Haessler envió un corner al
área, que recibió Voeller y convirtió el 3 a 1.
En el segundo tiempo, Bélgica luchó contra un rival superior,
Alemania mostró su mejor actuación en lo que iba del torneo. Cuando
faltaban 20 minutos, el árbitro Roethlisberger de Suiza no sancionó un
claro penal del alemán Helmer al belga Weber. A los 43 minutos, api-
lada y golazo de Albert. Bélgica se ponía a un solo tanto de la igual-
dad. Hasta el arquero Preud’homme fue a buscar un corner, pero era
demasiado tarde. Tal vez si el juez hubiera cobrado el penal a los 25
minutos del complemento, el resultado habría sido otro. Pero el resul-
tado estaba puesto. Alemania 3 – Bélgica 2. Los germanos, como
siempre, se clasificaban para cuartos de final.
En Washington, el 2 de julio, jugaron España y Suiza. Los suizos

368
no pudieron contar con una de sus figuras, Alain Sutter, y sintieron su
ausencia. Los dos equipos comenzaron el partido con similares cuida-
dos, pero España acertó en su primera llegada. A los 15 minutos Fer-
nando Hierro hizo una jugada personal y definió de derecha. España 1
a 0. Minutos después, Andoni Zubizarreta atajó un peligroso tiro libre
de Bicker. No habría más en el primer tiempo.
En el segundo, a los 5 minutos Goicoechea estrelló un tiro en el
palo. El segundo tiempo sería para España. A los 28 Luis Enrique de-
finió una buena jugada de Sergi y a los 41, Beguiristain, de penal, pu-
so cifras definitivas. Los errores suizos hicieron que el partido se defi-
niera por goleada. España, que por cuarta vez alcanzaba los cuartos de
final, 3, Suiza 0.
El 3 de julio en Dallas, fue el turno de Suecia y Arabia Saudita.
Los suecos salieron a buscar el parido y tuvieron su premio a los 6
minutos, gracias a un centro de Andersson que cabeceó al gol Dahlin.
Una llegada más por lado y al descanso.
En el complemento, Suecia presionó y otra vez a los 6 minutos
Andersson aprovechó un error de los muchos que cometió la defensa
de Arabia para darle el segundo gol a su equipo. Desde entonces me-
joraron los asiáticos. Se sucedieron cuatro llegadas y los vikingos no
podían salir del acecho. Hasta que a los 40 minutos, tras una buena
jugada individual, Al Ghashiyan descontó para Arabia Saudita. Enton-
ces, se fueron desordenados a buscar el empate. Suecia aprovechó a
los 42, pared entre Dahlin y Andersson que este último definió. Suecia
3 – Arabia Saudita 1. El técnico Jorge Solari fue felicitado por la fami-
lia real de Arabia, por la sorprendente actuación del equipo en el
Mundial. Cada uno de los jugadores árabes recibió de regalo un auto
Mercedes Benz.
Argentina, sin poder sobreponerse a ese paternalismo que Mara-
dona había asumido sobre sus compañeros, enfrentaba a Rumania en
el Rose Bowl de Pasadena, Los Ángeles, el 3 de julio. 90.469 personas
en el estadio. Caniggia, lesionado, era reemplazado por la joven pro-
mesa Ariel Ortega. Los rumanos plantearon un partido de contraata-

369
que y tuvieron suerte, porque a los 11 minutos, de tiro libre Dumi-
trescu colocaba la pelota en el segundo palo, inalcanzable para Islas,
quien tendría responsabilidad en dos de los tres goles marcados por
Rumania. Argentina intentó controlar la pelota, pero casi siempre es-
tuvo abajo en el marcador. A los 15 llegó la reacción, penal y gol de
Batistuta que definió a la derecha del arquero. No era el día de Argen-
tina, dos minutos después del empate, a los 17, pase de Hagi y toque
de Dumitrescu. Rumania 2 a 1.
En el segundo tiempo, al minuto, Batistuta se lo perdió solo frente
al arquero. A los 8 llegó la jugada polémica del partido, penal no co-
brado por el árbitro italiano Pairetto, de Hagi a Redondo. A los 12
minutos, Hagi de contraataque definió de derecha para estirar la venta-
ja. 3 a 1. Nuevo penal no sancionado por Pairetto, esta vez de Selymes
a Simeone. Sin embargo, a los 29, Balbo recogió un rebote del arquero
Prunea y descontó nuevamente. Quedaban 16 minutos más el descuen-
to para lograr el empate. Se intentó hasta el final pero no era el día de
Argentina, se falló en la definición y Rumania eliminó a Argentina
ganándole por 3 a 2. Al otro día, el árbitro que dirigió Argentina –
Rumania fue desafectado del Mundial.
Luego de la derrota, el “Coco” Basile presentó su renuncia inde-
clinable. Al mismo tiempo, surgieron rumores: que los jugadores se
preocupaban más por las gorras publicitarias que por entrenar, celos
entre jugadores, una pelea entre Batistuta y Balbo, que Mancuso no
quiso marcar a Hagi, que Balbo estaba descontento con la posición
que ocupaba en la cancha, que Maradona tenía concesiones especia-
les… todos estos trasendidos fueron generando que el perfil del pró-
ximo técnico debía ser el de un hombre duro. Así se le abría la puerta
al “Kaiser” argentino, Daniel Alberto Passarella.
El 4 de julio en Orlando se enfrentaron Holanda e Irlanda. A Ho-
landa le alcanzó un buen primer tiempo para meterse en cuartos de
final. A los 12 minutos, Dennis Bergkamp inauguraba el marcador y
Win Jonk, a los 44, aprovechaba un error del arquero Bonner para
poner a Holanda arriba 2 a 0.

370
En la segunda mitad, los holandeses se dedicaron a esperar. Irlan-
da intentó pero no encontró los caminos para llegar con peligro al arco
rival, se repitió en centros que no complicaron a la defensa naranja.
Holanda 2 – Irlanda 0. El entrenador de Irlanda, Jackie Charlton, se
mostró satisfecho por el desempeño de su selección en el Mundial,
más allá de la eliminación.
Brasil y Estados Unidos jugaron el 4 de julio, feriado para los lo-
cales, en el Stanford Stadium de San Francisco, ante 84.147 especta-
dores. El encuentro fue más complicado para Brasil de lo que parecía
a priori. Los estadounidenses se pararon bien en el fondo y aguantaron
el dominio de la pelota y del territorio de los brasileños. A los 42 mi-
nutos, el volante de Brasil Leonardo le pegó un brutal codazo a Tab
Ramos y se fue expulsado. La FIFA le daría 4 fechas de suspensión y
quedaría afuera del Mundial. A los 45, Romario gambeteó a Lalas y
disparó, la pelota dio en el palo.
En el complemento, los sudamericanos debieron afrontar todo el
segundo tiempo con diez jugadores. Los de Bora Milutinovic no su-
pieron aprovechar el hombre de más. Para colmo, a los 28 minutos,
jugada de Romario y definición de Bebeto. Brasil se ponía al frente 1
a 0. Quedó tiempo para que a los 40 minutos Clavijo se fuera expulsa-
do en EE.UU. por infracción a Romario. Fernando Clavijo es, con 37
años, el jugador más viejo en ser expulsado en un Mundial. Brasil
eliminaba al local Estados Unidos, tras ganarle 1 a 0 y accedía a los
cuartos de final. Lo esperaba Holanda.
El 5 de julio, en Boston, chocaron Nigeria e Italia. El argentino
Ernesto Taibi fue el asistente número 1 en este encuentro. Los dos
equipos eran cuidadosos, sorprendiendo la actitud de Nigeria. Aunque
a los 12 minutos, tras un error defensivo, Amunike no perdonó y Ni-
geria pasó a ganar 1 a 0. A los 34, el árbitro mexicano Arturo Brizio
Carter no cobró un penal de Nwanu a Roberto Baggio.
En el segundo tiempo, Dino Baggio pegó un tiro en el palo. Las
cosas se complicaron aun más para Italia a los 30 minutos cuando fue
expulsado Gianfranco Zola, justo el día que cumplía 28 años. Todo

371
hacía creer que Nigeria clasificaría por primera vez a cuartos de final,
pero a las instancias decisivas siempre llegan los grandes. A los 43
minutos, penal para Italia que convirtió Roberto Baggio. Los nigeria-
nos no lo pudieron creer, se durmieron en el final y lo pagaron caro.
Los 90 minutos terminaron igualados a 1. Había que jugar tiempo su-
plementario.
A los 4 minutos, Yekini se lo perdió solo frente al arquero Mar-
chegiani, quien reemplazaba a Pagliuca. Con uno menos, Italia siguió
buscando y encontró el 2 a 1 gracias a otro penal también convertido
por Roberto Baggio. A los 14, el otro Baggio, Dino, salvó en la línea
lo que hubiera sido el empate africano. Italia le ganaba 2 a 1 a Nigeria.
Triunfo con gusto a hazaña y clasificación a cuartos.
El último encuentro de octavos de final lo disputaron México y
Bulgaria, el 5 de julio en Nueva York. Bulgaria planteó un esquema
defensivo esperando un contragolpe. El primer gol llegó a los 6 minu-
tos gracias a un golazo de Stoichkov, quien definió fuerte y arriba,
imposible para Campos. Luego Kostadinov, de tiro libre, mandó un
potente remate al palo. A los 17 penal a Zague que García Aspe con-
virtió en el empate de México. A los 23 minutos se dio un hecho cu-
rioso. Bernal se cayó dentro de su arco y lo rompió. Hubo que esperar
que entraran operarios de la organización a cambiarlo.
En el complemento, pierna fuerte y poco fútbol, se fueron expul-
sados Kremenliev en Bulgaria y Luis García en México. El partido
finalizó igualado 1 a 1.
En el suplementario, los dos equipos se cuidaban, pensando más
en los penales que en tratar de romper el empate. Resultado 1 a 1.
En la tanda de penales los mexicanos anduvieron errados. García
Aspe (erró), Bernal (atajado) y Rodríguez (atajado), malograron sus
disparos. El único que acertó fue Suárez. Por Bulgaria falló Balakov
(atajó Campos adelantándose) y convirtieron: Guenchev, Borimirov y
Letchkov. Bulgaria, luego de empatar a 1, le ganaba a México 3 a 1
por penales. Bulgaria nunca había llegado tan lejos en un Mundial.
Los enfrentamientos de cuartos de final emparejaron a: Italia –

372
España; Holanda – Brasil; Bulgaria – Alemania; Rumania – Suecia.
Un solo sudamericano y siete europeos. Destacaban el clásico Italia –
España y el duelo entre Brasil y Holanda.
El 9 de julio, en Boston, tuvo lugar el clásico entre Italia y Espa-
ña. Los españoles comenzaron más cautelosos, eso le permitió a Italia
adelantarse en el terreno de juego y llegar al gol a los 25 minutos, me-
diante un golazo de media distancia de Dino Baggio.
En la segunda mitad, a los 13 minutos, pateó Caminero, la pelota
se desvió en Benarrivo, descolocó a Pagliuca y se convirtió en el em-
pate español. Desde entonces, la “roja” se soltó y tuvo varias ocasio-
nes para desnivelar. Hasta que a los 42 minutos, Signori pasó la pelota
a Roberto Baggio, y golazo. 2 a 1. En el descuento, el italiano Mauro
Tassotti le dio un codazo en el rostro al Luis Enrique, el delantero
español. Le causó fractura de tabique nasal. Pero el árbitro húngaro
Sandor Puhl ni siquiera lo amonestó. Italia le ganó 2 a 1 a España. Los
españoles se fueron entre quejas y bronca. Italia, con lo justo, seguía
avanzando. Ya estaba en semifinales.
Dos días después del partido, el Comité de Disciplina de FIFA
aceptó por primera vez observar un video para tomar una decisión. Por
la jugada del codazo de Tassotti a Luis Enrique, sancionaron al juga-
dor italiano con 8 partidos y 20.000 francos suizos de multa.
En uno de los mejores encuentros del Mundial, Holanda y Brasil
jugaron el 9 de julio en Dallas. Lamolina actuó como cuarto árbitro. El
primer tiempo finalizó igualado en cero, ninguno de los dos arriesgó
absolutamente nada.
En el segundo tiempo, las cosas cambiaron, Parreira no arriesgaba
y lo salvaban las individualidades. Esta vez no fue la excepción. A los
7 minutos llegó un centro de Bebeto y gol de Romario. A los 11 Bebe-
to pegó un tiro en el palo. A los 12 el arquero evitó otro gol de Roma-
rio. Y a los 17 minutos, Bebeto eludió a De Goey y remató suave.
Brasil 2 a 0 con justicia. Desde entonces, el festejo de Bebeto sería
imitado cada vez que alguien haga alusión a un bebé en una cancha.
Bebeto, imaginariamente, con sus manos, mecía a Matías, su hijo que

373
había nacido dos días antes. Pero Advocaat mandó a su equipo al fren-
te y al minuto del tanto brasileño, a los 18, Bergkamp dio la cara por
su equipo, ganó y definió cruzado. 2 a 1. A los 30, Winter cabeceó
anticipando al arquero Taffarel y logró el, hasta hacía unos minutos,
impensado empate. Pero a Parreira, quien había salido último con
Emiratos Árabes Unidos en Italia 90, lo salvaron las individualidades.
A los 36 minutos tiro libre para Brasil, el disparo lo tomó Branco, el
del bidón de Bilardo, que sacó un zurdazo inalcanzable para De Goey.
Brasil volvió a pasar al frente. No habría tiempo para mucho más. En
emocionante partido, sobre todo el segundo tiempo, Brasil derrotó a
Holanda 3 a 2 y se instaló en semifinales.
El 10 de julio, en Nueva York, se enfrentaron Alemania y Bulga-
ria. Los alemanes eran favoritos aunque no venían demostrando un
fútbol de alto vuelo. Primer tiempo chato, con esquemas rígidos y cau-
telosos. Los búlgaros intentaron algo más pero no llegaron a crear
serio peligro. Solo un tiro en el palo de Balacov para destacar.
En el segundo, a los 3 minutos, penal para Alemania que convirtió
Matthaus. A los 28 le anularon bien un gol a Voeller. Pero los búlga-
ros comenzaron a hacer circular la pelota. A los 31 minutos tiro libre
para Bulgaria, le pegó Stoichkov y golazo. 1 a 1. Dos minutos más
tarde, a los 33, centro de Yankov y gol de palomita de Letchcov. El
desgastado equipo alemán no pudo reaccionar y fue victoria de Bulga-
ria. Bulgaria 2 – Alemania 1.
Bulgaria se convertía en la gran sorpresa de la Copa. Nunca había
ganado un partido en Mundiales, ahora eliminaba al campeón y se
jugaba contra Italia un lugar en la final.
El último partido de cuartos de final se jugó el 10 de julio en San
Francisco, entre Suecia y Rumania. Comenzó mejor Suecia con una
palomita al palo de Dahlin. Luego hubo dos llegadas rumanas y nada
más en el primer tiempo.
En el segundo, a los 20 minutos, hubo un claro penal no cobrado a
favor de Rumania. A los 34, Mild tocó para Brolin, quien definió arri-
ba. Suecia ganaba 1 a 0. A falta de un minuto, a los 44, se durmieron

374
los suecos, Raducioiu aprovechó un rebote y convirtió el empate. Fue-
ron a suplementario.
A los 9 minutos del primer tiempo extra, otra vez el goleador ru-
mano Florin Raducioiu tocó la pelota que entró junto al palo del arco
de Ravelli. Suecia devolvería gentilezas. A los 9 minutos del segundo
período suplementario, Kennet Andersson definió de cabeza para vol-
ver a igualar el marcador, ahora en 2. El último semifinalista se cono-
cería después de la tanda de penales.
En los penales convirtieron para Rumania: Raducioiu, Hagi, Lu-
pescu y Dumitrescu. Falló: Petrescu (atajó). Para Suecia acertaron:
Andersson, Brolin, Ingesson y Nilsson. Marró: Mild (erró). La serie de
5 tiros quedó igualada 4 a 4, por lo que comenzaron la tanda de un
penal por lado. Para Rumania falló Belodedici (atajó Ravelli) y para
Suecia Convirtió Larsson. Luego de igualar en 2 durante 120 minutos,
Suecia venció a Rumania 5 a 4 por penales y por segunda vez en su
historia disputaría una semifinal.
El 13 de julio se jugó en Nueva York la primera semifinal entre
Bulgaria e Italia. La presión de los italianos en el medio ahogó a los
jugadores búlgaros que no pudieron manejar la pelota. Un iluminado
Roberto Baggio fue la figura del partido. A los 20 minutos, Roberto
Baggio desde afuera del área convirtió un golazo. A los 23, Albertini
hizo rebotar la pelota en el palo de Mihaylov. A los 25, Albertini habi-
litó a R. Baggio que convirtió el 2 a 0. Bulgaria no podía pasar la mi-
tad de la cancha. Las situaciones de gol para Italia continuaron y po-
dría haber terminado la primera etapa convirtiendo 4 ó 5 goles. Sin
embargo, a los 44 minutos hubo penal a Sirakov, pateó Stoichkov y
descontó.
En el segundo período, a los 23 minutos Costacurta golpeó con la
mano la pelota dentro de su área, debió ser penal para Bulgaria. A los
25, salió lesionado Roberto Baggio y puso en duda su participación en
la final. Decimos que Baggio estaba en duda para la final porque el
marcador ya no se movería. Italia, el grande, llegaba por quinta vez a
la final luego de ganarle 2 a 1 a Bulgaria, que jugaría por el tercer

375
puesto.
En la otra semifinal jugaban Brasil y Suecia, el encuentro se jugó
en Los Ángeles el 13 de julio. Brasil llevó la iniciativa durante todo el
partido, aunque los suecos le cerraron los espacios y le costó definir.
El primer tiempo finalizaría sin goles.
En el segundo, a los 17 minutos, fue expulsado Thern en Suecia.
Brasil, con uno más, acrecentó su dominio, aunque seguía contenido y
cauteloso. Afortunadamente para Parreira, apareció Romario a los 34
minutos, aprovechando un centro de Jorginho que de cabeza mandó al
fondo de la red. Brasil le ganó a Suecia 1 a 0. Después de 24 años vol-
vía a una final del mundo, enfrentando a Italia como en 1970, cuando
salió campeón por última vez.
El 16 de julio, en Los Ángeles, se disputó el partido por el tercer
puesto entre Suecia y Bulgaria. El argentino Taibi fue el asistente nú-
mero 2. Suecia llegó mejor al partido. Los jugadores búlgaros deam-
bularon por el campo de juego y los delanteros quedaron aislados en-
tre los defensores suecos. A los 7 minutos, desborde de Ingesson y gol
de Brolin de cabeza. A los 30, avivada de Brolin, gol de Mild. El ter-
cer gol sueco llegó a los 37 minutos luego de una buena jugada de
Larsson. A los 39, una mala salida de Mihaylov y gol de Andersson. 4
a 0. Suecia lo liquidaba en el primer tiempo.
En el segundo, Bulgaria atinó a atacar más, pegando un tiro en el
travesaño. Suecia volvía a ser tercero como en Brasil 50, en aquella
oportunidad mediante una zona final. Su técnico Tommy Svensson
calificó la actuación de su equipo como histórica. Más allá de la derro-
ta, lo de Bulgaria también hizo historia.
El 17 de julio, 94.194 personas acudieron al Estadio Rose Bowl de
Los Ángeles para presenciar la final entre Brasil e Italia. El que se
coronase campeón alcanzaría el tetracampeonato y se convertiría en el
más ganador de la historia en soledad. El árbitro fue el polémico hún-
garo Sandor Puhl, aquel que no vio el codazo de Tassotti a Luis Enri-
que. El asistente número 1 era Venancio Zarate Vázquez de Paraguay
y el 2 Davoud Fanaei de Irlanda del Norte. Francisco “Pancho” Lamo-

376
lina, argentino, fue el cuarto árbitro.
Brasil formó con: Taffarel, Jorginho (Cafú), Aldair, Marcio San-
tos, Branco, Dunga (capitán), Mauro Silva, Mazinho, Zinho (Viola),
Bebeto y Romario. DT: Carlos Alberto Parreira.
Italia salió a jugar la final con: Pagliuca, Mussi (Apolloni), Baresi
(capitán), Maldini, Benarrivo, D. Baggio (Evani), Albertini, Berti,
Donadoni, Massaro y R. Baggio. DT: Arrigo Sacchi.
El encuentro fue de muy discreto nivel futbolístico, tuvo como fi-
gura a Franco Baresi. Maldini y Aldair también brillaron. Brasil inten-
tó pero le faltó audacia. Italia jugó a defenderse y esperar los penales.
Lo único relevante del primer tiempo fue un tiro de Mauro Silva, a los
30 minutos, falló Pagliuca y la pelota dio en el palo. Salieron lesiona-
dos los defensores Jorginho y Mussi e ingresaron Cafú y Apolloni,
respectivamente.
En el complemento, poco pasaría, apenas tres aproximaciones, dos
para Brasil y una para Italia. Los 90 minutos finalizaban 0 a 0. Se de-
bían jugar 30 más, apenas una llegada por lado en todo el tiempo su-
plementario. El nuevo campeón se definiría por tiros desde el punto
del penal. Fue la primera final del mundo que se definió por penales, y
la cuarta que tuvo alargue. Por primera vez, también, no se marcaron
goles en 120 minutos de juego en la final.
Para Brasil convirtieron: Romario, Branco y Dunga. Erró: Marcio
Santos (atajó Pagliuca). Por Italia acertaron: Albertini y Evani. Falla-
ron: Baresi (afuera), Massaro (atajó Taffarel) y Roberto Baggio (pateó
por encima del travesaño).
Dunga recibió la copa de manos de su compatriota Havelange y
fue a festejar con sus compañeros. Le dedicaron el título al malogrado
corredor de formula 1 Ayrton Senna. La fiesta en Brasil duró por va-
rios días.
Entre los jugadores que se destacaron durante el torneo se encuen-
tran los brasileños Romario y Bebeto, el italiano Baggio, el búlgaro
Hristo Stoichkov, el ruso Oleg Salenko, el rumano Gheorghe Hagi, los
suecos Martin Dahlin y Kennet Andersson y el alemán Jürgen Klins-

377
mann.
El equipo ideal estuvo conformado por: Preud’Homme (Bélgica);
Jorginho (Brasil), M. Santos (Brasil), Baresi (Italia), Maldini (Italia);
Balakov (Bulgaria), Brolin (Suecia), R. Baggio (Italia), Hagi (Ruma-
nia); Romario (Brasil) y Stoichkov (Bulgaria).
La figura (Balón de Oro) fue Romario (Romario de Souza Faría).
Nació en Río de Janeiro. Jugó en Vasco da Gama, PSV Eindhoven,
Barcelona, Flamengo y Valencia. Ganó 2 Copas del Rey y 2 Superco-
pas. Además de 2 Copas América.
Los goleadores (Bota de Oro) fueron el ruso Oleg Salenko y el
búlgaro Hristo Stoichkov con 6 goles cada uno. Salenko le convirtió 5
a Camerún y 1 a Suecia. Stoichkov, 2 a Grecia, 1 a Argentina, 1 a
México, 1 a Alemania y 1 a Italia. Terceros quedaron Kennet Ander-
son y Romario con 5 anotaciones.
El gol 1.500 fue marcado por el argentino Claudio Caniggia frente
a Nigeria. Se convirtieron 141 goles en 52 partidos con un promedio
de 2,7 por encuentro.
Michel Pred’homme se quedó con el premio Yashin al mejor ar-
quero del campeonato. Brasil acaparó los galardones al juego limpio y
al equipo más atractivo.

Síntesis:

Campeón: Brasil 9°: Nigeria 17°: Noruega


Subcampeón: Italia 10°: Argentina 18°: Rusia
Tercero: Suecia 11°: Bélgica 19°: Colombia
Cuarto: Bulgaria 12°: Arabia Saudita 20°: Corea del Sur
5°: Alemania 13°: México 21°: Bolivia
6°: Rumania 14°: Estados Unidos 22°: Camerún
7°: Holanda 15°: Suiza 23°: Marruecos
8°: España 16°: Irlanda 24°: Grecia

378
379
Francia 1998

“Francia se sumó al grupo de los grandes”

El mundo vivía un período de crisis económicas: Tequila, Dragón,


Vodka, Samba, Tango. En la globalización, la velocidad y libertad
alcanzada por los capitales para entrar y salir de países y empresas
estaba asociada a una serie de crisis eco-financieras locales de impacto
global. La primera de la serie se produjo en México en 1994/1995 y su
impacto global se conoció como efecto Tequila. Con posterioridad se
produjeron la crisis asiática en 1995/1997 (efecto Dragón), la crisis
rusa en 1998 (efecto Vodka). Luego vendrían la crisis brasileña en
1998/1999 (efecto Samba) y la crisis argentina en 2001/2002 (efecto
Tango). Las reiteradas crisis económicas generaban críticas sobre el
papel desempeñado por el Fondo Monetario Internacional.
En octubre de 1998, el ex-dictador de Chile, Augusto Pinochet,
fue detenido en Londres acusado en España por tortura y terrorismo.
El 24 de marzo de 1999 el Tribunal de los Lores del Reino Unido re-
solvió que Pinochet podía ser extraditado, aunque finalmente la extra-
dición no fue completada debido a la supuesta demencia del coman-
dante. El hecho se destaca como un punto de inflexión en la globaliza-
ción de los derechos humanos.
En Argentina, Carlos Menem sería reelecto en 1995, prometiendo
que con él la estabilidad económica se iba a mantener. Gobernaría
hasta 1999. Las reformas económicas de esta década se basaron en la
privatización de los servicios públicos y en la apertura de la economía.
En 1991, el ministro de economía Domingo Cavallo recurrió a la pari-
dad del peso con el dólar estadounidense (Ley de Convertibilidad)
para frenar la inflación de los años ochenta. Comenzaron a registrarse
así altas tasas de crecimiento entre 1991-1994 y 1996-1998. Este llegó
a alcanzar los 300.000 millones de dólares en 1998. El PIB per cápita
nominal (el más alto durante los años noventa en América Latina)
llegó a los 8.300 dólares ese mismo año. Las exportaciones pasaron de

380
12.500 millones de dólares en 1990 a casi 27.000 millones de dólares
en 2000, con un aumento del 110% en ese período. En 1995, el efecto
tequila, que demostró cómo un hecho externo podía influir en el país
producto de la globalización, provocó un crecimiento negativo del PIB
y un aumento inédito de la desocupación a nivel nacional hasta un
18,4%.
A excepción de 1995, en los años noventa la economía creció
fuertemente hasta mediados de 1998, pero este modelo produjo una
concentración económica en los sectores financiero, de servicios y
agroexportador, al mismo tiempo que una desocupación estructural
cercana al 20% en sus peores momentos.
La crisis financiera asiática de 1997 y la brasileña de 1998 preci-
pitaron la salida de capitales, abriendo camino a la mayor recesión de
la historia argentina, que duraría cuatro años.
A pesar de la crisis que se avecinaba, ajeno a ésta, en vísperas del
Campeonato Mundial de Francia 98, el diputado justicialista Daniel
Scioli había propuesto que algunos de los integrantes de la Comisión
de Deportes de la Cámara Baja de la República Argentina viajaran al
torneo con todos los gastos pagos con fondos públicos, con la simple
excusa de que en semejante oportunidad podrían entablar relaciones
con políticos del mundo entero.
La XVI Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Francia, entre el
10 de junio y el 12 de julio de 1998.
Francia se convirtió en el tercer país en organizar dos campeona-
tos, tras México e Italia, 60 años después del Mundial realizado en
1938. Por primera vez en la fase final de la Copa Mundial participaron
32 selecciones nacionales, que se dividieron en una primera ronda de
8 grupos en los que clasificaban los dos primeros de cada uno a octa-
vos de final y a un sistema de eliminación directa.
La mascota del torneo fue Footix, un gallo azul, símbolo del país
anfitrión.
Francia fue elegida como sede en 1992, por 12 votos a favor,
mientras Marruecos obtuvo solo 7 y Suiza había retirado previamente

381
su candidatura. El Comité Organizador, presidido por Michel Platini y
Fernand Sastre, presentó 10 sedes a lo largo del país, incluyendo la
construcción del Stade de France, en Saint-Denis, en las afueras de
París. El resto de las sedes fueron: Burdeos, Lens, Lyon, Marsella,
Montpellier, Nantes, París, Saint-Etienne y Toulouse.
La organización dispuso que en esta oportunidad no hubiera sedes
fijas, por lo que cada selección disputaría la ronda inicial en tres ciu-
dades distintas.
Este fue el último campeonato del mundo con Joao Havelange
como presidente de la FIFA, ya que días antes de comenzado el tor-
neo, el brasileño declaró que ya no deseaba ser reelecto, entonces fue
cuando le brindó todo su apoyo a Joseph Blatter, el cual ganó las elec-
ciones, por supuesto, con sospechas de corrupción por compra de vo-
tos.
Blatter, quién había trabajado para la firma productora de relojes
Longines, que luego fuera contratado por Dassler para trabajar en la
empresa Adidas, ahora de la mano de su buen amigo Adi, pasaba a ser
el presidente de la FIFA.
Según la historia oficial, Blatter le había ganado la primera ronda
a Lennart Johanson, por 111 votos contra 80, cuando éste último se
retiró de la contienda, ya que debido a que ninguno se había impuesto
por los dos tercios de los sufragios debían continuar votando los 191
referentes de las confederaciones de fútbol hasta que alguno de los dos
postulantes obtuviera las dos terceras partes de la elección.
Obviamente Blatter negó todos los cargos de corrupción y la FI-
FA, como era de esperarse, declaró que no había nada más que decir
sobre la materia.
Con anterioridad al comienzo de la Copa, se realizó el Torneo de
Francia del 3 al 11 de junio de 1997, con el fin de probar la capacidad
organizativa del evento. Luego del exitoso antecedente, la FIFA deci-
dió que la Copa FIFA Confederaciones cumpliría con el fin de ser el
térmometro de prueba para las sedes mundialistas, lo cual comenzaría
a regir en el año 2001.

382
Con 32 participantes, más equipos de las confederaciones de Áfri-
ca y Asia pudieron participar en Francia 98. Así, Jamaica, Japón y la
recién independiente Croacia pudieron hacer su primera aparición,
mientras Sudáfrica debutaba tras años de exclusión debido al apart-
heid. De igual forma, Chile, Irán y Túnez regresaban al torneo luego
de años sin participación.
Nuevamente, este torneo marcó un récord de países inscritos para
participar: 170 selecciones que lucharon por estar en el evento final.
Con el incremento de cupos, el sistema de la primera ronda fue modi-
ficado, permitiendo la creación de ocho grupos en que clasificaban a
la fase de eliminación directa los dos primeros del grupo, eliminando
la posibilidad de clasificación que tenían previamente los mejores ter-
ceros.
Se incorporó la regla del “gol de oro”. Si después de los 90 minu-
tos de juego el partido se encontraba empatado, se jugaba un tiempo
suplementario de dos etapas de 15 minutos cada una. Con la vigencia
de la regla del gol de oro, un tanto en ese lapso haría que el partido
finalizara. Si el resultado seguia empatado tras esta prórroga, el parti-
do se definiría por el procedimiento de tiros desde el punto penal.
Otra innovación fue la autorización para realizar tres sustitucio-
nes, independientemente de que sea arquero o jugador. Recordemos
que en Estados Unidos 94 se permitían tres cambios, pero dos para
jugadores de campo y uno por el arquero. Ahora era indistinto.
El sorteo de la Copa Mundial de Fútbol de 1998 se realizó el 4 de
diciembre de 1997 en Marsella. Los países clasificados fueron: Argen-
tina, Alemania, Arabia Saudita, Austria, Bélgica, Bulgaria, Brasil,
Camerún, Chile, Colombia, Corea del Sur, Croacia, Dinamarca, Espa-
ña, Escocia, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Inglaterra, Irán,
Jamaica, Japón, Marruecos, México, Nigeria, Noruega, Paraguay, Re-
pública Federal de Yugoslavia, Rumania, Sudáfrica y Túnez. Como
cabezas de serie se seleccionó a Brasil, Francia, Argentina, Alemania,
España, Italia, Holanda y Rumania. Al aumentar el número de selec-
ciones participantes, fueron pocos los países con tradición futbolística

383
que quedaron afuera. Los más importantes, Uruguay y Rusia.
Los ocho grupos quedaron compuestos de la siguiente manera:
Grupo A: Brasil, Escocia, Marruecos y Noruega. Grupo B: Italia, Aus-
tria, Camerún y Chile. Grupo C: Francia, Arabia Saudita, Dinamarca y
Sudáfrica. Grupo D: España, Bulgaria, Nigeria y Paraguay. Grupo E:
Holanda, Bélgica, Corea del Sur y México. Grupo F: Alemania, Esta-
dos Unidos, Irán y República Federal de Yugoslavia. Grupo G: Ru-
mania, Colombia, Inglaterra y Túnez. Grupo H: Argentina, Croacia,
Jamaica y Japón. Curiosamente, en el Grupo H, el de Argentina, caye-
ron tres selecciones debutantes para acompañar a los argentinos.
La rigurosidad de los árbitros, según expreso pedido de FIFA,
comenzó a notarse en la cantidad de expulsados. En este Mundial se
mostraron 21 tarjetas rojas, récord en la historia de las Copas del
Mundo, hasta Alemania 2006, donde se mostraron 28 tarjetas rojas.
Por primera vez se disputaron las eliminatorias sudamericanas en
una sola zona de 9 equipos, exceptuando a Brasil que ya estaba clasi-
ficado como campeón, jugando todos contra todos partidos de ida y
vuelta. Los cuatro primeros clasificaban al Mundial. Este sistema lar-
go favorece a las selecciones más poderosas, a quienes les permite
mayor poder de reacción ante una derrota, que las antiguas zonas de 3
ó 4 equipos donde clasificaba uno. Desde que se implementó este sis-
tema de eliminatorias, Argentina clasificaría sin problemas para la
fase final de los Mundiales.
La selección de Passarella comenzaba la era “post-Diego”. Empe-
zó las eliminatorias con el pie izquierdo. Empató de local con Para-
guay y Chile y perdió en la altura con Ecuador y Bolivia. Se recuperó
ganándoles a Colombia y Paraguay de visitante. Luego, con cinco
triunfos consecutivos y dos empates consiguió sin dificultades el bole-
to para Francia ganando la eliminatoria con 30 puntos. El nivel de
juego expuesto en las eliminatorias no convenció. Los conflictos y
polémicas se sucedieron como nunca durante todo el proceso clasifi-
catorio.
Desde la designación misma de Daniel Alberto Passarella como

384
entrenador del seleccionado argentino de fútbol, el conflicto que man-
tenía con Diego Armando Maradona se acrecentó aún más debido a
ciertas declaraciones del técnico promoviendo una rinoscopia, análisis
que sirve para comprobar inflamaciones de las fosas nasales que po-
drían ocurrir, por ejemplo, como consecuencia de aspirar cocaína para
los jugadores seleccionados.
Durante toda su estadía como entrenador predicó su guerra hacia
la droga, pero días antes de que el seleccionado argentino de fútbol
viajara rumbo al Mundial, en un control antidoping obligatorio, im-
puesto precisamente por Passarella, existió un test con resultado posi-
tivo. Según el rumor que surgió de dirigentes de la Asociación del
Fútbol Argentino, el jugador involucrado habría sido Juan Sebastián
Verón, y las sustancias: metabolitos de cocaína y éxtasis. Posterior-
mente se desmintió. Igualmente, durante todo el torneo, en ningún
momento Verón salió sorteado para el control antidoping.
Luego de que el rumor llegara a oídos de los jugadores, estos se
atrincheraron contra los periodistas argentinos, y finalmente optaron
por no concederles notas individuales a los medios connacionales,
realizando conferencias de prensa grupales.
No fue el único caso, también rumores filtrados a la prensa conta-
ban que el delantero Claudio Paúl Caniggia se demoró cuatro días en
entregar su frasquito con la muestra de orina, para un control antido-
ping sorpresivo, por ese motivo habría sido desafectado de la lista de
convocados.
El hecho más bochornoso de las eliminatorias se produjo en La
Paz, donde “la pelota no dobla”. Allí se produjo una gresca después
del partido, donde los jugadores y cuerpo técnico de la selección boli-
viana contra la argentina se trenzaron a golpes sin medir consecuen-
cias. Entre las trompadas que iban y venían, el delantero argentino
Julio Ricardo Cruz, el “Jardinero”, recibió una trompada en la mejilla
derecha, mientras que sorpresivamente apareció cortado en el pómulo
izquierdo. Cuentan que el ideólogo del ficticio corte de Cruz fue el
mismísimo Daniel Passarella, con la secreta intención de reclamar los

385
puntos perdidos en el campo de juego en los tribunales de la FIFA.
El presidente de la AFA y vice de la FIFA, Julio Humberto Gron-
dona, se comunicó inmediatamente, vía celular, con uno de los diri-
gentes argentinos que se encontraban en el campo de juego y le orde-
nó que abortaran cualquier tipo de reclamo, poniéndole de ejemplo el
caso del arquero chileno “Cóndor” Rojas en vísperas del Mundial de
1990.
Vale aclarar que Julio Ricardo Cruz nunca más fue convocado por
Passarella a la selección argentina. Otro que también dejó de ser con-
vocado por la misma fecha, fue el defensor Juan Pablo Sorín, que ha-
bría sido borrado del seleccionado por haberle comentado a algún
amigo la verdad de lo ocurrido en el vestuario de Bolivia después de
la derrota.
Al igual que en los momentos previos al Mundial de Italia 90,
Fernando Redondo se negó a integrar la selección argentina con vistas
a las eliminatorias y para el Mundial.
Mucho se habló durante ese lapso de tiempo sobre las peleas que
mantuvo con el Director Técnico, Daniel Alberto Passarella.
El entrenador decía que su no inclusión al seleccionado se debió a
que el mediocampista no accedió a cortarse el pelo, mientras que Re-
dondo declaraba que su desafección se debía a que el DT lo quería
hacer jugar en una posición en la cual él no podía rendir como lo haría
en otra zona.
Gabriel Batistuta también estuvo en conflicto con el entrenador,
quien prefería convocar a Hernán Crespo para las eliminatorias. Fi-
nalmente, accedió a cortarse al pelo, regla que también había impuesto
el “Kaiser”, y formó parte del seleccionado argentino.
Una vez en Francia, Argentina tomó como búnker un complejo
deportivo en la ciudad de L’Etrat. Passarella ordenó colocar una lona a
lo largo de todo el perímetro del complejo. Tenía casi dos kilómetros
de largo y dos metros y medio de alto con un costo de 70.000 dólares.
El objetivo del entrenador fue aislar al plantel de periodistas, espías y
curiosos. No le sirvió de mucho. Por el contrario, Brasil realizaba

386
prácticas abiertas al público y a la prensa.
El plantel que eligió Daniel Passarella para afrontar el Mundial de
Francia 98 estuvo integrado por: Carlos Roa, Germán Burgos, Pablo
Cavallero, Roberto Ayala, José Chamot, Héctor Pineda, Roberto Sen-
sini, Pablo Paz, Nelson Vivas, Matías Almeyda, Diego Simeone, Ariel
Ortega, Juan Sebastián Verón, Leonardo Astrada, Sergio Berti, Marce-
lo Gallardo, Javier Zanetti, Claudio López, Gabriel Batistuta, Abel
Balbo, Hernán Crespo y Marcelo Delgado.
La ceremonia inaugural se realizó el 9 de junio, un día antes del
primer partido. Su duración fue de tres horas y por primera vez dejó
de ser un espectáculo exclusivo para los espectadores de un estadio. El
show se desplegó también por las calles de París.
Brasil y Escocia abrieron el Grupo A, el 10 de junio en el Stade de
France, en Saint-Denis, ante 80.000 personas.
Brasil tenía ahora en el banco a Mario “Lobo” Zagallo, quien re-
emplazaba a Carlos Alberto Parreira. Además, contaba con Ronaldo,
el sucesor de Maradora según se decía por entonces, más Rivaldo,
Denilson, Djalminha, Roberto Carlos y Cafú. La temible dupla Ro-Ro
no pudo finalmente llegar a actuar en el Mundial ya que Romario fue
desafectado del torneo a último momento por la mala relación que
mantenía tanto con el entrenador, Mario Zagallo, como con el mana-
ger Zico. El comunicado oficial del cuerpo técnico y médico de la
Confederación Brasileña de Fútbol, anunciaba que “el Chapulín” no
pudo recuperarse de su lesión muscular en la pantorrilla.
En el primer encuentro del Mundial, Escocia, quien nunca logró
superar una primera etapa, realizaba un juego típicamente británico, de
pelotazos y juego aéreo. Su figura y goleador era Kevin Gallacher.
Cesar Sampaio, a los 5 minutos, le dio tranquilidad a Brasil. Pero
a los 38 minutos, de penal, Collins consiguió la igualdad.
En el segundo tiempo, Brasil buscó, pero la sólida defensa escoce-
sa aguantó los embates del campeón. Hasta que a los 31 minutos, Tom
Boyd hizo lo que los brasileños no podían. Con su gol en contra Brasil
ganó 2 a 1 a Escocia en el debut.

387
En Montpellier, el 10 de junio, completaron la primera jornada del
Grupo A Marruecos y Noruega. Partido sin demasiado atractivo. Ma-
rruecos no pudo reeditar en 1994 lo hecho en México 86. Ahora, con
el francés Henry Michel, buscarían recuperar el lugar perdido. Norue-
ga fue la sensación de las eliminatorias, ganando su grupo sin perder
un partido. Su juego era una mezcla del estilo británico con despliegue
físico. Su figura, Tore Andre Flo. Los marroquíes se pusieron en ven-
taja a los 37 minutos gracias a El Hadji, pero no pudieron irse en ven-
taja al descanso porque Chippo convirtió en propia meta en el des-
cuento, a los 46 del primer tiempo.
En el complemento, Marruecos siguió atacando, mientras Noruega
se abroquelaba atrás y salía de contra con pelotazos largos o esperaba
alguna jugada parada. A los 15 minutos, Hadda volvió a desnivelar el
marcador a favor de los africanos. A la jugada siguiente, un minuto
más tarde, a los 16, Eggen empató para los nórdicos. Fue empate 2 a 2
entre Marruecos y Noruega.
El 11 de junio, en Burdeos, se presentaron Italia y Chile. Los eu-
ropeos llegaron a Francia luego de una eliminatoria que dejó más du-
das que certezas. El técnico era el ultradefensivo Césare Maldini,
quien se negaba a poner juntos a los habilidosos Del Piero y Zola. A
este último ni siquiera lo llevó a Francia. Su estrella seguía siendo
Roberto Baggio. Chile llegó con su mejor delantera de la historia, la
dupla Za-Sa, Zamorano y Salas. El problema era su fragilidad defen-
siva. El técnico era el uruguayo Nelson Acosta. A los 11 minutos, el
“Tanque” Vieri adelantaba a los italianos, que anotaron y se replega-
ron. Con espacio, creció Chile que llegó al empate a los 3 minutos de
descuento, a los 48 del primer tiempo por intermedio del “Matador”
Marcelo Salas.
En la segunda etapa, Chile pasaba al frente cuando, otra vez Salas,
a los 3 minutos batió a Pagliuca. Italia buscó y recién encontró el em-
pate, de penal, a los 39 minutos, tras la conversión de Biaggio. Italia –
Chile 2 a 2.
Completando el Grupo B, Camerún y Austria jugaron en Toulou-

388
se. Con la influencia francesa, y del técnico galo Le Roy, Camerún
practicó un juego de habilidad y despliegue físico. Austria basaba su
juego en la solidez de una defensa de cinco hombres y contragolpes
aprovechando la velocidad de sus delanteros, Polster y Vastic. Dema-
siado precavidos en el primer tiempo, no se movió el marcador.
En el segundo tiempo llegaron los goles, a los 32 minutos Njanka
inauguró el marcador y cuando parecía que los africanos se quedaban
con los tres puntos, Toni Polster entró en escena al minuto 46 e igualó
el partido. Fue empate 1 a 1 entre Camerún y Austria.
EL 12 de junio, en Lens, fue el turno de Arabia Saudita y Dina-
marca. El árbitro fue el argentino Javier Castrilli. El controvertido
“sheriff” contó con otro argentino, Claudio Rossi, como asistente nú-
mero 1. Lejos estuvo de demostrar el histrionismo doméstico y se
mostró sin la personalidad que lo convertía en el centro de los partidos
en la liga argentina. Amonestó a 4 jugadores y no expulsó a ninguno.
Arabia Saudita era comandada por Al Owairan, recordado por el gola-
zo que le hizo a Bélgica en Estados Unidos, similar al de Maradona a
Inglaterra. Los daneses contaban con una sólida defensa basada en el
arquero Peter Schmeichel y la experiencia de los hermanos Laudrup
de mitad de cancha hacia delante. En lo que respecta al partido, un
primer tiempo sin emociones y sin goles. Estos equipos eran una som-
bra en relación a lo que habían demostrado en mundiales anteriores.
En el complemento, a los 24 minutos, el defensor danés Marc
Rieper anotó el único gol del partido. Dinamarca 1 – Arabia Saudita 0.
Meses antes del Mundial, Sayeed Al Owairan, figura de Arabia,
había sido descubierto con un vaso lleno de licor y mujeres del brazo
durante el mes de Ramadán, el mes santo para los musulmanes. Como
consecuencia, Owairan fue encarcelado. Pero al poco tiempo fue in-
dultado para que pudiera entrenarse y ponerse a punto para el Mundial
de Francia.
Francia debutaba en Marsella, el 12 de junio, ante Sudáfrica. Pa-
recía un estreno tranquilo para “le bleu”. Así fue. Francia contaba con
un gran equipo, comandado por Zinedine Zidane y secundado por

389
Djiorkaeff, Deschamps, Blanc, Henry y el franco-argentino David
Trezeguet. Sudáfrica pretendía jugar un fútbol rápido y potente, al
mando del francés Philippe Troussier. El dominio del equipo de Aimé
Jacquet no tardó en dar sus frutos. A los 36 minutos, convirtió Duga-
rry. El gol le dio tranquilidad a los locales.
En la segunda etapa, la posibilidad de un empate sudafricano que-
dó sepultada cuando a los 32 minutos, Issa, en contra, marcó el 2 a 0
para Francia. Cuando el partido se moría a los 47 minutos, Henry con-
virtió el 3 a 0. Francia 3 – Sudáfrica 0.
Luego de la dura derrota sudafricana, los futbolistas del continente
negro recibieron un llamado telefónico de Nelson Mandela, presidente
de Sudáfrica, quien habló con el capitán del equipo, Lucas Redebe, y
le comunicó que todo el país siguía apoyando al equipo.
Paraguay y Bulgaria abrieron el Grupo D el 12 de junio en Mont-
pellier. Paraguay llegaba al Mundial gracias a su solidez defensiva y la
personalidad del arquero José Luis Chilavert. El argentino Roberto
Acuña jugaba para los guaraníes y era pieza importante en el medio-
campo. Bulgaria intentaba ser más compacto defensivamente para
aprovechar los contraataques que pudieran generar Stoichkov, Le-
tchcov y el delantero Penev. Los dos equipos se cuidaron demasiado,
poco fútbol y muchos temores. A los 44 minutos del segundo tiempo
vio la tarjeta roja Nankov en Bulgaria, por lo que los europeos finali-
zaron con diez. El empate conformó a las dos selecciones. Paraguay y
Bulgaria igualaron 0 a 0.
Este encuentro no sería recordado por el fútbol practicado por las
selecciones paraguaya y búlgara pero sí porque pocas horas antes de
comenzar el partido, la policía hizo desalojar todo el estadio “La Mos-
son” de Montpellier, ya que habían recibido una amenaza de bomba.
Finalmente, el llamado anónimo que anunció la bomba resultó ser
falso.
El 13 de junio, jugaron en Nantes España y Nigeria. Los ibéricos
continuaban con Javier Clemente como técnico, apostando al contra-
golpe como arma fundamental. Nigeria llegaba como ganador de la

390
medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. El trotamundos
Bora Milutinovic era ahora su entrenador. Bora había disputado las
eliminatorias con México clasificándolo, pero ante las críticas de la
prensa se alejó del cargo, recayendo en Nigeria que había sido dirigida
en las eliminatorias por Philippe Troussier, ahora en Sudáfrica. Fer-
nando Hierro fue el encargado de abrir el marcador para España a los
21 minutos. Empató Adepoju a los 24. La igualdad persistió hasta el
entretiempo.
Luego del descanso, Raúl agarró dormidos a los defensores nige-
rianos y anotó el 2 a 1. A los 28, una jugada desafortunada del capitán
español, el experimentado arquero Andoni Zubizarreta le devolvió el
empate al encuentro. Cinco minutos más tarde, a los 33 Oliseh conver-
tía el tercer gol de las “águilas verdes”, que sería el de la victoria. Ni-
geria 3 – España 2. Los nigerianos confirmaban su buen nivel. España
amagaba una vez más a llegar como candidato y luego quedar en el
camino.
La joven estrella nigeriana era Nwankwo Kanu, tricampeón de la
liga holandesa con el Ajax, ganador con el mismo equipo de la Cham-
pions League, la Copa Intercontinental, la Supercopa Europea y, con
su país, ganador del Mundial Juvenil Sub 17 y la medalla de oro en los
Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Estuvo a punto de perderse el Mun-
dial. La estrella fue traspasada al Inter de Milán, cuando le realizaron
los estudios médicos descubrieron que Kanu sufría una grave defi-
ciencia coronaria, que no solo le impedía la práctica deportiva sino
que ponía en riesgo su vida. Kanu fue operado con éxito en Cleveland,
Estados Unidos y luego de más de un año de estudios y recuperación,
pudo volver a las canchas. Sería en Francia frente a Bulgaria.
En Saint-Denis se reeditó el clásico entre Bélgica y Holanda. Fue
el 13 de junio ante 77.000 espectadores. En Estados Unidos 94 tam-
bién se habían enfrentado en fase de grupos y la victoria había sido
para los belgas 1 a 0 con gol de Albert. Holanda llegaba plagada de
estrellas que brillaban en los mejores equipos europeos, como el Bar-
celona, por ejemplo. Entre las figuras holandesas estaban Franck de

391
Boer, Van der Sar, Seedorf, Bergkamp, Overmars o Kluibert. Los bel-
gas presentaban un equipo más humilde, basado en la recuperación de
la pelota y el contraataque. Scifo integraba por cuarta vez un plantel
mundialista, mientras que Oliveira y Nilis eran las cartas ofensivas.
Como en todo debut, se cuidaron demasiado, y más en un clásico. En
definitiva, no se sacaron ventajas e igualaron sin goles. Para destacar,
la expulsión a los 37 minutos del segundo tiempo del goleador holan-
dés Patrick Kluivert.
El 13 de junio en Lyon, completaron el Grupo E Corea del Sur y
México. Los coreanos participaban por cuarta vez consecutiva y toma-
rían este Mundial como preparación para el 2002, donde serían anfi-
triones junto a Japón. México, como dijimos, había clasificado con
Milutinovic, pero Manuel Lapuente era su técnico ahora. Lo más des-
tacable en la selección azteca, su delantera con Luis “Pájaro” Hernán-
dez, apodo que recibió por su parecido con Caniggia. Hernández juga-
ría luego sin demasiada trascendencia en Boca Juniors. En el primer
tiempo, la velocidad y movilidad de los asiáticos sorprendió a los
americanos. A los 27 minutos, Ha Seok Ju adelantó a los surcoreanos.
A los 30, el goleador Ha Seok Ju se iría expulsado.
Recién en el segundo tiempo México logró llegar a la igualdad. A
los 5 minutos Peláez igualó en 1. Con diez se le hizo cada vez más
complicado a Corea mantener la movilidad del primer tiempo. Así, a
los 30 y a los 39 minutos, el goleador Luis Hernández le dio la victo-
ria a México. México 3 – Corea del Sur 1.
El 14 de junio, en Saint-Etienne chocaron la República Federal de
Yugoslavia, integrada ahora solo por Serbia y Montenegro, e Irán. A
los yugoslavos los consideraban los sudamericanos de Europa por su
búsqueda de la posesión de la pelota y precisión en los pases. Sus me-
jores jugadores eran Djukic, Jugovic, Stajkovic y Mihatovic. Por su
parte, los iraníes habían llegado a Francia luego de un repechaje histó-
rico contra Australia. En Bagdad había empatado 1 a 1, en la revancha
en Melbourne, iba perdiendo 2 a 0 y sobre el final lograron empatar 2
a 2. El gol de visitante valía doble y eso le dio la clasificación. Sin

392
jugadores reconocidos, lo más importante que presentaron los iraníes
fue su amor propio. El técnico en Francia fue el croata Tomislav Ivic,
quien había dirigido a Yugoslavia en el 90. El brasileño Badú Vieira
había conseguido la clasificación con los iraníes. Del partido poco
para contar, dos equipos sin demasiadas ideas ofensivas y ordenados
en defensa. La clase de los europeos recién se reflejó en el marcador a
los 28 minutos del segundo tiempo, cuando Sinisa Mihajlovic convir-
tió el gol de la victoria. Yugoslavia 1 – Irán 0.
Por el Grupo H, el 14 de junio, en Toulouse fue el momento del
estreno de Argentina ante Japón. Los japoneses hacían su primera ex-
periencia en un Mundial, con el objetivo de llegar lo mejor posible al
2002. Su figura era Hidetoshi Nakata, acompañado por el brasileño
nacionalizado Wagner Lópes y Kazu Miura. Gabriel Batistuta abrió el
marcador para Argentina a los 28 minutos. Se pensaba que los goles
seguirían para transformar el resultado en una goleada. Sin embargo,
el primer tiempo finalizó 1 a 0.
En el segundo tiempo, Argentina fue más que los tímidos nipones
y dispuso de las mejores situaciones. El marcador no se volvió a mo-
ver. Argentina ganó en el debut, empezar ganando en un Mundial es
importante, pero quedó en deuda en cuanto al juego.
También el 14 de junio pero en Lens debutaron oficialmente en
Mundiales Jamaica y Croacia. El técnico de los jamaiquinos era el
brasileño René Simoes, quien inculcó a sus jugadores mayor profesio-
nalismo. René Simoes, fue contratado por la Federación Jamaicana de
fútbol, tras una gestión diplomática, donde el gobierno de Brasil acce-
dió a pagarle el traslado y el salario. En Jamaica, vieron cumplidos sus
más grandes sueños, tanto fue así que cuando el seleccionado logró el
pasaporte al torneo, el presidente decretó feriado.
No fueron pocos los obstáculos que tuvo que sobrellevar Simoes
en su viaje al Mundial, pero el más grande fue el de armar un plantel
con jugadores de nivel. Para ello recurrió a un aviso en Internet, donde
solicitaba a todo jugador de fútbol nacido en Jamaica, con familiares o
cualquier ancestro jamaiquino o incluso casados con una oriunda de

393
dicha isla del caribe, que se comuniquen con su persona.
El juego que practicaban los coterráneos de Bob Marley era una
mezcla del africano con el brasileño. Deon Burton era el goleador y
máximo ídolo del equipo. Croacia, que antes formaba parte de Yugos-
lavia, contaba con jugadores de gran calidad. Su “debut” era engaño-
so, ya que varios jugadores competían en los más importantes clubes
europeos, como Boban, Jarni, Suker o Robert Prosinecki. Y los tres
últimos ya habían participado antes en un Mundial, el de 1994, jugan-
do para Yugoslavia. Los croatas salieron a demostrar su superioridad
con respecto a Jamaica y lograron abrir el marcador a los 27 minutos
gracias a Mario Stanic. Los centroamericanos lograron el empate a los
45 minutos por intermedio de Earle. Primer tiempo 1 a 1.
La ilusión de los jamaiquinos no iba a durar demasiado. Prosi-
necki, a los 8 minutos ponía 2 a 1 a su selección. Con este gol, Robert
Prosinecki se convirtió en el primer futbolista en marcar goles para
dos selecciones distintas en Campeonatos Mundiales. Varios habían
defendido la camiseta de dos países y anotado para uno de ellos, pero
nunca en los dos. Prosinecki, nacido en Alemania y que a los 14 años
se fue a vivir con su familia a Croacia, le había convertido, en Italia
90, a Arabia Saudita jugando para Yugoslavia. Luego del histórico
tanto, quedaría un gol más, el del goleador Davor Suker a los 24 mi-
nutos. Fue victoria croata 3 a 1 sobre Jamaica.
La primera jornada del Grupo F se completó el 15 de junio. En
París jugaban Alemania y Estados Unidos. En Alemania continuaba
Vogst como entrenador, que llegaba revitalizado luego de obtener la
Eurocopa de 1996. En el ataque continuaba Klinsmann, ahora hacien-
do dupla ofensiva con Bierhoff. Lothar Matthaus, a los 37 años, juga-
ría su quinto Mundial igualando el record del arquero mexicano Anto-
nio Carbajal. Además, sumaría la cifra record de 25 partidos mundia-
listas. Los estadounidenses arribaban a Francia con la base del equipo
del 94. El técnico ahora era Steve Sampson, quien fuera ayudante de
Bora Milutinovic cuatro años atrás. A los 10 minutos ya ganaba Ale-
mania, Andreas Moeller era el autor del gol. Luego, la supremacía

394
germana no se reflejó en el marcador. 1 a 0 al entretiempo.
En el complemento, Alemania estiró diferencias, Klinsmann a los
22 minutos decretó el 2 a 0 final. Sobria actuación alemana, pero sin
lucir, ante un Estados Unidos ordenado pero carente de creatividad
ofensiva.
El 15 de junio jugaron Inglaterra y Túnez en Marsella. Con la lle-
gada del entrenador Glen Hoddle se intentó cambiar el clásico juego
inglés de patear y correr, a favor de otro más técnico. Para ello, Ingla-
terra contaba con jugadores de muy buen pie, como McManaman,
Ince, Gascoigne y Beckham. Arriba esperaba el temible goleador Alan
Shearer. Túnez llegaba como ganador de su grupo clasificatorio por
sobre la Liberia del delantero del Milan George Weah. El técnico era
el polaco Henryk Kasperczak, quien liberó a los jugadores de las res-
ponsabilidades defensivas en pos del arco contrario. Sin embargo, los
ingleses se iban a poner en ventaja a los 42 minutos luego de la defini-
ción de su goleador Shearer. Primera mitad, 1 a 0.
En la segunda, los tunecinos intentaron pero les faltó poder ofen-
sivo para lastimar a los británicos, que recién a los 44 minutos pudie-
ron asegurarse la victoria gracias al “colorado” Paul Scholes. Inglate-
rra 2 – Túnez 0.
Los violentos hooligans ingleses dieron la nota luego del partido.
Esta vez fue el turno de los tunecinos. La gresca continuó después del
partido y las tres noches posteriores. El saldo, cientos de autos y vi-
drieras rotas, más de diez heridos y 15 detenidos.
A pesar de la prohibición de expendio de bebidas alcohólicas
reinante en la región se pudo observar a gran cantidad de ingleses be-
biendo cerveza y demás infusiones con alcohol. El gobierno francés
expulsó del país a los violentos.
Lyon fue el escenario para el encuentro entre Rumania y Colom-
bia el 15 de junio. El sexto puesto en Estados Unidos 94, más la clasi-
ficación sin sobresaltos a Francia, le habían permitido a Rumania ser
cabeza de serie y evitar a los grandes en la primera fase. Iordanescu
continuaba como entrenador. Gheorghe Hagi era el capitán y cerebro

395
del equipo. Colombia era dirigida por el ex asistente de Maturana,
Hernán Darío Gómez. El “Bolillo” continuó con el juego que venía
practicando la selección Colombia, de buen trato de la pelota y el to-
que a partir de la inteligencia del “Pibe” Carlos Valderrama para la
velocidad del goleador Faustino Asprilla. Todo esto que acabamos de
explicar del juego colombiano no se vio en Lyon. Adrian Ilie, a los 46
minutos del primer tiempo, batió al “Turco” Faryd Camilo Mondragón
Alí y marcó el único gol del partido.
En el complemento, Colombia buscó pero la defensa rumana no le
dio chances. Con el retraso de los europeos, los sudamericanos se
quedaron sin su principal arma ofensiva, el contraataque y no supieron
resolver el problema. Rumania 1 – Colombia 0.
El 16 de junio jugaron en Burdeos Escocia y Noruega, por el gru-
po A, inaugurando la segunda ronda de partidos. Escocia había perdi-
do con Brasil por culpa de un gol en contra. Noruega llegaba con un
punto producto del empate ante Marruecos. Dos equipos que jugaron
al pelotazo, con delanteros que bajaban la pelota de espaldas al arco. 0
a 0 en el primer tiempo.
En el segundo, al minuto nada más, Havard Flo puso en ventaja a
Noruega. Los nórdicos no supieron aguantar la victoria, se retrasaron
y propiciaron el empate escocés. El gol lo marcó Burley a los 21 mi-
nutos. Escocia y Noruega empataron 1 a 1 y definirían la clasificación
en la última jornada. Noruega sumaba 2 puntos pero debía enfrentar a
Brasil. Escocia 1 punto y de ganarle a Marruecos la clasificación esta-
ría casi asegurada, salvo algún resultado sorpresivo.
En Nantes, el 16 de junio, Brasil hizo los deberes ante Túnez. Ro-
naldo a los 9 minutos ya había colocado en ventaja a los de Zagallo. A
los 47, Rivaldo convertía el segundo y Brasil se iba al descanso 2 a 0.
En el segundo tiempo, Brasil continuó con el dominio de la pelota
y a los 5 minutos llegó un nuevo gol, esta vez de Bebeto. Con el parti-
do definido, los sudamericanos bajaron las revoluciones y se dedica-
ron a tener el balón. Brasil ganaba 3 a 0 a Túnez, llegaba a 6 puntos,
se aseguraba el liderazgo del grupo y se convertía en el primer clasifi-

396
cado a octavos de final.
El 17 de junio fue el turno de Chile y Austria en Saint Etienne.
Los dos llegaban con un punto producto de sendos empates en la pri-
mera fecha. El primer tiempo finalizó 0 a 0. Los chilenos eran más
ambiciosos pero sin generar claro peligro en el arco austriaco.
En la segunda etapa llegó la apertura del marcador. Marcelo Salas
a los 25 minutos le dio ventaja mínima a Chile. En el descuento,
cuando los trasandinos esperaban el pitazo final del árbitro, apareció
Vastic, que había ingresado a los 28 del segundo tiempo, y a los 47
minutos empató para Austria. No quedó tiempo para más. Chile 1 –
Austria 1.
Italia y Camerún jugaron en Montpellier el 17 de junio. Los dos
habían empatado con Chile y Austria respectivamente. El argentino
Claudio Rossi actuó como asistente número 2 en este encuentro. Fue
un partido físico y de roce. A los 7 minutos, Italia encontró el gol por
medio de Di Biagio. Luego se fue retrasando, apostando al contragol-
pe. A los 42 minutos se fue expulsado Kalla en Camerún. Primer
tiempo 1 a 0.
En el segundo, con el paso de los minutos comenzó a notarse el
jugador de menos en el equipo africano. Hasta que a los 30 minutos
Christian Vieri convirtió el 2 a 0 para Italia. A los 44, otra vez el go-
leador Vieri marcaría el definitivo 3 a 0 que situaba a los italianos
primeros en su grupo. Italia 3 – Camerún 0.
El 18 de junio se midieron en Toulouse Sudáfrica y Dinamarca.
Los daneses llegaban luego de una victoria, los africanos de una derro-
ta. Siete amonestados y tres expulsados tuvo el partido, lo que muestra
que se jugó fuerte esa tarde en Toulouse. Dinamarca se colocó arriba a
los 12 minutos por intermedio de Nielsen. Ese iba a ser el resultado
luego de los primeros 45 minutos.
En la segunda mitad, a los 6 minutos llegó el empate de Benny
McCarthy para Sudáfrica. Después las expulsiones, a los 21 se fueron
Molnar en Dinamarca, a los 23 Phiri en Sudáfrica y Wieghorst a los
40 en Sudáfrica. Sudáfrica y Dinamarca igualaron 1 a 1. Dinamarca

397
cerca de la clasificación. Sudáfrica complicada.
Ante 80.000 personas se presentaba el local Francia, en Saint-
Denis, el 18 de junio ante Arabia Saudita. Carlos Parreira, el técnico
campeón del mundo en 1994, ahora entrenador de los árabes, no con-
taba con las estrellas de Brasil y poco pudo hacer ante Francia, que
borró de la cancha al equipo de medio oriente. El encuentro se com-
plicó para los árabes a los 19 minutos cuando vio la tarjeta roja Al
Khilaiwi. Henry a los 37 minutos abrió la cuenta.
El franco-argentino David Trezeguet marcó el segundo a los 23
minutos del complemento. A los 26 se fue expulsada la estrella gala
Zinedine Zidane, con roja directa por pisar a un rival. La expulsión le
costaría dos partidos de suspensión. Otra vez Thierry Henry a los 33,
para el 3 a 0. A los 40, el defensor vasco francés Bixente Lizarazu
marcaría el último de la goleada 4 a 0 de Francia sobre Arabia Saudi-
ta. Los locales se aseguraban la clasificación.
Nigeria, que le había ganado a España, y Bulgaria, que había em-
patado con Paraguay, jugaban el 19 de junio en París. Partido áspero
con seis amonestados. Los nigerianos más decididos a atacar. Bulgaria
esperaba acertar un contragolpe. Nigeria logró colocarse en ventaja a
los 28 minutos gracias a Victor Ikpeba.
En la segunda etapa, los europeos intentaron sin lastimar a los
corpulentos nigerianos. Bulgaria no era la misma que había sorprendi-
do al mundo cuatro años antes. Nigeria 1 – Bulgaria 0. Los africanos
se instalaban entre los 16 mejores.
El 19 de junio España buscaba recomponerse de la derrota inicial
ante Paraguay, que venía de empatar. Jugaban en Saint-Etienne ante
30.600 espectadores. España buscó pero se topó una y otra vez con la
sólida defensa guaraní, inexpugnable ese día. Fue empate 0 a 0. Para-
guay seguía con esperanzas de clasificar. España complicada, tenía
chances pero debía ganar y esperar.
Por el Grupo E jugaron el 20 de junio en Marsella, Holanda y Co-
rea del Sur. Los holandeses llegaban con 1 punto producto del empate
con Bélgica. Los asiáticos habían caído con México. El encuentro fue

398
un monólogo de Holanda. El primer gol tardó en llegar, Cocu lo con-
virtió a los 37 minutos. Overmars a los 41 anotaría el segundo.
En el segundo tiempo, Bergkamp, a los 26 minutos, concretó el 3
a 0. Van Hooijdonk a los 35 y 4 a 0. Cerraría la goleada, a los 38 mi-
nutos, Ronald De Boer. Holanda 5 – Corea del Sur 0.
El 20 de junio, en Burdeos, midieron fuerzas Bélgica y México.
Javier Castrilli fue cuarto árbitro del partido. México sufrió la expul-
sión de Pavel Pardo a los 28 minutos, hecho que condicionó su fun-
cionamiento. Wilmots adelantó a los belgas a los 42 minutos. Primer
tiempo, 1 a 0 para Bélgica.
En el segundo, nuevamente Marc Wilmots marcó para los euro-
peos. Parecía imposible para los aztecas remontar dos goles con un
jugador menos. Pero a los 9 minutos fue expulsado Verheyen en Bél-
gica y penal para México, que García Aspe convirtió a los 10. Con los
dos con diez hombres, el trámite del partido se emparejó. México bus-
caba el empate y Bélgica defendía, hasta que a los 17 minutos apare-
ció Cuauhtemoc Blanco y les dio el empate a los americanos del norte.
Fue empate 2 a 2 entre Bélgica y México.
Por el Grupo H, el de Argentina, también jugaron el 20 de junio
en Nantes, Japón y Croacia. Los nipones habían perdido con Argenti-
na, los croatas ganado a Jamaica. Los japoneses demostraron que eran
un equipo duro, que no había sido casualidad la exigua diferencia en-
tre ellos y Argentina. Croacia no pudo desnivelar el marcador en la
primera mitad.
En la segunda, los croatas siguieron intentando. Los asiáticos, más
allá de estar bien parados en defensa, carecían de poder ofensivo. Un
gol en contra era prácticamente una derrota. Esto ocurrió a los 32 mi-
nutos cuando el goleador croata Davor Suker marcó el único gol del
partido. Croacia le ganaba a Japón 1 a 0 y se clasificaba. Los nipones
quedaban eliminados. Tendrían revancha cuatro años más tarde en su
propio país.
Argentina y Jamaica completaron la segunda fecha del Grupo H,
el 21 de junio en París. Fue una tarde donde funcionó todo bien en el

399
equipo de Daniel Passarella. El débil equipo centroamericano, que ya
había recibido tres goles de parte de Croacia, nada pudo hacer contra
el poder ofensivo albiceleste. El “burrito”Ariel Ortega abrió la cuenta
a los 31 minutos. Primer tiempo 1 a 0 y en deuda.
Pero en la segunda parte llegaron los goles. A los 10 minutos otra
vez Ortega y el “Batigol” Gabriel Omar Batistuta por tres a los 28, 33
y 38 minutos, este último de penal, firmaron una goleada 5 a 0 de Ar-
gentina sobre Jamaica. Sobre el final fue expulsado Powell en Jamai-
ca. El triunfo le aseguraba a Argentina la clasificación. En la última
fecha definiría con Croacia quién era primero y quién segundo en el
grupo.
Gabriel Omar Batistuta se convirtió en el primer jugador en con-
vertir tres goles en un mismo partido en dos Mundiales, a Grecia en
1994 y a Jamaica en 1998.
El 21 de junio se medían dos selecciones que habían triunfado en
sus presentaciones, Alemania y Yugoslavia. El partido se desarrolló
en Lens. El encuentro fue entretenido. Los yugoslavos se pusieron en
ventaja a los 13 minutos gracias a Predrag Mijatovic. Los alemanes no
podían con el buen trato de la pelota por parte de los balcánicos. 1 a 0
en los primeros 45 minutos.
A los 7 minutos de la segunda parte, Dragan Stojkovic marcó el
segundo gol para Yugoslavia. Tenían el encuentro encaminado hacia
la victoria. Pero se durmieron unos minutos y lo pagaron caro. Sinisa
Mihajlovic convirtió en su propio arco a los 27 minutos y a los 33
Oliver Bierhoff le dio el empate a Alemania. En siete minutos, Ale-
mania igualaba. Ese sería el resultado. Alemania 2 – Yugoslavia 2.
En Lyon, el 21 de junio, se vivió uno de los partidos más espera-
dos desde que se supo la distribución de los equipos en los grupos y
no precisamente por el fútbol mostrado por sus respectivos seleccio-
nados. En el Grupo F habían caído Estados Unidos e Irán. Las relacio-
nes diplomáticas entre los dos países estaban pasando por un momento
de tirantez y hasta se hablaba de una posible invasión estadounidense
a la antigua Persia. Los iraníes se tomaron el partido como una batalla,

400
como cuestión de Estado. Jugaron lealmente pero con el corazón. Los
estadounidenses lo tomaron como un partido incómodo, donde lo im-
portante era ser correctos, más allá del resultado. Afortunadamente no
fue un encuentro violento. Estili marcó el 1 a 0 con que Irán se iría
ganando al entretiempo.
En el complemento, Mahdavikia aumentó la diferencia para los
asiáticos a los 38 minutos. McBride descontó a los 42 para Estados
Unidos pero la reacción había llegado tarde. Irán vencía a EE.UU. por
2 a 1.
El triunfo fue festejado por el régimen de Irán como una de sus
mayores victorias políticas, a pesar de que ellos decían aborrecer el
fútbol, incluso la televisión estatal repitió constantemente los goles de
la selección iraní con una música marcial de fondo.
Al llegar a su país de origen, los jugadores se encontraron con que
miles de fanáticos los esperaban en el aeropuerto Mehrabad de Tehe-
rán, luciendo sus camisetas y ondeando sus banderas.
Todo el pueblo iraní se encontraba orgulloso de que su primer
triunfo en la historia de los Mundiales haya sido nada más ni nada
menos que contra Estados Unidos.
El 22 de junio en Montpellier, jugaron Colombia y Túnez. Los dos
habían perdido en el primer encuentro y necesitaban una victoria. Co-
lombia llegaba con problemas en su plantel porque el delantero Faus-
tino “Tino” Asprilla, que había sido reemplazado durante el primer
cotejo disputado frente a Rumania, donde perdieron por uno a cero, se
quejó por el cambio, acusó al técnico “Bolillo” Gómez de tener favori-
tismos con ciertos jugadores y fue expulsado de su selección por el
entrenador, decisión apoyada por todo el plantel. A pesar de los in-
convenientes, los cafeteros eran favoritos. No se sacaron ventajas en el
primer tiempo.
En el segundo, Colombia era quien marcaba el ritmo del partido
pero los minutos pasaban y el tan esperado gol no llegaba. Hasta que
Leiden Preciado, que había ingresado por el “Tren” Valencia, a los 37
minutos marcó el gol de la victoria. Colombia le ganaba 1 a 0 a Túnez

401
y seguía con vida. Túnez eliminado.
En duelo de ganadores del Grupo G, se enfrentaron el 22 de junio
en Toulouse, Rumania e Inglaterra. Primer tiempo parejo y sin goles,
con un equipo rumano más agresivo que el inglés.
En el segundo tiempo, Moldovan aprovechó que los ingleses se
estaban acomodando tras el descanso y a los 2 minutos abrió la cuenta
a favor de Rumania. Michael Owen a los 36, a falta de 9 para el final,
igualaría las acciones. Todo hacía prever que sería empate, pero apa-
reció el defensor central Dan Petrescu a los 45 minutos y le dio la vic-
toria agónica a Rumania. Rumania 2 – Inglaterra 1. Con el triunfo,
Rumania se instalaba en los octavos de final.
La tercera y última rueda de partidos de los grupos comenzó el 23
de junio con cuatro partidos correspondientes a los grupos A y B. En
Saint-Etienne jugaron Escocia y Marruecos por el grupo A. Se espera-
ba un triunfo o al menos un empate de Brasil sobre Noruega que juga-
ban a la misma hora. De ser así, el que ganaba este partido clasificaba
a la siguiente fase. Los marroquíes jugaron sin ataduras y su buena
técnica se impuso. A los 23 minutos Bassir puso a Marruecos 1 a 0.
Entonces, los escoceses tuvieron que salir a buscar el empate y queda-
ron a merced de los contragolpes de los africanos.
En el segundo tiempo, al minuto 1, Hadda estiró la ventaja marro-
quí a 2 goles. Sobre el final, a los 40 minutos nuevamente Bassir selló
la victoria de Marruecos 3 a 0 sobre Escocia. Los británicos se despe-
dían de otro Mundial sin poder pasar de ronda. Finalmente, el esfuerzo
de los marroquíes no alcanzaría porque Noruega, sorpresivamente,
vencería a Brasil alcanzando el segundo lugar de la clasificación.
Brasil, ya clasificado y asegurado el primer lugar del grupo, en-
frentaba a Noruega, que necesitaba ganar para clasificar. El encuentro
se jugó el 23 de junio en Marsella. Zagallo puso en cancha el equipo
titular, no especuló con reservarlos para los octavos de final. Los nór-
dicos buscaron, con precauciones defensivas, infructuosamente duran-
te todo el primer tiempo.
En el complemento, la tónica era similar, hasta que a los 33 minu-

402
tos Bebeto le dio ventaja a Brasil. Noruega reaccionó y empató a los
38 por obra del goleador Tore Andre Flo. Se iba el partido y con él las
esperanzas de clasificación de los europeos. Pero a los 44, penal para
Noruega. Junior Baiano agarró de la camiseta a Tore Andre Flo en el
área. Rekdal se encargó de ejecutarlo, engañando a Taffarel y dándole
la victoria a su equipo por 2 a 1. Noruega daba la sorpresa, le ganaba a
Brasil 2 a 1, llegaba a 5 puntos alcanzando el segundo lugar en su
grupo, eliminando a Marruecos.
Antes del partido entre Brasil y Noruega se realizó un casamiento
en el estadio. La pareja compuesta por el noruego Oivind Ekeland y la
brasileña Rosangela de Souza solicitaron permiso a los dirigentes de
FIFA para casarse en el campo de juego donde posteriormente se iban
a enfrentar sus respectivos países. La FIFA autorizó el curioso pedido
y la pareja pudo contraer matrimonio en el círculo central del estadio
Velodrome de Marsella.
En Saint-Denis, el 23 de junio definían su pase a la siguiente ron-
da Italia, a quien le alcanzaba con un empate, y Austria, que debía
ganar. Los italianos esperaron a Austria para contraatacar. Los austria-
cos no tuvieron la lucidez suficiente para inquietar seriamente a la
“azzurra”. La sustitución por lesión de Alessandro Nesta por Giuseppe
Bergomi a los 4 minutos fue el cambio más rápido de la historia de la
Copa. Primer tiempo en 0.
En el segundo, las pretensiones de Austria a clasificar se compli-
caron aun más cuando a los 3 minutos Vieri convirtió para Italia. Ya
con los austriacos jugados al ataque, Roberto Baggio marcó el segun-
do a los 45. De nada sirvió el descuento de Herzog, de penal, a los 47.
Italia 2 – Austria 1. Italia ganaba el grupo. Austria de vuelta a casa.
A la misma hora que Italia – Austria, el 23 de junio, jugaban en
Nantes Chile y Camerún. Chile sumaba 2 puntos y Camerún 1. Los
dos debían ganar o empatar y esperar que perdiera Austria. Los chile-
nos se pusieron al frente a los 20 minutos gracias al gol de Sierra. Se
iría al descanso en ventaja.
En la segunda etapa, a los 6 minutos se produjo la expulsión de

403
Rigobert Song, convirtiéndose en el primero en ser expulsado en dos
mundiales consecutivos: contra Brasil en Estados Unidos 94 y en esta
oportunidad ante Chile. Con diez, Camerún logró el empate. Mboma
anotó la igualdad. Los trasandinos no pudieron vulnerar el arco de
Songoo, ni siquiera después que Camerún quedara con nueve jugado-
res tras la expulsión de Lauren, a los 43 minutos. Chile 1 – Camerún
1. El empate le dio la clasificación a Chile con apenas 3 puntos. Ca-
merún se despidió del certamen con 2 unidades.
El 24 de junio, en Lyon, la ya clasificada Francia jugaba con Di-
namarca. Los daneses estaban clasificados con el empate, incluso
también si Sudáfrica ganaba por escasa diferencia. Los locales no es-
pecularon con el empate que les aseguraba el primer lugar del grupo y
salieron a ganar. A los 12 minutos ya estaba arriba 1 a 0 gracias al gol,
de penal, convertido por Djorkaeff. También de penal, llegaría el em-
pate danés a los 42. Michael Laudrup fue el autor de la igualdad. 1 a 1,
el resultado de los primeros 45 minutos.
En el complemento Francia volvió a ponerse al frente, Emmanuel
Petit convirtió el 2 a 1 a los 11 minutos. El marcador no se volvería a
mover. Francia vencía 2 a 1 a Dinamarca y los dos pasaban de ronda.
El otro encuentro del Grupo C lo jugaron Sudáfrica y Arabia Sau-
dita, el 24 de junio en Burdeos. Los asiáticos ya estaban eliminados y
sin Carlos Parreira, quien había sido despedido en pleno torneo por el
príncipe Faisal, hijo del rey Fahd. Lo reemplazó Mohammed Al Kha-
rashy. Sudáfrica todavía albergaba una esperanza: ganar por tres goles
de diferencia y esperar que Francia derrotara a Dinamarca, como fi-
nalmente ocurrió. El encuentro fue abierto y entretenido, ya que unos
se jugaban la clasificación y los otros ya no tenían presiones. Los sud-
africanos se adelantaron en el marcador a los 18 minutos por obra de
Bartlett. Cuando finalizaba el primer tiempo, a los 47 minutos y de
penal, Al Jaber convirtió el empate.
En el segundo tiempo, los de medio oriente pasarían a ganar el en-
cuentro gracias a otro penal otorgado por el árbitro chileno Mario
Sánchez y convertido, esta vez, por Al Tunayan a los 29 minutos. So-

404
bre el final, ya por el honor y sabiendo que la clasificación se les había
escapado, a los 48 minutos Bartlett marcó el empate. Sudáfrica y Ara-
bia Saudita empataron 2 a 2 y se despidieron de Francia.
También el 24 de junio se jugaron los partidos del Grupo D. El
argentino Claudio Rossi actuó como asistente número 2. En Lens lo
hicieron España y Bulgaria. Los dos seleccionados habían perdido con
Nigeria y empatado con Paraguay. Ahora debían ganar y esperar que
Paraguay no venciera a Nigeria. Los españoles abrieron rápidamente
el partido. A los 6 minutos, Hierro de penal convirtió el 1 a 0. Luis
Enrique convertiría el segundo a los 18. Los búlgaros no reacciona-
ban. Primer tiempo 2 a 0.
En el segundo, Morientes a los 10 minutos y 3 a 0. A los 13, Emil
Kostadinov descontó para Bulgaria. El trámite del partido se equilibra-
ría, hasta que sobre el final llegarían más goles españoles. Nuevamen-
te Fernando Morientes, a los 36, 4 a 1. Bachev en contra, a los 43, 5 a
1 y a los 49 Kiko anotó el definitivo 6 a 1. Goleada española 6 a 1
sobre Bulgaria. Como veremos, no le serviría de nada. Paraguay ven-
cería a Nigeria y convertiría en fracaso, una vez más, la participación
ibérica en un Mundial.
Nigeria y Paraguay se enfrentaron el 24 de junio en Toulouse. Mi-
lutinovic, con su equipo ya clasificado y ganador del grupo, optó por
mechar titulares y suplentes en la formación inicial. El brasileño Car-
pegiani puso lo mejor que tenía, ya que estaba obligado a ganar para
no depender de nadie. De empatar necesitaría un empate, también,
entre España y Bulgaria. Los paraguayos se encontraron rápidamente
en ventaja, al minuto Celso Ayala convirtió el 1 a 0. La reacción de las
“águilas verdes” no se hizo esperar. Oruma a los 11 empató en 1.
Igualdad al descanso.
En el segundo tiempo, Benítez desniveló para los guaraníes a los
13 minutos. Sobre el final, a los 41 minutos, José “Tacuara” Cardozo
aseguró la clasificación de Paraguay marcando el 3 a 1 definitivo. Pa-
raguay 3 – Nigeria 1. Los dos pasaban a octavos de final.
El 25 de junio en París, jugaron Bélgica y Corea del Sur. A pesar

405
de no haber ganado en sus presentaciones anteriores, Bélgica todavía
tenía chances de clasificar. Debía ganar por más de un gol de diferen-
cia. Corea del Sur ya estaba eliminada. Además, habían despedido al
técnico Cha, quien había sido sustituido por su ayudante de campo,
Pyung Seok Kim. Nilis, a los 7 minutos, anotó para los belgas. Se es-
peraba que comenzaran a llegar más tantos, pero la cuenta se frenó. Al
entretiempo, ganaban los europeos por ventaja mínima.
En la segunda parte, Bélgica intentó pero sin lastimar a los asiáti-
cos, que consiguieron su único punto en el certamen gracias a que
Yoo, a los 26 minutos, aprovechó los descuidos defensivos de Bélgica
para anotar el empate. Fue 1 a 1 entre Bélgica y Corea del Sur. Los
europeos se despedían invictos del torneo, quedaba claro que desde
que se otorgaban 3 puntos por victoria, empatar no era negocio. Los
surcoreanos quedaban eliminados pero sumaban experiencia para el
2002, donde serían anfitriones junto a Japón.
En Saint-Etienne, el 25 de junio jugaron Holanda y México. Los
holandeses se pusieron rápidamente en ventaja. A los 4 minutos Cocu
marcó el 1 a 0. A los 18 Ronald De Boer convirtió el segundo. Los
mexicanos no reaccionaban. Al entretiempo, los europeos ganaban 2 a
0 y se aseguraban el primer lugar del grupo. México quedaba afuera
porque Bélgica con el triunfo parcial lo superaba por un punto.
En el segundo tiempo llegaría la heroica remontada azteca. Los
minutos pasaban y los goles mexicanos no llegaban. Las noticias del
empate coreano en París devolvían la clasificación a los americanos y
animaron a sus jugadores. A los 30 minutos descontó Peláez. A los 44
se fue expulsado Ramón Ramírez, pero los mexicanos, con diez y con
garra llevaron a Holanda defenderse. En la última jugada del partido, a
los 49 minutos, Luis Hernández definió, venció al arquero Edwin Van
Der Sar y decretó el empate 2 a 2. Holanda 2 – México 2. Ambos ter-
minaban en la cima del Grupo E con 5 puntos, pero los naranjas se
clasificaban en primer lugar por mejor diferencia de gol.
Por el Grupo F, también el 25 de junio, jugaron Alemania e Irán
en Montpellier. El argentino Javier Castrilli fue el cuarto árbitro. El

406
juez estrella del fútbol argentino no convenció a los veedores de FIFA
y solo dirigió como árbitro central dos encuentros en todo el torneo.
Los alemanes debían empatar para clasificar, mientras que los iraníes,
luego del triunfo ante Estados Unidos, tenían chances. Con un triunfo
o un empate y una victoria de los norteamericanos sobre Yugoslavia.
El primer tiempo fue equilibrado y finalizó empatado en 0.
El segundo decantó a favor de los germanos. A los 5 minutos
Bierhoff convirtió el 1 a 0. Siete minutos después, a los 12, Klinsmann
convirtió el segundo. Los iraníes respetaron demasiado a los europeos,
quizá por temor a una goleada. Alemania derrotó 2 a 0 a Irán y se cla-
sificó primera del grupo. Irán quedó eliminado pero feliz por la victo-
ria ante Estados Unidos.
El otro encuentro del Grupo F lo disputaron Yugoslavia y Estados
Unidos, el 25 de junio en Nantes. Los norteamericanos ya estaban
eliminados. Los yugoslavos, con 4 puntos, necesitaban un empate o
esperar que Alemania derrotara a Irán. Yugoslavia madrugó a los es-
tadounidenses y a los 3 minutos pasaba al frente gracias al gol de Ko-
mijenovic. Con el triunfo, los balcánicos estaban clasificados, por lo
que se dedicaron a cuidar la pelota. Los estadounidenses, sin presio-
nes, pero también sin ideas, no inquietaron al arquero Kralj. Yugosla-
via derrotó a Estados Unidos 1 a 0 y se clasificó segundo por diferen-
cia de gol, a octavos de final.
El 26 de junio en Saint-Denis jugaron Rumania, ya clasificada, y
Túnez, ya eliminado. Luego de las previsibles derrotas ante Inglaterra
y Colombia por 2 y 1 a 0 respectivamente, los dirigentes tunecinos,
poco pacientes, despidieron al entrenador polaco Henryk Kasperczak,
en su lugar se hizo cargo de la conducción técnica Ali Selmi. 77.000
personas vieron en el estadio éste encuentro por nada. Los tunecinos
comenzaron ganando gracias a un penal convertido por Souayeh a los
12 minutos. Los africanos salieron decididos a quedarse con la victo-
ria. Los rumanos, con una formación mixta entre habituales titulares y
suplentes, ya estaban pensando en la próxima ronda. Primer tiempo 1
a 0.

407
En el segundo tiempo, a los 26 minutos Rumania encontró el em-
pate por intermedio de Moldovan. Los europeos intentaron ganar el
partido pero los africanos aguantaron el empate. Así se dieron el gusto
de conseguir una unidad antes de despedirse del torneo. Los rumanos
ganaron el grupo con 7 puntos. Rumania 1 – Túnez 1.
El otro encuentro del Grupo G se jugó el 26 de junio, en Lens, en-
tre Inglaterra y Colombia, simultáneamente con el de Rumania y Tú-
nez. Uno de los dos quedaba afuera. Ambos sumaban 3 unidades. El
que ganaba seguía en competencia. El empate favorecía a Inglaterra
por diferencia de gol. Inglaterra lo liquidó en el primer tiempo, a los
20 minutos llegó el gol de Anderton y a los 29 el segundo de David
Beckham. De ahí en adelante los colombianos intentaron pero los in-
gleses se cerraron bien en defensa, especulando con un contraataque.
La reacción cafetera nunca llegaría y por segundo Mundial consecuti-
vo se despedía tempranamente. Los británicos acompañaban a Ruma-
nia a los octavos de final. Inglaterra 2 – Colombia 0.
El 26 de junio se definían los últimos clasificados del Grupo H,
mejor dicho la ubicación de los clasificados, porque estaba definido
que Japón y Jamaica, sin puntos, se medían en Lens solo para comple-
tar y que Argentina y Croacia jugaban para definir el ganador del gru-
po. Los centroamericanos se mostraron más animados y lograron po-
nerse en ventaja a los 39 minutos gracias al gol convertido por el de-
lantero Theodore Whitmore.
En el segundo tiempo, volvió a marcar Jamaica, a los 9 minutos
nuevamente Whitmore batió al arquero Kawaguchi. 2 a 0. Nakayama
descontó a los 29 para Japón pero no alcanzaría. Jamaica 2 – Japón 1.
Los jamaiquinos se despedían de Francia con un triunfo. Los japone-
ses intentarían lograr su primer punto en Mundiales jugando como
locales en el 2002.
Al arribar a su país, la selección de Jamaica fue recibida con ho-
nores y sus jugadores fueron declarados héroes nacionales, mientras
que a su entrenador, René Simoes, le ofrecieron tres millones de dóla-
res para que continuara en sus funciones.

408
Argentina y Croacia, ya clasificados, jugaron el 26 de junio en
Burdeos para definir quién se quedaba con el Grupo H. Los croatas
presentaron su mejor equipo. Passarella mechó titulares y suplentes,
pensando en el choque de octavos de final. El encuentro fue parejo,
pero los argentinos impusieron su calidad. El único gol del partido lo
marcó Mauricio Pineda para Argentina a los 36 minutos del primer
tiempo. Se había hablado del duelo entre los centrodelanteros de pri-
mer nivel mundial, Batistuta y Suker, pero ninguno de los dos pudo
marcar. Argentina le ganaba a Croacia 1 a 0, era primera de su grupo
con puntaje ideal, 7 goles a favor y ninguno en contra.
Los cruces de octavos de final quedaron de la siguiente manera:
Brasil – Chile; Nigeria – Dinamarca; Holanda – Yugoslavia; Argenti-
na – Inglaterra; Italia – Noruega; Francia – Paraguay; Alemania –
México y Rumania – Croacia.
Argentina – Inglaterra acaparaba todas las miradas en los choques
de octavos de final. Se destacó el nivel de las selecciones sudamerica-
nas, clasificando entre los 16 mejores 4 de 5 participantes en el torneo.
El 27 de junio, en Marsella, Italia y Noruega inauguraron los oc-
tavos de final. En un partido donde las defensas fueron las estrellas y
escasearon los ataques, un gol de Christian Vieri para Italia a los 18
minutos del primer tiempo, definió el partido. Italia 1 – Noruega 0. La
“azzurra” ya estaba en cuartos de final.
También el 27 de junio, pero en el Parque de los Príncipes, en Pa-
rís, tuvo lugar el duelo sudamericano entre Brasil y Chile. Como diji-
mos anteriormente, Chile contaba con gran poder ofensivo, pero su
defensa era endeble. Brasil se aprovechó de este aspecto y salió a ata-
car. A los 11 minutos lograba abrir el marcador por obra de César
Sampaio. El propio volante volvía a aparecer a los 26 y convertía el
segundo. Brasil se iría al descanso con el partido definido porque en el
descuento, a los 48 minutos, Ronaldo, de penal, marcaba el 3 a 0.
En el complemento, los brasileños se dedicaron a hacer circular el
balón para que transcurrieran los minutos. Marcelo Salas descontó a
los 25 minutos, pero dos más tarde, a los 27 Ronaldo convirtió el cuar-

409
to. El gol aplacó cualquier intento de reacción trasandina. Brasil cum-
plió con su deber y le ganó a Chile 4 a 1, instalándose entre los 8 me-
jores del certamen.
El 28 de junio, en Lens, se enfrentaron Francia y Paraguay. Fue
uno de los partidos más difíciles para los locales. Francia intentó todo
el partido, pero Paraguay defendió con la garra que lo caracteriza. Chi-
lavert ordenaba el fondo y los demás presionaban e iban a cada pelota
como si fuera la última. Además, cuando podían hacían tiempo, a sa-
biendas de que cuanto más pasaban los minutos, más nerviosos se
ponían los locales y el público, a la espera de una jugada parada o un
contragolpe para convertir. Cinco amonestados tuvieron los guaraníes
durante el encuentro y ninguno los galos. Los 90 minutos finalizaron
igualados en 0. Fueron a suplementario, con la nueva regla de “gol de
oro”, es decir que si se convertía un tanto, automáticamente finalizaba
el encuentro. Los primeros 15 minutos continuaron en empate. Hasta
que a los 9 minutos del segundo tiempo extra, apareció Laurent Blanc
y convirtió el gol del triunfo para Francia. Fue la única definición del
Mundial mediante este sistema y favoreció a los locales. Francia le
ganó 1 a 0 a un durísimo Paraguay y accedió a la siguiente fase.
Los jugadores de la selección paraguaya fueron recibidos como
héroes a la llegada al aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción. La
multitud que los esperaba, veinte mil hinchas, vivaron sus nombres y
flamearon banderas nacionales.
En Saint-Denis, el 28 de junio, jugaron Nigeria y Dinamarca. Casi
desde el vestuario, Dinamarca se encontró ganando el encuentro, gra-
cias al gol de Moeller a los 3 minutos. A los 12, Brian Laudrup marcó
el 2 a 0. Los nigerianos se desprotegieron atrás en busca del descuento
y le dejaban la contra a los daneses. Primer tiempo 2 a 0.
En la segunda etapa, se batió un curioso record, a los 13 minutos
ingresó Ebbe Sand por Peter Moeller. Sand convirtió el gol más veloz
de la historia de la Copa conseguido por un suplente. Sand mandó a la
red la primera pelota que tocó, apenas 16 segundos después de haber
ingresado. Dinamarca 3 a 0. Thomas Helveg, a los 31 convirtió el

410
cuarto. Babangida, un minuto después, a los 32 anotó el gol del honor
para las “águilas verdes”, que insinuó estar para más pero se despidió
de la Copa en octavos de final. Dinamarca seguía en competencia.
Dinamarca 4 – Nigeria 1.
El 29 fue el turno de Alemania y México, el partido se disputó en
Montpellier. El encuentro se jugó como una final, con pierna fuerte y
roces. El primer tiempo finalizó 0 a 0.
En el segundo, a los 2 minutos, apareció el “Pájaro” Luis Hernán-
dez, para dar la sorpresa y adelantar a los aztecas. El tiempo pasaba y
el dominio germano no se reflejaba en el marcador. Hasta que apare-
ció el goleador Juergen Klinsmann, a los 29, y marcó el empate en 1.
Todo hacía presagiar que irían a tiempo suplementario, pero el oficio
de los teutones hizo que Oliver Bierhoff, a los 41 minutos, le diera el
triunfo a Alemania. Los europeos pasaban a cuartos. México había
estado cerca y dejado una buena imagen. Pero no pudo con el lema,
disculpen por la reiteración, ese que dice que a las etapas decisivas de
los Mundiales siempre llegan los grandes. Alemania 2 – México 1.
Toulouse fue escenario del cruce entre Holanda y Yugoslavia, el
29 de junio. Sería el último partido de Yugoslavia en Mundiales, antes
de cambiarse en el 2003 el nombre a Serbia y Montenegro. Los holan-
deses fueron más ambiciosos en el primer tiempo y se fueron al des-
canso con premio. A los 38 minutos, Dennis Bergkamp marcó el 1 a 0.
En el segundo, reaccionaron rápidamente los yugoslavos por in-
termedio de Komijenovic, quien empató a los 3 minutos. Desde en-
tonces, los arcos se cerraron. Pero el gol aparecería otra vez en el epí-
logo. A los dos minutos de adición, Edgar Davis convirtió el agónico
gol que le permitió a Holanda ganarle a Yugoslavia 2 a 1 y clasificar a
cuartos de final.
El 30 de junio, en Burdeos, chocaron Rumania y Croacia. El arbi-
traje estuvo a cargo de Javier Castrilli y el asistente número 1 fue
Claudio Rossi. Los jugadores rumanos se hicieron una promesa, si
lograban superar la primera ronda del torneo, se teñirían todos sus
cabelleras de rubio. Por lo que salieron platinados a jugar el partido.

411
En un encuentro parejo, el gol que le dio la victoria a Croacia llegó a
través de un penal cobrado por el “sheriff” a los 47 minutos del primer
tiempo, que Davor Suker transformó en gol.
En la segunda parte, Hagi y compañía intentaron pero no pudieron
superar la resistencia de la defensa croata y del arquero Ladic. Croacia
1 – Rumania 0. La debutante Croacia seguía haciendo historia insta-
lándose entre los ocho mejores. Rumania pasaba de ganar el grupo a
hacer las valijas con pocos días de diferencia.
El último partido de octavos de final era el más esperado, el que
protagonizaron el 30 de junio en Saint-Etienne, Argentina e Inglaterra.
Este partido fue el match que más conexiones de Internet recibió, 70
millones de navegantes se informaban sobre este especial cotejo en el
site oficial del Mundial de Francia 98. Era la revancha del 86, tan es-
perada por los ingleses. Argentina comenzaría con el pie derecho
cuando a los 5 minutos Gabriel Batistuta convirtiera en gol el penal
cobrado por el árbitro danés Kim Nielsen. Cuatro minutos más tarde,
el juez cobraría otra pena máxima, en este caso para los británicos. El
goleador inglés Alan Shearer venció a Carlos “Lechuga” Roa e igualó
en 1. Inglaterra iba a pasar al frente promediando el cuarto de hora. A
los 16 minutos Michael Owen anotó el 2 a 1. Sobre la hora, a los 46,
Javier “Pupi” Zanetti convirtió un golazo que permitió a los dirigidos
por Daniel Passarella irse al entretiempo empatados 2 a 2.
Las emociones se vivieron en el primer tiempo, en el segundo, lo
más importante pasó por la expulsión del mediático volante inglés
David Beckham, quien a los 2 minutos vio la roja directa por tirarle un
puntapié al capitán albiceleste Diego Simeone. Argentina, con un ju-
gador más, no pudo vencer al arquero David Seaman, ni en el segundo
tiempo, ni tampoco en los 30 minutos de tiempo suplementario. El
equipo que seguiría en competencia saldría de la definición por pena-
les.
Por Inglaterra convirtieron: Shearer, Merson y Owen. Fallaron:
Ince (atajado) y Batty (atajado), quien posteriormente admitió que
había pedido ejecutar el penal, a pesar de que jamás había pateado uno

412
como profesional.
Por Argentina erró Crespo (atajado). Convirtieron: Berti, Verón,
Gallardo y Ayala.
Justamente Hoddle, técnico ingles, antes del Mundial había decla-
rado que practicar tiros desde el punto del penal era una completa pér-
dida de tiempo.
Luego de igualar 2 a 2 en los 120 minutos jugados, Argentina
venció a Inglaterra 4 a 3 por penales y se sumó a los cuartofinalistas.
La revancha de Inglaterra debería esperar cuatro años más.
Las llaves de cuartos de final depararon los siguientes enfrenta-
mientos: Italia – Francia; Brasil – Dinamarca; Holanda – Argentina y
Alemania – Croacia.
El 3 de julio, en Saint-Denis, se midieron Italia y Francia. En
Francia volvía Zidane luego de la suspensión por dos fechas. Los ita-
lianos apelaron a su táctica defensiva esperando la oportunidad de
sorprender de contraataque, o en última instancia definir por penales
donde las chances se emparejaban. Francia hizo el desgaste e intentó
infructuosamente durante los 120 minutos. No se sacaron ventajas
durante los 90 minutos, ni en los 30 suplementarios. Esta vez tampoco
hubo gol de oro, por lo que el primer semifinalista saldría luego de la
ejecución de penales.
Para Francia convirtieron: Zidane, Trezeguet, Henry y Blanc.
Erró: Lizarazu (atajado).
En Italia convirtieron: Roberto Bagio, Costacurta y Vieri. Falla-
ron: Albertini (atajado) y Di Biaggio (travesaño).
El parido había finalizado 0 a 0. En la definición por penales,
Francia se impuso a Italia 4 a 3 y se convirtió en el primer semifinalis-
ta.
También el 3 de julio, pero en Nantes, se enfrentaron Brasil y Di-
namarca. Los dos llegaban tras sendas goleadas 4 a 1, lo que auguraba
un partido abierto y con goles. Lo fue. Los nórdicos convirtieron al
inicio. A los 2 minutos, Jorgensen adelantaba a Dinamarca 1 a 0. Al-

413
gunos recordaron que Brasil había perdido en el grupo con otro equipo
nórdico, con Noruega. Pero el empate no se hizo esperar, a los 10 mi-
nutos apareció Bebeto para poner el 1 a 1. Rivaldo, a los 25, daría
ventaja a Brasil de 2 a 1. Ese fue el resultado al descanso.
En la segunda etapa, Brian Laudrup, a los 5 minutos, volvió a em-
patar, esta vez en 2. A los 14, Rivaldo convirtió el tercero para los
sudamericanos. Los goles cesaron, el partido entró en una meseta y
Brasil pudo controlar las ofensivas danesas. Brasil le ganaba a Dina-
marca 3 a 2 y se sumaba a Francia en semifinales.
El 4 de julio, en Marsella, fue el turno de Holanda y Argentina.
Los de Passarella debían enfrentar a otro rival complicado. A los 12
minutos tuvo una chance el goleador del Barcelona Patrick Kluivert y
no falló. Holanda 1 a 0. Argentina reaccionó, y a los 17 minutos el
“Piojo” Claudio López quedó mano a mano con Van Der Sar y definió
por entre las piernas del arquero holandés. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, Batistuta perdió algunas chances, los holandeses
tampoco estuvieron precisos. A los 31 minutos el equipo de Guus
Hiddink se quedó con diez jugadores por la expulsión de Arthur Nu-
man. Parecía que las cosas se simplificaban para los albicelestes, pen-
sando en un hipotético tiempo extra con un jugador más. Pero a los
42, Ortega llegó al área holandesa, Van Der Sar salió y tuvo un encon-
tronazo con el argentino. Ariel Ortega se incorporó e intentó, incom-
prensiblemente, agredir con la cabeza a Van Der Sar. El hecho fue,
por supuesto, advertido por el árbitro mexicano Arturo Brizio Carter,
que expulsó, como corresponde, a Ortega. La irresponsabilidad del
“Burrito” complicó las aspiraciones argentinas de cara el suplementa-
rio. Pero no se llegaría a éste, porque sobre la hora, a los 45 minutos,
los holandeses lanzaron desde la izquierda de su ataque un pelotazo
largo, de treinta metros, hacia la derecha, donde se encontraba Dennis
Bergkamp. Parecía una pelota frontal y sencilla para un jugador de la
categoría de Roberto Ayala, pero el defensor falló, como fallaría en
varias situaciones límites con la selección nacional. El balón lo sobró
y le cayó a Bergkamp, que le pegó. Carlos Roa nada pudo hacer, la

414
pelota se coló en el arco argentino. Baldazo de agua fría. Sobre la hora
Holanda se encontraba en ventaja. No hubo tiempo para más. Argenti-
na quedaba eliminada del Mundial. Holanda accedía a semifinales.
Los cabuleros se preguntaban si habrían tenido algo que ver las
declaraciones que días antes del partido, el presidente Carlos Menem,
tildado de mufa, había expresado. Dichas declaraciones del primer
mandatario sostenían que Argentina era la favorita a ganar el Mundial.
Alemania y Croacia definirían el último semifinalista, el 4 de julio
en Lyon. El partido fue parejo mientras los dos estuvieron con once
jugadores. Pero a los 40 minutos fue expulsado Christian Woerns en
Alemania. Antes de irse al descanso, los dirigidos por Vogts recibirían
un cachetazo del que no se repondrían más. A los 48 minutos, Robert
Jarni convirtió el gol que le permitió a Croacia irse al vestuario ga-
nando y con un jugador más.
En el segundo tiempo, los alemanes hicieron el desgaste, pero el
gol no llegó. A los 35 minutos, cuando los germanos pensaban en el
arco rival y no tanto en el propio, Goran Vlaovic marcó el segundo gol
croata. Davor Suker, a los 40, definió el encuentro anotando el 3 a 0.
Croacia en su primer Mundial daba la sorpresa, eliminaba a Alemania
ganándole 3 a 0 y se colaba en semifinales.
Este partido es la excepción que confirma la regla, de que a las
etapas decisivas de los Mundiales siempre llegan los grandes.
Las semifinales emparejaron a: Brasil – Holanda y Francia –
Croacia.
El 7 de julio jugaron en Marsella Brasil y Holanda. No se sacaron
ventajas en el primer tiempo.
En el complemento, se puso arriba Brasil al minuto 1, con el gol
de Ronaldo. Como contra Argentina, sobre el final Holanda volvía a
convertir. Esta vez fue la “Pantera” Patrick Kluivert quien empataba a
los 42 minutos. No hubo goles durante los 30 minutos de alargue, por
lo que debieron recurrir a los penales para determinar el primer finalis-
ta.
Por Brasil convirtieron todos los que ejecutaron: Ronaldo, Rival-

415
do, Emerson y Dunga.
En Holanda acertaron: Frank De Boer y Bergkamp. Fallaron: Co-
cu (atajado) y Ronald De Boer (Atajado). Taffarel contenía dos dispa-
ros y clasificaba a Brasil a una nueva final. Tras empatar 1 a 1 durante
el tiempo reglamentario, Brasil se impuso a Holanda 4 a 2 por penales.
La otra semifinal se jugó al día siguiente. El 8 de julio, en París y
ante 76.000 personas, jugaron Francia y Croacia. En el primer tiempo
se estudiaron, pero no pudieron vulnerar las defensas. 0 a 0.
En la segunda etapa, llegaría el gol de Suker, al minuto 1. Croacia
estaba cada vez más cerca de la final. Pero le duraría un minuto, a los
2, el defensor francés Lilian Thuram empataba en 1. El propio Thuram
volvería a marcar a los 25 minutos. Francia pasaba al frente 2 a 1.
Blanc se fue expulsado a los 31 minutos por roja directa, lo que supu-
so una complicación para los locales. Sin embargo, conseguirían neu-
tralizar los avances croatas. Francia le ganaba 2 a 1 a Croacia. Los
galos estaban a un paso de ganar “su” Mundial.
El partido por el tercer puesto tuvo lugar el 11 de julio en París,
entre Holanda y Croacia. Al partido le sobró el segundo tiempo. To-
dos los goles llegaron en el primero. A los 14 minutos Prosinecki
anotó el primero para Croacia. Zenden empató para Holanda a los 22.
Davor Suker a los 36 minutos convirtió el definitivo 2 a 1, que le dio
el tercer lugar a Croacia y le permitió ser el goleador del torneo, con 6
tantos, por encima de Batistuta y Vieri. Croacia se convirtió en el ter-
cer debutante en quedar en tercer lugar.
La final se disputó el 12 de julio en el Stade de France, en Saint-
Denis, ante 80.000 espectadores, entre Brasil y Francia. El árbitro fue
el marroquí Said Belqola, por primera vez un africano dirigiría una
final. El asistente número 1 fue Mark Warren de Inglaterra y el núme-
ro 2, el sudafricano Achmat Salie. Abdul Rahman Al Zaid, de Arabia
Saudita, actuó como cuarto árbitro.
Fue la primera final en que se enfrentaron el país organizador y el
campeón del mundo.
Brasil formó con: Taffarel, Cafú, Aldair, Junior Baiano, César

416
Sampaio (Edmundo), Roberto Carlos, Dunga (capitán), Ronaldo, Ri-
valdo, Leonardo (Denilson) y Bebeto. DT: Mario Zagallo.
Francia jugó la final con estos once: Barthez, Lizarazu, Djorkaeff
(Vieira), Deschamps (capitán), Desailly, Guivarch (Dugarry), Zidane,
Thuram, Petit, Leboeuf y Karembeu (Boghossian). DT: Aimé Jacquet.
Los locales contaban con Zinedine Zidane en una gran forma. Por el
contrario, la estrella brasileña Ronaldo padecía una extraña apatía du-
rante el decisivo partido. Zidane marcó el primer gol a los 27 minutos
y aumentó a los 46. Francia ganaba 2 a 0 en los primeros 45 minutos.
En el segundo se esperaba la reacción brasileña, pero los minutos
pasaban y Francia controlaba las acciones. A los 23 minutos, el árbitro
Belqola expulsó, por doble amarilla, a Marcel Desailly. Pero ni con un
jugador más pudieron descontar los brasileños. En el final, a los 48
minutos, Petit convirtió el tercero. Francia goleó 3 a 0 a Brasil y se
sumó al selecto grupo de selecciones que alguna vez alzaron la Copa
del Mundo.
La final disputada entre Francia y Brasil fue la primera que per-
dieron los cariocas, ya que hasta ese momento habían ganado las cua-
tro que habían disputado. Recordemos que en 1950 no hubo una final
sino grupo.
Veinte años después de Argentina 78, el país organizador volvía a
salir campeón y sin nada que objetarle. Fue el campeón con mayor
diferencia de gol de la historia, trece, y con menor cantidad de goles
en contra, dos.
Luego de la final ganada por el seleccionado francés se pudo ver
al presidente de dicha nación, Jacques Chirac, festejando el triunfo
obtenido por los jugadores, saltando en el podio de los vencedores,
ataviado con la camiseta de la selección gala.
Incluso días después, Canal Plus mostró un video, cuarenta y ocho
horas después de la consagración, con la intimidad del seleccionado
francés y entre otras imágenes se pudo observar al presidente galo
ingresando al vestuario local y besándole la pelada al arquero Barthez.
La derecha francesa no apoyó al seleccionado de su nación, ya

417
que la mayoría de los integrantes del equipo de fútbol eran descen-
dientes de inmigrantes de otras nacionalidades. El líder del Frente Na-
cional francés, Jean Marie Le Pen, quien continuamente realizaba
campañas contra la inmigración, destacó que su seleccionado era algo
artificial con los colores de Francia. Por el mismo motivo, la Organi-
zación de las Naciones Unidas (ONU) felicitó al seleccionado galo, ya
que contaba con franceses de procedencia de Ghana, Argelia, Arme-
nia, Portugal, Guadalupe, Nueva Caledonia y Argentina.
La novela luego de la final se dio en torno al bajísimo rendimiento
demostrado en el partido decisivo por el mejor jugador del momento,
Ronaldo.
Uno de los mayores motivos por lo que los brasileños justificaron
la derrota, fue el lamentable estado físico que tenía Ronaldo, en víspe-
ras del cotejo final.
Las malas lenguas afirmaron, en su momento, que la cabeza del
joven astro del fútbol mundial se encontraba confundida por la triste
noticia de una supuesta infidelidad por parte de su novia, Suzana
Werner, más conocida como “Ronaldinha”, con un periodista del dia-
rio O Globo de Brasil.
Con el tiempo se supo que el astro había padecido convulsiones,
temblores y fuertes castañeteos de dientes el sábado 11 de julio, en
vísperas de la final.
Durante las convulsiones sufridas, Ronaldo perdió la conciencia y
quedó dormido. La recobró dos horas después. No pudo renovar el
oxígeno de su sangre correctamente, su respiración era insuficiente.
Su cuerpo padeció una exigencia desmesurada, una convulsión en dos
minutos provocó las mismas exigencias que el esfuerzo de noventa
minutos de juego. Los músculos de sus piernas sufrieron un desgaste
tan grande que aparecieron moretones, también los músculos de su
cara se contrajeron de tal manera, que durante varios días estuvo des-
figurado. Tuvo una retracción de su mandíbula y corrió serio riesgo de
morderse la lengua, mientras que la salivación excesiva le hizo sacar
espuma por la boca.

418
Pero Ronaldo igualmente salió al campo de juego, quizás por no
defraudar a sus compañeros, los hinchas, el técnico, los dirigentes de
su país o sus patrocinadores. Según médicos especialistas, al momento
en que Ronaldo jugaba la final debería haber estado en una cama, en
reposo.
La pelota utilizada fue la Adidas Tricolore, que tenía micro-
burbujas llenas de gas, cerradas y altamente resistentes. El exterior era
de poliuretano compacto y otras características iguales al Questra:
mallas de estabilidad, espuma de polietileno y mallas de fibra trenza-
das.
El goleador (Bota de Oro) fue el croata Davor Suker con 6 goles.
Le marcó 1 a Jamaica, 1 a Japón, 1 a Rumania, 1 a Alemania, 1 a
Francia y 1 a Holanda. Segundo quedó Gabriel Batistuta, de Argenti-
na, con 5 y tercero el italiano Christian Vieri también con 5 anotacio-
nes. Se marcaron 171 goles en 64 partidos, un promedio de 2,7 por
encuentro.
La figura (Balón de Oro) fue para el brasileño Ronaldo. Ronaldo
fue la gran figura de la histórica selección brasileña que ganó el Mun-
dial de Corea del Sur y Japón 2002 y el subcampeonato en Francia 98.
Obtuvo además la Copa América de 1997 y 1999, así como diversos
títulos europeos con prestigiosos equipos como PSV Eindhoven, FC
Barcelona, Inter, Real Madrid y AC Milan. Integró también el plantel
brasileño que ganó el Mundial de Estados Unidos 94 contando solo
con 17 años, aunque no disputó ningún partido del campeonato.
Ha sido galardonado con el Premio FIFA World Player en 1996,
1997 y 2002, la Bota de Oro de Europa en 1997, el Balón de Oro de
Europa en 1997 y 2002. Asimismo, obtuvo el Balón de Oro en el
Mundial de Francia 98 y la Bota de Oro en el Mundial de Corea y Ja-
pón 2002, entre otros premios.
Ronaldo se convertirá en 2006 en el máximo goleador en la histo-
ria de la Copa Mundial de fútbol, al anotar 15 goles, y el segundo go-
leador histórico de la selección brasileña, después de Pelé, con 62 tan-
tos.

419
Se retiró como jugador en el Corinthians de Brasil, equipo que lo
fichó en diciembre de 2008.
Otros premios: Mejor jugador joven: Michael Owen, de Inglate-
rra. Premio Yashin: Fabien Barthez, de Francia. Las distinciones de
Equipo más Atractivo y Juego Limpio quedaron para Francia.
Equipo ideal 1998: Barthez (Francia); Thuram (Francia), Gamarra
(Paraguay), Frank de Boer (Holanda), Roberto Carlos (Brasil); Davis
(Holanda), M. Laudrup (Dinamarca), Zidane (Francia), Rivaldo (Bra-
sil); Ronaldo (Brasil) y Batistuta (Argentina).
Este Mundial no solo marcó un hito por tratarse de un torneo ga-
nado por un país que anteriormente no había ganado un campeonato
(el último había sido veinte años atrás, Argentina en 1978), sino que
también fue el torneo que recaudó más dinero para la FIFA, a pesar de
haber sido presenciado en los estadios por menos espectadores que
Estados Unidos 94.
Mil cien millones de dólares se obtuvieron por el merchandising
del torneo. Mil cuatrocientos millones dejaron la comercialización del
gallo Footix, mascota del Mundial. Treinta millones de dólares fue el
dinero que aportó cada uno de los doce patrocinadores oficiales del
torneo, unos trescientos sesenta en total. Mil millones de dólares fue el
negocio publicitario que generó el Campeonato del Mundo de Francia
98. Mil quinientos dólares fue lo que costó el segundo de publicidad
durante la televisación de los partidos, los cuales fueron vistos por 37
mil millones de espectadores en el mundo entero. Tres mil quinientos
millones de dólares fueron los ingresos totales generados por el Mun-
dial.

Síntesis:

420
Campeón: Francia 11°: Rumania 22°: Jamaica
Subcampeón: Brasil 12°: Nigeria 23°: Austria
Tercero: Croacia 13°: México 24°: Sudáfrica
Cuarto: Holanda 14°: Paraguay 25°: Camerún
5°: Italia 15°: Noruega 26°: Túnez
6°: Argentina 16°: Chile 27°: Escocia
7°: Alemania 17°: España 28°: Arabia Saudita
8°: Dinamarca 18°: Marruecos 29°: Bulgaria
9°: Inglaterra 19°: Bélgica 30°: Corea de Sur
10°: República Fede- 20°: Irán 31°: Japón
ral de Yugoslavia 21°: Colombia 32°: Estados Unidos

421
Corea del Sur – Japón 2002

“Asia tuvo su primer Mundial”

El Mundial de Corea del Sur-Japón 2002 fue la XVII edición de la


Copa Mundial de Fútbol y se realizó entre el 31 de mayo y el 30 de
junio de 2002. Fue el primero en la historia organizado por dos países,
el primero en realizarse fuera de Europa y América, y el primero en
realizarse en Asia.
La elección de la sede se efectuó en un ambiente similar al de la
Copa Mundial de Fútbol de 1994. La FIFA deseaba que el torneo fue-
se albergado por un país sin tradición futbolística donde incentivar el
desarrollo del deporte y con grandes capacidades de sustentabilidad
económica, siendo Corea del Sur y Japón los favoritos para organizar
el torneo. México, que había pensado en postularse, retiró su candida-
tura y el Congreso Ejecutivo de la FIFA decidió unánimemente la rea-
lización del torneo en ambos países.
Por primera y única vez, por lo menos hasta 2022, se realizaría en
dos países. Esto provocó una serie de inconvenientes debido a la larga
rivalidad histórica entre ambas naciones, principalmente a causa de la
invasión nipona a la península coreana durante la Segunda Guerra
Mundial. Con el paso del tiempo lograron solucionar los conflictos. El
torneo fue dividido equitativamente entre las 10 sedes de cada país,
siendo disputado el partido inaugural en la capital surcoreana, Seúl, y
la final en Yokohama. La falta de infraestructura futbolística en los
dos países obligó a un gasto histórico en la construcción de estadios.
De los 20 estadios, 18 fueron construidos especialmente para el tor-
neo.
Durante el torneo clasificatorio, se inscribió un nuevo récord de
participantes. Las principales sorpresas fueron las eliminaciones de
Colombia, Rumania, República Federal de Yugoslavia, Holanda y la
República Checa. Uno de los principales hechos durante las clasifica-
torias fue la victoria más grande de la historia entre selecciones nacio-

422
nales: Australia derrotó por 31 goles a 0 a la selección de Samoa
Americana. A pesar de esta rotunda victoria, el combinado oceánico
no logró clasificar al ser derrotado finalmente por Uruguay en el repe-
chaje intercontinental.
El torneo, en el que participaron 32 selecciones, tuvo fuertes con-
trastes. Algunos equipos considerados de segundo y tercer orden en el
fútbol internacional lograron excelentes resultados, como los semifi-
nalistas Turquía y Corea del Sur, mientras la debutante selección de
Senegal quedó entre los ocho primeros. Por el contrario, algunos de
los equipos favoritos fueron eliminados en la primera fase como es el
caso de Argentina y Francia, en la peor campaña en la historia de un
campeón defensor de la Copa Mundial al obtener un solo punto y no
marcar gol alguno. Italia, por su parte, apenas pudo clasificarse a se-
gunda ronda y fue eliminada en dicha instancia.
A pesar de esto, la final de la Copa fue disputada por dos de las
principales potencias en la historia de la Copa Mundial, Brasil y Ale-
mania.
Un aspecto negativo del certamen fue la baja asistencia de público
para algunos partidos, como el que brindaron las selecciones de Para-
guay y Sudáfrica, donde se registraron 25.186 espectadores en un es-
tadio con capacidad para casi 60.000 asistentes. Otro punto negro en
el desarrollo fue el pobre desempeño de los árbitros, acusados de favo-
recer a la selección surcoreana en los enfrentamientos contra Portugal,
en el último partido de la fase de grupos, y contra Italia y España en
octavos y cuartos de final, respectivamente.
La selección italiana, además, se vio perjudicada por un inusual
récord de cinco goles anulados injustamente en solo tres partidos. Dos
de esos goles se produjeron en el encuentro de fase de grupos contra
Croacia, dos en el enfrentamiento con México, y uno más en el polé-
mico partido de octavos de final contra Corea del Sur, donde a la pos-
tre clasificaría el equipo anfitrión. En este último juego, también se
sentenció un dudoso penal, luego atajado, a favor de Corea del Sur al
inicio del primer tiempo, y se expulsó de forma discutida al italiano

423
Francesco Totti por doble tarjeta amarilla, tras una jugada en la cual
sufrió un penal que el árbitro ecuatoriano Byron Moreno extrañamente
consideró como simulación. Éste árbitro luego caería en otros escán-
dalos tras eventos muy polémicos en la liga de fútbol de su país, ya
que aparecieron investigaciones por parte de las autoridades futbolísti-
cas nacionales y la FIFA. Además, Moreno posteriormente fue san-
cionado en dos oportunidades, la primera con 20 partidos de suspen-
sión, y la segunda, producida apenas al tercer partido después de su
regreso de la sanción anterior, que provocó finalmente su retiro del
arbitraje profesional. Posteriormente, las actividades ilegales del árbi-
tro Byron Moreno lo llevarían a ser condenado a una pena de 10 años
en los Estados Unidos debido a que estaba involucrado en tráfico de
heroína.
Asimismo, otro aspecto criticable implementado en esta edición
fue la exclusión del torneo de aquellos jugadores que hubieran sido
penados con la expulsión en algún encuentro, algo completamente
insólito llevado a cabo por los países organizadores, como así también
las insólitas expulsiones de jugadores integrantes de los bancos de
suplentes, tal es el caso de Claudio Caniggia de la selección de fútbol
de Argentina, quien se encontraba en el banco de suplentes y fue ex-
pulsado del encuentro ante Suecia, tras haber sido acusado por el cuar-
to árbitro por un presunto exceso verbal.
También fue polémico el arbitraje en el partido de fase de grupos
entre Senegal y Uruguay, donde el árbitro cobró un penal para cada
equipo de manera equivocada. Aunque cabe destacar que el mayor
beneficiado por los errores arbitrales fue Brasil en sus partidos contra
Turquía y Bélgica. En el primer caso, el error arbitral destacado fue en
la primera fase, donde cerca del final del encuentro se pitó un penal
por una falta fuera del área para los brasileños y expulsaron a un turco
producto de ese jugada, pero además, en los minutos finales otro juga-
dor turco fue expulsado injustamente debido a una simulación de un
jugador brasileño. En el segundo caso, en octavos de final, fue anula-
do equivocadamente un gol del jugador belga Wilmots cuando el en-

424
cuentro estaba igualado sin goles.
Desde Corea-Japón se aumentó el número de jugadores que debía
constar en la lista de buena fe de cada plantel, pasó de 22 a 23 futbo-
listas. También desde 2002, el campeón debería jugar eliminatorias y
no estaría automáticamente clasificado para la siguiente cita.
Los 32 equipos que participan en la fase final se dividieron en
ocho grupos de cuatro equipos cada uno. Pasando a la siguiente ronda
los dos equipos mejor clasificados de cada grupo.
La segunda ronda incluyó todas las fases, desde los octavos de fi-
nal hasta la final, mediante el sistema de eliminación directa. Si des-
pués de los 90 minutos de juego el partido se encontraba empatado, se
jugaría un tiempo suplementario de dos etapas de 15 minutos cada
una. Con la vigencia de la regla del gol de oro, un tanto en ese lapso
haría que el partido finalizara. Si el resultado seguía empatado tras la
prórroga, el partido se definiría por el procedimiento de tiros desde el
punto penal.
199 equipos de las 204 federaciones miembros de la FIFA se ins-
cribieron para participar en el torneo. Esta fue la última ocasión en que
la selección que defendía el título, en este caso Francia, clasificó au-
tomáticamente al certamen sin pasar por el proceso clasificatorio. Ja-
pón y Corea del Sur mantuvieron su derecho de organizadores y se
clasificaron automáticamente. De los 32 equipos clasificados, cuatro
se presentaron por primera vez en una fase final: China, Ecuador, Es-
lovenia y Senegal.
Los equipos clasificados fueron: Alemania, Arabia Saudita, Ar-
gentina, Brasil, Bélgica, Camerún, China, Corea del Sur, Costa Rica,
Croacia, Dinamarca, Ecuador, Eslovenia, España, Estados Unidos,
Francia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Japón, México, Nigeria, Paraguay,
Polonia, Portugal, Rusia, Senegal Sudáfrica, Suecia, Turquía, Túnez,
Uruguay.
Francia, Brasil, Corea del Sur, Japón, Argentina, Alemania, Italia
y España fueron seleccionados como cabezas de serie.
Los ocho grupos quedaron conformados de la siguiente manera:

425
Grupo A: Francia, Dinamarca, Senegal y Uruguay. Grupo B: España,
Eslovenia, Paraguay y Sudáfrica. Grupo C: Brasil, China, Costa Rica
y Turquía. Grupo D: Corea del Sur, Estados Unidos, Polonia y Portu-
gal. Grupo E: Alemania, Arabia Saudita, Camerún e Irlanda. Grupo F:
Argentina, Inglaterra, Nigeria y Suecia. Grupo G: Italia, Croacia,
Ecuador y México. Grupo H: Japón, Bélgica, Rusia y Túnez.
Los encuentros de los grupos A, B, C y D se llevaron a cabo en
Corea del Sur, mientras que los de los grupos E, F, G y H se desarro-
llaron en Japón.
Entre ambas naciones orientales utilizaron 20 sedes, la mayor can-
tidad de la historia, donde Seúl albergó la inauguración, mientras que
Japón recibió al partido final en Yokohama. Cada país aportó 10 esta-
dios. Las sedes fueron: Por Japón: Sapporo, Miyagi, Niigata, Ibaraki,
Saitama, Yokohama, Shizuoka, Osaka, Kobe y Oita. Por Corea: Seúl,
Inchon, Suwon, Taejon, Taegu, Chonju, Ulsan, Kwangju, Pusan y
Sogwipo.
Corea del Sur construyó íntegramente los diez estadios mundialis-
tas, Japón hizo ocho nuevos y refaccionó los dos restantes, Ibaraki y
Yokohama. Cada uno de los nuevos estadios cuenta con salas de teatro
y cines, restaurantes y shopping. El costo total de los 20 escenarios fue
de 4.500 millones de dólares.
Para esta ocasión, y queriendo imitar el éxito obtenido por varios
artistas como ser el caso de Edoardo Bennato y Gianna Nannini, con
el tema de Italia 90 “Un’estate italiana”, o Ricky Martin, con el tema
“La Copa de la Vida” de Francia 98, el concurso del tema oficial de
Corea-Japón 2002 lo ganó la cantante Anastacia, con su tema
“Boom”. El estribillo de la letra del tema hizo alusión a la famosa in-
terjección española “olé”, que en Argentina se musicaliza como olé
olé olá. El videoclip de este tema mostraba a la cantante dentro de una
nave espacial que viajaba por diferentes lugares del mundo, contando
con la participación, entre otros, del futbolista argentino Javier Savio-
la, quien aparecía jugando un partido en una calle de una favela de Río
de Janeiro.

426
Como ha sido tradición desde la Copa Mundial de Fútbol de 1966,
se escogió una mascota. En esta oportunidad se eligió a “Ato”, “Kaz”
y “Nik”, conocidos como “Los Spheriks”. Personajes basados en el
manga japonés. Por primera vez, las mascotas fueron más de uno. Se
trataba de tres extraterrestres que llegaban al planeta Tierra para cono-
cer de qué se trataba un Mundial de fútbol.
El mundo estaba convulsionado a comienzos del nuevo milenio.
Menos de un año antes del Mundial, el 11 de septiembre de 2001 se
produjeron los atentados contra el Centro Mundial de Comercio
(World Trade Center) de Nueva York y el Pentágono, en Estados Uni-
dos, transmitidos en vivo y en directo por las cadenas globales de te-
levisión a toda la Humanidad, que adquirieron una significación mun-
dial. A partir de ese momento, la lucha contra el terrorismo interna-
cional y la defensa de la seguridad nacional de los Estados Unidos
adquiriría una jerarquía prioritaria en la agenda global, propondría la
necesidad de restringir los derechos humanos para garantizar la segu-
ridad, y reinstalaría el valor del Estado.
Debido al atentado del 11 de septiembre, la empresa aseguradora
que se encargaría del Mundial renunció a asegurar semejante evento y
los organizadores prestaron especial énfasis en la seguridad. Para el
evento se dispusieron miles de misiles tierra-aire “Mistral”, listos para
responder a cualquier posible atentado y cazas de fabricación coreana
que patrullaron los cielos durante el torneo, para evitar que lo de las
Torres Gemelas se repitiera en Asia.
El día después de finalizado el Mundial, el 1 de julio de 2002,
luego de alcanzar la cantidad de ratificaciones necesarias, entró en
vigor la Corte Penal Internacional, cuyo estatuto se había firmado en
Roma en 1998. En 2003 había quedado constituida la Corte Penal In-
ternacional, pero el principal problema para el funcionamiento de la
misma era la posición de los Estados Unidos, opuesto a su jurisdic-
ción.
En 2001, después de 15 años de duras negociaciones, China ingre-
só en la Organización Mundial del Comercio (OMC). De este modo,

427
el por entonces país más poblado del mundo (22% de la humanidad),
quinta economía mundial y la de mayor crecimiento en los últimos 30
años, se incorporó plenamente al mercado mundial. China, y su cre-
ciente liderazgo económico en Asia, estaba impulsando un proceso
histórico que sería determinante en la orientación de la globalización
mundial.
En Argentina, los recurrentes problemas del modelo neoliberal
llevaron en 1998 al país a una recesión que se prolongó hasta 2002. El
punto más álgido de la crisis estalló a finales de 2001, y terminó por
provocar el fin de la Ley de Convertibilidad monetaria con importan-
tes secuelas de crisis económica, política y social. Una de las más no-
tables, luego de una corrida bancaria que desestabilizó al sistema fi-
nanciero, fue la restricción a la extracción de dinero en efectivo de
fuentes bancarias, medida que se conoció como “corralito”. La situa-
ción heredada del gobierno de Carlos Menem y la falta de reacción
ante la crisis, causaron la renuncia a la presidencia del sucesor de Me-
nem, Fernando de la Rúa, el 20 de diciembre de 2001, y llevaron a una
situación de acefalía presidencial. El detonante de la renuncia fueron
las protestas de autoconvocados de clase media, que no respondían a
partidos políticos o movimientos sociales concretos. Se popularizaron
los cacerolazos y su lema popular fue: “¡Que se vayan todos!”. En los
hechos murieron 39 personas por las fuerzas policiales y de seguridad,
entre ellos 9 menores.
El día 20 se hacía cargo del poder ejecutivo el presidente de la
Cámara de Senadores, del partido opositor, Ramón Puerta, quién con-
vocó a una asamblea legislativa para elegir un nuevo presidente.
El día 23 asumía la presidencia Adolfo Rodríguez Saá, también
del partido opositor. Entre sus medidas estaba la suspensión del pago
de la deuda externa, anuncio que fue hecho en el Congreso y acompa-
ñado por aplausos por parte de los presentes. Además prometió que
sería reintegrado el dinero sustraído a los ahorristas, hecho que nunca
sucedió, y la creación de un millón de puestos de trabajo, a través de
los denominados planes Trabajar. También prometió un presupuesto

428
austero y un plan de trabajo integral.
El 30 de diciembre renunciaba Rodríguez Saá, alegando falta de
apoyo político, lo que desencadenó una nueva ola de inestabilidad.
Ante la negativa de Puerta, el presidente de la Cámara de Diputados
Eduardo Camaño asumía el poder ejecutivo y también convocaba a
una Asamblea Legislativa para nombrar un nuevo presidente.
El 2 de enero de 2002 asumía Eduardo Duhalde, el candidato a
presidente del partido de la oposición que había perdido ante De la
Rúa en 1999, como presidente interino, anunciando que serían devuel-
tos los montos sustraídos a la población en la misma cantidad en que
habían sido depositados, con la frase: “El que depositó dólares, recibi-
rá dólares”, en la misma moneda en que estos habían sido efectuados,
cosa que no pasó, pero así garantizaba la paz social y el fin de la con-
trovertida convertibilidad.
El gobierno de Duhalde pudo, en parte, estabilizar la economía,
aunque la crisis social persistió, pudiéndose citar la Masacre de Ave-
llaneda, del 26 de junio de 2002, como una importante protesta.
En 2002, en parte por la devaluación que adoptó el país luego del
“default” de la deuda externa, pública y privada, casi el 60% de la
población pasó a ser pobre en términos de sus ingresos. Una de las
principales secuelas que dejó la crisis de 2001 fue el aumento de la
inequidad en la distribución de la riqueza en comparación con los de-
más países de América Latina. A nivel nacional, la pobreza alcanzó al
57,5% de la población, la indigencia al 27,5% y la desocupación al
21,5%, todos niveles récord para el país.
En esta edición, el técnico de la selección argentina fue Marcelo
Bielsa. En septiembre de 1998, Bielsa asumió como entrenador de la
selección de fútbol argentina, en reemplazo de Daniel Passarella. Du-
rante su período a cargo, la selección argentina obtuvo los mejores
registros de su historia. Argentina, dirigida por el “Loco” Marcelo
Bielsa, ganó la eliminatoria sudamericana realizando una campaña
histórica, al romper el récord de puntos en una eliminatoria todos-
contra-todos de Sudamérica, sumando 43. Argentina, que siempre

429
estuvo primera en la tabla de posiciones, batió otros récords como el
del equipo más goleador en la historia de la competencia con 42 tantos
(Hernán Crespo con 9 fue el goleador) y el récord de mayor cantidad
de partidos ganados en una eliminatoria, 13 sobre 18 partidos.
Los buenos resultados y el juego desplegado por la selección ar-
gentina durante los primeros años de su etapa como entrenador argen-
tino, le valieron a Bielsa el reconocimiento como “mejor selecciona-
dor nacional del mundo” en 2001. Bielsa arriesgó en el aspecto táctico
con una formación habitual de 3-4-3, inédita hasta entonces para Ar-
gentina. En el esquema resultaron clave jugadores como el mediocen-
tro Juan Sebastián Verón, el defensa Roberto Ayala, y los delanteros
Ariel Ortega y Hernán Crespo. En el Mundial ocuparía su lugar Ga-
briel Batistuta.
Argentina llegaba a Corea-Japón como la máxima favorita, la ex-
pectativa en torno a la albiceleste era enorme, según la gente, la prensa
especializada y las apuestas. Argentina pagaba 5-1 si lograba el título,
al igual que Francia 5-1, las dos selecciones por delante de los otros
favoritos, Brasil 7-1, Italia 7-1 España 9-1, Portugal 12-1, Alemania
14-1 e Inglaterra 14-1.
El plantel de 23 jugadores que seleccionó el técnico para Corea-
Japón estuvo compuesto por: Germán Burgos, Pablo Cavallero, Ro-
berto Bonano, Roberto Ayala, Juan Pablo Sorín, Mauricio Pochettino,
Walter Samuel, Diego Placente, José Chamot, Matías Almeyda, Javier
Zanetti, Ariel Ortega, Juan Sebastián Verón, Diego Simeone, Claudio
Husaín, Pablo Aimar, Gustavo López, Cristian González, Marcelo
Gallardo, Claudio López, Gabriel Batistuta, Hernán Crespo y Claudio
Paul Caniggia.
La ceremonia inaugural tuvo lugar el 31 de mayo en Seúl, Corea
del Sur. 62.561 espectadores en el estadio. Transmitida en directo a
cerca de 200 países, la ceremonia fue un llamado a la no violencia.
Tuvo música, fuegos artificiales, danzas tradicionales coreanas, el
himno de la Copa del Mundo. Participaron 2.300 atletas y costó diez
millones de dólares. Se dividió en cuatro segmentos: “Bienvenida”,

430
“Comunicación”, “Compartir y armonizar” y “Paz y repartir”. Los
discursos de apertura estuvieron a cargo del presidente de FIFA, Jo-
seph Blatter, silbado por los presentes, luego el primer mandatario
surcoreano Kim Dae Jung y el primer ministro de Japón Junichiro
Koizumi, quienes con un abrazo público dejaron atrás viejas diferen-
cias.
En la faz futbolística, el primer partido se jugó el 31 de mayo en
Seúl, luego de la ceremonia inaugural, entre el campeón defensor
Francia y el debutante Senegal. El asistente argentino Jorge Rattalino
actuó como línea número 1. Francia ya no era dirigida por Aimé Jac-
quet, ahora estaba en el banco Roger Lemerre. De la mano de Zinedi-
ne Zidane, los campeones mundiales contaban con un equipo con ta-
lento, estado físico y disciplina táctica. Pirés directamente se perdió el
Mundial porque sufrió rotura de ligamentos jugando para su club. Para
los galos volvía a jugar el franco-argentino David Trezeguet. Senegal
era dirigido por un francés, Bruno Metsú, y contaba con el delantero
El Hadji Diouf, de 21 años, como principal figura. Casi todos sus ju-
gadores militaban en la liga francesa, incluso dos de ellos, Beye y
Ndiaye, nacieron en Francia y se nacionalizaron senegaleses. Cría
cuervos… Zidane no pudo actuar en este partido por una distensión en
el cuadriceps de su pierna izquierda. El primer tiempo fue parejo,
Francia intentando controlar las acciones, los africanos tenían menos
la pelota pero respondían con peligrosidad. A los 30 minutos llegó la
sorpresa, Buoba Diop convirtió ante una floja dupla central conforma-
da por Leboeuf y Desailly. Senegal 1 a 0.
En el segundo tiempo, los franceses llegaron con peligro al arco
de Sylva, el guardameta senegalés. Sin embargo, el gol no llegaba. A
los 19 minutos, Fadiga estrelló en el palo lo que hubiera sido el se-
gundo de Senegal. A los 21 Henry no quiso ser menos y también pegó
un tiro en el travesaño. 15 veces remataron los franceses al arco afri-
cano, ninguna entró. El Mundial comenzaba con sorpresa, Senegal
derrotaba al campeón por 1 a 0. Muchos recordaron el debut de Came-
rún ante Argentina en Italia 90.

431
Antes de comenzar el Mundial, un joyero de Daegu denunció que
el jugador senegalés Khalilou Fadiga había robado de su negocio una
gargantilla de oro valuada en 250.000 dólares, en una visita del plantel
a su negocio. Fadiga fue detenido y confesó que la había sustraído
“por curiosidad”. Fue liberado poco después. El 4 de junio se retiraron
los cargos contra el jugador para que él y sus compañeros pudieran
centrarse en el torneo. El comerciante le obsequió a Fadiga un peque-
ño cerdo bañado en oro, como amuleto de buena suerte.
El 1 de junio, en Ulsan, completaron la primera fecha del Grupo A
Uruguay y Dinamarca. Víctor Púa era el entrenador uruguayo. Los
rioplatenses venían de conseguir la clasificación tras ganar el repecha-
je contra Australia. Álvaro Recova era el conductor de un plantel con
buenas individualidades pero al que le faltaba conformarse como
equipo. Dinamarca presentaba un conjunto ofensivo, con un fuerte
entrenamiento físico y una potente delantera. En el primer tiempo, los
daneses fueron más incisivos, a los 10 minutos Sand mandó una pelota
al travesaño. Uruguay marcaba muy atrás. A los 40, claro penal a To-
masson que el árbitro no cobró. A los 44 minutos llegó la apertura del
marcador por parte del delantero danés Jon Dahl Tomasson. 1 a 0.
Ni bien comenzó el segundo tiempo, un golazo de Darío Rodrí-
guez, a los 2 minutos, le devolvió la igualdad al partido. Pero a Uru-
guay le faltó su habitual garra. También peso ofensivo. Nuevamente
Tomasson, a los 39 minutos, le dio la victoria a los nórdicos. Dina-
marca 2 – Uruguay 1.
En Niigata, el 1 de junio, jugaron Irlanda y Camerún. Irlanda pre-
sentaba una lista con 22 jugadores, uno menos, porque luego de que
cerrara el plazo para la entrega de las listas de buena fe, el técnico
Mick McCarthy expulsó del equipo a su mayor figura y capitán, Roy
Keane, quien había criticado públicamente las condiciones de entre-
namiento del plantel. Las esperanzas quedaban depositadas en Robbie
Keane y Damien Duff. Los cameruneses eran una seria amenaza, con
Mbomá y Eto’o a la cabeza, disciplina táctica y jugadores que, en su
mayoría, jugaban en clubes europeos. A los 39 minutos Patrick Mbo-

432
má adelantó a los “leones indomables”.
En la segunda parte llegaría el empate irlandés, a los 7 minutos
Holland logró la igualdad. A los 39, un remate de Keane dio en el palo
y pudo ser la victoria para los europeos. Camerún llegó como gran
favorito y terminó sufriendo. Irlanda 1 – Camerún 1.
En Sapporo, el 1 de junio y por el Grupo E, llegó el momento de
la presentación del siempre candidato Alemania, y Arabia Saudita.
Los germanos tenían como entrenador al ex goleador Rudi Voeller.
Llegaban diezmados por lesiones y renuncias a la selección. A priori
sin el poderío de otros Mundiales, Ballack era la esperanza. Arabia
Saudita era un equipo joven con algunos veteranos como su figura, Al
Jaber. Sus problemas más significativos estaban atrás, en la defensa.
El partido se convirtió en un monólogo alemán, confirmando que, más
allá de las dudas previas, cuando empieza un Mundial, Alemania es
candidato. A los 20 minutos, Miroslav Klose inauguró el marcador y
aumentó la cuenta a los 25. Ballack convirtió el tercero a los 40 y el
centrodelantero Jancker, quien no había convertido ni un solo gol en la
temporada jugando en la Bundesliga, marcó el cuarto a los 46 minu-
tos. Primer tiempo 4 a 0.
En el segundo, Klose marcó su tripleta personal y el 5 a 0 del en-
cuentro. Linke, a los 28 marcó el sexto. Bierhoff ingresó y anotó el
séptimo a los 39. Sobre el final, a los 46, Schneider convirtió el octa-
vo. Sin piedad, Alemania goleó 8 a 0 a Arabia Saudita. Fueron 24 dis-
paros al arco de Alemania contra 3 de los árabes.
El 2 de junio, en Ibaraki, debutó Argentina contra Nigeria. Los
africanos jugaban su tercer Mundial consecutivo, llegaban mal prepa-
rados luego de que su técnico anterior había sido despedido por el mal
resultado de la Copa Africana 2002. Jay Jay Okocha era el mejor. A
último momento se lesionó Ayala y Placente ingresó en el once inicial
como reemplazante. La defensa se las arregló muy bien durante todo
el partido. Argentina tomó la iniciativa y generó las situaciones más
claras, aunque estuvo impreciso. Sería una constante. Primer tiempo 0
a 0.

433
En el segundo, apareció Batistuta a los 18 minutos y anotó para
Argentina. Fue su décimo gol en Mundiales. La albiceleste tuvo 20
situaciones de gol, apenas convirtió 1. Era muy positivo empezar ga-
nando, más en el denominado “grupo de la muerte”. Argentina 1 –
Nigeria 0.
En Saitama, también el 2 de junio, jugaron Inglaterra y Suecia.
Los vikingos tenían una sólida defensa, a Fredrik Ljungberg, estrella
en el Arsenal campeón de la Premier League, y a Larsson del Celtic
escocés, ganador del Botín de Oro europeo por convertir 53 goles en
la temporada. En el banco estaba un jovencito del Ajax holandés lla-
mado Zlatan Ibrahimovic, que con los años se convertiría en un juga-
dor excepcional. Inglaterra llegaba plagada de lesiones, Gerrard no se
recuperó y se perdió el torneo, Butt luchaba con su rodilla derecha,
Beckham llegaba recién recuperado de una fractura en un dedo del pie
izquierdo y estaba falto de fútbol. La lesión del Spice Boy se había
producido en un choque por Champions League entre Manchester
United y Deportivo La Coruña. En el equipo español jugaba el argen-
tino Aldo Pedro Duscher, él fue quien lesionó a Beckham. La prensa
sensacionalista inglesa tejió miles de suposiciones erróneas, una de
ellas que el futbolista sudamericano fue enviado a lesionar adrede al
británico por orden del entrenador del seleccionado de Argentina,
Marcelo Bielsa, teniendo en cuenta que Duscher formó parte de varios
seleccionados juveniles.
El entrenador de Inglaterra, el sueco Sven Goran Eriksson, llevó
dentro del cuerpo técnico un coiffeur. Pero no para todos los integran-
tes del plantel, el coqueto David Beckham fue al Mundial con pelu-
quero propio.
El primer tiempo fue de dominio inglés, de la pelota y el territorio.
A los 24 minutos Sol Campbell marcaba el gol que los ponía arriba.
En el segundo, Inglaterra intentó seguir haciendo lo del primero,
pero a los 14 minutos llegó el empate de Suecia, lo convirtió Alexan-
dersson luego de un error del defensor Mills. Desde entonces el juego
sueco creció y estuvieron cerca de ganar. Fue empate 1 a 1 entre In-

434
glaterra y Suecia.
Por el Grupo B jugaron en Busan Paraguay y Sudáfrica. En febre-
ro de 2002, el italiano Cesare Maldini había tomado las riendas de
Paraguay, una selección que se basaba en la solidez defensiva, la per-
sonalidad de su influyente capitán, el arquero José Luis Chilavert y el
joven delantero del Bayern Munich Roque Santa Cruz como principal
carta ofensiva. Sudáfrica había sido clasificada por el técnico portu-
gués Queirós, pero fue despedido por los malos resultados en la Copa
África. Jomo Sono se hizo cargo a último momento y la conformación
del equipo era una incógnita. Benedict McCarthy la figura. Para el
partido, Paraguay no podía contar con Chilavert quien debía cumplir
la última fecha de suspensión tras escupir al brasileño Roberto Carlos
en un partido por eliminatorias sudamericanas. Tavarelli ocupó su
lugar. Los africanos comenzaron jugando fuerte, a los 17 minutos ya
tenían tres jugadores amonestados. A los 38, Roque Santa Cruz le da-
ba ventaja a los guaraníes. Primer tiempo 1 a 0.
En el complemento, Paraguay estiró la ventaja a los 10 minutos
gracias a un tiro libre convertido por Arce. Entonces, con el 2 a 0, el
defensivo Maldini mandó el equipo para atrás. A los 17, Struway des-
vió una pelota que salió para su arco, sorprendió a Tavarelli y fue gol
en contra. En el descuento, a los 46 minutos llegó el empate sudafri-
cano por un penal mal cobrado de Tavarelli a Zuma por el árbitro es-
lovaco Lubos Michel, convertido por Fortune. Paraguay 2 – Sudáfrica
2.
El otro partido del grupo lo disputaron España y Eslovenia en
Kwangju, el 2 de junio. Los españoles, con José Antonio Camacho y
el delantero Raúl como estrella principal, llegaban con la expectativa
de poder superar su marca histórica de los cuartos de final. Eslovenia
contaba con un equipo donde el único creativo era Zahovic. El resto
era un grupo muy unido que apostaba a los córners y tiros libres para
sus jugadores altos. El primer tiempo fue de cierto equilibrio, aunque
parecía que España iba a hacer el primer gol. Y lo logró recién a los
43 minutos gracias a un remate cruzado de Raúl.

435
En el segundo tiempo, De Pedro tomó protagonismo en el partido
y los ibéricos se hicieron más fuertes. A los 29 minutos, Valerón defi-
nió sin marca para el 2 a 0 español. Descontó Cimirotic a los 36. Pero
Hierro, de penal, iba a despejar dudas a los 42 minutos. España gana-
ba 3 a 1 a Eslovenia. Por primera vez en 52 años, España ganaba en el
debut.
El 3 de junio se enfrentaron en Ulsan, Brasil y Turquía. Luego de
una complicada clasificación, los brasileños comenzaron a cuestionar
duramente a su entrenador, Luis Felipe Scolari, ya que no incluía en al
seleccionado al “Chapulín” Romario, quien a pesar de estar bastante
entrado en años, 36 en ese entonces, no tenía la pólvora mojada. El
reclamo del pueblo y del periodismo fue tan importante que hasta el
propio presidente de Brasil, que por ese entonces era Fernando Enri-
que Cardoso, le sugirió a Felipao que incluyera al segundo máximo
goleador de la historia del fútbol brasileño, pero el técnico respondió
que no aceptaría interferencias en la selección de jugadores y no lo
convocó.
Brasil no pegaba una antes de comenzar, el volante Emerson, titu-
lar indiscutido en el equipo, se lesionó el 2 de junio cuando el equipo
hacía el reconocimiento del estadio donde iban a enfrentar a Turquía.
Emerson se calzó los guantes e intentó atajar un disparo de Rivaldo,
cayó mal y se luxó el hombro. La lesión duraría cuatro semanas por lo
que Emerson fue desafectado y reemplazado a último momento por
Ricardinho.
Brasil llegaba lleno de dudas, Rivaldo con problemas físicos, de-
pendían del “fenómeno” Ronaldo. Lo favorecía un grupo muy débil.
Los turcos tenían como estrella al delantero del Parma italiano Hakan
Sukur. Casi medio siglo después volvían a un Mundial y resultaban
favorecidos por el sorteo del grupo, eran favoritos para clasificar de-
trás de Brasil. Brasil comenzó mejor pero Turquía aguantó bien y fue
creciendo, de a poco, hasta plantear el partido de igual a igual. A los
19 minutos un tiro en el travesaño de los turcos avisaba a Brasil. Al
finalizar la primera etapa, a los 47 minutos, Hasan Sas fusiló al arque-

436
ro brasileño Marcos para que Turquía se fuera al descanso en ventaja.
En la segunda etapa, apareció Ronaldo, a los 5 minutos aprovechó
una asistencia de Rivaldo y empató el partido. El árbitro coreano Kim
Young Joo condicionó a los turcos durante todo el encuentro, pero en
los minutos finales los errores a favor de Brasil fueron escandalosos.
A los 41 minutos Rivaldo, de penal, puso el 2 a 1 para Brasil. La juga-
da del penal había sido un agarrón de Alpay a Luisao claramente fuera
del área. Para colmo, Alpay Ozalan fue expulsado por último recurso.
A los 48 minutos, Rivaldo simuló groseramente un pelotazo en la ca-
ra, el juez compró y expulsó también a Unsal. En el final, Turquita
tenía un tiro libre en la media luna del arco brasileño, Edmilson se tiró
a lo arquero cuando iban a patear, le rebotó la pelota en el cuerpo y el
coreano no lo hizo ejecutar nuevamente. Así ganó Brasil 2 a 1 a Tur-
quía.
Croacia – México hicieron su presentación en Nigata, el 3 de ju-
nio, por el Grupo G. Los croatas contaban con un equipo de menor
calidad que el del tercer puesto de Francia 98, pero todavía estaban
Prosinecki y Suker, este último ahora en la función de enganche. Con
solidez defensiva y el delantero Alen Boksic, Croacia buscaba acer-
carse a lo hecho cuatro años atrás. Los aztecas tenían a Javier Aguirre
como entrenador. La falta de gol preocupaba a los mexicanos, que
tenían sus esperanzas puestas en Cuauhtémoc Blanco, quien estaba
entrado en kilos y venía de no jugar en el Valladolid español. Los
croatas tuvieron tres situaciones claras en el primer tiempo. Los ame-
ricanos una de Borgetti que se perdió solo el gol. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento, los europeos tuvieron dos oportunidades más
pero las desperdiciaron. A los 15 minutos, penal para México y expul-
sión del defensor Zivkovic. Pateó Blanco y gol mexicano. Los croatas
se vinieron abajo y México controló la media hora final. México 1 –
Croacia 0.
El 3 de junio, en Sapporo, completaron la primera fecha del Grupo
G Italia y el debutante Ecuador. Como siempre que un logro parece
muy lejano, la Federación Ecuatoriana de Fútbol les prometió a sus

437
futbolistas y cuerpo técnico el oro y el moro si clasificaban para el
Mundial. Los dirigidos por el colombiano Hernán “Bolillo” Gómez,
incentivados por el jugoso premio, un millón quinientos mil dólares,
clasificaron para el torneo con bastante tranquilidad. Para cumplir con
la promesa, la Federación lanzó una rifa de cuatro millones de núme-
ros a un dólar cada uno. Ecuador llegaba a Corea-Japón a aprender.
Alex Aguinaga como volante creativo y Agustín Delgado como carta
de gol eran las armas fundamentales de los sudamericanos. Italia lle-
gaba como candidata, presentaba en esta oportunidad a Giovanni Tra-
pattoni como técnico y contaba con una de las mejores defensas del
mundo y gran poder ofensivo con Del Piero, Totti, Inzaghi, Delvec-
chio, Montella y Vieri. A los 7 minutos ya ganaba Italia con gol de
Vieri. El “tanque” goleador volvería a anotar a los 27 minutos. Italia 2
a 0. A los 28 Méndez pudo descontar para Ecuador pero lo perdió.
En el complemento, Italia siguió dominando, logró contener las
subidas de Ulises de la Cruz, presionó y ganó. Italia 2 – Ecuador 0.
Por el Grupo C, que compartían con Brasil y Turquía, jugaron
China y Costa Rica. El encuentro se disputó el 4 de junio en Gwangju.
China hacía su presentación en Mundiales. Para contrarrestar su inex-
periencia había contratado a Bora Milutinovic como entrenador. Los
jugadores chinos eran veloces, tenían gran capacidad física y eran dis-
ciplinados técnicamente, aunque carecían de habilidad y picardía. El
delantero Chen Yang, que jugaba en Alemania, era su figura. Costa
Rica, con el brasileño Guimaraes como técnico, llegó complicada por
las lesiones de algunos de sus mejores hombres, como Paulo Wancho-
pe, delantero del Manchester City de Inglaterra, quien llegó con lo
justo al debut. No hubo demasiado en el primer tiempo, los equipos se
estudiaron demasiado.
En el segundo, se soltaron. Principalmente Costa Rica, que apro-
vechó la buena tarde de “la bala” Ronald Gómez, que convirtió el
primer gol a los 15 minutos. El delantero del Ofi Creta de Grecia, a los
19, asistiría a Wright, quien de cabeza marcaría el 2 a 0. Costa Rica
ganaba a China 2 a 0.

438
El 4 de junio en Busan era el turno de uno de los locales, Corea
del Sur ante Polonia. El cuarto árbitro fue el argentino Ángel Sánchez.
Desde que el holandés Guus Hiddink se hizo cargo de la dirección
técnica de los surcoreanos, el equipo mejoró en el aspecto físico y en
el trabajo de las pelotas paradas. Con el apoyo de su público, buscaban
llegar a la segunda fase. Lejos estaba Polonia de aquellas selecciones
con los Deyna y los Lato. Su presente era mucho más modesto y se
conformaba con clasificar a octavos. Plantel sólido pero sin estrellas.
El moreno Olisadebe, delantero del Panathinaikos griego, era su prin-
cipal apuesta ofensiva. Corea del Sur mostró un nivel muy superior al
de Mundiales anteriores. A los 26 minutos, un zurdazo de Hwang su-
peró al polaco Dudek y era el 1 a 0 para los locales.
En la segunda parte, a los 8 minutos, Yoo estampó el 2 a 0. Los
surcoreanos, sólidos atrás, veloces en el medio y agresivos en ataque,
se quedaron con la primera victoria tras cuatro Mundiales. Corea del
Sur 2 – Polonia 0.
En Saitama debutó, el 4 de junio, el otro local, Japón frente a Bél-
gica. Japón contaba con un entrenador experimentado como el francés
Philippe Troussier, quien había dirigido a Sudáfrica en el 98 y un
plantel más experimentado que en Francia, con Nakata jugando en el
Parma italiano, Inamoto en Arsenal de Inglaterra o el arquero Ka-
waguchi en el Portsmouth inglés, por ejemplo. Los “diablos rojos” no
llegaban de la mejor manera, era el equipo más débil presentado por
Bélgica en los últimos Mundiales. Más con las lesiones de su goleador
Mpenza, el volante Valgaeren y el defensor Clement. Bélgica abrió el
marcador a los 12 minutos gracias a su mejor jugador, el delantero
Wilmots. Dos minutos después, a los 14 llegó la reacción nipona. Su-
zuki ponía el 1 a 1 y a los 22 Inamoto marcaba para colocar a los loca-
les al frente. Primer tiempo con Japón arriba 2 a 1.
En la segunda etapa, llegó el empate de los europeos, a los 30 mi-
nutos por intermedio de Van der Heyden. A los 41 minutos, el árbitro
costarricense William Mattus le anuló un gol legítimo a los japoneses.
Como compensación, a los 43, ignoró un penal para Bélgica. Japón y

439
Bélgica igualaron 2 a 2. Fue el primer punto obtenido por Japón en un
Mundial.
El 5 de junio debutaron Estados Unidos y Portugal en Suwon.
Portugal llegaba con expectativas, presentaba el mejor equipo de su
historia con Luis Figo como estandarte. Los estadounidenses venían
de ganar la Copa de Oro de la CONCAFAF a México. Keller en el
arco, Cobi Jones y el joven delantero Landon Donovan eran los pilares
del equipo. Para los norteamericanos jugó de titular un argentino, Pa-
blo Mastroeni, mendocino que se fue a Estados Unidos en 1980 junto
a su familia y se radicó allí. A los 3 minutos, O’Brien madrugó a los
portugueses. Estados Unidos 1 a 0. Luego de una clara chance de Pau-
leta, que se perdió el empate, Jorge Costa en contra marcó el 2 a 0. La
sorpresa continuó cuando a los 35 minutos McBride, de palomita,
anotó el tercero. En 35 minutos Estados Unidos ganaba con justicia 3
a 0. Portugal reaccionó antes del final, a los 38 descontó Beto, de ca-
beza. Primer tiempo 3 a 1 para Estados Unidos.
En el segundo, se lo volvió a perder Pauleta a los 16 minutos. A
los 26, el americano Agoos convirtió en contra de su propio arco. Los
lusitanos se acercaban a un gol luego de ir abajo por tres. El empate
no llegaría. Otra sorpresa: Estados Unidos 3 – Portugal, con la mejor
selección de su historia, 2.
En Kobe, el 5 de junio, Rusia y Túnez completaron la presenta-
ción de las 32 selecciones participantes. Rusia ya no era la URSS de
las estrellas y buen juego. Aunque esta vez el grupo estaba unido y no
peleado con el técnico como en el 94. En los jugadores del Celta de
Vigo español Alexander Mortovoi y Valery Karpin, depositaban las
máximas esperanzas. Túnez llegaba con un nivel muy por debajo de
las potencias africanas Camerún y Nigeria. No tenía un jugador distin-
to. En la Copa África de 2002, el técnico era el francés Henri Michel,
pero al no pasar la primera fase fue despedido y asumió Ammar Soua-
yah. En la primera mitad, Rusia fue más e intentó ante un pálido Tú-
nez, sin embargo el gol no llegó. 0 a 0.
En la segunda etapa, Karpin era el conductor de los europeos. A

440
los 14 minutos, gol de Tritov, el delantero colocó en ventaja a Rusia.
A los 18, penal para los rusos que Karpin convirtió en el definitivo 2 a
0. Rusia, con dinámica y juego solidario, 2 – Túnez 0.
Alemania e Irlanda inauguraron la segunda ronda de partidos, el 5
de junio en Ibaraki. Irlanda venía de empatar con Camerún, Alemania
de golear 8 a 0 a Arabia Saudita. El partido fue equilibrado en un co-
mienzo, con los alemanes buscando de alto. A los 11 minutos llegó el
gol de Klose. Alemania 1 a 0. De ahí hasta el entretiempo crecieron
los irlandeses, quienes contaron con dos ocasiones para empatar.
La segunda mitad comenzó con Alemania retrasada e Irlanda in-
tentando atacar con más amor propio que fútbol. Cuando el encuentro
se moría, a los 47 minutos, Bierhoff perdió una pelota que generó la
jugada para que apareciera Robbie Keane y convirtiera el heroico em-
pate.
El 6 de junio en Saitama chocaron Camerún y Arabia Saudita. Los
africanos tenían un punto. A los árabes les habían convertido una go-
leada histórica en el debút y para colmo de males, el delantero, figura
y capitán del equipo, Sami Al Jaber, se lesionó el ligamento de la rodi-
lla derecha en el partido contra Alemania y no volvería a jugar en el
Mundial. A los 12 minutos, el árbitro noruego Terje Hauge le anuló
mal un gol a M’boma. Primer tiempo sin goles y con pocas llegadas.
En el complemento, a los 12, jugada dudosa, pidieron penal para
Arabia Saudita. Samuel Eto’o, a los 20 minutos, marcó el único tanto
del partido. Camerún 1 – Arabia Saudita 0. Los saudíes se convirtie-
ron en el primer equipo eliminado del Mundial.
Dos necesitados, Uruguay y Francia, que habían perdido en la
presentación, se enfrentaban en Busan, el 6 de junio. Una derrota los
eliminaba del torneo. Los dos jugaron demasiado presionados, a no
perder. Fue un partido caliente, lo más importante del primer tiempo
ocurrió a los 25 minutos, el árbitro mexicano Felipe Ramos Rizo ex-
pulsó al francés Henry por un descalificador planchazo al uruguayo
Romero.
En el complemento, sobre el final, lo tuvo Uruguay a los 39 minu-

441
tos y Francia a los 42. Fue empate 0 a 0. La suerte de los dos equipos
se definiría en el tercer partido. Deberían ganar sí o sí.
Finalizado el partido, los jugadores franceses descargaron la bron-
ca contra el mobiliario del vestuario del Estadio Asiad Main de Busan,
destruyendo todo. Posteriormente debieron pedir disculpas.
Dinamarca y Senegal le habían ganado a Uruguay y Francia res-
pectivamente, un triunfo les daba la clasificación y un empate los de-
jaba en la puerta. A los 15 minutos, Tomasson abrió la cuenta para
Dinamarca, tras penal cometido por Salif Diao. Senegal estuvo a pun-
to de empatar antes del final de los primeros 45 minutos, pero Dina-
marca se fue arriba al descanso.
En el segundo tiempo reaccionaron los africanos, a los 3 minutos
se perdieron una doble chance para convertir y a los 6, Diao logró la
igualdad con un remate cruzado, luego de una gran jugada de Fadiga.
A los 34 minutos se fue expulsado Diao por un planchazo brutal a
Rene Heriksen. Salif Diao hizo de todo, un penal, un gol y lo expulsa-
ron. En los diez minutos finales Dinamanrca atacó aprovechando el
hombre de más y Senegal aguantó. Empate 1 a 1 entre Dinamarca y
Senegal.
El 7 de junio jugaron en Jeonju, España, que llegaba con 3 puntos,
y Paraguay con 1. En Paraguay volvía Chilavert al arco luego de cum-
plir la suspensión. En la previa había prometido convertir dos goles.
Recordemos que el arquero paraguayo era famoso por patear tiros
libres y penales. Paraguay se ponía en ventaja a los 9 minutos gracias
a Puyol, el defensor español marcó en propia meta. Terminado el pri-
mer tiempo, los guaraníes ganaban 1 a 0.
En el segundo, ingresó Fernando Morientes por Diego Tristán en
España y el partido cambió. A los 7 minutos Chilavert salió mal en un
centro desde la izquierda, cerca estaba Morientes, que recibió sólo el
regalo y marcó el empate. Al arquero paraguayo se lo notaba errático
y estático. A los 23, otra vez Morientes, esta vez de atropellada dio
vuelta el resultado. España 2 a 1. A los 34 minutos Chilavert tuvo su
oportunidad de empatar con un tiro libre pero falló. Fernando Hierro,

442
a los 37 y de penal convirtió el definitivo 3 a 1. España 3 – Paraguay
1. Con este resultado, España clasificaba a octavos de final.
Un grupo de periodistas españoles, horrorizado por la costumbre
coreana de comer perro, llegó a comprar uno, para salvarle la vida, y
obsequiárselo al plantel como mascota. Lo llamaron “Camachín”, en
honor al técnico español José Antonio Camacho.
Por el grupo de Argentina, jugaban en Kobe Suecia y Nigeria.
Suecia había empatado con Inglaterra y Nigeria perdido con Argenti-
na. Los suecos presionaron a Nigeria pero esa presión fue disminu-
yendo con el correr de los minutos. A los 27, tras un centro desde la
derecha de Yobo, Aghahowa se anticipó de cabeza y colocó en ventaja
a los nigerianos. Entonces apareció Henrik Larsson y a los 34 minutos
empató con una jugada individual que definió de puntín. 1 a 1.
En el segundo tiempo, Larsson continuó en gran nivel. A los 17
minutos, de contra, Larsson le ganó a West, quien tuvo que hacerle
penal. El propio Larsson lo pateó y convirtió. Suecia le ganó 2 a 1 a
Nigeria. El próximo rival de Argentina llegaba a 4 puntos y sabía que
con un empate estaba clasificado.
Argentina e Inglaterra, como siempre que se enfrentaron, jugaron
el partido más esperado de la primera fase. El partido se disputó en
Sapporo el 7 de junio. Argentina sumaba 3 puntos, el empate la dejaba
casi clasificada. Inglaterra con una unidad tenía la necesidad de salir a
ganar. Ayala no se recuperó de la lesión, en su lugar seguiría Placente.
Caniggia estaba en el banco pero su condición física tampoco le per-
mitía jugar en plenitud. Bielsa no especuló y salió a atacar. A los 5
minutos, un disparo de “Kily” González se fue cerca. A los 23, Owen
le pegó de derecha y la pelota dio en el palo de Cavallero. Respondió
Batistuta con un cabezazo a los 24. El partido era parejo. Hasta que a
los 43 minutos Pochettino provocó un penal a Owen. El árbitro ita-
liano Pierluigi Collina lo cobró. Pateó David Beckham, quien todavía
no estaba completamente recuperado de la lesión del dedo del pie, y
convirtió el gol que le daba ventaja a Inglaterra. Argentina se iba al
entretiempo en desventaja.

443
En el segundo tiempo, a los 13 minutos Bielsa tomó una decisión
de las más cuestionadas, sacó al goleador histórico de la selección,
Gabriel Batistuta, e hizo ingresar a Hernán Crespo. Se le achacó que
era momento para jugar con los dos delanteros juntos, cosa que el téc-
nico no quería. Lo cierto es que Crespo tuvo un flojo desempeño, al
igual que su reemplazado. La defensa inglesa se mantuvo firme con
Ferdinand y Campbell como baluartes. Fue victoria de Inglaterra 1 a 0
sobre Argentina. Por fin se tomaba revancha del 86 y del 94. A Argen-
tina le faltó actitud. Un pasaje del partido de Verón, el capitán, sobre
el final, yendo caminando cansinamente a patear un corner lo dijo
todo. Mucho se le recriminó esta actitud luego a Verón, que por en-
tonces jugaba en el Manchester United inglés. En solo 5 de 40 parti-
dos el equipo de Bielsa no había podido convertir, justo uno de esos 5
fue en el clásico contra Inglaterra.
El 8 de junio fue el turno de Sudáfrica y Eslovenia en Taegu. Ar-
bitró el argentino Ángel Sánchez y Jorge Rattalino fue el asistente
número 1. Eslovenia llegaba con problemas. Además de caer en el
debut, se quedó sin Zahovic, su figura. El jugador fue expulsado y
enviado de vuelta a su país luego de discutir con el técnico, insultarlo
y casi llegar a las manos. El motivo fue que el entrenador sustituyó a
Zahovic en el partido ante España y al volante no le gustó. El plantel y
los dirigentes respaldaron al técnico y Zahovic quedó desafectado.
Sudáfrica tenía 1 punto, un triunfo lo acercaba a la clasificación, un
empate lo dejaba casi afuera. Los sudafricanos se pusieron rápidamen-
te en ventaja, a los 4 minutos por intermedio de Nomvethe. Los eslo-
venos estaban sin reacción. A los 32, Sánchez debió cobrar penal a
favor de Sudáfrica. Primer tiempo 1 a 0.
En el segundo, a los 5 minutos el árbitro argentino expulsó bien al
técnico Katanec, de Eslovenia. A los 20, Mc Carthy mandó un cabe-
zazo al palo. Sudáfrica fue más que Eslovenia y lo derrotó 1 a 0.
Brasil volvía a presentarse, esta vez ante China en Jeju, el 8 de ju-
nio. Los asiáticos habían perdido con Costa Rica en el primer encuen-
tro. Brasil le ganó a Turquía dejando dudas. Este partido sirvió para

444
que los de Scolari ganaran confianza. Roberto Carlos inauguró el mar-
cador a los 15 minutos. Aumentó Rivaldo a los 32, y a los 45 Ronal-
dinho convirtió el tercero. Primer tiempo, 3 a 0 para Brasil, jugando a
media máquina.
El segundo tiempo fue una práctica con público de Brasil. A los
10 minutos Ronaldo convirtió el cuarto. El triunfo de Brasil fue 4 a 0
sobre la inexperta China de Milutinovic.
Por el Grupo G jugaban el 8 de junio en Ibaraki, Italia y Croacia.
Los italianos habían vencido a Ecuador en el primer encuentro. Croa-
cia había perdido con México, y no contaba con Prosinecki y Suker.
El primer tiempo transcurrió sin demasiados sobresaltos. Igualdad en
0 al entretiempo.
En la segunda parte llegaron las emociones y las polémicas. A los
6 minutos, el árbitro inglés Graham Poll le anuló un gol válido a Vieri.
El propio Vieri a los 10 marcó para darle ventaja mínima a Italia. Los
de Trapattoni se replegaron y Croacia llegó al empate a los 27 minutos
gracias a Olic, que le ganó a Materazzi. A los 31, Rapaic también le
ganó a Materazzi y convirtió el segundo. Croacia lo daba vuelta. A los
46 minutos Materazzi quiso reivindicarse y convirtió el empate, pero
otra vez el juez Poll anuló mal el gol italiano. Otra sorpresa en el
Mundial, Croacia vencía 2 a 1 a Italia, que jugó mal y encima fue per-
judicada por el árbitro.
El 9 de junio jugaron México y Ecuador en Miyagi. Los aztecas
llegaban luego de derrotar a Croacia. Ecuador había perdido con Italia.
En la primera jugada clara del partido, a los 5 minutos, Agustín Del-
gado, de cabeza, marcó el gol que colocó a Ecuador en ventaja. Méxi-
co fue en busca del empate y lo consiguió a los 27, por intermedio de
Borgetti. 1 a 1.
En el segundo tiempo, los ecuatorianos no reaccionaron. A los 11
minutos Torrado dio vuelta el marcador consiguiendo la segunda con-
quista para México. Sobre el final, viendo que se quedaban afuera,
Ecuador metió en un arco a los aztecas y cerca estuvo de empatar con
un cabezazo de Delgado que el “conejo” Pérez atrapó, haciendo fácil

445
una pelota difícil. México 2 – Ecuador 1.
Por el Grupo C, también el 9 de junio, en Incheon, fue el turno de
Costa Rica, que llegaba con una victoria y Turquía, que lo hacía con
una derrota. Pocas llegadas y bastante roce para un primer tiempo sin
goles.
En el complemento, apareció Emre Belozoglu a los 10 minutos
para adelantar a los turcos. Los “ticos” avanzaron en el terreno de jue-
go y buscaron el empate. Parecía que no llegaría, pero a los 41 minu-
tos, el ingresado Parks empató el partido. El propio Parks se perdió el
gol de la victoria en el descuento. Costa Rica 1 – Turquía 1.
Japón y Rusia se medían en Yokohama el 9 de junio, por el Grupo
H. Los locales habían obtenido contra Bélgica su primer punto en
Mundiales. Los europeos habían ganado en el debut. Un primer tiem-
po para el olvido, una jugada peligrosa contra cuatro tarjetas amarillas.
0 a 0.
En la segunda mitad, Japón salió decidido y a los 6 minutos
Inamoto convirtió el 1 a 0 para los locales. Luego, Beschastnykh casi
empató para Rusia y el japonés Nakata estrelló un tiro en el travesaño.
Japón ganó con claridad 1 a 0 a Rusia, consiguió su primer triunfo en
un Mundial y quedó a un paso de la clasificación.
Luego del encuentro, en Rusia, una persona murió acuchillada y al
menos 30 resultaron heridas en los disturbios que se produjeron en el
centro de Moscú tras la derrota rusa por un gol a cero. Decenas de
seguidores del equipo de fútbol ruso se manifestaron, quemaron al
menos siete automóviles y destrozaron una veintena más, encoleriza-
dos por la derrota de su selección ante Japón.
El 10 de junio, en Oita, completaron el Grupo H Túnez y Bélgica.
Los dos estaban necesitados, Túnez había perdido y Bélgica empata-
do. Los belgas salieron mejor y pegaron primero, a los 11 minutos el
capitán Wilmonts marcó el 1 a 0. Pero los tunecinos reaccionaron con
rapidez y a los 16 minutos consiguieron el empate por obra de Bou-
zaine, de tiro libre. De ahí en más los africanos comenzaron a tener la
pelota y dominar el encuentro. Primer tiempo 1 a 1.

446
En el segundo, el árbitro Mark Shield, de Australia, no cobró un
claro penal del belga Deflandre a Meiki. Sobre el final, lo tuvo Túnez
y de contra Bélgica, los dos fallaron. Túnez y Bélgica empataron 1 a
1. El empate los complicó a los dos.
Taegu fue la ciudad que acogió el duelo entre Corea del Sur y Es-
tados Unidos. Los dos habían ganado el primer encuentro. Los locales
comenzaron con todo y metieron contra su arco a los estadounidenses.
Sin embardo, en una contra aislada, Mathis inauguró el marcador para
Estados Unidos. El público no lo podía creer. A los 39 minutos, el
árbitro Urs Meier, de Suiza, cobró un dudoso penal para los surcorea-
nos, por infracción de Agoos a Hwang. Pateó Eul Lee y tapó Friedel,
el arquero norteamericano. La superioridad coreana era clara, pero,
gracias a Friedel, Estados Unidos era quien se iba ganando a vestua-
rios.
En el segundo tiempo, el partido fue un poco más parejo, aunque
siempre mejor los locales. A los 32 minutos, por fin Corea del Sur
llegó al empate gracias a la conquista de Jung Ahn. Sobre la hora,
Yongsoo Choi lo pudo ganar pero falló. Fue empate 1 a 1 entre Corea
del Sur y Estados Unidos.
En duelo de perdedores, Portugal jugaba contra Polonia, el 10 de
junio en Jeonju. La cancha estaba pesada por la intensa lluvia que ca-
yó durante el encuentro, esto no ayudó al fair play. Portugal comenzó
con mayor actitud y a los 13 minutos convirtió el primer tanto por
intermedio de Pauleta. Desde entonces, hubo pierna fuerte de ambos
lados y cinco amonestados. A los 39 lo tuvo Olisadebe pero erró. Pri-
mer tiempo, Portugal arriba 1 a 0.
En los segundos 45 minutos, los polacos fueron una sombra. Otra
vez Pauleta, a los 19 minutos anotó el segundo y a los 31, el tercero,
personal y del partido. A los 41 Rui Costa marcó el cuarto. Portugal 4
– Polonia 0. Los lusitanos se acomodaban en el grupo con expectati-
vas de clasificar.
El 11 de junio comenzó la tercera rueda de partidos de cada grupo,
los que definirían quiénes seguían y quiénes quedaban eliminados. En

447
Incheon jugaron Dinamarca y Francia. Los galos, con apenas un pun-
to, debían ganar y por la mejor diferencia de gol posible. Los daneses
con un empate se aseguraban la clasificación. Zidane fue titular en
Francia a pesar de que no estaba físicamente en condiciones. A los 22
minutos, Rommedahl convirtió el primero para Dinamarca. Apenas
dos llegadas claras en todo el primer tiempo para los franceses, que
debían ganar.
En el complemento, Desailly pegó un tiro en el travesaño que po-
dría haber sido el empate galo. A los 10, Trezeguet al palo. No era la
tarde de Francia. Para colmo, también a los 22, Tomasson, que anduvo
intratable durante la fase de grupos, definía el partido con una nueva
conquista. Dinamarca le ganaba 2 a 0 a Francia. El campeón quedaba
eliminado en la zona y sin marcar un solo gol en tres partidos, obte-
niendo apenas 1 punto y quedando último en su grupo.
Al mismo tiempo, el 11 de junio y en Suwon se enfrentaron Sene-
gal y Uruguay. Fue una situación similar al partido anterior. Los afri-
canos, empatando, estaban en octavos. A los charrúas solo les servía
ganar. Partido áspero, se jugó como una final. 12 amonestados tuvo el
encuentro. Uruguay entró dormido al campo de juego. Los africanos
aprovecharon y a los 37 minutos ya ganaban 3 a 0. A los 19 minutos,
Fadiga de penal puso el 1 a 0. Penal que solo vio el árbitro holandés
Wegereef. A los 25 Diop convirtió el segundo y a los 37 otra vez
Bouba Diop marcó el 3 a 0.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Forlán y Morales, Uru-
guay mejoró. A los 15 minutos, el “Chengue” Morales descontó. 3 a 1.
Golazo de Forlán a los 23, se acercaba la celeste. La reacción continuó
y a los 42 minutos llegaba el empate gracias a un penal inventado por
el árbitro, que Recova convirtió. 3 a 3. A Uruguay le faltaba un gol
más para concretar la hazaña. Y lo tuvo, sobre el final, Tony Sylva
salió a cualquier lado, Varela tomó el rechazo y le pegó mientras el
arquero senegalés volvía. Diatta salvó con la cabeza y cuando Richard
“Chengue” Morales tenía el cuanto gol, cabeceó para afuera con el
defensor y Sylva caídos. No alcanzó. El empate 3 a 3 entre Senegal y

448
Uruguay, clasificó a los africanos y envió a casa a los sudamericanos.
También el 11 de junio se definió el Grupo E. En Shizuoka juga-
ron Camerún y Alemania. Se jugó fuerte, como consecuencia hubo 14
amonestados y dos expulsados. Fue récord en Mundiales. El árbitro
español Antonio López Nieto sacó 16 tarjetas amarillas, en dos opor-
tunidades al mismo jugador, por lo que se convirtieron en roja. El
primer tiempo finalizó 0 a 0. Lo más destacable fue que Alemania se
quedó con uno menos, Ramelow se fue expulsado a los 40 minutos.
En la segunda etapa, Voeller rearmó el equipo, ingresó Bode por
Jancker. Le salió bien, a los 4 minutos el propio Bode marcó el 1 a 0.
Alemania equilibró el hombre de menos con su experiencia. A los 33,
Klose de cabeza anotó el segundo. Alemania le ganó a Camerún 2 a 0
y ganó el grupo. Los africanos, de vuelta a casa.
En Yokohama jugaron el 11 de junio Irlanda y Arabia Saudita.
Los árabes ya estaban eliminados. Irlanda clasificaba ganando. Los
irlandeses salieron decididos a buscar el triunfo y a los 6 minutos lle-
gaba el primer gol gracias a Keane. Tras dos llegadas de los saudíes,
finalizó el primer tiempo.
En el segundo, llegó otro gol de Irlanda, Breen a los 16 minutos.
Cerca del final, a los 41 minutos, Duff convirtió el 3 a 0. Los árabes
nunca le hicieron fuerza a Irlanda. Los europeos pasaban a octavos de
final. El papel de Arabia Saudita muy flojo, cero puntos, 12 goles en
contra y ninguno a favor. Irlanda 3 – Arabia Saudita 0.
El 12 de junio era el día de la definición el grupo de Argentina. En
Osaka jugaron Nigeria e Inglaterra. Las “águilas verdes” ya estaban
eliminadas al no lograr puntos en los dos primeros encuentros. Ingla-
terra necesitaba un empate para llegar a 5 puntos y clasificar, indepen-
dientemente de lo que pasara con Argentina y Suecia. Fue un partido
entretenido donde los nigerianos, ya sin nada que perder, fueron al
ataque. Los ingleses defendieron y se basaron en la gran actuación de
su arquero David Seaman. Hasta lo pudo ganar Inglaterra con un tiro
de Cole que pegó en el travesaño. Fue 0 a 0 entre Nigeria e Inglaterra.
Los nigerianos por lo menos se fueron con un punto. Los británicos

449
sobrevivieron al grupo de la muerte.
Al mismo tiempo que Nigeria – Inglaterra, ese 12 de junio, en
Miyagi, se jugaban el pase de ronda Argentina y Suecia. A Suecia le
alcanzaba el empate para clasificar. Argentina tenía que ganar para no
depender de nadie. En caso de empatar dependía de que Nigeria le
ganara a Inglaterra. Fue el mejor partido de Argentina en el torneo.
Peloteó a Suecia. Creó cinco situaciones claras en el primer tiempo
pero el gol no llegó. Tal vez porque el sistema de Bielsa hacía que
lleguen volantes y defensores a situaciones de gol y tres de las cinco
chances las tuvo Sorín, un jugador que no estaba acostumbrado a defi-
nir. Las otras dos fueron para el “Piojo” Claudio López. A los 47 mi-
nutos ocurrió un hecho curioso, Caniggia fue expulsado del banco de
suplentes por insultar, según el árbitro Ali Bujsaim de Emiratos Ára-
bes. Así terminaba el triste Mundial del “Pájaro”, sin haber jugado un
solo minuto y expulsado. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo tiempo, otra llegada más de Sorín, que falló. A los
12 minutos, el técnico prefirió priorizar el esquema táctico de dos de-
lanteros por afuera y uno por dentro, entonces sacó a Batistuta, golea-
dor histórico de la selección argentina, por Crespo. En vez de dejar los
dos delanteros en cancha. Un instante antes del cambio, el “Pelado”
Matías Almeyda convirtió una durísima infracción. Tiro libre cerca
del área para Suecia. Le pegó Svensson y la clavó arriba. A los 13
minutos Suecia ganaba y eliminaba a Argentina. Aimar se puso el
equipo al hombro y fue quien guió los ataques. Los suecos defendían
y tenían el partido controlado. A los 23, un remate de Crespo fue
mandado al corner por el arquero Hedman. A los 28, Pochettino casi
convirtió en contra. A los 42 ingresó el joven delantero Zlatan Ibrai-
movic, haciendo su debut en Mundiales. En ese mismo minuto el árbi-
tro cobró penal para Argentina sobre un supuesto foul a Ortega que no
fue. El propio “Burrito” lo pateó y lo erró, llegó Crespo atento al rebo-
te y empató el encuentro. Fue la última clara. Argentina creó 13 situa-
ciones y apenas concretó 1. Suecia pasaba a octavos de final. Argenti-
na estuvo lejos de brillar como en las eliminatorias. Pasó de gran can-

450
didata a realizar la peor campaña desde 1962 a la fecha (2002), donde
compitió en ocho Mundiales. Faltó fútbol y contundencia.
Debido al alto nivel de expectativa que se tenía con respecto a la
selección argentina en ese torneo, la pronta eliminación fue vista co-
mo uno de los mayores fracasos de la albiceleste, y devino en una ava-
lancha de críticas hacia Bielsa. La principal fue que el equipo llegó
mal físicamente al Mundial y que se citaron jugadores lesionados.
Otras que Argentina jugaba a la “europea” y no a la “argentina”, que
se creaban muchas situaciones pero se fallaba en la definición. Que
había convocado a Caniggia lesionado en lugar de Saviola que era
figura en Barcelona. Lo cierto es que en los partidos anteriores al
Mundial la pelota había entrado, en Corea-Japón no. Bielsa igualmen-
te fue reafirmado en el cargo de entrenador por el presidente de la
Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona. El fracaso en el
Mundial afectó personalmente a Bielsa, que tras la eliminación se ais-
ló varios meses en su casa del campo.
La definición del Grupo B también fue el 12 de junio. En Daejeon
jugaron Sudáfrica y España. El argentino Jorge Rattalino fue el asis-
tente número 1 del encuentro. Los sudafricanos sumaban 4 puntos, los
españoles 6. Con un empate, Sudáfrica clasificaba y los ibéricos gana-
ban el grupo. España presentó un once inicial mixto entre titulares y
suplentes, pensando en la próxima ronda. En una muestra de caballe-
rosidad deportiva, los equipos no especularon. Salió un partido abierto
y con varias situaciones de gol. Ayudó que a los 4 minutos ya estuvie-
ra España en ventaja. El arquero Arendse salió y atrapó la pelota pero
incomprensiblemente la dejó suelta a los pies de Raúl, que aprovechó
el regalo y convirtió el 1 a 0. Cuando se esperaba la llegada del se-
gundo tanto español, Mc Carthy enganchó una pelota suelta en el área
y batió a Iker Casillas. Iban 30 minutos. Los españoles continuaron
como si nada hubiera pasado y a los 45 minutos Mendieta dejó parado
al arquero sudafricano para mandar al descanso arriba a España 2 a 1.
En la segunda parte, un error de la defensa española le permitió a
Redebe empatar de cabeza. Para entonces, Paraguay perdía y jugaba

451
con diez hombres. Sudáfrica se estaba clasificando. Pero Joaquín sacó
un centro al segundo palo donde estaba Raúl, que de cabeza convirtió
el tercero. Desde Jeju, donde Paraguay jugaba con Eslovenia, llegaban
malas noticias para Sudáfrica. España pasaba de ronda con puntaje
ideal. Sudáfrica había estado cerca pero se despedía.
En Jeju, el 12 de junio jugaron Paraguay y Eslovenia. Los euro-
peos ya estaban eliminados, mientras que Paraguay necesitaba una
victoria y que España superara a Sudáfrica. Digna despedida de los
eslovenos que jugaron como si todavía tuviesen chances de clasificar.
Una irresponsabilidad de Paredes dejó a Paraguay con diez y lo com-
plicó. El jugador fue amonestado a los 4 minutos y vio la segunda
amarilla a los 22. Igualmente los guaraníes siguieron intentando llevar
peligro al arco esloveno. Cuando se iba el primer tiempo, a los 46 apa-
reció Acimovic que remató desde un ángulo cerrado, sin embargo la
pelota se le pasó entre las piernas a Chilavert. Eslovenia 1 a 0.
En el complemento, Cesare Maldini mandó a la cancha a Nelson
“Pipino” Cuevas y Jorge Campos, quienes le cambiaron la cara al
equipo. Chilavert apareció en el momento justo, salvó dos situaciones
claras y otra de Cimirotic pegó en el travesaño. Cuevas fue creciendo
en el partido hasta ser el artífice del empate, a 20 minutos. A los 28
Campos la clavó desde la media luna y logró el 2 a 1 que daba la vic-
toria a Paraguay. A los 36 se fue expulsado Ceh, los dos quedaron con
diez jugadores. Cuevas, a falta de siete minutos, a los 38, convirtió el
tercero. España le había ganado a Sudáfrica por lo que Paraguay acce-
día a octavos de final. Con la victoria 3 a 1 sobre Eslovenia, quedaba
con 4 puntos y 0 de diferencia de gol, al igual que los africanos. Pero
los paraguayos tenían 6 goles a favor contra 5 de los africanos.
El 13 de junio en Suwon fue el turno de Brasil y Costa Rica. Sco-
lari mechó titulares y suplentes puesto que Brasil ya estaba clasifica-
do. Costa Rica necesitaba un empate para pasar de ronda, claro que el
rival no era accesible, ni mucho menos. Los brasileños aprovecharon
que Ronaldo y Rivaldo andaban derechos ese día y a los 13 minutos
ya ganaban 2 a 0. Ronaldo a los 9 y a los 13 fue el autor de los goles.

452
Edmilson a los 38 convirtió el tercero. Así como era una máquina
arriba, Brasil era flojo en defensa y a los 39 Paulo Wanchope descon-
tó. Luego de los primeros 45 minutos Brasil ganaba 3 a 1.
En los segundos 45, Costa Rica volvió a descontar buscando el tan
necesitado empate. A los 10 minutos, Ronald Gómez, de cabeza, fue
el autor. Pero los “ticos” no podrían aguantar el asedio ofensivo de los
sudamericanos. Un golazo de Rivaldo a los 17 y otro tanto de Junior a
los 19 le dieron la victoria por goleada a Brasil 5 a 2. Costa Rica que-
daba eliminada porque Turquía le ganaba a China y la superaba por
mejor diferencia de gol.
Turquía y China jugaban el 13 de junio en Seúl. Los chinos ya es-
taban fuera. Turquía sumaba un solo punto, debía ganar por la mayor
diferencia de gol posible y esperar que Brasil hiciera lo propio con
Costa Rica. A los turcos se les dieron todas. Brasil ganó, como vimos,
5 a 2. Ellos superaron sin dificultades a una China muy floja. A los 6
minutos Sas y a los 9 Korkmaz dieron tranquilidad a los turcos. A los
28, Yang estrelló una volea en el palo. Primer tiempo, 2 a 0 para Tur-
quía.
En el segundo tiempo, China se quedó con diez por la expulsión a
los 13 minutos de Jiayi Shao. Los turcos siguieron buscando, necesi-
taban más goles por las dudas de que Costa Rica también convirtiera.
A los 39 llegó el tercero gracias a Davala. Turquía vencía 3 a 0 a Chi-
na y resucitaba luego de que casi todos la dieran como eliminada. En
cuanto a los chinos, 0 puntos, 0 goles a favor y 9 en contra. Por prime-
ra vez Bora Milutinovic no clasificó una selección a octavos de final.
El 13 de junio también se definía el Grupo G. En Oita jugaban
México e Italia. La única forma de que los aztecas quedaran elimina-
dos era que perdieran con Italia y que Croacia le ganara a Ecuador, así
quedarían todos con 6 puntos y las dos selecciones europeas los supe-
raran por diferencia de gol. Lo de Italia era más complicado, dependía
de su actuación pero también de Croacia, ya que las dos selecciones
estaban igualadas en 3 puntos. México llevó la iniciativa ante una
amarreta Italia. Los de Aguirre tocaron la pelota hasta encontrar el

453
hueco y generar situaciones de gol. Precisamente una de ellas, a los 33
minutos, le permitió a Borgetti marcar el primero para los de América
del Norte.
En la segunda parte, Morales mandó al travesaño lo que pudo ser
el segundo tanto mexicano. A los 18, el árbitro Carlos Simón de Brasil
le anuló un gol al italiano Montella. Con este resultado, Italia se que-
daba afuera. A los 32 ingresó Alessandro Del Piero, en ese momento
la televisión captó cómo Trapattoni volcaba un frasquito con agua al
césped, sentado en el banco de suplentes, después se supo que era
agua bendita. Le dio resultado, a los 39 Del Piero de cabeza marcó el
empate. Final, México 1 – Italia 1. México jugó mejor y mereció ga-
nar pero el partido terminó empatado. Con el punto obtenido Italia
quedó segunda detrás de México y los dos pasaron de ronda.
Simultáneamente, jugaban el 13 de junio, en Yokohama, Ecuador
y Croacia. Los europeos dependían del resultado de Italia, aunque
ganando era muy difícil que quedaran eliminados. Ecuador debía ga-
nar y esperar que México hiciera lo propio con Italia. Entonces se
producía un triple empate entre Ecuador, Italia y Croacia con 3 puntos
y entraba a contar la diferencia de gol y los goles a favor para ver
quién acompañaba a los aztecas. Incomprensiblemente, Croacia le
regaló el terreno y la pelota a los ecuatorianos, que de a poco comen-
zaron a animarse ante la pasividad de los europeos. Un primer tiempo
sin demasiadas emociones, salvo un tiro de Boksic que el defensor
Poroso sacó en la línea. 0 a 0.
En la segunda parte ingresó Aguinaga y Ecuador ganó en juego y
buen trato del balón. A los 3 minutos Edison Méndez convirtió el 1 a
0 para Ecuador. Desde ahí hasta el final, los ecuatorianos se dedicaron
a defender y neutralizar los ataques croatas. Fue victoria de Ecuador 1
a 0 ante Croacia. Los europeos regalaron la chance de clasificar.
Ecuador se despidió consiguiendo su primer triunfo en un Mundial.
El 14 de junio se jugaron los últimos cuatro partidos de la fase de
grupos. Por el Grupo D se enfrentaron Portugal y Corea del Sur en
Incheon. Los lusos cosechaban 3 puntos, los coreanos 4. Los locales

454
con el empate estaban en la siguiente ronda. Portugal debía ganar o
empatar y esperar qué pasaba en el otro encuentro del grupo. El árbitro
fue el argentino Ángel Sánchez. El partido tuvo muchos roces, a los
27 minutos Joao Pinto fue bien expulsado por Sánchez por una infrac-
ción contra Park. Insólitamente, el portugués reaccionó aplicándole un
puñetazo en la panza al árbitro argentino. Joao Pinto fue castigado por
FIFA con la pena mínima para tales casos, seis meses. A los 30, fue
bien anulado un gol al coreano Park. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento, a los 21 minutos fue expulsado Beto en Por-
tugal, que se quedó con 9 jugadores. A los 25 llegó el inevitable gol
surcoreano, por obra de Ji Sung Park. Los lusitanos fueron en busca
del empate con lo que les quedaba, lo tuvo Nuno Gómes primero y
Conceicao después. El empate no llegó. Corea del Sur 1 – Portugal 0.
Para los locales fue la primera clasificación a la siguiente fase de un
Mundial. Portugal, otro candidato que quedaba en el camino.
En Daejeon, el 14 de junio, chocaron Polonia y Estados Unidos.
Polonia sin unidades estaba eliminada. Estados Unidos, ganando o
empatando clasificaba, perdiendo necesitaba que también perdiera
Portugal. Los norteamericanos jugaron su peor partido. En el comien-
zo ya perdían 2 a 0. Olisadebe a los 3 minutos y Kryszlowicz a los 4,
marcaron los goles. A los 29 Zurawski pegó un tiro en el palo de Frie-
del que podría haber sido el tercero. Al llegar al entretiempo, Polonia
ganaba 2 a 0.
En la segunda etapa, Estados Unidos mostraría un poco más de
actitud pero no como para evitar el tercer tanto polaco. Zelawkow, que
había ingresado un minuto antes, anotaba a los 21. Donovan descontó
a los 37 minutos para los Estados Unidos. Fue triunfo de Polonia 3 a 1
sobre Estados Unidos. Los europeos se despidieron dejando una buena
imagen. Los norteamericanos clasificaron gracias a que Corea del Sur
le ganó a Portugal.
Por el Grupo H, jugaron el 14 de junio Túnez y Japón, en Osaka.
En un grupo muy parejo, Japón necesitaba un empate y los tunecinos
ganar por buena diferencia de gol. Los nipones de Philippe Troussier

455
intentaron ser protagonistas en el primer tiempo pero el equipo no
despegaba. Chato 0 a 0.
En el segundo tiempo, el técnico de Japón mandó a Morishima a
la cancha. El volante le cambió la cara al equipo, metió el primer gol a
los 3 minutos y tuvo una gran actuación. Nakata, de cabeza, a los 29
minutos aseguró la clasificación de los locales. Japón 2 – Túnez 0.
Primera vez en la historia de los Mundiales que los nipones pasaban
de la primera ronda.
En Shizuoka, el 14 de junio, se jugó una “final” entre Bélgica, con
2 puntos y Rusia que tenía 3. El que ganaba pasaba, el empate favore-
cía a los rusos. A los 6 minutos, Walem, de tiro libre al ángulo, ponía
en ventaja a los belgas. Parejo primer tiempo. 1 a 0 para Bélgica.
En la segunda etapa, empató Beschastnykh a los 6 minutos. El
marcador no se movería hasta los 33 minutos cuando Sonck, de cabe-
za, marcaba el 2 a 1 para Bélgica. El cerebro de los “diablos rojos”,
Wiltmots, apareció a los 37 minutos y definió el partido con un zurda-
zo exquisito, que le daba a su equipo ventaja de dos. Sychev desconta-
ría para Rusia a los 43, pero sería demasiado tarde. Bélgica ganaba 3 a
2 a Rusia y acompañaba a Japón a octavos de final.
Los cruces de octavos de final quedaron de la siguiente manera:
Alemania – Paraguay; México – Estados Unidos; España – Irlanda;
Corea del Sur – Italia; Dinamarca – Inglaterra; Brasil – Bélgica; Sue-
cia – Senegal y Japón – Turquía.
El 15 de junio comenzaron los octavos de final, en Jeju jugaron
Alemania y Paraguay. Los de Maldini cedieron terreno abroquelados
atrás. Paraguay esperaba una pelota parada para que su arquero golea-
dor marcara. De paso, Chilavert se convertiría en el primer arquero de
la historia de los Mundiales en marcar un gol. Alemania intentó rom-
per la defensa guaraní pero no lo pudo hacer. Así pasó el primer tiem-
po.
En el segundo, el trámite siguió igual. Cesare Maldini no se deci-
día por el ingreso de Cuevas, quien había cambiado el partido ante
Eslovenia y les había dado la clasificación. Paraguay apostaba al alar-

456
gue. Los penales también les caían simpáticos. Todo indicaba que iban
a ir a la prórroga, pero a los 42 minutos, Neuville se anticipó a todos y
convirtió para los germanos. A los 45, muy tarde, Maldini se decidió a
poner a “Pipino” Cuevas. Solo quedó tiempo para que el argentino
nacionalizado paraguayo Roberto Acuña le pegara un tremendo coda-
zo a Ballack y se fuera expulsado. Por tercer Mundial consecutivo,
Paraguay se despedía en octavos de final. Quedaría tiempo para la
crítica de Chilavert al técnico Maldini por el retraso en el ingreso de
Cuevas. Alemania, como siempre, se instalaba en cuartos.
El otro encuentro del 15 de junio se disputó en Niigata entre Di-
namarca e Inglaterra. Un error del arquero danés Sorensen le permitió
a Ferdinand adelantar a los británicos a los 5 minutos. El gol tempra-
nero tranquilizó a los ingleses y les facilitó las cosas. Beckham se hizo
dueño del equipo. A los 21 minutos, Owen, tras un rebote, marcó el
segundo. Heskey, desde afuera, a los 43 convirtió el 3 a 0. Inglaterra
lo definió en el primer tiempo.
En el complemento, los daneses se fueron a la carga pero les faltó
poder ofensivo. La defensa y Seaman salvaron el posible descuento de
los nórdicos. Inglaterra, sin dificultades despachó a Dinamarca 3 a 0.
El 16 de junio en Oita se enfrentaron Suecia y Senegal. Los afri-
canos no podían contar con sus dos mejores jugadores hasta el mo-
mento, Diao y Fadiga. El primero había sido expulsado ante Dinamar-
ca, el segundo había llegado a la doble amonestación. A los 10 minu-
tos, Larsson inauguraba el marcador para Suecia. Senegal se lanzó al
empate. A los 14, jugada dudosa que pudo ser penal para los africa-
nos. A los 18 Cisse le pegó desde afuera del área y se fue cerca. A los
24, gol anulado a Diop. Senegal hacía méritos para empatar y a los 36,
pateó Camara desde afuera, Hedman no llegó, era el empate de Sene-
gal. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, el partido se equilibró, llegó Senegal, respondió
Suecia. Se jugaba fuerte. Los 90 minutos finalizaron igualados en un
tanto. Se debió jugar suplementario con la regla de “gol de oro”.
En el primer tiempo extra, buena jugada de Svensson y la pelota

457
pegó en el palo, Suecia estuvo a centímetros de ganar. A los 8 casi
convirtió Diouf. Hasta que a los 13 minutos Camara, de zurda, convir-
tió el gol que le dio el pase a cuartos de final a Senegal por primera
vez en su historia. Senegal 2 – Suecia 1.
España e Irlanda jugaron el 16 de junio en Suwon. A los 7 minu-
tos, Morientes, de cabeza, marcó para España. A los 26, el árbitro An-
drers Frisk, de Suecia, anuló correctamente un gol a Luis Enrique.
Primer tiempo, España arriba 1 a 0.
En el complemento, Irlanda intentó crear peligro. Kilbane solo la
tiró afuera. A los 17 minutos el árbitro cobró penal ante una caída en
el área de Duff, que no fue infracción. Pateó Harte y atajó Casillas.
Los ibéricos seguían ganando. A los 35 minutos salió Raúl lesionado.
A los 45, cuando España tenía la clasificación en el bolsillo, Fernando
Hierro agarró infantilmente a un rival en el área y penal para Irlanda.
Pateó Robbie Keane, esta vez Casillas no pudo. Irlanda consiguió em-
patar y mandó el partido a tiempo suplementario.
En los 30 minutos, en los que contaba el gol de oro, no convirtie-
ron. El tercer cuartofinalista saldría de la definición por penales. Por
España convirtieron: Hierro, Baraja y Mendieta. Fallaron: Juanfran
(desviado) y Valerón (palo). Por Irlanda acertaron: Keane y Finnan.
Erraron: Holland (travesaño), Connolly (atajado) y Kilbane (atajado).
Tras igualar 1 a 1, España vencía a Irlanda por penales 3 a 2. Casillas
fue el héroe del partido, atajando un penal durante los 90 minutos y
dos en la definición.
El arquero titular de España era Santiago Cañizares, del Valencia.
Pero se rompió un tendón del pie al caérsele un frasco de perfume
pocos días antes del Mundial. Por eso, atajó el joven arquero del Real
Madrid Iker Casillas.
El 17 de junio se jugó en Jeonju el clásico de América del Norte
entre México y Estados Unidos. Los aztecas llegaban en una gran
forma. Los estadounidenses habían entrado a octavos por la ventana.
Pero era un clásico y los antecedentes quedaban de lado. Se jugó co-
mo una final. Bush, presidente de EE.UU., llamó al plantel para

458
desearles suerte. Hubo 10 amonestados y un expulsado. A los 7 minu-
tos, Mc Bride sorprendía. Estados Unidos ganaba 1 a 0.
En el segundo, Donovan convirtió el segundo de cabeza, a los 20
minutos. El árbitro portugués Vitor Melo Ferreira no cobró una clara
mano de O’Brien en el área. La esperanza azteca, Cuauhtemoc Blan-
co, estuvo desaparecido cuando el equipo más lo necesitaba. La impo-
tencia mexicana se reflejó en el planchazo que Rafael Márquez le pe-
gó a Cobi Jones a los 43 minutos. Se fue expulsado. Estados Unidos 2
– México 0. Tercer Mundial seguido que México se despedía en octa-
vos de final. En Francia 98, los estadounidenses habían salido últimos.
Ahora iban por un lugar en semifinales.
Brasil enfrentaba a Bélgica el 17 de junio en Kobe. Al minuto,
M’penza avisó que Bélgica no estaba para ser partenaire. Verheyen
tuvo otra clara, atajó Marcos. Por el lado brasileño, una tijera de Ro-
naldo y Roberto Carlos también generó peligro con un disparo que
pasó cerca. La polémica llegó a los 35 minutos cuando Wilmots con-
virtió y el árbitro jamaiquino Peter Prendergast lo anuló por supuesta
infracción. Mal anulado, regalo del juez a Brasil. Primer tiempo, 0 a 0.
En la segunda parte, Wilmots remató, otra vez seguro Marcos, que
se convertía en figura aguantando el empate. La delantera brasileña
tuvo una y no falló. Rivaldo, a los 21, marcó el 1 a 0. A los 42 lo defi-
nió Ronaldo, 2 a 0. Los brasileños se basaron en la solidez de su ar-
quero y la mano del árbitro, para definir el partido con contundencia
cuando tuvieron la oportunidad. Brasil 2 – Bélgica 0. Bélgica se des-
pedía siendo digno rival, fue el último partido del capitán Wilmots.
Brasil clasificaba a cuartos de final.
Los dos países anfitriones quedaron para el 18 de junio. En Miya-
gi jugaron Japón y Turquía. Los turcos la pasaron feo en el viaje en
avión que los trasladaba desde Corea a la ciudad japonesa de Miyagi.
La aeronave sufrió turbulencias durante cuatro minutos. Fue tal el sus-
to que Hasan Sas se desmayó y el resto del plantel terminó rezando a
Alá. Turquía fue al frente desde el comienzo y a los 12 minutos ya
ganaba, con gol de Davala de cabeza. El brasileño nacionalizado ni-

459
pón, Alex, estrelló un tiro libre en el palo a los 41 minutos. Fue lo
mejor de los asiáticos. El resto del encuentro transcurrió entre la impo-
tencia ofensiva de Japón y la férrea defensa turca. Fue victoria de Tur-
quía 1 a 0 sobre Japón. Fin del sueño de uno de los locales. Los turcos
seguían camino, haciendo historia.
El último que completó los ocho finalistas salió del encuentro en-
tre Corea del Sur e Italia, jugado el 18 de junio en Daejeon. Jorge Rat-
talino fue el asistente número 1. A los 4 minutos, el árbitro ecuato-
riano Byron Moreno vio penal para Corea que Buffón le atajó a Ahn.
A los 18, el “Toro” Vieri convirtió para Italia. Al descanso las cosas
estaban como dictaba la lógica, Italia ganaba 1 a 0.
En el segundo tiempo, Italia se retrasó para cuidar la ventaja en
vez de tratar de definir el partido con un gol más. El planteo defensivo
de Trapattoni estaba resultando, hasta que a los 42 minutos Seol con-
siguió el empate. 1 a 1 y a jugar tiempo extra.
A los 12 minutos del primer tiempo suplementario, Moreno ex-
pulsó, en discutido fallo, a Totti por simular. En el segundo, a los 11,
cuando ya se armaban las listas para ejecutar los penales, apareció
Ahn y de cabeza anotó el gol de oro que le dio el pase a Corea del Sur
a los cuartos de final. Corea del Sur 2 – Italia 1. Italia no se quedaba
afuera en octavos de final desde México 86.
La repercusión de la eliminación italiana fue grande en la penínsu-
la. Por empezar, el club Perugia de la liga italiana, donde jugaba el
coreano Ahn Jung-Hwan, cortó sus lazos con el jugador después de
que anotó el gol que dejó a Italia fuera de la Copa del Mundo de fút-
bol. Un portavoz del Perugia dijo que el club ya había decidido vir-
tualmente cancelar el contrato de Ahn antes del partido con Italia.
Nunca se sabrá si fue así o no.
Ahn, quien falló un penal a principios del partido, fue convertido
en héroe nacional en su país cuando marcó el gol de oro de la victoria
surcoreana.
Italia reaccionó con furia ante la impresionante derrota por 2-1 de
su seleccionado ante Corea del Sur, acusando al árbitro y a la FIFA de

460
haber arreglado el partido. Hasta el parlamento italiano debatió si el
fútbol de ese país debía seguir o no dentro de la FIFA, en protesta por
la eliminación de la selección “azurra” en octavos de final de Corea-
Japón.
El pedido fue presentado por el diputado Stefano Cusumano, de la
Unión Democrática para Europa (UDEUR), quien reclamó que Italia
adoptara los pasos necesarios para salir de la FIFA, en protesta frente
al robo que la selección nacional había sufrido.
Los choques de cuartos de final quedaron compuestos por: Ingla-
terra – Brasil; Alemania – Estados Unidos; España – Corea del Sur y
Turquía – Senegal.
El 21 de junio, en Shizuoka, se jugó el emparejamiento más atrac-
tivo de cuartos de final entre Inglaterra y Brasil. Partido equilibrado
que Inglaterra pudo desnivelar a los 23 minutos gracias al gol de Mi-
chael Owen. Luego del gol creció Brasil. Se lo perdieron Ronaldo y
Roberto Carlos en jugadas sucesivas. Hasta el filo del entretiempo, a
los 46, cuando empató Rivaldo. 1 a 1.
En el complemento, a los 4 minutos, Ronaldinho, de tiro libre ba-
tió a Seaman y convirtió el 2 a 1. Hasta entonces, Ronaldinho era la
figura del partido, en contraposición a Beckham que no aparecía. Pero
a los 11 fue expulsado con roja directa por un planchazo a Danny Mi-
lls. Brasil le ganó a Inglaterra 2 a 1 y se metió una vez más entre los
cuatro mejores del mundo.
Alemania y Estados Unidos jugaban el 21 de junio en Ulsan.
Alemania era amplia favorita. Sin embargo, los americanos se planta-
ron de igual a igual a la potencia germana e incluso tuvieron las mejo-
res posibilidades. La solidez de Oliver Kahn en el arco, el gol de Ba-
llack a los 38 minutos del primer tiempo, más el peso de la historia,
fueron demasiado para un Estados Unidos que en líneas generales
jugó mejor.
En el segundo tiempo, el alemán Frings salvó un tiro de Lewis con
la mano, era penal, pero el árbitro Hugh Dallas de Escocia no lo vio.
Victoria de Alemania 1 a 0 sobre Estados Unidos. Los estadouniden-

461
ses lograban su mejor campaña desde 1930, cuando llegaron a semifi-
nales.
El estadounidense Landon Donovan, ni bien terminó el partido,
tomó un avión rumbo a California para jugar al otro día con su equipo,
el San José Earthquakes. Donovan estuvo en el banco de suplentes e
ingresó en el segundo tiempo. San José ganó 4 a 0.
El 22 de junio, en Gwangju, fue la hora de Corea del Sur y Espa-
ña. Fue, junto con el de los locales ante Italia, de los partidos más po-
lémicos del torneo. A España le anularon mal dos goles, hubo un pe-
nal no cobrado y el arquero Lee se adelantó en la definición por pena-
les. Los 90 minutos finalizaron empatados en cero. Pero en el segundo
tiempo, Baraja cabeceó, rebotó en Tae Kim y gol. El árbitro Gamal
Gandhour de Egipto lo anuló por una supuesta falta. 0 a 0.
En el suplementario, a los 3 minutos gol de Morientes para Espa-
ña, pero… fue anulado. Según el árbitro, cuando Joaquín tiró el centro
para Morientes la pelota había salido. La televisión demostró que no.
A los 4 minutos del segundo tiempo extra, se iba Luis Enrique para
quedar mano a mano con el arquero surcoreano, pero… cobraron off-
side, que por supuesto no existió. 0 a 0 también el suplementario, ha-
bía que ir la la serie de penales.
Por Corea del Sur convirtieron todos: Hwang S., Ji Sung, K. Seol,
Ahn y Hong. Para España marcaron: Hierro, Baraja y Xavi. Marró
Joaquín, tras claro adelantamiento del arquero Lee. Debió ejecutarse
nuevamente. El partido terminaba 0 a 0 y por 5 a 3 Corea del Sur de-
rrotaba a España por penales. Corea del Sur se convertía en el primer
país asiático en estar entre los cuatro mejores de un Mundial.
Rumores después de los polémicos arbitrajes sostenían que el ver-
dadero poder de Corea del Sur descansaba en sus dirigentes Cheng
Mong Joon y Un Yong Kim. El primero era copresidente del comité
organizador, presidente de la Federación Surcoreana de Fútbol, vice-
presidente de FIFA y presidente de Hyundai. El segundo, vicepresi-
dente del Comité Olímpico Internacional, titular de la Federación In-
ternacional de Taekwondo y heredero del más poderoso conglomerado

462
industrial-financiero de Corea del Sur, Hyundai. La automotriz, ade-
más, era sponsor de la FIFA.
El último partido de cuartos de final se jugó el 22 de junio en
Osaka, entre Senegal y Turquía. Jorge Rattalino fue el asistente núme-
ro 1, dirigiendo su cuarto partido en el torneo. Los dos estaban entre
los ocho mejores por primera vez en sus historias por lo que clasificar
a semifinales también sería una novedad. El encuentro fue equilibra-
do. Los dos intentaron atacar pero sin descuidarse en posiciones de-
fensivas. Comenzó y finalizó mejor Turquía. Basturk tuvo una clara
situación a los 6 minutos y otra a los 43 que salvó Daf en la línea. Du-
rante el transcurso de la primera etapa, Camara y Fadiga también tu-
vieron sus chances.
En el segundo tiempo, se sucedieron llegadas para los dos equi-
pos. La última la tuvo Camara para Senegal, a los 46 minutos, el ar-
quero Rustu tapó en gran intervención. 0 a 0 y se debió jugar tiempo
suplementario.
A los 4 minutos del primer tiempo suplementario, apareció Ilhan
Mansiz. Le pegó con la cara interna de pie derecho, tras centro de Da-
vala. Con ese disparo convirtió el gol de oro que le concedió la llave a
semifinales a Turquía. Turquía 1 – Senegal 0. Por primera vez Turquía
le ganó en Mundiales a un equipo que no es del continente asiático.
Senegal, una de las revelaciones de la Copa, se fue con la frente en
alto.
Las llaves de semifinales emparejaron a: Alemania – Corea del
Sur y Brasil – Turquía. Si los árbitros no interferían en la regla de los
Mundiales, todo indicaba que los grandes, es decir, Alemania y Brasil,
debían jugar la final.
El 25 de junio, en Seúl, se enfrentaron Alemania y Corea del Sur.
La mirada de todo el mundo estaba en el árbitro del encuentro, el sui-
zo Urs Meier. El partido fue aburrido. Alemania se afianzó en defensa.
Los coreanos nunca pudieron entrarle con real peligro. 0 a 0 en el pri-
mer tiempo.
En el segundo, a los 25, tarjeta amarilla a Ballack que llegó a la

463
segunda y se perdió la final. Se perdió la final, porque el propio Ba-
llack, a los 29 minutos, marcó el único gol del partido, el que le per-
mitió a Alemania alcanzar una nueva instancia definitoria. Alemania 1
– Corea del Sur 0. Se terminó el sueño de los locales, que ahora debe-
rían jugar por el tercer puesto.
El logro deportivo alcanzado por los surcoreanos fue bien recom-
pensado. A los jugadores del plantel se los eximió del servicio militar
obligatorio. El técnico Guus Hiddink fue premiado con cerveza gratis
de por vida.
Brasil y Turquía jugaban la revancha del partido disputado en la
fase de grupos. Aquella vez había sido triunfo brasileño. El encuentro
se jugó el 26 de junio en Saitama. Ronaldo saltó al campo de juego
con nuevo peinado, una especie de rombo de pelo sobre la frente y
pelado el resto de la cabeza. La explicación fue que su hijo, mirando
imágenes del seleccionado brasileño por televisión, había confundido
a Ronaldo con Roberto Carlos. Por ese motivo, el “fenómeno” decidió
diferenciarse el otro pelado del plantel. El primer tiempo mostró a una
Turquía que intentó jugar de igual a igual. Rivaldo fue ganando prota-
gonismo y desnivelando el juego para su equipo. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento, a los 3 minutos, Ronaldo logró abrir el mar-
cador con una definición poco ortodoxa, metió un puntinazo y mandó
la pelota a la red del arco de Rustu. Brasil 1 a 0. A los 33 pudo estar el
empate turco, pero Marcos volvió a ser fundamental, salvando el re-
mate de Mansiz. Brasil le ganó 1 a 0 a Turquía y llegó una vez más a
la final. Con este resultado, Cafú jugaría su tercera final del mundo,
algo que ni el mismísimo Pelé pudo conseguir.
72 años después se dio el choque que nunca se había producido en
Mundiales entre los dos equipos que más han jugado la competencia,
Alemania y Brasil.
Por el tercer puesto jugaron el 29 de junio Turquía y Corea del Sur
en Daegu. Ni bien comenzó el encuentro, Mansiz robó una pelota a la
defensa coreana y tocó para Sukur, que anotó. El gol que convirtió
Hakan Sukur a los 11 segundos es el gol más rápido en la historia de

464
los mundiales. Casi no había comenzado el encuentro y ya ganaba
Turquía 1 a 0. A los 9 minutos llegó la respuesta de los locales, Lee
Eul Yong logró el empate de tiro libre. El partido era emocionante. A
los 13 minutos otro gol, esta vez de Turquía, Mansiz el autor. Turquía
ganaba 2 a 1. A los 31 otra vez Mansiz y 3 a 1.
En el segundo tiempo, Corea del Sur intentó pero no tuvo poder
ofensivo. Recién a los 48 minutos descontó Song Chong Gug, cuando
era demasiado tarde. Turquía ganaba 3 a 2 y se quedaba con el tercer
puesto.
La gran final se disputó el 30 de junio en el Estadio Internacional
de Yokohama ante 69.029 espectadores. El árbitro del encuentro fue el
italiano Pierluigi Collina. Los asistentes, número 1 Leif lindberg de
Suecia y número 2 el inglés Philip Richard Anthony Sharp. El cuarto
árbitro fue Issa Hayatou de Costa de Marfil.
Brasil formó con: Marcos; Lucio, Edmilson, Roque Junior; Cafú
(capitán), Kleberson, Gilberto Silva, Roberto Carlos; Ronaldinho, Ri-
valdo y Ronaldo. DT: Luis Felipe Scolari.
Alemania alistó a: Kahn (capitán); Frings, Ramelow, Linke, Met-
zelder; Schneider, Hamann, Jeremies, Bode; Neuville y Klose. DT:
Rudi Voeller. Alemania propuso lucha, Brasil fútbol. Comenzaron
mejor los europeos, Lucio salvó ante Neuville a los 7 minutos y Ed-
milson evitó la caída de su arco a los 15. Mejoró Brasil, Ronaldo defi-
nió mal a los 18. Kahn salvó ante Ronaldo a los 29. A los 44 fue la
más clara del primer tiempo, Kleberson pateó y la pelota pegó en el
travesaño. Kahn atajó una pelota, Kleberson quiso agarrar el rebote y
le pisó los dedos. El alemán sufrió un desgarro en los dedos meñique y
anular, aunque siguió jugando.
En el segundo tiempo, a los 4 minutos, Neuville de tiro libre al pa-
lo. Respiró Brasil. Kahn volvió a salvar a Alemania en la línea. A los
21 minutos, Kahn pretendió embolsar la pelota, se le escapó y se la
dejó picando a Ronaldo quien abriría el marcador. Los brasileños se
asentaron con la ventaja y otra vez Ronaldo, a los 33, definió el parti-
do. Brasil lograba el pentacampeonato.

465
Desesperanzado, el arquero germano, Oliver Kahn, se quitó los
guantes y se sentó en el área chica, utilizando como respaldo el poste
izquierdo. Luego se levantó, olvidando los guantes, caminó hacia el
círculo central, hasta que se percató y los fue a buscar. Grande fue su
sorpresa al no encontrarlos. Aníbal Pereira, un hincha brasilero que
había ingresado al campo de juego a festejar el campeonato obtenido
por el seleccionado carioca, los tomó “prestados” y huyó con el par
bajo su remera.
En un Mundial sin lujos, le alcanzó con ratos de Rivaldo, la velo-
cidad en las proyecciones de Cafú, la capacidad goleadora de Ronaldo
y un arquero como Marcos que atajó todo. Cafú recibió la Copa, fue
su segundo Mundial conquistado.
Brasil consiguió el record de ganar los siete partidos que disputó
hasta el título. En 1970, Brasil también había ganado todos los en-
cuentros pero por entonces eran seis los partidos que se jugaban.
El mejor jugador del torneo fue Oliver Kahn, quien recibió el
Premio Balón de Oro, entregado por la FIFA. Kahn se convirtió en el
primer arquero en recibir esta distinción en la historia de la Copa del
Mundo.
Oliver Rolf Kahn inició su carrera futbolística en el año 1987, en
el equipo de su ciudad natal Karlsruher. Su debut se produjo en 1990.
Permaneció en el club durante siete temporadas. En 1994 fichó por el
Bayern Munich por una cifra de 2,5 millones de euros. En Bayern
Munich ganaría numerosos títulos y premios. El 17 de mayo de 2008,
Kahn disputó su último partido en la Bundesliga con la camiseta del
Bayern Munich contra el Hertha de Berlín, con un resultado final de 4
a 1 a favor del Bayern. Kahn fue sustituido en el minuto 89 bajo una
fuerte ovación del público. Fue internacional con la selección de Ale-
mania en 86 ocasiones. Aunque ya había sido convocado con su selec-
ción en 1994, su debut como internacional se produjo el 23 de junio de
1995 en un encuentro contra Suiza. Fue arquero titular en Corea-Japón
2002, donde consiguió el subcampeonato. Kahn recibió tres goles en
el campeonato y fue decisivo para su equipo, por lo que lo eligieron

466
mejor jugador del torneo, recibiendo el Balón de Oro y el Premio Lev
Yashin.
Poco antes de comenzar la Copa Mundial de Fútbol de 2006, el di-
rector técnico de la selección alemana anunció la titularidad de Jens
Lehmann en el arco nacional quedando Oliver Kahn como el segundo
portero, lo cual fue un golpe inesperado para él. En 2006, jugó sola-
mente el partido donde se disputó el tercer lugar. Al finalizar el tor-
neo, anunció su retiro como integrante de la selección nacional.
El goleador fue Ronaldo, de Brasil, con 8 tantos, recibiendo el
premio Bota de Oro. Le convirtió 2 a Turquía, 1 a China, 2 a Costa
Rica, 1 a Bélgica y 2 a Alemania. Segundo quedó el alemán Klose con
5 y tercero el brasileño Rivaldo también con 5 goles. El promedio de
gol del torneo fue de 2,5 por encuentro. Se anotaron 161 goles en 64
partidos.
La pelota utilizada fue la Adidas Fevernova, que contaba con tres
capas tejidas que le dieron una trayectoria de vuelo más precisa. El
diseño exterior se inspiró en la cultura del los países anfitriones.
El equipo ideal estuvo conformado por: Kahn (Alemania); Rober-
to Carlos (Brasil), Campbell (Inglaterra), Hierro (España), Ozalan
(Turquía); Rivaldo (Brasil), Ronaldinho (Brasil), Ballack (Alemania),
Yoo Sang-Chul (Corea del Sur); Ronaldo (Brasil) y Klose (Alemania).
Otros premios fueron el de Mejor Jugador Joven: Landon Dono-
van de Estados Unidos. Premio Yashin: para el alemán Oliver Kahn.
Equipo más atractivo: Corea del Sur. Juego limpio: Bélgica.
En cuanto a la cobertura televisiva, en Argentina, América, Di-
recTV y Canal 7 fueron los poseedores de los derechos de transmisión
de un Mundial donde todos los partidos, por la diferencia horaria, se
veían entre las 4 y las 7 de la mañana. Caso particular en América,
donde el canal cerraba su transmisión normal a las 12 de la noche,
volvía a las 4 para transmitir algún partido, interrumpía su transmisión
cuando terminaba el mismo y volvía con su transmisión normal a las
10 de la mañana. Siempre hubo una teoría sobre la premonición del
resto de los canales con más rating (el 13 y Telefé) de que a la selec-

467
ción nacional le iba a ir muy mal y por eso no se molestaron en com-
prar los derechos, sumado a que ese horario era de terror para cual-
quier anunciante, frente a tanta audiencia semi dormida.

Síntesis:

Campeón: Brasil 12°: Irlanda 23°: Croacia


Subcampeón: Alemania 13°: Suecia 24°: Ecuador
Tercero: Turquía 14°: Bélgica 25°: Polonia
Cuarto: Corea del Sur 15°: Italia 26°: Uruguay
5°: España 16°: Paraguay 27°: Nigeria
6°: Inglaterra 17°: Sudáfrica 28°: Francia
7°: Senegal 18°: Argentina 29°: Túnez
8°: Estados Unidos 19°: Costa Rica 30°: Eslovenia
9°: Japón 20°: Camerún 31°: China
10°: Dinamarca 21°: Portugal 32°: Arabia Saudita
11°: México 22°: Rusia

468
Alemania 2006

“Italia dio la sorpresa”

La XVIII edición de la Copa Mundial de fútbol se realizó en Ale-


mania, entre el 9 de junio y el 9 de julio de 2006, siendo la segunda
oportunidad en que organizaba este evento tras el campeonato realiza-
do en 1974 en la entonces Alemania Occidental.
Para este torneo, 197 selecciones, casi la totalidad de las pertene-
cientes a la FIFA y marcando un nuevo récord histórico hasta esa fe-
cha, participaron en las rondas clasificatorias incluyendo el campeón
defensor, Brasil, ya que la FIFA decidió que a partir de esta edición el
campeón del mundo ya no iba a tener asegurada la calificación a la
siguiente Copa Mundial. De estos, 31 equipos participaron en la fase
final del torneo, además del anfitrión Alemania.
El campeonato, que se inició el 9 de junio en el nuevo estadio
Allianz Arena de Munich, estuvo compuesto de dos fases: en la prime-
ra, se conformaron 8 grupos de 4 equipos cada uno, avanzando a la
siguiente ronda los dos mejores de cada grupo. Los 16 equipos clasifi-
cados se enfrentaron en partidos eliminatorios hasta la final.
Si luego de los 90 minutos de juego el partido se encontraba em-
patado, se jugaría un tiempo extra de dos etapas de 15 minutos cada
una. Si el resultado siguiera empatado tras este tiempo extra, el partido
se definiría por una tanda de cinco tiros penales. El equipo que menos
falle sería el ganador. Si después de esta tanda de penales siguieran
ambos equipos empatados se recurriría a la ejecución de un nuevo tiro
por cada equipo, repitiéndose hasta que un equipo aventaje al otro
habiendo ejecutado ambos el mismo número de tiros. Como podrá
apreciarse, se eliminó la regla de “gol de oro”.
El torneo fue seguido por una audiencia acumulada a lo largo de
todo su desarrollo superior a los 3,2 mil millones de personas en 207
países, convirtiéndolo en uno de los eventos mundiales más vistos en

469
la historia. Además, ha sido considerado como uno de los mejores, no
solo debido a la organización del torneo sino también al ambiente de
cordialidad alrededor de éste.
Sin duda, el principal medio utilizado fue la televisión, la cual
transmitió por primera vez el evento completo en calidad HDTV. Se
rompieron marcas históricas de transmisión en diversos países, espe-
cialmente en aquellos que obtuvieron una buena participación deporti-
va. Por ejemplo, los partidos disputados por Australia, un país sin tra-
dición futbolística, durante la madrugada fueron vistos por más de 2
millones de personas, convirtiéndose en el programa más visto del
año.
El torneo presentó una de las tasas de goles más bajas en la histo-
ria y rompió el récord del Mundial con mayor número de tarjetas ama-
rillas y rojas.
La idea de realizar por segunda vez una Copa Mundial en Alema-
nia surgió en el comité general de la Federación Alemana de Fútbol en
noviembre de 1992. El presidente de dicha asociación, Egidius Braun,
y el director de prensa Wolfgang Niersbach fueron los más entusiastas
promotores de la idea, que concitó apoyo tanto dentro del país como
en algunas asociaciones internacionales cercanas. A fines de 1996,
uno de los íconos del deporte alemán, Franz Beckenbauer, se integró
al equipo y desde 1998 lideró el comité de la candidatura.
Alemania presentó oficialmente su candidatura junto a las de Bra-
sil, Inglaterra, Marruecos y Sudáfrica. Sudáfrica figuraba como la fa-
vorita debido al planteamiento de rotación continental: se esperaba
que África albergara por primera vez un Mundial. Siguiendo un plan-
teamiento similar, Corea del Sur y Japón habían sido previamente ele-
gidos para organizar el torneo de 2002 por primera vez en tierras asiá-
ticas.
El sorteo se realizó en Zúrich, en julio de 2000. Brasil retiró su
candidatura tres días antes y apoyó oficialmente a Sudáfrica, que tam-
bién recibió el apoyo del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, res-
paldado por la Confederación Africana de Fútbol para llegar al puesto.

470
En la primera vuelta, Marruecos obtuvo 3 votos contra 5 de Ingla-
terra, 6 de Sudáfrica y 10 de Alemania, y quedó eliminado Marruecos.
En la ronda siguiente se descartó la candidatura de Inglaterra, que ob-
tuvo 2 votos mientras los restantes participantes empataban en 11. En
la última votación, los pronósticos auguraban un empate a 12 votos, lo
que habría dejado la decisión en manos de Blatter, quien presumible-
mente se habría decantado por la candidatura sudafricana. Sin embar-
go, la votación terminó con 12 votos para Alemania, 11 para Sudáfrica
y una abstención del representante neozelandés, Charles Dempsey.
La elección de Alemania como sede, desplazando a Sudáfrica, se
debió a diversos factores. Uno de ellos era la disputa por el número de
cupos de Asia para la Copa Mundial de 2002. En dicha situación,
Blatter apoyó mantener el número en cuatro mientras que el presidente
de la UEFA propuso un quinto puesto de repechaje, que fue finalmen-
te aceptado. Durante la votación, los cuatro representantes asiáticos
apoyaron en bloque la candidatura europea en detrimento de la defen-
dida por Blatter. Además, Dempsey, que había votado a favor de In-
glaterra, fue supuestamente “convencido” por los delegados de Asia
para abstenerse.
La polémica con respecto a la decisión de Dempsey aumentó
cuando se difundió el rumor de que había recibido sobornos por parte
de los alemanes. Dicha situación se aclaró finalmente: el origen del
rumor parece haber sido una carta de la revista alemana de humor “Ti-
tanic” enviada a diversos delegados (entre ellos, Dempsey) ofrecién-
doles un reloj cucú y jamón a cambio de su voto por Alemania.
De los 32 equipos, 8 se presentaron por primera vez en una fase
final, aunque cabe destacar que República Checa y Serbia y Montene-
gro ya habían participado, formando parte de los seleccionados de
Checoslovaquia y Yugoslavia, respectivamente.
Los debutantes fueron los mencionados República Checa, Serbia y
Montenegro, más Angola, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Trinidad y
Tobago y Ucrania.
Como cabezas de serie se seleccionó a Alemania, Brasil, Argenti-

471
na, Italia, España, Francia, Inglaterra y México.
Para la realización del torneo, el 9 de diciembre de 2005 se realizó
un sorteo que determinó la distribución de los equipos en los ocho
grupos de primera ronda, en la ciudad de Leipzig. Algo destacable de
este sorteo fue que por primera ocasión desde la Copa Mundial de
1970, el país organizador participaba en el partido inaugural, cosa que
se ha mantenido en los Mundiales a partir de entonces.
Los grupos quedaron de la siguiente manera: Grupo A: Alemania,
Costa Rica, Ecuador y Polonia. Grupo B: Inglaterra, Paraguay, Suecia
y Trinidad y Tobago. Grupo C: Argentina, Costa de Marfil, Holanda y
Serbia y Montenegro. Grupo D: México, Angola, Irán y Portugal.
Grupo E: Italia, Estados Unidos, Ghana y República Checa. Grupo F:
Brasil, Australia, Croacia y Japón. Grupo G: Francia, Corea del Sur,
Suiza y Togo. Grupo H: España, Arabia Saudita, Túnez y Ucrania.
La FIFA eligió 23 árbitros profesionales de un total de 44. De es-
tos, el guatemalteco Carlos Batres, el griego Kyros Vassaras y el es-
pañol Manuel Mejuto González renunciaron por problemas de salud, y
fueron sustituidos por el mexicano Marco Antonio Rodríguez, el ita-
liano Roberto Rosetti y el español Luis Medina Cantalejo. Por otro
lado, el árbitro italiano Massimo De Santis fue suspendido por la FI-
FA debido a las irregularidades acontecidas en la temporada 2005/06
de la liga italiana, mientras el árbitro jamaiquino Peter Prendergast se
lesionó días antes del inicio del evento. Ninguno de los dos árbitros
fue reemplazado, por lo que la lista quedó finalmente reducida a 21.
12 ciudades de entre un total de 20 postulantes fueron elegidas se-
des: Berlín, Colonia, Dortmund, Frankfurt, Gelsenkirchen, Hamburgo,
Hanóver, Kaiserslautern, Leipzig, Munich, Nuremberg y Stuttgart. En
las ciudades seleccionadas, los estadios comenzaron a prepararse poco
tiempo después. Mientras que algunos se sometieron a arreglos meno-
res, muchos debieron ser completamente restaurados y algunos fueron
construidos especialmente.
Cada estadio remodelado necesitó una inversión que varió entre
los 48 y 280 millones de euros. Además, se gastaron más de 1.380

472
millones de euros en la construcción de nuevos estadios. El costo su-
peró ampliamente lo gastado durante el torneo de 1974, durante el
cual se desembolsaron apenas 121 millones de euros para la habilita-
ción de todos los centros deportivos.
Muchos estadios tenían nombres de empresas auspiciantes, como
el Allianz Arena, uno de los estadios nuevos, que albergó el primer
partido del torneo. Sin embargo, la FIFA prohíbió este tipo de nom-
bres, por lo que la mayoría de los estadios se llamaron “Estadio de la
Copa Mundial” durante la realización del torneo.
La FIFA dictó una norma para Alemania 2006 estableciendo que
se prohibía fumar dentro del perímetro del campo de juego. El director
técnico que incurriera en esa falta, sería primeramente amonestado y si
continuaba sancionado. El argentino Ricardo La Volpe, que dirigía a
México, fue el primero en ser advertido.
Fueron elegidos una serie de símbolos para representar la compe-
tición. Sin lugar a dudas, el símbolo más representativo era el logo del
torneo, conocido como “Las caras alegres del fútbol”. El emblema fue
creado por la agencia británica Whitehouse, también encargada de
realizar el emblema del torneo previo. Intentando emular la represen-
tatividad de los anillos olímpicos, la FIFA decidió adoptar el diseño
estilizado del Trofeo FIFA, presente en el logo de 2002, como símbo-
lo universal del torneo, incorporándolo oficialmente por primera vez
al logo de Alemania 2006. Junto a este símbolo, aparecían tres caras
sonrientes, que formaban el número 06, en concordancia al lema del
torneo.
“El mundo entre amigos” fue elegido como lema oficial del tor-
neo. El objetivo del lema era dar la sensación de calidez al resto de los
países del mundo en contraste con el tradicional estereotipo de la
frialdad germana.
El himno oficial del torneo fue la canción “Zeit, dass sich was
dreht (Celebrate the day)” interpretada por Herbert Grönemeyer y la
participación del dúo maliense Amadou & Mariam, en tanto que la
canción oficial, la balada “Time of our lives”, fue interpretada por Il

473
Divo junto a Toni Braxton. Además, el popular tema de Shakira “Hips
don’t lie (Bamboo version)” fue seleccionado para oficiar como melo-
día oficial del torneo, introductoria a las transmisiones de los 64 parti-
dos en todo el mundo.
Como ha sido tradición desde la Copa Mundial de Fútbol de 1966,
se escogió una mascota. En esta oportunidad se eligió a Goleo VI, una
marioneta de un león antropomórfico vestido con la camiseta blanca
de la selección alemana, al que acompañaba Pillie, una pelota parlante.
La elección de Goleo VI generó controversia, entre otras razones por
la elección de un león, un animal comúnmente asociado con la tradi-
cional “rival” de Alemania, Inglaterra, en desmedro del águila, el ani-
mal típico del país. A ésto se sumaron las bajas ventas del merchandi-
sing asociado a la figura: la empresa que tenía los derechos de venta
de Goleo VI se declaró en quiebra luego de que las ventas alcanzaran
apenas los 14 millones de euros, cuando se habían presupuestado más
de 30 millones.
Una de las principales novedades introducidas durante la Copa
Mundial de Fútbol de 2006 fue la instalación de los llamados “Fan-
fests”. Debido a la reducida cantidad de entradas disponibles, el Comi-
té Organizador propuso la idea de realizar eventos gratuitos al aire
libre para la transmisión de los diversos partidos, llegando a un acuer-
do con Infront AG y la FIFA en enero de 2005.
Cualquier municipio o ciudad podía realizar un evento público pa-
ra ver los partidos del Mundial sin costo alguno, al igual que organi-
zaciones cuya transmisión se realizara sin fines de lucro, como igle-
sias, hospitales e incluso restaurantes.
Sin embargo, la propia FIFA y sus patrocinadores fueron quienes
organizaron las más importantes de estas transmisiones. Los llamados
“Fanfests”, fiesta de fans, en alemán. Se ubicaron en las 12 ciudades
sedes y atrajeron a una gran cantidad de público, que superaba con
creces a la cantidad de aficionados en los propios estadios.
En cuanto a las entradas, contaban con un complejo sistema de
identificación que impedía su transferencia, como forma de evitar el

474
mercado negro y la reventa de entradas. El sistema RFID incorporado
a la entrada incluía diversos datos relacionados con el portador, pero
no información personal de éste. Sin embargo, esto motivó que mucha
gente no pudiese comprar entradas, lo que, sumado a la dificultad de
implementar revisiones a más de 50.000 personas que ingresaban en
promedio por partido, obligaron a la suspensión de estas medidas.
Mientras tanto, en el mundo, Francia vivía una difícil situación
social, miles de jóvenes franceses, hijos de inmigrantes provenientes
del norte de África, protagonizaron durante dos semanas una revuelta
que tuvo su sello en la quema de miles de automóviles en París. En la
región de París, más de la mitad de la población menor de 15 años es
originaria de África, lo que ha dado un vuelco a la cultura de la zona
en menos de una generación. El acontecimiento sorprendió al mundo
y puso sobre el tapete la cuestión de las migraciones internacionales y
las desigualdades sociales y territoriales en la globalización. En Esta-
dos Unidos se organizaban marchas contra un polémico proyecto de
reforma de la inmigración. Montenegro celebró un plebiscito en el que
estableció su independencia, sin embargo disputó el Mundial como
Serbia y Montenegro. Corea del Norte hizo pruebas con misiles de
largo y mediano alcance que despertaron alarma en la comunidad in-
ternacional.
En el país, Néstor Kirchner, apoyado por el saliente presidente
Eduardo Duhalde, derrotaba a Carlos Menem en la elecciones presi-
denciales de 2003. Luego de la devaluación, la economía se recupera-
ba y con ella la situación social. Una parte significativa de la respon-
sabilidad de la crisis que vivió la Argentina entre 1998 y 2002 había
sido puesta sobre el FMI.
Con la crisis de diciembre de 2001, la Argentina entró en cesación
de pagos (default) de su deuda externa. El 14 de enero de 2005 se lan-
zó oficialmente la operación de canje de la deuda en “default”. El pro-
ceso de reestructuración de la deuda externa fue largo y complejo para
quienes decidieron ingresar en el canje. La Argentina ofreció un des-
cuento importante sobre sus obligaciones, aproximadamente el 70%, y

475
finalmente lo colocó en un 76%.
En diciembre de 2005, se decidió liquidar la deuda argentina con
el FMI en un solo pago, sin nueva financiación, por un total de 9.810
millones de dólares, utilizando las reservas internacionales que alcan-
zaron un valor de 28.000 millones de dólares ese año, reduciéndose
estas a 18.000 millones de dólares en enero de 2006. Dos días antes de
este hecho, Brasil también había cancelado la totalidad de su deuda
con el FMI.
Con una política de dólar alto, que permitió producir bienes y ser-
vicios a precios competitivos en el mercado internacional, muchas
industrias de Argentina comenzaron a reflorecer después de la crisis.
Desde el principio del gobierno de Néstor Kirchner, el papel del Esta-
do en la economía se amplió en relación al que tenía durante el go-
bierno de Carlos Menem y sus sucesores. Esto se vio principalmente
en la estatización de Aerolíneas Argentinas, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales (YPF), Correo Argentino, Astillero Río Santiago y la crea-
ción de ENARSA y de Agua y Saneamientos Argentinos. Los indica-
dores como la pobreza y el desempleo, lograron reducirse en forma
sustancial desde 2002, con valores de pobreza cercanos al 57,5% y
desempleo del 21,5% en el momento más crítico de la crisis, hasta
6,5% de pobreza y una indigencia del 1,7%.
A mediados de 2002 se comenzaron a vislumbrar signos de reac-
tivación económica y desde 2003 a 2007, el país registró una fase de
crecimiento económico con tasas que oscilaron en torno al 9%, en
parte debido a una política económica de dólar alto destinada a favo-
recer la sustitución de importaciones, que incrementó la competitivi-
dad de la industria argentina.
En lo deportivo, a pesar del fracaso en Corea-Japón 2002, el serio
trabajo realizado por Marcelo Bielsa le permitió seguir al frente de la
selección argentina. En julio de 2004 Bielsa condujo al equipo hasta la
instancia final de la Copa América celebrada en Perú. La final frente a
Brasil se decidió por la tanda de penales al finalizar el partido con
empate en dos goles. En los penales Brasil se proclamó campeón 4 a

476
2. Semanas después, en agosto de 2004, Bielsa llevó al combinado
olímpico a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas
2004. El equipo argentino se impuso con claridad en todos sus en-
cuentros hasta alcanzar la final, donde derrotó a Paraguay por la mí-
nima con gol de Carlos Tevez, habiendo ganado todos los partidos
disputados en el torneo olímpico. Este era el único título oficial que le
restaba obtener a la Selección Argentina.
Luego de superar a la selección de Perú por las eliminatorias para
el Mundial 2006, cuando Argentina se encontraba prácticamente clasi-
ficada, sorpresivamente decidió abandonar su cargo en el seleccionado
argentino por cuestiones personales. Sumó un total de 85 partidos,
incluyendo a la selección argentina olímpica, ganó 56, empató 18 y
perdió 11. Su sucesor en la Selección fue José Pekerman.
En 1994, a pesar de un currículum no muy destacado hasta ese
momento, el proyecto de Pekerman ganó la convocatoria hecha por la
AFA para dirigir la selección nacional juvenil de fútbol de Argentina.
José Néstor Pekerman demostró su valía consiguiendo tres campeona-
tos Mundiales de la categoría Sub-20, dos campeonatos sudamerica-
nos Sub-20 y el Torneo Esperanzas de Toulon Sub-21 en 1998. En el
2000 obtuvo el Premio Konex de Platino al mejor director técnico de
la década, premio compartido con Carlos Bianchi.
En la Copa Mundial de Fútbol de 2002, Pekerman se desempeñó
como Coordinador General de las Selecciones Argentinas y tras la
renuncia de Marcelo Bielsa a la selección mayor, en el 2004 se le
ofreció el puesto y lo aceptó después de haberlo rechazado en el año
de 1998 tras la salida de Daniel Passarella.
En 2005, la selección bajo su mando obtuvo el segundo puesto en
la Copa FIFA Confederaciones 2005 tras perder la gran final contra el
hasta ese entonces campeón del mundo Brasil y tiempo después logró
la clasificación a la Copa Mundial de Fútbol de 2006.
El plantel argentino elegido por Pekerman para el Mundial de
Alemania estuvo conformado por: Roberto Abbondanzieri, Leonardo
Franco, Oscar Ustari, Roberto Ayala, Juan Pablo Sorín, Fabricio Co-

477
loccini, Gabriel Heinze, Lionel Scaloni, Gabriel Milito, Leandro Cu-
fré, Nicolás Burdisso, Esteban Cambiasso, Javier Mascherano, Juan
Román Riquelme, Pablo Aimar, Maximiliano Rodríguez, Luis Oscar
González, Javier Saviola, Carlos Tévez, Rodrigo Palacio, Lionel Mes-
si, Hernán Crespo y Julio Cruz.
Al igual que en torneos anteriores, la ceremonia de apertura se
realizó antes del partido inaugural en Munich. Tuvo una duración de
30 minutos, durante los cuales se presentaron diversos bailarines ves-
tidos con tenidas típicas de Baviera y que contó con la presencia de
futbolistas de los equipos campeones del Mundial a lo largo de su his-
toria. Pelé ingresó con la Copa en las manos, acompañado de la mode-
lo Claudia Schiffer. Fueron presentados el presidente de Alemania
Horst Koehler, el de FIFA Joseph Blatter y el organizador de la copa,
Franz Beckenbauer. Durante la final del torneo, se presentaron, ade-
más, Plácido Domingo y Shakira.
En Munich, luego de la presentación llegó el fútbol. El 9 de junio
jugaron Alemania y Costa Rica. El argentino Horacio Elizondo tuvo el
honor de dirigir el partido inaugural. Sus coterráneos Darío García y
Rodolfo Otero fueron los asistentes uno y dos. Los locales no conta-
ban con los talentosos jugadores de otros tiempos. Se basaban en el
sacrificio y dependían de la inspiración de Ballack. Esperaban que la
historia y la localia pesaran también en su desempeño. Costa Rica
había demostrado solidez defensiva en las eliminatorias. Arriba conta-
ban con la habilidad de Walter Centeno y el experimentado goleador
Paulo Wanchope. A los 5 minutos Lahm marcó el primero para los
bávaros. Cuando a los locales se le estaban yendo los nervios, la “co-
bra” Wanchope empató a los 11. Miroslav Klose, a los 16, marcó el 2
a 1. Alemania dominaba claramente. Así finalizaría el primer tiempo.
En el complemento, aumentó Alemania por intermedio de Klose
nuevamente. En el día que cumplía 28 años el delantero germano mar-
có 2 goles, fue el primer jugador de su país en marcar el día de su
cumpleaños. Un error de la defensa local le permitió a Wanchope vol-
ver a descontar. Los “ticos” estaban a un gol del empate. A los 42 mi-

478
nutos, un terrible derechazo de Torsten Frings le dio el definitivo 4 a 2
al equipo del ahora técnico Juergen Klinsmann. Alemania 4 – Costa
Rica 2. Alemania fue superior pero dejó más dudas que certezas, sobre
todo en defensa. Fue el quinto triunfo seguido de Alemania en la aper-
tura. El de Alemania – Costa Rica se convirtió en el encuentro inaugu-
ral con más goles de la historia.
Horacio Elizondo tuvo un muy buen desempeño y fue felicitado
por los dirigentes de FIFA.
También el 9 de junio, pero en Gelsenkirchen, jugaron Polonia y
Ecuador. Los europeos jugaban con dos líneas de cuatro bien armadas,
con llegada de los volantes por afuera para abastecer al goleador Ma-
ciej Zurawski. Los sudamericanos apostaban a las subidas de Ulises
de la Cruz y los goles de Agustín Delgado. Desde el comienzo, Polo-
nia intentaba centros desde la izquierda sin mucho peligro parar el
arquero ecuatoriano Mora. A los 24 minutos Ecuador abrió la cuenta,
Tenorio marcó el 1 a 0. En ventaja, los ecuatorianos dominaron el
partido.
En el segundo tiempo, los atacantes polacos chocaron una y otra
vez con la defensa ecuatoriana, que se mostraba firme. Méndez y Va-
lencia generaban buenas jugadas. Ecuador volvería a anotar, “Tin”
Delgado, a los 35, convertía el segundo. Ecuador ganaría 2 a 0 a Polo-
nia y daba un gran paso a la clasificación.
El 10 de junio, en Frankfurt, se enfrentaron Inglaterra y Paraguay.
El fuerte de los ingleses era un mediocampo de lujo: Beckham, Ga-
rrard, Lampard y Cole. En contraposición, en la delantera les faltaba
Rooney, en el banco lesionado, Owen tenía altibajos físicos y a Wal-
cott le faltaba experiencia. Los guaraníes eran fuertes en defensa, con
dos líneas de cuatro sacrificadas con Cáceres y Gamarra a la cabeza.
Arriba dos delanteros peligrosos: Haedo Valdéz y Santa Cruz. A los 3
minutos, Gamarra cabeceó en su área un centro de Beckham y convir-
tió en propio arco. Fue el gol en contra más rápido de la historia de los
mundiales hasta ese momento. Inglaterra 1 a 0. Los males de Paraguay
no acabarían ahí, a los 22 el arquero Justo Villar salió fuera del área y

479
se lesionó. Fue reemplazado por Aldo Bobadilla. Primer tiempo 1 a 0.
En la segunda mitad, Inglaterra se fue apagando y Paraguay cre-
ciendo. No alcanzó para el empate, pero los ingleses terminaron pi-
diendo la hora.
La primera fecha del Grupo B se completó con Trinidad y Tobago
versus Suecia, el 10 de junio en Dortmund. Los centroamericanos ha-
cían su primera aparición en Mundiales. El goleador ex Manchester
United Dwight Yorke era el referente del equipo. En el banco estaba
como entrenador el holandés Leo Beenhakker. Los suecos estaban
más fuertes que en el Mundial anterior. Una defensa muy sólida y la
delantera con un Ibrahimovic en alza, Ljungberg y Larsson. Trinidad y
Tobago nunca tuvo miedo de lo que estaba jugando, se plantó, aguan-
tó con su arquero Hislop como figura, no aflojó ni siquiera cuando a
los 30 segundos del segundo tiempo fue expulsado John y defendió
con diez hasta el final. Rescató un valioso empate 0 a 0 en su debut.
Trinidad y Tobago 0 – Suecia 0.
Argentina debutó ante Costa de Marfil el 10 de junio en Hambur-
go. Argentina atravesaba un período de recambio, solo Sorín se repetía
con relación al once que había debutado ante Nigeria en 2002. Los
marfileños llevaban años jugando juntos, sus principales figuras hacía
años que jugaban en Europa, tal el caso del goleador Didier Drogba en
el Chelsea inglés. El técnico era el experimentado francés Henry Mi-
chel. Maradona, que no había participado de la ceremonia inaugural, a
pesar de haber sido invitado, saludó a los jugadores en el vestuario
antes del partido y estuvo presente, junto a su familia, en la tribuna.
En los primeros minutos, los “elefantes”, como llaman a los africanos,
demostraron que eran un equipo fuerte y generaron situaciones de
peligro. Abbondanzieri y Ayala dieron seguridad en el arco y en de-
fensa. El conductor argentino era Juan Román Riquelme, que se mos-
traba intermitente, pero fue clave en los dos goles argentinos. El pri-
mero a los 23 minutos cuando ejecutó un centro al área marfileña para
que Crespo convirtiera. A los 37, Riquelme con un pase magistral,
dejó solo a Saviola para que marcara el segundo. Primer tiempo 2 a 0.

480
En el segundo, los albicelestes comenzaron a tocar la pelota y ha-
cerla correr pero sin vocación ofensiva, sino con el sólo hecho de que
pasaran los minutos. A los 30, Pekerman hizo ingresar a “Lucho”
González por Saviola para cuidar el resultado. Sin embargo, a los 36
minutos, Drogba descontó para Costa de Marfil. Sería 2 a 1 pero apa-
recerían las dudas sobre el final. Argentina 2 – Costa de Marfil 1.
El 11 de junio fue el turno de Serbia y Montenegro contra Holan-
da en Leipzig. La prioridad del técnico de Serbia y Montenegro era
conservar el cero en su arco. Jugaba con cuatro en el fondo que no
pasaban al ataque y dos volantes tapones, dos carrileros, Stankovic por
izquierda y el goleador del Atlético de Madrid Mateja Kezman. Ho-
landa tenía como técnico al ex goleador Marco Van Basten, quien
optó por renovar el plantel. Jugaba con un esquema 4-3-3. El goleador
del Manchester Ruud Van Nistelrooy era la carta de gol, pero no había
que descuidar a Cocu, Van Persie y Robben. Holanda comenzó pre-
sionando la salida en tres cuartos de cancha, los serbios no sabían có-
mo salir del fondo. Un hecho particular ocurrió en Serbia y Montene-
gro antes del torneo, el hijo del técnico serbio, el defensor Dusan
Petkovic, renunció a la selección ante las críticas que recibía su padre
por su convocatoria. El tiempo para presentar la lista de buena fe ya
había cerrado por lo que viajaron a Alemania con 22 jugadores. A los
17 minutos, Van Persie asistió a Robben, que le ganó en velocidad a
los defensores centrales y marcó el 1 a 0 para Holanda. Sobre el final
del primer tiempo, Serbia y Montenegro se adelantó en el campo, fa-
vorecido por el ingreso de Koroman.
En el segundo tiempo, los naranjas controlaron el partido y tuvie-
ron varias situaciones de contraataque que sus delanteros desperdicia-
ron. Un enganche y zurdazo de Koroman fue lo único peligroso de
Serbia. Fue victoria de Holanda 1 a 0 ante Serbia y Montenegro.
Por el Grupo D chocaron el 11 de junio, en Núremberg, México e
Irán. Los aztecas buscaban dar el salto necesario para jugar de igual a
igual con los grandes. El argentino Ricardo La Volpe era el técnico y
otro argentino, Guillermo Franco, hacía dupla ofensiva con Borgetti.

481
Irán contaba con un entrenador croata, Branco Ivankovic, quien juga-
ba con un esquema 4-3-1-2. El iraní era un equipo prolijo donde cada
cual hacía su trabajo. Su figura era el volante del Hamburgo alemán
Mehdí Mahdavikia. Los mexicanos se habían prometido ganar para
dedicarle el triunfo al padre del arquero Oswaldo Sánchez, quien había
fallecido cuatro días antes, cuando estaba a punto de embarcar rumbo
a Alemania para ver a su hijo. El partido, en un principio, fue peleado
en la mitad de la cancha. México abrió el encuentro con un gol de
Bravo de pelota parada a los 28 minutos. Golmohammadi empató a
los 35 para Irán. El primer tiempo se fue 1 a 1.
En el segundo, a los 6 minutos, Borgetti salió lesionado. Ya había
salido Franco, el otro delantero, en el entretiempo. Un grave error del
arquero Mirzapour, derivó en el segundo gol de Bravo, a los 30. A los
33, el brasileño nacionalizado Zinha liquidó el partido convirtiendo el
tercero. México 3 – Irán 1. Guillermo Franco se convirtió en el juga-
dor argentino número 24 en disputar un partido para una selección
extranjera en un Mundial. El número seguiría aumentando.
Portugal y Angola completaron el Grupo D. Se midieron en Colo-
nia el 11 de junio. Con el técnico campeón, Luis Felipe Scolari, los
lusos apostaban a llegar lejos basados en el buen pie de sus jugadores.
Figo, Cristiano Ronaldo, Deco, eran los encargados de la creación,
Pauleta la referencia en el área. Angola era de las selecciones más
débiles del torneo. Un equipo semiprofesional que practicaba un es-
quema defensivo que intentaba suplir la falta de técnica. Portugal salió
con todo y Pauleta convirtió a los 4 minutos. El gol le dio tranquili-
dad. Pasado el sofocón, Angola presionó más adelante pero sin inquie-
tar. Sobre el final los africanos tuvieron el empate y los europeos pu-
dieron aumentar la ventaja. Primer tiempo, 1 a 0 Portugal.
En el complemento, el dominio lusitano se hizo patente. Joao Ri-
cardo, arquero de Angola, se convirtió en figura, salvando a su equipo
en varias oportunidades. Al final los angoleños buscaron el empate y
estuvieron cerca. Fue victoria ajustada de Portugal 1 a 0 sobre Angola.
El 12 de junio en Gelsenkirchen jugaron Estados Unidos y Repú-

482
blica Checa. Los norteamericanos formaban un equipo mixto entre
experiencia y juventud. Landon Donovan era el talentoso, cuando se
asociaba con Bearsley eran peligrosos. Los checos eran un equipo de
cuidado. Tenían una muralla en el arco, Petr Chech, y un mediocampo
de lujo, con Nedved, Poborsky, Galasek y Rosicky. Arriba, los golea-
dores Baros y Koller. La superioridad de los europeos se notó desde el
comienzo. A los 5 minutos, Koller, de cabeza, anotó el primero. Los
jugadores de Estados Unidos estuvieron imprecisos. A los 44 salió el
goleador Koller, sufrió una grave lesión en los isquiotibiales de su
pierna derecha. A los 36, golazo de Rosicky. Primer tiempo 2 a 0.
En la segunda mitad, Bruce Arena, técnico estadounidense, intro-
dujo dos variantes buscando cambiar el trámite del partido. No lo lo-
gró. Rosicky, a los 31 minutos, convirtió el tercero. República Checa
3 – Estados Unidos 0.
En Hanover se veían las caras, el 12 de junio, Italia y Ghana. Los
italianos, con Marcello Lippi en el banco, mantenían la clásica solidez
defensiva, agregando buen juego en los pies de Totti, la pegada de
Pirlo y la amenaza goleadora de Toni. Ghana tenía despliegue, marca
y sacrificio. Samuel Kuffor, autor del gol con que Bayern Munich le
ganó la Copa Intercontinental a Boca en 2001, era la base de la defen-
sa. En el medio se destacaban Essien y Muntari. Appiah era el creador
que asistía a Gyan en ataque. Italia comenzó con más claridad, pero
Ghana no se quedó y también tuvo sus ocasiones. Fallaron en la defi-
nición. A los 40 minutos, Pirlo y su exquisita pegada fueron los encar-
gados de abrir el marcador. 1 a 0.
En la segunda parte, a los 17 minutos salió Totti por un golpe, lle-
gaba al Mundial luego de cuatro meses de inactividad por lesión, en su
lugar ingresó el argentino naturalizado Mauro Camoranesi. Sin Totti,
Italia se cuidó y apostó al contragolpe. Precisamente de contra, Iaquin-
ta, a los 38 minutos, definió el encuentro. Italia 2 – Ghana 0.
Kaiserslautern fue el escenario para la disputa entre Australia y
Japón, el 12 de junio. Los oceánicos presentaban seguridad defensiva
y un ataque respetable con Emerton manejando los tiempos en el me-

483
dio, los centros de Kewell y Bresciano para el goleador Viduka. Como
técnico contaban con el experimentado Hiddink. Los nipones, con el
brasileño Zico como entrenador, mezclaban velocidad asiática con
toque europeo. Nakamura y Nakata, quien alquilaba una suite en un
hotel de lujo en vez de compartir la concentración con sus compañe-
ros, manejaban los ataques que generalmente finalizaban en Naohiro
Takahara, goleador del Hamburgo alemán. Takahara tendría un fugaz
paso, en 2001, por Boca Juniors de Argentina en una operación con la
que el presidente Mauricio Macri pretendía expandir las ventas al pro-
lífico mercado asiático. Fue presentado como una figura de renombre.
Sin embargo, el primer japonés en jugar en la primera división argen-
tina no pudo asentarse en el equipo xeneize, disputando únicamente 6
partidos y convirtiendo tan solo un gol, en la goleada 6-1 frente a La-
nús. A los 26 minutos, Nakamura aprovechó la falta de Takahara al
arquero australiano y convirtió el 1 a 0. En ventaja, los japoneses se
pararon de contragolpe. Primer tiempo 1 a 0.
En el complemento, el gol australiano no llegaba, entonces Hid-
dink puso tres delanteros. Los asiáticos se defendieron mal sobre el
final y Australia, inesperadamente, convirtió una catarata de goles. A
los 39 y 44 Cahill y Aloisi a los 47, le dieron la victoria a Australia.
Australia 3 – Japón 1. Primera victoria de una selección de Oceanía en
los Mundiales.
El 13 de junio, en Berlín, se presentaba el campeón Brasil ante
Croacia. 72.000 espectadores en el estadio. Los campeones del mundo
volvían a contar con Carlos Parreira como técnico y un ataque demo-
ledor: Ronaldinho, Ronaldo y Adriano. Si le sumamos a Kaka, Robin-
ho, Juninho, Cafú, Roberto Carlos y la seguridad de Dida en el arco,
Brasil era una vez más candidato. Croacia, sin las figuras de anteriores
Copas, tenía como pilares a Srna en el fondo, Niko Kranjcar en la
creación, Prso y Klasnic en la delantera. Brasil arrancó con todo, los
croatas aguantaron que pasara el impulso inicial de los sudamericanos
y fueron equilibrando las acciones. Brasil estaba confundido y caía en
jugadas individuales. Kaká a los 44 minutos convirtió y tranquilizó al

484
equipo. 1 a 0.
En el segundo tiempo, Prso estuvo a punto de empatar pero se lo
perdió. Croacia dominó, Dida y la defensa brasileña aguantaron la
embestida y al final pudieron cantar victoria. Brasil 1 – Croacia 0.
Corea del Sur y Togo jugaron el 13 de junio en Frankfurt. Dick
Advocaat reemplazó a Guus Hiddink en la conducción técnica de Co-
rea. El nuevo entrenador planteó un ofensivo 3-4-3. Los asiáticos
mantenían a algunos de los héroes del 2002. Soñaban con repetir la
actuación alcanzada cuatro años antes. Togo contaba en la delantera
con un joven Emmanuel Adebayor, estrella del Arsenal inglés. En el
banco estuvo el nigeriano Stephen Keshi, pero renunció a 100 días del
Mundial. Asumió el alemán Otto Pfister, que renunció, volvió a Ale-
mania y regresó a la selección de Togo para el debut, lo que generó
confusión en el plantel. En la ceremonia de los himnos, hubo un error
y sonó las dos veces la canción patria de Corea del Sur, lo que generó
malestar en el país africano. La organización debió pedir disculpas
públicas al pueblo togolés y sus autoridades. Los primeros minutos
fueron anodinos, sin situaciones para ninguno de los dos. Hasta que a
los 31, Kader bajó una pelota con el muslo, le pegó de derecha y el
remate cruzado se convirtió en un golazo para Togo. Su primero en
Mundiales. Luego se replegó. Primer tiempo, Togo 1 a 0.
En la segunda mitad, a los 8 minutos se fue expulsado Abalo en el
equipo africano. De esa infracción llegó un tiro libre que Lee Chun
Soo cambió por gol, empate 1 a 1. Con uno menos, los togoleses se-
guían complicando a la defensa coreana. Ahn Jung Hwan, el héroe del
partido contra Italia en 2002, aportó su experiencia a los 27 minutos
para vulnerar al arquero Agassa y darle el triunfo a Corea del Sur.
Corea del Sur 2 – Togo 1.
Francia y Suiza se presentaban el 13 de junio en Stuttgart por el
Grupo G. Luego de los fracasos en Corea-Japón 2002 y la Eurocopa
2004, Francia pretendía volver a los primeros planos. El técnico galo
Raymond Domenech tomó las polémicas decisiones de no convocar a
Ludovic Giuly y de relegar al banco de suplentes a David Trezeguet.

485
Thuram, Zidane y Henry formaban la columna vertebral del equipo.
Suiza reemplazó a los históricos Chapuisat, Turkyilmaz y Sforza por
la seguridad del arquero Zuberbuhler y el talento de Senderos y Vogel.
Con ellos volvió a un Mundial luego de 12 años de ausencia. Su últi-
ma participación había sido en Estados Unidos 94. El partido prometía
mucho, sin embargo defraudaron. Fue un encuentro aburrido y sin
llegadas. Lo más cerca que se estuvo del gol, en el primer tiempo, fue
a través de un centro del suizo Barnetta que, tras varios errores, dio en
el palo del arco que defendía Barthez. A los 40, Henry se lesionó en el
área rival. Suiza continuó con la jugada como si nada y los silbidos
comenzaron a bajar de las tribunas. Ajenos al fair play, los helvéticos
no la tiraron afuera. Un francés tuvo que rechazar para que pudieran
atender al delantero galo. Empate 0 a 0 entre Francia y Suiza.
El 14 de junio, España y Ucrania inauguraron el Grupo H. El en-
cuentro se disputó en Leipzig. El técnico español Luis Aragonés armó
un plantel joven y de buen pie con Torres, Cesc, Villa y Ramos. Otro
argentino en las filas de una selección extranjera, Mariano Pernía, era
el lateral izquierdo de España. Lo curioso era que tanto Pernia como
Camoranesi, argentino que jugaba por Italia, eran de la ciudad bonae-
rense de Tandíl. El objetivo de los ibéricos era meterse entre los cua-
tro mejores de una vez por todas. Los ucranianos se habían separado
de la ex Unión Soviética y disputaban su primer Mundial. El entrena-
dor Oleg Brokhin había jugado para la URSS. La estrella y esperanza
del equipo era el temible goleador del Milan italiano, Andriy Shev-
chenko, quien con sus goles había llevado a Ucrania al Mundial.
La historia personal de Shevchencko tenía una veta singular. El 26
de abril de 1986, de madrugada, un experimento que simulaba el corte
en el suministro eléctrico de la central nuclear de Chernóbil, provocó
el mayor accidente nuclear de la historia. Shevchenko, residente de
Dvirkivshchyna, una población cercana a Chernobyl, se convirtió a los
nueve años en uno de los miles de niños que se vieron obligados a huir
a la costa con sus familias, para protegerse de las secuelas que dejó en
la región el desastre de la planta nuclear.

486
España ejerció el dominio del partido desde el comienzo. El brasi-
leño nacionalizado español Marcos Senna exigió al arquero ucraniano,
que mandó la pelota al corner. De ese tiro de esquina llegó el primer
gol de Xabi Alonso a los 14 minutos. A los 17, Villa anotó el segundo
de tiro libre. Todo de España. Primer tiempo 2 a 0.
En el segundo, Ucrania no reaccionó. A los 3 minutos se fue ex-
pulsado el ucraniano Vaschuk por una falta que no cometió, para col-
mo el árbitro suizo Busacca cobró penal. Villa convirtió el tercero a
los 4. Aragonés hizo ingresar a Raúl por Villa. A los 37 Fernando “el
Niño” Torres marcó el cuarto. Dos disparos al arco de Casillas por
parte de Ucrania en todo el partido. España 4 – Ucrania 0.
El Grupo H se completaba con Túnez y Arabia Saudita, que juga-
ron el 14 de junio en Munich. El francés Roger Lemerre dirigía Túnez
y apostaba a un esquema 4-4-2, imponiendo un estilo bien europeo de
juego. En Arabia Saudita estuvo sentado en el banco Marcos Paquetá,
quien reemplazó al argentino Gabriel Calderón a fines de 2005. Los
jeques apostaron por técnicos sudamericanos y con ello lograron clasi-
ficar a cuatro Mundiales de manera consecutiva. Su fuerte, la expe-
riencia del arquero Al Deayea y el volante Al Jaber. Los dos comenza-
ron imprecisos en el medio campo. A los 23 minutos, el oportunismo
de Jarizi permitió que Túnez pasara al frente. 1 a 0.
En el complemento, los dos se soltaron y comenzaron a jugar. A
los 12 minutos, Al Kahtani anotó el empate. Los dos tuvieron chances,
pero fueron los saudíes quienes convirtieron a los 39 minutos, gracias
a su figura, Al Jaber. Los tunecinos no se resignaron y acorralaron a
los árabes en busca del empate. Lo consiguieron en el epílogo, a los
47 minutos por intermedio de Jaidi. En emocionante partido igualaron
Túnez y Arabia Saudita 2 a 2.
La segunda ronda de partidos comenzó el 14 de junio con el en-
cuentro entre el local Alemania y Polonia, en Dortmund. Encuentro
correspondiente al Grupo A. Los bávaros habían derrotado a Costa
Rica. Polonia había caído con Ecuador. Los dos salieron a cuidarse y
analizar al rival. Con el correr de los minutos, Alemania atacó más

487
pero le faltó definición. Polonia buscó por arriba. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, los de Klinsmann se adelantaron pero no encontra-
ron cómo entrarle a la defensa polaca. A los 30 minutos se fue expul-
sado Sobolewski por doble amarilla. Con diez se le complicó aun más
el partido a los polacos. Parecía que iba a ser empate, no era el día de
los germanos, en una misma jugada la pelota había dado dos veces en
el travesaño, el arquero Buroc había sacado todo y los delanteros no
estaban precisos. Pero a los 46 minutos llegó el centro del moreno
Odonkor y Neuville convirtió de cabeza para darle la segunda victoria
a los dueños de casa. Alemania 1 – Polonia 0.
El 15 de junio, en Hamburgo, jugaron Ecuador, que sumaba 3
puntos, y Costa Rica, sin unidades. A los 8 minutos ya ganaba Ecua-
dor con un gol tempranero de Tenorio que le dio tranquilidad al equi-
po. Los ecuatorianos manejaron la pelota a su antojo y merecieron irse
al descanso con una ventaja mayor. 1 a 0.
En la segunda parte, Costa Rica salió a jugar más adelantado, pero
a los 8 minutos, una contra le permitió a Delgado marcar el segundo
para los sudamericanos. En el descuento, a los 47 minutos, Iván
Kaviedes, de fugaz paso por Argentinos Juniors, convirtió el tercero
festejándolo con una máscara amarilla del hombre araña, como lo ha-
cía otro jugador de su selección, Otilino Tenorio, quien muriera el año
anterior. Ecuador 3 – Costa Rica 0. En su segundo Mundial, Ecuador
accedía a octavos de final por primera vez. Los “ticos” se quedaban
sin chances de clasificar.
En Nuremberg, el 15 de junio chocaban Inglaterra, que llegaba
tras ganar en la presentación, y Trinidad y Tobago, que había igualado
en su primer partido en Mundiales. En el primer tiempo Inglaterra
dominó la pelota con la obligación de ser protagonista. Los trinitenses
equilibraron las acciones, Ferry salvó en la línea el gol de John para
los caribeños. Crouch tuvo una clara para los británicos. 0 a 0.
En el complemento, Trinidad y Tobago se abroqueló atrás espe-
rando una contra. A los 12 minutos ingreso Rooney, quien se había
fracturado el pie derecho el 29 de abril y no estaba en buena forma

488
física. Gerrard empujaba a Inglaterra, pero los centros al lungo Crouch
se repetían. Recién a los 38 minutos Peter Crouch ganó en lo alto y
mandó un preciso centro de Beckham al fondo del arco trinitense. A
los 46 Gerrard liquidó un partido por demás complicado para los in-
gleses. Inglaterra 2 – Trinidad y Tobago 0.
Berlín fue testigo, el 15 de junio, del enfrentamiento entre Suecia
y Paraguay. Los guaraníes no sumaban puntos, Suecia apenas uno. El
partido arrancó trabado y sin situaciones de gol. Los suecos fueron
mejorando y generaron las mejores situaciones ante Bobadilla. Prime-
ros 45 minutos sin goles.
En el complemento, Paraguay salió con otra actitud y se paró más
adelante aunque no inquietó. Salieron Ibrahimovic y Santa Cruz, los
técnicos buscaban variantes ofensivas. Sobre el final, a los 44 minu-
tos, un descuido de la defensa paraguaya le permitió a Ljungberg mar-
car el único tanto del partido. Suecia 1 – Paraguay 0. Los guaraníes
quedaban sin chances de progresar en el torneo.
Argentina – Serbia y Montenegro jugaron el 16 de junio en Gel-
senkirchen. Fue una tarde soñada para Argentina, una exhibición de
fútbol que ilusionó. Tanto fue así que antes del partido Argentina pa-
gaba 13-2 en las apuestas. Después 9-2. En lo que iba de torneo no se
había visto un rendimiento tan alto de un equipo. A los 6 minutos,
Maxi Rodríguez ya había convertido el primero. El segundo llegó a
los 31 minutos cuando Cambiasso ingresó por “Lucho” González, que
salió lesionado, y finalizó una jugada colectiva extraordinaria, que
combinó 25 pases seguidos. Con el 2 a 0, el “equipo de José” manejó
el partido a su antojo. Tacos, gambetas y patadas de los europeos. A
los 41, otra vez Maxi Rodríguez conquistó el tercero, definiendo una
jugada genial de Saviola. Primer tiempo 3 a 0. Argentina se floreaba.
En el segundo, a los 13 minutos debutó Carlos Tevez, que ingresó
por Saviola, y a los 29, Lionel Messi pisó oficialmente por primera
vez un campo mundialista, sustituyendo a Maximiliano Rodríguez.
Antes, a los 20 minutos, se había ido expulsado la figura de Serbia y
Montenegro, Mateja Kezman. Crespo a los 33 convertía el cuarto gol.

489
Los ingresados convirtieron en su debut, Tevez a los 34 y Messi a los
43. Argentina goleaba e ilusionaba, le ganaba 6 a 0 a Serbia y Monte-
negro y clasificaba a octavos.
Holanda y Costa de Marfil jugaron en Stuttgart el 16 de junio. Los
europeos se pusieron en ventaja a los 23 minutos gracias a un tiro libre
ejecutado por Van Persie. Estiró la diferencia a los 27 con el gol de
Van Nistelrooy. Pero a los 38 descontó Koné para los marfileños.
Primer tiempo 2 a 1 para Holanda.
En el complemento, Costa de Marfil ganó protagonismo en campo
contrario, pero no supo aprovechar las oportunidades. Holanda ganó
por la mínima y sufrió. Alcanzó la clasificación y definiría con Argen-
tina, quien era primero de grupo. Holanda 2 – Costa de Marfil 1. Pri-
mera vez en Mundiales que Holanda comenzaba con dos victorias
consecutivas.
Por el Grupo D, México y Angola jugaron el 16 de junio, en Ha-
nover. Después del gran triunfo ante Irán, México no pudo repetir ante
Angola. Los aztecas fueron más, pero Joao Ricardo, la gran figura del
partido, sacó todo lo que le llegó al arco angoleño. México ni siquiera
pudo desnivelar cuando, a los 34 minutos del segundo tiempo, los
africanos se quedaron con diez hombres por la expulsión de André por
doble amarilla. Este empate fue el mejor resultado en la historia del
fútbol de Angola. México 0 – Angola 0.
El 17 de junio, en Frankfurt, se enfrentaron Portugal e Irán. Los
lusitanos venían de ganar, los de la antigua Persia de perder. Irán se
paró muy atrás, buscando el 0 a 0 desde el comienzo. Portugal no po-
día penetrar la muralla iraní. La intensidad del juego llevó a que Figo
recibiera un botinazo en la cara y el iraní Teymourian terminara con
un corte en el brazo derecho producto de un planchazo. Sobre el final
del primer tiempo, los de Oriente Medio perdieron el miedo y se ade-
lantaron, pero sin consecuencias en el marcador. 0 a 0.
En el complemento, continuó el dominio luso. Cristiano Ronaldo
tiraba un lujo detrás de otro pero se olvidaba de atacar. A los 18 minu-
tos llegó la apertura del tanteador gracias al gol del brasileño naciona-

490
lizado Deco, un zapatazo espectacular. A los 35, de penal, Cristiano
Ronaldo marcó su primer gol en Mundiales y el segundo de Portugal.
Portugal 2 – Irán 0. Después de 40 años, Portugal volvía a clasificar.
República Checa, que venía de ganarle a Estados Unidos y Ghana,
que había perdido con Italia, se enfrentaban el 17 de junio en Colonia.
Horacio Elizondo era el árbitro, acompañado de los líneas argentinos
Dario García, número 1, y Rodolfo Otero, número 2. A los 2 minutos
Asamoah Gyan recibió entre los centrales checos un pase de Appiah y
definió cruzado ante la salida de Cech. Los europeos fueron al ataque
y dejaron huecos atrás que podrían haber significado más goles ghane-
ses.
En el segundo tiempo, la desesperación checa llevó a que se hicie-
ra un encuentro de ida y vuelta con varias situaciones de gol. Ujfalusi
se fue expulsado a los 20 minutos. República Checa quedó con diez. A
los 21, Gyan erró un penal bien sancionado por Elizondo. El árbitro
argentino también le había anulado un gol a Nedved por offside, acer-
tando nuevamente. A los 37, Muntari recibió de Gyan y la clavó, de
zurda, en el ángulo izquierdo. Ghana pudo haber goleado. Primer
triunfo de un equipo africano en el Mundial. Ghana 2 – República
Checa 0.
También por el Grupo E se enfrentaron Italia y Estados Unidos, el
17 de junio en Kaiserslautern. Los primeros habían conseguido 3 pun-
tos en el debut, los segundos nada. Italia salió con todo, como para
definir el pleito de arranque. Consiguió abrir la cuenta a los 22 minu-
tos cuando Gilardino anticipó a todos de cabeza tras un centro de Pir-
lo. A los 27, un error del defensor Zacardo que convirtió en su propio
arco, le dio la igualdad a Estados Unidos. Para colmo, a los 28, De
Rossi le rompió la nariz a McBride de un codazo y se fue expulsado.
Quedaron diez contra diez a los 45 cuando el mendocino Mastroeni
también vio la tarjeta roja. Primer tiempo 1 a 1.
En la segunda mitad, Pope fue expulsado a los 2 minutos. Ahora
Estados Unidos se quedaba con uno menos. Nueve contra diez. Pero
los europeos no contaron con la profundidad suficiente. Fue sorpresa,

491
empate 1 a 1 entre Italia y Estados Unidos. Primer punto que obtenía
Estados Unidos en un Mundial disputado en Europa.
Por el Grupo F jugaron Japón y Croacia en Nuremberg el 18 de
junio. Los dos habían perdido y necesitaban sumar. Los dos salieron a
atacar, Japón con velocidad, Croacia con más manejo. Kawaguchi, el
arquero nipón, le contuvo un penal a Srna, volando sobre su palo iz-
quierdo. Los europeos eran más incisivos que los asiáticos. Sin em-
bargo, la primera etapa finalizó sin goles.
En la segunda, Croacia cuidó más la pelota y se perdió un gol. Los
dos eran muy limitados a la hora de la definición. Japón y Croacia
empataron 0 a 0.
En duelo de ganadores, Brasil enfrentaba a Australia, el 18 de ju-
nio en Munich. En un comienzo Brasil tenía la pelota y Australia in-
tentaba salir de contra. El mediocampo australiano contenía bien a
Kaká y Ronaldinho. Trabado primer tiempo, 0 a 0.
En el segundo, a los 4 minutos, Adriano encontró un hueco, tuvo
una y no falló. Australia no reaccionó. Sobre el final ingresó Fred y a
los 45 marcó el segundo. Sin lucir, Brasil le ganó a Australia 2 a 0 y se
clasificó.
En Leipzig jugaron el 18 de junio Francia y Corea del Sur. Corea
le había ganado a Togo. Francia apenas había empatado con Suiza.
Los galos arrancaron con furia y a los 9 minutos ganaban 1 a 0 con gol
de Henry. Desde la final del 98 que Francia no convertía en Mundia-
les. Los europeos siguieron buscando pero fallaron. Primera parte, 1 a
0.
En la segunda, se hizo de ida y vuelta pero sin acciones claras.
Los surcoreanos se adelantaron y Francia jugó de contra. En una casi
convirtió el segundo. A los 36 minutos llegaría el empate coreano,
luego de unos manotazos en el aire de Barthez y la lenta reacción de
Gallas que fueron aprovechados por Ji Sung Park, el jugador del Man-
chester United inglés, para empatar el encuentro. A los 40 fue amo-
nestado Zidane y se perdería el próximo encuentro por recibir la se-
gunda amarilla en dos partidos. De quedar afuera su selección hubiera

492
sido el último partido de “Zizou” en Mundiales. Faltando un minuto
fue sustituido por Domenech y Zidane le arrojó la cinta de capitán.
Zidane se había retirado en clubes, en mayo, en el Real Madrid y los
partidos del Mundial eran los últimos de su carrera profesional. Fran-
cia y Corea del Sur empataron 1 a 1.
El 19 de junio chocaban Togo y Suiza en Dortmund. Los africa-
nos habían perdido en el primer encuentro, Suiza empatado. Los juga-
dores de Togo estuvieron a punto de no presentarse a jugar en protesta
a la deuda que los dirigentes de su país mantenían con el plantel por
los premios acordados en las eliminatorias. La FIFA tuvo que interve-
nir para destrabar el asunto y que por primera vez un equipo se decla-
rara en huelga en un Mundial. Suiza tenía el control de la pelota, pero
la jugada más clara la tuvo Togo en el comienzo. A los 16 minutos
llegó el primer gol helvético por intermedio de Alexander Frei. Enton-
ces, el dominio suizo se hizo aún mayor. Primera etapa 1 a 0.
En el complemento, Suiza siguió mandando en las acciones. Re-
cién al final Togo se jugó en ataque en busca del empate. Con los afri-
canos jugados, Tranquillo Barnetta marcó el segundo para los euro-
peos a los 43. Suiza 2 – Togo 0. Un empate le alcanzaría a Suiza para
pasar de ronda.
Arabia Saudita, que sumaba un punto, y Ucrania, sin unidades, se
midieron en Hamburgo el 19 de junio. Los ucranianos presentaron
cuatro cambios en la formación inicial con respecto al equipo que per-
dió 4 a 0 ante España. Pero lo que más cambiaron fue la actitud. Con-
tra Arabia Saudita se vio otro equipo. A los 4 minutos, Rusol conver-
tía el primero para los europeos. Rebrov marcaba el segundo a los 36.
Primer tiempo, 2 a 0.
En la segunda etapa, los árabes no reaccionaban, al minuto 1
Shevchenko hacía el tercer gol y su primero en Mundiales. A los 39,
Kalinichenko cerraba la cuenta. Ucrania pasaba de perder 4 a 0 a ga-
nar 4 a 0 y volver a aspirar a la clasificación. Lo de Arabia era muy
flojo. Ucrania 4 – Arabia Saudita 0.
El último partido de la segunda fecha de encuentros de grupos lo

493
disputaron España y Túnez. Fue por el Grupo H, el 19 de junio en
Stuttgart. En la primera que tuvo, Túnez se puso al frente. Aprovechó
un rebote de Casillas a los 8 minutos y Mnari convirtió. España fue,
pero sin ideas, ante un equipo que se refugió muy atrás. Primer tiem-
po, 1 a 0 para Túnez.
En el complemento, Aragonés realizó cambios ofensivos, ingresa-
ron Raúl, Cesc Fabregas y Joaquín. El funcionamiento del equipo
cambió. A los 26 minutos Raúl capturó un rebote y marcó el empate.
Se hacía justicia. A los 32 y 46, de penal, el “Niño” Fernando Torres
le daba la victoria a la “furia”. España llevaba 24 partidos invicto con
Aragonés y era cosa seria. España 3 – Túnez 1. En la historia, España
nunca perdió el segundo partido en las 12 participaciones en Mundia-
les. Ganó 8 y empató 4.
El 20 de junio comenzaba la tercera fecha de partidos, la de las
definiciones. Los dos partidos de cada grupo se jugaban simultánea-
mente para evitar suspicacias. Ecuador y Alemania, los dos clasifica-
dos, jugaban en Berlín para definir quién se quedaba con el Grupo A.
Miroslav Klose, a los 4 minutos, le daba tranquilidad a los locales
marcando el primer gol. Los alemanes presionaron y Ecuador lo su-
frió. Ballack asistió a Klose, quien nuevamente anotó, corría el minuto
44. 2 a 0.
En la segunda parte, los ecuatorianos salieron decididos a acortar
diferencias y fueron víctimas de una contra letal de los germanos. Po-
dolski, a los 12 minutos, convirtió el tercero. Una particularidad fue
que los tres goles fueron marcados por jugadores de origen polaco
nacionalizados alemanes. Con el 3 a 0, los dos se cuidaron pensando
en los octavos de final. Alemania 3 – Ecuador 0.
Ya eliminados, Costa Rica y Polonia se despidieron del torneo el
20 de junio en Hanover. Polonia intentó atacar, los “ticos” se cerraron
para salir de contragolpe. A los 24 minutos, de tiro libre, tras falta a
Wanchope, Gómez le daba ventaja a los costarricenses. A los 34 apa-
reció el defensor polaco Bosacki, quien aprovechó el error del arquero
Porras y empató el encuentro. 1 a 1.

494
El segundo tiempo los dos tuvieron chances de pasar al frente pero
les faltó puntería. Hasta que a los 22, otra vez el lateral Bosacki ganó
de arriba y marcó el segundo de Polonia. Costa Rica apretó sobre el
final pero no pudo llegar al empate. Fue la peor actuación de los “ti-
cos” en un Mundial. Polonia se despidió con una sonrisa. Polonia 2 –
Costa Rica 1.
También el 20 de junio se definió el Grupo B. En Colonia jugaron
Inglaterra y Suecia. Los ingleses estaban clasificados. Suecia necesi-
taba un punto o que no ganara Trinidad y Tobago a Paraguay. Los dos
comenzaron con la mirada en el arco rival. A los 34 Joe Cole bajó de
pecho la pelota y le pegó de derecha, clavándola en un ángulo desde
lejos. Golazo. 1 a 0 sería el resultado parcial al entretiempo.
En la segunda parte, Allback igualó a los 6 minutos, fue el gol
2.000 en Mundiales. Gerrard, no incluido desde el comienzo para evi-
tar que recibiera una segunda amarilla y la correspondiente suspen-
sión, ingresó por Rooney, puso en ventaja a su equipo a cinco minutos
del final, es decir a los 40. Cuando el partido se moría y los suecos
igualmente clasificaban por la derrota de Trinidad y Tobago ante Pa-
raguay, Henrik Larsson convirtió el empate. Así anotó su nombre en-
tre los goleadores de tres Mundiales con la camiseta sueca. Inglaterra
2 – Suecia 2. Los dos a octavos.
Paraguay y Trinidad y Tobago jugaban el 20 de junio en Kaisers-
lautern. Los de Beenhakker todavía albergaban una esperanza, ganar,
llegar a 4 puntos, alcanzar la línea de Suecia y superarlos por diferen-
cia de gol. Además necesitaban que Inglaterra venciese a los nórdicos.
Paraguay, sin puntos, estaba eliminado. Fue un duelo desprolijo y sin
ideas, que se abrió con un gol en contra de Sancho a los 25 minutos.
Ganaba Paraguay 1 a 0. Haedo se perdió el segundo. Primer tiempo 1
a 0.
En el segundo, los caribeños cambiaron de actitud y salieron al
ataque Latapy tuvo el empate pero su tiro salió por sobre el travesaño.
A los 41 minutos, gran jugada entre Cuevas y Santa Cruz que “Pi-
pino” definió para el 2 a 0. Trinidad y Tobago afuera. Paraguay ganó

495
pero el triunfo no alcanzó a matizar el fracaso. Paraguay 2 – Trinidad
y Tobago 0.
Argentina jugó el 21 de junio en Frankurt, ante Holanda, el último
partido del grupo. Las dos selecciones, clasificadas, mecharon titula-
res y suplentes. Con el empate, Argentina ganaba el grupo. Lindo par-
tido, con llegadas, Pekerman dispuso que Tevez y Messi jugaran en
ataque. A los 24 minutos, Nicolás Burdisso se sufrió un esguince en la
rodilla derecha y debió ser sustituido. Argentina mereció el gol. Cuan-
do Riquelme, Maxi Rodríguez, Tevez y Messi se asociaron, complica-
ron a los defensores holandeses. El palo y Van Der Sar impidieron el
triunfo albiceleste. Fue empate 0 a 0. Argentina quedó primera en el
denominado “grupo de la muerte”. Holanda segunda.
El 21 de junio en Munich, Serbia y Montenegro y Costa de Marfil
jugaron para completar los partidos del Grupo C. Comenzaron mejor
los europeos, Zigic a los 11 y a los 21 Ilic convirtieron para poner
arriba a Serbia y Montenegro rápidamente 2 a 0. Dindane, de penal,
descontó para los marfileños a los 36. A los 46, el árbitro expulsó a
Serbio Albert Nadj. El gol y la expulsión les daban esperanzas a los
africanos para el segundo tiempo.
En el complemento, llegaría el empate de Costa de Marfil, nue-
vamente Dindane, a los 23, logró el empate. A los 40, Kalou marcó de
penal el tercero, que les dio una alegría a los africanos. Domoraud fue
expulsado por doble amarilla a los 47 minutos, pero ya era una anéc-
dota. Costa de Marfil 3 – Serbia y Montenegro 2.
En Gelsenkirchen, el 21 de junio se definía el ganador del Grupo
D entre Portugal y México. Los portugueses, con 6 puntos, estaban
clasificados. México, con cuatro, necesitaba un empate para no de-
pender de nadie. Si perdía y Angola superaba a Irán podía quedar eli-
minado por diferencia de gol. Maniche a los 6 minutos adelantaba a
los lusitanos, lo que generó nerviosismo en México. A los 24, Simao
Sabrosa de penal convirtió el segundo. A los 29 descontó Fonseca,
cuando los aztecas se jugaban en ataque. Primer tiempo 2 a 1.
En el segundo, se jugó más con el oído en Leipzig, donde jugaban

496
Angola e Irán. Promediando el segundo tiempo, los africanos ganaban.
Los dos equipos quedaban con 4 puntos, aunque todavía la diferencia
de gol era favorable a los americanos. A los 15 minutos se fue expul-
sado Pérez en México. Con diez no pudo hacer mucho más aunque
intentó. Portugal 2 – México 1. Finalmente, los portugueses ganaron
el grupo y los mexicanos fueron segundos. Serían rivales de Argentina
en octavos de final.
Angola debía ganarle a Irán, en Leipzig, el 21 de junio, para aspi-
rar a la clasificación. Los africanos intentaron pero los iraníes se de-
fendieron con solvencia. Primer tiempo sin goles.
En el complemento, Flavio convirtió a los 15 minutos para Ango-
la, que se acercaba a la clasificación. Empataba la línea de México y
necesitaba dos goles más o que Portugal se los hiciera a los aztecas en
el otro encuentro simultáneo. Las aspiraciones angoleñas se desvane-
cieron cuando Bakhtiarizadeh empató a los 30 minutos para Irán. Fue
empate 1 a 1 entre Angola e Irán. Con 2 y 1 punto respectivamente se
despidieron de Alemania. La selección africana fue recibida por
50.000 personas y los festejos por el desempeño en Alemania duraron
una semana.
El 22 de junio, en Hamburgo, fue el turno de Italia y República
Checa. En una zona muy pareja donde todos llegaron con chances a la
última jornada, Italia empatando clasificaba. Los checos debían ganar
o empatar y esperar el resultado de otro encuentro del grupo. Los che-
cos comenzaron mejor. Italia se quedó sin el defensor Nesta a los 17
minutos por lesión, en su lugar ingresó Materazzi. Fue Marco Mate-
razzi a los 26 minutos quien le ganó el salto al volante Polar y convir-
tió para la “azzurra” en la primera llegada del equipo en el partido. A
los 45 se fue expulsado Polar por doble amarilla.
En la segunda parte, con diez, los checos perdieron peso ofensivo.
Los italianos, bien parados en defensa, salían de contra y contaron con
varias situaciones para aumentar. Inzaghi, a los 42 minutos, definió el
partido, tras gambetear al arquero y convertir. Italia 2 – República
Checa 0. Los italianos clasificaban primeros, los checos se volvían a

497
casa temprano.
En Nuremberg jugaban el 22 de junio Ghana y Estados Unidos. El
primero con tres puntos y los segundos con uno. Estaban obligados a
ganar para clasificar. Los estadounidenses, además, debían esperar una
mano de Italia. Los africanos, con el empate, también necesitaban un
triunfo italiano para pasar de ronda. El camerunés Samuel Eto’o, el
marfileño Didier Drogba y el togolés Emmanuel Adebayor, se comu-
nicaron con los ghaneses para expresarles su apoyo. El arranque fue
muy físico y con poco fútbol. Los africanos se pusieron al frente a los
23 minutos gracias a Draman, que le quitó la pelota a Reyna. A los 44
Dempsey empató, pero inmediatamente, a los 47, Appiah, de penal
convirtió el segundo para Ghana. 2 a 1.
El segundo tiempo comenzó con Ghana atacando, Seeler le sacó el
tercer gol a Appiah. EE.UU. equilibró las acciones. Lo tuvo McBride,
quien estrelló un cabezazo en el palo. El partido terminó con Estados
Unidos apretando contra su arco a Ghana y estos apostando a contra-
golpes para liquidarlo. 2 a 1 Ghana sobre Estados Unidos. Los norte-
americanos se despidieron y los africanos accedieron por primera vez
al grupo de los 16 mejores del mundo. El príncipe saudí Al-Waleed
Bin Talal Al Aziz donó 100.000 dólares al plantel ghanés por la clasi-
ficación.
Por el Grupo F, jugaron el 22 de junio en Dortmund, Japón y Bra-
sil. Los sudamericanos estaban clasificados. Los asiáticos debían ga-
narle nada menos que a los campeones del mundo para aspirar a la
próxima ronda. En Brasil resguardaron a varios titulares como Cafú,
Roberto Carlos, Adriano y Emerson. Parejo de entrada, los brasileños
sin presión no marcaban como habitualmente lo hacían. Los japoneses
tuvieron tibias llegadas. En una de ellas, Tamada convirtió a los 34
minutos. Sorpresa en Dortmund. Brasil no se podía ir perdiendo al
vestuario, entonces Ronaldo empató a los 46. 1 a 1.
En el complemento, las cosas en su lugar. A los 8 Juninho y a los
14 Gilberto Melo daban ventaja de dos goles a los de Parreira. Japón
intentó llegar con peligro al arco del Scratch pero no tuvo peso ofensi-

498
vo. A los 36 Ronaldinho convirtió el cuarto para la goleada de Brasil
sobre Japón 4 a 1.
El 22 de junio en Stuttgart se midieron Croacia y Australia bus-
cando un lugar en octavos de final. El que ganaba clasificaba. Si se
daba la lógica de que Brasil triunfara sobre Japón, a los oceánicos
también les alcanzaba con empatar. El árbitro inglés Graham Poll tuvo
un desempeño para el olvido. Cobro un gol a favor de Australia en
offside, no les cobró dos penales y le mostró tres tarjetas amarillas al
defensor croata Josip Simunic, a la tercera lo echó. Srna a los 2 minu-
tos clavó un golazo de tiro libre. Croacia 1 a 0 casi desde el vestuario.
Luego se dedicó a cuidar el resultado. Australia atacó y generó situa-
ciones. A los 38 el croata Tudor cometió mano en el área y penal para
Australia. Moore empató. 1 a 1.
Tras el descanso, Croacia se volvió a adelantar a los 11 minutos
gracias a su capitán, Nico Kovac. El arquero croata Pletikosa le negó
el gol en dos oportunidades a Kewell. Pero a los 34, el propio Kewell,
en offside, logró el empate de volea. Sobre el final llegaron las expul-
siones. El croata Simic a los 40, Emerton, de Australia, a los 42 y el
tres veces amonestado Simunic a los 48. Croacia 2 – Australia 2. El
empate eliminó a los europeos y clasificó a Australia. Tras llevar a
Corea del Sur a una semifinal de un Mundial, ahora Guus Hiddink
volvía a hacer milagros. Primera clasificación de una selección de
Oceanía a la siguiente fase de un Mundial.
El 23 de junio en Colonia, Togo y Francia jugaron una final. Los
galos no contaban con su capitán Zinedine Zidane, quien debía purgar
una fecha de suspensión por acumulación de amarillas. Los dos debían
ganar para clasificar. Los togoleses, además, dependían del resultado
de Suiza – Corea del Sur. Francia empezó con todo, a los 10 minutos
le anularon mal un gol a David Trezeguet. Luego Ribery lo tuvo mano
a mano con el arquero Agassa y la tiró por arriba del travesaño. Los
galos merecieron irse al entretiempo en ventaja.
En el segundo tiempo, Vieira definió bien y Francia pasaba a ga-
nar a los 10 minutos. A los 16 Vieira la bajó de cabeza y Henry defi-

499
nió. Francia 2 – Togo 0. Francia volvió a ganar en un Mundial des-
pués de 8 años.
Suiza y Corea del Sur definían su destino en Hanover el 23 de ju-
nio. Los dos tenían 4 puntos, pero Suiza con mejor diferencia de gol.
El empate le alcanzaba. Corea, ganando, se aseguraba el pase, empa-
tando o perdiendo dependía de que no ganara Francia. La terna arbitral
argentina dirigió su tercer encuentro. Horacio Elizondo fue el juez y
Darío García y Rodolfo Otero los asistentes 1 y 2 respectivamente. La
más clara de los primeros minutos estuvo en los pies de Frei, respon-
dió bien el arquero Lee. A los 23 Philippe Senderos convirtió de cabe-
za, tras un centro de Yakin. Zuberbuhler salvó el empate a los 46.
Primer tiempo, 1 a 0 para Suiza.
En el segundo, a los 8 minutos, la figura helvética Senderos dejó
el campo de juego lesionado por una mala caída. Tenía luxación de
hombro y se perdería el encuentro por los octavos de final. Suiza si-
guió teniendo la iniciativa. A los 32 minutos Frei convirtió el segundo
y le aseguró la clasificación a los suyos. Suiza 2 – Corea del Sur 0.
Francia había ganado, por lo que los surcoreanos volvían a la realidad.
Luego de “su” Mundial donde fueron semifinalistas, se topaban con la
realidad. Suiza fue el único de los 32 equipos que no recibió goles en
la fase de grupos. Lo que tanto había buscado con los planteos defen-
sivos de Mundiales atrás, ahora lo conseguía con un esquema más
ofensivo, o por lo menos equilibrado.
Por el Grupo H, Arabia Saudita y España jugaban para completar.
Los árabes estaban eliminados, los europeos clasificados. El encuentro
se disputó en Kaiserslautern. Luis Aragonés dispuso un equipo alter-
nativo para el partido. Arabia Saudita empezó con ganas pero poco a
poco España se fue metiendo en el partido. Promediando el primer
tiempo, los españoles eran amplios dominadores. A los 36 minutos, el
defensor Juanito aprovechó un tiro de esquina y convirtió. España se
fue al descanso arriba 1 a 0.
El complemento fue flojo. Arabia arriesgó y creó algunas situa-
ciones de gol. Los ibéricos estaban más pendientes de que pasen los

500
minutos que del partido en sí. Sobre el final, el equipo de Paquetá tuvo
dos oportunidades claras de gol pero las desperdiciaron. España 1 –
Arabia Saudita 0. España pasaba con puntaje ideal.
Ucrania – Túnez era el partido del Grupo H donde se jugaba un
lugar en la siguiente ronda. Se disputó el 23 de junio en Berlín. 72.000
personas en el estadio. Ucrania sumaba 3 puntos y Túnez 1. El que
ganaba pasaba. A Ucrania también le servía el empate. El primer
tiempo fue de los más aburridos del torneo. Los europeos se confor-
maban con el empate y Túnez, que debía atacar, no sabía cómo hacer-
lo. Para colmo, a los 46 Jaziri se fue expulsado por doble amarilla.
Túnez con diez. La gente terminó haciendo la clásica “ola” en las tri-
bunas.
En el segundo tiempo, Ucrania defendió y llegó a adelantarse en
el marcador a los 25 minutos cuando el árbitro paraguayo Carlos
Amarilla cobró un inexistente penal sobre Shevchenko, que el propio
delantero convirtió. Los africanos tuvieron el empate sobre el final
pero no pudieron concretar. Ucrania 1 – Túnez 0. El presidente de
Ucrania, Victor Yuschenko, se comunicó para felicitar a los jugadores
por haber obtenido la clasificación.
Los cruces de octavos de final quedaron de la siguiente manera:
Alemania – Suecia; Argentina – México; Italia – Australia; Suiza –
Ucrania; Inglaterra – Ecuador; Portugal – Holanda; Brasil – Ghana y
España – Francia.
Asia fue el único continente que no clasificó ni un equipo para la
segunda fase.
El 24 de junio en Munich, Alemania y Suecia jugaban el primer
partido de octavos de final. El local empezó motivado por el público,
tratando de dominar en todos los sectores, eso hizo que Lukas Podols-
ki convirtiera a los 4 minutos aprovechando un rebote y volvería a
marcar a los 12 tras gran pase de Klose. Con Alemania 2 a 0, Suecia
lo buscó pero no pudo ni de penal, Larsson falló lo que hubiera sido el
descuento vikingo. Alemania 2 – Suecia 0. El cuestionado equipo de
Klinsmann se instalaba entre los ocho mejores… como siempre.

501
El rival de Alemania salió del encuentro que disputaron Argentina
y México el 24 de junio en Leipzig. Casualmente, el 24 de junio fue el
cumpleaños de dos cracks argentinos, Juan Román Riquelme, que
cumplía 28 años, y Lionel Messi 19. A los 6 minutos, el defensor del
Barcelona de España Rafael Márquez abrió el marcador para los azte-
cas. Antes que los nervios se apoderaran de los argentinos, Hernán
Crespo empató a los 10. No se volvieron a sacar ventajas en el primer
tiempo.
En el segundo, el trámite fue parejo, con Argentina en posiciones
ofensivas pero los mexicanos listos para contragolpear. Pekerman in-
trodujo a Tevez, Messi y Aimar. Los cambios le dieron oxígeno al
ataque. Los 90 minutos finalizarían 1 a 1 y se debían disputar 30 mi-
nutos extras.
En el primer tiempo suplementario llegó el segundo de Argentina,
Maxi Rodríguez la paró de pecho, casi pisando la punta del área azte-
ca. Desde ahí sacó un zurdazo inatajable para Sánchez. 2 a 1. El se-
gundo tiempo, los mexicanos se irían con todo en busca del empate.
Argentina sufrió pero aguantó con el “Pato” Abbondanzieri y Ayala
como estandartes. También aportó lo suyo Mascherano en el medio
campo. Argentina 2 – México 1. Los de Pekerman se medirían con los
locales en cuartos reeditando las finales del 86 y el 90. Argentina nun-
ca perdió en alargues. Además del de 2006, ganó en 1978 contra Ho-
landa, en 1990 igualó con Yugoslavia e Italia, eliminándolos luego por
penales y en 1998 pasó lo mismo con Inglaterra. Por cuarto Mundial
consecutivo, México se quedaba en los octavos de final.
El 25 de junio, en Stuttgart, midieron fuerzas Inglaterra y Ecua-
dor. Los ingleses no contaban con Owen, lesionado. Dos equipos tí-
midos, uno por ser la primera vez que estaba en ese lugar. El otro, el
candidato, dispuso solamente un punta, Rooney. Ecuador lo tuvo en el
comienzo cuando un error de Ferry le dejó la pelota servida a Tenorio,
que remató y sobre la línea apareció Ashley Cole para desviarla justo
y que pegara en el travesaño. 0 a 0 en los primeros 45 minutos.
Luego del entretiempo, los ingleses salieron más animados. A los

502
15 minutos un tiro libre de Beckham superó la poca defensa del arque-
ro Mora y se convirtió en el gol del triunfo para los de Eriksson. Ingla-
terra 1 – Ecuador 0.
Uno de los dos partidos más atractivos de octavos de final se dis-
putó en Nuremberg entre Portugal y Holanda, el 25 de junio. También
fue el partido más caliente del Mundial. El árbitro ruso Valentin Iva-
nov, a quien se le fue el encuentro de las manos, debió sacar 16 tarje-
tas amarillas y 4 rojas. Portugal fue más todo el partido. A los 23 mi-
nutos, el volante del Chelsea inglés Maniche se metió en el área ho-
landesa y definió como un delantero. 1 a 0. El marcador de Maniche
era Van Bommel, pero cuando el jugador portugués marcó, Van
Bommel no estaba en cancha, había salido a cambiarse el pantalón que
se le había rajado. A los 33 se lesionó Cristiano Ronaldo, lo reemplazó
Simao pero no fue lo mismo. A los 46 se fue expulsado Costinha. Por-
tugal tenía diez jugadores para afrontar la segunda etapa.
Luego del descanso, Holanda sacó un defensor y puso otro delan-
tero, aprovechando el hombre de más y el entendible retraso de los
lusitanos. Pero la expulsión de Boulahrouz a los 18 igualó la cantidad
de jugadores en diez por equipo. Los de Scolari aguantaron bien plan-
tados y amenazaron con algún contragolpe. Van Basten nunca hizo
ingresar al goleador Ruud Van Nistelrooy y lo pagó. El portugués De-
co fue expulsado a los 33 y el holandés Van Bronckhorst a los 50, ya
en el adicionado. Portugal 1 – Holanda 0. Los holandeses se despidie-
ron del Mundial.
Italia y Australia se enfrentaron el 26 de junio en Kaiserslautern.
Australia sorprendió atacando a Italia, pero los problemas en el medio
no tardaron en aparecer. Entonces Italia comenzó a apretar. A los 19,
Gilardino tuvo una chance clarísima que no pudo concretar. Los euro-
peos dominaron hasta el final de la primera etapa. 0 a 0.
En la segunda, a los 5 minutos se fue expulsado Meterazzi en Ita-
lia. Australia aprovechó el hombre de más y volvió a la carga, pero le
faltó profundidad. A los 30 ingresó Totti en Italia. Ante la impotencia
australiana y el esquema defensivo italiano, todo hacía suponer que

503
irían al tiempo suplementario. Pero en el descuento Grosso enganchó
hacia el medio en el área australiana, Nelly ya estaba en el suelo. El
jugador italiano chocó el brazo del defensor y se tiró. El árbitro espa-
ñol Luis Medina Cantalejo fue el único en el planeta que vio penal en
esa jugada. Un regalo. Lo pateó Francesco Totti. A los 50 minutos
Italia convertía el gol que lo instalaba en cuartos de final. Italia 1 –
Australia 0. Último partido de Australia como miembro de la Confe-
deración de Fútbol de Oceanía (OFC), actualmente compite en la Con-
federación Asiática de Fútbol (AFC).
También el 26 de junio chocaron Ucrania y Suiza, en Colonia.
Probablemente el partido menos atrayente de los ocho de octavos de
final. Suiza comenzó con un juego vertical que le permitió patear tres
veces al arco en 15 minutos. Lo tuvo Shevchenko y el travesaño le
dijo no. Lo tuvo Frei, el travesaño se lo negó también. 0 a 0.
En el complemento, el partido siguió parejo pero fallaron a la hora
de definir. 0 a 0 y a suplementario.
En el tiempo extra los dos se retrasaron, señal de que habían apos-
tado a la definición por penales. Así fue.
El técnico ucraniano Oleg Blokhin, diputado de Ucrania y ex figu-
ra de la Unión Soviética, se fue al vestuario cuando empezaron los
penales y no los vio.
Por Ucrania falló: Shevchenco (atajado). Convirtieron: Milevsky,
Rebrov y Gusev.
En Suiza, insólitamente, erraron todos: Streller (atajado), Barnetta
(travesaño) y Cabanas (atajado). Fueron los primeros en la historia en
no marcar en la serie de penales. Ucrania y Suiza igualaron 0 a 0 en
los 120 minutos. Ucrania ganó por penales 3 a 0. Shovkovskyi, el ar-
quero ucraniano, se convirtió en la figura del partido. Suiza se despi-
dió de Alemania sin haber recibido goles en los cuatro partidos que
disputó.
El 27 de junio finalizaban los octavos de final. En Dortmund se
enfrentaban el campeón defensor Brasil contra la debutante Ghana. A
los 5 minutos, un error de la defensa africana que tiró mal el achique,

504
le permitió a Ronaldo marcar el primer gol. Los ghaneses fueron al
ataque pero fallaron en la definición. Ghana no convirtió y Brasil sí,
aprovechando que el árbitro eslovaco Lubos Michel no cobró un claro
offside, Adriano anotó el segundo a los 46 minutos. 2 a 0.
En la segunda etapa, los brasileños se dedicaron a tocar la pelota
para que pasaran los minutos. A los 36 Gyan fue expulsado en Ghana.
Ze Roberto a los 39 convirtió el definitivo 3 a 0. Brasil, con tranquili-
dad, derrotó a Ghana 3 a 0.
España y Francia jugaron el 27 de junio en Hanover el partido
más esperado hasta el momento. España era la favorita, había jugado 3
partidos y ganado tres. Francia había clasificado con dificultad y por
detrás de Suiza, una selección de segundo nivel europeo. Luis Arago-
nés apostó por jugar con tres delanteros. En un principio le dio resul-
tado. A los 28 minutos, David Villa de penal ponía a España al frente.
Pero a los ibéricos le faltaba gente en el medio y lo empezó a notar. A
los 41, Ribery empató para los galos. Primer tiempo 1 a 1.
El segundo comenzó sin llegadas claras, pero los dos intentaban
jugar por abajo. Raúl, que cumplía 29 años, casi no participó del juego
y terminó siendo reemplazado. Sobre el final llegó la diferencia. Un
cabezazo de Vieira a los 38 minutos le dio ventaja a Francia y la con-
tra de Zidane a los 46 definió el partido. Francia sorprendió a España
y la eliminó. Francia 3 – España 1.
Los cuatro encuentros de cuartos de final quedaron de la siguiente
manera: Alemania – Argentina; Italia – Ucrania; Inglaterra – Portugal
y Brasil – Francia.
El 30 de junio en Berlín, 72.000 espectadores presenciaron el en-
cuentro entre Alemania y Argentina. Argentina se plantó en el campo
de juego y dominó claramente el juego en el primer tiempo aunque no
dispuso de situaciones de gol claras.
En el segundo tiempo, a los 4 minutos Roberto Ayala marcó el 1 a
0, con un cabezazo notable propio de la calidad del defensor, tras cen-
tro de Riquelme. Los minutos pasaban y Argentina ganaba bien el
encuentro. A los 26, salió Abbondanzieri lesionado en la zona izquier-

505
da de su tórax, muy dolorido. Lo reemplazó Leo Franco. A los 27,
Pekerman hizo ingresar a Cambiasso por Juan Román Riquelme, re-
signando posesión de balón por marca. Tal vez Riquelme hubiera po-
dido ser más útil que el “Cuchu”, aguantando la pelota lejos del área
albiceleste. A diez minutos del final, a los 35, Klose le ganó a Sorín en
el salto y convirtió el empate. El tiempo reglamentario finalizaría
igualado en 1. El suplementario no modificaría el resultado. En los
penales se definiría el primer semifinalista. Los dos estaban invictos
en definiciones desde los 12 pasos en la historia de los Mundiales.
Argentina había llevado al “Pato” Roberto Abbondanzieri como espe-
cialista en definiciones por penales. Lo había demostrado con Boca
Juniors. Pero el azar quiso que el arquero se lesionase y que Franco
ocupara su lugar. La definición por penales dio muestra acabada de
que los penales no se definen por la suerte. El cuerpo técnico alemán
se preparó para la ocasión estudiando a los 23 jugadores argentinos,
para saber dónde habían ejecutado la pena máxima en los últimos tres
años. Con el resultado del estudio prepararon un “machete” que le
dieron al arquero Lehmann. El arquero lo guardó debajo de una de sus
canilleras y cuando veía quién iba a patear ojeaba el papelito. Atajó
dos. Argentina improvisó y no atajaba Abbondanzieri. No atajó nin-
guno.
Lehmann donó el papelito ayudamemoria al Museo de Historia
Contemporánea de la ciudad de Bonn. El papel fue incorporado como
una pieza histórica más a la muestra.
Por Argentina convirtieron: Cruz y Rodríguez. Fallaron: Ayala,
excelente central, de lo mejor en la historia, pero que generalmente
fallaba en los momentos claves, como en el 98 ante Holanda, y Cam-
biasso. En ambos casos atajó Lehmann. Además, en los otros dos se
tiró hacia el lado donde fue el disparo.
Por Alemania acertaron todos: Neuville, Ballack, Podolski y Bo-
rowski.
Alemania y Argentina finalizaron 1 a 1, imponiéndose Alemania 4
a 2 en la serie de penales. Por primera vez Argentina perdía por pena-

506
les. Después de la definición los argentinos se sintieron cargados por
los germanos y se armó una gresca donde fue expulsado Leandro Cu-
fré. Argentina se despidió invicta de Alemania con dos victorias y dos
empates.
Luego de la eliminación, Pekerman anunció en una conferencia de
prensa que dejaría su cargo como director técnico de la Selección Ma-
yor: “Yo creo que esto se terminó, es el fin de un ciclo y no voy a con-
tinuar”, fueron las tajantes palabras del entrenador.
El presidente de la AFA Julio Grondona le solicitó que reconside-
rara el abandonar su cargo como conductor del seleccionado, pero tras
largas reuniones el técnico siguió con su postura y renunció definitiva
y oficialmente al cargo de entrenador. Fue sucedido en el cargo por
Alfio Basile.
En Hamburgo, el 30 de junio, Italia y Ucrania jugaron el pase a
semifinales. Los italianos seguían favoreciéndose con los rivales de
turno, primero Australia y ahora Ucrania, a priori el más flojo de los
ocho. Mientras, ganaba confianza y crecía como equipo. A los 6 minu-
tos Zambrotta puso las cosas 1 a 0. El equipo de Lippi era más. Totti
de mediapunta y Toni como referencia en el área complicaban a los
europeos del Este. Primera mitad 1 a 0.
La superioridad de los itálicos continuó en el complemento. Des-
pués de un centro, Luca Toni aumentó a los 14 minutos de cabeza.
Con dos goles de diferencia, Italia se replegó y esperó para salir de
contragolpe. Así llegó el tercero a los 24 con un toque suave. Con el
partido definido, Lippi realizó cambios para cuidar los titulares pen-
sando en la semifinal. Italia 3 – Ucrania 0. Esperaban los locales. Has-
ta entonces Alemania e Italia se habían enfrentado en cuatro ocasio-
nes, dos triunfos para Italia y dos empates. Nunca había ganado Ale-
mania. La incógnita era si de locales los germanos podían cambiar la
historia.
El 1 de julio en Gelsenkirchen, se enfrentaron Inglaterra y Portu-
gal. Horacio Elizondo volvía a dirigir y su nombre sonaba como posi-
ble árbitro de la final, ahora que Argentina estaba afuera. Como siem-

507
pre, lo secundaban García y Otero como asistentes. El partido comen-
zó con llegadas en los dos arcos. Promediando la etapa, el ritmo del
partido se calmó. Un remate de Figo a los 38 casi inauguró el marca-
dor. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, Beckham salió lesionado y Rooney fue perfecta-
mente expulsado por Elizondo por aplicar un pisotón a un rival que
estaba tirado. Se complicaba para Inglaterra. Scolari intentó aprove-
char el jugador de más y ganarlo antes del alargue pero no pudo. 0 a 0.
El suplementario transcurrió sin pena ni gloria. El ganador saldría
de los penales.
Por Portugal convirtieron: Simao, Postiga y Cristiano Ronaldo.
Fallaron: Hugo Viana (palo) y Petit (erró).
En Inglaterra acertó solamente Hargreaves. Fallaron: Lampard,
Gerrard y Carragher, todos atajados por el arquero Ricardo, figura
excluyente del partido. Fue la primera vez que un arquero atajó tres
penales en una definición en Mundiales. Inglaterra y Portugal finaliza-
ron 0 a 0, pero Portugal se impuso por penales 3 a 1.
El último semifinalista salió del encuentro entre Brasil y Francia,
jugado el 1 de julio en Frankfurt. Brasil llegaba como candidato. 11
partidos invicto. Francia era la sorpresa, pero el último partido que
había perdido Brasil en un Mundial había sido precisamente contra
Francia, en la final del 98. Francia empezó a pura presión y dominó,
pero Kaká tuvo la más clara. Posteriormente, se lo perdió dos veces
Zidane, una de tiro libre. Primer tiempo 0 a 0.
En el complemento, a los 12 centro perfecto de Zidane para la
aparición solitaria de Henry para marcar el 1 a 0. Brasil fue al ataque y
Francia contó con varios contraataques para definir el encuentro. En el
final, Robinho y Ronaldinho se perdieron el empate. Zidane no se
quería “jubilar” y seguía despachando cucos. Con la eliminación,
Francia le cortó a Brasil una racha de tres finales consecutivas, 1994 y
2002 campeón y1998 subcampeón. Francia 1 – Brasil 0.
Por primera vez desde España 82, no hubo países sudamericanos
en semifinales. Alemania – Italia y Portugal – Francia, los dos empa-

508
rejamientos semifinales.
El 4 de julio en Dortmund jugaron Alemania e Italia. Partido estu-
diado. Italia se replegaba en orden para salir de contra con Toni. Kehl
y Borowski fueron la salida del equipo alemán, pero les costó llegar.
Al entretiempo arribaron sin abrir el marcador.
En el segundo tiempo, ambos cuidaron sus arcos, primero el cero
en arco propio y después veremos. Alemania probaba con tiros de
Podolski. 0 a 0 y a jugar suplementario. Lippi se la jugó poniendo cua-
tro hombres en ataque para jugar el tiempo extra. Al minuto Gilardino
estrelló un tiro en el palo y Zambrotta otro en el travesaño. Italia avi-
saba. En el segundo tiempo, cuando se avizoraba otra definición por
penales, a los 13 minutos Grosso clavó un zurdazo inatajable para
Lehmann, tras gran pase de Pirlo. Cuando Alemania desesperaba por
buscar el empate, a los 15 Del Piero definió con clase una contra. Ita-
lia eliminaba al dueño de casa que seguía sin poder ganarle en Mun-
diales. Italia 2 – Alemania 0. La selección italiana llegó, desde 1970,
cada 12 años a la final. Lo hizo en Brasil 1970, España 1982, Estados
Unidos 1994 y Alemania 2006.
El 5 de julio fue el turno de Portugal y Francia en Munich. Los
dos salieron con todo y el partido se hizo de ida y vuelta. Mejor Por-
tugal. A los 32 minutos, falta de Carvalho sobre Henry en el área. Pe-
nal, pateó Zidane y convirtió. Francia 1 a 0. Los de Scolari tuvieron la
pelota pero no generaron situaciones en lo que restó del primer tiem-
po.
En el segundo, Henry tuvo una situación clara de contragolpe que
Ricardo la mandó al corner. A los 30, el inseguro Fabien Barthez dio
un rebote y Figo se lo perdió de cabeza. En el final, hasta el arquero
Ricardo fue a buscar el empate en un tiro de esquina. No pudieron.
Francia 1 – Portugal 0. Zidane jugó bien en los partidos donde debía
aparecer, lo querían “jubilar” pero Zidane, en el ocaso de su carrera, se
daba el gusto de disputar su segunda final.
En Stuttgart se disputó el encuentro por el tercer puesto entre
Alemania y Portugal, el 8 de julio. El partido contó con presencias

509
estelares en el palco. El presidente del Comité Organizador Franz Be-
ckenbauer, el portugués Eusebio, gloria del 66, el francés Michel Pla-
tini, vicepresidente de FIFA, Ángela Merkel, jefa del gobierno alemán
y Diego Maradona. En Alemania atajó Oliver Kahn, de 37 años, quien
se despidió de la selección germana. Ballack no fue de la partida debi-
do a una molestia muscular. El comienzo fue aburrido pero de a poco
se iría armando el partido. Podolski probó de media distancia, Ricardo
pudo despejar. Simao no llegó a conectar un centro peligroso para los
alemanes. El primer tiempo transcurrió sin demasiadas emociones.
En el segundo, Alemania salió decidida a quedarse con la medalla
de bronce. Bastian Schweinsteiger con un zapatazo de afuera del área
marcó el primero a los 11 minutos. A los 15 Petit en contra, tras un
tiro libre de Schweinsteiger, colocó a los locales a dos goles de dife-
rencia. Otra vez Schweinsteiger, también de afuera del área, convirtió
el tercero a los 33 minutos. Nuno Gomes descontó a los 43 para deco-
rar el resultado. Alemania se quedaba con el premio consuelo. Organi-
zaron una fiesta en el terreno de juego y utilizaron todo lo que habían
comprado para festejar el campeonato.
El 9 de julio, en Berlín, Italia y Francia disputaron la gran final.
69.000 personas en el estadio. Cinco argentinos formaron parte de la
final. Horacio Elizondo se convirtió en el primer argentino en dirigir
una final del Mundo y el primer árbitro en hacerlo en el partido inau-
gural y en la final en el mismo torneo. Junto al mexicano Benito Ar-
chundia, también alcanzó el record de mayor cantidad de partidos di-
rigidos en un mismo Mundial con 5. Darío García fue el asistente nú-
mero 1 y Rodolfo Otero el 2. El cuarto árbitro fue Luis Medina Canta-
lejo de España. También hubo quinto árbitro, otro español, Victoriano
Giraldez Carrasco. En Italia jugó el “oriundo” Mauro Camoranesi y en
Francia David Trezeguet. Habría campeón argentino asegurado.
Italia formó con: Buffón; Zambrotta, Cannavaro (capitán), Mate-
razzi, Grosso; Camoranesi (Del Piero), Pirlo, Gattuso, Perrotta (De
Rossi); Totti (Iaquinta) y Toni. DT: Marcello Lippi.
Francia alistó a: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira,

510
Makelele, Ribery, Zidane (capitán), Malouda; y Henry. DT: Raymond
Domenech.
Francia comenzó con mayor iniciativa, Italia esperaba. A los 7
minutos Elizondo cobró penal para Francia. Zidane lo picó, la pelota
dio en el travesaño y entró. Con el gol convertido en la final, Zinedine
Zidane pasó a integrar el selecto grupo de jugadores que marcaron
goles en dos finales, junto a Vavá, Pelé y Breitner. A los 20 llegó el
empate italiano gracias a un cabezazo de Materazzi. El gol llevó tran-
quilidad a los “azzurros”. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, Francia siempre intentó, comandada por “Zizou”
generó las mejores llegadas pero el gol no llegó. 1 a 1 y tuvieron que
ir a suplementario.
El primero pasó sin jugadas destacables, pero el segundo tuvo una
acción clave. A los 5 minutos, el juez de línea Darío García le avisó a
Elizondo, que estaba de espaldas siguiendo la pelota, que Zidane le
había propinado un cabezazo en el estómago a Marco Materazzi, jus-
tamente los dos autores de los goles. Horacio Elizondo expulsó co-
rrectamente a Zinedine Zidane. Fue una pena que el mejor del torneo
se haya despedido de esa manera. Luego se supo que Materazzi había
insultado a Zidane y este había respondido con el cabezazo. Francia,
con diez, ya no atacó como antes y se resignó a los penales.
Segunda final en la historia que se definiría por tiros desde los 12
metros. En Estados Unidos 94 habían definido Italia y Brasil.
Para Francia convirtieron: Wiltord, Abidal y Sagnol. Falló:
Trezeguet (travesaño).
En Italia convirtieron todos: Pirlo, Materazzi, De Rossi, Del Piero
y Grosso.
Italia obtenía su cuarta Copa del Mundo. Como parte de los feste-
jos, el jugador italoargentino Mauro Camoranesi se sentó en una silla
dentro del campo de juego y sus compañeros le cortaron el pelo.
Una empresa de electrodomésticos italiana, Media World, había
lanzado una promoción, en la cual si Italia se consagraba campeón, los
que habían adquirido un televisor plasma antes del Mundial automáti-

511
camente dejaban de pagar. La firma perdió diez millones de euros
debido a que había vendido diez mil televisores.
En Alemania 2006, hubo argentinos en siete selecciones: Argenti-
na, por supuesto, además, Mauro Camoranesi en Italia, Mariano Per-
nia en España, Roberto Acuña en Paraguay, Guillermo Franco en Mé-
xico, Pablo Mastroeni en Estados Unidos, David Trezeguet en Fran-
cia. Como director técnico actuó Ricardo La Volpe en México.
En esta Copa quedó demostrada la superioridad de los equipos
tradicionales; a diferencia de 2002, donde equipos como Senegal y
Estados Unidos llegaron a cuartos de final, y Turquía y Corea del Sur
a semifinales, en Alemania 2006 todos los equipos de cuartos de final
fueron de larga historia de éxitos. De los ocho equipos de cuartos de
final, seis fueron campeones mundiales y uno obtuvo el tercer lugar;
Ucrania sería la excepción, pero había sido parte de la poderosa selec-
ción de la Unión Soviética, que alcanzó el cuarto lugar.
El alto número de amonestaciones también fue una característica
del torneo: 345 tarjetas amarillas y 28 tarjetas rojas, destacando el
partido Portugal versus Holanda, en el que cuatro jugadores fueron
expulsados y se mostraron 16 tarjetas amarillas. El torneo también
presentó una muy baja tasa de anotaciones, con solo 147 goles. Ale-
mania 2006 promedió 2,30 goles por partido, la tercera cifra más baja
del torneo, superando únicamente los 2,21 goles de Italia 1990 y los
2,27 de Sudáfrica 2010. El sueco Marcus Allback marcó ante Inglate-
rra el gol 2.000 en Mundiales.
En esta edición del torneo, el ganador del premio Bota de Oro al
goleador del campeonato, fue el alemán Miroslav Klose al convertir 5
tantos: 2 a Costa Rica, 2 a Ecuador y 1 a Argentina. El segundo y ter-
cer lugar fueron para el argentino Hernán Crespo y el brasileño Ro-
naldo, respectivamente con 3 goles. Estos dos jugadores, junto a
Zinedine Zidane, quedaron igualados en la cantidad de goles y asis-
tencias, pero el argentino obtuvo el segundo puesto ya que jugó la
menor cantidad de minutos. Esta Copa del Mundo tuvo la particulari-
dad de ser la única hasta el momento en la cual ningún jugador marcó

512
una tripleta o hat-trick.
El brasileño Ronaldo, con los tres goles que marcó, 2 a Japón y 1
a Ghana, superó al alemán Gerd Muller como máximo artillero en la
historia de los Mundiales.
La pelota utilizada fue la Adidas Teamgeist y Teamgeist Berlín:
Con menos gajos que sus antecesoras, permitió una superficie más
suave para rematar. La Berlín, con ribetes dorados, se diseñó espe-
cialmente para la final. Los lotes de 15 balones para cada partido del
torneo contaron por primera vez con los nombres de los equipos, el
lugar, la fecha y la hora del encuentro. Todos fueron fabricados en
Tailandia, con la excepción de los 15 de la final, que se elaboraron en
Alemania. Los 32 equipos que participaron en el Mundial recibieron
20 balones para los entrenamientos.
La Copa del Mundo de 1966 fue el último torneo en el que las pe-
lotas no llevaban ningún logo. Adidas ha suministrado las pelotas des-
de 1970 y tiene los derechos hasta 2014.
El Premio Balón de Oro fue para Zinedine Zidane a pesar de su
polémica expulsión durante la final del torneo.
La FIFA lo distinguió como Mejor Jugador Mundial en 1998,
2000, 2002. En 2004 fue elegido en una encuesta por Internet promo-
vida por la UEFA como el mejor futbolista europeo de los últimos 50
años. En 2011, fue elegido por la UEFA el mejor jugador de la Cham-
pions League en los últimos 20 años. Desde el 26 de junio de 2013 se
desempeñó como segundo entrenador del Real Madrid comenzando su
carrera como director técnico.
Se desenvolvía en la posición de mediapunta. Zidane era un me-
diocampista de gran técnica, con una notable visión de juego y pases
precisos.
Debutó como profesional en el AS Cannes en 1989 y pasó al Bor-
deaux en 1992, ambos de la Ligue 1 de Francia. Posteriormente conti-
nuó su carrera en Juventus de Italia en 1996; y finalmente fue traspa-
sado en 2001 al Real Madrid de España. El club español le pagó a la
Juventus 76 millones de euros, convirtiéndolo en ese tiempo en el fi-

513
chaje más caro de la historia del fútbol. Debutó con la selección fran-
cesa en 1994. Llegó a disputar 108 partidos internacionales y marcó
en 31 ocasiones. Con ella participó en las Eurocopas de 1996, 2000 y
2004; y las Copas Mundiales de 1998, 2002 y 2006. Su último partido
como profesional fue el 9 de julio de 2006, en la final de la Copa del
Mundo ante Italia.
Consiguió importantes logros deportivos, con Francia consiguió la
Copa Mundial de 1998, el subcampeonato en la Copa Mundial de
2006 y el campeonato de la Eurocopa 2000. Sus logros más importan-
tes a nivel de clubes los obtuvo con la Juventus y el Real Madrid, ga-
nó dos scudettos, un campeonato de liga, las Supercopas de España e
Italia, la Copa Intertoto de la UEFA, una Liga de Campeones de la
UEFA, dos Supercopas de Europa y dos Copas Intercontinentales.
Por primera vez en la historia, la FIFA instituyó el Premio al Me-
jor Jugador Joven para aquellos jugadores nacidos desde el 1 de enero
de 1985 en adelante. A través del sitio web oficial del torneo, se selec-
cionó a tres candidatos y otros tres fueron elegidos por el Grupo de
Estudios Técnicos de la FIFA. La página recibió 966.513 votos, los
tres jugadores que más votos recibieron por internet fueron primero el
ecuatoriano Luis Antonio Valencia, segundo el portugués Cristiano
Ronaldo y tercero Lionel Messi de Argentina, por lo que fueron can-
didatos para el premio junto a tres jugadores elegidos por GET, que
fueron el alemán Lukas Podolski, Tranquillo Barnetta, de Suiza y el
español Cesc Fabregas. Finalmente, sería Lukas Podolski el valorado
como mejor jugador joven del torneo.
La página web oficial del torneo realizó una encuesta para elegir
al equipo más entretenido de la competición. Con el 45% de los votos,
Portugal obtuvo dicha distinción, superando a la campeona Italia que
alcanzó el 44%.
Por otro lado, las selecciones de Brasil y España recibieron el
Premio FIFA al Juego Limpio por ser las selecciones con menor nú-
mero de amonestaciones de entre las clasificadas para la segunda ron-
da del torneo.

514
En tanto, el arquero italiano Gianluigi Buffón recibió el Premio
Lev Yashin al mejor arquero del torneo.
El equipo ideal estuvo compuesto por: Buffón (Italia); Thuram
(Francia), Grosso (Italia), Cannavaro (Italia), Zambrotta (Italia); Viei-
ra (Francia), Zidane (Francia), Pirlo (Italia), Ribery (Francia); Klose
(Alemania) y Podolski (Alemania).

Síntesis:

Campeón: Italia 12°: Ecuador 23°: Angola


Subcampeón: Francia 13°: Ghana 24°: Túnez
Tercero: Alemania 14°: Suecia 25°: Estados Unidos
Cuarto: Portugal 15°: México 25°: Irán
5°: Brasil 16°: Australia 27°: Trinidad
6°: Argentina 17°: Corea del Sur y Tobago
7°: Inglaterra 18°: Paraguay 28°: Arabia Saudita
8°: Ucrania 19°: Costa de Marfil 28°: Japón
9°: España 20°: República 30°: Togo
10°: Suiza Checa 31°: Costa Rica
11°: Holanda 21°: Polonia 32°: Serbia y
22°: Croacia Montenegro

515
Sudáfrica 2010

“España por fin se hizo grande”

Hasta la edición de 2002, disputada en Asia, Europa y América


habían organizado exclusivamente el torneo desde su creación en
1930. Desde los años ochenta comenzó a crecer la idea de la realiza-
ción de una Copa Mundial en África apoyada por la gente, en respues-
ta al crecimiento y desarrollo del fútbol en dicho continente y que se
reflejaba en el progreso de las selecciones del mismo en diversos tor-
neos internacionales.
Para la elección de la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1994,
Marruecos estuvo a tres votos de derrotar al ganador Estados Unidos,
y posteriormente volvió a presentar candidaturas para las Copas de
1998 y 2006, sin lograr resultados exitosos. En esta última elección,
Sudáfrica presentó su candidatura con el respaldo del presidente de la
FIFA, Joseph Blatter, quien desde el inicio de su gestión apoyó la ini-
ciativa de un Mundial en África, pero los esfuerzos fueron en vano.
Alemania, que desde un principio ofrecía en su candidatura una orga-
nización más segura y fuerte, se adjudicó el evento en una reñida y
polémica votación con tan solo un voto de diferencia.
A pesar de esta dolorosa derrota para Sudáfrica, Joseph Blatter
anunció en 2001 que la Copa Mundial de Fútbol de 2010 sería para
África, uno de los grandes continentes que no había albergado el even-
to. Para esto, los dirigentes de la FIFA decidieron establecer un crite-
rio de rotación continental que permitiera asegurar que el certamen
siguiente sería jugado en dicho continente. El organismo del fútbol
Mundial solamente permitió candidaturas africanas y seis países mani-
festaron sus intenciones.
Junto a Sudáfrica y Marruecos, candidatas en elecciones anterio-
res, se presentaron Egipto, Libia, Nigeria y Túnez. Nigeria abandonó
la carrera en un comienzo sin presentar su candidatura oficialmente
ante la FIFA. Por su parte, Libia advirtió que en caso de ser elegida y

516
que Israel obtuviera su calificación no permitiría que esta selección
pudiese participar en el torneo, quedando descalificada; a pesar de
ello, persistió con su candidatura hasta la presentación final. La FIFA
desestimó la posibilidad de realizar un Mundial en conjunto entre dos
naciones, por lo que Túnez, que pensaba en una asociación con los
libios, se retiró días antes de la votación.
Tres candidaturas quedaron con reales posibilidades, sin embargo,
la pelea era principalmente entre Sudáfrica y Marruecos. Los marro-
quíes se presentaban como un puente entre Occidente y el mundo mu-
sulmán, y una alternativa cercana a Europa, mientras los sudafricanos
basaban su postulación en su desarrollo económico y experiencia en
realización de eventos deportivos (como la Copa Mundial de rugby y
de críquet). El 15 de mayo de 2004 se realizó la elección en la ciudad
suiza de Zúrich. Marruecos contó con el apoyo de Bélgica, España,
Francia, Qatar, Tailandia, Turquía y los cuatro votos de la Confedera-
ción Africana de Fútbol, pero esos diez votos fueron insuficientes para
contrarrestar los catorce votos de los otros representantes latinoameri-
canos que votaron por Sudáfrica; Egipto no recibió ninguna preferen-
cia. La victoria sudafricana se vio sellada con Nelson Mandela, prin-
cipal figura de la candidatura, levantando el trofeo de la Copa Mun-
dial.
Tras la elección del país como sede, comenzaron los preparativos
para la organización del evento. Las principales inversiones, cubiertas
principalmente por el superávit impositivo, correspondieron a la infra-
estructura tanto deportiva como de transporte y la reducción de las
cifras de criminalidad. Así, más de 8.400 millones de rands, aproxi-
madamente 1.100 millones de dólares, fueron destinados originalmen-
te a la remodelación y construcción de los estadios mundialistas, cu-
yas obras se iniciarían en enero de 2007, tras la demolición de anti-
guos recintos. La cifra, sin embargo, era equivalente a 3,5 veces lo
presupuestado durante la presentación de la candidatura. Adicional-
mente, el gobierno anunció que la policía nacional contaría para 2010
con 10.000 efectivos más que en esa fecha.

517
Con el paso de los meses, el desarrollo de los preparativos fue
puesto en tela de juicio y comenzaron a surgir rumores sobre un posi-
ble traslado de la sede del torneo debido a los retrasos existentes. Sin
embargo, la FIFA ratificó que la sede no sería cambiada y que solo se
evaluaría aquello ante un desastre natural de gran magnitud. Pero el 29
de junio de 2008 el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, dijo
tener un Plan B en caso de que el país africano tuviera problemas en la
organización, aunque ratificó a Sudáfrica como sede para la Copa
Mundial de Fútbol de 2010. Días después, se especularon los nombres
de posibles organizadores en caso de que Sudáfrica no pudiera ser
anfitriona del Mundial de 2010. Australia, España y Estados Unidos
sonaron bastante fuerte, debido a que el Estadio Nelson Mandela Bay
de Puerto Elizabeth no estaría a tiempo para la Copa FIFA Confedera-
ciones 2009. El 17 de julio apareció en distintos medios de comunica-
ción que Brasil podía adelantar su sede en 2014 y realizar el Mundial
en 2010 y Sudáfrica pasaría a organizar el Mundial en 2014.
En cualquier caso, el Mundial finalmente se disputó en Sudáfrica
como estaba previsto, tal y como aseguró Joseph Blatter el 15 de di-
ciembre de 2008. No solo confirmó que el campeonato se celebraría
allí y que se había descartado de manera oficial cualquier alternativa,
sino que expresó públicamente la satisfacción que le producía que se
realizara este torneo por primera vez en África.
En 2005, los organizadores del evento anunciaron una lista previa
de 13 sedes para el evento, quedando seleccionadas 10 de ellas:
Johannesburgo con dos estadios, Pretoria, Bloemfontein, Ciudad del
Cabo, Durban, Nelspruit, Polokwane, Puerto Elizabeth y Rustenburg.
La lista fue anunciada por la FIFA el 10 de marzo de 2006. Cinco es-
tadios, incluyendo Soccer City, sede del partido de apertura y clausu-
ra, serían remodelados, dos estadios serían demolidos y reconstruidos,
mientras los tres restantes serían estadios totalmente nuevos.
Como es tradición, la Copa Mundial de Fútbol se caracterizó por
una serie de símbolos. Uno de los más importantes, especialmente
para fines publicitarios y de merchandising, fue la mascota Zakumi,

518
un leopardo de pelo verde con los colores de la selección de fútbol de
Sudáfrica. El dibujo, que recuperaba la tradición antropomórfica de
mascotas como Striker y Footix de los eventos de 1994 y 1998, poseía
manchas con la tradicional forma de pentágono presente en los balo-
nes de fútbol. Su nombre derivaba de “ZA” y “kumi”, que correspon-
den respectivamente al código ISO 3166 para Sudáfrica y el número
diez (de 2010) en varias lenguas africanas.
También se realizó una banda sonora para acompañar el torneo.
La canción oficial del torneo fue popularizada como “Waka Waka“,
siendo interpretada por la cantante colombiana Shakira, quien copro-
dujo el tema junto al grupo sudafricano Freshlyground. El tema mez-
claba diversos ritmos de origen afroamericano como el soca, guitarras
sudafricanas y el popular estribillo del Zangalewa, una canción tradi-
cional camerunesa. “Waka Waka” recibió diversas críticas tanto a
favor como en contra, especialmente de parte de sudafricanos que es-
peraban un tema de origen nacional, pero logró alcanzar los primeros
lugares de los principales listados musicales a nivel mundial, siendo el
tema mundialista más exitoso desde “La copa de la vida“ de Ricky
Martin en 1998.
La Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 fue la XIX edición
de la Copa Mundial de Fútbol. La competición se celebró en Sudáfrica
entre el 11 de junio y el 11 de julio de 2010, siendo la primera vez que
el torneo se disputaba en África y la quinta que lo hacía en el hemisfe-
rio sur.
Se inscribieron para participar en el proceso de clasificación 204
de las 208 asociaciones nacionales adheridas a la FIFA, realizado en-
tre mediados de 2007 y fines de 2009, para poder determinar a los 31
equipos participantes en la fase final del torneo, que se unirían al anfi-
trión Sudáfrica, superando la marca de 197 participantes del torneo
anterior.
El campeonato estuvo compuesto de dos fases: en la primera, se
conformaron ocho grupos de cuatro equipos cada uno, avanzando a la
siguiente ronda los dos mejores de cada grupo. Los dieciséis clasifica-

519
dos se enfrentaron posteriormente en partidos eliminatorios, hasta lle-
gar a los dos equipos que disputaron la final en el estadio Soccer City
de Johannesburgo.
Previo al torneo, Sudáfrica realizó una inversión millonaria para
poder estar en condiciones de recibir uno de los eventos deportivos
más importantes del planeta. Cerca de 2 millones de entradas fueron
puestas a la venta para asistir a los 64 partidos, a disputarse en 10 es-
tadios ubicados a lo largo de todo el país, de los cuales la mitad eran
nuevos.
El ámbito internacional, por esos días, estuvo marcado por una
crisis económica iniciada en Estados Unidos en 2008, que repercutió
en Argentina. En 2009 la economía finalizó con un crecimiento del
0,9%, muy por debajo de los números a tasas chinas con que lo venía
haciendo.
El 28 de octubre de 2007 ganó las elecciones presidenciales, con
un 45%, Cristina Fernández de Kirchner, la primera mujer elegida por
el voto popular para ese cargo en el país. Su compañero de fórmula
fue el radical Julio Cobos. El mandato duraría hasta 2011. Algunas de
la medidas de su primer gobierno fueron la constitución de la
UNASUR, cuyo primer presidente fue Néstor Kirchner; la reestatiza-
ción de los fondos previsionales privatizados durante el gobierno de
Menem, bajo la forma de AFJPs; la creación de la Asignación Univer-
sal por Hijo, la nacionalización de Aerolíneas Argentinas; la sanción
de una nueva ley de medios audiovisuales, lo que derivó en un enfren-
tamiento con el Grupo Clarín, y la aprobación de la ley de matrimonio
igualitario.
En relación a la selección argentina, en septiembre de 2006 Alfio
Basile se hizo cargo de la dirección técnica de la selección argentina
reemplazando a José Pekerman, hasta el 16 de octubre de 2008, día en
que se hizo pública su renuncia al cargo, después de la derrota con la
selección de Chile, siendo la primera vez que esta selección le ganaba
a la argentina por eliminatorias, siendo sustituido por Diego Marado-
na. Algunos incluso aducen un complot interno para forzar la renuncia

520
del “Coco”. Esta había sido su segunda etapa como entrenador de di-
cha selección: la primera fue entre 1990 y 1994, cuando la dirigió en
el Mundial de Estados Unidos.
En octubre de 2008, tras la renuncia de Alfio Basile, el astro ar-
gentino Diego Maradona fue presentado como nuevo director técnico
de la selección de fútbol en conferencia de prensa, acompañado de
Carlos Bilardo como Coordinador de Selecciones Nacionales.
Su debut se produjo el 19 de noviembre de 2008 en el mismo es-
tadio (Hampden Park), y ante el mismo rival (Escocia), al cual le mar-
có su primer tanto en la selección. El partido finalizó con un triunfo
por 1-0, con gol de Maximiliano Rodríguez.
El debut oficial se produjo el 28 de marzo, por la clasificación al
Mundial 2010, frente a Venezuela. El partido, disputado en Buenos
Aires, finalizó con una victoria argentina por 4 a 0.
Su segundo partido por esta competición se jugó el 1 de abril fren-
te a la selección boliviana, en La Paz. El resultado fue 6 a 1 para los
locales, en una de las mayores goleadas que recibió la selección albi-
celeste. Más adelante, solicitó a la AFA el cambio de sede para el par-
tido frente a Brasil hacia la ciudad de Rosario, justificando la necesi-
dad de la presión del público sobre el rival. Finalmente, el partido fi-
nalizó 3 a 1 a favor de los brasileños, siendo esta la segunda derrota
como local de Argentina en toda la historia de eliminatorias. Durante
la semana posterior, sumada una nueva caída del equipo frente a Para-
guay, Maradona afirmó que seguiría en el cargo.
El 14 de octubre de 2009, la selección dirigida por Maradona lo-
gró el pasaje a la Copa del Mundo al obtener una victoria contra Uru-
guay en el Estadio Centenario y asegurarse así el cuarto puesto en las
eliminatorias sudamericanas. Tras la clasificación, Maradona sorpren-
dió con fuertes declaraciones contra el periodismo. Debido a las mis-
mas, el 15 de noviembre la Comisión Disciplinaria de la FIFA le
prohibió ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol por dos
meses y, además, le impuso una multa de 25 mil francos suizos.
El plantel que eligió Maradona para Sudáfrica estuvo compuesto

521
por: Sergio Romero, Mariano Andujar, Diego Pozo, Martín Demiche-
lis, Gabriel Heinze, Nicolás Burdisso, Ariel Garcé, Nicolás Otamendi,
Walter Samuel, Clemente Rodríguez, Juan Sebastián Verón, Ángel Di
María, Mario Bolatti, Javier Mascherano, Jonás Gutiérrez, Maximili-
ano Rodríguez, Javier Pastore, Carlos Tévez, Lionel Messi, Diego
Milito, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Martín Palermo.
Argentina no llevó solamente el plantel de fútbol al Mundial, tam-
bién envió 250 barras bravas o delincuentes (son sinónimos), denomi-
nados “Hinchadas Unidas Argentinas”, insólitamente solventados y
apoyados por el propio Estado nacional, que alentaron a la selección
en todo el torneo.
A este Mundial regresaron varias selecciones tras muchos años de
ausencia: Corea del Norte, que no participaba desde 1966; Honduras y
Nueva Zelanda desde 1982; Argelia desde 1986; Grecia desde 1994 y
Chile desde 1998. A estos equipos se les unieron Eslovaquia y Serbia,
aunque selecciones de estas dos últimas naciones habían participado
en anteriores citas mundialistas, pero representando a países ahora
desintegrados; Checoslovaquia en caso de la primera, y Yugoslavia y
posteriormente Serbia y Montenegro en caso de la segunda.
Los 32 equipos clasificados fueron Alemania, Argelia, Argentina,
Australia, Brasil, Camerún, Chile, Corea del Norte, Corea del Sur,
Costa de Marfil, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados
Unidos, Francia, Ghana, Grecia, Holanda, Honduras, Inglaterra, Italia,
Japón, México, Nigeria, Nueva Zelanda, Paraguay, Portugal, Serbia,
Sudáfrica, Suiza y Uruguay.
La FIFA anunció una lista de 30 árbitros, provenientes de las 6
confederaciones continentales. El paraguayo Carlos Amarilla debió
ser reemplazado de la lista final, ya que un colaborador de este se le-
sionó durante los exámenes físicos para la Copa Mundial, siendo re-
emplazado por el uruguayo Martín Vázquez. En tanto, el chileno Pa-
blo Pozo debió ser reemplazado por el guatemalteco Carlos Batres en
el partido entre Argelia y Eslovenia, luego de que Pozo se lesionara en
una práctica. Finalmente, Batres quedó incorporado a la lista oficial.

522
El sorteo definitivo de los grupos tuvo lugar en Ciudad del Cabo
el 4 de diciembre de 2009. Los cabezas de serie fueron Italia, Sudáfri-
ca, Brasil, Argentina, Alemania, España, Inglaterra y Holanda.
Los ocho grupos quedaron conformados de la siguiente manera:
Grupo A: Sudáfrica, Francia, México y Uruguay. Grupo B: Argentina,
Corea del Sur, Grecia y Nigeria. Grupo C: Inglaterra, Argelia, Eslove-
nia y Estados Unidos. Grupo D: Alemania, Australia, Ghana y Serbia.
Grupo E: Holanda, Camerún, Dinamarca y Japón. Grupo F: Italia,
Eslovaquia, Paraguay y Nueva Zelanda. Grupo G: Brasil, Corea del
Norte, Costa de Marfil y Portugal. Grupo H: España, Chile, Honduras
y Suiza.
La ceremonia inaugural, presenciada por 84.490 personas en el es-
tadio y millones por televisión, tuvo color, música y bailes tradiciona-
les. Fue breve pero con una idea clara, la de colocar en el mapa global
todo un continente, el más olvidado del planeta. Mostrar, en definitiva,
el orgullo de todo una cultura dejando atrás tópicos y lugares comu-
nes. Solo la ausencia del líder anti-apartheid y primer presidente de la
Sudáfrica democrática, Nelson Mandela, empañó algo la ceremonia de
inauguración. Hablaron el presidente de FIFA Joseph Blatter y el pre-
sidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.
Mandela faltó a la fiesta, donde pensaba quedarse 15 minutos (te-
nía 91 años), porque en la noche anterior había muerto atropellada su
bisnieta de 13 años. Las vueltas del destino hicieron que un conductor
alcoholizado que salía del recital de Shakira, brindado la noche ante-
rior a la ceremonia inaugural, presentando los temas de la Copa, atro-
pellara a la niña produciéndole la muerte.
El 11 de junio, luego de la inauguración de la Copa, en Johannes-
burgo se enfrentaron Sudáfrica y México. Nunca un dueño de casa
había caído en un su debut en el torneo, y era la primera vez que Sudá-
frica disputó un juego inaugural en su historia. México, por su parte,
estaba más acostumbrado a estas lides, puesto que había abierto la
competición en cuatro ocasiones, 1930, 1950, 1958 y 1970, aunque no
había ganado ninguna. Los “Bafana Bafana” ostentaban una racha de

523
13 encuentros sin derrotas bajo el mando del brasileño Carlos Parreira,
incluidos triunfos sobre escuadras de peso como Colombia y Dina-
marca. Encabezados por el gran Steven Pienaar y con un Katlego
Mphela en forma, los locales pasaban por su mejor momento. Enfren-
te, sin embargo, tenían a un equipo mexicano que había impresionado
con su juego dinámico y preciso, con el que derrotó nada menos que al
campeón del mundo reinante, Italia, 2 a 1, en su último encuentro pre-
paratorio. México contaba con un plantel muy joven en el que desta-
caban talentos como Dos Santos y Carlos Vela, apoyados por la expe-
riencia de hombres como Gerardo Torrado, Cuauhtémoc Blanco y
Rafa Márquez. En el primer tiempo fue mejor México, que se perdió
varias ocasiones. 0 a 0.
En el segundo, los locales se adelantaron con un golazo de Sip-
hiewe Tshabalala, zurdazo al ángulo, a los 10 minutos. Los aztecas
lograron recuperarse a tiempo. A los 34 minutos, Rafa Márquez en-
contró la espalda a Mokoena para culminar con comodidad el pase de
Andrés Guardado. De ahí al final, el partido se convirtió en un ida y
vuelta, con muchos espacios. Mphela se perdió el gol por tercera vez,
al estrellar en el palo un veloz contragolpe en el que superó en carrera
a Francisco Rodríguez. Sudáfrica y México, 1 a 1.
En Ciudad del Cabo jugaron el 11 de junio Uruguay y Francia, las
otras dos selecciones del Grupo A. Uruguay y Francia, dos históricos
del fútbol mundial, sufrieron para clasificarse y no sellaron su billete
para Sudáfrica hasta el repechaje. El combinado sudamericano se im-
puso a Costa Rica, mientras que el europeo se deshizo de Irlanda con
un polémico gol que le dio la clasificación, donde Henry convirtió con
la mano. Raymond Domenech, el técnico que dirigió a los franceses
hasta el subcampeonato en Alemania 2006, inició la era pos Zidane
articulando el equipo en torno a un nuevo dibujo táctico, un 4-3-3 y
con críticas por no convocar al delantero del Real Madrid Karim Ben-
zema y al mediocampista del Arsenal Samir Nasrí. Por su parte, Oscar
Tabárez mantuvo el 3-5-2, con Ignacio González y Álvaro Pereira
proporcionando juego a la poderosa pareja ofensiva que formaron For-

524
lán y Suárez. La primera parte, a pesar de haber empezado con domi-
nio francés, fue de ida y vuelta. Francia avisó en el minuto 7 con una
clarísima ocasión de Govou a centro de Ribery que se fue por poco.
Después vinieron oportunidades para Diaby con un disparo lejano, un
cabezazo de Anelka y otra más clara para Gurcouff. Primer tiempo, 0
a 0.
El segundo empezó como había terminado el primero. Franceses y
uruguayos continuaron atascados incluso después de la entrada del
prometedor joven Nicolás Lodeiro, uno de los nuevos valores de los
sudamericanos, que terminó el encuentro expulsado a los 36 minutos.
Fue 0 a 0 entre Francia y Uruguay.
El 12 de junio, por el Grupo B, jugaron Corea del Sur y Grecia en
Port Elizabeth. Park Ji-Sung, jugador del Manchester United inglés,
era la gran estrella de los surcoreanos. El atacante se convirtió en ídolo
de masas en su país. Fue el primer jugador asiático en ganar la UEFA
Champions League. Grecia llegó luego de superar dos encuentros de
repechaje. Georgios Karagounis era el líder de los helenos gracias a su
veteranía, lucha y sacrificio. Como entrenador contaban con el alemán
Otto Rehhagel. La primera jugada de peligro fue para los griegos, a
los 4 minutos, Torosidis mandó desviado el remate de un córner pa-
teado por Karagounis desde la derecha. Pero a los 7, una veloz combi-
nación por la derecha y una corrida de Park Chu Young terminaron en
falta sobre el lateral derecho del arco griego. Ki Sung Yeung pateó y
Lee Jung Soo remató para marcar el 1 a 0. Grecia presionó y complicó
momentáneamente a los surcoreanos.
En el complemento, los asiáticos jugaron a su antojo. Una suce-
sión de pases era suficiente para complicar a los helenos. A los 7 mi-
nutos Loukas Vyntra no pudo controlar la pelota y habilitó a Park Ji
Sung para quedar de frente al arquero Tzorvas y vencerlo con como-
didad. El dominio coreano continuó. Para los europeos solo Salpingi-
dis lo tuvo de cabeza los 25 pero atajó Jung Sung-Ryong. Y los 36
intentó Gekas con un tiro de media vuelta que también sacó el arquero
asiático. Corea del Sur 2 – Grecia 0.

525
También el 12 de junio fue el debut de Argentina ante Nigeria, el
rival más competitivo del grupo que compartían con Grecia y Corea
del Sur. El encuentro se disputó en el Ellis Park de Johannesburgo. 16
años después, Diego Armando Maradona retornaba, ahora como en-
trenador, a la Copa Mundial de Fútbol. Lo hacía ante Nigeria, el mis-
mo rival con el que se había despedido en 1994. Los africanos habían
perdido en los choques contra la albiceleste en 1994 y 2002, además
de la final de los Juegos Olímpicos de 2008 en China. Trataron de
revertir la historia contratando como técnico al sueco Lars Lagerback,
entrenador de Suecia en Corea-Japón 2002. Como ventaja, jugaba en
su continente. El jugador más experimentado del equipo era su arque-
ro, el “Gato” Vincent Enyeama, quien atajó frente a Inglaterra en Co-
rea-Japón 2002. Messi fue el conductor del equipo desde el comienzo.
Primero se metió en el área y habilitó de manera inmejorable a Gonza-
lo Higuaín, que definió mal. Después el propio Messi pateó desde la
media luna para que se luciera el arquero nigeriano, que sacó la pelota
al corner. De ese tiro de esquina llegaría el gol, a los 6 minutos, Juan
Sebastián Verón pateó y Gabriel Heinze, solo en el punto de penal,
cabeceó para convertir el 1 a 0. En la jugada, Samuel sujetó a Obasi
obstruyéndolo para que no llegara a marcar a Heinze, cosa que el árbi-
tro no advirtió.
En la segunda parte, Argentina salió decidida al ataque para liqui-
dar el partido, una combinación de Verón y Messi por la derecha estu-
vo a punto de convertirse en el segundo gol. Pero con el paso de los
minutos, Argentina se fue quedando. Entonces los nigerianos se ade-
lantaron y pusieron en apuros a “Chiquito” Romero, que respondió
bien. La falta de definición de los delanteros argentinos hizo que el
partido no se definiera hasta el final. Victoria de Argentina 1 a 0 ante
Nigeria. En los 14 encuentros en Mundiales que Argentina se había
ido al entretiempo arriba 1 a 0, ganó el partido.
En Rustenburg, el 12 de junio debutaron Inglaterra y Estados Uni-
dos por el Grupo C. Los ingleses, con nuevo entrenador, el italiano
Fabio Capello, realizaron una campaña de clasificación casi perfecta

526
ganando 9 de 10 partidos. Inglaterra no contaba en la zaga central con
uno de sus pilares, el capitán Rio Ferdinand, por culpa de una lesión
de rodilla. Los estadounidenses, ahora dirigidos por Bob Bradley, lle-
gaban entonados después de jugar la final de la Copa FIFA Confede-
raciones 2009, en la que despacharon en semifinales a España, gran
favorita y campeona de Europa, antes de perder por 3 a 2 ante Brasil
en la final. Landon Donovan era su máxima figura y cerebro del equi-
po. En el comienzo, los ingleses madrugaron a la defensa estadouni-
dense, con toques rápidos y una asistencia de Heskey para Gerrard,
quien definió por el centro del ataque. A los 4 minutos Inglaterra ga-
naba 1 a 0. Los británicos se retrasaron, los norteamericanos no se
desesperaron e igualaron las acciones. Incluso tuvieron posibilidades a
través de pelotas paradas, donde Altidore estuvo cerca de convertir en
dos ocasiones. Hasta que a los 40, hubo un remate de Dempsey que
parecía fácil para el arquero inglés Geen, pero el guardameta cometió
el primer blooper del Mundial, la pelota se le escurrió entre las manos
y fue a parar dentro del arco. 1 a 1.
En la reanudación, Inglaterra atacó buscando la victoria. Lo tuvo
Heskey a los 5 minutos pero salvó el arquero estadounidense Howard.
Estados Unidos pudo equilibrar nuevamente el partido y los dos tuvie-
ron situaciones hasta el final. Fallaron en la definición por lo que fue
empate 1 a 1 entre Inglaterra y Estados Unidos.
El 13 de junio en Polokwane se enfrentaron Argelia y Eslovenia.
Los argelinos no contaron con el capitán Yazid Mansouri, quien no
estaba bien físicamente. Gran parte de sus posibilidades pasaban por
la solidez de su defensa, liderada por Bougherra, central del Rangers
escocés. Eslovenia se clasificó derrotando a la gran favorita, Rusia, en
el repechaje a doble partido. La figura era el delantero Dedic, quien
aportaba velocidad y técnica al ataque esloveno. Los eslovenos pre-
sionaron desde el comienzo a los africanos, quienes terminaron tiran-
do pelotazos inofensivos buscando a sus delanteros. Sin embargo, los
europeos tampoco generaron situaciones de riesgo.
El arranque del complemento no mostró cambios en el desarrollo

527
del juego. A los 28 minutos, Ghezzal recibió la segunda tarjeta amari-
lla y se fue expulsado. El detalle fue que Ghezzal había ingresado
apenas 16 minutos antes. Argelia quedó con diez hasta el final. Eslo-
venia encontró el gol gracias a un error del arquero Chaouchi, que se
sorprendió por un débil remate de Koren a los 34 minutos. Eslovenia 1
– Argelia 0.
En Pretoria, el 13 de junio comenzó el Grupo D con el encuentro
entre Serbia y Ghana. La terna arbitral fue argentina, el árbitro era
Héctor Baldassi, los asistentes 1 y 2 Ricardo Casas y Hernán Maidana.
Serbio era el técnico de Ghana, Milovan Rajevac, quien incorporó al
plantel sangre nueva proveniente del Sub-20 para que se sumaran a las
estrellas Gyan, Muntari, Asamoah y Ayew. La mala noticia era la au-
sencia de Michael Essien a causa de una lesión. El entrenador serbio
que dirigía a Serbia, Radomir Antic, contaba con un equipo de gran
nivel y experiencia donde sobresalían Nemanja Vidic, defensor del
Manchester United; Branislav Ivanović, del Chelsea; Dejan Stankovic,
del Inter de Milán; y Zdravko Kuzmanovic, del Stuttgart alemán. El
primer tiempo comenzó con mucha intensidad. Ambos equipos busca-
ron la portería rival, pero fue Ghana quien pudo imponer su juego físi-
co y con velocidad inquietó desde temprano al arquero Stojkovic. La
segunda parte encontró a dos equipos buscando el arco rival. Las si-
tuaciones de peligro se sucedieron en los dos arcos. A los 15 minutos,
un cabezazo de Gyan se fue rozando el palo. A los 29, Baldassi expul-
só correctamente al serbio Lukovic por doble amonestación. Parecía
que el marcador estaba destinado a quedarse en cero hasta que Zrad-
vko Kuzmanovic cortó con la mano un centro dentro del área y el ár-
bitro no dudó en marcar penal. Asamoah Gyan convirtió a los 39 y le
dio los tres puntos a su selección. Ghana 1 – Serbia 0.
Alemania y Australia jugaron en Durban el 13 de junio. Los ale-
manes llegaron dirigidos por Joachim Löw. El técnico eligió un plan-
tel joven para afrontar la competencia. En el arco estuvo Manuel Neu-
er, de 24 años, ante la lesión del titular René Adler. La delantera era
temible, con los polacos nacionalizados Miroslav Klose y Lukas Po-

528
dolski. Para Australia fue la primera participación como miembro de
la Confederación Asiática de Fútbol. Su mayor baluarte estaba en el
arco, con la seguridad y veteranía de Mark Schwarzer. Alemania im-
puso su ritmo desde el comienzo, a los 8 minutos llegó el primer tanto.
Ozil dio un pase en profundidad a Muller quien tiró un centro para que
Podolski marcara el 1 a 0. Seguía siendo todo de los germanos y a los
26 Lahm echó un centro para Klose que convirtió el segundo. Primer
tiempo 2 a 0.
En el segundo, los europeos continuaron jugando a su antojo. A
los 10 minutos fue expulsado Cahill en Australia y el dominio pasó a
ser total. Muller anotó el tercero a los 23. Minutos después, a los 25, el
brasileño nacionalizado alemán Cacau estiró la ventaja después de un
pase de Ozil. Alemania mostraba sus intenciones de campeonar desde
el vamos. Alemania 4 – Australia 0.
El 14 de junio, en Johannesburgo, chocaron Holanda y Dinamarca
ante 83.465 personas. Los dos equipos se asemejaban en su estilo de
juego, marcado por un fútbol técnico. Los holandeses, sin Robben
lesionado, contaban con la sapiencia de Sneijder en la conducción y al
goleador Van Persie en la definición como principal arma. Para con-
trarrestar el poder ofensivo naranja, los daneses de Morten Olsen opu-
sieron a Rommedhal y Bendtner en ofensiva. Dinamarca comenzó
mejor y dispuso de varias situaciones. Los holandeses optaron por
mandar pelotazos a sus delanteros. Primer tiempo entretenido pero sin
goles.
En el complemento, Holanda encontró la apertura del marcador
cuando un centro de Van Persie se desvió en Daniel Agger y terminó
dentro del arco danés. Iba 1 minuto. Desde entonces, los holandeses
dominaron las acciones. A los 39, Sneijder pasó la pelota a Elía que
definió al palo, el rebote lo tomó Kuyt y marcó el segundo. Holanda
también se anotó en la lucha por el título. Holanda 2 – Dinamarca 0.
En Bloemfontein jugaban el 14 de junio los otros dos equipos del
Grupo E, Japón y Camerún. Los africanos, dirigidos por el francés
Paul Le Guen, contaban con jugadores de la talla de Pierre Webo y

529
Samuel Eto’o. Japón tenía en Honda su mejor hombre, para tratar de
ganar el primer partido fuera de casa en un Mundial. Los dos equipos
se cuidaron y optaron por atacar con un solo punta. El encuentro se
hizo trabado en el mediocampo. De la única forma que llegaron a las
áreas fue a través de balones largos por arriba. Así, a los 39 minutos,
un centro de Matsui llegó a Honda que convirtió para adelantar a su
equipo. Primera etapa 1 a 0.
En la segunda, los asiáticos se replegaron y jugaron de contragol-
pe. Camerún tuvo la pelota pero no pudo concretar en la red el domi-
nio territorial. Cerca del final, un remate de M’Bia dio en el travesaño.
Podría haber sido el empate camerunés. Los africanos perdían por
primera vez en un debut mundialista. Japón 1 – Camerún 0.
Italia y Paraguay abrían el grupo F en Ciudad del Cabo, el 14 de
junio. Marcello Lippi seguía al frente de la “azzurra” para defender el
campeonato obtenido 4 años antes. Junto a él también estaba la base
de Alemania 2006. El capitán, Fabio Cannavaro, jugaba su cuarto
Mundial consecutivo. Paraguay había hecho una clasificación brillan-
te, basada en la solidez defensiva y el orden táctico impuestos por el
técnico argentino Gerardo “Tata” Martino. Los guaraníes no contaban
con Salvador Cabañas, baleado poco tiempo antes, pero sí con varios
argentinos nacionalizados, tales los casos del reemplazante de Caba-
ñas, Lucas Barrios, Jonathan Santana y Néstor Ortigoza. El partido se
jugó bajo una intensa lluvia. Los campeones tomaron la iniciativa, los
sudamericanos se abroquelaron atrás esperando una contra o una pelo-
ta parada. Fue así como a los 39 minutos Paraguay encontró el gol.
Tiro libre de Aureliano Torres, Antolín Alcaraz se anticipó y cabeceó.
1 a 0.
En la segunda mitad, salió el arquero Buffón lesionado. También
ingresó el “oriundo” Mauro Camoranesi en Italia. Los campeones no
encontraban cómo entrarle a la defensa guaraní. Hasta que a los 18
minutos, salió a destiempo el arquero Justo Villar, que erró el golpe de
puño y De Rossi aprovechó marcando la igualdad. El juego se hizo
friccionado y con pocas llegadas. Italia estuvo más cerca pero no pu-

530
do. Fue empate 1 a 1 entre Italia y Paraguay.
El 15 de junio, en Rustenburg jugaron Nueva Zelanda y Eslova-
quia. Los europeos contaban con el defensa del Liverpool Martin Skr-
tel como figura ilustre, secundado por el joven Hamsik, de 22 años,
volante ofensivo del Napoli italiano. Una curiosidad, tanto el técnico
eslovaco como el mediocampista se llamaban Vladimir Weiss, obvia-
mente eran padre e hijo. Los neocelandeses son más conocidos por el
rugby que por el fútbol. Su hombre más experimentado era el central
del Blackburn Rovers Ryan Nelsen. Los eslovacos intentaron jugar
por abajo, los neocelandeses por arriba. Los dos, con poco resultado
en ofensiva. Poco a poco los europeos fueron creciendo y tuvieron las
llegadas más claras. Sin embargo, el marcador no se movería.
En el segundo tiempo, a los 5 minutos Robert Vittek le ganó la
espalda a su marcador y, tras un preciso centro de Sestak, cabeceó
desde la puerta del área chica para estampar el 1 a 0. Entonces, los
eslovacos se retrasaron y le cedieron el problema de atacar a los oceá-
nicos, para jugar de contragolpe. Cerca estuvieron de marcar el segun-
do pero la imprecisión de los definidores se lo prohibió. Iban 48 minu-
tos, cuando en la última jugada un centro de Smeltz encontró la cabe-
za de Reid y Nueva Zelanda alcanzó el histórico empate. Nueva Ze-
landa 1 – Eslovaquia 1.
Costa de Marfil y Portugal jugaron el 15 de junio en Porth Eliza-
beth. Los marfileños llegaban con una buena y una mala. La buena, la
contratación a fines de marzo del experimentado sueco Sven Goran
Eriksson como entrenador. La mala, la lesión de su estrella Didier
Drogba, que lo ponía en duda para los primeros encuentros. Portugal
llegó con un andar irregular clasificando en el repechaje contra Bos-
nia-Herzegovina. Su estrella era Cristiano Ronaldo, quien no rendía de
la misma manera en su club como en la selección. Los dos comenza-
ron pensando en el cero en sus arcos antes que buscar el gol en el de
enfrente. Sin demasiadas llegadas en la primera parte, la más clara fue
de Cristiano Ronaldo, que con un fortísimo disparo desde 30 metros
hizo temblar el palo del arco de Barry. Para los africanos, un disparo

531
de Tiote pasó rozando el travesaño.
En la segunda mitad, los técnicos comenzaron a buscar variantes
introduciendo cambios. Eriksson hizo ingresar a Drogba, que jugó con
una protección especial en su brazo recién operado. Pero se notó que
no estaba en plenitud física. Cristiano Ronaldo brilló por su ausencia
en el complemento. En definitiva, no se sacaron ventajas. Costa de
Marfil y Portugal 0 a 0.
Los otros dos equipos del Grupo G eran Brasil y Corea del Norte,
que se medían el 15 de junio en Johannesburgo. Se suponía una fácil
victoria sudamericana. Los norcoreanos no participaban de un Mun-
dial desde 1966, cuando dieron la sorpresa derrotando a Italia 1 a 0.
Llegaban con la esperanza de repetir ante Brasil, empleando una tácti-
ca defensiva 5-4-1 pero con mucha movilidad. Los brasileños, bajo la
dirección de Dunga, clasificaron con tranquilidad, basándose en sus
figuras Kaká, Luis Fabiano o Robinho, por citar algunos y eran candi-
datos como siempre. El primer tiempo no fue lo esperado. Con Kaká
apagado, Brasil generó las mejores aproximaciones por la banda dere-
cha sin poder vulnerar al arquero Ri Myong Guk. 0 a 0.
Tras el descanso, Michel Bastos tuvo ocasión de abrir el marcador
en un tiro libre que pateó alto. A los 10 minutos, Maicon llegó al fon-
do y tiró un centro que terminó dentro del arco norcoreano. 1 a 0. Con
el gol creció Brasil y generó las mejores situaciones. A los 27, Robin-
ho tocó para Elano, quien remató cruzado convirtiendo el segundo gol.
En el final, a los 44, Ji Yun Nam armó una jugada personal que termi-
nó picando la pelota por sobre Julio César. Fue el descuento pero no
hubo tiempo para más. Brasil ganó su octavo estreno consecutivo en
Mundiales, sumó de a tres, pero quedó en deuda. Brasil 2 – Corea del
Norte 1.
El 16 de junio, en Nelspruit, inauguraron el Grupo H Honduras y
Chile. La selección chilena era dirigida por el argentino Marcelo Biel-
sa y fue la sorpresa de las eliminatorias sudamericanas quedando en
segundo lugar, solo por detrás de Brasil y con la delantera más golea-
dora. Los dos contaban con un goleador de apellido Suazo y los dos

532
estaban lesionados. Humberto, el chileno, se recuperaba de una disten-
sión muscular. David, el hondureño, con una contractura sufrida en los
amistosos previos. Honduras llegó golpeada por las lesiones, además
de Suazo, el mediocampista Julio César “Rambo” De León, también
sufrió un problema muscular. Chile dominó desde el principio. Matías
Fernández y Alexis Sánchez estuvieron a punto de abrir el marcador.
Los centroamericanos se defendieron. A los 34 Isla jugó para Jean
Beausejour que convirtió el 1 a 0 con el que se fueron al descanso.
En el complemento, Chile continuó atacando y Honduras tratando
de acertar un contragolpe. Así pasaron los minutos hasta el final. El 16
de junio de 1962 Chile había conseguido su última victoria en Mun-
diales cuando obtenía el tercer puesto ante Yugoslavia. Un 16 de ju-
nio, pero 48 años después, volvía al triunfo. Chile 1 – Honduras 0.
El último encuentro de la primera ronda de partidos se disputó el
16 de junio en Durban, entre España y Suiza. España, dirigida por
Vicente Del Bosque, llegaba como candidata con un equipo maduro y
consolidado. Fernando Torres y Cesc Fábregas, ambos con importan-
tes lesiones, llegaban recuperados al torneo. Los suizos, por el contra-
rio, sufrían las bajas de dos titulares, Alexander Frei y Valon Behrami.
Una historia particular se dio entre Cesc Fabregas y Philippe Sen-
deros. Cuando el centrocampista español fichó por el Arsenal en 2003,
se fue a vivir a la casa de miss “Norren”. Allí ya vivía Philippe, hijo
de un emigrante español en Suiza. Senderos se convirtió en un her-
mano mayor para el español con el que jugó en los “Gunners” siete
temporadas. Desde el comienzo España ejerció el control de la pelota,
terreno y el ritmo de juego. Suiza estaba abroquelada en su campo
defendiendo para salir rápido de contra. Cerca estuvieron los ibéricos
de irse al descanso ganando, pero fallaron en la definición.
Luego del entretiempo, a los 7 minutos, tras un rechazo desde el
fondo, Eren Derdiyok recibió por el medio y encaró a Casillas, quien
alcanzó a pellizcarle el balón con los pies; sin embargo, luego de pe-
gar en Piqué, el mismo le quedó servido a Gelson Fernandes, quien
solo tuvo que empujarlo. Suiza 1 a 0. España acentuó su presión y

533
Suiza su defensa. De contra, los helvéticos lo pudieron definir pero un
remate de Derdiyok fue devuelto por el poste izquierdo de Casillas.
Por el lado español, un tiro en el travesaño y varias intervenciones
prodigiosas del arquero suizo Benaglio, le negaron la igualdad. Sor-
presa en Durban, Suiza 1 – España 0.
En Pretoria, el 16 de junio se presentaban por segunda vez en el
certamen Sudáfrica y Uruguay. Los dos contaban con un punto y una
derrota los dejaba muy comprometidos de cara a la clasificación. En el
comienzo, los locales arrinconaron a los charrúas. Los sudamericanos
fueron haciendo pie en el partido hasta que equilibraron las acciones
con llegadas para los dos equipos. A los 24 minutos, un tiro de Forlán
se desvió en Aaron Mokoena y desconcertó al arquero. Uruguay 1 a 0.
El gol fue un mazazo para los locales, que perdieron el control del
partido, y estuvieron cerca de recibir el segundo en dos ocasiones con-
secutivas, gracias a Suárez y Edinson Cavani. Primera mitad 1 a 0.
En la segunda, los celestes continuaron llegando con peligro al ar-
co de Khune. Promediando el complemento, los locales se fueron con
todo al ataque generando situaciones claras. Uruguay aprovechó un
contragolpe y a los 35 el arquero Khune tuvo que derribar a Luis Suá-
rez en el área. Penal y expulsión. Forlán convirtió el segundo. En el
descuento, a los 50 minutos, llegó un centro de Suárez que Pereira
definió sobre la línea. Uruguay 3 – Sudáfrica 0.
El 17 de junio, en Polokwane, jugaron Francia y México. Su si-
tuación era similar a la de uruguayos y sudafricanos. Un triunfo los
encaminaba a la clasificación, un empate los dejaba expectantes y una
derrota los complicaba. Al comienzo se sucedieron llegadas para los
dos equipos pero la falta de precisión en la definición era preocupante.
Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, Mexico fue más. A los 19 minutos, Rafael Már-
quez habilitó a Javier “Chicharito” Hernández, quien gambeteó al ar-
quero Lloris y definió para poner arriba al “tri”. Fue el gol 50 para los
aztecas en Mundiales. A los 28, el lateral izquierdo del Barcelona es-
pañol, Eric Abidal, derribó a Pablo Barrera dentro del área cometiendo

534
un penal que transformaría en gol Cuauhtémoc Blanco. Francia nunca
reaccionó. México 2 – Francia 0. En el descanso, Doménech protago-
nizó una discusión con el delantero del Chelsea Nicolas Anelka, que
acabó en un insulto del jugador para el entrenador. Este entredicho
causo un gran revuelo y repercusión en el mundo del fútbol y derivó
en la exclusión del jugador del torneo por parte de la federación fran-
cesa. En repudio a la decisión, los jugadores se negaron a entrenar con
vistas al último partido ante Sudáfrica.
Argentina hacía su segunda presentación el 17 de junio en Johan-
nesburgo ante Corea del Sur. Ambos equipos habían ganado en el de-
but, por lo que un triunfo prácticamente los depositaba en la próxima
ronda. Argentina dominó la primera mitad, los surcoreanos se replega-
ron apostando a una contra. Las ocasiones más claras llegaron en ju-
gadas a balón parado, y así fue como se produjo el primer gol. A los
17 minutos Lionel Messi ejecutó el tiro libre a modo de centro y el
delantero Park Chu Young, que había bajado a defender la acción,
tuvo la mala fortuna de desviar la pelota convirtiendo en propio arco.
Argentina 1 a 0. A los 33, una combinación entre Messi, Di María e
Higuaín termino con la definición de cabeza del “Pipita”. 2 a 0. Cuan-
do nadie lo esperaba, Lee Chung Yong le robó la pelota a Martín De-
michelis y acortó distancias, iban 46 minutos. 2 a 1 y al descanso.
En la reanudación, a los 31 minutos, Messi se fue por la izquierda
y pateó al arco, el arquero dio rebote, que tomó el propio Messi, pero
el disparo pegó en el palo. Higuaín, con olfato goleador, capturó el
rebote y marcó el tercero. A los 35 otra vez Higuaín, cabeceando un
centro de Agüero marcó el cuarto y su primer “hat-trick” en Mundia-
les, alcanzando a Stábile que lo logró en 1930 y a Batistuta que lo hizo
en el 94 y 98. Argentina 4 – Corea del Sur 1.
Grecia y Nigeria habían perdido en la presentación y necesitaban
un triunfo para seguir en carrera. El partido se disputó el 17 de junio
en Bloemfontein. En el comienzo los griegos fueron mejores pero Ni-
geria se adelantó en el marcador. A los 16 minutos, Kalu Uche tiró un
centro frontal que se le coló al arquero Tzorbas. 1 a 0. A los 33 cam-

535
biarían las cosas para los helenos cuando fue expulsado Sani Kaita. El
técnico de Grecia, Otto Rehhagel, aprovechó el hombre de más y sacó
a un defensor por un delantero, Georgios Samaras. A los 44, Dimitrios
Salpingidis convirtió el primer tanto de su selección en un Mundial,
con un remate desde la puerta del área mayor. Los primeros 45 minu-
tos terminaron 1 a 1.
En a segunda mitad, Grecia mantuvo su vocación ofensiva pero
chocó una y otra vez con Enyeama, quien realizó no menos de tres
atajadas espectaculares. Pero el arquero falló a los 26 minutos cuando
no pudo rechazar con firmeza un disparo largo de Alexandros Tziolis
y Vasileios Torosidis, con un toque corto, envió el rebote del arquero
al fondo del arco. 2 a 1. Grecia consiguió su primera victoria en Mun-
diales y mantenía vivas las chances de clasificación. Grecia 2 – Nige-
ria 1.
El 18 de junio, en Johannesburgo chocaron Eslovenia y Estados
Unidos. Los primeros llegaban con 3 puntos, los segundos con 1. A
los 13 minutos Valter Birsa, con un zurdazo colocado desde fuera del
área, marcó el tanto más tempranero para los suyos en la historia del
certamen. Eslovenia 1 a 0. Los norteamericanos, tras el gol, se adelan-
taron en el terreno. Miso Brecko, sobre la línea, salvó el empate. Los
estadounidenses dejaron pasar su chance pero los europeos no, una
buena combinación de Milivoje Novakovic y Zlatan Ljubijankic ter-
minó con una soberbia definición del número 9 para estirar la ventaja
en el cierre del primer tiempo, 2 a 0.
A los 3 minutos del complemento, Donovan disparó un derechazo
inalcanzable para el arquero Handanovic. Estados Unidos descontaba.
Eslovenia se replegó para aguantar el resultado favorable. Pero a los
37, el hijo del técnico Michael Bradley sorprendió dentro del área para
anticipar al arquero con un toque corto y establecer el empate definiti-
vo. Eslovenia 2 – Estados Unidos 2.
También por el Grupo C jugaron el 18 de junio Inglaterra, que
sumaba 1 punto, y Argelia, sin unidades, en Ciudad del Cabo. En el
primer tiempo, los dos se cuidaron demasiado y cuando tuvieron algu-

536
na chance definieron defectuosamente. Frank Lampard tuvo la única
jugada clara del período que el arquero Rais Mhboli contuvo en dos
tiempos.
En el segundo tiempo, los británicos salieron más decididos y los
africanos retrocedieron. En busca de variantes ofensivas, Capello
mandó a la cancha a Jermain Defoe y Peter Crouch, quienes tampoco
pudieron convertir. El empate los dejó expectantes para definir en la
última fecha la clasificación. Inglaterra 0 – Argelia 0.
Por el Grupo D, Alemania y Serbia jugaron el 18 de junio en
Porth Elizabeth. Las realidades eran muy distintas, los teutones habían
goleado en el debut, mientras que los serbios habían sido derrotados.
Comenzaron mejor los balcánicos pero Podolski tuvo una ocasión
clara de volea a los 7 minutos. A los 33 Kolarov pateó un tiro libre
que se fue muy cerca del palo. A los 37 cambió el curso del partido.
Por una falta en el medio de la cancha, el árbitro español Alberto In-
diano le enseñó la segunda amarilla a Klose. Alemania se quedó con
diez. Un minuto más tarde, a los 38, Krasic echó el centro desde la
derecha, Zigic bajó la pelota de cabeza y Milan Jovanovic aprovechó
las dudas del arquero para hacer una volea y marcar el 1 a 0 para Ser-
bia. En el final, Khedira estrelló un tiro en el travesaño.
En la segunda etapa, los alemanes salieron a buscar la igualdad y
los serbios a definir el partido aprovechando el hombre de más. Las
llegadas de peligro se repitieron en los dos arcos. A los 15 minutos,
Podolski pudo empatar por intermedio de un penal, pero el arquero
Stojkovic atajó el disparo. Alemania no fallaba un penal en una Copa
Mundial desde 1974. Poco después, Jovanovic sacó un potente disparo
que reventó el palo derecho de Manuel Neuer. También en el minuto
29, Zigic remató de cabeza al travesaño. La falta de definición hizo
que el partido no tuviera más goles. Serbia daba la sorpresa y vencía a
Alemania 1 a 0.
El 19 de junio, en Rustenburg jugaron Ghana y Australia. Los
africanos llegaban victoriosos. Los de Oceanía habían caído por go-
leada ante Alemania. El comienzo fue friccionado. La primera llegada

537
clara fue para Australia y convirtió. Bresciano pateó un tiro libre, el
arquero ghanés dio rebote y Brett Holman la mandó al fondo de la red.
1 a 0. Los africanos se adelantaron en busca del empate. A los 27 mi-
nutos, Ayew tiró un centro que remató Jonathan Mensah, era gol pero
la pelota dio en el brazo de Kewell. Penal y expulsión. Gyan definió al
palo izquierdo del portero Mark Schwarzer decretando el empate. Con
diez, los canguros se replegaron y Ghana se hizo dueña de las accio-
nes. Primera etapa 1 a 1.
Ghana salió con todo en el complemento. Pero los australianos
supieron aguantar y, a sabiendas de que el punto poco les servía para
continuar en la competición, se animaron a salir. El partido se hizo de
ida y vuelta hasta el final, sin embargo, ninguno de los dos pudo des-
nivelar. Fue empate entre Ghana y Australia 1 a 1. El punto complica-
ba las aspiraciones de los oceánicos y acercaba a los africanos a octa-
vos.
Por el Grupo F, se enfrentaron en Durban dos ganadores en la
primera jornada, Holanda y Japón. El partido se disputó el 19 de junio
y fue arbitrado por la terna argentina compuesta por Héctor Baldassi,
Ricardo Casas y Hernán Maidana. Primer tiempo aburrido y con pocas
llegadas, aunque algo mejor los holandeses. 0 a 0.
El segundo tiempo comenzó como el primero, pero a los 8 minu-
tos, el centrocampista del Inter de Milán Wesley Sneijder, de un dere-
chazo, venció las manos del arquero japonés para marcar el 1 a 0. Ho-
landa pudo aumentar pero las intervenciones del arquero Kawashima
lo impidieron. Ajustada victoria de Holanda 1 a 0 sobre Japón. Con
este resultado, los europeos fueron los primeros clasificados a octavos
de final.
Duelo de necesitados en Pretoria. El 19 de junio jugaron Camerún
y Dinamarca. Los dos habían caído en la primera jornada por lo que
necesitaban sumar de a tres. Los dos salieron a ganar y el partido ganó
en emociones. Camerún aprovechó el primer error de la defensa dane-
sa y a los 10 minutos Eto’o marcó el primer gol con un disparo rasan-
te. 1 a 0. Dinamarca logró recomponerse y entró de nuevo al juego. A

538
los 33, Rommedhal tiró un centro desde la derecha para que Bendtner
anotara el empate. 1 a 1. Antes del descanso, Eto’o pegó un tiro en el
palo del arco danés.
Tras la reanudación de las acciones, lo tuvo Webó pero falló, y en
la réplica, Dinamarca no perdonó. Rommedahl, con un disparo cruza-
do marcó el 2 a 1 a los 16 minutos. Los cameruneses se fueron al ata-
que y los nórdicos pudieron rematarlos de contragolpe. Pero ambos
fallaron. Fue triunfo de Dinamarca 2 a 1 sobre Camerún. Con este
resultado, Camerún quedó sin chances de clasificar y fue el primer
equipo eliminado, mientras que Dinamarca y Japón definirían quién
acompañaba a Holanda.
La segunda ronda de partidos del Grupo F comenzó con Eslova-
quia y Paraguay el 20 de junio en Bloemfontein. Los dos sumaban 1
punto debido a sendos empates. El equipo de Gerardo Martino salió
dispuesto a llevarse el partido desde el inicio, con una formación au-
daz que incluyó tres delanteros: Nelson Haedo Valdez, Roque Santa
Cruz y Lucas Barrios. Gracias al aporte de los volantes guaraníes en el
medio campo, los delanteros eran asistidos y contaban con claras si-
tuaciones de gol. A los 27 minutos, Barrios tocó para Cristian Vera
que llegaba solo por derecha y definió ante la salida del arquero eslo-
vaco. Primer tiempo 1 a 0.
Paraguay se quedó en el complemento pero Eslovaquia no lo
aprovechó. El encuentro se volvió chato. A 4 minutos del final, Cris-
tian Riveros sacó un potente zurdazo que superó al arquero Jan Mucha
y se convirtió en el segundo gol guaraní. Paraguay 2 – Eslovaquia 0.
En el otro partido del grupo, Italia y Nueva Zelanda, con 1 punto
cada uno, se medían el 20 de junio en Nelspruit. A los 7 minutos,
Cannavaro erró un despeje y Smeltz convirtió para los neocelandeses.
Sorpresa en Nelspruit. Una vez asimilado el gol, Italia comenzó a do-
minar el encuentro convirtiendo en figura al arquero Paston. El domi-
nio itálico fue claro pero fallaron en la concreción de las jugadas. Un
disparo de Chiellini y un tiro de Montolivo se estrellaron en el palo
para salir rodando sobre la línea del arco. Pero a los 29 se iba a que-

539
brar la resistencia de los de negro. Smith le cometió penal a De Rossi,
Iaquinta transformó la pena máxima en empate. Primer tiempo 1 a 1.
En el segundo, Italia intentó generar llegadas al arco de Paston,
pero le costó demasiado romper la defensa cerrada de los neocelande-
ses. En la recta final, los europeos apuraron pero de contra Nueva Ze-
landa lo pudo ganar, un remate cruzado de Wood salió rozando el pa-
lo. Fue empate 1 a 1 entre Italia y Nueva Zelanda. La clasificación se
definiría en la última fecha. Los campeones defensores corrían riesgo
de despedirse en la fase de grupos.
El 20 de junio se enfrentaron en Porth Elizabeth Brasil y Costa de
Marfil. Los sudamericanos habían ganado por la mínima a Corea del
Norte. Los africanos habían igualado con Portugal. 84.455 personas
presentes en el estadio. Trámite parejo en un principio. Robinho y
Drogba eran los más peligrosos. Hasta que a los 25 minutos apareció
la contundencia de los pentacampeones. En la primera jugada clara,
Kaká pasó la pelota a Luis Fabiano dentro del área y el delantero defi-
nió con un potente remate. 1 a 0.
En el complemento, Brasil fue el amplio dominador. A los 5 mi-
nutos, Luis Fabiano volvió a marcar. Los africanos, abajo por dos go-
les, salieron a buscar el descuento. Drogba lo tuvo de cabeza pero fa-
lló. Elano a los 17 conectó un centro de Kaká y marcó el tercero. A los
29, tanto intentar de los marfileños tuvo premio, Gervinho asistió a
Drogba y el capitán definió de cabeza. 3 a 1. No alcanzaría. Quedó
tiempo para la expulsión del astro del Real Madrid de España Kaká
por doble amarilla a los 43 minutos. Brasil 3 – Costa de Marfil 1. Con
los 3 puntos, los sudamericanos accedieron a la siguiente ronda.
El 21 de junio, en Ciudad el Cabo se enfrentaron Portugal y Corea
del Norte. Los lusos sumaban 1 punto, los asiáticos 0. Ganar era impe-
rioso para sus aspiraciones. Los europeos salieron con todo y se lleva-
ron por arriba a los norcoreanos. Los asiáticos esperaron bien parados
atrás con intenciones de responder a los ataques europeos de contra-
golpe. Casi media hora duró el planteo norcoreano. Porque a los 29
minutos Raúl Meireles convirtió el primero. Así iban a culminar la

540
primera etapa.
En la segunda, la defensa asiática se vino abajo y llegaron los go-
les lusitanos uno tras otro. A los 8 minutos Simao, con caño al arque-
ro, puso el 2 a 0. Hugo Almeida el tercero de cabeza a los 11. Cris-
tiano Ronaldo cedió atrás para Tiago, que marcó el cuarto. Iban 15
minutos. Los portugueses se tomaron un descanso y volvieron al gol a
los 36, cuando Liedson aprovechó un error defensivo de los norcorea-
nos y 5 a 0. El sexto lo hizo Cristiano Ronaldo a los 42 con la nuca.
Desde febrero de 2009 que no anotaba jugando para su selección. El
séptimo y último llegó a los 44 por intermedio de Tiago. Corea del
Norte desdibujaba la buena actuación ante Brasil y caía estrepitosa-
mente. Portugal 7 – Corea del Norte 0.
Chile y Suiza, ganadores en la primera fecha del Grupo H, se ju-
gaban la clasificación el 21 de junio en Port Elizabeth. Un triunfo de-
jaba al ganador virtualmente en octavos. Los chilenos dominaron y
crearon las situaciones más claras durante el primer tiempo. Los pri-
meros 45 minutos fueron de mucho contacto físico, lo que dejó como
saldo 5 amonestados y un expulsado. El suizo Beharami vio la roja
directa a los 31 minutos. Desde entonces, la superioridad de los tras-
andinos se acentuó, aunque no supieron definir. 0 a 0.
En el segundo tiempo, Bielsa cambió la delantera, entraron Valdi-
via y Mark González por Suazo y Vidal. A los 30 minutos, González
con un cabezazo de pique le dio ventaja a Chile. Hasta el gol, los sui-
zos sumaron 559 minutos sin recibir goles en la máxima competición
del fútbol superando por nueve minutos el anterior récord de imbatibi-
lidad en una Copa Mundial de la FIFA. Chile le ganó 1 a 0 a Suiza y
sumó puntaje ideal en dos encuentros.
En Johannesburgo, el 21 de junio, España buscaba redimirse de la
derrota ante Suiza contra Honduras, el más débil del grupo. En Hon-
duras se daba un caso curioso, el entrenador colombiano Reinaldo
Rueda conformó el plantel con tres hermanos, los Palacios. Wilson,
Jhony y Jerry. Wilson fue titular, Jerry ingresó al final, mientras que
Jhony vio el partido desde el banco. Desde un principio, los campeo-

541
nes de Europa dominaron el partido. Los hondureños se refugiaron
atrás aguantando los constantes embates de “la roja”. A los 17 minu-
tos, David Villa gambeteó dos rivales en el área y disparó arriba, fuera
de alcance para el arquero Valladares. 1 a 0. El gol no cambió la tóni-
ca del partido, aunque el resultado quedó en 1 a 0 al descanso.
Al reanudar las acciones, España continuó ejerciendo el dominio
absoluto del juego. A los 6 minutos, un remate de Villa se desvió en
Chávez y descolocó a Valladares. 2 a 0. Los ibéricos pudieron aumen-
tar, pero Villa falló un penal. Fue la primera pena máxima que malo-
graba España en un Mundial. Contundente triunfo de España 2 a 0
sobre Honduras.
Los partidos que definirían las clasificaciones de los respectivos
grupos comenzaron el 22 de junio con los encuentros en simultáneo
del Grupo A. En Rustenburg jugaron México y Uruguay. Los dos su-
maban 4 puntos y un empate los clasificaba a ambos. Mucho se habló
antes del partido, pero los equipos dieron muestra de caballerosidad
deportiva dejando de lado las especulaciones. El empate dejaba a los
mexicanos segundos y seguramente enfrentarían una entonada Argen-
tina en octavos. Por lo que ambos buscaron la victoria. En un primer
tiempo igualado, la más clara fue de México, a los 22 minutos Guar-
dado estrelló un potente disparo en el travesaño de Muslera. Antes de
irse al entretiempo, a los 44, Suárez conectó un centro y lo mandó al
fondo del arco de Pérez. Uruguay arriba 1 a 0.
En el complemento, Aguirre recurrió a los suplentes para dar vuel-
ta el resultado, pero el ingreso del goleador “Chicharito” Hernández
no alcanzó. Los charrúas se quedaron con el partido y el grupo. Méxi-
co se benefició con la sorpresiva victoria sudafricana sobre Francia y
accedió a octavos de final en segundo lugar.
Francia y Sudáfrica jugaron en Bloemfontein el 22 de junio. Las
dos selecciones sumaban 1 punto, por lo que debían ganar y esperar
que Uruguay hiciera lo propio con México. Héctor “la Coneja” Bal-
dassi fue el cuarto árbitro y Ricardo Casas el quinto. El arranque fue
equilibrado con aproximaciones sin demasiado peligro para los dos

542
equipos. A los 20 minutos, Tshabalala ejecutó un córner que cabeceó
Khumalo. Fue la apertura del marcador para los locales. Para colmo,
Francia se quedó con un jugador menos por la roja directa a Gourcuff,
a los 25 minutos. Sudáfrica aprovechó el momento y manejó los tiem-
pos. A los 37, llegó el segundo tanto, un pase de Masilela rebotó en
Clichy y le quedó servida a Mphela para marcar el segundo. Sudáfrica
se fue al descanso ganado justamente 2 a 0.
En el segundo tiempo, Sudáfrica dominó y pudo aumentar la dife-
rencia, cosa que necesitaba para superar a México en la diferencia de
gol. Los galos ya se imaginaban fuera del torneo. Mphela desperdició
un mano a mano con el arquero Lloris, pegando el remate en el trave-
saño. Francia reaccionó y, a los 25 minutos, Malouda descontó. 2 a 1.
Los galos ponían así fin a 363 minutos de sequía goleadora en Mun-
diales. El ingreso de Henry en Francia no alcanzó para cambiar las
cosas. Sudáfrica derrotó 2 a 1 a Francia. Al término del encuentro,
Doménech se negó a estrechar la mano de Carlos Alberto Parreira,
entrenador de la selección sudafricana. El incidente, explicó Parreira,
se debió a que Doménech le reprochó las declaraciones que había rea-
lizado tras la clasificación de Francia para el Mundial de Sudáfrica. La
alegría de la victoria contrastó con la eliminación del torneo, ya que
los sudafricanos sumaron 4 puntos al igual que México, pero la dife-
rencia de gol favoreció a los aztecas. Fue la primera vez en la historia
que el país organizador no superaba la fase de grupos. Francia había
clasificado con un gol con la mano en el repechaje ante Irlanda y en el
Mundial demostró que no estaba a la altura de las circunstancias. Se
despidió con un empate y dos derrotas. Muy lejos de la Francia fina-
lista de 2006.
En Polokwane, el 22 de junio, Argentina jugaba su último encuen-
tro del grupo ante Grecia. Los argentinos, con 6 puntos, estaban vir-
tualmente clasificados, los griegos, con 3, necesitaban un triunfo o un
empate y esperar el resultado de Nigeria – Corea del Sur. Maradona
dispuso un equipo mixto entre titulares y suplentes pensando en el
encuentro de octavos de final ante México. La sociedad Verón – Mes-

543
si se adueñó de la pelota y las acciones. A poco de empezar, el arquero
Tzorvas ya se había convertido en figura. Argentina atacaba y Grecia
defendía apostando a un pelotazo largo para el solitario Samaras. La
falta de eficacia en la definición de los sudamericanos hizo que el
primer tiempo quedara en 0. Los helenos no patearon ni una sola vez
al arco defendido por Romero.
Al inicio del complemento, Samaras tuvo el gol pero definió des-
viado. Messi, Agüero, Milito, Maxi Rodríguez, Verón, todos contaron
con chances pero por una u otra razón fallaron. Hasta que a los 32
minutos, un centro de Verón fue cabeceado por Demichelis, pegó en
Milito y tras el rebote convirtió el merecido 1 a 0 para los albicelestes.
Los griegos salieron en busca del empate y Argentina tuvo más espa-
cios. Messi creció con jugadas individuales de gran factura. En una de
ellas, a los 44, llegó por la izquierda, definió pero Tzorvas atajó dando
rebote, entonces llegó Martín Palermo, que había ingresado hacía unos
minutos, y de derecha anotó el segundo. El “Titán” se convirtió así en
el jugador más veterano en marcar para Argentina en la Copa Mundial
de la FIFA. Argentina 2 – Grecia 0. Los sudamericanos ganaban el
grupo con puntaje ideal. Los europeos se volvían a casa.
Nigeria y Corea del Sur jugaron el 22 de junio en Durban. A pesar
de no sumar puntos, los nigerianos todavía podían clasificar si gana-
ban por buena diferencia y Argentina vencía a Grecia como era de
esperarse. Los surcoreanos ganando estaban clasificados, empatando
debían esperar un triunfo albiceleste. Incluso perdiendo por la mínima
podían acceder también a octavos. Los nigerianos salieron a ganar ya
que era su única esperanza de seguir con vida en la competencia. Así,
Uche recibió un centro y abrió el marcador a los 12 minutos. Nigeria
creaba situaciones pero fallaba en la definición. En cambio los surco-
reanos tuvieron una y no la dejaron pasar. A los 38, aprovecharon un
tiro libre y Lee Jung Soo anotó el empate. 1 a 1.
Luego del entretiempo, nuevo tiro libre para Corea del Sur. Le pe-
gó Park Chu Young, la pelota picó delante del arquero Enyeama y lo
desconcertó. 2 a 1 para los asiáticos a los 4 minutos. A los 24, Nigeria

544
consiguió volver a la igualdad. Yacubu Ayegbeni, quien antes había
fallado solo ante el arquero, convirtió de penal el 2 a 2. Las embesti-
das finales de las “águilas” generaron zozobra en los surcoreanos pero
no llegaron a convertir. Empate 2 a 2 entre Nigeria y Corea del Sur.
Tras la derrota de Grecia, los asiáticos acompañaron a Argentina a la
siguiente fase.
El 23 de junio, en Port Elizabeth se enfrentaron Eslovenia e Ingla-
terra. Los primeros sumaban 4 puntos, los segundos 2. A los eslovenos
les alcanzaba el empate. Inglaterra debía ganar. Los de Capello toma-
ron la iniciativa sabiendo que necesitaban ganar. A los 23 minutos
Defoe remató un centro desde la derecha de Milner y convirtió el pri-
mero. 1 a 0. Gerrard tuvo el segundo pero contuvo en dos tiempos el
arquero Handanovic. Primera etapa 1 a 0.
En la segunda, los ingleses dominaron la pelota aunque sin mucha
claridad para definir. Los eslovenos intentaban salir de contragolpe.
Tuvieron el segundo Dafne, Rooney y Ferry, pero la pelota no entró.
Los eslovacos tuvieron el gol tres veces en la misma jugada, pero los
remates de Kira, Dedic y Birsa nunca encontraron la red. Inglaterra 1
– Eslovenia 0. Los británicos clasificados, los eslovenos especulaban
con el empate entre Estados Unidos y Argelia que les daba también el
pase a octavos, pero sobre la hora Estados Unidos le ganó a Argelia y
los dejó afuera.
En Pretoria, el 23 de junio, Estados Unidos, con 2 puntos, y Arge-
lia, 1 unidad, definían su continuidad en el certamen. Los dos tenían
que ganar para pasar de ronda. Argelia comenzó mejor y Djebbour
tuvo el gol con un tiro violento que dio en el travesaño. Los estadou-
nidenses fueron emparejando las acciones y pasaron a contar con las
más claras. A los 36 minutos, Altidore debió marcar de frente al arco
y con el arquero vencido pero el disparo se fue por encima del trave-
saño. 0 a 0.
En el segundo tiempo los norteamericanos fueron superiores a los
argelinos pero el gol no llegaba. Dempsey remató y la pelota dio en la
parte interna del palo izquierdo de Mbolhi. En el final, Estados Unidos

545
estaba jugado al ataque. A los 46, Donovan jugó para Altidore, quien
tiró un centro que Dempsey conectó, el arquero sacó la pelota pero dio
rebote y Donovan la empujó al gol. 1 a 0 En el descuento, Estados
Unidos le ganaba a Argelia y se clasificaba dejando afuera a Eslove-
nia. Solo quedó tiempo para la expulsión de del argelino Yahia. Esta-
dos Unidos 1 – Argelia 0.
El Grupo D también se definió el 23 de junio. En Johannesburgo
chocaron Ghana y Alemania. En un grupo abierto, los 4 equipos po-
dían clasificar. Ghana llegaba con 4 puntos y Alemania 3. Primer
tiempo entretenido, con los germanos atacando y los ghaneses tratan-
do de recuperar la pelota para salir rápido al ataque. Ozil y Gyan con-
taron con claras situaciones para abrir el marcador. Sin embargo, el
primer tiempo quedó en 0.
En el segundo, Alemania mantuvo la iniciativa pero Ghana encon-
tró espacios. A los 15 minutos, Ozil recibió un pase en la media luna
del área y convirtió para Alemania. Ghana estuvo en dos oportunida-
des a punto de empatar por intermedio de Tagle y Ayew.
Alemania venció 1 a 0 a Ghana. Debido al resultado de Australia
y Serbia, los dos accedieron a la siguiente instancia.
En este partido se produjo un hecho sin precedentes, se enfrenta-
ron los hermanos Kevin-Prince y Jerome Boateng jugando para países
distintos. Kevin-Prince es el mayor de los hermanos y juega de me-
diocampista. Fue internacional con la selección alemana Sub-21, pero
debido a su comportamiento fue expulsado de la selección juvenil
germana. En 2010 recibió la aprobación por parte de la FIFA para
representar a Ghana, su país de adopción, en el Mundial de Sudáfrica.
Jerome, hermano menor, jugaba como defensor central en Alemania.
Los hermanos se pelearon antes del Mundial porque Kevin Prince,
jugando para el Portsmouth inglés, lesionó a la estrella alemana Mi-
chael Ballack. Aunque Jérome luego defendió a Kevin, las relaciones
familiares no pasaban un buen momento durante el histórico enfren-
tamiento.
En Nelspruit, el 23 de junio, Australia y Serbia buscaban la clasi-

546
ficación. Serbia ganando o empatando podía clasificar, Australia debía
ganar y esperar el resultado de Alemania – Ghana. En el primer tiem-
po, los serbios dispusieron de varias llegadas para abrir el marcador.
Sin embargo, se fueron al entretiempo 0 a 0.
En el complemento, los australianos salieron con más actitud, lo
que desencadenó infracciones que recibieron merecidas amonestacio-
nes. Los balcánicos seguían creando ocasiones de gol, pero no concre-
taban. Los de Oceanía tuvieron dos y les sacaron el jugo. A los 24
minutos Cahill de cabeza marcó el 1 a 0 y Colman desde afuera del
área a los 28 convirtió el segundo. Serbia por fin pudo anotar a los 39
por intermedio de Pantelic. El gol que les hubiera dado la clasificación
nunca llegó. El triunfo tampoco le alcanzó a Australia, que quedó
afuera por diferencia de gol ante Ghana. Los dos estaban eliminados.
Australia 2 – Serbia 1.
El 24 de junio, en Rustenburg, Dinamarca y Japón se jugaban
mano a mano la clasificación. Los dos tenían 3 puntos, pero Japón
mejor diferencia de gol, por lo tanto el empate le alcanzaba a los nipo-
nes para pasar. Dinamarca debía ganar pero fue Japón el que comenzó
atacando. A los 17 minutos, un tiro libre de Honda al palo del arquero
abrió la cuenta. Los asiáticos controlaban el ritmo del partido. A los
30, llegó el segundo, otro tiro libre, esta vez de Endo, decretó el 2 a 0.
Luego del descanso, los daneses salieron resueltos a buscar el
triunfo. Ahora sí llegaron los europeos, incluso un tiro de Larsen dio
en el travesaño. A los 36, el arquero Kawashima le detuvo un penal a
Tomasson pero no llegó a contener y de rebote el danés descontó. Pe-
ro Japón no se dejó acorralar y en una contra, a los 42 minutos, Oka-
zaki definió el partido. Fue la mayor goleada japonesa en Mundiales.
Japón 3 – Dinamarca 1.
En el otro encuentro del Grupo E, también disputado el 24 de ju-
nio pero en Ciudad del Cabo, Camerún eliminado y Holanda clasifi-
cada jugaron para completar. Los holandeses, a pesar de estar ya en
octavos, pusieron el mejor equipo posible. El encuentro comenzó
equilibrado y de manera intensa. Holanda contó con las mejores oca-

547
siones. A los 36 minutos Van Persie adelantó a los suyos con un rema-
te cruzado entre las piernas de Souleymanou. Primer tiempo 1 a 0.
En el complemento los africanos, sin nada que perder, se fueron
en busca del empate. A los 20 minutos, Samuel Eto’o, de penal, empa-
tó para Camerún. En Holanda ingresó Robben, recuperado de la le-
sión, para ganar minutos de cara a los octavos de final. A los 38 el
propio Robben remató desde afuera del área, la pelota dio en el palo
derecho y Klaas Jan Huntelaar la empujó para marcar el segundo, 2 a
1. Holanda 2 – Camerún 0. Por primera vez Camerún se despidió de
un Mundial sin obtener puntos.
En Johannesburgo, el 24 de junio, Italia y Eslovaquia definían uno
de los clasificados del Grupo F, una zona donde los cuatro equipos
llegaron con chances a la última fecha. Lippi mandó a la cancha a su
equipo con tres delanteros. Italia intentaba con llegadas inofensivas.
Pero Eslovaquia a los 25 minutos aprovechó un error de De Rossi, dio
un mal pase que fue interceptado por Kucka que tocó para Vittek y
este definió bajo y pegado al palo. 1 a 0. Fue el resultado al descanso.
En la segunda parte, ingresaron en Italia Pirlo, Quagliarella y
Maggio. Tres delanteros y un media punta. Los campeones se estaban
quedando afuera y quemaban las naves. Tuvieron dos jugadas claras
para marcar pero no pudieron definir acertadamente. Cuando parecía
que el empate estaba al caer, a los 28 minutos Vittek volvía a vulnerar
a Marchetti. Eslovaquia 2 a 0. A los 36 Di Natale capturó un rebote
del arquero Mucha y descontó 2 a 1. Pero no era el día de la “azzurra”.
Kopunek picó la pelota tras un saque lateral y a los 44, Eslovaquia
ganaba 3 a 1. En el descuento, 47 minutos, los ataques desesperados
de Italia encontraron un nuevo gol, Quagliarella al ángulo. 3 a 2. Es-
lovaquia venció a Italia 3 a 2 y obtuvo el pase a octavos por primera
vez en su historia. Italia, campeón defensor, volvía a la península sin
haber logrado una sola victoria.
También el 24 de junio, en Polokwane, fue el turno de Paraguay y
Nueva Zelanda. A los guaraníes les bastaba un empate, los oceánicos
debían ganar. Los dos equipos intentaron atacar, los paraguayos por

548
abajo, los neocelandeses por arriba. Los sudamericanos tuvieron más
la pelota pero no llegaron con peligro. 0 a 0.
En la segunda mitad, Paraguay tuvo la pelota. Un remate de Rive-
ros pudo abrir el marcador pero tapó muy bien Paston. Los últimos
minutos tuvieron a los guaraníes en ataque y al arquero Patson como
figura. Fue empate 0 a 0 entre Paraguay y Nueva Zelanda. Los para-
guayos se quedaron con el Grupo F. Nueva Zelanda quedó eliminada
pero se despidió invicta, empatando los tres encuentros.
El 25 de junio, Brasil clasificado y Portugal que necesitaba no
perder por goleada, jugaron en Durban. Brasil tenía mayoría de su-
plentes. Primer tiempo intenso, con siete amonestados. La más clara la
tuvo Luis Fabiano cuando su remate fue desviado por el arquero
Eduardo y ese despeje pegó en el palo. El propio delantero desperdi-
ciaría de cabeza otra situación clara. Primer tiempo 0 a 0.
En el segundo, Cristiano Ronaldo tuvo la más clara, el jugador del
Real Madrid tomó la pelota en mitad de cancha y apiló rivales hasta
ingresar al área. Allí perdió con Lucio, pero la pelota fue a parar a los
pies de Raúl Meireles, quien de forma increíble falló su remate ante
un arquero ya entregado. Fue empate 0 a 0 entre Brasil y Portugal. Los
dos estaban clasificados.
Costa de Marfil y Corea del Norte jugaron el 25 de junio en Nels-
pruit. Los asiáticos no tenían chances y los africanos contaban con una
mínima posibilidad, ganar, llegar a 4 puntos y hacer muchos goles.
Además, debía esperar que Brasil derrotara a Portugal. Costa de Mar-
fil salió a llevarse por delante a los norcoreanos. Keita lo tuvo al mi-
nuto, pero el arquero asiático sacó con los pies. La superioridad de los
“elefantes” se reflejó en el marcador. A los 13 minutos Yaya Touré
definió colocando la pelota al palo izquierdo. Costa de Marfil 1 a 0. A
los 20 Drogba pateó, la pelota dio en el travesaño, Romaric aprovechó
el rebote y puso el 2 a 0. Así finalizó el primer tiempo.
El segundo continuó con amplio dominio africano. El tercer gol
llegó a los 36 minutos por intermedio de Keita. A pesar de la victoria,
los marfileños se despidieron de la Copa, el empate entre Brasil y Por-

549
tugal permitió a los lusos llegar a 5 puntos y lograr la clasificación.
Costa de Marfil 3 – Corea del Norte 0.
Por el Grupo H, el 25 de junio en Pretoria midieron fuerzas Chile
y España. A los trasandinos les alcanzaba un empate e incluso podían
clasificar perdiendo. España debía ganar o empatar y depender del
resultado de Suiza y Honduras. Bielsa, fiel a su estilo, no especuló y
salió a atacar. Pero fue España quien se puso en ventaja. A los 24 mi-
nutos, David Villa aprovechó una pelota suelta para pegarle desde 25
metros y batir al chileno Bravo. 1 a 0. Los sudamericanos siguieron
atacando y Beausejour estuvo a punto de igualar. A los 37 Iniesta re-
mató seco abajo y marcó el segundo. En esta jugada, Chile se quedó
con diez por doble amonestación a Estrada. La falta de especulación
de Bielsa llevaba a Chile a perder el liderazgo del grupo y corría ries-
gos de quedar eliminado si Suiza ganaba por una buena diferencia a
Honduras. Primer tiempo, España arriba 2 a 0.
En la segunda parte, entraron Paredes y Millar en Chile. A los 2
minutos, el recién ingresado Millar remató al arco, la pelota se desvió
en Piqué y se metió en el arco de Casillas. 2 a 1. Al final, sabiendo
que el resultado entre Suiza y Honduras beneficiaba a ambos, bajaron
el ritmo y terminaron celebrando conjuntamente la clasificación.
Suiza y Honduras se enfrentaron el 25 de junio en Bloemfontein.
Los dos necesitaban ganar. El argentino Baldassi volvió a dirigir en el
Mundial, acompañado por Casas y Maidana. Los centroamericanos, a
pesar de que no sumaban puntos, podían clasificarse si vencían a Sui-
za y España caía derrotada ante Chile por los suficientes goles. Los
helvéticos, ganando 2 a 0, estaban clasificados y no dependían de na-
die. Si empataban y España perdía también clasificaban. Eran dos
equipos acostumbrados al contragolpe, a esperar que la iniciativa la
tuviera el rival. Cuando los suizos tuvieron que hacerse cargo de gene-
rar situaciones, chocaron con su propia impotencia. Algunas aproxi-
maciones helvéticas y nada más en los primeros 45 minutos.
En la segunda mitad Suiza se lanzó a buscar el triunfo y descuidó
el orden defensivo que había mostrado en la primera parte. A los 7

550
minutos, Suazo solo frente al arquero Benaglio cabeceó desviado. So-
bre el final, George Welcome no pudo conectar un centro a metros de
la línea del arco suizo. Fue empate 0 a 0 entre Suiza y Honduras. Re-
sultado que dejó a los dos eliminados.
Los emparejamientos de octavos de final quedaron así: Uruguay –
Corea del Sur; EE.UU. – Ghana; Holanda – Eslovaquia; Brasil – Chi-
le; Argentina – México; Alemania – Inglaterra; Paraguay – Japón y
España – Portugal.
El 26 de junio comenzaron los octavos de final, en Port Elizabeth
se enfrentaron Uruguay y Corea del Sur. Los surcoreanos avisaron a
los 4 minutos que no se conformaban con llegar a octavos. Park estre-
lló un tiro libre en el palo. Pero fue Uruguay quien se puso en ventaja
a los 8, gracias a un centro de Forlán que conectó Suárez. 1 a 0. Los
surcoreanos no se quedaron y pusieron en aprietos al arquero Muslera
con varios disparos, aunque el marcador no se movería. Primera mitad
1 a 0.
En el complemento, bajo una lluvia considerable, la búsqueda sur-
coreana tuvo su premio. Un tiro libre de Park que remató de cabeza
Lee Chung Yong aprovechando la duda de Lugano y la salida a me-
dias de Muslera le dio el empate a los asiáticos, iban 23 minutos. Pri-
mer gol que le convertían a los uruguayos en el torneo cortándoles una
imbatibilidad de 390 minutos. Los charrúas mejoraron después del
gol. A los 35, un corner pateado por Forlán encontró a Suárez, quien
definió con un remate impresionante que entró golpeando el palo. 2 a
1. Lee Dong Gook tuvo el empate pero salvó Lugano en la línea a fal-
ta de 3 minutos para el final. Uruguay 2 – Corea del Sur 1. Uruguay
avanzó a los cuartos de final por primera vez desde México 70.
También el 26 de junio, en Rustenburg, jugaron Estados Unidos y
Ghana. Los africanos salieron decididos a quedarse con la victoria. A
los 5 minutos ya se encontraban en ventaja. Kevin Prince Boateng
arrancó en la mitad de cancha con pelota dominada y sacó un zurdazo
que se metió junto al palo derecho de Tim Howard. Ghana arriba 1 a
0. Los africanos no bajaron la intensidad y dominaron a placer. La

551
ventaja mínima con que se fueron al descanso no plasmó lo que se vio
en el campo de juego.
En la segunda parte, Estados Unidos salió con otra actitud y tomó
las riendas del partido. Así, a los 17 minutos dispusieron de un penal
que Donovan, el mejor de los norteamericanos, cambió por gol. 1 a 1.
Fue el segundo remate desde los 12 pasos que anotó Estados Unidos
en 60 años, luego del de Joe Maca ante Chile en Brasil 50. Cumplidos
los 90 minutos con el marcador empatado, se debió jugar tiempo ex-
tra.
A los 3 minutos del primer tiempo suplementario llegó el segundo
tanto ghanés. El goleador Gyan dominó la pelota de pecho y remató,
imposible para Howard. El partido se volvió de ida y vuelta pero los
estadounidenses sintieron el cansancio más que los africanos. Ghana
venció por 2 a 1. Accedieron por primera vez al selecto grupo de los
ocho y se convirtieron en el tercer equipo del continente que accedía a
cuartos de final, luego de Camerún en 1990 y Senegal en 2002.
El 27 de junio en Bloemfontein se jugaba el clásico europeo entre
Alemania e Inglaterra. Comenzaron estudiándose pero a los pocos
minutos Alemania ya ejercía el control de la pelota y el territorio. A
los 20 minutos Klose recibió un pelotazo de Neuer y definió cayéndo-
se. 1 a 0. A los 30, Klose quedó mano a mano con James, ganó el ar-
quero rechazando con los pies. A los 32, Podolski metió un zurdazo
bajo que se metió por el medio de las piernas de James. 2 a 0. Inglate-
rra se fue al ataque, Neuer le negó el gol a Lampard pero no pudo con
un cabezazo de Upson a los 37. 2 a 1. Gerrard mandó un tiro al trave-
saño que hubiera sido el empate. El primer tiempo finalizó con Ale-
mania al frente 2 a 1.
En el complemento Inglaterra salió decidido a empatar. Pero no
andaban con puntería, Lampard sacudió por segunda vez el travesaño.
Los germanos se acomodaron nuevamente en la cancha y a los 22 mi-
nutos apareció Schweinsteiger, que tocó la pelota para Muller y marcó
el 3 a 1. A los 25 fue Ozil quien se la pasó al goleador y Muller con-
virtió el cuarto. 4 a 1. Los minutos finales transcurrieron con la tran-

552
quilidad teutona y la desesperación de los británicos. Alemania 4 –
Inglaterra 1. Alemania avanzó a los cuartos de final por 15° vez con-
secutiva desde 1954 y ha estado entre los 8 mejores en 16 de sus 18
participaciones.
En Johannesburgo, el 27 de junio fue el turno de Argentina y Mé-
xico. Los aztecas buscaban revancha de los octavos de final de 2006,
cuando los albicelestes los habían eliminado. Desde el comienzo, los
dos intentaron atacar. Messi con sus habituales apiladas en velocidad
por Argentina y Salcido con un disparo de afuera del área que reventó
el travesaño de Romero. Siguieron una de Galindo para los norteame-
ricanos y una de Tévez que pegó en la base del palo. Era de ida y vuel-
ta. A los 26 minutos, Messi asistió a Tévez, el arquero llegó primero
pero el rebote lo volvió a tomar Messi que entregó nuevamente para el
“Apache” que de cabeza convirtió el primero. Argentina 1 a 0. Los
aztecas no se llegaron a recomponer cuando Higuaín convirtió el se-
gundo a los 33. Primer tiempo 2 a 0.
En el segundo, Argentina dominó a placer. A los 7 minutos Tévez
remató desde la media luna y superó la defensa de Pérez. Con el 3 a 0
Argentina se relajó y México contó con las mejores oportunidades. A
los 25 Demichelis sacó un disparo en la línea que tenía destino de gol
y a los 26 Hernández de zurda descontó para el “tri”. 3 a 1. La remon-
tada mexicana no alcanzó. Argentina 3 – México 1. Como en 2006,
los argentinos eliminaban a los aztecas y se veían las caras con Ale-
mania en cuartos.
El 28 de junio, en Durban, se enfrentaron Holanda y Eslovaquia.
Ambos salieron a jugar el primer tiempo pensando en el arco de
enfrente, aunque cerrando filas de mitad de cancha para atrás, por lo
cual no dieron muchos espacios para los ataques rivales. En los diez
minutos iniciales el encuentro se pareció a un “tiro al blanco”, con
varios intentos de media distancia sin resultados satisfactorios. Por
primera vez fue titular Robben, que se asoció con Sneijder, Holanda
era diferente con estos dos jugadores en cancha. Precisamente de una
jugada de estos dos hombres llegó el primer tanto. Sneijder tocó para

553
Robben que fue a buscar un pase al vacío, enganchó y definió de zur-
da junto a un palo. 1 a 0. Hamsik intentó generar juego en Eslovaquia
pero le faltaron socios.
En el segundo tiempo, Holanda seguía presionando, Mucha salvó
dos jugadas claras de gol a Robben y Van Persie. Los eslovacos con-
testaron con peligrosos tiros de Stoch y Vittek que sacó Stekelenburg.
A los 36 minutos, Mucha quedó a mitad de camino en un pelotazo
frontal, Kuyt anticipó de cabeza y tiró un centro atrás para Sneijder,
que marcó el segundo. 2 a 0. Eslovaquia fue a buscar el descuento con
amor propio y Vittek, de penal, marcó el gol del honor. Holanda 2 –
Eslovaquia 1.
También el 28 de junio pero en el Ellis Park de Johannesburgo
hubo duelo sudamericano entre Brasil y Chile. Los de Marcelo Bielsa
ejercieron su clásica presión que impidió a los brasileños dominar las
acciones. En la primera llegada clara llegó el gol. A los 34 minutos, un
cabezazo de Juan colocó arriba a la verdeamarelha. Con el partido
abierto, Brasil convirtió el segundo. Kaká cedió la pelota para Luis
Fabiano que gambeteó a Bravo y marcó el segundo. Chile, impotente,
perdía 2 a 0 al cabo de la primera parte.
En la segunda, los de Dunga tocaron y manejaron el trámite del
partido. A los 14 minutos Robinho recibió de Ramires y definió al
palo izquierdo. 3 a 0 y partido definido.
Chile fue como pudo y Suazo estrelló un remate en el travesaño.
Brasil se hizo con la pelota nuevamente y tocó hasta el final. Los pen-
tacampeones accedieron a cuartos de final por quinta vez consecutiva.
Paraguay y Japón disputaron su pase a cuartos de final el 29 de
junio en Pretoria. Japón salió a atacar y los paraguayos respondieron
de contra. El encuentro contaba con llegadas aunque sin acierto de los
definidores. Por ejemplo, Matsui probó desde afuera del área y el po-
tente disparo pegó en el travesaño. 0 a 0.
Luego del entretiempo, Martino mandó a la cancha a Haedo Val-
dez buscando mayor peso ofensivo. Los dos equipos estaban cada vez
más nerviosos a medida que pasaban los minutos. El miedo al error

554
pudo más. 0 a 0 y a tiempo suplementario.
En el tiempo extra se soltaron y hubo llegadas de Barrios, Haedo
Valdez y el nipón Honda. No pudieron concretar por lo que el cuarto-
finalista saldría de la serie de penales. La primera del campeonato.
Para Paraguay convirtieron todos: Barreto, Barrios, Riveros, Hae-
do Valdez y Cardozo.
En Japón acertaron: Endo, Hasebe y Honda. Falló: Komano (tra-
vesaño).
Paraguay superó a Japón. Luego del 0 a 0 en los 120 minutos se
impuso 5 a 3 por penales.
El 29 de junio, España y Portugal definieron en Ciudad del Cabo
el último boleto a cuartos de final. El argentino Baldassi y sus colabo-
radores Casas y Maidana, asistentes 1 y 2 respectivamente, fueron
seleccionados para arbitrar el trascendental encuentro. España atoró a
los portugueses de arranque generando tres situaciones de gol en los
primeros 10 minutos. Con el paso de los minutos, los ibéricos conti-
nuaban con el dominio de la pelota pero los lusitanos se fueron asen-
tando en defensa y llegaron con cierto riesgo al arco de Casillas. 0 a 0.
En la segunda parte, la tónica del encuentro fue similar al primero,
España dominaba y Portugal esperaba para salir de contra. Las llega-
das españolas se hicieron más punzantes y a los 18 minutos, un pase
de Andrés Iniesta dejó solo a Villa para definir, rechazó el arquero y
tras el rebote el “Guaje” convirtió. 1 a 0. Fue el primer tanto que reci-
bió Portugal en el certamen. Con la desesperación lusa por empatar,
“la furia” tocó y tocó hasta el final. Para colmo, faltando un minuto
Portugal se quedó con diez por expulsión de Ricardo Costa. Fin del
sueño para Cristiano Ronaldo y compañía. España 1 – Portugal 0.
En cuartos de final se cruzaron: Holanda – Brasil; Uruguay –
Ghana; Alemania – Argentina y Paraguay – España.
El 2 de julio en Port Elizabeth se disputó uno de los cruces más
atractivos de cuartos, Holanda – Brasil. Duelo de candidatos, ambos
salieron a atacarse. Brasil convirtió en la primera que tuvo. A los 10
minutos se abrió la defensa naranja y Robinho definió con tranquili-

555
dad. 1 a 0.
En el segundo tiempo, Holanda intentaba y Brasil recuperaba y sa-
lía con velocidad intentando agarrarlos mal parados. Así tuvieron dos
claras por intermedio de Dani Alves y Kaká. Los sudamericanos eran
más pero un error defensivo, a los 8 minutos, posibilitó que Sneijder
marcara el empate. 1 a 1. Entonces crecieron los europeos adueñándo-
se del control del juego. A los 23, un corner de Robben fue peinado
por Kuyt y Sneijder cabeceó a la red. 2 a 1. Cuando Brasil pretendió
reaccionar llegó la expulsión de Felipe Melo por pisotón a Robben.
Con uno menos los sudamericanos buscaron y se expusieron a rápidos
contragolpes de los europeos. No hubo más goles. Holanda le ganó 2 a
1 a Brasil y lo echó de Sudáfrica. Segundo Mundial consecutivo en
que Brasil se despidió en cuartos de final.
En el estadio Soccer City de Johannesburgo, el 2 de julio se mi-
dieron Uruguay y Ghana. En los primeros minutos se estudiaron. Uru-
guay fue el que primero inquietó por intermedio de Suárez. Los gha-
neses se asentaron y promediando la etapa llegaron con peligro al arco
charrúa, Vorsah, Gyan y Prince pusieron en apuros a Muslera. Ghana
se encontró con la apertura del marcalos en el descuento. A los 47
minutos Muntari sacó un potente remate desde 40 metros que se metió
en el arco uruguayo. 1 a 0.
Los del “Maestro” Tabárez salieron decididos en el complemento.
Forlán de tiro libre empató a los 10 minutos. El cuarto gol de Forlán
en Mundiales, todos convertidos a selecciones africanas. De ahí en
más el partido fue de ida y vuelta, Gyan, Suárez y Forlán exigieron a
los arqueros pero no pudieron concretar. El empate hizo que debieron
disputar tiempo extra.
En la prórroga los dos abusaron del pelotazo. Luis Suárez vio la
roja sobre la hora y seguidamente Ghana tuvo la más clara cuando
Gyan falló un penal. Lo tuvo Ghana y lo dejó pasar. Ahora se definía
por penales.
Por Uruguay convirtieron: Forlán, Victorino, Scotti y Abreu, que
la picó con categoría. Falló: Pereira (erró).

556
Para Ghana acertaron: Gyan y Appiah. Erraron: Mensah (atajado)
y Adiyiah (atajado).
Muslera fue la gran figura de la serie conteniendo dos disparos.
Uruguay igualó 1 a 1 con Ghana y lo derrotó por penales 4 a 2. Luego
de 40 años los charrúas volvieron a semifinales, no disputaban esta
instancia desde México 70.
El 3 de julio en Ciudad del Cabo fue el turno del otro partido des-
tacado de cuartos, Alemania – Argentina. Cuatro años antes los euro-
peos se habían quedado con el triunfo por penales. Los de Maradona
pretendían revancha. Alemania comenzó dominando, esa superioridad
se reflejó ya a los 3 minutos en el tanteador. Ozil ejecutó un tiro libre
para Muller que sin marca batió a Romero. Argentina se fue recupe-
rando del cimbronazo inicial. Sin embargo, el equipo estaba partido en
el medio, parecían dos, una selección argentina que atacaba y otra que
defendía. Leo Messi intentó comandar los ataques asociándose con
Tévez e Higuaín pero chocaron con Neuer, la firme defensa teutona o
la falta de precisión en la definición. Mientras tanto, los alemanes ge-
neraban contragolpes rápidos y dinámicos que estuvieron a punto de
aumentar la diferencia. La primera mitad finalizó con Argentina do-
minando y Alemania aguantando. 1 a 0.
En el segundo Argentina fue con todo a buscar el empate. Cerca
estuvieron Di María, Higuaín y Tévez. Cuando el empate albiceleste
estaba al caer, los germanos generaron una contra, tras pase de Muller,
Podolski echó un centro cruzado y Klose solo marcó el segundo. Iban
23 minutos. 2 a 0. Los sudamericanos no se pudieron reponer del ma-
zazo que significo el gol. Los alemanes golpearon en el momento jus-
to. A los 29 Schweinsteiger avanzó por la izquierda sorteando defen-
sores argentinos y jugó cruzado para Freidrich, que definió en el pri-
mer palo. 3 a 0. Argentina se fue arriba con corazón pero sin ideas. En
el final, iban 43 minutos, Ozil habilitó a Muller que convirtió el cuarto
del partido. Como en Alemania 2006, Argentina era echado del Mun-
dial por Alemania. La ilusión de los argentinos de levantar nuevamen-
te la Copa de la mano de Maradona se había terminado. Fue el último

557
partido que dirigió el diez a la selección argentina, ya que el 27 de
julio la AFA decidió no renovarle el contrato porque Maradona no
aceptó las modificaciones en la conformación del cuerpo técnico que
le habían propuesto.
El último semifinalista salió del enfrentamiento de Paraguay y Es-
paña en el estadio Ellis Park de Johannesburgo el 3 de julio. La prime-
ra mitad no tuvo demasiadas emociones. A España le costó establecer
su juego de toque, mientras que Paraguay, bien parado en defensa,
entorpecía la salida de los volantes ibéricos e intentaba contragolpear
con pelotazos largos, buscando a Valdez y Oscar Cardozo. Las juga-
das más claras fueron para Paraguay, como el gol que el árbitro uzbe-
co Irmatov le invalidó a los guaraníes. 0 a 0.
En la segunda etapa, el juego comenzó trabado en la mitad de la
cancha, por ende, pocas llegadas. Pero cambió a los 10 minutos cuan-
do Piqué agarró en el área a Cardoso y el árbitro guatemalteco Batres
señaló penal. El propio Cardoso ejecutó pero Casillas atajó. Acto se-
guido Villa se fue solo y Alcaraz le cometió infracción en el área.
Ahora penal para España. Pateó Xavi Alonso y convirtió pero hubo
invasión de área por lo que se tuvo que ejecutar nuevamente. En la
segunda instancia, Villar rechazó el disparo. Otro penal errado. El
encuentro parecía encaminado al suplementario, pero no para Iniesta,
quien a los 38 minutos dejó mano a mano a Pedro con Villar. Su defi-
nición dio en el palo pero llegó Villa y convirtió. 1 a 0. En el final,
Casillas salvó por partida doble el empate. Fue el encuentro más duro
que tuvo que afrontar España en el torneo. Los del “Tata” Martino se
despidieron con la frente alta. Los de Del Bosque por fin podían su-
perar la barrera de los cuartos de final.
Luego de concluidos los cuartos de final quedaron definidos los
cuatro semifinalistas: Uruguay – Holanda y Alemania – España.
El 6 de julio en Ciudad del Cabo se enfrentaron Uruguay y Ho-
landa. Tabárez no contaba con Luis Suárez, que debía cumplir una
fecha de suspensión. Comenzaron más preocupados en su arco que en
el de enfrente. A los 18 minutos, en una jugada sin riesgo aparente por

558
el lateral, Van Bronckhorst recibió la pelota y disparó. La pelota sor-
prendió a Muslera que la tocó pero no llegó y fue la apertura del mar-
cador. 1 a 0. En la jugada anterior Kuyt estaba adelantado pero el árbi-
tro no lo advirtió. El gol obligó a Uruguay a ir al ataque. A los 41 For-
lán pateó de media distancia y superó a Stekelenburg. 1 a 1.
En la segunda parte, el encuentro ganó en emotividad, los dos ar-
queros debieron esforzarse para mantener la igualdad. Hasta que a los
25 minutos Snaijder pateó al arco, la pelota iba hacia Van Persie, este
se abrió de piernas y sorprendió a Muslera que no alcanzó a reaccio-
nar. 2 a 1. Aquí también hubo offside de Van Persie que intervino en
la jugada, segundo error del juez Irmatov. Holanda no permitió que
Uruguay se recuperase y asestó el golpe de nocaut a los 28. Sneijder
centró para Robben y éste remató esquinado, imposible para el arque-
ro. 3 a 1. Con los charrúas jugados en ataque, Robben se perdió dos
contragolpes. En el descuento, a los 47 minutos, Maxi Pereira descon-
tó para las estadísticas. Holanda 3 – Uruguay 2. Los europeos volvían
a una final luego de 32 años.
Alemania y España jugaron el 7 de junio en Durban. España salió
decidida a repetir el triunfo obtenido sobre los germanos en la final de
la Eurocopa 2008. Loew no contó con el goleador Muller. Los ibéri-
cos dominaron la pelota y el terreno, disponiendo de las mejores situa-
ciones. Alemania estuvo lejos de ser la que había eliminado a la Ar-
gentina de Messi y se resignó a tirar pelotazos para Klose. Primer
tiempo 0 a 0.
En el segundo, el trámite fue similar. Las llegadas españolas eran
cada vez más profundas, hasta que a los 28 minutos corner de Xavi y
cabezazo impecable de Puyol para que España estuviera ganando. Los
últimos minutos fueron emocionantes, con Alemania atacando con
disparos de media distancia y centros que no pudieron vulnerar a Casi-
llas. Ganó España 1 a 0 a Alemania y por primera vez en su historia
alcanzaba una final. Por primera vez también, uno de los dos finalistas
no eran Brasil, Italia, Alemania o Argentina.
El 10 de julio en Port Elizabeth, Alemania y Uruguay definieron

559
el tercer puesto. Los goleadores Suárez y Muller volvieron a las ali-
neaciones titulares de sus respectivas selecciones. Sin embargo,
Joachim Loew no pudo contar con los engripados Lahm y Podolski,
además de Klose con molestias en la espalda. Sin presiones, ambos
salieron pensando en el arco rival. A los 10 minutos Friedrich estrelló
un cabezazo en el travesaño. A los 19 Muller abrió la cuenta empu-
jando un rebote de Muslera a un remate de Schweinsteiger 1 a 0. Los
uruguayos reaccionaron y a los 28 Suárez vio a Cavani y lo dejó solo
ante Neuer. Gol, 1 a 1 y al descanso.
Luego del entretiempo, a los 6 minutos, Forlán ensayó una media
tijera a una pelota enviada por Arevalo y convirtió el segundo. 2 a 1
Uruguay arriba. Pero Alemania empató rápidamente, a los 11 Muslera
salió en falso y Jansen convirtió de cabeza. 2 a 2. Continuaron las lle-
gadas en los dos arcos, hasta que Khedira a los 37 aprovechó una pe-
lota suelta en el área charrúa y marcó el tercero. En el descuento, For-
lán se perdió el empate cuando definió al travesaño. Alemania 3 –
Uruguay 2. Los europeos alcanzaron el tercer lugar por segunda vez
consecutiva.
La final se disputó el 11 de julio el estadio Soccer City de Johan-
nesburgo entre España y Holanda ante 84.490 personas. La terna arbi-
tral fue inglesa. Howard Webb fue el juez, Darren Cann y Michael
Mullarkey los asistentes 1 y 2. El japonés Yuichi Nishimura actuó
como cuarto árbitro. Webb sacó 13 tarjetas amarillas y 1 roja durante
la final.
Holanda formo con: Stekelenburg, Van del Wiel, Heitinga, Mathi-
jsen, Van Brockhorst (Capitán) (Braafheid), Van Bommen, De Jong
(Van der Vaart), Kuyt (Elía), Sneijder, Robben y Van Persie. DT: Bert
Van Marwijk.
España alistó a: Casillas (Capitán), Ramos, Piqué, Puyol, Capde-
vila, Alonso (Fabregas), Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro (Navas) y Vi-
lla (Torres). DT: Vicente Del Bosque.
España salió a buscar el gol desde el comienzo como lo venía ha-
ciendo en los partidos anteriores. La “furia” española se fue calmando

560
con el paso de los minutos y el trámite se emparejó. El primer tiempo
se fue con idas y vueltas sin profundidad. 0 a 0.
En el segundo España recuperó la pelota y dominó. Holanda se
replegó apostando a un contraataque. De contra, Robben desperdició
dos jugadas inmejorables para marcar a los 17 y 38 minutos. Los ibé-
ricos tuvieron una de Villa y otra de Ramos. No se pudieron sacar
diferencias en los 90 minutos por lo que fueron necesarios 30 más.
En el suplementario, el trámite continuó como en el segundo
tiempo. El juego era fuerte, principalmente del lado holandés. De Jong
le había aplicado una patada voladora en el pecho a Xavi Alonso que
Webb no vio y Heitinga se fue expulsado a los 3 minutos del segundo
tiempo suplementario. A los 11 minutos Fábregas habilitó a Iniesta,
que anotó el gol de la victoria. España 1 – Holanda 0. España se su-
maba al selecto grupo de selecciones campeonas del mundo. Fue la
cuarta final que se definió en la prórroga luego de Italia 34, Inglaterra
66 y Argentina 78. Para Holanda, fue su tercera final perdida, sobre
tres jugadas, tras Alemania 74 y Argentina 78.
Durante la primera ronda se anotaron 101 goles, la menor cantidad
conseguida durante la fase de grupos desde que los participantes son
treinta y dos. Las selecciones de la Conmebol se convirtieron en las
principales dominadoras de esa fase, pasando sus cinco equipos a la
segunda, con solo una derrota en quince partidos jugados. Por otro
lado, Europa y África decepcionaron: seis de los trece equipos euro-
peos y solo uno de los seis africanos pasaron a la siguiente fase. Den-
tro de los eliminados destacaron los dos equipos finalistas del Mundial
anterior, Italia y Francia, además de Sudáfrica, que se convirtió en la
primera selección anfitriona en la historia que no logró pasar a la se-
gunda etapa.
En segunda ronda, Sudamérica continuó con su racha clasificando
un equipo por cada una de las llaves, pero en cuartos de final solo so-
brevivió Uruguay, que clasificó a semifinales junto a tres europeos:
Alemania, España y Holanda. España consiguió así su primera parti-
cipación en semifinales, teniendo en cuenta que en 1950, a pesar de

561
finalizar en la cuarta posición, la última instancia consistió en una
liguilla. Finalmente, a pesar de que cinco de los diez primeros clasifi-
cados pertenecían a la Confederación Sudamericana, los tres ocupan-
tes del podio fueron selecciones provenientes de la Unión de Asocia-
ciones Europeas.
Todo el torneo estuvo marcado por importantes errores arbitrales
que influyeron en el desarrollo de varios partidos, incluyendo una se-
mifinal y la propia final.
Tras la consagración de España ante Holanda, este Mundial fue el
primero jugado fuera de Europa en el que se proclamó campeón un
equipo de dicho continente, además de que fue la primera vez desde
1998 en que ganó un equipo sin copas Mundiales anteriores en su
palmarés, así como la primera vez desde 1978 en que dos equipos sin
copas Mundiales se enfrentaron en la final.
En cuanto a los premios, el Balón de Oro al mejor jugador fue pa-
ra el delantero uruguayo Diego Forlán. Forlán es hijo del también fut-
bolista Pablo Forlán y nieto materno de Juan Carlos Corazzo, director
técnico de la selección de Uruguay en el Mundial de 1962, se inició en
el tenis, pero luego decidió continuar con la tradición familiar y dedi-
carse al fútbol. Obtuvo dos Botas de Oro, en las temporadas 2004-05 y
2008-09. Es también el jugador con más partidos disputados en la his-
toria de la selección uruguaya, con 108 participaciones. Jugó en Inde-
pendiente, Manchester United, Villarreal, Atlético de Madrid, Inter de
Milán, Internacional y Cerezo Osaka.
El alemán Thomas Müller se quedó con la Bota de Oro al golea-
dor con 5 tantos. Le marcó 1 a Australia, 2 a Inglaterra, 1 a Argentina
y 1 a Uruguay. Segundo quedó el español Villa y Tercero el holandés
Sneijder, también con 5 pero con menor cantidad de asistencias. Se
marcaron 145 goles en 64 partidos, un promedio de 2,27 por encuen-
tro.
Muller también fue designado como el mejor jugador joven del
torneo. Iker Casillas se consagró como el mejor arquero del Mundial.
Con 8 tarjetas amarillas, la selección española fue condecorada con el

562
premio al juego limpio.
El equipo ideal del torneo estuvo integrado por: Casillas (España);
Ramos (España), Lucio (Brasil), Puyol (España); Schwesinsteiger
(Alemania), Lahm (Alemania), Xavi (España), Iniesta (España),
Sneijder (Holanda); Forlán (Uruguay) y Villa (España).
Fue seleccionado como el gol del la Copa un gol de Forlán, que
consistió en un tiro de volea desde el borde del área luego de un centro
de Egidio Arévalo Ríos, quien había armado una jugada por banda
derecha junto a Luis Suárez
La pelota oficial con que se jugó el campeonato era el modelo Ja-
bulani, fabricado por la marca Adidas. Como principales característi-
cas destacaban una capa de supercabonato que se suponía ayudaba a
precisar los tiros. Totalmente esférica, muy difícil de parar, la “Jabu-
lani” (que significa “celebrar” en zulú) fue diseñada por la Universi-
dad de Loughborough en el Reino Unido. Una versión dorada de este
balón, llamado Jo’bulani, fue utilizada en la final de la Copa Mundial.
Una curiosidad de este Mundial fueron las dotes de adivinación
que se le atribuyeron a un pulpo llamado Paul. Se le conoce por haber
pronosticado los resultados de los partidos en los que jugó Alemania,
en la Eurocopa 2008 y el Mundial de Sudáfrica 2010. Debido al gran
interés mediático, hicieron que Paul pronosticara el resultado de la
final del Mundial 2010 aunque no jugara la selección alemana y pro-
nosticó la derrota de la naranja mecánica ante España, y acertó. Antes
de cada partido internacional de la selección alemana, a Paul se le pre-
sentaban dos contenedores idénticos con comida: uno de ellos estaba
marcado con la bandera de Alemania y el otro con la bandera del
equipo oponente. La elección de Paul se interpretaba con el equipo
que lograría la victoria. De esta forma, Paul escogió correctamente
cuatro de los seis partidos que jugó Alemania en la Eurocopa 2008 y
en los primeros seis partidos en la Copa Mundial de Fútbol de 2010.
También “predijo” que España vencería a Alemania en la semifinal y
acertó.
El fenómeno mediático protagonizado por Paul hizo que muchos

563
medios de comunicación consideraran que superó en popularidad a la
mascota oficial del campeonato, el leopardo Zakumi. Una vez finali-
zado el Mundial, y habiéndose cumplido todos los pronósticos indica-
dos por Paul, los dueños del acuario en el que vivía este animal, ofi-
cializaron su retiro del medio. Para coronar su “hazaña”, le fue obse-
quiado al pulpo una réplica de la Copa Mundial de fútbol, la cual fue
puesta en el interior de su acuario, señalando que él también se coronó
campeón al acertar todos sus pronósticos.
Los hinchas sudafricanos utilizaron para alentar a su equipo, y en
general, una especie de corneta larga de plástico denominada vuvuze-
la, en zulú. En español, debe escribirse “vuvucela”, según las reglas
ortográficas españolas. Ha sido usada desde los años 60 en diferentes
estadios del mundo sin ningún nombre específico, pero debe su nom-
bre africano a que fue popularizada en tiempos de la Copa Mundial de
Fútbol de 2010 en Sudáfrica.
Durante la Copa FIFA Confederaciones 2009, las cadenas de ra-
dio y televisión solicitaron al organismo mundial la prohibición de las
vuvucelas al considerarlas molestas y perjudiciales para la retransmi-
sión de los encuentros, algo que también hicieron algunos jugadores y
entrenadores. En el Mundial de Sudáfrica, algunas cadenas de televi-
sión adaptaron un filtro para eliminar el ruido de las vuvucelas sin
afectar a otros sonidos.
Un estudio concluyó que dicho elemento puede ocasionar serios
daños al aparato auditivo de las personas debido al elevado nivel de
intensidad de sonido que emite. A modo de comparación, el motor de
un avión en marcha genera 120 dB (decibelios), y al momento de des-
pegar 130 dB. Una vuvucela ejecutada a corta distancia alcanza 127
dB. A pesar de las críticas, la FIFA permitió el uso de las vuvucelas en
la Copa Mundial de Fútbol de 2010, por considerarlas parte del folklo-
re sudafricano.

Síntesis:

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Campeón: España 12°: Estados Unidos 23°: Serbia
Subcampeón: Holanda 13°: Inglaterra 24°: Dinamarca
Tercero: Alemania 14°: México 25°: Grecia
Cuarto: Uruguay 15°: Corea del Sur 26°: Italia
5°: Argentina 16°: Eslovaquia 27°: Nigeria
6°: Brasil 17°: Costa de Marfil 28°: Argelia
7°: Ghana 18°: Eslovenia 29°: Francia
8°: Paraguay 19°: Suiza 30°: Honduras
9°: Japón 20°: Sudáfrica 31°: Camerún
10°: Chile 21°: Australia 32°: Corea del Norte
11°: Portugal 22°: Nueva Zelanda

565
Brasil 2014

“El presente”

CONMEBOL y UEFA son las únicas confederaciones que han


ganado el trofeo Mundial a lo largo de su historia. 9 títulos han sido
obtenidos por tres países sudamericanos: 5 veces por Brasil, 2 veces
por Uruguay y 2 veces por Argentina. Pese a su éxito en el torneo,
Sudamérica solo la ha albergado en 4 oportunidades, Uruguay 30,
Brasil 50, Chile 62 y Argentina 78, mientras que 10 han sido realiza-
das en Europa.
El 7 de marzo de 2004, la FIFA anunció que aceptaría postulacio-
nes para la Copa Mundial solo de países integrantes de la CONME-
BOL, basado en su política de rotación continental adoptada por FI-
FA. Rotación cada vez más rara porque si en 2002 le tocó a Asia, en
2006 Europa, 2010 África, 2014 América, en 2018 debería haber sido
Oceanía o de vuelta a empezar la rotación con Asia. Sin embargo,
sería Europa con Rusia 2018 y luego sí Asia con Qatar 2022.
Brasil y Colombia aspiraban a ser sede en 2014. La CONMEBOL
anunció que sus asociados apoyarían unánimemente a Brasil para que
realizara la XX versión del Campeonato por lo que Colombia se bajó
de la candidatura.
La Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 será la XX edición. Se
realizará entre el 12 de junio y el 13 de julio de 2014, siendo la segun-
da vez que este certamen deportivo se realice en Brasil después de
1950. Será la primera vez desde 1978 que una Copa Mundial se reali-
ce en América del Sur.
Como dato destacable, por primera vez en una Copa Mundial de
Fútbol, los partidos utilizarán la tecnología que ofrece el balón inteli-
gente, para determinar en jugadas dudosas si el balón cruzó o no toda
la línea de gol.
El 31 de mayo de 2009, el Comité Ejecutivo de la FIFA, reunido

566
en Nassau, Bahamas, ratificó las 12 sedes oficiales donde se realizarán
los partidos del Mundial: Belo Horizonte (69.950), Brasilia (70.807),
Cuiabá (42.500), Curitiba (41.375), Fortaleza (60.000), Manaos
(50.000), Natal (45.000), Porto Alegre (60.000), Recife (46.154), Río
de Janeiro (76.525), Salvador de Bahía (50.433) y San Pablo (65.281)
fueron seleccionadas, mientras Belém, Campo Grande, Florianópolis,
Goiânia, Maceió y Rio Branco fueron finalmente marginadas. Los
estadios serán completamente renovados, y en el caso de Brasilia,
Cuiabá, Manaus y Natal, estos serán reconstruidos en su totalidad.
Solo en el caso de Recife será un estadio completamente nuevo.
La ciudad de San Pablo tenía originalmente como sede al Estadio
Morumbí, pero luego que no se garantizaran los recursos económicos
para su remodelación, fue descartado de la cita mundialista. Finalmen-
te se eligió al nuevo estadio del Corinthians para albergar el evento.
La FIFA anunció una lista de 25 árbitros, provenientes de las 6
confederaciones continentales. Néstor Pitana será el representante de
Argentina.
La pelota utilizada será la Adidas Brazuca. Mediante una numero-
sa votación en la que participaron más de un millón de brasileños, la
opción “Brazuca” fue la ganadora con poco más del 70% de los votos
suministrados en la votación, lo que significa que será el sucesor in-
mediato del Adidas Jabulani.
En tal elección, se presentaron otros dos nombres en potencia para
el balón oficial del campeonato: “Bossa Nova” y “Carnavalesca”. Los
tres nombres empleados para la votación fueron inspirados en elemen-
tos de la cultura brasileña. El término ganador, “Brazuca”, es sinóni-
mo de brasileño y representa la forma de ser de los brasileños que se
encarna en su emoción, orgullo y buena voluntad.
Esta votación pública representó la primera vez en la historia de
los campeonatos del mundo que se permitió a los seguidores ser parte
en la elección del nombre de un balón oficial para el torneo.
La Copa Mundial de Fútbol de 2014 representará la décimosegun-
da ocasión, todas de manera consecutiva, en que la empresa deportiva

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Adidas es la encargada de proveer el balón para el torneo, desde que
incursionó en la Copa Mundial de Fútbol de 1970 por primera vez con
un diseño exclusivo para el Mundial, el Adidas Telstar.
La FIFA y el Comité Organizador Local (COL) presentaron como
mascota del Mundial a un armadillo de tres bandas (el Tolypeutes Tri-
cinctus).
En el marco del programa semanal de variedades, que transmite la
brasileña TV O Globo, tuvo lugar la presentación oficial de la masco-
ta, que fue recibida calurosamente por Ronaldo, leyenda del fútbol
brasileño y miembro de la directiva del COL.
La presentación tuvo lugar después de una semana de actividades
en la que la mascota hizo algunas visitas extraoficiales por todo Brasil.
En una de ellas, en la playa de Boa Viagem en Recife, se repartieron
dos mil catorce balones azules que representan su original armadura
azul y en otra se dio cita virtual con su amigo Ronaldo en San Pablo,
así como con otras personalidades durante partidos transmitidos en
directo. El armadillo ya tiene su canción oficial, “Tatu Bom de Bola”,
que interpreta el astro musical Arlindo Cruz.
La FIFA y el COL eligieron el diseño definitivo de la mascota tras
examinar 47 propuestas de seis agencias brasileñas. Se tuvieron en
cuenta varios factores en el análisis de mercado y exhaustivos estudios
entre niños brasileños de 5 a 12 años antes de optar finalmente por el
armadillo, creado por la agencia 100% Design.
En la página oficial de la FIFA, el público pudo bautizar a la mas-
cota oficial participando en una votación que duró hasta mediados de
noviembre de 2013. Los tres nombres propuestos, que eligió un ilustre
jurado formado por Bebeto, Arlindo Cruz, Thalita Rebouças, Roberto
Duailibi y Fernanda Santos, son: Amijubi, que simboliza la amistad y
la alegría, y dos denominaciones con un mensaje ecológico: Fuleco y
Zuzeco. “Fuleco” fue el ganador.
En total, 202 de las 208 federaciones afiliadas a la FIFA tomaron
parte de la fase de clasificación. El reparto de plazas se mantuvo igual
que en 2006 y 2010, con excepción de la confederación que organiza

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el torneo, que obtiene una plaza adicional. El único debutante en Bra-
sil 2014 será Bosnia y Herzegovina.
Los equipos 32 clasificados son: Alemania, Argelia, Argentina,
Australia, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Camerún, Chile,
Colombia, Corea del Sur, Costa de Marfil, Costa Rica, Croacia, Ecua-
dor, España, Estados Unidos, Francia, Ghana, Grecia, Holanda, Hon-
duras, Inglaterra, Irán, Italia, Japón, México, Nigeria, Portugal, Rusia,
Suiza y Uruguay.
Los cabezas de serie fueron: Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil,
Colombia, España, Suiza (Blatter es suizo) y Uruguay.
Los grupos quedaron conformados por: Grupo A: Brasil, Came-
rún, Croacia y México. Grupo B: España, Australia, Chile y Holanda
(campeón y subcampeón en el mismo grupo). Grupo C: Colombia,
Costa de Marfil, Grecia y Japón. Grupo D: Uruguay, Costa Rica, In-
glaterra e Italia (el grupo de la muerte). Grupo E: Suiza, Ecuador,
Francia y Honduras. Grupo F: Argentina, Bosnia y Herzegovina, Irán
y Nigeria (una vez más en el grupo de Argentina). Grupo G: Alema-
nia, Estados Unidos, Ghana y Portugal. Grupo H: Bélgica, Argelia,
Corea del Sur y Rusia.
El búnker argentino estará en Vespasiano, Minas Gerais. Es el
predio Ciudad do Galo, el lugar de entrenamiento del Atlético Minei-
ro. Lo que buscó el entrenador fue un lugar que estuviera estratégica-
mente ubicado en el amplio territorio brasileño y que, a su vez, tuviera
grandes comodidades. Y es el caso: las instalaciones localizadas en
Belo Horizonte, lo más céntrico para desplazarse por el país, cuenta
con cuatro canchas de fútbol con medidas reglamentarias, un hotel con
amplia capacidad, un departamento médico con equipos de última
generación, salas de fisiología y fisioterapia, una piscina climatizada,
una cancha de arena, un auditorio, salas de juegos y una sala de pren-
sa. Cabe destacar que por todo eso se lo consideró en 2010 como el
mejor campo de deportes de todo Brasil, según un estudio realizado
por SportTV y la Universidad Federal de Vicosa.
El combinado nacional arribará a Mina Gerais el 9 de junio, seis

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días antes del debut en el Campeonato del Mundo. La selección albi-
celeste jugará el 15 de junio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro
ante Bosnia; el 21 en el Mineirao de Belo Horizonte contra Irán; y el
25 de junio en el estadio Beira-Río de Porto Alegre frente a Nigeria.
El segundo rival de Argentina, Irán, anunció que no realizará pre-
paración previa para la Copa del Mundo por los problemas económi-
cos que sufrió el país. Los problemas sociales y militares que vive Irán
hoy en día afectan seriamente al fútbol y su preparación de cara a la
Copa del Mundo. Las sanciones por los proyectos nucleares dejaron
en la ruina económica al país asiático y por esto el gobierno y la fede-
ración encargada del fútbol decidieron que la gira y concentración que
iba a realizarse en Sudáfrica durante el mes de abril fuera cancelada.
Según informó el entrenador del seleccionado, Carlos Queiroz, el sta-
ge de entrenamiento planeado en Austria, en mayo, también sería can-
celado. De esta forma, la selección no tendrá preparación alguna y el
único amistoso que disputará sería frente a Papua-Nueva Guinea.
Contrastando con la austeridad iraní, Alemania no encontró en
Brasil un búnker a su gusto y por eso mandó a construir un complejo
en Santo André, estado de Bahia, para que hospede a sus jugadores
durante la cita mundialista. El complejo llevará el nombre de Camp
Bahía y contará con 13 casas, una cancha de fútbol y una sala de pren-
sa, todo distribuido en un kilómetro a la redonda, financiado con el
apoyo económico de varias empresas alemanas, entre ellas el principal
sponsor de la selección: Mercedes Benz. Una constructora del país
europeo se mudó a Brasil para realizar las obras. Este hecho es la pri-
mera vez que se registra ya que, por lo general, las delegaciones se
distribuyen en los predios de los equipos locales.
La fiesta inaugural del Mundial Brasil 2014 será en San Pablo el
12 de junio y tendrá una duración de 25 minutos con danzas típicas,
“capoeira” y samba de carnaval. La ceremonia incluirá además coreo-
grafías con pelotas de fútbol y terminará con la presentación de las
cantantes Jennifer López y Claudia Leitte y del rapero estadounidense
Pitbull, quienes interpretarán la canción-tema del Mundial, “We Are

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One” (Somos uno solo). La fiesta, que movilizará a cerca de 1.200
personas, fue ideada por la empresa del ex director artístico del Cirque
du Soleil, el italiano Franco Dragone. Cerca del 60 por ciento de los
participantes de la ceremonia son voluntarios de organizaciones no
gubernamentales y escuelas de danza, circo y “capoeira”, con edades
entre 20 y 30 años. Los artistas no recibirán paga alguna. La apertura
no incluirá discursos de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ni del
presidente de la FIFA, Joseph Blatter. La intención de la FIFA es evi-
tar potenciales abucheos como los que Rousseff y Blatter sufrieron en
la inauguración de la Copa Confederaciones 2013.
Precisamente en el estadio de la ceremonia inaugural, donde pos-
teriormente jugarán Brasil-Croacia, falló una grúa durante su cons-
trucción y produjo la caída de una estructura metálica causando la
muerte de al menos dos personas y dejando graves daños a la infraes-
tructura.
En Manaos, un obrero murió tras sufrir un golpe en la cabeza
cuando desmontaba una grúa. En la misma sede, donde se jugará In-
glaterra-Italia, ya murieron tres trabajadores.
Desde que comenzaron las obras en el estadio, tres operarios mu-
rieron, dos de ellos tras caer desde varios metros de altura y otro des-
pués de sufrir un infarto.
Además, en junio de 2012, en el estadio Nacional de Brasilia, un
operario de 21 años murió al caer de una altura de 30 metros. Y el
pasado 15 de abril, otro obrero falleció al caer unas vigas en las obras
del estadio Palestra Italia, también en la ciudad de San Pablo, pero que
no será sede del Mundial.
Brasil tuvo dificultades para entregar los estadios, también en rea-
lizar mejoras en el transporte público y otros proyectos vinculados al
Mundial en los tiempos especificados por el organismo rector del fút-
bol, la FIFA.
La deficiente organización generó marchas y numerosas críticas.
Tal vez el más enérgico fue el ex futbolista Romario, quien se desem-
peña ahora como diputado. Según una nota del diario deportivo Olé

571
del 13 de marzo de 2014, el “Chapulín” declaró que: “Jérôme Valcke
(secretario general de la FIFA) es el chantajista más importante del
deporte Mundial y el presidente (Joseph Blatter) es un ladrón, corrup-
to e hijo de puta”, lanzó furioso el Chapulín en ESPN Brasil. Siguió:
“Blatter y Valcke van a quedar millonarios a costa del Mundial de
Brasil y no pasó nada según nuestra presidenta, nuestros secretarios,
nuestros gobernadores, que también están enriqueciéndose”, sostuvo.
A la hora de justificar sus dichos, sacó cuentas de los costos por
asiento con respecto a ediciones anteriores y se alarmó por los gastos.
“En Brasil el coste por asiento es de 3.593 euros, casi el doble de lo
que se gastó en Sudáfrica (1.684 euros) y Alemania (1.671)”, manifes-
tó. Y a pesar del despilfarro de dinero, no cumplieron con las expecta-
tivas: “En el Mané Garrincha, arena de Brasilia que costó alrededor de
500 millones de euros, hay goteras, no hay internet y tampoco sistema
de aire acondicionado. La calidad de las obras es mala”.
Brasil 2014 será el Mundial de los millones. Según un informe de
la agencia Euromericas Sport Marketing, la cotización de los 32 plan-
teles que disputarán la Copa asciende a 6.400 millones de euros. El
podio lo integran España, Brasil y Argentina. El seleccionado más
caro es el campeón del mundo, España, ese combinado de estrellas
encabezado por Xavi, Iniesta, Iker Casillas y Xabi Alonso está valua-
do en 534 millones de euros. En el segundo puesto aparece el anfitrión
Brasil, que con Neymar como estandarte tiene una cotización de 508
millones. Un paso atrás, con un valor estimado de 497 millones, aso-
ma la Argentina de Leo Messi. Los primeros cinco lugares los com-
pletan Alemania (491) y una de las grandes sorpresas, Bélgica (387),
que supera a selecciones pesadas como Francia, Inglaterra, Italia o
Portugal, con Cristiano Ronaldo incluido. En el otro extremo aparecen
Corea del Sur (37), Honduras (29), Costa Rica (26,5) e Irán (22,5).
Los 6.400 millones de euros que suman los 32 planteles superan hol-
gadamente los 5.600 millones en los que estaban cotizados los selec-
cionados participantes en Sudáfrica 2010, de acuerdo con un informe
similar elaborado por Euromericas Sport Marketing hace cuatro años.

572
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Olé, junio – julio 2006.
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Emol.com
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Wikipedia.com.ar
Yahoo.com.ar
Youtube.com.ar

Revistas
El Gráfico, junio – julio 1978. Atlántida, 1978.
Mundial 2006, Guía completa de la Copa. Clarín, junio 2006.
Revista Clarín Fútbol 97.1997.

576
Agradecimientos

A Cecilia, mi esposa, por su apoyo incondicional. A Sofia, mi hi-


ja, por no reprocharme el tiempo robado por este libro. A Eliana por
su colaboración en la confección de la tapa.

577
Índice

- Prólogo

- Nacimiento del fútbol

- La FIFA

- Mundial Uruguay 1930

- Mundial Italia 1934

- Mundial Francia 1938

- Mundial Brasil 1950

- Mundial Suiza 1954

- Mundial Suecia 1958

- Mundial Chile 1962

- Mundial Inglaterra 1966

- Mundial México 1970

- Mundial Alemania 1974

- Mundial Argentina 1978

- Mundial España 1982

- Mundial México 1986

- Mundial Italia 1990

578
- Mundial EEUU 1994

- Mundial Francia 1998

- Mundial Corea-Japón 2002

- Mundial Alemania 2006

- Mundial Sudáfrica 2010

- Mundial Brasil 2014

- Bibliografía

- Agradecimientos

- Índice

579
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Mayo de 2014

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