Aniyar-de-Castro,-Lola Pp. 343-378
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Antecedentes del Siglo XX. El marco histórico y cultural. Riesgo, miedo y enemigo. "La
Criminología Actuarial", La Globalización. ¿Mundo globalizado igual a mercado insti-
tucional globalizado? Castigar a "el otro". Los nuevos enemigos internacionalizados:
el inmigrante, el diferente, el terrorista. Endureciendo el control social. Gobernanza y
sistema penal. La peligrosidad del sistema penal. El sentido de los Derechos Humanos
para la Criminología: una mirada ética. El castigo adicional alosgrupos de riesgo.
1 "Is the Treatment of Criminal Offenders really necessary?", en Federal Probatíons, 40, 1976.
Ver sobre todos estos antecedentes el Trabajo de Tony P1att y Pau1 Takagi, "Crítica a los nuevos
realistas", en Capítulo Criminológico, N° 6, ob. cit.
344 LoLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODINO
sólo si se verifican unas tres mil ejecuciones al añ0 2 • Todo esto fue muy
popular en las revistas y periódicos de la época, de divulgación para la gente
común. La más publicitada fue la obra de James Q. Wilson: Gran cambio
en las prisiones: Castigar, no reformm-3. Hasta en New York Times hubo un
columna de Jackson Toby, donde proponía que los "incorregibles deben ser
privados de libertad sin fijación previa de su duración". Se trata de Profeso-
res de buenas Universidades. con investigaciones financiadas por sustan-
ciosos recursos 4 • Durante el período de la Gran Depresión (años treinta),
proliferaron, sin embargo, programas de inclusión social, como las becas de
trabajo, entrenamiento vocacional y recreación. como los mencionados antes
del Chicago Area Project, y el Cambridge-SomerviHe. El Estado norteameri-
cano dedica esfuerzos a una política penal correccional sólo después de la
segunda Guerra Mundial. A partir de los años cincuenta, se introducen las
Cajas de Trabajo penitenciario, para quienes estaban en libertad provisional,
subsidios a los Distritos para alentar la supervisión local como alternativa a
la prisión; clasificación para los diferentes niveles de delincuencia, y progra-
mas de tratamiento intramuros, algunos experimentales.
En 1963, el Consejo Nacional para el Crimen y la Delincuencia reco-
mienda la adopción de un Acta Modelo para las Sentencias (Model Sentencing
Act) , mediante la cual la mayoría de los no considerados peligrosos podían
estar bajo supervisión no institucional. Los Estados que los aceptaron tuvie-
ron menos problemas de violencia intracarcelaria.
A aquellas tentativas del pragmatismo punitivo. se deben las Teorías.
más recientes, de Cero Tolerancia y de la Ventana Rota, y el gran negocio que
Bratton instaló a través de franquicias bien pagadas en muchos países lati-
noamericanos, de un programa que (aunque se discute que fuera de verdad
así) habría logrado disminuir la violencia en el Metro de Nueva York.
Muy interesantes han sido los experimentos de los alcaldes de Bogotá
y de Medellín 5 , que durante tres períodos sucesivos de Gobierno municipal
lograron disminuir la violencia en dos ciudades que eran, paradigmática-
mente, de las más violentas del mundo, simplemente haciendo enormes
inversiones en calidad de vida y gestión cultural (por ejemplo, bibliotecas de
alto nivel, campos deportivos de primera clase, salas de conciertos, sistemas
2 Lethinen, Marlene, ''The value of life. An argument for the Death Penalty", en Crime and
Delinquency, 23 de julio de 1977, pp. 237-252.
3 "Big Change in prisons: Punish not reform", en US News and World Report, agosto 25, 1975.
4Por ejemplo, las Fundaciones Ford y Rockefeller, aunque también se enfrentaron a los que
denominaban "abogados utópicos".
5 Los Alcaldes Mokus, Fajardo y Peñaloza.
MANUAL DE CRIMINOLOGÍA SOCIOPOLÍTICA 345
El siglo XXI se nos había anunciado como uno portador de progresos tec-
nológicos y también espirituales. Aun cuando ya el siglo anterior había anun-
ciado presagios de que la memoria humana podía ofrecer agujeros negros
sobre una historia reciente de sangre, destrucción, odios y guerras, y que su
desarrollo progresista pudiera encontrar frenazos coyunturales; las imágenes
documentadas de los espantosos exterminios genocidas, y las experiencias
paranoides de los autoritarismos, aunados a la desaparición de la Guerra
Fría, por el rechazo que despertaron, permitían copserVar las esperanzas.
Son precisamente el desarrollo tecnológico, la globalización, la falsa des-
aparición de las fronteras, la sustitución de la Guerra Fría por otro sistema
de odios y enfrentamientos los que han comenzado a. definir un panorama
oscuro sobre el futuro de la humanidad. Esto no podía sino reflejarse en las
políticas penales y criminales. De hecho, para explicar y legitimar ciertas
políticas regresivas se nos remite a la Teoría de la· Sociedad del Riesgo, en
la cual se generarían temores y ansiedades generalizados. El Riesgo sería el
signo de la centuria en que vivimos. Es el inicio de la Era del Miedo (The Age
ofFear). Yel Riesgo, como veremos, es el partero del miedo y la insolidaridad.
En la modernidad tardía 7 , según esa Teorías, y en virtud de las nuevas
tecnologías y de las imprevistas catástrofes naturales que se han desencade- .
nado, se estarían produciendo riesgos que, aunque en buena parte artificia-.
les o construidos, tendrían la capacidad de generar destrucciones masivas.
En una Sociedad del Riesgo no existiría la posibilidad de establecer patrones·
de regularidad o normalidad. En ella todo sería incierto, y no habría forma.
de manejar signos confiables de previsibilidad y calculabilidad9 • Es innegable
LOS MEDIOS
• Seleccionan
• Divulgan
• Ocultan
.. Convierten acontecimientos en sucesos
• Comercializan el delito al venderlo con otros "objetos de
consumo"
• De esta manera, espanden el miedo
11 También se recurrió al miedo en épocas anteriores para permitir las persecuciones de muje-
res definidas como "brujas". Ver Delumeau, Jean, La peur en Occident, París, Fayard, 1978;
traducción española: El miedo en Occidente, Madrid, Taurus, 2012.
12 Casos novedosos de violación del derecho a la intimidad y a la privacidad se conocen en
2013, relacionados con la penetración del espionaje político, en algunos casos oficial, de los
mensajes y comunicaciones a través de Internet; cuya denuncia, adicionalmente, ha generado
persecuciones internacionales y requerimientos de asilo político de los denunciantes.
MANUAL DE CRIMINOLOGÍA SOCIOPOLÍTICA 349
13 Un informe del ex Ministro francés Sarkozy, antes de ser Presidente, que presentó a la
Asamblea Nacional, se basó en una investigación del Instituto Nacional para la Salud y la Inves-
tigación Médica (INSERM), y solicitaba establecer medidas de seguimiento a niños que, desde
el Jardín de Infancia, podrían ser tempranamente detectados, y por lo tanto, ser considerados
sospechosos de conductas indebidas en el futuro. Esto ha estado apoyado en nuevas investi-
gaciones sobre niños muy pequeños, diagnosticados por parientes y maestros, no por médicos,
con hiperactividad o déficit de atención, a los cuales se les estigmatizaría por su potencialidad
de conductas disruptivas.
350 LoLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODINO
El enemigo
14 Declaraciones del SOCo Roberto Briceño León en el seminario realizado por Venamcham
sobre Represión del Delito y Derechos Humanos, El Nacional, 16-06-2005. Por su parte. Liliana
Ortega, representante de Cofavic. anota que el 80% de estos casos no llega a juicio. y los que
llegan son absueltos. y acusa a la impunidad como prornotora de esos hechos.
352 LOLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODlNO
Latinos
Negros
Musulmanes
Delincuentes
15 Wacquant, Loi:c, Les prisons de la mise re, París, Raisons D'agir, 1999. Ver también Tournier,
Pierre, "La délinquance des étrangers en France: analyse des statistiques penales" en Palidda,
Salvatore, Délit d 'immigration. Immigrant delinquency, Bruselas, Comision Europeenne, 1996,
p.158.
16 Wacquant, LoIc, Les prisons ... , ob. cit., p. 111.
356 lotA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODlNO
El terrorismo
protesta popular.
20 Venezuela es uno ellos.
21 Alagia, Alejandro, "Otra vez una ley antiterrorista", Página 12, 22 de diciembre de 2011.
360 LoLA ANIYAH DE CASTHO - RODHlGO CODINa
El uso del sistema penal (gracias a un Poder Judicial sin autonomía real
por su provisionalidad, decretada en la práctica, y a un Ministerio Público
partidista) para perseguir y destruir enemigos políticos es otro tema que en
este momento se debate en Venezuela; y uno podría preguntarse en cuáles
otros países el sistema se convierte también en letal arma política para
destruir al enemigo.
y así, en variados sentidos. Podliamos sugerir un nuevo concepto de peli-
grosidad: la peligrosidad del sistema penal.
Por otra parte. considerar que los muertos en enfrentamientos entre ban-
das o grupos no deberían contabilizarse como cifras de homicidios realiza-
dos 22 , es negar el valor de la vida humana y acentuar su desprotección así
como la agresión al Estado de Derech0 23 .
Hemos visto que la protección de los Derechos Humanos debe ser
el objeto y a la vez el límite del poder punitivo del Estado; así como que el
objetivo por construir es un Derecho Penal Mínimo, (llamado por algunos
autores Derecho Penal Axiológico o Derecho Penal de la Constitución)24. La
contrarreforma institucional que estamos experimentando, es exactamente
la inversión de los principios postulados por los Derechos Humanos. Ningún
principio iushumanista se ha abandonado más que el del Derecho Penal
Mínimo: el Derecho Penal no sólo deja de ser mínimo, sino que hasta ha
dejado de tener, al admnistrativizarse, la apariencia formal del Derecho
Penal. Parece, pues, que ha llegado el momento para que una renovada
Criminología Crítica que enfrente al Estado policial-penal máximo y a su
lenguaje de guerra, proclame que el Derecho Penal Mínimo debe ser consi-
derado como un Derecho Human0 25 .
Sin embargo, en nuestra Región hay actualmente ataques recientes
orientados a hacer desaparecer a los organismos internacionales encargados
junio de 2008.
23 En la Argentina, las cifras parecen no ser alarmantes respecto de las muertes en cárceles,
aunque suelen señalarse algunos casos de "zorta liberada" en algunas prisiones que permiten
el ajuste de cuentas entre reclusos bajo la mirada complaciente de la autoridad penitenciaria.
24 Como Baratta, que afirma: El Derecho Penal debe ser "el espacio residual que queda para
la intervención punitiva dentro de la política integral de protección de los derechos, cuando esa
intervención se considere inevitable para responder a gravísimas violaciones de derechos funda-
mentales". Ferraioli también ha escrito muchas páginas sobre el tema.
25 Ver Benito, Mauricio: como forma de contener la crisis social generada como consecuencia
del creciente número de marginados, se ha apostado por una política represiva asentada sobre el
principio de más Estado Penal. Esto nos lleva a la situación de contar con "Estado mínimo" para
las políticas sociales y económicas y "Estado máximo" en materia policial-penal.
MANUAL DE CRIMINOLOGÍA SOCIOPOLÍTICA 361
del respeto a los Derechos Humanos 26 , los cuales, por la distancia que
tienen con los poderes locales, podrían tener una imparcialidad superior.
Estos poderes pretenden así evitar el control de los desmanes realizados,
precisamente, a través del sistema penal, para neutralizar. castigar o ate-
rrorizar a sus enemigos políticos 27 . Y es que el uso del sistema a pesar
de los procesos espurios que realiza, da una máscara de legitimidad a esos
desmanes.
Por eso también se hace cada vez más urgente considera!" la independen-
cia del Poder Judicial como un derecho humano.
Pero ya el eslogan de "guerra contra el crimen" no es sólo un asunto de
lenguaje: no solamente las policías y las actividades de contraterrorismo. las
políticas contra las drogas o las instituciones que manejan el crimen organi-
zado se han ido militarizando, sino que también se está solicitando que las
policías y las actividades del control formal de la delincuencia convencional
tengan una organización interna militarizada, cuando no que se refuercen
con presencia o prácticas militares. La violencia está también presente en
el lenguaje de los gobiernos y de los políticos que se ofrecen en elecciones28 •
y como la violencia se aprende, la violencia que pudiera aparecer en la socie-
dad se retroalimenta también con los discursos oficiales.
Al ser un proyecto exclusivamente de segundad, el proyecto de la socie-
dad del riesgo implicará diferentes clases de leyes y de jurisdicciones, así
como una Criminología dispuesta a diseñar parámetros de una política cri-
minal más dura.
Es, igualmente, el momento en el cual la Criminología ha dejado de ser.
"ciencia auxiliar del Derecho Penal", al colocarlo a éste sólo como uno de
los diversos objetos de su estudio y análisis crítico. Como se ha dicho, 'una
Criminología como Teoría Crítica del Control Social, la cual no es más que
una Criminología de los Derechos Humanos, al ser axiológica, no es diferente.
de la Política Criminal. Y es parte de su tarea tanto el estar vigilante de las
desviaciones que se produzcan en el terreno de los valores como tener bajo
observación los movimientos de las relaciones de poder.
Hay ya una larga lista de situaciones en las cuales podemos identificar
esas desviaciones. Quedan por agregar las muchas que se están produciendo
en los ámbitos internos e internacionales. Entre otras cosas, las guerras que
1 Aniyar de Castro, Lola, Criminología de los Derechos Humanos ... , ob. cit., p. 133.
2 Ibídem.
364 LoLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODlNO
3 Ibídem, p. 13l.
4 Goldberg, Elkhonon, El cerebro ejecutivo. Lóbulos frontales y mente civilizada, Barcelona,
El elefante en el bazar
La Sociobiologia
8 Para el Premio Nobel de Medicina Eric Kandel, la tarea de las neurociencias es aportar expli-
caciones de la conducta en términos de actividades cerebrales, explicar cómo actúan millones
de células nerviosas individuales en el encéfalo para producir la conducta y cómo, a su vez,
estas células están influidas por el medio ambiente, incluyendo la conducta de otros individuos
(Kandel, Eric; Schwartz, James y Jessel, Thomas, Neurociencia y conducta, Madrid, Prentice
Hall, 2005, p. 6).
9 Zaffaroni, E. Raúl, La palabra... , ob. cit. p. 339.
10 Andrieu, Bernard, "L'anomalie ... ", ob. cit., p. 412.
1JSociobíología. La nueva síntesis, Barcelona, Omega, 1980; y Sobre la naturaleza humana,
México, FCE, 1983.
12 En este libro, Dawkins dice: "Los genes siguen marchando (oo.) ese es su oficio. Ellos son
los reproductores y nosotros somos sus máquinas de supervivencia. Cuando hemos cumplido
nuestra finalidad, se nos hace a un lado. Pero los genes son los habitantes del tiempo geológico:
los genes son eternos (. .. ) Cual eficaces pistoleros de Chicago, nuestros genes han sobrevivido,
en algunos casos durante millones de años, en un mundo sumamente competitivo. Esto nos
autoriza a prever ciertas calidades en nuestros genes. Aduciré que una previsible cualidad pre-
dominante en un gen eficaz es un egoísmo implacable". '
MANUAL DE CRIMINOLOGíA SOCIOPOLÍTICA 367
Las neurociencias
La aenenca
18 Christiansen, Kirk O., "La génesis de la conducta agresiva. Implicaciones de un estudio del
delito en un estudio de mellizos daneses", en Aniyar de Castro, Lola y Tineo, Audelina (comps.),
Los rostros ... , ob. cit., pp. 268-269.
19 Mofitt, Terrie, "Program and Abstracts", Stochkholm Criminology Symposium, 4 de junio de
2006, p. 16.
20 Ibídem.
370 LotA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODINO
21 Ver Caspi, Avshalom; Moffit, Terrie; Morgan, Julia y otros, "Maternal expressed emotion pre-
dicts children's antisocial behavior problems using mz-twin differences to identify environmental
effects on behavioral development", en Developmental Psychology, N° 40, 2004, pp. 149-161.
22 Di Tullio, Benigno, "Bio-criminogenese", ob. cit., pp. 5-23.
MANUAL DE CRIMINOLOGÍA SOCJOPOLÍTICA 371
Notemos que muchas cosas han variado hoy en el tema de las neu-
rociencias y la genética. En efecto, hoy se hace una
Psicoanálisis (que enfoca el mundo del subconsciente) y las en
un sentido diferente a lo causal-explicativo biológico. El enfrenta-
miento tradicional entre Psicoanálisis y Neurociencias, en el cual el primero
acusaba a éstas de ser reduccionistas, mecanicistas y estáticas, al negar
la subjetividad y la historia personal; y éstas a su vez aaqu,él, sepalándolo
como mera mitología, aparece actualmente con una colaboración ~xplicativa
de ambos puntos de vista, entre un psicoanalista y un neurólogo, en el libro
A cada cuaZ su cerebro. Plasticidad e inconsciente, de Fran~ois Ansermett y
Pierre Magistretti 31 • .
¿Y la macro violencia?
Por otra parte, ¿es que todas las conductas violentas son conductas
delictivas o, como decía Christiansen, muchas de ellas son simplemente
cotidianas, toleradas, legales o necesarias en la vida del siglo XXI (como los
citados mataderos y carnicerías, boxeo, fútbol, cirugía, para citar las más
aceptadas)?
Si consideramos que la agresión es significativa en sí misma, deberíamos
concluir que no puede explicarse con el genoma humano ni con los estudios
cerebrales el tenebroso paisaje de la macro violencia, como los crímenes de
odio, las guerras, "la limpieza de sangre", el genocidio o exterminio, los crí-
menes políticos, el terrorismo, la tortura, para seguir el orden de nocividad de
la conducta agresiva. Que todos tengamos genes que inducen a la agresión
no significa que los genes la produzcan sin que haya variables del entorno
que estén presentes en la asociación. Lo mismo puede decirse con respecto
a ciertas disfuncionalidades cerebrales. El entorno es demasiado complejo
para incluirlo en un resultado que se pretende científico, ni aun visto a través
de imágenes cerebrales, del cristal de las probetas, o de las retortas de las
ciencias naturales.
Hay otro tipo de investigaciones biológicas que pueden ser aun más temi-
bles, porque se refieren directamente a la capacidad de autodeterminación y,
por lo tanto, a los controles que los investigadores han considerado necesa-
rios para la anunciada peligrosidad.
Tal vez la más significativa es la del profesor Gerhard Roth, neurobiólogo
de la Universidad de Bremen, rector del colegio hanseático, quien dice:
La sensación de que yo soy dueño de mis actos, sujeto consciente que
actúa, es ilusoria. El cerebro decide antes de transmitirme la sensación
de que quiero hacer lo que me dispongo a hacer (... ) No hacemos lo que
queremos -comenta el doctor Wolfgang Prinz, director del Instituto Max
Planck de Munich para la investigación psicológica-, sino que queremos
lo que hacemos. O dicho de otro modo: "el hombre propone y el cerebro
dispone". Las investigaciones parten de que los sentimientos son sólo
una interpretación subjetiva de lo que estimula a nuestro cerebro. Al
intentar contn?larlos racionalmente, el sistema límbico, encargado de las
emociones, consigue evitarlo.
Es posible que el libre albedrío sea un ejemplo del mismo tipo de ceguer~
en que cae quien es sólo un pequeño engranaje de una gran organización
burocrática: aunque se limite a poner el sello en decisiones que otros
más altos tomaron antes, él a 10 mejor se cree dueño de las palancas del
poder.
Como consecuencia. una proposición: hay que hacer resonancias magnéti-
cas a todos los sospechosos y encerrar a todos los criminales en potencia, de la
misma manera como se encierra a quienes tienen enfermedades contagiosas.
Eso viene de otras investigaciones: Hans H. Kornhuer y Lüder Decke
(1965) se propusieron investigar, con. ayuda del EEG, la. relación entre los
movimientos voluntarios de la mano y el pie, y las ondas cerebrales. Así des-
cubrieron que un segundo antes de que el sujeto experimental moviera la
mano o el píe, la gráfica de las corrientes cerebrales presentaba una inflexión
característica. Ellos llamaron a esta especie de señal "potencial de alerta".
Benjamín Libet, neurofisiólogo de la Universidad de California, San Francisco,
se preguntó: "¿Cómo percibe la conciencia ese segundo escaso? ¿Cuánto
tiempo transcurre entre la decisión consciente del cerebro y el acto propia-
mente dicho?". Piensa que no puede ser un segundo, pues., de lo contrario,
nos moveríamos por el mundo en cámara lenta. La única explicación que le
pareció posible fue que el potencial de alerta para la acción se ha instaurado
en el cerebro antes de que decidamos la acción conscientemente. Como con-
clusión: pone en duda que seamos dueños de nuestros sentidos y nuestros -
actos. Entonces, "ese libro albedrío no sería más que una. apariencia"'. Es-
decir que el cerebro decide como sistema autónomo y no necesita para nada
nuestra libre voluntad. A la luz de toda su experiencia, el cerebro decide de .
manera fulminante qué alternativa de acción conviene a nuestro organismo .
y qué otra puede perjudicarlo.
Otras investigaciones cerebrales (como la de Lutz Jenke), y algunas basa-
das en tests aplicados, señalan que hay personas que no reflejan capacidad
de empatía o emociones particulares frente a escenas especialmente terri-
bles; o que se muestran impasibles en experimentos con simulaciones elec-
trónicas capaces de generar emociones en personas "normales" (por ejemplo,
en violentos desplazamientos en montañas rusas). Estos son casos de verda-
deros "sociópatas", dicen (tal vez, por cierto, una de las adjetivaciones más
cuestionables desde el punto de vista sociológico), y su conducta delictiva
sería fácilmente previsible.
376 LoLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODINO
32 Ver Soutullo, Daniel, "Prefacio", ob. cit. Los llamados modelos cognitivo-comportamentales
han contribuido a sistematizar, para el futuro del control, las diferentes personalidades juveniles
e infantiles.
:13 Tengamos presente que el Centro de Estudios de Crimen y Justicia del King's College de
Londres rechazó las investigaciones del tipo de Moffit y otras basadas en los modelos genéticos
MANUAL DE CRIMINOLOGÍA SOCIOPOLÍTICA 377
nos Aires, Salerno, 2008, pp. 101-102. En este libro con título inquietante, por cierto, resume
algunas propuestas actuales en la Psiquiatría argentina, que parecen regresar al positivismo
lombrosiano del siglo XIX. Su primer capítulo comienza con una cita de José Ingenieros en donde
este autor manifestaba que "igualar a todos los hombres seria negar el progreso de la especie
humana. Negar la civilización misma" (p. 17). Además, da cuenta de un estudio realizado en
una prisión de Corrientes sobre ciento noventa y cinco reclusos entre tatuados y no tatuados,
y señala que "las características predominantes de agresividad fueron más frecuentes en tatua-
dos" (pp. 99-100). Esto fue estudiado por Lombroso. Lo que no hicieron fue relacionar esa práctica
con el medio machista de individuos que se mueven en vecindarios deteriorados, posiblemente
de carácter violento, y que expresan a través del tatuaje una conveniente resistencia al dolor.
35 Como las conceptualizaba Baratta.
378 LOLA ANIYAR DE CASTRO - RODRIGO CODINO