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Eutanasia

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CORRALES SESMA ANDREA EDWVIGES

Eutanasia
ALGUNOS ARGUMENTOS QUE SE PLANTEAN A FAVOR DE LA EUTANASIA

1. Derecho a una Vida Digna

Este argumento supone asumir que la dignidad personal en determinadas circunstancias estaría por debajo
de lo que podría ser exigido para vivir, lo que permitiría que le fuese aplicada la eutanasia.

2. Derecho a una Muerte Digna

Si por muerte digna se entiende la cesación inmediata y definitiva del dolor, entonces la eutanasia se
convierte en la "terapéutica más fácil y efectiva". Pero, si por el contrario, se asume la muerte con grandeza
de ánimo, encarándola, ejercitando en ella todas nuestras capacidades personales, se constituye en el último
paso dentro del camino hacia la plenitud humana; último si es que no se posee la certeza de quienes- dentro
del marco de la doctrina cristiana- ven en la muerte el umbral que los conduce a la presencia de Dios.

3. La Autonomía del Enfermo

Aquellas legislaciones que autorizan la eutanasia lo hacen bajo la condición de asegurarse del" carácter
expreso y serio de la petición" por parte del enfermo, como en el caso español. Una petición expresa y seria
de muerte puede ser la consecuencia de una terapéutica incompetente del dolor y otros síntomas, o del
abandono afectivo por parte de los familiares y cuidadores. Incluso puede hacerla el enfermo como recurso
psicológico y dramático para centrar sobre sí la atención de los demás, o como represalia por desatenciones
presentes o agravios pasados.

4. Derecho a evitar el dolor

El dolor físico del enfermo puede ser tratado eficazmente. La medicina dispone de un completo arsenal
terapéutico capaz de controlar el dolor en un 95% de los casos. En la actualidad, a la utilización de las drogas
analgésicas hay que añadir los llamados agentes coadyuvantes, que vienen a neutralizar o paliar los efectos
psicológicos y físicos añadidos a los cuadros de dolor.

5. Derecho al Suicidio

El problema radica aquí en que la eutanasia no es un suicidio sino un homicidio; acto éste que exige del
médico un juicio sobre si es razonable o no la petición, o lo que es igual, si el paciente debe o no ser matado.
En este punto cabe recordar las apreciaciones de Pastor en el sentido de que el derecho-deber de la vida
aparece como el primero y más fundamental de todos los derechos que posee la persona; un derecho que es
anterior al respeto de la libertad del sujeto, puesto que la primera responsabilidad de su libertad es hacerse
cargo responsablemente, ante todo, de su propia vida.

6. Eutanasia como Acto-Piadoso

Acortar la vida de una persona para liberarla de una vejez o enfermedad angustiosa es un argumento que,
con un poco de sentimentalismo, puede convencer, pero es, en sí mismo, la solución menos humana y la que
pone de manifiesto la incapacidad del médico en tratar y aceptar la muerte natural del enfermo. Este "acto
piadoso" comporta además la emisión de un juicio valorativo por parte del médico, sobre la condición del
paciente, que es susceptible de error. En este punto, aceptar la eutanasia equivaldría a subordinar la vida
humana al mundo de la subjetividad y el relativismo.
CORRALES SESMA ANDREA EDWVIGES
ARGUMENTO QUE SE PLANTEAN EN CONTRA DE LA EUTANASIA

1. El tema no es cómo ser compasivos, sino cómo proteger a los vulnerables

Tanto los pro-eutanasia como los anti-eutanasia dicen que están contra el sufrimiento extremo, todos se
declaran “compasivos”. Todos están de acuerdo en combatir el sufrimiento. Pero una ley de eutanasia
consiste en matar personas (o ayudar a que se maten ellas en el suicidio asistido). ¿De verdad esta ley de
eutanasia protege a los vulnerables e impide que se los dañe y mate? También hay que ser compasivo con
ellos, con los que casi nadie protege.

2. Con la eutanasia legal, el Estado dice que hay vidas eliminables… y que matándose nos ayudan a
todos

La eutanasia legal dice a la sociedad (y a los enfermos y vulnerables) que hay vidas que valen menos, las de
los eutanasiables, que hay vidas, en general, que no valen. Más aún: mantenerlos vivos cuesta dinero y
esfuerzo y atención. Si se eutanasian, ahorran costes al Estado y a sus familias. Muertos son mejores para
todos, quieren que entendamos. Así, el “derecho a morir” se convierte enseguida en “el deber de morir”. No
hay ningún tipo de ley de eutanasia que pueda evitar este deber (“es mejor que me mate, para ayudar a mi
familia y la sociedad”), no hay control que lo evite… excepto la total prohibición de esta práctica.

3. Muchos piden morir por dolor y soledad: ¡pero eso se arregla con cuidados paliativos, no matando!
En Nueva Zelanda la Asociación Médica NZ, la Asociación de Médicos de Cuidados Paliativos y la Asociación
de Enfermeras de Cuidados Paliativos se han declarado contra la eutanasia. La Asociación Médica Mundial
dijo en 2019 que “no es ética” y “y debe ser condenada por la profesión médica”.

4. La eutanasia legal dificulta invertir en cuidados paliativos y contra el dolor

Aunque el arsenal médico contra el dolor, la angustia emocional y el miedo es increíblemente grande, aún
debe crecer y mejorar, y, sobre todo, debe llegar a más personas. Con la eutanasia legalizada, no se invertirá
dinero ni recursos en cuidados paliativos ni en otros muchos campos que afectan al final de la vida. En
cambio, mientras está ilegalizada, la sociedad se ve forzada a invertir y esforzarse en estos campos, haciendo
avanzar la ciencia y la cobertura médica.

5. La eutanasia daña al oficio médico

Los médicos son personas que decidieron dedicar su vida a cuidar y sanar y acompañar… o al menos era así
antes de la eutanasia legal. Con la eutanasia legalizada, ¿seguiremos llamando médicos o medicina al
siniestro “arte” de matar enfermos o ayudarles a suicidarse? ¿Qué pensarán los nuevos médicos de sí
mismos? ¿Cuántos pensarán que tienen no sólo la capacidad técnica de matar, sino la capacidad de decidir,
sugerir, impulsar, animar, conducir a sus pacientes, hacia la eutanasia? ¿Cuántos lo harán si reciben primas
de aseguradoras o de empresas sanitarias que buscan siempre una gestión más eficaz, ahorrando costes?
Ningún control evitará eso, sólo la total ilegalización.

6. Lo hemos visto en todos los países: la eutanasia nunca se queda en casos extremos, enseguida se
amplía

En Canadá, en apenas 3 años de eutanasia legal, se ha doblado el número de víctimas a la que se aplica. En
Holanda, donde empezó siendo para casos “extremos”, ahora se quiere aplicar a cualquiera que considere
“acabado su ciclo vital”, o quien, simplemente, declare estar triste y que ya no quiere la vida. Una reciente
propuesta holandesa quiere poder matar a mayores de 75 años sanos (que “lo pidan”, se supone) y a
menores de 12 años “terminales” (aunque no lo pidan, basta que lo pida un adulto “responsable”).  

7. La eutanasia legalizada favorece el suicidio


CORRALES SESMA ANDREA EDWVIGES
En muchos casos, quizá la mayoría, quien pide la eutanasia en realidad está pidiendo ayuda contra su
depresión, a menudo ligada al miedo o la soledad; las tendencias suicidas se pueden y deben tratar desde la
ciencia médica y psíquica

8. La eutanasia no es una opción “libre”, casi siempre va ligada a depresión… y la depresión puede
tratarse
La eutanasia se basa en el deseo de morir, un deseo suicida, y a menudo -quizá casi siempre- va ligado a la
depresión, que causa pensamientos suicidas. La solución no es matar al enfermo -aunque lo pida- sino tratar
la depresión. Hay numerosos estudios que muestran que cuando se trata la depresión de los que piden
eutanasia en países donde es legal, la inmensa mayoría cambia de opinión y deja de pedirla… suponiendo
que no le hayan matado antes, porque como vemos no hay ninguna obligación de que un psiquiatra examine
el caso.

9. En un país donde ya se abusa de los ancianos ¿quién los protegerá si hay eutanasia legal?

Con la eutanasia ilegal, estas presiones al suicidio, simplemente, no existen o son tan burdas que enseguida
se detectan y castigan. Con la eutanasia legal, serían cotidianas y extendidas. En Bélgica y Holanda, después
de 15 años de práctica eutanásica y decenas de miles de casos, apenas 2 personas han sido llevadas a juicio
por eutanasia mal aplicada y al final nadie ha sido condenado: eso demuestra que el control es escaso, un
paripé.

10. ¿Y si se mata con eutanasia a alguien que no quería, aunque sea sólo a uno?
Muchos países, como Nueva Zelanda, abolieron la pena de muerte para evitar que se matase a nadie por
crímenes que no cometió, por errores de distinto tipo (identificaciones, burocracia, etc…) La muerte es tan
grave e irreversible que el mero riesgo de matar a un inocente se vio suficiente para abolir este castigo. Por el
mismo principio, para estar seguro que no haya ni una eutanasia injusta y no pedida, sólo hay un método:
prohibir toda eutanasia.

11. La eutanasia da demasiado poder al Estado… ¡poder para matar más personas!

Los abusos con la eutanasia legal casi no se pueden controlar si los cometen particulares, pero serán aún
más incontrolables si los comete el Estado, una máquina ciega al dolor individual y muy difícil de parar.
Cuando das poder al Estado para matar enfermos vulnerables, es muy difícil controlar cuántos y cómo los
elimina, limitar su aplicación… e impedir que quiera ampliarlo a más y más personas molestas y eliminables.

12. La eutanasia hace más contagioso el suicidio y más difícil la superación

En una sociedad sin eutanasia local, donde el suicidio se ve como algo difícil, casi impensable, todo orienta a
la persona a apostar por la vida y superar sus dificultades. Pero cuando se legaliza la eutanasia, cuando se
abre la opción de matarse, que se vende como “salida fácil”, muchas personas que con perseverancia y coraje
habrían muerto de muerte natural dando ejemplo a sus semejantes serán más bien tentadas de matarse,
como hacen otros a su alrededor.

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