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Internacional.
ISBN: 978-84-09-35690-4
DOI: 10.13140/RG.2.2.35479.50085
Referencia
Thomsen, A., Farinós, J., y Perero, E. (Coords). (2021). Soluciones ante los riesgos climáticos en
ríos y costas. Fundación Conama.
Autores
Agustín Millares Valenzuela. Profesor. Universidad de Granada.
Andrés Díez Herrero. Profesor de investigación. Instituto Geológico y Minero de España
(IGME).
Antonio Oliva Cañizares. Técnico del Plan Vega Renhace. Universidad de Alicante.
Aránzazu Gurrea-Nozaleda Merayo. Jefa de servicio de protección de inundaciones. Dirección
General del Agua, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Comité técnico
Agustín Millares Valenzuela. Profesor. Fernando Miguel García Martín. Profesor
Universidad de Granada. Contratado. Universidad Politécnica de
Cartagena.
Ana García Fletcher. Subdirectora adjunta.
Dirección General de la Costa y el Mar, Francisca Segura Beltrán. Catedrática de
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Geografía Física. Universidad de Valencia.
Demográfico.
Francisco García Sánchez. Dr. Arquitecto.
Andrés Díez Herrero. Profesor de investigación. Universidad de Cantabria.
Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Francisco Javier Sanz Larruga. Catedrático de
Ángel Muñoz Cubillo. Subdirector General para Derecho Administrativo. Universidad de A
la Protección de la Costa. Dirección General de Coruña.
la Costa y el Mar, Ministerio para la Transición
Gonzalo Magdaleno Payán. Jefe de Sección
Ecológica y el Reto Demográfico.
Técnica. Dirección General del Agua, Ministerio
Anja Thomsen. Área técnica. Fundación para la Transición Ecológica y el Reto
Conama. Demográfico.
Antonio Oliva Cañizares. Técnico del Plan Vega Jesús Manuel Quero Ferrer. Secretario de
Renhace. Universidad de Alicante. Organización y Administración UGT Almería.
Unión General de Trabajadores (UGT).
Aránzazu Gurrea-Nozaleda Merayo. Jefa de
servicio de protección de inundaciones. Joaquín Farinós Dasí. Catedrático de Geografía.
Dirección General del Agua, Ministerio para la Universidad de Valencia. Presidente. Asociación
Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Interprofesional de Ordenación del Territorio
(FUNDICOT).
Carlos Vales. Director. Centro de Extensión
Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia Jorge Olcina Cantos. Catedrático de Geografía.
(CEIDA). Universidad de Alicante.
Carmen María Martínez Saura. Técnico José Francisco Sánchez González. Director
Ambiental de coordinación de proyectos. Ingeniería de Costas. Centro de Estudios y
Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
Clara Megías Baños. Área marina. Ecologistas José Francisco Mediato Arribas. Científico
en Acción. Titular de OPIS. Instituto Geológico y Minero de
España (IGME).
Delia Álvarez Alonso. Responsable del
Departamento de Medio Ambiente UGT País Jose M. Grassa. Adjunto a la Dirección. Centro
Valencià. Unión General de Trabajadores (UGT). de Estudios y Experimentación de Obras
Públicas (CEDEX).
Eduardo Perero. Área técnica. Fundación
Conama. José María Bodoque del Pozo. Profesor titular.
Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica.
Ernesto Lluch Moreno. Director de Área
Universidad de Castilla-La Mancha.
Científica Técnica. Fundación Canal de Isabel II.
José Sergio Palencia Jiménez. Profesor
asociado. Universitat Politècnica de València.
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Juan Francisco Arrazola Herreros. Jefe de Miguel Ángel Pérez Martín. Profesor. Universitat
Servicio. Dirección General del Agua, Ministerio Politècnica de València.
para la Transición Ecológica y el Reto
Miriam García. Directora. LAND LAB,
Demográfico.
laboratorio de paisajes S.L.
María Salazar Guerra. Jefe de Servicio. Oficina
Miriam García Oliva. Investigadora. Centro de
Española de Cambio Climático, Ministerio para
Estudios y Experimentación de Obras Públicas
la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
(CEDEX).
María Jesús Martín Soldevill. Jefe de Área.
Ramón María Gutiérrez Serret. Centro de
Centro de Estudios y Experimentación de Obras
Estudios y Experimentación de Obras Públicas
Públicas (CEDEX).
(CEDEX).
Marina Cantalejo Ibáñez. Investigador con
Cargo a Proyecto. Universidad de Granada.
Sobre CONAMA
Conama es una fundación dedicada a promover redes de colaboración sobre el medio
ambiente entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, creando espacios de
encuentro y diálogo y contribuyendo a la creación de conocimiento compartido en relación a
la transición ecológica.
Conama se encarga desde 1992 de la organización del Congreso Nacional del Medio
Ambiente, el mayor encuentro ambiental en España.
+ Info: www.fundacionconama.org
Este proyecto cuenta con la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a
través de la convocatoria pública de subvenciones a entidades del Tercer Sector para actividades de interés
general consideradas de interés social en materia de investigación.
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Índice
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Tabla 1El Informe Especial sobre Cambio Climático, Océanos y Criosfera (SROCC) [1] da las
siguientes estimaciones de cambio del nivel del mar a escala global, que se pueden observar
en la Figura 1.
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En cuanto al orden de magnitud de los cambios del nivel del mar en España el ‘Informe de
elaboración de la metodología y bases de datos para la proyección de impactos de cambio
climático’ [196] da unas cifras de aumento, en torno a 0,13-0,17m±0,03m en el corto plazo
(periodo 2026-2045) y de 0,38-0,5m±0,1m, para el escenario RCP 4.5 y 0,52-0,68±0,15, para el
escenario RCP 8.5, en el largo plazo (periodo 2081-2100). La distribución espacial de estos
aumentos se puede observar en la Figura 2.
Trayectoria
represen- Aumento del nivel medio del mar (m)
Escenario tativa de
de concentra- 2046-
emisiones ciones (RCP) 2065 2100 Escenario 2200 2300 2500
0.24 0.44
0.35– 0.41– 0.50–
Bajo 2.6 [0.17– [0.28– Bajo
0.72 0.85 1.02
0.32] 0.61]
0.26 0.53
Medio 0.26– 0.27– 0.18–
4.5 [0.19– [0.36– Medio
bajo 1.09 1.51 2.32
0.33] 0.71]
0.25 0.55
Medio
6.0 [0.18– [0.38–
alto
0.32] 0.73] 0.58– 0.92– 1.51–
Alto
0.29 0.74 2.03 3.59 6.63
Alto 8.5 [0.22– [0.52–
0.38] 0.98]
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Si se tiene en cuenta la altura de oleaje bajo las condiciones futuras de cambio climático, el
informe del MITECO [196] da las siguientes distribuciones espaciales de los cambios para los
distintos escenarios y periodos (Figura 3 y Figura 4). Como puede verse, para los valores
medios se da una reducción en general, salvo para las zonas de Mar de Alborán y Canarias.
Figura 4: Cambios en el percentil del 99% de la altura de ola significante (adaptado de [196])
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Otro de los componentes del nivel total del mar sería la Marea Meteorológica, para la cual el
mismo documento [196] da las siguientes proyecciones, como puede verse en la Figura 5.
Para este aspecto, se puede observar una reducción generalizada, salvo en la zona Sur de
Canarias.
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ello aún. Cabe mencionar también que la mayor proximidad de las infraestructuras a
la línea de costa les hace más vulnerables a los efectos de los temporales.
Además del efecto de la subida del nivel del mar se suma el efecto de los cambios en la
marea meteorológica. Aunque estos cambios de la marea meteorológica no sean tan
grandes en comparación con los del nivel del mar, los niveles totales del agua tendrían
influencia en los efectos anteriormente descritos.
También cabe mencionar que la subida del nivel del mar hace que los daños
esperables asociados al oleaje puedan ser mayores, con afección tanto a instalaciones
portuarias y a estructuras de defensa costera como a cualquier actividad que tenga
lugar en la costa.
Hay que tener en cuenta, además, que en zonas como los deltas, donde se da la
subsidencia del terreno y puede darse también pérdida de aportes sedimentarios, la
subida relativa del nivel del mar es mayor que en otras zonas por ese motivo [140].
En relación a las anteriores ideas, la Estrategia de Adaptación [172] recoge varias conclusiones
del diagnóstico del Proyecto C3E:
El uso de escenarios obtenidos a partir de la extrapolación de las observaciones
históricas infravalora el impacto que las emisiones presentes y futuras puedan tener
sobre el nivel del mar.
Los mayores impactos de la intrusión salina se esperan en el Delta del Ebro por la
combinación del aumento del nivel del mar con la potencial reducción de caudales del
río.
La pérdida de praderas de Posidonia oceánica, emblemática del Mar Mediterráneo, así
como el desplazamiento de algunas especies y la pérdida de humedales, sobre todo en
el entorno rigidizado de las ciudades, y la pérdida de servicios ecosistémicos, serían
impactos destacados en el medio ambiente costero-marino.
El aumento de la cota de las obras de protección frente a la inundación costera, con la
misma frecuencia de excedencias por eventos de inundación que la observada en el
periodo 1986-2005, si se contemplara un escenario de aumento del nivel medio del
mar de 50 cm en el periodo 2081-2100, sería de entre 40 y 60 cm en el Cantábrico.
El número de habitantes afectados por provincia a lo largo de la costa entre
Pontevedra y Guipúzcoa variaría entre el 1% y el 4% de la población de 2008, para un
aumento de nivel del mar medio de 50 cm en el horizonte 2100.
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2.1.2. Erosión
Las variaciones del nivel medio del mar y del oleaje son algunos de los factores modeladores
de la zona litoral y tienen influencia en el balance erosión-deposición, en la extensión de los
humedales y la erosión de los acantilados [55].
El diagnóstico del proyecto C3E, resumido en la Estrategia de Adaptación [172], recoge que la
erosión seguirá dándose en playas, dunas y acantilados, principalmente por aumento en el
nivel del mar y, en menor magnitud por causas debidas a la intensidad del oleaje o los
cambios en la dirección del mismo.
En las zonas donde los cambios en la dirección media del oleaje sean relevantes, pueden
darse cambios en los patrones del transporte de sedimento, la erosión y deposición de
materiales y el basculamiento de la línea de playa.
La variación de la altura del oleaje afecta a la anchura del perfil activo en las playas y al
transporte sedimentario, mientras que los cambios de los ángulos del flujo medio de energía
llevan a modificaciones en la planta de las playas [55]. A este respecto, en MITECO (2019)
[196] se presentan las proyecciones de los cambios en la dirección media del oleaje, sin
cambios significativos, salvo cambios locales en el Mediterráneo, como puede verse en la
Figura 6.
Los fenómenos erosivos y de acreción en playas también pueden verse afectados por los
cambios en las corrientes marinas, aunque en mucha menor medida que los producidos por
la subida del nivel medio del mar.
También hay que considerar que los impactos del cambio climático en cuanto a erosión
costera dependen del tipo de costa, que se puede clasificar, según [55] en: costas bajas
asociadas a desembocaduras, humedales y lagunas costeras, playas (confinadas por
acantilados, estructuras artificiales, cabos o espigones; o no confinadas), acantilados duros o
blandos y Puertos. Las zonas más vulnerables, es decir, las que podrían sufrir más daños
como consecuencia del cambio climático, serían, en principio, las playas y costas bajas del
entorno de estuarios. Los acantilados blandos también presentan importantes tasas erosivas
[140].
Por otra parte, se da una pérdida de sedimentos, que llegan principalmente en grandes
inundaciones o tormentas, por la regulación de la mayoría de los ríos. Esto impide que,
durante estos eventos climáticos, la erosión y transporte de gran cantidad de sedimento
terrígeno llegue a las costas y nutra las playas o deltas.
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2.1.3. Inundación
La subida del nivel del mar, que se describe en el apartado 3, podría llevar a la inundación
permanente de zonas bajas, especialmente en ciudades costeras. La cota de inundación en la
costa también se ve afectada por los cambios en la altura del oleaje [55].
También es importante considerar los eventos extremos en los impactos del cambio
climático, además de la subida del nivel del mar [262]. A este respecto, en cuanto a las mareas
meteorológicas extremas, los períodos de retorno de dichas mareas se reducen de forma
significativa al sumar el ascenso del nivel del mar por cambio climático, como, por ejemplo,
una disminución del período de retorno de la marea meteorológica de 1.5 m desde los 100
años a los 9 años en el Delta del Ebro por una subida de 46 cm del nivel del mar, según
Cendrero et al. [55].
Por otra parte, estudios recientes [262], muestran un potencial incremento de los niveles
extremos históricos para períodos de retorno de 100 años (incluyendo las componentes de
marea astronómica, meteorológica y setup) pasando de un rango entre los 1.5-2.5 m
históricos a los 2.5-5 m para el escenario RCP8.5 en 2100 en el litoral Sudatlántico español. En
el mismo estudio se destaca que, debido a la subida del nivel del mar, los eventos de período
de retorno de 100 años podrían ocurrir con una frecuencia de una vez cada 10 años.
Según el resumen del diagnóstico del proyecto C3E, incluido en la Estrategia de Adaptación
[172], la costa Mediterránea sufrirá los mayores aumentos de la cota de inundación, aunque
la mayor cota de inundación, en valor absoluto, se da en la costa Atlántica. A su vez, la
intensidad y frecuencia de los eventos de inundación serán potenciadas por la subida del
nivel del mar.
La vulnerabilidad del litoral a la inundación depende de los distintos tipos de costa, de forma
similar a como se ha descrito para la erosión, a lo que se puede añadir las siguientes ideas:
Las zonas costeras con mayores mareas astronómicas se encuentran, en principio,
más resguardadas de estos efectos por la existencia de acantilados.
En Estuarios, algunos de los estuarios del Norte y Noroeste de la Península tienen
zonas de gran valor ecológico que podrían verse inundadas. En los casos en los que no
estén confinados por elementos en el trasdós las zonas de humedales podrían
desplazarse, pero en caso contrario podrían desaparecer o reducirse notablemente
[140].
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Durante la segunda mitad del siglo XX se ha observado una reducción de los recursos hídricos
disponibles en muchas cuencas de la península ibérica. Se ha producido una reducción
moderada de la precipitación acumulada anual, con cambios significativos en su distribución
anual, y el caudal de los ríos españoles se ha reducido, detectándose una tendencia a la baja
de los caudales anuales, más pronunciada en primavera e invierno [175].
Asimismo, en España de forma natural ocurren fenómenos hidrológicos extremos, entre los
que destacan las sequías y las inundaciones. Según el Consorcio de Compensación de
Seguros, cada año se producen en España una media de 10 episodios graves de inundación,
siendo éste el riesgo natural que produce mayores daños en España, tanto materiales como
en pérdida de vidas humanas. Según los datos del Consorcio y de la Dirección General de
Protección civil, en los últimos 20 años las inundaciones han causado la muerte de 312
personas y daños materiales por valor de unos 800 millones de euros al año.
Atendiendo a las proyecciones, se prevé una reducción de la precipitación anual en buena
parte del territorio. El cambio en la estacionalidad de las precipitaciones, el cambio en el
régimen nival o la intensidad de las precipitaciones, junto con el aumento del nivel del mar
pueden producir alteraciones significativas en el ciclo hidrológico, con impactos negativos en
los ecosistemas acuáticos dependientes. A todo ello, se suma el previsible incremento del
riesgo de sequías, más frecuentes, largas e intensas, y de inundaciones, con crecidas más
frecuentes y caudales máximos más elevados.
Además, los escenarios de cambio climático predicen un aumento paulatino en la
temperatura del aire a lo largo del siglo XXI y, asociado a este, se producirá también un
aumento en la temperatura del agua superficial afectando a los ecosistemas y al estado de las
masas de agua superficiales.
Incluso en los escenarios de emisiones más optimistas, se prevén considerables
repercusiones en el ciclo hidrológico, cuya consecuencia será la disminución de la
disponibilidad de agua y su calidad, lo que tendrá a su vez un impacto muy notable en los
ecosistemas acuáticos y los sectores económicos especialmente vinculados al uso de los
recursos hídricos.
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referencia los escenarios y modelos del Quinto Informe de Evaluación del IPCC (AR5, 2014), se
han empleado 6 modelos climáticos regionalizados y 2 escenarios de emisiones (RCP4.5 y
RCP8.5). Como resultado se han obtenido 12 proyecciones climáticas para tres ventanas
temporales: el corto plazo (2010-2040), el medio plazo (2041-2070) y el largo plazo (2071-
2100). Tomando como referencia el periodo de control 1961-2000, los cambios proyectados
en España por el conjunto de modelos para las principales variables hidrológicas se
representan en la Figura 7.
Figura 7: Cambio en porcentaje en las principales variables hidrológicas en los tres periodos respecto al periodo
control para el conjunto de España. Rango y media de resultados para RCP 4.5 (círculos) y RCP 8.5 (cuadrados).
PRE: precipitación, ETP: Evapotranspiración potencial, ETR: Evapotranspiración real, ESC: Escorrentía total (Fuente:
[51])
Las precipitaciones anuales disminuirán en España a lo largo del siglo XXI, debido al cambio
en los patrones atmosféricos del atlántico norte (North Atlantic Oscilation, NAO) que
producirán cambios en los patrones de precipitación en la península ibérica [122], con una
mayor reducción en la zona centro y sur de la península ibérica. Las previsiones de
EUROCORDEX ajustadas del visor de escenarios de la plataforma AdapteCCa1, muestran para
final de siglo (2071-2100) una variación media para la precipitación de -5% para la media de
los modelos del escenario RCP4.5 y de -17% para la media de los modelos del escenario
RCP8.5 (Figura 8). Estos valores podrían alcanzar en las cuencas del centro y del sur cambios
entre -5% y -10% para el escenario RCP4.5 y cambios entre -20% y -30% para el escenario
RCP8.5, aumentando significativamente el estrés hídrico de estas cuencas.
1
http://escenarios.adaptecca.es/
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Figura 8: Anomalía de la precipitación anual para España en los escenarios RCP4.5 y RCP8.5 para el largo plazo
(2071-2100), media de modelos (Fuente: Visor de escenarios AdapteCCa)
La evapotranspiración potencial anual muestra una tendencia creciente según todas las
proyecciones y escenarios [51]. Como consecuencia, debido al descenso de la precipitación y
al aumento de la evapotranspiración, es previsible que el suelo pierda humedad, lo que
puede derivar en importantes impactos en los ecosistemas y la agricultura.
La combinación del incremento de temperatura junto con la reducción en la precipitación
modifica de forma significativa el ciclo hidrológico natural, produciendo una reducción
significativa en los recursos hídricos naturales. La escorrentía en España se reducirá a lo largo
del siglo XXI con un cambio entre -13% (RCP4.5) y -24% (RCP8.5), llegando en las cuencas del
del sur y sureste a reducciones de -20% (RCP4.5) y -35% (RCP8.5) (Figura 9).
La reducción de la recarga de acuíferos se estima en proporciones similares. A escala
peninsular, se proyecta una reducción de la tasa media de recarga en torno al 12%, con un
descenso más pronunciado en algunas áreas del centro y sureste del territorio de hasta un
28% para las próximas décadas [240]. Otro estudio reciente realizado por la Comisión
Europea [29] estima que, para un calentamiento global de 2 °C, la recarga de los acuíferos en
nuestro país podría reducirse en 3.272 hm3/año, lo que equivaldría al 15 % de la cantidad
extraída anualmente para regadíos.
Las proyecciones estiman también cambios en el régimen nival, con una reducción de la
precipitación acumulada en forma de nieve, pero con incrementos en los valores de
precipitación máxima. Esto puede afectar de forma negativa en la recarga de acuíferos, así
como provocar adelantos de la fusión nival con fuertes incrementos, que pueden aumentar la
frecuencia e intensidad de inundaciones por deshielo, con especial incidencia en cuencas no
reguladas.
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Figura 9: Cambio de escorrentía en cada ámbito hidrográfico. Se indican los valores máximos (Mx), mínimo (Mn) y
el promedio (Med) para cada RCP. Los colores reflejan la gradación del cambio (Fuente: [51])
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cambio en el número de individuos del 35% de las familias en corto plazo y de prácticamente
la totalidad de las familias de macroinvertebrados a final del siglo XXI.
Tabla 2: Impactos del cambio climático en los ecosistemas acuáticos y terrestres asociados y elementos de calidad
o condiciones del agua a los que afecta. ECB = Elementos de calidad biológicos, Q/FQ = Condiciones químicas y
fisicoquímicas, HMF = Condiciones hidromorfológicas, QUI = Condiciones Químicas, CUA = Condiciones
cuantitativas
SW12 Elevación nivel del mar en humedades y cuña salina ríos Q/FQ
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Producción de energía
EH1 Reducción caudal disponible natural
hidroeléctrica
Fuente: [99]
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En este apartado se hace un repaso de las principales líneas de trabajo dirigidas a mejorar el
conocimiento sobre los riesgos de inundación, impulsadas desde la Dirección General del
Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y en colaboración con
otras administraciones y organismos.
En primer lugar, se describirán los avances realizados durante el primer ciclo de aplicación de
la Directiva de Inundaciones en los siguientes temas:
Impacto del cambio climático en las inundaciones.
Metodología para la elaboración de cartografía de inundaciones pluviales.
Ampliación de las capacidades del programa Iber.
Mejora de la información de riesgo disponible en el Sistema Nacional de Cartografía de
Zonas Inundables (SNCZI)
En una segunda parte, se comentarán los retos pendientes y algunos de los trabajos que se
impulsarán para darles respuesta.
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elaboró una metodología para incorporar los efectos del cambio climático en la EPRI del
segundo ciclo [187]
Siguiendo la línea marcada por esa metodología, se han continuado los trabajos de cara a
ampliar el conocimiento sobre los efectos del cambio climático para la elaboración de los
PGRI de segundo ciclo.
Así, el Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX ha elaborado el informe “Impacto del
cambio climático en las precipitaciones máximas en España” [52], cuyo objetivo es la
evaluación del impacto del cambio climático sobre las precipitaciones máximas anuales, en
distintos intervalos temporales, a partir de simulaciones procedentes de modelos climáticos
regionales de EURO-CORDEX.
En este estudio se ha realizado directamente el análisis de las proyecciones climáticas
regionalizadas de los 15 modelos EURO-CORDEX disponibles, lo que ha permitido ampliar y
profundizar en el estudio del impacto del cambio climático en las precipitaciones máximas
respecto a lo realizado en 2018 para la EPRI. Se ha ampliado el número de variables
analizadas, incluyendo las precipitaciones máximas en intervalos inferiores al día, se han
estudiado tres periodos de impacto con objeto de valorar la evolución a lo largo de todo el
siglo XXI y se han analizado tres periodos de retorno (10, 100 y 500 años) lo que permite
valorar el impacto en el conjunto de la ley de frecuencia. Asimismo, se han incluido en el
estudio distintos aspectos como el contraste de las simulaciones climáticas con los datos
observados en el periodo de control y el análisis de los cambios en los principales estadísticos
de las series de precipitaciones máximas anuales, así como la estimación de los cuantiles
mediante el ajuste regional de la distribución SQRT-ETmax, de forma que la metodología
empleada para la estimación de tasas de cambio en cuantil se conecta con la utilizada en el
estudio vigente sobre precipitaciones máximas a escala nacional [80] realizado por el CEDEX
para la Dirección General de Carreteras (DGC). De este modo, se han valorado los cambios
tanto a nivel de celda como mediante el uso de regiones climáticas. No obstante, la
estimación de cuantiles también se ha realizado mediante el ajuste de la distribución GEV de
manera local, modelo estadístico empleado en el trabajo realizado por la UPM del que se
partió para la EPRI en 2018, posibilitando la comparación de resultados con los obtenidos en
dicho estudio, y permitiendo extraer conclusiones sobre la influencia del modelo estadístico
en los resultados sobre las tasas de cambio en cuantil.
El trabajo consta de las cuatro fases principales siguientes:
1. Análisis del comportamiento de las series de precipitación diaria máxima anual
procedentes de modelos climáticos regionales respecto a las series observadas.
2. Análisis de tendencias y cambios en la mediana y en la varianza de las series de
precipitación máxima anual diaria y horaria procedentes de modelos climáticos
regionales.
3. Estimación de las tasas de cambio en cuantil medias, y asociadas a los percentiles 10 y
90, de las series de precipitación máxima anual diaria y horaria procedentes de
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Figura 10: Celdas y regiones con cambios en la mediana significativos identificados en la mayoría de modelos
climáticos de estudio para precipitación diaria máxima anual para el periodo de impacto “2071-2100”. (“pos” =
positivo, “neg”= negativo; “inc” = inconsistente). [52]
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Figura 11: Celdas y regiones con cambios en la mediana significativos identificados en la mayoría de modelos
climáticos de estudio para precipitación horaria máxima anual para el periodo de impacto “2071-2100”. (“pos” =
positivo, “neg”= negativo; “inc” = inconsistente). [52]
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Figura 12: Esquema de la metodología del estudio de inundaciones pluviales incluida en la EPRI de segundo ciclo.
Incluye información analizada y factores tenidos en cuenta para identificar las zonas con mayor riesgo de
inundación pluvial. [188]
Durante el año 2020, se han continuado los trabajos dirigidos a mejorar el conocimiento
sobre este tipo de inundaciones y poder desarrollar una metodología para elaborar
cartografía de zonas inundables en estos casos.
Para desarrollar esta metodología, se realizó un estudio con 3 objetivos:
Testear/aplicar distintas metodologías de modelización hidrológica
Testear/aplicar distintos softwares de modelización hidráulica
Englobar áreas de estudio de toda la geografía española
En cada caso se señalaron las principales dificultades encontradas: tratamiento del MDT en
zona urbana (aceras, alcantarillas, etc.), acceso a datos sobre los sistemas de drenaje urbano,
integración inundación pluvial-fluvial, postproceso y presentación de resultados, tiempos de
cálculo, falta de datos para la calibración.
Con las principales conclusiones de estos casos piloto, se publicará próximamente una
primera guía con recomendaciones para la realización de los estudios de inundabilidad
donde sea importante considerar el fenómeno pluvial.
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2.4.1. Introducción
Los análisis a partir de proyecciones climáticas apuntan hacia una variación de la frecuencia y
severidad de eventos intensos que pueden causar cambios importantes en los procesos de
erosión, transporte y sedimentación. El incremento de la torrencialidad y la mayor frecuencia
de episodios extremos (sequías, incendios forestales, ...), pueden impulsar los procesos de
desertificación con cambios importantes en los usos del suelo condicionando, a su vez,
multitud de impactos a lo largo de la red fluvial (pérdida de recurso edáfico, sedimentación de
embalses, estado ecológico de los ríos, calidad del agua, etc.). A pesar de esto, las
metodologías de estudio y análisis de impactos abordan estos riesgos desde escalas
espaciales locales (p.e. la parcela, el rodal, el encauzamiento, el tramo fluvial) y no desde
perspectivas holísticas que integren el análisis conjunto de los agentes meteorológicos,
hidrológicos e hidráulicos, así como la conectividad del transporte entre diferentes sistemas.
Este enfoque integral es esencial para responder a preguntas relacionadas con la gestión de
nuestros ríos: ¿dónde?, ¿cuánto?, ¿cómo y a qué responde?, ¿cuánto tiempo queda?, ¿con qué
incertidumbre?
Desde esta perspectiva, las cuencas de montaña son observatorios clave en el análisis de los
procesos erosivos y sedimentarios debido a la gran sensibilidad y variabilidad espacio-
temporal de los agentes hidrometeorológicos. La monitorización a largo plazo en estas
cuencas permite cuantificar los impactos asociados a cambios en los patrones climáticos y
definir las estrategias de adaptación y mitigación más apropiadas.
Las nuevas herramientas y conocimientos científicos y tecnológicos desarrollados durante las
últimas décadas han de afrontar el desafío que el cambio climático y global supone en los
procesos de erosión y sedimentación en entornos mediterráneos.
28
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Producción de
sedimento (t/ha/año)
Área Carga de Carga Proceso de
Zona de estudio Cuenca (km2) fondo suspendida transporte
Atlas (Marruecos) Aoulouz 4,446 4.85/15.9 ES/EC
Atlas (Marruecos) Timicha 3.82 10.53 SS+CF
Atlas (Marruecos) Azib douirani 14.33 14.72 SS+CF
Atlas (Marruecos) Adghigh 31.98 7.69 SS+CF
Atlas (Marruecos) Iminlhad 16.07 13.9 SS+CF
Apeninos (Italia) Camastra 259.9 2.36 13.79 EL/ES
Alpes (Italia) Castello 68 4.76 SS+CF
Alpes (Italia) Placemoulin 68 2.96 SS+CF
Alpes (Italia) Torre-Crosis 86 1.54 2.10 SS+CF
Alpes (Italia) Vodo 333 1.54 SS+CF
Pirineos (España) Ribera Salada 224 0.2 SS/CF
Pirineos (España) Talarn 2,062 5.34 SS+CF
Pirineos (España) Barasona 1,511 33.67 SS+CF
Pirineos (España) Mediano 1,568 1.84 SS+CF
Sierra Nevada
Rules 650 19-24 SS+CF
(España)
Fuente: Adaptado de [178] [ES: Erosión en surco; EL: Erosión laminar; EC: Erosión en cárcavas; SS: Sedimento
suspendido; CF: Carga de fondo].
En áreas de ladera, la pérdida de suelo puede manifestarse a partir de una gran variedad de
procesos erosivos (p.e.: acarcavamiento, deslizamientos a pequeña escala, erosión en surco,
29
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
…) con tasas de producción específica de sedimento muy relevantes [236], [59], [281]. Aquí, la
dinámica de la nieve juega un papel importante. A diferencia de la lluvia, la precipitación en
forma de nieve no provoca erosión por el impacto de sus gotas o por escorrentía directa. Sin
embargo, los ciclos de deshielo posteriores tienen un efecto notable sobre el perfil edáfico,
que puede condicionar un aumento de la tasa erosiva durante ese periodo [156], [226], [288],
especialmente en entornos mediterráneos [178]. En el sistema fluvial, los ciclos diarios y
estacionales de fusión de nieve producen episodios de escorrentía que pueden repercutir en
la configuración del sedimento del lecho y en la dinámica del transporte [200], [290], [179].
Por otra parte, el carácter torrencial de los cauces de montaña condiciona procesos en forma
de flujo de derrubios que se depositan en forma de abanico aluvial aguas abajo [264]. Este
almacenamiento constituye una fuente importante para las aportaciones durante eventos
intensos. La cantidad total por carga de fondo y suspendida de estas contribuciones puede
variar mucho dependiendo de la geología de la cuenca, su régimen pluviométrico y el tamaño
y morfología de los sedimentos del río [47] y podría llegar hasta el 50% de carga de fondo en
comparación con la fracción de sedimento en suspensión [294]. La Tabla 4 muestra a gran
variabilidad de estas aportaciones a partir de mediciones en embalses en zonas
mediterráneas de montaña (de norte a sur; Alpes (Italia), Pirineos (España), Apeninos (Italia),
Sierra Nevada (España), Atlas (Marruecos) (adaptado de [178]). Se observan unas tasas
erosivas mayores en áreas con condiciones áridas y semi-áridas (Atlas y Sierra Nevada), y la
gran variabilidad en el caso de Pirineos, que alcanzan el valor máximo en el embalse de
Barasona.
Aunque la acción antrópica, los cambios de uso del suelo y la cobertura vegetal afectan de
manera muy especial a la dinámica erosiva y sedimentaria de estas zonas [206], el interés por
evaluar la influencia de los forzadores hidrometeorológicos ha aumentado significativamente
en los últimos años. Cambios en los patrones climáticos en cuencas montañosas pueden
conducir a variaciones estacionales en el flujo de agua, desde el deshielo primaveral hasta la
escorrentía directa en invierno, con variaciones significativas en su aportación sedimentaria
[166], [167]. En este sentido, las cuencas de montaña pueden considerarse como
observatorios especialmente sensibles al cambio climático. La estimación de estos impactos a
lo largo de la red fluvial en procesos de sedimentación de embalses, la calidad del agua o la
degradación de los ecosistemas, por dar algunos ejemplos, es clave para proponer estrategias
efectivas de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático.
El modelado hidrológico e hidráulico a partir de proyecciones climáticas futuras permite
valorar los impactos relacionados con los procesos erosivos y sedimentarios y analizar las
diferentes estrategias de gestión [120]. La iniciativa CORDEX y EURO-CORDEX, creadas por el
Programa Mundial de Investigación sobre el Clima (PMIC), proporcionan un marco coordinado
de resultados de Modelos de Circulación Global (MCG) regionalizados, tomando como
referencia “Fifth Assessment Report (AR5)” del año 2014 [228]. Dispone de una interfaz gráfica
de descarga de datos para la región europea. Las simulaciones incluidas en EURO-CORDEX
consideran los nuevos escenarios RCP (Representative Concentration Pathways) y la
regionalización de los resultados de los MCG, lo que permite aumentar la resolución espacial
30
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
con tamaños de cuadrícula de unos 12 km. Los datos obtenidos de estas proyecciones han de
ser corregidos y adaptados por sesgo (Bias-adjustment). La Figura 14 muestra los resultados
de simulación de procesos erosivos flujo concentrado y acarcavamiento en áreas de la ladera
sur de Sierra Nevada. Como se observa, el escenario RCP-8.5 simulado a partir del modelo
IPSL [174] muestra un incremento significativo de los procesos erosivos, estimado en 33%,
relacionado con la disminución del 74% de la cantidad de precipitación en forma de nieve. A
pesar de que las predicciones apuntan a una disminución generalizada de la precipitación, la
forma en la que llueve es determinante para la movilización de sedimento. Se espera que la
intensidad de los eventos de precipitación aumente entre un 14,5% (RCP 4.5) y un 6,9%
(RCP8.5), influyendo significativamente en el cálculo de la producción de sedimento [46].
Figura 14: Resultados obtenidos con el modelo distribuido y de base física WiMMed [134] en la cuenca del río
Guadalfeo (Granada) para procesos erosivos de ladera (kg/m2) a partir de la serie histórica (a) y del escenario
climático RCP-8.5 a partir de los resultados del modelo de circulación global IPSL-CM5-MR regionalizado (RCM)
RCA4 del instituto SMHI (b).
31
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
drenaje condiciona las respuestas erosivas ante los impactos antrópicos y el cambio climático
[136]. Sin embargo, los estudios a menudo se abordan a escala local, en determinados
sistemas analizados desde metodologías y disciplinas científicas muy dispares. El análisis de la
continuidad o conectividad de estos flujos entre áreas de ladera y el sistema fluvial es esencial
para comprender los efectos asociados a los procesos erosivos y sedimentarios [154], [241].
Como concepto holístico, la conectividad del flujo de sedimento es muy difícil de cuantificar
debido a la multitud de factores y a la heterogeneidad en su medición [293]. Sin embargo, el
gran interés que ha despertado este tema en los últimos tiempos, así como las nuevas
técnicas y fuentes de información, han facilitado diferentes propuestas metodológicas de
evaluación de la conectividad del sedimento a lo largo de la red fluvial. Se han evaluado
factores como la topografía, los usos del suelo, la cobertura vegetal y la rugosidad de la
superficie para la elaboración de diferentes propuestas de índices de conectividad [35], [49].
Otros índices incluyen la intensidad de lluvia, la erosionabilidad del suelo y la eficiencia de
retención de las infraestructuras aguas abajo para su estimación [34].
A escala de cuenca, la cuantificación de los aportes de ladera y fluvial representa un paso
adelante para obtener una comprensión más profunda de la naturaleza y la dinámica de los
procesos erosivos y sedimentarios en cuencas fluviales. Sin embargo, la heterogeneidad de
estos sistemas y sus diferentes respuestas a factores climáticos y antrópicos complican su
seguimiento. Aunque los métodos de medida que se utilizan comúnmente para determinar la
carga suspendida permiten la monitorización continua a partir de la turbidez, medir la carga
de fondo es muy complejo, lento y costoso [36]. Además, en ríos mediterráneos es difícil de
cuantificar debido al gran volumen de sedimento transportado durante pulsos intensos y las
limitaciones de los muestreadores empleados.
32
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 15: Metodología de análisis integral de aportaciones sedimentarias en embalse (adaptado de [178]).
33
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
34
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
3. Marco estratégico
3.1. Bases jurídicas y normativas sobre la gestión de
impactos climáticos en ríos y costas
Francisco Javier Sanz Larruga
Universidade de A Coruña
3.1.1. Introducción
La regulación jurídica de los efectos de cambio climático sobre los bienes del dominio público
hidráulico (que incluye los ríos) y de la zona marítimo-terrestre (relativa, en términos
generales, a la costa) es bastante reciente, salvo la incidencia que sobre éstos bienes ha
derivado -desde sus inicios- de la normativa sobre evaluación de impacto ambiental2.
En el grupo normativo sobre las aguas, la primera regulación sobre el cambio climático es la
relativa a la evaluación y gestión de riesgos de inundación de 2010, motivada por la
transposición a nuestro país su correspondiente Directiva de la Unión Europea, si bien sus
efectos se extienden también, como veremos, a las zonas costeras. Llama la atención, no
obstante, que en la vigente normativa básica sobre aguas -que se encuentra en el Texto
Refundido de la Ley de Aguas (aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de
julio)3 - no existe referencia alguna al cambio climático.
Por su parte, en la normativa reguladora de las costas, sí que existe un régimen jurídico
relativo a los efectos del cambio climático, vigente desde la aprobación de la Ley 2/2013, de
29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de la modificación de la Ley 22/1988,
de 28 de julio, de Costas.
En los siguientes apartados desarrollaremos brevemente el régimen jurídico que ofrecen
ambas normativas (de aguas y de costas) con referencia a la más relevante doctrina jurídica
que ha abordado estas materias.
2
Desde la regulación del impacto ambiental por el -ya derogado- Real Decreto Legislativo 1320/1986, de 28 de junio, donde se
prevé la inclusión en los estudios de impacto ambiental de los “factores climáticos” (cfr. su art. 2, 1, c)
3
Sólo hay unas escasas referencias al “cambio climático” en su normativa de desarrollo reglamentario. Así, por ejemplo, el
“Reglamento Público Hidráulico”, aprobado por el RD 849/1986, de 11 de abril (cfr. su art. 244 quinquies, introducido por el Real
Decreto 638/2016) y el Reglamento de la Planificación Hidrológica, aprobado por el Real Decreto 907/2007 (cfr. sus arts. 11 sobre
el “inventario de recursos hídricos naturales” y el 21 sobre “balances, asignación y reserva de recursos”). Posteriormente, el Real
Decreto 1/2016, de 8 de enero, por el que se aprueba la revisión de los Planes Hidrológicos de las demarcaciones hidrográfica del
Cantábrico Occidental, Guadalquivir, Ceuta, Melilla, Segura y Júcar, y de la parte española de las demarcaciones hidrográficas del
Cantábrico Oriental, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana y Ebro (cfr. en particular, el art. 71,1).
35
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
4
Esta Directiva tiene su base en la Directiva 2000/60/CE por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito
de la política de aguas. Sobre esta materia de las inundaciones vid. los estudios [162], y [163], y también [198]. La Directiva
2007/60/CE trae causa, a su vez, de la Directiva Marco del Agua de 2000.
5
De hecho, entre los desastres naturales que se producen en España, los daños por las inundaciones y temporales marítimos
son los más cuantiosos (es estiman en unos 800 millones de euros anuales).
6
Cfr. apartado I.3 del Plan de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030), p. 103
7
En el Texto Refundido de la Ley de Aguas se regula el caso de las sequías (cfr. sus arts. 46, 1, b); 58; 92, e); 104, 2) pero sin que
expresamente aparezca vinculado con los efectos del cambio climático.
8
Como se declara en el Preámbulo del RD 902/2010: “en materia de protección de la costa, parte de los preceptos previstos e
impulsados por este real decreto desarrollan y complementan la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas (…). De esta forma, se
coordinan adecuadamente las inundaciones en la costa, con las inundaciones en las zonas de transición y las inundaciones
fluviales, incorporando todas ellas en el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
9
El art. 3 del RD 903/2010 las define como: “anegamiento temporal o permanente de terrenos que no están normalmente
cubiertos de agua a causa de mareas, oleaje, resacas o procesos erosivos de la línea de costa, y las causadas por la acción
conjunta de ríos y mar en las zonas de transición” (apartado c). Incluso define también oros conceptos costeros como la “zona
costera inundable” (apartado n). Desde el punto de vista técnico, se distinguen dos tipos de inundaciones relacionadas con el
mar: las costeras o marinas (causadas por mareas meteorológicas, oleaje, onda larga) y maremotos (producto de las erupciones
volcánicas y temblores submarinos que sacuden el Planeta). El concepto de inundación costera o “cota de inundación” se
compone de la suma del “nivel medio del mar”, la “marea astronómica”, la “marea meteorológica” y el llamado “run up” (o
sobreelevación por efecto del oleaje).
36
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
10
La “demarcación hidrográfica” está conformada por la zona terrestre y marina, compuesta por una o varias cuencas
hidrográficas vecinas (RD 125/2007 por el que se fija su ámbito territorial). En la actualidad, por Resolución del Secretario de
Estado de Medio Ambiente de 12 de abril de 2019, están aprobadas las revisiones y actualización de la evaluación preliminar del
riesgo de inundación (EPRIs) de las demarcaciones hidrográficas intercomunitarias.
11
Cfr. El art. 7.3 del RD 903/2010, sobre especificaciones relativas a las zonas costeras en el proceso de elaboración de dicha
evaluación.
12
Sobre estos mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación del segundo ciclo. Por Resolución de la Dirección General del
Agua de 1 de agosto de 2019, está iniciado el proceso de consulta pública de revisión y actualización. Una vez finalizada esta fase
se someterán a informe del Comité de Autoridades Competentes u organismo equivalente en las cuencas intracomunitarias, y,
posteriormente, se remitirán al Ministerio para su incorporación al Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
13
Sobre sus principios y objetivos, art. 11 del RD. En todo caso, resaltamos el principio recogido en la letra d) del citado artículo:
“evitando el deterioro injustificado de los ecosistemas fluviales y costeros, y potenciando medidas de tipo no estructural contra
las inundaciones”. La mayor parte de estos “planes de gestión del riesgo de inundación” de cada Demarcación Hidrográfica han
sido aprobados por el Consejo de Ministros de 15 de enero de 2016 (vid. su publicación en el BOE nº 19 de 22 de enero de 2016).
No obstante, estos planes se deben revisar y actualizar antes del 22 de diciembre de 2021.
14
La peligrosidad frente a inundaciones, en función de la zona donde se vaya a desarrollar el uso o actividad:
Zona Flujo Preferente (ZFP): limitaciones a los usos vulnerables frente a avenidas o que supongan una reducción de la
capacidad de desagüe.
Zona inundable (ZI): criterios constructivos para las edificaciones destinadas a viviendas y recomendaciones de
seguridad para otros usos.
Régimen especial municipios alta inundabilidad: para municipios con más de 1/3 de su superficie incluida en la ZFP, o
que por la morfología de su territorio tengan una imposibilidad material para orientar sus futuros desarrollos hacia
zonas no inundables.
37
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
15
Así, por ejemplo, es el caso del “Plan de Prevención de avenidas e inundaciones en cauces urbanos andaluces”, aprobado
mediante el Decreto 189/2002; el “Plan de Acción Territorial sobre prevención del riesgo de inundación en la Comunidad
Valenciana” (PATRICOVA), aprobado por Decreto 201/2015; o el “Plan territorial Sectorial de Ordenación de ríos y arroyos de la
Comunidad Autónoma del País Vasco”, aprobado por Decreto 449/2013.
16
Un buen intento en la doctrina jurídica de visualizar jurídicamente la necesidad de esta gestión integrada es [209], que fue
objeto de la tesis doctoral dirigida por el Profesor Estanislao ARANA GARCÍA y defendida, en enero de 2014, en la Facultad de
Derecho de la Universidad de Granada. Su texto puede consultarse en la siguiente dirección de internet:
http://digibug.ugr.es/bitstream/10481/32663/1/23539884.pdf.
38
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
4. Desde una perspectiva preventiva, el art. 19, 4 y con el objeto de “abordar los riesgos”
la planificación y gestión hidrológicas deberán: “anticiparse a los impactos previsibles
(…) identificando y analizando el nivel de exposición y la vulnerabilidad de las
actividades socioeconómicas y los ecosistemas”; “identificar y gestionar los riegos (…)
en relación con su impacto sobre los cultivos” (…) necesidades para refrigeración de
centrales”; “considerar e incluir en la planificación los impactos (…) sobre las tipologías
de las masas de agua…”; “determinar la adaptación necesaria de los usos de agua
compatibles con los recursos disponibles”; etc. También se prevé la elaboración de un
“plan de financiación de las actuaciones” que de desarrollen para abordar los referidos
riesgos.
5. Por último, el art. 19, 5 abre a la consideración de las Administraciones hidrológicas, en
el “marco de los planes de gestión de riesgo de inundación” la posibilidad de incluir
“medidas de control de avenidas mediante actuaciones de corrección hidrológico
forestal y prevención de la erosión”.
17
Hasta el momento presente los trabajos publicados analizando particularmente esta materia –las relaciones entre el nuevo
régimen jurídico de las costas y el cambio climático- son: [209], [210], [211], [208], [231], [111], [9], [237], [214], [266], ¡Error! No
e encuentra el origen de la referencia. y Arana García, E. (2015): “La Ley 2/2013, de protección y usos sostenible del litoral: las
“soluciones singulares” y las nuevas medidas relativas a los riesgos naturales de la costa” en Revista de Derecho Urbanístico y
Medio Ambiente, nº 295, pp. 101-136;
18
La referencia al cambio climático en la ley había sido reclamada por los grupos ecologistas y por algunos expertos en ingeniería
costera. Vid. el informe presentado por Losada Rodríguez (2012). También el trabajo [211] donde, además de llamar la atención
sobre la importancia de introducir en la LC medidas contra los efectos del cambio climático y de tener en cuenta las múltiples
39
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
competencias (estatales, autonómicas y locales) que concurren en la protección y ordenación del litoral, subrayan la necesidad
de articular mecanismos e instrumentos eficaces para la coordinación y colaboración interadministrativas en esta materia. Por su
parte [237] incide en la falta de integración en el proyecto de ley sobre la adaptación al cambio climático (cit. pp. 90 y 91).
Finalmente, [10] señala al respecto: ““nos hallamos (…) ante unas meras disposiciones transversales (…) pero sin ofrecer un
tratamiento acabado y completo para afrontar todos los retos que pueden llegar a generar esa problemática en ese contexto
concreto” y concluye “se trata de medidas normativas parciales que articulan una primera y somera aproximación a la
problemática referida pero que, aunque supongan un primer cuadro normativo del que partir, resulta todavía insuficiente para
afrontar la problemática toda que en el plano jurídico-administrativo ofrece el cambio climático en el litoral” (cit. y op. cit. p. 425).
19
El subrayado es mío. Cfr. También el art. 2, a) del RLC. Según [10] este criterio tiene un alcance limitado ya que no a
proyectarse más allá del dominio público marítimo-terrestre pese a que los efectos pueden ir más allá, sobre los terrenos
contiguos a la ribera del mar (cit. y loc. cit. pp. 433-434)
20
Cfr. el comentario a esta disposición en el trabajo ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia..
21
Según ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.–además que la novedad de este régimen jurídico es relativa (p.
77) - esta regulación “podría calificarse como una medida del legislador más efectista que práctica” (p. 478); incluso llega a
afirmar comentando el desarrollo reglamentario de la Ley de Costas en esta materia que “el Reglamento de la Ley de Costas,
realmente ha querido que el régimen del dominio público en situación de regresión grave no tenga efectividad” (p. 456). Por otra
parte, según la misma autora, también es criticable la “escasa atención que presta la legislación de costas a los espacios de
propiedad privada colindantes con los tramos de demanio público en situación de regresión grave, más en particular cuando el
avance del mar se haya saldado con una modificación hacia el interior de la línea de la ribera del mar” (p. 456).
40
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
22
[10] cit. y loc. cit. p. 435. El los arts. 91 y 92 del RLC se precisan los requisitos para llevar a cabo dicha evaluación. En opinión de
Arroyo Yanes, esta regulación “es una de las grandes aportaciones del autor del RLC a la problemática del cambio climático en las
zonas costeras” (Ibídem. p. 436).
23
[10] pp. 437 a 439.
24
[10] pp. 439 a 440. Sobre este tema téngase en cuenta la existencia del documento aprobado en 2015 por la Comisión
Interministerial de Estrategias Marinas: “Directrices para la caracterización del material del dragado y su reubicación en aguas del
dominio público marítimo-terrestre”.
25
[10]. p. 440.
26
[10]. pp. 440 y 441.
41
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
27
[10]. pp. 441 y 442.
28
[10]. pp. 442 y 443.
29
[10]. pp. 443 y 444. A diferencia del resto de las referencias normativas que remiten a medidas de adaptación al cambio
climático de las zonas costeras, esta de la aplicación de eficiencia energética (que aparece junto medidas de ahorro de agua) se
trata de medidas de mitigación. Pero como bien señala Arroyo Yanes, “no nos hallamos aquí propiamente con los efectos
negativos del cambio climático en los espacios costeros, sino con los espacios costeros como sede física de actividades y
comportamientos que pueden producir ese resultado general no querido” ([10]. p. 443).
30
Dice al respecto el preámbulo de la Ley 2/2013: “Junto a estas medidas de carácter jurídico, la Ley impone al Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio ambiente la obligación de elaborar una estrategia para la adaptación de la costa a los efectos
del cambio climático. Con ello, se conseguirá disponer de un diagnóstico riguroso de los riesgos asociados al cambio climático
que afectan a nuestra costa, y de una serie de medidas que permitan mitigarlos”.
42
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
31
Desde el punto de vista técnico (no jurídico) son muy relevantes las críticas realizadas por Losada Rodríguez, M. A: (Informe)
Análisis y Comentarios al Borrador de Anteproyecto de Ley de Protección y Uso Sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988,
de 28 de julio, de Costas, Granada 1 de octubre de 2012.
32
[10], cit. y loc. cit. p. 445).
33
[10]. p. 449. Añade en la misma dirección: “queda todavía mucho por realizar y todo ese proceso necesita de un impulso tan
intenso y profundo para que, al menos en lagunas zonas del litoral español, pueda afirmarse que nos encontramos ante un
régimen terminado y perfilado en todos los aspectos que suscita un capítulo tan sustantivo, complejo y poliédrico como este”
(Ibídem).
43
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
1. Se hace una llamada -en el apartado 1º del art. 20- al incremento de la resiliencia que
debe orientar la planificación y gestión del medio marino “a los efectos del cambio
climático”. Adviértase que el “medio marino” es objeto de protección por medio de la
Ley 41/2010, de 29 de diciembre, de Protección de Medio Marino, cuyo objeto es
diferente del “dominio público marítimo-terrestre” regulado por la Ley de Costas de
1988 y su reforma por la Ley 2/2013 de Protección y Uso Sostenible del Litoral.
2. El apartado 2º del referido art. 2º hace una mera remisión a la “Estrategia de
Adaptación de la Costa a los Efectos del Cambio Climático” (aprobada en 2017) que
han de la orientar la “planificación y gestión de la costa”, incidiendo en los objetivos de
incremento de la “resiliencia” de la costa y la integración de la adaptación al cambio
climático de dichas actividades de planificación y gestión costeras.
3. Sobre la “gestión de los títulos de ocupación del dominio público marítimo-terrestre y
sus prórrogas” -regulados en el Título III de la Ley de Costas- recuerda que, en su caso,
deben aplicarse las normas sobre terrenos del dominio público marítimo-terrestre
declarados “en situación de regresión grave” por efectos del cambio climático (cfr. art.
13 ter de la Ley 2/2013). Se hace también una remisión a la aplicación de “convenios
internacionales que contengan regulación relativa a la costa y al mar y a la
conservación y uso sostenible del dominio público marítimo-terrestre”; se trata de una
referencia implícita al “Protocolo relativo a la Gestión Integrada de las Zonas Costeras”
del Convenio de Barcelona, ya citado en esta colaboración. Los factores que han de
tenerse en cuenta para la referida “gestión de los títulos de ocupación”: “estado y
evolución de los ecosistemas”, “condiciones hidromorfológicas, climáticas y de
dinámica costera”, “presión acumulada de los diferentes usos que soporta cada tramo
de costa” son algunos de los factores que tienen que evaluarse para la declaración, en
su caso, de tramos de la costa “en situación de regresión grave”.
4. El apartado 4º del repetido art. 20 contiene una disposición mucho más relevante que
las anteriores ya que establece unos plazos de duración máximos -que no pueden
superar los 75 años (conforme a la Ley 22/1988 de Costas y la Ley 33/2003 de
Patrimonio de las Administraciones Públicas)- de los títulos de ocupación del dominio
público marítimo-terrestre, incluidas sus prórrogas. Esta novedad legal que el Estado
puede promover legítimamente, debería haberse introducido, a nuestro juicio,
reformando la vigente Ley 2/2013, de protección y uso sostenible del litoral, cuyo art.
2º permite la posibilidad de superar dicho plazo máximo. Conforme al principio de
“homogeneidad de la Ley” que orienta la buena técnica legislativa, reconocida por el
Tribunal Constitucional (SSTC 136/2011 y 176/2011), esta solución puede plantear
algún problema interpretativo. Además, el mismo apartado del art. 20, de cara al
futuro, declara la “nulidad de pleno derecho” de los actos administrativos que se dicten
tras la entrada en vigor de la Ley 7/2021 como “cláusula de seguridad” para impedir la
atribución de títulos de ocupación del dominio público marítimo-terrestre que puedan
superar el plazo máximo de 75 años.
44
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
45
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Según la definición del IPCC (2014) la resiliencia se refiere a la capacidad de los sistemas
sociales, económicos y naturales de hacer frente a un evento, tendencia o perturbación,
respondiendo o reorganizándose de manera que se mantengan sus funciones esenciales,
identidad y estructura, manteniendo también su capacidad de adaptarse, aprender y
transformarse.
46
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Tabla 5).
El marco conceptual de las estrategias para la protección de la costa contiene un Itinerario
principal para la prevención del riesgo de erosión costera en cuatro etapas:
1. Liberación del Dominio Público Marítimo- Terrestre (DPMT)
2. Restablecimiento del balance sedimentario
3. Recuperación de los elementos naturales del sistema costero
4. Defensa o retirada de la costa
49
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Los criterios para seleccionar y priorizar las medidas en cada unidad de gestión se basan en
los resultados del riesgo en el corto plazo, la información básica del modelo morfodinámico
de funcionamiento, la percepción de problemas, y los niveles de prioridad. Las
recomendaciones que se dan en cada una de las estrategias son de ámbito regional y no se
pueden aplicar a otros tramos de la costa española.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Ya se han redactado las estrategias para la protección de la costa para Huelva, Maresme, Sur
Castellón, Sur Valencia y Granada y actualmente, están en redacción las estrategias para la
protección de las costas de Almería, Málaga, Cádiz y Baleares.
51
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Los Planes Hidrológicos son las herramientas clave para orientar la gestión del agua,
integrándola con el compromiso de transición ecológica y de la necesaria adaptación a los
efectos del cambio climático. La planificación hidrológica tiene por objetivo hacer compatibles
la consecución de los objetivos ambientales para las masas de agua y ecosistemas asociados,
con los objetivos socioeconómicos a través de la atención de las demandas para los
diferentes usos del agua. Dichos planes se ejecutan en las 35 demarcaciones hidrológicas
españolas, que incluyen tanto las aguas continentales (superficiales y subterráneas) como las
aguas de transición y costeras, se articula mediante un proceso adaptativo continuo que se
concreta a través del seguimiento del plan hidrológico vigente de cada demarcación, y de su
revisión y actualización cada seis años
Los planes hidrológicos de segundo ciclo (2015-2021) actualmente vigentes, se están
revisando para aprobar antes de final del año 2021 unos nuevos planes para el tercer ciclo
(2021-2027). Los principales problemas a los que se están enfrentando el tercer ciclo son los
siguientes:
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De forma general, los principales documentos que conforman los planes son los siguientes:
a) Memoria del plan hidrológico. Es un documento que resume los principales
problemas identificados en la fase del Esquema de Temas Importantes (ETI) y las
soluciones que el plan desarrolla, generalmente relacionadas con actuaciones incluidas
en el Programa de Medidas o con disposiciones que se incluyen en la parte normativa
del plan. La Memoria incluye además el resumen de todos los contenidos
obligatoriamente requeridos, de acuerdo con el Artículo 42 del TRLA.
b) Anejos a la Memoria. Se ha pretendido elaborar una Memoria más clara y sintética que
en planes anteriores, desplazando a sus Anejos los prolijos contenidos de detalle que el
trabajo técnico exige. Aunque con contenido, subdivisiones y ordenación particular para
cada caso, los Anejos que acompañan a la Memoria suelen estar referidos a los
siguientes temas: Identificación de masas de agua; inventario de recursos hídricos;
adaptación al cambio climático; usos y demandas; presiones e impactos; caudales
ecológicos; balances, asignación y reserva de recursos; zonas protegidas; programas de
control del estado de las masas de agua; valoración del estado; objetivos
medioambientales y exenciones; recuperación del coste de los servicios del agua;
programa de medidas; participación pública; revisión y actualización del plan
hidrológico.
c) Normativa. Algunos contenidos de los planes hidrológicos tienen carácter normativo,
bien sea por tratarse de definiciones que han de quedar jurídicamente determinadas en
el plan – como las masas de agua, o bien por ser medidas que se establecen en forma
de instrumentos generales, como sucede en el caso de los regímenes de caudales
ecológicos.
d) Programa de Medidas. En realidad se resume en la Memoria y se concreta en uno de
los Anejos a la misma, pero se destaca aquí de forma específica por su relevancia dentro
del Plan. Reúne el conjunto de acciones y actuaciones que las administraciones
competentes (Administración General del Estado, Comunidades Autónomas,
Administraciones locales) acuerdan adoptar y financiar durante los seis años del ciclo de
planificación para resolver los problemas existentes y alcanzar los objetivos de la
planificación.
e) Estudio Ambiental Estratégico. Los planes hidrológicos han de someterse al
procedimiento de evaluación ambiental estratégica que ayudará, entre otras cuestiones
de detalle, a asegurar su coherencia con el marco estratégico asociado al Pacto Verde
Europeo. En un ejercicio de coordinación sinérgica este procedimiento se desarrolla
conjuntamente para los planes hidrológicos y los planes de gestión del riesgo de
inundación, elaborados en paralelo.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Las principales conclusiones que se han extraídos del primer ciclo de planificación son:
Implicación de todos los sectores de la sociedad. Se requiere incrementar la
consciencia del riesgo de inundación y el fomento de la autoprotección,
adaptación y preparación ante el riesgo de inundación, que en gran parte de las
ocasiones no está aún asumida por determinados sectores de la sociedad.
Cartografía de zonas inundables. Se ha constatado la utilidad de esta
herramienta que limita los usos del suelo en las zonas inundables y que ha sido
clave para evitar un incremento del riesgo de inundación.
Colaboración y coordinación con las autoridades de Protección Civil, si bien se
ha realizado un importante esfuerzo durante el primer ciclo, es necesario dar un
nuevo impulso a los trabajos derivados de los contenidos de la nueva Ley del
Sistema Nacional de Protección Civil, creando e implantando dentro de la Red
Nacional de Información las alertas hidrológicas de las distintas cuencas
hidrográficas y realizar una evolución tecnológica de los sistemas de seguimiento
hidrológico y de apoyo a la decisión.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Tabla 6: Esquema metodológico para estimar la influencia del cambio climático en el riesgo de inundación.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Divulgación y concienciación
Se ha elaborado la Estrategia Nacional de Comunicación frente al riesgo de inundación y
adaptación al cambio climático. En esta línea va el desarrollo de la App infoAGUA que informa
sobre el riesgo de inundación, y sobre la cantidad y la calidad de los recursos hídricos.
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Infraestructura verde
Se han realizado actuaciones de recuperación ambiental y protección frente a las
inundaciones. Ejemplos de este tipo de labores son el río Palancia y el proyecto Ebro
Resilience.
3.3.3. Conclusiones
La continua mejora del conocimiento sobre el riesgo de inundación y la compatibilidad con la
planificación hidrológica son esenciales para abordar con éxito la reducción de los daños que
producen las inundaciones.
Este mayor conocimiento está permitiendo una mejora sustancial de la cartografía de
peligrosidad y riesgo, esencial como instrumento preventivo para ordenar el territorio y como
herramienta de concienciación para la población.
El éxito de las medidas que se contemplan en el PGRI requiere una Estrategia nacional de
comunicación frente al riesgo de inundación y adaptación al cambio climático que mejore la
percepción del riesgo y las estrategias de autoprotección.
El desarrollo de programas de adaptación al riesgo de inundación de los elementos
vulnerables es una de las medidas más eficaces, y en ocasiones la única posible, máxime en
un contexto de cambio climático.
Las soluciones basadas en la naturaleza, restauración fluvial, infraestructuras verdes han
demostrado ser soluciones altamente eficaces en la protección frente a inundaciones, de
forma compatible con la mejora del estado de los ríos. Estas actuaciones se refuerzan con
actuaciones estructurales de protección, fundamentalmente de núcleos urbanos e
infraestructuras que afectan a la seguridad y están avaladas por estudios de coste beneficio.
La mejora de la capacidad predictiva mediante la evolución tecnológica de las redes de
información meteorológica e hidrológica, junto con el establecimiento de protocolos de
comunicación y alerta en situación de avenida en coordinación con las autoridades de
Protección Civil es una de las prioridades de este ciclo.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Los peligros derivados del cambio climático en nuestros ríos y costas exigen dar respuestas a
través de políticas y acciones de adaptación que contribuyan a reducir el riesgo presente y
futuro y a construir una sociedad resiliente frente al cambio climático.
El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC)34 constituye el instrumento de
planificación básico para promover la acción coordinada y coherente, desde una perspectiva
transversal, multilateral (desde distintos sectores) y multinivel (diferentes escalas
territoriales), de medidas para hacer frente a los riesgos y amenazas que presenta el cambio
climático en los diferentes ámbitos de la sociedad.
Tras una evaluación en profundidad del primer plan, aprobado en 2006 y considerado
pionero en Europa, en septiembre de 2020 fue aprobado el segundo PNACC para el periodo
2021-2030, con el principal objetivo de establecer una hoja de ruta que dé respuesta a las
crecientes necesidades de adaptación al cambio climático en España, con el fin último de
evitar o reducir los riesgos económicos, sociales y ecológicos y favorecer una mejor
preparación para la recuperación tras los impactos.
El nuevo PNACC incorpora los nuevos compromisos internacionales y contempla el
conocimiento más reciente sobre los riesgos derivados del cambio climático, aprovechando la
experiencia obtenida en el desarrollo del primer plan.
Sin perjuicio de las competencias que corresponden a las diversas administraciones públicas,
el PNACC 2021-2030 define objetivos, criterios, ámbitos de trabajo y líneas de acción para
construir resiliencia, anticipar y minimizar daños, y definir las orientaciones para los sectores
y la sociedad.
En concreto, define y describe 81 líneas de acción a desarrollar en los diferentes sistemas
naturales y sectores socioeconómicos del país, organizadas en 18 ámbitos de trabajo.
Además, el plan propone otras 7 líneas de acción complementarias para que sean integradas
de forma transversal a todos los ámbitos, como la vulnerabilidad entre territorios y entre
grupos sociales, la atención a efectos transfronterizos, o la prevención de la maladaptación,
entre otros.
34
Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/impactos-
vulnerabilidad-y-adaptacion/plan-nacional-adaptacion-cambio-climatico
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
suficiente, debiendo abordar la gestión del recurso desde una visión holística e integradora.
En este sentido, dentro de las estrategias de adaptación desarrolladas a nivel de cuenca en
respuesta a la reducción de riesgos frente al cambio climático, deberán priorizarse
actuaciones de mejora del estado de las masas de agua y de los ecosistemas acuáticos,
con especial incidencia en la protección de las aguas subterráneas.
Complementariamente, el seguimiento y la mejora del conocimiento sobre los efectos
observables del cambio climático en las masas de agua y sus usos constituyen un
elemento imprescindible para anticiparnos a los impactos del cambio climático. Por ello, se
deben redoblar esfuerzos para disponer de un sistema de información hidrológica
actualizado y de datos de observación sistemática de los efectos del cambio climático sobre
las masas de agua.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Con el objeto de alimentar las evaluaciones de riesgos, desde este ámbito se promoverá
también la actualización de las proyecciones de cambio climático regionalizadas para España,
utilizando los escenarios y modelos generales empleados en el Sexto Informe de Evaluación
del IPCC (AR6) y su puesta a libre disposición. Asimismo, el visor de escenarios de cambio
climático disponible en la plataforma AdapteCCa35 estará operativo y actualizado.
En línea con lo anterior, desde el ámbito de reducción del riesgo de desastres, se apoya y
refuerza la preparación ante el riesgo de desastres climáticos, a través de la observación, la
alerta temprana, la comunicación y la educación con criterios adaptativos. También el refuerzo de
los sistemas de autoprotección en comunidades de riesgo o comunidades de adaptación
contribuirá en la capacitación de grupos de población especialmente vulnerables para que
puedan participar activamente en los procesos colectivos de prevención y gestión del riesgo.
Esta línea de acción se aborda también desde el ámbito de educación y sociedad.
El sistema financiero y la actividad aseguradora juegan también un papel clave en la
gestión de riesgos en ríos y costas. Los seguros constituyen una herramienta clave para la
adaptación de diferentes ámbitos socioeconómicos, pero a la vez pueden aportar incentivos
para la prevención de riesgos mediante la integración de la adaptación en la actividad
aseguradora y sus políticas, así como en otros instrumentos financieros alternativos. El sector
asegurador puede ser una valiosa fuente de datos de siniestralidad, pero además tiene
potencial para implicarse de un modo más proactivo en la reducción de sus riesgos,
fomentando las medidas de autoprotección por parte de los asegurados o la reconstrucción
resiliente (build-back-better).
En el ámbito de la ciudad, urbanismo y edificación, es un hecho que las inundaciones se
ven favorecidas por las amplias superficies impermeables, que impiden la infiltración y
favorecen la escorrentía. Además, la localización de una parte sustancial de los espacios
urbanos en la línea de costa, los expone de forma especial a los efectos del ascenso del nivel
del mar y los eventos extremos costeros.
Por ello, desde este ámbito de trabajo se promueve la integración de la adaptación al cambio
climático en la planificación territorial y urbana, de manera que se dé respuesta a la prevención
frente a estos riesgos, a través por ejemplo de la creación de zonas inundables, restauración
de tramos urbanos de ríos, utilización de pavimentos o sistemas de drenaje urbano. Una
planificación urbana que fomenta la infraestructura verde y las soluciones basadas en la
naturaleza, aumenta la resiliencia de la ciudad y consigue numerosos cobeneficios, como la
mejora de la calidad del aire, la biodiversidad, la salud y la calidad de vida para la ciudadanía.
Desde otros ámbitos como la biodiversidad, el sector forestal, la agricultura o la energía,
se configuran otras muchas líneas de actuación que impulsan la adaptación mediante
soluciones basadas en la naturaleza, prevención de la desertificación, uso eficiente de los
recursos hídricos y de la energía y, en definitiva, el fomento de prácticas que promueven una
mayor resiliencia a los impactos.
35
Plataforma de intercambio sobre impactos y adaptación AdapteCCa: https://www.adaptecca.es/
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
Las medidas a desarrollar en el presente apartado pueden entenderse aunadas bajo el
concepto de resiliencia, entendida ésta como la capacidad de la adaptación de la sociedad o
los ecosistemas a los riesgos que puedan soportar.
Así mismo, esta adaptación frente al riesgo de inundación se concibe como el conjunto de
actuaciones vinculadas con la reducción de la vulnerabilidad de elementos expuestos al
riesgo de inundación, tales como edificaciones, instalaciones o infraestructuras, con objeto de
reducir el impacto y las consecuencias adversas que las inundaciones conllevan.
Se hace necesario impulsar por parte de todas las administraciones implicadas, diversas
medidas que fomenten la conciencia de la inevitable convivencia con estos fenómenos
extremos y la necesidad de recurrir a la autoprotección, entendida como una medida
complementaria a las medidas estructurales tradicionales, que, si bien pueden minimizar las
consecuencias, no garantizan el riesgo cero.
Son los planes de gestión del riesgo de inundación la herramienta fundamental de la Directiva
de Inundaciones en la que se enmarca la actuación coordinada de todas las administraciones
públicas y la sociedad en la implantación de las actuaciones que se exponen a continuación.
69
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 19: Ejemplo de hexágono de autochequeo de una explotación agraria o agropecuaria frente al riesgo de
inundación conforme a la metodología expuesta en la guía
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 20: Primeros casos piloto de adaptación al riesgo de inundación elaborados por la Dirección General del
Agua en colaboración con Tragsatec
En todos ellos, siguiendo las metodología planteadas en las guías, se ha procedido a elaborar
un diagnóstico de la problemática asociada a su inundabilidad y aspectos constructivos, para
poder desarrollar una propuesta de intervención en base a cuatro líneas estratégicas de
acción: evitar que el agua alcance el edificio; resistir la entrada de agua, una vez ha llegado al
exterior; tolerar la entrada de agua, tomando medidas para minimizar el daños o incluso
retirar el uso cuando el riesgo es demasiado elevado. Una vez planteadas las diferentes
alternativas, se ha procedido a estimar la valoración económica de los daños que dejan de
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
producirse tanto en el continente como en el contenido, como los costes de las medidas a
aplicar, obteniendo así una ratio beneficio/coste que determine la vialidad desde el punto de
vista económico de las actuaciones.
Los diez casos piloto evidencian una relación beneficio/coste muy favorable, lo que
demuestra que pequeñas inversiones, ejecutadas en corto espacio de tiempo consiguen
minimizar enormemente el riesgo y reducir el futuro coste de los daños que pueden llegar a
producirse en episodios de inundación.
72
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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Concienciación
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 23: Industria e infraestructuras. Superficie afectada en ha en España para T=10 años.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Así lo corroboran los datos del Consorcio de Compensación de Seguros, ya que desde el año
2005 hasta 2019 la cifra total de indemnizaciones asciende a más de 180 millones de euros en
estos términos municipales.
Por ello y, con la finalidad de dar un paso más en la adaptación al riesgo de inundación y
lograr materializar las diferentes medidas de autoprotección, el Ministerio para la Transición
Ecológica y el Reto Demográfico, aprueba a finales de 2020, el Real Decreto 1158/2020, de 22
de diciembre, por el que se regula la concesión directa de subvenciones para el desarrollo de
planes piloto de fomento de la adaptación del riesgo de inundación de las edificaciones,
equipamientos e instalaciones o explotaciones existentes en los términos municipales de Los
Alcázares, San Javier, Torre-Pacheco, Cartagena y San Pedro del Pinatar (Murcia).
En total se destinarán tres millones de euros distribuidos en los siguientes importes:
Ayuntamiento de Los Alcázares: 1.300.000 euros
Ayuntamiento de San Javier: 600.000 euros
Ayuntamiento de Torre-Pacheco: 500.000 euros
Ayuntamiento de Cartagena: 400.000 euros
Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar: 200.000 euros
Para calcular la distribución de ayudas a la entidades beneficiarias, el Ministerio para la
Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha analizado las indemnizaciones otorgadas por el
Consorcio de Compensación de Seguros en los cinco términos municipales, de manera que
las ayudas son proporcionales a los daños ocasionados conforme a los siguientes
porcentajes: el 45% en Los Alcázares, el 22% en San Javier, el 16% en Torre-Pacheco, el 13% en
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Cartagena y el 4% en San Pedro del Pinatar, lo que supone el 96% de las indemnizaciones
otorgadas en la comarca del Campo de Cartagena.
Cartagena 23,7 M€
Torre-Pacheco 28,9 M€
Nuevos retos
En los próximos meses saldrán a consulta pública los planes de gestión del riesgo de
inundación de segundo ciclo, los cuales permitirán dar continuidad a este tipo de medidas.
Entre las prioridades de estos planes destaca el fomento de una adecuada cultura del riesgo
en la población y de los diferentes agentes económicos y sociales, creando conciencia e
impulsando la participación de todos los actores implicados. Se abre por tanto un nuevo
horizonte para seguir fomentando la coordinación entre todas las administraciones públicas y
desarrollar nuevos programas específicos de adaptación al riesgo de inundación. La mejora
del conocimiento en este tipo de estrategias, con diagnósticos y proyectos elaborados a lo
largo de todo el territorio gracias a los trabajos ya en marcha, permitirá expandir este tipo de
soluciones en el ámbito de las distintas demarcaciones hidrográficas dentro de los programas
de medidas de estos nuevos planes.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
La gestión del riesgo de inundaciones (GRI en adelante) ha seguido tradicionalmente un
enfoque de resistencia, cuyo objetivo principal era lograr un riesgo cero. Esta estrategia se ha
basado fundamentalmente en el diseño y la implementación de infraestructuras grises,
complementadas por medidas no estructurales como, por ejemplo, la planificación del uso de
la tierra o sistemas de prevención temprana. Sin embargo, cada vez es más claro que este
enfoque resulta ineficiente, por distintas razones. En primer lugar, conduce a la alteración del
régimen hidrológico de los ríos, lo que impacta en los ecosistemas de agua dulce,
principalmente debido a la construcción de embalses. En segundo lugar, se aísla a los ríos de
sus llanuras aluviales por la construcción de diques en los márgenes [289] lo que provoca una
manifiesta degradación de los servicios ecosistémicos asociados. En tercer lugar, se crea una
falsa sensación de seguridad entre los ciudadanos, que asumen que la protección frente a las
inundaciones es total.
En respuesta a estas desventajas, desde comienzos del presente siglo, una serie de hitos han
dado lugar a un cambio de paradigma en la GRI, que afecta a diversas cuestiones estratégicas.
Una de ellas es que, actualmente, la legislación y las políticas demandan que la mitigación del
riesgo de inundaciones sea compatible con la preservación del estado de los cuerpos de
agua. Ejemplos de estas nuevas perspectivas son, a nivel europeo, las Water Framework and
Floods Directives o el European Green Deal; y, a una escala más global, el objetivo 6.6 de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible [295]. En esos ODS ya se puede deducir otro cambio de
paradigma: la importancia de incorporar la dimensión social en la GRI, así como promover
una mejor gobernanza para fortalecer la resiliencia de las naciones y las comunidades ante
desastres naturales.
En consonancia con estas iniciativas, la GRI está alejándose del principio de protección
absoluta y la adopción de soluciones puramente de ingeniería gris, y, en su lugar, políticas
como la European Strategy on Green Infrastructure [88] están ganando peso. Estas nuevas
políticas apoyan las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza (SbN) [213], que con
frecuencia resultan más exitosas que las tradicionales [301], ya que requieren unos costes de
implementación y mantenimiento inferiores. Además, promueven la gestión integrada de las
cuencas que, a su vez, permite un desarrollo socio-económico sostenible [306]. Parece claro,
además, que la implementación de esas nuevas políticas y estrategias deberían ir de la mano
de un cambio en la gobernanza de la GRI, evolucionando desde los enfoques establecidos de
“arriba abajo”, en los que prima una jerarquía tecnocrática, con frecuencia asociada a
instituciones nacionales y/o regionales que actúan como únicos decisores [278], hacia un
77
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
enfoque de “abajo a arriba”, con estrategias más inclusivas, en los que la implicación de los
stakeholders resulta esencial [149].
Con el objetivo de a avanzar en esta incipiente área de conocimiento, este estudio tiene un
doble objetivo. En primer lugar, estudiar los actores (stakeholders, en terminología
anglosajona) implicados en la gestión, conservación y explotación de los sistemas fluviales y
las relaciones existentes entre ellos. En este caso se empleó el análisis de redes sociales (SNA
por sus siglas en inglés). El segundo objetivo es diferenciar y categorizar los stakeholders en
diferentes clústeres de acuerdo con su percepción de la efectividad de las SbN y las
infraestructuras grises como estrategias de gestión. Para ello, aplicamos análisis clúster de
clases latentes (LCCA por sus siglas en inglés).
stakeholders identificados ex ante se les pidió de forma iterativa que identificaran nuevas
categorías de stakeholders y contactos relevantes. Este procedimiento en forma de “bola de
nieve” se repitió hasta que no se identificaron nuevos stakeholders. La base de datos estaba
compuesta por 63 stakeholders que pertenecían a cuatro categorías. Para recoger los datos
sobre cada stakeholder, se utilizó la figura de informante clave como una proxy a su
organización, institución o compañía. El trabajo de campo se llevó a cabo durante los meses
de octubre a noviembre de 2019, obteniéndose un total de 47 encuestas completas, lo que
representa a una tasa de respuesta del 74,6%. La Figura 26 muestra un mapa de los 47
stakeholders que finalmente fueron entrevistados.
Figura 26: Mapa de stakeholders: actores a nivel nacional, regional, provincial y local
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
respuesta oscilaban desde “nunca” (0) a “muchas veces” (4). Esas respuestas permitieron la
construcción de tres matrices 47x47 que se utilizaron para el análisis de redes sociales. Como
un paso previo al SNA, se evaluaron las consistencias/inconsistencias en la frecuencia de
comunicación reportada por cada par de stakeholders. En los casos en que había
discrepancias en la frecuencia de comunicación, se reemplazaron los valores por el valor
mínimo reportado por los dos actores implicados. De esta manera, se construyeron tres
matrices simétricas. Finalmente, la tercera sección recopila información sociodemográfica
sobre el informante clave (edad, género, nivel educativo, organización, institución o compañía
que él/ella representa, y posición).
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Arcos 158 45 41
Figura 27: Medidas topológicas y representación de la red del río. El tamaño de nodos (stakeholders) está
relacionado con el número total de conexiones (all node degrees)
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 28: Perfiles de los tres clústeres de stakeholders (puntuaciones medias en una escala de 1 a 5)
Clúster 2. Entusiastas de las SbN y la implicación de los stakeholders. Este grupo, que
representa el 27,7% de la muestra (13 stakeholders), percibe alta efectividad de las medidas de
mitigación relacionadas con crear espacio para el río, prohibir el desarrollo urbanístico en las
áreas propensas a las inundaciones e incentivar la participación de la comunidad en la GRI. Y
considera muy poco efectivas otras medidas estructurales relacionadas con el dragado del río
y la construcción de nuevos dique y embalses. Más del 90% de los actores en este grupo son
parte de la sociedad civil (principalmente ONG medioambientales, asociaciones de
consumidores y universidades) o decisores. Los stakeholders regionales son mayoritarios
(46,2%).
Clúster 3. Defensores de enfoques holísticos. Este último grupo representa el 25,5% de la
muestra (12 stakeholders) y su principal característica distintiva es la alta efectividad percibida
de casi todas las medidas de mitigación. Las dos fuerzas de intervención nacional están
incluidas en este clúster y, dentro de los sectores productivos, las empresas agrícolas y de
servicios representan un mayor porcentaje que en otros clústeres. La mitad de ellos son
stakeholders locales, aunque la importancia de actores provinciales es significativamente más
alta que en los otros dos clústeres. Los únicos stakeholders nacionales en este grupo son los
de intervención.
Discusión
Los resultados presentados en la Sección 3 han puesto de relieve algunas cuestiones que
merece la pena discutir. Detectamos, en general, relaciones muy escasas y débiles entre los
stakeholders en nuestro análisis. Y ello se produce para las tres redes, aunque de una forma
más acusada cuando la comunicación se refiere al estado ecológico del río y al riesgo de
inundaciones. Es particularmente preocupante la completa desconexión de numerosos
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
relacionadas con las SbN. En segundo lugar, el clúster llamado de entusiastas de SbN y la
implicación de los stakeholders (clúster 2), en lugar de ser considerado como un público
objetivo, debería tomar un papel activo como contactos clave en la estrategia de
comunicación. Dos son las razones para ello: (1) han internalizado los enfoques de GRI que
están cercanos a aquellos que deberían ser promovidos; y (2) están razonablemente bien
conectados con los otros stakeholders. En este sentido, si se logra que los decisores, las
fundaciones relacionadas con la gestión del agua, las asociaciones medioambientales, las
asociaciones de consumidores y la universidad se sientan parte de la estrategia de
comunicación diseñada, con toda seguridad esto los animará a actuar como diseminadores o
colaboradores de esta. Finalmente, los defensores de los enfoques holísticos (clúster 3)
deberían liderar el diseño y la implementación de la estrategia de comunicación debido tanto
su perfil como su elevada interrelación con otros actores (especialmente en el caso de las
fuerzas de intervención nacionales y la Diputación de Zamora).
Conclusiones
En este trabajo hemos explorado la transición gradual que está teniendo lugar en la GRI
desde un anticuado enfoque de resistencia basado puramente en infraestructuras grises,
hacia esquemas integrales más proactivos en los que la base principal son las SbN, aplicando
nuestro análisis al caso del río Duero. En particular, hemos enfocado nuestra atención en el
papel que la implicación de los stakeholders en el diseño de las estrategias de gobernanza del
tipo de abajo a arriba, las cuales son las más apropiadas para la efectiva implementación de
las nuevas visiones, en contraste con los antiguos, anquilosados, sistemas de arriba abajo.
En el análisis hemos detectado que, hasta el momento, es muy difícil establecer una
estrategia exitosa de abajo a arriba ya que las redes existentes no son muy extensas y están
débilmente cohesionadas, especialmente aquellas que se refieren los temas más específicos
de la estrategia de gestión: el riesgo de inundaciones y el estado ecológico del río. Bajo esas
condiciones, las posibilidades de establecer relaciones sólidas entre los stakeholders con
información, ideas, intereses, preocupaciones, innovaciones, planes y contribuciones
creativas que fluyan en todas las direcciones dentro de las redes del río son ciertamente
limitadas. En consonancia, sin unos vínculos más intensos y extensos en los que todos los
stakeholders se sientan bien representados, es muy improbable que procesos colaborativos y
efectivos, basados en el entendimiento, la asimilación y la aceptación común de las políticas y
acciones necesarias puedan ser implementados. Sin embargo, en nuestro análisis,
identificamos algunos stakeholders centrales que, además son los más poderosos desde un
punto de vista financiero e institucional, y que merecen centrar la atención para desarrollar la
estrategia. Ellos son los más conectados y los más intensamente conectados y juegan un
papel de intermediarios muy prometedor para establecer puentes con los demás
stakeholders. Además, hemos encontrado que alguno de esos actores destacados son
entusiastas de las SbN y la implicación de los actores, así como defensores de enfoques
holísticos. Por lo tanto, deben ser conscientes de que deberían ser ellos los que lideraran las
nuevas estrategias de GRI. Al mismo tiempo, se debería desarrollar un plan de comunicación
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
bien diseñado para que el gran número de stakeholders que están escasamente o nada
conectados pasen a ser participantes activos en las redes del río.
Después de este análisis, lo que ha quedado claro es que la efectiva implementación del
nuevo paradigma de la GRI requiere un profundo y detallado entendimiento del sistema
social implicado o afectado. De otro modo, es muy probable fracasar ya que el sistema
adolece de la falta de legitimidad y colaboración que son indispensables.
Agradecimientos
Esta investigación ha sido financiada por los proyectos DRAINAGE (CGL2017-83546-C3-1-
R/AEI/FEDER, UE) del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación y
ADaPTAR (SBPLY/17/180501/000416/JCCM/FEDER, UE) de la Junta de Comunidades de Castilla-
La Mancha.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Por todo ello, el objetivo de esta aportación es exponer brevemente dos experiencias de
educación en el riesgo de inundaciones dirigidas a la población infantil, mantenidas en el
tiempo y que han sido evaluadas con éxito.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
deben complementar a las técnicas y estrategias de enseñanzas clásicas. Por ello, desde hace
dos años, un equipo multidisciplinar está desarrollando recursos divulgativos y didácticos
sobre educación en los riesgos naturales, y en particular el riesgo de inundación, utilizando el
popular videojuego infantil Minecraft [70], [71].
Minecraft es un videojuego infantil y juvenil (PEGI 7), creado en 2009, con más de 170 millones
de usuarios en el Mundo, que es de tipo ‘creativo’ (sandbox), esto es, que permite crear
paisajes y relieves (llamados ‘mundos’) a partir de elementos de construcción (‘bloques’
cúbicos de diferentes tipos de materiales). Puede ser utilizado tanto de forma divulgativa en
el ocio y tiempo libre, como para la enseñanza formal y no formal, como ya es usado en
diversos centros educativos de todo el mundo, incluido nuestro país.
Para conseguir la educación en el riesgo por avenidas e inundaciones, se ha contratado un
servidor llamado ‘Minecraft Venero Claro’ (IP 173.249.35.60:25569), en el que se ha
reconstruido la conocida colonia infantil de campamentos de verano Venero Claro, por la que
anualmente pasa más de medio millar de niños y jóvenes. Además de las instalaciones
(edificios, pistas polideportivas, piscina, granja…), se reconstruye el arroyo Cabrera, que tiene
frecuentes y virulentos eventos de avenidas torrenciales y flujos de derrubios (Figura 30). Los
jóvenes, además de recorrer las instalaciones, ante una riada tienen que saber cómo actuar y
qué medidas de autoprotección adoptar, como huir a las zonas elevadas, no acercarse a la
zona inundada (donde ‘morirían ahogados’) o los teléfonos de emergencia.
Además de los dos servidores y mundos, disponibles para juego en las plataformas de
ordenador personal (Windows, Mac, Linux), se han abierto un canal en YouTube llamado
‘Minecraft Gea’ y una cuenta en la red social Instagram, en los que se cuelgan vídeos breves de
recorridos y funcionamiento del juego. Próximamente se emplearán las capacidades de
incorporación de MDE mediante conexiones con los SIG y también las funcionalidades de la
realidad virtual con Minecraft Earth.
Figura 30: Imagen del videojuego Minecraft, mundo Venero Claro, en la que el arroyo Cabrera desbordado inunda
las canchas de baloncesto y el campo de fútbol de la Colonia infantil.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Con todo ello se pretende lograr poner a disposición de los jóvenes, con sus herramientas y
hábitos, el apasionante mundo de los riesgos naturales. Ya ha sido empleado en una edición
de las actividades en Venero Claro-Agua (2019), con notable éxito de acogida y seguimiento
por los participantes.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 31: Explicaciones divulgativas en una parada de la actividad ‘A todo riesgo’ para un grupo familiar con
público adulto e infantil del programa “Segovia Educa en Verde”.
Conclusiones
La educación en el riesgo de inundación dirigida a la población infantil es una medida de
mitigación del riesgo preventiva de una alta eficiencia y óptima relación coste-beneficio. El
programa de educación en el riesgo de inundaciones a población infantil de Venero Claro-
Agua es pionero en el tiempo y su mantenimiento en nuestro país, e innovador en las
estrategias formativas, desde los clásicos talleres prácticos al uso de videojuegos. Con esta
iniciativa se ha conseguido incrementar significativamente el conocimiento y percepción del
riesgo de inundaciones de varios millares de niños y niñas, y por extensión de sus familiares y
conocidos, mejorando su resiliencia y capacidades de autoprotección ante posibles desastres
a las que se tengan que enfrentar en el futuro. La actividad ‘A todo riesgo’ ha conseguido la
formación y concienciación en los riesgos geológicos de más de un millar de personas,
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Agradecimientos
Estas estrategias de educación infantil en el riesgo de inundaciones han sido financiadas por
proyectos de investigación que se han sucedido en el tiempo a lo largo de la última década y
media: Plan Nacional de I+D+i (RiskGredos, Dendro-Avenidas, MAS Dendro-Avenidas,
MARCoNI, DRAINAGE); o financiados por organismos públicos de investigación (GeoRiada y
MIDHATO Venero). En los últimos años forman parte, como estrategia de divulgación
(GT5.T3), del proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i DRAINAGE (CGL2017-83546-
C3-R MINEICO/AEI/FEDER, UE).
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
Las inundaciones son el peligro natural que más riesgo genera en todo el mundo, causando
enormes pérdidas tanto en términos económicos como de vidas humanas. En particular, las
avenidas súbitas se consideran las más peligrosas debido a que se generan de forma casi
instantánea, limitando significativamente el tiempo de respuesta de la población expuesta y
de las autoridades competentes en la gestión del riesgo, incrementando así el impacto
potencial [110]. A pesar de los esfuerzos realizados durante las últimas décadas para reducir
el impacto de las inundaciones, basados sobre todo en la puesta en marcha de medidas de
tipo estructural (por ejemplo, la construcción de presas, diques, motas, etc.), las pérdidas
asociadas siguen aumentando debido principalmente al incremento de la exposición y al
cambio climático global [311]. Por lo tanto, se hace necesaria la inclusión de la vulnerabilidad
en el análisis del riesgo que, tradicionalmente, se centraba exclusivamente en el componente
de peligrosidad, con el fin último de mejorar la gestión del riesgo de inundación.
En respuesta a esta necesidad, la comunidad científica ha tratado de mejorar la
caracterización de la vulnerabilidad durante los últimos años. La vulnerabilidad se define
como las condiciones determinadas por factores físicos, económicos, sociales y ambientales
que aumentan la susceptibilidad de una comunidad a los impactos de una amenaza [297].
Ésta es función de la exposición (toda aquella población y bienes expuestos a experimentar
pérdidas potenciales), la susceptibilidad (aquellas deficiencias que determinan la probabilidad
de experimentar daños y pérdidas debido a eventos adversos) y la capacidad de adaptación
(la capacidad del sistema social para resistir, absorber, hacer frente, adaptarse y recuperarse
de dicho evento adverso). Una caracterización completa de la vulnerabilidad requeriría tener
en cuenta sus componentes (exposición, susceptibilidad y capacidad de adaptación) y las
diferentes dimensiones que la componen (social, económica, física, ambiental e institucional
[143]), siendo las dimensiones social y económica las más influyentes en ambientes urbanos
[144].
La metodología más empleada hasta ahora para caracterizar la vulnerabilidad es la
construcción de índices, ya que permiten cuantificar un concepto abstracto que no puede ser
medido directamente y agregar información multitemática en un solo valor [152]. A pesar de
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Metodología
La región de Castilla y León es la comunidad más extensa de España, abarcando una
superficie de 94226 km2. Su relieve consiste en una gran cuenca sedimentaria de elevada
altitud (700-1100 m.s.n.m.) rodeada perimetralmente por grandes cordilleras en las que se
alcanzan cotas máximas en torno a 2600 m.s.n.m. Estas variaciones altitudinales provocan un
elevado gradiente de precipitaciones desde la meseta (precipitación anual en torno a 400-600
mm) hacia la periferia (precipitaciones anuales que pueden superar los 1000-1500 mm). Esta
configuración geomorfológica hace que puedan producirse eventos de lluvia muy intensos en
estas zonas periféricas que lleguen a desencadenar avenidas súbitas. Por otro lado, Castilla y
León tiene algo más de 2,4 millones de habitantes y se encuentra dividida en 2248
municipios, donde el 95% tiene menos de 2000 habitantes y una densidad de población de 7
hab./km2, presentando además pirámides de población invertidas. La elevada tasa de
envejecimiento junto con el proceso de despoblamiento que estas áreas rurales están
sufriendo debido a la falta de oportunidades laborales, provocan que estas zonas se
enfrenten a un verdadero reto económico en el futuro para mantener sus infraestructuras y
servicios.
Para identificar las áreas urbanas susceptibles a sufrir avenidas súbitas, en primer lugar, se
han seleccionado los núcleos de población que están atravesados por cauces con una
pendiente longitudinal mayor a 0.01 m/m. Posteriormente, se ha comprobado que estas
áreas urbanas estuvieran afectadas por cauces identificados como Áreas con Riesgo Potencial
Significativo de Inundación (ARPSIs) y por zonas inundables con probabilidad baja o
99
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 32: Localización del área de estudio y municipios incluidos en el análisis de vulnerabilidad.
100
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Posteriormente, aplicamos un ACP en cada uno de los grupos de variables. El ACP nos
permite reducir el número de variables iniciales mediante la combinación lineal de éstas en lo
que se denominan componentes principales o, en nuestro caso, factores de vulnerabilidad,
los cuales explican gran parte de la varianza de las variables originales. Se emplearon el
estadístico Kaiser-Meyer-Olkin (KMO > 0.6) y la prueba de esfericidad de Bartlett’s (p-valor <
0.05) para evaluar la idoneidad de llevar a cabo un ACP. El ACP extrae los componentes
principales o factores en función de la matriz de correlación entre las variables. Las cargas
factoriales muestran la correlación entre los factores extraídos y las variables originales, por
lo que altas cargas factoriales indican que una variable se encuentra bien representada por
un factor. Por otro lado, la comunalidad evalúa qué parte de la varianza de cada variable es
capturada por los factores extraídos. Así, variables con una comunalidad inferior a 0.5 fueron
eliminadas del análisis y el proceso de extracción de los factores de vulnerabilidad es repetido
hasta que todas las comunalidades están por encima de 0.5. Finalmente, se empleó el
método de regresión de mínimos cuadrados para extraer las puntuaciones factoriales, que
suponen la desviación estándar con respecto a la media de cada factor de vulnerabilidad,
cuyos valores se emplearon posteriormente para construir el Índice Integrado de
Vulnerabilidad Socioeconómica (ISEVI).
Los factores de vulnerabilidad fueron asociados a los diferentes componentes de
vulnerabilidad en función de las variables que éstos incluían y las puntuaciones factoriales.
Así, municipios con una puntuación factorial positiva en un factor de exposición o
susceptibilidad son más vulnerables que la media, mientras que los municipios con una
puntuación factorial negativa son menos vulnerables que la media. En cuanto al componente
de capacidad adaptativa, aquellos municipios con una puntuación factorial positiva son
menos vulnerables que la media y los municipios con una puntuación factorial negativa son
más vulnerables que la media. Así, el ISEVI se calculó usando la siguiente expresión:
ISEVI = (ES + EE) + (SS + SE) – (CAS + CAE) (1)
Donde ES y EE son exposición social y económica, SS y SE son susceptibilidad social y
económica y CAS y CAE son capacidad de adaptación social y capacidad de adaptación
económica. Cada término de la ecuación 1 se calcula mediante la siguiente expresión:
∑𝑛
𝑓=1(𝑤𝑓 . 𝑆𝑓 )
VCD = ∑𝑛
(2)
𝑓=1 𝑤𝑓
101
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Resultados
Se identificaron un total de 19 factores de vulnerabilidad (Tabla 7). El componente de
exposición está caracterizado por 6 factores de vulnerabilidad (22,6% de la ponderación total),
3 relacionados con la dimensión social (5,6%) y 3 con la dimensión económica (17,0%); el
componente de susceptibilidad comprende 8 factores de vulnerabilidad (42,1% de la
ponderación total), 5 relacionados con la dimensión social (25,0%) y 3 con la económica
(17,1%); y, por último, el componente de capacidad de adaptación está compuesto por 5
factores de vulnerabilidad (35,4%), 3 relacionados con la dimensión social (22,9%) y 2 con la
económica (12,5%).
102
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Tabla 7: Factores de vulnerabilidad identificados. Los porcentajes que se muestran entre paréntesis se
corresponden con los pesos asociados a cada elemento al construir el ISEVI.
Componente por
Variables Factor Componente
dimensión
Población total
Centros de salud
Camas de hospital Exposición Social
Personal sanitario Total
Guarderías
Centros de educación primaria (0,74%)
Centros de educación secundaria
Residencias de ancianos
Exposición Social
Alojamientos turísticos
Población por área de (5,60%)
Exposición en el
asentamiento
ambiente urbano
Viviendas vacías
construido
Área construida bajo rasante
(2,44%)
Viviendas principales
Viviendas con 1 planta sobre
rasante y 1 ó más plantas bajo Exposición
rasante Constructiva
Viviendas con 2 ó más plantas (2,42%)
sobre rasante
Exposición
Viviendas situadas en zona
inundable (22,58%)
Calles situadas en zona inundable
(metros) Ambiente Urbano
Transformadores eléctricos (7,67%)
situados en zona inundable
Parques y jardines situados en zona
inundable (m2)
Centros educativos (guarderías,
educación primaria y secundaria)
situados en zona inundable Exposición
Residencias de ancianos situadas Infraestructuras y Económica (16,97%)
en zona inundable Servicios Municipales
Puentes situados en zona (7,43%)
inundable
Protecciones de márgenes situadas
en zona inundable (metros)
Segundas viviendas
Viviendas
Viviendas con 1 planta sobre
potencialmente
rasante
inundables
Viviendas con 1 ó más plantas bajo
(1,88%)
rasante
Población entre 0 y 4 años
Población entre 5 y 14 años
Susceptibilidad Social
Proyección de la población entre 0
Juvenil
y 4 años para 2025 Susceptibilidad Social Susceptibilidad
(4,65%)
Proyección de la población entre 5 (24,95) (42,05%)
y 14 años para 2025
Tasas de desempleo Susceptibilidad Social
Parados de larga duración Laboral
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Se empleó el método de los quintiles para representar gráficamente los valores del ISEVI y de
los diferentes componentes por dimensiones (Figura 33). El gráfico de barras asociado a cada
municipio muestra, por un lado, el valor del ISEVI desagregado por componente de
vulnerabilidad (exposición, susceptibilidad y capacidad adaptativa; Figura 33A) y los valores de
cada componente desagregado por dimensión (social y económica; Figura 33B, C, D). La altura
de las barras es directamente proporcional a las puntuaciones factoriales y el sentido de las
barras indica si esta puntuación es positiva (valores por encima de la media del factor) o
negativa (valores por debajo de la media del factor). Por otro lado, el color de las barras
representa la categoría, empleando el método de los quintiles, a la que pertenecen esos
valores. En el caso del ISEVI, la exposición y la susceptibilidad, los colores rojos se
corresponden con la categoría muy alta, mientras que el color verde con la categoría muy
baja. Por el contrario, en el caso de la capacidad adaptativa, el color verde se corresponde con
la categoría muy alta y el color rojo con la categoría muy baja. Las áreas urbanas con una alta
vulnerabilidad suelen presentar una muy alta exposición y susceptibilidad y una muy baja
resiliencia, aunque las combinaciones de estas categorías, como puede verse en la Figura 33,
pueden ser muy variadas.
Figura 33: Valores del ISEVI y de los diferentes componentes por dimensión de la vulnerabilidad.
105
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 34: Diagrama de Tornado que muestra la influencia de los factores de vulnerabilidad sobre los valores del
ISEVI.
El diagrama de Tornado resultante del análisis de Monte Carlo muestra la influencia de los
diferentes factores de vulnerabilidad sobre el valor del ISEVI (Figura 34). Los factores de
vulnerabilidad que tienen una mayor influencia sobre el índice se sitúan en la parte superior
del diagrama, que son la resiliencia constructiva y la exposición en el ambiente urbano
construido, mientras que los factores que tienen una menor influencia se sitúan en la base de
este, que son la resiliencia económica debido a inversiones y las inversiones municipales.
Además, la longitud de la barra refleja el rango de variación que los factores provocan en los
valores del ISEVI, siendo los factores que están en la parte superior del diagrama de tornado
los que generan un mayor rango de variación.
Discusión
Una de las principales limitaciones que existen a la hora de desarrollar índices de
vulnerabilidad en zonas propensas a sufrir avenidas súbitas es la disponibilidad de datos. Las
avenidas súbitas suelen producirse en ríos montañosos, afectando a pequeños núcleos
urbanos. La información estadística disponible en este tipo de zonas suele ser limitada y, en
ocasiones, difícil de conseguir por razones de confidencialidad relacionadas con el tamaño de
la muestra. Por otro lado, la construcción de índices de vulnerabilidad suele implicar el uso
del ACP como herramienta estadística para extraer los factores de vulnerabilidad de las
variables consideradas originalmente. Sin embargo, pocos trabajos tienen en cuenta la
limitación inherente al ACP relacionada con el número de variables incluidas en el análisis con
respecto al número de unidades de análisis, optando por agregar directamente las variables o
reducir el número de variables inicialmente consideradas. Así, este trabajo presenta una
alternativa metodológica para aquellas zonas en las que se presenten las limitaciones
mencionadas arriba, lo que puede ayudar a mejorar la robustez de los índices de
vulnerabilidad que se desarrollan en áreas urbanas susceptibles a sufrir avenidas súbitas.
106
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Por otro lado, muy pocos trabajos han abordado el análisis de la vulnerabilidad en zonas
propensas a sufrir avenidas súbitas y, los que lo hacen, suelen emplear enfoques
fragmentados. En decir, estos trabajos no desagregan los valores de los índices de
vulnerabilidad por componente o por dimensión, lo que disminuye la información que se
puede extraer acerca de la variabilidad espacial de la vulnerabilidad. Esto repercute en que
las medidas de reducción de la vulnerabilidad serán más generales y, por tanto, menos
efectivas, lo cual puede tener un gran impacto en aquellas zonas con recursos económicos
limitados, como pueden ser las áreas urbanas afectadas por avenidas súbitas. En función de
los resultados obtenidos en este trabajo (ver Figura 33), podemos ver que las áreas más
vulnerables son aquellas que presentan los valores más altos en exposición y susceptibilidad
y los más bajos en resiliencia [168]. Además, sabemos que los valores más altos de exposición
están controlados por la dimensión económica, principalmente debido a edificios colectivos e
infraestructuras urbanas situadas en zona inundable. Los valores más altos de susceptibilidad
están controlados por ambas dimensiones, destacando en la dimensión social los factores
relacionados con la dependencia y el acceso limitado al sistema sanitario y en la dimensión
económica los factores relacionados con las elevadas tasas de paro y la deuda municipal.
Finalmente, los valores más bajos de capacidad adaptativa están controlados por la
dimensión social, lo cual se debe al pobre estado de conservación de las viviendas y la
limitada capacidad económica de las familias. El conocer los resultados con este grado de
desagregación permite conocer con más detalle las diferentes fuentes de vulnerabilidad y,
por tanto, ayudar a los organismos competentes en materia de gestión del riesgo de
inundación a desarrollar estrategias de reducción de la vulnerabilidad más específicas para
así mejorar la actual gestión del riesgo [215].
Finalmente, es importante destacar que los trabajos que construyen índices de vulnerabilidad
no suelen validar los resultados obtenidos. El no validar los resultados puede provocar que
las decisiones que toman los organismos competentes en materia de gestión del riesgo y
planificación sean cuestionadas [87]. La metodología más extendida a la hora de validar
índices de vulnerabilidad se basa en usar una base de datos alternativa con información
sobre algún evento ocurrido, como el número de llamadas al servicio de emergencia o los
daños económicos provocados. Sin embargo, es muy difícil aplicar esta metodología en áreas
urbanas afectadas por avenidas súbitas porque esta información adicional no suele estar
disponible [2]. Además, el ISEVI se desarrolló a escala regional, pero los eventos de avenida
súbita se producen a escala local (y no ocurren simultáneamente en toda la región de
estudio), por lo que metodológicamente tampoco es correcto emplear información adicional
como la descrita anteriormente para validar un índice de vulnerabilidad frente a avenidas
súbitas a escala regional. Así, una alternativa puede ser la validación interna del índice de
vulnerabilidad, que es el enfoque que en este trabajo se ha empleado. La validación interna
no sustituye a la validación con información adicional, pero sí puede suponer un buen
indicador de la robustez del índice de vulnerabilidad desarrollado [169]. En base a los
resultados obtenidos aquí, los factores de vulnerabilidad sobre los que las estrategias de
gestión tendrían que actuar preferiblemente para reducir la vulnerabilidad son los
relacionados con la susceptibilidad social (ver Figura 34), ya que son los factores que se sitúan
107
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
en la parte superior del diagrama de Tornado. Este enfoque puede ayudar, por tanto, a
optimizar la asignación de los recursos económicos de los que se dispone para gestionar el
riesgo de inundación, que, como se ha mencionado arriba, pueden ser limitados en contextos
rurales.
Conclusiones
Este trabajo presenta la construcción y validación de un Índice Integrado de Vulnerabilidad
Socioeconómica (ISEVI), desarrollado en áreas urbanas susceptibles a sufrir avenidas súbitas.
El uso de enfoques integrados es esencial para identificar las diferentes fuentes de la
vulnerabilidad, lo cual se ha logrado mediante la representación gráfica de los resultados
desagregados por componentes y dimensiones, que puede ser muy útil a la hora de diseñar
las estrategias de reducción de la vulnerabilidad. Por otro lado, la validación del ISEVI
mediante el método de Monte Carlo nos permitió determinar qué información de entrada al
índice causa una mayor variabilidad en los resultados y cuantificar esa variabilidad. Esto nos
da una idea del grado de consistencia del índice, lo que puede ayudar a los gestores a incluir
los resultados del análisis de la vulnerabilidad en las futuras estrategias de gestión del riesgo
de inundación.
Agradecimientos
Esta investigación ha sido financiada por los proyectos DRAINAGE (CGL2017-83546-C3-1-
R/AEI/FEDER, UE) del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación y
ADaPTAR (SBPLY/17/180501/000416/JCCM/FEDER, UE) de la Junta de Comunidades de Castilla-
La Mancha.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
En este apartado abordaremos los aspectos relacionados con la integración de los impactos
del cambio climático de ríos y costas en las figuras del planeamiento municipal y cómo puede
trasladarse a los documentos urbanísticos las acciones de adaptación necesarias.
Entendemos planeamiento municipal a las figuras regladas por las legislaciones de suelo de
las comunidades autónomas, cuyo objetivo principal sea la clasificación del suelo y la
definición de la estructura general que se haya de adoptar para la ordenación urbanística del
término municipal. Igualmente se contempla en este apartado el planeamiento derivado de
aquél y las herramientas de gestión establecidas por la normativa urbanística.
El cambio climático ejerce un estrés adicional sobre los municipios con ríos y costas a través
de diversas cadenas de impactos como, las intensas sequías e inundaciones, que
comprometen los suministros de agua o suponen el colapso de las redes de abastecimiento y
saneamiento, así como fenómenos de inundación extrema o; el aumento del nivel del mar y
los fenómenos asociados a marejadas ciclónicas con altos coeficientes de pleamar que
puedan impactar sobre los ecosistemas, las infraestructuras urbanas, el espacio público y las
edificaciones.
La integración de los impactos climáticos de ríos y costas dentro del planeamiento urbanístico
no cuenta con una larga tradición. Araos et al. (2016) analizó la incorporación de la adaptación
a las estructuras normativas de un gran número de municipios a nivel mundial y sólo el 15%
de ellos reportaron alguna iniciativa de integración [8]. Se ha detectado, además, que la falta
de flexibilidad del marco normativo estatal impide la posibilidad de integración del fenómeno
en la planificación urbana [3], [279]. La flexibilidad en el planeamiento urbanístico y territorial
resulta una característica clave en la adaptación al cambio climático, por la propia naturaleza
del mismo. En este sentido, diversos autores manifiestan la ineficiencia del modelo de
planificación y gestión urbana actuales, por no favorecer la flexibilidad y la innovación en la
planificación [248], [252]. Actualmente, la gran mayoría de los municipios se sitúan en una
etapa muy inicial del proceso de integración normativa o simplemente no han realizado
ningún avance. En este apartado nos aproximaremos al estado actual de la integración
normativa del cambio climático en España y abordaremos los aspectos de procedimiento y las
estrategias necesarias para la integración de las acciones de adaptación en el planeamiento
municipal.
109
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
111
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
aborden un nuevo planeamiento consecuente con los riesgos en ríos y costas, en el desarrollo
del análisis de vulnerabilidad pueden ser útiles los escenarios definidos por la Agencia Estatal
de Meteorología (AEMET) que recogen los valores medios tanto para los modelos de
regionalización estadística análogos o de regresión, como los generados por regionalización
dinámica CORDEX. En cualquier caso, asumiendo el elevado coste en la generación de estos
escenarios, es conveniente que los municipios de forma individual o mancomunada,
desarrollen sus propios escenarios y proyecciones climáticas que permitan obtener una
cartografía específica de vulnerabilidad al cambio climático para la toma de decisiones.
Superada la fase de evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático y con un documento
informativo que integre los cambios globales que pueden afectar al municipio, la formulación
del plan municipal debe integrar un marco normativo apoyado en diversas estrategias. Por un
lado, aquellas de carácter general centradas en la definición de cambios metodológicos tanto
en el proceso del desarrollo del planeamiento como en el seguimiento del plan, así como
relacionadas con el contenido del planeamiento urbanístico. Y por otro, la definición de
estrategias específicas de carácter sectorial y que tienen incidencia directa sobre la prestación
de servicios públicos en el suelo urbano y en el rural, tal y como veremos más adelante.
La introducción de la información obtenida a partir de los escenarios o proyecciones
climáticas, y de la cartografía e índices de vulnerabilidad y riesgo generados a partir de
aquellas, debe producirse desde las fases iniciales de desarrollo del Plan. Así, la memoria
informativa que incorpora el planeamiento municipal y que será la base para la justificación
de sus determinaciones, integrará las investigaciones realizadas sobre los impactos
específicos derivados del cambio climático que pueden afectar al municipio. Es aquí donde se
debe generar una cartografía de impactos con la que se puedan establecer las medidas de
adaptación más idóneas (Figura 35).
Figura 35: Integración del Cambio Climático en el desarrollo del plan municipal. (Elaboración propia)
112
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
previas. Con esta estructura básica de formulación de los planes se garantiza una adecuada
respuesta al fenómeno que ha de ser avalada, de forma paralela, por los correspondientes
informes de evaluación ambiental estratégica o los estudios de impacto ambiental que sean
preceptivos. Conseguimos así, que el plan supere las exigencias de la administración
ambiental, a la vez que encara su tramitación con las máximas garantías posibles hasta su
aprobación provisional y definitiva.
Algunas experiencias internacionales de integración de los impactos climáticos en la
ordenación municipal son muy ilustrativas. Un caso próximo y ejemplar son los cambios
normativos establecidos en el planeamiento municipal de Lisboa para integrar la estructura
ecológica del municipio. Garantizando la protección absoluta de su red ecosistémica se
pretende reducir los impactos de inundación por pluviometría extrema, tan recurrente en la
capital lusa. Otro ejemplo de modificación de la normativa, algo más alejado de nuestro
marco jurídico, con el objeto de contemplar las zonas inundables, fue la Ley del Senado 1094,
titulado Peril of Flood del estado de Florida (EE.UU.) que establece la creación de las “Área de
Acción para la Adaptación” urbana. Con esta herramienta de gestión [56], el planeamiento
municipal acota las áreas de intervención que requieren acciones de adaptación frente a las
inundaciones (Figura 36), especialmente con acciones relacionadas con el aumento de la
permeabilidad del suelo y en el que la infraestructura verde es decisiva. El caso de Nueva York
[57] es especialmente ilustrativo en la integración de los impactos climáticos por subida del
nivel del mar. Actualmente la ciudad está desarrollando la Zoning for Coastal Flood Resiliency
Planning for Resilient Neighborhoods (2019), una ordenanza específica para contrarrestar los
devastadores efectos del cambio climático en las áreas costeras del municipio, flexibilizando
las estrictas normas urbanísticas (Figura 37). Con esta estrategia, Nueva York asume la
incertidumbre y marca unos objetivos claros de control del riesgo, haciendo partícipes a la
comunidad mediante una normativa flexible y ajustada a las áreas de riesgo para una mayor
resiliencia.
Figura 36: Áreas de acción para la adaptación urbana Figura 37: Cambios de ordenanzas municipales.
(Elaboración propia extraído de [56]) (Elaboración propia a partir de [57])
113
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
El entorno natural de los municipios, así como la forma y estructura de sus espacios
construidos, son factores relativamente estáticos, pero están sujetos a modificaciones futuras
a través de la planificación y la gestión urbana. El incremento e intensidad de las
precipitaciones extremas o la propensión a sufrir eventos de inundación debido a la subida
del nivel del mar ponen de relieve la necesidad de incrementar el verde urbano y la
permeabilidad de los suelos, como hemos podido comprobar en los ejemplos anteriormente
expuestos. La plantación de árboles, el desarrollo de parques y pequeños espacios libres
urbanos en las áreas afectadas por ríos y costas, así como el uso de superficies pavimentadas
que aumenten la permeabilidad del suelo, todas ellas son estrategias necesarias para una
mejor gestión municipal en un escenario de clima cambiante.
Complementariamente, se deberá restringir la ocupación de áreas sujetas a los impactos del
cambio climático, en especial los sectores afectados por el aumento del nivel del mar y las
posibles inundaciones por escorrentía superficial o desbordamientos de ríos, aspectos que
tendrán un tratamiento específico dentro de la planificación urbanística a través de posibles
estrategias de adaptación generales o sectoriales.
Para los fenómenos de inundación – erosión costera por efecto de la subida del nivel del mar,
los municipios han de contemplar los aspectos subyacentes, similares a los de inundación
fluvial, para la correcta distribución de usos y de clasificación del suelo. En estos casos, las
medidas de actuación pueden suponer un mayor impacto en la estructura urbana con
estrategias de reordenación del espacio litoral, en el que en situaciones de gran impacto
puede llegar a ser necesaria el retroceso de la edificación y la ampliación del espacio libre en
el frente costero. Igualmente, las ARPSIs de origen costero deberán actualizarse con las
proyecciones climáticas a futuro que oriente, con la mayor precisión posible, el área de
penetración de los fenómenos costeros.
Una relación no exhaustiva de las principales estrategias de carácter general (Tabla 8) para
integrar la variable del cambio climático dentro del proceso de planeamiento, se presenta a
continuación. Estas estrategias tienen un marcado carácter metodológico con el objeto de
modificar las pautas de planificación habituales en nuestro marco jurídico.
Carácter Estrategia
Delimitar gráficamente los sectores urbanos más vulnerables y las zonas de riesgo
basado en la estimación de escenarios de Cambio Climático.
Contemplar los escenarios de cambio climático para dimensionar y ubicar las diferentes
clases de suelo, establecer las calificaciones más apropiadas y definir los sistemas
Directrices generales de carácter metodológico
generales y locales de espacios libres y dotaciones que den una respuesta efectiva
frente a los posibles impactos.
Clasificación de las zonas de riesgo con figuras específicas de adaptación para la
renovación o traslado de edificaciones situadas en sectores vulnerables utilizando para
ello nuevas determinaciones como áreas específicas o de reforma interior en suelo
urbano
Delimitar unidades o ámbitos de actuación específica a aquellos sectores identificados
como vulnerables a la subida del nivel del mar o que puedan sufrir procesos de erosión
o retroceso de la línea de costa.
Designación de usos compatibles con los riesgos identificados en los análisis de cambio
climático (espacios libres, recreación y deportivas).
Delimitar y clasificar como fuera de ordenación los sectores urbanos consolidados que
queden incorporados en las nuevas áreas de riesgo climático y establecer las pautas de
gestión para la trasformación de los mismos con usos menos sensibles.
Desarrollar en las normas urbanísticas ordenanzas destinadas a la captación y
aprovechamiento de las aguas pluviales en las edificaciones y la urbanización.
Desarrollar un conjunto de indicadores objetivo y parámetros de referencia para evaluar
y diagnosticar la situación en los sectores afectados por impactos climáticos y medir de
forma adecuada las mejoras adaptativas introducidas [112].
Fuente: Elaboración propia
115
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Carácter Estrategia
Incorporación de normativa específica que permita la regulación de usos en planta baja
en zonas de inundación o criterios de modificación de estructuras para permitir el flujo
de caudales de inundación.
Dimensionar y ubicar los Espacios Libres sin exposición al riesgo para que sirvan como
áreas de asistencia y refugio en zonas próximas a sectores que puedan sufrir impactos.
116
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Carácter Estrategia
Recuperar los ámbitos de protección en riberas de ríos y arroyos incrementando el
arbolado y la gestión adecuada de los márgenes fluviales.
Identificación de usos del suelo basado en ecosistemas (AbE) minimizando los riesgos
derivados del cambio climático (escorrentías, erosión…) y establecer acciones para la
interconectividad ecológica municipal.
117
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
cambio climático, y en especial los específicos de ríos y costas, requiere, al menos, tener en
consideración las siguientes premisas:
Contemplar de manera obligada una información climática de máximo rigor, con el menor
grado de incertidumbre posible, y con escenarios de evolución regionalizados del clima
futuro.
Considerar la exposición al cambio climático en el proceso de toma de información
municipal, desarrollando mapas específicos como elementos básicos para la toma de
decisiones.
Evaluar el Índice de Vulnerabilidad por barrios o sectores urbanos, así como el futuro suelo
urbanizable que incorpore indicadores de sensibilidad social, económica y ambiental,
teniendo en cuenta la capacidad adaptativa del municipio (capacitación sobre cambio
climático, planificación sectorial climática, planes de emergencia, etc.).
Incorporar el suelo no urbanizable de protección y el rústico como áreas susceptibles de
ser impactadas por riesgos asociados a inundaciones, estableciendo las medidas de
adaptación más apropiadas en estos entornos con menor presión antrópica.
Introducir las determinaciones necesarias en el planeamiento urbanístico que permita
gestionar de forma adecuada y flexible los retos inherentes del cambio climático.
Considerar la creación de áreas de actuación en suelo urbano mediante Planes Especiales
de Reforma Interior que den respuesta a las necesidades de adaptación urbana frente a los
impactos.
Enfocar desde una perspectiva climática los sistemas generales y locales de espacios libres
con el objeto de convertir la infraestructura verde y azul en recursos básicos para
adaptarse a las condiciones cambiantes impuestas por este fenómeno.
Introducir las variaciones necesarias en las normas urbanísticas que permitan la
adecuación de la edificación a las condiciones de impacto derivadas del cambio climático
en ríos y costas.
Establecer un marco de indicadores relacionados con estos impactos, así como
parámetros de referencia dentro del plan, con el objeto de identificar de forma rápida los
posibles puntos de conflicto y determinar las mejores estrategias de acción.
Por último, para una ejecución del planeamiento urbanístico consecuente con el cambio
climático y en especial con los posibles impactos en municipios con ríos y costas, se requiere
de una adecuada capacitación del personal administrativo adscrito a las unidades técnicas de
planificación, como últimos gestores y garantes del planeamiento municipal. Sin la adecuada
formación y comprensión del fenómeno, difícilmente podrá llevarse a cabo las correctas
medidas de adaptación.
Los cambios normativos que se prevé en los próximos años auguran, sin lugar a dudas, una
nueva forma de concebir y desarrollar el planeamiento municipal. En la redacción de los
planes municipales se deberá contemplar desde su inicio, el fenómeno del cambio climático,
identificando de manera certera los sectores más susceptibles de ser impactados. Sin duda, a
la compleja tarea de integración de los elementos estratégicos de cada municipio, se añade
118
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
ahora la información ofrecida por la ciencia climática que será decisiva en la definición de las
áreas vulnerables y en las implicaciones que sobre las determinaciones del planeamiento
imponga. Además, la variabilidad del fenómeno del cambio climático implica un alto grado de
incertidumbre que deberá ser gestionado de manera eficiente por los equipos redactores en
primera instancia y, posteriormente, por los técnicos municipales responsable de la gestión
del planeamiento municipal.
119
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
España es un territorio europeo con elevado riesgo de inundación debido a la combinación
de una alta peligrosidad natural y un grado intenso de ocupación del territorio en múltiples
áreas, especialmente en zonas costeras, donde desembocan los cursos fluviales, y las riberas
de ríos del interior peninsular. Las actuaciones para disminuir el riesgo de inundación han
experimentado un cambio significativo en las dos últimas décadas. De la apuesta, casi única,
por las medidas estructurales (obras de infraestructura hidráulica) puestas en marcha tras la
ocurrencia de algún episodio de efectos catastróficos, se ha pasado a la aplicación de
medidas de menor impacto ambiental y con efectos más eficaces y con menor coste
económico a medio y largo plazo (planificación territorial, educación y comunicación para el
riesgo). Sin olvidar las acciones de gestión de la emergencia en las que nuestro país destaca
en el contexto internacional.
El presente trabajo aborda las acciones para la reducción del riesgo de inundaciones en
España basadas en la planificación territorial de escala regional. Se trata de una medida de
aplicación reciente en nuestro país que comienza a dar resultados de gran interés para la
aminoración de la exposición y vulnerabilidad en áreas con elevada peligrosidad. Y que
encuentra un aliado idóneo en la cartografía de inundaciones que se ha convertido en todo el
estado español, desde 2008, en el documento de acreditación jurídica del riesgo; sin olvidar
que algunos años antes ya existían mapas oficiales de riesgo de inundación en algunas
Comunidades Autónomas.
La planificación territorial en España cuenta con dos ámbitos administrativos principales: la
escala local (municipal), que desarrolla las actuaciones urbanísticas reguladas
normativamente (Ley del Suelo como pieza fundamental); y la escala regional, donde las
Comunidades Autónomas llevan a cabo acciones de ordenación del territorio (legislación y
planes) en relación con la competencia en esta materia otorgada por la Constitución Española
de 1978.
Desde los años noventa del siglo pasado, con el desarrollo del Estado de las Autonomías, se
han ido desarrollando diversas experiencias de reducción de los riesgos naturales mediante
la ordenación del territorio. Estas acciones se pueden organizar del siguiente modo:
Elaboración de normativas (leyes, decretos) de ordenación del territorio
Elaboración de planes de ordenación del territorio integrales o sectoriales (de escala
regional y/o subregional) que incluyen tratamiento de los riesgos naturales.
120
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 38: Evolución de las políticas y acciones para la reducción del riesgo de inundaciones en España (ss. XIX-XXI).
Elaboración propia.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
CAMBIOS EN LA CONSIDERACIÓN DE LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO COMO MEDIDA DE REDUCCIÓN DEL RIESGO DE
INUNDACIÓN EN ESPAÑA (1980-2021)
Cambios conceptuales y metodológicos
Mapas de riesgo.
Mapas de zonas afectadas
Mapa documento de acreditación
Mapas de peligrosidad
jurídica del riesgo
Figura 39: Cambios en la consideración de la ordenación del territorio como medida de reducción del riesgo de
inundación en España (1980-2021). Elaboración propia.
mapas del SNCZI en todo el territorio español, salvo que un área no esté cartografiada en
dicho servidor de mapas y en ese caso, se pueden manejar los mapas elaborados por las
CC.AA. si los hay.
En el ámbito normativo español, la Directiva Europea inspiró, en un primer momento, el RD
9/2008 de modificación del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que establece los límites
del DPH, y añade la posibilidad de extender la zona de policía a la denominada zona de flujo
preferente. Fija igualmente los criterios para la delimitación de la zona inundable (avenida de
periodo de retorno de 500 años), e incorpora a la hora de delimitar en el espacio las distintas
zonas de riesgo criterios geomorfológicos y basados en eventos históricos, además de los ya
habituales métodos basados en modelos hidrológico-hidráulicos.
El último eslabón importante en este sentido ha sido la promulgación del RD 638/2016, por el
que se modifica el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, y donde se contiene
novedades importantes para la consideración y tratamiento del riesgo de inundaciones en la
planificación territorial. Destacan, al respecto, los siguientes aspectos:
Uso de fuentes y métodos hidrológicos, hidráulicos, geomorfológicos, fotográficos,
cartográficos e históricos para delimitar el Dominio Público Hidráulico, sus áreas de
influencia y las zonas inundables.
La “zona de policía” (100 m. a ambos lados del cauce) puede ampliarse a la “Zona de Flujo
Preferente” (prohibición y limitación de usos, según estado del suelo (rural o urbanizado).
En las edificaciones en zona de flujo preferente o en zona inundable, el promotor deberá
aportar “Declaración de responsabilidad” y “Certificado de inscripción en el Registro de la
propiedad”.
La “zona inundable” (período de retorno de 500 años) pasa a delimitarse además de con
criterios hidrológicos, con elementos geomorfológicos e históricos también.
El Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, derivado de la adaptación de la
Directiva 60/2007 ha supuesto una labor importante de colaboración con
administraciones autonómicas y locales. Se obliga a la publicidad de su existencia y
consulta pública.
Las determinaciones establecidas por estas normativas, no “territoriales”, deben incorporarse
en la elaboración de mapas y acciones incluidas en los planes de ordenación del territorio, a
diversa escala, para favorecer la reducción del riesgo de inundaciones.
No obstante, desde el año 2000, momento que puede establecerse como umbral para
la consideración de la sostenibilidad en los procesos de ordenación territorial en
España, no son muchos los ejemplos de normas y planes que de forma específica se
hayan desarrollado en nuestro país para reducir el riesgo mediante ordenación del
territorio. La
125
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
126
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Tabla 11: Actuaciones de ordenación del territorio para la reducción del riesgo en las Comunidades Autónomas
(situación en 2021)
Acción Resultado
Todas las CC.AA. Más detallado en aquellas Comunidades con
legislación de OT posterior a 2008. Curiosamente, la Ley de OT del
País Vasco (1990) no incluye mención a los riesgos naturales, pero
ha desarrollado planes de OT integrales y sectoriales con
posterioridad. La Ley del Suelo vasca de 2014 sí incluye referencia a
los riesgos naturales. Cataluña tampoco incluye referencia a los
riesgos naturales en su ley de Política Territorial (1983), pero el
Existencia de legislación de
Anteproyecto de Ley del Territorio (2017), aún no aprobada, si la
OT con referencia a los
incluye. La Ley de Medidas de Política Territorial de Madrid (1995)
riesgos naturales
solo alude al riesgo de erosión. La Ley Canaria de 2017 lleva por
título del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos, pero
incluyen determinaciones sobre ordenación del territorio y
menciona la cuestión de los riesgos naturales. La Ley Balear de
Ordenación del Territorio (2000) no incluye referencia a los riesgos
naturales, pero si la Ley de Directrices de Ordenación Territorial
(1999)
127
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Es de notar que en normas y planes del suelo y de la ordenación del territorio aprobadas con
anterioridad a 2008 y vigentes aún en diversas Comunidades Autónomas tienen un
tratamiento muy somero del tema de los riesgos naturales que reproducen, apenas, lo
señalado por la anterior Ley del Suelo de 1998. Como sabemos esta norma contemplaba la
clasificación como suelo no urbanizable para aquellos que tuvieran riesgo natural acreditado,
sin aclarar el procedimiento de acreditación. De manera que esta determinación no tuvo
efecto real.
Un dato importante es que, en los últimos años, con arreglo a lo establecido en normal y
planes territoriales de escala regional, se han producido sentencias judiciales en diferentes
regiones españolas que han frenado los intentos de ocupación con usos urbanos o
infraestructuras de áreas inundables, atendiendo a lo establecido en las cartografías oficiales
existentes. El mapa está actuando, afortunadamente, como un documento de acreditación
jurídica del riesgo.
Figura 40: Cartografías oficiales de riesgo de inundación en España para la planificación territorial. Elaboración
propia.
El desarrollo del SNCZI ha permitido tener un sistema cartográfico del riesgo de inundaciones
para el conjunto del territorio español, cubriendo la falta de mapas de riesgo de inundaciones
en numerosas regiones españolas existente hasta este momento. Debe indicarse que en
aquellas regiones que cuentan con cartografía propia de riesgo de inundación, la prioridad
jerárquica en el uso de mapas de riesgo corresponde al SNCZI, y sólo en aquellas áreas que
no estén cartografiadas en este portal cartográfico es de aplicación los mapas elaborados por
los organismos regionales (Figura 40).
128
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Necesidades jurídicas
En España, como se ha señalado, tenemos aparato normativo suficiente para la reducción del
riesgo de inundación a partir del manejo de la ordenación del territorio. El cumplimiento
efectivo de las indicaciones de estas leyes autonómicas de ordenación del territorio y
urbanismo -estas últimas adaptadas a la Ley del Suelo estatal de 2015- o de los planes
territoriales (integrales o sectoriales) elaborados en las dos últimas décadas debería suponer
una reducción progresiva de la vulnerabilidad y exposición ante el peligro de inundaciones.
Sin olvidar que el escenario climático futuro, con el previsible incremento de episodios de
lluvias intensas, puede condicionar modificaciones en estas normativas y planes para
endurecer las determinaciones actuales en materia de reducción del riesgo de inundaciones
mediante ordenación del territorio.
La planificación territorial para la reducción del riesgo soluciona conflictos territoriales,
presentes y futuros, que surgen por la implantación de usos en suelos que presentan
peligrosidad elevada. Y puede establecer determinaciones para solucionar la existencia de
áreas de riesgo generadas en el pasado, aunque sus efectos sólo sean visibles a largo plazo.
No obstante, de la aplicación de las normativas y planes aprobados y vigentes en el territorio
español, se manifiestan desajustes y necesidades de mejora para conseguir un mayor efecto
en la reducción del riesgo natural mediante planificación territorial. Para ello se señalan las
siguientes recomendaciones:
Seguimiento real del cumplimiento de normativas y planes existentes por parte de la
administración regional y local. Establecimiento de sistemas de indicadores para
comprobar el grado de desarrollo de las acciones para la reducción del riesgo de
inundaciones y, con una visión más amplia, para la adaptación al cambio climático
establecidas en los planes territoriales.
En este sentido, es urgente la necesidad de coordinación de políticas territoriales de las
Comunidades Autónomas por parte del Estado. Debe activarse el trabajo de una Comisión
de Planificación Territorial Sostenible desde el gobierno central, que integre a
responsables de planificación territorial de la escala regional, y a expertos-científicos en la
materia.
Revisión de calidad de la cartografía de riesgo de inundación. Elaboración de un
reglamento técnico para la elaboración de cartografía de riesgos naturales, en
cumplimiento de lo establecido en el art. 22 de la Ley del Suelo 2015. Deben definirse de
forma precisa los criterios de representación cartográfica y las escalas de trabajo
necesarias para su empleo en la planificación territorial por tipologías de planes. La
realidad actual del cumplimiento de dicho artículo de la Ley del Suelo es bastante
desalentadora: mapas de peligrosidad y no de riesgo, escalas de trabajo inadecuadas,
mapas exclusivamente de inundación y no de todos los “riesgos naturales existentes” en
un territorio. En definitiva, un cumplimiento “de compromiso”, para cubrir la exigencia
normativa.
Incorporación de la modelización climática en los planes de ordenación del territorio, en
todas las escalas (regional a local). Es el gran reto de los próximos años para la
129
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Conclusiones
La ordenación del territorio de escala regional o subregional es una medida eficaz para
reducir la exposición y vulnerabilidad al peligro de las inundaciones. El problema radica en las
áreas de alto riesgo de inundación ocupadas con anterioridad al año 2008, para las que la
solución encaminada a reducir el riesgo mediante la planificación del territorio no resulta
efectiva a corto plazo. De manera que para estas áreas sigue siendo necesaria el desarrollo
de actuaciones estructurales, de medidas de gestión de emergencias y del impulso real de la
educación para el riesgo. Las áreas geográficas con riesgo de inundación con elevada
exposición de su población y peligrosidad natural, asimismo, elevada, requieren tratamiento
130
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
integral para la reducción del riesgo que supone tener en cuenta todas las medidas que
puedan contribuir a salvaguardar la vida humana que es el objetivo -apuesta ética- principal
del análisis de riesgo natural. Después de cuatro décadas de legislación democrática del
suelo, del territorio y de las cuestiones ambientales, surge la pregunta de si todo el aparato
legal aprobado por el Estado, en sus distintas escalas administrativas (nacional y regional,
básicamente) ha servido para reducir el riesgo de inundaciones en nuestro país.
Hay datos que pueden inducir a esa conclusión: se ha producido una reducción significativa
de las víctimas mortales a causa de una inundación en nuestro país. Pero siguen ocurriendo
pérdida de vidas humanas con ocasión de riadas y en una cantidad nada despreciable: 527
personas entre 1985 y 2015 (MAPAMA, 2016). Se ha mejorado mucho en el análisis científico
de los procesos de riesgo natural, una cuestión que apenas preocupaba en nuestro país hace
tres décadas. La cartografía ha adquirido protagonismo creciente en los trabajos de
investigación y en los procesos aplicados de planificación territorial como herramienta
necesaria para la acreditación del riesgo. Y se ha avanzado mucho, como se ha señalado, en
la elaboración de normativas territoriales y urbanísticas que han ido incluyendo
progresivamente el tratamiento de los riesgos en los procesos de asignación de nuevos usos
en el suelo. Aunque las medidas estructurales siguen siendo las acciones principales para la
reducción del peligro de inundaciones por parte de las administraciones públicas [221].
Con todo, la vulnerabilidad y exposición al peligro de inundaciones en nuestro país se ha
incrementado de forma notable desde 1995 a la actualidad, con la excepción del intervalo
2008-16, por el descenso intenso en la promoción inmobiliaria debido a la crisis económica.
Siendo realistas la herramienta de ordenación del territorio ha resultado poco eficaz, hasta el
momento presente, para reducir el riesgo de inundaciones en los aspectos para los que
resulta más útil (disminución de la exposición y vulnerabilidad, por este orden). Los datos
sobre los efectos de la aplicación de la normativa estatal y regional del suelo y ordenación del
territorio en la disminución del riego natural son interesantes pero descorazonadores por el
ritmo lento en que se consigue reservar suelo con riesgo para fines no residenciales ni
infraestructurales.
No obstante, y dado que las medidas estructurales principales para la reducción del peligro
de inundaciones ya se han realizado en nuestro país y que, merced a las normativas
ambientales vigentes resulta –afortunadamente para el medio- cada vez más compleja la
tramitación y aprobación de una gran obra de infraestructura hidráulica a estos efectos, la
ordenación del territorio va a ser a medio y largo plazo el procedimiento más eficaz para
disminuir el riesgo natural en nuestro país. Y junto a ello la educación para el riesgo que, aún
hoy, sigue siendo una medida esencial y escasamente desarrollada en España para reducir el
riesgo natural (Tabla 12).
131
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Tabla 12: Efecto de las normativas del suelo y ordenación del territorio en la reducción del riesgo de
inundaciones en España.
Las acciones de planificación del territorio para la reducción del riesgo en la escala regional
permiten reducir el riesgo en escenarios de futuro, algo fundamental en un mundo de clima
cambiante y con un mayor nivel de incertidumbre. La ordenación del territorio, además, entra
dentro de las acciones vinculadas con el cumplimiento del principio de sostenibilidad en la
reducción del riesgo natural incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS nº 13-
Acción por el clima y nº 11-Ciudades y comunidades sostenibles), que son una hoja de ruta
insoslayable para las actuaciones económicas y territoriales de nuestro país para los
próximos años.
132
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
El proyecto ESPON-TITAN
ESPON-TITAN: Impactos Territoriales de los Peligros Naturales36 es un proyecto europeo de
investigación aplicada, financiado por el Programa ESPON37. Liderado por TECNALIA Research
& Innovation, tiene como socios Geological Survey of Finland (GTK), Technical University of
Dortmund, Trinomics and Cambridge Econometrics. El proyecto, empezado en septiembre de
2019 y cuyo término está previsto para mediados de 2021.
El objetivo del proyecto ESPON-TITAN es analizar la distribución y los patrones territoriales de
los peligros naturales, y sus impactos económicos directos e indirectos, buscando generar
evidencias para apoyar la identificación de las áreas más vulnerables en Europa. Para ello,
fueron seleccionadas los siguientes peligros: inundaciones, tormentas de viento, sequía,
terremotos y deslizamientos (este último analizado parcialmente y a través de casos de
estudio). Además, el proyecto también tiene como objetivo identificar y analizar las medidas
existentes sobre la gestión del riesgo de desastres (GRD) y adaptación al cambio climático
(ACC) en diferentes niveles políticos, que pueden recomendarse para integrar la GRD y la ACC
en las políticas de planificación espacial y desarrollo territorial.
Las prácticas actuales de evaluación y GRD se analizaron mediante un estudio documental
sobre los marcos legislativos y los documentos de orientación existentes en todos los Estados
miembros. Además, al considerar una perspectiva multiescalar, el proyecto apoyó sus
conclusiones paneuropeas a través de ocho estudios de casos que abarcan las escalas
transnacional, nacional, regional y local, con aspectos diferenciados – en algunos casos con
especial consideración a un tipo particular de peligros, en otros sobre la cooperación y
colaboración operativa existente entre las entidades implicadas.
Los resultados desarrollados en el marco de ESPON-TITAN han permitido elaborar
recomendaciones políticas, con el objetivo de contribuir al debate sobre cómo afectan los
impactos territoriales de los peligros naturales al territorio y cuáles pueden ser las
consecuencias de contar con políticas coherentes, reforzando al mismo tiempo la necesidad
de integrar las estrategias de DRM y CCA en los instrumentos de planificación.
36
https://www.espon.eu/natural-disasters
37
www.espon.eu
133
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Principales resultados
En ESPON-TITAN se analizaron los cinco principales peligros naturales que más afectan al
territorio europeo (inundaciones, tormentas de viento, sequías, terremotos y deslizamientos).
La distribución de los peligros agregados (Figura 41) se basa en la combinación de los índices
de peligros normalizados ponderados con sus costes de daños acumulados en el periodo
1981-2010. Las inundaciones y las tormentas han contribuido a casi el 76% de los daños y
pérdidas, seguidas de las sequías y los terremotos (24% ambas). El mayor impacto económico
de las tormentas se sitúa en las costas expuestas, coincidiendo en muchos casos con zonas
bajas, más propensas a las inundaciones. Los deslizamientos, aunque fueron analizados en
cuanto a su distribución territorial en Europa, no fueron considerados para el desarrollo del
análisis económico, dado que están más bien relacionados con eventos muy localizados, y por
ello fueron considerados solamente en el análisis de los casos regionales incluidos en el
proyecto.
Algunas consideraciones relativas a la interpretación de este mapa son que (i) el mapa no
evalúa las medidas de protección contra las inundaciones y, por lo tanto, tampoco evalúa el
riesgo efectivo, (ii) las sequías están representadas por país, lo que puede dar lugar
parcialmente a fuertes contrastes en las fronteras nacionales, y (iii) la ponderación de la
agregación muestra sólo los daños y pérdidas económicas (sin incluir las muertes humanas o
los daños y pérdidas que no pueden expresarse en valores monetarios).
134
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 41: Mapa de los cinco riesgos agregados. Fuente: ESPON-TITAN Draft Final Report
(https://www.espon.eu/natural-disasters)
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 42: Mapa de daños económicos debidos a los cuatro tipos de peligros naturales (media anual 1995-2017).
Fuente: ESPON-TITAN Draft Final Report (https://www.espon.eu/natural-disasters)
El análisis del impacto económico también ha incluido un análisis local piloto con una
metodología detallada en dos de los ocho estudios de caso de ESPON-TITAN (concretamente
Charente-Maritime en Francia, y Praga en República Checa). En ellos se compararon los
resultados de la metodología global (basada en información descendente) con los de la
metodología local (basada en información ascendente). La comparación mostró que la
metodología local evidenció mayores costes de daños por evento, debido a la inclusión de
información detallada de los eventos reales incurridos en la región. La metodología local
también permitió una comprensión más profunda de los principales impulsores de los
impactos económicos a través de la investigación cualitativa. Por lo tanto, se recomienda que
la metodología global sirva para un propósito de preselección, para identificar dónde se
necesita un análisis más detallado (es decir, eventos con daños inicialmente altos reportados,
o eventos que han afectado fuertemente a ciertos sectores), para el desarrollo de políticas
específicas para cada lugar.
Riesgos Climáticos en Ríos y Costas. en dos de los casos de estudio se realizó análisis detallado
de impactos económicos de desastres relacionados con peligros naturales, específicamente la
región de charente-maritime, en la costa francesa (en relación con la tormenta xynthia), y la
ciudad de praga, en república checa (vinculado a inundaciones fluviales).
136
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Referencias
El contenido y la descripción detallada de la concepción del proyecto, metodologías,
resultados, mapas y datos asociados referentes al proyecto ESPON-TITAN, están recogidos en
el Documento Borrador, así como en los seis informes científicos complementarios,
resultantes de su desarrollo. El contenido presentado para CONAMA fue elaborado en el
contexto del proyecto ESPON-TITAN, y su autoría es compartida entre todos los miembros del
consorcio. Es importante mencionar que los documentos finales, tras revisión y aprobación
por la Comisión Europea todavía no están todavía disponibles, por lo que el contenido
presentado puede sufrir modificaciones. El Documento Final, así como los mapas elaborados
y datos de referencia, estarán disponible dentro de los próximos meses a través del siguiente
enlace: https://www.espon.eu/natural-disasters.
139
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
neutralidad climática, situación nada probable a corto plazo, los efectos del cambio climático
continuarán dejándose sentir en el territorio durante décadas, por lo que seguirán siendo
necesarios importantes esfuerzos de adaptación. Motivo de ello, el Consejo Europeo ha
concluido que el cambio climático es una amenaza existencial; tal es así que el Parlamento
Europeo, varios Estados miembros y más de 300 ciudades han reconocido la emergencia
climática [100] y existen documentos y acuerdos que acreditan estas cuestiones como el
Pacto de los Alcaldes (2008) o el Acuerdo de París (2018). El enfoque de la transición verde en
el Fondo de Recuperación y Resiliencia, y en la próxima generación de programas de Política
de Cohesión, ofrece la oportunidad de adelantar las inversiones y las reformas que pueden
contribuir a aumentar la resiliencia de los territorios europeos a la crisis climática.
Por su parte, la Comisión Mundial sobre la Adaptación destaca que las actuaciones más
exitosas se encuentran las soluciones basadas en la naturaleza, la prevención del riesgo en
catástrofes y la adaptación para evitar futuras pérdidas de vidas humanas, naturales y
materiales. Aunque las metas de adaptación sean locales y específicas, las soluciones suelen
ser aplicables a escala regional, nacional y transnacional [100].
En la actualidad, comienza a haber ejemplos interesantes de acciones de lucha contra el
cambio climático y sus extremos en la escala local que pueden destacarse como buenas
prácticas a seguir por otras ciudades y regiones. Generalmente dichos planes o programas
vienen incentivados tras una catástrofe acontecida, por lo que la adaptación a los efectos del
calentamiento global se puede catalogar como medida post-desastre. Además, las ciudades
que han ido llevando a cabo actuaciones, intentan dar respuesta a las amenazas más
evidentes, según su territorio. Es por ello, que algunas ciudades darán respuesta a las
precipitaciones de fuerte intensidad, a las inundaciones, a la sequía, a los temporales
marítimos, a las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEIs), o inclusive, a una
movilidad sostenible. Generalmente, se tratan de actuaciones en la escala local cuyo objetivo
es hacer más resiliente a las ciudades de los efectos del cambio climático.
En este sentido, resulta interesante el análisis de algunos proyectos de adaptación al cambio
climático en tres escalas: ciudades mundiales, ciudades europeas y ciudades nacionales
(España), para contextualizar la relevancia del Plan Vega Baja Renhace, como hoja de ruta
estratégica para la adaptación al cambio climático de un ámbito subregional (comarca)
mediante un conjunto de actuaciones que integran aspectos hidrológicos, socio-económicos y
de emergencia climática.
A nivel mundial, pueden citarse los ejemplos de Vancouver (Canadá), Singapur (Rep. de Singapur), Qingdao (China),
Boston, Nueva York, Nueva Orleans (EE.UU.) y Medellín (Colombia) (
142
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Medidas de
adaptación al
Ciudad Estrategia cambio climático y
(País) (Año) Objetivos riesgos Beneficios
En este contexto, es necesario referirse a las actuaciones desarrolladas en Nueva Orleans tras
el desastre causado por el huracán “Katrina”. Esta ciudad puso en marcha un ambicioso plan
de reconstrucción y adaptación a los extremos atmosféricos (huracanes, lluvias con efectos
de inundación) que, en las fases de diseño y seguimiento (evaluación de propuestas,
participación ciudadana) ha servido de ejemplo para la preparación del plan Vega Baja
Renhace. Debe recordarse que el desastre del “Katrina”, en 2005, ocasionó 1.833
fallecimientos y pérdidas económicas evaluadas en 108.000 millones de dólares. La rotura de
los diques de defensa, provocó el anegamiento de la ciudad que quedó bajo las aguas en un
80% de su caserío, además de los enormes daños materiales y económicos para su población.
143
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Alrededor de 204.000 casas fueron dañadas por la inundación o la fuerza de los vientos y
obligó al desplazamiento de 800.000 ciudadanos (el movimiento de personas más importante
en este país desde la Dust Bowl de los años treinta del pasado siglo). El 30% de sus habitantes
vivían en 2005 por bajo del umbral de pobreza, y el paso del “Katrina” no hizo sino aumentar
este porcentaje. La reconstrucción de Nueva Orleans, ciudad levantada en el tramo final del
río Mississippi y con una altitud media de 2 m bajo el nivel del mar, puso en marcha un
ambicioso programa de obra pública y privada consistente en la reconstrucción los diques de
defensa de la ciudad, de vías de comunicación, la construcción de nuevos diques y la
reconstrucción o reasignación de viviendas a la población que debían seguir unas estrictas
normas de edificación (p.e. viviendas unifamiliares con sistema “palafítico”). Este último
aspecto es el que más polémica ha suscitado, puesto que se habría priorizado la
reconstrucción y asignación de nuevas viviendas en virtud del nivel económico de los grupos
sociales afectados. El programa de reconstrucción de la ciudad ha sido desarrollado por el
cuerpo de ingenieros de la Armada estadounidense (U. S. Army Corps of Engineers) y la
Agencia Federal de Emergencias (FEMA). Este programa de reconstrucción de la zona
devastada en el Estado de Louisiana supuso un revulsivo para la actividad económica de la
ciudad de Nueva Orleans y para el conjunto del estado, cuyas tasas de empleo superaron,
durante varios años, la media nacional.
En Europa son varias las ciudades que están tomando medidas de adaptación al cambio
climático. De hecho, existen notables diferencias entre los países más septentrionales y
meridionales de Europa, donde los primeros llevan una década de ventaja en la
concienciación y toma de medidas para generar ciudades resilientes a los efectos adversos
del calentamiento global que ya se evidencian en el continente, respecto a los segundos. De
hecho, en el Cuadro 2 y 3, se pude observar cómo los países Mediterráneos con clima
mediterráneo, han comenzado a adoptar estrategias en los últimos años.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, ha señalado como buenos ejemplos de
adaptación al cambio climático las siguientes ciudades: Ámsterdam (P. Bajos), Berlín y
Hamburgo (Alemania), Malmo (Suecia), Copenhague (Dinamarca), Londres (Reino Unido),
París (Francia), Bolonia y Viena (Italia), Lisboa (Portugal), Bratislava (Eslovaquia), Bilbao, Vitoria,
Madrid, Barcelona, Alicante, Sevilla y Murcia (España) y Smolyan (Bulgaria), entre otras (Tabla
14).
144
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
145
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Creación de
una ciudad
climate-proof
estrategia enmarcada en Rotterdam Climate Initiative (2006)
para 2025.
Climate Change Adaptation Strategy Rotterdam (2008)
Responder a
los retos
Creación de techos verdes o Roof
derivados de
los Farm, y jardines verticales. Reducción de emisiones de CO2.
fenómenos de Infraestructuras urbanas (Water Reducir carga del sistema de
inundación y Squares), plazas que tienen el alcantarillado.
(Países Bajos)
gestión de agua.
recursos Edificios flotantes. edificios.
hídricos Aplicación de Extremos en Retención del agua pluvial o
(inundaciones Rotterdam. escorrentía urbana.
pluviales, Función social.
Corredor Azul: Creación de una
fluviales y Informar al ciudadano de
ruta navegable de recreo,
marinas, riesgos para la salud
interconectada con otras áreas
sequías,
naturales.
aumento de la
temperatura,
efecto isla
calor,
intrusión
marina, etc.).
Creación de Mantenimiento y gestión del
un espacio cinturón de marismas de la
más resiliente laguna de Venecia que actúa Conservación de marismas
a los como barrera natural. redunda en el interés de la
temporales Conservación del hábitat comunidad local.
marítimos o protegido (Red Natura 2000) y Biofiltros para el aire y el agua
Proyecto Life Vimina (2019)
Transformación de parcelas
sin ocupación en nuevos
Estrategia de Infraestructura Urbana Verde (2014) incorporado en el
espacios verdes.
Regeneración de áreas Incremento de la biomasa y Recuperación de zonas
Plan de Lucha Contra el Cambio Climático (2010-2020)
emisiones.
Mejorar el
Objetivos 2030: comportamiento
a. Regeneración urbana. energético de los edificios.
b. Transición energética
Regulación del caudal de
c. Otras actuaciones hacia un
Garantizar la salud de lluvia y disponibilidad de
modelo de ciudad bajo en
los madrileños frente a espacios verdes visitables.
emisiones.
la contaminación y Mitigar el efecto isla de
Un total de 30 medidas
Madrid
147
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Ciudad Sostenible y
Creación de tanques Almacenamiento y gestión
adaptada a los efectos
anticontaminación DSU (José de las aguas pluviales
del cambio climático.
Manuel Obrero) captadas.
Creación de la denominada Reducción de las
Vía Verde emisiones de los GEIS.
Apuesta por el transporte Apuesta por energías
público (Autobuses, Tranvía). renovables o de bajo
Peatonalización de calles. consumo.
Cubiertas vegetales. Ahorro de agua
Instalaciones fotovoltaicas en
algunas cubiertas.
Fuente: C40. Cities 100: Case Studies and Best Practice Examples (2019), Eco-Inteligencia y Climate-ADAPT.
Se trata de planes o estrategias de escala local, de ahí la singularidad del Plan Vega Renhace,
que tiene un ámbito de actuación subregional (comarcal) y una concepción de estrategia
territorial integral. En efecto, desde el año 2019 la Comunidad Valenciana y, en concreto, la
provincia de Alicante, ha dado un paso al frente en materia de adaptación de cambio
climático e inundaciones, aprovechando la catástrofe acaecida en septiembre de 2019, tras el
desbordamiento del río Segura, aprobando el denominado Plan Vega Baja Renhace, un plan
de carácter comarcal, que pretende generar un espacio resiliente de la comarca del Bajo
Segura, formada por 27 municipios. Para ello, ha planteado 4 ejes de actuación, con 28
148
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
149
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
La Vega Baja del Segura es una comarca “resistente” a la peligrosidad natural, no sin
consecuencias a veces dramáticas. Porque en este territorio se producen excesos y escasez
de agua, terremotos y temporales en la línea de costa. Pero debe convertirse en una comarca
“resiliente”. En el contexto actual de calentamiento climático los eventos atmosféricos de
efectos extremos se presumen más frecuentes, como indica la modelización climática en el
litoral mediterráneo español. Y ello obliga a estar preparados, a adelantarse a los
acontecimientos, a que los territorios diseñen programas y actuaciones que preparen a las
sociedades que viven en ellos ante los cambios atmosféricos que se prevén y que pueden
tener efecto en las actividades económicas y la vida social en su conjunto. Un territorio
“resiliente” es aquel que es capaz de recuperarse de forma rápida y aprovechando
básicamente sus propios recursos humanos y económicos a los efectos catastróficos
causados por el evento extremo, de causa natural o humana.
La finalidad última del Plan Vega Renhace [117] ha sido convertir la catástrofe en una
oportunidad para impulsar un entorno resiliente que favorezca la regeneración económica y
social de la Vega Baja, al tiempo que promueva un desarrollo territorial, absolutamente
respetuoso con el medio ambiente, que prepare para futuros episodios de temporales, y que
posibilite una mayor vertebración del territorio de la Vega Baja con el resto de la Comunitat
Valenciana. El Plan Vega Renhace se ha organizado en cuatro pilares fundamentales:
coordinación, consenso, evidencia y resiliencia. Pilares que han actuado de hilo vertebrador
de la necesidad de aunar esfuerzos de diversos actores, públicos y privados, para la
consecución de grandes objetivos comunes (Figura 44).
150
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 44: Ejes estratégicos y pilares conceptuales del Plan Vega Renhace. Elaboración propia.
151
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 45: Esquema de desarrollo y participación ciudadana del Plan Vega Baja Renhace. Elaboración
propia.
El proceso participativo se diseñó con una doble vertiente: bottom-up (de abajo-arriba) y top-
down( de arriba-abajo). La vertiente bottom-up, ha permitido dotar y empoderar a la
ciudadanía con el objetivo de plantear propuestas concretas. La segunda vertiente top-down,
ha permitido que las administraciones propusieran actuaciones concretas para ser
ejecutadas. Ambos procesos se han llevado a cabo simultáneamente y tanto las propuestas
surgidas desde el enfoque top-down como bottom-up han sido valoradas y seleccionadas por
parte de la ciudadanía. Es decir, se trata de un procedimiento dónde nadie ha dominado el
proceso de toma de decisiones. Esta metodología está basada en la filosofía de proceso
colaborativo riguroso e inclusivo que tiene la finalidad de elaborar estrategias y planes que
permitan la puesta en marcha de proyectos de una determinada comunidad.
152
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Mejora de la red transporte ACTUACIÓN 26: Plan de Movilidad de la Comarca de la Vega Baja.
público
Sociedad
Planes de adaptación a las ACTUACIÓN 27: Guía virtual para la reducción de la vulnerabilidad de
viviendas existentes en zonas los edificios frente a las inundaciones para impulsar un modelo de
inundables y su financiación vivienda adaptado al entorno y al grado de riesgo y peligrosidad.
Fuente: Una estrategia integral para la resiliencia de la comarca de la Vega Baja del Segura, [117].
154
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Como se puede comprobar, el 90% de las actuaciones propuestas en este plan estratégico de
ámbito comarcal, tienen relación con la ordenación territorial y la planificación de futuros
usos económicos, de equipamiento o infraestructura en el espacio de aplicación. La fase de
participación ciudadana puso de manifiesto el protagonismo que debe tener el futuro Plan de
Acción Territorial de la Vega Baja como documento de planificación territorial normativo que
oriente la ordenación de este espacio geográfico bajo los principios de la sostenibilidad y la
adaptación a los efectos del cambio climático. Además, como se ha visto en el apartado
anterior, se trata de un plan cuyas propuestas recogen, en su conjunto, muchas de las
propuestas incluidas en los planes de adaptación al cambio climático a escala europea e
internacional.
155
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
nivel de exposición y la vulnerabilidad del sistema hídrico (Figura 46). Para cada uno de los
principales impactos se selecciona la variable, o variables, indicadora del estado de las masas
de agua y los umbrales para definir el estado de la masa. En el caso del impacto debido a la
pérdida de hábitat de las especies de aguas frías asociada al aumento de temperatura, se
utiliza la temperatura del agua, el valor de temperatura que determina la zona de apremio de
la especie (temperatura en la que la especie se ve significativamente afectada) y los límites
termales de la especie (valor de temperatura en las que se produce una pérdida total de
hábitat). En el caso de la pérdida de contenido de oxígeno disuelto debido al aumento de
temperatura, se utiliza igualmente la temperatura del agua y los umbrales de contenido de
oxígeno disuelto que definen las condiciones de aguas con altos contenidos de oxígeno (>9
mgO2/l) y condiciones con contenidos medios de oxígeno (entre 5.5 y 9 mgO 2/l). En el caso de
la afección a los macroinvertebrados se utiliza el IBMWP el grado de afección a este indicador
y el cambio de categoría de este indicador.
Figura 46: Esquema de la metodología propuesta para la determinación del riesgo asociado al cambio climático.
Los mapas de peligrosidad, considerada como: sucesos o tendencias físicas relacionadas con
el clima o los impactos físicos de este [141], muestran la distribución espacial y temporal de
una determinada variable en los diferentes escenarios de cambio climático planteados, como
el aumento de la temperatura del agua o la reducción en el contenido de oxígeno disuelto en
el agua, los cuales son obtenidos a partir del aumento en la temperatura del aire mediante las
formulaciones empíricas recogidas en la literatura.
Los mapas de exposición, considerada como: la presencia de personas; medios de
subsistencia; especies o ecosistemas; funciones, servicios y recursos ambientales;
infraestructura, o activos económicos, sociales o culturales en lugares y entornos que podrían
verse afectados negativamente [141], muestran la presencia o no de determinadas especies o
los valores de referencia de determinados indicadores como el índice de macroinvertebrados
IBMWP.
157
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Los mapas de impacto, considerado como los efectos en los sistemas naturales y humanos
[141], determinan el grado de afección que produce el cambio climático en el caso analizado.
El mapa de peligrosidad permite calcular si se produce un deterioro en el estado de la masa
de agua, debido al cambio en el indicador analizado, incremento en la temperatura del agua,
reducción en la cantidad de oxígeno disuelto en el agua u otros. La combinación de ambos
mapas, peligrosidad y exposición, determina el grado de impacto que se produce en cada una
de las masas. El criterio utilizado se define de la siguiente forma: si una masa expuesta
(presencia de una determinada especie, o potencialmente con un buen estado) tiene una
pérdida en el estado significativa, tendrá un Impacto Muy Alto, si tiene una pérdida del estado
moderada tendría un Impacto Alto y si no cambia de estado o no está expuesta (no tiene la
presencia de una determinada especie) tendría un No Impacto.
El mapa de vulnerabilidad, definida como: la propensión o predisposición a ser afectado
negativamente en este contexto. La vulnerabilidad comprende una variedad de conceptos y
elementos que incluyen la sensibilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad de
respuesta y adaptación [141]. Estos mapas incluyen información de la capacidad de
adaptación del sistema, cómo por ejemplo del estado de la vegetación de ribera dado que la
vegetación de ribera aumenta el sombreado en el agua, reduce la temperatura del agua,
genera refugios para la fauna y mejora las condiciones del hábitat. Como indicador del estado
de la vegetación de ribera se utiliza el Índice de Calidad del Bosque de Ribera (QBR) [204],
[203], que es un índice de aplicación rápida y sencilla, que integra aspectos biológicos y
morfológicos del lecho del río y su zona inundable y los utiliza para evaluar la calidad
ambiental de las riberas. El QBR se estructura en cuatro bloques independientes, cada uno de
los cuales valora diferentes componentes y atributos del sistema: Grado de cubierta vegetal
de las riberas; Estructura vertical de la vegetación; Calidad y la diversidad de la cubierta
vegetal y Grado de naturalidad del canal fluvial. De esta forma se ha considerado que un
buen estado de la vegetación de ribera reduce la vulnerabilidad al proporcionar zonas de
sombreado y reducir la cantidad de radiación solar incidente sobre el agua, además de
proporcionar refugios para el ecosistema. Por otro lado, un peor estado de la vegetación de
ribera hace que el sistema sea más vulnerable al incremento de temperatura. La clasificación
del índice QBR de la base de datos NABIA y de las Demarcaciones Miño Sil y Guadiana, con los
valores de referencia de cada ecotipo como establece el Real Decreto 817/2015, de 11 de
septiembre, por el que se establecen los criterios de seguimiento y evaluación del estado de
las aguas superficiales y las normas de calidad ambiental, clasifica el estado de la vegetación
de ribera en Muy Bueno (Vulnerabilidad Baja) y Peor que Muy Bueno (Vulnerabilidad Alta).
158
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 47: Mapa de Vulnerabilidad en base a la vegetación de ribera mediante el índice QBR y el valor de referencia
del ecotipo.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 48: Evolución del Mapa de Riesgo de pérdida de hábitat para especies aguas frías a lo largo del tiempo.
Escenarios RCP4.5 y RCP8.5
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 49: Evolución del Mapa de Riesgo de reducción de oxígeno disuelto en el agua largo del tiempo. Escenarios
RCP4.5 y RCP8.5
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 50: Evolución del Mapa de Riesgo de afección a los macroinvertebrados a largo del tiempo. Escenarios
RCP4.5 y RCP8.5.
En relación al efecto del cambio climático en los recursos hídricos y la disponibilidad de agua,
todos los trabajos indican que debido al aumento de temperatura y el cambio en los patrones
de precipitación [122] se producirá un descenso en los recursos naturales en las cuencas
hidrográficas, incluyendo los recursos superficiales y los recursos subterráneos [98]. En la
Demarcación Hidrográfica del Júcar se produce una reducción paulatina de los recursos
naturales a lo largo del siglo XXI que llegaría a un a final de siglo a una variación de -21% para
el escenario RCP4.5 y de -36% para el escenario RCP8.5 [51]. La reducción en la disponibilidad
de agua natural junto con un aumento en las necesidades de riego de los cultivos debido al
aumento de temperatura y la reducción en la precipitación, incrementará el estrés hídrico en
todas las cuencas hidrográficas y en mayor medida en las cuencas que en la actualidad
presentan mayor estrés hídrico. En este sentido el proyecto, analizará los riesgos asociados
para los usos de agua: uso urbano, uso agrícola, hidroeléctrico, recreativos y piscícola y
analizará las medidas y estrategias para reducir la vulnerabilidad de frente al cambio
climático. Entre las medidas de adaptación al cambio climático se encuentran la mejora en la
eficiencia en el uso del agua [247], y la integración de la energía solar fotovoltaica en los
esquemas de reutilización de aguas regeneradas en la agricultura y en la utilización de agua
desalada, como medio de optimización económica para aumentar la disponibilidad de
recursos a los usuarios del sistema. Ejemplos de estas aplicaciones son: la regeneración
aguas depuradas del tramo final del Mijares y su transporte a Vall d`Uixó integrado con
energía solar fotovoltaica; la regeneración y transporte de aguas con energía solar
fotovoltaica en la zona de la plana de Valencia, la integración de energía solar fotovoltaica en
162
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Conclusiones
Los escenarios de cambio climático indican para España un aumento progresivo de la
temperatura del aire de 1ºC en el corto plazo (2010-2040) hasta 4ºC en el largo plazo (2070-
2100), pudiendo llegar este aumento hasta los 5ºC en el verano. Este aumento de
temperatura del aire producirá un incremento en la temperatura del agua, el cual, a su vez,
producirá una reducción en el hábitat potencial para las especies de aguas frías, una
reducción en el oxígeno disuelto en el agua y afectará a los macroinvertebrados.
El incremento medio de temperatura del agua en agosto se estima entre 1.0 y 1.3ºC en el
corto plazo, 2010-2040, entre 1.8 y 2.4ºC en el medio plazo, 2040-2070, y entre 2.2 y 3.9 ºC en
el largo plazo, 2070-2100. En el conjunto del año, la temperatura media anual del agua se
estima que se incrementará en 0.7 y 0.8ºC en el corto plazo, 2010-2040, entre 1.3 y 1.9ºC en el
medio plazo, 2040-2070, y entre 1.7 y 3.1 ºC en el largo plazo, 2070-2100.
En el corto plazo, 2010-2040, entre 404 y 493 masas de agua tienen un Riesgo Muy Alto de
pérdida de hábitat para las especies de aguas frías, lo cual es debido a presentan un impacto
muy alto, debido a la pérdida del hábitat al superarse la barrera termal, y tienen una
vulnerabilidad alta, debido a que presentan un estado de la vegetación de ribera Peor que
Muy Bueno. Entre 546 y 607 masas de agua tienen un riesgo alto de tener una reducción de
oxígeno en el agua que haga que cambien de categoría de alta concentración a oxígeno (>9
mgO2/l) a media concentración de oxígeno (entre 5.5 y 9 mgO2/l), con la consecuente afección
a las especies que requieren altos niveles de oxígeno en el agua. Finalmente, entre 231 y 1637
masas de agua tienen un riesgo alto de afección a los macroinvertebrados, que supera al 50%
de los individuos. En todos los casos, el número de masas en Riesgo Alto y Muy Alto va
aumentando significativamente a lo largo del siglo XXI.
El trabajo muestra los puntos en los que es conveniente profundizar en los análisis, los cuales
son: en relación a los mapas de vulnerabilidad: la utilización de un indicador que muestre la
capacidad de sombreado de la vegetación de ribera en las masas de agua, además de la
identificación de todas las masas de agua superficial a las que las sueltas de agua fría, en los
meses estivales, desde los embalses podría reducir la temperatura del agua. En relación a los
mapas de exposición: identificar las masas de agua con presencia actual o presencia objetivo
de trucha común o trucha marrón. En cuanto a los mapas de Peligrosidad: revisar las
funciones que relacionan temperatura del aire y la temperatura del agua.
En base a los análisis realizados, la principal medida para reducir la vulnerabilidad frente al
cambio climático, que afecta al buen estado de las masas de agua, es la mejora de la
vegetación de ribera, dado que proporciona zonas de sombreado, que reduce la radiación
solar directa sobre el agua y por lo tanto reduce la temperatura del agua y, además, favorece
la biodiversidad y los refugios para las especies. Los resultados muestran, asociados al
gradual avance del aumento de la temperatura, un aumento de las masas en riesgo en las
próximas décadas, lo que implica la necesidad de iniciar la implantación de las medidas de
163
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
ejemplo simple explicativo, la inundación con periodo de retorno de 500 años, si ocurre hoy,
no quiere decir que volverá a repetirse exactamente dentro de 500 años; podría producirse
dos días seguidos y luego estar 1000 años sin volver a ocurrir. Tiene carácter relativo, esto es,
permite comparar que, dos zonas con periodos de retorno diferentes, tendrán distinta
inundabilidad media; como, por ejemplo, que se inundará con más frecuencia una zona de
periodo de retorno de 50 años, que otra con periodo de retorno de 500 años. A pesar de ello,
el concepto de periodo de retorno muchas veces ha sido mal empleado por los técnicos y,
sobre todo, mal interpretado y utilizado por los gestores y autoridades políticas en sus
declaraciones públicas y la toma de decisiones de las medidas de mitigación del riesgo de
inundación.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
por la que se dispone la publicación del Acuerdo del Consejo de Ministros; establece los
periodos de retorno de 50 años (zona de inundación frecuente), 50 a 100 años (zonas de
inundación ocasional) y 100 a 500 años (zonas de inundación excepcional) para el análisis
de riesgos y zonificación territorial de todos los planes especiales de protección civil de
ámbito nacional, autonómicos y de actuación de ámbito local.
Norma sobre drenaje superficial de la instrucción de carreteras, en sus sucesivas
versiones hasta la actual 5.2 IC de la Orden FOM/298/2016, de 15 de febrero, modificada
por la Orden FOM/185/2017 de 10 de febrero y la Resolución de 26 de marzo de 2018, de
la Dirección General de Carreteras; utilizadas para el diseño y dimensionamiento de
sistemas de drenaje longitudinal y transversal de carreteras y muchas veces para el
cálculo de caudales en pequeñas y medianas cuencas hidrográficas.
Normas técnicas de seguridad para las presas y sus embalses (aprobadas por Real
Decreto 264/2021, de 13 de abril); utiliza los periodos de retorno (entre 100 y 10.000 años)
en el establecimiento de los niveles de las avenidas de proyecto y extrema, según la
categoría de la presa (A,B,C) y la tipología constructiva (fábrica o materiales sueltos); estas
mismas avenidas de proyecto y extrema condicionan el diseño y dimensionamiento de
órganos de desagüe y la delimitación de las zonas inundables por rotura o inadecuada
operación en los planes de emergencia de presas [230].
167
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
que se suele tratar de paliar alargando las series con el uso de datos sintéticos (con
metodologías tipo dobles acumulaciones, Monte Carlo, etc.) o la incorporación de datos no
sistemáticos de tipo histórico-documental [107]; aunque muchas veces la ganancia estadística
no justifica el esfuerzo en la adquisición de datos [285]. Otros de los problemas derivan de las
propias metodologías de cálculo, por el uso de modelos estadísticos inadecuados, con
funciones de distribución de valores extremos y métodos de estimación de parámetros
inapropiados, sin tan siquiera aplicar procedimientos paramétricos y test de bondad de
ajuste. El resultado de combinar las diferentes fórmulas y funciones es que, para una misma
serie de caudales, los cálculos de periodos de retorno pueden variar hasta en un orden de
magnitud en la estimación de los cuantiles [64], con las consiguientes incertidumbres y
errores.
Otro problema de la aplicación del paradigma del periodo de retorno deriva de su uso como
único parámetro para cuantificar la peligrosidad por inundaciones, prescindiendo de otros
parámetros de la severidad de la inundación (calado, velocidad, carga sólida, energía…) y la
dimensión espacio-temporal del anegamiento (tiempos característicos, duración de la
inundación). Esto deriva en que dos inundaciones con el mismo periodo de retorno de sus
caudales líquidos, tengan efectos y peligrosidad muy diferente sobre los bienes expuestos y
vulnerables, por ejemplo, si tienen capacidad de transportar carga sólida en flotación,
suspensión o fondo; o diferente capacidad erosiva del lecho del cauce fluvial. Este efecto de
otros parámetros de la peligrosidad se ha tratado de subsanar con conceptos como el
‘periodo de retorno equivalente’ [253], para el caso de la influencia del transporte y depósito
de la carga leñosa en avenidas torrenciales; pero que siguen sin resolver la problemática de
que un solo parámetro trate de aglutinar toda la peligrosidad de la inundación.
Por otro lado, la proliferación de noticias de desastres y catástrofes asociadas a las
inundaciones en los medios de comunicación ha generado en la Sociedad una percepción de
que los enfoques probabilísticos del análisis de la peligrosidad dan una solución incompleta al
problema: raro es el año en que se registra la máxima lluvia jamás medida; o que el valor del
caudal de un río supera las previsiones de los periodos de retorno calculados; o que dos años
consecutivos se producen los caudales estimados para 500 años de periodo de retorno. La
publicación de hace una década en la prestigiosa revista Tectonophysics del artículo titulado
“Why earthquake hazard maps often fail and what to do about it” [284], planteó algunas de estas
incertidumbres para el caso de los aparentes fallos en la elaboración de mapas de
peligrosidad frente a terremotos en general, y particularmente en qué falló en la definición de
escenarios para el terremoto de Tohoku (Japón) en 2011, que causó el conocido tsunami y
desastre de Fukushima. Algo semejante se podría discutir en el caso de graves inundaciones
ocurridas en lugares donde existían profundos estudios de riesgo utilizando periodos de
retorno para el dimensionamiento de las medidas de mitigación, a pesar de las cuales el
evento superó los parámetros de diseño de las actuaciones y causaron graves pérdidas y
daños.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
De esta forma, estos parámetros empíricos (evento máximo físicamente posible y evento
máximo registrado) serían un complemento a la tradicional estimación de los cuantiles para
distintos periodos de retorno cuando se trate de analizar y mitigar riesgos de inundación para
vidas humanas (protegidas por la Constitución Española), bienes materiales singulares,
infraestructuras o flujos de servicios críticos y no renovables, como grandes presas y
embalses, centrales nucleares, polos químicos e industriales, infraestructuras de transporte
(autovías, aeropuertos, AVE…) o energía, o elementos patrimoniales como bienes de interés
cultural [73]; para los cuales no tiene sentido emplear metodologías probabilísticas y sistemas
de aseguramiento y reaseguro basados en los costes de reposición y pago del lucro cesante.
Incluso, para bienes y servicios comunes asegurables y renovables, estos parámetros
empíricos podrían ser una alternativa al uso de la estimación de periodos de retorno cuando
la nula disponibilidad de datos o su escasa representatividad estadística, impiden la
aplicación de modelos estadísticos con un mínimo de rigor.
Este planteamiento ni es nuevo, ni es una entelequia teórica. Muchas organizaciones
internacionales e importantes centros de investigación y desarrollo técnico llevan décadas
implementando estas metodologías en algunos de sus manuales y recomendaciones
técnicas:
170
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Desde la década de 1980 la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en
inglés) ha venido desarrollando metodologías y guías para la estimación de la llamada
Máxima Precipitación Probable (PMP, por sus siglas en inglés) obtenida por una
maximización de los eventos de tormentas registrados de acuerdo a parámetros físicos
[310]. A partir de los valores calculados de PMP para diferentes áreas y duraciones,
diversos centros de investigación hidrológica han propuesto calcular la Avenida Máxima
Probable (PMF, por sus siglas en inglés), como el máximo caudal físicamente posible en un
determinado tramo de la red fluvial. El método PMP-PMF es utilizado desde hace décadas
para los análisis de riesgos de infraestructuras críticas en EE.UU., para lo que hay editados
mapas y ábacos [298].
El prestigioso Hydrologic Engineering Center (HEC) del U.S. Corps of Engineers (Ejército de los
EE.UU. de Norteamérica), que produce software que millones de técnicos usan para
evaluar el riesgo de inundaciones en todo el Mundo (HEC-RAS, HEC-HMS, HEC-FDA…), ha
editado recomendaciones técnicas para incorporar la paleohidrología al análisis de
frecuencia de inundaciones [129]. Esta inclusión de los datos paleohidrológicos en los
caudales de diseño de presas ha permitido al Department of Energy (U.S. Bureau of
Reclamation) acotar la parte alta de la función de distribución de frecuencias, y caracterizar
el tramo asintótico de la función, cuyos valores se aproximan a la citada PMF.
Una recopilación reciente sobre experiencias de éxito a nivel mundial de incorporación de
la información paleohidrológica de inundaciones en guías metodológicas oficiales [283]
ofrece una esperanzadora imagen de diferentes países donde se avanza
significativamente, como es el caso de: Estados Unidos de Norteamérica [94], Australia,
China [189] … y España, que lo ha incorporado en la guía metodológica para la elaboración
de mapas de peligrosidad de inundaciones del IGME [77], [76].
En España, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Geológico
y Minero de España (IGME) y otras universidades y OPIs (UAM, UJaén, IPE…) han ensayado
profusamente estas metodologías [20], [74] con éxito en diferentes cuencas españolas:
Tajo medio, Guadalentín, Guadalhorce, Guadalquivir, Rambla Mayor, Rambla de la Viuda,
Navaluenga, Arenal, Llobregat, Noguera Pallaresa, Taburiente, Bajo Duero, etc.; y su
aplicación para el dimensionamiento de los órganos de desagüe de presas y embalses
[24], [25], [26], [22] y la mejora de la estimación del riesgo de inundación en poblaciones
[15]. Además, existe el proyecto de integrar las distintas bases de datos georreferenciadas
parciales con datos de paleoinundaciones (Figura 52) en una única, llamada PaleoRiada,
que sea de consulta abierta por la comunidad científico-técnica internacional a través de
Internet.
171
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Murcia. Este decreto, entre las fuentes de información del ‘Estudio Histórico’, señala la posible
utilización de datos de paleocrecidas y dónde y cómo obtenerlos.
Una oportunidad perdida al respecto de la incorporación de las fuentes de datos
paleohidrológicas ha sido la reciente actualización de las ‘Normas técnicas de seguridad para
las presas y sus embalses’ (aprobadas por Real Decreto 264/2021, de 13 de abril), que vuelven
a recurrir a todo un abanico de periodos de retorno (de 100 a 10.000 años), algunos de
dudosa correlación con realidad física y de difícil estimación estadística sin incertidumbres,
como los 10.000 años para el cálculo del nivel de la avenida extrema para presas de
materiales sueltos de categoría A.
Figura 52: Localización de los estudios paleohidrológicos de inundaciones realizados o en curso en España y
ámbito espacial de las bases de datos paleohidrológicas previas existentes. Leyenda: estudios paleohidrológicos
con métodos geológicos y geomorfológicos (puntos naranjas); estudios paleohidrológicos con métodos
dendrogeomorfológicos y liquenométricos (puntos verdes); estudios concluidos (círculos rellenos); estudios en
desarrollo (circunferencias sin relleno).
Conclusiones
El periodo de retorno es un parámetro estadístico que se viene utilizando desde finales del
siglo XIX para el análisis y la adopción de medidas de mitigación del riesgo de inundaciones.
Sin embargo, tiene múltiples problemas conceptuales e incertidumbres técnicas en su
estimación y aplicación, a pesar de las cuales figura en numerosa normativa publicada en el
BOE y recomendaciones técnicas de uso extendido.
Otros parámetros, como el evento máximo físicamente posible y el evento máximo registrado
se han propuesto y se están utilizando por diferentes organismos y legislaciones del ámbito
172
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Agradecimientos
Esta propuesta deriva de los resultados y conclusiones de estudios financiados por proyectos
de investigación que se han sucedido en el tiempo a lo largo de la última década y media,
tanto del Plan Nacional de I+D+i (Dendro-Avenidas, MAS Dendro-Avenidas, MARCoNI,
DRAINAGE); o financiados por organismos públicos de investigación como el IGME (GeoRiada
y MIDHATO Venero). En los últimos años forma parte de la tarea GT1.T5 (Análisis de la
incertidumbre y su propagación), del proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i
DRAINAGE (CGL2017-83546-C3-R MINEICO/AEI/FEDER, UE). El autor agradece la contribución
de varios colegas que, con sus discusiones y comentarios, han ido enriqueciendo su visión de
la problemática del periodo de retorno y sus alternativas, entre los cuales quisiera destacar a:
Francisco J. Ayala Carcedo (Q.E.P.D.), Gerardo Benito (MNCN, CSIC), José M. Bodoque (UCLM),
Jorge Olcina (UA), Miguel Ángel Rodríguez Pascua (IGME) y Julio Garrote (UCM).
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
Los espacios costeros, uno de los más densamente ocupados tanto escala mundial como en
muchas áreas de la costa mediterránea, han sufrido una progresiva degradación derivada de
los usos, lo que disminuye la capacidad de respuesta ante diversas amenazas, como los
efectos del cambio climático. La Asociación de Naturalistas del Sureste ha desarrollado
durante casi dos décadas actuaciones para la restauración ambiental de áreas litorales en el
Sureste Ibérico, que han acompañado a una intensa labor de denuncia ante las múltiples
agresiones que sufren estos ecosistemas.
Estas actuaciones se han desarrollado por personal profesional propio, con la colaboración
de voluntariado y el apoyo de entidades públicas y privadas entre las que se incluyen la
Fundación Biodiversidad, entidad dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el
Reto Demográfico, Administración Nacional (Demarcación de Costas) Regional y Local, como
los Ayuntamientos de Cartagena, San Javier y Torrevieja, fondos de la Unión Europea a través
del Programa LIFE, empresas privadas y diversas asociaciones locales y regionales, entre las
que se pueden destacar ARBA, La Ecocultural, o CREECT.
Antecedentes
Los ecosistemas costeros proporcionan diversos y abundantes recursos a la población
humana, que incluyen la provisión de alimentos y otros bienes y servicios, la regulación de
ciclos biogeoquímicos o la protección frente a diferentes riesgos, pero también aquellos
relacionados con el ocio, la relajación y el disfrute, entre otros [128].
Las zonas próximas al litoral están altamente ocupadas, y su densidad de población a nivel
mundial se aproxima al triple de la de áreas interiores [148]. En 2011, el litoral español era el
hogar de más de un tercio de la población española y el 17% de su superficie estaba ocupada
por usos artificiales; esta cifra aumenta notablemente en la franja mediterránea y sur, donde
174
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
el 32% de su superficie ya era artificial en esta fecha (franja 2 km), habiéndose incrementado
esta artificialización un 45% entre 1987 y 2011 [97]. La Manga del Mar Menor es uno de los
espacios donde se puede observar este fenómeno de una manera más extrema: entre 1956 y
2011, los espacios no urbanos (arena y roca) se redujeron a la mitad, mientras que la
superficie urbanizada se multiplicó por más de 60 [257].
En general, el litoral del Sureste Ibérico está altamente ocupado por la actividad agrícola y
desarrollos urbanísticos, destinados principalmente a uso turístico de segunda residencia. La
visión utilitarista de los espacios de costa conlleva que, además de la progresiva ocupación
del territorio, la gestión trate a estos territorios como áreas urbanas sin tener en cuenta
aspectos básicos de conservación. Así, han proliferado las construcciones de infraestructuras
que interrumpen los flujos de las corrientes marinas y terrestres, causando erosión y
acumulación artificial de sedimentos, lo que se ha vendido en ocasiones como una solución
para la pérdida de las playas o la llegada de fangos y, generalmente, ha agravado estos
problemas; se han generalizado las prácticas de “limpieza” de las playas mediante el uso de
maquinaria pesada, que conllevan la retirada de los arribazones de fanerógamas (Posidonia
oceánica); y las prácticas generales han conllevado la progresiva desaparición de la
vegetación autóctona, la pérdida de singularidad, extendiéndose las plantas nitrófilas y de
bajo valor ecológico, la proliferación de especies exóticas invasoras y la compactación del
territorio derivada del pisoteo o la circulación de vehículos.
Estas actuaciones han causado la ruptura del equilibrio natural del sistema duna-playa,
acelerando el retroceso de la línea de costa, la regresión o desaparición de especies
endémicas y la pérdida de naturalidad y del funcionamiento original del sistema. Esto
aumenta la vulnerabilidad de los espacios litorales y su población ante los efectos del cambio
global y es visible en los daños recientes a construcciones costeras tras los temporales. La
restauración de estos espacios se configura como una de las principales herramientas para
minimizar los efectos negativos del cambio climático sobre ellos, su población y las
estructuras construidas.
Uno de los principales retos en un futuro próximo es mejorar el bienestar humano mediante
un desarrollo sostenible sin la degradación del entorno, haciendo frente al cambio global y
sus efectos. Esto precisa de un enfoque holístico que reconozca la complejidad de los
ecosistemas litorales como áreas de transición con influencia marina, terrestre y, en la mayor
parte de los casos, de humedales, así como de las interrelaciones de estos sistemas con las
actividades humanas [296]; las medidas implementadas dependerán de aspectos como la
estructura social, la capacidad Administrativa y la intención política, que deberán tenerse en
cuenta a la hora de crear herramientas de gobernanza eficientes que avancen hacia la gestión
sostenible [123].
Durante las últimas 4 décadas, las asociaciones de defensa de la Naturaleza han llamado la
atención sobre la degradación y la ocupación de los espacios litorales. ANSE, cuya actividad se
centra en el Sureste Ibérico, aunque también desarrolla actuaciones puntuales en otros
espacios de la Península y del Mediterráneo, ha desarrollado una intensa labor de denuncia
175
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Objetivos
El objetivo principal de la iniciativa ha sido recuperar la funcionalidad del ecosistema litoral en
determinadas zonas litorales y establecer áreas reservorio de flora, con especial atención a
las especies amenazadas y endémicas.
Así, la iniciativa pretende profundizar en la información disponible sobre el ecosistema y sus
elementos, así como las variaciones que ha sufrido derivado de la alteración de estos
espacios; recuperar ecosistemas litorales a nivel estructural y funcional, así como el espacio
para la extensión y conectividad de estos espacios, y especies de flora de especial interés,
como especies amenazadas, protegidas o endémicas locales y estableciendo reservorios para
sus poblaciones; impulsar la gestión integral de los espacios litorales basada en la
sostenibilidad y la compatibilización del uso de estos espacios con la conservación; mejorar la
percepción social de las áreas litorales y aumentar la percepción de estos espacios como
zonas naturales cuya gestión debe tener en cuenta el funcionamiento ecosistémico y
minimizar la artificialización; y, en último término, mejorar la calidad del espacio natural para
uso público y turístico creando espacios verdes y reservorios de arena para la recuperación
de playas.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Acciones
A lo largo de una década, se han llevado a cabo diferentes actuaciones que han consistido en
el estudio y seguimiento del ecosistema y sus cambios, actuaciones para la recuperación de
varias hectáreas de arenales y humedales costeros en Dominio Público Marítimo-Terrestre, y
la propuesta de iniciativas de conservación y pautas para el uso sostenible. De manera
transversal, se han desarrollado diferentes intervenciones para impulsar la información y
sensibilización de la población y los sectores sociales, sin olvidar la labor de denuncia de las
actuaciones que suponen la alteración y destrucción del Patrimonio Natural.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 53: Representación del aumento de suelo urbano desde 1956 a través de interpretación de imágenes
aéreas. Se observar la desaparición de suelo no urbanizado, especialmente a partir de la década de los 80. Fuente:
Sánchez-Balibrea et al., 2013 [97].
Figura 54: Evolución de las praderas de fanerógamas sumergidas del Mar Menor. Fuente: Belando et al, 2017 [19].
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Estas labores han incluido la eliminación de especies exóticas invasoras, como acacias (Acacia
sp pl.), uña de gato (Carpobrotus edulis), o piteras (Agave americana), mediante arranque,
generalmente por medios manuales. Excepcionalmente se ha empleado maquinara pesada
cuando el tamaño de los ejemplares a eliminar así lo requería, como ocurrió en el paraje de
Monte Blanco, en La Manga, para arrancar y eliminar acacias, o en Lo Poyo, en la ribera
interior del Mar Menor, para llevar a cabo el arranque de eucaliptos (Eucaliptus sp.).
En los frentes de arenales mediterráneos (La Manga del Mar Menor o Torrevieja) se han
instalado estructuras para la captación de arena, diseñados en cada caso en función de la
orientación del tramo de costa frente a los vientos predominantes. Los captadores permiten
recuperar la estructura de duna en arenales donde tradicionalmente se había extraído arena
para su posterior uso en la recuperación de playas en época estival. La recuperación de estos
pequeños frentes dunares ha permitido recuperar espacios para la vegetación autóctona
existente, permitiendo generar más espacio para especies típicas de arenales.
La última acción desarrollada ha sido la plantación de especies de vegetación autóctona.
Entre las especies seleccionadas se encuentra algunas protegidas y destaca la Esparraguera
del Mar Menor (Asparagus macrorrhizus), la sabina de las dunas (Juniperus turbinata) o la
zanahoria marítima (Echinophora spinosa). También se han reintroducido ejemplares de
enebro de las dunas en arenales de Torrevieja. Esta especie desapareció en el Sureste Ibérico
debido a la tala y alteración de la costa.
Estas plantaciones han contado con labores mantenimiento, incluyendo riegos y cuidados
culturales durante los dos primeros años, especialmente en los periodos estivales. Estas
tareas han aumentado el éxito en la supervivencia de los plantones introducidos, superando
el 50% de arraigo en todos los espacios y el 70-80% en algunos de ellos. Se ha realizado
reposición de marras en los casos que ha sido necesario.
En zonas específicas como el Saladar de Lo Poyo (Paisaje protegido Espacios Abiertos e Islas
del Mar Menor y Red Natura), se han eliminado caminos y senderos ilegales mediante el
labrado de su superficie y la instalación de vegetación señalizada con protectores. Esto, unido
a la instalación de cartelería informativa ha eliminado prácticamente la apertura de nuevos
senderos no autorizados, mejorando el estado de la vegetación y la conectividad del espacio.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 55: Arriba: actividades de plantación con apoyo de voluntariado durante el proceso de restuaruación de
arenales; Arriba izquierda: en el Molino del Agua, Torrevieja. Arriba derecha: En la Manga del Mar Menor. Abajo
resultados de recuperación dunar en espacios de las mismas localidades.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 56: Izquierda: actividades de información y divulgación. Derecha: cartelería interpretativa instalada en zonas
de actuación.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 57: Izquierda: estado de una parcela propuesta como microrreserva de flora tras ser roturada, actuación
que fue denunciada por ANSE. Derecha: acción reivindicativa para la recuperación de la Caleta del Estacio tras la
paralización de la construcción de Puerto Mayor.
Resultados
Las actuaciones a lo largo de varias décadas han permitido conservar y restaurar espacios
costeros. Así, la acción reivindicativa y de denuncia ha contribuido a la declaración de los
mencionados Espacios Naturales Protegidos, la paralización de transformaciones y
desarrollos urbanísticos, así como al desarrollo normativo en temática ambiental.
Las actuaciones demostrativas han conllevado la restauración de más de 7 hectáreas en
Dominio Público Marítimo Terrestre, recuperando especies endémicas, habiendo multiplicado
su población, y aumentando la acumulación de arena para la formación de dunas, que en
ocasiones han sido utilizadas para la recuperación de áreas erosionadas sin necesidad de
extraer sedimentos del fondo marino; se ha mejorado la conectividad en espacios protegidos
degradados por la existencia de caminos; se ha realizado el seguimiento de la evolución de
ecosistemas terrestres y acuáticos; y se han desarrollado labores para la divulgación,
sensibilización y participación, mejorando la percepción sobre las áreas costeras.
Discusión
El trabajo continuo para la protección y recuperación del litoral ha permitido, por una parte,
obtener datos para estudiar la evolución de los ecosistemas ante las presiones ambientales; y
por otra parte, la restauración de arenales y otros espacios litorales. Los resultados muestran
una gran efectividad de las actuaciones de restauración [256], a pesar de su bajo coste,
gracias en parte a la colaboración y participación de entidades y de la ciudadanía, lo que
aumenta, a su vez, la aceptación e implicación de la población en la recuperación ambiental.
Sin embargo, las actuaciones llevadas a cabo en el Dominio Público Marítimo Terrestre o en
espacios protegidos no han permitido frenar el avance de la artificialización y la pérdida del
ecosistema y ejemplares de espacies amenazadas en las áreas ya declaradas como
urbanizables, a pesar de las propuestas para la paralización de las construcciones y de la
liberación de suelo ocupado con la demolición de un número limitado de viviendas
unifamiliares de segunda residencia. La recuperación de arenales ocupados por
construcciones permitiría asegurar la conectividad de los arenales y dar una vía de escape en
la migración de estos ecosistemas ante procesos inevitables como el retroceso de la línea de
costa. Medidas similares se están llevando a cabo en otros Estados Europeos como Reino
Unido o Francia, principalmente mediante reservas privadas de ONGs en el primer caso y a
través de la compra pública gestionada por el Conservatorio del Litoral, entidad perteneciente
al Ministerio de Medio Ambiente en el segundo [176].
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Información básica
El proyecto DRAINAGE fue aprobado en la convocatoria de 2017 del Programa Estatal de
I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad y cuenta con un presupuesto total de 174.240
euros. DRAINAGE es un proyecto coordinado por la Universidad de Castilla-La Mancha
(UCLM), en el que también participan como socios beneficiarios el Instituto Geológico y
Minero de España (IGME) y el Centro de Experimentación de Obras Públicas (CEDEX). En el
proyecto participan 33 investigadores adscritos a las instituciones que lideran el proyecto, así
como a la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad Complutense de Madrid
(UCM), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad de Valencia (UV), la
Universidad Politécnica de Valencia (UPV), la Universidad de Alicante (UA) y la Escuela
Nacional de Protección Civil (ENPC-DGPCE, MI).
Antecedentes
En los últimos años se está produciendo un cambio de modelo de gestión del riesgo de
inundación hacia un enfoque de gestión integrada, pues la adopción de soluciones
estrictamente estructurales no es sostenible desde un punto de vista ni hidrológico ni
ambiental, y tampoco es garantía de protección total. Así, medidas de mitigación del riesgo
como las motas, suelen llevar a la pérdida de conexión lateral entre los ríos y su llanura de
inundación, conllevando la pérdida de buena parte de los servicios ecosistémicos ligados al
medio fluvial. Este tipo de medidas también tienen potencial para incrementar los daños
aguas abajo por los cambios que generan en el funcionamiento hidrogeomorfológico y
ecológico del río, o incluso in situ, en caso de que las medidas fallen o se vean superadas.
Asimismo, no son garantía absoluta de mitigación del riesgo debido a que en su diseño
frecuentemente no se han tenido en cuenta los efectos a futuro del cambio climático, o el
análisis de la incertidumbre ni su propagación entre los distintos componentes que la
integran [305].
184
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Por tanto, la gestión del riesgo está abandonando el principio de protección absoluta,
comenzándose a promover en su lugar estrategias más proactivas, que se fundamentan en la
gestión integral del riesgo (Figura 58). Así, en los últimos años se está promoviendo el
diseño de planes de gestión en los que la minimización del riesgo, basada en la
caracterización de la incertidumbre inherente al proceso de análisis y gestión del riesgo, y el
reforzamiento de la resiliencia social son objetivos compatibles con la conservación o
restauración de la integridad ecológica de las zonas de ribera e inundables. En este contexto,
el concepto de resiliencia proporciona un marco práctico que facilita que los planes de
gestión identifiquen medidas tangibles capaces de reducir la vulnerabilidad y, que de resultas
de ello, se mejore la gestión del riesgo [32]. En los últimos tiempos este concepto ha ganado
peso, gracias a iniciativas de las Naciones Unidas como el Marco de Acción de Hyogo
(operativo durante el periodo 2005-2015) y del actualmente vigente Marco de Sendai que se
desarrollará durante el periodo 2015-2030. Con estos programas, se pretende reducir el
riesgo en base a aumentar el conocimiento de todas las dimensiones sociales implicadas
(percepción social, nivel de conocimiento de la población en relación con el riesgo y su
gestión, exposición, vulnerabilidad social y económica).
Figura 58: Esquema del marco conceptual del proyecto DRAINAGE, a caballo de las Directivas europeas Marco del
Agua y de Inundaciones.
Objetivos
La publicación y puesta en práctica de la Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/CE) y
de la Directiva Europea relativa a la evaluación y gestión de los riesgos por inundación
(Directiva 2007/60/CE) obliga a un cambio de modelo en relación a cómo debe abordarse el
análisis y gestión de los riesgos por inundaciones.
La aprobación de estas dos directivas, así como el aval que en el año 2005 la ONU dio al
Marco de Acción de Hyogo y recientemente, en 2015, al Marco de Sendai, que reemplaza al
anterior, está implicando que progresivamente se esté produciendo un cambio desde un
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 59: Esquemas comparativos de la concepción tradicional del análisis y gestión del riesgo por inundaciones,
frente a la visión integrada propuesta por DRAINAGE.
Acciones
El análisis y gestión integrada del riesgo por inundaciones requiere del diseño y puesta en
práctica de aproximaciones metodológicas interdisciplinares, que tengan en cuenta las
dimensiones implicadas (físicas, socio-económicas y ambientales). Para poder aplicar con
éxito este enfoque interdisciplinar, el proyecto DRAINAGE se sustenta en tres pilares:
Capacidad demostrativa del proyecto. Para ello, se seleccionó un área de estudio que
permitiera poner en práctica, probar y evaluar la aproximación metodológica propuesta en
DRAINAGE, de manera que pueda ser replicada a otros contextos geográficos, ecológicos y
socioeconómicos similares a los aquí propuestos. En concreto, se seleccionó el tramo del río
Duero comprendido entre los municipios de Toro y Zamora (Figura 60), dado que reúne las
características idóneas para abordar los objetivos planteados en el proyecto. Este tramo
presenta un trazado claramente meandriforme, lo cual confiere a su llanura de inundación
una alta capacidad para laminar crecidas. Asimismo, es lo suficientemente largo (40 km) como
para demostrar que esta capacidad de laminación es suficiente para reducir el riesgo.
También tiene numerosas motas a lo largo de su curso, lo cual implica que ha perdido buena
parte de la conectividad lateral con su llanura de inundación. Por último, el tramo presenta
varias zonas ARPSIs (Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación) y forma parte de
la Red Natura 2000: LIC “Riberas del Río Duero y Afluentes” Código ES4170083
circunstancias éstas que, junto con las razones aducidas en las líneas previas, hacen que este
tramo de río Duero sea idóneo como sitio de estudio demostrativo del proyecto DRAINAGE.
De forma complementaria, se han ensayado otras metodologías en otros ámbitos del
territorio con características o problemáticas distintas al área de estudio. En concreto,
también se han estudiado: zonas montañosas (cuenca de Venero Claro, Ávila); pequeños
núcleos de población del piedemonte de la Sierra de Guadarrama (Pajares de Pedraza,
Segovia); y ramblas mediterráneas (Barranc de Carraixet, rambla del Pollo, Rambla de
Castellana, Rambla de Gallinera y Río Vernissa), con objeto de contrastar las metodologías en
otros ámbitos geográficos y problemáticas distintas a la de la zona piloto principal.
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 60: Localización del tramo del río Duero objeto de estudio piloto principal en la propuesta DRAINAGE
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
áreas siniestradas, dentro de los Planes Estatales de Protección Civil; iii) Grupo de
Inundaciones de la Dirección General del Agua (MITECO), y en su comisión técnica asesora; iv)
Grupo de I+D+i sobre inundaciones de la DGA, recientemente creado para cumplimiento de la
Directiva y su trasposición. Por su parte, miembros del proyecto DRAINAGE también son
miembros del grupo de expertos europeo en hidromorfología integrado en ECOSTAT WG 2.A.
(European working group dedicated to the ecological status of surface water bodies, within
implementation of the Water Framework Directive), así como del programa The Water Joint
Programming Initiative (Water JPI).
Resultados
El proyecto DRAINAGE ha dado lugar a resultados relacionados con las dimensiones
socioeconómica, física y ecosistémica del análisis y la gestión de los riesgos por inundaciones.
1. Dimensión socioeconómica
El proyecto DRAINAGE ha dado lugar a resultados en dos vertientes; por un lado, en el diseño
y puesta en práctica de un protocolo para la integración del análisis de las partes
interesadas (stakeholders) a la gestión integrada de los riesgos por inundación y, por el otro,
en el diseño y puesta en práctica de planes de comunicación.
Respecto del análisis de las partes interesadas, en DRAINAGE se ha explorado la transición
gradual que está teniendo lugar en la gestión de riesgos de inundación (GRI) desde un
anticuado enfoque de resistencia basado puramente en infraestructuras grises, hacia
esquemas integrales, más proactivos, en los que la base principal son las soluciones basadas
en la naturaleza (SbN). En particular, hemos enfocado nuestra atención en el papel que la
implicación de los stakeholders tiene en el diseño de las estrategias de gobernanza del tipo de
abajo hacia arriba, las cuales son las más apropiadas para la efectiva implementación de las
nuevas visiones, en contraste con los antiguos y anquilosados sistemas de arriba hacia abajo.
En el análisis hemos detectado que, hasta el momento, es muy difícil establecer una
estrategia exitosa de abajo hacia arriba ya que las redes existentes no son muy extensas y
están débilmente cohesionadas, especialmente aquéllas que se refieren a los temas más
específicos de la estrategia de gestión: el riesgo de inundaciones y el estado ecológico del río.
Bajo esas condiciones, las posibilidades de establecer relaciones sólidas entre los stakeholders
con información, ideas, intereses, preocupaciones, innovaciones, planes y contribuciones
creativas que fluyan en todas las direcciones dentro de las redes del río son ciertamente
limitadas. En consonancia, sin unos vínculos más intensos y extensos en los que todos los
stakeholders se sientan bien representados, es muy improbable que procesos colaborativos y
efectivos, basados en el entendimiento, la asimilación y la aceptación común de las políticas y
acciones necesarias puedan ser implementados.
Sin embargo, en nuestro análisis, identificamos algunos stakeholders centrales que, además
son los más poderosos desde un punto de vista financiero e institucional, y que merecen
189
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
centrar la atención para desarrollar la estrategia. Ellos son los más conectados y juegan un
papel de intermediarios muy prometedor para establecer puentes con los demás
stakeholders. Además, hemos encontrado que alguno de esos actores destacados son
entusiastas de las SbN y la implicación de los actores, así como defensores de enfoques
holísticos. Tras este análisis, lo que ha quedado claro es que la efectiva implementación del
nuevo paradigma de la GRI requiere un profundo y detallado entendimiento del sistema
social implicado o afectado. De otro modo, es muy probable fracasar ya que el sistema
adolece de la falta de legitimidad y colaboración que son indispensables.
Por otro lado, se ha diseñado una estrategia de comunicación del riesgo para Zamora (en
realidad dos planes de comunicación adaptados a la situación pandémica de la CoVID-19); y
se ha creado un Foro de debate en el que actualmente están participando 69 personas, que
representan a los colectivos sociales de la ciudad de Zamora y a las instituciones y entidades
más relacionados con el río Duero, sus inundaciones y la gestión medioambiental.
En la zona de estudio secundaria de Venero Claro (Navaluenga, Ávila) se ha continuado con la
estrategia de comunicación del riesgo a la población infantil de los campamentos
estivales [72], donde se han realizado las actividades de educación en el riesgo en las
temporadas 2018 y 2019 (en 2020 se suspendieron con motivo de la pandemia), con
encuestas de conocimiento y percepción previas y posteriores a las actividades para valorar
su efectividad [130]. Estas actividades han sido galardonadas con el Premio de la Fundación
Botín al Talento Joven en la Gestión del Agua 2018; una Mención de Honor de la final del
concurso Ciencia en Acción 2019; y han tenido enorme repercusión mediática.
2. Dimensión física
A partir desarrollo de las acciones de análisis de riesgo de inundación se han obtenido
resultados como: una completa caracterización hidrológica de las avenidas e inundaciones de
las zonas de estudio; la modelación hidráulica de las corrientes fluviales y torrenciales; la
evaluación socioeconómica de daños potenciales; el análisis de la incertidumbre en el riesgo y
su propagación en el proceso de análisis; la cartografía de riesgos de inundación; y el análisis
del coste-beneficio de las medidas de mitigación del riesgo.
Concretamente, para la zona de estudio principal del proyecto (tramo del río Duero entre
Toro y Zamora) se han recopilado y recalculado los cuantiles de caudales punta de avenida
para diferentes periodos de retorno, tanto en Toro como en Zamora y las posiciones
intermedias (Peleagonzalo, Fresno de la Ribera, Villalazán, Villaralbo), utilizando análisis de
valores extremos con diferentes modelos estadísticos, completado de series con técnicas de
Monte Carlo y aplicación de herramientas geoestadísticas sobre sistemas de información
geográfica (STARS con R y ArcGIS; [205]); también se ha cuantificado y analizado la laminación
de caudales punta y aportaciones anuales entre Toro y Zamora, y los tiempos de viaje de la
onda de crecida para una veintena de eventos de avenida entre 2018 y 2021. Además, se ha
realizado la restitución de las series de caudales del río Duero y afluentes principales a su
régimen natural y el análisis de la capacidad del sistema río Duero-llanura de inundación para
190
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
3. Dimensión ecosistémica
El análisis del estado de calidad eco-hidromorfológica de las masas de agua
(hidromorfológico, físico-químico y biológico), se ha realizado con datos procedentes de la
Confederación Hidrográfica del Duero y de las campañas de campo realizadas durante el
periodo de trabajos de DRAINAGE.
En aplicación del Protocolo de caracterización hidromorfológica M-R-HMF-2019 (abril
2019) [193] se ha llevado a cabo la sectorización inicial de las masas de agua en tramos
hidromorfológicos (de 4,8 a 9,9 km de longitud) y en subtramos representativos de muestreo
(de 1,1 a 1,8 km de longitud). Los trabajos de campo evidenciaron las complicaciones que
entraña la evaluación de algunos atributos hidromorfológicos en grandes ríos, por lo que se
aplicaron técnicas complementarias para poder evaluar todos los atributos requeridos en el
mencionado Protocolo. Se emplearon trabajos batimétricos previos para la identificación de
perfiles longitudinales y pendientes ribereñas, se seleccionaron barras e islas accesibles para
muestreos granulométricos representativos de la composición de sedimentos de la sección
del río estudiada y se complementaron con fotos tomadas mediante dron para mejorar el
191
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
192
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Discusión
Durante el desarrollo del proyecto DRAINAGE se han dado un par de circunstancias, que han
determinado que la fecha de finalización del proyecto, inicialmente prevista para el 31 de
diciembre de 2020, se haya prorrogado al 30 de septiembre de 2021. Tales circunstancias son,
por un lado, el desfase temporal existente entre el inicio oficial del proyecto (1 de enero de
2018) y su comienzo efectivo, en julio de 2018, coincidiendo con la liberación de los fondos
asignados. Como resultado, a efectos prácticos, se perdió medio año de ejecución del
proyecto. Por otro lado, se han producido retrasos en las actividades de campo, laboratorio,
gabinete y reuniones presenciales derivados de la emergencia sanitaria del COVID 19.
Precisamente, las olas de contagios que se están sucediendo, han condicionado el desarrollo
del plan de comunicación del proyecto que, inicialmente se previó que estuviera articulado en
torno a actividades de carácter presencial, que han sido reemplazadas por talleres
telemáticos dadas las circunstancias.
A pesar de las limitaciones descritas en el párrafo previo, las tareas previstas en el proyecto
DRAINAGE se están desarrollando de acuerdo con lo inicialmente previsto, de manera que
durante lo queda de vigencia del proyecto DRAINAGE se está en disposición de abordar todos
los objetivos que inicialmente se plantearon.
Conclusiones
En el proyecto DRAINAGE, se están aplicando metodologías novedosas que permitirán una
caracterización fiable del riesgo basado en la caracterización de todos los procesos
implicados, así como en la evaluación de la incertidumbre y su propagación. En paralelo, se
ha integrado el análisis de las partes interesadas (stakeholders) en el análisis y la gestión del
riesgo. Para disminuir la vulnerabilidad, al tiempo que mejorar la capacidad de adaptación de
las zonas urbanas, se han diseñado medidas de gestión basadas en la recuperación de la
capacidad geomorfológica de las llanuras de inundación para laminar las inundaciones y
retener agua y sedimentos. De este modo, se ayuda a mejorar el estado de las masas de agua
al facilitarse la recuperación de los hábitats fluviales, entendiendo que tal recuperación es
compatible con la puesta en práctica de modelos de crecimiento sostenible basados en una
economía verde. En definitiva, el proyecto DRAINAGE responde a la demanda social de
elaborar medidas innovadoras de adaptación y prevención del riesgo, que además sean
compatibles con el desarrollo de un modelo económico basado en la protección y la gestión
sostenible de los recursos hídricos.
193
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Agradecimientos
Las acciones y resultados presentados en este trabajo han sido financiados por el proyecto de
investigación del Plan Nacional de I+D+I DRAINAGE (CGL2017-83546-C3-R
MINEICO/AEI/FEDER, UE).
194
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Antecedentes
Hasta mediados del siglo pasado, el tramo bajo del río Arga - próximo a la confluencia con el
río Aragón - discurría con un trazado meandriforme en una amplia llanura de inundación libre
de obstáculos longitudinales. El tramo siempre ha experimentado crecidas y avenidas con
cierta frecuencia. Como consecuencia, a lo largo de los años, las poblaciones ubicadas en su
ribera (Falces, Peralta y Funes) han venido soportando numerosas inundaciones con las
consecuentes pérdidas económicas.
Figura 61: Vuelo fotogramétrico de la confluencia entre el río Arga y el río Aragón de 1945-46 Americano (Fototeca
digital del IGN)
En el año 1959 se empieza a considerar necesario intervenir el tramo para contener sus
crecidas. Entre las medidas estudiadas se propone la rectificación y canalización del río en el
tramo desde la población de Falces a la desembocadura en el río Aragón. A partir de 1966 se
comienza a dragar, se perfilan las secciones y se construyen motas para ampliar la capacidad
de desagüe y fijar las márgenes. Estas actuaciones culminaron con la apertura de cortas y
195
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
posterior desconexión del río, de los tres meandros finales (Soto la Muga, Soto Gil y
Ramalhondo y Soto Sardilla). En 1986, tras diferentes fases y proyectos, se consigue una
rectificación del tramo final del cauce del río Arga.
Figura 62: Vuelo fotogramétrico de la confluencia entre el río Arga y el río Aragón de 2017 (Fototeca digital del IGN)
Tras la rectificación del cauce han acontecido un gran número de avenidas (1981, 1992, 1993,
1997, 2002, 2003, 2006, 2007, 2008, 2013, 2015, 2018 y 2019) con grandes inundaciones en el
tramo final de ambos ríos. La experiencia acumulada en diversos episodios ha puesto de
manifiesto que la canalización, proyectada para conducir 1.350 m3/s, solamente es capaz de
desaguar 950 m3/s (equivalente a una avenida de 10 años de periodo de retorno). Para
caudales mayores, el Arga se desborda ocupando la llanura de inundación original en la que
se incluye parte del núcleo urbano de Funes, edificado en la margen izquierda del río Arga. No
en vano, en el año 1985, la Comisión Nacional de Protección Civil consideraba el último tramo
del río Arga como de máximo riesgo de inundación.
Todos estos fenómenos se han visto agravados en los últimos años debido a los efectos del
cambio climático. Según los datos de aforos en cuencas poco o nada reguladas (sin
embalses), como la del Arga, se ha detectado un aumento de la frecuencia e intensidad de
inundaciones por el deshielo (Ebro Resilience, 2020) con el aumento de la temperatura media
y máxima. Visualizando los caudales superiores a la media de los máximos anuales (540 m3/s)
medidos en la estación de aforos situada en la localidad de Funes (Navarra), se concluye que
entre 2002 y 2018 se ha superado este valor en 21 ocasiones (16 años de datos), mientras que
desde 1979 hasta 2002 solo se superó en 9 ocasiones (23 años de datos).
196
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 63: Caudales máximos anuales del río Arga en Funes (Navarra). Se aprecia un incremento en la frecuencia
de los episodios de crecidas en las últimas décadas (Confederación Hidrográfica del Ebro)
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 64: Visón europeo (Mustela lutreola) en el Soto Sardilla (izquierda). Huellas de visón (derecha) (Confederación
Hidrográfica del Ebro)
Objetivos
Con un presupuesto superior a 12 millones de euros, este proyecto se encuentra incluido en
el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la demarcación hidrográfica del Ebro y tiene
como principal objetivo recuperar espacio fluvial para el río Arga, con anchura suficiente para
que pueda desarrollar sus funciones e instaurar un nuevo corredor ribereño con más
continuidad, complejidad y diversidad. Esta restauración debe ser compatible con la actividad
humana, la disminución del riesgo de inundación del núcleo urbano de Funes y con el
mantenimiento, conservación y mejora de los hábitats existentes para el visón europeo.
Acciones y resultados
Las actuaciones proyectadas se ubican en la confluencia de los ríos Arga y Aragón y en el
antiguo meandro de Soto Sardilla, abarcando una longitud aproximada de 2 km, que discurre
en el término municipal de Funes, inmediatamente aguas abajo del núcleo urbano, ubicado
en el sureste de la provincia de Navarra.
198
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Hasta ahora, los trabajos incluidos en el proyecto han sido los siguientes:
Recuperación de la llanura de inundación, mediante el retranqueo o eliminación de diques
o motas longitudinales y de escolleras, devolviendo la conectividad transversal al tramo.
Especialmente problemática era la confluencia de los ríos Arga y Aragón, al final del tramo
de actuación aguas abajo, que debido a su rigidización con escollera era incapaz de
desaguar los caudales de ambos ríos en situaciones de avenida.
Actuaciones complementarias relativas a la protección y estabilización de taludes.
Apertura de cauce en la salida del meandro de Soto Sardilla, reconectándolo con el cauce
activo del río Arga a través de cauces trenzados y antiguos brazos.
Mejora de la calidad de las aguas en el meandro, mediante la retirada de los fangos
procedentes de antiguos vertidos de una industria conservera, dejando al descubierto el
lecho de gravas y arenas original del cauce.
Mejora de hábitats para el visón europeo. De forma complementaria a la mejora de los
hábitats que supondrá la recuperación de la llanura de inundación y sus procesos, se
crearán una serie de zonas húmedas a partir de excavaciones irregulares en el terreno,
con zonas de distinta profundidad, taludes muy tendidos para permitir la revegetación de
las orillas, así como con montículos emergentes que funcionen como islas de forma que
sirvan de refugio para especies de interés.
Naturalización de las zonas de intervención y regeneración ambiental mediante
reforestaciones que favorezcan el avance en la sucesión vegetal, la mejora de la
biodiversidad y la recreación de hábitats específicos para el visón europeo y otras
especies amenazadas como diferentes especies de náyades. En el tramo se han
inventariado las especies Potomida littoralis, Unio mancus y Anodonta anatina.
Puesta en valor de la actuación con la creación de un itinerario, “itinerario visón”, para
acercar a los senderistas al hábitat de esta especie, sin que los trayectos proyectados
afecten a la fauna ni a sus áreas de refugio, y dotado de cartelería de interpretación junto
con actuaciones puntuales de restauración de zonas recreativas en el parque de “Las
Mesicas”.
El proyecto fue propuesto por la Dirección General del Agua para su inclusión en el Plan de
Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático (PIMA Adapta) en materia
de gestión del agua, reducción del riesgo asociado a los fenómenos extremos y
fortalecimiento de la resiliencia de los ecosistemas acuáticos (PIMA Adapta AGUA) coordinado
por la Oficina Española de Cambio Climático). Los planes PIMA constituyen una herramienta
para apoyar la consecución de los objetivos del Plan Nacional de Adaptación al Cambio
Climático (2021-2030) utilizando recursos económicos procedentes de las subastas de
derechos de emisión y canalizándolos hacia proyectos de adaptación.
La ejecución del proyecto se inició en noviembre de 2016 y, hasta el momento, ha
comprendido varias fases. La fase 1 del proyecto se centró en la confluencia entre el rio Arga
y Aragón, focalizándose en la mejora de las condiciones de desagüe de ambos ríos y en la
disminución del riesgo de inundación de la localidad de Funes. Tuvo un presupuesto
aproximado de 2,17 millones de euros y se ejecutó en 12 meses.
199
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 65: Fotografía aérea de la confluencia entre el río Arga y el río Aragón de marzo de 2017 (previo al inicio de
los trabajos de la fase 1) (Confederación Hidrográfica del Ebro)
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 66: Fotografía aérea de la confluencia entre el río Arga y el río Aragón de octubre de 2018 (tras finalizar los
trabajos de la fase 1) (Confederación Hidrográfica del Ebro)
La fase 2 del proyecto permitió la recuperación ambiental de la parte del meandro que aún
mantenía valor ecológico. Contó con un presupuesto aproximado de 6,2 millones de euros y
36 meses de plazo.
Figura 67: Ámbito del proyecto en el meandro de Soto Sardilla y confluencia de los ríos Arga y Aragón (T. M. Funes).
En gris, área de actuación ejecutada en fase 1 y, en rojo, la correspondiente a la fase 2 (Confederación Hidrográfica
del Ebro)
201
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 68: Inundaciones en la confluencia entre el río Arga y el río Aragón tras la crecida de abril de 2018. A
diferencia de lo que ocurría durante estos episodios antes de la ejecución del proyecto, la afección en el núcleo
urbano se ha reducido notablemente (Confederación Hidrográfica del Ebro)
No obstante, para conseguir el objetivo completo pretendido por el proyecto original, se está
tramitando la Fase 3. Esta última fase cuenta con un presupuesto aproximado de 4 millones
de euros y un plazo de 24 meses y completará la intervención. Comprenderá los siguientes
trabajos:
Conexión de entrada al meandro de Soto Sardilla desde el cauce actual del río Arga,
mediante apertura de la defensa existente y construcción de un canal naturalizado de 280
m.
Recuperación de la continuidad longitudinal del meandro mediante la mejora en la
permeabilización longitudinal de los obstáculos existentes.
Adaptación de la obra de salida del meandro de Soto Sardilla al paso de los nuevos
caudales circulantes tras la reconexión.
203
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Estas actuaciones deterioran ambientalmente los espacios naturales donde se ejecutan (el
65 % del tramo medio del Ebro está catalogado como Red Natural 2000 o cuenta con
alguna otra figura de protección ambiental).
El efecto deseado no se mantiene en el tiempo. El tramo tiende a regresar a su estado
natural de manera espontánea, provocando la inefectividad parcial a corto plazo de las
medidas ejecutadas y la exigencia de un mantenimiento periódico continuo.
Se producen consecuencias indeseadas de efecto retardado como puede ser la incisión
del cauce, socavación y descalce de infraestructuras, la acumulación y concentración
puntual de sedimentos. Estos problemas se aprecian décadas después de haberse
ejecutado las obras, algunas de ellos son de difícil solución y, en todos los casos, implican
elevados costes de mantenimiento.
Este tipo de actuaciones despiertan cada vez más, una mayor oposición social.
Entra en conflicto con el marco legislativo vigente. Así, algunas de estas actuaciones
tradicionales -antaño tan extendidas- ahora son contrarias al RD 903/2010, de 9 de julio,
de evaluación y gestión del riesgo de inundación, a la propia Ley de Aguas y a su
Reglamento y, también, a la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos.
204
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 69: Representación esquemática del modelo tradicional (arriba) y del modelo SbN (abajo) en zonas urbanas
(Ministerio de Medio Ambiente, Guía Metodológica para la Elaboración de Proyectos de Restauración de Ríos,
2007)
Figura 70: Representación esquemática del modelo tradicional (arriba) y del modelo SbN (abajo) en zonas no
urbanas (Ministerio de Medio Ambiente, Guía Metodológica para la Elaboración de Proyectos de Restauración de
Ríos, 2007)
Conclusiones
Actuaciones como las que ya se han ejecutado en el río Arga y se van a ejecutar en el tramo
medio del Ebro son la evidencia de que la restauración hidromorfológica de los ríos, la
reconexión de meandros, la recuperación de las llanuras aluviales y la restauración de
humedales se encuentran entre las medidas que más contribuyen a la mejora del estado de
los cauces fluviales, restableciendo los procesos naturales y facilitando su auto-recuperación.
Esto se traduce en la mejora de su respuesta ante fenómenos hidrológicos extremos, más
intensos y frecuentes como consecuencia del cambio climático, demostrando continuamente
su eficacia en la disminución del riesgo de inundación.
Es necesario destacar la necesidad de complementar estos proyectos con programas de
divulgación adecuados que permitan poner en valor las mejoras alcanzadas. Igualmente,
resultan especialmente críticas la implicación y participación de la población y la sociedad en
todas las fases del proyecto.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está impulsando la
restauración fluvial como herramienta para combatir el cambio climático y reducir los riesgos
de inundación al tiempo que mejora el estado de las masas de agua, contribuyendo a
205
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
alcanzar los compromisos derivados de las Directivas Europeas (Marco del Agua,
Inundaciones y Hábitats), así como otros compromisos como la Estrategia de la UE sobre
Biodiversidad para 2030. Entre los principales elementos de la Estrategia de la UE sobre
Biodiversidad para 2030 se incluye la restauración de la continuidad longitudinal de 25.000
km de ríos europeos. España contribuirá a ese compromiso con 3.000 km de nuestros ríos y
hasta 20.000 ha de humedales.
Figura 71: Aspecto del meandro Soto Sardilla del río Arga durante un episodio de crecida ocurrido en abril de 2018
(Confederación Hidrográfica del Ebro)
206
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
207
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
caudales [23]. En este contexto climático, se produjeron cambios importantes en los usos del
suelo de las cuencas fluviales. Entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX se alcanzó el
máximo de población rural del interior peninsular y el arco montañoso mediterráneo. Esta
intensa presencia humana ejerció una fuerte presión sobre los recursos forestales, con una
gran expansión de la agricultura (los bancales ascendieron por las laderas) y de la ganadería
extensiva. Todo ello dejó unas laderas desnudas que, en el citado contexto de marcada
torrencialidad, se tradujo en un incremento de las inundaciones y de la carga sedimentaria,
bien documentado a principios del siglo XX [165], [23], [113]. El aumento de las crecidas
configuró unos ríos claramente agradacionales, con canales trenzados (braided) y grandes
acumulaciones de gravas desprovistas de vegetación.
Estos cauces sobrecargados de sedimentos, bien documentados en la primera mitad del siglo
XX, quedaron como formas relictas, ajustadas a las antiguas condiciones climáticas y erosivas.
Eran el resultado de caudales y cargas sedimentarias elevadas, pero sus formas no
respondían a las condiciones que prevalecerían a partir de la segunda mitad del siglo XX
[274]. A partir de los años 50 del siglo XX, las condiciones climáticas y ambientales cambiaron,
invirtiéndose el sentido de las alteraciones. Las reforestaciones propiciadas por la
administración pública provocaron el incremento de la masa forestal. El éxodo rural y el
consiguiente abandono de la agricultura y de la ganadería extensiva favorecieron la
reforestación natural y el aumento de la vegetación en las laderas [113], [275]. De este modo
se inició un nuevo proceso de ajuste fluvial, más proclive a la erosión y remoción de los
sedimentos acumulados décadas atrás, que ha sido notablemente acelerado por una intensa
actividad antrópica en los cauces.
208
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
regadío pueden transformar una rambla con caudal efímero en un tramo perenne, con los
efectos que ello comporta sobre la biota, que pasa de terrestre a acuática [61].
Las canteras de áridos también han proliferado, especialmente en los ríos efímeros, dada la
facilidad de la extracción en ausencia de caudal y la permisividad administrativa que existió
hasta hace bien poco. Esta práctica incrementa enormemente el déficit sedimentario,
particularmente en cauces que ya padecen otras afecciones, y tiene implicaciones directas e
inmediatas sobre la morfología y el ecosistema fluvial.
Además, en numerosos ríos los organismos de cuenca han impulsado canalizaciones y
restricciones de canales braided que, en función del tipo de obra, reducen la carga
sedimentaria, alteran la pendiente, aceleran el flujo y producen erosión en el cauce y en las
orillas aguas abajo. Aguas arriba pueden generar erosión remontante con la formación de
knickpoints.
Finalmente, las ocupaciones de los cauces son especialmente importantes en las cuencas
bajas y responden a diferentes usos: agricultura, infraestructuras diversas (puentes, vados,
caminos, soterramientos del ferrocarril, canales de riego), ocio (campos de futbol,
polideportivos, parkings), industriales (depósitos, almacenes), viviendas e infraviviendas, etc.
En general, producen una reducción de la sección transversal y la aceleración del flujo, con el
consiguiente peligro de pérdidas de bienes y personas. Pero la máxima expresión del
problema consiste en la incorporación de los cauces a los callejeros urbanos, transformando
los lechos fluviales en calles, con consecuencias frecuentemente dramáticas durante las
crecidas.
209
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
registrados en las últimas décadas son muy altos, reportándose valores medio de 3’5 m en la
rambla de Cervera [275], [277] o 2’4 m en el Palància [259]. A mayor incisión, las aguas de
crecida circulan a cota más baja y reducen las inundaciones, menguando también su acción
erosiva sobre las zonas más alejadas del tálveg, contribuyendo por tanto al desarrollo de la
vegetación y al mencionado estrechamiento del cauce. Además, desconecta el cauce del llano
de inundación, baja los niveles freáticos del fondo del valle y con frecuencia favorece la
destrucción de puentes, azudes y vados [17], [275], [259]. Estas infraestructuras pueden
frenar temporalmente la erosión remontante y crear puntos de ruptura de pendiente
(knickpoints) artificiales, pero en las crecidas de gran magnitud acaban siendo destruidas. La
extracción de áridos es la actividad humana con mayor incidencia sobre estos procesos
erosivos. Tiene un impacto especialmente acusado sobre la incisión, la inestabilidad de
taludes y el acorazamiento del lecho [17], [259], [272], [277]).
210
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
su control y los pocos datos que se tienen derivan de proyectos de investigación con
diseños experimentales [40], [41].
La temporalidad del caudal y su catalogación. Desde el punto de vista hidrológico, los ríos
efímeros se oponen a los perennes, pero en la naturaleza existen diversos ríos
transicionales entre ambos extremos. La intermitencia espacio-temporal del flujo
interrumpe la conectividad hidrológica en múltiples escalas, lo que dificulta su
categorización [61] y su posible restauración. Es frecuente que en un río exista caudal en
cabecera que se pierde aguas abajo, tanto por causas naturales (pérdidas de transmisión)
como antrópicas (embalses, regadío), por lo que la gestión y la restauración en cabecera
debería ser similar a un río perenne, mientras que en la cuenca baja debe tratarse como
una rambla. Incluso en un mismo río, la zona de transición del flujo de permanente a
efímero o al revés, puede desplazarse en un sentido o en otro dependiendo de la
magnitud de los eventos y de las características de la tormenta. Los intentos para clasificar
estos ríos desde la ecología u otros ámbitos no han resuelto los problemas de gestión y
restauración. Intentar encorsetar los ríos con caudal intermitente en una clasificación es
muy difícil, dado que en la naturaleza los estados transitorios son frecuentes e
impredecibles. El problema, por tanto, no es su clasificación sino la desatención que se ha
producido por parte de la administración.
El diagnóstico. La Directiva Marco del Agua (2000) está diseñada para ríos perennes, por lo
que los estándares para definir el estado ecológico se basan en la calidad del agua y de la
biota acuática. Así pues, no existen mecanismos adecuados para analizar bajo esta óptica
los ríos efímeros e intermitentes y es necesario desarrollar indicadores específicos
adaptados a la intermitencia del caudal. En los últimos años se ha trabajado en una
adaptación del índice hidro-geomorfológico IHG a cursos efímeros (IHG-E), habiéndose
aplicado en la cuenca del Júcar [14]. Como medida para la mejora continuada de este
diagnóstico proporcionado por el IHG-E se pretende combinar la información de otros
indicadores como los de resiliencia geomórfica [259], [272], [40], así como los indicadores
hidromorfológicos del procedimiento de muestreo y seguimiento de los sistemas IDRAIM
y SUM y del índice MQI [245], [246]. De esta manera, el IHG-E estimado por tramos y su
interacción con el resto de indicadores puede ser esencial a la hora de valorar las
capacidades de recuperación de los cauces y sus tramos. El diagnóstico resultante
constituirá la base para la definición de medidas de acción. El MITECO (2019), por su parte,
ha respondido con un protocolo de caracterización y evaluación hidromorfológica que
cuenta con una versión específica para cursos de caudal intermitente.
211
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Las afecciones en un punto son fáciles de localizar y en la mayoría de los casos se pueden
revertir con cierta facilidad. Suelen ser infraestructuras transversales al flujo que afectan a la
conectividad longitudinal del río y especialmente al transporte de sedimentos, y por ello se
aboga por su desmantelamiento. Las presas y los azudes se han construido con la finalidad
de retener agua (y, por ende, sedimentos), aunque también son las que mayores
consecuencias tienen. Las soluciones de restauración pasan por su demolición si están
inutilizadas [137] o por restablecer el sedimento al río [150]. Un caso especial en las cuencas
semiáridas son las presas de derivación para el riego de turbias mediante boqueras. Su
eliminación puede ser discutible, dado que el sistema reproduce la red divergente de canales
típicos del final de ríos efímeros en zonas semiáridas con abanicos activos [132], [173].
Las modificaciones que afectan a un tramo son las más frecuentes. Se trata de
canalizaciones (en sentido amplio), dragados y limpiezas, vertidos sólidos y alteraciones de la
vegetación. Los vertidos sólidos suelen ser de origen antrópico y conllevan modificaciones
del radio hidráulico (que en caso de estrechar el cauce facilitan los desbordamientos) y en
muchos casos, contaminación, por lo que deben evitarse. Los dragados afectan a la cantidad
de sedimento del cauce, y aunque suelen realizarse para incrementar la capacidad del mismo,
son contraproducentes porque alteran la carga sedimentaria del río aumentando la erosión
del lecho [224]. Las limpiezas, cuando se realizan para eliminar vertidos, deben ser
respetuosas con la morfología del cauce, respetando barras y canales. Por lo que respecta a
las obras de canalización, deben revertirse y, en caso de riesgo para la población, deberían
buscarse soluciones más acordes con la naturaleza. El retranqueo de diques, los
desbordamientos dirigidos, u otras infraestructuras verdes son alternativas más respetuosas
con el funcionamiento natural de los ríos efímeros que las canalizaciones con obra dura [224].
Mención aparte merecen los trabajos de estabilización de las orillas. Esta práctica debe
evitarse, incluso cuando se realiza con bioingeniería, dado que la erosión de las márgenes del
lecho es un proceso natural que contribuye a la carga sedimentaria del río. La estabilización
lateral contribuye a fijar el lecho, evita la movilidad y afecta la conectividad lateral con el llano
de inundación adyacente. No hay nada más alejado de la auténtica restauración, que debería
consistir precisamente en recuperar la movilidad lateral del cauce, así como los procesos
naturales de erosión y sedimentación [224]. También son especialmente dañinas las
extracciones de áridos, ya que agudizan el déficit sedimentario provocado por las
oscilaciones climáticas y los cambios de usos del suelo. Prohibir las extracciones de áridos
debería ser un imperativo necesario para la recuperación de los ríos efímeros e intermitentes.
Por lo que respecta a la vegetación, sólo debería retirarse aquella que es de tipo alóctono,
dado que, desde el punto de vista geomorfológico, ejerce un papel importante en el
modelado del lecho, especialmente en la retención de sedimentos y la estabilización de las
barras. La limpieza de la vegetación es un tema controvertido cuando se producen
inundaciones, ya que la percepción social es que los restos de vegetación pueden taponar los
puentes y aumentar los efectos de las inundaciones. Ciertamente es un efecto que se
produce de forma puntual, pero también hay que considerar que la vegetación aumenta la
rugosidad, disminuyendo la velocidad del flujo.
212
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
213
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Hay que destacar que las afecciones a la cuenca son difíciles de revertir, dado que afectan a
los usos del suelo o a las oscilaciones del clima. Algunos autores propugnan la gestión de los
usos del suelo para incrementar la carga hidro-sedimentaria, mediante el desbroce selectivo
del bosque y del matorral, para incrementar el pastoreo o la agricultura más rentable [114].
En zonas semiáridas esta práctica es discutible, dado que la aridez del clima y la escasa
cubierta vegetal potenciarían fuertemente la erosión [250] y habría que valorar su
conveniencia. Lo más prudente en estas zonas, es la adaptación a las actuales condiciones
ambientales de déficit hidro-sedimentario. Por el contrario, las afecciones puntuales sobre el
cauce deben revertirse de forma prioritaria, dado que su impacto afecta directamente a las
características del cauce.
214
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Conclusiones
Los ríos intermitentes y efímeros de la cuenca mediterránea, afectados por el abandono de la
administración y la falta de aprecio social, experimentan severos procesos de degradación y
ajuste. Dada su relevancia espacial y ambiental, es necesario un cambio de actitud sobre el
valor de estos cursos de agua, sus problemas y su funcionalidad en el sistema natural y en el
territorio. Además, en cumplimiento de la DMA, es necesario emprender su restauración,
aunque entendemos que, dada su especificidad, hay que priorizar la eliminación de impactos
directos al cauce y la restauración pasiva. En este sentido, consideramos que la restauración
más efectiva es aquella que permite al río inundar, erosionar, depositar y migrar. En
definitiva, permitir al río adaptarse y ajustarse por sí mismo al contexto hidro-sedimentario
actual. Esta suele ser, además, la opción más barata y segura para la sociedad [229]. No
abogamos por el paraíso perdido [82] de los ríos efímeros e intermitentes, pero si por una
naturalización máxima, dada su importancia ambiental y su elevada capacidad de resiliencia.
Agradecimientos
El presente trabajo ha sido financiado por los proyectos CGL2017-86839-C3-1-R y CGL2017-
84625-C2-1-R (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, fondos FEDER).
215
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
216
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
máximas diarias fueron menores a 5ml, contrastando con los episodios puntuales de fuertes
lluvias, cuatro de más de 100ml en un día con un máximo de 204,7ml el 12 de septiembre de
2019. Se observa que los daños más graves se producen cuando la precipitación supera los
60 mm de lluvia, causando desde corte de carreteras hasta daños en infraestructuras,
construcciones e incluso pérdidas humanas y evacuaciones. También se percibe que los
efectos más graves se registran en los últimos años, aún con intensidades de lluvias similares.
La amplia cuenca del Mar Menor, la alteración de su territorio por las actividades productivas
y la difuminación de los cauces de las ramblas y barrancos naturales han acentuado en los
últimos años la exposición. El Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI)
muestra que los suelos urbanos (y urbanizables) están ampliamente expuestos incluso en los
episodios de lluvias más frecuentes. La magnitud del riesgo requiere de medidas a distinta
escala, desde la territorial a la adaptación de los espacios libres urbanos. El papel de éstos es,
en estas ubicaciones, es especialmente peculiar respecto a la gestión de las escorrentías
porque, dado que se ubican en el final de la cuenca no son posibles las habituales medidas de
intercepción y derivación de las aguas.
La imágenes tomadas por el helicóptero 112 en los episodios de septiembre 2019 permitió
evaluar la vulnerabilidad de los espacios libres: zonas verdes y parterres elevados sobre el
nivel de las calles que no aprovechan su capacidad de retención e infiltración, rotondas y
medianas sobreelevadas que ejercen de barreras al flujo del agua, existencia de grandes
superficies libres impermeabilizadas, acumulación de agua en pasos estrechos bajo
infraestructuras, presencia de obstáculos en cauces de ramblas, efecto barrera en el diseño
de los paseos marítimos.
217
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
los vuelos LIDAR de la segunda cobertura del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA),
realizados en el año 2016 para el ámbito del trabajo.
La identificación de las “microcuencas” urbanas en las que se dividen los núcleos urbanos y la
red de “canales” de escorrentía que discurren por las calles de estos ámbitos son una
información muy valiosa para comprender el comportamiento de las aguas superficiales en
situaciones de lluvias. La información cartográfica obtenida se ha contrastado en las
reuniones mantenidas con los técnicos de los distintos términos municipales,
comprobándose una buena representatividad general de la escorrentía.
Para el funcionamiento óptimo de los SUDS/SBN se ha considerado su nivel de exposición a
las inundaciones, situaciones en las que la capacidad de retención de estas soluciones suele
verse superada. Las superficies de los núcleos urbanos que están en estas zonas inundables
se han clasificado como “zonas críticas”, mientras que las que quedan fuera de las zonas
inundables como “zonas estratégicas” para los SUDS/SBN. Esta distinción se ha realizado para
las zonas expuestas a la inundación de periodo de retorno de 500 años (el escenario más
grave pero menos frecuente).
Esta clasificación permite hacer una primera estimación del alcance que podría tener la
implantación de SUDS en cada una de las zonas, quedando sujeta a la intensidad y la
localización de las lluvias.
Tabla 18: Eficiencia de SUDS/SBN según exposición e intensidad de lluvias
218
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 72: Ejemplo de ficha resumen de ámbito. (Consejería de Fomento de la Región de Murcia y Universidad
Politécnica de Cartagena (2020)
Un segundo conjunto de fichas establece los criterios para identificar los tipos de SUDS a
implantar en cada tipo de espacio libre, también considerando distintas variables
(localización, morfología, pendiente, propiedades del terreno, etc.).
38
“Implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza para el comportamiento de los espacios libres urbanos frente a
episodios de lluvia e inundación - arco interior del Mar Menor” disponible en: https://eacs.carm.es/acciones/analisis-del-
comportamiento-de-los-espacios-libres-urbanos-frente-a-episodios-de-inundacion-implementacion-de-suds/
219
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 73: Ejemplo de ficha de tipo de espacio libre. (Consejería de Fomento de la Región de Murcia y Universidad
Politécnica de Cartagena (2020)
Un tercer conjunto de fichas recoge las recomendaciones para la implantación de cada tipo
de SUDS en el ámbito del arco interior del Mar Menor, contemplando también diversas
variables (climatología, características del terreno, ubicación dentro de la cuenca, etc.).
Figura 74: Ejemplo de ficha recomendaciones para cada tipo de SUDS/SBN. (Consejería de Fomento de la Región
de Murcia y Universidad Politécnica de Cartagena (2020)
220
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Esta estrategia se ha aplicado, por último, al núcleo urbano de San Javier, avanzando en los
criterios para identificar los espacios prioritarios para la implantación de SUDS y la valoración
económica del conjunto de actuaciones propuestas en los espacios prioritarios. La
priorización de los espacios públicos y las calles se ha realizado considerando su potencial
dentro del sistema de escorrentías (considerando ubicación, características del espacio) y su
estado actual (considerándose más oportunos los deteriorados o envejecidos).
Tabla 19: Valoración del coste actuaciones prioritarias de implantación de SUDS/SBN
35 zonas 5 5 19 rotondas
verdes equipamientos aparcamientos y medianas 126 calles
Valoración 22.964.562,25€ 5.437.782,80€ 3.060.396,00€ 627.109,00€ 6.975.659€
total
De acuerdo con las estimaciones, el volumen total de acumulación estimado que podrían
albergar los SUDS/SBN contemplados en los distintos tipos de espacios públicos prioritarios
es de 243.693 m3 en zonas verdes, 41.396m2 en equipamientos, 14.029m3 en aparcamientos
y 11.338m3 en rotondas. Con referencia a área de biorretención excavada 1,5m, la estimación
de la inversión por m3 acumulado utilizando SUDS/SBN sería de 100 €/m3. Este coste sería
bastante inferior que los 371€/m3 que tuvo el tanque de tormentas de la calle Patrulla Águila
de San Javier.
221
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 75: Priorización de espacios en San Javier, Murcia. (Consejería de Fomento de la Región de Murcia y
Universidad Politécnica de Cartagena (2020)
222
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Introducción
Los sistemas hidrológicos, fluviales y costeros se encuentran relacionados por los flujos de
agua, sedimentos y sustancias. Su estudio es de gran interés, ya que representan un vínculo
crucial para comprender la interacción entre el impacto de los procesos erosivos y de
sedimentación asociados [292]. En el contexto actual de declive natural y artificial del
transporte de sedimentos a lo largo de la red fluvial, la evaluación de la entrada de
sedimentos y su redistribución hacia las áreas costeras adyacentes es crucial para la gestión
sostenible [307]. En los últimos siglos, las actividades humanas como los encauzamientos, la
desviación de canales, los dragados, la deforestación o la construcción de presas, han
alterado significativamente los procesos naturales y modificado la morfología de los sistemas
fluviales y costeros [313], [151]. Además de los condicionantes antrópicos, los efectos
asociados al cambio climático alterarán previsiblemente estos sistemas con costes
socioeconómicos relevantes. El aumento del nivel del mar es probablemente uno de los
efectos más graves que está acelerando el retroceso de los deltas en todo el mundo [286],
siendo los ubicados en la costa mediterránea particularmente vulnerables [28].
Durante las últimas décadas, se han estudiado muchos ejemplos de ríos y costas fuertemente
modificados por las actividades humanas. Algunos autores [280] revisaron cómo los factores
naturales y humanos han controlado el delta del Po (Italia) a lo largo del tiempo, mientras que
los cambios inducidos por el hombre en la geomorfología del delta del Nilo (Egipto) se
estudiaron mediante imágenes Landsat Enhanced Thematic Mapper [90]. Otros autores [254]
relacionaron el comportamiento costero a gran escala del delta Rhone con el impacto y la
eficiencia de los proyectos de ingeniería dura. La evolución reciente del delta del río Adra
(sureste de España) fue reconstruida a través de mapas históricos, fotografías aéreas y datos
batimétricos [145].
España es un país con una gran capacidad de agua embalsada, lo cual repercute en las
características sedimentológicas fluviales y produce la disminución del volumen de agua que
alcanza las desembocaduras y el medio marino. Por un lado, gran parte de los sedimentos
quedan retenidos en los diferentes embalses de las cuencas; por otro, la capacidad erosiva de
los ríos es menor como consecuencia de la disminución de caudales a causa de la regulación;
finalmente, en las últimas décadas se han producido importantes modificaciones de los usos
del suelo.
223
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Además de los impactos directos del cambio climático sobre la costa y el medio marino,
existen otros efectos que darán lugar a procesos erosivos en ríos y costas. La Estrategia de
Adaptación al Cambio Climático en la Costa Española [172] realiza un diagnóstico sobre los
efectos esperados en las aguas dulces y la retención de sedimentos. Algunos de los cambios
en los usos del suelo como, por ejemplo, el incremento de zonas urbanizadas, han llevado a
una mayor escorrentía en dichas zonas por la desaparición de la vegetación que ejercía una
función de retención del agua a su paso. Asimismo, también las descargas sedimentarias y de
nutrientes al mar han disminuido por las nuevas características de impermeabilidad del
pavimento frente al terreno natural que existía con anterioridad. Las descargas fluviales de
embalses repentinas por avenidas, tienen consecuencias importantes sobre la red fluvial, los
ecosistemas y sobre la capacidad de retención de material en los estuarios [172]. La menor
llegada de sedimentos por estas y otras causas repercute en las condiciones de erosión
costera y en la vulnerabilidad de zonas de humedales. En otros casos, por el contrario,
acciones como la deforestación implicarían un mayor aporte de sedimentos a zonas litorales
por arrastre al aumentar la erosión y podría influir negativamente en las comunidades
bentónicas por enterramiento y mayor turbidez, así como en las praderas submarinas y
fondos rocosos.
Entre las variaciones esperadas, se encuentra una tendencia generalizada a la reducción del
recurso hídrico disponible en los sistemas de explotación en las cuencas hidrográficas [51]
que puede ir acompañado de un aumento en la frecuencia e intensidad de los eventos
torrenciales, con repercusiones en los medios fluvial y marino en cuanto a daños a
infraestructuras y mayor entrada de contaminantes o basuras. En la costa, por ejemplo, estos
daños pueden afectar a las infraestructuras de protección, las playas y las zonas de uso
turístico, así como a la calidad del agua para el baño en las playas por aumento de la turbidez.
El aumento de la demanda de riego puede provocar un menor aporte de sedimentos debido
a la mayor retención de agua en embalses, dando lugar a erosión en las zonas costeras de
playas e infraestructuras de defensa, lo cual también lleva asociados impactos sobre el sector
turístico, que está influido por la buena calidad de las playas.
Por último, también relacionado con el aumento en frecuencia e intensidad de eventos
torrenciales, es previsible que los efluentes de las depuradoras en épocas normales lleven
poco caudal, pero que con las tormentas las depuradoras puedan sufrir episodios más
frecuentes de desbordamientos, provocando la llegada de sedimentos en gran cantidad a ríos
y costas. Aunque este problema no está directamente relacionado con los procesos erosivos,
sino más bien lo contrario, no debe olvidarse el potencial problema de contaminación
asociada, que podría alcanzar zonas sensibles (p.ej. playas y desembocaduras) y afectar tanto
a los procesos sedimentarios como a los ecosistemas.
Según el estudio “Efectos potenciales del Cambio Climático en las Demandas de agua y
Estrategias de Adaptación” [53], en la cuenca del Júcar la disminución estimada de los
recursos hídricos podría provocar incrementos de las dotaciones netas medias de agua de
riego para el periodo 2011-2040 del 3% (o 5% con adaptación de la fecha de siembra). Como
consecuencia de esta mayor demanda de agua de los cultivos, podría necesitarse un uso
224
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
225
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
CINCA SEGRE
FRAGA
EBRO (9017)
MEQUINENZA
XERÓS
GELSA (9025)
(9112)
MONASTERIO MONTSANT
DE RUEDA CANA
PLAYAS DE MARGALEF
CHACÓN CUIRANA
RIBARROJA
CUIRANA
ESCATRÓN FLIX
AGUAS VIVAS (9001-AS) CHIPRANA
CASPE (9121)
(9099)
MARTIN CN ASCÓ
ALGAS
GUIAMET
CASPE
REGALLO SEC
MATARRAÑAS
GUADALOPE CANALETA
XERTA
XERTA
TORTOSA
km
0 5 10 20 30 40
Figura 76: Ubicación de las principales infraestructuras, emplazamientos y cursos fluviales del entorno del bajo
Ebro (Fuente: [197])
Fuente: [199]
226
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
(ver Figura 76), así como azudes, canales y trasvases para garantizar el suministro de agua en
zonas industriales y urbanas (por ejemplo, el Gran Bilbao o Tarragona) y el regadío en zonas
de la Comunidad Valenciana y los arrozales del Delta del Ebro [172]. Puede comprobarse
(Figura 77) que existe una clara correlación entre el aumento de la citada capacidad de
embalse y la reducción del caudal.
Figura 77: Evolución del caudal sólido en suspensión en la desembocadura del Ebro
Los problemas del Delta del Ebro en relación con el cambio climático y los procesos erosivos
sedimentarios son sintetizados en el Plan de protección del Delta del Ebro [197] y por [199],
del que se presenta un extracto:
El principal problema del Delta es la falta de aportes sólidos del río. El sedimento que llega
a la desembocadura es hoy el 1% del que llegaba a principios del siglo XX, debido a la
regulación mediante embalses del 97% de la cuenca. Este sedimento está formado
principalmente por limos y arcillas, que no participan en la dinámica litoral, en el sentido
de crear playas.
Los procesos erosivos dominan sobre los aportes del río, lo que provoca una erosión del
frente Este del Delta (Cap Tortosa) y una sedimentación en las flechas del Fangar y de la
Banya. Los terrenos amenazados (humedales, campos de cultivo e incluso urbanizaciones)
son de un valor muy superior a los creados.
El aumento relativo del nivel del mar, debido por un lado al cambio climático y por otro a
la subsidencia, puede causar el hundimiento del Delta. No es descartable un ascenso de
50 cm en los próximos 100 años (lo que amenazaría a casi la mitad de su superficie).
Además, la regulación de caudales debido a la presencia de presas provoca el
estancamiento de la cuña salina lo que, combinado con la eutrofización, puede llevar a la
anoxia en el fondo del río y las bahías.
227
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
A este respecto, algunos autores [269] muestran una comparativa de los volúmenes de
retención de arena en los ríos cuyos deltas son los más importantes a nivel mundial (Figura
78), donde destaca el Ebro como el segundo en porcentaje de sedimentos retenidos.
Figura 78: Porcentaje de sedimento retenido antes de llegar al Delta en algunos de los más importantes ríos con
delta del mundo [269].
Los efectos de la regulación del río Ebro desde la década de 1950 se aprecian bien en la
Figura 79, que muestra cómo el Cabo Tortosa ha retrocedido más de 2 Km desde 1957.
Además de la desembocadura, la dinámica litoral ha producido erosiones en prácticamente
todo el frente litoral del Delta, transportando el material erosionado hacia las puntas del
Fangar y la Banya y hacia el interior de las bahías. En la playa de la Marquesa y en la Barra del
Trabucador también se ha producido un importante retroceso de la línea de orilla (superior a
200 m) desde mediados del siglo XX.
228
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 79: Variación de superficie de la costa del Delta del Ebro entre 1957 y 2018. Fuente: Plan para la protección
del Delta del Ebro [197]
39
La cuenca del Ebro estaba ya casi completamente regulada en 1972.
229
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 80: Evolución de la superficie de cuenca regulada para los ríos mediterráneos españoles [199]
230
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Figura 81: (a) Sedimento acumulado en la cola del Dique del Granadino, río Guadalfeo (presentado en [181]). (b)
Resultados topográficos del sedimento acumulado en la cola del embalse de Rules durante 2005-2008. (b-c)
embalse durante el evento de diciembre de 2009 (presentado en [199]).
231
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
acumulación de 0,14 hm3 en el dique de retención fluvial del Granadino [182] y 1,8 hm3 en el
embalse de Rules [183]. La Figura 82 muestra los resultados del sedimento atrapado en
ambas infraestructuras fluviales.
En consecuencia, las contribuciones de carga de fondo y flujo de derrubios superiores a 2 hm3
durante el periodo de este estudio habrían alcanzado el sistema costero en condiciones de no
regulación, lo que representa más del 150% de la situación real. La diferencia entre los
escenarios es superior a 0,75 hm3; en consecuencia, el embalse de Rules ha impedido el
avance de un delta que estaba progradando antes de la construcción de la presa [135].
A pesar de los beneficios en el control de inundaciones y almacenamiento de recursos
hídricos, estratégicos en ambientes semiáridos, los resultados de este estudio remarcaron el
coste real de este tipo de infraestructura. A corto plazo, los crecientes procesos de erosión río
abajo y el retroceso de la línea costera requerirán proyectos de restauración costosos. A largo
plazo, se debe agregar el coste asociado con la pérdida de volumen del embalse por
sedimentación. Esto sugiere que serían necesarios nuevos escenarios de gestión del caudal
drenado por la presa, junto con la posibilidad de realizar un bypass de sedimentos desde el
embalse aguas arriba hasta el tramo aguas abajo, para evitar la erosión tanto del sistema
costero como del tramo entre el embalse de Rules y la desembocadura del río Guadalfeo. La
importancia de este tipo de estudios radica principalmente en: (1) la exploración y
demostración de la evolución de un delta con y sin regulación fluvial, (2) la comparación con
otros deltas mediterráneos, y (3) la propuesta de nuevas metodologías de manejo, basadas
tanto en datos de campo como en modelos numéricos, para controlar los problemas de
erosión costera.
En relación con la evolución de la franja costera deltaica, a lo largo de este trabajo se ha
mostrado que su retroceso ya es evidente en la actualidad, y que se intensificará en el futuro
debido a los efectos del cambio climático. Así, además de las medidas planteadas en el
párrafo anterior, serán necesarias otras actuaciones que ayuden a mitigar estos efectos. En el
marco de las soluciones tradicionales, además de la utilización de obras rígidas, [27]
propusieron mejoras en el diseño de las regeneraciones artificiales de playa en entornos
deltaicos, de forma que se extienda su vida útil y se optimice el volumen de material
empleado.
Por otro lado, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) auspiciados por
Naciones Unidas, se está trabajando en el diseño de “soluciones basadas en la naturaleza”.
Estas soluciones se apoyan en el funcionamiento natural de los ecosistemas costeros,
potencian la resiliencia y los servicios ecosistémicos, y persiguen el desarrollo de soluciones a
largo plazo de forma interdisciplinar, transversal y holística. Sin embargo, aún se encuentran
a un nivel muy preliminar en su desarrollo, siendo necesario potenciar su desarrollo
tecnológico antes de su implementación práctica. Como ejemplo, destaca la re-naturalización
de entornos costeros mediante vegetación autóctona en zonas en las que los temporales son
poco frecuentes y el contenido energético del oleaje es bajo. Asimismo, se están planteando
soluciones híbridas que combinen la rigidez de las estructuras, pero empleando distintos
232
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Proyecto RISKCOAST
El proyecto RISKCOAST “Desarrollo de Herramientas para prevenir y gestionar los riesgos
geológicos en la costa ligados al Cambio Climático” es un proyecto europeo Interreg de la IV
convocatoria SUDOE busca promover la innovación para hacer frente a un abanico de
peligros geológicos que amenazan la costa. El aumento en el número de eventos de
precipitación intensa y de los períodos de sequía debido al cambio climático induce riesgos
geológicos que afectan significativamente la economía y representan una seria amenaza para
la población. La costa es un territorio particularmente vulnerable, ya que ha sido
ampliamente modificado por el desarrollo urbanístico principalmente relacionado con el
turismo. El proyecto RISKCOAST promueve la innovación y un conjunto de medidas de
medidas basadas en la naturaleza, adaptadas a cada riesgo y territorio, respetando las
medidas de protección del medio ambiente y un mínimo impacto en los ecosistemas. Para
ello, RISKCOAST proporciona estrategias para una gestión de riesgos más coordinada y
233
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
234
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
40
Rosenzweig, C., Solecki, W, Romero-Lankao, P., Mehrotra, S., Dhakal, S., Ali Ibrahim, S. (Eds.) (2018). Climate Change and Cities:
Second Assessment Report of the Urban Climate Change Research Network. Cambridge: Cambridge University Press, 811 pp.
41
MAPAMA (2016), “Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Costa Española”.
235
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
42
https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/impactos-vulnerabilidad-y-adaptacion/plan-nacional-adaptacion-
cambio-climatico
236
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
43
Vid. Estrela-Segrelles, C., Pérez-Martín, M. A. (2020): “Estrategia de adaptación al cambio climático en la planificación hidrológica
a escala de Demarcación. Aplicación en la Demarcación Hidrográfica del Júcar”. XI Congreso Ibérico de Gestión y Planificación del
Agua. Septiembre 2020.
237
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
daños (materiales y humanos). Van a ser más frecuentes y con caudales máximos más
elevados.
A todo ello, se suma el previsible incremento del riesgo de sequías, más frecuentes, largas e
intensas. Tanto las sequías de 2 años de duración, como las de 5 años, serán más frecuentes
(tendrán un menor periodo de retorno, para un mismo déficit) 44. Todas ellas son condiciones
que, en algunas partes del litoral mediterráneo español, especialmente en la zona del SE,
vienen produciéndose a lo largo de los años. Por esta razón, dada su mayor tradición y
experiencia en la gestión de estas situaciones, estos espacios pueden servir de referencia
para el conjunto del territorio.
44
CEDEX (2017), “Evaluación del impacto del cambio climático en los recursos hídricos y sequías en España”.
45
Los mapas de riesgo se han definido como una combinación del grado de impacto y de la vulnerabilidad, de forma que el
riesgo es muy alto cuando el impacto es muy alto y se tiene una vulnerabilidad alta.
238
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
46
Vid. el texto “Mejora del conocimiento sobre riesgos de inundación para su mejor identificación temporal y espacial” de Juan
Francisco Arrazola Herreros, de la DG del Agua, en este mismo volumen.
239
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
47
Del mismo modo se contempla disponer de un sistema de información hidrológica actualizado y de datos de observación
sistemática de los efectos del cambio climático sobre las masas de agua, que ayuden a dar rápida con actuaciones de mejora del
estado de las masas de agua y de los ecosistemas acuáticos que resulten prioritarias. Prestando una especial atención a la
protección de las aguas subterráneas, tanto en lo referente a su cantidad (recarga de acuíferos) como calidad (contaminación y
salinización, especialmente en áreas litorales y de fuerte presión de actividades antrópicas). El incremento del nivel del mar
puede intensificar los procesos de intrusión marina, ya agravados por la sobreexplotación en algunas zonas costeras.
48
Sólo han abordado documentos y normas específicas de reducción del riesgo de inundaciones mediante planificación
territorial Cataluña, País Vasco, Comunitat Valenciana, Andalucía, Baleares y Murcia (que tiene en fase de elaboración en estos
momentos su Plan de Ordenación Territorial de Prevención Riesgos de Inundación –POTPRI-). Estos planes suelen incorporar
cartografías de riesgo que se pueden consultar en servidores web regionales. Por tanto, se trata de las CCAA mediterráneas, a las
que se suma el País Vasco.
240
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
49
En la región francesa de Nueva Aquitania, la integración de la ordenación territorial y sectorial (Plan Regional de Coherencia
Ecológica; Plan Regional de Clima, Energía y Aire; Plan Regional de Infraestructuras, Transporte e Intermodalidad; Plan Regional
de Gestión y Prevención de Residuos) en una única figura a nivel regional (el STRADDET -Schémas régionaux d’aménagement, de
développement durable et d’égalité des territoires definidos por el gobierno francés -https://www.cohesion-
territoires.gouv.fr/sraddet-un-schema-strategique-prescriptif-et-integrateur-pour-les-regions-) trata de facilitar la reunión de
diferentes enfoques para tomar decisiones basadas en la prevención de riesgos y la adaptación al cambio climático.
241
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
50
Vid. el texto de Jorge Olcina Cantos “Incorporación de los riesgos naturales en la planificación territorial” en este mismo
volumen.
51
Vid. J. Farinós, J. (2010). Adaptación al Cambio Climático desde la Planificación Territorial en las Áreas Costeras. Comunicación
presentada el XII Coloquio Ibérico de Geografía. Oporto, del 6-10 de octubre.
242
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
52
De hecho, la Protección Civil ha presentado habitualmente un carácter ex-post, gestionando los desastres cuando ocurren,
gracias a Estrategias de Emergencia previamente preparadas (ex ante) que, por lo general y sin embargo, no suelen estar
conectadas con otras planificaciones.
53
Al respecto vid. Almenar, M. y Antequera, E. (2020). Acerca del procedimiento de evaluación ambiental estratégica y su
incardinación en el procedimiento de elaboración y aprobación de planes. En Farinós, J. (coord.); Peiró, E. y Farinós, J. (Eds.),
Marco legal y procedimental de la Ordenación del Territorio en España: diagnóstico y balance (pp. 59-82). Thomson Reuters-
ARANZADI.
243
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
tales como la mejora de la calidad del aire, la biodiversidad, la salud y la calidad de vida para
la ciudadanía. Por su parte, en el ámbito rural la prioridad de las acciones debe ser la
conectividad ecológica y la protección de los cursos fluviales y los ecosistemas costeros. La
IVyA podría ser útil para superar el problema de los conflictos con la propiedad privada del
suelo a la hora de decidir qué usos pueden ser viables en áreas de riesgos naturales. Junto a
los Espacios Naturales Protegidos (EPN)y los Bienes de Interés Cultural (BIC), la inclusión de
los espacios de riesgo en la IVyA contribuye a reforzar su seguridad jurídica desde el punto de
vista de la planificación territorial y urbana, como ya sucede a efectos de indemnización.
Así pues, marcados por las consecuencias de la promulgación de la Directiva 60/2007, se está
transitando de un modelo tradicional de gestión del riesgo de inundación mediante obra dura
a otro que introduce las SbN. Progresivamente, desde un modelo eminentemente resistivo
(basado en la adopción de medidas estructurales cuya finalidad es mantener a la población
alejada de las inundaciones) se va avanzando hacia otro más proactivo de mejora de la
resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas urbanos y ecológicos ante la ocurrencia
de fenómenos extraordinarios. De este modo, se está produciendo un cambio de modelo de
gestión del riesgo de inundación hacia un enfoque de gestión integrada, pues la adopción de
soluciones estrictamente estructurales no es sostenible ni desde un punto de vista
hidrológico ni ambiental ni económico, y tampoco es garantía de protección total.
Se van abriendo paso así nuevos esquemas de gestión más integrados que, junto con una
rigurosa caracterización de los procesos físicos o naturales, de acuerdo con las técnicas y
métodos científicos hipotético-deductivos más tradicionales, también consideran la
componente social y la económica, con sus propios elementos que hay que decidir hacia
dónde poder dirigirlos. Esto acaba por exigir nuevas aproximaciones metodológicas más
interdisciplinares.
El modelo tradicional de motas, limpieza, protección, regeneración y dragado, basado casi
exclusivamente en la construcción de obras estructurales de defensa y mantenimiento, se ha
demostrado limitado por diversos motivos. Porque no se dispone de suficientes recursos
materiales, humanos ni económicos para aplicarlo ni de forma generalizada ni continuada en
el tiempo; ahora más por los efectos de la crisis económico-financiera. También porque sus
efectos no permanecen lo esperado al tiempo que deterioran ambientalmente los espacios
naturales donde se ejecutan (incisión del cauce, socavación y descalce de infraestructuras,
acumulación y concentración puntual de sedimentos…)54. Este tipo de actuaciones cada vez
despiertan una mayor oposición social, cuando no resultan en algunos casos contrarias a las
nuevas normas (como el RD 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión del riesgo de
inundación, la propia Ley de Aguas y su Reglamento y, también, la Estrategia Nacional de
Restauración de Ríos).
54
Las infraestructuras hidráulicas han sido diseñadas con unos márgenes de seguridad que pueden verse superados en las
nuevas condiciones y efectos del cambio climático. Respecto de la progresiva acumulación de sedimentos, cabe pensar en nueva
gestión en los embalses que permitan desviarlos antes de la entrada para trasladarlos presa abajo.
244
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
55
Vid. el texto de Miguel Ángel Pérez Martín, “Medidas para la adaptación de la gestión del agua y la planificación hidrológica al
Cambio Climático. Aplicación en la Demarcación del Júcar”.
56
El ejemplo de la restauración de los meandros sobre el río Arga recogidos en el texto de incluido en este volumen (Gonzalo
Magdaleno Payán, Dirección General del Agua, “Conexión hidrológica y mejora de hábitats en los meandros del tramo bajo del río
Arga (Navarra)”) resulta ilustrativo, re-naturalizando y re-domesticando el espacio para un uso también recreativo.
57
Así, por ejemplo, en los frentes de arenales mediterráneos de La Manga del Mar Menor o Torrevieja se han instalado
estructuras para la captación de arena, de acuerdo a los vientos predominantes. Los captadores permiten recuperar la
estructura de duna y aprovechar sobrantes para la recuperación de las playas, sin necesidad de recurrir a dragados en la
superficie marina. También ha permitido recuperar espacios para la vegetación autóctona existente, permitiendo generar más
espacio para especies típicas de arenales, y aumentar la población de especies escasas en periodos cortos. Estas actuaciones
permitirían asegurar la conectividad de los arenales y posibilitar la migración de estos ecosistemas frente a los procesos de
retroceso de la línea de costa, lo que se ha demostrado viable en otros países europeos. (Vid. la aportación de Carmen María
Martínez-Saura, Pedro García Moreno, Jorge Sánchez-Balibrea, Pedro López Barquero, “Restauración de sistemas dunares litorales”
en este mismo volumen).
245
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
58
http://escenarios.adaptecca.es/
59
Datos contenidos en el informe CEDEX (2017), “Evaluación del impacto del cambio climático en los recursos hídricos y sequías
en España”.
246
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
Por tanto, parece lógico pensar en prestar una mayor atención a las áreas con mayores
problemas, y repensar y valorar adecuadamente las alternativas de intervención desde el
punto de vista urbanístico, agrario (con una revisión de la política de regadíos y de gestión de
los mismos y de las áreas de secano) y de instalación de actividades económicas
consumidoras del recurso agua. Las regiones mediterráneas, pioneras históricamente,
merecen una especial atención a la hora de poder extraer y extrapolar experiencia y
prácticas60. También son las que van a sufrir las peores consecuencias.
Las regiones más vulnerables en España se encuentran a lo largo de la costa mediterránea,
debido sobre todo a las inundaciones relámpago o flash floods, como consecuencia de
DANAs. Parece por tanto razonable considerar las inundaciones ocurridas en el pasado con
influencia pluvial y que pueden volver a producirse en el futuro en estas mismas zonas.
También desarrollar nuevos estudios y casos piloto en los que poder basar nuevas guías y
recomendaciones.
Debido a la subida del nivel del mar, los eventos de período de retorno de 100 años podrían
ocurrir con una frecuencia de una vez cada 10 años. Aunque la mayor cota de inundación en
valor absoluto se da en la costa Atlántica, la costa mediterránea sufrirá los mayores aumentos
de la cota de inundación y los impactos en el Mediterráneo serán mucho mayores. Las
variaciones del nivel medio del mar y del oleaje, y el nuevo balance erosión-deposición
asociado, son algunos de los factores modeladores de la zona litoral. Las playas y costas bajas
del entorno de estuarios, flechas y cordones litorales, que encierran lagunas litorales y
humedales (Albufera de Valencia, Laguna de Santa Pola, la Manga del Mar Menor, Delta del
Ebro); playas confinadas de anchura y pendiente reducida (con ejemplos en Guipúzcoa,
Vizcaya y Cantabria, o Golfo de Cádiz), más propensas a las inundaciones, son las que sufrirán
más. También los acantilados blandos de Cantabria y el País Vasco (playa de Oyambre) o el
Golfo de Cádiz presentan importantes tasas erosivas61.
60
Vid. el texto de Francisca Segura Beltrán, Carles Sanchis Ibor y Alfredo Ollero Ojeda “Restauración hidrogeomorfológica en
ramblas y ríos semipermanentes” en este mismo volumen.
61
Vid. el texto de Miriam García Oliva, del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, “Impactos climáticos en costas”
en este mismo volumen.
247
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
que los suelos urbanos (y urbanizables) están ampliamente expuestos incluso en los
episodios de lluvias más frecuentes. Se observa que los daños más graves se producen
cuando la precipitación supera los 60 mm de lluvia, causando desde corte de carreteras hasta
daños en infraestructuras, construcciones e incluso pérdidas humanas. También se percibe
que los efectos más graves se registran en los últimos años, aún con intensidades de lluvias
similares.
La adaptación frente al riesgo de inundación se concibe como el conjunto de actuaciones
vinculadas con la reducción de la vulnerabilidad de elementos expuestos al riesgo de
inundación, tales como edificaciones, instalaciones o infraestructuras. La reducción del riesgo
de desastres a través del desarrollo territorial sólo se puede abordar mitigando la amenaza,
reduciendo la exposición o disminuyendo la vulnerabilidad, es decir, reduciendo la
sensibilidad y aumentando la capacidad de adaptación. Los factores que tienen una mayor
influencia sobre el índice de vulnerabilidad son la resiliencia constructiva y la exposición en el
ambiente urbano construido62. La identificación de las “microcuencas” urbanas en las que se
dividen los núcleos urbanos y la red de “canales” de escorrentía que discurren por las calles
de estos ámbitos son una información muy valiosa para comprender el comportamiento de
las aguas superficiales en situaciones de lluvias.
Los valores más bajos de capacidad adaptativa son de tipo social, por el pobre estado de
conservación de las viviendas de familias de bajo ingreso, lo que también conduce a la
necesidad de una adecuada política de rehabilitación urbana y estrategias de desarrollo
urbano sostenible con objetivo de la calidad de vida suficiente y la lucha contra la exclusión
social. Lo uno y lo otro nos conduce a la necesidad de una adecuada planificación del espacio
urbano que contemple esta adaptación.
Para los fenómenos de inundación/erosión costera por efecto de la subida del nivel del mar,
los municipios han de contemplar los aspectos subyacentes, similares a los de inundación
fluvial, para la correcta distribución de usos y de clasificación del suelo. En estos casos, las
medidas de actuación concretas (retroceso de la edificación y la ampliación del espacio libre
en el frente costero) pueden resultar las de mayor impacto sobre la estructura urbana en las
estrategias de reordenación del espacio litoral. Igualmente, las áreas urbanas afectadas por
cauces identificados como Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) de
origen costero deberán actualizarse con las proyecciones climáticas a futuro que orienten,
con la mayor precisión posible, el área de penetración de los fenómenos costeros.
Por su parte, los núcleos habitados en contacto con cursos fluviales deberán contar en el
futuro con información explícita de inundabilidad de la cuenca por acción del cambio
climático, con el objeto de re-cartografiar adecuadamente sus zonas inundables-
(identificando población, infraestructura, actividades económicas, etc.); especialmente
aquellos en el tramo final de la cuenca, donde no resultan tan fáciles o posibles las habituales
medidas de intercepción y derivación de las aguas. En el ámbito urbano la medida principal
62
Vid. el texto de Estefanía Aroca Jiménez, José M. Bodoque, Juan A. García “Construcción y validación de índices integrados de
vulnerabilidad socioeconómica en zonas afectadas por avenidas súbitas” en este mismo volumen.
248
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
ha sido la de desarrollar delimitaciones de suelo afectado por los riesgos, remitiendo estas
áreas a figuras de planeamiento especial, bien áreas de actuación específicas o, en su caso, de
planes especiales de reforma interior, donde se establezcan de forma pormenorizada las
pautas de actuación adaptativas.
La consideración de los riesgos específicos del cambio climático en las figuras de
planificación, como el caso que nos ocupa, obligará a reformular sin demora los reglamentos
de planeamiento de las comunidades autónomas, y permitirá que el planeamiento municipal
actualice sus determinaciones teniendo en consideración los impactos derivados del clima
futuro. Sin embargo, el incremento e intensidad de las precipitaciones extremas o la
propensión a sufrir eventos de inundación debido a la subida del nivel del mar ponen de
relieve la necesidad de incrementar el verde urbano y la permeabilidad de los suelos,
aspectos a tener en cuenta en las nuevas urbanizaciones y en los espacios de rehabilitación.
La plantación de árboles, el desarrollo de parques y pequeños espacios libres urbanos en las
áreas afectadas por ríos y costas, así como el uso de superficies pavimentadas que aumenten
la permeabilidad del suelo, son estrategias necesarias para una mejor gestión municipal en
un escenario de clima cambiante.
Respecto de la gestión de las inundaciones en espacios urbanos, con el objeto de contemplar
las zonas inundables, el antecedente es la Ley del Senado del Estado de Florida, de 1094, Peril
of Flood, que establecía la creación de las “Área de Acción para la Adaptación” urbana. Esta
herramienta de gestión permite al planeamiento municipal acotar las áreas de intervención
que requieren acciones de adaptación frente a las inundaciones, especialmente con acciones
relacionadas con el aumento de la permeabilidad del suelo en la ciudad y la Infraestructura
verde. Una Infraestructura verde horizontal pero también vertical, que ayude a regular la
infiltración, la velocidad de escorrentía y la capacidad de recarga. El caso de Nueva York es
especialmente ilustrativo en la integración de los impactos climáticos por subida del nivel del
mar. Actualmente la ciudad está desarrollando la Zoning for Coastal Flood Resiliency Planning
for Resilient Neighborhoods (2019), una ordenanza específica para contrarrestar los
devastadores efectos del cambio climático en las áreas costeras del municipio, flexibilizando
las estrictas normas urbanísticas63.
El Plan Renhace también identifica algunas de las actuaciones llevadas a cabo en ciudades
como: Berlín (con la presencia de humedales urbanos y superficies más permeables para
absorber y almacenar agua durante las fuertes lluvias, como parques inundables y espacios
verdes, evitando el incremento de caudal en las calles reduciendo la escorrentía superficial, y
medias de control del crecimiento urbanístico de nuevos espacios); Copenhague (con la
creación de jardines verticales y cuencas de retención verdes o greenscaping -construcción de
jardines, techos y paredes verdes- para reducir la escorrentía superficial en el casco urbano, o
la creación de espacios de almacenamiento de agua pluvial, también subterráneo, todo ello
mediante la colaboración entre las diferentes administraciones); Rotterdam (con la creación
63
Para un mayor detalle vid. Parejo Navajas, T. (2018). “Políticas de adaptación de la ciudad de Nueva York a la subida del nivel
del mar: ejemplo de acción frente al cambio climático”. En Farinós, J. (Coord.) Territorio y estados: elementos para la coordinación de
las políticas de ordenación del territorio en el siglo XXI, págs. 1135-1158. Valencia: Tirant lo Blanch.
249
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
de techos verdes o Roof Farm, jardines verticales y edificios flotantes, con una participación
activa de la población); Vitoria (con la mejora de las funciones del hábitat en las áreas verdes
existentes a través de intervenciones para la biodiversidad urbana y la mejora de la
conservación de las especies nativas y mejora de la gestión del agua, con lo que se reduce la
escorrentía superficial, así como la captación de aguas pluviales para su reutilización); o
Alicante (con la creación de nuevos espacios verdes, parques inundables –como el Parque La
Marjal- y las cubiertas vegetales)64.
A nivel español se ha ido avanzando progresivamente en la integración del conocimiento y
gestión del cambio climático en la normativa urbanística. En 2008, tras el primer PNACC de
2006 (al que ha sustituido el segundo de 2020, un año después de que se presentara la
“Agenda Urbana Española”), la Red Española de Ciudades por el Clima publicaba la “Estrategia
Local de Cambio Climático”. En 2012, el País Vasco era la primera autonomía que preparaba
su “Manual de Planeamiento Urbanístico en Euskadi para la Mitigación y Adaptación al Cambio
Climático”. Tres años después, en 2015, la FEMP hacía lo propio con sus “Medidas para la
mitigación y la adaptación al cambio climático en el planeamiento urbanístico. Guía
metodológica”. Ya en el año 2018, veía la luz “Adaptación al Cambio Climático de las Entidades
Locales desde el Planeamiento Urbanístico” preparado por Navarra. Por su parte, Baleares, en
2019, marcaba el camino hacia la integración del cambio climático en la planificación urbana
por vía legal, a través de la Ley de cambio climático y transición energética. El Gobierno de
España, por su parte, acaba de aprobar la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y
transición energética, que se pretende suponga el espaldarazo definitivo para la integración
del cambio climático en el planeamiento. La Ley contempla la integración de los riesgos
derivados del cambio climático en la planificación y gestión de políticas sectoriales, como la
hidrológica, la de costas, la territorial y urbanística, la de desarrollo urbano, la de edificación e
infraestructuras del transporte, la de seguridad y dieta alimentarias, así como la de salud
pública. Más en concreto, le dedica su art. “21. Consideración del cambio climático en la
planificación y gestión territorial y urbanística, así como en las intervenciones en el medio urbano,
en la edificación y en las infraestructuras del transporte”, del Título V: Medidas de adaptación a
los efectos del cambio climático. La consideración de los riesgos específicos del cambio
climático en las figuras de planificación, como el caso que nos ocupa, obligará a reformular
sin demora los reglamentos de planeamiento de las comunidades autónomas, y permitirá
que el planeamiento municipal actualice sus determinaciones teniendo en consideración los
impactos derivados del clima futuro. Ello requerirá de la adecuada capacitación del personal
administrativo adscrito a las unidades técnicas de planificación, como últimos gestores y
garantes del planeamiento municipal, así como de la información y recursos suficientes.
64
Para un mayor detalle vid. el texto de Jorge Olcina y Antonio Oliva Cañizares “Plan Vega Renhace: Una estrategia para la
resiliencia territorial ante extremos atmosféricos naturales y para la adaptación al cambio climático” en este mismo volumen.
250
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
251
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
252
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
población resultan especialmente críticas en todas las fases del proyecto. El efecto
demostración es muy útil, tanto para animar a la participación como para legitimar por
resultados la planificación y la nueva gestión del territorio frente a los riesgos naturales.
Sin embargo, en este campo, como también sucede en otros, la costumbre de participar y las
relaciones entre los stakeholders son muy escasas y débiles, con el predominio de algunos
actores centrales que además suelen ser habitualmente los más poderosos desde un punto
de vista financiero e institucional. Estos suelen centrar la atención y tienen mucho mayor
peso a la hora de desarrollar las diferentes estrategias previstas. Consecuentemente, el
potencial para abordar acciones y resolver conflictos de forma conjunta y colaborativa se ve
claramente disminuido. Por este motivo, resulta necesaria una línea de acción desde el
ámbito de la educación de la sociedad. Son prometedores en este sentido los avances que en
materia de gobernanza del agua se vienen produciendo en nuestro país, gracias a iniciativas
como la de la Fundación Nueva Cultura del Agua.
A esto respecto, existen notables diferencias entre los países del Norte y los del Sur de
Europa, en favor de los primeros, que llevan más de una década de ventaja en la
concienciación y toma de medidas para afrontar los efectos adversos del calentamiento
global. La educación para el riesgo sigue siendo a día de hoy una medida esencial y
escasamente desarrollada en España. De ahí la conveniencia de ir desarrollando
progresivamente una estrategia estatal de refuerzo de la educación (académica –reglada y no-
, no académica y cívica) en este sentido.
De acuerdo con la Ley 17/2015 de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil,
corresponde a la Escuela Nacional de Protección Civil (integrada en la Dirección General de
Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior) la formación especializada y de
mandos de alto nivel del personal de Protección Civil de la Administración General del Estado.
También se cuenta con planes de comunicación y campañas de educación en el riesgo,
desarrollados por la Dirección General del Agua y las diferentes Demarcaciones Hidrográficas,
para la preparación de los planes de gestión del riesgo de inundación (PGRI). Sin embargo,
estas actividades son puntuales, sin continuidad y dirigidas a público adulto especializado.
Dotarlas de periodicidad y ampliar su público destinatario puede ayudar a mejorar su
efectividad a medio plazo.
253
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65
Plataforma de intercambio sobre impactos y adaptación AdapteCCa: < https://www.adaptecca.es/> Visor de escenarios de
cambio climático de AdapteCCa: <http://escenarios.adaptecca.es/>.
254
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66
Vid. el texto de Javier Sanz Larruga “Bases jurídicas y normativas sobre la gestión de impactos climáticos en ríos y costas” en
este mismo volumen.
255
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67
En línea con lo planteado por Agustín Millares-Valenzuela, Marina Cantalejo-Ibáñez y Jorge Pedro Galve-Arnedo “Respuesta
erosiva y sedimentaria al cambio climático y global en cuencas mediterráneas de montaña” en este mismo volumen.
256
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
agilizando su revisión por causa del cambio climático, eliminando barreras para la adaptación.
Los riesgos formarán parte de la planificación que afecta a los territorios costeros, como los
planes de ordenación territorial, los planes generales de ordenación urbana o los planes de
ordenación del espacio marítimo.
En este sentido debería recuperarse la iniciativa de la Estrategia Española (o mejor Estatal) de
Gestión Integrada de Zonas Costeras, aprendiendo de y corriendo los errores del pasado.
Desde el punto de vista de la gestión, y como continuación a los trabajos de evaluación de
riesgos, se deberá favorecer el desarrollo de iniciativas de adaptación en el DPMT y espacios
conexos, otorgando un importante papel a una Infraestructura verde y azul, que
verdaderamente responda a su innato carácter conector, y a las SbN: restauraciones
ambientales de espacios naturales costeros (playas, sistemas dunares y marismas);
demolición de elementos artificiales vulnerables; intervenciones para aumentar la resiliencia
de infraestructuras en riesgo; reubicación de edificaciones o cambios en los planes
urbanísticos que eviten la construcción de instalaciones en zonas inadecuadas.
68
Vid. los planes de gestión del riesgo de inundación del MITERD: <https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/gestion-de-los-
riesgos-de-inundacion/planes-gestion-riesgos-inundacion/default.aspx>.
257
SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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SOLUCIONES ANTE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS EN RÍOS Y COSTAS
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