Historia
Historia
Historia
En el Oriente antiguo muchas ciudades tenían su propio dios local, aunque esta adoración de
un solo dios no implicó la negación de la existencia de otros dioses.
El culto iconoclasta del dios solar egipcio Atón fue promovido por el
faraón Akenatón (Amenhotep IV), que gobernó entre el 1358 y el 1340 a. C. El culto de Atón,
el dios del Sol, se cita a menudo como el ejemplo de monoteísmo más antiguo del que se
tiene conocimiento. Como faraón, Akenatón dejó su ciudad natal y en el desierto construyó el
nuevo centro religioso y político (Aketatón «el horizonte de atón) argumentando seguir las
instrucciones del dios Atón, donde lo nombró el Supremo frente a los demás dioses. En el año
noveno de su reinado, Akenatón declaró que Atón no era un dios superior, si no el único.
Que múltiples son tus obras, están ante el hombre escondidas, oh Dios único, a cuyo lado no hay otro
alguno.29
Aunque Akenatón decretó que Atón era dios único, la adoración de otros dioses nunca
cesaron en Egipto, y tan pronto como este terminó, los ancestrales cultos politeístas pronto
recuperaron precedencia.
Teología
Artículo principal: Teología
En algunas sociedades los creyentes religiosos con frecuencia asumen que el sistema de
moral de comportamiento es inspirado en la revelación de la religión mayoritaria, que puede
recogerse en un libro: para el cristianismo es la Biblia, para el judaísmo es el Tanaj y para el
islam el Corán.
Judaísmo
Artículo principal: Dios en el judaísmo
En la religión judía, Dios reveló 13 atributos de clemencia divina; además de las revelaciones
relativas, Dios desea que el devoto se acerque a Él en oración y casi en todos sus pasajes de
la vida diaria, por lo tanto, todos los días. El mayor logro de la sabiduría humana coincide con
el conocimiento de Dios.
Está expuesto en la Torá y en los Profetas que Hashem no es corpóreo ni material, como expone:
“Que Hashem es el Elohim; en el cielo arriba y en la tierra abajo” (Ieoshúa 2: 11); y un cuerpo no puede
estar en dos lugares (a la vez). Y expone: “Pues ustedes no vieron ninguna imagen” (Devarim/ Deut.4:
15). Y además: “¿ Con quién Me compararán e igualarán?” (Ieshaiahu/ Is. 40: 25). Si Él fuese un cuerpo
sería semejante a los demás cuerpos. Si es así (que Hashem es incorpóreo), ¿qué significa lo que
expone la Torá: “Bajo Sus pies” (Shemot/ Éx. 24: 10). “Escritas con el dedo de Elokim” (Shemot/ Éx. 31:
18). “La mano de Hashem” (Shemot/ Éx. 9: 3). “Los ojos de Hashem” (Zejaría/ Zac. 4: 10). “Los oídos de
Hashem” (Bamidbar/ Núm. 11: 1), etc.? Más bien, es una adaptación al entendimiento humano, que
conoce sólo lo corpóreo, y la Torá se expresa como el lenguaje humano; y todas ellas son expresiones
metafóricas, como expone: “Le daré filo al brillo de Mi espada” (Devarim 32: 41). ¿Es que acaso Él tiene
una espada, o con una espada provoca la muerte? ¡No, son sólo alegorías! Y lo mismo es aplicable a
las demás expresiones. La prueba de ello es que un profeta declara haber visto a Hashem con “ropas
blancas como la nieve” (Daniel 7: 9), en tanto que otro profeta Lo vio con “vestimentas rojas de Botzrá”
(Ieshaiahu/ Is. 63: 1). El mismísimo Moshé Rabenu Lo vio “en el mar como un Valiente Guerrero que
estaba librando una batalla” (Mejilta Beshalaj 15: 3), y en el Sinaí “como un Jazán (oficiante) envuelto en
un Talit (manto de plegarias)” (Talmud Rosh Hashaná 17b). Resulta entonces que Hashem no tiene ni
imagen ni forma, y que todos esos (versículos) son visiones proféticas. (El mismísimo hecho de que
cada profeta Lo vio diferente, significa que no tiene imagen ni forma, y que son sólo visiones alegóricas
y proféticas). El entendimiento humano no es capaz de captar ni investigar la verdadera existencia (de
Hashem). Es esto lo que exponen las Escrituras: “¿Acaso hallarás la comprensión de Hashem? ¿Acaso
hallarás límites al Todopoderoso?” (Iov 11: 7)30
Cristianismo
Artículo principal: Dios en el cristianismo
Los cristianos consideran a Dios como un ser que interviene y participa en la historia humana,
que se revela. Además, la mayoría de confesiones cristianas consideran desde antiguo que en
Dios hay tres Personas en una única sustancia, lo cual queda recogido bajo la fórmula de que
Dios sería Uno y Trino.
En los escritos de la Patrística, se realza la diferencia entre los dioses paganos, considerados
llenos de vicios y contradicciones, y el Dios conocido tanto por los mejores pensadores
paganos (por ejemplo Platón y los platónicos, a quienes cita san Agustín en su obra La ciudad
de Dios) como por los cristianos.
Desde la Edad Media y hasta la actualidad, la tradición católica hace de Dios un objeto de
estudio teológico, al mismo tiempo que lo considera inaccesible a una plena comprensión
racional (como explica, por ejemplo, san Anselmo de Aosta). Desde tiempos de Tomás de
Aquino (1225-1274), la Iglesia católica asume que la existencia de Dios puede demostrarse en
el ámbito de la metafísica. Tomás de Aquino en su obra Suma teológica (1266) sostiene que
se puede entender la existencia de Dios por cinco vías o caminos (entiéndase vías como
«maneras de llegar a», no como pruebas concretas):