Examen 3P Biologia
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6. Es una vía de destrucción o muerte celular programada por el mismo
organismo:
9. Nombre dado a las enfermedades en las que hay células anormales que
se multiplican sin control y pueden invadir los tejidos cercanos.
A) G1 B) S. C) G2. D) Mitosis
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INSTRUCCIONES II. Lee el siguiente artículo de periódico y contesta a las siguientes preguntas (5
aciertos c/u).
Fuente: Tijdschrift van Eenhoorn Educatief (Brussels Onderwijs Punt), marzo 1987
Pregunta 1
¿A qué oveja es idéntica Dolly?
A Oveja 1.
B Oveja 2.
C Oveja 3.
D A su padre.
Pregunta 2
En la línea 13, se describe la parte de la ubre que se usó como
“un trozo muy pequeño”. Por el texto del artículo, ¿puedes deducir
a qué se refiere con “un trozo muy pequeño”?
Este “trozo muy pequeño” es
A una célula.
B un gen.
C el núcleo de una célula.
D un cromosoma.
Pregunta 3: CLONACIÓN
En la última frase del artículo se dice que muchos gobiernos ya han decidido prohibir por ley la
clonación de seres humanos. Más abajo, se mencionan dos posibles razones para que hayan
tomado esta decisión.
¿Son científicas estas razones?
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FECHA Y FIRMA DE PRESENTADO FECHA Y FIRMA DE REVISADO
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1978: logran sintetizar la insulina humana
Hace 40 años, un equipo de científicos sintetizó y produjo esta hormona con la ayuda de la
bacteria 'Escherichia coli' y abrían una puerta para que los diabéticos controlaran su
enfermedad.
Aunque la diabetes es una enfermedad conocida desde la antigüedad que se relacionaba con el
consumo de alimentos dulces, hasta bien entrado el siglo XX no se sabía bien por qué se
desencadenaba y el único método existente para tratarla consistía en controlar lo más posible la dieta
para tratar de rebajar los picos de azúcar en sangre. Pero en 1921, los científicos Frederick Bantin,
Charles Best y John Macleod, de la Universidad de Toronto (Canadá), llevaron a cabo una serie de
experimentos en los que se vinculaba esta dolencia con la insulina, una hormona producida en el
páncreas que está implicada en el metabolismo de la glucosa. Después de hacer ensayos con perros
y vacas, en 1922 se practicaron las primeras aplicaciones de insulina animal a personas diabéticas.
En octubre de ese mismo año, en Barcelona, el médico Rossend Carrasco empezó a tratar la diabetes de
un joven con insulina obtenida a partir del páncreas de cerdos sacrificados en el matadero municipal.
Era la primera vez que se llevaba a cabo ese tipo de tratamiento, que, como pronto se supo, tenía sus
inconvenientes.
La insulina es una hormona cuya molécula es relativamente pequeña, aunque con una distribución
espacial compleja: sus átomos están ordenados formando dos cadenas de aminoácidos, una de veintiún
eslabones y otra de treinta, que están a su vez unidas por puentes con dos átomos de azufre. Todos los
animales, salvo algunos insectos, la producen, y su mecanismo de acción es similar en peces,
mamíferos o gusanos, pese a que las respectivas estructuras moleculares no son exactamente
iguales. La que se obtiene del páncreas de la vaca se diferencia de la humana en tres aminoácidos,
y la porcina, solamente en uno. El problema principal del tratamiento radicaba en las impurezas que
inevitablemente acompañaban a la insulina animal y que causaba reacciones alérgicas.
A mediados de los años 70 se había llegado a producir en el laboratorio una variedad con
una pureza del 99%, pero resultaba muy cara, pues para satisfacer la demanda anual de un
diabético eran necesarios los páncreas de cincuenta cerdos. La principal empresa fabricante
procesaba diariamente casi una docena de toneladas de páncreas porcino, procedentes de unos
cien mil animales.
Había que pensar en un proceso de fabricación más asequible y con menos inconvenientes. El
pequeño tamaño de la molécula de insulina era una ventaja para intentar sintetizar y clonar el
gen que ordena su producción. Por fin, gracias al trabajo conjunto de investigadores de la firma
Genentech Inc., en San Francisco, y del centro médico Nacional City of Hope de Los Ángeles,
el 6 de septiembre de 1978 se anunció que se había logrado obtener insulina humana a partir
de bacterias Escherichia coli.
Los responsables del hallazgo habían empezado por sintetizar las dos cadenas de ADN
correspondientes al gen de nuestra insulina y por separado realizaron un proceso de producción
para cada una. Primero las insertaron en sendos plásmidos (moléculas circulares de ADN) y
luego introdujeron esos plásmidos en las E. coli, abundantes en nuestro intestino. Luego, al
reproducirse normalmente esas bacterias sintetizan las proteínas codificadas en sus propios
genes y también multiplican y expresan el ADN humano que se les ha inoculado, para generar
hileras de aminoácidos idénticas a las de nuestra insulina. Finalmente, mediante métodos
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químicos se purifican y enlazan las dos cadenas para crear la insulina humana en su forma
activa. La compañía Eli Lilly la puso en el mercado en 1982.