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Análisis Existencial y Logoterapia

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¿Qué es el Análisis Existencial (AE) y la

Logoterapia (LT)?

El origen del Análisis Existencial y la Logoterapia


El Análisis Existencial y la Logoterapia son dos conceptos introducidos a la
psicoterapia por Viktor E. Frankl para designar al método psicoterapéutico por él
fundado. Mientras que, el Análisis Existencial es un concepto que surgió en 1933,
la Logoterapia surgió en 1926. Ambos aparecieron publicados por primera vez en
1938.

Originalmente, Frankl denominó: Análisis Existencial (en adelante AE) al trasfondo


teórico y Logoterapia (en adelante LT) a la aplicación práctica (“terapia”). De ahí
proviene el hecho poco usual que, dos conceptos, sean usados para denominar una
misma dirección. Con el concepto LT - logos significa “sentido”-, Frankl quería
subrayar la posición central que ocupa el descubrimiento del sentido para la vida
humana y para la psicoterapia. En otras palabras, un AE orientado hacia la vida
práctica culmina con el descubrimiento del sentido existencial (esto es, del sentido
personal). A lo cual hoy, añadiríamos: y con la realización interna, sentida
emocionalmente.

La cita más antigua donde Frankl ([1938]2001, 26OK) enuncia la idea central de la obra de su vida,
hoy puede considerarse como absolutamente directriz del desarrollo posterior de la LT y el AE:

J.H. Schultz habló una vez de los “niveles de más alto valor existencial” y
dijo de ellos: “Quien allí reside, puede sufrir sin enfermarse, sin volverse
neurótico” ¿Donde está aquella psicología interesada en lo terapéutico, que
incluya en su exposición esos niveles “más elevados” de la existencia
humana y que merezca en este sentido el nombre de “Psicología Elevada”,
en contraposición a las directrices de la “Psicología Profunda”? ¿Dónde
está, en otras palabras, aquella teoría del espíritu y en particular de los
procesos neuróticos por antonomasia, que, yendo más allá del ámbito de lo
psíquico, considere la existencia humana completa en toda su altura y
profundidad y, por consiguiente, pueda ser denominada Análisis de la
Existencia?

Con la LT Frankl buscaba crear un “complemento” a la psicoterapia de su época y


corregir su orientación unilateral hacia los mecanismos psíquicos internos. La
importancia de la dinámica (inconsciente) de pulsiones en el desarrollo psíquico y en
la conservación de la vida humana no debe cuestionarse en forma alguna con ello. A
lo que Frankl se oponía con la LT era a la reducción de la persona completa a tales
mecanismos. A través de esta reducción, se despoja al ser humano de su esencia – su
libre “ser persona”– y se desconoce su necesidad espiritual profunda de realizar una
existencia que valga la pena y tenga un sentido. La psicoterapia que parte de una
visión reduccionista deja sin considerar los aspectos específicamente humanos del
ser humano, o bien no los trata adecuadamente.

1
Debido a que Frankl había sufrido personalmente la influencia de una visión
reduccionista del ser humano (Frankl 1995, 40; Längle 1998a, 244ss.) sentía una
profunda necesidad que las personas con sufrimiento espiritual -esto quiere decir en
último término todos los enfermos, incluyendo también a los enfermos puramente
corporal- encontrar un apoyo en su necesidad espiritual de buscar un “para qué” de
su sufrimiento. La LT debe por ello complementar no sólo la a psicoterapia y a la
psiquiatría, sino ser una herramienta para todos los médicos y las profesiones de
ayuda a los seres humanos. Por eso Frankl tituló su primer libro sobre LT (1946)
“Cura médica del alma” - El tratamiento del sufrimiento espiritual también es tarea
del médico humano y no sólo del sacerdote.

Frankl describe la idea subyacente en la LT y el AE en el ya citado artículo de 1938 (en la edición de


1998 en la página 25s.) de la siguiente manera:

Lo que el dolor hace, es ejercer una crítica inmanente a la concepción de


vida del enfermo, lo cual tiene como prerrequisito el que estemos dispuestos,
en principio, a abordar la discusión puramente desde la visión de mundo. No
existe una psicoterapia de la visión de mundo, y de hecho a priori no podría
existir nunca tal psicoterapia; pero, como hemos mostrado, es posible (y a
veces, necesario) que la visión del mundo sirva como psicoterapia. Así, en
forma análoga a la superación del psicologismo por el logicismo en la
filosofía, acontecerá en la psicoterapia la superación de la tendencia
psicologicista hasta ahora vigente por una suerte de Logoterapia, lo que
requiere la inserción de discusiones referidas a la concepción de mundo
dentro de la totalidad del tratamiento psicoterapéutico –aunque en la forma
condicionada, limitada y neutral arriba expuesta.

Así, los inicios de la LT y AE se remontan al debate con la Psicología Profunda de


los años 20 y 30 del siglo pasado, en particular a la crítica al psicologismo (ver cap.
4.1). La LT y el AE fueron creados para compensar el déficit “espiritual” en el
tratamiento del ser humano y darle más peso a la persona, con sus características
esenciales de libertad, responsabilidad y búsqueda de sentido. El “Análisis
existencial” fue la contraparte o el complemento del “psico-análisis”. La LT como la
realización práctica de esos “fundamentos antropológicos de la psicoterapia” -en
título del libro de Frankl de 1970-1984- se convirtió en la “psicoterapia centrada en
el sentido”.

Para quienes no tienen formación filosófica, la LT y el AE de Frankl son al comienzo


algo que requiere adaptación, en particular para algunos el lenguaje no es de fácil
comprensión. Esto es debido a que se trata de una corriente psicoterapéutica que
refiere principalmente a la filosofía. El AE se basa en la filosofía existencial y en la
fenomenología, en cuyo centro se encuentra el concepto de la existencia.

Por existencia se entiende en AE una vida con sentido, constituida en libertad y


responsabilidad; una vida que la persona vive como suya y de la cual se concibe
como co-constructor.

Cuando el ser humano es visto desde esta perspectiva, las preguntas por lo somático,
lo psíquico y lo psicodinámico (como la salud, la inteligencia y los procesos de
aprendizaje, la satisfacción de tensiones pulsionales) constituyen una ayuda y un
medio, pero no la meta verdadera de una existencia con sentido. La concepción

2
subyacente a las teorías del comportamiento y psicodinámica sufre un giro
diametral: no sólo los condicionamientos y las fuerzas inconscientes conducen y
mueven al hombre, sino que aquello que lo atraen son los “valores en el mundo”.
“Existencia” significa, vivirlos o construirlos. Con los valores se alude aquí a la
necesidad de sentido (“Voluntad de Sentido”) como la fuerza motivadora primaria
del ser humano. Para llegar a esta meta, se requiere la “aptitud existencial”, a través
del logro de las condiciones básicas de la existencia humana. La aspiración a estas
condiciones es lo que denominamos las Motivaciones Fundamentales existenciales-
personales.

El Análisis Existencial se caracteriza por no aislar nunca la unidad del ser humano,
sino considerarlo siempre en estrecha unión dialógica con sus relaciones de valor
(ver por ejemplo Längle 1988b, 10 y ss.). Dicho de otra forma: el hombre según el
análisis existencial nunca está “completo” por sí mismo, aún cuando esté sano y
todos sus impulsos satisfechos. El ser humano está dotado como persona para ir más
allá de sí mismo y volverse hacia otros (cosas, personas, tareas) con los cuales logra
su realización existencial. Frankl (1990, 10) formuló esta idea central de la
concepción de hombre analítico-existencial, la que él denominó “autotrascendencia”,
y de la siguiente manera:

El ser humano está siempre dirigido y orientado a algo que no es sí mismo, sea
esto un sentido que él realiza u otro ser humano con el que se encuentra. De
cualquier forma: la persona siempre se dirige más allá de ella misma y la
trascendencia de sí misma es la esencia de la existencia humana.

Definición psicoterapéutica de AE
Para definir el AE como psicoterapia utilizamos hoy una definición procesal. Por la
referencia estructural puede ser utilizada también como su definición científica.

AE = una psicoterapia fenomenológica-personal cuyo objetivo es ayudar a la


persona a alcanzar un vivenciar libre (mental y emocional), tomas de
posición auténticas y un trato auto-responsable consigo mismo y con el
mundo.

Desglose de la definición:

1. AE = psicoterapia… con ello se estipula una aspiración: poder tratar todos los
disturbios psíquicos, psicosomáticos y psicosociales sobre la base de
conocimiento científico y de la reflexión. Como método psicoterapéutico,
además, debe ser transmisible y comprobable. También está incluido dentro de la
ley vigente para la psicoterapia.

2. fenomenológica… el repertorio metódico se refiere a una forma fenomenológica


de proceder, esto es, no hay un planteamiento interpretativo primario, sino más
bien uno que parte de la individualidad, unicidad e incomparabilidad de la
persona; y que trabaja primariamente con ello, más que con conocimientos

3
psicológicos generales. Se trata de la “visión esencial” de la persona. El AE es,
por lo tanto, una psicoterapia individualizadora.

3. personal… esta fenomenología es personal, quiere decir, es una fenomenología


donde la persona con sus recursos es el foco central.

4. ayudar a la persona… implica que se moviliza a la persona con su fuerza.


Operamos preponderantemente con las fuerzas personales y en menor medida,
con mecanismos catárticos -como por ej. lanzar vasos-. Nuestro foco de
preocupación está en el encuentro de la aprobación personal, la toma de posición,
la responsabilidad, la conciencia, la autenticidad, el diálogo y la diferenciación.

5. vivenciar… es el punto de partida de nuestro trabajo y el punto central. El AE es


una orientación psicoterapéutica referida al vivenciar. Si bien Frankl comenzó
cognitivamente, intentó luego encontrar y dar “argumentos” – por ej. referido a la
vivencia: “¿qué vivencias tú cuando fumas un cigarro?” En el vivenciar está
contenida toda la información relevante para la vida, ésa es nuestra tesis.

6. vivenciar libre … significa que el paciente pueda permitirse lo que siente,


percibe, experimenta. Se debe trabajar para que el paciente deje de reprimir,
anular, ignorar, disociar, renegar, etc. Esto implica una “fenomenología hacia el
interior”, una apertura y mirada amorosa hacia aquello que aparece, viene y se
mueve en su interior, para que pueda recibirlo bien. – Esto significa también:

7. vivenciar libre mental y emocional... constituye una descripción más detallada de


la “persona libre”: en pensamiento, sentimiento y percepción. La libertad está
junto a la elección -a veces posible- de aquello que vivenciamos, en esencia
también está en la toma de posición

8. tomar posición… es poder encontrar lo que uno mismo tiene que decir sobre la
situación o la cosa, para que uno pueda encontrarse verdaderamente allí.

9. auténticamente… significa que estas tomas de posición también deben


corresponder a la persona, coincidir con su esencia, ser verdaderas.

10. trato… es el tercer punto al que la persona debe ayudársele a llegar, esto es, a un
comportamiento, una actividad, un poder-hacer.

11. consigo mismo y con el mundo… este poder-hacer se refiere a dos ámbitos de
valor: al mundo interno y al mundo externo, lo interpersonal y lo intrapersonal.

12. auto-responsable… y este poder-hacer debe constituirse de tal forma, que la


propia persona tenga la sensación y la convicción de que puede responder por lo
que hace.

En la definición anterior están contenidas las etapas del proceso psicoterapéutico


del AE, correspondiendo con los pasos del Análisis Existencial Personal (AEP):

- trabajo con la emoción y la cognición, en el percibir y vivenciar

4
- trabajo integrativo biográfico de las tomas de posición personales
- descubrimiento de formas de expresión auténticas y adecuadas a la situación.
- ejercitar y realizar comportamientos con sentido y auto-responsables

El punto de partida es la situación actual, es decir, la tarea de vida que “debe ser
realizada”. Ella debe ser comprendida y sentida en su constelación actual y
biográfica, en perspectiva a la configuración de la vida futura. Por ello el comienzo y
punto central del trabajo analítico-existencial es por ello el vivenciar y el
comprender (sólo después se consideran las explicaciones, cogniciones, el aprender,
el ejercitar). El proceso psicoterapéutico transcurre a través de análisis
fenomenológicos de la emocionalidad como centro del vivenciar, para llegar a partir
de éstos al esclarecimiento de posiciones y actitudes, las que consecuentemente
(re)fundamentan el actuar.

El conocimiento del concepto de dinámica existencial facilita la comprensión del AE.


Con este concepto se alude a la idea del ser humano visto como un constante “ser
preguntado”. Esto es, ser preguntado por sus valores vivenciados y sentidos (relaciones,
tareas, etc.), en los valores siempre “se trata de algo” y por ello no “dan lo mismo” (no
son equivalentes). Esto está asociado a un “giro existencial” del ser humano, en la
forma de ver la existencia: verse más como un ser interpelado y preguntado por la vida
y su correspondiente situación, en lugar de ser alguien que pregunta y exige a la vida.
En la concepción existencial, el ser humano se encuentra aquí, en último término, para
dar la mejor respuesta situacional posible a esas “preguntas de la vida”. Mediante estas
respuestas el ser humano se hace “responsable” de su vida (Frankl (1982, 72).
De ello resultan las etapas del proceso psicoterapéutico en el AE:

- trabajo con la emoción y la cognición, en el percibir y vivenciar


- trabajo integrativo biográfico de las tomas de posición personales
- descubrimiento de formas de expresión auténticas y adecuadas a la situación.
- ejercitar y realizar comportamientos con sentido y auto-responsables

El punto de partida es la situación actual, la que es comprendida y sentida en su


forma presente y biográfica, en perspectiva de la configuración de vida futura.

Entonces el sentido existencial (“logos”) es también definido como la mejor


posibilidad (de comportamiento, de actitud o de vivencia) en la situación respectiva.
Para este ámbito la Logoterapia es acompañamiento y apoyo en el encuentro del
sentido.

La Logoterapia es un campo especial del Análisis Existencial que se dedica al


análisis, prevención y terapia de los problemas de sentido y, en particular, al
tratamiento de la pérdida de sentido.

Definición referida a la experiencia:

El Análisis Existencial es un método psicoterapéutico que tiene por objetivo


capacitar a la persona, para que pueda vivir con aprobación interna hacia
su propio comportamiento y existencia.

5
Ya Mark Twain había dicho una vez “ninguna persona puede ser feliz sin su consentimiento”.

Entonces la vida se vuelve plena, cuando puede ser vivida con aprobación; aún
cuando quede algo pendiente o por organizar. La propia plenitud de sentido sólo
llegará a ser satisfactoria cuando pueda haber una aprobación interna hacia él, a la
decisión y a la actividad. – Cada persona se encuentra básicamente en la búsqueda de
tales posibilidades: de entrega y de “poder dar consentimiento”.

Por lo tanto, el AE ve una importante tarea en que la persona encuentre su lugar en la


vida para poder desarrollar sus capacidades de manera óptima, (poder sentirse “como
pez en el agua” - véase Längle 1988a). Ello le facilita su consentimiento hacia aquello
que hace y, en último término, hacia la vida misma. En esto radica, como hemos visto,
el criterio de la existencia: poder entregarse a la vida, involucrarse y comprometerse.,
poder vivir con entrega, poder hacer propia la cosa que está afuera., como formuló
Jaspers.

De acuerdo al AE, el ser humano está enfermo cuando se vivencia constantemente a


sí mismo como impedido en los ejercicios de la vida y no encuentra aquello que es
importante para él y por lo cual verdaderamente le gustaría vivir, o sistemáticamente
no logra vivir de acuerdo a ello. Entonces, la existencia se vuelve incompleta y
patógena, generadora de enfermedad. Aquí se evidencia una ley analítico-existencial
básica que sostiene: la insatisfacción en la vida, o en un ámbito de ésta, es el
resultado de una escasa entrega (ver p. 16)

Por consentimiento, se entiende un acto de “decir sí” (afirmación). Se experimenta un


“sí” hacia algo, a través del cual se fortalece el propio actuar (lat..: af-“firmatio” de
firmis “firme”).

El concepto de aprobación/consentimiento es más cercano a la experiencia y por ello


está más referido a la práctica que los conceptos filosóficos paralelos de “libertad” y
“decisión”. Consentimiento/aprobación es la designación psicológica para esas
capacidades espirituales humanas más abstractas. Dar un consentimiento significa
decidirse por algo en libertad – por lo tanto, el ser humano puede aprobar sólo cuando
es libre.
El psiquiatra y filósofo existencial Karl Jaspers consideraba tan central para la
existencia humana la predisposición de la persona a la libertad, que incluso llegó a
definir con ella al ser humano:

“Ser humano es ser que decide.”

La aprobación/consentimiento se refiere a dos ámbitos principales de la realidad


humana, al “mundo personal” (auto-referencia, mundo interno) y al “mundo
exterior”. El mundo personal representa a la persona como: cuerpo, mundo emocional
(psique), sí mismo (identidad) e historia de vida. Por su parte, la historia de vida
abarca, como horizonte de tiempo, todas las dimensiones antropológicas. Sobre estos
elementos del mundo personal se volverá a hacer referencia más adelante y se
abordarán más detalladamente – aquí se trata de una primera especificación del
consentimiento.
La figura nº 1 ilustra estos elementos:

6
Historia de vida / Biografía

Cuerpo Psique Sí mismo


(autenticidad)

YO

Vivir con
aprobación interna

MUNDO
(= horizonte de sentido)

Fig. 1: El objetivo del AE es visto como una vida con aprobación interna. Por lo tanto, una decisión
interna frente sí mismo y al mundo. El esquema ilustra los aspectos internos y externos, hacia los
cuales está dirigida la aprobación. Aprobación del propio yo en las tres dimensiones: cuerpo,
psique, sí mismo y la dimensión temporal de la historia de vida; consentimiento al mundo
exterior, con su exigencia de sentido.

Estamos acostumbrados a mirar hacia el mundo exterior, pero también tenemos que
situarnos en nosotros mismos:

- Aprobación/consentimiento al cuerpo: sentirse bien, tener autoconsentimiento


en la comida, aprobación para dormir, para beber alcohol, etc.
- Aprobación/consentimiento a la psique: encontrar la aprobación para el propio
mundo emocional y pulsional.
- Aprobación/consentimiento a mí mismo: a aquello que decido, las actitudes y
convicciones que, a veces, también debo cambiar.

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de un acto de aprobación?


Dar aprobación conduce a un compromiso interno y una coherencia interna; ella nos
abre y posibilita el involucrarse, tomar posición, estar por algo, por un valor; nos
prepara para aceptar el esfuerzo necesario o el eventual miedo, etc. Significa entregar
activamente la propia fuerza en algo, invertir el propio tiempo (invertirse a sí mismo).
Puede resumirse que el resultado de un consentimiento determinado es la disposición a
la entrega, en el sentido de entregarse a algo. Con lo cual se vuelve a cerrar el círculo
con la definición práctica de existencia (“poder vivir con entrega”) ya que el acto del
consentimiento personal hacia aquello que se hace, conduce directamente a la
existencia.
Cada entrega1 contiene un movimiento: un orientarse hacia un lugar, tener un
destinatario al cual dirigirse. Entrega es en adelante un “dar”: un hacer activo y darse
y someterse a las condiciones de la situación (estar sujeto a ellas).

1
[N. d. T.: en alemán Hingabe, donde hin=hacia. El autor subraya la cualidad de movimiento de esta

7
Naturalmente en esto debe considerarse también el riesgo de la entrega: la
equivocación en un asunto, la decepción en una relación, el peligro de resultar
personalmente herido, la inutilidad, el sinsentido del esfuerzo.
La entrega existencial implica la disposición a asumir ese riesgo y “andar por la vida sin
paraguas”, como lo formuló una vez la filósofa existencial Hannah Arendt refiriéndose
a su (fracasada y dolorosa) relación con Heidegger. En otras palabras, esto significa no
cerrarse por temor a posibles decepciones, como por ejemplo, no haberse entregado
abiertamente a una amistad.

Diferenciación entre entregarse y prestarse:


Hemos hablado bastante de “entregarse”. Debe advertirse a tiempo sobre un posible
peligro de confusión, precisamente porque este concepto describe un contenido central
en el AE. Entrega no debe confundirse con “prestarse”. Prestarse es un “perderse a sí
mismo”. Esto significa que la propia acción es provocada desde fuera. La persona se
deja instrumentalizar, determinar desde fuera, no está presente internamente. Quien se
presta para algo, se deja quitar algo de sí con ello, se pierde a sí mismo y Como
consecuencia, la acción misma es experienciada como vaciadora.
En este nivel de la definición práctica de AE, ya podemos describir una ley básica
analítico-existencial:

Sin entrega, no hay


plenitud.

Cuando hay insatisfacción en algún ámbito de la vida, existe siempre una carencia de
entrega.
El efecto práctico del logro de la aprobación, puede ser ensayado, por ejemplo, en el
acto de fumar o comer. El solo hecho de repetirse antes de tomar la decisión y
preguntar: “¿deseas realmente fumar ese cigarrillo?”, logrará lentamente ir tomando una
conciencia más fuerte, y un sentimiento de aquello que se hace como diferente de lo que
realmente se quiere hacer. Una utilización consecuente de esta pregunta de decisión,
conduce en la mayoría de los casos a un cambio en la conducta o al menos prepara el
terreno para ello.

El modelo Estructural del AE: Visión Esquemática de las


Motivaciones Fundamentales personal-existenciales
Las motivaciones fundamentales (presentadas por primera vez en 1990 por Alfried
Längle, durante un congreso de la GLE en 1992 en Zug y publicadas en 1999) son hoy
decisivas para el trabajo analítico-existencial. La sistematización de la formación se
orienta de acuerdo a ellas. Dado que describen las condiciones fundamentales de la
existencia plena, son adecuadas como pilares de una formación existencial completa.
La fig. 3 ofrece una visión general esquemática y con ello una primera introducción:

8
EXISTENCIA
VOLUNTAD = Aprobación
D
G E
U B
S P E
P T E R
O A R
D R M
E I
R T 4. Estar abierto a
2. Sentir el valor
I los contextos de
de la VIDA
R SENTIDO
situacional
1. Poder ser en el esencial
3. PERSONA =
MUNDO. permitir ser uno
mismo: sentir la
autenticidad
Fig. 3: Las condiciones para una “vida existencial” pueden ser reformuladas de manera más simple
en cuatro palabras ‘modales’.

Si mundo, vida, ser persona y sentido son las cuatro condiciones básicas a las que
debe enfrentarse el hombre para alcanzar una existencia plena, entonces deben ser
entendidas como las exigencias existenciales del ser humano. Desde el paradigma
central analítico-existencial, esto significa dejarse preguntar por cada una de ellas y
desarrollar una decisión personal con respecto a la forma de abordarlas. Esto ocurre
en gran medida inconscientemente y está contenido sin ser percibido en
innumerables situaciones de la vida cotidiana. En situaciones de crisis y de carga
emocional, particularmente en trastornos psíquicos, el significado de estas tomas de
posición personales frente a las cuatro condiciones de la existencia, se vuelven muy
importantes y pueden eventualmente hacerse concientes.

Por lo tanto, existir significa concretamente encontrar una aprobación en cuatro


ámbitos, es decir un:
1. Sí → al mundo
2. Sí → a la vida
3. Sí → a la persona
4. Sí → al sentido
En la fig. 4 es retomado el tema que se plantea en la fig. 2 y es ampliado el trasfondo de
la teoría de las cuatro motivaciones fundamentales. De acuerdo a esto, la plena
realización de la existencia significa: encontrar el consentimiento en la relación consigo
mismo y con el mundo (derecha al margen: “Relación consigo mismo” y “relación con
el mundo”).

9
Los ámbitos de realización, en la relación con uno mismo y con el mundo se clasifican
en cuatro ámbitos temáticos, de acuerdo a cómo ellos están prefijados por las cuatro
condiciones fundamentales de la existencia:
- En la relación con uno mismo, esto significa encontrar la aprobación al propio
cuerpo, a las propias emociones, a sí mismo como persona (en lo que se basa la
autenticidad) y al propio curso de la vida, es decir, la biografía (pasada y pendiente).
- En la relación con el mundo, el encuentro de aprobación se comporta análogamente
y se refiere igualmente a las mismas cuatro condiciones fundamentales que
corresponden a las condiciones fundamentales internas: el trabajo con las
condiciones de la vida, las leyes de la naturaleza y la sociedad corresponden a la
confrontación con lo material, físico, objetal-fáctico.

La situación personal

LT

Yo conmigo Yo contigo/los otros


Yo como
MUNDO MUNDO
PERSONAL
PERSONA EXTERIOR

LT
AE
Intercambio

Intimidad Relación con el mundo


en su permeabilidad

Fig.9: Aquí se muestra a la persona en su doble referencialidad hacia el mundo personal y con el mundo
exterior. La flecha horizontal en el medio simboliza el intercambio dialógico entre el mundo
personal y el mundo exterior al que aspira el AE. En el intercambio dialógico la persona llega a
una toma de posición, lo que se indica con las dos flechas sobre los círculos. En el círculo
derecho se indica la función de la LT con dos pequeñas flechas. Ellas grafican el llamado del
mundo exterior (sentido de la situación) a través del cual la persona es exigida a dar una
respuesta.

10
Ser persona significa apertura tanto al mundo de afuera (= la “demanda” de los valores)
como al mundo interior (la demanda de los propios sentimientos o de la conciencia).
Para llegar a sí mismo requiere de los otros tanto como de sí.

a) Trasfondo antropológico de este esquema

Para entregar una visión más profunda en el trasfondo del esquema anterior, antes que
nada debemos remitirnos a Max Scheler y Martin Heidegger. Ellos describen al hombre
como un ser abierto al mundo. Él está en constante intercambio con el mundo.

Mundo
Intercambio, diálogo, comunicación, lenguaje

Persona

Fig.10: Según Frankl, la persona puede ser comparada con un recipiente abierto que está listo para la
recepción y para el intercambio con el mundo. Comunicación (Jaspers) y lenguaje (Buber) pertenecen
a la esencia de un “sistema abierto”, como lo es el ser humano.

¿Es el AE una psicoterapia humanista?

El AE es denominado con frecuencia desde fuera como una psicoterapia humanista,


porque efectivamente muestra muchas superposiciones y similitudes en la conducción
de la conversación terapéutica. Aquí debe mencionarse el fuerte acento en el concepto
de persona, el encuentro, la libertad, la autenticidad, el amor o la dignidad de la
persona. También se encuentran paralelos en la metodología, pensemos solamente en el
concepto central de encuentro y en el de comprender.

En contraposición a ello, en el AE falta el concepto entelequia que se relaciona con un


desarrollo dinámico (“crecimiento”) y autoactualización. En el AE no tenemos tal
principio de desarrollo de características esenciales de la persona. Por ello, Frankl, vio
en la psicoterapia humanista todavía el peligro del psicologismo y se defendió de esa
clasificación (información personal). En una publicación (Frankl 1996, 217-234) se
delimitó claramente en términos de contenido del movimiento de encuentro de los años
60.

Debido a la antropología y al entendimiento de la relación con el mundo el AE no


debe ser clasificado dentro de las orientaciones psicoterapéuticas humanistas porque de
acuerdo a la concepción analítico-existencial la persona es en cierta medida “vacía”, sin
programaciones previas, es decir, no es comparable por ejemplo con una semilla.
Naturalmente, en ningún caso son negadas predisposiciones y elementos
predeterminados en la naturaleza del hombre (por ej. genética, herencia psíquica,
influencias ambientales), pero éstas pertenecen a la personalidad y, con ello, al ámbito
psíquico. La persona propiamente tal es, de acuerdo a nuestro entendimiento, “dinámica
pura”, es decir, fuerza pura, potencialidad del poder-decidir, del encuentro.

Yalom (1989, 31f.) ha planteado algunas diferencias entre las psicoterapias humanistas
y las existenciales (y también entre la psicoterapia existencial en Europa y en EEUU).
Ellas son introducidas en el siguiente esquema, hasta donde son relevantes para el AE
(fueron dejado de lado los antiguos conceptos analítico-existenciales que Yalom

11
conocía de la literatura analítico-existencial de la época de la posguerra, como tragedia,
humor angustioso, conflicto con la limitación, significado de las situaciones límite, y
soledad, que hoy son secundarios en la práctica analítico-existencial). En la descripción
del modelo humanista que sigue a continuación me he remitido a Carl Rogers. Según
mi opinión, él es el defensor de la vida dentro de las corrientes psicoterapéuticas. Viktor
Frankl puede ser denominado defensor del espíritu. Esto hace tal vez más clara la
diferencia central en la antropología de ambos paradigmas, la que se explica en el
esquema siguiente:

YO TU/
Entelequia ELLO
YO =determinación,
“programación”,
“semilla”, impulso al desarrollo Múltiple en Múltiple en
Capacidades posibilidades

Paradigma Humanista Paradigma Existencial

= Autoactualización = Respiración dialógica con el mundo


(Apertura al desarrollo-el mundo es usado (Apertura en el input y output)
para su posibilitación) = Efecto recíproco: fecundar y ser fecundado
por el mundo (la semilla viene también a mí)

Autenticidad = a partir de mí mismo, lo Autenticidad = en concordancia conmigo y


menos influenciado posible las situaciones (TÚ/ELLO)
desde fuera = sentir

= Auto-congruencia como = Conciencia como percepción de lo correcto


coincidencia con la sensación corporal en la situación.
organísmica → No desplegar todo lo que hay en mí, sino
dar la mejor respuesta en la situación

Fuerza de desarrollo proviene de la Fuerza de enfrentamiento


existencia vital, tiene carácter pulsional (decisiones, responsabilidad, tomas de
(determinante) posición) es de origen espiritual, la vitalidad
es sólo la base (no determinante)

→ Libertad ≈ limitada, nada esencial → Libertad y decisión = constitutivo de la


para la existencia, sino ±
persona y la existencia, la logra sólo en
sólo afirmación o negación
del impulso, exigencia y su completitud
dar curso o inhibir el
desarrollo

12
= Paradigma del desarrollo de = Paradigma de la realización en el otro
predisposiciones (el encuentro no está supeditado a la meta del
(el encuentro se necesita para el desarrollo) desarrollo; está por sí mismo)

ð Autorrealización ð Realización del sentido


mediante la apertura de la “sabiduría mediante el descubrimiento del “llamado” de
organísmica” como esencia del ser humano la situación (del “mundo”)
(Yalom)

La confianza en la naturaleza es constitutiva Toma de posición y acto son constitutivos de


de la existencia la existencia
ð Autodescubrimiento (Yalom) ð Autocreación (Yalom)

Método: empatizar + reflejar Método: empatizar + confrontar


Sin entregar proposiciones, ideas, Entregar proposiciones, ideas externas y dejar
instrucciones desde fuera, confianza en la tomar posición (“llamar” a la persona,
“sabiduría organísmica” “despertarla” a la realización de la existencia)

Rogers representó más los contenidos de la Frankl representó más los contenidos de la
2ªMF: cercanía, calidez, relación, empatía, 4ªMF: búsqueda de sentido y realización,
sentirse, valor de la vida – también en el otro. responsabilidad, construcción del futuro.
En segundo plano: 1ªMF: razón, cognición, Y parcialmente los de la 3ª MF: libertad,
materialidad, planes, estructura. 3ªMF: conciencia, voluntad y ser persona2
confrontación, diferenciación, conciencia,
voluntad, libertad, ser persona, comprender, Hoy: por primera vez de la 1ªMF a la 4ªMF
respeto. 4ªMF: sentido, construcción del en relación equilibrada.
futuro, llamado de la situación.

En el encuentro grupal el método puede En la autoexperiencia grupal siempre se


volverse desconsiderado cuando se trata considera a los otros: ¿Qué puedo decirle que
exclusivamente del desarrollo de la él pueda tomar? (cuando a ti te va mal por mi
organísmica propia. causa, también a mí me va mal –
“nosotredad”)

El paso del paradigma humanista al existencial puede ser comparado con el paso de la
mecánica newtoniana a la teoría de la relatividad. En el AE todo es relación pura; ya
no hay nada prefijado, todo está en el flujo y consiste en efectos recíprocos.
Esta forma de pensar es la mayoría de las veces difícil para el principiante, debido a que
no estamos ejercitados en ella (a diferencia de los budistas zen, para quienes esta forma
de pensar es la usual).

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De la 3ªMF falta la comprensión, el encuentro, el valor personal. Es típico de la forma de pensar
existencial que lo esencial en la vida depende del sujeto. El sentido no es simplemente entregado, él
debe ser buscado y exige una apuesta personal. La persona puede no encontrarlo a pesar de toda la
confianza en la sabiduría de la naturaleza y de la sensación organísmica (es probablemente la tragedia
de la vida y un peligro constante, ¡también culpa!). Lo que el ser humano es en esencia, lo es a través de
sus propias decisiones y acciones.

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Comprender y Explicar en la Psicoterapia

¿Qué es comprender y explicar?

Comprender = reconocer algo en su contexto, de manera que su esencia se haga


visible. Comprender significa, conocer las razones movilizadoras,
reconocer el significado subjetivo, a través del cual se hace accesible el
contexto de vida subjetivo.
Resultado: En la mirada está la persona y, con ella, lo libre, lo único.
La forma de proceder del paradigma comprensivo es fenomenológica → Los pacientes
también deben aprender esta vía de acceso a sí mismos (Por ejemplo, AEP).

Explicar = describen aquellos contextos causal-genéticos que existen


obligatoriamente entre A y B. Revelan la causa y las condiciones que han
conducido a un efecto y a la base de los cuales existe una regularidad de
los hechos. El caso particular es clasificado en esta regularidad (general) y
explicado a través de ella. Por lo tanto, explicar significa: referir un suceso
a una regla o a una regularidad, con ello a algo general.
⇒ tener una explicación ≠ afirmación sobre la veracidad, sino sólo que el suceso fue
referido a un principio de acción/ ley general y así el fenómeno individual entra un
conjunto.

Resultado: En la mirada está el contexto determinante y, con ello lo no-libre


(apersonal).
El procedimiento del paradigma explicativo es el experimento y la elaboración de
teorías → Los pacientes también deben aprender lo siguiente: vivir experimentando y
revisar en la experiencia sus teorías subjetivas (sobre la vida y la enfermedad).

Relación entre comprender y explicar en psicoterapia


Desde el punto de vista del AE, en la psicoterapia son ambos importantes (explicar y
comprender) – en el comportamiento psíquico-espiritual existen ambos. En la medicina y
la psicología universitaria tradicional sólo juega un rol el explicar.
Las explicaciones son importantes para que el paciente pueda reconocer mejor las
condiciones en las que se encuentra. → Aclara las regularidades, por ejemplo, de un
ataque de pánico, muestra la materialidad obligatoria, lo pone en el piso de la realidad.
Resultado:
⇒ da apoyo, alivia (¡no es sólo el propio fracaso, sino que hay leyes generales!), logra
distancia, libera de las falsas autoatribuciones (“ ahora tengo otra vez gripe, porque soy
un fracasado...”), promueve la confianza en la terapia, es un punto central de la
consejería.
El proceder comprensivo es importante para aclarar el manejo de las condiciones de la
existencia, lograr espacio a la persona y fortalecerla.
Resultado:
⇒ da libertad a la persona, la acerca hacia sí misma, le permite ser concreta y sí misma,
etc.
La terapia requiere el paso cambiante entre el explicar y el comprender. Por ejemplo,
que le aclaremos a los pacientes las condiciones bajo las cuales una persona se deprime,
cuando por ejemplo no ha vivido el duelo de una pérdida, reprime su vida (no puede

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vivir su agresión, su alegría de vivir...). → pero luego ir siempre al comprender: “¿Por
qué Ud. no se toma el tiempo? ¿A qué se debe en su caso?” La actitud de saber cambia
ahora a la de no-saber.

Desde la perspectiva del AE es un error intentar explicar el comportamiento de


manera personal (porque yo me he decidido así) y también el vivenciar (porque yo, por
ejemplo, sufro por algo) → Se disuelve a la persona, porque se la remite a lo general,
fijo y determinado.

El peligro en el AE como una orientación primariamente comprensiva: que


expliquemos demasiado poco. Permanecer demasiado en el sentir y en la aceptación
blanda, quedarse muy retraídos y en modo de pregunta. Entonces falta la columna
vertebral, el anclaje con la realidad dura, la estructura de la terapia puede diluirse. En el
comprender se requiere del encuentro verdadero, el interlocutor resistente y, además, la
explicación de los contextos fácticos.

Peligro del explicar: Falta de relación. Puede ser también una defensa del terapeuta,
quien no soporta el problema y se mantiene distanciado mediante explicaciones
materiales para no tener que sentirlo él mismo.

Las psicologías pueden ser divididas básicamente, de acuerdo a su foco central, en


psicologías comprensivas y explicativas (Karl Jaspers):
Psicoterapias comprensivas son, por ejemplo, AE, terapia conversacional, Gestalt.
Psicoterapias explicativas son, por ejemplo, psicoanálisis, terapia conductual y
psicología cognitiva.

Diferencia entre causa y motivo

La causa determina el efecto, el motivo posibilita una consecuencia.

La Causa es un origen obligatorio de un efecto.


Por ejemplo activación de un reflejo como el llorar al picar cebolla.

El motivo es razón de para una decisión, que trae consecuencias consigo. Entre el
estímulo y la consecuencia no hay una cadena causal determinante, obligatoria o
forzada, sino una libre decisión.
Por ejemplo, al llorar por una noticia triste, la persona está de por medio. Ella vivencia
su llorar como un “querer”, no como un “deber”.

Esta diferenciación entre causa y motivo tiene implicancias en la comprensión de los


trastornos psíquicos: ¿Son ellos consecuencias obligatorias, frente a las que la persona
no puede hacer nada, o tiene la persona con su libre albedrío una posibilidad de
influencia y construcción? – ¿Es el ser humano sólo víctima de las circunstancias y
psicodinámica o co-constructor en su vida? – Nuevamente se trata de la propuesta
original de la LT/AE de Frankl, del pandeterminismo o del reduccionismo. En el
siguiente ejemplo se ve cuán diferenciada y ramificada es esta pregunta, y cuánto afecta
la comprensión del tratamiento y el valor personal.

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Introducción a la Teoría de la Motivación
Definición y aclaración del concepto: ¿Qué es una
“motivación”?
Motivación = “Motor” – “¿Qué me pone en movimiento?“ (lat. movere)
= Lo que acontece, el proceso, lo que es motivado por algo movilizador
(= motivo).
Motivo = El elemento movilizador.
Definición:

La totalidad de aquellas fuerzas que movilizan el


comportamiento humano y determinan su orientación.
En psicología se entiende motivación como fuerza de movimiento + dirección de
movimiento hacia una meta definida.
Por ello, en la teoría de la motivación se trata del cruce entre ser movido internamente
(fuerzas) y sucesos externos (estímulos, motivos de acción). → A través de la
motivación tenemos una entrada al ser humano. A través de ella la persona es
influenciable y comprensible.

Pregunta: ¿Existe una desmotivación? – Sí, en el fondo se trata de una modificación de


la motivación en relación a la antigua motivación, por ej. aprender algo. Un miedo
desmotiva a alguien a aprender, pero entonces se hace algo distinto. Con un análisis
exacto se concluye:
En el fondo el ser humano está siempre motivado por algo, aun cuando éste no
haga nada, porque para él siempre se trata de algo, porque él siempre hace o deja de
hacer algo y con ello siempre hay detrás una decisión.
a) motivos psíquicos:
• Motivos por déficit (como “pulsiones carenciales” se considera exigencias,
ansias, necesidades como el hambre, sexualidad; envidia, celos, ambición...)
• Motivos por exceso (como “pulsiones de sobrecarga” se considera el impulso de
abreacción3, placer funcional, impulsos de movimiento, por ej. rabia, enojo,
alegría, amor,...)
• Motivos de protección (pulsiones protectoras como agresión, cuando es usada
para defenderse, etc., huída, reflejo de posición de muerto; todas las reacciones
de coping pertenecen a este grupo)
b) Motivos personal-existenciales (espirituales):
• Los contenidos de las 4 Motivaciones Fundamentales (MF): el anhelo por la
verdad, valor, justicia/ autenticidad, sentido. En las 4 MF se trata de la
consecución, mejoramiento (aumento) y conservación (protección) del valor.
7. Esta subdivisión entre motivos psíquicos y existenciales puede servir como
clasificación básica para las preguntas de la teoría de la motivación: “¿Qué moviliza
al ser humano?”

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Término psicoanalítico para indicar una descarga de emociones o afectos por recuerdos reprimidos

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Motivaciones psíquicas y personal-existenciales

Psíquicas Noéticas
Por ej.
Por ej.: Metas;
necesidades; Atracción + lo que considero
Fuerza Empuje dirección correcto, lo que
El látigo de la “Imán”
“conciencia pulsional
ser atraído valorativo deseo; valores,
sucia”; ser empujado que se expresan
Afán de
en deseos
reconocimiento
TENDENCIA
(= características de
personalidad)
Nivel experiencial: poderoso, apremiante, libre, “corresponde a lo que
obligatorio, “ciego”, soy”, responde
“necesito”. concretamente a un valor.
Me toca en lo pulsional en lo Me toca en lo valórico en lo
que me concierne a mí, a la que concierne a los otros. En
satisfacción de mi deseo. realidad, a nosotros

PSICODINÁMICA NOODINÁMICA

empuja en una dirección con atrae hacia un valor


amplitud de acción concreto, me centra
(como una bola de billar)
conduce a una generalidad, conduce a un otro concreto
categoría.

Fig. 19: Presentación esquemática de la relación entre psicodinámica y noodinámica, entre el “ser
empujado” y el “ser atraído”, incluyendo la “predisposición” psíquica de la estructura de
personalidad.

Una analogía simple, en la que se ilustra la relación entre ambas dinámicas: La bencina
en el tanque (fuerza de empuje) → posibilita el movimiento del vehículo, la inclinación
del terreno → desarrolla también una fuerza constante en el auto, el destino del viaje
(interés) → da la dirección.

Psicodinámica → impulsada, ciega a la valoración propia de las cosas/ de los otros,


sirve a la conservación de la vida;
Dinámica existencial (noodinámica) → orientada a valores, decidida, personal,
centra a la persona, sirve a la construcción de la vida;
Inclinación del piso: por las características de personalidad (psicodinámica fija),
resultan reacciones del vivenciar y del comportamiento similares
a partir de experiencias diferentes.

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• Las pulsiones buscan el equilibrio (“quietud”, “satisfacción”) del déficit/ exceso –
Su sentido es la conservación de la vida (homeostasis). “El agujero en el estómago”
urge por ser “llenado”.
• La dinámica de las pulsiones trae junto con el “aquietamiento” la disolución del
propio ser – una motivación pulsional consecuente (motivación puramente
psicodinámica) trae consigo paradójicamente - porque en realidad apunta a la
conservación de la vida – el germen de la destrucción (“impulso de muerte”). El
Eros puro conduce al Tánatos. (Carmen; Asesinato edípico del padre).

Contrariamente, una motivación personal [noodinámica] conduce al mantenimiento


de la tensión. Si bien el interés en el tema puede también fatigarse, por ejemplo,
después de dos horas de lectura, pero en el fondo crece mientras más sé. – El placer
por el contrario vive de la diversidad; si hago algo frecuentemente, se genera
normalmente una adaptación (costumbre) y una baja del placer. La repetición, sin
embargo, tiene un efecto de hacer camino al nivel de la psicodinámica: la vivencia
de la agresión o de la sexualidad abre camino a otras vivencias; ocurre aquí también
un acostumbramiento, se vuelve normal, el umbral baja.
⇒ las motivaciones psíquicas y espirituales toman desarrollos diferentes.
En el juego de intercambio entre placer e intereses surge una constante fecundación
mutua. En ello consiste el óptimo humano.
• Las pulsiones buscan un “medio para un fin”. Es característico que los medios sean
intercambiables, arbitrarios; para la parte pulsional de la motivación sólo cuenta el
objetivo. Por ello, son ciegos a los valores, ciegos a los valores intrínsecos del otro,
del objeto (todo lo que sea un medio para el fin es correcto). – Debido a su ceguera
valórica los impulsos son también culturalmente ciegos (da lo mismo como coma, lo importante es
que como). Por ello son mantenedores de la vida.
• Lo Pulsional y lo valórico no son completamente independientes el uno del otro
(¡el ser humano es una unidad!) tienen en sí respectivamente uno el germen del otro.
Pero representan diferentes puntos centrales, cuya diferenciación es importante
porque a través de ella pueden ser aclarados el vivenciar y muchos problemas. Por
ejemplo, puedo sentir una necesidad pulsional por la sexualidad, la comida, el
alcohol, el no estar solo... a pesar de que no lo desee y no lo sienta correcto e incluso
vea qué daños produce. Surge también sin aprobación. → La psicodinámica tiene un
poder propio. O: Puedo considerar algo como completamente importante y valioso
pero no sentir ganas de ello en absoluto, y entonces no estoy realmente motivado a
hacerlo, por ejemplo, aprender...
⇒ En ambas dinámicas se trata de contenidos diferentes: Mantención de la vida y
goce de vivir v/s valorización intrínseca de lo otro, entregarse a algo e ir más allá de
uno mismo (auto-trascendencia).
• El carácter-de-deber: Lo pulsional empuja, nos lleva rápidamente a la zona del
“ahora debo hacer eso, por ejemplo, fumar un cigarrillo”. Sin embargo, en principio
lo pulsional está envuelto por una zona de libertad (noodinámica, personalidad). – La
noodinámica es por principio algo libre, algo hacia lo que me siento más atraído que
empujado. Ella late a través de la vitalidad del cuerpo y la psique y puede igualmente
caer en la zona del deber, donde yo vivencio algo como tan importante que
definitivamente no puedo hacer otra cosa: “¡ahora debo estar más presente para mis
hijos!” o “debo contradecirte aquí, debo interceder por ello, no puedo hacer otra cosa
(Lutero)”. Pero este debo es completamente concordante con el Yo – es mi deseo
más profundo, mi esencia, contra lo que yo no puedo/ no quiero/ no tengo permitido/
no debería ir ⇒ Este debo es, paradójicamente, mi libertad genuina.

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Concepto de motivación de algunas escuelas psicoterapéuticas

Hemos dicho que motivación es el conjunto de aquellas fuerzas que determinan el


comportamiento humano. Y también: En la teoría de la motivación se trata del modo
en que se cruzan las conmociones internas con situaciones movilizadoras externas (=
motivos). De ello resulta como factor motivacional la tensión vivenciada entre un
estado actual (estado-es) y una meta deseada. Debido a que la comprensión de la
motivación de una orientación psicoterapéutica describe una entrada específica al ser
humano, un análisis de los factores motivacionales entrega una interesante mirada de la
visión de hombre respectiva . Aquí debe ser mostrado de manera simplificada y
esquematizada:

Estado Actual Meta


(Disposición motivacional por ...) (Dinámica de la motivación)

Terapia conductista Carencia Éxito, recompensa

Psicoanálisis Energía pulsional (libido) Placer


(Freud)

Psicología Necesidad de valoración Poder


individual (sentimiento de inferioridad) (Sentimiento de superioridad)
(Adler)

Psicoterapia Necesidad de autoactualización y Auto desenvolvimiento


conversacional crecimiento (congruencia)
(Rogers)

Logoterapia Incompletitud de las situaciones Realización del sentido


(tarea) (contexto constructivo)

Análisis Existencial Inserción del ser humano en una Aprobación y realización interna
realidad cuádruple + su A través de la apertura e
transformación incesante (del intercambio dialógico con las
mundo, la vida, la persona, la cuatro estructuras fundamentales de
situación) la existencia (seguridad, vida y
crecimiento, llegar a ser persona,
sentido)

El AE actual no ve sólo una fuerza como fuerza motivacional básica, a partir de la cual
se desprende todo (como por ejemplo el sentido en Frankl o la libido en Freud). La
motivación es concebida como compleja, entretejida. Vemos cuatro fuerzas que se
encuentran a al base de la motivación. También Grawe (1998) es de la idea que tal
pretensión de referir la motivación a una fuerza (¿por qué una?) conduce a un
reduccionismo de esta diversidad en el ser humano (en: Psicoterapia Psicológica).

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