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Curso

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Curso: Lenguaje Incluyente Libre de Estigma y Discriminación para prestadores de

servicios de salud.
Este curso virtual dado por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del
VIH y el SIDA (CENSIDA) surge como respuesta a la necesidad de contar con
personal de salud sensibilizado con conocimiento en la existencia y el uso del
lenguaje incluyente, no sexista y libre de estigma y discriminación. Para con ello
pueda mejorar sus prácticas profesionales y asegurar la permanencia en el
continuo de la atención en temas de VIH, VHC y otras ITS.
Los participantes deberán realizar las lecturas y los ejercicios de práctica en cada
módulo, así como aprobar la evaluación global con una calificación mínima del
80%
Los participantes que concluyan de manera exitosa el curso obtendrán su
constancia.
Módulo 1. Principios normativos de los derechos humanos, los derechos sexuales
y los derechos reproductivos.

Conocer sobre: Derechos humanos, Marco jurídico en nuestro país, Organismos


autónomos protectores, Derechos sexuales y reproductivos. <- La importancia de
su reconocimiento como derechos humanos básicos.
Objetivo
Aprender la fundamentalidad e importancia de los derechos humano -> Garantizan
nuestro bienestar y desarrollo -> Sana convivencia en la sociedad -> Respeto a
cada persona sin ningún tipo de discriminación por origen nacional, étnico, lengua,
orientación sexual o cualquier otra condición -> Tanto en los espacios públicos
como en los privados y no admite excepciones bajo ninguna circunstancia.
Introducción
La violencia es considerada un problema de salud pública en México: Daña la vida
e impide el disfrute de los Derechos Humanos
Grupos Vulnerables: Mujeres, Niños, niñas y adolescentes, Personas de la
diversidad sexual, Personas que viven con VIH, VHC o alguna ITS, Personas que
consumen sustancias.
Encuesta Nacional sobre Discriminación del 2017 (ENADIS)
35.9% de la población muestra rechazo a las personas por vivir con VIH o SIDA.
56.6% no está de acuerdo con que alguno de sus hijos se casara con una persona
por la misma razón de vivir con VIH o SIDA. 34% de la población encuestada
considera que siempre es un riesgo convivir con personas con VIH o SIDA.
La violencia hacia las personas por cualquier índole o característica que pueda
aparentar una diferencia encuentra su expresión en el ámbito privado, en el
contexto laboral, escolar e institucional. Por lo que es importante su visualización y
denuncia para erradicarla, siendo necesario sensibilizar a la población y a los
servidores públicos de todos los ámbitos, así como generar acciones que permitan
garantizar el conocimiento, defensa y ejercicio de su derechos humanos.
Derechos humanos
Son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana. Resultan
indispensables para el desarrollo integral de las personas. Son inherentes a todos
los seres humanos.
Se encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional: Constitución política,
tratados internacionales y leyes y normativas.
Se deben garantizar en condiciones de igualdad y no discriminación: La no
discriminación es un principio transversal. Se complementa con el principio de
igualdad.
Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
En el ámbito internacional se han observado grandes avances: Igualdad entre los
géneros. Las protecciones contra la violencia frente: A la discriminación basada en
la orientación sexual o la identidad de género.
Principios
La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran obligadas todas
las autoridades se rige por los principios: Universalidad, Interdependencia,
Indivisibilidad, Progresividad.
Principio de universalidad: Todas las personas son titulares en todos los derechos
humanos. Dicho Principio se encuentra estrechamente relacionado a la igualdad y
no discriminación.
Principio de Interdependencia: Cada uno de los derechos humanos se encuentran
ligados unos a otros de tal manera que el reconocimiento de uno de ellos, así
como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y protejan múltiples
derechos que se encuentran vinculados.
Principio de Indivisibilidad: No pueden ser fragmentados sea cual fuere su
naturaleza. Cada uno de ellos conforma una totalidad, de tal forma que se deben
reconocer, proteger y garantizar de forma integral por todas las autoridades.
Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado para asegurar el
progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al mismo tiempo
implica una prohibición para el Estado respecto a cualquier retroceso de los
derechos. El Estado debe proveer las condiciones óptimas de disfrute de los
derechos y no disminuir ese nivel logrado.
Obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos.
La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de
interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos.
La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los
derechos humanos contra individuos y grupos.
La obligación de realizarlos significa que los Estados deben optar medidas
positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano
individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos también
debemos respetar los derechos humanos de los demás
Marco Jurídico de los derechos humanos
Reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011, la
Constitución sufrió diversas modificaciones en 11 artículos destacando la
modificación del Título Primero, Capítulo Primero: “De las Garantías individuales”
para quedar como “De los Derechos humanos y sus Garantías”. El Estado
Mexicano se suma a los tratados internacionales de los Derechos Humanos. No
existen niveles ni jerarquías pues todos tienen igual relevancia.
Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos. Reforma constitucional en
materia de Derechos Humanos.
Las personas que se encuentren dentro del territorio nacional puedan gozar
siempre de la protección más amplia que puedan otorgar estas herramientas
jurídicas en su conjunto.
Clasificar los derechos humanos como: Civiles, Económicos, Sociales, Culturales,
Ambientales.
Derechos Sexuales y Reproductivos
Derechos humanos universales basados en: Libertad, dignidad, igualdad.
Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser
un derecho humano básico.
Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y
las sociedades, los derechos sexuales deben ser reconocidos, promovidos,
respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios.
Los derechos reproductivos
Derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y
responsablemente el número de hijos e hijas. El espaciamiento de los nacimientos
y a disponer de la información y de los medios para ello. Derecho a alcanzar el
nivel más elevado de salud sexual y reproductiva.
Así como adoptar decisiones relativas a la reproducción sin: Sufrir discriminación.
Coacciones o violencia. En conformidad con lo establecido en los documentos de
derechos humanos.
La bioética es una herramienta indispensable para discutir acuerdos éticos
mínimos ante situaciones complejas en el ámbito de la salud sexual y
reproductiva.
Autonomía: Respeto a la capacidad del individuo para actuar libremente y tomar
decisiones conforme a sus convicciones y creencias, teniendo como límite el
derecho a terceros.
Beneficencia: Acción fundamental en la prestación de servicios de atención
médica que tiene como finalidad el bien de los otros y el respeto a sus derechos
fundamentales como principio de actuación en su responsabilidad profesional.
No maleficiencia: Implica evitar o reducir al mínimo los riesgos y daños a los
derechos básicos de los individuos.
Justicia: Acceso sin objeción a los derechos fundamentales de la persona, a los
servicios de atención a la salud, a los tratamientos y a la distribución equitativa de
los derechos destinados a la prestación del servicio.
No discriminación: Ninguna persona por razones de orientación sexual, identidad
de género, etnicidad, religión o cualquier otra que atente contra su condición
humana puede ser sometida a un trato desigual, al menos que existan
fundamentos objetivos razonables
Confiencialidad: El personal de los servicios de atención médica se abstendrá de
divulgar la identidad o datos personales de las personas atendidas en términos de
lo establecido por la legislación aplicable.
Conclusiones
Derechos humanos. Pilar central de las garantías individuales, garantizan el
desarrollo integral y el aumento del bienestar de los seres humanos
El Estado como responsable de defender y hacer valer y crear políticas públicas
en un marco de legalidad con respecto a la normativa.
Su respeto y cumplimiento no es un acto de buena fe o una recomendación, existe
un marco normativo que sustenta y garantiza la prevención del estigma y la
discriminación, así como el castigo de los actos y prácticas que menoscaben o
entorpezcan el libre desarrollo de las personas.
El ser sujetos con derechos conlleva a estar comprometidos a adquirir las
obligaciones de las personas, tienen límites en donde comienzan los derechos de
los otros.
Los derechos humanos son garantías inherentes de los seres humanos por
derecho de nacer. Sin distinción alguna y con igualdad.
El Derecho internacional de lo DDHH establece las obligaciones y orientaciones
del cómo los gobiernos deben promover y proteger las garantías y libertades de
las personas
Los DDHH no solo incluyen derechos sino también conllevan obligaciones.
Respetarlos, protegerlos y realizarlos.
Su aplicación se rige por los principios: Universalidad, Interdependencia,
indivisibilidad y progresividad.
Módulo 1 – Lección
1 introducción
La violencia es considerada un problema de salud pública en México. Su magnitud
y consecuencias daña profundamente la vida e impide el disfrute de los derechos
humanos, siendo afectados en mayor medida aquellos grupos, personas que viven
con VIH, VHC, alguna ITS, consume sustancias entre otros. México ha avanzado
mucho desde las últimas décadas del siglo pasado en el control de su población
por medio de la planificación familiar ya que en 1970 la población se calculaba en
50 millones de personas y el crecimiento anual era de 3.4% por lo que se
proyectaba que en año de dos mil nuestro país contaría con 132 millones de
habitantes (Alba-Hernández, 2015). Sin embargo, las políticas de planeación
familiar han sido particularmente efectivas, de modo que en el Censo General de
Población de 2010 se registró una población de 112.4 millones de habitantes
(Espinosa, 2016)
A pesar de ello, México sigue siendo un país donde la opresión de las mujeres
sigue presente. En los últimos 15 años, de 2000 a 2014, el número de las mujeres
asesinadas en México asciende a 26,267, que en promedio significa 5.1
feminicidios por día. Del 2000 al 2014 la cantidad de los homicidios anuales se
duplicó al pasar de 1,284 a 2,349, según el INEGI (LEONEL, 2019). “Los
asesinatos de mujeres derivan en un patrón cultural y menos al fenómeno de la
violencia social por el crimen organizado”, asegura el INEGI (LEONEL, 2019). La
conclusión es alarmante y habla de una sociedad machista que no respeta la vida
de las mujeres (Aguilar,2016). Por otra parte, la violencia de género en contra de
las mujeres es alarmante ya que resulta- dos de la Encuesta Nacional sobre la
Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Mujeres, 2011), realizada por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Instituto Nacional de las
Mujeres (INMUJERES), muestran que en México 47% de las mujeres de 15 años
y más sufrió algún incidente de violencia por parte de su pareja durante su última
relación. Asimismo, a 14 de cada 100 mujeres en México su pareja la ha
golpeado, amarrado, pateado, tratado de ahorcar, asfixiar, o agredido con un
arma. Además, a 7.3% les han exigido o les han obligado a tener relaciones
sexuales sus propias parejas, sin que ellas quieran, o las han obligado a hacer
cosas que no les gustan.

Sin embargo, no sólo las mujeres son víctimas de la violencia de género. Aunque
se visibiliza mucho más este problema, la violencia contra los hombres también
existe y debe ser estudiada y remediada. Como se señala en el estudio “Varones
víctimas de violencia doméstica: un estudio exploratorio acerca de su percepción y
aceptación”, realizado en México en 2009, “La violencia doméstica ejercida por las
mujeres en contra de los varones es hoy por hoy una realidad, existe, y debemos
reaccionar frente a ello. Ciertamente, los registros indican una muy superior cifra
de mujeres víctimas, lo que es terrible y vergonzoso, cosa que nadie puede negar,
pero el ser menos numéricamente no debería significar importar menos” (Trujano,
2009).

Otras cuestiones que afectan particularmente a la salud de los varones son los
diversos “imperativos de género” que construyen masculinidades estereotipadas,
según las cuales para ser más hombre hay que beber alcohol y/o consumir
drogas, manejar más rápido, atreverse a hacer cosas arriesgadas, tener
relaciones sexuales de manera indiscriminada o con personas trabajadoras
sexuales, no protegerse por medio del uso correcto y consistente del condón, y
demostrar continuamente que se es “muy macho”. Como señala Patricia Tucker
“El cliché de la virilidad tradicional es un elemento de autodestrucción. Los
imperativos de la virilidad, la máscara que tiene que llevar constantemente, las
pruebas de hombría que tiene que darse a sí mismo, el deber de alcanzar la
cumbre de su ideal” (Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2017).

El ideal del que habla Tucker es inalcanzable, pero no por eso hay que dejar de
pasar el examen de machismo todos los días, lo cual puede ser, además una
fuente de estrés e insatisfacción generadores de violencia.

La violencia de género incluye también a las personas que no cumplen con los
imperativos de la heteronormatividad, las personas de la diversidad sexual
LGBTI+, quienes tienen mayor riesgo de ser víctimas de violencia homofóbica,
como lo muestra el Informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos sobre violaciones a los derechos humanos y delitos cometidos por
homofobia, mismo que cuantifica 162 homicidios cometidos por homofobia en el
período comprendido entre 1998 y 2008, mientras que una investigación posterior
de la CNDH, que abarca los años 2009 a 2012, encontró 99 homicidios por el
mismo motivo (CNDH,2017). Asimismo, existen datos que indican que 2013 a
2018, fueron asesinadas 473 personas por motivos relacionados a la orientación
sexual o identidad de género real o percibida de las víctimas (Letra S, 2019).

En el ámbito de la salud, la Encuesta sobre Discriminación por motivos de


Orientación Sexual e Identidad de Género de 2018, reporta que los grupos de la
diversidad sexual experimentan con frecuencia situaciones de discriminación
durante la atención médica debido a su orientación sexual o identidad de género,
como actitudes humillantes y violentas antes o durante la consulta, utilización de
pronombres incorrectos, referirse a su orientación sexual o identidad de género
como una enfermedad, negación de medicamentos, entre otras.

De igual forma se muestra en Encuesta Nacional sobre Discriminación del 2017


(ENADIS) que el 35.9% de la población mostraría rechazo a las personas por vivir
con VIH o sida y que el 56.6% no estaría de acuerdo con que alguno de sus hijos
se casara con una persona por la misma razón de vivir con VIH o sida y por último
la encuesta nos arroja que el 34% de la población encuestada considera que
siempre es un riesgo el convivir con personas con VIH o sida.

La violencia hacia las personas por cualquier índole o característica que pueda
aparentar una diferencia encuentra su expresión en el ámbito privado, en el
contexto laboral, escolar, institucional, por lo que es necesaria su visualización y
denuncia para erradicarla, siendo necesario sensibilizar a la población y a los
servidores públicos de todos los ámbitos, así como generar acciones que permitan
garantizar el conocimiento, defensa y ejercicio de sus derechos humanos.
2. Objetivo
El objetivo de este módulo es que puedas aprender la fundamentalidad e
importancia de los derechos humanos ya que garantizan nuestro bienestar y
desarrollo, así como la sana convivencia en la sociedad, pues implican el respeto
a cada persona sin ningún tipo de discriminación por origen nacional, étnico,
lengua, orientación sexual o cualquier otra condición, tanto en los espacios
públicos como en los privados y no admite excepciones bajo ninguna
circunstancia.
Se revisará el concepto de derechos humanos, el marco jurídico en nuestro país y
los organismos autónomos protectores, pues todas las autoridades en el ámbito
de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar y proteger los
derechos humanos consignados en favor del individuo.
De igual forma se conocerá sobre los derechos sexuales y reproductivos y la
importancia de su reconocimiento como derechos humanos básicos para
favorecer condiciones de igualdad, así como para prevenir y erradicar la violencia
en esferas tan importantes en la vida de las personas como son la sexualidad y la
reproducción.
3. Derechos humanos
Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la
dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo
integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido
dentro del orden jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados
internacionales y las leyes.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o
étnico, religión, lengua, condición de salud, identidad o expresión de género,
orientación sexual o cualquier otra condición o característica. Todos tenemos los
mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y


garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.

El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que


tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de
abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger
los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

El respeto hacia los derechos humanos de cada persona es un deber de toda la


sociedad. Todas las autoridades en el ámbito de sus competencias tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos
consignados en favor del individuo.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en
determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo,
se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que
una persona es culpable de haber cometido un delito.

Los derechos humanos deben garantizarse en condiciones de igualdad y no


discriminación: La no discriminación es un principio transversal en el derecho
internacional de derechos humanos. Está presente en todos los principales
tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas
convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965), la Convención
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer,
CEDAW por sus siglas en inglés (1979), así como la Declaración internacional de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “Derechos humanos, orientación
sexual e Identidad de género”.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos
y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no
exhaustiva de categorías tales como sexo, género, orientación sexual, condición
de salud y así sucesivamente. El principio de la no discriminación se complementa
con el principio de igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos”.

En el ámbito internacional se han observado grandes avances hacia la igualdad


entre los géneros y las protecciones contra la violencia para todas las personas
frente a la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)


(1966), establece la prohibición de toda discriminación en lo referente al acceso a
la atención de la salud y los factores determinantes básicos de la salud, así como
a los medios y derechos para conseguirlo, por motivos de orientación sexual.

El 26 de marzo del 2007 fueron presentados los Principios de Yogyakarta ante el


Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, elaborados a petición de
Louse Arbour, ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, a un grupo de expertos internacionales en la materia. Este documento,
recopila 29 principios universales, entre los que se encuentran: el derecho al
disfrute del más alto nivel posible de salud, la Protección contra abusos médicos y
el derecho a formar una familia; que buscan generar estándares jurídicos
internacionales obligatorios para los estados. ((ICJ), 2007)
3. Derechos Humanos
3.1 Principios
La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran obligadas todas las
autoridades se rige por los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad (CNDH, 2020).

 Principio de la universalidad. Todas las personas son titulares de todos los


derechos humanos. Dicho principio se encuentra estrechamente relacionado a la
igualdad y no discriminación. No obstante, para lograr la igualdad real se debe
atender a las circunstancias o necesidades específicas de las personas.

 Principio de Interdependencia: Consiste en que cada uno de los derechos


humanos se encuentran ligados unos a otros, de tal manera que el reconocimiento
de uno de ellos, así como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y
protejan múltiples derechos que se encuentran vinculados.

 Principio de Indivisibilidad: Implica que los derechos humanos no pueden ser


fragmentados sea cual fuere su naturaleza. Cada uno de ellos conforma una
totalidad, de tal forma que se deben reconocer, proteger y garantizar de forma
integral por todas las autoridades.

 Principio de interdependencia e indivisibilidad: Todos los derechos humanos,


sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la igualdad
ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y
culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los
derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre determinación,
todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance
de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un
derecho afecta negativamente a los demás.

 Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado para asegurar


el progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al mismo
tiempo, implica una prohibición para el Estado respecto a cualquier retroceso de
los derechos. El Estado debe proveer las condiciones óptimas de disfrute de los
derechos y no disminuir ese nivel logrado.

3.2 Obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las
obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar
los derechos humanos.

La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el


disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos.

La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos
humanos contra individuos y grupos.

La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para
facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como
debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los
derechos humanos de los demás.

4 Marco jurídico de los Derechos Humanos


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Reforma Constitucional en
Materia de Derechos Humanos
A raíz de la Reforma Constitucional en materia de derechos humanos de junio de
2011, la Constitución sufrió diversas modificaciones en 11 artículos destacando la
modificación del Título Primero Capítulo Primero, que históricamente se
denominaba de “De las Garantías Individuales” para quedar como “De los
Derechos Humanos y sus Garantías”.
Mediante esta reforma el Estado Mexicano modifica el abordaje general dentro de
todo el territorio nacional dejando atrás la corriente ideológica por medio de la cual
el Estado otorgaba garantías para la realización de derechos subjetivos dirigidos a
tutelar la igualdad, las libertades, la seguridad jurídica, las prerrogativas sociales y
el patrimonio de las personas; a una visión más amplia, en la que se reconocen a
toda la población los derechos humanos que se encuentran en orden jurídico
mexicano, sumándose los tratados internacionales que han sido firmados y
ratificados por el Estado Mexicano. Esta incorporación de los tratados
internacionales en materia de derechos humanos al bloque constitucional tiene
como consecuencia que las personas que se encuentren dentro del territorio
nacional puedan gozar siempre de la protección más amplia que puedan otorgar
estas herramientas jurídicas en su conjunto.
Los Derechos Humanos han sido clasificados atendiendo a diversos criterios, así
podemos encontrar clasificaciones que atienden a su naturaleza, al origen,
contenido y por la materia a la que se refieren. Con un propósito pedagógico han
sido clasificados en tres generaciones, esto en función al momento histórico en
que surgieron o del reconocimiento que han tenido por parte de los Estados. Es
conveniente indicar que el agrupamiento de los derechos humanos en
generaciones no significa que algunos tengan mayor o menor importancia sobre
otros, pues todos ellos encuentran en la dignidad humana el principio y fin a
alcanzar. Así entonces, en la primera generación fueron agrupados los derechos
civiles y políticos, en la segunda generación los derechos económicos, sociales y
culturales y en la tercera generación se agruparon los que corresponden a grupos
de personas o colectividades que comparten intereses comunes.
Actualmente es mayormente aceptado clasificar los derechos humanos
únicamente en civiles, económicos, sociales, culturales y ambientales.
Es importante decir que dentro del conjunto de derechos humanos no existen
niveles ni jerarquías pues todos tienen igual relevancia, por lo que el Estado se
encuentra obligado a tratarlos en forma global y de manera justa y equitativa, en
pie de igualdad y dándoles a todos los mismos pesos.
A continuación, se mencionan una serie de Derechos Humanos mismos que
deben ser gozados y ejercidos por todas las personas:
Derecho a la igualdad y prohibición de discriminación, Igualdad entre mujeres y
hombres, Igualdad ante la ley, Libertad de la persona, Derecho a la integridad y
seguridad personales, Libertad de trabajo, profesión, industria o comercio, Libertad
de expresión, Libertad de conciencia, Libertad de imprenta, Derecho a la libertad
de tránsito y residencia, Libertad de asociación, reunión y manifestación, Libertad
religiosa y de culto, Derecho de acceso a la justicia, Derecho a la irretroactividad
de la ley, Derecho de audiencia y debido proceso legal, Principio de legalidad,
Seguridad jurídica en materia de detención, Seguridad jurídica para los
procesados en materia penal, Derechos de la víctima u ofendido, Seguridad
jurídica en las detenciones ante autoridad judicial, Seguridad jurídica respecto de
la imposición de sanciones y multas, Seguridad jurídica en los juicios penales,
Derecho a la inviolabilidad del domicilio, Derecho a la inviolabilidad de
comunicaciones privadas, Derecho a la propiedad, Derechos sexuales y
reproductivos, Derecho de acceso a la información, Derechos a la protección de
datos personales, Derecho de petición, Derecho a la ciudadanía, Derecho a la
reparación y a la máxima protección, Derecho a la educación, Derecho a la salud,
Derecho a la vivienda, Derecho al agua y saneamiento, Derecho a la alimentación,
Derecho a un ambiente sano, Derecho a la identidad y al libre desarrollo de la
personalidad, Derechos de los pueblos y comunidades indígenas, Derechos
agrarios, Derecho de acceso a la cultura, Derecho a la cultura física y al deporte,
Derecho al trabajo, Derecho en el trabajo, Derecho a la seguridad social, Derecho
de las niñas, niños y adolescentes, Derecho de las personas con discapacidad,
Derecho de las personas adultas mayores, Derecho de las personas migrantes,
Derecho a la reparación integral del daño, Derecho a la reparación por violaciones
a los derechos humanos, Derecho a la verdad, Derecho a la Reinserción Social
(CNDH,2020).
Para que los Derechos Humanos sean una realidad; el Estado Mexicano, en su
conjunto, es decir, todas las instituciones y personas servidoras públicas en el
ámbito de sus atribuciones, tienen la obligación establecida en el artículo Primero
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos de todas las personas, en condiciones
de igualdad y no discriminación, y de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad).
5. Derechos sexuales y reproductivos
La sexualidad es un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo
de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación
sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se siente y se
expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes,
valores, comportamientos, prácticas, y relaciones. Si bien la sexualidad puede
incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se experimentan o expresan
siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos,
psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos,
religiosos y espirituales.

Los derechos sexuales y reproductivos, aunque no forman parte de los treinta


derechos humanos fundamentales recogidos por la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (ONU, 1945) están estrechamente relacionados con el
ejercicio y la protección de los mismos. De hecho, hay derechos fundamentales
indispensables que coadyuvan a asegurar la salud sexual y reproductiva, por
ejemplo:

Derecho a la vida, la libertad, la autonomía y la seguridad de la persona;


Derecho a la igualdad y la no discriminación;
Derecho a no ser sometido a torturas o a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes;
Derecho a la privacidad;
Derechos al grado máximo de salud (incluida la salud sexual) y al nivel máximo de
seguridad social;
Derecho al matrimonio y a formar una familia con el libre y completo
consentimiento de ambos esposos, y a la igualdad dentro del matrimonio y en el
momento de disolución de este;
Derecho a decidir el número de hijos e hijas que se desea tener y el intervalo de
tiempo entre los nacimientos;
Derecho a la información y a la educación;
Derecho a la libertad de opinión y de expresión;
Derecho a la reparación efectiva en caso de violación de los derechos
fundamentales.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad,
dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es
un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano
básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres
humanos y las sociedades, los derechos sexuales, expuestos a continuación,
deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las
sociedades con todos sus medios.

Los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están


reconocidos en leyes nacionales, documentos internacionales sobre derechos
humanos y en otros documentos aprobados por consenso. Estos derechos se
basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a
decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas, el espaciamiento de
los nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello, así como
el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva.
También incluye el derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin
sufrir discriminación, coacciones o violencia, de conformidad con lo establecido en
los documentos de derechos humanos.

En los Estados Unidos Mexicanos existen una serie de ordenamientos jurídicos


destinados a que todas las personas, sin distinción alguna, gocemos de los
Derechos Sexuales y de los Derechos Reproductivos, los cuales, es importante
mencionar, son reconocidos como Derechos Humanos.

El estado tiene la obligación de promover, vigilar y garantizar su protección, sin


distinciones motivadas por nuestro origen étnico o nacional, género, edad,
discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, ,
orientación y expresión sexual, identidad de género, estado civil o cualquier otra
circunstancia que atente contra la dignidad humana y tenga como objeto o
resultado anular o menoscabar nuestros derechos y libertades, favoreciendo en
todo momento la protección más amplia de nuestra persona. Asimismo, tiene la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar nuestros derechos
sexuales de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad.

Las políticas públicas diseñadas e implementadas por el Estado en materia de


derechos sexuales y derechos reproductivos, deben regirse por un marco de
laicidad, de modo que se fomente la autonomía y la autodeterminación de todas
las personas y se atiendan las diversas necesidades y barreras que enfrentan las
poblaciones que históricamente han sido más vulneradas, en cuanto al goce y
ejercicio de integral de sus Derechos Humanos y en específico aquellos
relacionados a la sexualidad, también está obligado a prevenir, investigar,
sancionar y reparar las violaciones a estos derechos en los términos que la ley
establece.

La bioética se vincula con el enfoque de los derechos humanos y coadyuva a


garantizar los derechos sexuales y reproductivos, pues promueve el respeto a la
dignidad, integridad corporal, privacidad, confidencialidad, justicia, pluralidad
cultural y libertad de pensamiento, aspectos necesarios para la toma de
decisiones autónomas, responsables e informadas.

Asimismo, fomenta que, en la atención médica y la capacitación al personal en


materia de sexualidad y reproducción, se reconozca la diversidad sexo- genérica
que existe en nuestra sociedad, pues las necesidades en salud requieren de un
enfoque más amplio que el ofrecido por el modelo binario de lo femenino y lo
masculino. La bioética también participa de forma activa en los debates que
analizan los alcances y efectos del avance de la tecnología médica en el campo
de la reproducción, señalando la importancia del acceso de todos los grupos
sociales a los beneficios del progreso científico.

Así pues, la bioética es una herramienta indispensable para construir acuerdos


éticos mínimos ante situaciones complejas en el ámbito de la salud sexual y
reproductiva, con el fin de erradicar las relaciones asimétricas que pueden limitar
el proyecto de vida de los individuos y el goce pleno de su derecho a la salud.
Para orientar desde el enfoque bioético la prestación de servicios y favorecer un
trato humanizado en la atención médica, se proponen los siguientes principios:

Autonomía: Respeto a la capacidad del individuo para actuar libremente y tomar


decisiones conforme a sus convicciones y creencias, teniendo como límite el
derecho a terceros.
Beneficencia: Acción fundamental en la prestación de servicios de atención
médica que tiene como finalidad el bien de los otros y el respeto a sus derechos
fundamentales como principio de actuación en su responsabilidad profesional.
No maleficencia: implica evitar o reducir al mínimo los riesgos y daños a los
derechos básicos de los individuos.
Justicia: Acceso sin objeción a los derechos fundamentales de la persona, a los
servicios de atención a la salud, a los tratamientos y a la distribución equitativa de
los recursos destinados a la prestación del servicio.
No discriminación: Ninguna persona por razones de orientación sexual, identidad
de género, etnicidad, religión, o cualquier otra que atente contra su condición
humana, puede ser sometida a un trato desigual, a menos que existan
fundamentos objetivos y razonables.
Confidencialidad: El personal de los servicios de atención médica, se abstendrá de
divulgar la identidad o datos personales de las personas atendidas, en términos de
lo establecido por la legislación aplicable.
6. Conclusiones
La protección de los derechos humanos es de suma importancia, ya que son el
pilar central de las garantías individuales. Estos garantizan el desarrollo integral y
el aumento del bienestar de los seres humanos.
El Estado es responsable de defender, hacer valer y crear políticas públicas en un
marco de legalidad con respeto a la normativa plasmada en la Constitución
política, los tratados internacionales y leyes que buscan garantizar la seguridad de
la individualidad y la pertenencia dentro de un grupo.
Los DDHH son necesarios para garantizar y coadyuvar en el libre desarrollo
integral de las personas, así como de inferir en la percepción de bienestar
individual y grupal
Se puede concluir que el respeto y cumplimiento de los derechos humanos no es
un acto de buena fe o una simple recomendación, sino que existe un marco
normativo que sustenta y trata de garantizar la prevención del estigma y la
discriminación, así como el castigo de los actos y prácticas que menoscaben o
entorpezcan el libre desarrollo de las personas.
Sin embargo, no podemos olvidar que el ser sujetos con derechos conlleva
también el estar comprometidos a adquirir las obligaciones que de estas emanan,
lo cual hace referencia a que los derechos de las personas tienen límites en donde
comienzan los derechos de los otros.
El conocimiento de la normatividad que roda a los derechos humanos y las
garantías individuales que de esta surgen asegura el empoderamiento y la
responsabilidad del autocuidado de las personas como agentes activos en el
acceso a los servicio de salud libres de estigma y discriminación.
7. Resumen
Los Derechos Humanos son garantías inherentes de los seres humanos por el
hecho de nacer, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo,
origen nacional o étnico, religión, lengua, condición de salud, identidad o expresión
de género, orientación sexual o cualquier otra condición o característica. Todos
tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos
derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Son esenciales
para el desarrollo integral de las personas. Dichas prerrogativas se encuentran
establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tratados
internacionales y leyes.
El Derecho internacional de lo DDHH establece las obligaciones y orientaciones
del cómo los gobiernos deben promover y proteger las garantías y libertades de
las personas. Los derechos humanos se deben garantizar en condiciones libres de
estigma y discriminación; la no discriminación debe tomarse como un principio
transversal en el derecho internacional de los DDHH.
Los DDHH incluyen no solo derechos sino también conllevan obligaciones, tales
como: obligación a respetarlos, protegerlos y realizarlos. Y su aplicación se rige
por los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad
(CNDH,2020).
En junio del 2011 se realizó la Reforma Constitucional, específicamente al capítulo
antes titulado “De las Garantías Individuales” para quedar como “De los Derechos
Humanos y sus Garantías. Por el cual el Estado otorgaba garantías para la
realización de derechos subjetivos dirigidos a tutelar la igualdad, las libertades, la
seguridad jurídica, las prerrogativas sociales y el patrimonio de las personas.
Hoy en día es aceptado clasificar los derechos humanos únicamente en civiles,
económicos, sociales, culturales y ambientales. Es importante decir que dentro del
conjunto de derechos humanos no existen niveles ni jerarquías pues todos tienen
igual relevancia.
Una forma de proteger las garantías individuales y los derechos de las personas
es por medio de los mecanismos jurisdiccionales, que son un medio de control a
posteriori que pretende preservar la supremacía de la Constitución. Pueden
interponer una acción de inconstitucionalidad, como, por ejemplo, el Procurador
General de la República contra leyes federales y tratados internacionales. Dentro
de estos mecanismos podemos encontrar: El juicio de amparo, las controversias
constitucionales, acciones de inconstitucionalidad y los medios de impugnación en
materia electoral.
Otra forma de poder las garantías que otorgan los Derechos Humanos es por
mecanismos no jurisdiccionales que llevan a cabo, adicional a su labor de
protección, otro tipo de actividades como la divulgación y difusión de la enseñanza
y promoción de los derechos humanos, tratando de generar una cultura de
conocimiento en las personas respecto de los derechos que las mismas poseen, y
que así puedan defenderlos y evitar que sufran violaciones en ellos a causa de su
desconocimiento. Como por ejemplo se encuentra la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos.
Temas importantes dentro del marco normativo que incluyen a las garantías
individuales se encuentran los derechos sexuales y reproductivos. Recordemos
que la sexualidad es un aspecto central de los seres humanos; abarca el sexo, las
identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la
intimidad y la reproducción. De igual forma la sexualidad está influida por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos,
culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad,
dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es
un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano
básico.
Los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están
reconocidos en leyes nacionales, documentos internacionales sobre derechos
humanos y en otros documentos aprobados por consenso. Estos derechos se
basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a
decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas, el espaciamiento de
los nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello, así como
el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva.
8. Glosario
Discriminación
Es el trato desfavorable o de desprecio a determinada persona o grupo. El trato
diferencial por razones injustificables, prejuicios y percepción distorsionada de la
realidad. La estigmatización de características o atributos sociales.
Discriminación contra la mujer
Es la limitante en el ejercicio de los derechos y libertades de la mujer debido a
estereotipos y prácticas sexistas que desvalorizan lo femenino y a las mujeres
como grupo poblacional.
Discriminación directa
La existencia de reglas que de manera abierta estigmatizan o excluyen a
personas, lesionando así sus derechos.
Discriminación indirecta
Reglas o prácticas que en apariencia son inofensivas o neutrales, pero cuyos
efectos excluyen o lesionan derechos humanos.
Diversidad
Es el término con el que se alude a la pluralidad de culturas que existen dentro de
una sociedad y la manera en que se relacionan entre sí y con los demás. Es
además la riqueza de tradiciones, costumbres, vestimentas e incluso actividades
propias de cada uno de estos grupos que conforman a la sociedad.
Estereotipo
Prejuicios, suposiciones, actitudes y creencias que solemos tener frente a grupos
de personas, los aplicamos de manera negativa y sesgan la percepción de la
realidad.
Género
En un sentido sociocultural refiere al conjunto de ideas, creencias,
representaciones y atribuciones sociales construidas en cada cultura, tomando
como base la diferencia sexual.
Igualdad
Situación en que las personas tienen los mismos derechos y las mismas
oportunidades, ya sea en aspectos específicos o a nivel general como sociedad.
Lengua sexista
Refiere a los mensajes que, por su tono, las palabras elegidas o el modo de
estructurar el discurso resultan discriminatorios por razones de sexo.
Rol de género
Son los comportamientos que las normas de la sociedad dicen que son
apropiados para uno u otro sexo.
Sexo
Son las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres
humanos que los definen como hombre y mujer.
Visibilizar
Se trata de hacer visible lo que a simple vista no lo es o que por costumbre se ha
tomado como evidente, aunque no lo sea. Dar visibilidad a todas las personas
ayuda a incluirlas e integrarlas, reconocer sus necesidades o sus inquietudes en
un ambiente que reconozca la igualdad en sus derechos.
Módulo 2. Perspectiva de género y vulnerabilidad en Salud
1. Introducción
En este módulo podremos reflexionar el papel que tiene el Estado mexicano para
incorporar la perspectiva de género y la identificación de los factores que colocan
en vulnerabilidad a las poblaciones clave y vulnerables ante el VIH, VHC y otras
ITS, así como personas que consumes drogas, durante las acciones de
promoción, educación, de prevención y atención de la salud en un marco de
respeto a los derechos humanos, que involucre el lenguaje incluyente y libre de
discriminación.
En una primera parte, se revisará el sistema sexo-género partiendo de las
aportaciones del movimiento feminista para la comprensión del marco conceptual,
posteriormente se detalla cómo se da la incorporación de las normas sociales de
género en el apartado de socialización de género. Una vez analizado el proceso
de la incorporación de mandatos y normas sociales, se detalla cómo sucede la
reproducción de actitudes y comportamientos basados en estereotipos de género,
prejuicios y discriminación, para reflexionar la urgencia de eliminarlos, sobre todo
en las personas profesionales de la salud.
Finalmente se abordará la perspectiva de género en salud, así como las
herramientas teóricas que ayudan a identificar la vulnerabilidad: determinantes
sociales de la salud y vulnerabilidad en salud, la interseccionalidad en salud, y la
relación entre los derechos de salud, igualdad y no discriminación, para lograr una
transversalización de la perspectiva de género en salud pública como parte de las
obligaciones del Estado mexicano en construir programas, políticas y acciones
que respeten y garanticen los derechos humanos de las poblaciones clave y
vulnerables ante el VIH, VHC y otras ITS, así como a personas que consumen
drogas.
2. Sistema sexo-género
El género tuvo sus orígenes en los años 70, dentro de las ciencias sociales, la
consolidación como categoría analítica se debió al movimiento feminista ante la
necesidad de identificar las desigualdades sociales existentes entre mujeres y
hombres. Debido a los distintos significados que en ocasiones ha tomado esta
categoría, se ha llegado a cuestionar su utilidad y muchas veces se han
intercambiado los términos género, feminismo y mujeres. Asimismo, esta
confusión se refuerza cuando la palabra género se sustituye por sexo en los
análisis estadísticos, debilitando así esta categoría (Araya, 2015).
Como definición, el género remite a una construcción social y cultural, cargada de
símbolos y normas basadas en un contexto histórico determinado que configura
las relaciones e interacciones sociales entre hombres y mujeres.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, considera importante diferenciar los
conceptos de género y sexo al momento de dirigir las acciones que eliminen la
discriminación y menciona que el género se refiere a las características que la
sociedad atribuye a las personas como femeninas o masculinas; es decir, se trata
de construcciones socioculturales y como tal, varían de una cultura a otra. Tales
características abarcan desde funciones que históricamente se le han asignado a
uno u otro sexo (proveer vs. cuidar), las actitudes que por lo general se les
imputan (racionalidad, fortaleza, asertividad vs. emotividad, solidaridad, paciencia),
hasta las formas de vestir, caminar, hablar, pensar, sentir y relacionarse. El
género, además, permite entender que las consecuencias de estas creencias son
injustas, tales como la distribución desigual del poder, la exclusión, la marginación
y la existencia de obstáculos para el ejercicio de los derechos (SCJN, 2017).
Para la comprensión del sistema Sexo/Género, hay varias aportaciones desde
distintos enfoques teóricos, el concepto es definido por primera vez en 1975 por
Gayle Rubin, como un conjunto de disposiciones por las que una sociedad
transforma la sexualidad biológica en productos de actividad humana, y en el cual
se satisfacen esas necesidades humanas transformadas (Rubin, 2016), es decir,
la producción social y cultural de los roles de género se da como consecuencia del
significado que la sociedad o el “aparato social” les otorga produciendo y
reproduciendo la subordinación de las mujeres.
El enfoque socio histórico de Scott distingue únicamente que la diferencia entre
género y sexo es que el primero está conformado por condiciones sociales y
culturales, en tanto que el sexo se debe a las condiciones biológicas adquiridas.
Por otro lado, está el feminismo occidental que discutió el papel que debe cobrar
la mujer ante una sociedad determinada, y propuso replantear la educación y el
acceso político para las mujeres para hablar de una transformación política del
sistema sexo/género (Garzón, 2014).
En cuanto a la perspectiva de los movimientos feministas radicales o materialistas,
se ha discutido la importancia de profundizar la mirada sobre el patriarcado para
identificar las formas de construcción social que imperan en una sociedad,
generando significados particulares de lo que es "ser mujer". Por su lado, el
feminismo negro o poscolonial, ha insertado los cuestionamientos al "ser mujer" en
relación con la raza y la etnia, de tal forma que promueven las reflexiones a partir
de “ser mujeres" en el marco de una diversidad de factores que colocan a las
mujeres en sus diferentes contextos con sometimientos diferenciados por su raza,
clase, género y sexualidad. Asimismo, las teorías lésbicas feministas, han
cuestionado la naturaleza del sexo y la heterenormatividad como parte de las
relaciones de poder que oprimen a las mujeres lesbianas. Esta corriente feminista,
cuestiona que el ser mujer también es una construcción social y le toca a cada
mujer definirse siendo una no mujer, un no hombre, un producto de la sociedad y
no de la naturaleza, porque no hay naturaleza en la sociedad (Garzón, 2014).
A grandes rasgos, el sistema sexo/género se refiere a las relaciones
socioculturales que se dan entre las mujeres y los hombres a partir de sus propios
símbolos y normas, mientras que el sexo se refiere a las características biológicas
que nos distinguen como hembras o machos, es decir, al dimorfismo sexual; la
sexualidad refiere a las conductas que ejercen las personas a partir de otros
significados, experiencias y relaciones que están entretejidas entre el género, la
identidad de género, la expresión de género, la orientación sexual y el sexo.
Además, éstas relaciones se manifiestan de acuerdo a determinados momentos
históricos y políticamente contextualizados, de tal forma que las relaciones de
género y los significados del sexo cobran sentidos diferenciados de acuerdo a la
experiencia de las personas en cada sociedad que, a su vez, está determinada por
sus normas.
3. Socialización del género
La socialización refiere a la manera en que se van internalizando a nivel individual
y social los mandatos y normas establecidas por una sociedad. De tal forma que,
la socialización responde a toda una "forma de ser" incorporada e integrada y que,
a partir de su reproducción social, se refuerzan e instauran las normas sociales.
Dentro del proceso de socialización, se encuentran distintos agentes o escenarios
que van modelando y reproduciendo los mandatos sociales: la familia, la escuela,
los medios masivos de comunicación y el lenguaje (CNEGSR, 2009).
3.1 Familia
Se puede decir que la familia es el primer lugar en donde se aprenden los roles y
mandatos de género con respecto al ser mujer y al ser hombre a partir del trato y
relación cotidiana. En el interior del hogar y mediante una dinámica familiar
cotidiana se conforman actitudes "formas de ser" y actividades que responden a
una división sexual del trabajo, pasando por las tareas del hogar, los cuidados y
hasta las maneras de divertirse entre cada uno de los integrantes de la familia,
dejando de esa manera un establecimiento de roles diferenciados por el sexo.
3.2 Escuela
Otro escenario de socialización es la escuela, ya que como medio institucional y
educador, se configuran los estereotipos y conductas de un niño o una niña dentro
del ámbito escolar que puede ir desde la vestimenta, la distribución de las y los
alumnos dentro del espacio físico de la escuela, como puede ser el salón, la
cancha deportiva, las áreas de trabajos optativos o las áreas de recreación, que
configuran y refuerzan que hay áreas desganadas para las niñas y áreas para los
niños por su razón de sexo.
3.3 Medios masivos de comunicación
Los medios de comunicación se han encargo de difundir, implantar y mantener, de
una manera en ocasiones sutil y en ocasiones directa, los estereotipos sobre la
forma como deben ser, comportarse, pensar y sentir las mujeres y los hombres en
una sociedad determinada. En México, en la telenovelas y programas de diversión
se puede identificar de manera poco sutil cómo se representan las relaciones
entre mujeres y hombres, sea en un escenario de romanticismo, de parodia o de
reality show como el que busca que mujeres y hombres se emparejen.
Desafortunadamente, tenemos muchos ejemplos para expresar esta dinámica de
socialización que se transmiten por los canales libres y gratuitos a los que tiene
acceso una gran cantidad poblacional. En los canales gratuitos, raramente se
ofertan programas de diversión que cuestionen las imposiciones de género, o lo
socialmente establecido.
Por otro lado, en los medios masivos de comunicación a partir de todas sus
formas de trasmisión podemos encontrar comerciales con lenguaje y símbolos
sexistas en los que se asocia a las relaciones desiguales de poder, como
comerciales que representan el poder de los hombres en relación a lo material, la
riqueza, el poder económico y el sexo. También en los de mercadotecnia
publicitaria de las avenidas con espectaculares en los que se cosifica como objeto
sexual a las mujeres o se relaciona la atracción de los hombres a partir del poder.
3.4 Lenguaje
Otro determinante para la socialización de género es el lenguaje. Es un conjunto
de signos para expresar lo que vemos, sentimos y pensamos de forma oral,
simbólica (gestos, ademanes) o escrita. Asimismo, como medio transmisor, se
comunican valores, actitudes y roles basados en un aprendizaje social y de
acuerdo a los mandatos sociales. De ahí que, el lenguaje también responde a una
diferenciación sexual que en la mayor parte de su transmisión se generaliza
utilizando el androcentrismo como ejemplo o neutralizador de todo. En ocasiones
el lenguaje sexista abarca tanto a hombres como a mujeres como en los
siguientes ejemplos de vox populi : “vieja el último”, "si lloras, eres vieja", “no seas
maricón”, que ridiculizan y manifiestan relaciones en desventaja entre mujeres y
hombres.
4 Roles, estereotipos de género, prejuicios y discriminación
Las normas y los roles de género conforman el "deber ser" de las personas en una
sociedad y contexto histórico determinado, pero generalmente se definen a partir
de la pertenencia al género femenino o masculino. Estas normas y roles son
construcciones socioculturales que se institucionalizan mediante su reproducción
social, y que, a su vez se refuerzan a través de la división sexual del trabajo,
tradiciones, costumbres, leyes y políticas. A partir de lo que cada sociedad
determina como el "deber ser", se generan expectativas del comportamiento para
cada género a partir de obedecer a ese "deber ser” desde la infancia, la juventud,
la edad adulta y en las personas adultas mayores, y también se otorga un valor
diferente al trabajo que realiza cada sexo. Esta valoración explica el acceso
desigual a los recursos y al poder por parte de hombres y mujeres.
Es así que, los roles de género conllevan a estereotipos de género que, además
de que responden a esas normas sociales, tienen una característica que está
basada estrictamente con el género al que se corresponde, es decir, no sólo se
obedece a la norma social de un comportamiento como persona adulta, sino que,
además, debe cumplir con una serie de actitudes, conductas, comportamientos y
actividades "asignadas a su género", por lo que en las sociedades generalmente
se modelan a través de actividades que son "para los hombres" y actividades que
son "para las mujeres", ya sea en el ámbito del hogar, el laboral o en el político
(CNEGSR, 2009). Todo ello tiene implicaciones políticas y sociales que generan
una sociedad desigual fundamentada en la diferenciación sexual, estableciendo
relaciones de poder, actos de discriminación y relaciones basadas en prejuicios.

A partir de una sociedad desigual que obedece a mandatos sociales, surgen


también los estereotipos en general que rigen a las personas por pertenecer o
asignárseles a un grupo social determinado. Los estereotipos son las
preconcepciones, generalmente negativas y con frecuencia formuladas
inconscientemente, acerca de los atributos, características o roles asignados a las
personas, por el simple hecho de pertenecer a un grupo en particular, sin
considerar sus habilidades, necesidades, deseos y circunstancias individuales
(CONAPRED, 2016).

Ante esto, la discriminación por género es el resultado de las relaciones basadas


en mandatos sociales, estereotipos y expectativas sociales a partir de la diferencia
biológica entre hombres y mujeres. Sus representaciones las podemos ver cuando
hay división sexual del trabajo, salarios desiguales por razón de género y en la
distribución de los poderes políticos en los que los hombres son mayoría
(CNEGSR, 2019).

No obstante, además de la discriminación por género, existe la discriminación ante


cualquier tipo de situación que sale de la norma social. Discriminación es toda
distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con
intención o sin ella, no se objetiva, racional ni proporcional, y tenga por objeto o
resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o
más de los siguientes motivos: el origen étnico nacional, el color de piel, la cultura,
el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de
salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la
situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, la orientación sexual, la
identidad de género, la expresión de género, las características sexuales, la
identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las
responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro
motivo (CONAPRED, 2016).
5 Perspectiva de género en salud
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, el género tiene las
siguientes características que permiten utilizarlo como categoría de análisis:

Es relacional porque no se refiere a mujeres o a hombres aisladamente, sino a las


relaciones que se constituyen socialmente entre unas y otros.

Es jerárquico porque las diferencias que establece entre mujeres y hombres, lejos
de ser neutras, tienden a atribuir mayor importancia y valor a las características y
actividades asociadas con lo masculino y a producir relaciones desiguales de
poder.

Es cambiante a través del tiempo porque los roles y las relaciones se modifican a
lo largo del tiempo y, por ende, son susceptibles a cambios por medio de
intervenciones.

Es contextualmente específico porque existen variaciones en las relaciones de


género de acuerdo con etnia, clase, cultura etc., que subrayan la necesidad de
incorporar en el análisis de género la perspectiva de la diversidad.

Es institucionalmente estructurado porque se ha construido y perpetuado a través


de un sistema de instituciones sociales (familia, escuela, Estado, iglesias y medios
de comunicación), de un sistema simbólico como el lenguaje, las costumbres y los
ritos, e incluso de un sistema de normas y valores como los ámbitos jurídicos,
científicos y políticos. De ahí que, si las políticas públicas no transversalizan la
perspectiva de género, estarían contribuyendo a reforzar las desigualdades al no
considerar las diferencias entre mujeres y hombres.

La categoría de género permite identificar las desigualdades sociales que


obedecen a una dinámica social androcéntrica, de ahí que se hace necesario
transversalizar esta categoría de análisis que permita la identificación de factores
como determinantes sociales en salud, la reflexión de las desigualdades y la
transformación hacia una sociedad más equitativa (CNEGSR, 2019).

Para comprender la perspectiva de género, es importante identificar sus


componentes principales: equidad de género e igualdad de género para tener una
mirada amplia al planear acciones en salud, debido a que la equidad es el medio y
la igualdad es el resultado de políticas, programas instituciones y distribución de
recursos más equitativos (CNEGSR, 2019).

La perspectiva de género permite enfocar, analizar y comprender las


características que definen a mujeres y a hombres de manera específica, así
como sus semejanzas y sus diferencias. Desde esa perspectiva se analizan las
posibilidades vitales de unas y otros, el sentido de sus vidas, sus expectativas y
oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre
ambos géneros; también los conflictos institucionales y cotidianos que deben
encarar, y las múltiples maneras en que lo hacen (Cámara de Diputados, 2019).
En este sentido, la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en su
numeral VI, considera la perspectiva de género como un concepto que se refiere a
la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la
discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar
con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las
acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear
las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad
de género (Cámara de Diputados, 2018).

De acuerdo con distintos análisis (Cámara de Diputados, 2018; CNEGSR, 2019;


OPS, 2019 y UNESCO, 2019), la perspectiva de género permite:

Eliminar las brechas de desigualdad causadas por la opresión de género.


Eliminar todo acto de discriminatorio en las políticas de salud.
Diseñar bajo el principio de igualdad los planes y programas de salud.
Reconocer la afectación diferencial que tienen mujeres y hombres en la salud y
generar respuestas de mejora dentro del sistema de salud.
Lograr una distribución equitativa de los beneficios de la intervención entre
mujeres y hombres.
Reconocer asuntos y problemas en todas las áreas de salud que permita distinguir
las diferencias y desigualdades en razón del género.
Identificar áreas estratégicas de acción para la promoción de la salud y la igualdad
de género.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2019), la
Transversalidad de la Perspectiva de Género, requiere no sólo de una
institucionalización (políticas, planes, programas, financiamiento, liderazgo en los
programas de promoción, paridad en los puestos de toma decisiones para las
mujeres, entre otros), sino también de una definición operativa de la perspectiva
de género para que de esa manera se puedan lograr efectos transformadores en
las relaciones de género desiguales, el abandono del binarismo de género, y la
comprensión de cómo se produce el cambio social hacia la Igualdad de Género.

En el caso de la salud, los programas deben contener en su diseño y en el


establecimiento de objetivos, estrategias y líneas de acción la perspectiva de
género en donde se reconozca el género como un determinante social en salud.
La creación de indicadores se hace necesario, ya que se requiere observar de
manera cualitativa y cuantitativa la problemática en salud, evidenciar la magnitud y
la intensidad de las formas en las que se manifiesta la desigualdad entre mujeres
y hombres, la cobertura en salud, el acceso y, además, agregar otros indicadores
como grupo etario, etnicidad, ocupación y escolaridad (CNEGSR, 2009).
6 Determinantes sociales y vulnerabilidad en salud
Además de la perspectiva de género, se hace necesario enriquecer el análisis de
las desigualdades sociales con otras herramientas conceptuales como la de los
determinantes sociales y vulnerabilidad en salud.
Los determinantes sociales son las circunstancias en las que las personas nacen,
crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud y explican la
mayor parte de las inequidades sanitarias (CNEGSR, 2019).
Las circunstancias que cada persona vive son producto de las políticas, de la
distribución de la riqueza de un país, de los recursos con los que se cuentan para
desarrollar políticas, programas y estrategias que lleguen a la población en un
país, en una región o a una comunidad (CNEGSR, 2009).
Los determinantes sociales de la salud permiten identificar las inequidades en
cuanto al acceso y oferta de servicios. Para identificar los determinantes sociales
en la salud, es importante analizar los aspectos biológicos y sociales que actúan
sobre el estado físico y psíquico de las personas en un contexto socio-cultural
específico. Durante un proceso de atención médica se pueden explorar diferentes
elementos como: ingresos, educación, origen étnico, capacidades físicas,
seguridad social e incluso, las redes sociales de apoyo. No obstante, de acuerdo a
lo que se ha revisado, el género también es un determinante de salud a partir de
los roles que se cumplen y el acceso a recursos por parte de mujeres y hombres.
En una sociedad en la que existen desigualdades sociales, es imprescindible que
se tomen en cuenta las diferencias socio-culturales entre las personas para
identificar brechas y desigualdades en las que además del género, se tomen en
cuenta la clase, el origen geográfico o étnico, la religión, la expresión de género, la
orientación sexual, la condición física o condición de discapacidad para reconocer
la vulnerabilidad que puede estar presente durante la atención médica y tenga
repercusiones en el estado de salud (CNEGSR, 2009).
En cuanto al concepto de vulnerabilidad, éste ha tenido varias revisiones y
construcciones desde las ciencias sociales en relación con las ciencias de la
salud, pasando por su utilización en el sentido estricto de la vulnerabilidad social al
de la vulnerabilidad en salud. Además, se utiliza como herramienta teórica para
identificar acciones a nivel individual como las acciones para promover la
resiliencia, hasta su utilidad para analizar las circunstancias de los determinantes
sociales que ponen en un contexto de vulnerabilidad a las personas (CNEGSR,
2009).
¿Quiénes están en riesgo? De acuerdo con García (2015), en su estudio del
concepto de vulnerabilidad y adicciones, los grupos de riesgo son quienes tienen
una exposición al riesgo y éste repercute de acuerdo a las capacidades de las
personas para actuar frente a él. Al trasladar este planteamiento a los grupos
históricamente discriminados: pueblos indígenas, mujeres, migrantes, refugiados,
apátridas, víctimas de trata de personas y desplazados internos, niños, niñas y
población adolescente, defensores y defensoras de derechos humanos,
afrodescendientes, personas privadas de la libertad, personas gays, bisexuales,
lesbianas, trans e intersexuales, personas con discapacidad y personas mayores
como lo sugiere la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, 2019),
así como personas que viven con VIH, VHC u otra ITS y personas que consumen
sustancias, se hace necesario identificar cómo estructuralmente se les expone al
riesgo. Al respecto, la revisión de las Encuestas Nacionales de Discriminación del
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, refleja cómo dichos grupos no
acuden a los servicios de salud debido al trato que perciben por parte del personal
de salud (CONAPRED, 2018), aspecto que les pone en vulnerabilidad y, además,
la salud se vuelve inaccesible.
Por otro lado, la vulnerabilidad también es contextual e histórica y puede surgir a
partir de una situación que pone en riesgo a las personas como sucede con la
actual pandemia por la Covid-19, o como en su momento sucedió con las
personas que viven con VIH/Sida, a quienes se les llamó "grupos de riesgo"
(García, 2015).
A grandes rasgos, considerando las aportaciones de García (2015), el concepto
de vulnerabilidad es una herramienta que ayuda a identificar las desigualdades por
los determinantes sociales y de género, que se puede utilizar en los servicios de
atención médica como un medio para lograr el acceso universal como se marca en
el Programa Nacional de Desarrollo 2020-2024. Para lograr un cambio en las
desigualdades, no basta con identificarla, también se busca vigilar la equidad en
salud como lo ha recomendado la OMS, de tal forma que, a partir de verificar que
se cumpla la equidad, la reducción de riesgos y los determinantes sociales de la
salud, se vean favorecidos todos los grupos sociales históricamente excluidos
(OPS, 2019).
7 Conclusiones
A manera de conclusión, la revisión de los conceptos básicos del género, la
perspectiva de género y cómo transversalizarla en los servicios de salud pública,
permite que las personas profesionales de la salud puedan tener las herramientas
básicas para incluir estos elementos en su actuar al momento de la atención de
salud a poblaciones claves y vulnerables. Que, además de la atención basada en
el respeto de los derechos humanos, el lenguaje incluyente y libre de
discriminación, pueda contribuir con la identificación, análisis e inclusión de la
perspectiva de género en los programas de salud, estrategias y acciones que se
desarrollen en el ámbito para el que labora. Asimismo, que durante su actuar,
identifique con facilidad si se cumplen los principios de igualdad y equidad de
género en el área de trabajo, si se promueven acciones afirmativas que vayan
encaminadas a lograr el derecho a la salud para todas las personas libre de
cualquier tipo de discriminación, y sobre todo, que día con día realice una reflexión
interna de su lenguaje, actitud y comportamiento al momento de dirigirse hacia la
población afectada por el VIH, VHC, alguna ITS o que consumen sustancias,
buscando en todo momento que su atención esté basada en el respeto.
Se sugiere que, en todo momento, las personas profesionales de la salud
consulten los documentos referenciados en este módulo para una revisión más
profunda de cada tema, y que integren el lenguaje incluyente en sus actividades
cotidianas, comunicados, documentos, sean de instituciones de gobierno y no
gobierno, basándose en el Prontuario para el uso de lenguaje incluyente y no
sexista en la Función Pública, 2020.
8 Resumen
Históricamente el origen del concepto de género, sus representaciones mentales y
resultados comportamentales de desigualdad que le rodean han sido articulados y
fomentados por un fenómeno cultural y social en la que nos encontramos
inmersos; son estos mismos fenómenos quienes son responsables de trasmitir el
aprendizaje y la introyección de sus significantes en las personas pertenecientes a
un sistema normativo de interacción al cual pertenecemos.
Los principales factores involucrados que se encargan de la transmisión de este
aprendizaje son por excelencia la familia, la escuela, los medios de comunicación
y el lenguaje (sexista y no incluyente). Quienes replican un conocimiento sin bases
en evidencia lógica y con fundamentos en la razón, sino en la idea social del
“deber ser” de las personas, en este caso señalando la relación entre el sexo y las
capacidades atribuidas a los a las personas, comúnmente de manera injusta, ya
que el aprendizaje cultural rara vez se cuestiona.
Este aprendizaje fomentado por la cultura del “deber ser” sostiene los roles
sociales de las personas basado en lo que se espera de ellas, que da por
resultado las ideas pre construidas de los estereotipos de las capacidades y
oportunidades que son otorgadas por el sexo y el género. Dando paso a las
normas sociales, las conductas comunes y esperadas de cada una de las
personas.
El incumplimiento de las normas sociales trae por consecuencia conductas
negativas, de rechazo o señalamiento, en las cuales queda evidenciada la
negación u obstrucción de oportunidades que permitan un libre desarrollo de las
personas, lo cual se le denomina discriminación. Cuando aunado al
incumplimiento de la norma se relaciona el concepto de género, es decir que una
persona realiza actividades o conductas que no son las esperadas para su sexo y
género, se da paso a la discriminación de género.
Para poder entender y fomentar el desarrollo integral de las personas, es
necesario el uso de la perspectiva de género que evidencié la relación existente
entre mujeres y hombres, que señalen las jerarquías de poder impuestas por el
contexto social que nos rodea, basadas en temas de poder y dominación por una
idea errónea de inferioridad. Dando paso a los conceptos de equidad,
entendiéndose como el medio, e igualdad, que es el resultado, que garantizan las
mismas oportunidades y garantías entre las personas.
Pero la perspectiva de género no solo incluye a los hombres y las mujeres por su
sexo y género, sino también por las distintas formas en las que pueden
desarrollarse dentro de la sociedad, vida privada y prácticas sexo afectivas (por
medio de la interseccionalidad), lo cual da paso a los grupos vulnerables ante la
desigualdad de condiciones y derechos, tal es el caso de las personas
pertenecientes a grupos no normativos o de la diversidad sexual (LGBTI+),
personas que viven con VIH, VHC, con alguna ITS o que consumen algún tipo de
droga.
Para poder crear e implementar acciones que garanticen el derecho a la salud, la
igualdad y la no discriminación, que den solución a las problemáticas actuales de
desigualdad de oportunidades a las personas por el simple hecho de no seguir
normas sociales y culturales de lo que se espera de ellos. Es de suma importancia
identificar y reconocer los determinantes sociales en los que se ven inmersas las
personas, que en su conjunto promueven las desigualdades como resultantes de
prácticas negativas y la discriminación, que incrementan su vulnerabilidad dentro
del contexto cultural y social que les rodea; a quienes el estado debe garantizar su
bienestar y la igualdad de oportunidades como un derecho.
9, Glosario
Acciones afirmativas
Es el conjunto de medidas correctivas compensatorias o de promoción, de
carácter temporal, encaminadas a acelerar la igualdad sustantiva entre mujeres y
hombres (CNEGSR, 2019).
Equidad de género
se define como la "imparcialidad en el trato que reciben mujeres y hombres de
acuerdo con sus necesidades respectivas, ya sea con un trato igualitario o con
uno diferenciado pero que se considera equivalente en lo que se refiere a
derechos, los beneficios y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, un
objetivo de equidad de género a menudo requiere incorporar medidas
encaminadas a compensar las desventajas históricas que arrastran las mujeres
(Cit. en UNESCO, 2019).
Expresión de género
Es la manifestación del género de la persona. Puede incluir la forma de hablar,
manierismos, modos de vestir, comportamiento personal, comportamiento o
interacción social, modificaciones corporales, entre otros aspectos. Constituye las
expresiones del género que vive cada persona, ya sea impuesto, aceptado o
asumido (CONAPRED, 2016).
Género
Es la construcción social, cultural e histórica de la diferencia sexual, es decir, las
ideas, valores y representaciones que la sociedad ubica como propias de los
hombres o como propias de las mujeres. Ese conjunto de pensamientos nos lleva
a creer que las mujeres deben ser y comportarse de una manera, y los hombres
deben ser y comportarse de otra (CONAPRED, 2016).
Heteronormatividad
Expectativa, creencia o estereotipo de que todas las personas son, o deben ser,
heterosexuales, o de que esta condición es la única natural, normal o aceptable;
esto es, que solamente la atracción erótica afectiva heterosexual y las personas
heterosexuales, o que sean percibidas como tales, viven una sexualidad válida
éticamente, o legítima, social y culturalmente (CONAPRED, 2016).
Identidad de género
Vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente, misma
que puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Incluye la vivencia
personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la apariencia o
funcionalidad corporal a través de tratamientos farmacológicos, quirúrgicos o de
otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida. También incluye otras
expresiones de género como la vestimenta, el modo de hablar y los modales. Se
desarrolla, por lo general, entre los 18 meses y los tres años de edad
(CONAPRED, 2016).
Igualdad de género
También denominada como igualdad entre hombres y mujeres, significa que tanto
las mujeres como los hombres deben tener las mismas prerrogativas, condiciones,
oportunidades y resultados para el ejercicio pleno de sus derechos, sin importar su
sexo e identidad de género (Cámara de Diputados, 2019).
Por lo tanto, la equidad es el medio y la igualdad es el resultado de políticas,
programas instituciones y distribución de recursos más equitativos (Quirós, Cit. en
CNEGSR, 2019).
Orientación sexual
Capacidad de cada persona de sentir una atracción erótica afectiva por personas
de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género o
de una identidad de género, así como la capacidad de mantener relaciones
íntimas y sexuales con estas personas (CONAPRED, 2016).
Sexo
Referencia a los cuerpos sexuados de las personas; esto es, a las características
biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales
las personas son clasificadas como machos o hembras de la especie humana al
nacer, a quienes se nombra como hombres y mujeres, respectivamente
(CONAPRED, 2016).
Módulo 3 Diversidad sexual y corporal
1 Introducción
En un término amplio la diversidad sexual se asocia a la libertad, igualdad y al
respeto de los principios fundamentales de convivencia, esta se contrapone a las
normas sociales de lo que se espera de las personas, basadas en el concepto del
“deber ser”. Dichos aspectos han sido violentados y transgredidos a través del
tiempo por las ideologías y creencias heteronormadas, que se han supuesto como
correctas en el entorno social y cultural en el que nos desarrollamos, sin dar
cavidad a las diferencias.
Cabe señalar que la diversidad, en la actualidad, sigue siendo un referente de
desigualdad, extrañes o en general como un significado de características
negativas e indeseables.
Dentro de las características de la diversidad sexual la orientación sexual suele
ser la más representativa y la más conocida, se definida como el patrón
perdurable de atracciones emocionales, románticas y/o sexuales hacia hombres,
mujeres o ambos sexos o géneros, cabe mencionar es de suma importancia el
identificar a la identidad de género, que es la vivencia interna e individual de
género, tal como cada persona la siente, y puede corresponder o no con el sexo
asignado al nacer.
Es un error creer que solamente la diversidad sexual se basa en la atracción, los
pensamientos de una persona y el cómo se expresa, también en la manera en que
las personas se identifican así mismas dentro de un gran espectro de
posibilidades, en las que se pueden nombrar a las personas Trans, Cisgénero,
Queer, no binarie y género fluido.
Por largo tiempo se han replicado cánones de comportamiento que fomentan
prácticas machistas, misóginas y de rechazo hacia las diferencias, ya que se
piensa que el ser hombre o mujer se rige no solo por el hecho de tener órganos
sexuales, sino también por el comportarse como tal. Esto significa que tanto
mujeres y hombres deben comportarse como tal, es decir, ser masculino o
femenino; hoy día se sabe que la expresión de género se refiere al como cada
persona decide y desea comportarse, vivir y transmitir hacia los demás su género
y el ser una persona única, ya sea por su conducta o su forma de vestir y
expresarse.
Se entiende entonces, que el sexo al nacer no determina como se debe de
comportar una persona; en el caso de las personas intersexuales, da paso a la
diversidad de características corporales y sexuales. Las personas intersexuales
son aquellas que nacen con una combinación de características sexuales
masculinas y femeninas.
No cabe duda que la sexualidad y la diversidad va más allá de lo que se puede
imaginar en un constructo social común, ya que la diversidad invita a reflexionar
en la manera en que nos relacionamos con las otras personas en un aspecto
erótico-amoroso, ya que el “deber ser” no determina el comportamiento, las
conductas, la identidad y la expresión de género, es importante reconocer que
cada persona es libre de decidir con quién o quienes se relaciona, la intensidad e
intimidad de las mismas y la privacidad o apertura de expresarlas hacia los demás.
La diversidad sexual es tan amplia y dinámica como la mente humana, es decir
está en constante movimiento y es tan diversa como personas en el mundo, no
solo se trata de reconocerla y tratar de entenderla o explicarla, sino de vivirla,
buscar el libre disfrute de la misma y el respeto a las diferencias y diversidades
sexuales.
2. Concepto de diversidad en la sexualidad
Cuando nos referimos a la diversidad en el ámbito de la sexualidad, estamos
hablando de las personas y las poblaciones que no se ajustan a las normas
dominantes binaristas, de generismo impuesto, heterocentradas, monosexistas y
monogámicas (sexualidad normada). En sentido estricto, la diversidad en la
sexualidad debería hacer referencia a las diferentes posibilidades que tienen las
personas de asumir, expresar y vivir el erotismo, la sexualidad y las relaciones
amorosas y afectivas, así como de asumir preferencias físicas y emocionales u
orientaciones sexuales, identidades y/o expresiones de género o sin género
distintas y autodecididas dependiendo del contexto cultural y la persona. Se
trataría entonces del reconocimiento del derecho humano de todos los cuerpos,
identidades, comportamientos, parámetros sexuales y deseos a existir y
manifestarse sin más límites que el respeto al derecho de otras personas
(CONAPRED, 2016). Pero ello no ha ocurrido así, precisamente por la existencia
histórica de una sexualidad normada y sustentada en estigmas de género y
sexuales, que generan prejuicios y estereotipos sexuales.
Para el antropólogo Guillermo Nuñez Noriega, el uso de la definición “diversidad
sexual” representa un término sombrilla para una diversidad de identidades
sociales, históricas y políticas, portadoras de sus propias limitaciones y
posibilidades liberadoras, no completamente exploradas en sí mismas (Nuñez,
2016).
Hay que señalar que dada la riqueza que hoy día se reconoce cuando se habla de
diversidad en la sexualidad, se han formulado y desarrollado otros conceptos,
además del referido a la diversidad sexual, que hace referencia a preferencias y
orientaciones. Así tenemos los conceptos fundamentales de diversidad de género
(identidades y/o expresiones de género o sin género), diversidad de
características corporales y sexuales (estados y variantes intersexuales) y
diversidad relacional (vínculos eróticos y amorosos).
De esta manera, el término “diversidad sexual” es crecientemente desbordado por
la riqueza de experiencias, condiciones, identidades y realidades que ya no caben
en una sola conceptualización. Esta riqueza se expresa al interior de las
poblaciones englobadas en el acrónimo L (lesbianas) G (gays, hombres
homosexuales) B (bisexuales) T (travestis, transgénero, transexuales, hombres
trans, transfemeninas y transmasculinas) I (intersexuales), Q (queer o personas no
binarias o de género fluido), P (pansexuales), A (asexuales) y quienes se vayan
sumando en búsqueda y demanda de su visibilización para el reconocimiento,
disfrute el ejercicio de derechos, representadas por el símbolo de +.
Por lo que se ha señalado, la diversidad sexual, de género, características
corporales sexuales y relacional hasta muy recientemente ha sido cada vez más
reconocida como legítima y legal en el mundo y en México y ello de manera muy
diferenciada por tipo de derecho y país e incluso dentro de éstos, particularmente
por lo que hace a la aceptación de las relaciones consensuadas entre adultos/as
del mismo sexo, al matrimonio igualitario (entre personas del mismo sexo), la
adopción lesbomaternal y homoparental, la seguridad social para parejas del
mismo sexo, la personalidad jurídica de la identidad de género de las personas
trans, la tipificación penal de los crímenes de odio por orientación sexual y por
identidad o expresión de género, la incorporación de un tercer registro civil para
las personas que no se identifican ni como hombres ni como mujeres, la
prohibición de la discriminación por orientación o preferencia sexual y por
identidad o expresión de género, la prohibición y penalización de los esfuerzos
para “corregir” la orientación sexual o identidad de género (también conocidas
como “terapias de conversión”); reconocimiento que se ha venido abriendo paso
en las leyes, las instituciones gubernamentales, las políticas públicas, la
sensibilización y capacitación del funcionariado público y la asignación de
presupuestos.
3 Diversidad en la sexualidad
Para poder comprender la amplia gama que existe dentro de las diversidades en
materia de sexualidad, te mostramos estos puntos es importante retomar y aunar
en los siguientes conceptos básicos:
Sexualidad. Aspecto fundamental de la condición humana, presente a lo largo de
la vida y comprende el sexo biológico, las identidades y roles de género, la
orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La
sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles, así como
en relaciones intra e interpersonales. Si bien la sexualidad puede incluir todas
estas dimensiones, no todas ellas se vivencian o expresan siempre. La sexualidad
recibe la influencia de la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, así como religiosos y
espirituales. Vivir la sexualidad de manera integral, permite construir relaciones
personales democráticas, equitativas y respetuosas.
Sexo. Hace referencia a los cuerpos sexuados de las persona; es decir, a las
características biológicas (en sus ocho categorías: genética, cromosómica,
gonadal, hormonal, órganos pélvicos sexuales externos, órganos pélvicos
sexuales internos, caracteres sexuales secundarios y división sexual del cerebro,
a partir de las cuales las personas son clasificadas socialmente como machos o
hembras de la especie humana al nacer a quienes en la sociedad se nombra
como hombres o mujeres, respectivamente. El binarismo de sexo que ha
constituido representa una de las características dominantes de las sociedades
humanas, cada vez es más cuestionado, al señalarse que no solamente existen
dos sexos, ya que se han reconocido muchos más estados y variantes
intersexuales.
Género. Se refiere a los atributos que social, histórica, cultural, económica, política
y geográficamente, han sido asignados a hombres y mujeres. Asimismo, se refiere
a las características que, social y culturalmente han sido identificadas como
“masculinas” y “femeninas”, abarcan desde las funciones que históricamente se le
han asignado a uno u otro sexo, las actitudes que por lo general se les imputan,
hasta las formas de comportamiento (CNDH, 2019). Se ha establecido una
correspondencia social entre género y sexo, lo que no siempre ocurre en la
realidad. De manera semejante que con el sexo, hoy se acepta cada vez en mayor
medida que no existen solamente dos géneros sino una variedad.
Diversidad Sexual. Se asocia a la libertad, igualdad y al respeto de los principios
fundamentales de convivencia y se contrapone a esa sexualidad heterosexista,
monogámica y pensada para fines meramente reproductivos.
Orientación Sexual. Se refiere a un patrón perdurable de atracciones emocionales,
románticas y/o sexuales hacia hombres, mujeres o ambos sexos o géneros. Se ha
demostrado que la orientación sexual varía desde la atracción exclusiva hacia el
otro sexo o género, hasta una orientación exclusiva hacia el mismo sexo o género.
Existen diferentes opiniones sobre si la orientación o preferencia sexual se nace
con ella, se descubre o se elige, opiniones en torno a las cuales no hay un
consenso unánime. En cualquier caso se trata del derecho humano a vivir la
orientación sexual que se decida. Existiendo una gran riqueza que, hoy en día
cada vez más se reconoce, desborda una sola y única orientación sexual.
4 Diversidad de género
4.1 Identidad de género
Es la vivencia interna e individual de género, tal como cada persona la siente, y
puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Incluye la vivencia
personal del propio cuerpo y otras expresiones de género como la vestimenta, el
modo de hablar, etc. Se establece entre los 12 y 18 meses de edad y se reconoce
entre los 3 y 5 años de edad (CNDH, 2019). Hoy día se reconoce el papel principal
que tiene la persona de reconocer y autoadjudicarse su identidad de género o la
falta de ésta.
En términos de la identidad de género, las personas podemos ser:
● Trans. Abarca a diferentes identidades y expresiones de género. En general,
se aplica a las personas cuya identidad de género no coincide con la socialmente
asignada al momento de nacer. Es decir, aquellas personas que hacen una
transición de un género a otro, que se consideran a sí mismas binarias, o que
fluyen en un sentido u otro y que pueden no adscribirse a ninguno de los dos
dentro del sistema binario, que se conciben a sí mismas como no binarias. Existía
en el pasado una división, cada vez más inoperante hoy día, entre personas
transexuales, transgénero y travestis, sin mayor implicación práctica ni en materia
de derechos humanos ni de salud y que ha venido siendo sustituida por la división
entre personas trans binarias (mujeres trans y hombres trans) y personas trans no
binarias (transfemeninas, transmasculinas, de género fluido), que se reconocen a
sí mismas, las primeras como trans y las segundas como no binarias.
● Personas Cisgénero. Concordancia entre el sexo de nacimiento y la identidad
socialmente normada.
● Queer, no binarie y género fluido. En un principio el anglicismo refería a lo
raro, torcido o extraño. No obstante, su reivindicación en el lenguaje y el
imaginario colectivo refleja la naturaleza subversiva o transgresora de una mujer
masculina; un hombre afeminado o con una sensibilidad contraria a la tipología
dominante. Lo queer refleja la transgresión a la heterosexualidad institucionalizada
que constriñe el intentar escapar de su norma (Mérida, 2002).
4.2 Expresión de género
Es la forma en la que manifestamos nuestro género, mediante nuestro
comportamiento y nuestra apariencia. La expresión de género puede ser
masculina, femenina, andrógina o cualquier combinación de las tres u otras. Para
muchas personas, su expresión de género se ajusta a las ideas que la sociedad
considera apropiadas para su género, mientras que para otras no. Las personas
cuya expresión de género no se ajusta a las normas y a las expectativas sociales,
como los hombres que se asumen o son percibidos como afeminados o las
mujeres consideradas masculinas, o quienes emplean elementos culturales de dos
o más géneros o los intercambian, suelen ser objeto de estigmatización, acosos,
agresiones físicas, sexuales o psicológicas, discriminación e incluso violencia que
puede llegar al asesinato.
5 Diversidad de Características Corporales y Sexuales
Intersexual. Personas que nacen con una combinación de características
corporales sexuales masculinas y femeninas, cromosómicas, genitales u
hormonales diferentes al resto de las personas. La intersexualidad es una
variación de nacimiento que sucede naturalmente en los seres humanos y no es
un problema médico y ponen en cuestionamiento la idea de que solamente hay
dos sexos. Existen diferentes estados y variaciones de intersexualidad. Es un
término genérico, en lugar de una sola categoría. La intersexualidad no siempre es
inmediatamente evidente al momento de nacer, algunas variaciones lo son hasta
la pubertad o la adolescencia y otras no se pueden conocer sin exámenes
médicos adicionales, pero pueden manifestarse en la anatomía sexual primaria o
secundaria que es visible.
6 Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia
En relación a las prácticas o condiciones sexuales diversas, con las personas con
una orientación o preferencia sexual no heterosexual, y con aquéllas con una
identidad o expresión de género opuesta o diferente a la del sexo que les fue
asignado al nacer, el problema no es la homosexualidad sino la homofobia, no es
la lesbiandad sino la lesbofobia, no es la bisexualidad sino la bifobia, no es la
transexualidad, sino la transfobia.
Se trata del miedo, el rechazo y las agresiones contra quienes tienen una
orientación o preferencia sexual diferente a la heterosexual o contra las
apariencias, actitudes y conductas consideradas como homosexuales o lésbicas;
así como contra quienes transgreden el binarismo de género y el generismo
impuesto y asumen una identidad de género y/o una expresión de género que no
corresponde al género que socialmente se les asignó al nacer. Es la intolerancia
irracional hacia quienes transgreden las convenciones sociales de género.
Los prejuicios sexuales pueden estar interiorizados en las personas, grupos o
poblaciones o encontrarse en los ambientes familiares, vecinales, escolares,
laborales e institucionales.
7 Conclusiones
Se concluye que en torno a la diversidad sexual existen consideraciones que no
han sido aprendidas social y culturalmente, incluso hay determinantes y avances
científicos que rodean a las personas en un ámbito sexual. La diversidad sexual
incluye el género con la identidad y la expresión, que puede ser única y peculiar,
dependiendo el constructo interno de cada persona; las características corporales,
que no son un determinante sino un aliciente al nacer se puede modificar por
decisión propia de las personas a través de procesos mentales internos.
Los especialistas de la salud pueden llegar a tener practicas negativas hacia las
personas LGBTI+, puede ser por factores de homofobia, transfobia, bifobia o
cualquier pensamiento basado en un constructo de normas sociales
heteronormadas, sin embargo, no necesariamente podemos decir que todo acto
de rechazo en la práctica profesional está fundamentada en una mala intención,
también es determinante la falta de actualización en temas de diversidad sexual,
sensibilización y el desconocimiento de aspectos más amplios a la diversidad sexo
genérica.
No se puede asegurar el bienestar y el libre desarrollo de las personas LGBTI+ sin
el conocimiento y el entendimiento de sus necesidades de salud, la empatía y el
interés en las diferencias para ofrecer servicios de salud amigables, empáticos,
oportunos, de calidad y en ambientes libres de estigma y discriminación. Esto no
es una recomendación de buena fe, sino de una obligación basada en el respeto
de los derechos humanos, a la igualdad y la no discriminación, que se ven
plasmados y fundamentados en el artículo 1° Constitucional, en donde se estipula
que el Estado mexicano tiene la obligación de respetar, proteger, garantizar y
promover, mediante todas sus instituciones, los derechos humanos de la
población mexicana en condiciones de igualdad y sin discriminación. De igual
manera la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación busca prevenir y
eliminar todas las formas de discriminación que se ejerzan contra cualquier
persona en los términos del Artículo 1 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como promover la igualdad de oportunidades y de trato.
8 Resumen
Todas las personas tenemos los mismos derechos sin importar nuestras
características físicas, orientación sexual, expresión e identidad de género ni
nuestras conductas. Para poder hacer valer los derechos primero es importante
que las personas se reconozcan como valiosas y empoderadas ante la sociedad.
El respeto de los derechos no es parte de una recomendación, es un mandato
Constitucional y el Estado debe vigilar y garantizar el respeto y cumplimiento de
ello.
Se debe entender que las personas no se rigen basados en pensamiento y
aprendizajes culturales y sociales, ya que la sexualidad puede ser tan amplia
como la mente misma, se encuentra en constante cambio, movimiento y se
construye basado en las experiencias propias de cada persona.
Si pensamos en la interacción de los factores de la diversidad sexual (orientación
sexual con la identidad y expresión de género) nos podremos dar cuenta que el
pensamiento dominante basado en la heteronormatividad del “deber ser” se queda
corta y limita el libre desarrollo, obstaculiza el acceso a servicios de salud y viola
derechos que aseguran el bienestar de las personas LGBTI+.
Pero no solo depende de sensibilizar, lograr un cambio en el pensamiento y
conductas hacia las otras personas, sino también poder desarrollar un lenguaje
inclusivo que de cavidad a las diferencias sexuales y personas fuera de las
normativas de comportamiento social y cultural; este debe incluir la existencia y
participación de las mujeres, el reconocimiento, respeto y protección de los
derechos humanos de las poblaciones de la diversidad sexual, de género, de
características corporales sexuales y relacionales.
La diversidad sexual se refiere a la libertad de vivir, expresar y asumir la
sexualidad y la manera en que se relaciona con los demás; sin apego a las
normas sociales dominantes.
Actualmente, la riqueza cultura en torno a la sexualidad, da paso a distintas
maneras de ejercer una vida sexual, patrones de conducta y vestimenta; maneras
únicas y peculiares de vivir y disfrutas la vida.
Alrededor del mundo, se crean leyes que protejan y resguarden los derechos y las
garantías individuales de las personas de la diversidad sexual. En México, la ley
reglamentaria del párrafo quinto del Artículo 1º Constitucional es la Ley Federal
para Prevenir y Eliminar la Discriminación, estipula que el Estado mexicano tiene
la obligación de respetar, proteger, garantizar y promover, mediante todas sus
instituciones, los derechos humanos de la población mexicana en condiciones de
igualdad y sin discriminación.
9 Glosario
Asexual. Orientación sexual de una persona que no siente atracción erótica hacia
otras personas. Puede relacionarse afectiva y románticamente. No implica
necesariamente tener libido, o practicar sexo, o poder sentir excitación.
Bifobia. Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas y otras formas de violencia
basadas en prejuicios y estigmas hacia las personas bisexuales o que parecen
serlo. Puede derivar en otras formas de violencia como los crímenes de odio, aun
cuando cabe aclarar que ese hecho delictivo todavía no se encuentra legalmente
tipificado. Supone, además, que todas las personas deben limitar su atracción
afectiva y sexual a las mujeres o a los hombres exclusivamente, esto es, a uno
solo de los géneros, y si no lo hacen así se les considera “en transición”, como
inestables o indecisas.
Binarismo de género. Concepción, prácticas y sistema de organización social que
parte de la idea de que solamente existen dos géneros en las sociedades,
femenino y masculino, asignados a las personas al nacer, como hombres
(biológicamente: machos de la especie humana) y mujeres (biológicamente:
hembras de la especie humana), y sobre los cuales se ha sustentado la
discriminación, exclusión y violencia en contra de cualquier identidad, expresión y
experiencia de género diversas.
Bisexualidad. Capacidad de una persona de sentir una atracción erótica afectiva
por personas de un género diferente al suyo y de su mismo género, así como la
capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con ellas. Esto no implica
que sea con la misma intensidad, al mismo tiempo, de la misma forma, ni que
sienta atracción por todas las personas de su mismo género o del otro.
Características sexuales. Se refiere a las características físicas o biológicas,
cromosómicas, gonadales, hormonales y anatómicas de una persona, que
incluyen características innatas, tales como los órganos sexuales y genitales, y/o
estructuras cromosómicas y hormonales, así como características secundarias: la
masa muscular, la distribución del pelo, los pechos o mamas.

Cisgénero. Cuando la expectativa social del género de la persona se alinea con el


sexo asignado al nacer. En consecuencia, existen mujeres y hombres cis. El
prefijo cis proviene del latín “de este lado” o “correspondiente a” y es el antónimo
del prefijo trans, que significa “del otro lado”.
Cisnormatividad. Expectativa, creencia o estereotipo de que todas las personas
son cisgénero, o de que esta condición es la única normal o aceptable; esto es,
que aquellas personas que nacieron como machos de la especie humana —a
quienes se les asignó el género masculino al nacer— siempre se identificarán y
asumirán como hombres, y que aquellas que nacieron como hembras de la
especie humana —a quienes se les asignó el género femenino al nacer— lo harán
como mujeres.
Cissexismo. Ideología o forma de pensamiento que, buscando sustento en la
ciencia, considera que la concordancia entre el sexo asignado al nacer, así como
la identidad y expresión de género de las personas, es la única condición natural,
válida éticamente, legítima socialmente y aceptable. Esta ideología niega,
descalifica, discrimina y violenta otras identidades, expresiones y experiencias de
género, como las personas trans, intersexuales o no binarias. Considera que
solamente existen, o deberían existir, hombres y mujeres, sin dar cuenta de que
aquéllos y éstas, o son cisgénero, o son trans, o son intersexuales.
Derecho a la identidad de género. Es aquel que deriva del reconocimiento al libre
desarrollo de la personalidad. Considera la manera en que cada persona se
asume a sí misma, de acuerdo con su vivencia personal del cuerpo, sus
caracteres físicos, sus emociones y sentimientos, sus acciones, y conforme a la
cual se expresa de ese modo hacia el resto de las personas.
Derecho al libre desarrollo de la personalidad. Derecho personalísimo, que deriva
de la dignidad de toda persona, a partir del cual se reconoce su libertad de elegir
de forma autónoma quién quiere ser, con el fin de cumplir las metas u objetivos
que se ha fijado, de acuerdo con su proyecto de vida, que entre otros aspectos
incluye la forma en como se relaciona sexual y afectivamente con las demás
personas. La orientación sexual y la identidad de género que cada persona defina
para sí es esencial para su personalidad y constituye uno de los aspectos
fundamentales de su autodeterminación, su dignidad y su libertad.
Discriminación. Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por
acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional,
y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades,
cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o
nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la
apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el
embarazo, la lengua, las opiniones, la orientación sexual, la identidad de género,
la expresión de género, las características sexuales, la identidad o filiación política,
el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los
antecedentes penales o cualquier otro motivo.
Diversidad sexual y de género: Hace referencia a todas las posibilidades que
tienen las personas de asumir, expresar y vivir su sexualidad, así como de asumir
expresiones, preferencias u orientaciones e identidades sexuales. Parte del
reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y los deseos
tienen derecho a existir y manifestarse, sin más límites que el respeto a los
derechos de las otras personas.
Estereotipo. Son las preconcepciones, generalmente negativas y con frecuencia
formuladas inconscientemente, acerca de los atributos, características o roles
asignados a las personas, por el simple hecho de pertenecer a un grupo en
particular, sin considerar sus habilidades, necesidades, deseos y circunstancias
individuales.
Estigma. Es la desvalorización o desacreditación de las personas de ciertos
grupos de población, atendiendo a un atributo, cualidad o identidad de las mismas,
que se considera inferior, anormal o diferente, en un determinado contexto social y
cultural, toda vez que no se ajusta a lo socialmente establecido.
Expresión de género. Es la manifestación del género de la persona. Puede incluir
la forma de hablar, modo de vestir, comportamiento personal, comportamiento o
interacción social, modificaciones corporales, entre otros aspectos. Constituye las
expresiones del género que vive cada persona, ya sea impuesto, aceptado o
asumido.
Gay. Hombre que se siente atraído erótico afectivamente hacia otro hombre. Es
una expresión alternativa a “homosexual” (de origen médico). Algunos hombres y
mujeres, homosexuales o lesbianas, prefieren el término gay, por su contenido
político y uso popular.
Género. Se refiere a los atributos que social, histórica, cultural, económica, política
y geográficamente, entre otros, han sido asignados a los hombres y a las mujeres.
Se utiliza para referirse a las características que, social y culturalmente, han sido
identificadas como “masculinas” y “femeninas”, las cuales abarcan desde las
funciones que históricamente se le han asignado a uno u otro sexo (proveer vs.
cuidar), las actitudes que por lo general se les imputan (racionalidad, fortaleza,
asertividad vs. emotividad, solidaridad, paciencia), hasta las formas de vestir,
caminar, hablar, pensar, sentir y relacionarse.
Heteronormatividad. Expectativa, creencia o estereotipo de que todas las
personas son, o deben ser, heterosexuales, o de que esta condición es la única
natural, normal o aceptable; esto es, que solamente la atracción erótica afectiva
heterosexual y las personas heterosexuales, o que sean percibidas como tales,
viven una sexualidad válida éticamente, o legítima, social y culturalmente.
Heterosexismo. Ideología y sistema de organización cultural de las relaciones
sociosexuales y afectivas que consideran que la heterosexualidad monógama y
reproductiva es la única natural, válida éticamente, legítima socialmente y
aceptable, negando, descalificando, discriminando y violentando otras
orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género.
Heterosexualidad. Capacidad de una persona de sentir atracción erótica afectiva
por personas de un género diferente al suyo, así como la capacidad de mantener
relaciones íntimas y sexuales con ellas.
Homofobia. Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas y otras formas de
violencia basadas en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia la homosexualidad
o hacia las personas con orientación o preferencia homosexual, o que son
percibidas como tales. Puede derivar en otras formas de violencia como la
privación de la vida y el delito de homicidio, que puede ser tipificado como crimen
de odio por homofobia. Su uso se ha extendido al rechazo hacia las orientaciones
sexuales e identidades de género no hegemónicas en general; sin embargo, esto
ha contribuido a invisibilizar las distintas formas de violencia que viven las
personas lesbianas, trans, bisexuales e intersexuales.
Homonormatividad. Constructo cultural que convierte a la homosexualidad en un
espacio normativizado de disidencia sexual; que asume al género como elemento
generador de relaciones, prácticas e identidades sexuales y complementa la
heteronormatividad a pesar de ponerla en cuestión.
Homosexualidad. Capacidad de cada persona de sentir una atracción erótica
afectiva por personas de su mismo género, así como la capacidad de mantener
relaciones íntimas y sexuales con estas personas. El Comité para la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Comité Cedaw) observa
una tendencia a reivindicar el uso y referencia al término lesbiana, para hacer
referencia a la homosexualidad femenina.
Identidad de género. Vivencia interna e individual del género, cada persona la
siente, misma que puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Incluye
la vivencia personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la
apariencia o funcionalidad corporal a través de tratamientos farmacológicos,
quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida.
También incluye otras expresiones de género como la vestimenta, el modo de
hablar y los modales. Se desarrolla, por lo general, entre los 18 meses y los tres
años de edad.
Intersexfobia. Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas y otras formas de
violencia basadas en prejuicios y estigmas hacia las características sexuales
diversas que transgreden la idea del binarismo sexual acerca de cómo deben ser
los cuerpos de hombres o de mujeres, derivados de las concepciones culturales
hegemónicas. La CNDH ha expresado que “la violencia contra las personas
intersexuales se deriva de la falta de reconocimiento y aceptación hacia las
personas cuyos cuerpos difieren del estándar corporal masculino y femenino, y
generalmente consiste en tratamientos o cirugías médicas irreversibles e
innecesarias realizadas en ausencia del consentimiento informado de las personas
intersexuales.
Intersexualidad. Todas aquellas situaciones en las que la anatomía o fisiología
sexual de una persona no se ajusta completamente a los estándares definidos
para los dos sexos que culturalmente han sido asignados como masculinos y
femeninos. Existen diferentes estados y variaciones de intersexualidad. Es un
término genérico, en lugar de una sola categoría. De esta manera, las
características sexuales innatas en las personas con variaciones intersexuales
podrían corresponder en diferente grado a ambos sexos. La intersexualidad no
siempre es inmediatamente evidente al momento de nacer, algunas variaciones lo
son hasta la pubertad o la adolescencia y otras no se pueden conocer sin
exámenes médicos adicionales, pero pueden manifestarse en la anatomía sexual
primaria o secundaria que es visible. Desde una perspectiva de derechos
humanos, que alude al derecho a la identidad y al libre desarrollo de la
personalidad, y a partir de la reivindicación de dicho concepto impulsada por los
movimientos de personas intersexuales en el mundo, se considera que el término
intersexual es el adecuado para su uso, rechazando el de hermafroditismo o
pseudohermafroditismo, usado hace algunos años en ámbitos médicos.
Lesbiana. Mujer que se siente atraída erótica y afectivamente por mujeres. Es una
expresión alternativa a “homosexual”, que puede ser utilizada por las mujeres para
enunciar o reivindicar su orientación sexual.
Lesbofobia. Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas y otras formas de
violencia basadas en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las mujeres
lesbianas o que son percibidas como tales, hacia sus identidades sexuales o hacia
las prácticas sociales identificadas como lésbicas. Puede derivar en otras formas
de violencia como el crimen de odio por su orientación sexual. A los homicidios de
mujeres lesbianas por su orientación sexual se les denomina lesbofeminicidios,
aun cuando no exista su tipificación jurídica. Se diferencia de la homofobia, pues
las formas de violencia y opresión son muy específicas en función del componente
de género, como en los casos de las “violaciones correctivas” a las mujeres
lesbianas, generalmente practicadas por familiares y amistades de sus familias.
LGBTIQPA+. Siglas para referirse a las personas lesbianas, gays, bisexuales,
trans, intersexuales, queers, pansexuales, asexuales y más.
Misandria. Odio, rechazo, aversión y desprecio hacia los hombres y, en general,
hacia todo lo relacionado con lo masculino.
Misoginia. Odio, rechazo, aversión y desprecio hacia la mujer y, en general, hacia
todo lo relacionado con lo femenino que se manifiesta en actos violentos y crueles
contra ella por el hecho de ser mujer.

Muxhe. Palabra, idea o concepto que proviene de los contextos indígenas y que
es preexistente a las categorías modernas de homosexual, bisexual y trans,
utilizadas en la actualidad. Arropa el término de hombre-femenino con identidad
genérica femenina. Dicha identidad genérica femenina se encuentra en las
estructuras del yo interior y en el imaginario de la estructura social del contexto
cultural particular zapoteca del istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Muxhe logra ser
un tercer espacio donde se transita entre la corporalidad y la identidad, es decir,
es el pensamiento zapoteca lo que ubica a la persona en una realidad concreta del
ser otro.
Orientación sexual. Capacidad de cada persona de sentir una atracción erótica
afectiva por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de
más de un género o de una identidad de género, así como la capacidad de
mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas. En general, la
orientación sexual se descubre alrededor de los 10 años de edad.
Pansexualidad. Capacidad de una persona de sentir atracción erótica afectiva
hacia otra persona, con independencia del sexo, género, identidad de género,
orientación sexual o roles sexuales, así como la capacidad de mantener relaciones
íntimas y/o sexuales con ella.
Prejuicio. Percepciones generalmente negativas, o predisposición irracional a
adoptar un comportamiento negativo, hacia una persona en particular o un grupo
poblacional, basadas en la ignorancia y generalizaciones erróneas acerca de tales
personas o grupos, que se plasman en estereotipos.
Queer. Son aquellas que además de no identificarse y rechazar el género
socialmente asignado a su sexo de nacimiento, tampoco se identifican con el otro
género o con alguno en particular. Dichas personas pueden manifestar, más que
identidades fijas, expresiones y experiencias que: 1) se mueven entre un género y
otro alternativamente; 2) se producen por la articulación de los dos géneros
socialmente hegemónicos; 3) formulan nuevas alternativas de identidades, por lo
que no habría, en sentido estricto, una transición que partiera de un sitio y buscara
llegar al polo opuesto, como en el caso de las personas transexuales. Las
personas queer usualmente no aceptan que se les denomine con las palabras
existentes que hacen alusión a hombres y mujeres, por ejemplo, en casos como
“todos” o “todas”, “nosotros” o “nosotras”, o profesiones u oficios (doctoras o
doctores), entre otras situaciones; sino que demandan —en el caso del idioma
español— que, en dichas palabras, la última vocal (que hace referencia al género)
se sustituya por las letras “e” o “x”, por ejemplo, “todes” o “todxs”, “nosotrxs”,
“doctorxs”, etc.
Salud sexual. Estado de bienestar físico, mental y social en relación con la
sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las
relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales
placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia. Para
que la salud sexual se logre, es necesario que los derechos sexuales de las
personas se reconozcan y se garanticen. Requiere de un enfoque positivo y
respetuoso de las distintas formas de expresión de la sexualidad y las relaciones
sexuales, así como de la posibilidad de ejercer y disfrutar experiencias sexuales
placenteras, seguras, dignas, libres de coerción, de discriminación y de violencia.
Sexo. Referencia a los cuerpos sexuados de las personas; esto es, a las
características biológicas (genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a
partir de las cuales las personas son clasificadas como machos o hembras de la
especie humana al nacer, a quienes se nombra como hombres o mujeres,
respectivamente.
Sexo asignado al nacer. Construcción sociocultural mediante la cual se les asigna
a las personas un sexo al nacer —denominándolas hombre o mujer—, con base
en la percepción que otras personas tienen sobre sus genitales. Dicha situación no
impide que la persona adapte su anatomía al cuerpo que decida, en ejercicio de
sus derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la identidad personal y a la
identidad sexual, que la facultan a ser como individualmente quiere ser, de
conformidad con sus caracteres físicos e internos, sus acciones, sus valores,
ideas y gustos.
Sexualidad humana. La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente
a lo largo de su vida y comprende el sexo, las identidades y los papeles de
género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
La sexualidad se vive y expresa en pensamientos, fantasías, deseos, creencias,
actitudes, valores, comportamientos, prácticas y roles, así como en relaciones
interpersonales. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no
todas ellas se viven o expresan siempre. La sexualidad está influenciada por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos,
culturales, legales, históricos, religiosos y espirituales.
Trans. Término paraguas utilizado para describir diferentes variantes de
transgresión/transición/reafirmación de la identidad y/o expresiones de género
(incluyendo personas transexuales, transgénero, travestis, drags, entre otras),
cuyo denominador común es que el sexo asignado al nacer no concuerda con la
identidad y/o expresiones de género de la persona Las personas trans construyen
su identidad de género independientemente de intervenciones quirúrgicas o
tratamientos médicos. Sin embargo, estas intervenciones pueden ser necesarias
para la construcción de la identidad de género de las personas trans y de su
bienestar. Existe la tendencia, dentro del movimiento de personas trans en el
ámbito internacional, a eliminar el nombramiento de las divisiones que
tradicionalmente se mencionaban a su interior, es decir, el uso de las ttt, por el
carácter patologizante y las consecuencias discriminadoras que conlleva. Hay
mujeres y hombres trans, de manera semejante a mujeres y hombres cis, con las
implicaciones correspondientes de acceso al disfrute de derechos, igualdad de
oportunidades y de trato por lo que hace a la construcción de género, social y
culturalmente condicionada.
Transexual. Las personas transexuales se sienten y se conciben a sí mismas
como pertenecientes al género y al sexo opuestos a los que social y culturalmente
se les asigna en función de su sexo de nacimiento, y que pueden optar por una
intervención médica —hormonal, quirúrgica o ambas— para adecuar su apariencia
física y corporalidad a su realidad psíquica, espiritual y social.
Transfobia. Rechazo, discriminación, invisibilización, burlas, no reconocimiento de
la identidad y/o expresión de género de la persona y otras formas de violencia
basadas en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las personas con
identidades, expresiones y experiencias trans, o que son percibidas como tales.
Puede derivar en violencia extrema como crímenes de odio, a los que se
denomina transcidio en contra de mujeres u hombres trans —aun cuando cabe
aclarar que ese hecho delictivo todavía no se encuentra legalmente tipificado. En
el caso específico de las mujeres trans se habla de transfeminicidio, haciendo
énfasis en su doble condición, de mujeres y de personas trans.
En ocasiones las personas comentan que han sido víctimas de estigmatización,
discriminación y violencia principalmente psicológica y física por familiares,
amigos, compañeros o la sociedad en general.
Transgeneridad. Condición humana por la cual la persona vive una inconformidad
entre su identidad de género, el género y/o el sexo que socialmente le han sido
asignados al nacer. Es distinta de la orientación sexual y puede haber hombres y
mujeres trans heterosexuales, homosexuales (o lesbianas si se trata de mujeres),
bisexuales, asexuales o pansexuales.
Transgénero. Las personas transgénero se sienten y se conciben a sí mismas
como pertenecientes al género opuesto al que social y culturalmente se asigna a
su sexo de nacimiento, y quienes, por lo general, sólo optan por una reasignación
hormonal —sin llegar a la intervención quirúrgica de los órganos pélvicos sexuales
internos y externos— para adecuar su apariencia física y corporalidad a su
realidad psíquica, espiritual y social.
Travesti. Las personas travestis, en términos generales, son aquellas que gustan
de presentar de manera transitoria o duradera una apariencia opuesta a la del
género que socialmente se asigna a su sexo de nacimiento, mediante la utilización
de prendas de vestir, actitudes y comportamientos.
Módulo 4
Lenguaje incluyente y no sexista
1 Introducción
El español como lengua no es sexista o discriminatoria, pero el uso que de ella se
hace puede serlo si no se emplea de manera cuidadosa. Así, el objetivo de este
módulo es introducir el uso correcto de la lengua para construir mensajes
incluyentes y evitar masculinizar o feminizar la forma de comunicarnos, además de
visibilizar de manera adecuada a todas las personas sin desvalorizar ni minimizar
a ninguna de ellas.
El uso del lenguaje propicia todos los procesos de pensamiento, y en ese sentido
crea la realidad propia. En el uso del lenguaje reproducimos sesgos y estereotipos
que sistemáticamente han excluido, minimizado o desvalorizado a diversos
grupos, por lo cual es crucial el uso del lenguaje incluyente y no sexista.
Para las instituciones públicas y profesionales prestadoras de servicios de salud
es una obligación el uso del lenguaje incluyente en sus comunicaciones. En
nuestro país, resulta fundamental propiciar la inclusión de género y desterrar los
términos que impiden visibilizar a las mujeres y también aquellos que son
peyorativos o excluyentes sobre los diversos grupos que componen a la sociedad.
2 Lenguaje incluyente y no sexista
Lenguaje de manera incluyente. Es un modo de expresión oral, escrito y visual
que busca dar igual valor a las personas al poner de manifiesto la diversidad que
compone a la sociedad y dar visibilidad a quienes en ella participan. De este modo
se busca forjar una sociedad integrada que promueva en todo momento la
igualdad entre los seres humanos.
El lenguaje en términos neutros. Expresarnos con términos neutros o hacer
evidente el masculino y femenino evita las generalizaciones. Esto permite
erradicar los estereotipos y luchar contra los roles de género tradicionales que
refuerzan la idea de desigualdad al subordinar al género masculino todo lo que
sea distinto a él.
Estereotipos, roles de género y sexismo. Los estereotipos son prejuicios,
suposiciones, actitudes y creencias que solemos tener frente a grupos de
personas, los aplicamos de manera negativa y sesgan la percepción de la
realidad. También resulta problemático considerar como verdaderos o inamovibles
los comportamientos que la sociedad señala como apropiados para hombres y
mujeres. Estas normas, llamadas roles de género, son parte de los vicios sexistas,
discriminatorios y no incluyentes.
El masculino no es universal ni neutro. En el lenguaje incluyente hay que entender
que el masculino no es universal ni neutro. En la lengua española esta práctica es
una convención social que no da visibilidad a las mujeres, etnias, nacionalidades,
géneros, edades, discapacidades, condiciones sociales, de salud, religiones,
preferencias sexuales, estado civil, ni a los cambios sociales que exigen
reconocimiento.
Para poder comprender el lenguaje incluyente y no sexista, debemos tomar en
cuenta los conceptos de Igualdad, Diversidad y Derecho.
Igualdad: Que todas las personas gocemos de los mismos derechos y tengamos
acceso a las mismas oportunidades. Sin importar el sexo, color de piel, etnia,
creencias religiosas, discapacidades, diferencias socioeconómicas, etcétera, todas
las personas debemos recibir respeto y contar con las condiciones efectivas para
el ejercicio de nuestros derechos.
Las características de cada persona o colectivo no deben resultar determinantes
para la oportunidad de acceder al ejercicio de los derechos humanos, los
estereotipos dentro de una sociedad presentan una visión parcial y exagerada de
ver el mundo que no hace sino excluir a los grupos que atacan.
Derecho al trato igualitario. Los seres humanos gozamos de los mismos derechos
reconocidos universalmente; por ende, gozamos también de la capacidad de
ejercerlos en la misma medida con el debido respeto y consideración a las demás
personas que del mismo modo pueden ejercer sus derechos.
El principio de igualdad refiere a no aplicar la misma medida en situaciones
diferentes, ni tratar diferente a personas en la misma situación. Corresponde a las
instituciones establecer las condiciones para asegurarnos que nos encontremos
en la misma posibilidad de ejercer nuestros derechos con igualdad, a veces por
medio de beneficios para un sector en desventaja. Esto significa igualdad de
oportunidades.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010
realizada por CONAPRED, el 59.5% de los mexicanos y mexicanas opina que la
riqueza es la mayor causa de desigualdad en el país.
Diversidad: Todas las personas somos diversas o diferentes, sin embargo,
poseemos el mismo valor como seres humanos. Un Estado que garantiza los
derechos y oportunidades por igual a sus habitantes, reconocer también que cada
individuo es único e irrepetible. Por ello es obligación de sus instituciones evitar las
exclusiones que provoquen discriminación.
Reconocer la diversidad es a su vez preservar la riqueza que brinda a la sociedad.
La conjunción de voces, tradiciones, culturas, credos y filosofías llenan de
dinamismo al país. Una nación que no reconoce la diversidad de su gente corre el
riesgo de quedar estancada.
La diversidad implica que las convenciones sociales no deben determinar quiénes
somos ni el rol que desempeñamos dentro de la sociedad. No hay funciones que
puedan ser desempeñadas excluyendo a personas de uno u otro sexo, de pueblos
originarios, con discapacidad, diferentes niveles socioeconómicos, etcétera.
Cada opinión es importante y por tanto digna de ser tomada en consideración en
una democracia, donde individuos diferentes han decidido vivir sus vidas como
iguales.
México es un país pluricultural conformado por 68 pueblos indígenas. En nuestro
país habitan 15.7 millones de indígenas.
Derecho: Aun cuando todas las personas somos diferentes y vivimos distintas
realidades, es obligación de las organizaciones públicas crear las condiciones que
promuevan la igualdad en el ejercicio de los derechos y evitar cualquier distinción
que dé como resultado la humillación, maltrato o exclusión al ejercicio de los
derechos de persona alguna.
En el ámbito internacional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos
adoptada y proclamada por la Organización de las Naciones Unidas, en sus
primeros artículos dice:
Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros.
Artículo 2. Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.
En el ámbito nacional, el artículo 1 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos en su párrafo tercero establece que:
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad
con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la
ley.
El artículo 41 de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres aclara:
Será objetivo de la Política Nacional la eliminación de los estereotipos que
fomentan la discriminación y la violencia contra las mujeres.
Quedando como obligación, además:
II. Desarrollar actividades de concientización sobre la importancia de la igualdad
entre hombres y mujeres.
La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación en su artículo cuarto
define a la discriminación como:
Toda distinción, exclusión, o restricción que, basada en el origen étnico o nacional,
sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud,
embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o
cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de
los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.
Es decir, las instituciones públicas no deben crear condiciones que dificulten el
libre ejercicio de los derechos, por el contrario, es su obligación hacer del
conocimiento general que todas las personas somos titulares de estos derechos, y
visibilizar la diversidad de población es un aspecto fundamental de este proceso.
No hay ley estatal o local que pueda impedir el derecho a la igualdad de
oportunidades, pues este se encuentra protegido por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y los acuerdos internacionales que nuestro país ha
firmado.
2 Lenguaje incluyente y no sexista
2.1 En que consiste el lenguaje incluyente y no sexista
Las palabras, los conceptos y los términos construyen las definiciones sociales
que moldean tanto la vida privada como la pública. El uso del idioma es un reflejo
de nuestra sociedad ya que mediante este transmitimos ideologías, modos,
costumbres y valores.
En nuestro idioma, la forma masculina de las palabras se usa indebidamente para
representar cuestiones humanas lo que produce invisibilidad y exclusión de las
mujeres en diversos ámbitos. Es mediante el lenguaje donde podemos observar
las asimetrías, desigualdades y brechas entre los sexos.
Hoy, deseamos cerrar las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres sin
dejar a nadie atrás para generar un cambio cultural que reduzca el desequilibrio en
materia de género, considerando al lenguaje como una vía de sensibilización,
inclusión y visibilización de mujeres y hombres.
Es un modo de expresión oral, escrito y visual que busca dar igual valor a las
personas al poner de manifiesto la diversidad que compone a la sociedad y dar
visibilidad a quienes de ella participan. De este modo se busca forjar una sociedad
integrada que promueva en todo momento la igualdad entre los seres humanos.
Expresarnos con términos neutros o que bien hacen evidente el masculino y el
femenino, evita las generalizaciones, busca erradicar los estereotipos y lucha
contra los roles de género tradicionales que refuerzan la idea de desigualdad al
subordinar al género masculino todo lo que sea distinto a él.
2.2 Consecuencias de No utilizar Lenguaje Incluyente
 La exclusión de la mujer no se limita al lenguaje, sino que las margina de la
vida pública
 Visión de inferioridad al género femenino
 Construcción errónea de la normatividad masculina y femenina
 Se da el mensaje de que el varón es la medida de lo humano
 Sexismo: prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las
personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características
y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen
cotidianamente
2.3 Importancia del lenguaje incluyente y no sexista
 La estrategia principal es eliminar las maneras androcéntricas de escribir,
es decir, que están centradas en el varón como modelo de vida
 Promueve erradicar la discriminación en la comunicación
 Eliminar los estereotipos dominantes
 Eliminar la desigualdad entre los sexos
Incluyente. Visibilidad a todas las personas:
 Busca erradicar la discriminación en la comunicación
 El lenguaje refleja la cultura y el pensamiento de las sociedades y, al mismo
tiempo, los refuerza
 El uso incluyente del lenguaje evita actos de distinción, restricción,
exclusión, negación o imprecisión en las comunicaciones orales y escritas
utilizadas en las instituciones públicas y privadas
No sexista. Igualdad de trato:
 Sexismo. - actitud o acción que menosprecia, excluye y estereotipa a las
personas por su sexo
 Beneficia a un grupo poblacional en detrimento del otro

2.4 Prontuario de Lenguaje Incluyente y No sexista


 
En este espacio encontrarás la información que necesitas, consejos prácticos y sencillos para
comenzar a utilizar el lenguaje de manera incluyente, no sexista y no discriminatoria. La
información se encuentra distribuida en apartados para que puedas identificar rápidamente los
elementos que quieras revisar o de los que tengas alguna duda que necesites resolver con
prontitud.
 
Es importante que antes de comenzar a explicar los criterios aclaremos que cuando hablamos
de género y de sexo, no estamos hablando de la misma cosa. Cuando se habla de género en
gramática, nos referimos a masculino y femenino. El sexo es una condición biológica que
diferencia al ser humano como hombre o mujer.
 
Genérico Universal
Por siglos ha sido común en el uso del español se acepte el uso del género masculino como
genérico universal para incluir en él a todas las personas, y es evidente que “todas las
personas” no clasifican como parte del género masculino. Que se trate de una práctica
generalizada no quiere decir que su uso sea correcto, y resulta problemático en una sociedad
que se dice igualitaria, que su lenguaje no visibilice a toda la población.
 
Evita generalizar en masculino para hablar de grupos en los que existen hombres y mujeres.
Recurre a los consejos que te daremos para dar visibilidad a todas las personas. Seamos
conscientes de ello o no, el uso del masculino a manera de genérico universal es un uso del
lenguaje sexista y no incluyente. Lo que no se nombra no existe y el español nos ofrece
suficientes recursos para dar visibilidad a todas las personas.
 

Redacción excluyente - No recomendada Alternativa Incluyente - Recomendada


Los jóvenes que deseen estudiar ... La juventud que desee estudiar ...
El interesado en el proyecto ... Quien se interese en el proyecto ...
El solicitante de la beca de estudios... Quien solicita la beca de estudios...
Quien representa a la dirección... Quien representa la dirección...
Los interesados en participar ... Las personas interesadas en participar ...
 
 
Los abstractos
Los abstractos nos permiten referirnos a las cosas en general al rescatar sus elementos
relevantes. Por ejemplo, en lugar de referirnos a las personas en lo individual, lo haremos por
su función o estado en que se encuentran. De este modo no hay asesores o asesoras sino
personas que brindan una asesoría.
 

Inadecuado Recomendado
El asesor / Asesores La asesoría/Asesorías
El tutor / Tutores La tutoría / Tutorías
El jefe / Los jefes La Jefatura / Las jefaturas
El director / Los directores La dirección
El coordinador / Los coordinadores La coordinación
Los redactores La redacción
 
 
La humanidad
Un ejemplo de ello es referirnos a “el hombre” como término para referirnos a la humanidad en
general. Expresiones como la especie humana o el género humano funcionan de la misma
manera y no la sujetan al masculino o al femenino. Del mismo modo se pueden buscar
expresiones alternativas para referirse a otros colectivos, como la ciudadanía en lugar de los
ciudadanos, o la niñez para enmarcar a niños y niñas.
 

Inadecuado Recomendado
Hace 2000 años el hombre vivía de la caza Hace 2000 años se vivía de la caza
El trabajo del hombre mejora su vida El trabajo de las personas mejora su
vida
Antes los hombres escribían con Antes escribíamos con jeroglíficos
jeroglíficos
Es benéfico para el hombre Es benéfico para la humanidad
 
 
Profesiones u ocupación
La lucha por el reconocimiento de las mujeres en el ámbito profesional ha sido ardua y
prolongada, por esta razón es muy importante que se dé el debido respeto a los logros que
han obtenido. Nombrar en femenino las profesiones cuando corresponde es reconocer que el
futuro de las mujeres no está limitado por su sexo, es eliminar estereotipos de género y abrir
la puerta a una nueva percepción del mundo.
 
Cuando el cargo, la profesión o el título es ejercido por mujeres se debe colocar en femenino,
pero debes tener cuidado, pues hay casos en los que se aceptan diferentes formas (como “la
juez” y” la jueza”) y hay otros en los que solo cambia el artículo a utilizar (por ejemplo, “la
docente” y “el docente”). En ocasiones nombrar los cargos en femenino puede sonar extraño,
pero no por ello debes dejar de hacerlo.
 

Redacción excluyente - Alternativa Incluyente - Recomendada


No recomendada
Se ofrece trabajo a Se ofrece trabajo a diseñadora o diseñador ...
diseñador/a ... No conviene disimular la visibilización, por ello es importante
evitar las barras diagonales
Buscamos un(a) Buscamos un abogado o abogada ...
abogado(a) ... Hay que eliminar los símbolos que no son legibles o que no
Buscamos un@ abogad@ son verdaderamente representación del femenino
Los docentes... El personal docente
Asesor Legal... Asesoría Legal...
Recomendamos palabras abstractas o genéricas si lo que se
quiere es hacer referencia a colectivos de los dos sexos
La ingeniero Cecilia... La ingeniera Cecilia...
Utilizar los determinantes femeninos para acompañar un oficio
 
Reglas de concordancia
Debemos mantener la concordancia entre lo que describimos y cómo lo hacemos. Si estamos
hablando de una mujer o un grupo de mujeres lo adecuado es referirnos a sus cargos y
profesiones en femenino, y si estamos hablando de un hombre se debe hacer lo propio y usar
el masculino. Reconocer lo femenino ayuda a terminar con las fórmulas sexistas.
 

Femenino Masculino
La fiscal El fiscal
La docente El docente
La jueza/La juez El juez
La vocal/ La vocala El vocal
 
Adjetivos y Participios
Los adjetivos y los participios nos ayudan a describir nuestro entorno por lo que nos veremos
en la necesidad de usarlos durante toda nuestra vida, por ello es importante aclarar que no
son sexistas o discriminatorios por sí mismos sino por el uso que hacemos de ellos. Cuando
los adjetivos y participios califican a un sujeto femenino, deberán presentarse en femenino y
cuando describen a un sujeto masculino, deberán corresponder a su forma masculina.
 
Femenino Masculino
La jueza adjunta al tribunal... El juez adjunto al tribunal
Una ingeniera especializada en Un ingeniero especializado en
computación... computación
La guía encargada de la ruta... El guía encargado de la ruta
La presidenta electa de la organización... El presidente electo de la organización
 
 
Artículos y sustantivos
En épocas más tempranas del lenguaje incluyente, no sexista y no discriminatorio, se
empleaba la repetición del sustantivo con el artículo en masculino y femenino con la intención
de dar visibilidad, pero se convertía en una frase larga y muchas veces compleja.
 
De igual modo, saber utilizar las formas verbales te permitirá prescindir de la marca de género
del sustantivo, lo cual es importante para referirse de manera impersonal y general a grupos
específicos.
 
Es correcto utilizar los artículos masculino y femenino antes del sustantivo como en “las y los
mexicanos”, pues es más práctico que repetir el sustantivo para cada uno de los artículos
como en “los mexicanos y las mexicanas”.
 
Te sugerimos equilibrar la utilización de femenino primero y el masculino primero, es decir, a
veces usar “Las y los ciudadanos” y en otras ocasiones “Los y las ciudadanas”.
 

Redacción excluyente - No Alternativa Incluyente - Recomendada


recomendada
Los mexicanos y las Las y los mexicanos ...
mexicanas ... Hay que notar que el género del sustantivo está ligado al
último artículo que se utilizó sea femenino o masculino, así
mantendrás la lógica en tus textos.
Los directores ... Las y los directores ...
Nombrar a los dos sexos usando dos artículos permite
visibilizar a las mujeres
Los que cuenten con el Quienes cuenten con el servicio...
servicio... Evitar usar artículos masculinos posibilita el lenguaje
incluyente
Si el solicitante decide Si decide impugnar antes de recibir la respuesta...
impugnar antes de recibir la Es posible omitir la referencia directa al sexo del sustantivo
respuesta... y utilizar el verbo, siempre y cuando, el sujeto esté claro y
no haya ambigüedad en la frase
Los campesinos pueden El campesinado puede participar en la consulta...
participar en la consulta... Los sustantivos colectivos permiten eliminar la ambigüedad
sin afectar la legibilidad
 
Artículos
Los artículos se pueden utilizar para marcar la diferenciación de los géneros sin la necesidad
de repetir el sustantivo. Es recomendable alternar y cuidar la correlación entre el último
artículo con el sustantivo para no perder la lógica del texto.
 

No recomendado Recomendado
Los trabajadores Los y las trabajadoras
Los magistrados Las y los magistrados
Los jueces Las y los jueces
Los directores Los y las directoras
 
 
Sustantivos Genéricos
Son términos que independientemente de su género gramatical, permiten nombrar a todas las
personas, pues las agrupan por sus características. Por ejemplo: seres humanos, ciudadanía,
etcétera.
 

No recomendado Recomendado
Los niños La niñez
Los ciudadanos La ciudadanía
Los adolescentes La adolescencia
Los hijos La descendencia
 
 
Verbos
Hay que notar que el género del sustantivo y el verbo (y en las ocasiones que el verbo cumpla
la función del sustantivo) deben ser coherentes en su utilización en femenino o masculino, así
mantendrás la lógica en tus textos. Por ejemplo:
 

No recomendado Recomendado
La persona interesado en el La persona interesada en el
documento. documento.
 
 
Pronombres
Los pronombres sustituyen a un nombre, aluden a cosas o personas. De esta forma puedes
referirte a quienes no conoces sin recurrir al masculino o femenino corriendo el riesgo de
cometer un error. Además, el uso de las formas impersonales te permitirá eliminar la marca de
género.
 
El tema de los pronombres puede llegar a ser demasiado amplio si nos dedicamos a explicar a
profundidad sus complejidades, por ello nos referiremos a lo que tiene que ver de manera
directa con el uso del lenguaje incluyente.
 
Para sustituir en un texto el uso del “nosotros” que no es incluyente, puedes usar el morfema
"-mos" unido al verbo, como en solicitamos, convocamos, reunimos; es una forma de implicar
el uso del colectivo de modo incluyente sin que nos veamos forzados a escribir “nosotros y
nosotras”.
 
De igual modo, el uso del pronombre personal de la tercera persona se y los impersonales
quien y quienes son opciones te ayudarán a dirigirte a las personas que no necesariamente
conoces y por ende no sabes a qué sexo pertenecen, a continuación, te explicamos cómo
hacerlo.
 
Redacción excluyente - No
recomendada Alternativa Incluyente - Recomendada
Nosotros recomendamos a los Recomendamos al electorado utilizar ...
electores utilizar...
Serán los jueces los que determinen ... Quien juzgue será quien determine ...
Utilizar determinantes sin marca de género
Es bueno para el bienestar del Es bueno para el bienestar de las personas...
hombre... También sería correcto usar "Es bueno para el
bienestar de la gente..."
Nosotros recomendamos a nuestros Recomendamos a quien nos visita que utilice su
Redacción excluyente - No
recomendada Alternativa Incluyente - Recomendada
visitantes utilizar su tarjeta... tarjeta correctamente...
Se recomienda un uso correcto de la tarjeta...
Usar formas impersonales al utilizar el verbo en
tercera persona precedida por el pronombre
Nosotros podemos participar en la Podemos participar en la consulta...
consulta ciudadana...
Nosotros estamos a su servicio... Estamos a su servicio...
 
 
Diagonales y arrobas
En una etapa temprana del lenguaje incluyente y no sexista se intentó eliminar el género de
las oraciones al sustituir las vocales que determinaban el género por otros símbolos como
arrobas o “X”. El uso de estos símbolos, aunque bien intencionado, es incorrecto por una
sencilla razón: hacen imposible la comunicación, pues al no ser signos lingüísticos no hay
manera de darle pronunciación o sentido a las oraciones al momento de darles lectura.
 
No utilices formas y símbolos como @, X, (), /, para prescindir de la marca de género en tus
textos o pretender incluir a lo femenino y masculino, pues dificultan su lectura y no son parte
del uso del lenguaje incluyente.
 
El uso de barras y paréntesis para el doblete deberá limitarse a formularios abiertos y debe
procurarse el uso de la siguiente manera: En lugar de “El interesado/a” escribir “El/La
interesado/a”.
 

Inadecuado Recomendado
El interesado/a El/La interesado/a
Estimado Sr./Sra. Estimado/a Sr/a
Representante de los trabajadores/as Representante de los/las trabajadoras/res
El médico se encuentra incapacitado El/la médico/a se encuentra incapacitado/a
Se informa a tod@s l@s trabajador@s Se informa a todo el personal asalariado
Se informa a todxs lxs trabajadorxs

3 Conclusiones
En conclusión, podemos resaltar que el lenguaje en sus inicios no daba
importancia ni cavidad a pensar en que fuese incluyente o en que su uso pudiera
caer en temas sexistas en donde la masculinidad tuviera mayor peso ante la
femineidad. Sin embargo, con el paso del tiempo se fue dando paso a que su uso
fuera de la mano de la consciencia, sustentado en un marco normativo de
reconocimiento y respeto a las diversidades, haciendo valer la igualdad y la
equidad de género.
El lenguaje incluyente y no sexista no solo se basa en el uso de palabras que
muestren o den visibilidad a las diversidades y al género femenino, sino que busca
el concientizar a las personas de la importancia social de dichas personas y del
respeto que se merecen, no solo en un arco de buena fe, sino basado en el
sustento normativo que previene y protege de los actos que buscan violentar,
menoscabar y/u obstaculizar los derechos y la integridad de las personas en el
ejercicio de los mismos.
Es de suma importancia el reconocimiento del lenguaje incluyente y no sexista,
pero aún más importante que sea acogido, impulsado y transmitido por las
instituciones públicas y los prestadores de servicios, en especial de quienes tienen
contacto directo con las poblaciones históricamente vulnerabilizadas; con la
finalidad de empoderar y colocarles dentro de la participación social de las
acciones del Estado.
4 Resumen
El lenguaje por sí mismo es incluyente, ya sea en una expresión oral, escrita o
visual. Al usarlo de manera atenta, logra dar igualdad a las personas mostrando la
diversidad social y dotando de visibilidad a las mismas. De este modo, se
promueve en todo momento la igualdad entre los seres humanos.
Su uso debe manejarse en términos neutros, con el fin de hacer evidente el
masculino y femenino. Al evitar las generalizaciones, se puede erradicar los
estereotipos y luchar contra los roles de género tradicionales que refuerzan la idea
de desigualdad en donde lo masculino es sinónimo de superioridad.
Recordemos que el lenguaje es un reflejo de los procesos mentales introyectados,
en su mayoría por medio del aprendizaje, ya sean colectivos (por medio de la
cultura domínate) o directos (por medio del aprendizaje de los primeros círculos
sociales. Por ejemplo, la familia). En el lenguaje depositamos y resaltamos los
estereotipos, roles de género y sexismo; se nos enseñó el “deber ser” de las
personas dentro de la sociedad, son parte de los vicios sexistas, discriminatorios y
no incluyentes.
Para que el uso de la lengua española sea considerado “lenguaje incluyente y no
sexista”, debe comprender e integrar los conceptos de Igualdad, Diversidad y
Derecho.
Buscamos cerrar las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres sin dejar a
nadie atrás para generar un cambio cultural que reduzca el desequilibrio en
materia de género, considerando al lenguaje como una vía de sensibilización,
inclusión y visibilización de mujeres y hombres.
Las consecuencias de No utilizar Lenguaje Incluyente repercuten en la exclusión
de la mujer, no solo en el lenguaje, sino también en la vida pública; visión de
inferioridad al género femenino; construcción errónea de la normatividad
masculina y femenina. Esto tiene como resultado el mensaje de que el varón es la
medida de lo humano y provoca prácticas y actitudes que promueven el trato
diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, también denominadas
como sexismo, determina el “deber ser” de lo que se espera de las mujeres y los
hombres.
El Lenguaje Incluyente es una estrategia para eliminar las maneras androcéntricas
de escribir, es decir, que están centradas en el varón como modelo de vida,
promueve el erradicar la discriminación en la comunicación, eliminar los
estereotipos dominantes y eliminar la desigualdad entre los sexos.

5 Glosario
Discriminación
Es el trato desfavorable o de desprecio a determinada persona o grupo. El trato
diferencial por razones injustificables, prejuicios y percepción distorsionada de la
realidad. La estigmatización de características o atributos sociales.
Discriminación contra la mujer
Es la limitante en el ejercicio de los derechos y libertades de la mujer debido a
estereotipos y prácticas sexistas que desvalorizan lo femenino y a las mujeres
como grupo poblacional.
Discriminación directa
La existencia de reglas que de manera abierta estigmatizan o excluyen a
personas, lesionando así sus derechos.
Discriminación indirecta
Reglas o prácticas que en apariencia son inofensivas o neutrales, pero cuyos
efectos excluyen o lesionan derechos humanos.
Diversidad
Es el término con el que se alude a la pluralidad de culturas que existen dentro de
una sociedad y la manera en que se relacionan entre sí y con los demás. Es
además la riqueza de tradiciones, costumbres, vestimentas e incluso actividades
propias de cada uno de estos grupos que conforman a la sociedad.
Estereotipo
Prejuicios, suposiciones, actitudes y creencias que solemos tener frente a grupos
de personas, los aplicamos de manera negativa y sesgan la percepción de la
realidad.
Género
En un sentido sociocultural refiere al conjunto de ideas, creencias,
representaciones y atribuciones sociales construidas en cada cultura, tomando
como base la diferencia sexual.
Igualdad
Situación en que las personas tienen los mismos derechos y las mismas
oportunidades, ya sea en aspectos específicos o a nivel general como sociedad.
Lengua sexista
Refiere a los mensajes que, por su tono, las palabras elegidas o el modo de
estructurar el discurso resultan discriminatorios por razones de sexo.
Rol de género
Son los comportamientos que las normas de la sociedad dicen que son
apropiados para uno u otro sexo.
Sexo
Son las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres
humanos que los definen como hombre y mujer.
Visibilizar
Se trata de hacer visible lo que a simple vista no lo es o que por costumbre se ha
tomado como evidente, aunque no lo sea. Dar visibilidad a todas las personas
ayuda a incluirlas e integrarlas, reconocer sus necesidades o sus inquietudes en
un ambiente que reconozca la igualdad en sus derechos.
Módulo 5 Estigma y discriminación asociado a condiciones de salud asociadas a
las prácticas sexuales o el consumo de DROGAS: VIH, VPH y neoplasias
asociadas, otras infecciones de transmisión sexual, Hepatitis By C.
1 Introducción
En México se estima, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS),
el 20.2% de la población de 18 años y más ha sido discriminada en el último año
(INEGI, 2017), los motivos más frecuentes de discriminación son la apariencia, las
creencias religiosas y el género para las mujeres; en tanto que para los hombres
son la apariencia, la manera de hablar y la edad.
El estigma y la discriminación son factores que impactan directamente de manera
desfavorable a las personas que son blanco de estas. La forma de poder
comprenderles y hacer un cambio significativo es por medio de la visibilización, así
como de conocer a las poblaciones mayormente vulnerabilizadas.
Ambas surgen a partir de la idea preconcebida de que las diferencias tienen un
valor inferior a la idea normativa dominante y la cual es transmitida a través de la
sociedad (ya sea la familia, la escuela, etc.). Estas ideas irán cambiando de
acuerdo a la cultura en la cual nos desenvolvamos y va cambiando con el tiempo.
Otro factor que suele ser motivo de estigma y discriminación es hacia las personas
que tienen algún padecimiento que ve comprometida su salud, en especial
aquellos que están relacionados con la sexualidad, el ejercicio de la sexualidad y/o
aquellas que tienen que ver con el consumo de alguna sustancia.
Sus efectos al lago plazo van desde rechazo familiar, problemas en el espacio de
trabajo y escolar, traumas psicoemocionales, actitudes de evitación con la
finalidad de no ser rechazados, violaciones de sus derechos humanos que llevan
al abandono de los servicios de salud, deterioro de la salud y en una instancia
integral en las afecciones directas a la percepción del bienestar.
La mejor forma de prevenir y contrarrestar los efectos del estigma y la
discriminación es el difundir información que disminuya el desconocimiento y los
miedos, para asegurar un cambio significativo, inferir en el empoderamiento de las
personas en el reconocimiento y ejercicio de sus propios derechos y el promover
estrategias en el sistema de salud que permitan eliminar las violaciones de
derechos humanos disminuir las creencias que incitan a los pensamientos
estigmatizantes y los actos discriminatorios.
2 ¿Qué es el estigma?
El estigma tiene raíces muy antiguas, sus orígenes vienen de la antigua Grecia, en
donde a las personas pertenecientes a grupos marginados eran marcados en el
cuerpo por un hierro candente en señal de pertenencia. Se ha descrito como una
característica que desprestigia considerablemente a un individuo ante los ojos de
los otros, estudios han demostrado que a lo largo del tiempo el individuo
estigmatizado es una persona con una “identidad dañada” que es “convertida en
indigna” a los ojos de los demás (Goffman, 1963). También tiene importantes
consecuencias sobre el modo en que los individuos se perciben a sí mismos.
En definición el estigma es el conjunto de las actitudes y creencias desfavorables
que “desacreditan o rechazan” a una persona o a un grupo por considerarles
diferentes. Tienen importantes consecuencias sobre el modo en que los individuos
se perciben a sí mismos, por lo que este proceso devalúa a las personas.
A su vez la estigmatización es un proceso dentro de una cultura o un ambiente
particular en donde ciertos atributos de una persona o un grupo son tomados y
definidos por otros como deshonrosos o indignos. Por lo tanto, la estigmatización
describe un proceso de subvaloración más que un rasgo. Busca hacer un
señalamiento negativo con el fin de insultar, ofender, atacar o someter a aquellos
que son vulnerables, justificado por el desprecio, prejuicios y estereotipos
aprendidos.
2.1 ¿Cómo se desarrolla el estigma relacionado al VIH, VHC e ITS?
La mayor parte de las creencias sobre el VIH se construyen sobre concepciones
negativas anteriores y son reforzadas por el sistema social, generalmente basadas
en la desinformación y el miedo ante algo que fue concebido como “peligrosos” o
que solo le pasa a un grupo determinado de personas.
A menudo se cree que las personas que viven con VIH merecen su destino porque
han hecho algo malo o que es un “castigo” ante las ideas religiosas o normativas
que la sociedad determinó como comunes.
Con frecuencia estas “malas acciones” se vinculan con prácticas sexuales,
actividades ilícitas o comportamientos reprobados por la sociedad, con base en
ideas moralistas, como el consumo de drogas intravenosas o el tener relaciones
sexo-afectivas entre personas del mismo sexo.
Los hombres con VIH pueden ser percibidos como homosexuales, bisexuales o
clientes de “prostitutas”, lo cual es un claro ejemplo de un estigma social que ha
sido depositado sobre ciertos grupos de personas que históricamente han sido
blanco de violencia, estigma, discriminación y violaciones de sus garantías.
A su vez las mujeres con VIH son percibidas como “promiscuas” ante el ejercicio
de sus derechos sexuales y reproductivos o que ejercen el sexo servicio, lo cual
para la sociedad sería la explicación del diagnóstico positivo a VIH.
El estigma está ligado al poder y el dominio en todos los niveles de la sociedad en
su conjunto, desempeña un papel clave en la producción y reproducción de las
relaciones de poder. En última instancia, el estigma crea desigualdad social, y se
ve reforzado por ella.
Tiene profundos orígenes en el seno de la estructura de la sociedad en su
conjunto, en las normas y valores que rigen gran parte de nuestra vida cotidiana.
Hace que algunos grupos sean subvalorados, avergonzados y que otros se
sientan superiores. A menudo la comunidad perpetúa el estigma y la
discriminación, ya sea por miedo o por ignorancia y en ocasiones porque resulta
cómodo culpar a quienes se han visto afectados primero.
2.2 Estigma internalizado
Es importante el explorar y señalar la existencia de la autoestigmatización o la
vergüenza que las personas que viven con VIH/sida pueden desarrollar, al
momento en que se internalizan las respuestas y reacciones negativas de los
demás; a esto se le puede llamar estigma internalizado.
Es la manera en que las personas con VIH se sienten sobre sí mismas, este
proceso psicoemocional puede conducir a el deterioro o la baja autoestima, el
sentido de autodesvalorización y en otros casos trastornos psiquiátricos como la
depresión y la despersonalización de la persona que vive con VIH.
Los resultados que puede traer a través del tiempo son que la persona afectada
renuncie al contacto social, íntimo y sexual o que se prive a si misma del acceso a
servicios de salud, educación, entre otras oportunidades de desarrollo integral;
debido al temor de ser discriminada, señalada o violentada por su condición de
salud.
En México se estima que tres de cada diez personas que viven con VIH se han
abstenido de usar servicios de salud durante la pandemia de la COVID-19 por
temor a sufrir discriminación (CENSIDA, 2020)
2.3 ¿Qué es un estereotipo?
Se entiende como el conjunto de creencias acerca de los atributos asignados a los
distintos grupos sociales, reside en un proceso cognitivo, es decir, es un
pensamiento que se aprende y transmite de manera cultural. Es una imagen o
idea en la que se asignan características determinadas a cierto grupo o tipo de
personas; esto sin un análisis previo y carece de objetividad.
Los estereotipos van cambiando y se van actualizando de acuerdo a la época en
la cual nos encontramos, al igual que dependen completamente de la sociedad, la
cultura y el contexto en el cual nos encontremos.
Estos se encuentran introyectados en la memoria de los individuos, tanto en la
memoria social como de manera particular. Se puede decir que son "cuadros en la
cabeza" que nos dice aspectos de la realidad sin ser necesariamente observados:
"nos hablan del mundo antes de verlo" [...] "en la mayoría de los casos no es que
veamos primero y luego definimos, sino que definimos primero y luego vemos"
(Huici, 1996).
2.4 ¿Qué es un prejuicio?
Es una idea que se forma al juzgar o calificar anticipadamente, emitir una opinión
o un juicio (generalmente negativo) hacia una persona o grupo. Se define como "el
afecto o la evaluación negativa de un grupo" (Huici, 1996).
Operan en un nivel afectivo, es decir hacia las emociones y los sentimientos; que
en otras palabras se puede traducir como el proceso mental que se le da a la
interpretación de las emociones y sentimientos, sin conocer a las personas, carece
de lógica y objetividad. Es lo que sentimos de una persona o grupo sin
necesariamente haber interactuado, se da hacia personas que no se conocen,
solo por el observarles.
Los prejuicios surgen a partir de cualquier característica o motivo aparente de las
personas, al considerar generalmente lo diferente como “malo, erróneo,
inaceptable o inadecuado”.
2.5 ¿Qué es la discriminación?
Es una práctica que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio
inmerecido a determinada persona o grupo, a partir de las creencias que se tienen
sobre estas personas. La discriminación se deriva de los prejuicios e implica la
afectación de los derechos humanos de las personas.
Hay grupos humanos que son más susceptibles a sufrir violaciones de sus
derechos humanos y vulnerables ante la discriminación por alguna de sus
características físicas, estilo de vida, ideologías o prácticas sexo-afectivas.
La discriminación se produce cuando se realiza una distinción o se obstaculiza el
desarrollo de alguna persona, lo cual da lugar a que sea tratada parcial e
injustamente por pertenecer a un grupo particular.
Todos tenemos derecho a ser tratados por igual, sin importar nuestra raza, etnia,
nacionalidad, clase, casta, religión, creencias, sexo, género, lengua, orientación
sexual, identidad de género, características sexuales, edad, estado de salud u otra
condición. Con frecuencia se presentan historias de personas que sufren la
crueldad sólo por pertenecer a un grupo "diferente" de quienes están en
posiciones de privilegio o de poder.
La discriminación tiene lugar cuando una persona no puede disfrutar de sus
derechos humanos o de otros derechos legales en condiciones de igualdad con
otras personas debido a una distinción injustificada que se establece en la política,
la ley o en los tratados.
La discriminación puede ser de distintas formas:
Discriminación directa. Tiene lugar cuando se hace una distinción explícita entre
grupos de personas, como resultado de la cual los individuos de algunos grupos
tienen menos capacidad que los de otros para ejercer sus derechos. Por ejemplo,
brindar servicios de salud libres de discriminación solo a personas cisgénero y
hacer distinciones a las personas trans.
Discriminación indirecta. Se da cuando una ley, una política o una práctica se
presenta en términos neutrales (es decir, no hace ninguna distinción explícita)
pero perjudica de modo desproporcionado a un grupo o grupos específicos. Por
ejemplo, una política laboral que obligue al personal a realizarse pruebas de
detección de VIH para continuar laborando en este lugar; parecería una acción sin
fines de violentar a las personas, sin embargo, afecta de manera directa a las
personas que viven con VIH.
Discriminación interseccional. Se presenta cuando varias formas de discriminación
se combinan y dejan a un grupo o grupos específicos en una situación aún mayor
de desventaja. Por ejemplo, la discriminación contra las mujeres en muchos casos
supone que a ellas se les pague menos que a los hombres por el mismo trabajo.
La discriminación contra una minoría étnica suele comportar que a las personas
que forman parte de ella se les pague menos que a otras personas por el mismo
trabajo. Cuando las mujeres pertenecientes a un grupo minoritario reciben un
salario inferior al de otras mujeres, y al de los hombres del mismo grupo
minoritario, sufren discriminación interseccional debido a su sexo, género y origen
étnico.
2.6 Consecuencias del Estigma y Discriminación asociadas al VIH, VHC e ITS
El estigma y la discriminación son perjudiciales en sí mismo, porque puede
conducir a sentimientos de vergüenza, culpa y aislamiento de las personas con el
VIH, VHB, VHC, VPH o alguna ITS y también porque las concepciones negativas
a menudo conducen a los individuos a hacer cosas o a dejar de hacerlas que
puedan perjudican a otros o que les niegan servicios y derechos.
Las principales consecuencias hacia las personas que viven con VIH, VHC o que
tiene alguna ITS que se dan a raíz de estos dos fenómenos son:
Se vean violados los derechos de las personas y sus familias.
Incrementa el impacto negativo de la epidemia y obstaculiza la detección y
atención de la misma.
Provoca angustia y desesperación excesivas e innecesarias.
Por sí mismos contribuyen al deterioro de la salud, afecciones a la calidad de vida
y al nivel de bienestar de las personas afectadas.
Provoca que las personas se sientan avergonzadas, que oculten sus vínculos y
relaciones con personas cercanas, que se abstengan de participar en respuestas
sociales más positivas e incluso desarrollarse en ambientes sociales sanos que
faciliten su desarrollo integral.
La sociedad contribuye a reforzar la creencia errónea basada en el miedo y la
desinformación de que las personas con VIH, VHC o con alguna ITS deben ser
señaladas, evidenciadas, apartados de los demás, castigados y que son culpables
de su situación de salud.
Se puede presentar rechazo escolar, familiar y laboral, así como la violencia por
parte de las personas que interactúan en estas esferas de la vida.
3 Conclusiones
Podemos concluir que el estigma y la discriminación son fenómenos que han
existido y persistido a través del tiempo, lo cual denota lo sencillo que puede ser el
ejercerlos sobre aquellos que consideramos distintos o que tienen ideologías que
se contraponen a las nuestras, de igual forma es sencillo el que uno sea blanco de
sus efectos negativos.
Como pudimos ver son fenómenos aprendidos y replicados de la sociedad, la
cultura y en la familia (entre otros), lo cual nos lleva a decir que el estigma y la
discriminación comienzan desde uno mismo, es cierto que el Estado debe
procurar y prevenirles por medio de políticas públicas que beneficien a las
poblaciones claves y vulnerables a sufrir esto, como es el caso de las personas
que por sus prácticas sexuales no normativas o el consumo de sustancias le
puedan llevar a una condición de salud especifica como a contraer VIH, VHB,
VHC, alguna ITS o VPH. Sin embargo, cada persona es capaz de detenerlos, si se
derriban las barreras de la desinformación, el miedo a lo desconocido, respeto a
las diferencias, inclusión de las diversidades y la igualdad de las personas.
Podría pensarse que es casi imposible el no tener prejuicios a cerca de las
personas desconocidas, sin embargo si es posible, interesándonos en las
personas, respetando las ideas y recordando que todos tenemos las mismas
garantías y las mismas obligaciones. Para hacer valer nuestros derechos es
imprescindible el cumplir con nuestras obligaciones, por una sociedad más
incluyente y respetuosa.
4 Resumen
En definición el estigma es el conjunto de las actitudes y creencias desfavorables
que “desacreditan o rechazan” a una persona o a un grupo por considerarles
diferentes. Tienen importantes consecuencias sobre el modo en que los individuos
se perciben a sí mismos, por lo que este proceso devalúa a las personas. Sus
raíces vienen desde la antigua Grecia.
Estigmatización. Es un proceso dentro de una cultura o un ambiente particular en
donde ciertos atributos de una persona o un grupo son tomados y definidos por
otros como deshonrosos o indignos. Describe un proceso de subvaloración más
que un rasgo. Busca hacer un señalamiento negativo con el fin de insultar,
ofender, atacar o someter a aquellos que son vulnerables, justificado por el
desprecio, prejuicios y estereotipos aprendidos.
La mayor parte de las creencias sobre el VIH se construyen sobre concepciones
negativas anteriores y son reforzadas por el sistema social, generalmente basadas
en la desinformación y el miedo ante algo que fue concebido como “peligrosos” o
que solo le pasa a un grupo determinado de personas.
A menudo se cree que las personas que viven con VIH merecen su destino porque
han hecho algo malo o que es un “castigo” ante las ideas religiosas o normativas
que la sociedad determinó como comunes.
El estigma está ligado al poder y el dominio en todos los niveles de la sociedad en
su conjunto, desempeña un papel clave en la producción y reproducción de las
relaciones de poder. En última instancia, el estigma crea desigualdad social, y se
ve reforzado por ella.
La discriminación tiene por componentes al: estigma, estigmatización, prejuicio,
estereotipos. Todos tienen en común la base de ser parte de un pensamiento o
creencias sin fundamentos y en algunos sin conocimiento previo de las personas.
Esto da paso al acto de menoscabar a la persona, lo cual llamamos
discriminación.
Estigma interno. La autoestigmatización o la vergüenza que las personas que
viven con VIH/sida pueden desarrollar, al momento en que se internalizan las
respuestas y reacciones negativas de los demás; a esto se le puede llamar
estigma internalizado.
Estereotipo. Se entiende como el conjunto de creencias acerca de los atributos
asignados a los distintos grupos sociales, reside en un proceso cognitivo, es decir,
es un pensamiento que se aprende y transmite de manera cultural. Es una imagen
o idea en la que se asignan características determinadas a cierto grupo o tipo de
personas; esto sin un análisis previo y carece de objetividad.
Prejuicio. Es una idea que se forma al juzgar o calificar anticipadamente, emitir
una opinión o un juicio (generalmente negativo) hacia una persona o grupo. Se
define como "el afecto o la evaluación negativa de un grupo" (Huici, 1996).
Discriminación. Es una práctica que consiste en dar un trato desfavorable o de
desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, a partir de las creencias
que se tienen sobre estas personas. La discriminación se deriva de los prejuicios e
implica la afectación de los derechos humanos de las personas.
Discriminación directa. Tiene lugar cuando se hace una distinción explícita entre
grupos de personas, como resultado de la cual los individuos de algunos grupos
tienen menos capacidad que los de otros para ejercer sus derechos.
Discriminación indirecta. Se da cuando una ley, una política o una práctica se
presenta en términos neutrales (es decir, no hace ninguna distinción explícita)
pero perjudica de modo desproporcionado a un grupo o grupos específicos.
Discriminación interseccional. Se presenta cuando varias formas de discriminación
se combinan y dejan a un grupo o grupos específicos en una situación aún mayor
de desventaja.
5 Glosario
Discriminación
Es el trato desfavorable o de desprecio a determinada persona o grupo. El trato
diferencial por razones injustificables, prejuicios y percepción distorsionada de la
realidad. La estigmatización de características o atributos sociales.
Discriminación contra la mujer
Es la limitante en el ejercicio de los derechos y libertades de la mujer debido a
estereotipos y prácticas sexistas que desvalorizan lo femenino y a las mujeres
como grupo poblacional.
Discriminación directa
La existencia de reglas que de manera abierta estigmatizan o excluyen a
personas, lesionando así sus derechos.
Discriminación indirecta
Reglas o prácticas que en apariencia son inofensivas o neutrales, pero cuyos
efectos excluyen o lesionan derechos humanos.
Diversidad
Es el término con el que se alude a la pluralidad de culturas que existen dentro de
una sociedad y la manera en que se relacionan entre sí y con los demás. Es
además la riqueza de tradiciones, costumbres, vestimentas e incluso actividades
propias de cada uno de estos grupos que conforman a la sociedad.
Estereotipo
Prejuicios, suposiciones, actitudes y creencias que solemos tener frente a grupos
de personas, los aplicamos de manera negativa y sesgan la percepción de la
realidad.
Género
En un sentido sociocultural refiere al conjunto de ideas, creencias,
representaciones y atribuciones sociales construidas en cada cultura, tomando
como base la diferencia sexual.
Igualdad
Situación en que las personas tienen los mismos derechos y las mismas
oportunidades, ya sea en aspectos específicos o a nivel general como sociedad.
Lengua sexista
Refiere a los mensajes que, por su tono, las palabras elegidas o el modo de
estructurar el discurso resultan discriminatorios por razones de sexo.
Rol de género
Son los comportamientos que las normas de la sociedad dicen que son
apropiados para uno u otro sexo.
Sexo
Son las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres
humanos que los definen como hombre y mujer.
Visibilizar
Se trata de hacer visible lo que a simple vista no lo es o que por costumbre se ha
tomado como evidente, aunque no lo sea. Dar visibilidad a todas las personas
ayuda a incluirlas e integrarlas, reconocer sus necesidades o sus inquietudes en
un ambiente que reconozca la igualdad en sus derechos.
Módulo 6 Lenguaje Libre de estigma y discriminación en los servicios de salud
1 Introducción
El lenguaje ha sido estudiado desde diversas teorías y enfoques de pensamiento.
En la búsqueda de explicar teóricamente la relación entre el lenguaje y las
interacciones humanas, han surgido distintas definiciones sobre el término, a partir
de las propias concepciones y creencias asociadas a diferentes disciplinas:
psicología (conductista, del desarrollo), lingüística, filosofía, medicina,
neuropsicología, entre otras.
Algunas de las teorías que dieron origen a las definiciones de lenguaje fueron
propuestas por:
a) John B. Watson, fundador del conductismo, quien a través de la
conceptualización de los «hábitos verbales», se producen los pensamientos. Para
Watson, el lenguaje es un hábito manipulatorio, al describir la capacidad humana
para manipular los sonidos producidos por la laringe. Además, el
desencadenamiento de conductas verbales y no verbales se debe a la
denominación de objetos y acontecimientos (estímulos visuales, auditivos, táctiles,
olfativos, entre otros) (Fernández, 1996).
b) Burrhus Frederic Skinner, a partir del conductismo, señaló que el lenguaje se
aprende a través de mecanismos de condicionamiento, al depender de estímulos
externos (Londoño, 2017).
c) Noam Chomsky, quien desde la lingüística, expresa que el lenguaje es un
conjunto finito o infinito de oraciones gramaticales, con longitud finita y construida
por un conjunto finito de elementos. Es una característica exclusivamente humana
que no depende de estímulos ni de respuestas (Baron, 2014).
d) Alexander Luria (1984), desde el neurolingüismo, explica que el lenguaje es
un sistema de códigos conceptuales con los cuales se designan objetos del
mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos,
independientemente de si son abstractos o concretos, por ejemplo, el vocablo
“mesa” se contextualiza como un tipo de mueble, o “agua” una sustancia líquida
que se bebe (Zaiter, 1989).
e) Benjamin Lee Whorf, a partir del determinismo, señala que la estructura del
lenguaje condiciona la forma del pensamiento. Las diferencias de pensamientos
están marcadas por el lenguaje (Sampedro, 2014).
f) Lev Vygotsky, a partir del enfoque social, señala que las palabras dan forma
a ese sistema de signos que llamamos lenguaje, el cual lejos de ser estático y
universal, es dinámico, cambiante y flexible. Además, el origen del lenguaje es
social, es una herramienta para poder comunicarnos, y nos comunicamos para
realizar intercambios sociales (Zaiter, 1989).
De acuerdo con Belinchón (1992), el lenguaje suele asociarse con otros conceptos
tales como la comunicación, el conocimiento, la información, la gramática y la voz.
A pesar de que es un término “polisémico y ambiguo” presenta particularidades en
común con la mayoría de sus definiciones: a) es un sistema compuesto por
unidades o signos lingüísticos; b) posibilita formas particulares y específicas de
relaciones y acciones sobre el medio (el medio social, principalmente); c) da lugar
a formas concretas de conducta, por lo que puede interpretar como modalidad o
tipo de comportamiento. Además, al tratarse de un sistema de elementos (signos,
símbolos, señales) establece correspondencias entre significantes (sonidos y
palabras escritas) y significados (conceptos) que le son atribuidos.
El lenguaje expresa una compleja trama de dimensiones humanas que van desde
lo cotidiano y práctico hasta lo simbólico; abarca sentimientos, mandatos,
experiencias, circunstancias históricas y situaciones actuales. En el lenguaje
también se manifiestan las asimetrías, las desigualdades y las brechas entre los
sexos (Guichard, 2015).
Con el lenguaje natu e interpretar nuestra realidad; mediante el lenguaje nos
relacionamos y formamos pensamientos, transmitimos nuestras ideas,
sentimientos, percepciones y valores; es un reflejo de los usos y costumbres de
nuestra cultura y sociedad.
2 Lenguaje Libre de estigma y Discriminación
El mismo lenguaje ha naturalizado la discriminación y la desigualdad que
sistemáticamente ha existido entre hombres, mujeres y grupos diversos, cuyo
origen son los roles y estereotipos de género a partir de las diferencias sexuales y
biológicas.
Los estereotipos son un conjunto de ideas, creencias o imágenes mentales sobre
ciertos grupos humanos basadas en prejuicios conscientes o inconscientes. A
través del lenguaje se emiten juicios, prejuicios o epítetos ofensivos o estereotipos
ocasionando un trato desigual y creando o reforzando jerarquías entre las
personas, por ello, se dice que el lenguaje puede ser discriminatorio y, para
evitarlo, debemos usar un lenguaje inclusivo, libre de estigma y discriminación.
La utilización del lenguaje libre de estigma y discriminación implica definir y
generalizar estrategias comunes al referir a las personas cuyas vidas no
conocemos, por ello, se recomienda utilizar un lenguaje correcto basado en
conocimientos científicos actualizados, con un completo respeto por las
diferencias, diversidades y personas pertenecientes a grupos claves e
históricamente vulnerabilizados.
La inclusión, el conocimiento y el respeto en el uso del lenguaje significa visibilizar
a todas las personas, es decir, erradicar la discriminación en los mensajes que
transmitimos ya sea de manera escrita o verbal.
2.1 Prontuario de Lenguaje Libre de Estigma y Discriminación
Peyorativo
En México existen muchas formas de referirse a diferentes grupos de personas, y
por desconocimiento o costumbre podemos caer en el uso de términos que
resultan ofensivos o incorrectos. Muchas veces las personas no saben que el uso
que hacen de estas palabras puede resultar ofensivo y por ello es importante que
conozcas la forma de nombrar a estos grupos de personas.
Es importante recordar que en la lengua española hay formas de expresarse que
pueden resultar peyorativas, aunque la intención no sea ofensiva. Por ello es
adecuado hacer una revisión de consciencia en su uso, incluso cuando tratamos a
la gente con cortesía.
Inadecuado Recomendado
Discapacitado, minusválido, Persona con discapacidad
incapacitado, persona con
capacidades diferentes,
Ciego, invidente, etc. Persona con discapacidad
visual
Inválido, cojo, paralítico, Persona con discapacidad
manco, etc. motriz, discapacidad físico-
motora o músculo-esquelética
Sordito o sordomudo Persona sorda, persona con
discapacidad auditiva
Loco, trastornado Persona con discapacidad
psicosocial
Enano Persona de talla baja
Minorías étnicas, Indígenas Comunidades indígenas,
Pueblos originarios, Pueblos
indígenas
Afeminados, maricones, Personas homosexuales,
marimachas
personas con preferencia sexual
distinta a la heterosexual
Los sidosos Personas que viven con VIH o
Personas con VIH
Los ilegales Personas indocumentadas

Formas de cortesía que sugieren pertenencia


Las formas de cortesía no son peyorativas pero pueden ser muy sexistas, así que
ten cuidado con las siguientes formas de referirte a las mujeres dentro del
protocolo formal.
Es común que dentro de los protocolos formales y de cortesía las personas se
dirijan a las mujeres como “señora de”, o se omitan sus apellidos subordinándolos
a los del marido, como en “los Pérez”. Aun cuando se trata de formalidades hay
que ser conscientes de que las mujeres no son propiedad de sus parejas sino sus
iguales. Se trata de estereotipos y creencias que al final del día son sexistas y
asimétricas.
Se recomienda tratar con la misma formalidad a hombres y mujeres. Un trato
sexista hace creer que a las mujeres hay que hablarles de forma “cariñosa”, como
utilizar diminutivos, no hablarles de manera formal (con nombre y apellido).
No recomendado Recomendado
Señora de Pérez Erika Gómez
Señora Erika Gómez de Pérez Señora Gómez

Sr. Pérez y esposa Sra. Gómez y Sr. Pérez


Señor y Señora Pérez Erika Gómez y Pedro Pérez
El Diputado Gómez y la Diputada El Diputado Gómez y la Diputada
Laurita Revueltas

El Señor Horacio y Malenita El Señor Horacio y la Señora Malena

Evitar el lenguaje sexista


El sexismo en el léxico se produce cuando se utilizan palabras cuyos significados
hacen referencia a los atributos físicos y morales, en función de los estereotipos
de género que subordinan a las mujeres frente a los hombres de manera
consciente o inadvertida. Es en ese sentido que hablamos de sexismo en el
lenguaje.

Recomendado

Evitar usar el femenino para denotar posesión de las mujeres. Las personas no
se poseen. “Mi mujer", “su hija", “la esposa de...”

Evitar usar frases estereotipadas que consoliden roles tradiciones "si quería
trabajar, ¿para qué tuvo hijos?

Evitar manifestar fórmulas de tratamiento que implican inferioridad,


menosprecio o infravaloración

Uso de imágenes
Se trata de una forma de expresión visual que pone de manifiesto la diversidad de
personas que componen a nuestra sociedad, y en ella se deja ver que tenemos
acceso a las mismas oportunidades pues muestra como iguales a hombres y
mujeres al tiempo que evita promover o reproducir cualquier estereotipo o rol de
género.
Una imagen incluyente debe presentar a mujeres, personas con discapacidad y
personas indígenas en posiciones de poder y liderazgo y reconocer que los
hombres también realizan trabajos domésticos. Al seleccionar imágenes procura
representar a hombres, mujeres, personas con discapacidad e indígenas en roles
innovadores que no sean tradicionalmente asociados a uno u otra condición.
No hay razón alguna para convertir a las personas en objetos sexuales. El cuerpo
de las mujeres tiene esta “carga” en nuestros días, y por ello, es fundamental
eliminar esta práctica que refuerza la subordinación y la violencia, tanto de
mujeres como de las niñas. Sin embargo, esto no significa que no se deba integrar
su imagen, sino que la forma determina si se dignifica o si se reproduce el uso del
cuerpo de las mujeres como objeto.
Un recurso socorrido para atraer la atención a un proyecto es el humor, pero debe
tenerse especial cuidado en que no sea a costa de la dignidad de las personas,
que no discrimine ni denigre a nadie.
Para promover la inclusión, las imágenes que selecciones deben ser capaces de
integrar a las comunidades indígenas. Debido a que nuestro país está conformado
por numerosos pueblos indígenas, se debe procurar que éstos no dejen de ser
tomados en cuenta ni por omisión involuntaria.
Buena idea
Selecciona imágenes que representen a hombres y mujeres en un ambiente libre
de estereotipos. Ambos sexos tienen puestos de mando, ambos desempeñan
cargos de apoyo o servicio.
Elimina estereotipos tradicionales. Ambos sexos realizan tareas domésticas y
ocupan posiciones de autoridad y liderazgo
Muestra un igual número de hombres y mujeres en las imágenes
Procura que tu imagen este visualmente equilibrada, ni los hombres ni las mujeres
deben dominar sobre el otro sexo en el contexto de una imagen incluyente.
Demuestra que existe la diversidad en hombres y mujeres. Ninguna persona es
igual a otra, todas tienen características diferentes y únicas. Representa sin
estereotipos y desafía las convenciones sociales.
Mala idea
Reproducir estereotipos. Hombres y mujeres son distintos, hay personas blancas,
negras, morenas, altas, bajas, lacias, chinas, delgadas, robustas, etcétera. No
existe un tipo de cuerpo o tez que represente a todas las personas por igual.
Victimizar. Evita representar a personas con discapacidad como víctimas o
incapacitadas. Dignifica su imagen como personas autónomas
Representar la discapacidad como sinónimo de pobreza o tristeza. Hay que
mostrar a las personas con discapacidad en actitudes de alegría y lucha
Representar a la discapacidad como una desventaja. Representa a las personas
con discapacidad en un ambiente de igualdad respeto e inclusión.
Guía de lenguaje libre de estigma
¿Cómo puedo hablar sobre VIH sin estigmatizar?
Las palabras que usamos importan cuando hablamos de VIH ciertas palabras o
frases pueden tener un significado negativo para las personas con VIH y/o grupos
vulnerables a contraerlo.
Podemos hacer nuestra parte para detener el estigma asociado al VIH al elegir
asertiva e incluyentemente las palabras que usamos.
3 Conclusiones
Podemos concluir que desde el surgimiento del lenguaje ha tenido la función no
solo de poder expresarnos con los demás, sino también de categorizar a las
personas, socializar e incluso, aunque no siempre es de manera consciente, el
discriminar y estigmatizar a las personas que son distintas.
El lenguaje puede ayudar al desarrollo integral de las personas, sin embargo
también puede vulnerabilizar y violentar a ciertos grupos.
A lo largo del tiempo se han desarrollado estudios acerca del lenguaje, sus
definiciones y sus implicaciones con la finalidad de concientizar sobre su uso y el
impacto que tiene sobre las personas que nos rodean, así como de los usos
incorrectos que se han normalizado.
El lenguaje se ha aprendido y enseñado de generación en generación sin un
cuestionamiento a profundidad del porqué de su uso y sus contenidos, así como
de su intención. Este se fomenta y se nutre de los estigmas, estereotipos y roles
que se han determinado y replicado a lo largo del tiempo, sin embargo es de suma
importancia el uso de un lenguaje pensado, basado en evidencia científica, que se
empático e incluyente con todas las personas que conforman la sociedad.
Es necesario el uso de un lenguaje que visibilice a todos, de igualdad a hombres y
mujeres, y que erradique la discriminación.
4 Resumen
Se han desarrollado diversos estudios sobre el lenguaje con la finalidad de
entender su relación con las interacciones humanas, esto desde diversas ramas
de la ciencia (psicología -conductista, del desarrollo-, lingüística, filosofía,
medicina, neuropsicología, entre otras.
El lenguaje ayuda a interpretar el entorno así como nuestra realidad, es mediante
el mismo que formamos pensamientos y expresamos nuestras emociones y
sentimientos. Refleja la cultura y el contexto del lugar en el cual vivimos, pasa de
lo cotidiano a temas específicos, ayuda al desarrollo, pero sin embargo, también
muestra las inequidades y discriminaciones sobre algunos grupos de personas
que son considerados distintos.
Para poder contribuir al libre desarrollo de las diversidades y contribuir en el
aumento de su calidad de vida es necesario el uso de un lenguaje más incluyente,
no sexista y libre de estigma y discriminación.
Existen usos del lenguaje que resultan peyorativos para las personas, por
costumbre y cultura podemos hacer uso de ello sin darnos cuenta de las
consecuencias. De igual forma en ocasiones podemos tratar de ser formales o
educados, según se nos educó, sin darnos cuenta de que tratamos con
inferioridad a cierto grupo, con un tema de poder y dominio, terminan por ser
sexistas al poner a la mujer por debajo del hombre, en una escala de importancia
y valor.
De igual forma es importante recordar que el lenguaje se da de manera oral, no
verbal, escrita pero de igual forma por el uso de imágenes y símbolos, es por ello
que hay que estar consciente de ello para buscar la igualdad y la no
discriminación.

5 Glosario
Discriminación
Es el trato desfavorable o de desprecio a determinada persona o grupo. El trato diferencial por
razones injustificables, prejuicios y percepción distorsionada de la realidad. La estigmatización
de características o atributos sociales.
Discriminación contra la mujer
Es la limitante en el ejercicio de los derechos y libertades de la mujer debido a estereotipos y
prácticas sexistas que desvalorizan lo femenino y a las mujeres como grupo poblacional.
Discriminación directa
La existencia de reglas que de manera abierta estigmatizan o excluyen a personas,
lesionando así sus derechos.
Discriminación indirecta
Reglas o prácticas que en apariencia son inofensivas o neutrales, pero cuyos efectos excluyen
o lesionan derechos humanos.
Diversidad
Es el término con el que se alude a la pluralidad de culturas que existen dentro de una
sociedad y la manera en que se relacionan entre sí y con los demás. Es además la riqueza de
tradiciones, costumbres, vestimentas e incluso actividades propias de cada uno de estos
grupos que conforman a la sociedad.
Estereotipo
Prejuicios, suposiciones, actitudes y creencias que solemos tener frente a grupos de
personas, los aplicamos de manera negativa y sesgan la percepción de la realidad.
Género
En un sentido sociocultural refiere al conjunto de ideas, creencias, representaciones y
atribuciones sociales construidas en cada cultura, tomando como base la diferencia sexual.
Igualdad
Situación en que las personas tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades, ya
sea en aspectos específicos o a nivel general como sociedad.
Lengua sexista
Refiere a los mensajes que, por su tono, las palabras elegidas o el modo de estructurar el
discurso resultan discriminatorios por razones de sexo.
Rol de género
Son los comportamientos que las normas de la sociedad dicen que son apropiados para uno u
otro sexo.
Sexo
Son las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres humanos que
los definen como hombre y mujer.
Visibilizar
Se trata de hacer visible lo que a simple vista no lo es o que por costumbre se ha tomado
como evidente, aunque no lo sea. Dar visibilidad a todas las personas ayuda a incluirlas e
integrarlas, reconocer sus necesidades o sus inquietudes en un ambiente que reconozca la
igualdad en sus derechos.

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