Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Efesios 4 1 Al 16

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Efesios 4:1-16

Durante 3 capítulos, Pablo ha estado desarrollando para sus lectores el propósito eterno de
Dios obrando en la historia. A través de Jesucristo, que murió por los pecadores y fue
levantado de la muerte, Dios está creando algo enteramente nuevo, no solamente una vida
nueva para individuos de una nueva sociedad. Pablo ve una humanidad alienada en
proceso de reconciliación, una humanidad fracturada que se esta uniendo, una humanidad
nueva en proceso de creación.

Ahora el apóstol pasa de la sociedad nueva a los nuevos valores que se esperan de ella. Así
que deja la exposición, para entrar en la exhortación; deja lo que Dios ha hecho (en el
indicativo) para entrar en lo que nosotros debemos ser y hacer (en el imperativo); pasa de
la doctrina a la tarea; de la teología que expande la mente a sus implicaciones terrenales y
concretas en la vida de todos los días.

V.1. Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con
que fuisteis llamados,
Dicho en mis palabras “A la luz de todo lo que somos en Cristo y de todos los privilegios y
recursos que Dios nos ha otorgado por Gracia, ahora los exhorto para que vivas
coherentemente”
“Yo pues, preso en el Señor,” es similar al 3:1, pero con una doble intención: es decir, que
es tanto prisionero de Cristo como prisionero por Cristo. Por tanto, el trasfondo de su
exhortación es la autoridad de uno de los apóstoles de Cristo y la convicción apasionada de
un hombre bajo arresto, ante la visión de una iglesia unida.
“os ruego, que andéis como es digno de la vocación con que fuiste llamados,”. Esto
significa que la nueva sociedad que Dios esta llamando a la existencia tiene dos
características principales:
a. Es “un” pueblo, compuesto por judíos y gentiles, la familia única de Dios.
b. Es un pueblo “santo” distinto al mundo secular, apartado (como Israel en el AT)
para pertenecer a Dios.
Por consiguiente, como el pueblo de Dios ha sido llamado a ser un pueblo, debe manifestar
su unidad, y porque son llamados a ser un pueblo santo, deben manifestar su pureza.
La unidad y la pureza son 2 características fundamentales de una vida digna del llamado
de Dios a la iglesia. Pablo trata el tema de la unidad de la iglesia en los versículos 1-16, y
el de la pureza desde el 4:17-5:21.

Es importante mirar con ojos nuevos el texto de Efesios 4:1-16, ya que este es uno de los
dos pasajes clásicos del NT sobre el tema de la unidad cristiana (el otro es juan 17).

Aquí hay una ética que se desprende de nuestras doctrinas: Porque si creemos lo que
decimos creer, entonces debemos vivir de cierta manera. Es a ese modo de vivir, al que
Pablo se refiere cuando nos dice que: andéis como es digno de la vocación. (andar= vivir;
curso o manera de vivir la vida; y es característica de esta sección de la carta).
Efesios 4:1-16
Pablo elabora 4 verdades acerca de la clase de unidad que Dios intenta que disfrute su
nueva comunidad. Puede expresarse con las 4 proposiciones siguientes:
1. Depende del amor de nuestro carácter y conducta (v.2)
2. Surge de la unidad de nuestro Dios (vv.3-6)
3. Está enriquecida por la diversidad de nuestros dones (vv.7-11)
4. Demanda la madurez de nuestro crecimiento (vv.12-16)
Dense cuenta que el amor, la unidad, la diversidad y la madurez son los conceptos claves
de esta sección.

Notas:
Efesios 4:1-16
1. La unidad cristiana depende del amor de nuestra conducta (v.2)
Pablo relata inmediatamente la vida digna de nuestro llamamiento como caracterizada por
cinco cualidades: humildad, mansedumbre, paciencia, tolerancia y amor.
El apóstol ha pedido a Dios que podamos estar “arraigados y cimentados en amor” 3:17;
ahora dirige su llamado a nosotros para que vivamos una vida de amor. Aquí comienza él y
aquí es también donde nosotros debemos comenzar.
Pablo empieza hablando de cualidades morales. Porque en lo que hace a la unidad
cristiana, si tenemos que elegir, debemos decir que lo moral es de mayor importancia que
lo estructural.

Ser humildes era algo despreciable en la antigüedad. Los griegos nunca utilizaban la
palabra humildad en un contexto de aprobación, y mucho menos de admiración. Por el
contrario, significaban con ella una actitud ruin, solo de los criados y esclavos. Hasta la
venida de Jesús no se conoció la humildad verdadera. Porque él se humillo a si mismo, y
solamente él, entre los maestros religiosos y éticos del mundo, puso delante de nosotros
como modelo a un niño pequeño.
La palabra que Pablo ocupa acá hace alusión a la “humildad de mente” el reconocimiento
humilde de valor y peso de otra persona, la mente humilde que estaba presente en Cristo y
que lo llevó a vaciarse a si mismo y transformarse en un siervo.
La humildad es esencial para la unidad. Porque detrás de toda división hay orgullo.

La mansedumbre o amabilidad no es sinónimo de debilidad como muchos creen. Sino que,


es la gentileza del fuerte, cuya fuerza esta bajo control. Es la característica de una
personalidad fuerte, que es a la vez dueño de si mismo y siervo de los demás. La
mansedumbre es apropiada entre los pastores, que deben utilizar su autoridad con
bondad. Para ser mansos hemos de renunciar a la aspereza y a la violencia. No se olviden
que estamos hablando de la unidad de la iglesia, así que no pueden existir relaciones
personales saludables por la fuerza ni bajo amenazas.

La humildad y amabilidad van juntas. Porque el hombre manso piensa tan poco en sus
derechos personales como el hombre humilde en sus meritos personales.

La Paciencia y tolerancia forman uno solo, porque ser pacientes es soportar por mucho
tiempo a la gente provocativa, tal como Dios se mostró en Cristo hacia nosotros, mientras
que ser tolerantes unos con otros habla de soportarse mutuamente, sin lo cual ningun
grupo de personas puede vivir en paz.

El amor es la cualidad final que incluye a las 4 anteriores, y es la mas importante y suma de
todas las virtudes. Amar es buscar constructivamente el bienestar de los demás y el bien de
la comunidad, por eso se alaba su carácter, Colosenses 3:14.

Aquí tenemos 5 piedras fundamentales de la unidad cristiana. Allí donde estén ausentes,
ninguna unidad externa podrá mantenerse. Pero cuadno ha sido colocada esta base firme,
entonces hay esperanza de construir una unidad visible.
Efesios 4:1-16
2. La unidad surge de la unidad de nuestro Dios (vv.3-6)
La palabra “un” se menciona 7 veces. Y 3 de estas 7 veces aluden a las 3 personas de la
Trinidad y las demás 4 aluden a nuestra experiencia cristiana en relación con las 3 personas
de la Trinidad.

Esta verdad puede expresarse en tres afirmaciones simples:


- Primero, hay un solo cuerpo porque hay un solo Espíritu (v.4).
El cuero único es la Iglesia, el cuerpo de Cristo, que reúne a creyentes judíos y gentiles; y su
unidad se debe al único Espíritu Santo que mora en ella y la anima. Como Pablo escribe a 1
Corintios 12:13.
- Segundo, hay una sola esperanza que pertenece a nuestra vocación cristiana (v.4), una
sola fe, y un solo bautismo (v.5), porque hay un solo Señor. Porque Jesús es el único
objeto de la fe, la esperanza y el bautismo de todo el pueblo cristiano.
Es Jesucristo en quien hemos creído, en quien hemos sido bautizados, y cuya venida
anhelamos con esperanza.
- Tercero, hay una familia cristiana que nos reúne a todos nosotros (v.6) porque hay un
Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. ¿Quiénes son
“todos” sobre quienes, por quienes y en quienes Dios es Padre? Ese “todos” somos su
familia y sus hijos redimidos.

Ahora estamos en condición de repetir las 3 afirmaciones, esta vez al revés, en el orden en
el cual las personas de la Trinidad se mencionan normalmente:
Primero, un único Padre que crea una única familia.
Segundo, un único Señor Jesús que crea una única fe, esperanza y bautismo.
Tercero, un único Espíritu que crea un único cuerpo.

Es más, hasta está permitido decir que: solo puede haber una sola familia cristiana, una
sola fe cristiana, esperanza y bautismo, y solo un cuerpo cristiano, porque solo hay un
Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. No se pueden multiplicar iglesias de la misma manera
que no se pueden multiplicar dioses.
¿hay un solo Dios? Entonces solo tiene una iglesia.
¿es inviolable la unidad de Dios? Entonces también lo es la unidad de la iglesia. La unidad
de la iglesia es tan indestructible como la unidad de Dios mismo.

Pablo mismo reconoce esta combinación paradójica de unidad y desunión. Porque en este
mismo pasaje, en el que se afirma tan enfáticamente la unidad indestructible de la iglesia,
también se reconoce la posibilidad de desunión. Consideremos el versículo 3, que omití
apropósito: solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; esta es una
exhortación extraña. Primero Pablo describe a la unidad de la iglesia como “unidad del
Espíritu” y luego argumenta que esta unidad es tan indestructible como Dios mismo. Pero,
en el mismo contexto, nos dice que debemos mantenerla. ¿Qué quiere decir?
La única respuesta es que “mantener” significa mantenerla visiblemente. Tenemos que
preservar la unidad en relaciones reales y concretas de amor.
Analogía para ilustrar esta unión:
Imagínense una familia, con tres hijos. El casamiento y la paternidad compartida los une.
Pero con el paso del tiempo la familia se desintegra. El padre y la madre discuten,
Efesios 4:1-16
mantienen una mala relación durante varios años y finalmente se divorcian. Los 3 hijos
también discuten, primero con sus padres y después entre ellos hasta distanciarse e irse a
países diferentes a vivir. Nunca se ven, ni escriben ni se hablan. Es tanta la determinación a
odiarse que hasta se cambian sus nombres.
¿Cuál sería tu reacción su vos fueras hermano de alguno de los padres, o primo de alguno
de los hijos? Ellos siguen siendo familia aunque estén separados y no se hablen. Nada
puede alterar la unidad de una familia. Pero sin dudas no creo que estemos conformes con
que ellos estén peleados. Nuestra tarea seria la de ser pacificadores. Exhortarlos a
“mantener la unidad de la familia por medio del vinculo de la paz” o sea, a demostrar su
unidad familiar mediante el arrepentimiento y la reconciliación.

De la misma manera, el hecho de la unión indestructible de la iglesia no es excusa para


estar conformes con el problema actual que enfrente cada iglesia local. Pablo nos dice
“solícitos” es un verbo participio presente, o sea es un llamado a una actividad continua y
diligente.
O sea, que si hay un problema nosotros debemos ser los primeros por ser cristianos en
buscar solucionarlo. “solícitos” excluye la pasividad y la indiferencia.

Para Efesios, Pablo tuvo en mente la necesidad de unidad tanto entre como dentro de las
iglesias. Y en ambos sentidos se aplica su preocupación en la actualidad. Debemos ser
solicitos en buscar alguna expresión visible de unidad cristiana, siempre y cuando no
sacrifiquemos verdades fundamentales para conseguirla.
No podemos fomentar una unidad que agrade a Dios si negamos el evangelio o la salvación
por gracia.
No se olviden lo que dijimos anteriormente, que la “unidad” cristiana en verdad, vida y
amor es mucho mas importante que los esquemas de “unión” de carácter estructural.
Aunque esto es una expresión de visible de lo primero.

3. Está enriquecida por la diversidad de nuestros dones (vv.7-12)


Miren el contraste entre los versículos 6 y 7. El versículo 6 habla de Dios como Padre de
todos, que está sobre todos, por medio de todos y en todos. El versículo 7, sin embargo,
comienza: Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia... así que Pablo pasa del “todos
nosotros” al “cada uno de nosotros” y de la unidad a la diversidad de la iglesia.

Está, por cierto, calificanto deliberadamente lo que ya ha escrito acerca de la unidad de la


iglesia. Aunque hay solo un cuerpo, una fe y una familia, esta unidad no debe ser
malentendida como una uniformidad carente de vida. La iglesia no es aburrida por ser
monótona, sino atractiva por su diversidad. Y esta diversidad no ocurre por nuestras
cultuas, temperamentos o personalidades, sino por los dones diferentes que Cristro
distribuye para enriquecimiento de nuestra vida común.

El versículo 7 se refiere a la gracia de Cristo al derramar diferentes dones.


La unidad de la iglesia se debe a la gracia de Dios que nos ha reconciliado con él; pero la
diversidad de la iglesia se debe a los dones de Dios distribuidos ente los miembros de la
iglesia.
Efesios 4:1-16
¿Qué es lo que nos enseña este párrafo acerca de los dones espirituales? Nos habla acerca
de su dador, y también acerca de su carácter y propósito.
a. El dador de los dones espirituales es el Cristo ascendido (4:7-10)
De acuerdo con el versículo 7 cada don es un don de Cristo, y esta verdad se ve
reforzada en el versículo siguiente por medio de la cita del Salmos 68:18. Pablo aplica
esta ilustración a la ascensión de Cristo porque vio en la exaltación de Jesús el
cumplimiento posterior de esta descripción del triunfo de Dios.
Cristo ascendió como conquistador a la diestra del Padre y sus cautivos fueron los
principados y potestades, a quienes había vencido, destronado y desarmado.

Esta interpretación iria bien con Filipenses 2:5-8, donde se describe su humillación más
profunda, seguida por su exaltación suprema, que fue “muy por encima de todo
gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque”.
Por lo tanto, lo que esta en la mente de Pablo no es tanto el descenso y el ascenso en
términos espaciales, sino la humillación y la exaltación, la cual trae a Cristo la autoridad
y el poder universal.

b. El carácter de los dones espirituales es extremadamente variado


En el versículo 11, no se enumeran funciones, sino 3 categorías de personas junto con
otras 2: evangelistas y pastores que se vinculan a maestros.
Los apóstoles fueron instrumentos de Dios particularmente autorizados, responsables
de explicar y propagar las Buenas nuevas de Dios.
Los profetas del NT explicaban la relevancia del Evangelio y de la voluntad de Dios a la
iglesia primitiva. Sus funciones incluían la predicción, la exhortación, el aliento, la
advertencia y la explicación.
La enseñanza de los apóstoles y profetas estableció el fundamento de la iglesia, y
ciertos aspectos de su obra relacionados con esa tarea singular han cesado.

Los pastores y maestros, se refieren a un solo individuo que pastorea e instruye al


rebaño de Dios. Por otro lado, dos oficios distintos pero relacionados.

4. La unidad demanda la madurez de nuestro crecimiento (vv.12-16)


El versículo 12 y 13. Nos muestra que quienes hacen la obra del ministerio no son
principalmente aquellos mencionados en el versículo 11; sino que son las personas a
quienes ellos capacitan. Así, Pablo procede a describir el crecimiento que se produce
cuando cada miembro del cuerpo trabaja adecuadamente para servir a otros (vv.15-
16). Los maestros eficaces ayudan a los creyentes a encontrar su propia manera de
beneficiar al resto de la iglesia.
El concepto de edificar es un tema importante en efesios 4. Y en la iglesia en general.

El versículo 13, habla sobre el ministerio de los santos de unos con otros, los que
promueven la edificación del cuerpo de Cristo, continuaran hasta que todos los
creyentes alcancen la madurez de la cual Jesucristo mismo es el estándar.
Esto significa que la marca de un mayor grado de madurez en los creyentes es la
búsqueda continua de ser semejantes a Cristo y de ayudarse mutuamente en esa
búsqueda porque esa es la meta hacia la cual llegará un día la iglesia.
Efesios 4:1-16
En los últimos versículos, Pablo usa la analogía del cuerpo humano. Los creyentes no
reciben dones para su propio beneficio privado, y nadie puede alcanzar la madurez en
forma aislada. Pablo mismo se esfuerza por lograr un conocimiento del Hijo de Dios
que llega a la madurez solo cuando todos los creyentes también lo alcanzan.

Esta es la visión de Pablo para la iglesia.


Una nueva sociedad reconciliada y unida que debe desplegar amor, unidad, diversidad
y madurez creciente.
Dios quiere mostrarnos con este pasaje que una verdadera comunidad se preocupa
por la humildad, mansedumbre, paciencia, tolerancia y amor entre sus miembros. La
primera preocupación de Pablo comienza y termina con el amor (v.2 y 16).

Este es el llamamiento que hemos recibido de Dios (v.1).

Conclusión:
Dejemos de lado la metáfora del cuerpo y preguntémonos exactamente ¿como crece la
iglesia hacia la madurez?
Pablo tiene su respuesta preparada:

Crece por la verdad y el amor. Lo que necesitamos es la verdad, siempre que la vivamos
con amor.
Porque es en amor que la iglesia crece y se edifica a si misma.
Lo que Pablo pide es una equilibrada combinación de ambos.
La verdad es dura si no la suaviza el amor; el amor se debilita si no la fortalece la
verdad.
El apóstol nos llama a mantenerlos unidos, lo que no debería ser difícil para creyentes
llenos del Espíritu, ya que el Espíritu Santo mismo es el Espíritu de verdad y su primer
fruto es el amor.

También podría gustarte