Mcii 2015 G21 PDF
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Grupo de trabajo:
Pregunta de investigación:
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
3
Introducción:
La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo en personas de todas las edades.
“En la actualidad, el mundo se enfrenta a una doble carga de malnutrición que incluye la
desnutrición y la alimentación excesiva. La malnutrición también se caracteriza por la carencia
de diversos nutrientes esenciales en la dieta, en particular hierro, ácido fólico, vitamina A y
yodo.
Las crecientes tasas de sobrepeso y obesidad en todo el mundo están asociadas a un aumento en
las enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
El aumento del sobrepeso y la obesidad en el mundo es uno de los principales desafíos para la
salud pública. Personas de todas las edades y condiciones se enfrentan a este tipo de
malnutrición, a consecuencia de la cual están aumentando vertiginosamente, incluso en los
países en desarrollo, las tasas de diabetes y de otras enfermedades relacionadas con el régimen
alimentario. En los países en desarrollo hasta el 20% de los niños menores de 5 años tienen
sobrepeso.
Estas enfermedades están afectando con cifras crecientes a las personas pobres y las más
vulnerables”. (3).
“El perfil nutricional de la población muestra que el país se encuentra aún en proceso de
transición nutricional, caracterizada por:
el patrón alimentario permite destacar una alimentación con una elevada densidad calórica, rica
en grasas saturadas y trans, azúcar refinado y sal, baja en fibra aportada por verduras y frutas,
alto consumo de alimentos procesados y en algún grupo poblacional se suma una baja densidad
de micronutrientes, especialmente hierro, calcio y zinc.
En cuanto al nivel de actividad física se destaca un modo de vida sedentario”. (4)
4
Nutrición en la mujer embarazada:
Quienes tengan una adecuada historia nutricional desde su gestación, tendrían menor riesgo de
padecer enfermedades crónicas no transmisibles. Principales causas de morbi-mortalidad”. (5)
La malnutrición como el déficit nutricional severo, antes y durante el embarazo, a causa de una
dieta insuficiente e inadecuada puede ser causa de infertilidad, anemia, aborto espontáneo, parto
prematuro, malformaciones congénitas, bajo peso al nacer y mayor morbimortalidad en el
momento de nacer o en los primeros días después del nacimiento. Mientras que la malnutrición
en exceso, sobrepeso u obesidad, se asocia a un mayor riesgo de hipertensión arterial (eclampsia
y pre eclampsia), diabetes gestacional, cesárea y fórceps, y recién nacidos macrosómicos.
Marco teórico:
Aunque rara vez aparece citada como causa directa, la malnutrición está presente en más de la
mitad de las muertes de niños. Muchas veces, la falta de acceso a alimentos no es la única causa
de malnutrición. También contribuyen a ella los métodos defectuosos de alimentación y las
infecciones, o la combinación de ambos factores. Las dolencias infecciosas – sobre todo la
diarrea persistente o frecuente, la neumonía, el sarampión y la malaria- deterioran el estado de
nutrición del niño. Los métodos defectuosos de alimentación (como el hecho de amamantar
incorrectamente, elegir alimentos inadecuados o no asegurarse de que el niño haya comido lo
suficiente) contribuyen a la malnutrición. (7)
Según datos médicos, las mujeres embarazadas, las madres lactantes y los niños menores de 3
años son los más vulnerables a los efectos de estos males, debido a que la salud y bienestar de
los individuos depende en gran medida de la nutrición suministrada en estas etapas. La
alimentación debe ser adecuada no sólo durante el embarazo, las etapas pre y pos natales son de
suma importancia.
El estado físico de una mujer embarazada es fundamental ya que el desarrollo del feto está
implícitamente relacionado con los nutrientes almacenados de la madre, los cuales permiten un
crecimiento más rápido durante los primeros meses de vida. El peso es fundamental en el
embarazo, la ganancia de peso por parte de la futura madre fluctúa entre 11 y 16 kg. Para un
5
óptimo embarazo son primordiales las constantes revisiones médicas. Se puede afirmar que
muchas mujeres sufren de desnutrición debido a la falta de ingesta de alimentos que puede ser a
causa de la condición socioeconómica en la que vive la madre, o sea que no cuenta con los
recursos necesarios para realizar una dieta balanceada. A esto se suma la falta de información
sobre cuáles son los nutrientes adecuados para seguir con un buen embarazo y que el feto se
desarrolle adecuadamente. En algunos casos las embarazadas podrían sufrir desnutrición pese a
seguir indicaciones médicas, la mayoría de las veces debido a falta de absorción de nutrientes
necesarios para el organismo o alguna enfermedad que la madre haya contraído anteriormente.
(8)
Dos nutrientes fundamentales son el ácido fólico y el hierro, estos se pueden encontrar en
huevos, carne de vaca, frijoles, lentejas, hojas de verduras, etc. Los síntomas de la desnutrición
son la anemia, la pérdida de peso, la pérdida de masa muscular, la mala coagulación, la fatiga,
entre otros.
- en el caso de los hijos: debilidad en el sistema inmunológico, nivel de resistencia bajo, menor
estatura, deterioros cognitivos, bajo coeficiente intelectual, menor coordinación, mala visión, y
en casos extremos el feto podría nacer con espina bífida.
El momento crucial en la vida de un niño para satisfacer las necesidades nutricionales es desde
el día 1 de la concepción hasta los 1000 días de la misma (aprox. 2 años de vida).
Uno de los factores que repercuten en la determinación del peso al nacer lo constituyen: el
estado nutricional de la madre antes de la gestación, la ganancia de peso durante el embarazo
teniendo en cuenta un embarazo a término. Diferentes estudios han destacado la influencia
negativa de la edad como factor de riesgo, las enfermedades asociadas o dependientes de la
clínica obstétrica, si la madre en una desnutrida por defecto. (9)
La capacidad de la madre para proporcionar los nutrientes y el oxígeno para su bebé es un factor
crítico para la salud fetal y su supervivencia. La falla en el suministro de la cantidad adecuada
de nutrientes para satisfacer la demanda fetal puede conducir a la desnutrición fetal. El feto
responde y se adapta a la desnutrición, pero al hacerlo permanentemente altera la estructura y
función del cuerpo.
Diversos estudios han demostrado que existe una fuerte relación entre el estado nutricional de la
embarazada y la predisposición a complicaciones como parto prematuro, restricción del
crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer (<2500 g.) y macrosomía (>4000 g.).
Los reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el problema de Salud Pública
que representa la Obesidad, se remontan a mediados del siglo pasado. La denominada Epidemia
de Obesidad fue declarada por la OMS, entendiendo epidemia como una enfermedad que
compromete un gran número de personas, No es de extrañar entonces que un número creciente
6
de mujeres se embarace con sobrepeso u obesidad (IMC >25 y > 30), representando un gran
desafío en el control de ese embarazo y la resolución del parto.
La incidencia de la obesidad sobre la mortalidad tanto materna como fetal, no ocurre de forma
directa. Sin embargo, las principales causas de mortalidad materna como la hemorragia
posparto, preeclampsia, sepsis y parto obstruido, se ven aumentadas significativamente por la
presencia de obesidad (12). La otra causa indirecta es la infiltración grasa del miometrio que
lleva a una disminución de la contractilidad uterina y a una pobre progresión del parto, a demás
de un riesgo tres veces mayor de hemorragia posparto severa.(13)
Un reciente meta-análisis señala que la mortalidad fetal inexplicada es un 50% más elevada en
las pacientes con sobrepeso y dos veces más frecuente en las obesas, aunque las razones para
este significativo incremento de la mortalidad no están bien establecidas.
La mayor incidencia de macrosomía fetal en gestantes obesas ha sido documentada por diversos
estudios. Así, Sheiner y cols. analizaron los resultados gestacionales en una cohorte de 126.080
partos, excluyendo pacientes con diabetes e hipertensión. Las gestantes obesas (IMC >30
kg/m2) tenían un riesgo aumentado de macrosomía fetal con “odds ratio” de 1.4 (IC95%: 1.2-
1.7). Durante el embarazo se deben ofrecer consejos de salud fundamentalmente acerca de
7
nutrición, tipos de alimentación y práctica de ejercicio físico que podrían ayudar a prevenir
algunas complicaciones como la diabetes gestacional o diabetes tipo 2 durante el embarazo o
tras el mismo. Se debe advertir de los potenciales riesgos de la obesidad en el embarazo. Estos
riesgos incluyen enfermedad cardiaca, pulmonar, hipertensión gestacional, diabetes gestacional,
apnea obstructiva del sueño y distocia de hombros en la población obesa. Jensen y cols. han
publicado resultados similares en su cohorte. El uso de la ecografía prenatal para detectar
macrosomía fetal se ha asociado con un aumento de las intervenciones obstétricas como
inducción del parto o cesárea. Delpapa publicó una serie de 86 mujeres con un peso fetal
estimado >4000 gramos 3 días antes del parto y en el 77% de los casos, hubo una
sobreestimación ecográfica del peso.
La tasa de cesáreas se afecta cuando la estimación ecográfica indica macrosomía fetal. Parry y
cols. (14) compararon la tasa de cesáreas en gestantes con una predicción incorrecta de
macrosomía fetal mediante ecografía anteparto frente a la tasa de cesáreas en gestantes con una
predicción correcta del peso fetal sin macrosomía. Las tasa de cesáreas fue significativamente
más elevada en el grupo estimado como “macrosomía” que en el grupo “no macrosomía”
[42.3% vs. 24.3%; RR: 1.74 (IC95%: 1.09-2.78)]. Aunque la macrosomía fetal es un factor de
riesgo para la distocia de hombros, el riesgo absoluto de distocia de hombros severa asociado a
lesión permanente o muerte, es bajo. Cuando se incluye la sensibilidad y la especificidad de la
ecografía para predecir un peso superior a 4500 g, se estima que se deben realizar 3.695
cesáreas en gestantes no diabéticas para prevenir un caso de lesión de plexo braquial
permanente debido a una distocia de hombros.
Diabetes Gestacional
La OMS define a la diabetes como “una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no
produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que
produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes
no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña
gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos” (15).
Según los informes de la OMS, en el 2014 en el mundo había más de 347 millones de personas
con diabetes.
“La DG se caracteriza por hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que aparece durante
el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los
establecidos para diagnosticar una diabetes (valores de glicemia en ayunas ≥ 0.92 y < 1.25 g/dl
o valores de glicemia tras 2 horas≥ 153 mg/dL según las últimas pautas de atención de la mujer
embarazada del MSP).
Las mujeres con diabetes gestacional corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el
embarazo y el parto, y de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro.
Suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales, más que porque el paciente refiera
síntomas”.
8
Según el estudio HAPO (Hyperglycemia and Adverse Pregnancy Outcome) cuando una mujer
embarazada que nunca ha tenido diabetes previamente presenta altos niveles de glucosa durante
el embarazo se dice que tiene diabetes gestacional, una afección que afecta a alrededor del 4%
de las mujeres embarazadas. La diabetes gestacional suele desaparecer tras el embarazo, pero
las mujeres afectadas corren un alto riesgo de que la afección vuelva a repetirse en futuros
embarazos.
Al igual que la diabetes tipo 2, la diabetes gestacional implica insensibilidad a la acción de la
insulina e incapacidad de producir suficiente insulina, lo cual provoca un aumento de los niveles
de glucemia. De no revisarse, la diabetes gestacional generará un exceso de glucosa que se
transportará a través de la placenta hacia el feto. El páncreas fetal reacciona produciendo
insulina adicional para regular la glucemia. Además, el exceso de energía que recibe el feto se
almacena en forma de grasa, lo cual puede generar macrosomía: un bebé grande.
Los bebés con macrosomía se enfrentan a una serie de problemas potenciales, como distocia de
hombros durante el parto; es frecuente que estos niños nazcan por cesárea para evitar daños y
proteger la salud de la madre. Además, un recién nacido que se haya visto afectado por la
diabetes gestacional de su madre, al haber producido insulina extra durante la gestación, podría
tener unos niveles muy bajos de glucosa y correr un alto riesgo de problemas respiratorios.
Estos bebés con exceso de insulina también corren riesgo de obesidad durante la infancia y, en
la edad adulta, de diabetes tipo 2 (16).
“La diabetes en el embarazo está vinculada a complicaciones en el 2-5% de todos los embarazos
y es comúnmente reconocido como un modificador del crecimiento y desarrollo del feto, con
sugerencias de "programación " a largo plazo promovida a través de teratogénesis. La obesidad
afecta actualmente a 40 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo.
Se han mostrado diferencias postnatales inmediatas entre los hijos de madres con diabetes, con
informes de macrosomía, aumento de la adiposidad e hipoglucemia neonatal. Resultados de
nacimiento similares también se han demostrado entre expuestos a altos niveles de glucosa
materna por debajo del umbral diabetes”.
Según el estudio de cohorte Association of Diabetes in Pregnancy with Child Weight at Birth,
Age 12 Months and 5 Years – A Population-Based Electronic Cohort Study los niños son más
propensos a nacer macrosómicos si su madre tiene diabetes, madres con diabetes existente o
diabetes gestacional (17). Estos hallazgos no se alteraron después de ajustar por el peso previo
al embarazo, el tabaquismo o la edad materna. A los 12 meses, los niños de madres con diabetes
existentes no estaban en riesgo de ser grande en comparación con los niños nacidos de madres
que no tienen diabetes en el embarazo.
El exceso de peso en el embarazo se considera un estado de alto riesgo, ya que se asocia con
muchas complicaciones obstétricas adversas y los resultados perinatales, como la diabetes
gestacional, hipertensión, preeclampsia, tromboembolismo, macrosomía, mayor incidencia de
partos por cesárea y la mortalidad perinatal.
Otro de los problemas en el embarazo asociado con el exceso de peso corporal, es que las
mujeres tienden a retener parte de la ganancia de peso con cada embarazo” (18)
Respecto al manejo de la diabetes gestacional, según las últimas pautas de atención de la mujer
embarazada del MSP, ante el diagnóstico debe realizarse monitoreo glicémico a los 7-15 días
con glicemia capilar luego de dieta y ejercicio.
9
En cuanto al tratamiento de la DG, el mismo consiste en la “reducción de la glucemia y de otros
factores de riesgo conocidos que dañan los vasos sanguíneos. Para evitar las complicaciones
también es importante dejar de fumar.
Según las recomendaciones de la ADA (asociación diabética americana) del 2013, el 80-90% de
las mujeres con DMG podría gestionarse con la terapia de estilo de vida por sí sola.
Debido a que algunos casos de DG pueden representar diabetes tipo 2 preexistente sin
diagnosticar, las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional deben ser examinados para la
diabetes 6-12 semanas después del parto, utilizando criterios de diabetes en no embarazadas
(19).
A modo de prevención, según la OMS se ha demostrado que medidas simples relacionadas con
el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para
ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones se debe:
Otro de las patologías que interesa identificar en este estudio es la relación del estado
nutricional con la aparición de hipertensión arterial y el síndrome Preeclamsia-eclampsia.
Una de las enfermedades que actualmente afecta a toda la población mundial es la Hipertensión
Arterial, (HTA). Según datos oficiales de la Organización mundial para la Salud (OMS) se cree
que nueve millones de las muertes anuales se dan a causa de esta enfermedad. Además de ser
una enfermedad en sí, es un factor de riesgo cardiovascular, y como tal es prevenible.(20)
Según la OMS, este aumento de prevalencia se ha dado por el aumento de edad de las
poblaciones así como por otros factores de riesgo relacionados con el comportamiento como lo
son la mala alimentación, el uso de drogas legales, el sedentarismo, así como la exposición al
estrés.
La presión arterial normal en una persona adulta se define como una presión sistólica de 120
mm Hg y una presión diastólica de 80 mm Hg. Al hablar de hipertensión nos referimos a una
presión sistólica igual o superior a 140 mm Hg y una presión diastólica igual o superior a 90
mm Hg.
10
Dentro de los estados Hipertensivos, y el que nos atañe en este estudio, se encuentra el Estado
hipertensivo del Embarazo (EHE), el cual se diagnostica con una sola toma de presión arterial
diastólica igual o mayor a 110 mm Hg o una presión diastólica igual o mayor a 90 mm Hg,
obtenida en dos o más medidas consecutivas, con un intervalo de 4 hs o más.
Dentro de los tratamientos que se plantean para esta patología están los tratamientos
farmacológicos y los no farmacológicos.
En los primeros podemos nombrar al Reposo y en controversia, el uso de una dieta hiposódica,
aunque según publicó el Grupo Cochrane una revisión sistemática para intentar aclarar el tema.
El resultado fue que ninguno de los puntos finales como hipertensión, preeclampsia,
internaciones, desprendimiento placentario o mortalidad perinatal, entre otros, presentó un
beneficio estadísticamente significativo.(24)
11
Dentro del tratamiento farmacológico encontramos que metildopa, labetalol y nifedipina son
los fármacos preferidos para su uso en la gestación.
Justificación:
Visto la escasez de estudios actuales que evalúen la problemática planteada y el incremento de
la malnutrición en la población en nuestro medio, este trabajo permitirá conocer las cifras y las
relaciones estadísticas nacionales de cómo se asocia el estado nutricional de la madre con las
diferentes patologías durante el embarazo y los resultados neonatales.
A futuro el conocimiento obtenido podrá contribuir en el diseño de políticas públicas para el
manejo clínico durante la gestación en la prevención de complicaciones obstétricas y del recién
nacido.
Metodología:
Se realizó un análisis sobre los partos ocurridos en el Hospital Pereira Rosell con recién nacidos
vivos, utilizando para el análisis la base de datos del Sistema Informático Perinatal (SIP) 2010.
En cuanto a la base de datos, todos los datos identificatorios de las personas fueron eliminados
de la misma.
Para el análisis se utilizó el programa SIPNUT, que fue desarrollado por el Departamento de
Nutrición del MSP y la FAO, para la valoración nutricional de las embarazadas a partir de la
información del SIP. El SIP NUT interactúa con la Base de datos del Sistema Informático
Perinatal (SIP) de la cual obtiene la información necesaria para la generación de indicadores de
interés nutricional. Éste sistema incluye desde la base de datos, las gestaciones simples que
contengan valores de peso y talla coherentes y que no correspondan a abortos. (26)
Este sistema permite conocer los indicadores construidos de la madre (IMC, cantidad de
gestantes, Hipertensión arterial, otros) así como los indicadores para el recién nacido (peso al
nacer, edad gestacional, otros). Este sistema toma como referencia nutricional, las curvas
utilizadas pro el Ministerio de Salud de Chile, construidas por los Dres Atalah y Castillo que
presentan la valoración del IMC por edad gestacional.
12
Se evaluó el estado nutricional de las mujeres al inicio del embarazo y en el tercer trimestre y la
asociación con las complicaciones mencionadas. Se calcularon los intervalos de confianza, y
como test de asociación se aplicó el Chi 2, aceptando un error alfa de 0.05.
Reuniones: 8- 10 encuentros
Resultados
1) Descripción general de la población estudiada
Para el análisis de este estudio se utilizó una población de mujeres embarazadas cuyos partos
fueron en 2010 en el Centro Hospitalario Pereira Rossell. En la mayoría de la población se
encontraron personas mayores de 19 años donde se destaca que más del 50% cuentan con
educación secundaria. En cuanto a la procedencia de las mujeres estudiadas, si bien en su
mayoría son de Montevideo también se incluyeron pacientes de otros departamentos del país
tales como Canelones, San José, etc.
El estado nutricional de esta población fue en su mayoría con un peso normal destacándose
solamente un 10% de obesidad y 20% al momento del primer control.
La edad de las gestantes que se observó con mayor frecuencia en nuestra población (moda
poblacional) es de 19 años.
13
Tabla 1
Porcentajes n
Edad
Adolescente 25,3% IC (24.33- 26.27) 1968
Adulto 74,7% IC (73.73- 75.67) 5818
Escolaridad
Ninguno 0,52 % IC (0.36- 0.68) 41
Primaria 43,93% IC (42.83-4 5.03) 3421
Secundaria 50,96% IC (49.85- 52.07) 3968
Universitario 1,09% IC (0.86- 1.32) 85
No clasificado 3,48% IC (3.07- 3.89) 271
Edad gestacional
< 37 semanas 22,76% IC (21.83-23.69) 1772
≥ 37 semanas 76,34% IC (75.40- 77.28) 5944
No clasificado 0,9% IC (0.69- 1.11) 70
Tabla 2
En cuanto al estado nutricional materno en el último trimestre se observa que un 41,8 % tenían
un peso normal (IC). Entre las mujeres con sobrepeso y obesidad un 22,2% y un 13,6%
respectivamente. Analizamos que el 22,4% de las gestantes presentaban bajo peso.
Al calcular los intervalos de confianza se demostró que los mismos se solaparon y que no
existen diferencias significativas entre el primer y trimestre
14
Tabla 3
Se analizó también la relación entre el estado nutricional materno en el primer trimestre del
embarazo y Diabetes gestacional en una población de 1578 mujeres, las cuales se distribuyeron en
un 0,3 % de bajo peso, 1,9 % de IMC normal, siendo las mujeres con sobrepeso y obesidad el 4,2
% y el 7,2 % (IC) respectivamente.
A través de métodos estadísticos (chi cuadrado) se buscó una relación entre el estado
nutricional de las mujeres que al comienzo de su gestación se encontraban con un IMC
correspondiente a obesidad, o sobrepeso y obesidad, y la presencia de Diabetes gestacional. Se
encontró una relación estadísticamente significativa de que en aquellas mujeres que al comienzo
de su gestación se encontraban con obesidad y sobrepeso tienen una mayor probabilidad de
presentar Diabetes Gestacional (P).
Con respecto a la variable Preeclampsia en el primer control, observamos que en una población
de 1581 mujeres, el 5,5 % de las mismas con peso normal presentaban Preeclampsia y de las
mujeres con Obesidad el 15,7 %. Observándose una asociación significativa entre las dos
variables. (CHI CUADRADO) (valor P).
El comparar estas mismas variables pero ahora llevadas al último control del embarazo, los
datos muestran que se mantiene la misma tendencia, donde las mujeres con Sobrepeso y
Obesidad fueron las que obtuvieron el mayor porcentaje de Preeclampsia (6,7% y 12,2%
respectivamente) comparados a las demás mujeres de esta población.
Tabla 2
Resultados neonatales:
En el momento de comparar el IMC de las mujeres en su estado pre gestacional (como punto de
partida de su embarazo y fuente de nutrientes), con el peso de sus recién nacidos, nos
encontramos con una población de 5435 mujeres las cuales se distribuyeron de la siguiente
manera: 10 ,9% de ellas se encontró con un IMC equivalente a bajo peso, 64,5% lo hizo con
un normopeso y finalmente, un 16,7% y 7,8% se encontró con sobrepeso y obesidad
respectivamente. En el análisis de esta población nos encontramos con datos concordantes a
análisis previos donde la población con obesidad se presentó con el mayor porcentaje de
gestantes macrosómicos, siendo estos un 15.1% del total de los partos de las mujeres obesas
seguidas por las mujeres con sobrepeso las cuales se presentaron con un 9,2 %. Comparado con
las demás integrantes de esta población, las mujeres con peso normal presentaron solamente un
5,1 % de sus recién nacidos macrosómicos. Se destaca que en este grupo donde se integra el
estado nutricional pre gestacional como punto de partida de los resultados de los embarazos, las
mujeres que se presentaron con bajo peso fueron las que presentaron un mayor número de
15
gestantes con un peso menor a los 2500 gramos, siendo este un 14% del total de los partos en
este sub grupo.
Al analizar el estado nutricional materno al primer control (n=1793) y el peso de los gestantes al
momento del nacimiento, se encontró una población con un 10,8% de obesidad y un 21,1% de
sobre peso materno. Entre estos dos sub grupos se encontró que un 12,4% (IC 7,76; 17,4) y un
7,7% (IC 5,02; 10,38) respectivamente de los embarazos culminaron con un recién nacido de
peso superior a 4000 gramos. Por otra parte dentro de las madres que al momento del primer
control se presentaron con un bajo peso (20,6%) se encontró que solamente un 1,6 % de ellas
presentó al momento del parto un gestante macrosómico. Dentro de las mujeres con un IMC
adecuado, solamente un 5.4% (IC 3,88; 6,92) de estas obtuvo un parto con un gestante de más
de 4000 gramos.
Se analizó también la relación del estado nutricional materno al final del embarazo y el peso de
los gestantes al momento de su nacimiento en una población de 4649 mujeres, las cuales se
distribuyeron en un 22,2% de bajo peso , 40,4% de IMC normal , siendo las mujeres con sobre
peso y obesidad el 22,7 % y el 14,8% respectivamente. Cabe destacar que entre esta población
las que presentaron la mayoría de los partos con gestantes macrosómicos se encontraron entre
las mujeres con sobre peso y obesidad, representando un 9,6 % (IC 7,82; 11,38) del total de los
partos de las mujeres con sobrepeso y un 16,3 % (IC 13,54; 19,06) de las mujeres obesas.
16
12,7% presentó un recién nacido a pretérmino. De las madres con un IMC adecuado (47,3%),
10,1% presentó un recién nacido a pretérmino.
Por otra parte se analizó la relación entre el estado nutricional materno al primer control y
la edad gestacional al momento del nacimiento en un población n=4629, de
la cuales 22,2% presentó bajo peso, 40,3% normo peso, 22,7% sobrepeso y un 14,8 % obesidad.
El grupo que presentó mayor número de partos pretérminos fue el de las mujeres con bajo peso
con un 10,6% del total de partos para dicho grupo.
Se analizó también la relación entre el estado nutricional materno pregestacional y
la edad gestacional al momento del nacimiento en una población de 5411 mujeres, de
las cuales un 7,8% presentaron obesidad, 16,8% sobrepeso, 64,5% normo peso y 10,9% bajo
Dentro de esta población los grupos que presentaron el
mayor número de partos pretérminos fueron las mujeres con bajo peso con un 12,5% y
las mujeres con obesidad con un 10,2% del total de partos para dichos grupos.
Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre el sobrepreso y obesidad al
comienzo de su gestación y la vía de finalización de su embarazo, incrementando la
probabilidad de cesárea o parto asistido (p 0,0244).
Tabla 3
Discusión
No existen diferencias entre el primer y tercer trimestre respecto al estado nutricional y las
complicaciones estudiadas, por lo tanto si se utilizan los datos del primer trimestre se puede
predecir la probabilidad de lo que sucederá en la gestación como complicación.
En base a los datos analizados nos enfrentamos a una población en la cual la mayoría de las
mujeres se presentan con un estado nutricional normal, con lo cual se pueden doblar los
esfuerzos para atender a los porcentajes menores que representan a la población con bajo peso y
obesidad, siendo estas las mujeres que se relacionan con las diferentes patologías durante el
embarazo.
17
ANEXO
1 GRAFICO
48,3%
50,0%
45,0%
40,0%
35,0%
30,0%
Frecuencia 22,0%
25,0%
relativa 19,5%
20,0%
15,0% 10,1%
10,0%
5,0%
0,0%
BAJO PESO: NORMAL: SOBREPESO: OBESIDAD:
Estado nutricional
2 GRAFICO
50,0% 41,8%
BAJO PESO:
40,0%
10,0% SOBREPESO:
0,0%
1 OBESIDAD:
Estado nutricional
18
3 GRAFICO
14 14
13
14
12 BAJO PESO:
10
NORMAL:
Frecuencia8
absoluta
6
SOBREPESO:
4
1
2
OBESIDAD:
0
1
4 GRAFICO
50 41
40 BAJO PESO:
28
Frecuencia30 20 NORMAL:
absoluta SOBREPESO:
20
9
OBESIDAD:
10
0
Preclampsia (Frec.absoluta)
19
5 GRAFICO
Total
Total
Total
2500 -2999 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
3000-3999 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
≥ 4000 GRS.
BAJO PESO MATERNO NORMO PESO MATERNO SOBREPESO MATERNO OBESIDAD
MATERNA
6 GRAFICO
Total
Total
Total
< 2500 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
≥ 4000 GRS.
3000-3999 GRS.
≥ 4000 GRS.
3000-3999 GRS.
2500 -2999 GRS.
20
7 GRAFICO
OBESIDAD
MATERNA BAJO PESO
SOBREPESO 10,8% MATERNO
MATERNO 20,6%
21,1%
NORMO PESO
MATERNO
47,4%
8 GRAFICO
OBESIDAD
MATERNA 14,8% BAJO PESO
MATERNO 22,2%
SOBREPESO
MATERNO 22,7%
NORMOPESO
MATERNO 40,4%
21
9 GRAFICO
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≥ 4000 GRS.
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