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Guia de Pamplona Es

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GUÍA DE PAMPLONA

PROPUESTAS PARA CONOCER Y


DISFRUTAR DE LA CIUDAD
Índice
¿DÓNDE ESTAMOS?................ 3
UN POCO DE HISTORIA........... 4
PAMPLONA ES...
MURALLAS....................... 10
SANFERMÍN..................... 16
CAMINO............................ 23
VERDE.............................. 26
GASTRONOMÍA................ 32
QUÉ COMPRAR...................... 36

PAMPLONA ES MUCHO MÁS INFORMACIÓN PRÁCTICA.... 38

Pamplona -Iruña en euskera- es para el visitante una ciudad cómoda, acogedora,


amable y segura, siempre deseosa de darse a conocer.
Situada en el Camino de Santiago, Pamplona es la primera ciudad en el peregrinaje
desde Roncesvalles, lo que ha condicionado su historia y carácter desde tiempos
remotos. Su conjunto amurallado renacentista es toda una referencia europea. Sus
parques y jardines nunca dejarán de sorprender a todo visitante. A esto hay que unir una
destacada gastronomía tradicional, basada en la alta calidad del producto local, así
como una variada y extensa oferta cultural.
Durante todo el año, Pamplona bien merece una escapada para disfrutar de su
programación cultural, de sus pequeños festivales musicales, gastronómicos y
artísticos, y de los eventos que acoge tanto en sus salas de conciertos como en sus
grandes recintos: el Teatro Gayarre, el Navarra Arena y Baluarte -palacio de congresos y
auditorio-.
Por último, las inigualables y entrañables fiestas de San Fermín hacen que, del 6 al
14 de julio, Pamplona sea un referente festivo y cultural de primer orden que disfrutan
locales y visitantes de toda edad y condición.
Todos estos elementos, y muchos más, convierten a Pamplona en una capital llena
de Historia y de historias, con una identidad muy característica, fruto de su relevancia
histórica y de su cultura ancestral.

2
¿DÓNDE ESTAMOS?
Pamplona ha sido una histórica puerta de entrada a la
península y un cruce de caminos culturales, históricos
y económicos. Hoy es también el punto de salida ideal
para quien busque conocer el norte y el sur de Navarra,
dispuesto a sorprenderse con la inigualable diversidad
paisajística, cultural y lingüística del viejo reino.

Baiona
Donostia A-63
San Sebastián
AP-8
Bilbo
AP-8 N-121
Bilbao D-918
Loiola Baztán
A-15
A-1 Lekunberri
N-121 Pirineos
Aralar N-135
Ulzama
A-1
AP-68
Vitoria-Gasteiz Altsasu

A-1 Urbasa-Andia

Estella
Lizarra A-21
A-12 Yesa
AP-68
Tafalla
Olite
A-12 AP-15
Logroño
AP-68

Bardenas

Tudela

3
UN POCO DE HISTORIA
LOS ORÍGENES DE UNA CIUDAD Y DE UN REINO
El primitivo poblado vascón, de nombre Iruña, ya en la Edad del Hierro estaba asentado,
para su defensa, en una zona de terrazas sobre el río Arga. Llegaría en el año 75 a.C.
el general romano Pompeyo, quien se dirigía a la guerra contra Sertorio. El primitivo
asentamiento militar dio lugar a la ciudad romana de Pompaelo. Por esta misma época,
el insigne geógrafo griego Estrabón dejó citada, en su obra Geographia, la más antigua
referencia sobre la ciudad que se conserva: “después, por encima de la Jacetania,
en dirección al norte, está la nación de los vascones, que tiene por ciudad principal a
Pompelon; como quien dice, la ciudad de Pompeyo”.
En el siglo V, la pequeña Iruña estuvo bajo dominio de los visigodos, que lograron
incluso establecer un obispado. Ya en el 711, fueron los musulmanes quienes
invadieron la ciudad, asentándose en ella. En el 778, Carlomagno arrasó las murallas
de Pamplona, hecho que dio lugar a la Batalla de Roncesvalles, que ha sido interpretada
como germen del pequeño Reino de Pamplona. Su primer rey fue Eneko Aritza.

“Teseo y el Minotauro” mosaico romano que se conserva en el Museo de Navarra

4
LA PAMPLONA MEDIEVAL
En época medieval, la ciudad creció dividida en tres poblaciones distintas, amuralladas
y muchas veces enfrentadas entre sí:
· Primero, los vestigios de los antiguos núcleos originarios -vascón y romano- fueron
formando la ciudad de la Navarrería. Sus habitantes, que eran navarros, se dedicaban
principalmente a labores agrícolas. El idioma común era el euskera, única lengua
preindoeuropea aún viva en Europa.
· Al amparo del Camino de Santiago, numerosos ciudadanos francos fueron llegando
a Pamplona atraídos por las ventajas que los reyes navarros ofrecían en el marco de
una política repobladora. Fue así como nació el burgo de San Cernin o San Saturnino.
Estos nuevos habitantes eran en su mayoría artesanos y comerciantes, y su lengua
común era la occitana.
· Por último, navarros venidos de otras poblaciones y otros extranjeros formaron
un tercer núcleo poblacional, el de San Nicolás. Al igual que en la Navarrería, su
población se dedicaba tanto al campo como a oficios gremiales.
Cada una de estas tres ciudades estaba completamente amurallada y separada de sus
vecinos por sus correspondientes fosos o barrancos. Sus iglesias eran sus bastiones
defensivos. En 1276, en la Guerra de la Navarrería, las poblaciones de San Nicolás y
San Cernin unieron fuerzas contra la Navarrería, que quedó completamente arrasada.
No llegó la paz definitiva hasta el 8 de septiembre de 1423 cuando el rey Carlos III
el Noble promulgó el Privilegio de la Unión: los tres núcleos se integraron “en una
sola universidad, un concejo y una comunidad indivisible”. En tierra de nadie y donde
confluían las tres ciudades, se alzó la Jurería, hoy Casa Consistorial.

5
LA CAPITAL DESPUÉS DE LA CONQUISTA CASTELLANA
A las puertas del siglo XVI, el Reino de Navarra resultaba una pieza apetecible para
las vecinas coronas de Castilla, Aragón y Francia. Comenzaba a gestarse además un
conflicto interno que llevaría a una guerra civil entre linajes navarros.
Carlos III el Noble había creado el título de Príncipe de Viana para su nieto, el futuro
Carlos IV, hijo de Blanca de Navarra y Juan II de Aragón. Sin embargo, este último
impidió que el Príncipe reinase tras la muerte de su madre. A raíz de este hecho,
se crearon dos bandos: el de los agramonteses y el de los beaumonteses. Juan II
de Aragón contrajo segundas nupcias con Juana Enríquez, de cuya unión nacería
Fernando el Católico. Cuando, años después, se aliara Fernando con la corona inglesa
oponiéndose a la francesa, los reyes navarros optarían, en cambio, por el bando
francés. En este contexto, Fernando el Católico envió a sus tropas en 1512, con el
Duque de Alba a la cabeza.
Los últimos reyes navarros, Juan de Albret y Catalina de Foix abandonaron sus
territorios para trasladar la Corte a sus dominios del otro lado de los Pirineos, y desde
allí tratar de recuperar el reino. Tras varios intentos, la batalla decisiva tuvo lugar en
junio de 1521 en Noáin, cayendo los navarros derrotados.
Su situación estratégica respecto a Francia hizo que se pusiera un gran empeño en
fortificar la ciudad convenientemente, con las murallas renacentistas y la ciudadela.

Documento de Juan Rena,


hombre clave durante
las primeras décadas de
gobierno castellano en
Navarra

6
EL SIGLO XVIII
El Siglo de las Luces supuso la edad de oro de la ciudad. Con la Ilustración y la
aparición de conceptos como el bienestar del ciudadano, los habitantes conocieron
una serie de mejoras urbanísticas sustanciales: las calles se adoquinaron, se mejoró
el sistema de alcantarillado y llegó el alumbrado público con candiles. Aun con todo,
el proyecto más significativo fue el de la traída de aguas a la ciudad mediante el
acueducto de Noáin, diseñado por Ventura Rodríguez. Con este motivo, Luis Paret y
Alcázar, pintor de la Corte, diseñó sus emblemáticas fuentes neoclásicas.
Este siglo vio también la partida de muchos navarros, algunos a la Corte de Madrid y
otros hacia América: los indianos. Destacados en sus posiciones, regresaron muchos
de ellos a la ciudad y construyeron magníficas casas principales de mayorazgo, así
como casas nobiliarias.

7
Portal Nuevo
que da entrada
a los jardines
de la Taconera

EL SIGLO XIX: LA CIUDAD BURGUESA Y SU ENSANCHE


El siglo XIX se caracterizó por sus guerras: la de la Independencia (1808-1814), la
Realista (1822-1823) y las Carlistas (1833-1840, 1872-1876). En 1841 Navarra dejaba
de ser un reino: la Ley Paccionada la degradaba a provincia. Fue también la época
del nacimiento de la burguesía local y de una incipiente industrialización. En 1860 el
ferrocarril llegó a Pamplona.
El siglo XIX fue muy destacado en la vida cultural pamplonesa. La ciudad conoció los
éxitos mundiales del violinista Pablo Sarasate y del tenor roncalés Julián Gayarre.
Nacieron instituciones musicales indispensables, como el Orfeón Pamplonés, La
Pamplonesa o la Orquesta Santa Cecilia, la más antigua del Estado.
En este siglo conoció la ciudad un gran aumento demográfico, inexorablemente reñido
con su carácter fortificado. El hacinamiento había convertido a Pamplona en una
ciudad insalubre. Para la inaplazable construcción del Primer Ensanche de la ciudad
fue necesario el derribo, en 1888, de los dos baluartes interiores de la Ciudadela. Este
pequeño barrio de 6 manzanas apenas resolvió el problema de vivienda, pero nos regaló
sus notables edificios modernistas. No sería hasta 1915 cuando se aprobó el derribo
del Frente de la Tejería, que posibilitó por fin la construcción del Segundo Ensanche y la
expansión de la ciudad hacia el sur. Los Jardines de la Taconera y el Parque de la Media
Luna se convirtieron en el lugar de esparcimiento predilecto de la ciudad.

8
LA CIUDAD DE HOY
Pamplona y su cuenca han ido creciendo paulatinamente hasta
convertirse en la ciudad que vemos hoy, con una población de 203.000
habitantes -350.000 en su área metropolitana-; una ciudad que mira
al futuro junto al importante cinturón industrial y de servicios que la
rodea. En la década de los 50 se fundó la Universidad de Navarra,
y en la de los 80, la Universidad Pública de Navarra. Sus servicios
médicos y hospitalarios son también de referencia: el Complejo
Hospitalario de Navarra perteneciente al Servicio Navarro de Salud -
Osasunbidea, así como a la Clínica Universidad de Navarra y el Centro
de Investigación Médica Aplicada (CIMA). Pamplona cuenta con una
competitiva industria que gira principalmente en torno a la automoción,
a la industria farmacéutica y a las energías renovables.

Pista de ‘pump track’ en Trinitarios inaugurada en otoño de 2018 9


Paseo de Ronda sobre las murallas

ES MURALLAS
HARRESIAK DA
PAMPLONA ES... MURALLAS
Declaradas Monumento Nacional y con más de 5 kilómetros de
recorrido, las murallas y la ciudadela de Pamplona constituyen
uno de los complejos militares renacentistas más interesantes
y mejor conservados de Europa. Ya desde sus orígenes como
poblado vascón, Iruña ha sido una ciudad fortificada, un enclave
estratégico para dominar el paso entre la península y la Galia.

10
La ciudad intramuros
Las tres poblaciones medievales pueden servirnos de hilo conductor para conocer el
patrimonio de lo que después de 1423 -Privilegio de la Unión- sería la ciudad intramuros.

En torno a la Navarrería. Ubicada en el entorno de la actual Catedral, era heredera


directa tanto de la Iruña vascona como de la Pompaelo romana. Al parecer, su nombre
deriva de la forma que la gente de la montaña denominaba a este lugar: “naba”, cuenca
en euskera, y “herria”, pueblo. Propiamente, eran los “navarros”. Aquí se sitúa la
Catedral de Santa María la Real, obra cumbre del gótico en Navarra. Debe su nombre a
que en ella tenían lugar las coronaciones reales, previo juramento de los Fueros. Tras
el derrumbe de la catedral románica, erigida entre 1100 y 1127, se levantó la gótica
(ss. XIV-XVI), auspiciada por el monarca Carlos III el Noble. Se trata de uno de los
complejos catedralicios más completos del Estado, con uno de los mejores claustros
góticos de Europa. Dependencias como la cilla, la sala capitular, el refectorio y la cocina
acogen y forman parte de la premiada exposición Occidens, del Museo Diocesano. En
el centro de nave encontramos el imponente sepulcro en alabastro de Carlos III el Noble
y Leonor de Trastámara. La catedral gótica queda enmascarada por la notable fachada
neoclásica, diseñada en 1783 por el afamado Ventura Rodríguez. En su torre norte se
divisa la Campana María, la más grande del Estado en uso. Señoreando sobre el río
Arga, se encuentra el Palacio Real de San Pedro, mandado construir por el rey Sancho
VI el Sabio en el siglo XII. Rehabilitado por Rafael Moneo, actualmente es sede del
Archivo General de Navarra. Siguiendo el paseo de ronda hacia el sur, se llega a la Plaza
de Santa María la Real, donde se ubicó la Judería.

11
En torno al burgo de San Cernin. Este núcleo fue
habitado por francos -principalmente artesanos
y comerciantes- llegados gracias al Camino de
Santiago. De sus murallas aún existen restos en la
Belena Portalapea, donde sobreviven la Torre de
Johan Caritat y proyectiles de catapulta de la Guerra
de la Navarrería (1276). Frente a la Belena se alza
airosa la Iglesia de San Saturnino, que tuvo la doble
función de centro religioso y defensivo.
Es un edificio gótico (s.XIII) de nave única y amplias
dimensiones. En el lugar donde se ubicó su claustro
se levanta la capilla barroca de la Virgen del Camino. Sus torres prismáticas de 55 m.
de altura dibujan el perfil más característico de Pamplona. Al comienzo de la Calle
Mayor, antiguo eje del burgo, se encuentra el Palacio del Condestable, una de las casas
principales de la ciudad y declarado Bien de Interés Cultural (1997).
En su primera planta, acoge el Museo Sarasate, dedicado a uno de los pamploneses
más universales, con objetos, obras de arte e instrumentos musicales que el violinista
donó a la ciudad. En el corazón del Burgo se encuentra la Cámara de Comptos, único
edificio de gótico civil de la ciudad. Fue sede del Tribunal de Cuentas del Reino
de Navarra entre 1524 y 1836, encargado del control de las finanzas reales y de la
acuñación de la moneda navarra. A ello se une, entre otras funciones, su labor de
archivo, uno de los más completos sobre la Baja Edad Media en Europa. Retornando a la
Calle Mayor, encontramos el Palacio de Ezpeleta, sin duda el mejor ejemplo de palacio
barroco de la ciudad. Encargado en 1709 por los Marqueses de San Miguel de Aguayo,
destaca su portada con motivos alusivos a la actividad militar de su primer propietario.
La construcción de la Iglesia de San Lorenzo se remonta a tiempos medievales, en
los cuales también tuvo función defensiva con una alta torre. En su interior se
encuentra la capilla de San Fermín, con el busto relicario del santo.
El Museo de Navarra es parada ineludible para todo visitante. Alberga obras
imprescindibles como la arqueta de Leire, el retrato del Marqués de San
Adrián -Francisco de Goya- o los inigualables capiteles románicos de la
antigua catedral -Maestro Esteban-, sin olvidarnos del mapa de Abauntz o
de sus pinturas murales góticas.

En torno a la población de San Nicolás. Su punto defensivo principal


fue la Iglesia de San Nicolás. Las bóvedas y el ábside son góticos,
mientras que el resto del templo es cisterciense. Su gran órgano
barroco es el mejor de la ciudad. En la pequeña Plaza del Consejo
se encuentra el Palacio de los Condes de Guendulain, edificado por
D. Sebastián de Eslava, Virrey de Nueva Granada, a mitades del siglo
XVIII. En su interior se conserva una magnífica carroza rococó de
tipo berlina. Frente al palacio, se encuentra la fuente de Neptuno
Niño, tal vez la más emblemática de todas las diseñadas por Paret y
Alcázar con motivo de la traída de aguas a la ciudad.

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Portal de Francia o Zumalacárregui

Una ciudad fortificada


Tras el Privilegio de la Unión, las murallas medievales fueron cayendo en desuso. Su
obsolescencia se confirmó con la conquista de Pamplona en 1512 bajo la artillería de
las tropas del Duque de Alba.
En el siglo XVI, Pamplona se convierte en un puesto avanzado de la corona castellana
ante Francia, por lo que habría que construir un sistema defensivo de primerísimo
nivel: muros en talud aptos para soportar la moderna artillería, baluartes, revellines,
contraguardias, puentes levadizos, etc.
Dada la relevancia de las fortificaciones renacentistas de Pamplona, es recomendable
para todo visitante acudir al Centro de Interpretación de las Fortificaciones, en el Fortín
de San Bartolomé. Este puesto avanzado se levantó en el s. XVIII a fin de reforzar
el papel defensivo de las murallas del s. XVI. Fue diseñado por Jorge Próspero de
Verboom, discípulo del archiconocido ingeniero francés Vauban.

13
Siguiendo el paseo de ronda hacia el norte, llegaremos al Baluarte del Redín,
uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y mirador inmejorable sobre un
sistema defensivo renacentista típico. En la década de 1960 se levantó el mesón de
gusto historicista que hoy encontramos y que ha hecho que el lugar sea conocido
como Rincón del Caballo Blanco. Desde el monte Ezkaba, nos vigila el Fuerte de
San Cristóbal, última construcción defensiva de la ciudad y escenario de tristísimos
acontecimientos en la Guerra Civil.
Por su carácter fortificado, Pamplona contaba únicamente con seis portales,
que fueron erigiéndose entre los siglos XVI y XVIII. En sus fielatos de arbitrios
se cobraban las tasas a los objetos de comer, beber y arder que llegaban desde
extramuros. Junto al Redín encontramos el Portal de Francia, el único de aquellos
seis en su emplazamiento original. Compuesto por tres puertas, conserva su sistema
de contrapesos y estructura en recodo.
La fortificación de la ciudad no se vio completada, sin embargo, hasta la construcción
de la Ciudadela, seguramente el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento
español. Fernando el Católico derribó el castillo medieval de Luis Hutín y construyó la
Fortaleza de Santiago. No obstante, no fue hasta los reinados de Carlos I de España y
Felipe II cuando el sistema defensivo renacentista pamplonés comenzó a tomar forma.
La Ciudadela de Pamplona, el “muy principal castillo”, hoy pulmón verde de la ciudad
y centro de arte contemporáneo, es la ciudadela pentagonal en pie más antigua del
mundo. Fue diseñada en 1571, por orden de Felipe II, por el italiano Giacomo Palearo,
el Fratín, y por el Virrey de Navarra Vespasiano Gonzaga y Colonna. No entenderá su
función quien no advierta que dos de sus cinco baluartes se dirigían hacia el interior
de la ciudad; como bien informaba el ingeniero Antonelli a Felipe II, “deberá servir para
defenderse del peligro extrínseco, pero también intrínseco”.

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Ruta de las Murallas


1 Fortín de San Bartolomé - Centro de Interpretación de las Fortificaciones
2 Frontón Labrit y Jito Alai
3 Baluarte de Labrit
4 Palacio Arzobispal
5 Catedral de Santa María la Real
6 Baluarte del Redín y Rincón del Caballo Blanco
7 Portal de Francia o de Zumalacárregui
8 Palacio Real de San Pedro
9 Paseo de Ronda
10 Portal Nuevo
11 Baluarte de Gonzaga y Vistabella
12 Parque de la Taconera
Reyno
13 Ciudadela de Navarra

15
ES SAN FERMÍN
SANFERMINA DA

PAMPLONA ES… SAN FERMÍN


Las mundialmente conocidas fiestas de San Fermín se celebran entre el 6 y
el 14 de julio. Con el chupinazo estalla, incontenida, la alegría de grandes y
pequeños. Los locales y los fieles visitantes llenan las calles de entusiasmo
y espontaneidad. En estas fiestas de carácter popular y familiar, Pamplona
rescata su cultura inabarcable y la proyecta, renacida, hacia el futuro: pura
magia que Pamplona regala al mundo y a cuantos -con respeto- quieran venir
a compartirla.

16
Origen e historia. La existencia de festejos en torno a la figura de
San Fermín -considerado primer obispo de Pamplona- se remonta
al siglo XII, tras llegar a la ciudad la primera reliquia del santo.
Según la tradición, en el siglo III, San Saturnino llegó a Pompaelo
a fin de bautizar a los primeros cristianos de la ciudad. Fermín,
hijo del senador Firmo, habría sido pronto bautizado y con 17 años
comenzaría a predicar. Tras ejercer de obispo de Pamplona, marcharía
a las Galias, donde sufriría martirio por decapitación. El “santo
morenico” es patrón de Navarra junto con San Francisco Javier.
En cuanto a la celebración de corridas de toros y ferias francas, éstas
se remontan al siglo XIV. Con motivo de las ferias, el ganado era traído
al centro de la ciudad, de lo que nacieron los encierros, celebrándose
corridas en las que aún no se daba muerte a los astados.
Fiesta religiosa -en octubre- y ferias francas con corridas de toros -en
junio- ni siquiera coincidían en calendario. A finales del XVI, la fecha
de celebración se cambió al 7 de julio.

Los momenticos de la fiesta


Desde que suena el cohete anunciador de las fiestas, nos esperan 204 horas llenas de
magia y emotividad. Quien ya lo ha vivido sabe que San Fermín no es fácil de explicar
al profano; San Fermín es mucho más que la suma de sus partes. No obstante,
con ese propósito, destacaremos algunos de sus momenticos especiales.

El Chupinazo. A las 12:00 del 6 de julio en la Plaza Consistorial.


Es el momento estelar en el que nos
anudamos el pañuelo rojo al cuello.
Ya en el s. XX comenzó la costumbre
de lanzar cohetes al mediodía del día 6
en la Plaza del Castillo, pero no fue hasta
1941 que se propuso el traslado de
los cohetes a la Casa Consistorial.
Pocos son los pamploneses que
no se emocionan cada año al
ser partícipes, pocos minutos
después, de la magia de uno de
los momenticos más inefables de
la fiesta: la salida de los gaiteros
a la Plaza Consistorial.

17
El Encierro. Sin duda, el acto más conocido fuera de Pamplona. Se celebra entre el 7
y el 14 de julio a las 8:00 en punto. Su origen es medieval, cuando las manadas eran
conducidas por caballistas hacia el centro de la ciudad. En el siglo XVI varios mozos
y los carniceros de la ciudad desafiaron a las autoridades saliendo a correr delante de
los astados. El recorrido actual es de finales del XVIII, y consta de 848,6 metros entre
los Corrales de Santo Domingo y la Plaza de Toros. Se trata de una carrera rápida, con
una duración habitual entre los 2 y 4 minutos. Minutos antes de las ocho, los cánticos
piden protección al santo -su capotico- en la Cuesta de Santo Domingo. Tras la Plaza
Consistorial, las calles Mercaderes y Estafeta llevarán la manada hasta la Plaza de
Toros, diseñada por Francisco Urcola (1922).

Monumento al
Encierro

18
El Encierrillo. La noche anterior a cada encierro, los toros que van a correr al día
siguiente recorren los 400 metros que separan los Corrales del Gas de los de Santo
Domingo. Esta celebración no tiene un horario fijo, si bien es al anochecer, y se
desarrolla en absoluto silencio y sin corredores, con la sola ayuda de pastores y
cabestros.
La Procesión. La procesión, más allá de su componente religioso, resume la esencia
y carácter de esta fiesta. Su origen data del siglo XII. Corporación Municipal, Cabildo
Catedralicio y santo desfilan junto a maceros, timbaleros, dantzaris, txistularis,
miembros de Gremios y Hermandades, representantes de las Peñas de San Fermín,
así como la banda La Pamplonesa, llenando las calles de música, baile y color. En la
procesión tienen lugar varios momentos especialmente emotivos, como la jota “Ofrenda
a San Fermín” o la entrega floral por parte de los niños y niñas de la ciudad mientras
suena un sentido “Agur Jaunak”.
Las Dianas. Desde 1876, cada mañana a las 6:45, La Pamplonesa recorre las calles del
casco histórico interpretando sus cuatro dianas, sin un orden establecido y coreadas
por la multitud.
El Estruendo. En 1964, un grupo de amigos de la Peña Irrintzi tuvo la idea de salir por la
noche haciendo sonar bombos, tambores y txistus para animar las calles metiendo todo
el ruido posible. Si bien sólo por el boca a boca sabremos qué día se celebra, hora y
lugar son por todos conocidos: las 23:59 desde la antigua Casa Marceliano, tras entonar
el “Agur Jaunak”.

El Pobre de Mí. El 14 de julio a


las 12 de la noche en la Plaza
Consistorial tiene lugar el cierre
oficial de las fiestas. Con velas
y pañuelos rojos al aire, se
entona el “Pobre de mí”.

19
Personajes de la fiesta
Esta fiesta no se entiende sin la participación
de aquellas personas y entidades que la
hacen tan especial, así como de los propios
pamploneses y pamplonesas, y de todos
aquellos que visitan la ciudad durante estos
días. De todos ellos, cabe mencionar a:
La comparsa de gigantes y cabezudos.
El cariño de la gente la convierte en símbolo
imprescindible de las fiestas.
Las referencias más antiguas son del siglo
XVI, aunque la actual es de 1876.
Tadeo Amorena realizó las 8 figuras en
cartón piedra, que son los Gigantes.
Cada una de las figuras va acompañada
de dos gaiteros y un tambor -excepto la
reina afroamericana, que va seguida por
txistularis-. La comitiva se completa con
5 Cabezudos y 6 Kilikis. Estos últimos
se distinguen de los primeros por llevar
una verga de espuma para pegar a niños
y mayores, al igual que los 6 zaldikos
(“caballitos”), que también arrean.
La Comparsa invade las calles pamplonesas
cada mañana a las 9:30 y acude a varios
actos, como la Procesión y la Octava.
No deje de seguirla, tanto si viene con niños
como si no.

Las peñas. Son 16 las peñas que aportan su alegría y color a las calles con sus
pancartas reivindicativas y sus respectivas charangas. Inundan los tendidos de la plaza
de toros con su música y diversión. Sus pancartas sanfermineras se convierten en un
repaso irónico y crítico de los principales acontecimientos ocurridos durante el año. Sus
charangas reivindican incansables el inagotable repertorio de himnos sanfermineros.
Las peñas extienden sus actividades a lo largo del año, animando la vida de los barrios.
La Pamplonesa. Nació en 1920, siendo la primera banda civil de la ciudad. Su principal
función es acompañar a la corporación municipal en ciertos actos y animar las calles
desde que suena el Chupinazo, como en la Procesión o en las Dianas.

20
La indumentaria en blanco y rojo. Las calles de Pamplona se tiñen de estos dos colores
desde el momento del Chupinazo y hasta el final de fiesta. En cuanto suena el cohete,
es imprescindible anudarse el pañuelo rojo al cuello. La popularización del traje de
pamplonica se dio gracias a la extinta Peña La Veleta, que en los años 30 adoptó estos
colores a fin de distinguirse de las demás peñas.

Ernest Hemingway y San Fermín. El reportero


del Toronto Star puso a Pamplona en el
mapa para millones de lectores. Su idilio
con Pamplona y sus Sanfermines se tradujo
en la aclamada novela “The sun also rises”
-“Fiesta”- y se mantuvo a lo largo de su vida.
En el Café Iruña, de 1888, podemos visitar el Rincón
de Hemingway.

“Yo no he hecho grandes


cosas por Pamplona. Nunca podré hacer más
de lo que Pamplona ha hecho por mí”
Ernest Hemingway

21
2
1

Ruta de San Fermín


1 Corrales del Gas
2 Corrales de Santo Domingo
3 Hornacina de San Fermín
4 Plaza Consistorial
5 Plaza de Toros
6 Monumento al Encierro
7 Iglesia de San Lorenzo - Capilla de San Fermín

22
ES CAMINO
BIDEA DA
PAMPLONA ES… CAMINO
Los reyes de Navarra contribuyeron de forma decisiva a la consolidación del Camino
de Santiago. El rey Sancho III el Mayor (1004-1035) recondujo la vía de peregrinación
hacia la llanura de La Rioja. Tanto él como sus sucesores promovieron el camino
introduciendo las primeras medidas de protección de peregrinos, favoreciendo la
creación de núcleos de población estables con servicios para caminantes, y fomentaron
la fundación de hospitales y monasterios.
Con la llegada de nuevos pobladores, floreció el arte románico y llegó la influencia
cluniacense. En el siglo XII Aymeric Picaud redactó la que se considera como la primera
guía del Camino de Santiago, en la que se detalla la ruta con gran precisión: el Codex
Calixtinus.
Tras una época de apogeo, en el siglo XVI los caminos se volvieron inseguros. La
peste negra y las guerras de religión asolaron Europa, trayendo a su vez estas últimas
el protestantismo. Ya en el siglo XIX el Papa León XIII, mediante Bula, confirmó la
autenticidad de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela. No obstante, el resurgir
del camino fue en el siglo XX, especialmente en la década de los 70. La creación de
asociaciones de amigos del camino, así como su declaración como Primer Itinerario
Cultural Europeo (1987) y Patrimonio de la Humanidad (1993) supusieron su impulso final.

23
El Camino de Santiago llega a Pamplona siguiendo el río Arga, atravesando el Puente de
la Magdalena, de origen románico. Continuando a los pies de la imponente muralla del
siglo XVI, el Camino entra a la ciudad a través del Portal de Francia, con su estructura
original de tres puertas y puente levadizo. Atravesando la Calle del Carmen, antigua
Rúa de los Peregrinos, apenas hay que desviarse unos pasos para llegar a la Catedral
de Santa María la Real, donde destaca su claustro, obra cumbre del gótico europeo.
Retomando la calle Mercaderes, el Camino llega a la Plaza Consistorial. Detrás del
Ayuntamiento, se ubica la Iglesia de Santiago y Santo Domingo, sede de la primera
universidad de la ciudad -la Universidad Pontificia y Real de Santiago-, y en la que
tuvo su sede una cofradía dedicada a la acogida y atención de peregrinos. La vía de
peregrinación continúa por la Calle Mayor, donde se encuentra la Iglesia de
San Saturnino -con su capilla de la Virgen del Camino-. En esta misma calle
se encuentra Ultreia, el Centro de Interpretación del Camino de Santiago,
un centro completamente accesible donde se puede vivir la magia del
Camino de una forma sensorial. Cierran la calle Mayor
la Iglesia de San Lorenzo y su capilla de San Fermín.
El Camino de Santiago abandona el casco antiguo
atravesando el Jardín de la Taconera, el más
antiguo de la ciudad, y prosigue a través de la
Vuelta del Castillo. La Universidad de Navarra
despide al peregrino.

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1
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13

Ruta de Camino de Santiago


1 Puente de la Magdalena
2 Portal de Francia
14 3 Catedral de Santa María la Real
4 Plaza Consistorial
5 Iglesia de Santiago y Santo Domingo
6 Iglesia de San Saturnino o San Cernin
7 Palacio del Condestable
8 Palacio de Redín y Cruzat
9 Ultreia - Centro de Interpretación del
Camino de Santiago
10 Palacio de Ezpeleta
11 Iglesia de San Lorenzo y Capilla de San Fermín
12 Plaza de Recoletas y Convento de las Agustinas
Recoletas
13 Jardín de la Taconera
14 Ciudadela y Vuelta del Castillo
15 15 Campus de la Universidad de Navarra

25
Reyno
de Navarra
ES VERDE
BERDEA DA
PAMPLONA ES… VERDE
Pamplona es una ciudad privilegiada, por sus numerosas hectáreas de parques
y jardines que hacen de ella una ciudad verde. Cuenta también con interesantes
ejemplares de árboles singulares que jalonan sus parques y sus calles. Sus 60.000
árboles y 300 hectáreas de zonas verdes suponen el 15% de la superficie de la ciudad.
Sin duda, todo esto contribuye a una mejor calidad de vida, así como al fomento de
actividades deportivas, de ocio y relacionadas con el conocimiento del medio ambiente.

1. LOS JARDINES DE LA BELLE ÉPOQUE:


MEDIA LUNA Y TACONERA.
La Media Luna y la Taconera nacen al calor de la
Pamplona de entresiglos, con la incipiente burguesía local.
Comenzaba entonces el derribo de las murallas y por fin
la capital miraba al futuro con la construcción de sus
ensanches y nuevos parques, hoy emblema de la ciudad.

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LA MEDIA LUNA
La Media Luna se sitúa junto a la Avenida Baja Navarra, entrada a la ciudad desde el
norte. Desde el mirador de la Media Luna disfrutamos de una estupenda panorámica
de la ciudad y de los meandros que conforma el río Arga, en cuyas orillas se ubica el
Parque Fluvial, una de las principales áreas de esparcimiento local. Llamará nuestra
atención, sin duda, el Seminario Diocesano, cuya fachada está conformada por una
gran cruz de vidriera, diseñada precisamente por el mismo autor del parque que nos
ocupa: Víctor Eusa.
Donde antaño hubo eras y agricultores, hoy encontramos un bonito parque con forma
de luna menguante, enlace natural entre el centro histórico y el Segundo Ensanche. La
estatua del rey Sancho el III el Mayor nos da la bienvenida, destacando sus paseos con
gran arbolado, su estanque central enmarcado por una
arcada y su café central. Entre las especies arbóreas
del parque destacan las secuoyas gigantes, junto a
castaños de Indias, cedros del Atlas y del Himalaya,
sóforas lloronas, arces y abetos. Próximo al café, se
encuentra el Monumento a Pablo Sarasate, realizado
por Eduardo Carretero en 1959. Nos despide el Fortín
de San Bartolomé, hoy Centro de Interpretación de
las Fortificaciones y, desde el siglo XVIII, defensa
destacada de la ciudad hacia el este.
Dirigiéndonos ya hacia la Taconera, seguimos el
camino de ronda hacia el norte. Al cobijo de los
fresnos y los arces, llegamos al mirador del Redín,
atalaya inmejorable para entender un sistema
defensivo renacentista. Nos saludan también la
arboleda del Parque de Arantzadi, el Puente de San
Pedro (época romana) y, cómo no, el monte Ezkaba
con el Fuerte de San Cristóbal.
Continuando hacia el oeste por el camino de ronda,
llegamos al mirador del Portal Nuevo, desde el que
podemos apreciar la biodiversidad en torno al Arga:
olmos, chopos, sauces, fresnos y arces, además de una
gran variedad de aves que frecuentan estas arboledas.
En sus aguas habitan especies protegidas como el
visón europeo y la nutria paleártica. El antiguo Puente
del Plazaola, el tren que unía Pamplona con San
Sebastián, y su trazado se han reconvertido en una vía
verde por la que transita la EuroVelo 1, una de las 15
rutas ciclistas que atraviesan Europa -en este caso, la
vía que une el Algarve portugués con Noruega-. Hemos
llegado, por fin, a la Taconera.

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LA TACONERA
Los Jardines de la Taconera, los más antiguos de Pamplona, son un vergel de estilo
francés en el centro de la ciudad. Diseñados en 1830, siguen conservando un aire
romántico. Con la construcción del recinto amurallado, allí se ubicó el baluarte de la
Taconera, que terminó por integrarse en el jardín del XIX. Destacan entre sus árboles
esbeltas hayas, frondosos magnolios y un ginkgo biloba. Acompañando el paseo,
encontramos laureles, acebos y una secuoya de 40 metros de longitud. Uno de los
árboles más llamativos es la Sófora japónica, que se encuentra en el coqueto Café
Vienés, antiguo kiosko de alquiler de bicicletas.
Si algo llamará la atención del paseante, será sin duda el pequeño zoo abierto que
acogen los fosos del antiguo baluarte. En este espacio conviven patos, cisnes, ciervos,
pavos reales y conejos.
El jardín es también un pequeño museo al aire libre en el que varias esculturas señorean
desde las alturas. En el paseo central se encuentra el Monumento a Julián Gayarre,
obra de Fructuoso Orduna (1950). En uno de los pasillos laterales se encuentra el busto
que rinde homenaje al compositor burladés Hilarión Eslava. Cerca del Café Vienés, se
encuentra el Monumento a la Beneficencia, más conocido como “la Mari Blanca”. Junto
a la Taconera, el Parque de Antoniutti está dedicado a la práctica del patinaje, con una
pista de velocidad y un “skate park”.

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2. VUELTA DEL CASTILLO Y CIUDADELA: UNA CIUDAD FORTALEZA
Saliendo de la Taconera hacia el sur, llegamos a la Vuelta del Castillo; nombre con el que
se conoce a los antiguos glacis de la Ciudadela, que tuvieron una función defensiva y
que, con el paso de la fortificación a manos municipales en 1964, se convirtieron en un
gran espacio cultural y de ocio.
La Ciudadela es sede del Centro de Cultura Contemporánea - Hiriartea. En sus
pabellones encontraremos exposiciones y diferentes actividades; en sus jardines,
esculturas de reconocidos autores: Oteiza, Basterretxea, Miralles, Aguirre, Larrea,
Eslava, Ugarte de Zubiarráin y Juarros. En cuanto a especies arbóreas, llama la atención
la falsa acacia ubicada en el interior de la Ciudadela, de gran tamaño y belleza. En el
interior, también hay otras especies como sauces llorones.
Ya en el exterior de la fortaleza, resulta agradable el paseo tanto por la parte de
los fosos como por la parte de la Vuelta del Castillo. Este paseo permite disfrutar
de la construcción militar renacentista en todo su esplendor: revellines,
contraguardias, caminos cubiertos, puentes levadizos, troneras y
baluartes. En estos caminos se pueden encontrar arces, cipreses,
hayas, abetos, pinos, fresnos, olmos y cedros, entre otros. Entre la
arboleda, tienen cobijo aves como el autillo europeo, que es un pequeño
búho, y el nóctulo mediano o murciélago, que cuenta con cajas-nido
a lo largo del parque.

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3. EL PARQUE DE YAMAGUCHI Y EL JARDÍN DE LA GALAXIA
A apenas diez minutos a pie desde la Vuelta del Castillo, bajando Pio XII o la Avenida
de Bayona, encontramos uno de los parques más singulares de la ciudad. Diseñado
en 1997 por dos paisajistas japoneses, el parque Yamaguchi viene a simbolizar el
hermanamiento entre Pamplona y la ciudad japonesa que le da nombre, evangelizada
por el navarro San Francisco Javier. Este típico jardín japonés es un homenaje a las
cuatro estaciones, y cuenta con 400 árboles y más de 600 plantas, como cerezos de flor,
ginkgo biloba, arces, robles, secuoyas y acebos.
En este parque se alza el Planetario de Pamplona, inaugurado en 1993 para la
divulgación científica y astronómica. Su cúpula de proyección tiene 20 metros de
diámetro y es una de las más grandes del mundo.
En colaboración con el Ayuntamiento, en 2017 el Planetario promovió la construcción
del Jardín de la Galaxia. Ejemplo único en Europa, recrea a escala la Vía Láctea. Sus
más de 500 arbustos simbolizan sus millones de estrellas, nebulosas, nubes de gas
e incluso su -supuesto- agujero negro supermasivo central. Su diámetro de 30 metros
equivale a 100.000 años luz: ¡el sistema solar cabría holgadamente en cualquiera de
sus pequeñas hojas!

30
4. ARCO VERDE SUR
Si bien durante siglos ha sido la Vía Láctea la que ha guiado a los peregrinos hacia
Compostela -Campus Stellae-, será ahora el Camino de Santiago quien, tras visitar el Jardín
de la Galaxia, nos invite a continuar el paseo hacia los campus universitarios de Pamplona.
La expansión de la ciudad hacia el sur ha sabido combinar zonas urbanas con amplios
parques y jardines a orillas de los ríos Elorz y Sadar. En este emplazamiento se
encuentran además los dos campus universitarios de la ciudad, combinando jardines
abiertos a la ciudad con espacios de arte.
El Campus de la Universidad de Navarra fue construido en 1952 siguiendo la estela de
los campus anglosajones. En sus zonas de jardín se localizan más de 4.000 árboles
y arbustos de variadas especies como los magnolios, secuoyas, arces, ginkgo biloba,
cedros y chopos lombardos, entre otros. Entre los edificios del campus, destaca el
Edificio Central, el más antiguo de todos ellos y sede del rectorado. El último edificio en
construirse ha sido el Museo de la Universidad de Navarra, que acoge obras de Oteiza,
Kandinsky, Picasso, Tapiès o Rothko.
Diseñado por el arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, el Campus de la
Universidad Pública de Navarra destaca por su funcionalidad y sus zonas verdes. Su
paseo central reproduce las dimensiones del Paseo Sarasate y en él llama la atención
el edificio de la Biblioteca, de estética vanguardista, cubierta con una grandiosa bóveda
de 20 metros de diámetro. Encontramos más de 89 especies distintas de árboles de los
cinco continentes, como acacias, magnolios, palmeras y cedros del Atlas.

Jardines de la Universidad Pública de Navarra 31


ES GASTRONOMÍA LOCAL
BERTAKO GASTRONOMIA DA
PAMPLONA ES… GASTRONOMÍA
Pamplona es sinónimo de buena mesa y buena materia prima: espárragos, hongo
beltza, pimientos del piquillo, alcachofas, cardo, cogollos, borraja, alubias pochas,
queso, chistorra, relleno, ternera, cordero y gorrín de Navarra, caza, buen vino navarro,
sidra y, como sobremesa, pacharán.

Pinchos. Las barras de los


bares son un amplio escaparate
de la tradición y la vanguardia
gastronómica local. Es una
buena ocasión para degustar
la famosa chistorra, el relleno,
los hongos o los fritos -típicos
aperitivos de bechamel con un
ingrediente principal-.

Platos típicos
Como entrantes destacan:
Cogollos de Tudela. Cultivado durante todo el año, suele presentarse acompañado de
anchoas y aceitunas o bien como guarnición de segundos platos.
Pimientos del piquillo. Con un sabor inconfundible, se conocen como el “oro rojo” de la
huerta navarra. Se recolectan en otoño y tienen denominación de origen propia. Como
entrante, se consumen aliñados con aceite y ajo. También pueden ser servidos como
segundo plato, rellenos de carne o pescado.

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Espárragos. Con denominación específica, su recolección es en primavera.
Fritos. Se suelen tomar como aperitivo o bien como entrantes de
una comida. Con cobertura similar a la de una croqueta,
están rellenos de bechamel y un ingrediente principal. Hay
muchísimas variantes: jamón y queso, pimiento, hongo,
huevo, tigres (mejillón).

De entre los primeros platos, destacan especialmente productos de la huerta tales como:
Cardo a la navarra. con un sofrito de ajo, harina y jamón, si bien se pueden realizar
otras variaciones. De invierno.
Alcachofas. La variedad autóctona es la “Blanca de
Navarra”, que puede servirse cocida, frita y como ingrediente
principal de la menestra de verduras. De invierno.
Borraja. Se cocina con patata o como ingrediente de la
menestra de verduras. De verano.

Menestra de verduras. Principalmente se elabora con cuatro ingredientes: los


espárragos, las alcachofas, los guisantes y las habas, si bien puede llevar alguna
verdura más. Es el plato estrella de la huerta navarra.
Pochas. Son alubias recolectadas en verano, antes de su maduración, con un sofrito de
pimientos verdes, cebolla y jamón.

De segundo plato, destacan especialidades como:


Cordero al chilindrón. Con una salsa compuesta de ajo, pimientos, vino blanco y
pimientos secos.
Gorrín asado. Se trata de un cochinillo asado en horno de leña.
Relleno. Es una especie de morcilla blanca que, en lugar de sangre, se compone de
arroz cocido, huevo y azafrán.
Ajoarriero. Receta tradicional de bacalao desmigado guisado con pimiento rojo y verde,
tomate, cebolla y patata.
Trucha a la navarra. Con jamón serrano frito.

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Como postres:
Queso Roncal e Idiazábal. El Idiazábal está hecho con leche de oveja latxa, raza
pirenaica de cabeza negra. Su sabor es intenso y un poco picante. Al igual que el
Idiazábal, el Roncal es picante, aunque su textura es más bien mantecosa.
Cuajada. Elaborada con leche de oveja y cuajo, su sabor es muy particular ya que se
prepara introduciendo una piedra caliente que le da cierto gusto ahumado.
Goxua. Postre elaborado con nata, bizcocho y crema pastelera que puede ser servido en
forma de tarta o en cuencos de manera individual.
Pantxineta. Pastel de hojaldre relleno de crema pastelera y cubierto con almendras
troceadas.
Torta de Txantxigorri. Relacionadas con la matanza del cerdo, son tortas elaboradas
con chicharrones, manteca y canela que suelen tomarse templadas.

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Bebidas y licores:
Vino. Navarra cuenta con su propia denominación de origen para vinos. Nuestra
comunidad tiene una situación excepcional para la elaboración de caldos, ya que en ella
confluyen los climas continental, atlántico y mediterráneo. Es conocido el rosado de
Navarra pero el abanico es muy amplio, con tintos jóvenes, crianza y reserva; blancos de
chardonnay y, finalmente, el moscatel, con un toque dulce.
Pacharán. Licor tradicional navarro. Se elabora con endrinas autóctonas y anís.
Sidra. Su producción se concentra en la zona norte de Navarra. Tradicionalmente
el prensado de las manzanas finalizaba con el sonido de la kirikoketa, instrumento
compuesto de tablones y mazas para prensado, que se tocaba en la plaza del pueblo
mientras se entonaba una canción popular.

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¿QUÉ COMPRAR?
En el Casco Antiguo y en el Segundo Ensanche es
donde encontramos más comercios familiares, algunos
con gran tradición, que siguen pasando de generación
en generación y atendiendo con esmero a sus clientes.
En la Cuesta de Santo Domingo encontramos el Mercado
del mismo nombre, el más antiguo de la ciudad. En él
podemos encontrar una gran variedad de productos
frescos navarros y asesorarnos sobre espárragos,
pimientos, alcachofas, queso, pacharanes, etc.
En el Segundo Ensanche y en Ermitagaña se ubican
otros dos mercados, donde también se pueden encontrar
productos frescos de temporada y de excelente calidad.

Artesanía y recuerdos turísticos


Gigantes de la comparsa y el “pañuelico” de San Fermín.
Madera: objetos diversos elaborados en madera de boj como zuecos, moldes para el
queso, cuencos, toneles, cucharones y el famoso “kaiku” utilizado para recoger leche y
preparar la cuajada.
Botas de vino: elaboradas con piel de cabra curtida, son una de las
piezas más características de la artesanía navarra.
Textil: puntillas a bolillos y el hilado, encajes y prendas de indumentaria
tradicional, pero también veremos nuevos creadores de prendas textiles
artesanas de diseño actual.

Desde 2007 el Gobierno de Navarra vela por los


productos navarros bajo la denominación Reyno
Gourmet. Estos productos aparecen identificados en
su etiqueta con el logo de “Reyno Gourmet”. Entre las
denominaciones de origen protegidas se encuentran
el pimiento del piquillo de Lodosa, el queso Idiazábal
y Roncal, el vino de Navarra, el aceite y el cava. Dentro
de las indicaciones geográficas protegidas están
la Alcachofa de Tudela, el Espárrago de Navarra,
el Cordero de Navarra, la Ternera de Navarra y el
Pacharán de Navarra.

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Productos típicos de alimentación
En los mercados municipales y tiendas de alimentación
delicatessen repartidas por la ciudad.
Verduras y legumbres: son todas productos típicos de la tierra, muchas de ellas bajo
denominaciones de origen o certificaciones de calidad, como pimientos del piquillo,
espárragos, alcachofas, cogollos y alubias pochas. Otras verduras típicas de Navarra
son el cardo y la borraja.
Derivados de la leche: quesos de Roncal e Idiazabal, así como la cuajada.
Carnes y embutidos: carnes de crianza y de caza, ternera, cerdo, cordero,
jabalí y ciervo. Chistorra, chorizo de Pamplona, birika, morcilla y relleno.
Bebidas y licores: vino D.O. Navarra, sidra, pacharán.
Dulces: caramelos de café con leche, pastas de té artesanas, tortas de
txantxigorri, pantxineta, almendras garrapiñadas, goxua y coronillas.

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INFORMACIÓN PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
En coche. Pamplona se encuentra a una hora en coche de San Sebastián, Vitoria y
Logroño. El trayecto desde las dos primeras puede hacerse a través de la autopista AP-
15. Desde Logroño se llega a través de la Autovía del Camino A-12. A unas dos horas
están Bilbao y Zaragoza. Madrid queda a unas 3 horas y media, por Soria. Barcelona, a
unas 5 horas.
En autobús. La terminal de autobuses (1) está ubicada en el centro de la ciudad, junto
a la Ciudadela. Servicio de consigna automática en horario de 6:30 a 23:00. Paradas de
taxi en superficie y en el interior.
En tren. La estación de tren (2) se ubica a 30 minutos a pie del centro histórico.
Accesible para personas con movilidad reducida. No cuenta con consigna. Conectada
con el centro a través de las líneas 9 y A de bus. Parada de taxi. La línea 7 une la
estación con la zona hospitalaria.
En avión. El aeropuerto está ubicado en Noáin, a 7 kilómetros del centro. Vuelos a
Madrid y Frankfurt (Alemania). Ocasionalmente cuenta con vuelos chárter. No dispone
de consigna. Conectado con el centro a través de la línea A de bus. Parada de taxi.

DÓNDE APARCAR
En la calle. Existen diferentes zonas de estacionamiento regulado, con colores
diferentes. Todas ellas son de pago, a excepción de la blanca. La zona verde es
exclusivamente para residentes. De lunes a viernes de 8:30 a 14:00 y de 16:00 a 20:00.
Sábados de 8:30 a 14:00. Puede realizar el pago del ticket a través de la APP Telpark o
bien en las máquinas habilitadas.
En aparcamientos. La ciudad cuenta con varios aparcamientos subterráneos de
pago en rotación: Plaza del Castillo, Carlos III, Plaza de Toros, Rincón de la Aduana,
Audiencia, Baluarte, Blanca de Navarra, Complejo Hospitalario de Navarra.
Autocaravanas. Las autocaravanas y furgonetas no tienen permitido acampar fuera del
Área de Trinitarios (3); la tarifa es de 10€/día -del 5 al 15 de julio es de 20€/día-, siendo
la estancia máxima autorizada de 48 horas. Videovigilada 24 horas.

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CÓMO MOVERSE POR LA CIUDAD
A pie: Pamplona es una ciudad de tamaño mediano en la que es muy fácil desplazarse
a pie. Para estimar el tiempo de traslado y las distancias entre diferentes puntos de la
ciudad, disponemos de la APP Metrominuto Pamplona-Iruña.
En transporte urbano: Pamplona cuenta con una amplia red de líneas de transporte
urbano comarcal. Se pueden consultar las líneas de transporte en www.infotuc.es y en
la APP Tu Villavesa. Se puede pagar el billete directamente al conductor del autobús o
comprar un bonobús en los estancos.
En taxi: Las paradas más próximas al centro histórico son las ubicadas junto al Teatro
Gayarre (calle Duque de Ahumada) y junto al Hotel Tres Reyes (calle Navas de Tolosa).
Centralita de teléfonos (948 23 23 00 y 948 35 13 35). APP Pidetaxi.
En bicicleta: en Pamplona hay 60 kilómetros de carril bici y numerosos aparcamientos
de bicicletas.

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1

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D.L.NA 999-2018
Oficina de turismo de Pamplona
C/ San Saturnino, 2 · 31001 · PAMPLONA
948 420 700
oficinaturismo@pamplona.es

Punto de Información Turística - Fortín de San Bartolomé


Centro de Interpretación de las Fortificaciones
C/ Emilio Arrieta, s/n · 31002 - PAMPLONA
948 420 705
fortindesanbartolome@pamplona.es

@visitpamplona @visitpamplona @visit_pamplona

www.pamplona.es www.turismo.navarra.es

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