Cómo Hacer Un Huerto Urbano
Cómo Hacer Un Huerto Urbano
Cómo Hacer Un Huerto Urbano
Tener un rincón de cultivos ecológicos en casa es más fácil de lo que parece, solo es necesario
destinar un sitio de tu jardín o terraza, y poner a volar tu creatividad. El resultado será un
huerto urbano personalizado y libre de pesticidas.
Lo más recomendable es que hagamos el huerto urbano en un lugar amplio, como un jardín o
un patio, ya que así tendremos más variedad y podremos manipular las plantaciones con
facilidad. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, también es posible colocarlo en una
terraza o balcón, especialmente si vivimos en departamento.
Para saber si el lugar es óptimo, debemos considerar algunos aspectos. Por ejemplo, es
importante que dicha zona esté expuesta al sol de 6 a 8 horas al día. De lo contrario, nuestros
cultivos podrían no crecer fuertes ni llevar a cabo de forma eficiente su proceso de
fotosíntesis, muy importante para la liberación de oxígeno.
Una vez revisado esto, hay que verificar qué tipo de huerto podemos construir en dicho
espacio. Es decir ¿pueden sembrarse en el suelo?, ¿es más conveniente un huerto vertical?, ¿es
mejor sembrar nuestras semillas en cajas o macetas? Responder estas preguntas es esencial
para determinar los materiales que vamos a necesitar.
En cuanto a los huertos verticales, estos se instalan en una pared interior o exterior. Lo más
rápido y sencillo es colocar unos cajones sobre otros hasta alcanzar la altura deseada, y
recargarlos en la superficie. Ahora que, si queremos crear un ecosistema más diverso y jugar
con la distribución, el uso de macetas es la alternativa. La variedad de recipientes de barro y
arcilla se adaptan muy bien a los diferentes espacios.
La manera más fácil de escoger nuestros cultivos es ubicar los alimentos que más
consumimos. Pueden ser lechuga, manzanilla, perejil, cilantro, entre otras. Así tendremos
especies que realmente nos sean útiles en el día a día. Entre las opciones están adquirir
plantas ya maduras o plántulas (planta bebé), o sembrar semillas. La ventaja de las primeras
es que podemos usarlas de inmediato, mientras que las semillas tardan de 10 a 20 días en
germinar, según la especie.
Ahora bien, hay algunas plantas o semillas más fáciles de cultivar que otras, por lo que si
somos principiantes conviene iniciar con estas: jitomate, zanahoria, espinaca, cebolla y rábano.
Lo mejor es que son alimentos clave en la mayoría de los platillos, así que podremos
disfrutarlos mucho.
También podemos crear un huerto urbano de plantas medicinales y aromáticas, las cuales
suelen tener propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antioxidantes, así como cualidades
relajantes.
Para empezar a sembrar o plantar, hay que conseguir algunos materiales básicos. Entre ellos
están unos guantes, un juego de herramientas de jardín, que incluya cuchara, cultivador,
trasplantador y azadón, los semilleros y una pistola de riego. Y ahora sí ¡es momento de
comenzar!
Posteriormente, se recomienda colocar una cama de tierra de composta, ya que esta le dará
los nutrientes necesarios a la planta y mejorar la retención de agua. La podemos preparar
directo en casa usando residuos orgánicos (huesos, cáscaras, carne, lácteos, etc.) o
comprar composta ya preparada.
Semillas
En caso de inclinarnos por semillas, hay que hacer un orificio en la tierra del doble de su
tamaño y colocar hasta 3 semillas. Es por eso que convienen mucho los semilleros, ya que
tienen la proporción ideal. Posteriormente, habrá que cubrirlas otra vez con tierra sin apretar
mucho. Es importante que la tierra no esté compactada para que la planta se sienta libre y
empiece a crecer.
Una vez que las semillas germinen, es momento de trasplantarlas a su nuevo hogar (suelo,
cajón o maceta). Para hacer el cambio, primero hay que labrar un poco la tierra alrededor para
que se vaya soltando y delicadamente introducir el trasplantador o los dedos hasta el fondo
para sujetar firmemente la raíz y lograr el movimiento.
Para saber que la planta ya está lista para ser trasplantada debemos apreciar un tallo y sus
primeras hojas bebé, a lo que se le da el nombre de plántula.
Lo mejor es que no solo tendremos un lugar de productos naturales, sino que también la
oportunidad de acercarnos más a la naturaleza.