Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Articulo Final de Tesis III

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

Efectos de aplicaciones de abonos orgánicos en la

producción   del cultivo de lechuga (lactuca sativa)


en el invernadero de la empresa Fagsol S.A.C, dis-
trito de Socabaya-Arequipa.
Gabriela Masa Gonzales, Daniel Julinho Quispe Huisacayna
a
EP. Ingeniería Ambiental, Facultad de Ingeniería y Arquitectura, Universidad Peruana Unión

Resumen

El uso de químicos ha sido causante de efectos negativos en suelos agrícolas, siendo conveniente buscar
otras alternativas nutrimentales. El uso de abonos orgánicos como solución ante este problema es necesario
porque se aprovecha los residuos orgánicos como medio eficiente de reciclaje racional de nutrientes. El
objetivo de nuestra investigación es evaluar el efecto de distintos abonos orgánicos en el comportamiento
agronómico de la lechuga en un invernadero. Se utilizó un DCA con cuatro tratamientos y cinco
repeticiones. Las variables evaluadas fueron: peso fresco, peso seco, altura, diámetro y follaje de la planta.
Se utilizó programa Statistic 13.1; realizando el análisis DUNCAN estudiados al 95% de confianza. En los
resultados se obtuvo que los mayores rendimientos de forraje y altura corresponden T2 con una dosis de
1.00kg/ m2. Con la mescla de abonos los rendimientos fueron mayores para peso fresco y peso seco sin
embargo para diámetro de planta resulto ser mejor con T3 con una dosis de 0,31 kg/m2. En conclusión, se
obtuvo mayor rendimiento con abono cuyaza y la mescla de ambos. Por ende, con cualquiera de estos
tratamientos se obtendrán una buena producción de la lechuga.

Palabras clave: Abonos orgánicos, rendimiento, comportamiento agronómico, tratamientos

1. Introducción

En la actualidad el uso indiscriminado de químicos ha sido causante de efectos negativos en suelos


agrícolas por lo que es conveniente buscar otras alternativas nutrimentales para las plantas que se quieren
cultivar, como el empleo de abonos orgánicos provenientes de estiércoles de animales domésticos
(gallinaza, cuyasa) que al ser incorporados al suelo son descompuestos por los microorganismos presentes
en el mismo (Garza, 2000), además el exceso uso de estos fertilizantes nitrogenados en la agricultura no es
solo un problema que afecta a la economía desde el punto de vista de adquisición de los mismos, sino
también un problema que puede traer asociado desequilibrios en el suelo que perjudiquen su fertilidad,
además de provocar contaminación en el medio ambiente, donde las aguas utilizadas para el consumo
humano, animal y vegetal pueden estar afectadas (Vargas et al., 1999)
Según (Castells, 2012) “El suelo comprende un conjunto de cuerpos naturales en la superficie terrestre
que contiene materia viva, capaz de soportar el crecimiento de las plantas formado de diversos organismos
vivos, materia orgánica, agua, minerales y aire”. La estructura del suelo es el principal factor que
proporciona la fertilidad y productividad de los cultivos; por ende, someter al terreno a un exagerado
laboreo tiende a deteriorar su estructura (López et al., 2001). En las cosechas el suelo pierde gran parte de
sus nutrientes, asimismo debido al uso de químicos pierde su dinámica biológica, las sales de los
fertilizantes inorgánicos; los altos volúmenes de agua de riego, que provocan lixiviación y percolación
profunda de elementos nutritivos y lavado de bases, cambiando el pH del suelo y causando toxicidad
provocando el deterioro del terreno fértil (Barrera et al., 2011), por este motivo el terreno necesita ser
preparada para la siguiente siembra entonces para este tipo de suelos es recomendable el abono orgánico
para así de esa manera mejorar su estructura y mejorar su capacidad de retención de agua y disponibilidad
de nutrientes. (López et al., 2001). También (Rotondo et al., 2009) mencionan que las enmiendas orgánicas
constituyen una fuente de carbono y otros nutrientes, lo cual favorece la actividad microbiana y mejora de
la estructura del suelo, creando así un medio adecuado para el crecimiento de las plantas. No obstante, la
respuesta es variable y depende del cultivo, tipo de suelo, factores climáticos, prácticas de manejo y delas
características del material utilizado.
La agricultura orgánica es una forma de producir sosteniblemente; disminuyendo de esta manera el uso
de fertilizantes y plaguicidas, con el fin de controlar la degradación ambiental (Terry y Ramos, 2014).
Según (Sausedo, 2010) “la agricultura Esta agricultura es practicada en su mayoría por pequeños y
medianos agricultores, los cuales ven una oportunidad de desarrollo en la producción de estos productos;
debido a que ésta presenta no sólo ventajas económicas, sino también ventajas sociales y ambientales”.
El abono orgánico es el material resultante de la descomposición natural de la materia orgánica por
acción de los microorganismos presentes en el medio, los cuales digieren los materiales, transformándolos
en benéficos que aportan nutrientes al suelo y, por tanto, a las plantas que crecen en él (Terry y Ramos ,
2014).  Una recomendación para preservar la fertilidad del suelo, es el uso y la aplicación de abonos
orgánicos, donde las presencias de microorganismos ayudan a fijar los nutrientes que la planta necesita
((Scullion 1998) citado por J. Muñoz, 2012)
La aplicación de abonos orgánicos consiste en entender las necesidades de una planta, el guano de isla
proporciona una gran cantidad de nitrógeno y fosforo, este tipo es uno más usado en la agricultura orgánica
tiene una gran demanda y está considerado como uno de los mejores fertilizantes naturales, la aplicación
de abonos orgánicos nos ayuda a disminuir al máximo el uso de fertilizantes sintéticos que además de tener
un alto costo destruyen la festividad física y biológica del suelo (Amaya et al., 2012). Los abonos orgánicos
se han usado desde hace mucho tiempo y su influencia sobre la fertilidad de los suelos ha sido demostrado,
aunque su composición química, el aporte de nutrientes y el efecto en el suelo dependen de la edad,
manejo, procedencia y recepción de humedad (Romero et al., 2000).
Las últimas investigaciones probaron que los abonos orgánicos asignan una serie de peculiaridades,
para mejorar sus condiciones físicas y químicas del suelo (Muñoz et al., 2013). Según (Saucedo, 2010), la
agricultura es practicada en su mayoría por pequeños y medianos agricultores, los cuales ven una
oportunidad de desarrollo en la producción de estos productos, debido a que ésta presenta no sólo ventajas
económicas, sino también ventajas sociales y ambientales. “La agricultura no implica solo el hecho de
fertilizar con abonos orgánicos el suelo; sino conlleva a un cambio de conciencia” (Félix et al., 2008).
Es conveniente usar otras alternativas nutrimentales para las plantas que se quieren cultivar como el
empleo de abonos provenientes de estiércoles de aves y animales (guano de isla, cuyasa) que al ser
incorporados al suelo son descompuestos por los microorganismos presentes en el mismo (Garza, 2000)
El guano de isla es uno de los mejores abonos que se conoce, y al usarlos se obtiene buenos resultados
en tierra cansada o de las que tienen poca productividad (Cortés y Uribe, 2014), por sus altos contenidos de
nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y otros elementos que favorecen al desarrollo de los cultivos (Ceroni,
2012). Por otro lado, la cuyaza es uno de los estiércoles de mejor calidad, junto con el de caballo, por sus
propiedades físicas y químicas, por lo que usualmente es usado por los agricultores como abono directo.
También la cuyasa es otro de los abonos con altos contenidos de nutrientes y tiene cierta ventaja con
respecto a otros abonos ya que no huele y no atrae mosca. La composición química del estiércol de cuy
contiene 0.70% de nitrógeno ,0.05% de fósforo, 0.31 %de potasio y un pH 10 (Pantoja, 2014)
Los abonos provenientes de los animales y de los residuos de cultivos constituyen un elemento clave en
los sistemas de agricultura ecológica. El estiércol es un recurso valioso que permite completar el ciclo de
nutrientes. Su aplicación en los sistemas ecológicos tiene como objetivo mejorar las propiedades biológicas
y físico-químicas del suelo, además resulta importante como fuente de energía y nutrientes para el
ecosistema edáfico (Cairo y Ubaldo, 2017)

2
El abono orgánico es uno de los fertilizantes más antiguos, que desde hace algunos años ha tomado
relevancia el uso de este producto como fertilizante para la producción agrícola, particularmente a partir de
la década de 1980, mediante el establecimiento de sistemas de desarrollo integrado de nutrición de plantas
en los que se promueve el empleo de fuentes orgánicas, lo que constituye un enfoque sustentable
(ecológica, social y económicamente viable) y ambientalmente correcto de manejo de los sistemas agrícolas
(Cubero y Vieria, 1999)
En el Perú, el cultivo de lechuga es una de las hortalizas más conocidas y populares, sobre todo tiene
gran importancia en la costa central debido a las buenas condiciones que presentan para el desarrollo del
cultivo, siendo su consumo mayor durante el verano. Aunque hay un gran número de cultivares que se
adaptan a una gama amplísima de climas, en términos generales puede decirse que el clima preferible de la
lechuga es: templados y húmedos (Floríndez y Siura, 2006). Hoy en día se busca tener una agricultura
ecológica limpia, ya que la agricultura orgánica es un eje importante en el manejo de los recursos naturales
y en la sostenibilidad de los sistemas de producción (Alarcón et al., 2008). Un aspecto relevante del
presente estudio es que, permite realizar un análisis en tiempo real y preciso de las variables involucradas
en el desarrollo de este cultivo. (Espinoza, 2011). Por lo antes mencionado el objetivo de nuestra
investigación es evaluar el efecto de distintos abonos orgánicos respecto a las características agronómicas
del cultivo de lechuga producidos en un invenadero

2. Materiales y Métodos

2.1. Área de estudio              

El Distrito de Socabaya al Suroeste de la ciudad de Arequipa a una distancia de 12Km del centro de la
ciudad y está comprendida entre las coordenadas 16°27’51’’ latitud sur y 71°31’40’’ de latitud oeste, a
2,300 metros sobre el nivel del mar. Socabaya es un pequeño valle circundado por cerros rocosos de una
altura media que forman parte d los ramales de la cadena de cerros llamada Calera (Cerro Grande, Las
Caseras, Carnavales, Pillu). Cabe destacar tambien que algunos sectores la línea delimitante aún no ha sido
especificada de acuerdo a ley.

2.2. Características climatológicas del área de estudio

Tabla 1.
Características climatológicas del área de investigación

Elementos
Precipitación media anual 0 mm
Temperatura 23 °C
Clima seco (Noviembre-Diciembre)
Velocidad de viento promedio 13 km/h
Dirección del viento Nor este (NNE) a Nor este (NE)
Humedad 47 g/m3

3
Fuente: (SENAMHI, 2016)

Distrito de Socabaya

Figura 1. Ubicación del experimento

2.3. Análisis fisicoquímico del suelo experimental

Para analizar el suelo se utilizó un muestreo probabilístico aleatorio simple con la finalidad de abarcar
toda el área, de la cual se recolectó 5 sub-muestras del área experimental con una profundidad de 30 cm
aproximadamente. Luego se mezcló de manera homogénea hasta obtener 1 kg de muestra que fueron
trasladadas al laboratorio de análisis de suelos, del ministerio de agricultura de Arequipa.
Tabla 2. Resultados del análisis fisicoquímico del suelo experimental

M.O P K pH CE
Clase
Muestra (%) (ppm) (ppm) (1:1) (1:1) CIC
textural
Ds/m
1 2.5 15.9 178 7.28 1.48 Franco 16

El análisis nos indica que el tipo de suelo es franco niveles de M.O medio, el nivel de P y K son alto y
medio, el pH está en el nivel neutro y según el CE el suelo es ligeramente salino.
2.4. Tratamientos

Se realizó la aplicación de los abonos de acuerdo a los requerimientos del suelo; para ello se propuso los
siguientes tratamientos:
T1 sin aplicación;
T2: 1,00kg/m2 de cuyasa;
T3: 0,31 kg/m2 de Guano de islas y

4
T4, 0,5 kg/m2 de cuyasa + 0,155kg/m2 de guano de islas.
De acuerdo con (Tombion et al. 2016), se utilizó un diseño completamente al azar, donde se tomaron 3
plantas por cada tratamiento y repeticiones, determinándose lo siguiente: número de hojas, contando todas
las hojas expandidas; peso fresco de la parte aérea de la planta, utilizando una balanza analítica; peso seco
de las hojas representativas, secado en microondas a su potencia máxima por 2 minutos cada muestra según
(Petruzzi et al. 2005).

2.5. Procedimiento

Para realizar el trabajo de investigación se siguió la metodología realizada por Bocanegra (2014) en su
trabajo “Influencia de tres dosis crecientes de biofertilizantes biol en la producción de lechuga”.
En la primera actividad se realizó el almácigo de las semillas de lechuga, en un lugar con suficiente
humedad y bajo sombra, para evitar que los rayos del sol afecten la germinación de las mismas. El riego se
efectuó diariamente y el almácigo duró 30 días. La preparación y nivelación del terreno se hizo tres
semanas antes de la siembra; mediante el lampeo. Con la finalidad de roturar el suelo, airearlo y de esta
manera eliminar cualquier agente patógeno con la acción del sol (Juan Neri et al. 2017).  La aplicación del
abono al suelo se realizó una semana antes del trasplante de la lechuga con una dosis de 1 Kg/m2 de
cuyasa, 0.31 Kg/m2 de guano de isla, y la mezcla de ambos. El trasplante se realizó cuando la planta tenía
de 4 a 5 hojas, en horas de la tarde. Se utilizó parcelas de 1m2 con una distancia de 20 cm entre plantas.
Además, la distancia entre surcos fue de 30 cm y se realizó el control manual de las malezas.
Respecto a las variables a los 40 días en etapa de cosecha se evaluaron las variables altura, peso, numero
de hojas, circunferencia del tallo, para ello se tomaron 3 plantas por parcela elegidos al azar.

2.6. Análisis estadístico

Para el experimento se utilizó un diseño completamente aleatorio (DCA), donde las variables analizadas
fueron: Altura, número de hojas, circunferencia, peso fresco y peso seco, con análisis de varianza del 95%
de confianza. Después de recolectar los datos se procedió a almacenarlos en el programa Statistica 13.1;
realizando el análisis DUNCAN para verificar si existe diferencia estadísticamente significativa de los 5
parámetros estudiados al 95% de confianza.

3. Resultados

Tabla 3
Anova de la altura.

Fuente de Altura Altura


GL. SC. CM.
Variación F p
Tratamientos 3 24.692 8.231 3.573 0.037666
Error 16 36.852 2.303
Total 19 61.544

En el análisis de la variable altura de la planta, se observaron diferencias significativas (P<0.05; Tabla3).


Esto nos indica que cada tratamiento (T1, T2, T3, T4) satisface de diferente manera las necesidades de las
plantas; es decir no se obtendrá los mismos resultados en la producción del cultivo, esto se debe a que cada
tratamiento ocasionó efectos diferentes. Así mismo se observó las diferencias estadísticas respecto a los

5
tratamientos, el mayor crecimiento se dio con abono de cuyasa (T2) y el menor crecimiento se dio en el
testigo (T1) (Figura 2).

Figura 2. Altura de la lechuga

Numero de hojas

Para el número de hojas se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna. El análisis de
varianza muestra que la variable rendimiento de numero de hojas (N.H) es significativa al 95% (P-Value <
0.05), indicando que al menos uno de los cuatro tratamientos experimentales produjo un mayor rendimiento
tal como se muestra en la Tabla 4.
Tabla 4
Anova número de hojas.

Fuentes de N. hojas
G.L S.C S.M
variación F p-value
Tratamientos 3 107.077 35.692 4.2933 0.021080
Error 16 133.015 8.313
Total 19 240.092
En la Figura 3, muestra la importancia de cada uno de estos tratamientos realizados mediante la prueba
de Duncan en cuanto al número de hojas, donde se encontraron diferencias estadísticas altamente
significativas. Esta prueba señala que el rendimiento más alto corresponde el T2 (cuyaza), con un promedio
de 21.6 número de hojas en etapa de cosecha. En cambio, el menor promedio de hojas lo obtuvo el
tratamiento T1 con 15.6 hojas de lechuga. Con la aplicación de la mezcla de abonos orgánicos (cuyaza +
guano de islas) se obtuvo un promedio de 18.6 hojas en la etapa de cosecha.

6
Figura 3. Número de hojas.

Diámetro de la planta

Tabla 5
Anova del diámetro de la planta.

Fuentes de Diámetro
G.L. SC. SM.
Variación F p-value
Tratamiento 3 77.80 25.93 3.283 0.048154
Error 16 126.40 7.90
Total 19 204.20

El diámetro de planta presenta diferencias estadísticas significativas entre tratamientos mediante la


prueba de Duncan (Tabla 5). En la Figura 4, se observa que el mayor promedio de diámetro de planta se
presentó en el tratamiento T3 con 29.4 cm. El menor promedio lo obtuvo el tratamiento T1; testigo con un
promedio de 24,4 cm.

7
Figura 4. Diámetro de la
planta.

Peso Fresco

Tabla 6.
Peso fresco de la
lechuga.

Fuentes de
G.L
variación
Tratamientos 3
Error 16
Total 19

Como indica la
Tabla 6, el peso seco
si tiene una
significancia, porque
el (P<0.05)
indicando que al
menos uno de los tratamientos tiene mayor rendimiento.
Como se verifica en la Figura 5, el promedio del peso fresco del testigo es 11.408g, siendo el menor a los
otros tratamientos, mientras que el peso fresco de ambos abonos o fertilizantes es 18.868g siendo este
método de mayor efectividad.

Figura 5. Promedio del peso fresco.

8
Peso seco

Tabla 7
Materia seca de los tratamientos.

Fuente de Peso seco Peso seco Peso seco Peso seco


G.L.
Variación SS MS F p
Tratamientos 3 19.7500 6.5833 9.4048 0.000808
Error 16 11.2000 0.7000
Total 19 30.9500
,

En la Tabla 7, nos indica que el peso de materia seca mostró una diferencia altamente significativa
(p≤0.005) entre abonos, es decir la fertilización tuvo una influencia significativa en el cultivo de la lechuga.

En los abonos utilizados en la producción de la lechuga, mostró que la mezcla de guano de isla y cuyasa
presentó mayor efectividad con 5.2 gr de promedio en materia seca en comparación de los otros abonos
mediante la prueba de Duncan como se puede observar en la Figura 6.

Figura 6. Materia seca.

9
4. Discusión

En el T2 compuesto por abono de cuyasa, se dio una notoria diferencia significativa comparada al resto
de los tratamientos, debido a que este alcanzo la mayor altura. Así mismo se obtuvieron valores promedios
de altura estoy obtenidas a partir de los demás tratamientos esto se debe a los distintos tipos de lechugas sin
olvidar mencionar la importancia de los abonos (Girón et al, 2012), además autores como (Oliva et al,
2017) nos menciona que esto se dio gracias al aporte de nutrientes del abono al suelo, y a la materia
orgánica, de la misma manera la mejor disponibilidad de nutrientes y al cultivo el incremento del tamaño de
las mismas.
Para el promedio de diámetro de planta el tratamiento T3 presentó el valor más alto con 29.4 cm, estos
valores son inferiores con los obtenidos por (J. Chávez, 2017) donde alcanzó un tamaño 34,33 cm, debido a
que utilizó la combinación de tres abonos biol, humus y guano de isla con distintas dosis. Cabe resaltar que
las variedades de lechuga cultivadas no fueron las mismas.
Se dieron diferencias altamente significativas en relación al número de hojas por planta, con un mayor
promedio en el tratamiento T2 (cuyaza) que superó al resto de tratamientos. Estos resultados fueron
superiores a los obtenidos en el trabajo realizado por (Cali, 2011) quien utilizó estiércol de lombriz en
cuatro cultivares de lechuga, con un factor dosis de 164 g/planta, y se obtuvo un valor de 20.49 hojas. El
menor promedio número de hojas se obtuvo en la la parcela de testigo (no se aplicó ningún abono).
En el primer tratamiento tiene el peso fresco menor a los otros tratamientos, mientras que en el cuarto
tratamiento es el mayor en el promedio. Según (Tarigo, et al., 2004), “El peso fresco aumenta dependiendo
de los nutrientes que aportan las enmiendas orgánicas es aprovechado para mantener la fertilidad del suelo,
por ende, la planta se alimenta de esos nutrientes para poder tener un mejor cantidad y calidad de las
hojas”.
La aplicación de la mezcla de los abonos guano de isla y cuyasa, tuvo el mejor efecto en el rendimiento
de la lechuga en materia seca. Según (Osorio et al., 2005, las diferencias estadísticas encontradas en los
abonos se debieron a la presencia de microorganismos en el suelo, haciendo que la materia orgánica sea
utilizada inmediatamente y produzca una mayor cantidad de área floreal.
De acuerdo con (Carranza et al., 2009), la tasa de crecimiento de las hojas dependerá de la masiva e
irreversible expansión de células jóvenes, las cuales son producidas por la división celular en los tejidos
meristemáticos para que haya un peso en materia seca.

5. Conclusión

El tratamiento T2 compuesto de cuyasa tuvo mayor efectividad en el crecimiento y desarrollo en altura y


follaje con una dosis de 1,00 kg/m2, sin embargo, el T4 compuesto por la combinación de ambos abonos
cuyasa + guano de islas tuvo mayor efectividad en el peso fresco y seco con dosis de 0.5kg/m2 de cuyasa y
0,155kg/m2 de guano de islas, notándose un mayor rendimiento con respecto a los demás tratamientos.
Con el uso adecuado de los abonos orgánicos (cuyasa y guano de islas) se obtuvieron efectos positivos
en el cultivo de la lechuga, ya que estos actúan como mejores de fertilidad, incrementa la materia orgánica
y mejora la disponibilidad de nutrientes, lo que garantiza una mejor producción y rendimiento en el cultivo
de lechuga.

10
Referencias
Alarcon, N. M., Larrea, G. S., & Masias, J. C. (2008). Elaboracion y uso de abonos organicos para cacao
que se cultiva en manabi. ecuador: Instituto Nacional Autonomo de Investigaciones Agropecuarias.
Amaya, J., & Méndez, E. (25 de Febrero de 2012). Crecimiento de cebolla (Allium cepa L.) var. “Roja
Arequipeña”. Scientia Agropecuaria, 8.
A. Félix, R. S. (Enero-Abril de 2008). Importancia de los abonos orgánicos. Ra Ximhai, 4(1), 57-67.
Barrera, J., Combatt, E., y Ramírez, Y. (21 de octubre de 2011). Efecto de abonos orgánicos sobre el
crecimiento y producción del plátano Hartón (Musa AAB). Revista colombiana de ciencias
hortícolas, 5(2), 186-194. Recuperado el 5 de noviembre de 2017, de
http://www.scielo.org.co/pdf/rcch/v5n2/v5n2a03.pdf
Cali, V. (2011). Efecto del estiercol de lombriz (Eisenia foetida L.) en la produccion de cuatro cultivares de
lechuga (Lactuca saliva L.). Obtenido de
http://dspace.espoch.edu.ec/bitstream/123456789/974/1/13T0719%20.pdf
Ceroni, M. (2012). Revista de la Sociedad Química del Perú. Perú, el país de las oportunidades perdidas
en ciencia: el caso de los fertilizantes, 78(2). Recuperado el 5 de setiembre de 2017, de
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1810-634X2012000200009&script=sci_arttext
C. Girón, C. M. (Mayo de 2012). Influencia de la aplicación de Bocashi y Lombriabono en el rendimiento
de calabacín (cucurbita pepo L.) y espinaca (Spinacia oleracea L.) Lechuga (Lactuca sativa L.) y
remolacha (beta vulgaris L.), bajo el método de cultivo biointensivo, San Ignacio, Chala.
Universidad el Salvador.
Castells, J. E. (2012). Aprovechamiento de residuos agricolas y forestales. madrid, España: Diaz de santos.
Obtenido de
https://books.google.com.pe/books/about/Aprovechamiento_de_residuos_agricolas_y.html?
id=DPpBMD-
fVdUC&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
Carranza, C., Lanchero, O., Miranda, D., & Chaves, B. (2009). Análisis del crecimiento de lechuga
(Lactuca sativa L.) ‘Batavia’ cultivada en un suelo salino de la Sabana de Bogotá. Agronomía

11
Colombiana, 27(1), 41-48. Obtenido de http://www.bdigital.unal.edu.co/16440/1/11330-27522-1-
PB.pdf
Cortés , M., y Uribe, J. (2014). Ciencia y economía del guano:La Isla Mona en Puerto Rico, siglo XIX*.
Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe(22). Recuperado el 5 de
setiembre de 2017, de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-
88862014000100004
Tarigo, A., Repetto, C., & Acosta, D. (2004). Evaluacion agronómica de biofertilizantes en la produccion
de lechuga (Lactuca sativa) a campo. Montevideo, Uruguay. Recuperado el 20 de noviembre de
2017, de http://biblioteca.fagro.edu.uy/iah/textostesis/2004/3171tar1.pdf
Terry, E., y Ramos, D. (diciembre de 2014). Generalidades de los abonos orgánicos: Importancia del
bocashi como alternativa nutricional para suelos y plantas. Cultivos Tropicales, 35(4), 52-59.
Recuperado el 5 de noviembre de 2017, de http://www.redalyc.org/pdf/1932/193232493007.pdf
Yepis Vargas, O., Fundora Herrera, O., Pereira Marin, C., & Crespo Borges, T. (1999). La contaminacion
ambiental por el uso excesivo de fertilizantes en el cultivo de tomate. SCIENTIA gerundesis, 5 :12.
Petruzzi, L., Stritzler, N., Ferri, C., Pagella, J., & Rabotnikof, C. (2005). Determinación de materia seca
por métodos indirectos: utilización del horno a microondas. Recuperado el 22 de noviembre de
2017, de http://www.produccion-animal.com.ar/produccion_y_manejo_pasturas/pastoreo
%20sistemas/43-uso_microondas_ms.pdf
Tombion, L., Puerta, A., Barbaro, L., Karlanian, M., Sangiacomo, M., & Garbi, M. (2016). Características
del sustrato y calidad de plantines de lechuga (lactuca sativa. L) segun dosis de lombricompuesto.
Chilean journal of agricultural & animal sciences. Recuperado el 22 de noviembre de 2017, de
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-38902016000100005

6. ANEXOS

Lechu

Figura 1. Lechuga en crecimiento


Figura 2. Producción de la lechuga

12
Figura 4. Ubicacion de las parcelas con diferentes tratamientos.

Figura 6. Muestra de lechuga listo para ser secado


Figura 5. Muestras de lechuga

Figura 7.Peso seco de la lechuga

13

También podría gustarte