Comunicacion Digital Entre El Placer y e
Comunicacion Digital Entre El Placer y e
Comunicacion Digital Entre El Placer y e
Este artículo explora una forma de comunicación digital entre jóvenes que surge con
el abaratamiento de las tecnologías digitales y la emergencia de Internet: el sexting. A
partir de una metodología cualitativa y un enfoque teórico de género, explora las formas
de vivencia y significación de esta práctica en jóvenes de 15 a 19 años, de dos ciudades
mexicanas. Se concluye que el sexting debe entenderse como una práctica colectiva, no
individual, inserta en un entramado de relaciones de género y, por tanto, de poder. Busca
contribuir a la comprensión de un fenómeno comunicativo nuevo y poco estudiado en
México.
Palabras clave: Sexualidad, género, jóvenes, cultura digital, sexting.
This paper explores a form of digital communication among young people that arises
with the cheapening of digital technologies and the emergence of the Internet: sexting.
Based on a qualitative methodology and a gender theoretical approach, it explores the
forms of experience and significance of this practice in young people aged 15 to 19, from
two Mexican cities. It is concluded that sexting should be understood as a collective prac-
tice, not individual, inserted in a framework of gender relations and, therefore, of power.
It seeks to contribute to the understanding of a new and hardly studied communicative
phenomenon in Mexico.
Keywords: Sexuality, gender, youth, digital culture, sexting.
Introducción
Estrategia metodológica
Las jóvenes lidian con los mismos problemas en los espacios en línea y en
los de la vida cotidiana, no en línea. Las prácticas online frecuentemente
reproducen los discursos dominantes de sexo, raza y género encontrados en
los espacios offline (Fraser, 2009, p. 63).
4 Artículo 180 Bis. Del Código Penal del Estado de Chihuahua, http://www.
congresochihuahua2.gob.mx/biblioteca/codigos/archivosCodigos/64.pdf
8 Martha Erika Pérez Domínguez
pechos desnudos, etc.; chicos presumiendo tener tales fotos en sus teléfo-
nos; chicas y chicos enviando mensajes sexualmente explícitos a través de
los teléfonos o Internet; la negociación de proposiciones sexuales en dispo-
sitivos digitales; el acceso a y recirculación de pornografía en teléfonos; y
el uso de fotografías sexualmente explícitas en Facebook (Ringrose, Gill,
Livingstone & Harvey, 2012, p. 24)
desnudos.
7 Identificaré los relatos con una H o M para referir a hombre o mujer, así
como 1º, 2º, 3º, para el grado escolar. En México la escuela preparatoria es
el nivel de educación media superior, antecede a los estudios universitarios.
Generalmente se ingresa a la preparatoria a los 15 años y tiene una duración
de tres ciclos escolares de un año.
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Ella iba en sexto, pero era así de que si le hablaba un chavo grande se
enamoraba y así. Y una vez un chavo de 19 le pidió fotos y él le mandó
fotos para convencerla y luego ella le envió un video masturbándose. Y
entonces él se lo envía a un amigo, pero ese chavo ya lo envió a ese grupo
de WhatsApp y en ese grupo están mis compañeros del salón y ya toda la
escuela lo tenía. Yo supe porque le llegó a un amigo que se llama Emilio. Y
me dijo que hay como grupos de niños en donde se rolan las fotos y videos.
Así de “yo te paso esta foto de esta tipa y tú me pasas otra”. Y entonces un
día Emilio me prestó su celular y chequé y tenía como trescientas fotos de
chicas de todas las escuelas de Morelia, así de que nudes, videos, en traje de
baño, desnudas y fue de que qué onda. O sea, todas, y me dijo: “si alguna
vez consigues una foto de una tipa desnuda mándamela porque yo las inter-
cambio por otras” (M, 1º, preparatoria privada, Morelia).
La primera vez que me pidieron una foto fue un niño más grande, me pedía
cosas que yo no entendía, no me gustó. Yo ni siquiera sabía lo que era una
foto de esas, me mandó pedir la foto con sus amigos, y pues también el
aprovechamiento psicológico porque era más grande (M, 2º, preparatoria
privada, Ciudad de México).
Tal como señala este último relato, la posición desigual entre los
mayores y los más jóvenes se refuerza con la diferencia de género. Las
mujeres tienden a sentirse atraídas hacia los jóvenes más grandes, quie-
nes tienen una actitud más “madura”, “más en control”. Esta situación
representa una ventaja para los chicos, pues saben que si le piden una
imagen a una joven menor que ellos, tienen más posibilidades de con-
vencerla que a una chica de su edad o mayor.
Vemos pues que un rasgo que marca una diferencia en la experiencia
del sexting es la edad. Otra es el género: hombres y mujeres tienen mo-
tivaciones diferentes para involucrarse en el sexting.
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Pues es que alguien te dice que estás muy bonita, y queriendo más y qué
bonito cuerpo y te quiero y que no sé qué y lo haces, justo por eso de la
autoestima, es algo que te pega ahí (M, 3º, Preparatoria privada, Ciudad de
México).
M1. Una amiga cuando terminaba a su novio él amenazaba que iba a di-
vulgar sus fotos desnuda. Ahorita ya se casaron, y pues regresaba con él a
fuerza, la obligaba a regresar. [¿Por qué le mandaba las fotos?] Porque él
se las pedía, y una mujer como que siempre le sigue la corriente al hombre.
M2. Más cuando lo quiere.
M3. Es que a veces la chava está aferrada al chavo y él la quiere dejar y
ella lo hace como por una forma de atraerlo y que no la deje (M, Grupo de
discusión, 3º, preparatoria pública, Morelia).
Con respecto a los hombres, las razones que destacaron para pedir, re-
cibir, coleccionar o reenviar este contenido, fueron: diversión, morbo,
curiosidad y ego.
Yo no les voy a mentir, pero ya lo he hecho antes, o sea, no yo, sino que me
han mandado packs. Pero pues no se me hace así tan, como que verlo en
vivo y a todo color, como que no es lo mismo. Me ha pasado con amigas
nada más, con quien haya cierta confianza. Más que nada para que ella te
comparta unas fotos es lo que viene siendo la labia desgastada como decía
un maestro en la secundaria, viene siendo la forma en la que la empiezas
a tratar y a decir cosas. Como de no sé, primero empiezas de que “estás
bien bonita” y luego ya como que va subiendo el grado de que “tienes muy
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Mi primo, él se cree muy galán y que puede con todo. El domingo hicimos
una apuesta, le dije que le daba 200 pesos si sacaba un pack, me dijo que
sí, pero que le prestara mi cuenta de Facebook. Como en media hora sacó
cinco. [¿Cómo lo hizo?] Les empieza a hacer la plática y así y ya como a
mitad de la conversación les dice como “¿qué, no me vas a enviar tu pack?”
Y primero dicen que no. Y ya les dice “¿por qué?”. “No pues primero mán-
dame el tuyo” y ya se lo envió, pero no era su foto, sino una que sacó de
Internet. Y ya le enviaron fotos. En otro hizo como un reto de “escoge un
corazón del 1 al 15 y haz lo que te toque”, y pues ya. Todos los corazones
eran de foto de alguna parte de tu cuerpo o así, y salió en ropa interior8 (H,
3º, preparatoria pública, Ciudad de México).
Por otra parte, son menos los casos de hombres que mandan fotos
o videos de su propio cuerpo, y quienes lo hacen enfrentan algunas
consecuencias como ser objeto de burlas por parte de sus pares, pero
nunca se pone en cuestión su masculinidad, ni su valor como personas.
Expresiones de resistencia
Te empiezan a hablar chavos que no conoces o así y todo bien padre, que
“hola” y bien, y luego ya te dicen “¿qué te parece que me mandas unas
fotos?”. Y yo siempre he dicho “no, ve y pídeselas a otra, yo no soy así”.
Luego, hace poquito me llegó un mensaje en Snapchat y me dice el chavo
que él era del DF y que se le hacía muy guapa y muy sexy, que por eso me
agregó y no sé qué. Y al día siguiente ya me dijo que le mandara fotos y
le dije “no, estás muy equivocado conmigo” (M, 1º, preparatoria pública,
Morelia).
Pues sí sabes que está mal y que no deberíamos hacerlo, y yo, por ejemplo,
nunca he pedido ni jamás lo haría, pero sí me han llegado, la verdad… es
que te llegan, en los grupos de WhatsApp a cada rato es de que fotos o
“miren, tengo este pack” o, aunque no sean conocidas, todo el tiempo es
enviarse fotos de mujeres desnudas. Y tampoco puedes decir como “oigan,
a mí no me manden eso”, porque pues no, o sea, es como que lo dejas pasar
y ya (H, 2º, preparatoria pública, Morelia).
Conclusiones
Para el caso del sexting, como para el de cualquier otra práctica juvenil,
es necesario reconocer la forma en la que las propias personas impli-
cadas entienden y nombran sus prácticas. Evitar, como alerta Reguillo
(2000), imponer juicios desde una mirada adulta que lleve a analizar los
fenómenos con categorías y conceptos insuficientes para entender dicha
experiencia. En este sentido, el enfoque cualitativo es muy útil para
acercarnos a una comprensión más profunda del sexting, que, a partir
de las voces de quienes lo viven, dé cuenta de sus matices.
Por otra parte, es necesario entenderla como una práctica colectiva,
no individual, inserta en un entramado de relaciones de género y de
poder, y en el marco de un contexto social específico; reconocer que las
experiencias en torno al sexting son diferentes de acuerdo con el género,
la edad, los recursos disponibles para lidiar con presiones o amenazas,
entre otros. Así, por ejemplo, el sexting no será la misma experiencia
para un hombre que para una mujer, ni para una mujer de treinta años que
para una de quince. Así, podemos destacar la diversidad de experiencias
y evitar juzgar al sexting como si fuera una práctica homogénea.
Considerando estas diferencias y a partir de lo encontrado en cam-
po, en este artículo se quiso exponer cómo el sexting puede ser parte del
proceso de aprendizaje erótico corporal juvenil (Jones, 2010), a través
del cual van incorporando normas, valores, regulaciones en torno a la
sexualidad. Es una práctica reciente, que surge con la incorporación
de las tecnologías digitales a la vida cotidiana, y en la que se refleja el
contexto postfeminista del que hablan, entre otras autoras, Gill (2007)
y McRobbie (2009). Es decir, en el sexting podemos ver cómo ope-
ran normas, ideas, valores conservadores en torno a la sexualidad, al
tiempo que los mandatos de la libertad sexual, la autoobjetificación, la
disposición al placer. Estas normas contradictorias recaen con mayor
fuerza sobre las mujeres, quienes se encuentran en un terreno ambiguo
entre el deseo y placer de ser reconocidas como sexualmente atracti-
vas y el peligro de ser sancionadas por hacerlo. Para los hombres, en
cambio, el sexting es una nueva forma de performar la masculinidad.
Conseguir imágenes de sus compañeras es prueba de hombría, mientras
que reenviarlas y comentarlas afianza su carácter colectivo.
20 Martha Erika Pérez Domínguez
Referencias bibliográficas
Associated Press & mtv. (2009). Digital Abuse Survey, Executive Sum-
mary. http://www.athinline.org/pdfs/MTV-AP_2011_Research_Stu
dy-Exec_Summary.pdf
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