MODULO 9 INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COACHING PARA NInOS Y ADOLESCENTES
MODULO 9 INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COACHING PARA NInOS Y ADOLESCENTES
MODULO 9 INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COACHING PARA NInOS Y ADOLESCENTES
En este sentido, hay expertos y coaches que plantean aplicar esta disciplina también en
profesores y educadores de cualquier nivel de formación, ya que son los responsables de sacar
todo su potencial a sus alumnos.
● aprender a aprender;
● profundizar en el autoconocimiento, como aprendices a lo largo de toda su vida;
● articular mejor sus necesidades;
● tener un mayor grado de autoconfianza, mayor voluntad y capacidad de aprender y
cambiar;
● aumentar su nivel de comprensión y lograr un reportorio más amplio de estrategias de
enseñanza y aprendizaje;
● fomentar la confianza en su propia habilidad de enseñar, de tal forma que empiecen a
marcar una auténtica diferencia;
● desarrollar importantes destrezas para toda la vida que pueden aplicarse tanto en
contextos profesionales como en otros ámbitos (domésticos, personales y sociales).
Por su parte, el profesor David Sánchez-Teruel (2013) también apoya la aplicación del coaching
en la educación. De la siguiente forma defiende su posición:
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9.1.1. Fases del coaching en las aulas
Como en cualquier otro tipo de coaching, el educativo también dispone de distintas fases que
van pautando las etapas del aprendizaje del individuo.
En concreto, Sánchez-Teruel (2013) dicta las siguientes fases del coaching en el aula
basándose en la teoría de la académica de la Universidad de Valladolid, experta en esta
disciplina, Belén Núñez:
La fase de análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase, se utiliza para conocer el
funcionamiento de cada uno de los alumnos y las características del grupo como, por
ejemplo:
● el nivel de cohesión;
● el tipo de liderazgo;
● los estilos de aprendizaje;
● los patrones de comportamiento;
● las normas y valores.
En esta etapa se deben fijar los objetivos que se quieren conseguir durante las sesiones de
coaching. Sánchez-Teruel (2013) establece las siguientes pautas para esta fase, tomando
como referencia el estudio The state coaching across the globe. The result of the global
coaching survey de Frank Bresser Consulting (2009):
● orientar el esfuerzo del alumno (o de la clase) para definir las metas y logros teniendo en
cuenta su nivel de habilidades y competencias;
● reflexionar sobre las actitudes necesarias para llevar a cabo los objetivos fijados;
● identificar los obstáculos que impidan conseguir un alto rendimiento.
Asimismo, también se deben evitar las siguientes situaciones o sensaciones que, de suceder,
solo complicarían el proceso de coaching:
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sienta cómodo, motivado, comprendido y escuchado. De esta manera, el alumno y la clase se
irán sintiendo cada vez más seguros de sí mismos durante el proceso.
El profesional también debe promover la creatividad y el desarrollo del criterio del alumnado
con el objetivo de que ellos mismos sean capaces de discernir las consecuencias positivas y
negativas de las situaciones.
El objetivo principal del profesor o coach en esta etapa es, básicamente, motivar al alumno
y a la clase durante el proceso para la consecución de sus objetivos.
El coach en esta fase debe practicar con el alumno o coachee las acciones previstas
conjuntamente. De esta manera, este podrá incorporar sus habilidades y conocimientos
necesarios para realizar la actividad de una forma más óptima.
Lo que el profesional debe conseguir con estas prácticas es que el alumno busque las
oportunidades para observar y analizar las actuaciones de sus compañeros en clase. El
principal objetivo de esta fase es crear conciencia y mejora entre el alumnado.
El coach durante esta etapa debe informar a sus coachees o alumnos sobre cómo va el
proceso de aprendizaje , siempre de forma constructiva y focalizada en los éxitos y logros
pactados.
De esta manera, los alumnos podrán pautar una mejora continua para las próximas sesiones
del proceso.
En esta fase se deben seguir una serie de objetivos que Frank Bresser Consulting determinó
en su análisis The state coaching across the globe. The result of the global coaching survey:
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● Facilitar la transformación. El educador o coach deberá dominar una serie de recursos
para aplicarlos en el momento oportuno y hacer, de esta manera, que el coachee adquiera
y estimule aptitudes para salir exitoso del proceso.
El autor especifica una división en las herramientas de los profesionales del coaching
educativo.
No obstante, en el siglo XXI los individuos han ido adquiriendo una conciencia más amplia en
torno a la importancia de la inteligencia emocional. Muchos profesionales de la educación y
muchos centros añaden a sus planes de estudio el desarrollo de esta inteligencia.
Cada etapa educativa incorpora unas actividades o sesiones específicas. Por este motivo, el
proceso de aprendizaje de la inteligencia emocional debe adaptarse a cada fase
educacional.
Hay que tener en cuenta que los alumnos van experimentando distintas emociones, descubren
algunas nuevas o amplían otras que ya habían experimentado, a lo largo de su etapa
educativa. Por este motivo, es necesario concretar y adaptar las sesiones a cada alumno o
grupo.
Sin embargo, todas y cada una de las fases educativas tienen el mismo objetivo en la
inteligencia emocional: crear conciencia en el individuo y darle herramientas para que pueda
gestionar sus emociones.
A continuación, se plantean unas actividades a modo de ejemplo para cada una de estas
etapas educativas.
Las actividades que se plantean a continuación van enfocadas a niños y niñas de entre 3 y
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6 años que cursan parvulario:
● Explicar las seis emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, miedo, asco y sorpresa) y,
después, hacer que los alumnos se miren al espejo y expresen estas emociones ante ellos
mismos.
● Animar a los escolares a explicar y analizar el sentimiento que se produce en situaciones
determinadas como, por ejemplo, cuando se presencia una discusión o se vive algo que
asusta.
● Hacer referencia a situaciones que producen determinadas emociones y preguntar a los
alumnos cómo experimentan esas emociones en sus cuerpos cuando las viven.
● Representar escenas con títeres, animando a los estudiantes a asignar roles a cada
muñeco. En estas escenas se pondrán en manifiesto diferentes estados emocionales.
● Poner rostros colgados en la pizarra que describan las seis emociones básicas y hacer que
los alumnos las identifiquen. Si el profesional lo ve necesario, explicar estas seis
emociones antes.
● Explicar y asociar las situaciones en las que se producen estas emociones. También hacer
que los estudiantes las identifiquen en ellos mismos y que intenten describirlas.
● El alumno deberá describir tanto comportamientos propios como ajenos y asociarlos a una
emoción. Ante esto, el profesor deberá animar a los otros alumnos a pensar una estrategia
para reconducir estas emociones a una forma más “adaptativa”.
● Analizar situaciones o conflictos que se dan en clase y preguntar, a los alumnos, qué
sienten, cómo lo experimentan corporalmente y qué soluciones o alternativas pueden
aportar.
Las actividades que se explican a continuación están pensadas para llevarlas a cabo en una
clase de adolescentes:
● Describir conductas asociadas a las emociones básicas y reflexionar sobre ellas, haciendo
que los estudiantes expliquen si las han sentido y cómo han actuado en consecuencia.
● A raíz de la primera actividad, animar a los alumnos a hacer un registro de estas
emociones sentidas durante una jornada, apuntarlas y añadir cómo se sintieron
corporalmente.
● Descubrir estados emocionales más complejos derivados de las emociones básicas.
● Enumerar las reacciones emocionales habituales en los siguientes casos:
● alguien te insulta;
● alguien te amenaza;
● alguien se burla de ti o te insulta;
● alguien te provoca y te reta a hacer algo.
● Proponer estrategias de cambios emocionales, es decir, cómo sustituir y gestionar una
emoción negativa como los celos, la envidia o la apatía.
● Llevar a cabo una breve meditación en la que los alumnos vayan fijando su atención en
distintas partes de su cuerpo, siguiendo el orden de pies a cabeza.
Los niños y niñas también necesitan ejercitar su IE en casa junto a sus progenitores. La
Dirección General de la Familia y el Menor de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la
Comunidad de Madrid indica unas pautas para ayudar a los padres a fomentar la
inteligencia emocional de sus hijos:
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● Acostumbrar al niño a hablar de sus emociones. La clave es convertir las emociones
en un tema cotidiano y normalizado, pero sin llegar a monopolizar todas las
conversaciones. Algunas preguntas útiles pueden ser:
● ¿Cómo te has encontrado después de hacer tal cosa?
● ¿Qué te ha resultado más difícil hoy?
● ¿Por qué es importante para ti esta persona u objeto?
● ¿Cómo lo ha vivido la otra persona con la que estabas?
● Enseñar a identificar las emociones y ponerles nombre. El vocabulario y el lenguaje
resultan vitales para experimentar y describir lo cotidiano. De la misma forma sucede con
las emociones, sin un nombre que las identifique no existen. Por este motivo, es
imprescindible ayudar al niño a definir qué siente con palabras, preguntándole qué quiere
decir cuando se siente triste, por ejemplo. Esto le ayudará a manejar mejor sus emociones.
● Evitar juicios sobre las emociones de otras personas. Los padres y los familiares del
niño son su mayor ejemplo de actitud y comportamiento. Por ello, resulta primordial que le
proporcionen coherencia entre acción y pensamiento.
RESUMEN
● El beneficio general de una formación especializada en coaching sería proporcionar nuevas
estrategias y enfoques prácticos para ayudar a educadores y orientadores a afrontar los
“viejos” problemas con “nuevas” alternativas de solución.
● El coaching en las aulas se denomina coaching educacional y tiene como elementos o
actores principales a los alumnos, los padres y el equipo docente.
● Las principales etapas del coaching en las aulas son las siguientes:
● Fase 0: análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase.
● Fase I: planificar conjuntamente metas y logros.
● Fase II: motivar.
● Fase III: entrenar u observar la situación.
● Fase IV: ofrecer feedback.
● Fase V: replantear nuevas metas y acciones.
● Las principales herramientas conversacionales que un coach debe tener para desarrollar
las aptitudes de sus alumnos son:
● retroalimentación y resonancia;
● liderazgo basado en su autenticidad;
● facilitar la transformación.
● El proceso de aprendizaje de la inteligencia emocional debe adaptarse a cada fase
educacional, ya que en cada etapa se determinan unas actividades o sesiones específicas.
● La Dirección General de la Familia y el Menor de la Consejería de Políticas Sociales y
Familia de la Comunidad de Madrid indica unas pautas para ayudar a los padres a fomentar
la inteligencia emocional de sus hijos:
● acostumbrar al niño a hablar de sus emociones;
● enseñar a identificar las emociones y ponerles nombre;
● evitar juicios sobre las emociones de otras personas.
AUTOEVALUACIÓN
Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.
1. ¿Qué puede aportar el coaching a las aulas según el profesor David Sánchez-Teruel?
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3. Menciona las herramientas conversacionales del coach educacional.
SOLUCIONARIO
1. ¿Qué puede aportar el coaching a las aulas según el profesor David
Sánchez-Teruel?
Crear conciencia en el individuo y darle herramientas para que pueda gestionar sus emociones.
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