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MODULO 9 INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COACHING PARA NInOS Y ADOLESCENTES

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MÓDULO 9 - INTELIGENCIA EMOCIONAL

Y COACHING PARA NIÑOS Y


ADOLESCENTES

9.1. COACHING EN LA EDUCACIÓN


El coaching siempre se relaciona con ámbitos empresariales, laborales y de personas adultas.
No obstante, muchos profesionales también aplican esta disciplina a otros ámbitos y sujetos
como los niños y los adolescentes.

En este sentido, hay expertos y coaches que plantean aplicar esta disciplina también en
profesores y educadores de cualquier nivel de formación, ya que son los responsables de sacar
todo su potencial a sus alumnos.

Según el escritor y experto en coaching Alfredo Gorrochotegui (2011), la implementación de


esta disciplina en las aulas ayuda a que los alumnos puedan:

● aprender a aprender;
● profundizar en el autoconocimiento, como aprendices a lo largo de toda su vida;
● articular mejor sus necesidades;
● tener un mayor grado de autoconfianza, mayor voluntad y capacidad de aprender y
cambiar;
● aumentar su nivel de comprensión y lograr un reportorio más amplio de estrategias de
enseñanza y aprendizaje;
● fomentar la confianza en su propia habilidad de enseñar, de tal forma que empiecen a
marcar una auténtica diferencia;
● desarrollar importantes destrezas para toda la vida que pueden aplicarse tanto en
contextos profesionales como en otros ámbitos (domésticos, personales y sociales).

Por su parte, el profesor David Sánchez-Teruel (2013) también apoya la aplicación del coaching
en la educación. De la siguiente forma defiende su posición:

El beneficio general de una formación especializada en Coaching sería proporcionar


nuevas estrategias y enfoques prácticos para ayudar a educadores y orientadores
a afrontar los “viejos” problemas con “nuevas” alternativas de solución. El
Coaching pretende adquirir nuevas competencias profesionales funcionales que
permitan el desarrollo de altas habilidades y capacidades socioemocionales. Otro
beneficio de implantar el Coach dentro de los centros educativos es que podrá
prestar su apoyo para mejorar y optimizar las capacidades innatas, los recursos
internos y la creatividad que los alumnos ya tienen, con el fin de obtener los
máximos resultados posibles, con base en criterios no solo de eficacia y calidad,
sino de excelencia, convirtiendo así el proceso de aprendizaje en un verdadero
aprendizaje transformacional.

El coaching en las aulas se denomina coaching educacional y tiene como elementos o


actores principales a los alumnos, los padres y el equipo docente. Esta tipología apuesta por un
aprendizaje centrado en el protagonista de la sección, que puede ser madre, padre, hijo y
familiares.

El coaching en el aula también apuesta por el desarrollo de la autoconfianza del sujeto


protagonista. Resulta muy importante conocer todas las fases que actúan en el coaching
educacional para así poder llevar a cabo el proceso sin problemas.

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9.1.1. Fases del coaching en las aulas

Como en cualquier otro tipo de coaching, el educativo también dispone de distintas fases que
van pautando las etapas del aprendizaje del individuo.

En concreto, Sánchez-Teruel (2013) dicta las siguientes fases del coaching en el aula
basándose en la teoría de la académica de la Universidad de Valladolid, experta en esta
disciplina, Belén Núñez:

● fase 0: análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase;


● fase I: planificar conjuntamente metas y logros;
● fase II: motivar;
● fase III: entrenar u observar la situación;
● fase IV: ofrecer feedback;
● fase V: replantear nuevas metas y acciones.

9.1.1.1. Fase 0: análisis del grupo y del nivel de desempeño de la


clase

La fase de análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase, se utiliza para conocer el
funcionamiento de cada uno de los alumnos y las características del grupo como, por
ejemplo:

● el nivel de cohesión;
● el tipo de liderazgo;
● los estilos de aprendizaje;
● los patrones de comportamiento;
● las normas y valores.

Posteriormente, y después de analizar esta información, se deberá pasar al desarrollo de cada


una de las fases más concretas del proceso de coaching para el grupo de alumnos.

9.1.1.2. Fase I: planificar conjuntamente metas y logros

En esta etapa se deben fijar los objetivos que se quieren conseguir durante las sesiones de
coaching. Sánchez-Teruel (2013) establece las siguientes pautas para esta fase, tomando
como referencia el estudio The state coaching across the globe. The result of the global
coaching survey de Frank Bresser Consulting (2009):

● orientar el esfuerzo del alumno (o de la clase) para definir las metas y logros teniendo en
cuenta su nivel de habilidades y competencias;
● reflexionar sobre las actitudes necesarias para llevar a cabo los objetivos fijados;
● identificar los obstáculos que impidan conseguir un alto rendimiento.

Asimismo, también se deben evitar las siguientes situaciones o sensaciones que, de suceder,
solo complicarían el proceso de coaching:

● no establecer logros o metras demasiado ambiciosos o genéricos;


● definir aquello que se debe planificar sin analizar el cómo.

9.1.1.3. Fase II: motivar

El coach debe acondicionar el ambiente y la comunicación de forma que el coachee se

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sienta cómodo, motivado, comprendido y escuchado. De esta manera, el alumno y la clase se
irán sintiendo cada vez más seguros de sí mismos durante el proceso.

El profesional también debe promover la creatividad y el desarrollo del criterio del alumnado
con el objetivo de que ellos mismos sean capaces de discernir las consecuencias positivas y
negativas de las situaciones.

El objetivo principal del profesor o coach en esta etapa es, básicamente, motivar al alumno
y a la clase durante el proceso para la consecución de sus objetivos.

9.1.1.4. Fase III: entrenar u observar la situación

El coach en esta fase debe practicar con el alumno o coachee las acciones previstas
conjuntamente. De esta manera, este podrá incorporar sus habilidades y conocimientos
necesarios para realizar la actividad de una forma más óptima.

Lo que el profesional debe conseguir con estas prácticas es que el alumno busque las
oportunidades para observar y analizar las actuaciones de sus compañeros en clase. El
principal objetivo de esta fase es crear conciencia y mejora entre el alumnado.

9.1.1.5. Fase IV: ofrecer feedback

El coach durante esta etapa debe informar a sus coachees o alumnos sobre cómo va el
proceso de aprendizaje , siempre de forma constructiva y focalizada en los éxitos y logros
pactados.

De esta manera, los alumnos podrán pautar una mejora continua para las próximas sesiones
del proceso.

9.1.1.6. Fase V: replantear nuevas metas y acciones

En esta fase se deben seguir una serie de objetivos que Frank Bresser Consulting determinó
en su análisis The state coaching across the globe. The result of the global coaching survey:

● seleccionar las soluciones más exitosas de las diferentes actuaciones planteadas;


● crear nuevas alternativas para las actuaciones futuras;
● tomar decisiones e implantar dichas alternativas, encontrando las habilidades más
adecuadas para ponerlas en marcha.

9.1.2. Herramientas del coach educativo

El coach o entrenador, como educador, debe tener una serie de


herramientas conversacionales que pueda utilizar para desarrollar las aptitudes de sus
alumnos. Según Sánchez-Teruel (2013), estas herramientas son:

● Retroalimentación y resonancia. El educador no solo debe animar al joven a estar bien


informado y aprender, sino también a tomar este conocimiento adquirido y aplicarlo en su
día a día.
● Liderazgo basado en su autenticidad. El coach llega ser un educador, pero también un
maestro de emociones y energía corporal para el alumnado.

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● Facilitar la transformación. El educador o coach deberá dominar una serie de recursos
para aplicarlos en el momento oportuno y hacer, de esta manera, que el coachee adquiera
y estimule aptitudes para salir exitoso del proceso.

El autor especifica una división en las herramientas de los profesionales del coaching
educativo.

● Herramientas internas. Basadas en la capacidad del profesor:


● Calibración. Se trata de centrarse en las señales no verbales de la comunicación a
través de la observación detallada y precisa.
● Escucha activa. El coach debe saber escuchar y atender al coachee.
● Comunicación. Es importante que el profesional utilice tanto la comunicación
intrapersonal, el diálogo interno, como la comunicación interpersonal, que permite
transferir mensajes, pensamientos y emociones a los demás.
● Herramientas externas. Recursos que el profesional puede utilizar:
● Línea del tiempo. Es una herramienta que ayuda a preparar un plan de acción, ya
que consiste en organizar acciones a lo largo del tiempo.
● Modelo GROW. Este método consta de cuatro fases: establecer la meta ( goal
), examinar la realidad ( reality ), contemplar las opciones y estrategias de acción ( options )

● Posiciones perceptivas. El coach debe tener la capacidad de ver la realidad desde


diferentes puntos de vista. Más concretamente, en este caso, desde la perspectiva del
alumnado.

9.2. INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS AULAS


La inteligencia emocional es una de las grandes olvidadas en las sociedades desarrolladas y
occidentales. Los conocimientos ofrecidos en las escuelas y centros de formación dejan de lado
el sentir para centrarse en lo meramente racional.

No obstante, en el siglo XXI los individuos han ido adquiriendo una conciencia más amplia en
torno a la importancia de la inteligencia emocional. Muchos profesionales de la educación y
muchos centros añaden a sus planes de estudio el desarrollo de esta inteligencia.

Cada etapa educativa incorpora unas actividades o sesiones específicas. Por este motivo, el
proceso de aprendizaje de la inteligencia emocional debe adaptarse a cada fase
educacional.

Hay que tener en cuenta que los alumnos van experimentando distintas emociones, descubren
algunas nuevas o amplían otras que ya habían experimentado, a lo largo de su etapa
educativa. Por este motivo, es necesario concretar y adaptar las sesiones a cada alumno o
grupo.

Sin embargo, todas y cada una de las fases educativas tienen el mismo objetivo en la
inteligencia emocional: crear conciencia en el individuo y darle herramientas para que pueda
gestionar sus emociones.

A continuación, se plantean unas actividades a modo de ejemplo para cada una de estas
etapas educativas.

9.2.1. Actividades para niños de 3 a 6 años

Las actividades que se plantean a continuación van enfocadas a niños y niñas de entre 3 y

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6 años que cursan parvulario:

● Explicar las seis emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, miedo, asco y sorpresa) y,
después, hacer que los alumnos se miren al espejo y expresen estas emociones ante ellos
mismos.
● Animar a los escolares a explicar y analizar el sentimiento que se produce en situaciones
determinadas como, por ejemplo, cuando se presencia una discusión o se vive algo que
asusta.
● Hacer referencia a situaciones que producen determinadas emociones y preguntar a los
alumnos cómo experimentan esas emociones en sus cuerpos cuando las viven.
● Representar escenas con títeres, animando a los estudiantes a asignar roles a cada
muñeco. En estas escenas se pondrán en manifiesto diferentes estados emocionales.

9.2.2. Actividades para niños de 6 a 12 años

Las acciones que se proponen a continuación están destinadas a escolares de 6 a 12 años:

● Poner rostros colgados en la pizarra que describan las seis emociones básicas y hacer que
los alumnos las identifiquen. Si el profesional lo ve necesario, explicar estas seis
emociones antes.
● Explicar y asociar las situaciones en las que se producen estas emociones. También hacer
que los estudiantes las identifiquen en ellos mismos y que intenten describirlas.
● El alumno deberá describir tanto comportamientos propios como ajenos y asociarlos a una
emoción. Ante esto, el profesor deberá animar a los otros alumnos a pensar una estrategia
para reconducir estas emociones a una forma más “adaptativa”.
● Analizar situaciones o conflictos que se dan en clase y preguntar, a los alumnos, qué
sienten, cómo lo experimentan corporalmente y qué soluciones o alternativas pueden
aportar.

9.2.3. Actividades para adolescentes

Las actividades que se explican a continuación están pensadas para llevarlas a cabo en una
clase de adolescentes:

● Describir conductas asociadas a las emociones básicas y reflexionar sobre ellas, haciendo
que los estudiantes expliquen si las han sentido y cómo han actuado en consecuencia.
● A raíz de la primera actividad, animar a los alumnos a hacer un registro de estas
emociones sentidas durante una jornada, apuntarlas y añadir cómo se sintieron
corporalmente.
● Descubrir estados emocionales más complejos derivados de las emociones básicas.
● Enumerar las reacciones emocionales habituales en los siguientes casos:
● alguien te insulta;
● alguien te amenaza;
● alguien se burla de ti o te insulta;
● alguien te provoca y te reta a hacer algo.
● Proponer estrategias de cambios emocionales, es decir, cómo sustituir y gestionar una
emoción negativa como los celos, la envidia o la apatía.
● Llevar a cabo una breve meditación en la que los alumnos vayan fijando su atención en
distintas partes de su cuerpo, siguiendo el orden de pies a cabeza.

9.2.4. Inteligencia emocional en casa

Los niños y niñas también necesitan ejercitar su IE en casa junto a sus progenitores. La
Dirección General de la Familia y el Menor de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la
Comunidad de Madrid indica unas pautas para ayudar a los padres a fomentar la
inteligencia emocional de sus hijos:

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● Acostumbrar al niño a hablar de sus emociones. La clave es convertir las emociones
en un tema cotidiano y normalizado, pero sin llegar a monopolizar todas las
conversaciones. Algunas preguntas útiles pueden ser:
● ¿Cómo te has encontrado después de hacer tal cosa?
● ¿Qué te ha resultado más difícil hoy?
● ¿Por qué es importante para ti esta persona u objeto?
● ¿Cómo lo ha vivido la otra persona con la que estabas?
● Enseñar a identificar las emociones y ponerles nombre. El vocabulario y el lenguaje
resultan vitales para experimentar y describir lo cotidiano. De la misma forma sucede con
las emociones, sin un nombre que las identifique no existen. Por este motivo, es
imprescindible ayudar al niño a definir qué siente con palabras, preguntándole qué quiere
decir cuando se siente triste, por ejemplo. Esto le ayudará a manejar mejor sus emociones.

● Evitar juicios sobre las emociones de otras personas. Los padres y los familiares del
niño son su mayor ejemplo de actitud y comportamiento. Por ello, resulta primordial que le
proporcionen coherencia entre acción y pensamiento.

RESUMEN
● El beneficio general de una formación especializada en coaching sería proporcionar nuevas
estrategias y enfoques prácticos para ayudar a educadores y orientadores a afrontar los
“viejos” problemas con “nuevas” alternativas de solución.
● El coaching en las aulas se denomina coaching educacional y tiene como elementos o
actores principales a los alumnos, los padres y el equipo docente.
● Las principales etapas del coaching en las aulas son las siguientes:
● Fase 0: análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase.
● Fase I: planificar conjuntamente metas y logros.
● Fase II: motivar.
● Fase III: entrenar u observar la situación.
● Fase IV: ofrecer feedback.
● Fase V: replantear nuevas metas y acciones.
● Las principales herramientas conversacionales que un coach debe tener para desarrollar
las aptitudes de sus alumnos son:
● retroalimentación y resonancia;
● liderazgo basado en su autenticidad;
● facilitar la transformación.
● El proceso de aprendizaje de la inteligencia emocional debe adaptarse a cada fase
educacional, ya que en cada etapa se determinan unas actividades o sesiones específicas.
● La Dirección General de la Familia y el Menor de la Consejería de Políticas Sociales y
Familia de la Comunidad de Madrid indica unas pautas para ayudar a los padres a fomentar
la inteligencia emocional de sus hijos:
● acostumbrar al niño a hablar de sus emociones;
● enseñar a identificar las emociones y ponerles nombre;
● evitar juicios sobre las emociones de otras personas.

AUTOEVALUACIÓN
Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.

1. ¿Qué puede aportar el coaching a las aulas según el profesor David Sánchez-Teruel?

2. Enumera las fases del coaching educativo y explica la tercera.

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3. Menciona las herramientas conversacionales del coach educacional.

4. ¿Cuál es el objetivo de la IE en las aulas?

SOLUCIONARIO
1. ¿Qué puede aportar el coaching a las aulas según el profesor David
Sánchez-Teruel?

El beneficio general de una formación especializada en coaching sería proporcionar nuevas


estrategias y enfoques prácticos para ayudar a educadores y orientadores a afrontar los
“viejos” problemas con “nuevas” alternativas de solución.

2. Enumera las fases del coaching educativo y explica la tercera.

1. Fase 0: análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase.


2. Fase I: planificar conjuntamente metas y logros.
3. Fase II: motivar.
4. Fase III: entrenar u observar la situación. El coach en esta fase debe practicar con el
alumno o coachee las acciones previstas conjuntamente. De esta manera, este podrá
incorporar sus habilidades y conocimientos necesarios para realizar la actividad de una
forma más óptima.
5. Fase IV: ofrecer feedback.
6. Fase V: replantear nuevas metas y acciones.

3. Menciona las herramientas conversacionales del coach educacional.

Retroalimentación y resonancia, liderazgo basado en su autenticidad y facilitar la


transformación.

4. ¿Cuál es el objetivo de la IE en las aulas?

Crear conciencia en el individuo y darle herramientas para que pueda gestionar sus emociones.

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