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Enfermedades Patologicas - Naula Martha

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Martha Elizabeth Naula Gordillo

Facultad de Ciencias Psicológicas, Universidad de Guayaquil

PSI-S-MA-1-2 Fundamentos de Psicobiología

Psc. Eddie Jim Chiang Espinoza Mgs

1 de julio 2022
Patologías Genéticas Relacionadas con los Trastornos de Conducta.

Esquizofrenia

La palabra esquizofrenia se forma de dos raíces griegas, esquizos (dividi- do) y

frenos (mente o inteligencia). Así pues, quien la inventó –un psiquiatra suizo de principios

del siglo XX llamado Eugene Bleuler– se impresionó, sobre todo, por esa situación que

notaba en la inteligencia de estos pacientes y que se expresaba por el lenguaje. Hablamos

como pensamos.

En los libros de psiquiatría la esquizofrenia se describe como una psicosis. Psicosis

es una enfermedad en la que se experimentan sensaciones extrañas, ideas fuera de lo

común, percepciones anormales y pérdida de la prueba de realidad, es decir, la realidad no

ayuda al enfermo a corregir ninguna de las manifestaciones mencionadas. Las

enfermedades mentales más importantes tanto por su incidencia como por el deterioro que

ocasionan en los pacientes son la esquizofrenia, las alteraciones del humor, con su doble

vertiente, maníaca y depresiva, y los trastornos de ansiedad, de los que la neurosis

obsesivo-compulsiva es el ejemplo más prominente.

Del mismo modo, los trastornos psiquiátricos, las enfermedades médicas y los

rasgos del comportamiento pueden darse en familias debido exclusivamente a factores

ambientales como la exposición a pautas de crianza compartidas y a violencia, traumas,

conductas, solamente persisten algunas dificultades para la vida diaria. En ambas

situaciones se recomienda administrar un tratamiento médico y psicológico por el tiempo

que sea necesario. La esquizofrenia es un concepto médico, no es un calificativo figurado

que se aplique a ciertas situaciones de oposición social, a algunas sociedades o a

determinadas etapas de la historia. Se considera una enfermedad crónica que deberá

tratarse por periodos muy prolongados y esto lleva el peligro de desalentar a quienes tienen

que ver con ella. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que en la actualidad se alcanzan

niveles muy adecuados de rehabilitación psicosocial en los pacientes que la sufren. Un

número alto de personas con este diagnóstico desarrollan actividades satisfactorias y

productivas.
En las etapas crónicas, conforme la fase aguda de la enfermedad avanza, es posible

que algunas ideas, sean provenientes o acompañadas de ciertas alucinaciones, y lleguen a

adquirir un denominador común en todos los pacientes esquizofrénicos. Por ejemplo, la

sensación de ser controlado por fuerzas extrañas, a partir de ciertas señales anormales

percibidas por vía de los sentidos y con alguna finalidad extravagante. Esto puede

convertirse en un discurso compartido por todos los esquizofrénicos. Pero los contenidos de

dichas ideas son tan variados como puede serlo la producción intelectual de cada individuo.

Por lo demás, las ideas, aun las delirantes, tendrán un fuerte matiz dado por las

experiencias previas y el nivel cultural del paciente.

Parkinson

La EP recibe su nombre del médico James Parkinson, que por primera vez describió

los síntomas de la enfermedad en el año 1817. Se reconoce tanto en ambientes médicos

como no-médicos por la manifestación predominante del temblor, aunque lo realmente

definitorio es la lentitud de movimientos o “bradicinesia”. Inicialmente, James Parkinson la

denominó “parálisis agitante”, poniendo de relieve sus dos componentes más

característicos: la acinesia (parálisis) y el temblor (agitación) (Oppenheim, 1901)

El Ep es un trastorno del sistema nervioso caracterizado por alteraciones en los

movimientos corporales, aunque también pueden manifestarse otro tipo de síntomas. La

enfermedad conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva debido a la destrucción de

las neuronas pigmentadas de la sustancia negra

La dopamina es un neurotransmisor monoaminérgico importante y responsable del

control de los movimientos corporales. En las personas con EP existe una carencia de

dopamina en el cerebro y esto genera problemas en las conexiones nerviosas relacionadas

con el problema en las conexiones nerviosas relacionadas con el control del movimiento.

Los síntomas de la EP suelen aparecer de modo gradual habitualmente primero en un lado

del cuerpo, para progresar con lentitud a lo largo del tiempo. Los principales síntomas

físicos de la EP son lentitud de los movimientos, rigidez y a veces temblor y pérdida de


equilibrio, aunque el tipo y la intensidad de los síntomas puede variar en cada persona. Al

progresar la EP pueden aparecer síntomas diferentes.

La comunicación es un proceso que nos permite interaccionar con los datos,

expresa nuestros sentimientos, deseos, realizar peticiones, etc. Conlleva diversos aspectos,

como emitir palabras, asumir un lenguaje corporal asociado y un modo particular de hablar.

En las personas con las EP, el movimiento lento o reducido de los músculos puede hacer

que la cara resulte menos expresiva de lo habitual (hiponimia). Este hecho puede dificultar

en ocasiones la comunicación e inducir a ciertas malinterpretaciones, como enfado,

desinterés o falta de comprensión. Los cambios en la función de los músculos de la cara y

la laringe también pueden afectar la voz en algunas personas con EP, dando lugar a un

habla débil, ronca, acelerada o dubitativa. Por lo tanto, es importante que cualquier cambio

de este tipo sea interpretado de forma correcta y controlado con rapidez y eficacia. Las

alteraciones en el habla y la voz más comunes son:

✓ Pérdida progresiva del volumen de la voz.

✓ Monotonía de la voz

✓ Cambio de la calidad de la voz débil apagada, ronca, soplada, temblorosa y/o

intermitente.

✓ Aceptación del ritmo de habla con tendencia a un aumento de la velocidad.

✓ Dificultad en la articulación (disartria).

✓ Vacilación antes de hablar con titubeos iniciales.

Autismo

¿Qué es el autismo? El autismo es una condición del neurodesarrollo vinculada a la

maduración anormal del cerebro que está determinada biológicamente. Comienza durante

la gestación, mucho antes del nacimiento del niño. El funcionamiento mental de las

personas con autismo resulta ser atípico; aparece desde los primeros años de vida y tiende

a durar para siempre. En mayo de 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por

sus siglas en inglés) publicó el nuevo Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DSMES). Este es el manual de diagnóstico usado por todos profesionales de la

salud mental. Su nueva edición agrupa todos los trastornos anteriores, incluyendo el antes

conocido Asperger, en una nueva categoría llamada “Trastorno del Espectro Autista (TEA)”.

Los principales síntomas del TEA son dos:

1. Dificultades persistentes en la comunicación y la interacción social;

2. patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.

El TEA es muy variable entre un caso y otro. Puede variar desde una forma leve,

compatible con una vida adulta autónoma, hasta un panorama más grave asociado con un

deterioro cognitivo marcado. Esta es la razón por la que utilizamos la expresión “espectro

autista”. Algunas personas tienen características recurrentes; aquellas que a menudo están

aisladas v con problemas de aprendizaje tienen gran dificultad para interactuar con los

demás El término "autismo” viene, de hecho, a partir del griego autos, o auto, que quiere

decir "uno mismo”, o sea que autismo es la condición de la persona que a menudo se

encierra en sí mismo y en su propio mundo,

Además de las relaciones sociales, la comunicación se altera; la comunicación

verbal y gestual puede estar completamente ausente o se utiliza de una manera inadecuada

Las personas con autismo tienen comportamientos repetitivos, que no tienen un fin o un

objetivo específico, además de que sus intereses suelen ser muy limitado.

Algunos síntomas del autismo.

Alteraciones cualitativas de la interacción social.

La interacción social reciproca, es decir, la interacción con otras personas se altera

en su calidad, si es que no se encuentra completamente ausente, La variabilidad es

enorme, con una gran cantidad de síntomas sociales que van desde la falta total de

conciencia sobre las otras personas a su alrededor, hasta enfoques sociales extraños que

no toman en cuenta el contexto. Algunos niños con TEA, por ejemplo, hacen contacto

visual: pueden ver a los ojos de otra persona, pero sólo por breves momentos y sin usar el

contacto para dirigir la atención del otro hacia objetos o acontecimientos de interés

compartidos con un adulto. Esto es lo que se conoce como “atención conjunta”. Algunos
niños pueden ser completamente pasivos, con una falta de iniciativa social y un estilo de

relación que se caracteriza principalmente por la observación del otro. También pueden

mostrar un comportamiento extraño, a| establecer, por ejemplo, un contacto indiscriminado

con desconocidos. La capacidad de establecer y mantener relaciones sociales es a menudo

inadecuada. Los niños más pequeños pueden mostrar una falta de interés social y de

conciencia sobre el otro. Por lo general no tienen amigos, son socialmente aislados y

pueden ser víctimas de intimidación y acoso Les resulta difícil entender los pensamientos y

sentimientos de otras personas y les cuesta ver las situaciones de acuerdo con la

perspectiva de los demás. Los niños con TEA experimentan dificultades para regular sus

emociones, a veces tienen episodios de llanto o explosiones inadecuadas para su edad. A

menudo dicen que tienen “amigos” pero no parecen entender plenamente los principios de

reciprocidad ni el intercambio de intereses que son esenciales en la amistad.

Los chicos con buenas habilidades cognitivas y verbales pueden tener “un amigo”,

pero, como la calidad de la memoria es limitada y con frecuencia se basa en un solo interés

común, tal como un juego de computadora en particular, a veces resulta difícil mantener esa

amistad.

Alteraciones cualitativas de la comunicación

Las alteraciones cualitativas de la comunicación son también muy variadas. Van

desde un retraso en el desarrollo del lenguaje, hasta la completa ausencia del lenguaje

verbal Un comportamiento característico de muchos niños con TEA es utilizar la mano de

otra persona para obtener un objeto deseado. Otros niños, más "independientes", tienden a

no pedirles a los adultos, sino que adquieren estrategias para obtener por sí mismos lo que

quieren. A los niños más pequeños -aunque tengan la habilidad de expresarse verbalmente-

casi siempre es difícil entenderles, sobre todo en oraciones complejas. Algunos niños no

responden por su nombre cuando les llaman sus padres y a menudo dan la impresión de

ser sordos. La prosodia (o entonación en el habla) es atípica; la voz puede ser plana,

monótona, sin inflexiones emocionales particulares, lo que hace difícil modular un estilo

conversacional en diferentes contextos.


Referencias

Auza Benavides, A. Nuestro hijo con autismo. ed. Ciudad de México: Editorial El Manual
Moderno, 2019. 120 p.
https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/39807?page=13.

Auza Benavides, A. (2019). Nuestro hijo con autismo. Ciudad de México, México: Editorial

https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/39807?page=16

Camacho Conde, J. A. (2019). Enfermedad de Parkinson, implicaciones autonómicas y

afectivas. Sevilla, Wanceulen Editorial.

https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/125757?page=12

Garnica, R. y Hernández, A. (2006). Esquizofrenia: guía para los familiares del paciente.

México, D.F, Ediciones y Gráficos Eón.

https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/122280?page=10.

Joseph, J. (2021). Esquizofrenia y genética: el final de una ilusión. Barcelona, Herder

Editorial.

https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/189501?page=94.

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