Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Ensayo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 12

Una defensa de la vigencia de la autoridad del Antiguo Testamento para la Iglesia de hoy

Estudiante: César Danilo Burbano

Profesor: Cristian Cárdenas, teólogo

Curso: Comunicación Escrita

Seminario Reformado Latinoamericano

Pasto, octubre 28 de 2022


Introducción

Nuestro contexto religioso en Latinoamérica no es eminentemente protestante. No

es aquél protestantismo que posee raíces profundas en las doctrinas proclamadas y

defendidas por los reformadores en el Siglo XVI y para quienes, las Escrituras constituían

la fuente misma que definía la teología y regulaba la piedad de los creyentes. Nuestros

países son, más bien, herederos del catolicismo romano: algo tan patente, que se ve

reflejado en las costumbres de los pueblos, su arte y arquitectura. Además, dicho panorama

religioso se ha visto fuertemente alterado durante las últimas décadas por el avance de

movimientos carismáticos, cuyo centro inspirador consiste en las experiencias místicas y

emocionales de los feligreses. Estos círculos se caracterizan por tener una interpretación

arbitraria y antojadiza de las Escrituras, así como también por un reemplazo de las mismas

por supuestas ‘‘nuevas revelaciones’’ qué, llegan a definir, al fin y al cabo, las doctrinas

que dichas iglesias profesan. Una de estas enseñanzas, muy predicada y defendida por estos

sectores, y que a base de repetición ha llegado a ser aceptada por el cristianismo secular,

consiste en la idea de que el Antiguo Testamento solo pertenece al pueblo Judío y no a la

iglesia del Señor, negando así su autoridad como Palabra de Dios inspirada para la vida de

su Pueblo.

Este trabajo procurará entonces demostrar cómo el Antiguo Testamento es, ha sido

y será, regla de fe y práctica para la vida de su pueblo, y como este mismo es inseparable

del Nuevo, formando una sola unidad. A través de una breve consideración de los

argumentos presentados por algunos eruditos con respecto al uso del Antiguo Testamento

por parte de Jesús, sus discípulos, y la iglesia primitiva en su labor misionera; el tema
central del Antiguo Testamento y la unidad de las Escrituras, procederemos a hacerlo.

Aunque también consideraremos ciertamente documentos históricos como la Confesión de

Fe de Westminster, entre otros.


Índice

I. Introducción

II. Contextualización

a) El panorama religioso latinoamericano y sus implicaciones

b) Solo el Nuevo pertenece a la Iglesia de Dios

c) Razones de la autoridad vigente del Antiguo Testamento para la iglesia hoy

III. ¿Qué solución proponemos desde este espacio para resolver el problema?

IV. Conclusiones

V. Bibliografía
Contextualización

El panorama religioso latinoamericano y sus implicaciones

Ciertamente, para la iglesia de Roma han de reconocerse dos fuentes: La Escritura y

la tradición. Sin embargo, sabemos que en la práctica esta última es la que recibe mayor

hincapié y que termina por imponerse a la comunidad de fieles. José Grau nos explica:

Tradicionalmente, al menos así lo promulgó Trento y el Vaticano I, la Iglesia de


Roma venía insistiendo en que la Revelación llegaba a nosotros por medio de dos
canales: la Biblia y la Tradición. El acceso a ambas nos viene mediado por el
magisterio de la Iglesia romana que determina lo que hemos de recibir y cómo hemos
de interpretarlo.1
La perspectiva secular y moderna de la fe, la cual es subjetiva debido a su naturaleza

antropocéntrica, es el fruto del asentamiento de las reflexiones teológicas del pensador

alemán Schleiermacher, quien, como reacción a la aridez del racionalismo, desarrolló su

teología basada en los sentimientos.2

De esta forma, el panorama religioso latinoamericano en nuestros días se caracteriza

por ser una mezcla, si se quiere, entre aquellas costumbres e ideas provenientes del

catolicismo romano que se imponen desde el magisterio a su comunidad para ser creídas y

acatadas, y las diversas corrientes carismáticas que han dado cabida en su seno, no solo al

sentimentalismo religioso que pretende ocupar el lugar normativo de las Escrituras, sino

también, a todo tipo de experiencias místicas que no se ajustan a la evidencia bíblica ni a la

razón: nuevas revelaciones en visiones, sueños, danzas, música, etc.

1
José Grau, Introducción a la Teología, Curso de Formación Teológica Evangélica, vol. 1 (Barcelona,
España: Editorial Clie, 1973), 34.
2
Grau, Introducción a la Teología, 39.
De esta manera, tal escenario se convierte en el caldo de cultivo ideal para la difusión

y aceptación de todo tipo de enseñanzas erradas en el cristianismo secular, perjudicando a

quienes pretenden alcanzar de alguna manera el conocimiento verdadero del evangelio. Tan

solo la mera idea de aceptar sin escrutinio ni oposición a todo lo declarado desde una

posición de autoridad, venga de donde venga, acarrea consecuencias peligrosas para los

peregrinos que viajan en la senda de la búsqueda de la Verdad.

Solo el Nuevo Testamento pertenece a la iglesia de Dios. La idea popular en

nuestros días de que el Antiguo Testamento pertenece solo al pueblo judío, mientras que el

Nuevo a la iglesia del Señor, ha sido una enseñanza que ha conseguido ser aceptada incluso

por aquellos que pretenden predicar lo que denominamos comúnmente como Sana

Doctrina. Generalmente, no descuidan los puntos cardinales con respecto a la salvación de

los creyentes, pero si resbalan en cuanto a una perspectiva ortodoxa sobre la naturaleza y

autoridad de las Escrituras. Denominaciones carismáticas, y algunas otras que pretenden

predicar el evangelio verdadero, tienden a compartir la tesis que da inicio a este párrafo.

Berkhof, en su disertación sobre el tema de la Revelación Especial, señala algo

importantísimo acerca de la naturaleza de las Escrituras: la Biblia es el libro de la revelatio

specialis, y resulta que en último análisis el único principium cognoscendi externum de la

teología es la Bíblia3. Para el teólogo nacido en Países Bajos, las Escrituras son en esencia

revelación especial de Dios, y, a la vez, fuente misma del quehacer teológico.

Comprendemos que el autor da estos calificativos no solo a una parte de la revelación, sino

a todas las que la componen, de forma integral, como un todo, o de forma completa: a

3
Louis Berkhof, Introducción a la Teología Sistemática, trad. de Felipe Delgado Cortés (Grand Rapids,
Michigan: Libros Desafío, 2002), 146.
saber, Antiguo y Nuevo Testamento. Es un error entonces divorciar una parte de la Biblia

de otra, ya que la revelación se nos dio en forma de una sola unidad. Podemos decir,

entonces, y sin temor a equivocarnos que bajo el nombre de Santas Escrituras o Palabra de

Dios escrita, están contenidos todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, todos los

cuales fueron dados por inspiración de Dios para que sean la regla de fe y de vida.4

Razones de la autoridad vigente del Antiguo Testamento para la iglesia hoy. Es

suficiente considerar con un cierto grado de detalle al Nuevo Testamento para

convencernos de que la revelación antigua es normativa para la iglesia y que además, está

profundamente vinculado o conectada a la nueva revelación. Aquello que atestiguan los

evangelios en cuanto a la relación de Jesucristo con La Ley, los Profetas y los Salmos, son

testimonios clave que nos dan luz sobre el tema en cuestión. Samuel Pagán, en su

introducción al pentateuco, admite que Jesús se ubica, de esa manera, en la gran tradición

de maestros judíos y rabinos que afirmaban y celebraban la Ley y destacaban la

importancia de la alianza de Dios con su pueblo. 5 Así, Jesús mismo reivindica la autoridad

del Antiguo Testamento en todo su ministerio y obra. Un ejemplo que seguirán sus

discípulos después de él.

Señalan ciertos autores:

Cristo reconocía la autoridad plena, la naturaleza preceptiva, de las Escrituras y a la


vez se reservaba el derecho de ser su verdadero intérprete. Si bien Jesús discrepó de los
líderes judíos en diversos asuntos, no hay evidencias en ninguna parte del Nuevo
Testamento de controversias sobre la inspiración y autoridad del Antiguo Testamento. Por

4
Gerald Williamson, La Confesión de Fe de Westminster Para Clases de Estudio (Medellín, Colombia:
Poiema Publicaciones, 2015), 16, https://es.scribd.com/document/525258746/La-Confesion-de-Fe-de-
Westminster-para-Clases-de-estudio-G-I-Williamson.
5
Samuel Pagán, Pentateuco, Interpretación Eficaz Hoy (Barcelona, España: Editorial Clie, 2016), 17.
el contrario, Jesucristo con frecuencia apelaba a las Escrituras como fundamento de sus
enseñanzas y sus declaraciones acerca de sí mismo.6
Por testimonio mismo del Nuevo Testamento, sabemos que los discípulos de Jesús

siguieron sus pisadas en cuanto a respetar la Autoridad del Antiguo Testamento, o, en otras

palabras, se aferraron a aquellas Escrituras considerándolas como Palabra de Dios misma.

Tanto en los evangelios, Hechos de los Apóstoles, las epístolas y Apocalipsis, encontramos

numerosísimas referencias a las Escrituras de Israel. Mentadas citas, que se introducen

generalmente con los términos ‘‘escritura’’ o ‘‘escrituras’’, constituyen una evidencia

diciente de la dependencia de los autores bíblicos del Antiguo Testamento.

Pero dicha subordinación y confianza, así como el uso, por parte de Cristo y los

autores neotestamentarios de la Ley, los Profetas y los Salmos, tiene una razón de ser; la

cual tiene que ver con la unidad temática existente entre ambos testamentos. Según los

autores ya citados, la interpretación de Cristo del Antiguo Testamento tenía dos diferencias

significativas con respecto a la de sus congéneres judíos: es esta segunda la que nos

interesa, y de la cual, arguyen:

En segundo lugar, una diferencia aún más profunda es la insistencia de Jesús en que,
por ser el cumplimiento en persona del Antiguo Testamento, él mismo era el tema central.
La declaración que hizo en la sinagoga de su pueblo —‘‘hoy se ha cumplido esta Escritura
delante de vosotros’’—puede tomarse como síntesis de lo que proclamaba ser. […]
Cristo revolucionó la interpretación del Antiguo Testamento al tomar distintas hebras
de las enseñanzas y trenzarlas para formar una sola cuerda: él mismo.7
Cristo, está descrito en el Antiguo Testamento. Aquella parte de la revelación anuncia

de antemano la venida de Jesús, el Mesías, quien en su advenimiento, da cabal

6
William Sanford Lasor, David Allan Hubbard y Frederic William Bush, Panorama del Antiguo
Testamento, Mensaje, forma y transfondo del Antiguo Testamento (Grand Rapids, EE.UU: Libros Desafío
2004), 1.
7
Lasor, Hubbard y Bush, Panorama del Antiguo Testamento, 2.
cumplimento a todo lo dicho y escrito sobre él en el pasado. El apóstol Pablo comprendió

este hecho: Jesús, se convirtió para él en el corazón mismo de la revelación del Antiguo

Testamento.8

¿Qué solución proponemos desde este espacio para resolver el problema?

En primer lugar, destacamos que es de suma relevancia reconocer el contexto

religioso que caracteriza a nuestros territorios, ya que, como se ha señalado, constituye el

escenario óptimo para la proliferación de enseñanzas erradas como la que aspiramos

combatir. Luego, el cristianismo reformado ortodoxo tendrá que comprometerse con una

defensa contundente, desde el pulpito, de la autoridad del Antiguo Testamento, y esto, sin

dejar de señalar la unidad temática que vincula al viejo testamento con el nuevo, mostrando

así que son imprescindibles uno del otro. Para lograrlo, es menester que los ancianos sepan

instruir a su grey en cuanto a cómo la Ley, los Profetas y los Salmos, anuncian la venida de

Cristo, por medio de los oráculos proféticos y la tipología, asuntos que luego son tratados

en el Nuevo Testamento para señalar su cumplimento en Jesucristo.

Conclusiones

En conclusión, podemos decir qué: existe un escenario o un contexto religioso en

nuestros territorios con determinadas características que facilitan la difusión de todo tipo de

enseñanzas erradas que, con el paso del tiempo, tienden a aceptarse. Una de ellas es la tesis

de que el Antiguo Testamento no es de utilidad para la vida y la teología de la iglesia. Sin

embargo, existe una evidencia temática que vincula a ambos testamentos de forma

inseparable: en suma, Cristo es descrito, señalado, y profetizado en la Antigua Revelación y


8
Ibid, 3.
en la nueva, se cumple lo dicho en el pasado. A fin de combatir el error, el cristianismo

reformado debe esforzarse desde el púlpito haciendo apología de la autoridad de todas las

Escrituras en unidad.

Bibliografía
Berkhof, Louis. Introducción a la Teología Sistemática. Trad. de Felipe Delgado

Cortés. Grand Rapids, Michigan: Libros Desafio, 2006.

Grau, José. Introducción a la Teología. Curso de Formación Teológica Evangélica,

vol. 1. Barcelona, España: Editorial Clie, 1973.

Lassor, Sanford, David Hubbard y Frederic Bush. Panorama del Antiguo Testamento,

Mensaje, Forma y Transfundo del Antiguo Testamento. Grand Rapids, EE.UU: Libros

Desafío, 2004.

Pagán, Samuel. Pentateuco, Interpretación Eficaz Hoy. Barcelona, España: Editorial

Clie, 2016.

Williamson, Gerald. La Confesión de Fe de Westminster Para Clases de Estudio.

Medellín, Colombia: Poiema Publicaciones, 2015.

https://es.scribd.com/document/525258746/La-Confesion-de-Fe-de-Westminster-para-Clases-de-

estudio-G-I-Williamson.

También podría gustarte