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El Oro de Los Sueños

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LETRA''

INTERNACIONAL
FUNDADOR AntoninJ. Liehm DIR.ECTOR Salvador Clotas SUBDIRECTOR ManuelOrtuoArmas COORDINADORA RosaPereda SECRETARIA DE REDACCIN Mercedes CarcaLenberg CONSEJODE REDACCIN VictoriaCamps, Luis Goytisolo, Jon Juaisti. Ludolfo Paramio, CarlosPiera,Josep Ramoneda

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Nnrcr
. J. M. G. Le Clzio En la selvade las paradojas Martn Rodrguez-Gaona La ltima poesaescritaen Espaa. Los estilospluralesy susprotagonistas . Arturo Garca Ramos El oro de los sueos. literaturajuvenil hispanoamericana La

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EXI,IO ARTSTICO FSPAOI

. Arturo Colorado Castellary La disporadel patrimonioartsticoespaol . Juan de la Cabada Cartasa JosMancisidor Miguel CabaasBravo El exilio artsticoespaola Mxico, 1939-1945 Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes Arquitectosrepublicanos exiliadosen Mxico . Manuel Garca Tres miradasdel exilio: RobertCapa,Studio Chauviny Foto Mayo . Henry Vicente Garrido Del Pabellnde la Repblicaa la dispersin exilio arquitectnico del . Olvido GarcaValdsy Marta Agudo La cualidadquebradiza poema del

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Esu revista ha ecibido una ayuda de la Direccin General del Libro, Archivos y Bibliotecasparasu di fusin en bibliotecas, centrosculturalesy universidades Espaapara la totalidad de de los nmeros editados el ao2009. en

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LETRA INTERNACIONAL M o n t e E s q u i n z a3 0 , 2 . ' d c h a . , 28010Madrid. T e l f . 9 1 3 t 0 4 6 9 6- 9 1 3 1 0 43 1 3 : F a x :9 1 3 1 9 45 8 5 editorial fpabloiglesias.es @ www.fpabloiglesias.es DISEO Y MAQUETACIN Torre de Babel, S.L. REALIZACIN GRFICA Egraf, S.A. CIF n."G-2866706i DepsitoLegal: M-4655-1986 I S S N0 2 1 3 - 4 7 2 1

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LOS LIBROS . Eduardo Bravo y lvaro Sobrino (Cartelesde la Guerra): Toni Montesinos (Luis Cernuda); Luis Sun (Javier Alfaya); Ramn Acn (Luis Sepulveda); Vctor Claudn (IsaacRosa) CORRESPONDENCIA . Enrique Serna, Rosa Pereda

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La literaturajuvenil hispanoamercana Ramos ArturoGarca

El oro de los sueos

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Qu puede importar ms que la creacin de una mente imaginativa y creadora,capaz de soar con las sombrasdel pasadoy $e edificar con slo el pensamientoprefiguraciones de lo que podra ser el futuro, el una nuestroy el de los otros. Puede sociedad vivir sin imaginar? Siempre hemos sabido que la imaginacin es un rgano peligroso. Confra la imaginacin hay ms prejuicios que elogios. El despeaderode la razn,la enajenaciny la culpa del pecado insondable la han cercado durante siglos. Ahora, tal vez, debamos preguntarnos si en el rgano imaginario se escondelo que pueda haber an de rebelda en nosofos, lo poco que guardamosde pura bertad -y qu prejuicios no habrn acompaadotambin a esta palabra-. Hago una llamada al rescatede la imaginacin antesde que affofiemos esa glndula gandula de nuestro tiempo. Convoco a los magos de la palabra,narradoresy poetasy quisiera ceirme a la literatura de Hispanoamrica o Latinoamrica, porque a esaorilla creadoradebemosel regreso de la imaginacin y la reivindicacin de la fantasa desde que en los aos 60 un incalificable grupo de narradores y poetas se encarg de hechizarnos con los encantos de una escritura en la que se reconoca que la presenciade 1o sobrenaturalno es menos ordinaria que lo que consideramoscotidiano y domstico. Formulemos un reproche a nuestra historia cultural, de la que como cualsomos tan responsables

quier generacinque nos antecedi o que nos suceder:no hemos cuidado con suficiente esmero nuestra literatura de iniciacin. Con mucha razn puede argumentarse que no tenemos un Kipling, un Stevenson o un Verne, pero no es siempre el modelo el mismo y podramos haber generado frmulas alternativas y no haberlasdescubierto,porque hemos tenido cerradoslos ojos para lo que no fuera la literatura adulta o fingidamente adulta. Hemos condenado la imaginacin en arasdel realismo y hemos rechazado, por banal, la aventura.Vicente Huidobro decaque el cristianismo nos haba impuesto una visin pattica y triste de la existencia, talvez nos ha inclinado a observarel puro juego como algo malfico o repudiable y el placer como una conductaen contacto con el mal, pero sin llegar a conclusiones muy dramticaspodemosrecordar la reflexin de Borges que su amigo le Bioy Casares escuchel3 de septiembrede 1951: <Me he pasadola vida discutiendo contra la opinin general (que Cervantes es superior a Quevedo, que en las novelas los caracteresson ms importantes que la trama, que el policial es un gnero inferior), contra la opinin que Nos interesa la ahora sustento>>. ltima parte,la que quiere reivindicar el valor que concedemos a la trama, a urdir argumentos,a desarrollar acciones.El escritor argentino haba defendido todo eso en el prlogo a la novela de su amigo Bioy, Zc invencin de Morel, y, sin

embargo, no dio el paso definitivo de reivindicar esos mismos supuestos que defendaen la literatura escrita en espaol. Borges, tan culpable de que hoy nos gusten Stevenson, Chestefion o la novela policial, tan culpable tambin de que no hayamos tenido en ms al uruguayo Horacio Quiroga, del que opin que escribi lo que ya anteshaba escrito mejor Kipling. Pero a salvo de esasinconvenienciasle debemosIa defensa de la fantasa, de Poe, de Stevenson,cuando 1o <inteligente> en la novela internacional era escribir evitando cuidadosamentetoda ancdota, todo argumento. Cabe reprocharle, sin embargo, que 1, tan proclive a las antologasy colecciones, no adujeralos ttulos que en su opinin podran haber educado el placer de leer en los jvenes de lengua espaola.Culesson los libros imprescindibles para la formacin de lectores nios? Siempre se repite la ancdotaen que afirmaba que la lectura es una felicidad y por eso no es posible obligar a nadie a leer, porque no es posible obligar a nadie a ser feliz. Sin embargo,cuintasveces lafelicidad es algo aprendidoy qu feliz se puede ser aprendiendo. Hasta profetas de la lectura tan populares como Daniel Penac han juzgado que <el verbo leer no sopory, ta el imperativo>> sin embargo no nos resignamosa creer que pudiera brotar de un modo espontneoen quien jams ha tenido una experiencia como lector. La lectura es una iniciacin -pido perdn-

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imaginarios, pero permiti que lo fantstico asomase en la realidad vulgar en El sueo de los hroes. Los personajesde Cortzar fueron dignos representantes esa tradide cin. Su primer volumen de cuentos, Bestiario y el siguiente,El final del juego, deben ser estimados como dos de los libros ms importantespara la iniciacin en la lectura,paa obligar al lector a participar en la ficcin -el relato que abre el segundoes nada menosque <Continuidad de los parques> en el que sutilmenteel lector es la vctima-. Si alguna razn se puede aducir pam que no se haya empeadoantes la crtica en agrupar y ordenar las obras que sirvan para conquistar a los lectoresnoveleses, sin duda, la escasaatencin que se ha dedicado a la aventura.Desprestigiadadesde Cervantesen nuestralengua por arbitraria y superficial, ha tenido que ser la narrativa hispanoamericana la que desdeel boom ha devuelto a las literaturashispnicaslo que el crti-

Arturo GarcaRamos

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co Germn Gulln denomin <el piantados, la fbula ha viajado al maravilloso arte de contar>>. Intriga centro del continente y tambin a y aventura son las estrategiasfunlos extremos.El humor es el medio damentalespara atraerlectores, pero ms efectivo para lograr la captacio la vocacin de aventurerosentre los benevolentiadel desocupadolecescritores ha sido bien escasa, al tor, el hermano hipcrita y semejante de tanto autor irnico y menos a la hora de escribir y contar algo a los lectores. Quiroga puede transgresor.Basta evocar la sola y haber sido una excepcin,en su vida simblica figura de Monterrosso y en su escritura, sus Cuentosde la para jugar a hacer palndromos, selva fueron el resultado de alguien autobiografas espurias de homque tuvo un contacto muy directo bres menudos o microrrelatosde la con la nataraleza, y no una mera poca de los dinosaurios. Su invaimitacin de Kipling como malicioluable obra es nica pero no est samentesugiri Borges.En la estela sola, hay relatos de su amigo Areode la aventuradebeninsinuarsealgula,pginasmemorables Otero Silde nas de las invenciones de Garca va o Miguel ngel Asturias y *otra vez- del gran cronopio de Mrquez, su Relato de un nufrago, por ejemplo, y algunosde sus impala literatura que fue Cortzar. -<El ahogado ms gables relatos A Roberto Bolao le gustabarehermoso del mundo>-. La conticordar una frase de Nicanor Parra: nuacin est escribindose ahora <<Los grandespoetasde la literatres mismo, la rama ha crecido tanto que tura chilena somos Pablo Neruda y ya casi es un irbolindependiente. yo>>. L,os nombres que configuran la La literatura hispanoamericana historia de la literatura de iniciacin estllena de palndromosy de milino son ninguno, pero hay infinitos gramosprodigiosos,ovejasnegrasy para comenzara inscribirse. n

Editorial PabloIglesias

La guerracivil espanora
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La suerra civil espanola

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