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059 Viscardo y Guzman

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BOLETÍN DE CULTURA PERUANA - EMBAJADA DEL PERÚ EN ESPAÑA - Nº 59 16/7/2021

VISCARDO Y GUZMÁN, EL PRECURSOR


UN CURITA DE PAMPACOLCA
EN LA ERA DE LAS REVOLUCIONES
Carlos Herrera*

Entre octubre de 1767 y julio de 1769, unos quinientos miembros de la orden jesuita, establecida en el
Virreinato del Perú desde 1567, fueron forzados a embarcarse en el Callao rumbo a Cádiz. Se cumplía
así la orden de expulsión de la Compañía de Jesús dictada por el rey Carlos III, en sintonía con las
coronas de Portugal y Francia y ante el poderío alcanzado por los jesuitas en su labor evangelizadora.
Entre los sacerdotes, novicios y coadjutores expulsados figuraba un estudiante llamado Juan Pablo
Viscardo y Guzmán, cuyo fervor patriótico alentaría la Independencia de la América hispana.

H ace algún tiempo, en charla infor-


mal luego de una reunión latinoa-
mericanista, una destacada personali-
estos aspectos genealógicos «para com-
prender la mentalidad y la actitud del
prócer». Los Rodríguez de Cabrera esta-
dad, mientras me miraba con ese aire ban emparentados con los Cabrera del
de amable socarronería que algunos Cuzco, que a su vez eran parientes del
capitalinos utilizan con quienes no lo padre del Inca Garcilaso, según testi-
son, se refirió así a Juan Pablo Viscardo monio de este. Y una sobrina carnal de
y Guzmán: «Ese curita de Pampacolca». doña Magdalena Rodríguez de Cabrera
Técnicamente, Viscardo ni siquie- (la abuela de Juan Pablo) se casó con
ra lo era: la expulsión de los jesuitas de don Marcelo Pomacallao, cacique de
los dominios de la Corona española, Pampacolca, en 1740.
en 1767, lo afectó cuando aún era no- Con lucidez apunta Pacheco Vélez:
vicio de la Compañía de Jesús, a la que «Los informes genealógicos de Pampa-
por lo demás renunció tempranamente colca permiten comprobar hasta qué
en Europa junto con muchos correli- punto en los pueblos pequeños de tar-
gionarios ante la promesa -incumplida- dío asentamiento de familias españolas
de poder retornar a América, lo que no fue letra muerta la separación entre la
impidió que el resto de su vida siguiera “república de indios” y la “república de
identificándose como jesuita. Vivió la españoles” en que se puso tanto celo
precaria existencia del exiliado y falle- Anónimo cuzqueño. Posible retrato de Viscardo en el s. xvi y en los primeros decenios
ció en Londres en 1798, en la pobreza y bajo la advocación de San Bernardo, s. xviii. del xvii. Por el contrario, al nivel de aris-
el relativo anonimato. Monasterio de Santa Catalina, Arequipa. tocracias nativas y de conquistadores y
Dos siglos después, su Carta a los españoles america- encomenderos, el cruce fue intenso en tal medida que
nos, jamás publicada en vida, ha sido objeto de innume- en las primeras décadas del xviii estas sociedades locales
rables ediciones y es considerada universalmente como eran profundamente “hispanoamericanas”, en el sentido
un documento fundacional para la reflexión y promo- de mestizas. Juan Pablo Viscardo y Guzmán, que forma-
ción de la causa independentista en Hispanoamérica. ba parte de un linaje criollo, aunque sea remota y solo
No es casual que la monumental Colección Documental probable su calidad de mestizo, vivió en cambio un clima
de la Independencia del Perú, publicada por el gobierno de vinculación familiar entre caciques y conquistadores
peruano en ocasión del Sesquicentenario, se inicie pre- españoles».
cisamente con este documento. Pampacolca fue, pues, el teatro de los primeros años
Poco más de 2000 habitantes tiene hoy el distrito de la vida de Juan Pablo. Pero cuando fue necesario do-
de Pampacolca, según datos del Instituto Nacional de tarlo de una educación apropiada, tuvo que ir al Cuzco,
Estadística e Informática de 2017. La cifra era sin duda donde ingresó en el jesuita Real Colegio de Nobles de
menor cuando nació allí Juan Pablo Viscardo y Guz- San Bernardo. El tránsito hacia el noviciado de la Com-
mán, el 26 de junio de 1746. El lugar está a los pies del pañía en la misma ciudad se hizo casi naturalmente en
imponente volcán Coropuna (el más alto del Perú, con 1760, al fallecer su padre, y allí hizo sus primeros votos
sus 6425 msnm), con vestigios de haber sido importante en 1763. Su hermano José Anselmo siguió similar cami-
centro ceremonial en el incario y aún antes. Allí se es- no. Pero en 1767 ocurrió la catástrofe: la expulsión de los
tableció el abuelo de Juan Pablo, Bernardo, hijo de un jesuitas de todos los dominios de la Corona española.
español que en 1630 se había afincado en Camaná. La Los hermanos Viscardo y Guzmán llegaron así a Cádiz y
familia Viscardo contribuyó activamente a la demogra- de ahí a Italia, para nunca volver al Perú.
fía de la región: Bernardo tuvo quince hijos; el séptimo, Buena parte de la vida de ambos se dedicó desde
Gaspar Viscardo y Guzmán Rodríguez de Cabrera, a su entonces a denunciar las precarias condiciones de vida
vez engendró nueve vástagos, entre ellos nuestro prócer. de los expulsados (pese a su temprana renuncia a la or-
Uno de los mayores especialistas en Viscardo y den) y, sobre todo, en un plano más personal, a batallar
Guzmán, César Pacheco Vélez, destaca la relevancia de inútilmente por tener acceso a la herencia familiar.

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Pero en 1781 las noticias de la rebelión
de Túpac Amaru II llegaron a Europa (algo
tardíamente) y nutrieron en los Viscardo la
voluntad de luchar por una causa más im-
portante y altruista. Por entonces, viviendo
en Toscana, sin duda Juan Pablo seguía de
cerca los avatares políticos e ideológicos de
un mundo que iniciaba su transformación
en los salones de París o en tierras america-
nas. La gesta de José Gabriel Condorcan-
qui le parece una oportunidad ideal para
«sacudir un yugo por todos aborrecido»,
como le escribiera al cónsul británico en
Liorna el 30 de setiembre de 1781, inclu-
yendo en ese «todos» a criollos, mestizos e
indígenas unidos en el deseo de terminar
con el dominio español. Para tal empresa,
Anónimo cuzqueño. Matrimonios de Martín de Loyola con Beatriz Ñusta y de
le insiste al cónsul John Udny, la participa- Juan de Borja con Lorenza Ñusta de Loyola, 1718. (detalle). Museo de Osma, Lima.
ción de tropas británicas venidas de Buenos
Aires sería fundamental y el triunfo de la revolución da- el cual insistía sobre aspectos estratégicos y alternativas
ría «inmensas ventajas» a Inglaterra, principalmente en el para una exitosa campaña militar. Su primera opción
plano comercial. Y Viscardo concluye con una solicitud para el inicio de la misma era…Arequipa.
de empleo sólidamente fundamentada: «De cuatro a seis mil hombres de buenas tropas que
«Gracias a las lenguas peruana y francesa que en- desembarcaran en el Puerto de Arantac, sobre la costa
tiendo y hablo medianamente, yo sería un intérprete del Perú, no tendrían que recorrer sino dieciséis a die-
digno de toda confianza y más cómodo para los oficiales ciocho leguas de un camino difícil, por lo arenoso, para
ingleses que generalmente no conocerán o no tendrán llegar a la ciudad de Arequipa, que según se dice habitan
familiaridad con las lenguas castellana y francesa. Mi co- cuarenta mil moradores y que es una de las más flore-
nocimiento de las costumbres, las usanzas, los prejuicios, cientes del Perú {…}. Por un lado, se encuentra a solo
etc. de esos pueblos me hace además recomendable. El ochenta leguas del Cuzco, la ciudad más importante y
pertenecer a una familia distinguida de Arequipa donde cuya posesión, con la de Arequipa, y la de las provincias
tengo bienes considerables y mi larga permanencia en intermedias que se sublevaron en el año 1780, cortaría
Italia me darían alguna influencia sobre el espíritu de en dos el Perú por su centro. Por un lado, ella colinda
mis compatriotas. Como jesuita y como criollo nadie se- con las provincias altas que se extienden a orillas del
ría menos sospechoso que yo al nuevo gobierno ni más gran lago de Chucuito, o Titicaca, hasta la ciudad de La
unido a sus intereses {…} Puedo alabarme de tener cono- Paz etc. {…} por otro lado, no estando muy lejos del mar
cimientos no indiferentes sobre la América meridional, y en condición de cercar Lima, cortándole la comunica-
adquiridos con la lectura de buenos libros y un largo ción con Chile que la aprovisiona de víveres, se pueden
comercio con los jesuitas ilustrados de todas aquellas apreciar las grandes ventajas que se reúnen en Arequi-
provincias {…}». pa». Y termina este párrafo con nuevas consideraciones
sobre sus propios méritos para participar en la empresa:
«Allí mi familia era muy considerada, allí tengo mis bie-
nes y amigos, y me parece que yo podría influir bastan-
te. También tengo conocidos en el Cuzco, donde residí
durante siete años».
Viscardo falleció en 1798 sin haber logrado sus ob-
jetivos históricos ni encontrado satisfacción a sus inte-
reses personales. Cercano al fin de sus días, lo imagino
echando una melancólica mirada a sus escritos antes de
regalárselos al ministro de Estados Unidos en Londres,
Rufus King, para que por lo menos alguien pudiera dar
fe de que no le habían faltado ideas ni ideales en la vida.
Un día llegó un visitante sudamericano a la resi-
dencia de King. Este le mostró los papeles de Viscardo.
Primeras ediciones de la Carta…
La aguzada mirada del prócer venezolano Francisco de
Luego de estas y otras comunicaciones, es probable Miranda captó de inmediato el interés de esos archivos
que los británicos pensaran que acaso algún provecho y se los llevó. Lo había seducido sobre todo un breve ma-
se podría sacar del voluntarioso e inteligente pampacol- nuscrito en francés que resumía, con erudición y poder
quino y lo invitaron a Londres. Pero al cabo de un par persuasivo, los mejores argumentos para la libertad de
de años, las cambiantes circunstancias de la política in- América y sus ciudadanos.
ternacional llevaron a la paz con España, con lo cual los Al poco tiempo (1799) apareció en Londres, en
proyectos de Viscardo perdieron relevancia y tuvo que francés y con pie de imprenta de Filadelfia, la Carta a los
retornar a Italia. En 1791, sin embargo, vuelve a tentar españoles americanos. El resto es Historia.
suerte en Londres, donde presentó un más elaborado
«Proyecto para independizar la América española», en *Narrador y diplomático peruano.

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AGENDA

Ercilla por el Greco, ca. 1570

LA VOZ DE SARA VAN


UN BANQUETE LIMENSE
La cantante Sara Vignolo Huerta nació en Lima,
en 1977, pero emigró a España con su familia
L a fama de Lima como capital gastronómica en el
continente americano tiene larga data y así pare-
ce atestiguarlo uno de los autores épicos más impor-
cuando tenía doce años. Como muchas otras
personas marcadas por la experiencia migratoria,
ella ha sabido combinar la adaptación a su tierra
tantes del llamado Siglo de Oro, el poeta y soldado de acogida con las hondas raíces de su país natal.
español Alonso de Ercilla (1533-1594). En 1556, Er- Luego de una temprana incursión como vocalista
cilla llegó a la capital peruana en el séquito del virrey en una banda española de heavy metal, la artista
Andrés Hurtado de Mendoza. Estuvo allí una tempo- cursó estudios de Filología hispánica. Su primer
rada, y luego de participar en el sofocamiento de la disco, Talitá Kum, apareció en 2008 y llegó a ser
última rebelión de los encomenderos, partió rumbo seleccionado para el Grammy Latino. En el Perú,
a Chile, con la expedición encabezada por el hijo del su participación en la película Sigo siendo (2013)
virrey, García Hurtado de Mendoza. de Javier Corcuera, donde interpreta la canción
En las sonoras octavas reales de La Araucana, el Cardo o ceniza de Chabuca Granda, le permitió
poeta supo dar cuenta de los dramáticos y violentos ser conocida y reconocida entre las nuevas voces
sucesos en los que le tocó enfrentar a los aguerridos del país. Sara Van sumó luego a su discografía
araucanos. Se dice que Ercilla compuso parte de su Hotel Bolívar (2017) y ha venido ofreciendo con-
ciertos en Madrid, Lima, Santiago de Chile o
célebre gesta en el fragor de la lucha y que le dio los
Nueva York, con una singular intensidad y con
toques finales al regresar a Madrid, donde fue publi- la habitual colaboración del destacado músico
cada pocos años más tarde. El poema, en cualquier Chano Díaz Límaco.
caso, va relatando lo vivido con vigoroso aliento na-
https://www.youtube.com/watch?v=xUDPHtT6oAs
rrativo, aunque ceda por momentos a las licencias de
la fantasía literaria.
La historia empieza cuando la hueste conquis-
tadora, que proviene de distintos lugares, confluye
en la capital para embarcarse rumbo al sur. Describe
así el poeta la partida de la por entonces también
llamada Ciudad de los Reyes: «De varias profesiones embajada del perú en españa
y colores / sale de Lima una lucida banda, / y en el servicio cultural
puerto tendidas por las flores / estaban mesas llenas Calle Zurbano, 70
de vianda, / con vinos de odoríferos sabores, / don- 28010 Madrid
de luego por una y otra banda / sobre la verde hier- serviciocultural@embajadaperu.es
ba reclinados / gustamos los manjares delicados. //
Alegres los estómagos contentos / fuimos a la marina
conducidos, / a do de verdes ramos y ornamentos /
estaban los bateles prevenidos; / y al son de varios y
altos instrumentos, / de los caros amigos despedidos,
/ en los ligeros barcos nos metemos, / dando a un
tiempo con fuerza al mar los remos». No olvidó Er-
cilla el banquete, aunque dejara a la imaginación de
sus lectores especular sobre los «manjares delicados»
que les fueron ofrecidos, antes de levar anclas y vol- www.ccincagarcilaso.gob.pe
ver a los vaivenes dolorosos de la historia.
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