Vacaciones en Epoca de Crisis
Vacaciones en Epoca de Crisis
Vacaciones en Epoca de Crisis
Pese al desánimo general por la crisis, o quizá precisamente por ello, los españoles se resisten
a quedarse sin unos días de respiro y buscan fórmulas para al menos concederse una
escapadita.
Aunque hay quien ni siquiera puede permitirse estos lujos. Con una tasa de paro del 24,63%,
5 rebajas salariales y unas perspectivas muy poco halagüeñas1 para otoño, hay un grueso de
españoles que ha decidido quedarse en casa. La mitad de los madrileños y el 35% de los
barceloneses no saldrá de la ciudad este verano, según los barómetros elaborados por los
ayuntamientos de estas ciudades.
El profesor y director del Observatorio del Consumo de la escuela Esade, Gerard Costa,
10 apunta tres comportamientos distintos entre quienes deciden salir unos días de casa porque
han ahorrado lo suficiente a lo largo del año. Según un informe elaborado por el Observatorio,
un 25% de esos turistas quieren gastarse la mitad de lo que se dejaron el año pasado. “Pasan el
mínimo de noches fuera o bien se van a casa de amigos o parientes”, explica Costa.
Muchas familias se las apañan2, de hecho, con esa opción: aprovechando la casa de los
15 parientes en la costa o pasando el verano en el campo. O combinando las dos cosas. “Antes
solíamos alquilar un apartahotel una semana en Valencia. Este verano, ni hablar. Siete días en
casa de mi hermana en Alicante para que los niños vayan a la playa y el resto del tiempo, al
pueblo de mi marido en León”, dice Conchi, una psicóloga de Palencia que acaba de perder su
trabajo en un programa de asesoramiento a parados de la Junta de Castilla y León.
20 Otro 25% de quienes sí se van de viaje, de acuerdo con el informe de Esade, estudia todas las
ofertas de última hora para ahorrar al máximo. Y el 50% restante corresponde a los turistas
que aún pueden permitirse ciertos lujos, como viajes largos. Y estos, en plena crisis, de
ningún modo quieren derrochar. “Se trata de un gasto mucho más racional. Estos turistas
pueden ir a Tailandia dos semanas, pero piden el todo incluido en el hotel para no tener
25 sorpresas”, detalla Costa.
1
Muy poco halagueñas : très peu encourageantes.
2
Apañárselas : se débrouiller.
Así, con el todo incluido, es más fácil no pasarse de la raya3. Y eso beneficia a algunos
sectores. Por ejemplo, los cruceros. “Por 600 euros te puedes pasar una semana completa
viajando en un barco. Es práctico y comodísimo para viajar con niños. Sin duda, los grandes
beneficiados de la crisis son los cruceros”, asegura Rafael Gallego, presidente de la
30 Confederación Española de Agencias de Viajes.
Los que van gastan lo mínimo.“Lo están notando todos los sectores: los restaurantes, los
comercios, las discotecas, los chiringuitos. ¡Solo hay que asomarse a la playa para ver que
está llena de neveras!”, comenta Yolanda Pickett, gerente de la Fundación Turismo de
Benidorm.
35 Una situación similar se aprecia en el litoral andaluz. “La gente se está llevando su propia
comida a la playa y se permite comer en el chiringuito 4 solo algún día especial. No solo eso:
cuando se deciden, luego van y te piden una paella de cuatro para compartir entre ocho
comensales”, asegura Norberto del Castillo, presidente de la Federación Andaluza de
Empresarios de Playas.
40 La incertidumbre está machacando los nervios de la industria turística. “La gente está
asustada y no se decide hasta el último momento. Antes, las reservas se solían hacer con dos
meses de antelación y ahora no sabemos ni siquiera cómo va a terminar agosto. Así es difícil
manejar tarifas y ofertas”, lamenta Félix Sobrino, director de una oficina en Madrid de la
agencia IA Viajes-Zeppelin. La consecuencia inmediata de esa tendencia, explica Joan Molas,
45 es una rebaja de los precios de las habitaciones para tratar de captar a ese turista que bucea
por Internet buscando chollos5 de última hora.
En general, las estancias se acortan. Lo de pasar fuera de casa el mes completo hace tiempo
que no se lleva, pero ahora hasta la quincena empieza a ser ciencia ficción. La media en
destinos de playa es de ocho días, según las agencias de viajes. “Se nota hasta en los
50 apartamentos. Antes no se admitían reservas por debajo de la semana. Ahora se alquilan hasta
por días”, apunta Félix Sobrino.
3
Es más fácil no pasarse de la raya = no gastar más de lo previsto.
4
Un chiringuito : un bar de plage.
5 5
Chollos : des bons plans, des affaires.