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Daniel Secretos de La Profecia - Web

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DANIEL

SECRETOS DE LA PROFECÍA

Arilt □ n Oliveira
DANIEL
SECRETOS DE LA PROFECÍA

Descubre cómo la profecía nos capacita para


enfrentar el futuro con confianza.

Arilt □ n OlivBira

aoes Asociación
Casa Editora
Sudamericana
Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG
Florida Oeste, Buenos Aires, Rep. Argentina.
Daniel
Secretos de la profecía
Arilton Oliveira

Título original: Daniel: Segredos da profecía

Dirección: Germán Correa


Traducción Claudia Blath
Diseño de tapa: Rogério Chimello
Diseño del interior: Giannina Osario

IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina

Primera edición
MMXXI

Es propiedad.© 2013 Casa Publicadora Brasileira. © 2022 Asociación Casa


Editora Sudamericana.
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

Pág. 224 , 21 x 14 cm
Se terminó de imprimir el 28 de septiembre de 2022 en talleres propios (Gral. José
de San Martín 4S5S, Bl604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto. imágenes y dise-


ño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por
fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

-113737-
~

INDICE

Palabras del autor ........................................................................................................8


Introducción ................................................................................................................. 1O
1. Daniel, un hombre amado por el Cielo .............................................. 17
2. Daniel, un libro sellado ................................................................................. 27
3. Desafíos culturales .......................................................................................... 37
4. Una estatua aterradora ................................................................................. 51
5. El horno ardiente ............................................................................................. 71
6. Del palacio al pasto ........................................................................................ 81
7. La caída de Babilonia ..................................................................................... 91
8. Daniel en el foso de los leones .............................................................. 101
9. Cuatro bestias extrañas .............................................................................. 111
1O. La visión del carnero y del macho cabrío ....................................... 145
11. La purificación del Santuario terrenal ................................................ 153
12. Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación
del Santuario celestial ................................................................................. 165
13. Daniel en el río Tigris ................................................................................... 181
14. Reyesenguerra .............................................................................................. 187
15. Un tiempo de angustia sin precedentes ......................................... 195
16. El establecimiento del eterno reino de Cristo ............................. 205
Conclusión .................................................................................................................. 213
Bibliografía .................................................................................................................. 216
~~

DEDICATORIA
~~

Dedico esta obra a tres personas a las que quiero mucho:

A José y Adelaide, mis queridos padres, quienes me dieron la vida

y me enseñaron el amor y el respeto por los demás con el ejemplo; y a

Juliana, mi amada esposa, que ha llenado mi vida de un nuevo signifi-

cado y alegría.
PALABRAS DEL AUTOR

La fascinación por el libro de Daniel llegó muy temprano a mi


vida. Tenía solo trece años cuando asistí, durante la Semana Santa de
1985, a una serie de conferencias impartidas por el difunto Dr. Ema-
nuel Ruela, cuyo tema central aún hoy recuerdo: HAY VIDA EN SU
MUERTE. Fue en ese momento, luego de conocer la hermosa historia
de la Cruz, que acepté a Jesús como mi Salvador personal.
Entonces comencé a asistir a la Iglesia que estaba en mi barrio,
Mucuri, en el municipio de Cariacica, ES. En esta sencilla iglesia, con
hermanos queridos y celosos, teníamos el Culto de Poder todos los
sábados a las siete de la mañana. Bajo la dirección de los hermanos
Agostinho Machado, Valdomiro, Benedito Tonoli, Neudes Fraga, Ed-
virges Fraga, Samuel Ney, Nilton Gonc;:alves, Antonio Afonso y otros,
estudiamos las profecías de Daniel acerca del ((tiempo del fin".
Me fascinó que esos hermanos conocían tanto sobre la Palabra de
Dios. Repetían de memoria versículos bíblicos, razonaban lógicamen-
te, repasaban eventos históricos y personajes de la Biblia, y analizaban
la historia. Todo esto me fascinaba.
En estas reuniones, se abría varias veces el libro de Daniel y se leían
sus historias y sus profecías. Una estatua de varios metales, tres jóve-
nes arrojados a un horno, Daniel en el foso de los leones, un animal
terrible y espantoso, un cuerno pequeño que hablaba insolencias, un
tiempo de angustia como nunca existió, una resurrección especial; to-
dos eran temas que iban atrapando mi mente juvenil y haciéndome
creer aún más en la inspiración de la Biblia y su relevancia para nues-
tros días.
U na cosa siempre me llamó la atención en estos estudios: "Jesús
viene pronto para establecer su reino". Esa era la nota clave de cada
estudio. Ellos enseñaban que la piedra que "fue cortada del monte sin
mano alguna", que destruye la imagen (Daniel 2:45), sería el estableci-
miento final del Reino eterno de Cristo, que no tendría fin. Con estas
bellas imágenes, mi mente juvenil se fue enamorando del estudio de
Palabras del autor 1 9

las profecías. Y comencé, como esos hermanos, a anhelar el regreso de


Jesús. Realmente me convertí en adventista, alguien que no solo ama-
ba el regreso del Señor, sino también buscaba, por medio de mi propia
vida y mi accionar, acelerar ese día extraordinario (2 Pedro 3:12).
Muchos de esos queridos hermanos ya no viven. Agostinho Ma-
chado, Antonio Afonso, Emanuel Ruela ya descansan en el polvo,
como Daniel (Daniel 12:13). Afortunadamente, según el mismo Cris-
to, solo duermen (Juan 11:11), y llegará el día en que "serán desperta-
dos" para recibir la recompensa: "La corona de justicia" (Daniel 12:2;
2 Timoteo 4:8). Esto es lo que sucede cuando estudiamos a Daniel: nos
enamoramos de Cristo y de su venida, y ni siquiera la muerte puede
arrebatarnos la esperanza de nuestro corazón.
Como se le dijo a Moisés, en la zarza ardiente, debemos quitarnos
"las sandalias", porque estudiar el libro de Daniel es pisar Tierra Santa
(Éxodo 3:5). Oremos para que el mismo Espíritu Santo que ayudó al
profeta a registrar estas historias y estas profecías nos ayude a estudiar-
las y a comprenderlas. Que, a lo largo de cada capítulo, percibamos que
el Reino de Cristo se acerca y busquemos ser ciudadanos de él.

Ese es el sincero deseo de tu hermano de peregrinaje.

El autor
,.
INTRODUCCION

La profecía es un anticipo de la historia. La historia es una revi-


sión retrospectiva de la profecía. Y en ningún otro libro de la Biblia
estos aspectos están más entrelazados que en los libros de Daniel y el
Apocalipsis. Recibimos profecías que se relacionan con el período en
que se escribieron los libros, y otras que se dieron para el denominado
((tiempo del fin" o ((los últimos días".
Según la revelación profética, ya estamos viviendo en el llamado
((tiempo del fin". Esto significa que los mensajes de Daniel y el Apo-
calipsis están dirigidos especialmente a nosotros. Vemaos algunas de
las razones por las que debemos estudiar cuidadosamente el libro de
Daniel:
a. Porque es inspirado por Dios: Ningún mortal puede conocer
el futuro, a menos que Dios se lo revele. Y a Daniel le fue reve-
lado parte de ese futuro. Se le revelaron, al menos, 2.500 años
de historia. Estudiar el libro de Daniel es desentrañar los acon-
tecimientos que aún nos esperan; no como los ((videntes" de la
modernidad que, por medio de ((vaticinios" y predicciones des-
cabelladas, tratan de adivinar lo que sucederá, sino al conocer
el futuro revelado por el Señor de la historia, que conoce el fin
desde el principio (Isaías 46:10).
b. Porque está dirigido especialmente a quienes viven en los úl-
timos días de la historia: El libro aborda la historia y la pro-
fecía. La parte profética, según el ángel Gabriel, le fue velada a
Daniel, y el conocimiento de estas profecías solo sería posible en
el tiempo del fin, es decir, en nuestros días, como veremos con
más detalle.
c. Porque brinda esperanza y optimismo en un momento de
crisis sucesivas, violencia y confusión de valores y creencias:
Nunca en la historia de la humanidad habíamos visto a tanta
gente deambular sin rumbo fijo. Vidas vacías, solitarias, sin
sentido. Estudiar el libro de Daniel es recibir una sobredosis de
Introducción 1 11

esperanza y fe. Es encontrar significado no solo en la historia


secular, sino en nuestra propia historia. Es descubrir que hay un
Dios que ama y cuida paternalmente a sus hijos, incluso cuando
hay hornos ardientes y leones.
d. Y, además de todo lo dicho, porque Dios mismo lo indicó: En
el Antiguo Testamento, hablando de la justicia de sus castigos
contra los pecadores, Dios declaró: «Aunque Noé, Daniel y Job
estuvieran allí [la tierra en pecado], su justicia los salvaría solo
a ellos y no a ningún otro, dice el Señor Soberano" (Ezequiel
14:14, NTV). Jesús, en su discurso profético sobre el fin del
mundo, pone especial énfasis en el libro del profeta. Mateo 24
es un capítulo de pura profecía y, al mismo tiempo, parece una
crónica actualizada de nuestros tiempos. Luego, Jesús llama la
atención sobre el libro de Daniel y los hechos que allí se anun-
cian (Mateo 24:15).
Quienes consideran que Daniel y el Apocalipsis son auténticos y
verdaderos, defienden la literatura apocalíptica de la Biblia como una
forma de profecía predictiva. Esto se distingue principalmente por al-
gunas razones:
a. Narración de las visiones tal como fueron vistas.
b. Uso de símbolos predominantemente como vehículos de reve-
lación que son interpretados (como en el caso del carnero y el
macho cabrío de Daniel 8), o no (como con la mujer vestida de
sol de Apocalipsis 12).
c. Predicción del futuro del pueblo de Dios (Israel en el Antiguo
Testamento y la Iglesia en el Nuevo Testamento) en relación con
las naciones de la tierra en el momento de la venida del Mesías.
d. Estilo en prosa (no poético) que caracteriza las otras porciones
proféticas del Antiguo Testamento.
Por excelencia, el libro de Daniel es un libro profético, como lo es
el Apocalipsis. Pero ¿cuáles son los propósitos de la profecía? Pode-
mos destacar dos: (a) Permitir que el pueblo de Dios se prepare para el
futuro y (b) que al ver el cumplimiento de las profecías en la historia
secular, acrecentemos nuestra confianza en la Biblia como la Palabra
inspirada de Dios.
DANIEL
12 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

No se puede exagerar la importancia del estudio de la Biblia. Como


en ningún otro período de la historia, vivimos en un mundo lleno
de confusión religiosa y de innumerables voces que proponen presen-
tar una dirección segura para la vida espiritual. Sin embargo, solo la
Palabra confiable de Dios, la Biblia, puede ser una guía segura para
nuestra vida. Más que eso, necesitamos un manual ético para una so-
ciedad tan desprovista de valores morales y de justicia. Necesitamos
una guía para las crisis existenciales, para los problemas insolubles de
la vida moderna, para las dificultades y los conflictos presentes, jamás
imaginados. Esto es lo que se nos ofrece en el precioso libro de Daniel.
En el primer capítulo, veremos la importancia de cultivar buenos
principios de salud, y la estrecha relación que existe entre lo que come-
mos y lo que somos. Aprenderemos de Daniel cómo un estilo de vida
basado en la Biblia puede ser una herramienta poderosa para el éxito
en todos los aspectos de la vida: físico, mental y espiritual.
En el segundo capítulo, veremos que Dios le revela el futuro de la
humanidad a un rey impío de una nación pagana. Esta primera visión
del libro, de las cuatro que se estudiarán, nos mostrará a Jesús como
el Señor de la historia, como el que pone y quita reyes, como el que da
sabiduría y fortaleza a sus hijos.
En el tercer capítulo, veremos a un rey orgulloso que, a pesar de to-
das las revelaciones que recibió, quiso tomar el lugar de Dios y gober-
nar su propia historia. Veremos claramente el conflicto entre el bien y
el mal, y cómo las fuerzas satánicas actúan para perseguir y destruir
a los «santos de Dios". Pero al final de la historia, descubrimos a un
Dios que no solo ama, sino también ingresa al fuego para proteger a
sus amados hijos.
En el cuarto capítulo, veremos cómo obra Dios, hasta dónde llega
su misericordia para salvar. Y encontraremos que, muchas veces, el
mal que nos sobreviene son permisos divinos para enseñarnos leccio-
nes espirituales y prepararnos para la vida eterna.
En el quinto capítulo, veremos el cumplimiento histórico de las
profecías de Jeremías (capítulo 25) y de Isaías (capítulos 44 y 45) sobre
la caída de Babilonia, la grande. Comprenderemos que Dios no tolera
para siempre las afrentas que se le hacen, y nos sorprenderemos al des-
Introducción 1 13

cubrir que la caída del mayor Imperio de todos los tiempos, Babilonia,
es un tipo de la victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal (Apocalip-
sis 14:8; 18:2) y de la liberación de su pueblo en los días anteriores de
su venida (Apocalipsis 16:12; 18:4).
En el capítulo seis, entraremos al foso de los leones, acompañados
por un gigante en la fe, Daniel, quien, a riesgo de su propia vida, pre-
firió mantener la comunión con el Cielo antes que obedecer el decreto
de los hombres. La oración era su fuente de poder y el secreto de la
victoria.
De los capítulos 7 al 12, veremos varias profecías que muestran la
acción de Dios en la historia para cumplir sus propósitos y liberar a
su pueblo. Cuatro bestias que suben del mar; un tribunal que se sienta
a juzgar; la visión de un carnero y un macho cabrío que pelean entre
sí; un cuerno pequeño que habla insolencias y blasfemias; setenta se-
manas de oportunidad para el pueblo de Daniel (los judíos); reyes del
norte y del sur que luchan por la supremacía; un tiempo de angustia
como nunca ha habido en la historia; los 1.335 y los 1.260 días, y otras.
Estas son escenas proféticas que abarcan un largo período de la histo-
ria, desde los días de Daniel hasta los nuestros.
Daniel: Secretos de la profecía es un libro para estudiar con mucha
oración. Ese es el desafío para ti, querido lector. Si todavía no lo has
hecho, ora ahora y suplica la luz del Cielo para que el mismo espíritu
que ayudó a Daniel hace más de 2.500 años pueda estar a tu lado y
darte a conocer las verdades que el gran Dios tiene para tu vida. La
escritora Elena de White hizo varias declaraciones acerca de la impor-
tancia del estudio del libro de Daniel. Aquí destacamos algunas:
"La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para
estos últimos días. Las visiones que él tuvo [... ] están hoy en proce-
so de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto
ocurrirán". 1
"Cuando los libros de Daniel y el Apocalipsis sean mejor entendi-
dos, los creyentes tendrán una experiencia religiosa completamente
diferente. Recibirán tales vislumbres de los portales abiertos del Cielo,

1 Elena de White, Testimonios para los ministros (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Edi-
tora Sudamericana, 2013), p. 129.
DANIEL
14 Secretos de la profec ía

que en la mente y el corazón se les grabará el carácter que todos deben


desarrollar con el fin de comprender la bendición que será la recom-
pensa de los puros de corazón,,. 2
«Grandes verdades que han yacido desatendidas desde el día de
Pentecostés han de brillar desde la Palabra de Dios en su pureza na-
tiva. A quienes de veras aman a Dios, el Espíritu Santo les revelará
verdades que habían desaparecido de la mente, y también revelará ver-
dades que son enteramente nuevas. Los que comen la carne y beben la
sangre del Hijo de Dios extraerán de los libros de Daniel y el Apoca-
lipsis la verdad que está inspirada por el Espíritu Santo,,. 3
«Dejen que hable Daniel[ ... ]. Pero sea cual fuere el aspecto del tema
que se presente, ensalcen a Jesús como el centro de toda esperanza,,. 4

2 lbíd., p. 130.
3 Elena de Wh ite, Fundamentos de la educación cristiana (Florida, Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamerica na, 2015), p. 526.
4 Wh ite, Testimonios para los ministros, p. 134.
"El profeta Daniel fue un ejemplo de auténtica santificación. Su

vida fructífera se caracterizó por un incondicional servicio al Maestro.

Fue una persona muy amada por el cielo (ver Daniel 10:11), y se le

concedió una honra tal que raramente ha sido otorgada a los morta-

les. Además, la pureza de su carácter y su fidelidad a toda prueba era

igualada únicamente por la sumisión y contrición que lo caracteriza-

ban" (Recibiréis poder, p. 99).

-----~-----
DANIEL,
UN HOMBRE AMADO
POR EL CIELO

La Biblia honra especialmente a dos hombres: a Juan, el discípulo


amado, quien fue escogido para recibir las revelaciones del Apocalip-
sis, y a Daniel. Ellos fueron hombres a quienes Dios escogió para re-
velar sus propósitos acerca de los últimos días de la historia humana.
Daniel es un nombre común en la Biblia. Significa «Dios es mi
juez". David tuvo un hijo llamado Daniel (1 Crónicas 3:1). Había otro
Daniel, hijo de Itamar (Esdras 8:2) y otro más en Nehemías 10:6. Pero
de todos estos, Daniel, el príncipe de Judá, fue sin duda el personaje
más importante de la historia bíblica.
Daniel nació en una familia judía de nivel alto que vivía en Palesti-
na, alrededor del año 622 a.C. Pasó su infancia en Judea, o el reino de
Judá, y toda su vida adulta en Babilonia, donde fue llevado cautivo a la
edad de dieciocho años. 5
La historicidad del hombre Daniel y del libro que lleva su nombre
está confirmada por la Biblia misma. En el Antiguo Testamento, el
profeta Ezequiel se refiere a él (Ezequiel 14:14, 20), y en el Nuevo Tes-
tamento, nada menos que el mismo Cristo, en su discurso profético,
cita el libro del profeta (Mateo 24:15).

5 El ena de White, Testimonios para la iglesia (Miami, FL: APIA), t. 4, p. 562.


DANIEL
18 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

Pero ¿quién era Daniel? ¿Qué información presenta la Biblia acerca


de él? En su libro se nos ofrecen varios detalles:
l. Era de linaje real (Daniel 1:3, 4).
2. Se le cambió el nombre a Beltsasar (Daniel 1:7).
3. Era determinado (Daniel 1:8).
4. Fue entendido en todo sueño y visión (Daniel 1:17).
S. Era un joven sabio (Daniel 2:14).
6. Confiaba en Dios (Daniel 2:16; 6:23).
7. Era un joven de oración (Daniel 2:18; 6:10; 9:3).
8. Estaba agradecido a Dios (Daniel 2:19, 20).
9. Llegó a ser gobernador y jefe supremo de todos los sabios de
Babilonia (Daniel 2:48).
10. No se olvidó de sus amigos (Daniel 2:49).
11. Poseía un espíritu excelente (Daniel 5:12; 6:3).
12.No era amante de los bienes terrenales (Daniel 5:17).
13.Era un joven fiel (Daniel 6:4).
14.Era siervo del Dios viviente (Daniel 6:20).
15. Era próspero (Daniel 6:28).
16.Era un estudioso de las Escrituras (Daniel 9:2).
17. Era un hombre muy amado por el Cielo (Daniel 9:23; 10:11, 19).
Una de las características que resaltan del personaje es, sin duda,
el hecho de que era amado por el Cielo. Tres veces el Cielo hizo esta
declaración (Daniel 9:23; 10:11, 19). Pero alguien que conozca un poco
de la historia de este joven, podría decir: ¿Amado? ¿Cómo?
En plena adolescencia y vitalidad, llevado como esclavo a una tie-
rra lejana; tentado a consumir alimentos que no le eran habituales y
estaban prohibidos por su religión; acusado y condenado por ser una
persona de oración; víctima de la envidia y del engaño, arrojado injus-
tamente al foso de los leones: ¿es esto ser amado por el Cielo?
Bueno, el hecho de que enfrentemos adversidades en la vida no sig-
nifica que Dios no nos ame. Enfrentamos problemas y conflictos sim-
plemente porque estamos en este mundo de pecado. ¿Cuántas veces
te has preguntado por qué suceden ciertas cosas? ¿Por qué terminó
esa relación? ¿Por qué perdí a mi hijo en un terrible accidente? ¿Por
qué sobrevino una enfermedad incurable? ¿Por qué la falta de empleo?
Daniel. un hombre amado por el Cielo 1 19

¿Por qué no puedo hacer feliz a la persona que amo? Después de todo,
¿por qué no soy feliz?
¿Qué hizo que Daniel fuese una persona tan amada? No fueron
las cosas que hizo ni las circunstancias que lo rodeaban, sino simple-
mente quién era él: un ser humano. Un ser humano que aprendió, en
medio de las pruebas y las dificultades de la vida, a desarrollar rasgos
de carácter y hábitos que el Cielo celebra.
La gran verdad es que Dios nos ama a todos. Quizá no sintamos
ese amor, pero esa es la verdad. Puedes ignorarlo o incluso rebelarte
contra él, pero él te ama. Nunca dejarás de amarlo, no importa lo que
hagas. ¡Así es! Las personas pueden lastimarnos y herirnos, pueden
abandonarnos y olvidarse de nosotros, pueden echarnos en cara nues-
tros errores y defectos, pero Dios nunca hará eso, porque él siempre
nos amará. Y Daniel lo sabía. Sabía que era una persona amada por
el Cielo, y eso lo ayudó a mantenerse firme en tiempos de prueba y
peligro.

DANIEL, EL CAUTIVO
El gran antepasado del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es
Abraham (Génesis 12:1-3). Él fue el padre de Isaac, quien fue el padre
de Jacob. Jacob, a su vez, tuvo doce hijos, que formaron las doce tri-
bus de Jacob, o Israel, pues Dios mismo le cambió el nombre (Génesis
32:28). Así, el pueblo de Dios en el período del Antiguo Testamento
era la nación de Israel, las doce tribus de Israel (Génesis 49:28).
Por odio y envidia, José, uno de los doce hijos de Jacob, fue vendido
por sus hermanos a los ismaelitas y, por providencia divina, terminó
en Egipto (Génesis 37:27, 28). Allí José llegó a ser gobernador, y en
un tiempo de hambruna y miseria, Dios lo utilizó para ayudar a su
pueblo proveyéndole alimento. Más tarde, el mismo Faraón, monarca
de Egipto, invitó a los hermanos de José a vivir en la tierra de Gosén,
una tierra próspera a orillas del río Nilo (Génesis 47:27). Mientras vi-
vió este Faraón, los israelitas fueron favorecidos. Pero un Faraón que
no conocía a José subió al trono y, temiendo el número de israelitas y
una posible rebelión, pronto los esclavizó (Éxodo 1:8-14). Este fue el
primer cautiverio del pueblo de Dios.
DANIEL
20 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

Pasaron 430 años hasta que Dios levantó un libertador, Moisés, para
sacar a su pueblo de Egipto y llevarlo a la tierra que le había prome-
tido a Abraham: Canaán (Génesis 13:14, 15; Éxodo 12:40). Con mano
poderosa y diez plagas, Dios libró a su pueblo Israel de Egipto. Este se
estableció en Canaán, y la tierra se dividió entre las tribus (J osué 14-
19). El sistema de gobierno diseñado por Dios para su pueblo siempre
ha sido una teocracia; es decir, Dios gobierna. Sin embargo, en el deseo
de imitar a las naciones vecinas, Israel pidió un rey (1 Samuel 8). Dios
lo permitió y Saúl fue ungido como el primer rey de Israel (1 Samuel
10:17). Su reinado fue seguido por David y luego por Salomón.
Solo durante estos tres reinados se mantuvieron las doce tribus de
Israel como un solo reino. Después de cuarenta años de reinado, Sa-
lomón muere y aparecen dos sucesores al trono: Roboam, su hijo, y
Jeroboam, uno de sus siervos. En este momento de la historia, se pro-
duce la separación de las tribus. Dos tribus (Judá y Benjamín [1 Reyes
12:21]) siguen a Roboam, y diez tribus siguen a Jeroboam (1 Reyes
11:31). A partir de este momento, tenemos la dinastía del reino del
norte, con capital en Samaria (1 Reyes 16:29) y la dinastía del reino del
sur, con capital en Jerusalén (1 Reyes 14:21).
Por los pecados cometidos contra Dios y sus rebeliones, el reino del
norte (diez tribus) sería diezmado y llevado cautivo. Varias profecías
advirtieron a la gente de este peligro. El profeta Oseas había profetiza-
do: «Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a
espada, sus niños serán estrellados y sus mujeres encintas serán abier-
tas" (Oseas 13:16). Isaías también había predicho: «Porque antes que
el niño sepa decir 'Padre mío' y 'Madre mía', la riqueza de Damasco y
los despojos de Samaria serán llevados a la presencia del rey de Asiria"
(Isaías 8:4).
Pero las advertencias del Cielo no fueron atendidas. Finalmente,
llegó el cumplimiento de la profecía. El reino del norte, con su capital,
Samaria, fue esclavizado y destruido por los asirios en el año 722 a.C.
(2 Reyes 17:3-7). Este fue el segundo cautiverio del pueblo de Dios.
Pero la profecía no se limitó al reino del norte. El profeta Isaías
también había predicho acerca del reino del sur: «Como hice a Samaria
y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?" (Isaías
Daniel. un hombre amado por el Cielo 1 21

10:11). El cautiverio también le sobrevendría a Jerusalén, el reino de


Judá, si no abandonaba los pecados que los separaban de Dios (Isaías
59:2). Las diversas advertencias no fueron escuchadas, y el pueblo se
alejó cada vez más de Dios. Cuando la Biblia declara que "Jehová en-
tregó" a Judá en manos de Babilonia (Daniel 1:1, 2), se refería al juicio
de Dios, no a la fuerza o la estrategia de Babilonia.
Cuando analizamos la historia bíblica, descubrimos el "trasfondo"
de los eventos del primer capítulo de Daniel. La historia se remonta a
Ezequías, rey de Judá. Estaba enfermo y el profeta Isaías le recomendó
que pusiera en orden su casa, pues la muerte era inminente. Ante esta
dramática noticia, el rey oró con fervor, pidiendo que se le perdonara
la vida, y su oración fuera respondida (2 Reyes 20:1-6). Dios respondió
que le devolvería la salud y le añadiría otros quince años a su vida.
Además, lo libraría de la mano del rey de Asiria. Ezequías luego le pi-
dió a Dios una señal de que esto realmente sucedería. Dios, quien creó
el sol y lo comanda (Job 9:7), dijo que retrocedería diez grados (2 Reyes
20:11). ¿No es maravilloso descubrir a un Dios que mueve las estrellas
del universo por amor a sus hijos, incluso cuando son rebeldes y des-
obedientes? Dios interfirió con la ley de la rotación de la Tierra, una
ley que él había creado, para mostrarle al rey Ezequías cuánto lo ama-
ba. Este cambio en el movimiento de la Tierra no pasó desapercibido
para los observadores babilónicos, quienes supieron que lo que habían
observado tenía que ver con la curación del rey de Judá. Pronto, una
delegación fue enviada para hacer averiguaciones.
Cuando la embajada de Babilonia llegó a Jerusalén, Ezequías "les
mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, especias y ungüentos
preciosos, la casa de sus armas y todo lo que había en sus tesoros"
(2 Reyes 20:13), pero nada dijo del Dios que mueve las estrellas a favor
de sus hijos. Desperdició una gran oportunidad de testificar acerca del
verdadero Dios.
Entonces, Dios reprende a Ezequías: "Vienen días en que todo lo
que está en tu casa [... ] será llevado a Babilonia sin quedar nada, dice
el Señor. Y de tus hijos que has engendrado, tomarán para que sean
eunucos en el palacio del rey de Babilonia" (2 Reyes 20:17, 18). Aquí
vemos una profecía acerca de los príncipes judíos, y entre ellos Daniel,
DANIEL
22 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

Ananías, Misael y Azarías (Daniel 1:3).


El hijo de Ezequías, Manasés, comenzó a reinar cuando tenía doce
años, junto a su padre. De los quince años de vida que se le prometie-
ron a Ezequías, diez de ellos Manasés fue cogobernante. Esto fue para
darle al nuevo rey experiencia para el cargo. No sabemos si Ezequías
buscó influir en su hijo, pero siguió una conducta religiosa totalmente
diferente al patrón establecido por su padre.
La Biblia presenta su currículum real durante los 55 años de su
reinado: (a) edificó los lugares altos que su padre había destruido; (b)
levantó altares a Baal; (c) hizo un ídolo y lo adoró; (d) edificó altares en
la misma casa de Dios (el templo construido por Salomón); (e) quemó
a su hijo como sacrificio; (f) adivinaba por las nubes; (g) fue agorero y
se relacionó con médiums y hechiceros; (h) hizo lo malo ante el Señor
para provocarlo a ira, etc. (2 Reyes 21:2-7).
Ciertamente, nos faltarán palabras para enumerar todo lo abomi-
nable que hizo Manasés. Además de todo esto, derramó sangre ino-
cente de un lado a otro de Jerusalén: la sangre de aquellos que resis-
tieron su apostasía (2 Reyes 21:16). Pero la historia no termina ahí y,
por momentos, nos provoca sorpresa y admiración. Este rey malvado
se arrepintió y Dios le perdonó todo lo que había hecho (2 Crónicas
33:12, 13). Así es la Biblia. Está llena de historias que nos fascinan y nos
hacen reflexionar sobre un Dios que ama, comprende y perdona (Sal-
mo 130:4). Pero el mal que había hecho Manasés no podía quedar sin
consecuencias. Por medio de los profetas, Dios repitió la predicción
de que el juicio caería sobre Jerusalén: «Extenderé sobre Jerusalén el
cordel de Samaria y el plomo de la casa de Acab. Limpiaré a Jerusalén
como se limpia un plato, que después que lo han limpiado, lo vuelven
al revés" (2 Reyes 21:13). Dios simplemente estaba dejando que la gente
sufriera las consecuencias de su rebelión.
Ahora entra en escena otro personaje: Amón, hijo de Manasés.
Este resultó ser peor que su padre. Nunca dio evidencias de arrepen-
timiento y fue asesinado después de un breve reinado de dos años
(2 Crónicas 33:21-24).
Cuando murió Amón, su hijo Josías reinó en su lugar. Una de las
primeras tareas de Josías fue reparar el Templo. Mientras realizaba este
Daniel. un hombre amado por el Cielo 1 23

trabajo, encontró el "libro de la Ley" dado por Moisés (Deuteronomio


31:24-26; 2 Crónicas 34:14), que había estado perdido por mucho tiem-
po. Al descrubrir que el libro de la Ley de Dios había sido olvidado, no
nos sorprende la rebelión ni la miseria de los reyes anteriores a Josías.
Ese es el resultado natural de no escuchar las orientaciones divinas.
Al encontrar el libro, Josías promovió la reforma espiritual entre el
pueblo de Dios. Sin embargo, su sucesor, Joacaz, no continuó la obra.
Se menciona que Joacaz "hizo lo malo ante los ojos del Señor" (2 Reyes
23:32). Fue llevado como rehén a Egipto y allí murió (2 Crónicas 36:4).
El siguiente rey, Joacim, fue igual de malvado, y en sus días comen-
zó el cautiverio babilónico (2 Crónicas 36:6). A medida que rastrea-
mos la historia del pueblo de Dios antes del cautiverio, llegamos a la
conclusión de que Dios no es arbitrario en el trato con sus hijos, sino
más bien paciente, compasivo y dispuesto a aceptar el arrepentimien-
to. Pero cuando el pueblo no se arrepiente, él le permite cosechar los
frutos de su desobediencia. Eso es lo que veremos en la historia del
cautiverio babilónico, el tercer cautiverio del pueblo de Dios.

PROMESA DE LIBERACIÓN
Aun así, Dios nunca abandona a su pueblo. Se dieron varias pro-
fecías acerca del regreso del cautiverio babilónico, con el objetivo de
alentarlos y darles esperanza. Dios no dejó a su pueblo en la oscuridad
acerca de los eventos que ocurrirían. Todos los detalles fueron puestos
ante sus ojos mediante los profetas Jeremías e Isaías:
a. El reino de Judá sería esclavizado por Babilonia (Jeremías 25: 11)
durante setenta años (Jeremías 25:12).
b. Ciro sería el libertador del cautiverio babilónico (Isaías 45: 1).
c. El secamiento de los ríos sería la estrategia militar que Ciro usa-
ría para liberar a los judíos (Isaías 44:2 7).
d. La ciudad de Jerusalén y el Templo serían restaurados nueva-
mente (Isaías 44:28).
e. En este Templo restaurado, el Mesías aparecería para salvar a su
pueblo (Isaías 9:6; Hageo 2:9).
Los cristianos del siglo XXI corren el mismo riesgo que el pueblo
de Judá en los días de Daniel. Tenemos en estos dos libros (Daniel y
DANIEL
24 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

el Apocalipsis) todos los detalles proféticos de todo lo que sucederá en


los próximos años, y corremos el riesgo de ser tomados por sorpresa
(Lucas 12:40). De ahí la urgente necesidad de estudiar las profecías de
los libros de Daniel y el Apocalipsis a través de la lente de la historia.

DANIEL, EL PROFETA
No hay profecía sin profeta. Pero el oficio profético no se ejerce
porque alguien lo quiera. N adíe puede hacerse profeta a sí mismo. El
profeta es una persona a quien Dios llama y equipa para el ejercicio
del oficio. Para ser profeta, una persona debe ser distinguida y poseer
cualidades que la capaciten para este sagrado ministerio. Debe ser un
siervo leal de Dios; fiel a todas las demandas de su Ley; humilde; sin
pretensiones; celoso por el honor a Dios, su causa, su pueblo; un fer-
viente portavoz de Dios. Así fue Daniel, el amado de Dios. Dios usaría
a este joven para escribir uno de los libros más extraordinarios de la
Biblia. Vilmar Gonzáles presenta, en cada capítulo de su libro sobre
Daniel, una manifestación de Jesús en su aspecto redentor, protegien-
do y cuidando a sus hijos:
Capítulo 1: Los nombres de Daniel, Ananías, Misael y Azarías sig-
nifican atributos inherentes a Cristo.
Capítulo 2: Jesús se revela indirectamente por medio del sueño
dado a Nabucodonosor.
Capítulo 3: Jesús se revela directamente a Nabucodonosor, quien
lo vio en el horno de fuego.
Capítulo 4: N abucodonosor reconoce el poder de Cristo, quien lo
humilló, y reconoce su misericordia cuando es restaurado al trono.
Capítulo 5: El nombre de Jesús es vindicado después de haber sido
profanado. La destrucción de Babilonia fue necesaria para que Israel
fuera liberado del cautiverio.
Capítulo 6: El poder de Jesús para liberar a Daniel del foso de los
leones.
Capítulo 7: La corte divina se sienta para intervenir en los asuntos
de la humanidad y salvar a los "santos del altísimo".
Capítulo 8: La purificación del santuario y la intercesión de Cristo
para perdonar los pecados de su pueblo y traer juicio a los impenitentes.
Daniel. un hombre amado por el Cielo 1 25

Capítulo 9: Clímax del amor de Dios al enviar a su Hijo a la mitad


de la septuagésima semana y salvar a los pecadores.
Capítulo 10: Cristo (Miguel) interviene en la política mundial para
favorecer y salvar a su pueblo.
Capítulo 11: Victoria de Cristo para su pueblo en las guerras de los
reyes del norte y del sur.
Capítulo 12: La victoria final y abrumadora de Cristo, al guiar a su
pueblo a lo largo del tiempo final de angustia hasta el descanso eterno
y la recompensa. 6
Notamos a un Dios que dirige la historia, exalta sus leyes y guía
los intereses de su pueblo. También podemos notar el trato amoroso
de Dios hacia Daniel en el exilio. Tanto sus experiencias en la corte
babilónica, como recibir la interpretación de sueños, la liberación de
sus compañeros del horno de fuego, y mantenerlo en el poder en la
transición de los imperios, son escenas de una historia del amor y cui-
dado paternal de Dios.
Durante los setenta años que estuvo cautivo en Babilonia, Daniel
fue testigo presencial del accionar de Dios, y receptor del amor y el
cuidado de Dios. Es maravilloso pensar que el trato dado a Daniel (un
hombre muy amado por el Cielo) es el mismo que Dios quiere darnos
a todos nosotros. Como Daniel, ahora estamos viviendo en cautiverio
espiritual. La gran "Babilonia" (Apocalipsis 17; 18) está por todas par-
tes, con sus seductoras tentaciones y trampas. Los días que estamos
viviendo también requerirán de nosotros una fe firme y un carácter
noble como fue requerido de Daniel en los días de la Babilonia literal.
¿Estamos preparados para esta gran batalla moral y espiritual?
¡Que la historia de Daniel, un hombre amado por el Cielo, nos llene de
esperanza y de fe!

6 Vil mar E. Gonzá lez, Daniel y Apocalipsis (Fe ira de Santa na, BA: Grafinort, 1994), p. 3.
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"En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y ter-

minan. En él está el complemento del libro de Daniel. Uno es una pro-

fecía, el otro una revelación. El libro que fue sellado no fue el Apoca-

lipsis, sino aquella porción de la profecía de Daniel que se refiere a los

últimos días. El ángel ordenó: 'Tú empero, Daniel, cierra las palabras

y sella el libro hasta el tiempo del fin' (Daniel 12:4)".

(Los Hechos de los apóstoles, p. 482).

----~----
DANIEL,
UN LIBRO SELLADO

EL LIBRO DE DANIEL
La costumbre de dar al libro el nombre de su héroe principal se
puede ver en varios ejemplos: Josué, Samuel, Ester, Job, etc. Lo mismo
sucede con Daniel, pues el príncipe de Judá es el protagonista principal.
La autoría del libro ha sido muy cuestionada en los últimos años.
Sin embargo, la opinión tradicional, tanto de judíos como de cristia-
nos, es que el libro fue escrito en el siglo VI a.C. y que Daniel fue su
autor. Las pruebas a favor de esta opinión son las siguientes:
a. Varias expresiones en el propio libro. El profeta usa la primera
persona varias veces (8:1-7, 13-19, 27; 9:2-22; 10:2-5, etc.). Tam-
bién afirma que se le ordenó personalmente que preservara el
libro (12:4).
b. El autor conoce bien la historia. Solo un hombre que vivió en
el siglo VI a.C., conocedor de los asuntos babilónicos, podría
haber descrito los eventos históricos registrados en el libro.
c. El testimonio del mismo Cristo. Jesús mencionó a Daniel como
el autor del libro que lleva tal nombre (Mateo 24:15).
En cuanto a la fecha de la composición del libro, ciertamente fue
escrito en Babilonia, durante el período en que Daniel estuvo cautivo
allí. Con la excepción del capítulo 4, escrito por el mismo Nabucodo-
nosor, rey de Babilonia, todos los demás capítulos fueron escritos por
Daniel.
DANIEL
28 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

DIVISIONES DEL LIBRO


El libro de Daniel se divide en dos segmentos fácilmente distingui-
bles: historia y profecía. Las profecías tratan de eventos importantes
en el curso de la historia humana y apuntan a un período llamado
«tiempo del fin" (capítulos 7 al 12). La parte histórica (capítulos 1 al
6) enseña cómo podemos prepararnos para el "tiempo del fin". Estas
historias hablan de fe, coraje y esperanza. Sin embargo, el libro cons-
tituye una unidad literaria. Uno de los argumentos que sostienen este
concepto es que diferentes partes del libro están relacionadas entre sí.
Por ejemplo:
a. El uso de los utensilios del templo en la fiesta promovida por
Beltsasar (Daniel 5:3) solo puede entenderse al considerar cómo
llegaron estos utensilios a Babilonia (Daniel 1: 1-2).
b. En el versículo 12 del capítulo 3 se hace referencia a una medida
administrativa de Nabucodonosor que se describe por primera
vez en el versículo 49 del capítulo 2.
c. En el versículo 21 del capítulo 9 se hace referencia a una visión
previa (8:15, 16).
d. La parte histórica del libro contiene una profecía (capítulo 2)
directamente relacionada con el tema de la profecía del capítulo
7. Y en la parte profética tenemos un relato, donde se registra la
oración de Daniel en el contexto de una profecía: «Setenta sema-
nas" dadas a los judíos (Daniel 9:24).

CONTEXTO HISTÓRICO
El libro de Daniel contiene el registro de algunos hechos históri-
cos en la vida del profeta y sus amigos, judíos deportados que estaban
al servicio del rey de Babilonia. También registra cuatro visiones re-
cibidas por Daniel aludiendo a su época (capítulo 2) y al tiempo del
fin (capítulos 7-12). Aunque el libro fue escrito en Babilonia durante
el cautiverio, no pretendía proporcionar una historia del exilio de los
judíos, y mucho menos una biografía de Daniel. El libro relata las vi-
vencias de la vida del estadista-profeta, y la parte profética, registrada
con el propósito específico de guiar al pueblo de Dios en el tiempo del
fin. Por eso el libro fue sellado hasta esa fecha (Daniel 12:4).
Daniel. un libro sellado 1 29

TEMA DEL LIBRO


El tema central de Daniel es el gran conflicto entre el bien y el mal,
entre la voluntad de Dios y la voluntad del hombre, entre las verdades
del Cielo y las creencias paganas, entre el gobernante eterno del uni-
verso y los gobernantes transitorios de la tierra. El pueblo de Dios está
envuelto en el conflicto, y es blanco de los ataques de las fuerzas del
mal. Por lo tanto, el tema del libro no solo pretende indicar el ascen-
so y la caída de los imperios mundiales, sino demostrar cómo Dios
arroja al polvo el orgullo de los reyes y establece a otros en su lugar;
cómo tiene en sus manos la historia humana y cómo guía a su pueblo
en la marcha ascendente y victoriosa hacia la tierra prometida. Ya en
Daniel 1:2, se dice que Dios "entregó" a Joacim, rey de Judá, a Nabuco-
donosor, rey de Babilonia. El cautiverio del pueblo de Dios no ocurre
por voluntad de Nabucodonosor, sino por dirección divina (Jeremías
25:11, 12; 2 Reyes 20:17, 18), y Nabucodonosor solo sería un instru-
mento usado por Dios para enseñar una lección preciosa a su pueblo
(Esdras 5:12; Jeremías 25:9). Asimismo, la liberación y el regreso del
pueblo de Dios a Jerusalén no sería una obra humana, sino que Dios
usaría a Ciro, como usó a N abucodonosor, para llevar de regreso a los
hijos cautivos (Isaías 44:27, 28; 45:1).
Al dar un relato detallado del trato de Dios hacia Babilonia, el libro
nos permite comprender el significado del ascenso y la caída de otras
naciones, cuyas historias se describen en la porción profética del libro.
Se presenta a Dios al control de los asuntos en la Tierra. Nada está
fuera de su conducción. Así, descubrimos la verdadera filosofía de la
historia: Dios actúa en el tiempo para cumplir su propósito eterno de
salvar al hombre, restaurando en él su imagen.
La misión de Daniel, en este contexto, era lograr la sumisión de
la voluntad del rey a la voluntad de Dios, para que se cumplieran los
propósitos divinos. En un momento crucial de la historia, Dios reunió
a Daniel y a N abucodonosor.

VISIONES PROFÉTICAS DEL LIBRO


El libro de Daniel registra cuatro visiones proféticas. Cada una de
ellas alcanza su clímax cuando "el Dios del cielo" levanta "un reino que
DANIEL
30 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

nunca jamás será destruido" (Daniel 2:44), cuando el "Hijo de Hom-


bre" recibe "el dominio eterno" (Daniel 7:13, 14), cuando la oposición
al "Príncipe de los príncipes" sea quebrantada "sin mano humana"
(Daniel 8:25), y cuando el pueblo de Dios sea librado para siempre de
sus opresores (Daniel 12:1). En todos estos momentos vemos la acción
de Dios en la conducción de la historia.
Estas visiones abordan la lucha entre las fuerzas del bien y del mal,
desde los días de Daniel hasta el establecimiento final del reino de
Cristo. En ellas, vemos la acción de Satanás, que utiliza poderes terre-
nales para tratar de frustrar los planes de Dios y destruir a su pueblo.
La primera visión (capítulo 2) trata principalmente de cambios en
el ámbito político. Su propósito era dar a conocer a N abucodonosor,
líder de la gran Babilonia, lo que sucedería en el futuro (Daniel 2:29).
La segunda visión (capítulo 7) complementa la primera y predice la
victoria final de los "santos del Altísimo" en el juicio de Dios sobre sus
enemigos (Daniel 7:14, 18, 26, 27).
La tercera visión (Daniel 8 y 9) complementa la segunda y destaca
los esfuerzos de Satanás por destruir la religión y el pueblo de Cristo,
tratando de impedir su regreso a Jerusalén, la reconstrucción del san-
tuario y el regreso de los sacrificios expiatorios.
La cuarta y última visión (capítulos 10 al 12) presenta un resumen
de las visiones anteriores y ofrece una gama mucho más amplia de de-
talles del gran conflicto que involucra a las fuerzas del bien y del mal.
Además, surge un nuevo elemento. Esta visión pone especial énfasis
en el tiempo en que se entendería la parte profética de Daniel, espe-
cialmente en relación con "el tiempo del fin" (Daniel 12:4, 9). Es decir,
el libro de Daniel tendría una parte sellada que no se podría entender
en aquellos días (Daniel 8:27), sino solo en "el tiempo del fin" (Daniel
12:2).

SELLADO HASTA EL "TIEMPO DEL FIN"


En la cuarta y última visión del profeta Daniel, se le dijo que era
para "los últimos días, [... ] esos días venideros" (Daniel 10:14).
Daniel recibió instrucciones de cerrar y sellar esa parte de la profe-
cía acerca de los últimos días hasta que, por medio del estudio diligen-
Daniel. un libro sellado 1 31

te del libro, aumentara el conocimiento de su contenido (Daniel 12:4).


Estas profecías requieren una atención especial, ya que están destina-
das específicamente para el tiempo en que vivimos.
La escritora Elena de White nos ayuda a entender este tema. Con
respecto al sellamiento del libro de Daniel, escribió: «En el Apocalip-
sis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan. En él está
el complemento del libro de Daniel. Uno es una profecía, el otro una
revelación. El libro que fue sellado no fue el Apocalipsis, sino aquella
porción de la profecía de Daniel que se refiere a los últimos días (Dan.
12:4)''.7 Así, entendemos que algunas de las profecías dadas a Daniel
no eran para su época, pues se le ordenó ''cerrar las palabras" y «sellar
el libro" (Daniel 12:4).
Estudiar el libro del Apocalipsis arrojará una luz especial sobre los
misterios revelados a Daniel. Aunque la parte de la profecía de Da-
niel relacionada con los últimos días había sido sellada (Daniel 12:4,
9), Juan recibió instrucciones específicas de no sellar «las palabras de
la profecía" de su libro, el Apocalipsis, "porque el tiempo está cerca"
(Apocalipsis 22:10). Por lo tanto, para obtener una comprensión más
clara de cualquier parte del libro de Daniel que sea difícil de entender,
debemos estudiar cuidadosamente el libro del Apocalipsis.

LA APERTURA DEL LIBRO DE DANIEL


Entonces, ¿cuándo se abriría el libro de Daniel? ¿Cuándo podría
entenderse su parte profética acerca de los acontecimientos de los ''úl-
timos días"? ¿Puede ayudar el Apocalipsis? Analicemos con deteni-
miento el capítulo 10. Juan escribió:

Entonces vi descender del cielo a otro ángel podero-


so, envuelto en una nube, y el arco iris sobre su cabeza.
Su rostro era como el sol, sus piernas como columnas
de fuego. Tenía en su mano un librito abierto; puso su
pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra,
y clamó a gran voz como ruge un león. Y cuando hubo

7Elena de W hite, Los hechos de los apóstoles (Florida, Buenos Aires: Asoc iación Casa Ed itora
Sudamericana, 2009), p. 482.
DANIEL
32 Secretos de la profec ía

clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los


siete truenos hablaron, yo iba a escribir, pero una voz del
cielo me dijo: "Sella lo que dijeron los siete truenos y no
lo escribas". Entonces el ángel que vi de pie sobre el mar y
sobre la tierra levantó su mano al cielo, y juró por el que
vive por los siglos de los siglos, Creador del cielo y cuanto
hay en él, la tierra y cuanto hay en ella, y el mar y cuanto
hay en él, que el tiempo no será más (Apocalipsis 10:1-6).

Al comparar la visión de este poderoso ángel que desciende del


cielo con la visión que tuvo Juan en Apocalipsis 1:13 al 16, podemos
concluir que este ángel es Jesucristo mismo (ver imágenes paralelas de
esta visión en Ezequiel 1:26 al 28 y Daniel 10:5 y 6). La posición con
un pie sobre el mar y otro sobre la tierra significa el amplio alcance de
la proclamación de su mensaje, 8 y el librito abierto en su mano era el
libro del profeta Daniel. 9
Algo peculiar de esta visión de Apocalipsis 10 es que el librito es-
taba "abierto" en la mano del ángel. En Daniel 12:4, 9, al profeta se le
ordenó sellar el libro "hasta el tiempo del fin". ¿Había llegado el mo-
mento, entonces, en los días de Juan, de abrir el libro? ¿Había llegado
el tiempo del fin?
En Daniel 12:6, uno de los seres celestiales le pregunta al hombre
vestido de lino: "¿Cuándo se cumplirán estas maravillas?" El hombre
vestido de lino revela que sería después de "un tiempo, dos tiempos y
la mitad de un tiempo" (Daniel 12:7). En la profecía bíblica, "un tiem-
po" equivale a un año (ver Daniel 11:13). Así que tres tiempos y medio
es igual a tres años y medio, o 42 meses (12 + 12 + 12 + 6 = 42 meses) o
1.260 días (42 meses x 30 días= 1.260 días). 1º Tomando en cuenta otro
principio de interpretación profética llamado "principio de día por

8 Ele na de W hite, Mensajes selectos (Florida, Buenos Ai res: Asociación Casa Editora Sudame-
ricana, 2015), t. 2, p. 134.
9 Francis D. Nicho!, ed., Seventh-Day Adventist Bible Commentary (Was hington, DC: Review
and Hera ld, 1976-1980), t. 7, p. 797.
10 El año j udío consta ba de 360 días, que es menos de 365 días en un año solar y más de 356
d ías en un año lunar. Trescientos sese nta d ías es el promedio aproximado entre el año solar y el
año luna r.
Daniel. un libro sellado 1 33

año", donde cada día literal equivale a un año en profecía (Números


14:34; Ezequiel 4:6, 7), entonces tendríamos 1.260 años literales hasta
la llegada del "tiempo del fin".
Daniel 7:25, al hablar del "cuerno pequeño", un poder antagónico a
Dios, dice que los siervos de Dios, llamados "santos" en Daniel, "serán
entregados en su mano por un tiempo, dos tiempos y medio tiem-
po", la misma expresión usada en Daniel 12:7. Este mismo período
de tiempo se puede encontrar en el libro del Apocalipsis, capítulo 12,
que involucra la persecución del pueblo de Dios. Juan, al hablar de la
severa persecución que la Iglesia de Cristo (simbolizada aquí por una
mujer vestida de sol) sufriría por parte de Satanás (simbolizado aquí
por un dragón), dice que Dios prepararía un lugar en el desierto para
sostener a la mujer por 1.260 días (Apocalipsis 12:6). Cuando llegamos
al capítulo 13, encontramos que a la bestia que sube del mar se le daría
autoridad para actuar durante 42 meses (Apocalipsis 13:5).
Por lo tanto, "un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo", tres
años y medio (Daniel 12:7), lo que equivale a "42 meses" (Apocalipsis
13:5), que a su vez equivale a "1.260 días" (Apocalipsis 12:6), son pe-
ríodos proféticos que apuntan a un mismo evento, a saber, la llegada
del ((tiempo del fin", cuando se entendería la parte profética de Daniel.
Este período profético se ubica en la historia desde el año 538 d.C.,
cuando el poder papal recibe jurisdicción temporal, hasta 1798 d.C.,
cuando el Papa Pío VI es encarcelado en la Capilla Sixtina de Roma. 11
Así, los 1.260 años nos llevan al año 1798, fecha señalada en la profe-
cía para la llegada del "tiempo del fin" (veremos esta profecía con más
detalle cuando estudiemos el capítulo 7 de Daniel).
Pero hay otra profecía en Daniel que también aborda la llegada del
"tiempo del fin": la de Daniel 8:14. Según la información del ángel,
cuando hubieran pasado "2.300 tardes y mañanas" (2.300 años, según
la interpretación profética), el santuario sería purificado. La fecha de
inicio de este período de 2.300 años aparece en Daniel 9:25, (( desde
que salga la orden de restaurar y reedificar Jerusalén". Según los estu-

11 Gonzá lez, p. 149. Ver más detalles en: Alberto R. Timm, "A importancia das datas de 508 e
538 A.D. no processo do estabelecimento da supremacia papal", Revista Teológica, SALT IAENE,
enero a junio de 1999, pp. 40-54.
DANIEL
34 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

diosos, esta orden fue promulgada en el año 457 a.C., por el rey persa
Artajerjes. 12 Si contamos 2.300 años desde 457 a.C. llegamos a 1844
d.C. (veremos esta profecía con más detalle cuando estudiemos el ca-
pítulo 8 de Daniel).
Así, las fechas de 1798 y 1844 marcan, respectivamente, la llega-
da del tiempo del fin. A partir de estos años se podrían entender las
profecías de Daniel que aluden al "tiempo del fin". Juan, en su visión,
ve el librito abierto, pues su mente había sido llevada a aquellos años,
cuando ya había llegado el "tiempo del fin". Entendemos que, con esta
presentación hecha a Juan del librito abierto, se revelan las partes se-
lladas de la profecía de Daniel, especialmente el cómputo cronológico
que marca el final de la profecía de las "2.300 tardes y mañanas" (Da-
niel 8:14).
Encontramos otra razón para creer que la llegada del "tiempo del
fin" se dio en estos años en la misma visión de Juan en Apocalipsis 10.
Juan estaba a punto de escribir lo que vio, pero recibió un mandato del
Cielo que decía: "Sella lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas"
(Apocalipsis 10:4). Por esto, entendemos que las revelaciones de la par-
te profética de Daniel tampoco eran para los días de Juan. Entonces, el
ser celestial continuó: "En los días de la voz del séptimo ángel, cuando
él esté por tocar la trompeta, el misterio de Dios se cumplirá, como él
lo anunció a sus siervos los profetas" (Apocalipsis 10:7). Pronto, cuan-
do la séptima trompeta estuviera lista para sonar, los misterios de Da-
niel serían revelados y entendidos.
Estas revelaciones están abiertas para nosotros hoy. No tenemos
tiempo que perder. Necesitamos enfocar nuestras energías mentales
para comprender los misterios del libro de Daniel. Solo esta compren-
sión nos preparará para los últimos y extraordinarios eventos que ten-
drán lugar en nuestro planeta. Por eso, el vidente de Patmos, cuando
se abrió el libro, escuchó del mismo Cristo la proclamación: ((El tiempo
no será más" (Apocalipsis 10:6). El libro de Daniel ahora está abierto,
y la revelación dada por Cristo debe ser llevada a todos los habitantes
de la tierra, y sin demora.

12 Para un estudio detal lado del decreto de Artajerj es en 457 a.c., ver Juarez Rodrigues de
Olivei ra, Chrono/ogical Studies Related to Daniel 8:14 and 9:24-27, pp. 9-20.
-----~----
"Entre los hijos de Israel que fueron llevados a Babilonia al prin-

cipio de los 70 años de cautiverio se contaban patriotas cristianos,

hombres que eran tan fieles a los buenos principios como el acero, que

no serían corrompidos por el egoísmo, sino que honrarían a Dios aun

cuando lo perdiesen todo. En la tierra de su cautiverio, esos hombres

habrían de ejecutar el propósito de Dios dando a las naciones paganas

las bendiciones provenientes del conocimiento de Jehová. Habían de

ser sus representantes. No debían en caso alguno transigir con los idó-

latras, sino considerar como alto honor la fe que sostenían y el nombre

de adoradores del Dios viviente. Y así lo hicieron. Honraron a Dios en

la prosperidad y la adversidad; y Dios los honró a ellos"

(Profetas y reyes, p. 351).

-----~----
;

DESAFIOS
CULTURALES
Dado que vivimos en "el tiempo del fin", cuando las profecías de
Daniel llegarían a entenderse por completo, nos corresponde dedicar
tiempo y energía al estudio de este maravilloso libro de la Biblia. Da-
niel contiene doce capítulos. El capítulo 1 sirve como una introduc-
ción adecuada al libro en su conjunto. Narra la primera invasión de
Jerusalén por parte de Babilonia, el encarcelamiento y el cautiverio
de Daniel y sus amigos, y la prueba que enfrentaron para ocupar un
puesto en la corte real. También es central para comprender los even-
tos del capítulo 2, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, tiene un
sueño misterioso sobre una estatua inquietante. También explica el
origen de los vasos de oro y plata que se encontraban en Jerusalén y
que fueron llevadas al templo de Marduk, dios principal de Babilo-
nia, y profanados momentos antes de su caída, según se relata en el
capítulo 5. Por lo tanto, el primer capítulo proporciona detalles para
comprender los eventos registrados a lo largo del libro.
La lección que se enseña en el capítulo 1 es la preocupación de Dios
por las naciones y las personas. Según C. A. Auberlen y S. P. Tregelles,
la misma división del libro en dos idiomas da fe de este hecho. Como
sabemos, el libro de Daniel fue originalmente escrito en dos idiomas:
a) 1: 1 a 2:4a: hebreo
b) 2:4b a 7:28: arameo
c) 8:1 a 12:13: hebreo
Estos autores sostienen que el cambio de idiomas es la clave para
DANIEL
38 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

entender los propósitos de Dios en el libro. En la medida en que existe


una estructura, se observa que el libro de Daniel transmite un mensaje
de juicio y derrota al mundo gentil, cuyos principales representantes
en tiempos del profeta eran Nabucodonosor, Beltsasar, Darío y Ciro.
El idioma apropiado en esta parte que se refiere a los gentiles es el ara-
meo, el idioma diplomático y comercial de la época. El libro transmite
otro mensaje más, un mensaje de esperanza y liberación para el pueblo
de Dios, los hebreos. Para la parte que trata de los hebreos, el idioma
es, por supuesto, el hebreo. 13

EL GRAN CONFLICTO COMO MARCO


Desde el comienzo del libro vemos el gran conflicto entre el bien
y el mal, entre el culto pagano y el culto al verdadero Dios. En el pri-
mer versículo se destacan dos ciudades. Jerusalén, capital del pueblo
de Dios, y Babilonia, capital idólatra, que representa la sede del poder
que se opone a Dios. De hecho, estas dos ciudades se mencionan a lo
largo de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y podemos ver
la lucha intensa entre la luz y la oscuridad, la verdad y el error, en cada
momento de la historia. En el primer libro de la Biblia, Génesis, en
el versículo 18 del capítulo 14, leemos: "Entonces Melquisedec rey de
Salem, sacerdote del Dios Altísimo, les sirvió pan y vino". La expresión
"Salem" dio origen al nombre "Jerusalén", ciudad de paz (Salmo 122;
135:21).
¿Dónde está Babilonia en Génesis? El capítulo 10 habla de un fa-
moso cazador llamado Nimrod y que el comienzo de su reino fue
Babel (Génesis 10:10). En el versículo 9 del capítulo 11, al mencionar
una torre que los hombres estaban construyendo, leemos: "Por eso fue
llamada Babel, porque allí el Señor confundió el lenguaje de toda la
tierra y desde allí los esparció por toda la tierra". De "Babel" viene la
palabra "Babilonia", confusión.
Ya el libro del Apocalipsis presenta a la Nueva Jerusalén como la
morada del Altísimo, junto con los salvos por toda la eternidad (Apo-
calipsis 21:2, 3), evento que ocurrirá recién después de la caída de Ba-

13 Robert D. Cu lver, Daniel: comentário bíblico Moody: lsaías a Malaquias (Sao Paulo: lmpre n-
sa Batist a Reg ul ar, 1990), p. 210.
Desafíos culturales 1 39

bilonia, descrita en los capítulos 14 y 18. Así, vemos que estas dos ciu-
dades han existido a lo largo de la historia. Podemos encontrar estas
dos ciudades en el libro de Daniel, y la primera impresión que tenemos
es que Babilonia sale victoriosa sobre la ciudad de Dios, Jerusalén. Sin
embargo, solo la conclusión de la historia a través de la lente de la pro-
fecía nos permitirá evaluar el asunto correctamente.

EL CAUTIVERIO DEL PUEBLO DE DIOS


Vimos en el capítulo 1 que el pueblo de Dios enfrentó tres cauti-
verios a lo largo de su historia. El libro de Daniel comienza con una
descripción del tercero: el cautiverio babilónico. ((En el tercer año del
reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia,
a Jerusalén y la sitió" (Daniel 1:1). En este período de la historia, cua-
tro naciones principales dominaban el Medio Oriente: Egipto, Lidia,
Media y Babilonia.
El Imperio Asirio, terriblemente cruel, había dominado la media
luna fértil 14 durante unos trescientos años. Ese mismo Imperio había
destruido las diez tribus de Israel en el 722 a.C., pero ahora llegaba a
su fin y estaba surgiendo un nuevo poder: Babilonia.
Alrededor de 612 a.C., N abopolasar logró conquistar Asiria y se
convirtió en el fundador del Imperio Neobabilónico. Su hijo, Nabuco-
donosor II (el mismo del libro de Daniel), llevó a Babilonia a su época
dorada. Su nombre NABU-KUDURRI-USUR significaba en caldeo
((oración dirigida al dios Nabu para su protección". 15
En ocasiones, los judíos buscaron el apoyo de Egipto para no caer
en manos de Babilonia. Mediante los profetas Jeremías e Isaías, Dios
los instruyó a no buscar este pacto, pero terminaron cayendo bajo el
dominio de Babilonia. Finalmente, el 1° de junio de 605 a.C., Nabu-

14 "Creciente fértil" es la región del planeta donde surg ieron las primeras civilizaciones. La
región abarcaba Mesopotam ia, una franja de tierra a lo largo del mar Med iterráneo y el noreste
de África. Fue conocida por ese nombre porque su trazado forma un sem icírcu lo que se asemeja
a la luna en su cuarto creciente, y también por la presencia de grandes ríos (Tigris y Éufrates),
cuyos va ll es tenían suelos fértiles aptos para la práctica de la agricultura . Fuente: <http://www.
historiamais.com/cresce_fertil.htm >. Consultado el 30 de junio de 2013.
15 Francis D. Nichol, ed ., Comentario bíblico adventista (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa
Ed itora Sudamericana, 1995), t. 4, p. 831.
DANIEL
40 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

codonosor derrotó el puesto militar avanzado de Egipto ubicado en


Carquemis. Con la muerte de su padre, Nabopolasar, el 15 de agosto
del mismo año, Nabucodonosor viajó a toda prisa a Babilonia, antes
de que un impostor usurpara el trono. El 7 de septiembre de 605 a.C.
llegó a Babilonia y fue coronado rey. 16
Judea, ciudad de Daniel y sus amigos, estaba situada a lo largo de
la costa oriental del Mar Mediterráneo, territorio ahora ocupado por
Israel. Babilonia estaba ubicada a lo largo del río Éufrates, cerca de la
ubicación actual de Bagdad, la capital de Irak. Los ríos Tigris y Éufrates
irrigaban un valle bastante llano, limitado al este por una cadena mon-
tañosa y al oeste por el desierto. El valle fue llamado «Mesopotamia", o
«tierra entre ríos". La ruta regular de Jerusalén a Babilonia se extendía
a lo largo de 1.500 km. Si se avanzaban a pie unos 25 km diarios, sería
un viaje de aproximadamente dos meses. 17 Este fue el largo viaje que
Daniel, sus amigos y otros príncipes judíos hicieron como esclavos.
Pero ¿por qué Dios «entregó" (Daniel 1:2) a Joacim, rey de Judá, y
los utensilios del templo en manos del rey de Babilonia? ¿Por qué per-
mitió Dios el cautiverio de su pueblo?
Elena de White, cuando menciona los propósitos divinos al permi-
tir el cautiverio del pueblo de Israel, escribió: «su religión había estado
centrada en las ceremonias del sistema de los sacrificios. Habían hecho
de la forma exterior lo más importante, al mismo tiempo que habían
perdido el espíritu de la verdadera adoración. [... ] El Señor decidió
llevar a su pueblo a la cautividad y suspender los servicios del templo,
a fin de que las ceremonias externas no llegaran a ser el todo de su
religión. [... ] Fue quitada la gloria exterior para que pudiera revelarse
la espiritual". 18
La primera invasión de Judea marca la fecha del inicio del cauti-
verio babilónico que, según el profeta Jeremías, serían setenta años
(Jeremías 25:11, 12). En total, hubo tres invasiones babilónicas a Jeru-
salén. La primera tuvo lugar en el año 605 a.C. Nabucodonosor hizo
16 C. Mervyn Maxwel l, Uma nova era segundo as profecias de Daniel (Tatuí, SP: Casa Publ ica-
dora Brasileira, 1996), p. 32.
17 lbíd., p. 18.
18 Elena de White, Alza tus ojos (Florida, Buenos Aires: Asoc iación Casa Ed itora Sudamericana,
1982), p. 159.
Desafíos cu ltu rales 1 41

arrodillar a Joacim ante él y tomó rehenes, entre ellos Daniel y sus


compañeros (Daniel 1:1-6). Más tarde, en 597 a.C., en otra expedi-
ción a Palestina, tras ciertas actitudes rebeldes por parte de los reyes
judíos, Joacim y Joaquín, Nabucodonosor vio la necesidad de castigar
esta rebelión, y sometió de nuevo a Jerusalén. Esta vez llevó cautivos
a 10.000 prisioneros, entre los que se encontraban el rey Joaquín y el
joven profeta Ezequiel (Ezequiel 1:1-3; 2 Crónicas 36:10; 2 Reyes 24:8-
20). Finalmente, en 597 a.C., después de un largo asedio, Nabucodo-
nosor destruyó la ciudad y el templo, así como a toda la comunidad
judía (2 Reyes 25:1-7; Jeremías 34:1-7; 39:1-7; 52:2-11).
La Biblia relata que N abucodonosor profanó el santuario del Altísi-
mo, llevándose parte de los utensilios sagrados del Templo, que suma-
ban más de 5.000 objetos, 19 los llevó a Babilonia y los colocó en la casa
de su dios Marduk. Estos saqueos de tesoros sagrados por parte de los
babilonios cumplieron las profecías de Isaías y Jeremías. Los profetas
habían declarado: «Vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo
que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy. Nada
quedará, dice el Señor" (Isaías 39:6). «Los caldeos volverán, atacarán
esta ciudad, la tomarán y le prenderán fuego" (Jeremías 37:8). El li-
bro de Lamentaciones de Jeremías (1:1-5; 2:1-4, 13) habla de la tristeza
que le sobrevino al profeta cuando vio que su pueblo era llevado al
cautiverio.
Marduk era el dios principal de Babilonia que, en la época de la
primera dinastía, más de mil años antes, solía llamarse Bel, «señor".
Su templo principal, llamado Esagila, en cuyo patio estaba la gran to -
rre Etemenanki, estaba en el corazón de Babilonia. 20 El hecho de que
los utensilios sagrados usados en el servicio del santuario estuvieran
ahora en el templo de Marduk era un símbolo de la victoria de este
dios sobre el Dios de los judíos. Parecía que la situación se había ido
de las manos. Sin embargo, como veremos más adelante, Dios estaba
dirigiendo todas las cosas para beneficiar a su pueblo, y dar al mundo
de hoy un mensaje que nunca podría ser olvidado, y que todavía es
pertinente para nuestros días.

19 Maxwell, p. 25.
° Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 759.
2
DANIEL
42 Secretos de la profecía __________ __ __ _ __

PORTAVOCES DE DIOS EN EL CAUTIVERIO


Elena de White declara que "Daniel solo tenía dieciocho años
cuando fue llevado a una corte pagana para entrar al servicio del rey
de Babilonia,,. 21 Junto con sus amigos, Ananías, Misael y Azadas, se-
ría probado en todos los aspectos. Las pruebas los prepararían para
posiciones más elevadas, donde tendrían la oportunidad de testificar
acerca del Dios verdadero. Estos jóvenes se convirtieron en un ejemplo
para la juventud moderna, y en Babilonia pasaron por cuatro pruebas
difíciles que fueron verdaderas pruebas de fe. Vamos a analizarlas:

PRIMERA PRUEBA DE FE: DE NOBLE A ESCLAVO


La primera prueba de los exiliados hebreos fue el cambio en su
estatus social: de príncipes del reino de Judá a esclavos en una tierra
extranjera. Los conquistadores de la antigüedad tomaban como re-
henes a los nobles para asegurar la lealtad de sus enemigos vencidos.
Así que, siguiendo la costumbre de la época, Nabucodonosor ordenó
que se prepararan jóvenes sin defecto alguno y de buena apariencia,
entendidos en toda sabiduría, cultos e inteligentes, para ayudar en el
palacio del rey. Este período preparatorio duraría tres años (Daniel
1:3-5), y al final se haría una prueba para ver quién podría ayudar en
el palacio real.
Ante circunstancias tan terribles, la fe de estos jóvenes podría ha-
ber flaqueado. Las circunstancias no eran nada buenas. Eran esclavos
en una tierra extraña, su amada ciudad estaba en ruinas, el glorioso
templo que Salomón había construido y donde se ofrecían sacrificios
ahora estaba destruido, su rey había sido esclavizado, ¿qué podría ser
peor? En estas condiciones, podrían haber abandonado sus creencias
y reconocido que Marduk era el dios más poderoso. Sin embargo, no
lo hicieron. En ningún momento flaqueó su fe. Se aferraron a las pro-
mesas divinas y creyeron que Dios actuaría para liberar a su pueblo
como lo habían anunciado los profetas (Isaías 44:27, 28; 45:1; Jeremías
25:11, 12).

21 Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 562 .


Desafíos culturales 1 43

SEGUNDA PRUEBA DE FE: CAMBIO DE NOMBRES


Una segunda prueba que enfrentaron los jóvenes hebreos fue su
cambio de nombre. El cambio de nombres era una práctica común en
la historia bíblica. A José se le dio un nombre egipcio al entrar en la
vida de la corte egipcia (Génesis 41:45), y el nombre Adasa se cambió
a Ester (Ester 2:7). El cambio de sus nombres significaba que estos jó-
venes hebreos estaban siendo adoptados por la corte babilónica. Sus
nuevos nombres representaban deidades caldeas.
Daniel pasó a ser Beltsasar. En vista del comentario de Nabucodo-
nosor (Daniel 4:8), que el nombre babilónico de Daniel estaba relacio-
nado con su dios, ((Bel", es evidente que la primera sílaba, ((Bel", se re-
fiere a Marduk, el principal Dios babilónico. Así, la mejor traducción
sería ('Bel proteja tu vida [la del rey]". 22
Ananías pasó a ser Sadrac. Ananías significa ((el Señor es bondado-
so conmigo". Sadrac: ('Inspiración al Dios Sol". Sería el dios sol quien
vendría a brillar con bondad sobre él y no el Señor Dios de Israel.
Misael pasó a ser Mesac. Misael significa ((semejante a Dios". Mes-
ac: ((siervo de la diosa Saba".
Azarías pasó a ser Abednego. Azarías, ((el Señor es mi ayudador".
Abednego: ((el siervo de Nebo". Generalmente, se acepta que este nom-
bre corresponde a Abednebo, ((siervo de [el dios] Nabu", nombre que
se encuentra en un papiro arameo hallado en Egipto. 23
Nabucodonosor no obligó a los jóvenes hebreos a renunciar a su fe
y adorar a los dioses de Babilonia, pero con estos cambios de nombre
esperaba lograrlo gradualmente. También, por medio de las prácticas
y costumbres idólatras de la nación, esperaba inducirlos a renunciar
a la religión hebrea y adorar a los dioses de Babilonia. Pero eso no
funcionó con Daniel y sus amigos. Ni el cambio de sus nombres afectó
la reverencia y la lealtad que profesaban al Dios verdadero. Sus prin-
cipios religiosos, aprendidos desde la niñez, demostraron ser una for-
taleza en tiempos de prueba y produjeron un carácter noble y fuerte.

22 El Dr. S. J. Schwantes afirma que el origen más probable del nombre dado a Dan iel, Belt-
sasar, es del babil ónico Belet-sar-usur, "Que la Virgen (lshtar) proteja al rey". Belet es femenino de
bel, "Señor", título dado al dios Marduk, jefe del panteón babilónico (Ver S. J. Schwantes, Daniel,
o profeta do juízo (Ingen iero Coelho, SP: Gráfica Alfa, 2003), p. 25.
23 Mark Finley, Revelando os mistérios de Daniel (Sao Paulo: Editora Tempos Ltda., 1999), p. 14.
DANIEL
44 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

Elena de White escribió: "Entre los hijos de Israel que fueron llevados
a Babilonia al principio de los 70 años de cautiverio se contaban pa-
triotas cristianos, hombres que eran tan fieles a los buenos principios
como el acero, que no se corromperían por el egoísmo, sino que hon-
rarían a Dios aun cuando lo perdiesen todo. [... ] No debían en caso
alguno transigir con los idólatras, sino considerar como alto honor la
fe que sostenían y el nombre de adoradores del Dios viviente. Y así lo
hicieron. Honraron a Dios en la prosperidad y la adversidad; y Dios
los honró a ellos". 24

TERCERA PRUEBA DE FE: RÉGIMEN ALIMENTICIO


La tercera prueba que enfrentaron los jóvenes en Babilonia estaba
relacionada con su alimentación. En esta misma área, Adán y Cristo
habían sido tentados. El primero fracasó, pero Cristo salió victorioso
de la terrible prueba, y su declaración resuena como símbolo de vic-
toria sobre el enemigo: "No sólo de pan vive el hombre" (Mateo 4:4).
La orden clara del rey había sido que todos participaran de la co-
mida y el vino en la mesa real. Nabucodonosor pensó que estaba ha-
ciendo un gran favor y concediendo un gran privilegio a los jóvenes
cautivos. Daniel y sus amigos ahora tenían que tomar una decisión:
¿Se aferrarían a las enseñanzas de sus padres sobre la comida y la bebi-
da aunque eso desagradaría al rey, y probablemente perderían no solo
la posición, sino también la vida; o despreciarían los mandamientos
del Señor y retendrían el favor del rey, asegurando así ventajas inte-
lectuales y temporales? No lo dudaron ni por un momento. Daniel y
sus amigos se regían por los principios de la Palabra de Dios. La Biblia
declara: "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse" (Daniel
1:8). Había varias razones por las que un judío piadoso evitaría comer
comida real:
l. Los babilonios, como otras naciones paganas, comían carnes
inmundas (Levítico 11).
2. Los animales no habían sido muertos según la ley levítica (Le-
vítico 17:14, 15).

24 Elena de White, Profetas y reyes (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudameri-
cana, 2008), p. 351.
Desafíos cu ltu rales 1 45

3. Una parte de los animales destinados a la alimentación se ofre-


cía primero como sacrificio a los dioses paganos (Hechos 15:29).
4. El consumo de comestibles y bebidas alcohólicas iba en contra
de los principios de estricta temperancia, tal como se presentan
en el Antiguo Testamento, la Biblia de estos jóvenes (Proverbios
20:1; 23:20; 31:4).
Daniel y sus amigos "conocían la h istoria de N adab y Abiú, cuya
intemperancia, así como los resultados que había tenido, describían
los pergaminos del Pentateuco; y sabían que sus propias facultades
físicas y mentales quedarían perjudicadas por el consumo de vino"
(Levítico 10:1-3). 25
Esta prueba a la que Daniel fue sometido ilustra la verdadera tem-
perancia y las bendiciones que acompañan a quienes la practican. Si
queremos conservar puras nuestras facultades para el servicio a Dios,
debemos observar estricta temperancia en el uso de los alimentos. De-
bemos practicar la regla básica de usar las cosas que nos benefician
con moderación y abstenernos por completo de las que nos dañan.
Al igual que Daniel y sus amigos, debemos procurar desarrollar
hábitos correctos que promuevan una salud plena. La facultad inte-
lectual, la fuerza física y la longevidad dependen de leyes inmutables
creadas por Dios. En este asunto, no existe la casualidad. Cosecha-
remos lo que sembramos. "El Dios de la naturaleza no intervendrá
para salvar a los hombres de las consecuencias de violar las leyes de la
naturaleza". 26
Piensa, por ejemplo, en una persona que no bebe suficiente agua a
lo largo del día. Podrían diagnosticarle cálculos renales y experimen-
tar mucho dolor; un mal que podría haberse evitado, si hubiera inge-
rido agua en la cantidad ideal. Pero muchos no le dan la debida im-
portancia a este asunto de comer y beber. Elena de White reflexiona:
((Muchos, entre los profesos cristianos de hoy, decidirían que Daniel
fue demasiado detallista, y lo declararían estrecho de mente y extre-
mista. Consideran el asunto de comer y beber como de importancia

25 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 353.


26 Elena de White, Consejos sobre el régimen alimenticio (Florida, Buenos Aires: Asociación
Casa Ed itora Sudamericana, 2013), p. 35 .
DANIEL
46 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

demasiado pequeña como para tomar una resolución tan decidida; lo


cual quizá implicaría el sacrificio de toda ventaja terrena. Pero los que
así razonan se encontrarán en el día del juicio que han hecho a un lado
los requerimientos expresos de Dios, y que han colocado su propia
opinión como criterio de lo correcto e incorrecto. Encontrarán que
lo que consideraban de poca importancia no era considerado así por
Dios. Sus mandatos deben ser obedecidos sagradamente". 27

DANIEL PROPONE UNA PRUEBA


Para resolver el problema de participar en la mesa real, Daniel pro-
puso una prueba de diez días. Al final de estos días, los resultados
demostraron ser exactamente lo contrario de lo que esperaba el jefe
de cocineros. No solo en apariencia personal, sino también en vigor
mental, aquellos que habían sido temperantes en sus hábitos exhibie-
ron una evidente superioridad sobre sus compañeros, que habían sido
indulgentes con el apetito. Como resultado de esta prueba, a Daniel y
sus compañeros se les permitió continuar con la dieta sencilla durante
el curso de su entrenamiento para los deberes del reino.
Al final del período dado por el rey, que fue de tres años, cuando se
puso a prueba su capacidad y erudición, llegó el resultado: «Entre todos
no fueron hallados otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Así
quedaron al servicio del rey. En todo asunto de sabiduría e inteligencia
que el rey los consultó, los encontró diez veces mejores que todos los
magos y astrólogos que había en todo su reino" (Daniel 1:19, 20).
((Nos presenta a todos una lección, y especialmente a los jóvenes.
[... ] En la experiencia de Daniel y sus compañeros tenemos un ejem-
plo del triunfo del principio sobre la tentación a gratificar el apetito.
Nos muestra que mediante los principios religiosos los jóvenes pueden
triunfar sobre las lujurias de la carne, y permanecer fieles a los reque-
rimientos de Dios, aun a costa de un gran sacrificio". 28

CUARTA PRUEBA DE FE: INSTRUCCIÓN


Una prueba final que podemos ver en el capítulo 1 trata sobre la

27 El ena de Wh ite, Fundamentos de la educación cristiana, p. 84.


28 lbíd., p. 87.
Desafíos cu ltu rales 1 4 7

educación que debían recibir los jóvenes hebreos en Babilonia. Nabu-


codonosor había ordenado que se les enseñara «las letras y la lengua
de los caldeos" (Daniel 1:4). Esta era una estrategia utilizada por las
naciones opresoras, pero que todavía se puede ver hoy. Mark Finley
escribió: «Cuando los rusos invadieron Afganistán, los jóvenes afga-
nos fueron llevados y colocados en escuelas de educación especial en
Rusia, donde aprendieron la filosofía marxista-leninista. Luego fueron
enviados por el Kremlin como los nuevos gobernantes de Afganistán.
Hitler también hizo esto con muchas naciones que invadió durante la
Segunda Guerra Mundial. Traería a jóvenes de estos países a Alema-
nia y les enseñaría la filosofía nazi. Después de (graduarse', regresaban
como gobernantes de su pueblo, difundiendo la filosofía nazi entre las
masas". 29 Esta era la intención de N abucodonosor.
Según Maxwell, la «lengua caldea", que debían aprender los jóvenes
exiliados, incluía el acadio, la lengua nacional de Babilonia, el sume-
rio, que era la lengua de la religión tradicional, y el arameo, la lengua
del comercio y la diplomacia internacional. 30 La «cultura" babilónica
estaba estrechamente relacionada con la idolatría y las prácticas paga-
nas; mezclaba la brujería con la ciencia y la sabiduría con la supersti-
ción. Las prácticas de magia, astrología, adivinación y exorcismo eran
comunes entre los pueblos antiguos, pero Dios había advertido severa-
mente a su pueblo contra tales prácticas (ver Deuteronomio 18:10-12).
Sin embargo, los caldeos también eran eruditos en el verdadero senti-
do de la palabra. Tenían un vasto conocimiento astronómico. Incluso
podrían predecir eclipses lunares. Su habilidad matemática también
estaba muy desarrollada. Utilizaron fórmulas cuyo descubrimiento
general se atribuye erróneamente a los matemáticos griegos. Además,
eran buenos arquitectos, constructores y médicos que habían encon-
trado, por medios empíricos, la manera de curar muchas enferme-
dades. 31 Se supone que estos son los aspectos de sabiduría en los que
Daniel y sus tres amigos superaron a los sabios de Babilonia. Apren-
dieron las habilidades y las ciencias de los caldeos, pero sin adoptar los

29 Finley, p. 12.
30 Maxwe ll, p. 29.
31 Comentario bíblico adventista. t. 4, p. 790.
DANIEL
48 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

elementos paganos mezclados en su cultura. Eso quedó en evidencia


en su dependencia del poder de Dios en las experiencias que siguieron,
registradas en los siguientes capítulos del libro.

FIDELIDAD RECOMPENSADA
Dios recompensó la constancia y la fidelidad de los jóvenes he-
breos. La Biblia declara: «Al cabo de los diez días el rostro de ellos
se veía mejor y más nutrido que el de los otros jóvenes que comían
de la comida del rey" (Daniel 1:15). Por supuesto, diez días no serían
suficientes para que se notara una gran diferencia fisonómica, pero el
resultado visto se debió a un estilo de vida que no comenzó en Babilo-
nia, sino que se habían seguido durante mucho tiempo.
Dios les dio a los cuatro jóvenes «conocimiento e inteligencia en to-
das las letras y ciencias. Además, Daniel tuvo entendimiento en toda
visión y sueños" (Daniel 1:17). Esta habilidad espiritual resultaría opor-
tuna a medida que se desarrollaran los eventos del capítulo 2. Al final
de los tres años, los jóvenes fueron probados por el mismo N abucodo-
nosor. Y el testimonio del rey fue: «En todo asunto de sabiduría e inteli-
gencia que el rey los consultó, los encontró diez veces mejores que todos
los magos y astrólogos que había en todo su reino" (Daniel 1:20). Dios
cumplió su promesa: «Yo honraré a los que me honran" (1 Samuel 2:30).
En tiempos de estos jóvenes no se habían escrito todos los libros del
Antiguo Testamento y, por supuesto, ninguno del Nuevo Testamen-
to. Pero estos jóvenes tenían varios libros. A partir de estos estudios,
aprendieron a distinguir entre el Dios verdadero y los dioses falsos de
Babilonia. Fundamentados en Levítico 11 y Deuteronomio 14, pudie-
ron separar los animales limpios de los inmundos. También se dieron
cuenta del peligro de beber vino (Levítico 10:1-11; Proverbios 20:1,
23:31-35), y comprendían la importancia de ser fieles y honestos en to-
dos sus actos.
El capítulo 1 termina con la expresión: «Daniel siguió allí hasta el
primer año del rey Ciro" (Daniel 1:21). Después de severas pruebas,
Dios los recompensó. Por más de setenta años, Daniel fue instrumen-
to de Dios para llevar a cabo sus designios en la corte de Babilonia y
Medopersia. Mediante su influencia, veremos la conversión del gran
Desafíos cu ltu rales 1 49

rey N abucodonosor y la firma de un decreto por parte de Ciro, el gran


líder de Medopersia, que autorizaba a los judíos cautivos a regresar a
Jerusalén y reconstruir la ciudad y el Templo. ¡Cuánto le debe la hu-
manidad a estos jóvenes, por su ejemplo de fe y perseverancia! Solo la
eternidad lo revelará.
-----~-----
"Del nacimiento y de la caída de las naciones, según resaltan en los

libros de Daniel y el Apocalipsis, necesitamos aprender cuán vana es

la gloria y pompa mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnifi-

cencia, cuyo parangón nuestro mundo no ha vuelto a contemplar[. .. ]

se desvaneció y jCuán completamente! [... ] Así perecieron el reino me-

dopersa, y los imperios de Grecia y de Roma. Y así perece todo lo que

no está fundado en Dios. Sólo puede perdurar lo que se vincula con su

propósito y expresa su carácter" (Profetas y reyes, pp. 402, 403).

----~----
UNA ESTATUA
ATERRADORA
(PRIMERA VISIÓN PROFÉTICA)

Estacioné mi auto, compré la entrada y solo tuve que esperar el mo-


mento. Estaba ansioso, ya que muchos amigos me habían dicho que
sería un gran musical. Paseé por el lugar mientras esperaba que co-
menzara el programa. Minutos antes, fui al estacionamiento a buscar
algo del auto y me llevé la gran sorpresa: se lo habían robado. Entré en
desesperación. Busqué al responsable del estacionamiento y mi deses-
peración aumentó: me di cuenta de que estaba involucrado en el robo.
Mientras me quejaba de la falta de seguridad en el estacionamiento y
clamaba por justicia, llegó al lugar un automóvil policial. No sé por
qué, pero adentro había una mujer ensangrentada. Le comenté a la
policía mi problema, que me habían robado el automóvil. No me hi-
cieron mucho caso, pero me dijeron que a unos kilómetros había otra
comisaría que me podía ayudar. Empecé a caminar esos largos kiló-
metros, insatisfecho, cuando una fuerte lluvia comenzó a caer sobre
mí. Empecé a llorar. Mis lágrimas se mezclaron con las gotas de lluvia.
Grité con todos mis pulmones: ¿Por qué Dios permitía eso? ¿Por qué
me habían robado mi único auto? ¿Por qué esta injusticia?
Con uno de esos gritos, me desperté. Volví a la conciencia después
de unas pocas horas de sueño y me di cuenta de que todo era solo un
sueño, un sueño angustiante. La desesperación dio paso al alivio y mi
DANIEL
52 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

rutina volvía a ser mi realidad. Abrí la ventana de la casa y allí estaba


mi auto, sano y salvo. Había sido solo un sueño.
¿Alguna vez has experimentado una sensación así? Cuando te des-
piertas y sientes un tremendo alivio, al darte cuenta de que todo era
solo un sueño. Con el rey Nabucodonosor ocurrió lo contrario. Cuan-
do despertó del sueño, la angustia se hizo mayor.
El capítulo 2 de Daniel registra un sueño extraordinario y aterrador.
Pero cuando el soñador despertó, no se sintió aliviado. Al contrario, se
dio cuenta de que algo muy serio estaba en juego y no recordaba nada.
El tema del capítulo 2 del libro de Daniel es: un rey con insomnio.
Pedro escribió que la profecía es una luz que brilla en la oscuridad
(2 Pedro 1:19). Solo la palabra profética pudo traer luz y alejar las ti-
nieblas de la vida del monarca más grande del mundo, el gran rey de
Babilonia, N abucodonosor.
Ya hemos visto que el libro de Daniel relata cuatro visiones profé-
ticas. El primer punto de vista, presentado en el capítulo 2, se refiere
principalmente a los cambios políticos. Su propósito inicial era reve-
larle al rey N abucodonosor su papel como rey de Babilonia y hacerle
saber ''lo que ha de suceder" (Daniel 2:29). El sueño de este rey es una
profecía de los acontecimientos que tendrían lugar en los siguientes
2.500 años de la historia del mundo. Enseña que los movimientos de
los grandes imperios y naciones de la tierra son controlados por Dios
y revelados a su pueblo escogido a medida que, en medio de las muta-
ciones de la historia, avanza hacia el Cielo.
La profecía, según Arturo T. Pierson, "representa una cerradura,
de la que solo la historia posterior puede proporcionar la llave". 32 Así,
al estudiar el sueño del rey de una estatua aterradora, debemos permi-
tir que la historia actúe como intérprete de la profecía y nos revele el
significado de los simbolismos.

EL SUEÑO DEL REY


Corría el segundo año del reinado de N abucodonosor, probable-
mente el año 603 a.C., cuando tuvo un sueño. La Biblia declara que él

32 Aracel i S Mel lo, Testemunhos históricos das profecias de Daniel (Río de Janeiro: Gráfica e
Editora Laemmert, 1968), p. 13.
Una estatua aterradora 1 53

quedó profundamente perturbado y se le fue el sueño (Daniel 2:1). Los


antiguos miraban los sueños con miedo; pensaban que eran revelacio-
nes de sus deidades y buscaban descubrir su verdadera interpretación. 33
De ahí que Dios escogiera este método, porque evidentemente era el
medio más efectivo de impresionarlo con la importancia del mensaje
y de ganar su confianza y su cooperación.
Este sueño no le había sobrevenido por casualidad. Dios, en su pro-
videncia, se lo dio a Nabucodonosor porque tenía un mensaje para él.
Como Dios no hace acepción de personas, su propósito era salvar al
rey y a su nación, Babilonia la grande. El sueño tenía la intención de
revelarle a Nabucodonosor lo que sucedería en los últimos días (Da-
niel 2:28) y mostrar el papel que el rey podría desempeñar en esta his-
toria. No en vano Dios llama repetidamente a N abucodonosor ((mi
siervo" (Jeremías 25:9; 27:6; 43:10).
Al igual que Babilonia, a cada nación de la antigüedad Dios le ha-
bía asignado un lugar especial en su plan, pero los gobernantes no
siempre aprovecharon las oportunidades y su gloria fue abatida. Las
lecciones de historia dadas a N abucodonosor tendrían que instruir a
las naciones hasta el fin de los tiempos. Sobre los escenarios fluctuan-
tes de la diplomacia internacional, el gran Dios del cielo está en su
trono para ejecutar ((silenciosa y pacientemente los consejos de lavo-
luntad de Dios". 34 La estabilidad y la inmutabilidad vendrán cuando
Dios mismo, al final de los tiempos, establezca ((un reino que nunca
jamás será destruido" (Daniel 2:44). Nabucodonosor comenzó a expe-
rimentar un gran dilema: sentía que el sueño era un mensaje de gran
importancia por parte de los dioses, pero no recordaba nada de lo que
había soñado. Entonces, envió a llamar a los que estaban encargados
de la interpretación de los sueños en la corte: los magos, los astrólo-
gos, los encantadores y los caldeos (Daniel 2:2). Cuando llegaron, lo
saludaron en arameo, el idioma que hablaba la familia real. A partir
de ese momento, el libro de Daniel cambia del hebreo al arameo hasta
el capítulo 7.

33 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 766.


34 Elena de White, La educación (Fl o ri da, Buenos Ai res: Asoc iación Casa Ed itora Sudamerica na,
2009), p. 173 .
DANIEL
54 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

UNA AMENAZA REAL


Cuando los sabios se acercaron al rey, le pidieron que les contara
el sueño. Pero para su sorpresa, el rey no pudo recordar nada. Se en-
contraban en una situación delicada, ya que todo lo que inventaran
sobre el sueño sería inmediatamente detectado como mentira. Trata-
ron de ganar tiempo, y esto provocó la ira del rey: "Si no me muestran
el sueño y su interpretación, serán despedazados, y sus casas serán
convertidas en ruinas" (Daniel 2:5). Luego llegó el reconocimiento de
los sabios: "Los caldeos replicaron: 'No hay hombre sobre la tierra que
pueda declarar este asunto al rey. Además, ningún rey, príncipe, ni
señor pidió cosa semejante a ningún mago, astrólogo o caldeo. Lo que
el rey demanda es demasiado difícil. Nadie lo puede declarar al rey,
salvo los dioses que no moran con la carne' " (Daniel 2:10, 11). Esta
confesión de fracaso brindó a Daniel una excelente oportunidad para
revelar algo del poder del Dios al que servía y adoraba.
Enojadísimo, Nabucodonosor firmó un decreto en el que ordenaba
la muerte de todos los sabios de Babilonia, incluyendo a Daniel y sus
amigos. Arioc, jefe de la guardia de N abucodonosor, salió a cumplir
la orden. Esta medida sorprendió a Daniel, que no sabía lo que ha-
bía sucedido. Ciertamente, esto se debió a que Daniel y sus amigos
eran recién llegados a la corte, acababan de ser aprobados por el rey
y ciertamente no participaron en el diálogo entre el rey y los magos.
Entonces Daniel pidió una audiencia con el rey y le pidió un tiempo
para volver con la interpretación.

FIDELIDAD RECOMPENSADA
Fue un acto de fe. Daniel era un joven dependiente de Dios y con-
fiaba en la oración. Dio a conocer el caso a sus amigos, y todos acudie-
ron a Dios en busca de misericordia y liberación. El Cielo premió la fe
de los jóvenes hebreos. "Entonces el misterio fue revelado a Daniel en
una visión de noche" (Daniel 2:19). Daniel alabó y exaltó al Dios del
cielo como Aquel que "cambia los tiempos y las épocas, quita reyes y
pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los entendidos.
Revela lo profundo y lo escondido" (Daniel 2:21).
Una estatua aterradora 1 55

EL SUEÑO Y SU INTERPRETACIÓN
Inmediatamente, Daniel fue llevado ante el rey y dijo: ''El misterio
que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo
pueden revelar. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Él
ha mostrado al rey N abucodonosor lo que ha de suceder en los últimos
días" (Daniel 2:27, 28). Daniel quería que Nabucodonosor compren-
diera la inutilidad de confiar en sus sabios, cuando lo que necesitaba
era el consejo y la ayuda del Dios verdadero al que el profeta servía.
Con esto, esperaba que el rey volviera sus ojos al gran Dios verdadero,
cuyo pueblo había sido vencido por el rey.
Daniel procedió a describir el sueño: "Rey, tú viste una estatua ma-
jestuosa, enorme y muy brillante. Estaba en pie, y su aspecto era terri-
ble. La cabeza de esa estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos, de
plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; y sus
pies, en parte de hierro y en parte de arcilla. Mientras tú mirabas, una
piedra fue cortada, sin intervención de ninguna mano, que hirió a la
estatua en sus pies de hierro y arcilla, y los desmenuzó. Entonces se
desmenuzaron también el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro;
y se volvieron como el tamo de las eras del verano, que el viento llevó
sin dejar rastro alguno. Pero la piedra que hirió a la estatua llegó a ser
un gran monte, que llenó toda la tierra" (Daniel 2:31-35).
El rey estaba extasiado con la revelación de Daniel. Cada detalle
le traía a su memoria los recuerdos del sueño. ''Así es Daniel, eso es lo
que soñé". El rey estaba sorprendido y ansioso por saber el significa-
do de todo aquello. Luego continuó Daniel: "Este es el sueño. Ahora
diremos al rey su interpretación" (Daniel 2:36). El siguiente cuadro
muestra los elementos del sueño y su interpretación:

ELEMENTOS DE LA ESTATUA Y SU INTERPRETACIÓN


Cabeza de oro 2:32 Babilonia 2:37, 38; 7:4
Pecho y brazos de plata 2:32 Medopersia 2:39; 5:26-28
Cadera y muslos de bronce 2:32 Grecia 2:39; 8:3-7, 20, 21
Piernas de hierro 2:33 Roma 2:40; 7:7, 8, 17, 23-25
Pies de hierro y arcilla 2:33 Reino dividido 2:41-43; 7:7, 8, 23, 24
DANIEL
56 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

Piedra arrojada a la 2:34, 35 El regreso de Jesús 2:44, 45; 7:13, 14, 26, 27
estatua

El mensaje del sueño era para instrucción de Nabucodonosor, así


como de gobernantes y pueblos hasta el fin de los tiempos y la segun-
da venida de Cristo (Daniel 2:44, 45). Nabucodonosor quería saber el
futuro y presentía algo tenebroso. Dios se lo reveló, no para satisfacer
su curiosidad, sino para despertar en su mente un sentido de respon-
sabilidad personal por el plan celestial.
En el sueño del rey se revela la verdadera filosofía de la historia
humana. En última instancia, los reyes y los gobernantes están bajo la
dirección y el control de un soberano todopoderoso. Elena de White
escribió: «En los anales de la historia humana, el crecimiento de las
naciones, el levantamiento y la caída de los imperios, parecen depen-
der de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser
determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho.
Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás,
encima, y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el
poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan
silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios". 35
Mediante este sueño extraordinario, Dios estaba revelando al rey y
a los lectores del libro de Daniel las preciosas escenas que tendrán lu-
gar hasta que la piedra sea cortada (Daniel 2:45), o el reino de Dios sea
establecido en la Tierra. Los cuatro metales de la estatua representan
entonces los cuatro imperios que dominarían el mundo desde Nabu-
codonosor hasta el siglo V de nuestra era. 36

BABILONIA: LA CABEZA DE ORO


Daniel le dijo al rey: «Tú eres esa cabeza de oro" (Daniel 2:38).
Babilonia también era conocida como Akkad (tierra de los caldeos).
Fue fundada por Nimrod, quien era un poderoso cazador delante del

35 lbíd.
36 Cua lquier buen libro de historia confirmará la secuenc ia que se presenta rá aqu í. Ver, por
ejemplo: St ewa rt C. Easto n, The Heritage of the Ancient World: From the Earliest Times to the Fa//
of Rome (Nueva York: Rine hart and Campany, 1960).
Una estatua aterradora 1 57

Señor (Génesis 10:8-10), y en épocas anteriores representaba el lugar


donde se encontraba la Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Alcanzó una
importancia considerable alrededor de 1800 a.C., bajo el liderazgo del
gran legislador Hammurabi, unos trescientos años antes de Moisés. 37
Después de la muerte de Hammurabi, Babilonia fue eclipsada por
otros pueblos de Mesopotamia. Eventualmente, el Imperio Asirio do-
minó toda la región y, alrededor del año 722 a.C., destruyó a las diez
tribus de Israel, cuya capital estaba en Samaria.
Entre los años 626 y 612 a.C., cuando nació Daniel, Nabopolasar,
padre de N abucodonosor, aplastó lo que quedaba del Imperio Asirio
y se convirtió en el fundador del Imperio Neobabilónico. Después de
su muerte en 605 a.C., Nabucodonosor asumió el trono de Babilonia.
Nabucodonosor era la personificación del Imperio Neobabilónico.
Las conquistas militares y el esplendor arquitectónico de Babilonia se
debieron en gran parte a su destreza. Desde su ascenso al trono (605
a.C.) hasta su muerte (562 a.C.), elevó a Babilonia a una gloria incom-
parable. Fue el responsable de construir una de las Siete Maravillas del
Mundo Antiguo: los Jardines Colgantes de Babilonia. No crecían mu-
chos árboles en la región, pero el rey trajo varias especies de diferentes
partes de la Tierra para embellecer sus jardines. La ciudad de Babilo-
nia también abundaba en oro. Herodoto, considerado el ((Padre de la
historia", describe el esplendor del oro en los templos sagrados de la
ciudad. ((En la parte inferior del templo de Babilonia hay otra capilla,
donde se puede ver una gran estatua dorada que representa a Júpiter
sentado. Junto a él, una gran mesa de oro. El trono y el escabel son del
mismo metal [... ]. También se puede ver, fuera de la capilla, un altar
de oro [... ].Había en ese templo, en el recinto sagrado, una estatua de
oro macizo de doce codos de altura''. 38 El profeta Jeremías compara a
Babilonia con una copa de oro en la mano del Señor (Jeremías 51:7).
José Carlos Ramos describe así la trayectoria de los monarcas ba-
bilónicos: ((Nabucodonosor muere en el año 562 a.C. después de haber
reinado 43 años sobre Babilonia. Después de su muerte, Evil-Mero-
dach (también conocido como Amel-Marduk), su hijo, reina en su lu-

37 Ver más det all es en: <http://pt.wikipedia .org/wiki/Código_de_H amu rab i>
38 Herodoto, História (Sao Paulo: Gráfica Edit o ra Bras ileira, 1957), t. 1, pp. 91, 92.
DANIEL
58 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

gar. Tres años más tarde, en 560 a.C., Evil-Merodach muere y Neriglis-
sar (Nergal-Sharuzur), yerno de Nabucodonosor, asciende al trono.
En 556 a.C. muere Neriglissar y asciende al trono Laboroso-Archod
(Labashi-Marduk), su hijo. Este tiene un reinado corto y muere en el
mismo año. Llega entonces al trono Nabonido (Labineto), también
yerno de Nabucodonosor. En el año 552 a.C., Belsasar se convierte en
cogobernante de Babilonia junto a su padre N abonido. En el año 539
a.C., Babilonia es conquistada por Ciro, rey de Persia y Darío el Medo
comienza a reinar en Babilonia". 39
En lengua caldea, el nombre Nabucodonosor (NABU-KUDU-
RRI-USUR) representa una oración dirigida al dios Nabu, en favor
de la protección. 40 Pero este dios no les fue de ayuda cuando llegó el
momento en que se cumplió la profecía y otro Imperio mundial entró
en escena. Babilonia dominó el mundo desde 605 a.C. hasta 539 a.C.,
cuando cayó ante la coalición de medos y persas. Veremos más deta-
lles sobre la caída de Babilonia en el capítulo 7 de este libro.

MEDOPERSIA: EL PECHO Y LOS BRAZOS DE PLATA


Daniel continuó su interpretación del sueño al rey: ((Después de
ti se levantará otro reino inferior al tuyo" (Daniel 2:39). El mismo
Daniel, poco más de sesenta años después, le revelaría al entonces
rey de Babilonia, Belsasar, nieto de Nabucodonosor, quién sería este
segundo reino (ver Daniel 5:26-28). Como la plata es inferior al oro,
el Imperio Medopersa sería inferior al Babilónico. En cumplimiento
de las predicciones proféticas de Isaías y Jeremías (Isaías 45:1; 44:27,
28; Jeremías 25:11, 12), Babilonia perdió su hegemonía mundial. Ciro
el Grande conquistó Babilonia. Ciro reconoció que el Señor le había
dado todos estos reinos (2 Crónicas 36:23; Esdras 1:2).
La historia de la caída de Babilonia está registrada en el cilindro
de Ciro, propiedad del Museo Británico. El arqueólogo británico Hor-
muzd Rassam descubrió este cilindro en marzo de 1879. Data del siglo

39 José Carlos Ramos, Profecia bíblica (Apostilla SALT, Posgrado- lAE-Ct, 1998), p. 54. Ver tam-
bién: Merli ng Alomía, Daniel: Su vida, sus tiempos y su mensaje (Lima, Perú: Univers idad Un ión
Inca ica, 1991), p. 111.
4 ° Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 83 1.
Una estatua aterradora 1 59

VI a.C. y fue descubierto en las ruinas de Babilonia, en Mesopotamia


(actual Irak). Estaba sobre los cimientos de Esagila, el templo principal
de la ciudad de Babilonia, consagrado al dios Marduk, y es del templo
del principal dios babilónico de donde nos llega la evidencia histórica
de la caída de Babilonia y el surgimiento del Imperio Medopersa.
Este cilindro está dividido en varios fragmentos y registra una de-
claración en escritura cuneiforme acadia, a nombre del rey aqueménida
de Persia, Ciro el Grande. El artefacto cuenta la historia de la caída de
Babilonia bajo Ciro el Grande. En las líneas 15 a 21 del cilindro hay ex-
tractos que dan la genealogía de Ciro el Grande y relatan la captura de
Babilonia en el 539 a.C. Revela la caída de Nabonido, rey de Babilonia, y
exalta los esfuerzos de Ciro para repatriar a los desplazados y restaurar
templos y santuarios religiosos en Mesopotamia y en otras partes de la
región. Según algunos eruditos, esto es evidencia de la política de Ciro
de repatriar a los hebreos después de su cautiverio en Babilonia, un acto
que el libro de Esdras le atribuye a Ciro (Esdras 1:1, 2). 4 1
Otro que relató detalles de la caída de la gran Babilonia fue Hero-
doto. Afirma: «Finalmente, ya sea porque llegó a la conclusión por sí
mismo de lo que debía hacer, o porque alguien, al verlo en dificultades,
le aconsejó, el príncipe (Ciro) tomó la siguiente resolución: Colocó el
ejército, parte en el punto donde el Éufrates pasa a Babilonia, parte en
el lugar donde el río sale del país, con órdenes de invadir la ciudad por
su cauce, tan pronto como sea vadeable. Con el ejército así repartido,
se dirigió al lago. [... ] Como había hecho la reina Nitocris, desvió las
aguas del río hacia el lago a través del canal de comunicación. Las
aguas se escurrieron, y el cauce facilitó el paso. [... ] Los persas entra-
ron en la ciudad con las aguas del río solo hasta los muslos". 42
Vencida Babilonia, Darío el medo reinó con el permiso del verda-
dero conquistador, Ciro, un hecho que Daniel ciertamente sabía. El
libro de Daniel se refiere varias veces a la nación que conquistó Babi-
lonia, a la que Darío representó como «medos y persas" (Daniel 5:28;
6:8, 28), y en otros lugares representa este Imperio dual como una sola
bestia (ver Daniel 8:3, 4).

41 <http://pt.wikipedia.o rg/wiki/Cilindro_de_Ciro>
42 Herodoto, História, t. 1, pp. 95, 96.
DANIEL
60 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

Así, Darío fue el primero en reinar después de la caída de Babilonia.


Esto explica los eventos del capítulo 6 de Daniel, cuando es arrojado al
foso de los leones por orden de Darío. Después de Darío, reinó Ciro,
quien firmó el primer decreto para el regreso de los judíos a Palestina
(año 536 a.C.; ver Esdras 1:1-4), marcando el final de los setenta años
de cautiverio (Jeremías 25:11, 12). En el año 525, Cambises (hijo de
Ciro), se convirtió en rey de Persia y conquistó Egipto. Tras el reinado
de Cambises, subió al trono Darío I, quien firmó el segundo decreto
(posiblemente en el año 519 a.C.) para el inicio de la reconstrucción
del Templo de Jerusalén. 43
Otro nombre importante entre los reyes de Medopersia fue Arta-
jerjes. En el año 7 de su reinado, firmó un nuevo decreto para el re-
greso de los judíos a Palestina. Este fue el tercer decreto y marcó el
comienzo de las setenta semanas de Daniel 9:24 a 27 y las 2.300 tardes
y mañanas de Daniel 8:14. Pero hablaremos de esto en los próximos
capítulos.
La profecía apuntaba al surgimiento de un tercer reino que tomaría
el lugar de Medopersia. Daniel 8:20 exhibe un cambio en el simbolis-
mo: de un metal, bronce, a un carnero; y revela el nombre de la nación
que vencería a Medopersia: «Ese carnero que viste, con dos cuernos,
representa a los reyes de Media y de Persia" (Daniel 8:21).

GRECIA: LOS MUSLOS DE BRONCE


En la interpretación que Daniel le da al rey Nabucodonosor, dice:
«y un tercer reino de bronce que dominará toda la tierra" (Daniel
2:39). Este tercer poder estaba representado por los muslos de bronce
de la estatua. 44 La profecía apunta inequívocamente a Grecia (Daniel
8:21). Los soldados griegos se distinguían por su armadura de bronce.
Sus cascos, escudos y antorchas de batalla eran todos de bronce. Pero
¿cómo podría Grecia derrotar a Medopersia?
El Imperio Medopersa continuó extendiendo su dominio pero, al
igual que Babilonia, también entró en declive. Hasta ese momento,
Grecia había estado dividida en pequeñas ciudades-estado que tenían

43 Ramos, p. 54.
44 Mello, p. 128.
Una estatua aterradora 1 61

un idioma común pero poca acción unificada. Cuando pensamos en


la antigua Grecia, pensamos principalmente en la edad de oro de la
civilización griega bajo el liderazgo de Atenas, en el siglo V a.C., y
en todos sus filósofos: Platón, Aristóteles, Sócrates. Pero la profecía se
refiere a un período posterior de Grecia.
En Daniel 8:21, "Grecia" se refiere al Imperio Greco-Macedonio.
Macedonia, nación consanguínea situada al norte de Grecia, conquis-
tó las ciudades griegas y las incorporó por primera vez a un estado
fuerte y unificado. En el año 336 a.C. murió Filipo II, padre de Ale-
jandro, y este heredó el trono macedonio y se dispuso a ampliar sus
dominios. Alejandro luchó en tres batallas hasta derrotar a Darío III,
rey de Medopersia. La primera fue la Batalla del Gránico, en el año
334 a.C.; la segunda fue la de Issos, en el año 333 a.C.; y la última, en
el año 331 a.C., fue la batalla de Arbelas o Gaugamela. Así, el año 331
a.C. marca el final del Imperio Medopersa y el comienzo del gobier-
no de Alejandro Magno. Así narró el historiador: "El poder de Darío
fue quebrantado para siempre. Una nueva fase había comenzado en el
mundo antiguo". 45
La historia registra que el gobierno de Alejandro fue el Imperio
más extenso del mundo antiguo hasta ese momento. Se extendía por
Macedonia, Grecia y el Imperio Persa. Incluyó a Egipto y se expandió
por el este hasta la India. Daniel declara que su dominio sería sobre
"toda la tierra" (Daniel 2:39), pero en el sentido de que ningún otro
poder era igual a él, y no porque cubriera el mundo entero, ni siquie-
ra toda la tierra conocida en ese momento. Una "potencia mundial"
puede definirse como aquella que está por encima de todas las demás,
invencible; no necesariamente porque gobierna el mundo entero.
Alejandro reinó menos de diez años y murió joven, a la edad de 33
años, el 13 de junio de 323 a.C. 46 Tras su muerte, su medio hermano
Filipo III Arrideo fue declarado rey. Él y los hijos de Alejandro mantu-
vieron durante un tiempo el Imperio greco-macedonio. Sin embargo,
no mucho después, los hijos de Alejandro y toda su familia fueron

45 Pa u lo de Castro, Alexandre, o Grande, Biblioteca de história (Río de Janeiro: Ed itora Tres,


1973), t. 4, p. 124.
46 lbíd., p. 192.
DANIEL
62 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

asesinados, los generales se convirtieron en gobernadores de las pro-


vincias y el reino se fragmentó. 47
Pronto estalló una tremenda guerra civil entre estos gobernadores,
que duró unos veinte años. Solo llegó a su fin en la Batalla de Ipsos en
Frigia (301 a.C.), cuando el reino finalmente se dividió entre los cuatro
generales más famosos de Alejandro:
• Lisímaco: Tracia y Bitinia
• Casandro: Grecia, Macedonia y Epiro
• Seleuco: Siria
• Ptolomeo: Egipto, Libia, Arabia y Celesiria48
Esta división del reino griego también fue profetizada (comparar las
cuatro cabezas del leopardo; Daniel 7:6). Provocó el debilitamiento del
Imperio y, ya en el año 168 a.C., Roma dominó la región mediterránea,
y asumió la posición del cuarto Imperio mundial de la estatua profética.

ROMA - LAS PIERNAS DE HIERRO


Daniel continuó su interpretación del sueño al rey: «y el cuarto rei-
no será fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y rompe
todas las cosas, desmenuzará y quebrantará a todos,, (Daniel 2:40). Este
cuarto reino en la profecía representa el férreo Imperio Romano. Roma
fue fundada, según la tradición, por dos hermanos, Rómulo y Remo,
alrededor del año 753 a.C. Con el paso de los años amplió su territorio
y ganó fuerza. El Comentario bíblico adventista afirma: «Roma ganó su
territorio por la fuerza o por el temor que infundía su poderío armado.
Al principio intervino en conflictos internacionales en una lucha por
sobrevivir contra su rival, Cartago, y se vio así envuelta en una guerra
tras otra. Después, aplastando a un adversario tras otro, llegó a ser fi-
nalmente la agresiva e irresistible conquistadora del mundo mediterrá-
neo y de Europa Occidental. Al principio de la era cristiana, y un poco
más tarde, el poder de hierro de las legiones romanas respaldaba a la
Pax Romana (la paz de Roma). Roma era el imperio más grande y más
fuerte que el mundo había conocido hasta entonces". 49

47 Mello, p. 466.
48 Isaac Newton, As profecias de Daniel e Apocalipse (Sao Paulo: Ed itora Éd ipo, 1950), p. 42.
49 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 802.
Una estatua aterradora 1 63

En el año 168 a.C., el Imperio tomó el poder mundial. La Batalla de


Pidna de ese año fue decisiva en el proceso de la decadencia del Impe-
rio Griego y el ascenso de Roma al poder. Daniel 2:41 declara: ((y los
pies y los dedos que viste, en parte de arcilla y en parte de hierro, será
un reino dividido". A mediados del siglo IV d.C., las tribus bárbaras
comenzaron a ganar terreno y socavar el poder y la fuerza de Roma.
De 351 a 476 d.C., estas tribus ganaron fuerza y se establecieron en
territorio romano, provocando su caída.

LOS DEDOS DE LA ESTATUA


El Imperio de hierro de Roma mantuvo su poder hasta el año
476 d.C., cuando finalmente se dividió y cayó su último emperador,
Rómulo Augusto. Así como los pies tienen diez dedos, Roma perdió su
poder ante diez tribus bárbaras que, a lo largo de las décadas, fueron
minando su autoridad. Estos diez dedos corresponden a los diez cuer-
nos de la cuarta bestia del capítulo 7 (ver Daniel 7:7).
La siguiente es una lista de las tribus que se asentaron en el territo-
rio de Roma entre los años 351 y 476 d.C., y las naciones que eventual-
mente formarían: 50

351 d.C. Alamanes Germania / Alemania


351 d.C. Francos Francia
406 d.C. Burgundios Suiza
406 d.C. Suevos Portugal
408 d.C. Visigodos España
409 d.C. Anglosajones Breta ña/1 nglaterra
453 d.C. Lombardos Italia
406 d.C. Vándalos Extintos
453 d.C. Ostrogodos Extintos
476 d.C. Hérulos Extintos

El historiador Gibbon, al analizar el período entre los años 400 y


so Mello, p. 138.
DANIEL
64 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

500 d.C., menciona no menos de ocho de estas tribus en un único pá-


rrafo: "Los poderosos visigodos adoptaron universalmente la religión
de los romanos, con quienes mantenían un perpetuo intercambio, de
guerra, de amistad o de conquista. Durante el mismo período, el cris-
tianismo fue abrazado por casi todos los bárbaros, quienes establecie-
ron sus reinos bajo las ruinas del Imperio Occidental; los burgundios
en la Galia, los suevos en España, los vándalos en África, los ostrogo-
dos en Polonia y diversas bandas de mercenarios (hérulos, etc.) que
llevaron a Odoacro al trono de Italia. Los francos y los sajones aún
perseveraban en los errores del paganismo; sin embargo, los francos
obtuvieron la monarquía de las Galias por su sumisión al ejemplo de
Clodoveo". 51 El desarrollo de estas tribus bárbaras resultó en las nacio-
nes europeas modernas.

UN REINO DIVIDIDO
Pero la profecía no se detiene ahí. El profeta continuó: "Y eso que
viste, el hierro mezclado con la arcilla, significa que se mezclarán por
medio de casamientos pero no se unirán el uno con el otro, así como el
hierro no se mezcla con la arcilla". Se hicieron varios intentos para tratar
de mantener la unidad de este poder. Pero la profecía decretó: "Pero no
se unirán el uno con el otro". El historiador George H. Merrit aborda los
lazos familiares de Europa al tratar de mantenerse unida:

Guillermo II de Alemania es primo hermano de Jorge


V, y su madre, Victoria, era hermana del padre de Jor-
ge, Eduardo VII de Inglaterra. Además, Nicolás se casó
con otro primo hermano de Jorge y William; la madre de
la zarina era otra hermana de Eduardo VII. Finalmen-
te, Jorge, Guillermo y Nicolás son por sus padres, nietos
de Carlos, duque de Mecklemburgo-Strelitz, fallecido en
1752, y Guillermo y Nicolás son descendientes del rey
Federico Guillermo III de Prusia. Otros primos del rey
Jorge y el zar Nicolás, también nietos de Cristián IX de

51 Eduardo Gibbon, The Decline and Fa// of the Roman Empire (Nueva York: The Modern Li-
bra ry, 1995), t. 3, p. 543 .
Una estatua aterradora 1 65

Dinamarca, son: Cristián X de Dinamarca, Constanti-


no I de Grecia y Ernesto Augusto, duque de Brunswick,
quien también es yerno del emperador Guillermo II. 52

No solo mediante matrimonios reales se buscaba la unificación del


reino dividido, sino también por medio de muchas alianzas políticas
entre naciones. Los estadistas con visión de futuro trataron por diver-
sos medios de crear una federación de naciones que funcionara con
eficacia, pero todos estos intentos fracasaron. Podemos mencionar
a Carlomagno, Carlos V, Luis XIV, Napoleón Bonaparte, Hitler, etc.
La profecía ratifica: ((No se unirán el uno con el otro" (Daniel 2:43).
Ningún poder humano puede cambiar el curso de la profecía. Lo que
Dios ha revelado se cumplirá inequívocamente. Como reconoció Job:
((Ningún plan tuyo puede ser frustrado" (Job 42:2).

UNA PIEDRA CORTADA SIN MANO ALGUNA


Después de relatar los cuatro poderes que gobernarían el mundo,
Daniel revela: ccy en los días de estos reyes" (Daniel 2:44), refiriéndose
a los diez reinos que tomarían el control de Roma, ((el Dios del cielo
establecerá un reino que nunca jamás será destruido [... ].Por eso viste
que una piedra fue cortada del monte sin mano alguna y desmenuzó el
hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro" (Daniel 2:44, 45).
¿A quién o qué representa esta piedra? Desde el siglo II de la era cristia-
na, esta piedra se ha interpretado como Cristo, quien arrasará los reinos
del mundo tras las divisiones del Imperio Romano. 53 Martín Lutero, el
gran reformador del siglo XVI, también concordó en que las piernas, los
pies y los dedos de los pies de la estatua representaban a Roma; que esta
se había dividido en las naciones modernas de Europa; y que la piedra
representaba el reino de Cristo, que establecería en su segunda venida. 54

George H. Merrit, "The Royal re lati ves of Eu rope", The World's Work, octubre de 1914, p. 594;
52

en González, 1994, p.11 .


53Entre los primeros escritores crist ianos q ue defendieron est a inte rpretació n estaba lre neo.
Ver LeRoy Edwin Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers (Was hin gton, DC: Review and Hera ld,
1946-1 954), t. 4, p. 245.
54 lbíd., pp. 267,268. Uno de los p ri me ros en cuestionar esta interp retación profética fue Ag us-
t ín, obispo de Hipona . En su ob ra "Ci udad de Dios", co menzó a alego rizar y esp irit ual iza r la profe-
DANIEL
66 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

No hay duda de que la roca es Jesucristo y la instauración de su


reino eterno. Isaías 28:16 declara: "Yo pongo en Sion por fundamento
una piedra; piedra probada, angular, preciosa, de cimiento seguro. El
que crea, no vacilará,,_ Isaías habla de Cristo como una variedad es-
pecial de piedra, la "piedra angular, preciosa,,_ Cristo mismo entendió
estos símbolos usados en el Antiguo Testamento. En Lucas 20:17 y 18,
él dijo de sí mismo: "¿Qué significa lo que está escrito: 'La piedra que
condenaron los edificadores ha venido a ser cabeza de esquina'?,,. Aquí
se refiere a sí mismo como la piedra angular de Isaías. Y continúa:
"Todo el que caiga sobre esa piedra será quebrantado; pero aquel sobre
quien caiga la piedra, lo desmenuzará,,_
El apóstol Pedro, escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo,
revela esta misma verdad: "Acérquense a él, piedra viva, reprobada por
los hombres, pero elegida y preciosa para Dios. [... ] Por eso dice la
Escritura: 'Pongo en Sion la principal piedra del ángulo, elegida, pre-
ciosa. El que crea en ella, no será defraudado' ,, (1 Pedro 2:4, 6).
Entonces, llegamos a una pregunta crucial: ¿Cuándo se establece-
rá este reino de Cristo? ¿Qué quiso decir Daniel cuando dijo "en los
días de estos reyes,,? (Daniel 2:44). Algunos han interpretado a estos
reyes como los cuatro imperios desde Babilonia hasta Roma. Sin em-
bargo, el elemento de tiempo en la profecía nos asegura que la piedra
que simboliza el reino de Cristo se establecerá en los días de los reyes
representados por los pies y los dedos de los pies de la estatua (Da-
niel 2:41-44). Estos reinos no llegaron a existir históricamente hasta
después del ministerio terrenal de Jesús, y finalmente con la caída de
Roma occidental en el año 476 d.C.
Se puede encontrar evidencia adicional para este punto de vista
en el paralelo entre los capítulos 2 y 7 de Daniel. La cuarta bestia de
Daniel 7:7 (terrible y aterradora) representa el mismo Imperio que las
piernas de hierro de la imagen: Roma. Así como los pies tienen diez
dedos, este cuarto poder tiene diez cuernos. En el capítulo 7, solo des-
pués del surgimiento de los diez reinos aparece una nueva escena: el
establecimiento del juicio y la entrega del reino a los santos del Altísi-

cía y a enseñar que la roca era la Iglesia, que tr iunfaría sobre los reinos terrenales. Ver más det alles
en : Frank B. Holbrook, Symposium on Daniel (Hagerstown, M I: Review and Herald, 1986), p. 337.
Una estatua aterradora 1 67

mo (Daniel 7:26, 27). Lo mismo ocurre en la visión del capítulo 2 con


la piedra arrojada sin la ayuda de manos. Esto significa que el reino
eterno de Cristo se establecerá en los días de la Europa moderna, que
se formó a partir de las tribus bárbaras que socavaron Roma.
Así, en la historia universal de las naciones, podemos contemplar
el cumplimiento literal de la profecía divina dada en el capítulo 2 de
Daniel hasta la división del cuarto reino en diez. Ahora esperamos la
aparición de esa piedra, cortada sin manos, que representa la segunda
venida de Cristo y el establecimiento de su reino eterno (Daniel 2:44,
45; 7:13, 14, 26, 27). Esto es lo que mantiene esperanzado al pueblo de
Dios en los últimos días de la historia humana.

LA ACTITUD DE NABUCODONOSOR
El rey estaba convencido de la verdad de la interpretación y, con hu-
mildad y asombro, «se postró sobre su rostro y[ ... ] dijo a Daniel: 'Real-
mente el Dios de ustedes es Dios de dioses, Señor de los reyes, que revela
los misterios, pues pudiste revelar este misterio'" (Daniel 2:46, 47).
Nabucodonosor engrandeció a Daniel y le dio muchos regalos y lo
hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia. En ese momen-
to, Daniel no se olvidó de sus amigos, Ananías, Misael y Azarías, y, a
petición suya, fueron puestos «sobre la administración de la provincia
de Babilonia" (Daniel 2:49).
Siglos antes de estos eventos históricos, el Revelador de Misterios
miró hacia el futuro y predijo las escenas del auge y la caída de estos
cuatro imperios universales. Dios le hizo saber a Nabucodonosor, a
quien llama «mi siervo", que su reino caería y surgiría un segundo
reino, que también tendría su período de prueba. Al no exaltar al Dios
verdadero, su gloria también sería abatida, y un tercer reino tomaría
su lugar. Este también pasaría; y un cuarto, fuerte como el hierro, so-
metería a las naciones del mundo.
En cada una de estas revelaciones, Dios tenía la intención de usar
estas naciones para sus propósitos. Si se hubieran conservado bajo el
temor de Dios, se habrían mantenido en sabiduría y fortaleza . Pero
rechazaron las oportunidades y su período de gloria pasó.
Hoy, a todo gobernante de la Tierra se dirigen las mismas palabras
DANIEL
68 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

que fueron dichas a Nabucodonosor: "Por tanto, aprueba mi conse-


jo. Renuncia a tus pecados y haz lo justo, renuncia a tu maldad y sé
bondadoso con los oprimidos. Tal vez eso prolongue tu tranquilidad,,
(Daniel 4:27). Entender estas cosas, que "la justicia engrandece a la na-
ción,, (Proverbios 14:34), que "la justicia afirma el trono,, (Proverbios
16:12), y que "con clemencia se sostiene su trono" (Proverbios 20:28),
y reconocer la operación de estos principios en la manifestación de
su poder que "quita reyes, y pone reyes,, (Daniel 2:21) es entender la
filosofía de la historia.
De la historia del capítulo 2 aprendemos que la fortaleza, tanto de
las naciones como de los individuos, no se encuentra en las oportuni-
dades o las facilidades que tenemos, ni en la aparente grandeza, sino
que se mide por la fidelidad con la que se cumple el propósito de Dios
en nuestra vida.
---·~•---
"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan

ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo

de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le

corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la

brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aun-

que se desplomen los cielos" (La educación, p. 57).

----·~·----
EL HORNO
ARDIENTE
El capítulo 3 de Daniel describe una historia asombrosa de los días
de Daniel, que tiene su paralelo en los últimos días, como se muestra
en el libro del Apocalipsis.
El rey N abucodonosor quedó impresionado durante un tiempo por
la interpretación del sueño de la estatua, que abrió ante él acontecimien-
tos que llegarían hasta el "tiempo del fin", y fue instruido en el papel
que iba a desempeñar en la historia hasta el establecimiento del eterno
reino de Dios. Pero esa impresión no duró mucho. Su corazón no estaba
purificado de la ambición mundana ni del deseo de exaltación. La pros-
peridad que acompañó a su reinado lo llenó de orgullo y vanidad.
Se cree que pasaron nueve años entre el sueño de la estatua y el
episodio descrito en el capítulo 3. Por el consejo de los sabios de Ba-
bilonia, N abucodonosor decidió construir la imagen. Pero decidió ir
más allá de la división de metales. Daniel informa: "Tiempo después,
el rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de sesenta codos (27 m)
de altura y seis codos de ancho. Y la levantó en el campo de Dura, en
la provincia de Babilonia" (Daniel 3:1). Este evento indica claramente
que dejó de honrar a Dios y reanudó su culto idólatra con mayor celo
y fanatismo. ss

LA LUCHA POR LA ADORACIÓN


La misma imagen que Dios usó para revelar sus propósitos eter-
nos a los hombres, al desplegar ante ellos importantes eventos futuros,
ahora se usaría para la glorificación del poder humano. La interpreta-

55 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 369.


DANIEL
72 Secretos de la profec ía

ción dada por Daniel sería olvidada y las verdades serían mistificadas.
En esto vemos la acción satánica, tratando de frustrar los planes di-
vinos. Elena de White dice que «Satanás estaba procurando estorbar
el propósito divino en favor de la familia humana. El enemigo de la
humanidad sabía que la verdad sin mezcla de error es un gran poder
para salvar; pero que cuando se usa para exaltar al yo y favorecer los
proyectos de los hombres, llega a ser un poder para el mal". 56
Aunque la estatua del sueño, su Imperio, Babilonia, estaba simboli-
zado por la cabeza de oro, esta otra estatua, erigida en la llanura de Dura,
era toda de oro, simbolizando así la perpetuidad de su reino. También
es notable el tamaño de la estatua, sesenta codos de alto y seis codos de
ancho. Esto refleja el uso del sistema sexagesimal (sistema que depende
del número sesenta) en Babilonia. El sistema sexagesimal fue inventado
por los propios babilonios. Este sistema todavía se usa mucho hoy en
día, como se puede ver en el conteo de segundos, minutos y horas.
El codo puede variar de 44,7 a 52,4 cm. 57 Tomando un promedio
de cincuenta centímetros por cada codo, esto nos daría una imagen
de treinta metros de alto por tres metros de ancho; aproximadamente.
Dimensiones que ciertamente incluían una especie de pedestal, donde
se asentaba la imagen. Se podría comparar con un edificio de unos
diez pizos.
Pero ¿cuál fue el motivo de la construcción de la estatua? Como ya
se ha dicho, la intención era perpetuar el poder de Babilonia, y para
ello se convocó una asamblea general, a la que debían asistir todos los
políticos y los administradores de Babilonia, para adorar la imagen
de oro que el rey había erigido. Daniel 3:5 declara: «Al oír el son de
la bocina, la flauta, el tamboril, el arpa, el salterio, la zampoña y todo
instrumento músico, se postren y adoren la estatua de oro que el rey
Nabucodonosor levantó". La representación de la conmemoración de
la estatua daría evidencia de sumisión al poder del rey, y al mismo
tiempo mostraría reconocimiento de que los dioses de Babilonia eran
superiores a todos los demás dioses del pueblo.

56 lbíd., pp. 370, 371 .


57W. E. Vine, Dicionário Vine: O significado exegético e expositivo das palavras do Antigo Tes-
tamento e do Novo Testamento (Río de Ja neiro: CPAD, 2010), p. 86.
El horno ardiente 1 73

Aún faltaba un detalle: el culto era obligatorio, y cualquiera que no


adorara la imagen sería instantáneamente arrojado al horno de fuego
(Daniel 3:6).
Si tomamos un descanso de nuestra historia y sistematizamos sus
elementos, podemos definirlos fácilmente:
• Un soberano poderoso
• Una imagen falsa
• Adoración forzada
• Unión del poder civil y religioso
• Pena de muerte para los desobedientes
¿Hay alguna aplicación de esta experiencia a los últimos días de la
historia, o solo se registró para provecho de las personas que vivieron
hace 2.500 años? Una mirada rápida al capítulo 13 del Apocalipsis
responde a esa pregunta.

Daniel Apocalipsis
3:1 Un poderoso soberano 13:11
3:2 Una imagen falsa 13:14
3:5 Adoración forzada 13:15
3:2 Unión entre Iglesia y Estado 13:12
3:6 Pena de muerte 13:15

Como se ve en la lista de textos anterior, el Apocalipsis apunta a un


evento idéntico que involucra al pueblo de Dios en nuestros días. El
poder representado por Apocalipsis 13:11 emitirá un decreto en el que
se obligará a todos los habitantes de la tierra a adorar a la primera bes-
tia (Apocalipsis 13:1-10), con una terrible amenaza de muerte a todos
los que no se rindan a esa adoración (Apocalipsis 13:15). Y ciertamen-
te, en aquel tiempo, como Ananías, Misael y Azarías, muchos hijos e
hijas de Dios sinceros se opondrán, a riesgo de su propia vida, a este
acto idólatra, y elegirán adorar solo al Dios Creador del Cielo y de la
Tierra (Apocalipsis 14:6, 7; 12:11).

TRES JÓVENES VALIENTES


DANIEL
74 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

Cuando llegó el día de la gran convocatoria, miles se reunieron en


la llanura de Dura ante la imagen de oro que el rey había construido.
Según la orientación del heraldo, cuando se tocaron los instrumen-
tos musicales, todos se postraron en reverencia y adoraron la imagen
de oro y el poder que simbolizaba (Daniel 3:4, 5). Los poderes de las
tinieblas parecían haber obtenido un triunfo notable, y la idolatría pa-
recía estar a punto de perpetuarse en Babilonia. Satanás, por lo tanto,
esperaba frustrar los planes de Dios de usar a sus hijos cautivos en
Babilonia como una forma de bendecir a todas las naciones. Pero la
historia daría otro giro y Dios sería nuevamente honrado.
No es fácil quedarse de pie cuando todos están postrados. Pero
eso hicieron los amigos de Daniel: Ananías, Misael y Azarías (Daniel
3:12). Desde la infancia, habían aprendido a adorar y reverenciar solo
al Dios verdadero. El mandamiento estaba claro en su mente: «No ten-
drás otros dioses fuera de mí; No te harás imagen; No te inclinarás a
ellas, ni las honrarás" (Éxodo 20:3-5). «No se vuelvan a los ídolos, ni se
hagan dioses de metal fundido" (Levítico 19:4). «Ustedes han visto sus
abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro" (Deute-
ronomio 29:17). Eran siervos del Dios viviente y no se inclinarían ante
los dioses falsos de Babilonia.
El rey pronto se enteró de la rebelión y les dio una segunda oportu-
nidad. «¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abednego [nombres babilónicos
de los jóvenes], que ustedes no honran a mi dios, ni adoran la esta-
tua de oro que levanté? Ahora, al oír el son de la bocina, la flauta, el
tamboril, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento músico,
¿están prestos a postrarse y adorar la estatua que levanté? Porque si
no la adoran, en esa misma hora serán echados en un horno de fuego
ardiente. ¿Y qué dios los librará de mis manos?" (Daniel 3:14, 15).
Esta pregunta no podía quedar sin respuesta, porque el Dios de
Israel, el Dios Creador del Cielo y de la Tierra, sería glorificado en la
fidelidad de estos tres jóvenes. Con la confianza y el coraje que solo
pueden brotar de una íntima relación con el Señor, estos jóvenes res-
pondieron: «Acerca de esto no necesitamos responderte. Nuestro Dios,
a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego; y de tu mano
nos librará. Y aunque no nos librara, sepas que no adoraremos a tu
El horno ardiente 1 75

dios ni la estatua que has levantado" (Daniel 3:16-18).


Hablando de la necesidad de tales hombres hoy, Elena de White
escribió: «La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no
se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en
lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el
nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al
deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de
la justicia aunque se desplomen los cielos". 58
Los tres jóvenes hebreos ni siquiera temieron que el cielo se desplo-
mara sobre su cabeza. Se aferraron a la promesa divina: ''Cuando pa-
ses por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti" (Isaías 43:2).
Te estarás preguntando: ¿Dónde estaba Daniel en ese momento?
¿Por qué no aparece en la historia? No tenemos una respuesta a esta
pregunta, pero hay algunas posibilidades. Una es que podría estar en
algún tipo de viaje, velando por los intereses del reino. Es posible que
el rey mismo, en virtud de conocer bien a Daniel, y sabiendo que no se
postraría en reverencia a la imagen, de alguna manera se las arreglara
para asegurarse de que no estuviera en Babilonia el día de la consagra-
ción de esta estatua. Este detalle sigue siendo un misterio.

UN HORNO ARDIENTE
El horno descrito en el texto probablemente era un lugar donde
se quemaban ladrillos, ya que la mayoría de los edificios de Babilonia
estaban construidos con este tipo de material. Herodoto, el "Padre de
la Historia", al hablar de las reformas que Nitocris, hija de Nabucodo-
nosor, probablemente esposa de Nabonido y madre de Belsasar, em-
prendió en Babilonia poco antes de la invasión medopersa, menciona
el uso de ladrillos en la construcción de muros y del puente que conec-
taba las dos partes de la ciudad. 59
Por orden del rey, uno de estos hornos fue calentado siete veces
más (Daniel 3:19). El calor era tan intenso, que incluso los valientes
responsables de arrojar a los jóvenes al horno perdieron la vida (Da-
niel 3:22). Lo que sigue es un Dios poderoso que actúa para salvar a

58 Elena de White, La educación, p. 57.


59 Herodoto, pp. 92-94.
DANIEL
76 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

sus hijos de la muerte. El texto bíblico menciona la sorpresa del rey


Nabucodonosor cuando preguntó a sus consejeros: ((¿No echaron a
tres varones atados dentro del fuego? [... ] Yo veo cuatro varones suel-
tos, que se pasean en el fuego sin sufrir ningún daño; y el parecer del
cuarto es semejante a un hijo de los dioses" (Daniel 3:24, 25). Aquí
vemos el aspecto redentor de Jesús en el tercer capítulo.
Cristo mismo vino a estar con sus hijos en medio de la prueba. Je-
sús caminó con los jóvenes entre el fuego, que perdió completamente
su efecto ante el Señor Dios, Creador de todos los elementos existentes.
N abucodonosor tuvo una visión del Hijo de Dios. Ese día comprende-
ría una vez más la superioridad del Dios de los jóvenes hebreos sobre
los dioses de Babilonia. Era un Dios tan celoso, que nada se quemó en
el horno, excepto las cuerdas que los ataban.
Un detalle llama nuestra atención: ¿Cómo sabía el rey pagano cómo
era el Hijo de Dios? Elena de White da una respuesta: ((En su vida y
carácter, los cautivos hebreos que ocupaban puestos de confianza en
Babilonia habían representado la verdad delante de él. Cuando se les
pidió una razón de su fe, la habían dado sin vacilación. Con claridad y
sencillez habían presentado los principios de la justicia, enseñando así
a aquellos que los rodeaban acerca del Dios al cual adoraban. Les ha-
bían hablado de Cristo, el Redentor que iba a venir; y en la cuarta per-
sona que andaba en medio del fuego, el rey reconoció al Hijo de Dios". 60
Es maravilloso pensar en el poder del testimonio. Nuestra vida ha-
bla mucho más que nuestras palabras. El mejor sermón que se puede
predicar es una vida de consagración a Dios y de servicio a los demás.
El mundo todavía espera ver este tipo de fe en los cristianos modernos.
Tal vez sufriendo el calor del intenso fuego, el rey se acercó lo más
que pudo para hacer oír su voz y llamar a los jóvenes fuera del horno.
¡Qué escena tan interesante! Al recibir la visita de Jesús y ser testi-
gos del milagro del fuego que no quemaba, los jóvenes no salieron
del horno, sino que se quedaron allí y, según las propias palabras del
rey, caminaban dentro del horno. Esto nos lleva a la conclusión de
que, con Jesús, incluso el fuego de la prueba se convierte en un lugar
agradable. En este momento, quizá enfrentes una verdadera prueba

60 Elena de White, Profetas y reyes, p. 374.


El horno ardiente 1 77

de fuego, pero presta atención. Más allá de las nubes oscuras que se
forman en el horizonte, más allá de las lágrimas que ruedan por tus
mejillas por cosas que solo tu corazón conoce, hay un Dios de amor.
Un Dios tan maravilloso, que viene a estar con sus hijos en los mo-
mentos más difíciles. Aférrate a sus promesas ahora: "A ustedes no les
ha venido ninguna tentación que no sea humana. Pero Dios es fiel, y
no los dejará ser tentados más de lo que pueden resistir. Antes, junto
con la tentación les dará también la salida, para que puedan soportar"
(1 Corintios 10:13). Y aún más: "Sabemos que todas las cosas obran
para el bien de los que aman a Dios, los que han sido llamados según
su propósito" (Romanos 8:28). Muchas veces has "subido" al Cielo en
oración en tiempos de lucha, pero en la hora del fuego él descenderá a
tu horno. El mismo Hijo de Dios estará a tu lado en los momentos más
difíciles de tu vida. ¡Solo tienes que creer!

FIDELIDAD RECOMPENSADA
Todos se reunieron para testificar que ni siquiera se sentía olor a
algo chamuscado. Este extraordinario acontecimiento llevó al rey a
reconocer: ((¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que
envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él; los cuales des-
obedecieron la orden del rey y entregaron sus cuerpos antes que servir
y adorar a otro dios que su Dios!" (Daniel 3:28).
Impresionado por la fidelidad de los jóvenes y el maravilloso poder
de este Dios de los hebreos, el rey emitió un decreto en el que advertía
a todas las naciones que cualquier blasfemia contra este Dios sería cas-
tigada con la muerte. Y el decreto terminaba con un reconocimiento:
''Por cuanto no hay dios que pueda librar como él" (Daniel 3:29).
El capítulo 3 termina diciendo que "el rey engrandeció a Sadrac,
Mesac y Abednego en la provincia de Babilonia" (Daniel 3:30). Estos
mismos tres jóvenes que al final del capítulo 2 habían sido coloca-
dos sobre los asuntos de la provincia de Babilonia, nuevamente fueron
promovidos por el rey mismo. Su fidelidad fue recompensada y dieron
un poderoso testimonio, que todavía resuena hoy, del poder y el cui-
dado de Dios por sus hijos.
Manuscritos de las traducciones más antiguas, como la Septuagin-
DANIEL
78 Secretos de la profec ía

ta (LXX) 61 y la traducción de Teodoción, insertaron un texto apócri-


fo llamado ((Cántico de los tres jóvenes" inmediatamente después del
versículo 23 del capítulo 3. Este cántico contiene 68 versículos, y en la
Biblia de Jerusalén aparece con las siguientes divisiones: (1) Cántico
de Azadas (Abednego) en el horno, compuesto tanto de una confe-
sión como de una súplica (vers. 24-45); (2) un interludio en prosa, que
describe el calentamiento del horno y el descenso del ángel del Señor
para enfriar las llamas (vers. 46-50); y (3) el cántico de los tres jóvenes
(vers. 51-90).
Aunque el mismo Jerónimo62 reconoció que este texto es espurio,
esta adición apócrifa se ha mantenido en varias versiones católicas.
Los estudiosos debaten si el origen del cántico es judío o cristiano. Va-
rios de ellos creen que esta obra fue creada alrededor del año 100 a.C. 63
Independientemente de la fecha de su composición, la canción tiene
valor histórico, así como los siete libros apócrifos, insertados en algu-
nas versiones de la Biblia. Este aspecto histórico, y no de inspiración
divina como los demás libros del Canon, tiene su valor, porque quien
escribió el cántico buscó imaginar la gratitud de los jóvenes hebreos
después de presenciar tal liberación.
El versículo 31, parte del cántico de Azadas, menciona que la prue-
ba fue un juicio que Dios les dio. Los versículos 40 y 41 declaran: ''Mas
con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos, como con
holocaustos de carneros y toros, y con millares de corderos pingües;
Tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti, y te agrade que plenamente te
sigamos, porque no hay confusión para los que en ti confían". La can-
ción está haciendo una comparación entre los sacrificios ofrecidos
y quemados en el Santuario con la situación que vivían los jóvenes,
como si ofrecieran sus cuerpos como sacrificio vivo a Dios.

61 La Septuag inta, también identificada por el número romano 70 (LXX), es una traducción
del Antiguo Testamento, escrito originalmente en hebreo y arameo, al griego. Esta versión f ue
real izada por setent a y dos rab inos (seis de cada una de las doce tribus) que t rabajaron en ella y,,
según la historia, habrían complet ado la t rad ucción en setenta y dos días.
62 Jerónimo es co nocido como el traductor de la Bibl ia de l g riego ant iguo y del hebreo al latín .
La edició n de San Je rónimo, la Vu lgata, sig ue sie ndo el texto bíbl ico oficial de la Iglesia Cató li ca
Romana .
63 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág . 812.
El horno ardiente 1 79

Durante los años de la Edad Media, los hijos de Dios también fue-
ron severamente perseguidos y probados. En los albores del siglo XV,
había tres papas reinando simultáneamente. 64 Para solucionar este pro-
blema, se convocó un concilio general en Constanza, en el año 1414,
por el emperador Segismundo y el Papa Juan XXIII. Este consejo duró
tres años y cinco meses. Me llaman la atención dos decisiones de ese
consejo. Primero, depusieron a los tres papas reinantes y eligieron a
Martín V como el papa legítimo; segundo, condenaron a la hoguera a
Juan Huss y, aproximadamente un año después, a Jerónimo de Praga.
El 6 de julio de 1415, Huss fue desnudado y atado con cuerdas mo-
jadas. Su cuello estaba sujeto a la estaca con una cadena. Antes de que
se encendiera la hoguera, Luis, duque de Baviera, instó a Huss a pen-
sar en su salvación y renunciar a sus errores. Su respuesta fue: ((¿A qué
errores debo renunciar si no me siento culpable de nada? [... ] Con la
mente serena y llena de fe estoy listo para enfrentar la muerte". 65 Se
encendió el fuego, y mientras ardían las llamas, comenzó a cantar:
((¡Jesucristo! ¡Hijo del Dios vivo! Ten piedad de mí". Así, en esta vida,
la voz del gran maestro Juan Huss fue silenciada. Aproximadamente
un año después, de la misma manera y en el mismo lugar, fue asesi-
nado su gran amigo, Jerónimo de Praga. Tres jóvenes hebreos y dos
héroes mártires de la Edad Media. ¡Dos destinos completamente di-
ferentes! En momentos como estos, me pregunto: ¿Por qué Dios no
liberó a Huss y a Jerónimo como lo hizo con los jóvenes hebreos? No
encuentro respuesta a mi pregunta, pero solo hay una certeza: ((Las
cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las reveladas son
para nosotros" (Deuteronomio 29:29).
Un día, en la eternidad, Ananías, Misael y Azarias se encontrarán
con Huss y Jerónimo. Podrán compartir todas las escenas que vivie-
ron en la Tierra y cómo Dios cuidó de cada uno de ellos. ¿No sería ma-
ravilloso poder asistir a esta reunión? Prepárate entonces y no pierdas
la confianza, aunque un horno sea parte de tu caminata.

64 Los tres Papas fueron : el Papa Juan XXI II, elegido por los italianos; el Papa Gregario, elegido
por los franceses, y el Papa Benedicto, elegido por los españo les.
65 John Fox, O livro dos mártires (Sao Paulo: Mundo Cristia no, 2003), p. 119.
----~----
"Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a todo

individuo de la actualidad. Hoy, los hombres y las naciones son medi-

dos por la plomada que sostiene aquel que no se equivoca. Todos deci-

den su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se

cumplan sus propósitos" (La educación, p. 178).

----~----
DEL PALACIO
AL PASTO
De todos los capítulos registrados en Daniel, el capítulo 4 es el úni-
co que no fue escrito por él. El autor es el mismo rey Nabucodonosor,
y registra una proclamación real. Escribió: "El rey N abucodonosor, a
todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: 'Paz
les sea multiplicada' " (Daniel 4:1).
Este capítulo es el final de la historia del gran rey del período neo-
babilónico. Registra su último relato. Y está impregnado de lecciones
espirituales y de la misericordia de Dios manifestada a un rey pagano
e idólatra.
El cambio en este capítulo de la primera persona a la tercera, y de
regreso a la primera (ver Daniel 4:2-27; cf 28-33; 34-37) ocurre porque
Daniel probablemente escribió el decreto por orden del rey, o como su
asesor principal, y agregó ciertas partes al decreto. El decreto reflejaba
los sentimientos del rey cuando sus facultades mentales habían sido
completamente restauradas. ((El que fuera una vez un orgulloso mo-
narca había llegado a ser un humilde hijo de Dios". 66

UN DECRETO REAL
Así decía el decreto: ((Conviene que yo publique las señales y mila-
gros que el Altísimo Dios ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus
señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino es reino eterno, y su
dominio de generación en generación" (Daniel 4:2, 3).

66 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 382.


DANIEL
82 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

N abucodonosor reinó 43 años en Babilonia. Este sueño ocurrió en


la segunda parte de su reinado. El rey declaró: "Estaba yo tranquilo en
mi casa, floreciente en mi palacio" (Daniel 4:4). De repente, la escena
cambia y el rey se asombra: "Tuve un sueño que me espantó. Tendido
en mi cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron"
(Daniel 5:5).
En este caso, a diferencia del capítulo 2, el rey no había olvidado el
contenido del sueño, pero tampoco conocía su significado. Entonces,
una vez más, los sabios (magos, astrólogos, caldeos y adivinos) fueron
llamados para darle al rey la interpretación del sueño. Pero Daniel 4:7
declara que no pudieron darle al rey la interpretación. Una vez más,
quedó demostrada la incapacidad de cualquier hombre para revelar
los misterios que el Altísimo tiene reservados para sí mismo.

NABUCODONOSOR RELATA EL SUEÑO


Los habitantes de Babilonia solían ver un significado en cada sue-
ño. Posiblemente, por eso Dios una vez más usó un sueño como ins-
trumento para exponer sus propósitos. Dios siempre usa parábolas y
figuras para transmitir sus verdades. Los símbolos ayudan a recordar
tanto el mensaje como su importancia durante más tiempo que si el
mensaje se hubiera comunicado de otra forma. Tomemos, por ejem-
plo, la advertencia de N atán a David después de su adulterio con Bet-
sabé (2 Samuel 12:1-15).
En presencia de Daniel, en quien el rey reconoció "el espíritu del
Dios santo" (Daniel 4:8, 18), el rey narra su sueño:

Me parecía ver en medio de la tierra un árbol de gran


altura. Ese árbol creció y se hizo fuerte; su altura llegó
hasta el cielo y se lo podía ver desde los extremos de la
tierra. Su copa era hermosa y su fruto abundante, y había
en él alimento para todos. A su sombra hallaban abrigo
las bestias del campo y en sus ramas anidaban las aves del
cielo, y de él se mantenía toda carne. Mientras estaba en
mi cama vi, en las visiones de mi cabeza, que un vigilante
y santo descendió del cielo. Y clamó con fuerza: "Corten
Del palacio al pasto 1 83

el árbol, desmochen sus ramas, derriben su copa y des-


parramen su fruto. Váyanse las bestias que están debajo
de él y las aves de sus ramas. Pero dejen en tierra la cepa
y su raíz, con atadura de hierro y bronce entre la hierba
del campo. Y sea mojado con el rocío del cielo, y con las
bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su mente
sea cambiada de mente de hombre en mente de bestia, y
pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto
de los vigilantes, y por orden de los santos la decisión;
para que conozcan los vivientes que el Altísimo manda
sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo da, y
constituye sobre él al más humilde de los hombres" (Da-
niel 4:10-17).

DANIEL INTERPRETA EL SUEÑO


Después de escuchar atentamente el relato, Daniel estuvo "callado
por algún tiempo, y sus pensamientos lo turbaban" (Daniel 4:19). Su
respeto y amistad por el rey le dificultaban el desarrollar el significado
del sueño. El rey lo animó a que no se inquietara, sino que le revelara el
sueño, y entonces Daniel procedió a interpretar los hechos que aconte-
cerían en la vida del rey.
"El árbol que viste [... ] eres tú mismo, que creciste y te hiciste fuer-
te" (Daniel 4:20-22). El árbol que fue cortado y destruido, y su tronco
con sus raíces que quedaron en la tierra, significaba que el rey sería
expulsado de entre los hombres y viviría con las bestias del campo y
comería hierba como ellas. Pasarían siete tiempos, es decir, siete años 67
(Daniel 4:25; cf 11:13), hasta que el rey reconociera que "el Altísimo
domina sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo da" (Daniel
4:25). Luego, dentro de ese período de siete años, el rey volvería a su
condición normal.
N abucodonosor había sido exaltado a lo más elevado de la gloria
mundana. Incluso en la profecía de Ezequiel había sido llamado "rey

67 La palabra aramea 'iddan, "tiempo", aparece tamb ién en 4:23, 25 y 32; y luego en 7:25 y 12:7;
en t odas estas ocas io nes, significa "año". El texto de la LXX dice "siete años". Entre los p rim eros
exposito res que se inclinaron po r esta op inió n est á Flavio Josefo. Ve r História dos hebreus: Obra
completa, p. 253 .
DANIEL
84 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

de reyes" (Ezequiel 26:7). Sin embargo, aunque a veces le había atri-


buido a Dios la gloria de su reino, estaba a punto de dar la espalda a
Dios una vez más y olvidar la verdad eterna de que, en los asuntos de
las naciones, Dios siempre está ejecutando "silenciosa y pacientemente
los consejos de [su] voluntad". 68
Daniel concluye la interpretación del sueño y da un consejo al rey:
"Por tanto, aprueba mi consejo. Renuncia a tus pecados y haz lo justo,
renuncia a tu maldad y sé bondadoso con los oprimidos. Tal vez eso
prolongue tu tranquilidad" (Daniel 4:27).
Al rey N abucodonosor se le enseñó un principio divino: los juicios
de Dios contra los hombres pueden evitarse mediante el arrepenti-
miento y la conversión (ver Isaías 38:1-2, 5; Jeremías 18:7-10; Jonás 3:1-
10). Pareciera que, durante los siguientes doce meses, Nabucodonosor
siguió el consejo de Daniel, pero al final, el deseo de exaltación propia
y el orgullo mundano ocuparon su mente. El corazón no transforma-
do por la gracia de Dios pronto pierde las impresiones del Espíritu
Santo. La condescendencia propia y la ambición aún no habían sido
erradicadas del corazón del rey. Más tarde, estos rasgos reaparecieron,
como veremos más adelante.

EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA
Exactamente un año después, el rey dijo: "¿No es esta la gran Ba-
bilonia que yo edifiqué con la fuerza de mi poder, para residencia real
y para gloria de mi grandeza?" (Daniel 4:30). Una de las antiguas ins-
cripciones que se han conservado de los escombros de las ruinas de
Babilonia muestra algo muy parecido al texto sagrado. Dice: "Enton-
ces construí yo el palacio, el asiento de mi realeza, el vínculo de la raza
de los hombres, la morada del triunfo y el regocijo". 69
Por supuesto, la afirmación de Nabucodonosor de haber "edifica-
do" la ciudad de Babilonia no debe interpretarse como una referen-
cia a su fundación, que tuvo lugar poco después del Diluvio (Génesis
11:1-9), sino que se refiere a la obra de reconstrucción iniciada por su

68 Elena de W h it e, La educación, p. 173.


69 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 820.
Del palacio al pasto 1 85

padre Nabopolasar, y completada por Nabucodonosor. 70 En los inter-


valos entre guerras, N abucodonosor se dedicó a embellecer y fortificar
su capital, hasta que por fin la ciudad de Babilonia se convirtió en la
principal gloria de la tierra, llamada en profecía "Señora de los reinos"
(Isaías 47:5). Herodoto declara que Babilonia era "la más célebre e im-
portante de todas las ciudades". 7 1 Cortada por el río Éufrates, a orillas
del cual podían plantar y sacar su sustento, con altos y fuertes muros,
Babilonia era de hecho una ciudad inexpugnable.
Su tamaño también impresionaba. "Babilonia tenía la forma de un
gran cuadrado, de 22 km de lado. Estas medidas darían a las murallas
una extensión total de 88 km, y a la propia ciudad una superficie de
casi 490 kilómetros cuadrados". 72
No solo era una maravilla en los aspectos de seguridad y grandeza,
sino también en sus bellezas. Durante su largo reinado de 43 años, Na-
bucodonosor construyó tres grandes palacios. El primero fue en la Ciu-
dad Interior. Un segundo, que los excavadores ahora llaman el Palacio
Central, estaba justo afuera del muro norte de la Ciudad Interior. Y un
tercero, el Palacio del Sur, que estaba ubicado en la esquina noroeste
de la Ciudad Interior, e incluía, además de otros edificios, los famosos
jardines colgantes. 73 Estos, construidos por el mismo Nabucodono-
sor, se convertirían en una de las siete maravillas del mundo antiguo.
También hizo las nueve puertas que daban acceso a la ciudad. Todas
estaban dedicadas a las principales deidades de Babilonia. Hacia el este
estaban las puertas de Marduk, principal dios babilónico; y también la
de Ninurta, el dios de la caza y la guerra. Al oeste estaba la puerta de
Adad, el dios de las tormentas. Al sur estaban las puertas de Enlil, el
dios del cielo, la de Shamash, el dios del sol, y la de Urash. Hacia el nor-
te estaban las puertas de Ishtar, la diosa del amor y la guerra; la puerta
de Sin, el dios de la luna; y el de Lugalgirra (o Nergal), el dios de la fiebre
y la pestilencia. 74

70 lbíd.
71 Herodoto, p. 89.
72 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 822.
73 lbíd.
74 Alom ía, p. 19.
DANIEL
86 Secretos de la profec ía

No es casualidad que Rawlinson diga: "Sería difícil exagerar al de-


cir que, sin N abucodonosor, los babilonios no habrían tenido lugar en
la historia,,. 75
En el mismo momento en que el rey se jactaba de las maravillas
ante sus ojos, vino el juicio del cielo: "Aún estaba la palabra en la boca
del rey, cuando vino una voz del cielo que dijo: 'Rey Nabucodonosor,
a ti se te dice: "El reino ha sido quitado de ti. De entre los hombres te
echan, vivirás con las bestias del campo y como a los bueyes te apa-
centarán. Siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el
Altísimo domina sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo
da,, '. En la misma hora se cumplió la palabra sobre N abucodonosor:
fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su
cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como
plumas de águila y sus uñas como las aves,, (Daniel 4:31-33).
En un momento, la razón que Dios le había dado le fue arrebatada,
y el poderoso gobernante se convirtió en un maníaco. Durante siete
años, Nabucodonosor fue un asombro para todos sus súbditos; duran-
te siete años fue humillado ante el mundo entero; hasta que finalmente
reconoció la soberanía del Dios que gobierna todo.
La identidad de la enfermedad del rey no se conoce con certeza. 76
En 1975, se tradujo una tablilla de barro referente a la enfermedad de
N abucodonosor. 77 Esta tablilla se encuentra en el Museo Británico con
el número B.M. 34.113, sp. 213. El documento está muy dañado, pero
se pueden leer las siguientes expresiones: "N abucodonosor consideró
que [... ] su vida parecía no tener valor [... ] no mostró amor por su
hijo o su hija [... ] familia y el clan no existe [.. .] su atención no estaba
dirigida a promover el bienestar de Esagila [... ] llora amargamente
ante Marduk''. 78

75 lbíd., p. 13.
76 Maxwe ll, por ej emp lo, afirma que fue licantropía (sínd rome de l homb re lobo). Uma nova
era segundo as profecías de Daniel, p. 62. Para Vil mar Gonzá lez, la enfermedad se llama Zoa ntro-
pía, una especie de manía menta l en la que el paciente cree haberse convertido en un animal.
Ver González, Daniel e Apocalipse, p. 19.
77 A. K. Grayson, Babylonian Historical Literary Texts: Toronto Semitic Texts and Studies (To-
ronto: Prensa de la Univers idad de Toronto, 1975), p p. 87-92.
78 Siegfried H. Horn, "New Light on Nebuchadnezzar's Madness", Ministry, abril de 1978, pp.
Del palacio al pasto 1 87

Las expresiones anteriores se pueden aplicar muy bien al trágico


período vivido por N abucodonosor. Muchos también se han pregun-
tado por qué no mataron al rey demente, o por qué sus súbditos o mi-
nistros de estado no pusieron a otra persona en el trono durante esos
siete años. Se dio la siguiente explicación: Las personas supersticiosas
de la antigüedad creían que todos los trastornos mentales eran cau-
sados por malos espíritus que se posesionaban de sus víctimas; que si
alguien mataba al demente, ese espíritu se posesionaba del homicida o
instigador del crimen; y que si su propiedad era confiscada, o su cargo
ocupado por otro, una terrible venganza caería sobre los responsables
de la injusticia. Por eso, los locos estaban excluidos de la sociedad,
pero en otros aspectos no se los molestaba (ver 1 Samuel 21:12 al 22:1).

CONCLUSIÓN
La Palabra de Dios declara: "Nada hace Dios, el Señor, sin revelar su
secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3:7). Al final, el juicio pronun-
ciado sobre N abucodonosor produjo resultados positivos. El texto dice:
"Al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo y mi sentido
me fue devuelto. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que
vive para siempre, cuyo dominio es dominio eterno y su reino por todas
las generaciones. Ante él todos los habitantes de la tierra son conside-
rados como nada; en el ejército del cielo y en los habitantes de la tierra
hace según su voluntad; ni hay quien detenga su mano y le diga: '¿ Qué
haces?' En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de
mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí; mis gobernado-
res y mis consejeros me buscaron. Y fui restituido a mi reino, y mayor
grandeza me fue añadida" (Daniel 4:34-36). Elena de White declara: "El
que fuera una vez un orgulloso monarca había llegado a ser un humil-
de hijo de Dios; el gobernante tiránico e intolerante, era un rey sabio y
compasivo. El que había desafiado al Dios del cielo y blasfemado contra
él, reconocía ahora el poder del Altísimo, y procuraba fervorosamente
promover el temor de Jehová y la felicidad de sus súbditos". 79

39-40. Dispo nib le en: <https://www.m inistrymagazine.org/a rchive/1978/04/new-lig ht-on-ne-


buchadnezzars-mad-ness> Co nsultado el 24 de noviembre de 2013.
79 El ena de White, Profetas y reyes, p. 382.
DANIEL
88 Secretos de la profec ía _________ __ _ __ _ __

Finalmente, Nabucodonosor había aprendido la lección que todos


los líderes y los gobernantes de hoy deben aprender: que la verdadera
grandeza consiste en la verdadera bondad. Declaró: <<_Ahora yo, Na-
bucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque
todas sus obras son verdad, sus caminos justos y puede humillar a los
que andan con soberbia" (Daniel 4:37). «El propósito de Dios, de que
el mayor reino del mundo manifestase sus alabanzas, ahora se había
cumplido. La proclama pública, en la cual N abucodonosor reconoció
la misericordia, la bondad y la autoridad de Dios, fue el último acto de
su vida que registra la historia sagrada". 80
Dios actúa de la misma manera con los líderes actuales. «Dios ha
asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a todo individuo de
la actualidad. Hoy, los hombres y las naciones son medidos por la plo-
mada que sostiene aquel que no se equivoca. Todos deciden su destino
por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus
propósitos". 81
¿Cuál será nuestra actitud ante esta verdad eterna? ¿Nos somete-
remos a la conducción divina o dirigiremos nuestra vida como si no
debiéramos responder ante nadie? Dios nos conceda asumir una po-
sición humilde y de confianza, sabiendo que él siempre hará lo mejor
en la vida de sus hijos.

80 lbíd., p. 383.
81 Ele na de W hite, La educación, p. 178.
"La historia que el gran YO SOY ha trazado en su Palabra, al unir

los eslabones de la cadena profética desde la eternidad pasada hasta

la eternidad futura, nos dice dónde estamos hoy en el transcurso de

los siglos, y qué es lo que se puede esperar del futuro. Todo lo que la

profecía anunció que sucedería hasta el presente ha sido registrado en

las páginas de la historia, y podemos estar seguros de que todo lo que

vendrá aún se cumplirá en su orden" (La educación, p. 178).

-----~-----
;

LA CAIDA
DE BABILONIA

SUCESORES AL TRONO
Nabucodonosor reinó durante 43 años en Babilonia82 (605 a.C. al
562 a.C.). Este largo y próspero reinado marcó el apogeo del Imperio
Neobabilónico. Solo veintitrés años separan su muerte de la caída de
Babilonia en 539 a.C. Ramos menciona que, después de su muerte, Na-
bucodonosor fue sucedido por su hijo Evilmerodac (también conocido
como Amel-Marduk). Este reinó solo durante tres años. Después de su
muerte (560 a.C.), Neriglissar (también conocido como Labashi-Sha-
ruzur), yerno de N abucodonosor, ascendió al trono. Este último, des-
pués de reinar unos cinco años, murió en 556 a.C. y su hijo, Labo-
roso-Archod (también conocido como Labashi-Marduk), comenzó su
reinado. Sin embargo, murió ese mismo año y en su lugar ascendió
al trono Nabonido (también conocido como Labineto), otro yerno de
N abucodonosor. 83 Durante su reinado acontecieron los hechos descri-
tos en el capítulo 5 del libro de Daniel.
El texto bíblico comienza hablando de un gran banquete. "El rey
Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia
de los mil bebía vino" (Daniel 5:1). Se cree que Nabonido se casó con

82 Flavio Josefo, História dos hebreus: Obra completa, 1ra . ed. (Río de Janeiro: CPAD, 1992), p.
253 .
83 Ramos, Profecía bíblica, p. 54.
DANIEL
92 Secretos de la profec ía

una hija de Nabucodonosor. 84 En este caso, Belsasar, hijo de Nabo-


nido, sería nieto de Nabucodonosor por parte de su madre. La reina
madre, a quien Herodoto llama Nitocris, mencionada en Daniel 5:10,
conocía muy bien las historias que habían sucedido con Nabucodono-
sor, su padre, y será parte en los hechos de este capítulo.
Según el Comentario bíblico adventista, N abonido estaba en el Lí-
bano, convaleciendo de una enfermedad, y poco antes de comenzar
una campaña contra Tema en el occidente de Arabia, llamó a su hijo
mayor (Belsasar) y "le confió el reino". Desde ese momento en adelan-
te, Belsasar controló los asuntos de Babilonia, mientras que Nabo nido
residió en Tema en Arabia. 85

UN BANQUETE REAL
Si asumimos que Belsasar se convirtió en corregente con su padre,
Nabonido, en el año 552 a.C., pasaron unos trece años antes de la fecha
del banquete en el salón real. Es inexplicable que se diera un banquete
bajo las circunstancias en que vivía Babilonia. Ya se habían librado
algunas batallas entre Persia y Babilonia, pero nada de esto interfirió
con los planes del rey. Josefo menciona que, cuando se realizó la fies-
ta, la ciudad de Jerusalén ya estaba sitiada por los ejércitos de Ciro. 86
Herodoto también menciona que "en el momento de la invasión, los
babilonios estaban celebrando una fiesta, y lejos de imaginar que un
peligro inminente los amenazaba, se entregaron a los placeres y a los
bailes. Cuando se enteraron de la situación, ya era demasiado tarde". 87
Elena de White menciona las razones del banquete: "Babilonia fue si-
tiada por Ciro, sobrino de Darío el Medo y general de los ejércitos
combinados de los medos y persas. Pero dentro de la fortaleza al pare-
cer inexpugnable -con sus macizas murallas y sus puertas de bronce,
protegida por el río Éufrates, y abastecida con abundantes provisio-
nes-, el voluptuoso monarca se sentía seguro y dedicaba su tiempo a

84 Herodoto la llama Nit ocris, una segunda reina. La primera se llamaba Semiramis. Ver Hero-
doto, pp. 92, 93.
85 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 828.
86 Josefo, p. 254.
87 Ve r Herodoto, p. 96.
La caíd a de Ba bi lonia 1 93

la jarana y las orgías. En su orgullo y arrogancia, con temerario sen-


timiento de seguridad, 'Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus
príncipes, y en presencia de los mil bebía vino' (Daniel 5:1)". 88
Como si las orgías y las borracheras no fueran suficientes, Belsasar,
para calumniar al Dios verdadero, mandó traer los vasos sagrados que
se usaban en el servicio del templo en Jerusalén, para que pudieran be-
ber vino de ellos. Josefo menciona que, ((en una habitación donde había
un armario lleno de tesoros, en el que se guardaban los vasos preciosos
que usaban los reyes; a esto quiso añadir una nueva magnificencia, y
luego ordenó que trajesen los vasos sagrados del templo de Jerusalén". 89
Josefo menciona que ni siquiera Nabucodonosor se atrevió a usar
los vasos, pero ahora su nieto Belsasar, ya vencido por el vino, tuvo el
descaro de beber de aquellos vasos y blasfemar a Dios. 90 Los utensilios
del templo habían sido tomados de Jerusalén en tres ocasiones: (1) Una
parte de ellos cuando Nabucodonosor tomó cautivos de Jerusalén en
605 a.C. (Daniel 1:1, 2); (2) la mayor parte cuando el rey Joaquín fue
llevado cautivo en 597 a.C. (2 Reyes 24:12, 13); y (3) el resto de los obje-
tos de metal, en su mayoría de bronce, cuando el templo fue destruido
en 586 a.c. (2 Reyes 25:13-17).
El texto dice que ((excitado por el vino, Belsasar mandó traer los
vasos de oro y de plata que N abucodonosor su padre había traído del
templo de Jerusalén [... ]. Entonces trajeron los vasos de oro que ha-
bían sacado del templo de Dios en Jerusalén, y el rey y sus príncipes,
sus esposas y sus concubinas bebieron en ellos. Bebieron vino, y alaba-
ron a sus dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de madera y de
piedra" (Daniel 5:2-4). ((El rey quería probar que nada era demasiado
sagrado como para que tocaran sus manos". 91
La Biblia llama a Nabucodonosor padre de Belsasar. Pero ya hemos
visto que era su abuelo. La palabra ((padre" debe interpretarse como
((abuelo" o ((antepasado", como en otros pasajes de la Biblia (ver 1 Cró-
nicas 2:7).

88 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 385 .


89 Josefa, p. 254.
90 lbíd.
91 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 385 .
DANIEL
94 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

UNA MANO MISTERIOSA


En el mismo momento en que bebían de los vasos sagrados del
Templo, Dios actuó para castigar a este rey idólatra y displicente. Una
mano misteriosa apareció en el palacio y escribió unas palabras que
llenaron a todos de temor. Sin saber su significado, el rey una vez más
mandó llamar a los sabios de la corte: "A gritos el rey mandó traer a
magos, caldeos y adivinos. Y dijo a los sabios de Babilonia: 'El que lea
esta escritura, y me muestre su significado, será vestido de púrpura,
tendrá collar de oro en su cuello y será tercero en el reino'. Entonces
entraron todos los sabios del rey, pero ninguno pudo leer la escritura
ni mostrar al rey su interpretación" (Daniel 5:7, 8).
La vergüenza experimentada por los sabios fue la misma expuesta
a Nabucodonosor en el capítulo 2, cuando los sabios no sabían nada
de los misterios de Dios revelados en el sueño de la estatua. Como
diría Cristo siglos después: "¡Padre, Señor del cielo y de la tierra, te
alabo que escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y las reve-
laste a los pequeños!" (Lucas 10:21). Los sabios de Babilonia carecían
de verdadera grandeza, de una actitud de sumisión y servicio al Dios
del universo. Pero no todo estaba perdido. Había alguien allí en la
corte que poseía esa grandeza de espíritu. Daniel es descrito por la
reina madre, Nitocris, como un hombre "en quien mora el Espíritu del
Dios santo. [... ] Porque en Daniel [... ] se halló un espíritu superior, y
ciencia y entendimiento, para interpretar y descifrar enigmas y dudas"
(Daniel 5:11, 12).
Inmediatamente, el rey ordena que le traigan a Daniel y le hace una
promesa: "Yo oí que tú puedes aclarar dudas y resolver dificultades. Si
ahora puedes leer esta escritura y darme su significado, serás vestido
de púrpura, collar de oro tendrás en tu cuello y en el reino serás el
tercer señor" (Daniel 5:16). El hecho de que haya prometido el tercer
lugar corrobora que él era el segundo al mando, y que su padre, Na-
bonido, quien estaba en Tema en Arabia, era el primero. La respuesta
de Daniel es precisa: "Tus dones sean para ti, y tus presentes dalos a
otro. De todos modos, te leeré la escritura y te daré su interpretación"
(Daniel 5:17). Daniel no tenía ambición por los bienes terrenales. Sus
ojos estaban fijos en Dios y esperaba la manifestación divina en la li-
La caíd a de Ba bi lonia 1 95

beración de su pueblo. Vio en los acontecimientos actuales la mano


de Dios dirigiendo la historia y el cumplimiento de la profecía que le
había revelado a N abucodonosor unos sesenta años antes.
Antes de dar a conocer al rey la interpretación de la escritura, le
dio una severa reprimenda. Hablando de su abuelo N abucodonosor, le
dijo a Belsasar: «Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su espíritu
se endureció con orgullo, fue depuesto del trono real y despojado de
su gloria. Fue echado de entre los hombres, y le fue dada la mente de
una bestia; con los asnos monteses fue su morada. Le dieron a comer
hierba como a un buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo,
hasta que reconoció que el Altísimo Dios es soberano sobre el reino
de los hombres y pone sobre él al que quiere. Y tú, su hijo Belsasar,
sabiendo todo esto, no has humillado tu corazón; antes contra el Señor
del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer ante ti los vasos de su
casa. Y tú y tus príncipes, tus esposas y tus concubinas bebieron vino
en ellos. Además, alabaste a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro,
de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y no honraste al
Dios en cuya mano está tu vida, y de quien son todos tus caminos.
Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esa escritura"
(Daniel 5:20-24).
Belsasar fue acusado de varios pecados: falta de humildad, blas-
femia, idolatría, glotonería, etc. Había tenido una excelente oportu-
nidad, pero no había aprendido la lección. Las historias de su abuelo
deberían haberle impresionado el corazón y llevarlo a adorar al Dios
verdadero, como N abucodonosor hizo finalmente, pero en cambio,
cediendo al pecado y al orgullo, eligió seguir sus propios caminos. «Al
profanar los vasos sagrados del templo, Belsasar había sobrepasado los
límites de la paciencia divina y selló su propio destino". 92
Daniel, entonces, procede a interpretar la escritura en la pared: «La
escritura es: (Mene, Mene, Tekel, Uparsin'. La interpretación es:
Mene: Contó Dios tu reino y le dio fin. Tekel: Has sido pesado en
balanza y fuiste hallado falto. Peres: Tu reino ha sido roto y es dado a
medos y persas"' (Daniel 5:25-28).
Flavio Josefo explica cada expresión aramea con su significado:

92 Schwant es, p. 47.


DANIEL
96 Secretos de la profec ía _________ _ __ __ _ __

"Mene, es decir, número, significa que el número que Dios había se-
ñalado para los años de su reinado se cumplirá y le queda muy poco
tiempo. Tekel, es decir, peso, significa que Dios ha pesado en su justa
balanza la duración de su reinado, y que tiende a su fin. Peres significa
fragmento y división; significa que tu reino se dividirá entre los medos
y los persas". 93
U na lectura cuidadosa del texto nos muestra diferentes palabras
entre los versículos 25 y 28. El Comentario bíblico adventista explica
que la palabra PERES puede considerarse como un sustantivo singu-
lar que significa "parte" o "porción". La diferencia entre esta palabra
y la que aparece en el versículo 25 (PARSIM o UFARSIM en algunas
versiones) es que aparece en plural y con la conjunción, que puede tra-
ducirse como ((partes". ((Es interesante que la forma aramea peres con-
tenga las consonantes de las palabras arameas que se traducen como
Persia y persas, quienes en ese momento estaban a las mismas puertas
de Babilonia". 94

EL JUICIO DIVINO
El capítulo termina diciendo: ((Esa misma noche fue muerto Bel-
sasar, rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, cuando tenía
sesenta y dos años" (Daniel 5:30, 31). En la caída de la gran Babilo-
nia, la veracidad de la profecía bíblica queda expuesta una vez más.
Debido a su avanzada edad (62 años), Darío reinó poco tiempo, pues
murió "unos dos años después de la caída de Babilonia". 95 Entonces
Ciro ascendió al trono. La profecía había dado todos los detalles de
este evento.
En los metales de la estatua del sueño del capítulo 2 estaba claro
que Babilonia perdería su poder ante un Imperio inferior. Más de un
siglo antes, los profetas de Dios ya habían previsto este momento. In-
cluso antes de que el pueblo judío, incluido Daniel, fuera llevado al
cautiverio, Dios les había dado toda la información necesaria.
Jeremías había predicho el cautiverio, su duración y la liberación:

93 Josefa, p. 255.
94 Comentario bíblico adventista, t . 4, p. 832.
95 Elena de White, Profetas y reyes, p. 408.
La caída de Babilonia 1 97

"Y toda esta tierra quedará desolada, en espanto; y estas naciones ser-
virán al rey de Babilonia setenta años. Y cuando se cumplan los se-
tenta años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su maldad
-dice el Señor-, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desierto
para siempre" (Jeremías 25:11, 12).
Isaías había predicho el nombre del libertador: «Así dice el Señor
a su ungido, a Ciro, a quien tomó por su mano derecha para sujetar
naciones ante él y desatar lomos de reyes; para abrir puertas ante él,
puertas que no se cerrarán" (Isaías 45:1). El profeta también predijo
qué estrategia usaría: "Que digo a las aguas profundas: <Séquense', y
sus ríos se secan. Que digo de Ciro: <Es mi pastor, cumplirá todo lo
que quiero, al decir a Jerusalén: «Serás reedificada"; y al templo: "Serás
fundado" ' " (Isaías 44:27, 28).
Herodoto escribió: «Fue contra el hijo de Nitocris que Ciro lanzó
sus tropas [... ]. Finalmente, ya sea porque había decidido por sí mismo
lo que debía hacer, o porque alguien, viéndolo en dificultad, lo aconse-
jó, el príncipe tomó la siguiente resolución: Colocó su ejército, en parte
en el punto donde el Éufrates entra en Babilonia, en parte en el pun-
to donde el río sale del país, con órdenes de invadir la ciudad por su
cauce, tan pronto como sea vadeable. Con el ejército así repartido [... ]
desvió las aguas del río al lago por la vía de comunicación. Las aguas
se escurrieron y el lecho del río facilitó el paso. Sin perder tiempo, los
persas, apostados en las orillas, entraron en la ciudad, con las aguas
del río solo hasta la cintura [... ]. En el momento de la invasión, los
babilonios estaban de fiesta [... ] cuando se enteraron de la situación,
ya era demasiado tarde". 96
Así llegó la caída de Babilonia en el año 539 a.C. Mediante múlti-
ples providencias, Dios había tratado de enseñar a los caldeos la re-
verencia hacia su ley. El profeta escribió: «Curamos a Babilonia, y no
sanó" (Jeremías 51:9). Debido a la perversidad del corazón humano,
Dios consideró necesario dictar la sentencia irrevocable. Babilonia
iba a caer, y otro reino sería puesto en su lugar. Los profetas de Dios
habían advertido de la caída de Babilonia: «¡Cómo fue cortado y que-
brado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se convirtió Babilonia en

96 Herodoto, p. 96.
DANIEL
98 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ _ __ __

desierto entre las naciones! [... ] Al grito de la toma de Babilonia la tie-


rra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones" (Jeremías 50:23, 46).

PARALELO CON EL APOCALIPSIS


¿Cómo se relacionan estos eventos del capítulo 5 de Daniel con
nuestros días? Juan, como Jeremías, también profetizó la caída de Ba-
bilonia: "Y clamó con potente voz: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilo-
nia! Y se ha vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu
impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible. Porque todas las
naciones han bebido del vino del furor de su fornicación. Los reyes
de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han
enriquecido con su excesiva lujuria" (Apocalipsis 18:2, 3).
¿De qué Babilonia está hablando Juan? No puede ser la Babilonia
literal, física, ya que había caído en 539 a.C. y luego fue completamente
destruida. Juan está hablando de una Babilonia mística o espiritual.
Nota la relación tipológica entre la caída de la Babilonia antigua y la
moderna: 97
Antigua Babilonia Moderna
Daniel 5:27 Cae como resultado de un Apocalipsis 19:2
acto de juicio divino
Jeremías 51:9 El juicio llega cuando los Apocalipsis 18:5
pecados se completan
Jeremías 51:13 Hace de las aguas su sostén Apocalipsis 17:1
lsaías 44:27, 28 Secamiento del río Éufrates Apocalipsis 16:12
lsaías 45:1 Ciro - un tipo de Cristo Apocalipsis 19:11, 14, 16
Jeremías 51:31 Los mensajeros anuncian la Apocalipsis 14:8
caída

97 Adaptado de José Carlos Ramos, Profecía bíblica, p. 58.


La caída de Babilonia 1 99

CONCLUSIÓN
Entonces, encontramos un paralelo entre los eventos de los días
de Daniel y los nuestros. Ahí está Babilonia, emborrachando a las
multitudes con sus falsas doctrinas. Las verdades bíblicas han sido
olvidadas y, en su lugar, prevalecen la tradición y las herejías. Ciro es
un tipo de Cristo y vendrá a liberar a su pueblo. Pero todavía hay un
paralelismo final. Cuando finalmente el pueblo judío fue liberado y
se le permitió regresar a Jerusalén, no quisieron hacerlo. ¿Por qué no?
Porque habían prosperado, creado lazos y echado raíces en Babilonia.
En nuestros días, la historia se repetirá. Al salir de Babilonia hacia
la Nueva Jerusalén, muchos no querrán ir, por la misma razón: la pros-
peridad temporal y los lazos con Babilonia.
Elena de White escribió: "La Biblia, y tan solo la Biblia, presenta
una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes esce-
nas finales de la historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se
anuncian, y cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de
temor el corazón de los hombres". 98

98 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 394.


----~----
"El cielo está muy cerca de los que sufren por causa de la justicia.

Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la per-

sona de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos lo toca a él.

El poder que está cerca para librar del mal físico o de la angustia está

también cerca para salvar del mal mayor, para hacer posible que el

siervo de Dios mantenga su integridad en todas las circunstancias y

triunfe por medio de la gracia divina" (Profetas y reyes, p. 400).

-----~-----
DANIEL
EN EL FOSO DE LOS
LEONES

Un joven se acercó a Sócrates y le dijo que necesitaba contarle algo


sobre alguien. Sócrates levantó la vista del libro que estaba leyendo y
preguntó:
-Lo que me vas a contar, ¿ya pasó los tres filtros?
-¿Tres filtros?
-Sí. El primero es la verdad. Lo que quieres contar de otros, ¿es un
hecho? Si solo has oído hablar de eso, la cosa debe morir allí mismo.
Supongamos que sea verdad. Debe, antes, pasar por el segundo filtro:
la bondad. Lo que vas a decir, ¿es algo bueno? ¿Ayuda a construir la
reputación del prójimo? Si lo que quieres contar es verdad, y es algo
bueno, todavía tiene que pasar por el tercer filtro: la necesidad. ¿Con-
viene contarlo? ¿Resuelve algo? ¿Ayuda a alguien? ¿Mejora algo?
Y concluyó Sócrates:
-Si pasas por los tres filtros, ¡cuéntalo! Tanto tú como yo y otros
nos beneficiaremos. De lo contrario, olvida y entierra todo. Será un
chisme menos para envenenar el ambiente y fomentar la discordia en-
tre hermanos, amigos y compañeros. 99
La historia tan conocida, incluso para los niños, de Daniel en el

99 Silvio Cerqueira, A língua, uma arma perigosa e uma ferramenta poderosa (Eklesia, 2012),
pp. 6, 7.
DANIEL
102 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

foso de los leones no existiría si los contemporáneos de Daniel hubie-


ran practicado el consejo de Sócrates. Una historia llena de envidias,
intrigas y chismes.
Tan pronto como Medopersia derrotó a Babilonia, por medio del
gran líder Ciro, este no asume el trono, sino su aliado, Darío. Este
detalle es digno de mención, y ahondaremos más adelante, cuando
estudiemos algunas profecías relacionadas con el Imperio Medopersa.
El capítulo 6 comienza con una decisión del nuevo rey: "A Darío le
pareció bien nombrar a ciento veinte gobernadores que estuviesen en
todo el reino. Y sobre ellos tres presidentes, de los cuales Daniel era
uno, a quienes esos gobernadores diesen cuenta, para que el rey no
recibiese daño" (Daniel 6:1, 2).
Estas gobernaciones eran las principales divisiones del Imperio, di-
rigidas por intendentes que estaban subordinados a tres presidentes.
Daniel era uno de esos presidentes.

MOVIDOS POR LA ENVIDIA


Aunque Darío apenas conocía a Daniel, un sobreviviente de la
edad de oro de Babilonia, pronto se convenció de que sería una sabia
decisión nombrarlo el principal administrador del nuevo Imperio y
consejero del rey. El texto dice: «Pero Daniel se distinguió tanto entre
esos gobernadores y presidentes por su espíritu superior, que el rey
pensaba ponerlo sobre todo el reino" (Daniel 6:3).
Al hacer sus planes para colocar a Daniel en la posición civil más
elevada del gobierno, estaba pensando en los beneficios que esto trae-
ría al Imperio. Sin embargo, no consideró el hecho de que los otros
presidentes, al ser ciudadanos del Imperio, estaban celosos de un go-
bernante judío. Los celos solo aumentaron cuando notaron la conduc-
ta intachable de Daniel. Ellos mismos reconocieron esto: «Entonces
los presidentes y gobernadores buscaron ocasión contra Daniel en al-
gún asunto del reino; pero no pudieron hallar ninguna ocasión o falta,
porque él era fiel y ningún vicio ni falta había en él. Entonces dijeron
esos hombres: No hallaremos contra Daniel ocasión alguna si no la
procuramos en la ley de su Dios" (Daniel 6:4, 5).
Daniel era un hombre íntegro y confiaba en la guía divina infalible.
Daniel enel foso de los leo nes 1 103

Estaba dispuesto a sacrificar incluso su vida por amor al Dios al que


servía. Su observancia de los principios y las leyes de la salud, como se
ve en el capítulo 1 del libro, indudablemente contribuyó al vigor inte-
lectual y físico que demostró, inusual para los hombres de su época.

UNA ESTRATEGIA SATÁNICA


Incluso después de una investigación exhaustiva, los enemigos
de Daniel no pudieron encontrar ninguna irregularidad en su vida.
De hecho, Daniel era un político de ficha limpia. Sin embargo, estos
hombres nunca habían visto a Daniel adorar a ninguno de los dioses
babilónicos, ni participar de las ceremonias religiosas paganas. Segu-
ramente habían observado su respeto por el sábado, el cuarto manda-
miento de la ley de su Dios (Éxodo 20:8-11); y cómo, tres veces al día,
oraba a su Dios.
En consejo mutuo, estos príncipes y presidentes elaboraron un
plan. Le pedirían al rey que firmara un decreto en el que prohibiera
a cualquier persona del reino orar a cualquier dios u hombre que no
fuera Darío por un periodo de treinta días. Y que la violación de ese
decreto debía ser castigada con la muerte en el foso de los leones.
"Ahora, confirma el edicto y fírmalo, para que no se pueda cam-
biar, conforme a la ley de Media y de Persia, que es irrevocable. Así, el
rey Darío firmó el decreto escrito" (Daniel 6:8, 9).
Ignorando el sutil propósito de los príncipes, el rey no notó la ani-
mosidad en el decreto y, cediendo a los halagos, lo firmó. Elena de
White declara: "En la conspiración así tramada, Satanás había desem-
peñado un papel importante. El profeta ocupaba un puesto de mucha
autoridad en el reino, y los malos ángeles temían que su influencia
debilitase el dominio que ejercían sobre sus gobernantes. Esos agentes
satánicos eran los que habían movido a los príncipes a la envidia y los
celos; eran los que habían inspirado el plan para destruir a Daniel; y
los príncipes, prestándose a ser instrumentos del mal, lo pusieron en
práctica". 100
¿Cuál fue la reacción de Daniel al decreto? Tomó la decisión de no
dejar que alguien siquiera pensara que su vínculo con el Cielo se había

100 El ena de White, Profetas y reyes, p. 397.


DANIEL
104 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

interrumpido. En todos los casos en que el rey tenía derecho a ordenar,


Daniel obedecería; pero ni el rey ni su decreto podían hacer que se
desviara de su obediencia a Dios. Su postura expresaba el concepto:
«Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).

DANIEL, UN HOMBRE DE ORACIÓN


"Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su
casa, donde tenía las ventanas de su cámara alta abiertas hacia Jerusa-
lén. Y como solía hacerlo antes, tres veces al día se arrodillaba, y oraba
y daba gracias a Dios" (Daniel 6:10). Desde el primer capítulo de Da-
niel, vemos que es un hombre de oración. En el capítulo 1, Daniel oró
para que Dios los ayudara a no contaminarse con los manjares finos
del rey. En el capítulo 2, el motivo de la oración era recibir sabiduría
para interpretar el sueño del rey N abucodonosor. La oración era un
hábito diario y no actuaría ahora de otra manera.
Estas oraciones también coincidían con las horas habituales de los
sacrificios en el Santuario. Según tradiciones posteriores, la oración
elevada tres veces al día debía ofrecerse en la tercera, la sexta y la no-
vena hora del día (lo que equivale hoy a las 9, las 12 y las 15). El salmis-
ta seguía la misma práctica (ver Salmo 55:17). En épocas posteriores,
orar tres veces al día se convirtió en una costumbre fija para todos
los judíos ortodoxos que vivían según las normas rabínicas y para los
miembros de la iglesia cristiana primitiva. 101
El plan de los presidentes y los gobernadores estaba funcionando a
la perfección. «Entonces se juntaron esos hombres y hallaron a Daniel
orando y rogando ante su Dios. En seguida fueron ante el rey y le ha-
blaron acerca del edicto real: '¿No has confirmado el edicto mandando
que cualquiera que, en el espacio de treinta días, pida algo a cualquier
dios u hombre fuera de ti sea echado en el foso de los leones?' Respon-
dió el rey: 'Es verdad, conforme a la ley de Media y de Persia, que no
se abroga'. Entonces dijeron al rey: 'Daniel, uno de los judíos cautivos,
no te respeta, ni acata el edicto que confirmaste; antes tres veces al día
hace su petición'" (Daniel 6:11-13).
La forma en que se referían a Daniel revelaba el odio y el desprecio

101 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 839.


Daniel enel foso de los leo nes 1 105

que sentían. Lo describieron simplemente como un extranjero, un ju-


dío deportado. Sin duda, esperaban que el rey sospechara que su con-
ducta era un acto de rebelión contra la autoridad real, especialmente
porque él era un extranjero en Babilonia.
Pero Darío pronto se dio cuenta de la trampa en la que había caído.
Se había sentido halagado en el momento del decreto, pero estos hom-
bres ocultaron su verdadero propósito. Entendió que no era el celo por
el honor y la gloria reales, sino la envidia hacia Daniel, lo que los había
llevado a proponer el decreto real. Se dio cuenta de todo el odio que
estos hombres albergaban contra Daniel e hizo todo lo posible para
liberarlo.
Los presidentes y los gobernadores, al notar los esfuerzos del rey
en favor de Daniel, volvieron a él y le dijeron: "Tú sabes que es ley de
Media y de Persia, que ningún decreto u orden que el rey confirma
puede cambiarse" (Daniel 6:15). Darío entonces se dio cuenta de que
sus esfuerzos serían en vano. "Entonces por orden del rey trajeron a
Daniel y lo echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: 'Tu
Dios, a quien tú continuamente sirves, te libre'. Y fue traída una piedra
y puesta sobre la entrada del foso, y el rey la selló con su anillo y con el
anillo de sus príncipes, para que no se cambiase el acuerdo acerca de
Daniel" (Daniel 6:16, 17).
Darío sentía un profundo respeto por Daniel. Esto se ve muy bien
en la tristeza y la angustia que lo envolvió toda esa noche. "Luego el
rey volvió a su palacio y se acostó en ayunas; no trajeron instrumentos
de música ante él, y se le fue el sueño" (Daniel 6:18).

FIDELIDAD RECOMPENSADA
Esa fue una larga noche para Darío. Había pasado por la terrible
prueba de ver a su más fiel servidor arrojado a los leones. Esta asom-
brosa experiencia hizo que se le fuera el sueño. Con inquietud y ansie-
dad, al amanecer, se dirigió a la cueva para ver el final de la historia.
"El rey, por tanto, se levantó muy de mañana y fue aprisa al foso de
los leones. Y acercándose al foso llamó a gritos a Daniel con voz triste:
'¡Daniel, siervo del Dios viviente! Tu Dios, a quien tú continuamente
sirves, ¿te ha podido librar de los leones?' " (Daniel 6:19, 20).
DANIEL
106 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

Las palabras del rey revelan un cierto grado de conocimiento del


Dios y de la religión de Daniel. Esto nos sugiere que Daniel lo había
instruido en la naturaleza y el poder del Dios verdadero al que servía,
y ahora esperaba ansiosamente alguna manifestación de vida desde
el fondo de la cueva. "Dios no impidió a los enemigos de Daniel que
lo echasen al foso de los leones. Permitió que hasta allí cumpliesen su
propósito los malos ángeles y los hombres impíos; pero lo hizo para
recalcar tanto más la liberación de su siervo y para que la derrota de
los enemigos de la verdad y de la justicia fuese más completa". 102
"Rey, para siempre vive". Estas fueron las palabras que sonaron como
buena música en los oídos de Darío. Daniel estaba vivo. El Dios de Da-
niel pudo librarlo una vez más. Dios lo honró, porque era un siervo fiel
y celoso. Daniel añadió: "Mi Dios envió su ángel, que cerró la boca de
los leones para que no me hiciesen ningún daño, porque fui hallado
inocente por él; y aun ante ti nunca hice nada malo" (Daniel 6:22).
Esta fue una prueba de fe para Daniel. El autor de Hebreos men-
ciona que esta liberación se debió a la fe de Daniel (Hebreos 11:33).
Una vez más fue probado y Dios recompensó su fidelidad enviando un
ángel para estar con él.
Con profunda alegría, el rey escuchó la voz de Daniel. Rápidamen-
te, ordenó que lo sacaran del foso y lo restablecieran a su puesto. Mo-
vido por un sentido de justicia e incluso de venganza, mandó a traer
también a los acusadores de Daniel para que, de la misma manera,
fueran arrojados al foso de los leones. No solo ellos, sino sus hijos y sus
esposas. El texto sagrado declara que "aún antes de llegar al suelo del
foso, los leones se apoderaron de ellos y quebraron sus huesos" (Daniel
6:24). Seres humanos con historias muy diferentes, ya que servían a
dioses muy distintos.
El Dios de Daniel una vez más demostró ser un Dios justo. De he-
cho, el nombre del profeta ya conlleva este significado (Daniel = Dios
es mi juez). Por otro lado, los dioses a los que servían los presidentes y
los gobernadores nada podían hacer por ellos. Esta experiencia fue tan
notable, que motivó al rey Darío a emitir un nuevo decreto: ((De mi
parte ordeno que en todo mi reino todos teman y tiemblen ante la pre-

102 Elena de W hite, Profetas y reyes, p. 399.


Daniel enel foso de los leo nes 1 107

senda del Dios de Daniel. Porque él es el Dios viviente y permanente


por todos los siglos; su reino no será destruido y su dominio nunca
tendrá fin. Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y
en la tierra; él libró a Daniel del poder de los leones,, (Daniel 6:25 -27).

CONCLUSIÓN
Elena de White declaró: "El cielo está muy cerca de los que sufren
por causa de la justicia. Cristo identifica sus intereses con los de su
pueblo fiel; sufre en la persona de sus santos; y cualquiera que toque a
sus escogidos lo toca a él. El poder que está cerca para librar del mal
físico o de la angustia está también cerca para salvar del mal mayor,
para hacer posible que el siervo de Dios mantenga su integridad en
todas las circunstancias y triunfe por medio de la gracia divina,,_1° 3
Este fue el secreto de Daniel: confió en la gracia divina y en la jus-
ticia de Cristo para salvarlo. Por su fidelidad, Dios lo prosperó. El ca-
pítulo 6 termina con la frase: "Y Daniel prosperó durante el reinado
de Darío y de Ciro el persa,, (Daniel 6:28). Daniel estuvo unos setenta
años como estadista dedicado a los dos imperios mundiales, Babilonia
y Medopersia. Actuó en el período de al menos ocho reyes diferentes.
Elena de White declara: "Mientras los hombres lo honraban confián-
dole las responsabilidades del Estado y los secretos de reinos que ejer-
cían dominio mundial, Daniel fue honrado por Dios como su embaja-
dor, y le fueron dadas muchas revelaciones de los misterios referentes
a los siglos venideros. Sus admirables profecías, como las registradas
en los capítulos 7 al 12 del libro que lleva su nombre, no fueron com-
prendidas plenamente ni siquiera por el profeta mismo; pero antes que
terminaran las labores de su vida, recibió la bienaventurada promesa
de que en 'el tiempo del fin' -en el plazo final de la historia de este
mundo- se le permitiría ocupar otra vez su lugar,,_ 1° 4
Daniel no entendió todo lo que escribió. Se le mandó: "Pero tú, Da-
niel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos
correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará,, (Daniel 12:4). Una
vez más, el ángel mandó al mensajero fiel: "Anda, Daniel, estas pala-

103 Elena de Wh ite, Profetas y reyes, p. 400.


104 lbíd., pp. 401, 402 .
DANIEL
108 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

bras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. [... ] Pero tú sigue
hasta el fin de tu vida. Descansarás, y en los últimos días te levantarás
para recibir tu herencia" (Daniel 12:9, 13).
En los próximos capítulos, comenzaremos un viaje a lo largo de la
parte profética de Daniel. Las verdades contenidas allí son para nues-
tros días y no para los días de Daniel. Pero a él le espera una recom-
pensa. El ángel prometió que resucitaría para recibir su herencia. Esa
herencia será ver a miles de personas salvadas en el reino de Dios gra-
cias a las verdades que él registró en su libro. ¡Qué privilegio para no-
sotros vivir en este momento de la historia! Pon tu vida en las manos
de Dios y busca el conocimiento profético, que puede hacerte sabio
para la salvación, confiando siempre en la promesa de Daniel 12:10:
«Pero los sabios entenderán".
----~----
'½ medida que nos acercamos al término de la historia de este

mundo, las profecías registradas por Daniel exigen nuestra atención

especial, puesto que se relacionan con el tiempo mismo en que estamos

viviendo. Con ellas deben vincularse las enseñanzas del último libro

del Nuevo Testamento. Satanás ha inducido a muchos a creer que las

porciones proféticas de los escritos de Daniel y de Juan el Revelador

no pueden comprenderse. Pero se ha prometido claramente que una

bendición especial acompañará el estudio de esas profecías. 'Los enten-

didos comprenderán' (Daniel 12:10), fue dicho acerca de las visiones

de Daniel, cuyo sello iba a ser quitado en los últimos días" (Profetas y

reyes, p. 402).

----~----
CUATRO
BESTIAS ,_,

EXTRANAS
(SEGUNDA VISIÓN PROFÉTICA)

Terminados los capítulos históricos de Daniel (1 al 6), donde se


puso un cimiento firme para nuestra confianza en Dios, el escenario
ahora se dirige al futuro, a los días del establecimiento del reino eterno
de Cristo (7 al 12). Estos capítulos "están escritos desde el punto de
vista de la eternidad, porque delinean el futuro desde el punto de vista
del cielo, de tal manera que los eventos clave en la tierra se ven como
la repercusión de los eventos clave en el cielo". 105 Como trasfondo para
entender el libro de Daniel está el gran conflicto entre el bien y el mal.
Al igual que en los últimos seis capítulos, en los primeros seis hay una
guerra por la adoración, y esto involucra el Santuario y la Ley de Dios
(ver Daniel 1:2, 8; 3:5; 5:2; 6:7). 1º6
Según Daniel 12:4, 9 y 13, las visiones proféticas del libro de Daniel

105 Schwantes, p. 53.


106 En el capítulo 1, el rey de Babi lonia profanó y saqueó el templo de Dios en Jerusalén,
robando los utensi lios sagrados utilizados en el servicio de l cu lto; en el capítulo 3, el rey decidió
construir una enorme estatua toda de oro para rec ibir adoración, y desafió la autoridad del Cielo;
en el capítulo 5, el rey de Babilon ia vuelve a profanar los vasos sagrados del Santuario y hace re-
bosar la copa de la paciencia divina; ya en el capítulo 6, se firma un decreto de muerte y el punto
principal es la cuestión de la adoración .
DANIEL
112 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

serían comprendidas solo con la llegada del "tiempo del fin". Hay dos
profecías en Daniel que ayudan a identificar particularmente la llega-
da de este período. Estos son: la actuación del cuerno pequeño por un
tiempo, dos tiempos y medio tiempo (Daniel 7:25) y las 2.300 tardes
y mañanas para la purificación del Santuario (Daniel 8:14). En la se-
cuencia de nuestro estudio, veremos estas profecías en detalle, pero
puedo decir que apuntan inequívocamente a dos fechas específicas:
1798 y 1844. Solo a partir de estos años se abriría la parte profética
sellada de Daniel y se revelaría su contenido.
¿Por qué se ocultaron estas profecías hasta "el tiempo del fin"? Ya
hemos dicho que las profecías se pueden clasificar en clásicas o apoca-
lípticas. La profecía clásica, por regla general, carece de la perspectiva
del tiempo. Para los profetas clásicos como Isaías y Joel, no había un
largo período de tiempo que separara de sus días los eventos que des-
cribieron. Cuando Isaías habla del regreso de los judíos de Babilonia
después de setenta años de cautiverio, retrata la restauración de Israel
como el comienzo de los nuevos cielos y la nueva tierra (Isaías 65 y 66).
Cuando Joel habla del derramamiento del Espíritu Santo, habla del
evento que precede al gran día del Señor (Joel 2:28-30). Así también,
en los días del Nuevo Testamento, Pablo, cuando escribió su primera
carta a los Tesalonicenses, anhelaba la venida de Cristo en sus días
(1 Tesalonicenses 4:13-17).
¿Por qué permitió Dios esta visión de los profetas? Me parece que
él no quería que su pueblo supiera del largo período que separaba sus
días del gran día del establecimiento de su reino. Eso habría sido dolo-
roso para ellos y podría haber comprometido el sentido de urgencia en
su predicación. Imaginemos a un miembro de la Iglesia de Esmirna,
una de las siete iglesias del Apocalipsis (capítulos 2 y 3), cuyo período
histórico abarca desde los años 100 hasta el 313, tener en mente que
aún transcurrirían cinco períodos más (Pérgamo, Tiatira, Sardis, Fi-
ladelfia y Laodicea), hasta el establecimiento del reino de Cristo. ¿Cuál
sería tu postura ante un acontecimiento tan distante?
Así que Dios, en su sabiduría, permitió que Daniel y Juan intro-
dujeran una perspectiva de tiempo en la visión del futuro. Solo ahora,
con la llegada del tiempo del fin (1798 y 1844), los acontecimientos
Cuatro bestia s extrañas 1 113

críticos de la historia de la redención podrían percibirse separados por


intervalos de tiempo más o menos largos. Si no fuera por las profecías
de Daniel 7, 8 y 9, y Apocalipsis 11, 12 y 13, la Iglesia no sabría dónde
se encuentra en el curso de la historia. 107 Pero gracias a estas profecías,
podemos identificar los días en que vivimos y darnos cuenta de que
estamos en el umbral de la eternidad.
Nuestro objetivo ahora es comprender los símbolos proféticos de
Daniel. Partiremos del siguiente principio: «El mejor intérprete de
la profecía es la historia secular misma". Analizaremos lo que los es-
tudiosos de la historia y la profecía han dicho sobre los símbolos de
Daniel y nos asombraremos por los misterios guardados en secreto
durante milenios y revelados en nuestros días.

LA FECHA DE LA VISIÓN DE DANIEL 7


«En el primer año de Belsasar rey de Babilonia, Daniel tuvo un sue-
ño y visiones que pasaron por su cabeza mientras estaba en su cama.
Y en seguida escribió un resumen del sueño" (Daniel 7:1). El capítulo
comienza identificando la fecha de la visión profética de Daniel como
el primer año de Belsasar, el último rey de Babilonia. Así que la visión
del capítulo 7 tiene lugar antes de la caída de Babilonia (Daniel 5), y
antes de que Daniel sea arrojado a los leones en los días de Darío el
Medo (Daniel 6). Esto nos lleva a concluir que los capítulos de Daniel
no están en secuencia cronológica, y que el capítulo 7 aparece crono-
lógicamente después del capítulo 4 y antes del capítulo 5. Los sueños y
las visiones de este capítulo fueron dados en el primer año de Belsasar
(alrededor de 550 a.C.). Si asumimos que Daniel tenía dieciocho años
cuando fue llevado cautivo a Babilonia en 605 a.C., entonces tendría
unos 73 años. Como estadista, sin duda observaba los acontecimien-
tos políticos con gran interés. Era evidente que los días dorados de
Babilonia habían pasado. Nabucodonosor había muerto en 562 a.C. Lo
sucedió su hijo Amel-Marduk, quien reinó solo dos años y fue asesi-
nado por su cuñado, N eriglissar, quien reinó solo cuatro años. El hijo
de Neriglissar, Laboroso-Archod, asumió el trono y después de unos
meses, Nabonido (Labineto), un noble babilónico y yerno de Nabu-

107 Schwantes, p. 54.


DANIEL
114 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

codonosor, tomó el trono. Dado que este último eligió vivir en Tema,
Arabia, colocó a su hijo Belsasar en el trono de Babilonia como su
corregente. 108 Por lo tanto, la visión ocurre cerca de una década antes
de la caída de Babilonia.

EL SUEÑO CON CUATRO ANIMALES


Seguro que has escuchado expresiones como: feroz como un león;
astuto como un zorro, fiel como un perro, sencillo como una paloma,
sucio como un cerdo, etc. A veces, se utilizan animales para ejemplifi-
car algún rasgo de personalidad. Así, en el capítulo 7 de Daniel, Dios
usó animales como símbolos proféticos para representar a las nacio-
nes. Al leer cuidadosamente los versículos 2 al 8, podemos resumir la
primera parte de esta segunda visión del libro de Daniel (la primera
visión ocurre en el capítulo 2) de la siguiente manera:
Versículos 2 y 3: "Vi en mi visión de noche que los cuatro vientos
del cielo agitaban el gran mar.
Y cuatro grandes bestias [... ] subían".
Versículo 4: "La primera era como un león, y tenía alas de águila.
Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas; fue levantada de
la tierra, y se puso sobre los pies a manera de hombre y le fue dado
corazón de hombre".
Versículo 5: La segunda "era semejante a un oso. Se puso más alta
de un lado, tenía en su boca tres costillas entre sus dientes".
Versículo 6: La tercera era "semejante a un leopardo, con cuatro
alas de ave en su espalda. Tenía cuatro cabezas ... ".
Versículo 7: La cuarta "espantosa, terrible y muy fuerte; tenía gran-
des dientes de hierro [... ] era muy diferente de todas las bestias ante-
riores, y tenía diez cuernos".
Versículo 8: "Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro
cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arrancados
tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos de
hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia".
Un concepto que nos acompañará en esta parte de Daniel es que

108 G. Arth ur Keo ugh, Deus e nosso destino, Lección de Escuela Sabática, 7er Trimestre de 1987,
p. 115.
Cuatro bestia s extrañ as 1 115

la profecía es una verdad en expansión. La segunda visión de Daniel


(capítulo 7) es muy parecida a la primera (capítulo 2). Los mismos
imperios representados por los metales de la estatua del sueño de Na-
bucodonosor se muestran ahora en las figuras de cuatro animales. Si
una imagen vale más que mil palabras, Dios decidió ilustrar eventos
futuros con vívidas representaciones simbólicas. Veamos entonces la
interpretación de los elementos del capítulo 7.
"Cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar" (Daniel 7:2). ¿Qué
simboliza el "mar" en las profecías? Veamos algunos textos bíblicos:
"Porque el Señor destruye Babilonia y apaga su gran bullicio; bra-
marán sus olas, como muchas aguas será la voz de ellos" (Jeremías
51:55).
"Por tanto, así dice Dios, el Señor: (Yo estoy contra ti, Tiro, y haré
subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas' "
(Ezequiel 26:3).
"Las aguas que viste, donde la ramera se sienta, son pueblos y mu-
chedumbres, naciones y lenguas" (Apocalipsis 17:15).
En todos estos textos, se ve claramente la relación entre las "olas"
y multitudes, personas. La expresión "mar de gente" no nos suena ex-
traña a ninguno de nosotros. Por tanto, el "mar" del que surgen los
cuatro animales significa "pueblos, multitudes y naciones".
¿Y los "cuatro vientos" que agitaban el mar? Los "cuatro vientos"
son así descritos como provenientes de los cuatro puntos cardinales
(norte, sur, este y oeste), e indudablemente representan la actividad
política en diferentes partes del mundo (cf Jeremías 49:36; Daniel 8:8
y 11:4; Zacarías 2:6 y 6:5).
¿Y qué representan los cuatro animales? El mismo capítulo 7 acla-
ra: "Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en
la tierra" (Daniel 7:17). El versículo 23 declara: "La cuarta bestia será
un cuarto reino en la tierra". Por lo tanto, "bestia", en las profecías,
significa "reyes" o «reinos".
¿Cuáles son los reinos representados por estas bestias? Como ya se
dijo, hay un estrecho paralelismo entre la primera y la segunda visión
de Daniel. Tracemos una correspondencia entre ellas:
DANIEL
116 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

Primera visión: Daniel 2 Símbolo Segunda visión: Daniel 7


Cabeza de oro Babilonia León alado
Pecho y brazos de plata Medopersia Oso con 3costillas en la boca
Muslosde bronce Grecia Leopardo con 4 cabezasy 4 alas
Piernas de hierro Roma Bestia terrible y espantosa
1Odedos de los pies 10 reinos 10 cuernos

IDENTIFICACIÓN DE LOS CUATRO IMPERIOS


DE LA HISTORIA
La profecía de Daniel 7 cubre esencialmente el mismo período his-
tórico que el capítulo 2, es decir, desde los días del profeta Daniel hasta
los días del establecimiento del reino eterno de Cristo, representado en
el capítulo 2 por una piedra que fue cortada sin la ayuda de manos y
destruyó completamente la imagen (Daniel 2:44, 45), y en el capítulo 7
por el establecimiento del juicio divino, cuando la autoridad de las na-
ciones será dada «al pueblo de los santos del Altísimo" (Daniel 7:26, 27).
Daniel 7: 17 declara: «Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes
que se levantarán en la tierra". Desde los días de Daniel, solo cuatro
potencias mundiales gobernaron la tierra: Babilonia, Medopersia,
Grecia y Roma.
Por lo tanto, el capítulo 7 revela más detalles que los que se presen-
tan en el capítulo 2, porque la profecía es una verdad en expansión.
Vayamos al estudio de los cuatro animales.

UN LEÓN ALADO (BABILONIA)


El primer animal que surge del mar es un león alado. Este león
con alas de águila es un símbolo muy adecuado para representar al
Imperio Babilónico. Se puede ver en varias piezas de arte babilónico
antiguo. Es una de las formas de deidades que a menudo luchan junto
a Marduk, el dios patrono de Babilonia. 109 Las personas que visitan las
ruinas de Babilonia todavía pueden ver las figuras de leones en bajo-

109 Ver más deta lles en: S. H. Langdon, Semitic Mytho/ogy ("The Mytho logy of AII Races"), t. 13,
pp. 116-118, 277-282; L. E. Froom, Prophetic Faith of Our Fathers, t. 1, pp. 50, 52.
Cuatro bestia s extrañas 1 117

rrelieve, en las paredes y los muros construidos con ladrillos. 110 Varios
autores están de acuerdo con la interpretación del león como represen-
tante del Imperio Babilónico. 111
Sin embargo, el argumento más fuerte para esta aplicación pro-
viene del texto bíblico mismo. Varios profetas se refirieron al rey Na-
bucodonosor mediante figuras parecidas a visiones (cf: Jeremías 4:7;
50:17, 44; Lamentaciones 4:19; Ezequiel 17:3, 12; Habacuc 1:8).
El Comentario bíblico adventista declara así: «El león como rey de
las fieras y el águila como reina de las aves, representaban adecuada-
mente al Imperio de Babilonia en el apogeo de su gloria. El león se
destaca por su fuerza, mientras que el águila es famosa por el vigor y el
alcance de sus vuelos. El poder de Nabucodonosor se sintió no solo en
Babilonia, sino desde el Mediterráneo hasta el golfo Pérsico, y desde
Asia Menor hasta Egipto. Por eso es adecuado representar el alcance
del poder de Babilonia con un león dotado de alas de águila". 112
El profeta vio: "Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas;
fue levantada de la tierra, y se puso sobre los pies a manera de hombre
y le fue dado corazón de hombre" (Daniel 7:4). Babilonia gobernó el
mundo desde 605 a.c. hasta 539 a.c.
Nabucodonosor reinó 43 de los 66 años de dominación mundial.
Hacia el final de su reinado, fue retirado de la sociedad humana y,
como dice Flavio Josefo, "vivió siete años a la manera de los animales". 113
Mello ve en estas palabras una alusión a la conversión de Nabucodono-
sor114 y, para Schwantes, "la supresión de las alas al león y la pérdida de
su carácter bestial parecen señalar la debilidad militar de Babilonia du-
rante los últimos veinte años de su existencia". 115 Después de la muerte
de N abucodonosor, el reino se debilitó y finalmente fue conquistado
por el Imperio representado por el oso con tres costillas en la boca.

110 Maxwell, 1996, p. 109.


111 Mark Finley, Revelando os mistérios de Dan iel, p. 86; C. Mervyn Maxwell, Uma nova era
segundo as profecias de Daniel, p. 109; Isaac Newton, As profecias de Daniel e Apocalipse, p. 41;
S. J. Schwantes, Daniel, o profeta do juízo, p. 56.
112 Comentario bíblico adventista, t. 4, p . 847.
113 Josefa, p. 255.
114 Mel lo, p. 327.
115 Schwantes, p. 56.
DANIEL
118 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

UN OSO CON TRES COSTILLAS EN LA BOCA


(MEDOPERSIA)
Daniel le dijo a Belsasar, el último rey de Babilonia: "Tu reino ha
sido roto y es dado a medos y persas" (Daniel 5:28). Los detalles de la
caída de Babilonia ya se han descrito en el capítulo 7 de esta obra. El
segundo animal era como un oso y representa el Imperio Medoper-
sa. Los rasgos de crueldad y furia del oso son atribuidos a los medos
por Isaías (Isaías 13:17). Este segundo animal tiene dos características
interesantes:
a) "Se puso más alta de un lado". El gran nombre de la conquista
de Babilonia fue Ciro. Isaías había anticipado su nombre (Isaías 45:1),
e incluso la estrategia militar que usaría para derrotar a Babilonia
(Isaías 44:27, 28). Pero cuando cayó Babilonia, Darío se sentó en el
trono. Schwantes afirma que el hecho de que el oso se pusiera de pie
sobre uno de sus lados "parece indicar que primero los medos, y luego
los persas, mantuvieron el liderazgo en esta monarquía doble. Es un
hecho que los medos fueron los primeros en organizarse en un reino
unido y en mantener a Persia en vasallaje. Pero con la victoria de Ciro
11 en 550 a.C. las tablas se invirtieron, y desde entonces los reyes persas
ocuparon el trono de medos y persas". 116 Isaac Newton lo interpreta de
la misma manera: "Esta bestia se levantó y paró de un lado, porque los
persas estaban dominados por los medos en el momento de la caída de
Babilonia, pero después se levantaron y los dominaron". 11 7
b) "Tenía en su boca tres costillas entre sus dientes". Estas tres costi-
llas son interpretadas por Newton como los reinos de Sardis, Babilonia
y Egipto, 118 reinos que fueron derrotados para que Medopersia estable-
ciera su hegemonía mundial. Herodoto menciona una coalición hecha
contra las fuerzas de Ciro, conformada por Creso, rey de Lidia (Sardis),
Amosis, faraón de Egipto y Labineto (el mismo Nabonido, padre de
Belsasar), rey de Babilonia. 11 9 Ciro derrotó a Lidia en 547 a.C., a Babilo-
nia en 539 a.c. y Egipto cayó ante su hijo Cambises en 526 a.C.

116 Schwa ntes, p. 56.


117 Newton, p. 42.
11s lbíd.
119 Herodoto, História, t. 2, p. 40.
Cuatro bestia s extrañ as 1 119

Así, Medopersia inicia su dominación mundial en el año 539 a.C.,


cuando vence a Babilonia y domina hasta 331 a.C. En ese año perdería
su poder ante el Imperio representado por el leopardo.

UN LEOPARDO CON CUATRO CABEZAS Y CUATRO ALAS


(GRECIA)
¿Quién está representado por el leopardo en la profecía de Daniel
7? Al mirar a través de los ojos de la historia, solo podemos interpre-
tar al leopardo como Grecia, un reino que logra poner fin al dominio
medopersa. Isaac Newton declara: ((La tercera bestia es el reino que su-
cedió a los persas, es decir, el imperio de los griegos". 120 El mismo libro
del profeta Daniel confirma esta información. En el capítulo 8, vemos
la figura de dos animales, un carnero y un macho cabrío. El ángel le
explica a Daniel que el carnero era símbolo de los reinos de Media y
Persia, y estos serían vencidos por el macho cabrío, identificado por el
ángel como Grecia (Daniel 8:20, 21).
El leopardo es un animal feroz y carnívoro, notable por su veloci-
dad y agilidad de movimiento (ver Habacuc 1:8). Daniel 7:6 dice que el
leopardo tenía ('cuatro alas de ave en su espalda. Tenía cuatro cabezas".
Históricamente, se ha interpretado que las cuatro alas representan la
velocidad con la que Alejandro Magno derrotó a los ejércitos enemi-
gos. Partiendo de la nada, dominó el mundo en el corto plazo de doce
años. Con la muerte de su padre, Filipo de Macedonia, en 336 a.C.,
Alejandro, de apenas veinte años, logró unificar los estados griegos
y lanzarlos contra Persia. Tras vencer en las batallas de Gránico (334
a.C.), Issos (333 a.C.) y Arbela (Gaugamela) en 331 a.C., se convirtió en
el señor del mundo. 121 Murió cuando residía en Babilonia, en el año
323 a.C., a la edad de 33 años. 122
¿Y con respecto a las cuatro cabezas del leopardo? Después de la
muerte de Alejandro, la cuestión era si el Imperio debía permanecer
unido bajo Antígono y su hijo Demetrio, o dividido entre los generales.
Finalmente, en la batalla de Ipso en 301 a.C., el asunto se decidió cuan-

120 Newton, p. 42.


121 Cast ro, p. 119.
122 Schwantes, p. 57.
DANIEL
120 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

do Antígono perdió la vida y el Imperio Greco-Macedonio se dividió.


Esta división se llevó a cabo exactamente en cuatro partes, como lo
indica la profecía por medio de las cuatro cabezas del leopardo. Según
Isaac Newton, los territorios se distribuyeron de la siguiente manera:
• Casandro: reinó sobre Macedonia, Grecia y Epiro.
• Lisímaco: tomó Tracia y Bitinia.
• Ptolomeo: reinó sobre Egipto, Libia, Arabia, Celo-Siria y
Palestina.
• Seleuco: reinó sobre Siria. 123

UNA BESTIA TERRIBLE Y ESPANTOSA (ROMA)


La profecía habla entonces de un cuarto poder, representado por una
bestia sin parangón en la zoología. Daniel escribió: "Seguí mirando la
visión de la noche, y vi una cuarta bestia, espantosa, terrible y muy fuer-
te; tenía grandes dientes de hierro. Devoraba, destrozaba y pisoteaba las
sobras con sus pies; era muy diferente de todas las bestias anteriores, y
tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro
cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres
de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos de hombre y
una boca que hablaba con gran arrogancia" (Daniel 7:7, 8).
La expresión "tenía grandes dientes de hierro. Devoraba, destroza-
ba y pisoteaba las sobras con sus pies" es un paralelo del segundo capí-
tulo de Daniel. Hablando del cuarto poder, se menciona: "Y el cuarto
reino será fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y
rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará a todos" (Daniel
2:40). La historia enseña claramente que la potencia mundial que si-
guió a Grecia fue Roma. Sin embargo, la transición fue gradual, por lo
que no es fácil señalar un evento específico que indique el momento
del cambio. Los escritores no se ponen de acuerdo en la fecha que mar-
ca la hegemonía del Imperio Romano; sin embargo, algunos intentan
afirmar que una buena fecha sería el año 168 a.C., cuando en la batalla
de Pidna, los romanos, al mando de Lucius Emilio, conquistaron Ma-
cedonia, y derrotaron a los ejércitos de Perseo. 124

723 Newton, p. 42.


124 Mel lo, p. 373.
Cuatro bestia s extrañ as 1 121

La expresión '' dientes de hierro" se refiere a la crueldad con la que


Roma trataba a sus enemigos. En sus conquistas, a veces destruía ciu-
dades enteras, como en el caso de Corinto en 146 a.C.; en otras ocasio-
nes, reinos, como Macedonia y los dominios seléucidas, fueron dividi-
dos y convertidos en provincias. 125

LOS DIEZ CUERNOS


La profecía también habla de que este animal poseía diez cuernos:
((Era muy diferente de todas las bestias anteriores, y tenía diez cuer-
nos" (Daniel 7:7). El texto mismo explica que estos diez cuernos son
diez reinos (Daniel 7:24). Si los ((cuatro reyes" de Daniel 7:17 represen-
tan cuatro reinos (Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma), entonces
los diez cuernos también pueden ser interpretados como diez ((reyes"
o ((reinos", y son los mismos reinos que en el capítulo 2 de Daniel.
Ya hemos visto que el Imperio de hierro de Roma mantuvo supo-
der hasta el año 476 d.C., cuando finalmente se dividió, perdiendo su
poder ante diez tribus bárbaras que minaron su autoridad. Estos diez
cuernos corresponden entonces a las diez tribus bárbaras que se asen-
taron en el territorio de Roma entre los años 351 al 476 d.C.

EL CUERNO PEQUEÑO Y SU IDENTIFICACIÓN


Pero Daniel continuó: ((Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que
otro cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arran-
cados tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos
de hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia" (Daniel 7:8).
¿Qué representan estos símbolos? Seguro que Daniel experimentó las
mismas ganas de aprender que tú manifiestas ahora. En los versículos
15 y 16 del capítulo 7, se nos dice que Daniel estaba ((turbado" y ((asus-
tado" por las revelaciones, y que se acercó a un ser que estaba cerca de
él con el objetivo de conocer los misterios de la visión. Este ser informó
a Daniel parte de lo que hemos visto hasta ahora. Dijo que las cuatro
bestias representaban cuatro reyes o reinos, que gobernarían en la tie-
rra por un período de tiempo, pero finalmente el reino sería dado a ((los
santos del Altísimo", y los santos lo poseerían por toda la eternidad.

125 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág . 852.


DANIEL
122 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

Pero Daniel tenía curiosidad por saber más. Él dijo:

Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bes-


tia que era tan diferente de las otras, espantosa en gran
manera, que tenía dientes de hierro, uñas de bronce, que
devoraba y desmenuzaba, y pisoteaba las sobras con sus
pies. También quise saber más acerca de los diez cuernos
que tenía en su cabeza, y del otro que había subido, ante
el cual habían caído tres. Este mismo cuerno tenía ojos y
boca que hablaba con mucha arrogancia, y parecía mayor
que sus compañeros. Vi que este cuerno combatía a los
santos y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y
pronunció juicio en favor de los santos del Altísimo. Y
vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino (Daniel
7:19-22).

Ya hemos visto que este cuarto poder representa a Roma, y que


los diez cuernos representan a las diez tribus bárbaras. Pero ¿qué re-
presenta este cuerno pequeño en la profecía bíblica? Sobre este tema,
Isaac Newton escribió: "Los reyes representan reinos, como se ha
dicho. Por lo tanto, el cuerno pequeño es un pequeño reino. Era un
cuerno de la cuarta bestia y arrancó a tres de los primigenios. Por eso,
debemos buscarlo entre las naciones del Imperio Latino, después de la
aparición de los diez cuernos. Pero era un reino con un rey diferente a
los demás, con vida o alma propia, con ojos y boca. Por sus ojos, era un
vidente, y por su boca que hablaba insolencias y cambiaba los tiempos
y la Ley, era a la vez profeta y rey. Este vidente, profeta y rey es la Iglesia
de Roma. Un vidente, Episkopos, es un obispo en el sentido literal de la
palabra; y esa Iglesia reclama el obispado universal. Con su boca emite
leyes a reyes y naciones; así como un Oráculo; se arroga infalibilidad
y afirma que sus decretos son vinculantes para todo el mundo; lo que
quiere decir con que es un profeta en el grado más elevado". 126
¿Tenía Newton razón en su interpretación? ¿Es el cuerno pequeño
el papado?

726 Newton, pp. 80, 81.


Cuatro bestia s extrañas 1 123

Daniel vislumbró algunas características del cuerno pequeño y el


ángel le dio información adicional. Aquí hay diez características pre-
sentadas en el texto bíblico con las que trataremos de identificar este
poder en la historia:
l. El cuerno pequeño aparecería entre los diez cuernos de la cuar-
ta bestia (vers. 8) y después de ellos (vers. 24).
2. El cuerno pequeño arrancaría tres cuernos para establecerse
(vers. 8, 20 y 24).
3. El cuerno pequeño tenía "ojos de hombre" y una "boca que ha-
blaba con gran arrogancia" (vers. 8 y 20).
4. Parecía más robusto que sus compañeros (vers. 20).
5. Haría guerra contra los santos y los vencería (vers. 21).
6. Hablaría palabras contra el Altísimo (vers. 25).
7. Quebrantaría a los santos del Altísimo (vers. 25).
8. Trataría de cambiar los tiempos y la Ley (vers. 25).
9. Los santos serían entregados en sus manos por un tiempo, dos
tiempos y medio tiempo (vers. 25).
10. Un tribunal le quitaría el dominio y él sería destruido (vers. 26).

A continuación, analizaremos algunas de estas características:


1. El cuerno pequeño surgiría de entre los diez cuernos de la
cuarta bestia (vers. 8) y después de ellos (vers. 24); por lo tanto, sería
un poder que surgiría del Imperio Romano.
Según lo que vio el profeta en la visión, el cuerno pequeño no se
manifestó en la primera, la segunda o la tercera bestia, sino en la cuar-
ta (Daniel 7:7, 8). Identificamos que la primera bestia, el león, repre-
senta el Imperio Babilónico; el oso representa a Medopersia; y el leo-
pardo representa a Grecia. La cuarta bestia, descrita como terrible y
aterradora, es paralela al cuarto metal de la estatua en el capítulo 2 de
Daniel, el hierro, y representa a Roma. Maxwell informa: "Después de
la muerte de Alejandro, sus dominios se dividieron en varios reinos
greco-helenísticos. Mientras tanto, Roma se estaba desarrollando en
el occidente y, a su debido tiempo, comenzó a influir en los reinos
helenos. Hacia el 168 a.C., Roma dominó la región mediterránea, asu-
DANIEL
124 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ _ __ __

miendo la posición del cuarto imperio de la estatua profética". 127


Desde 351 d.C. hasta 476 d.C., el Imperio Romano fue socavado por
las diez tribus bárbaras, representadas en la profecía de la estatua por
los dedos de los pies, y en el capítulo 7 por los diez cuernos de la cuarta
bestia. El cuerno pequeño, identificado aquí como el papado, aparece
entre los diez cuernos, en el sentido de que existe en estado embrio-
nario desde los días de Pablo (2 Tesalonicenses 2:7) y después de ellos,
pues solo se establecería después de destruir tres de los cuernos, hecho
que solo se produjo en el siglo VI, como veremos más adelante.
Pero ¿cómo operaba ya el papado en los días de Pablo? La historia
enseña que el desarrollo de la gran apostasía, que finalmente culminó
en el papado, fue un proceso lento y gradual que abarcó varios siglos.
Pablo escribió: «y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que
enseñarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos en pos de
sí" (Hechos 20:30). Estas palabras advertían de una apostasía durante
la cual se revelaría el «hombre de pecado" y el «hijo de perdición" (ver
2 Tesalonicenses 2:3, 4). Este poder ya estaba en acción en los días de
Pablo, pero de manera limitada (cf con el versículo 7).
Antes del final del primer siglo, Juan también había advertido:
«Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus si son
de Dios; porque muchos falsos profetas han salido al mundo" (1 Juan
4:1). Y añadió: «y todo espíritu que no confiesa que Jesús ha venido
en carne, no es de Dios; este es del anticristo, que han oído que ha de
venir y que ahora ya está en el mundo" (1 Juan 4:3). Estas prediccio-
nes advirtieron de la presencia de fuerzas siniestras que ya estaban
obrando en la Iglesia, fuerzas que presagiaban herejía y apostasía de
proporciones aún mayores.
Durante los tiempos apostólicos, cada congregación local escogía a
sus líderes y se conducía por sí misma (Hechos 6:3). El Espíritu Santo
distribuía dones (1 Corintios 12:11) y la Iglesia, el cuerpo espiritual de
Cristo, era edificada (1 Corintios 14:12). Sin embargo, con el paso del
tiempo y el enfriamiento del amor genuino, el «primer amor" (Apoca-
lipsis 2:4), la Iglesia apostólica perdió su pureza y su sencillez. El po-
der personal comenzó a determinar la elección de sus líderes, quienes

127 Maxwe ll, Uma nova era segundo as profecias de Daniel, p. 37.
Cuatro bestia s extrañas 1 125

primero asumieron mayor autoridad dentro de la Iglesia local y luego


trataron de extender su autoridad sobre otras iglesias.
La administración local de la Iglesia, bajo la dirección del Espíri-
tu Santo, finalmente dio paso al autoritarismo eclesiástico de un solo
magistrado, el obispo, a quien cada miembro de la Iglesia estaba per-
sonalmente sujeto, y solo por medio de quien el creyente tenía acceso
a la salvación. 128 En cada ciudad se fueron nombrando obispos. Poco a
poco, la autoridad del obispo de la ciudad de Roma ganó protagonis-
mo sobre los obispos de otras ciudades. Esto se debió a varios factores.
El Comentario bíblico adventista presenta algunos:
a. Como capital del Imperio y metrópolis del mundo civilizado,
Roma era el lugar natural para la sede de una Iglesia mundial.
b. La Iglesia de Roma era la única en Occidente que pretendía
tener su origen apostólico, hecho que, en aquellos días, hacía
parecer natural que el obispo de Roma tuviera prioridad sobre
los demás obispos. Roma ocupaba una posición muy honorable
incluso antes del año 100 d.C.
c. El traslado de la capital política de Roma a Constantinopla por
parte de Constantino (330 d.C.) dejó al obispo de Roma relati-
vamente libre de la tutela imperial y, desde entonces, el empe-
rador casi siempre apoyó las pretensiones del obispo de Roma
frente a las de los demás obispos.
d. En parte, el emperador Justiniano apoyó firmemente al obispo
de Roma y defendió sus intereses mediante un edicto imperial
que reconocía su supremacía sobre las iglesias de Oriente y Oc-
cidente. Este edicto no pudo ser completamente efectivo hasta el
declive del dominio ostrogodo sobre Roma en 538.
Sumado a estos factores, está la conversión del emperador Constan-
tino, quien vinculó la Iglesia al Estado y la convirtió en un instrumen-
to de la política estatal. Su reorganización del sistema administrativo
del Imperio Romano se convirtió en el modelo para la administración
eclesiástica de la Iglesia romana y, por tanto, de la jerarquía católica
romana. 129

128 Comentario bíblico adventista. t . 4, pp. 861-864.


129 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 862.
DANIEL
126 Secretos de la profec ía

Así, el papado se desarrolló dentro del propio Imperio Romano


desde los días de Pablo y se estableció finalmente en el año 533, con la
promulgación del edicto de Justiniano, 130 y en 538, cuando se expulsó
a la última tribu bárbara que no estaba sometida a la autoridad papal.
De ahí la explicación del ángel del cuerno pequeño que aparece "en-
tre" y "después" de los diez cuernos.
Eckhardt agrega: "Bajo el poder del Imperio Romano, los papas
no tenían poder temporal. Pero cuando el Imperio Romano se des-
integró y su lugar fue ocupado por varios reinos rudos y bárbaros, la
Iglesia Católica Romana no solo logró su independencia del Estado en
el aspecto religioso, sino también dominó en el secular. A veces, bajo
gobernantes como Carlomagno (768-814), Otón el Grande (936-973) y
Enrique III (1039-1056), el poder civil tenía cierto predominio sobre la
iglesia; pero en general, durante el débil sistema político del feudalis-
mo, la iglesia, bien organizada, unificada y centralizada, con el papa a
la cabeza, no solo era independiente en los asuntos eclesiásticos, sino
también en el control de los asuntos civiles". 131
2. El cuerno pequeño arranca tres cuernos para establecerse
(vers. 8, 20 y 24).
La profecía predijo que el cuerno pequeño llegaría a dominar por
completo con el derrocamiento de tres de los primeros diez cuernos.
Entre los principales obstáculos para el surgimiento de la Roma papal
como poder político estaban los hérulos, los vándalos y los ostrogo-
dos. Los tres apoyaban el arrianismo, que era el mayor rival del cato-
licismo en ese momento. 132
Los hérulos fueron los primeros en gobernar Roma. Depusieron, en
el año 476 d.C., al joven Rómulo Augusto, último emperador de Oc-
cidente. A la cabeza estaba Odoacro, quien se proclamó rey de Roma.
130 Este decreto declaraba que el Papa era "la cabeza de todas las Santas Ig lesias".
131 Carl Conrad Eckhardt, The Papacy and World Affairs, as Reflected in the Secularization of
Politics (Ch icago: Prensa de la Universidad de Chicago, 1937), p. 1.
132 El arrianismo es una herejía que tiene su origen en Arrio, un sacerdote de Alejandría que
creía que los evangelios presentan al Hijo en subordinación al Padre, como el primer ser creado.
A esta subordinación le d io un sentido absoluto, que destruyó la igualdad de las personas de la
Deidad . Entonces comenzó a negar la divinidad del Hijo, y a considerarlo una criatura de Dios. El
Concilio de Nicea, convocado por Constantino en 325, combatió esta herejía y condenó a Arrio
como hereje, y sus enseñanzas como herejías. (Ver Mello, p. 748; Feyerabend, pp. 122, 123).
Cuatro bestia s extrañas 1 127

Teodorico, líder de los ostrogodos, fue el siguiente en invadir Italia.


Llegó allí en 489, y en 493 aseguró la rendición de Odoacro y luego lo
mató. 133 Así dice el registro histórico sobre los hérulos: ''Después de la
primera mitad del siglo VI, sin embargo, su nombre desapareció por
completo". 134 Al mismo tiempo, los vándalos, dirigidos por Genseri-
co, se habían establecido en el norte de África y tomaron Cartago en
493 d.C. Eran intolerantes con los católicos, a quienes llamaban here-
jes. En defensa de los católicos aparece el emperador Justiniano, quien
gobernaba la mitad oriental del Imperio Romano en Constantinopla.
Envió a Belisario, el más hábil de sus generales, que destruyó por com-
pleto a los vándalos en 534. 135
Ahora, solo los ostrogodos permanecían en el camino del papado.
Belisario vino contra ellos en Italia y la guerra duró unos veinte años.
Finalmente, después de severas batallas, los ostrogodos fueron expul-
sados de Roma en el año 538 d.C. y el papado quedó libre para expan-
dir su dominio. En 538, el mismo año en que se produjo la expulsión
de los ostrogodos, Virgilio, obispo de Roma, se convirtió en el primer
Papa con jurisdicción temporal y comenzó el período de dominio pa-
pal completo que, según el propio Daniel, se extendería por un perío-
do de tiempo de 1.260 años, como veremos más adelante.
3. El cuerno pequeño tenía "ojos de hombre" y una "boca que ha-
blaba con gran arrogancia" y "hablará palabras contra el Altísimo"
(versículos 8, 20, 25).
El cuerno pequeño tenía «ojos de hombre". Los ojos sin duda deno-
tan inteligencia y sagacidad. 136 El texto también informa que el cuerno
pequeño sería un poder blasfemo. Estas palabras insolentes serían pro-
nunciadas «contra el Altísimo" (vers. 25). ¿Cómo cumple el papado esta
especificación de la profecía? ¿Qué es la blasfemia a la luz de la Biblia?
Según Mateo 26:64 y 65, y Juan 10:33, la blasfemia es pretender ser
igual a Dios. Los títulos que la Roma pagana y papal se ha atribuido a

133VerThomas Hodgkin, Ita/y and Her lnvaders, t. 3, pp. 180-2 13, citado en Comentario bíblico
adventista, t. 4, 853 .
134 Encyc/opaedia Brittanica, artícu lo "Sunday", t. 21 (Chicago: Wi lliam Benton, 1972).
135 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág. 853.
136 Schwantes, p. 59.
DANIEL
128 Secretos de la profec ía

lo largo de la historia son como una especie de intermediario entre el


Cielo y la Tierra, como si fuera representante de Dios y de Cristo. Vea-
mos algunos ejemplos: El Papa León XIII escribió: ((El maestro supre-
mo de la iglesia es el Pontífice Romano. La unión de las mentes, por lo
tanto, requiere[ ... ] completa sumisión y obediencia a la voluntad de la
iglesia y al Pontífice Romano, como si fuera Dios mismo". 137 Además
declaró: ('Nosotros [es decir, él mismo y los demás papas] ocupamos
el lugar del Dios Altísimo en la tierra". 138 En el Diccionario Eclesiástico
Católico, leemos: "El Papa es de tan grande dignidad y exaltado, que
es, no un mero hombre, sino como si fuera Dios y el sustituto de Dios.
[... ] El papa tiene tanta autoridad y poder, que puede modificar, ex-
plicar e interpretar las leyes divinas [... ].Cualquier cosa que Dios o el
Redentor haga, el vicario lo puede hacer sin contrariar en nada la fe". 139
Otra blasfemia mencionada en la Biblia es la pretensión de perdo-
nar los pecados (Marcos 2:7). Según los dogmas católicos, para que se
logre el perdón de Dios, el pecador debe confesarse con un sacerdote
y recibir de él la absolución. Considera las siguientes declaraciones:
((En la confesión, el sacerdote tiene el poder de confesar todos los de-
litos cometidos después del bautismo". Y más: ((Cuando un criminal
confiesa sus pecados al sacerdote, todos los delitos no solo son per-
donados, sino destruidos y el delincuente se convierte en una nueva
persona, en un santo". 140
El Catecismo Romano, al hablar de la necesidad de la confesión de
los pecados, enseña: "La confesión de los pecados al sacerdote consti-
tuye una parte esencial del sacramento de la penitencia. Los penitentes
deben, en su confesión, enumerar todos los pecados mortales de los
que tengan conocimiento después de un examen serio, incluso si estos
pecados son muy secretos y se cometieron solo en contra de los dos úl-

137 Dispon ible en : <http://www.vatican.va/holy_fat her/leo_ xii i/encyclals/documents/hf_l -xi-


ii_enc_ l00l1890_sapientiae-christi anae_en.html> Consu ltado el 21 de noviembre de 2013.
Encíclica Papal "En la reun ión de la cristiandad", de l 20 de ju nio de 1894, citada en Maxwell 1,
138

Uma nova era segundo as profecías de Daniel, p. 131.


139 P. F. Luci us Ferrari, Prompta Bibliotheca, Handy Library (París: JP Migne, 1858), t. 5. Dispon i-
ble en: <http://biblelig ht.net/ l 825 r.g if> y <http://biblel ight.net/1829r.gif>
74 ° Canon Cató lico -
Concílio de Trento, pp. 870,440, citado en Orlando Jerónimo Oliveira, A
lgreja Católica na profecía (Río de Ja neiro: Editora Ados, 2001), p. 174.
Cuatro bestia s extrañ as 1 129

timos preceptos del Decálogo [... ]". 141 Luego declara: «Así como Cristo
confió a sus apóstoles el ministerio de la reconciliación, los obispos,
sus sucesores, y los presbíteros, colaboradores de los obispos, conti-
núan ejerciendo este ministerio. De hecho, son los obispos y los pres-
bíteros quienes, en virtud del sacramento del Orden Sagrado, tienen
el poder de perdonar todos los pecados «en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo". 142 Contrariamente a todas estas afirmacio-
nes, la Biblia declara que solo Dios puede perdonar los pecados (ver
1 Juan 1:9; Hebreos 4:13-16, 8:1, 2; 1 Timoteo 2:5; 1 Juan 2:1).
4. Intentará cambiar los tiempos y la Ley (versículo 25).
¿Qué quiere decir la profecía con ((cambiar los tiempos"? La expre-
sión aramea aquí es zimmin, un término que denota un tiempo fijo
(ver Daniel 3:7, 8; 4:36; 6:10, 13), o un período de tiempo (ver Daniel
2:16 y 7:12). Sin embargo, las prerrogativas para cambiar los tiempos
pertenecen solo a Dios, porque solo él tiene el destino de las naciones
bajo su control. El período exacto de tiempo en que Nabucodonosor,
Darío, Ciro, Alejandro, etc., debían gobernar fue determinado por
Dios. Daniel 2:21 declara que es él quien ((quita reyes y pone reyes". Es
decir, ((el esfuerzo del cuerno pequeño por mudar los tiempos indica-
ría un esfuerzo premeditado para ejercer el derecho divino de dirigir
el curso de la historia humana". 143
Como es Dios quien cambia los tiempos (Daniel 2:21), solo él pue-
de cambiar su Ley, si es que pudiera cambiarse. Pero debido a que
se trata de su carácter, la Ley, como su Legislador, no cambia (ver
Malaquías 3:6; Santiago 1:17). Por eso Jesús dijo: ((Es más fácil que
desaparezcan el cielo y la tierra antes que caiga un punto de la ley"
(Lucas 16:17).
No obstante, la profecía de Daniel hablaba de un ataque a la Ley de
Dios. El cuerno pequeño se encargaría de cambiar no solo ((los tiem-
pos" sino también la ((Ley". ¿Cómo sucedió esto en la historia?
Destaquemos ahora tres cambios hechos a la ley de los Diez Man-
141 Catecismo da lgreja Cat ó lica, Ed i<;ao Típica Vaticana (Sao Paulo, SP: Ediciones Loyola, 2000),
p. 401.
142lbíd., p. 403. Para más detalles sobre la afirmación de la ig lesia romana de perdonar los
pecados, véase Oliveira, 2001, pp. 173-181.
143 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 858.
DANIEL
130 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

damientos por parte del papado. El primero de ellos fue la exclusión


del segundo mandamiento. En dos lugares de la Biblia podemos leer
los Diez Mandamientos completos (Éxodo 20:3-17; Deuteronomio 5:7-
21). El segundo mandamiento dice claramente: "No te harás imagen
[... ] no te inclinarás a ellas, ni las honrarás" (Éxodo 20:4, 5; Deutero-
nomio 5:8, 9).
En la segunda parte del Catecismo, vemos la transcripción de los
Diez Mandamientos, tal como aparece en Éxodo y Deuteronomio,
pero en la fórmula catequística, simplemente no aparece la prohibición
de adorar imágenes. Ese segundo mandamiento fue borrado entera-
mente del Catecismo Romano. Al intentar explicar el uso de imágenes
como objetos de adoración, el Catecismo dice: "Fue sobre la base del
misterio del Verbo Encarnado que el Séptimo Concilio Ecuménico de
Nicea (787) justificó, contra los iconoclastas, el culto de los iconos: los
de Cristo, pero también los de la Madre de Dios, los ángeles y todos los
santos. Al encarnarse, el Hijo de Dios inauguró una nueva 'economía'
de imágenes [... ]. El culto cristiano a las imágenes no es contrario al
primer mandamiento, que prohíbe los ídolos. De hecho, 'el honor que
se rinde a una imagen se dirige al modelo original' ".144
¿Te das cuenta de la verdadera confusión que se genera? Primero,
el Catecismo cita varios textos de la Biblia que condenan el culto a las
imágenes, luego, sin ninguna base bíblica, afirma que Jesús, después
de su encarnación, inauguró una nueva "economía", donde las pautas
dadas anteriormente pueden ser contradichas. En esta idea se inserta
la veneración a María, los ángeles y los santos. No queremos exten-
dernos demasiado en este tema, pero basta leer algunos textos para
darnos cuenta de que, aun después de la muerte, la resurrección y la
ascensión de Jesús, ni Pedro ni los ángeles aceptaron ser adorados,
sino que dirigieron esa adoración a Dios (ver Hechos 10:25, 26; Apo-
calipsis 22:8, 9). Jesús fue claro en este asunto de la adoración: "Enton-
ces respondió Jesús: 'Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás y solo a él servirás'" (Mateo 4:10).
Con la exclusión del segundo mandamiento, que prohíbe adorar
imágenes, era necesaria una maniobra, para que la Ley no se quedara

144 Catecismo, pp. 560, 561.


Cuatro bestias extra ñas 1 131

con solo nueve mandamientos. La solución encontrada fue dividir el


décimo mandamiento de la Ley en dos. Así leemos en el Catecismo
Romano:
9. Mandamiento: "No codiciarás la mujer de tu prójimo".
0

10. Mandamiento: "No codiciarás las cosas ajenas". 145


0

CAMBIO DEL CUARTO MANDAMIENTO


Otro cambio arbitrario realizado por el papado alcanza el cuarto
mandamiento de la Ley de Dios. Génesis informa que Dios creó el
mundo en seis días y, como memorial de su Creación, descansó en el
séptimo (Génesis 2:1-3). El primer ángel de Apocalipsis, que presenta
el Evangelio eterno al mundo, declara: "Adoren al que hizo el cielo
y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" (Apocalipsis 14:7). Solo
Dios es digno de ser adorado, y por eso bendijo un día en particular,
el séptimo.
El sábado es un memorial de la Creación, un día apartado por Dios
para que sus criaturas lo adoren (Isaías 66:22, 23). También es una
señal de la relación de Dios con sus hijos (Ezequiel 20:12, 20). Cristo
mismo santificó ese día (Lucas 4:16, 31), y él mismo dejó en claro que
su Ley no puede ser cambiada (Mateo 5:17, 18). Después de su muer-
te, los discípulos continuaron santificando el sábado (Lucas 23:54-56;
Hechos 16:13; 17:2; 18:4).
El cambio del cuarto mandamiento por parte del papado fue un
proceso lento y gradual en la historia. La Iglesia romana admite abier-
tamente la responsabilidad de introducir la adoración en domingo,
en lugar del sábado, afirmando que tiene el derecho de hacer estos
cambios. Como prueba de este hecho, podemos mencionar una te-
sis doctoral que recibió el visto bueno del Vaticano. El Dr. Samuele
Bacchiocchi, fallecido en 2008, fue el primer no católico en graduar-
se de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, habiendo reci-
bido una medalla de oro del Papa Pablo VI por lograr la distinción
académica summa cum laude por su tesis: From Sabbath to Sunday:
A Historical Investigation of the Rise of Sunday Observance in Early
Christianity [Del sábado al domingo: Una investigación histórica del

145 lbíd., p. 540.


DANIEL
13 2 Secretos de la profec ía

surgimiento de la observancia del domingo en el cristianismo primi-


tivo]. Bacchiocchi investigó durante cinco años y demostró que no hay
evidencia bíblica para cambiar o eliminar el sábado como día de ob-
servancia. También señaló tres factores principales para este cambio
histórico: (a) el sentimiento antijudaico ya experimentado en el siglo II
de la Era Cristiana, (b) el culto pagano al Sol realizado el primer día de
la semana, y (c) el papel preponderante de la Iglesia Católica. 146 En este
proceso histórico, un emperador romano desempeñó un papel funda-
mental. Estamos hablando de Constantino. 147 Después de aceptar el
cristianismo, aunque de manera nominal, promulgó el primer decreto
dominical de la historia. Considera el siguiente texto:
((Los magistrados y las personas que residen en las ciudades deben
descansar, y todos los talleres deben estar cerrados en el venerable día
del sol. A los que viven en el campo, sin embargo, se les debe permitir
que se dediquen libremente a las tareas de su labranza, porque muchas
veces no hay día más propicio para sembrar cereales y plantar vides;
tememos que, por descuido del tiempo apropiado para estas tareas, se
perderán las bendiciones celestiales". 148
La legislación iniciada por Constantino se comenta de la siguiente
manera en dos enciclopedias:
''El reconocimiento más antiguo de la observancia del domingo
como legislación legal es la constitución de Constantino del año 321
d.C., que decreta que todos los tribunales de justicia, los habitantes
de las ciudades y todos los talleres, descansen en el día del sol (vene-
rabili die solis), excepto por aquellos que se dedicaban a las labores
agrícolas". 149
'(Incuestionablemente, la primera ley, ya sea eclesiástica o civil, por

746 Samuele Bacch iocch i, From Sabbath to Sunday: A Historical lnvestigation of the Rise of
Sunday Observance in Early Christianity (Rome: The Pontifica l Gregorian Un iversity Press, 1977),
pp. 165-269. Esta tesis doctoral fue publ icada por la imprenta de la Po ntificia Universidad Gre-
goriana de Roma.
147 Const antin o (288-337 d.C.) fue el primer empe rador en converti rse al cristia nismo, y la re li-
g ió n cristiana se hizo oficial en su gobierno.
748 Promu lgado el 7 de ma rzo de 321. CodexJustinianus, libro 3, Tit. 12.13; Traducido por Philip
Schaff, en History of the Christian Church, 1902, t. 3, p. 380.
749 Encyclopaedia Brittanica, artícu lo "Domi ngo", t. 21.
Cuatro bestia s extrañas 1 133

la que se sabe que se ordenó la observancia del sábado, es el edicto de


Constantino, 321 d.C." 15º
Esta legislación tenía poco que ver con el cristianismo. Sin embar-
go, más tarde, la misma Iglesia romana incluiría en su credo la con-
fesión del domingo como el día a ser observado por los cristianos. El
Concilio de Laodicea en 364 decidió:
"Los cristianos no deben judaizar y estar ociosos en sábado, sino
que deben trabajar en ese día; pero el día del Señor deben honrar es-
pecialmente y, al ser cristianos, deben, si es posible, no hacer ningún
trabajo en ese día. Sin embargo, si se los encuentra judaizando, serán
separados de Cristo". 151
El Código de Derecho Canónico, promulgado en 1917, conocido
como Código Pío-Benedictino, se convirtió en un cuerpo único y au-
téntico para toda la Iglesia Católica de rito latino. Esta es su orienta-
ción: "En domingo y en otros días festivos obligatorios, los fieles están
obligados a participar de la Misa; también deben abstenerse de traba-
jos y negocios que impidan el culto a Dios, el gozo propio del día del
Señor, o el debido descanso de la mente y el cuerpo". 152
Para mantener ante todos los católicos la devoción que se debe ob-
servar durante el domingo, y especialmente para provocar un reaviva-
miento en la observancia del domingo, el Papa Juan Pablo II publicó
el 31 de mayo de 1998 una carta apostólica llamada Dies Domini (día
del Señor). Él escribió:

Los cristianos [...] tomaron como festivo el primer día


después del sábado, porque en él tuvo lugar la resurrec-
ción del Señor [... ]. Lo que Dios realizó en la creación, y lo
que hizo por su pueblo en el Éxodo, encontró su cumpli-
miento en la muerte y la resurrección de Cristo, aunque
ésta tiene su expresión definitiva solo en la parusía, con
la venida gloriosa de Cristo. En él se cumple plenamen-
15° Chamber's Encyc/opaedia, t. VI II, art. "Sabbath". (Fi ladelfia: JB Li ppincott & CO, 1870).
151 Disponible en: <http://www.newadvent.org/fathers/3806.htm>. Consultado: 28 de ju lio
de 2013.
152 Cód igo do Direito Canónico, Cánon 1247. Disponible en : <http://www.vatican.va/arch ive/
cod-iuris-canonici/engl ish/codex-iuris-canonici _en.pdf>
DANIEL
134 Secretos de la profec ía

te el significado "espiritual" del sábado [... ]. De "sábado"


pasamos al "primer día después del sábado", del séptimo
día pasamos al primer día: ¡dies Domini se convierte en
dies Christi! 153

Así hemos visto, durante milenios, cómo el cuerno pequeño actuó


para cambiar la santa Ley de Dios. Hoy, la santidad del domingo es la
creencia más popular compartida por católicos y protestantes, con-
siderando ambos el domingo como el "Día del Señor" en honor a la
resurrección de Cristo, aunque no hay un solo texto en la Biblia que
apruebe tal concepto. 154
5. Hará guerra contra los santos, quebrantará a los santos del Al-
tísimo, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo,
dos tiempos y la mitad de un tiempo (vers. 21 y 25).
El poder representado por el cuerno pequeño también se lanzaría
contra los fieles de Dios, llamados "santos del Altísimo" en la profecía
(vers. 22, 25). Esta persecución de los santos fue una continuación de
las crueldades e injusticias que siempre infligieron al pueblo de Dios.
Los apóstoles murieron como mártires, 155 y los cristianos desde los
primeros tres siglos hasta el Edicto de Tolerancia de Milán, firmado
por el emperador Constantino en 313 d.C., también sufrieron una
cruel persecución. 156
Los siglos de la Edad Media o Edad Oscura serían testigos de enor-
mes persecuciones, y el pueblo de Dios tuvo que esconderse en las
montañas, las cuevas y los páramos de la tierra. En el año 1232, el Papa
Gregorio IX instituyó la llamada "Santa Inquisición", que duró hasta
1859, cuando el papado extinguió definitivamente el Tribunal del San-

753 Papa Juan Pab lo 11, Carta Apostólica Dies Domini (Sao Paulo: Paulinas, 2002), p. 20, 21.
754 Para un estudio detallado de la santidad del sábado en la Biblia, véase Alberto R. Timm,
El sábado en las Escrituras (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010).
755 John Foxe informa en su trabajo que Tomás fue asesinado en la India por una flecha; Mar-
cos murió en una hoguera en Eg ipto; Andrés fue crucificado por Egeas; Mateo fue traspasado
con una lanza; Felipe fue crucificado y apedreado en Frigia; Santiago fue apedreado y luego
golpeado hasta la muerte en la cabeza. Ver John Foxe, O livro dos mártires (Sao Paulo: Mundo
Cristiano, 2003), pp. 17-21.
756 Justo L. González, Uma história ilustrada do cristianismo, A era dos mártires, t. 1, p. 176.
Cuatro bestia s extrañas 1 135

to Oficio. 157 Este Papa asumió la responsabilidad de perseguir a los he-


rejes que comenzaban a perturbar los cimientos de la Iglesia Católica.
Para obtener una confesión, se utilizaba la tortura, seguida del juicio,
y la última etapa era el auto de fe. El Dr. Stanger explica: ((Los que eran
condenados a penas leves, como prisión y hábito penitencial perpetuo,
así como flagelación, caminaban con una vela en la mano. A la cabeza
de la procesión iban los condenados a muerte, entregados a la justicia
civil para ser quemados vivos. Aquí hay un aspecto interesante. Por
tratarse de un tribunal eclesiástico, el Santo Oficio no podía ejecutar
a sus convictos, es decir, ante los ojos de Dios no era la Iglesia la que
mataba, ya que solo le correspondía a la Iglesia juzgar. La decisión de
hacer cumplir la sentencia correspondía a la justicia de los hombres,
quienes tendrían que arreglar con el Todopoderoso, si no hacían cum-
plir la determinación del Santo Oficio". 158 U nos veinte años después
del establecimiento del tribunal del Santo Oficio, el Papa Inocencio
IV, en su bula ((Ad Extirpanda" de 1252, escribió: ((Cuando los culpa-
bles de herejía hayan sido entregados al poder civil por el obispo o su
representante, o por la Inquisición, el poder o el magistrado mayor de
la ciudad inmediatamente los apresará, y en un máximo de cinco días,
ejecutará las leyes dictadas contra ellos". Esta bula ((se convirtió desde
entonces en un documento fundamental de la Inquisición, renovada
o reforzada por papas, como Alejandro IV (1254-1261), Clemente IV
(1265-1268), Nicolás IV (1288-1292), y Bonifacio VIII (1294-1303), en-
tre otros. Las autoridades civiles, por tanto, eran intimadas por los
papas, bajo pena de excomunión, a ejecutar las sentencias legales que
condenaban a los herejes impenitentes a morir en el fuego". 159
Esta persecución de los santos se prolongó durante siglos, y estaba
dirigida a todos los que se atrevían a estar en desacuerdo con los dic-
tados de Roma, especialmente a los valdenses, los albigenses y los hu-

157 Célio Roberto Stanger, Da inquisi(ao aliberdade religiosa no raiar do novo milenio (Vitó ria,
ES: Gráfica Sod ré, 2001 ), p. 141 .
158 lbíd., p. 145.
159 J. Blozer, "lnqu isition", The Catholic Encyclopedia, Disponible en: <http://www.newad-
vent. org/cathen/08026a .htm> Consultado el 24 de noviembre de 2013 . La Bula "Ad Extir-
panda", del Papa lnocencio IV, está disponible en : < http://www.documentacatholicaomnia.
eu/01 p/1252-05-15,_ SS_I nnocentius_lV,_Bu lla _%27Ad_E xtirpanda%27,_EN.pdf>
DANIEL
13 6 Secretos de la profec ía

gonotes, que en la noche de San Bartolomé en Francia (24 de agosto de


1572) fueron arrebatados de sus casas y asesinados en plazas públicas.
Según Elena de White, en unos dos meses, 70.000 fueron asesinados,
de la flor y nata de la nación. 160
Pero estas persecuciones de los santos del Altísimo no durarían
para siempre. A Daniel se le dijo que el cuerno pequeño actuaría por
un tiempo, dos tiempos y medio tiempo. Veamos en qué período de la
historia encaja esta profecía.

UN TIEMPO, DOS TIEMPOS Y MEDIO TIEMPO


Anteriormente, dijimos que hay dos profecías en Daniel que indi-
can la llegada del ((tiempo del fin": el período del reinado del cuerno
pequeño (Daniel 7:25), y la profecía de la purificación del santuario, al
final de las 2.300 tardes y mañanas (Daniel 8:14). Analicemos ahora la
primera. La profecía estableció que el poder representado por el cuer-
no pequeño, o papado, gobernaría por un tiempo, dos tiempos y me-
dio tiempo (Daniel 7:25). 161 Considerando que en el mensaje profético
del libro de Daniel ((tiempo" corresponde a ''año" (ver Daniel 11:13),
tenemos aquí tres tiempos y medio, es decir, tres años y medio. Con-
siderando que, además, según Apocalipsis 11:3; 12:6, 14; y 13:5, el año
profético contiene 360 días, tres tiempos y medio sería el resultado de
3,5 x 360; es decir, 1.260 días.
Considerando además que, en la profecía del género apocalípti-
co, un día profético equivale a un año literal (ver Números 14:34 y
Ezequiel 4:6, 7), 1.260 días (tres tiempos y medio) son en realidad
1.260 años. Este período se sitúa en la historia desde el año 538 d.C.
hasta 1798 d.C. Pero ¿cuáles son los acontecimientos que marcan el
inicio y el final de este período?

160El ena de Whit e, El conflicto de los siglos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2015), p. 315.
161 Algunas versio nes de la Biblia t rad ucen Daniel 7:25 as í: "Un t iempo, t iempos y la m itad de
un t iempo". Do ukhan exp lica q ue el arameo entiende la forma plural indefinida "tiem pos" como
un plu ral de dualidad (es decir, "dos t iempos"), sumando así un período de t res años y med io, es
decir, 1260 días, ya que el año el año judío, como el año babilónico, sigue el ca lendario luna r y
consta de 360 días . Ver más detalles en Jacques B. Dou kh an, Secretos de Daniel (Flo ri da, Buenos
Aires: Asociació n Casa Editora Sudamericana, 20 11 ), p. 109.
Cuatro bestia s extrañas 1 137

La consolidación de la Roma Papal comenzó en 533, cuando Justi-


niano emitió un edicto que confirmaba legalmente al obispo de Roma,
Juan II, como ((cabeza de todas las iglesias". Así decía el decreto:
((Con honor a la Sede Apostólica, y a su Santidad, que es y siem-
pre ha sido recordado en nuestras oraciones, ahora y antes, y honrado
su prosperidad, como corresponde a quien es considerado padre. Nos
apresuramos a traer a la atención de su Santidad todo lo relaciona-
do con la condición de la iglesia [... ]. Por tanto, nos hemos esforzado
en unir a todos los sacerdotes de Oriente, y someterlos a la Sede de
Vuestra Santidad, y por tanto las cuestiones que hasta ahora se han
planteado, aunque sean manifiestas y fuera de toda duda y, de acuerdo
con la doctrina de vuestra Sede Apostólica, y constante y firmemente
observados y predicados por todos los presbíteros, aún hemos consi-
derado necesario que sean traídas a la atención de Vuestra Santidad.
Porque no toleramos nada que tenga que ver con el estado de la iglesia,
aunque lo que causa dificultad, tal vez, sea claro e indudable, para ser
discutido sin ser llevado a conocimiento de Su Santidad, porque usted
es la cabeza de todas las Santas Iglesias, porque nos esforzamos por
todos los medios (como ya se ha dicho), para aumentar el honor y la
autoridad de Vuestra Sede". 162
Aunque este decreto fue promulgado en 533, la consolidación del
papado solo fue posible cuando la última tribu antagónica al papado,
es decir, los ostrogodos, fue expulsada. Esto ocurrió recién en 538 y
Virgilio, obispo de Roma, es el primer Papa con jurisdicción tempo-
ral. A partir de este año, 538, comienza el período de dominio papal
completo que, según el propio Daniel, se extendería por 1.260 años. Si
contamos 1.260 años desde el 538, llegamos a 1798. ¿Qué sucedió en
ese año que podría marcar el final del gobierno temporal del papado?
En enero de 1798, el general Berthier, que sustituía a José Bonapar-
te al mando del ejército italiano, recibió instrucciones de arrestar al
Papa. Así narra el historiador:

El 10 de febrero apareció con su ejército en la ciudad


eterna, donde entró al día siguiente con 9.000 hombres.

162 S. P. Scott, The Civil Law, t. XI1, ppp. 11, 12, citado en Gonzá lez, 1994, p. 148.
DANIEL
138 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

El 15 de febrero, se plantó un árbol de la libertad en el Ca-


pitolio y el General Berthier, después de haber hecho le-
vantar un documento por cinco notarios en el que el pue-
blo romano se declaraba libre, también se presentó en el
Capitolio con todo su Estado Mayor [... ] y fue a informar
brutalmente al Papa, que entonces tenía casi 80 años, que
el pueblo romano había proclamado su independencia y
ya no lo reconocía como soberano político. Despojan al
pontífice de su guardia suiza y le ofrecen el arco tricolor
de la nueva república. Renunciando espontáneamente al
dominio temporal, el papado podría conservar su digni-
dad espiritual, y la república francesa le garantizaría una
pensión de 300.000 francos. De lo contrario, es decir, si
se negara a abdicar, lo privarían de todo, incluso de su
libertad personal. El Papa no quiso abdicar, y el 18 de
febrero Haller regresó al Vaticano. Sin descubrirse, entró
en la sala donde almorzaba el Papa y exigió la entrega de
sus joyas. Le quitó dos anillos preciosos de su dedo y lo
intimó a que se preparara para salir del palacio y de la
ciudad de Roma. Cuando el Papa pidió que lo dejaran
morir en la capital del mundo cristiano, se le respondió:
"Puede irse a morir a otro lado. O se va espontáneamen-
te, o se irá a la fuerza. Elija". En la mañana del 20 de fe-
brero, fueron a buscarlo al Vaticano, lo cargaron apresu-
radamente en un carruaje, que lo llevó a Siena, donde fue
alojado temporalmente en el convento de los Agustinos. 1 63

Posteriormente, Pío VI fue llevado a Florencia y al año siguien-


te fue transportado a Grenoble y finalmente a la ciudad de Valencia,
Francia, donde murió el 29 de agosto de 1799. Así terminó la supre-
macía de 1.260 años, precisamente en 1798. Una vez más, las palabras
del profeta Daniel se estaban cumpliendo con exactitud, y la larga y
terrible Edad Media había llegado a su fin cuando los sinceros hijos

763 G. Oncken, História universal, t. XIX, pp. 804,805, citado en Aracel i S. Mel lo, A verdade sobre
as profecias do Apoca/ipse (Sao Paulo: Gráfi ca e Editora EDIGRAF, 1959), pp. 340, 341 .
Cuatro bestia s extrañas 1 139

de Dios fueron perseguidos y asesinados. Así, el año 1798 marca la


primera fecha para la llegada del tiempo del fin, cuando solo entonces
se revelaría la parte profética del libro de Daniel, que no había sido
comprendida.
6. Su dominio le sería quitado por un tribunal y sería consumido
por completo (vers. 26).
La profecía ahora informa que, después del período de dominio
del cuerno pequeño (538 a 1798) un tribunal le quitaría el poder. Esto
es lo que dice el texto: «Vi que este cuerno combatía a los santos y los
vencía, hasta que vino el Anciano de días, y pronunció juicio en favor
de los santos del Altísimo. Y vino el tiempo, y los santos poseyeron el
reino. [... ] Pero se sentará el tribunal en juicio, y le quitarán su domi-
nio, para que sea destruido por completo y para siempre. Y el reino, el
dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo serán dados
al pueblo de los santos del Altísimo" (Daniel 7:21, 22, 26, 27).
Al final de la historia, el dominio que por siglos había estado en
manos del papado (cuerno pequeño) será dado al pueblo de Dios, a
los santos del Altísimo. Daniel 7 cambia a una escena de juicio. En los
versículos anteriores, esta escena ya había sido introducida. Veamos
el texto:

Mientras yo miraba fueron puestos tronos, y un An-


ciano de muchos días se sentó. Su vestido era blanco como
la nieve, y el cabello de su cabeza como lana limpia. Su
trono llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. Un río
de fuego salía delante de él. Miles de millares le servían, y
millones de millones asistían ante él. El tribunal se sentó
en juicio, y los libros fueron abiertos (Daniel 7:9, 10).

Daniel ve una escena de juicio, se establecen tronos y se sienta el


Anciano de Días. Luego se sienta el tribunal y se abren los libros. ¿Qué
significa esta visión? ¿Cuándo ocurre?
Las visiones dadas a los profetas tenían un propósito didáctico.
Juan, por ejemplo, en una visión de la segunda venida de Cristo, vio a
Jesús sentado sobre un caballo blanco y sus vestiduras estaban ceñidas
DANIEL
140 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

con un manto teñido en sangre, y de su boca salía una espada afilada


para herir a las naciones (Apocalipsis 19:11-15). Obviamente, cuando
Jesús regrese, no esperemos verlo vestido así y mucho menos montado
a caballo. Sin embargo, cada uno de estos elementos tiene un valor di-
dáctico.164 En la visión de Daniel podemos ver en las "vestiduras blan-
cas" un símbolo de pureza y perfección; en el "cabello blanco" vemos
un símbolo de idoneidad, autoridad patriarcal y sabiduría. 165
El texto también afirma que "miles de millares le servían". Estos
son los ángeles celestiales que ministran ante el Señor y siempre ha-
cen su voluntad (Apocalipsis 5:11). Los ángeles desempeñan un papel
importante en el juicio. Así, el Anciano de Días, que es servido por
ángeles, es una clara referencia a Dios Padre. 166
Con respecto a que el tribunal se siente, a Daniel se le reveló el
juicio definitivo en sus dos fases: investigativa y ejecutiva. En la fase
investigativa del juicio, se utilizan los libros de registros para que, con
base en ellos, se efectúe el juicio. Daniel vio: "El tribunal se sentó en
juicio, y los libros fueron abiertos" (Daniel 7:10). En Apocalipsis 20:12
leemos: "Y vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante
el trono. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el libro de
la vida. Y los muertos fueron juzgados, según sus obras, por las cosas
que estaban escritas en los libros". Estos libros y también el Libro de la
Vida se usan para registrar todas las obras realizadas por los hombres.
El Libro de la Vida contiene los nombres de todos aquellos que al-
guna vez entraron al servicio de Dios. Jesús les dijo a sus discípulos:
"Pero no se alegren de que los espíritus se les sujetan, antes alégrense
de que el nombre de ustedes está escrito en el cielo" (Lucas 10:20). Pa-
blo habla de sus fieles colaboradores, "cuyos nombres están en el libro
de la vida" (Filipenses 4:3). Daniel, mirando a lo largo de las edades
a un "tiempo de angustia cual nunca fue", escribió que Dios salvará
a "todos los que estén escritos en el libro" (Daniel 12:1). Y Juan, en el
Apocalipsis, dice que solo los que estén inscritos en el libro de la vida

764 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 855.


765 Henry Feyerabend, Daniel verso por verso (Tatu í, SP : Casa Pub licadora Brasi lei ra, 2005), p.
124.
766 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 855 .
Cuatro bestia s extrañas 1 141

del Cordero entrarán en la ciudad de Dios (Apocalipsis 21:27).


El profeta Malaquías también agrega: «Entonces los que temen al
Señor hablaron unos a otros; y el Señor escuchó con atención. Y en su
presencia fue escrito un libro de memoria, en favor de los que reve-
rencian al Señor y meditan en su nombre" (Malaquías 3:16). Elena de
White escribió: "En el libro de memoria de Dios está inmortalizado
todo acto de justicia. Está registrada fielmente toda tentación resisti-
da, todo pecado vencido, toda palabra de tierna compasión expresada.
Y está consignado todo acto de sacrificio, todo padecimiento y pesar
sufridos por causa de Cristo". 167
Esto significa que todas las obras realizadas por los hombres un día
saldrán a la luz en el juicio. Eso es exactamente lo que Jesús enseñó
cuando dijo: "Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Pa-
dre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras" (Ma-
teo 16:27). Jesús también dijo que seremos juzgados por nuestras pala-
bras: "Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con
sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras" (Mateo 12:36).
En la fase ejecutiva del juicio podemos ver que ha llegado el mo-
mento de que el cuerno pequeño sea juzgado por todo lo que ha hecho,
especialmente contra los santos del Altísimo. La visión continúa: ((Se-
guí mirando en la visión nocturna, y vi que en las nubes del cielo venía
como un Hijo de Hombre; llegó hasta el Anciano de días y fue llevado
ante él. Y le fue dado dominio, y gloria y reino; y todos los pueblos, na-
ciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es eterno, que nunca pasará,
y su reino nunca será destruido" (Daniel 7:13, 14). ¿Quién es este que
se acerca al Padre, el Anciano de Días? ¿Y cuándo ocurre este evento?
La expresión ((como un Hijo de Hombre" es una referencia directa
a Jesús. Fue por medio de la encarnación que el Hijo de Dios tomó
forma humana (Juan 1:1-4, 12, 14; Filipenses 2:7; Hebreos 2:14), y se
convirtió en el Hijo del Hombre (ver Marcos 2:10), uniendo así su di-
vinidad con nuestra humanidad en un lazo que nunca se romperá.
Así, los pecadores arrepentidos tienen por representante ante el Padre
a uno como ellos, que ha sido tentado en todo según su semejanza, y

167Elena de White, Cristo en su santuario (Florida, Buenos Aires: Asoc iación Casa Ed itora Sud-
americana, 2008), p. 128.
DANIEL
142 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

que se compadece de sus debilidades (Hebreos 4:15).


¿Dónde y cuándo tiene lugar esta escena en la que Jesús va al Pa-
dre? A juzgar por los símbolos e imágenes proporcionados por el tex-
to, el juicio no se lleva a cabo en la Tierra, sino en el Cielo. 168 En cuanto
a la fecha, si el juicio se basa, entre otros hechos, en quitar el dominio
del cuerno pequeño, entonces debe ser en una fecha posterior a 1798,
porque allí debe terminar el período del dominio del cuerno pequeño,
como ya hemos visto.
En el próximo capítulo estudiaremos la profecía de las 2.300 tardes
y mañanas (Daniel 8:14), y veremos que, al final de este período, se
llevaría a cabo la purificación del Santuario, que era un día de juicio
en Israel y simboliza una nueva fase en el ministerio de Cristo en el
Santuario celestial. De hecho, este es el clímax de la profecía del capí-
tulo 7. A medida que el profeta ve bestias y cuernos, una y otra vez la
escena se convierte en una sala de audiencias y se le da la certeza de
que comenzará el juicio, el cuerno pequeño será aniquilado y el reino
será dado a los santos del Altísimo (cf 7:9-14, 18, 22, 26, 27).
Este asunto es de suma importancia para todos nosotros, porque
nuestro caso está siendo juzgado en este mismo momento y necesita-
mos rogar a Jesús que interceda por nosotros. Elena de White escribió:

El más profundo interés manifestado entre los hom-


bres por los fallos de los tribunales terrenales sólo re-
presenta débilmente el interés manifestado en las cortes
celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la
vida desfilan ante el Juez de toda la Tierra. El Intercesor
divino aboga para que a todos los que han vencido por
medio de la fe en su sangre se les perdonen sus transgre-
siones, con el fin de que sean restituidos a su hogar edéni-
co y coronados como coherederos del "señorío primero"
(Miq. 4:8). Satanás, con sus esfuerzos para engañar y ten-
tar a nuestra raza, había pensado frustrar el plan divino
con la creación del hombre, pero Cristo ahora pide que
este plan sea llevado a cabo como si el hombre jamás hu-

768 Feyerabend, p. 124.


Cuatro bestia s extrañas 1 143

biese caído. Pide para su pueblo no sólo el perdón y la jus-


tificación, plenos y completos, sino además participación
en su gloria y un asiento en su trono. 169

¿Cuál será nuestra actitud hacia la verdad de que se está llevando a


cabo un juicio? ¿Buscaremos poner nuestro caso en manos del Aboga-
do que nunca ha perdido un caso, Jesús?

CONCLUSIÓN
Después de un análisis de los hechos históricos, nos damos cuenta
de que Isaac Newton tenía razón al señalar al papado como el po-
der representado por el cuerno pequeño de Daniel 7. Esta opinión es
compartida incluso por autores católicos como Eberhard 11 (1200-
1246), arzobispo de Salzburgo y el jesuita portugués Blasius Viegas
(1554-1599). 17º

169 Elena de White, Cristo en su santuario, p. 131.


170 Doukhan, p. 111.
-----~----
"Un estudio cuidadoso de cómo se cumple el propósito de Dios en

la historia de las naciones y en la revelación de las cosas venideras,

nos ayudará a estimar en su verdadero valor las cosas que se ven y las

que no se ven, y a comprender cuál es el verdadero objeto de la vida.

Considerando así las cosas de este tiempo a la luz de la eternidad, po-

dremos, como Daniel y sus compañeros, vivir por lo que es verdadero,

noble y perdurable. Y al aprender en esta vida a reconocer los prin-

cipios del reino de nuestro Señor y Salvador, el reino bienaventurado

que ha de durar para siempre, podemos ser preparados para entrar con

él a poseerlo cuando venga" (Profetas y reyes, p. 403).

-----~----
~

LA VISION
DEL CARNERO Y DEL ,,,,..

MACHO CABRIO
(TERCERA VISIÓN PROFÉTICA)

Unos dos años después de la visión del capítulo 7, Daniel recibió su


tercera visión, tal como se registra en el capítulo 8 de su libro. Nueva-
mente, los animales aparecen en la escena profética y representan, una
vez más, a las naciones que luchan por el poder. Daniel declara: "Duran-
te la visión me vi junto al río Ulai, en Susa, capital del reino, en la pro-
vincia de Elam" (Daniel 8:2). Es probable que Daniel no estuviera allí
físicamente, sino que fue llevado allí en visión. Hay otros ejemplos en la
Biblia de profetas que fueron arrebatados en visión, pero que en realidad
no fueron trasladados a esos lugares (ver Ezequiel 8:3; Apocalipsis 17:3).

LA VISIÓN DEL CARNERO Y DEL MACHO CABRÍO


Dos animales aparecen en la visión del capítulo 8, un carnero y un
macho cabrío. En este punto de nuestro estudio, sería bueno entender
que el tema aquí tratado tiene como trasfondo el Santuario terrenal,
que fue construido por Moisés cuando el pueblo de Israel fue sacado
de Egipto. Una vez al año, en el Día de la Expiación, estos dos animales
participaban en el ritual de perdón y purificación del pueblo de Dios
(ver Levítico 16:5).
DANIEL
146 Secretos de la profec ía

El primer animal que vio Daniel fue un carnero. El versículo 3 dice


que "tenía dos cuernos altos, uno era más alto que el otro". Recono-
ciendo que la profecía es una verdad en expansión, necesitamos resal-
tar el paralelo que existe entre los capítulos 7 y 8 en nuestra interpre-
tación profética.
En el capítulo 7 tenemos una bestia parecida a un oso que "se puso
más alta de un lado" (Daniel 7:5), tal como este cuerno del carnero. Si
en el capítulo 7 este oso representa a los medos y los persas, represen-
tando la realidad de que los persas tomaron el poder en último lugar,
con Ciro, lo mismo ocurre aquí con el carnero. 171 El ángel Gabriel fue
muy claro al darle esta interpretación a Daniel. Él dijo: "Ese carnero
que viste, con dos cuernos, representa a los reyes de Media y de Persia"
(Daniel 8:20).
El segundo animal que vio Daniel fue un macho cabrío. Conti-
nuando con nuestro paralelo con el capítulo 7, es lógico suponer que el
macho cabrío representa el reino de Grecia, que conquistó Medoper-
sia. El hecho de que el macho cabrío no toque el suelo es paralelo a las
cuatro alas del leopardo (Daniel 7:6), y hace referencia a la velocidad
con la que los griegos dominarían el mundo. En cuanto al "cuerno
grande que tenía entre los ojos" solo puede ser una referencia al prin-
cipal líder de los griegos, Alejandro Magno, y sus notables conquistas.
El ángel Gabriel confirma una vez más esta interpretación al declarar
que "el macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía
entre sus ojos es el primer rey" (Daniel 8:21).
La profecía revela que se ha librado una batalla mortal entre los dos
animales. Medopersia (representada por el carnero) fue derrotada por
la Grecia de Alejandro (representada por el macho cabrío). La historia
confirma que Alejandro luchó en tres batallas hasta que derrotó a Da-
río III, rey de Medopersia. La primera fue la batalla del Gránico, en el
año 334 a.C.; la segunda fue la de Issos, en el año 333 a.C., y la última,
en el año 331 a.C., fue la batalla de Arbelas o Gaugamela. 172 Así, el

171 Los medos eran más poderosos que los persas, y del siglo IX al VI I a.c. resistieron fuerte-
mente a los enemigos. Pero f ue con Ciro que los persas se hicieron más fuertes q ue los medos.
Ver más deta lles en : Wi lliam H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso (Buenos Aires, Asociación
Casa Editora Sudamericana, 2010), p. 174.
172 Castro, p. 124.
Lavisión del ca rn ero y del macho ca brío 1 14 7

año 331 a.C. marca el final del Imperio Medopersa y el comienzo del
gobierno de Alejandro Magno.
Sin embargo, la profecía revela que algo sucedería con el cuerno
grande: "El macho cabrío se engrandeció mucho, y cuando estaba en
su mayor fuerza, ese gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron
cuatro cuernos prominentes hacia los cuatro vientos del cielo" (Daniel
8:8). El gran cuerno representa a Alejandro Magno, quien después de
su muerte (el gran cuerno fue quebrado) fue sucedido por cuatro ge-
nerales (cuatro cuernos prominentes): Ptolomeo, Lisímaco, Seleuco y
Casandro. 173
Después del período de los cuatro generales, el poder representado
por el cuerno pequeño aparece una vez más en la profecía (cf Daniel
7:8 y 20 con 8:9). La misma expresión de Daniel 7:8 aparece aquí en el
capítulo 8:9: "cuerno pequeño". Necesitamos hacer una observación
fundamental aquí. En el capítulo 2 de Daniel, cada Imperio estaba re-
presentado por un metal, con excepción del cuarto Imperio. Las pier-
nas eran de hierro (Roma Imperial) y los pies de hierro y arcilla (Roma
Papal). Cuando llegamos al capítulo 7, aparecen cuatro animales o
bestias, uno para cada Imperio, pero nuevamente tenemos diez cuer-
nos y un cuerno pequeño. Así, tenemos a Roma en dos fases, pagana
(Roma Imperial) y religiosa (Roma Papal) que actuaría contra Dios y
su pueblo. De hecho, la Roma Papal es la continuidad de la Roma Im-
perial, lo que puede ser atestiguado por el hecho de que el Obispo de
Roma se sienta en el trono del Emperador y asume su título (pontifex
maximus), en la conservación de los dioses romanos, que se convirtie-
ron en "santos" con nombres cristianizados, en el mantenimiento de
la lengua latina para la versión oficial de las Escrituras (Vulgata latina)
y en la celebración de misas en lengua latina. 174
Algunos se han preguntado de qué parte del dominio griego, ahora
dividido entre los cuatro generales, habría surgido el cuerno pequeño.
Aquí se requiere una explicación. Algunas versiones de la Biblia tra-
ducen de esta manera Daniel 8:9: "De uno de esos cuernos le salió un

173 Newton, p. 42.


174 Disponible en: <http://pt.wikipedia .org/wiki/Pontifex _maxim us> Consu ltado el 7 de oc-
tubre de 2013.
DANIEL
148 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

cuerno más pequeño" (PDT), pero está mal traducido. En el original


hebreo está escrito así: "De uno de ellos ... ", y no aparece la palabra
"cuerno". Esto significa que el cuerno pequeño se origina de uno de los
"cuatro vientos del cielo" (sustantivo plural más cercano: Daniel 8:8),
no de uno de los "cuernos" (ver Zacarías 6:5, 6). Los vientos simboli-
zan los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), y de uno de ellos
vendría el cuerno pequeño. 175 El texto bíblico reporta cinco activida-
des que realizaría el poder del cuerno pequeño, que es el mismo rey
"altivo de rostro" de Daniel 8:23.
Estas acciones, según Urrutia, 176 pueden distinguirse en dos di-
recciones: crecimiento horizontal (conquistas políticas) y crecimiento
vertical (conquistas religiosas).

CRECIMIENTO HORIZONTAL (ROMA IMPERIAL)


a) Se hizo fuerte hacia el sur, hacia el oriente y hacia la tierra
hermosa (Daniel 8:9).
Roma, una pequeña república fundada en 753 a.C., comenzó su
expansión en 334 a.C., creciendo hacia el sur, cuando conquistó toda
la península itálica y todas las islas del mar Mediterráneo. En el año
202 a.C. conquistó Cartago, en África, el extremo sur del mundo co-
nocido. En el año 168 a.C., Roma se consideró un Imperio cuando
conquistó la península griega, Macedonia, Asia Menor y Siria, lo que
representa su crecimiento hacia oriente. Faltaba ahora el crecimiento
hacia el norte, o la "tierra hermosa" (Daniel 8:9). Esta profecía se cum-
ple cuando la Roma imperial conquista Galia, Britania y extiende sus
fronteras por todo el continente.

CRECIMIENTO VERTICAL (ROMA PAPAL)


b) Creció hasta llegar al "ejército del Cielo" y arrojó algunas "es-
trellas" al suelo (Daniel 8:10).
El "ejército del Cielo" y las "estrellas", como el mismo ángel explicó
a Daniel, representan "el pueblo de los santos" (Daniel 8:24), es de-

775 Ver más detal les en: Héctor Urrutia Hernández, Profecías apocalípticas de Daniel (Ch il e,
2012), pp. 214,2 15.
776 Urrutia, p. 220.
La visión del carnero y del macho ca brío 1 14 9

cir, el pueblo de Dios a quien el poder papal perseguiría (ver también


Daniel 12:1, 3). Según el libro del Apocalipsis, fue el Dragón, Satanás,
quien engañó a la tercera parte de las estrellas del Cielo (Apocalipsis
12:3, 4) y las arrojó a la Tierra, que en este contexto representan a los
"ángeles del Cielo" (Apocalipsis 1:20). Sin embargo, el representante
terrenal del Dragón, el cuerno pequeño, es el mismo poder que en
Apocalipsis 13:1 al 10 recibe del Dragón mismo su poder, trono y gran
autoridad (Apocalipsis 13:2) para atacar a las legiones terrenales del
ejército de Dios, sus santos (Daniel 8:10 y Apocalipsis 13:7). Esta gue-
rra entre el bien y el mal comenzó en el Cielo, pero se ha extendido a
la Tierra y se le puede llamar el «Conflicto cósmico" porque cada ser
humano está íntimamente involucrado.
c) Se engrandeció contra el Príncipe de los ejércitos y tomó de
él el continuo sacrificio y echó por tierra el lugar de su santuario
(Daniel 8:11).
¿Quién es este "Príncipe de los ejércitos"? Esta misma expresión
aparece en Josué 5:13 al 15, en el contexto de la conquista de Canaán
por Josué después de la muerte de Moisés. El texto aclara que Josué
adoraba a este Príncipe y este no lo reprendió por el acto. Por lo tanto,
no puede ser solo un ángel, porque los ángeles de Dios no aceptan
adoración (ver Apocalipsis 19:9, 10; 22:8, 9; Mateo 4:10). Otro detalle
que llama la atención es que el Príncipe dijo: "Quita el calzado de tus
pies, porque el lugar donde estás es santo". Esta expresión solo apa-
rece una vez más en la Biblia, justo cuando Dios llamó a Moisés para
liberar a su pueblo de Egipto (Éxodo 3:5). No hay duda de que el título
"Príncipe de los ejércitos" o "príncipe de príncipes" (Daniel 8:25) es
una referencia al mismo Jesucristo.
El cuerno pequeño (Roma papal) le quita al Príncipe (Jesús) el
"sacrificio diario", que podría traducirse mejor como "continuo". La
expresión hebrea traducida como "sacrificio diario", o "continuo" en
algunas versiones de la Biblia, es tamid, que en el Antiguo Testamento,
según Shea, "es una palabra que engloba todas las actividades relacio-
nadas con el santuario" 177 (ver Éxodo 30:8; Levítico 24:4, 8; Números

Wi lliam H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso (Buenos Aires, Asociación Casa Ed itora
177

Sudamericana, 2010), p. 182.


DANIEL
150 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

28:3). Todas estas ceremonias abordaban el perdón de los pecados y la


salvación del pueblo. Pero ¿cómo ataca el sistema papal estas prácticas?
La Iglesia Romana afirma ser el Templo del nuevo pacto, negando
la realidad de un Santuario celestial, del cual el terrenal era solo un
tipo (Éxodo 25:8, 40). Sus líderes espirituales son llamados sacerdotes,
quienes oyen confesiones y realizan el sacrificio de la misa, menospre-
ciando el único y perfecto sacrificio de Cristo. Enseña que Cristo no
es el único Mediador o Sumo Sacerdote entre Dios y los hombres, sino
también la Virgen María y los Santos. 178 En resumen, significa reem-
plazar la obra de Cristo en el Santuario celestial a favor del pecador
(Hebreos 4:16; 8:1; 9:11, 12; 12:2, 3) por una obra de salvación hecha
por el hombre, por la que este poder (el cuerno pequeño) logró eli-
minar el conocimiento y la dependencia del ministerio continuo de
Cristo en el Santuario celestial. 179
Daniel también afirma que el papado se levantaría contra el «Prín-
cipe de los príncipes" (Daniel 8:25). Este «levantamiento" indica que
trataría de tomar el lugar de Cristo; algo de lo que Pablo también ad-
virtió cuando dijo: «Se opondrá y se exaltará contra todo lo que se
llama Dios, o que se adora; hasta sentarse en el templo de Dios como
Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tesalonicenses 2:4). Las doctrinas
romanas de la Confesión Auricular (perdón de los pecados por medio
del sacerdote) y la doctrina de la Infalibilidad Papal demuestran bien
el cumplimiento de esta profecía.
d) Echó por tierra la verdad y prosperó en todo lo que hizo (Da-
niel 8:12).
Estudiamos, en el último capítulo, la profecía que hablaba de un
ataque contra la Ley de Dios. En ese estudio, destacamos tres altera-
ciones que el papado hizo a la Ley de Dios: (a) la exclusión del segundo
mandamiento, que prohíbe adorar imágenes; (b) la división del dé-
cimo mandamiento en dos, de modo que la Ley tuviera nuevamente
diez mandamientos; y (c) el cambio del sábado al domingo.
Además de estos cambios, varias otras enseñanzas, basadas úni-
camente en la tradición de la Iglesia y sus dogmas, han suplantado

778 Urrutia, p. 232 .


779 Ma rt ín. Próbstle, O Santuário, Lecciones de Escue la Sabática, 4° trimestre de 2013, p. 121.
Lavisión del ca rn ero y del macho ca brío 1 151

la verdad de la Palabra de Dios y han mantenido a las personas en la


esclavitud de la ignorancia sobre la voluntad de Dios, tales como: la
oración por los muertos, las penitencias, las indulgencias, el bautismo
de infantes, la doctrina de la transubstanciación y otras. Dios no per-
mitiría que su Ley y su pueblo fueran atacados por el cuerno pequeño
sin hacer justicia. Daniel 8:13 y 14 informa que, después de las 2.300
tardes y mañanas, el santuario sería purificado. Así como la purifica-
ción del Santuario terrenal en los días del Antiguo Testamento repre-
sentaba un juicio de vindicación del pueblo de Dios, así también sería
al final de este período, cuando el cuerno pequeño sería destruido sin
la ayuda de manos humanas (Daniel 8:25).

LA MAYOR PROFECÍA DE LA BIBLIA


Daniel estaba interesado en entender la visión, pero Gabriel res-
pondió: ((Voy a explicarte lo que ha de venir al fin de la ira, porque se
cumplirá en el tiempo del fin" (Daniel 8:19). Las expresiones ((al fin"
y ((tiempo del fin" muestran que ciertas profecías del libro de Daniel
se aplican exclusivamente a nuestros días. Por lo tanto, es importante
que estudiemos y entendamos cada profecía del libro de Daniel, ya que
se refieren a nuestros días.
En las siguientes escenas, el ángel explica algunos elementos de la
visión a Daniel, como la identidad de los animales, y una parte de la
visión que Daniel no entendió (Daniel 8:26, 27). La visión de las ((tar-
des y mañanas" en estos versículos es una referencia a la profecía de
las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14. Solo cuando terminara ese
período de tiempo, es que el Santuario sería purificado y se pondría
un freno al accionar del cuerno pequeño. De allí el interés de Daniel
por entender el asunto. En el próximo capítulo veremos en detalle esta
profecía, que es la profecía más grande de la Biblia, y descubriremos
que, al final, el pueblo de Dios saldrá victorioso.
----~----
"Ningún edificio terrenal podría representar la grandeza y la gloria

del Templo celestial, la morada del Rey de reyes, donde "millares de

millares" le sirven y "millones de millones" están delante de él (Daniel

7:10), de ese Templo henchido de la gloria del trono eterno, donde los

serafines, sus guardianes resplandecientes, se cubren el rostro en ado-

ración. Sin embargo, las verdades importantes acerca del Santuario

celestial y de la gran obra que allí se efectúa en favor de la redención

del hombre debían enseñarse mediante el Santuario terrenal y sus ser-

vicios" (Patriarcas y profetas, pp. 370, 371).

----~----
LA
PURIFICACION
DEL SANTUARIO
TERRENAL

En los primeros siglos de la historia del cristianismo, miles de


cristianos perdieron la vida por amor a Cristo. Fueron arrojados a las
fieras en el Coliseo Romano, quemados en la plaza pública o asesina-
dos en lúgubres prisiones. Satanás persiguió a todos aquellos que se
atrevieron a compartir el Evangelio de Cristo con otros. Entre estos se
encontraban Esteban, Pablo, Pedro y otros. Sin embargo, algo estaba
pasando. Tertuliano, un escritor cristiano del siglo II, llegó a decir: "La
sangre de los mártires es la semilla de la iglesia''; es decir, cuantos más
cristianos morían, mayor era el número de nuevos conversos y, con
ello, el cristianismo avanzaba y se fortalecía.
Entonces, Satanás cambió su estrategia. En lugar de perseguir a
los que predicaban el Evangelio puro de Cristo, se infiltró en la Igle-
sia cristiana y corrompió la fe verdadera. La pura doctrina apostólica
pronto dio paso a tradiciones y dogmas provenientes del paganismo,
y la Iglesia cristiana perdió su pureza doctrinal. Hoy, cuando alguien
decide seguir a Cristo, se encuentra ante un dilema: miles de religio-
nes, y todas ellas defendiendo la legitimidad de su fe.
La profecía de las 2.300 tardes y mañanas, que estudiaremos hoy,
DANIEL
154 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

habla de dos eventos clave: (a) en la Tierra, la Iglesia remanente se


levantaría para restaurar la verdad de Dios hollada por el cuerno pe-
queño (Isaías 58:12; Daniel 8:12; Apocalipsis 10:8-11); y (b) en el Cielo,
comenzaría el Juicio Investigador, y cuando terminara, el cuerno pe-
queño finalmente sería destruido y el reino sería dado a los santos del
Altísimo (Daniel 7:18, 27).

LA MAYOR PROFECÍA DE LA BIBLIA


Daniel 8:13 y 14 registra una conversación entre seres santos, en la
que uno le responde al otro cuánto durarían las acciones del cuerno
pequeño. El accionar del cuerno pequeño y su presunción conducen a
un clamor de juicio. Así como el carnero y el macho cabrío fueron des-
truidos (Daniel 8:4, 7, 8), igualmente fue exaltado el poder represen-
tado por el cuerno pequeño (Daniel 8:9-11). De ahí surge la pregunta:
«¿Hasta cuándo durará la visión?" (Daniel 8:13). Esta expresión es un
clamor por una aflicción continua, y la petición de un cambio en las
condiciones que prevalecen en ciertos momentos. Es una súplica por
el juicio divino (ver Éxodo 10:3; Números 14:27; 1 Reyes 18:21). Lue-
go viene la respuesta: «y él respondió: (Hasta dos mil trescientos días
de tardes y mañanas. Entonces el santuario será purificado' " (Daniel
8:14).
La profecía es clara al definir que el blanco del ataque del cuerno
pequeño es el Santuario celestial y el pueblo de Dios (Daniel 8:10-12).
Ya que la respuesta del ángel involucró la purificación del Santuario
(Daniel 8:14), está claro que solo el Día de la Expiación podría llevar al
Santuario y al pueblo de Dios a su legítima condición. Es en el Día de
la Expiación que Dios ejecuta su juicio y restaura todas las cosas a su
estado original. De ahí la importancia de entender bien esta profecía.
Las «2.300 tardes y mañanas" es la profecía más larga de la Biblia. La
expresión «tarde y mañana" está tomada del libro del Génesis, donde
Dios, después de crear el mundo y todo lo que hay en él, declara: «Fue
la tarde y la mañana, el primer día ... " (ver Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31).
Por lo tanto, esta expresión significa un día de veinticuatro horas.
Ya hemos aprendido el principio de la interpretación profética de
día por año. Este principio enseña que un día profético equivale a un
La pu rifi cación del Santuari oterrenal 1 155

año literal (ver Números 14:34 y Ezequiel 4:6, 7). De este modo, la
purificación del Santuario, de la que habla Daniel, solo se produciría
después de que terminaran los 2.300 años literales.

EL SANTUARIO: EL TEMA PRINCIPAL DE LA BIBLIA


En el Pentateuco, los cinco libros de Moisés, se dedican 45 capítu-
los al tema del Santuario. En los libros de los profetas, otros 45 capí-
tulos también abordan este tema. En los demás libros de la Biblia hay
unas 150 referencias al Santuario. Se cree que los salmos fueron escri-
tos para que sirvieran como una recopilación para las alabanzas del
Santuario. El libro del Apocalipsis está estructurado en el Santuario.
Tiene siete divisiones, cada una de las cuales comienza con una escena
en el Santuario celestial. Las epístolas describen a Jesús como sacerdo-
te, sumo sacerdote, propiciatorio y ofrenda. Es decir, el Santuario es el
centro del pensamiento de los escritores bíblicos. Ya hemos descubier-
to que la profecía de Daniel 8:14 habla de un período de 2.300 años,
después del que el Santuario sería purificado. Necesitamos entender
ahora qué es el Santuario y qué significa su purificación.

EL SANTUARIO TERRENAL
Moisés recibió el mandato divino de construir un santuario (Éxo-
do 25:8). Este santuario o tabernáculo debía construirse según un
modelo existente, que le fue mostrado en el monte (Éxodo 25:9, 40;
26:30); es decir, el Santuario celestial (Hebreos 8:5). La palabra hebrea
para «modelo" (tabnit) expresa la idea de modelo o copia. Por lo tanto,
concluimos que Moisés vio un modelo en miniatura, que representaba
el Santuario celestial, y que este modelo sirvió como modelo para la
construcción del Santuario terrenal.
El santuario o tabernáculo se construía en un atrio o patio, que
medía unos treinta metros de ancho por sesenta metros de largo (Éxo-
do 27:9-19). Estaba rodeado de 48 tablas de madera de acacia, de cinco
metros de largo y unos 75 centímetros de ancho. Estaban recubiertas
de oro y sujetas por anillos del mismo material. Estaban fijadas sobre
bases de plata y unidas por barras revestidas de oro que las mantenían
en la posición correcta y rodeaban todo el atrio (Éxodo 26:15-30).
DANIEL
156 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

En este atrio, además del santuario, había dos mobiliarios: el altar


de los holocaustos, donde después de ser sacrificados se quemaban los
animales (Éxodo 27:1-8), y una fuente de bronce con agua, en la que el
sacerdote se lavaba antes de comenzar los servicios dentro del santua-
rio (Éxodo 30:17-21).
El santuario en sí era una tienda con paredes de madera, revestida
con cuatro capas de materiales: la primera era de pieles finas o tejones
(Éxodo 26:14), la segunda de pieles de carnero teñidas de rojo (Éxodo
26:14), la tercera estaba cubierta con pelo de cabra (Éxodo 26:7); final-
mente, una cuarta capa que cubría el interior de la tienda, vista solo
por los sacerdotes y el sumo sacerdote, y estaba hecha de lino blanco
torcido en colores azul, púrpura y carmesí (Éxodo 26:1).
El tabernáculo medía aproximadamente seis metros de alto por
dieciocho metros de largo y estaba dividido en dos compartimentos,
el Santo y el Santísimo, separados únicamente por un velo (Éxodo
26:33). En el primer compartimento o Lugar Santo se encontraban
tres muebles: (a) la mesa con los doce panes de la proposición, (b) el
altar del incienso, y (c) un candelero con siete lámparas (Éxodo 25:17-
40 y 26:35). En el segundo compartimiento, llamado Lugar Santísi-
mo o Santo de los Santos, había un solo mueble, el arca del pacto, y
dentro de ella las dos tablas de la Ley, dadas a Moisés en el monte
Sinaí (Éxodo 25:10-16). Andreasen señala que "el tabernáculo era un
edificio portátil, por lo que se podía desmontar y transportar fácil-
mente. Estaba destinado a servir solo hasta el momento en que Israel
se estableciera en la tierra prometida y se pudiera erigir un edificio de
naturaleza más estable". 180

El Santuario tenía tres propósitos básicos:


A. Ser la morada de Jehová (Éxodo 25:8).
B. Ser depositario de la Ley de Dios (Éxodo 25:16; 31:18).
C. Perpetuar y ampliar la dimensión tipológica de los sacrificios como
medio de perdón y salvación. 181

18 º M. L. Andreasen, O ritual do santuário (Sa nto André, SP: Casa Publicado ra Brasileira, 1983),
p. 23.
781 Elena de Wh ite, Review and Herald, 5 de ma rzo de 1901.
La pu rifi cación del Santuari oterrenal 1 157

LOS SÍMBOLOS DEL MOBILIARIO DEL SANTUARIO


Todo el mobiliario del santuario tipificaba al Mesías y la obra que
vendría a realizar para la salvación de su pueblo. De esta manera, se
amplió la dimensión tipológica y se presentó un Evangelio en símbo-
los al pueblo de Israel.

Mueble u objeto Símbolo Texto


Tabernáculo Jesús y el ser humano Juan 1:14; 1Corintios 6:19, 20
Altar del holocausto Jesús, nuestra ofrenda Hebreo 10:10-12
Fuente de agua Bautismo/purificación Mateo 3:16; 1Corintios 6:11
Mesa con 12 panes Jesús, el pan de vida Juan 6:35
Candelabro con 7 lámparas Jesús, la luz del mundo Juan 9:5
Altar de Incienso Oraciones de los santos Apocalipsis 8:3, 4
Tapa del arca (propiciatorio) Jesús, el propiciatorio Romanos 3:25
Arca del Testimonio Presencia de Jesús Mateo 1:23
LOS SERVICIOS DEL SANTUARIO
En el Santuario trabajaban 38.000 levitas (1 Crónicas 23:3), de los
cuales 288 eran cantores (1 Crónicas 25:7), 4.000 eran músicos, 4.000
eran porteros (1 Crónicas 23:5), 6.000 oficiales y jueces, y también los
sacerdotes, que estaban divididos en veinticuatro turnos (1 Crónicas
24:1). Todos estos trabajaban para hacer posible la mediación y el per-
dón de los pecados del pueblo de Israel.
Aquí se describirán dos servicios básicos realizados en el Santua-
rio: el servicio diario y el servicio anual.

Servicio diario - Ofrendas por el pecado (Éxodo 29:38, 39).


Los sacrificios de la mañana y de la tarde se ofrecían diariamen-
te, incluso en las fiestas de la Pascua, Pentecostés, el Día de la Expia-
ción o cualquier otra fiesta especial. Por eso se los llamaba sacrificios
"continuos", que no cesan (Éxodo 29, 42), y prefiguraban de manera
especial el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. Este sacrificio
no era provisto por cualquier persona. Se ofrecía en favor del pueblo
en su conjunto. No era un sacrificio que el pecador ofrecía a Dios, sino
DANIEL
158 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

un sacrificio que Dios ofrecía a favor de su pueblo. Esto beneficiaba


especialmente a los pobres, que no tenían animales para sacrificar, y a
los israelitas que se encontraban lejos del Santuario, corno en el caso
de Daniel, que ofrecía sus oraciones con el rostro hacia el Santuario
(Daniel 6:10).
Había otro tipo de ofrenda en el santuario: ofrendas por los peca-
dos cometidos. Cuando un israelita cometía un pecado, debía llevar
un animal al Santuario. Había un animal para cada tipo de pecado. El
animal más común era el cordero. El pecador ponía sus manos sobre
la cabeza del animal, confesaba su pecado y luego lo sacrificaba. El sa-
cerdote tornaba la sangre de la ofrenda y la llevaba al primer compar-
timiento del Santuario, llamado el Lugar Santo. En algunos casos, la
sangre de las ofrendas debía rociarse sobre la cortina que separaba los
compartimientos del Santo y el Santísimo, e incluso colocarse sobre
los cuernos del altar del incienso (Levítico 4:5-7). Este era el principio
de transferencia del pecado hacia el Santuario, mediante la sangre o
la carne de la ofrenda que el sacerdote comía antes de entrar al San-
tuario. Así, el Santuario recibía los pecados diarios y, de este modo, se
contaminaba y necesitaba pasar por una purificación.

Servicio anual - Día de la Expiación o purificación (Levítico 16:29,


30).
El Día de la Expiación siempre ocurría el décimo día del séptimo
mes, llamado Tishri. Esta fiesta anual era la purificación del Santua-
rio. Era el día más importante en Israel y abarcaba una ceremonia
sofisticada.
Durante el año, el Santuario era profanado por los pecados que
le eran transferidos simbólicamente mediante la sangre de los sacri-
ficios. Así, el pecado era perdonado y el pecador limpiado, pero sus
registros quedaban grabados en el Santuario, contaminándolo. Por lo
tanto, la purificación era necesaria.

Procedimientos preliminares
La preparación para las festividades de ese día comenzaba con diez
días de anticipación. Estos eran días de arrepentimiento, destinados a
La pu rifi cación del Santuari oterrenal 1 159

obrar un perfecto cambio de corazón. El sumo sacerdote, que dirigía


la ceremonia, tenía una preparación especial:
l. Una semana antes del Día de la Expiación, se trasladaba al re-
cinto del templo para orar y meditar.
2. No dormía el día anterior, para no sufrir ninguna contaminación.
3. Se bañaba y se ponía las vestiduras sagradas.
4. Llevaba un cinto blanco y una mitra de lino sin ostentación
para presentarse ante Dios.
Antes de comenzar la expiación por el pueblo, el sumo sacerdo-
te debía hacer expiación por sus propios pecados; así quedaba limpio
para ser mediador entre Dios y el pueblo (Levítico 16:3, 11-14).

LOS RITOS DE PURIFICACIÓN


En el Día de la Expiación o purificación del Santuario, dos machos
cabríos entraban en escena (Levítico 16:5-10). Eran separados el déci-
mo día del séptimo mes. La suerte era echada sobre ambos, uno para
el Señor y otro para el chivo expiatorio (del hebreo Azazel). Después
de echar suertes sobre los machos cabríos, el sumo sacerdote tomaba
un becerro y lo mataba, y un sacerdote colocaba parte de la sangre en
un cuenco, y la revolvía para que no se coagulara. Mientras tanto, el
sumo sacerdote tomaba brasas del altar donde se quemaban las ofren-
das y las colocaba en un incensario. También llenaba sus manos de
incienso dulce y los llevaba a ambos al Santuario, al Lugar Santísimo.
Colocaba el incensario sobre el propiciatorio, que estaba cubierto por
una nube, para que él no muriera (Levítico 16:13).
Concluida esta parte, el sumo sacerdote salía a recibir de manos
del sacerdote la sangre del becerro, y luego llevaba esta sangre al Lugar
Santísimo, donde la rociaba con el dedo siete veces sobre el propicia-
torio, hacia el oriente.
Al regresar del Lugar Santísimo, el sumo sacerdote sacrificaba el ma-
cho cabrío de expiación por los pecados del pueblo. Regresaba al Lugar
Santísimo, donde rociaba la sangre del macho cabrío sobre el propicia-
torio, como había hecho con la sangre del becerro (Levítico 16:15).
Después de eso, el sumo sacerdote volvía al atrio y bendecía al pue-
blo. <<Cuando haya acabado de expiar el santuario, la tienda de reunión
DANIEL
160 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

y el altar" (Levítico 16:20), traía el macho cabrío vivo, para Azazel, y lo


enviaba al desierto, donde moría.

SÍMBOLOS DE LOS ANIMALES SACRIFICADOS EN EL


SANTUARIO
El macho cabrío para el Señor que moría en el Día de la Expiación
es un símbolo de Cristo, quien vendría al mundo a morir por los pe-
cados de la humanidad (Isaías 53:7; Juan 1:29; Apocalipsis 13:8). La
purificación del Santuario ilustraba, entonces, tres fases del ministe-
rio de Cristo: (a) sacrificio sustitutorio, (b) mediación sacerdotal y (c)
juicio final.
El chivo expiatorio, o Azazel, que era llevado al desierto y aban-
donado para ser muerto, es una representación de Satanás quien, des-
pués del regreso de Cristo, será encarcelado por 1.000 años (Jeremías
4:23-26; Apocalipsis 20:1, 2). Después de eso, será soltado y destruido
(Apocalipsis 20:7-9).
Dado que el chivo expiatorio no entraba en escena hasta que "haya
acabado de expiar" (Levítico 16:20), es evidente que Satanás no par-
ticipa en la expiación de los pecados, sino que es destruido por sus
propios pecados y por los pecados que ha llevado a otros a cometer.
Todos los sacrificios del Santuario constituían el camino de la sal-
vación por la fe, instruían al pueblo de Dios sobre el carácter terrible
del pecado y señalaban el medio escogido por Dios para poner fin al
pecado: el sacrificio del Hijo de Dios (Juan 1:29). Cuando Jesús murió
en la cruz, el velo del templo, que separaba el Lugar Santo del Lugar
Santísimo, se rasgó de arriba abajo, señalando el fin de todo el sistema
de sacrificio de animales que, durante milenios, había representado la
muerte del Hijo de Dios (Mateo 27:50, 51; Lucas 24:44-47).

LA TRAYECTORIA DEL SANTUARIO TERRENAL


El Santuario terrenal fue el centro de adoración del pueblo de Dios
durante siglos. La primera tienda fue construida por Moisés por or-
den divina (Éxodo 25:8). Este tabernáculo, o tienda móvil, cambiaba
de ubicación a medida que el pueblo viajaba por el desierto hacia Ca-
naán. Algunos estiman que, durante este período de cuarenta años de
La pu rifi cación del Santuari oterrenal 1 161

peregrinación por el desierto, el Tabernáculo fue mudado 41 veces.


Cuando finalmente llegaron a Canaán, el Tabernáculo se estableció
permanentemente en Silo (Josué 18:1).
Cuando David se convirtió en rey, después de que Dios le concedió
la victoria sobre todos sus enemigos, sintió el deseo de construir una
habitación más digna como morada del Altísimo (2 Samuel 7:1, 2). Sin
embargo, debido a que era un hombre sanguinario, Dios no le permi-
tió construir el templo y dijo que su hijo Salomón lo construiría (1 Re-
yes 6). Salomón construyó el templo, trajo el arca del pacto y la colocó
en el Lugar Santísimo del templo (1 Reyes 8:6) y se notó la presencia de
Dios. Este templo fue centro de culto durante siglos, hasta que fue des-
truido por N abucodonosor, en la tercera invasión babilónica de Jeru-
salén, en el año 586 a.C. (2 Reyes 25:9). Después del cautiverio babiló-
nico, que duró setenta años (Jeremías 25:11), el pueblo de Dios volvió a
Jerusalén, y Esdras y Nehemías se encargaron de reconstruir la ciudad
y el templo (Esdras l; Nehemías 3). Este templo, ahora renovado, lleva
el nombre del Templo de Zorobabel, quien era entonces gobernador
de Judea (Esdras 6:16; Hageo 1:1). Este mismo templo fue renovado
por Herodes y se convirtió en el templo de Herodes. Jesús visitó este
templo y allí hizo la declaración profética: ((No quedará piedra sobre
piedra" (Mateo 24:1, 2). Esta profecía de Cristo se cumplió en el año 70
d.C., cuando la ciudad de Jerusalén y el templo fueron destruidos por
orden de Tito, el emperador romano.

LA REALIDAD DEL SANTUARIO CELESTIAL


Si la profecía de las 2.300 tardes y mañanas fue dada en los días
de Daniel, y él vivió unos seiscientos años antes de Cristo, entonces
no puede estar refiriéndose al Santuario terrenal. La profecía apun-
taba a una purificación al final del período de 2.300 años, que excede
la historia del Santuario terrenal, destruido en el año 70 d.C. De he-
cho, el Santuario que debía ser purificado al final de las 2.300 tardes y
mañanas era el Santuario celestial (Hebreos 9:23, 24). Al igual que la
purificación del Santuario terrenal en los días del Antiguo Testamento
representaba un juicio de vindicación del pueblo de Dios, del mismo
modo se completará la purificación del Santuario celestial. El pueblo
DANIEL
162 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

de Dios será vindicado, la Ley de Dios que fue hollada por el cuerno
pequeño será restaurada, y la Iglesia remanente que estuvo oculta en
el desierto por años (Apocalipsis 12:6, 16) será revelada.
Ahora estamos listos para entender la profecía de las 2.300 tardes
y mañanas, cuando el Santuario sería purificado. ¿En qué año ocurrió
ese evento? ¿Cuáles son las implicaciones para los cristianos moder-
nos? Estas preguntas serán respondidas en nuestro próximo capítulo.
Por hoy, aferrémonos a la promesa de la Biblia: "Porque no tenemos
un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilida-
des, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero
sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro"
(Hebreos 4:15, 16).
----~----
"Tenemos la preciosa promesa de que todo pecado, del cual hubo

sincero arrepentimiento, será perdonado. Volvernos a Dios con con-

trición de alma, reclamando los méritos de la sangre de Cristo, nos

traerá luz, perdón y paz. Pero debemos volvernos al Señor con pleno

propósito de corazón, con la decisión de ser hacedores de las palabras

de Cristo. A veces, nuestros pecados pasados vendrán a la mente y en-

sombrecerán nuestra fe, de modo que no podamos ver nada más que

el merecido castigo reservado para nosotros. Pero en esos momentos,

mientras sentimos tristeza por el pecado, debemos mirar a Jesús y

creer que él ha perdonado nuestras transgresiones" (Review and He-

rald, 13 de enero de 1891).

----~----
LAS 2.300
TARDES ,_,

Y MANANAS, Y,,,. LA
PURIFICACION
DEL SANTUARIO
CELESTIAL

Dios declaró, por medio del profeta Amós, que él no haría nada
"sin revelar su secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3:7). Todas las
profecías de la Biblia fueron dadas al pueblo de Dios con el objetivo de
prepararlo para los acontecimientos que estaban por venir y hacer que
se comprometa en el cumplimiento de los designios divinos.
La profecía de las "2.300 tardes y mañanas" es la profecía más larga
de la Biblia, y llega hasta nuestros días. Como ya hemos visto, habla de
dos eventos claves: (a) en la Tierra, la Iglesia remanente se levantaría
para restaurar la verdad de Dios hollada por el cuerno pequeño (Isaías
58:12; Daniel 8:12; Apocalipsis 10:8-11); (b) en el Cielo, comenzaría
el Juicio Investigador y, cuando terminara, el cuerno pequeño final-
mente sería destruido y el reino sería dado a los santos del Altísimo
(Daniel 7:18, 27). Ahora vamos a estudiarla en más detalle.
DANIEL
166 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

COMPRENDIENDO LA PROFECÍA
El texto central para el estudio de la purificación del Santuario es
Daniel 8:14. Ya hemos visto que el santuario que sería purificado es
el celestial, y esto solo sucedería al final del período profético. Enton-
ces, para poder saber cuándo terminan los 2.300 años, necesitamos
averiguar cuándo comienzan. Para ello, dirijamos nuestra atención al
capítulo 9 de Daniel.

LA ORACIÓN DE DANIEL (DANIEL 9:1-3, 17, 18)


Según los versículos anteriores, Daniel oró por la restauración del
pueblo, la ciudad y el templo, que estaba en ruinas. Nabucodonosor,
rey de Babilonia, invadió Jerusalén tres veces. En la primera invasión,
en 605 a.C., los príncipes fueron llevados en cautiverio a Babilonia, y
entre ellos estaba Daniel (2 Reyes 24:14; Daniel 1:3-6). La ciudad de
Jerusalén y el templo de Salomón fueron destruidos recién en la terce-
ra invasión babilónica, que tuvo lugar en el año 586 a.C. (ver 2 Reyes
25:8, 9).
Mediante el profeta Jeremías, Dios predijo que el cautiverio de Babi-
lonia duraría setenta años (Jeremías 25:11), y que después de ese tiempo
Dios levantaría al libertador, Ciro, para llevar a su pueblo de regreso a
Jerusalén (Isaías 45:1). La caída de Babilonia en 539 a.C. llevó a Daniel
a estudiar las profecías, específicamente la de Jeremías, que habla del
período de cautiverio de setenta años (Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:2).
Transcurría el primer año de Darío, hijo de Asuero, es decir, hacia el
año 538 a.C. El Imperio Medopersa acababa de derrotar a Babilonia y
ahora solo faltaba la autorización para que el pueblo judío regresara a
su patria. Habían pasado 68 años desde que Daniel fue llevado cautivo
a Babilonia, lo que significa que solo faltaban dos años para completar
los setenta años de cautiverio predichos por el profeta. Así que Daniel
comenzó a orar para que Dios cumpliera su promesa y liberara a su
pueblo. Un detalle no puede pasarse por alto aquí: Daniel pensó que la
profecía de la purificación del Santuario de Daniel 8:14 se refería a la
restauración del templo y la ciudad de Jerusalén, ahora en ruinas.
Mientras Daniel oraba, el ángel Gabriel fue enviado para explicarle
la "visión" (Daniel 9:23). ¿Qué visión? La de las 2.300 tardes y maña-
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 16 7

nas (Daniel 8:14), visión que Daniel no había entendido (Daniel 8:26,
27). Sin embargo, en lugar de hablar de los 2.300 años proféticos, que
llegarían hasta el tiempo del fin y la purificación del Santuario, intro-
duce el tema de la profecía de las setenta semanas. Daniel había orado
por su pueblo y por el Santuario terrenal que estaba desolado, por lo
que el ángel se limita a un período más corto relacionado solo con el
pueblo de Daniel y su ciudad, Jerusalén.

LA PROFECÍA DE LAS SETENTA SEMANAS


El ángel le dijo a Daniel: ''Setenta semanas están determinadas so-
bre tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner
fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la
visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos" (Daniel 9:24).
La expresión '' determinadas" (hatak) puede traducirse literalmente
como ((cortadas", 182 es decir, las setenta semanas o 490 años estarían
cortadas del período mayor de 2.300 años. Este período de tiempo
sería asignado al pueblo judío para: (a) dar fin a la prevaricación, (b)
poner fin al pecado, (c) expiar la iniquidad, (d) traer la justicia de los
siglos, (e) sellar la visión y la profecía y (f) ungir al Santo de los santos
(Daniel 9:24). En otras palabras, el Cielo esperaba el arrepentimiento
del pueblo de Daniel, y si eso no ocurría, el pueblo perdería el privile-
gio de ser una nación escogida.
Entonces, el ángel declara cuándo debe comenzar el período de las
setenta semanas y los 2.300 años: ((Conoce y entiende que, desde que
salga la orden de restaurar y reedificar Jerusalén hasta el Mesías Prín-
cipe, habrá siete semanas más sesenta y dos semanas. La plaza y la
muralla se reedificarán en tiempos angustiosos" (Daniel 9:25).
El evento fue destacado: ((La orden de restaurar y reedificar Jeru-
salén". El libro de Esdras registra tres decretos concernientes a la re-
patriación de los judíos: el primero fue promulgado en el primer año
de Ciro, alrededor de 538/537 a.C. (Esdras 1:1-4); el segundo, durante

182 Este verbo hatak ocurre solo una vez en todo el Antiguo Testamento, aq uí mismo en Da-
nie l. Por eso, no es ta n fáci l determinar su sign ificado o ri ginal . Sin embargo, al observar otra
literatura judía posbíblica, vemos su uso docenas de veces como "cortar", y solo una vez como
"decretar" o "determinar". Así que esta es la mej or trad ucción. Ver más detal les en : William H.
Shea, Daniel: Una guía para el estudioso, p. 184.
DANIEL
168 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

el reinado de Darío I, hacia el año 520 (Esdras 6:1-12); el tercero, en el


séptimo año de Artajerjes, 457 a.C. (Esdras 7:1-26). 183
Sin embargo, solo el decreto de Artajerjes de 457 a.C. cumple con
los requisitos de la profecía de Daniel 9:25 y marca el comienzo del
período profético de las setenta semanas y las 2.300 tardes y maña-
nas (días). En este decreto, además de permitir la repatriación de los
judíos, Artajerjes también les otorgó el estatus de autonomía guberna-
mental (ver Esdras 6:14; 7:25, 26).
El ángel Gabriel dividió la profecía de las setenta semanas en
períodos:
7 semanas + 62 semanas = 69 semanas
Si cada semana tiene siete días y estamos hablando de días proféti-
cos, es decir, cada día representa un año, tenemos el siguiente cálculo:
69 semanas x 7 días = 483 días proféticos/años literales
Si partimos del año 457 a.C., fecha del decreto de Artajerjes, y via-
jamos en el tiempo 483 años, llegaremos al año 27 d.C. Según el án-
gel, este sería el año de la aparición del "Ungido" o "Príncipe" (Daniel
9:25). ¿Qué sucedió en el año 27 d.C., al final de las 69 semanas de la
profecía?
Tiberio Claudia Nerón César fue el segundo emperador romano
perteneciente a la dinastía julio-claudiana. El año 15 de Tiberio César
es precisamente el año 27 de la Era Cristiana. 184 Este fue el año del bau-
tismo de Cristo, cuando él recibió la unción del Espíritu Santo (Mateo
3:16). Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su ministerio te-
rrenal (Lucas 3:1-3; 21-23).
Así, podemos representar la profecía hasta el momento con el si-
guiente cuadro:

69 semanas o 483 años


457 a.c. 408 a.c. 27 d.C.

---7 semanas--- ---62 semanas---

783 Ver más detalles en: Frank B. Holbrook, Setenta semanas: Levítico e a natureza da profecia
(Inge n iero Coelho, SP: UNASPRESS, 20 10), pp. 39 -47.
784 Comentario bíblico adventista, t. 5, pp. 246-251 .
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 169

El ángel continúa hablando de la obra del Mesías, el Ungido: "En


otra semana confirmará el pacto a muchos; y a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda" (Daniel 9:27).
Jesús fue bautizado en el año 27 de la Era Cristiana. Según la pro-
fecía, "en otra semana confirmará el pacto a muchos"; es decir, siete
años, llegando así al año 34 d.C. ¿Qué evento marca el final de este
período de pacto? Al estudiar el libro de los Hechos, encontramos
el último discurso de Esteban, uno de los siete diáconos de la Iglesia
primitiva (Hechos 7:1-53). Después de su predicación, fue apedreado
hasta la muerte (Hechos 7:54-58). Antes de morir, vio a Jesús de pie
a la diestra del Padre (Hechos 7:55, 56), en una actitud de reproche y
juicio hacia la nación judía. Esto ocurrió en el año 34 y marca el final
de los 490 años de oportunidad para el pueblo judío como pueblo ele-
gido. Después de esto, Dios levantó su Iglesia para que, por medio de
ella, se predicara el Evangelio a todas las naciones. Saulo, quien estuvo
presente en el apedreamiento de Esteban (Hechos 7:58) se convirtió en
Pablo, el apóstol a los gentiles, y predicó el Evangelio a gentiles, griegos
y romanos (Hechos 9:1-9; Romanos 1:1).
La profecía informa que, a mediados de la septuagésima semana,
Jesús pondría fin al "sacrificio y la ofrenda". ¿Cómo hizo esto Jesús?
Él mismo puso fin al sistema de sacrificios del Antiguo Testamento
al convertirse en la ofrenda misma (Juan 1:29; 1 Corintios 5:7). En
el mismo momento de su muerte, el velo del templo, que separaba el
lugar Santo del Santísimo, se rasgó de arriba abajo, indicando así el
fin de ese sistema tipológico de salvación (Mateo 27:50, 51; Hebreos
9:11-15, 28).

70 semanas o490 años


457 a.C. 408 a.C. 27 d.C. 31 d.C. 34 d.C.

• • ---62 semanas- - - • •
DANIEL
170 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

LA PROFECÍA DE LAS 2.300 TARDES Y MAÑANAS


El mandato de ((restaurar y edificar Jerusalén" se emitió en el año
457 a.C. Recorriendo los 490 años dados a los judíos, llegamos al año
34 d.C., cuando Esteban fue apedreado. Todavía quedan 1.810 años
del período mayor de 2.300 años. Ahora basta sumar los 1.810 años
restantes, y la profecía llega al tiempo exacto en que comenzaría la
purificación del Santuario; es decir, 1844.

2.300 años
"Hasta dos mil trescientos días de tardes y mañanas. Entonces el santuario será purificado".
70 semanas o 490 años

--62 semanas- - --1.810 años--


(o 434 años)

Haciendo un paralelismo entre el décimo día del séptimo mes del


calendario judío, día en que tuvo lugar la expiación en Israel (Levítico
16:29), con nuestro actual calendario gregoriano, llegamos al 22 de oc-
tubre de 1844. Dos eventos especiales tuvieron lugar en esta fecha: (a)
en la Tierra, la Iglesia Remanente se levantaría para restaurar la ver-
dad de Dios hollada por el cuerno pequeño (Isaías 58:12; Daniel 8:12;
Apocalipsis 10:8-11); (b) en el Cielo, comenzaría el Juicio Investigador
y, cuando terminara, el cuerno pequeño finalmente sería destruido y
el reino sería dado a los santos del Altísimo (Daniel 7:18, 27).

a) En la Tierra: surgiría la Iglesia Remanente para restaurar las


verdades echadas por tierra por el cuerno pequeño.
Según la profecía de Daniel 8:10, el cuerno pequeño crecería hasta
llegar al ejército del Cielo; y derribaría y pisotearía parte del ejército
y de las estrellas. Estas son las legiones terrenales del ejército de Dios,
sus santos (Daniel 8:10 y Apocalipsis 13:7). La profecía de Daniel 7:25
afirma que estos mismos santos serían entregados en manos del cuer-
no pequeño por un período de 1.260 años. Cuando este período ter-
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 171

minase, la Iglesia debería emerger como una organización. Lo mismo


revela el libro de Apocalipsis en el capítulo 12.

UNA IGLESIA EN EL DESIERTO


Apocalipsis 12 es nuestra base para estudiar la Iglesia de Dios en el
desierto. En este capítulo tenemos los siguientes elementos:
a. Una mujer vestida del sol que simboliza la verdadera Iglesia
(Efesios 5:23).
b. Un Dragón que representa al mismo Satanás (Apocalipsis 12:9)
y a la Roma pagana y papal como agentes de Satanás para infligir
persecución al pueblo de Dios.
c. Un Hijo Varón que sería arrebatado para Dios hasta su trono.
Aquí hay una referencia al mismo Cristo (Mateo 19:28; Hebreos
8: l; 12:2; Apocalipsis 3:21).
Satanás trató de destruir a Cristo por medio de Herodes, en la ma-
tanza de los inocentes (Mateo 2:16-18) y luego al crucificarlo, por me-
dio de los romanos (Marcos 15:24). Como no pudo destruir a Cristo,
su ira se volvió contra la Iglesia de Cristo. "Cuando el dragón vio que
él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a
luz al varón" (Apocalipsis 12:13).
Esta persecución es la misma de la que habló el profeta Daniel
(7:25), y continuaría por 1.260 años (Apocalipsis 12:6, 14). Este pe-
ríodo de la Iglesia oculta en el desierto coincide exactamente con el
período de supremacía papal, es decir, desde el año 538 hasta 1798.
¿Quiénes eran los representantes de la Iglesia de Dios en el período
del desierto? Mientras que la Iglesia cristiana primitiva resistió vic-
toriosamente las persecuciones del Imperio Romano, los creyentes se
multiplicaron por todas partes. Sin embargo, después de los diez años
de persecución contra los cristianos, encabezados por los emperado-
res Diocleciano y su sucesor, Galerio (303 a 313 d.C.), profetizados en
Apocalipsis 2:10, el emperador Constantino firmó el edicto de tole-
rancia de Milán. En este edicto (313 d.C.), la religión cristiana se con-
virtió en la religión oficial del Imperio. Los bienes, otrora confiscados,
fueron devueltos y los cristianos vivieron una época de paz y pros-
peridad. Muchos, durante este período, se convirtieron en cristianos
DANIEL
172 Secretos de la profec ía

por interés y, según algunos historiadores, "la conversión masiva de


los paganos tuvo como consecuencia la introducción de falsas doctri-
nas y errores dentro de la iglesia". 185 Elena de White declara: ((De un
modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en
la iglesia cristiana". 186 Y esto se debió en gran parte a la falsa conver-
sión de Constantino. "Constantino fue emperador de Roma entre 306
y 337 d.C. Fue un adorador del sol durante los primeros años de su
Imperio. Más tarde, afirmó haberse convertido al cristianismo; pero
de corazón siguió adorando al Sol". 187
En este período, se desarrolló la doctrina del papa como cabeza
visible de la Iglesia universal de Cristo; la santidad del primer día de la
semana; el Papa como mediador terrenal (nadie podía acercarse a Dios,
sino por su intermedio); la infalibilidad papal y el requisito de que el
Papa reciba adoración de todos los hombres. "Las tinieblas parecían
hacerse cada vez más densas. La adoración de imágenes se hizo más
general. Se les encendían velas y se les ofrecían oraciones. Llegaron a
prevalecer las costumbres más absurdas y supersticiosas". 188 Este serio
problema espiritual afectó incluso a otros aspectos de la sociedad, y
"durante siglos Europa no progresó en las ciencias, ni en las artes, ni
en la civilización. La cristiandad cayó en una parálisis moral e intelec-
tual".189 Los verdaderos creyentes no podían aceptar estas doctrinas,
por lo que se separaron de la Iglesia. Por eso, fueron objeto de las más
terribles persecuciones. Tenemos en este mismo período la creación de
las indulgencias (remisión completa de los pecados pasados, presentes
y futuros) y, en el siglo VIII, se instituye la más terrible de todas las
estratagemas del papado: la "Santa Inquisición". Miles fueron conde-
nados a muerte por su amor a Cristo. Pero aun ante tanta persecución,
Dios tenía a su pueblo fiel. En todas las edades, él siempre tuvo sus
testigos. Cuando vino el Diluvio, Dios tenía a Noé. Cuando Sodoma y

185Eduardo Naenn i, Historia dos valdenses del Piomonte (Bogot á, Colombia : Asociación Publ i-
cadora lnte rame rica na, s.f.), p. 10.
186 Elena de W hit e, El conflicto de los siglos, p. 53.
187 Carly le B. Haynes, Do sábado para o domingo (Tatuí, SP: Casa Pub licadora Brasileira, 1994),
p.44.
188 Elena de W h it e, El conflicto de los siglos, p. 61.
189 lbíd., p. 65 .
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 173

Gomorra fueron destruidas, Dios tenía a Lot; cuando el pueblo judío


estaba cautivo en Babilonia por el pecado de la idolatría, Dios tenía a
Daniel, Misael, Ananías y Azarías. Es difícil calcular cuánto les debe-
mos a estos hombres por su ejemplo de fidelidad.
En ese momento caótico del cristianismo, nada escapaba a los pla-
nes de Dios. Apocalipsis dice que la tierra ayudaría a la mujer (12:16).
En tierras fuera de la jurisdicción de Roma, hubo fieles que perma-
necieron casi completamente libres de la corrupción papal. Podemos
mencionar, entre otros, a los valdenses, los albigenses y los hugono-
tes. Debido a su lealtad a Dios, los valdenses fueron excomulgados en
1183. ((El Concilio de Verona, convocado y presidido por el Papa Lucio
11 [... ] excomulgó a los valdenses, así como a otros grupos cristianos
que se habían separado de Roma". 190
Por lo tanto, podemos definir el período de la Iglesia en el desierto
desde 538 hasta 1798. Entre los fieles creyentes de este período aún
podemos citar a Martín Lutero, Juan Huss, Jerónimo de Praga, Ulrico
Zwinglio, William Tyndale y John Wycliffe, entre otros.
Al final de los 1.260 años de persecución, varios hechos generaron
gran expectativa en torno a las profecías bíblicas, en particular el libro
de Daniel. El 1° de noviembre de 1755 se produjo el gran terremoto de
Lisboa. Veinticinco años después, el 19 de mayo de 1780, el sol se os-
cureció, generando temor y expectativa en todos; y en la noche inme-
diata, la Luna apareció en el cielo roja como la sangre (ver Apocalipsis
6:12-17). Finalmente, el 20 de febrero de 1798, por orden de Napoleón
Bonaparte, el Papa Pío VI fue arrestado. En efecto, el tiempo del fin
había llegado, concretamente con las fechas de 1798, fin de los 1.260
años de supremacía papal, y 1844, fin del período de las 2.300 tardes
y mananas.

LA IGLESIA REMANENTE SALE DEL DESIERTO


El profeta Isaías nos dice: ((Reedificarás las ruinas antiguas, levan-
tarás los cimientos puestos hace muchas generaciones, y serás llama-
do reparador de muros caídos, restaurador de calzadas para andar"

190Jean Jal la, Histoire populairedes Vaudois des Alpes etde leurs colonies (Torre Pe ll ice: lmpri-
merie A. Besson, 1904), p . 12.
DANIEL
174 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

(Isaías 58:12). Este versículo nos habla del papel de la Iglesia rema-
nente: "reparadora de muros caídos" y ((restauradora de calzadas". El
profeta Jeremías ya había dicho: "Así dice el Señor: (Párense en los ca-
minos y miren. Pregunten por las sendas antiguas, cuál sea el buen
camino, y anden por él; y hallarán descanso. Pero ustedes dijeron: No
andaremos' " (Jeremías 6:16). Preguntar por las sendas antiguas, un
retorno a las verdades de la palabra de Dios, fue el gran desafío de la
Iglesia remanente.
El surgimiento del pueblo remanente también fue profetizado en
Apocalipsis 10:8 al 11. La experiencia de Juan al comer el librito, pri-
mero dulce y luego amargo, ilustró la experiencia por la que pasaría el
pueblo de Dios en el tiempo del fin. El librito en la mano del ángel de
Apocalipsis 10 no es otro que el libro de Daniel, y el ángel es el mismo
Jesucristo.
En el mes de septiembre de 1816, un bautista llamado William Mi-
ller estaba leyendo en la Iglesia una homilía de Alexander Proudfit
titulada "El deber de los padres hacia los hijos" (Practica! Godliness
in Thirteen Discourses), cuando se llenó de emoción y no pudo termi-
narla. Desesperado por sus pecados, se dio cuenta de que necesitaba
un Salvador. Recurrió a la Biblia y en sus páginas encontró al Salvador.
Más tarde, declaró: "Las Escrituras se han convertido en mi delicia, y
en Jesús he encontrado un amigo". 191 A partir de ese evento, dedicó
varios años de estudio a la Biblia. Usando solo la Biblia y una concor-
dancia, comenzó con el primer versículo de Génesis y no pasaba a otro
texto hasta que se aclaraban todas las dudas. Así, continuó durante
varios años, hasta que se encontró con Daniel 8: 14. "Y él respondió:
(Hasta dos mil trescientos días de tardes y mañanas. Entonces el san-
tuario será purificado' ,,_
Empleando Ezequiel 4:6 y 7, y otros textos, creía que «la purifi-
cación del Santuario consistía en la purificación de la tierra y de la
Iglesia, que tendría lugar en la segunda venida de Cristo, al final de
los 2.300 años". 192 En 1818, Miller llegó a la conclusión de que Cristo

797 C. Mervyn. Maxwell, História do adventismo (Sant o André, SP: Casa Pub licadora Brasileira,
1982), p. 12.
792 Alberto R. Timm . O santuário e as tres mensagens angélicas (Enge nhei ro Coe lho, SP: lm-
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 175

regresaría alrededor de 1843, es decir, el final llegaría en unos vein-


ticinco años desde ese momento. 193 Miller dedicó varios años de su
vida a estudiar estos temas, y no fue hasta el 8 de diciembre de 1839
que Miller presentó su primera serie en una ciudad importante. Los
estudios de Miller se difundieron y había miles de personas esperando
que Jesús regresara en algún momento de marzo/abril de 1843/1844.
Ese fue el primer chasco. Luego vino el movimiento del séptimo mes,
es decir, Jesús no regresaría en abril o marzo, sino en septiembre u
octubre, siete meses después. Así, tras los estudios de Samuel Snow y
otros, se fijó la fecha para el 22 de octubre de 1844.
Llegó el día, pasó y Jesús no regresó. El chasco fue tremendo. James
White escribió más tarde: "Cuando el hermano Himes visitó Portland,
Maine, unos días después de que pasara la fecha, y declaró que los her-
manos debían prepararse para otro duro invierno, mis sentimientos
fueron casi incontrolables. Salí del lugar de reunión y lloré como un
niño". 194
El sentimiento de desilusión y confusión solo pasó después de que
Hiram Edson recibió una visión. Edson era un granjero del norte del
estado de Nueva York; mientras cruzaba el maizal, se detuvo en medio
del campo. "El cielo pareció abrirse a mi vista, y vi distinta y clara-
mente que en lugar de que nuestro Sumo Sacerdote dejara el Lugar
Santísimo del Santuario celestial para venir a la Tierra (22 de octubre)
[... ] entró por primera vez ese día en el segundo departamento de ese
Santuario; y que tenía una obra que hacer en el Santísimo antes de
volver a la Tierra". 195 Después de la profecía del chasco de Apocalipsis
10, el texto termina diciendo: "Es necesario que otra vez profetices"
(Apocalipsis 10:11); es decir, los períodos proféticos todavía debían ser
predicados, ahora con una visión correcta de la obra que Cristo está
realizando en el Cielo en nuestro favor.
A raíz del chasco del 22 de octubre de 1844, el movimiento milleri-
ta se dividió en tres grupos: (a) el primero abandonó la fe y nunca más

prensa Universitária Adventista, 1999), p. 35.


193 Maxwe ll, História do adventismo, p. 13.
194 Disponible en: < http://temcat.com/L-1-adv-p ioneer-li b/JWH ITE/ LI FE.pdf>
195 Maxwell, História do adventismo, p. 50.
DANIEL
176 Secretos de la profec ía

quisieron saber de religión; (b) el segundo siguió marcando fechas


hasta desaparecer, y (c) el tercero dio origen a la Iglesia Adventista del
Séptimo Día (Apocalipsis 12:17; 14:12; 19:10).
Así, había comenzado el tiempo del fin. El poder papal había caído
en 1798; y en 1844, en el tiempo profético asignado, Dios sacó a su
Iglesia del desierto porque tenía una misión sagrada para ella (Apoca-
lipsis 10:11; Mateo 28:19, 20).
Hoy, la Iglesia Adventista del Séptimo Día reúne en su núcleo doc-
trinal veintiocho creencias fundamentales, 196 todas ellas fuertemente
fundamentadas en la Palabra de Dios. Algunas doctrinas son distin-
tivas del adventismo, 197 otras son compartidas con la mayoría de las
iglesias protestantes históricas. Mediante la enseñanza de estas doc-
trinas, la Iglesia Adventista cumple su función profética, como Iglesia
remanente, de restaurar las verdades echadas por tierra por el cuerno
pequeño (Daniel 8:12; Isaías 58:12).

b) En el Cielo: comenzaría el Juicio Investigador y, cuando ter-


minara, el cuerno pequeño sería finalmente destruido y el reino se-
ría dado a los santos del Altísimo.
Así como el Santuario terrenal tenía dos departamentos, el Santo
y el Santísimo, y en ellos los sacerdotes ministraban diariamente, y el
sumo sacerdote, una vez al año, así llegaría el día en que Cristo asu-
miría su ministerio como Sumo Sacerdote en el Cielo y limpiaría el
Santuario.
Cuando Jesús ascendió al Cielo (Hechos 1:9), fue al Santuario ce-
lestial y comenzó el ministerio sacerdotal de intercesión, tal como lo
hacía el sacerdote durante todo el año. Así como el Santuario terre-
nal se sometía a una purificación anual, también lo haría el celestial.

196 Para un estud io de estas 28 creencias, ver: Creencias de los adventistas del séptimo día
(Flo rida, Buenos Ai res: Asociación Casa Editora Sudame ri cana, 2017).
797 Por "características" nos refer imos a las doctrinas centrales desarro lladas en los primeros
años del advent ismo: el sábado del séptimo día, la segu nda ven ida de Crist o, el min iste rio de
dos fases de Cristo en el Santuario celestia l, la in morta lidad condicional y la perpetu idad de los
dones espi rituales. Estas verdades ponen al Adventismo del Séptimo Día en contraste con otros
grupos de cristianos. Para más detalles, véase Kn ight, Nuestra identidad; Schwarz y Greenleaf,
Portadores de luz.
Las 2.3 00tardes ymañanas. yla purificación del Sa ntuario celestial 1 177

Esta obra de purificación, según Daniel 8:14, tendría lugar después de


2.300 años; es decir, en el año 1844. El 22 de octubre de ese año Jesús
inicia su ministerio sumosacerdotal. Esto indica que estamos vivien-
do, desde 1844, en el gran día profético de la expiación.
En resumen: la primera fase del ministerio de Cristo duró desde su
ascensión (año 31) hasta 1844 (Hebreos 8:1, 2, 6), en la que desempeñó
el ministerio de Sacerdote. La segunda fase (como Sumo Sacerdote)
va desde 1844 hasta su segunda venida, fecha no revelada en la Biblia
(Mateo 24:36). Así como el Día de la Expiación era de juicio para el
pueblo de Israel, así será para el pueblo de Dios en el tiempo del fin.
Veamos qué sucede en este día escatológico de expiación:
a. El juicio comienza en el Santuario (Apocalipsis 14:7; Hechos
17:31).
b. Los muertos son juzgados por las cosas registradas en los libros
(Apocalipsis 20:12; 2 Corintios 5:10; Eclesiastés 12:14).
c. Jesús asume el papel de abogado en este juicio (1 Juan 2:1).
d. Los pecados de los justos son borrados (Hechos 3:19-21).
e. El nombre del vencedor permanece en el libro de la vida de Dios
(Apocalipsis 3:5).
f. El que no ha abandonado el pecado es borrado del libro de Dios
(Éxodo 32:33).
g. Los condenados son aquellos cuyos nombres no están en el libro
de la vida (Apocalipsis 20:15).
h. Los casos de todos quedan eternamente sellados (Apocalipsis
22:11).
i. Después del juicio, finaliza la obra sacerdotal de Cristo (Hebreos
9:27, 28; Apocalipsis 15:5, 8; Daniel 7:13, 14, 26, 27).
Así, el juicio de Dios se puede dividir en tres fases. Estas fases se
llaman: (a) preadvenimiento (porque tiene lugar antes del regreso de
Cristo); (b) probatorio (solo para aclarar el motivo de la condenación
de los impíos); y (c) ejecutivo (aplicación de la sentencia).

EL JUICIO PREADVENIMIENTO (INVESTIGATIVO)


Esta fase del juicio concierne al pueblo de Dios. Comienza con los
primeros habitantes de la Tierra y se extiende a los que están vivos
DANIEL
178 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

cuando el Señor venga. Los que no han aceptado a Cristo como Sal-
vador no son juzgados en esta etapa. Esto concuerda con las palabras
de Cristo: "El que no cree [al Hijo], ya está condenado" (Juan 3:18), es
decir, ya ha sido condenado. Los salvos son juzgados antes de que Je-
sús regrese. En Apocalipsis 20:4, Juan vio tronos, y en ellos se sentaron
aquellos a quienes se les había dado autoridad para juzgar. ¿Quién es
juzgado en ese momento? El mismo versículo presenta a los que fue-
ron muertos por la Palabra de Dios y también a los que no adoraron a
la Bestia ni a su imagen. Esta es una visión de los hijos fieles de Dios.

JUICIO PROBATORIO
La segunda fase se denomina "juicio probatorio". Esta fase del jui-
cio tiene lugar después de que Cristo regrese, durante el milenio (ver
Apocalipsis 20:6). Esto no significa que todavía haya esperanza de sal-
vación. Este juicio en realidad demostrará la justicia y la misericordia
de Dios al salvar a los que aceptaron la salvación y condenar a los que
la rechazaron.
En Apocalipsis 20:11, Juan ve otra escena de juicio. Esta vez se re-
fiere al juicio de aquellos que no tienen sus nombres en el libro de la
vida (ver 20:15). Por lo tanto, este es el juicio de los perdidos. Esta fase
del juicio tendrá lugar durante los mil años posteriores al regreso de
Cristo (Apocalipsis 20:5).

JUICIO EJECUTIVO
Como última fase del juicio de Dios, tendremos el pronunciamien-
to de la sentencia. Llamamos a esta tercera fase "juicio ejecutivo" (ver
Apocalipsis 20:9). El fuego destruirá todo pecado. El mal nunca más
se levantará (Malaquías 4:1). El mismo fuego que destruirá a los mal-
vados purificará este planeta. Esta será la morada eterna de los redi-
midos (Apocalipsis 21:1-3).
Cuando termine la primera fase del juicio (juicio preadvenimien-
to), Jesús regresará a la Tierra como "Rey de reyes y Señor de señores"
(Apocalipsis 19:16), para recompensar a cada uno (Mateo 25:31-46) y
destruir el cuerno pequeño. Finalmente, el reino será dado a los santos
del Altísimo y ellos reinarán por toda la eternidad (Daniel 7:11, 18, 27).
----~----
"Por lo tanto, las profecías constituyen un puente divinamente

construido desde el abismo del tiempo hasta las riberas sin límites de

la eternidad, un puente sobre el cual aquellos que, como Daniel, pro-

ponen en su corazón amar y servir a Dios, por la fe podrán pasar des-

de la incertidumbre y la aflicción de la vida presente a la paz y la segu-

ridad de la vida eterna" (Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 778).

-----~-----
DANIEL ~

EN EL RIO TIGRIS
(CUARTA VISIÓN PROFÉTICA)

El libro del profeta Daniel registra cuatro visiones. La primera ocu-


rre en el capítulo 2, la segunda en el capítulo 7, y la tercera en los capí-
tulos 8 y 9. Llegamos ahora a la cuarta visión de Daniel, registrada en
los capítulos 10 al 12. Teniendo en cuenta que Babilonia fue conquis-
tada en el año 539 a.C., esta visión debió ocurrir alrededor de los años
536/535 a.C., ya que era el año tercero de Ciro. 198 En esta última parte,
el capítulo 10 funciona como una introducción o prólogo, el capítulo
11 como el cuerpo de la profecía, y el capítulo 12 como la conclusión
o epílogo. 199
Habían pasado setenta años desde que Daniel y sus amigos fue-
ran llevados cautivos a Babilonia. Daniel ya era muy anciano, con casi
noventa años, y todavía desempeñaba sus deberes como estadista en
esa tierra extranjera, ahora bajo el dominio de los persas. Ciro había
emitido un decreto que permitía a los judíos regresar a Jerusalén y
reconstruir los muros y el templo de la ciudad (Esdras 1:1-4), pero Sa-
tanás temía esta situación y haría cualquier cosa para detener la obra.
El motivo de la aflicción y el ayuno de Daniel posiblemente haya
estado relacionado con la oposición de los samaritanos a los judíos,

198 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 882.


199 Shea, Daniel: Una guía para el estudioso, p. 228 .
DANIEL
182 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

que habían regresado del exilio bajo las órdenes de Zorobabel (Esdras
4:1-5), y el trabajo en la reconstrucción de la ciudad y el templo. Los sa-
maritanos se ofrecieron a ayudar en esta reconstrucción, pero la ofer-
ta fue rechazada, porque los samaritanos eran politeístas e idólatras.200
En venganza, lanzaron falsas acusaciones contra los judíos y trataron
de influir en el rey de Persia para que retirara su ayuda y revocara su
orden de reconstruir Jerusalén (Esdras 4:5). Se preparó el escenario
para el conflicto, y estas interferencias duraron hasta que Darío I subió
al trono. En esta historia, tendremos un atisbo del "Gran Conflicto"
(Daniel 10:1) que existe tras bambalinas de la historia y, una vez más,
encontraremos a Daniel de rodillas, quien desde su juventud siempre
confió en Dios en oración.

LA VISIÓN DEL GRAN CONFLICTO


Daniel y sus asistentes caminaban por las orillas del río Tigris
cuando recibió una "gran visión". Quienes lo acompañaban fueron
presa de "gran temor", "huyeron y se escondieron". Solo Daniel vio
la visión, y al final quedó muy debilitado (Daniel 10:7, 8). Lo mismo
sucedió con la conversión de Saulo (ver Hechos 9:3-7; 22:6-9).
Daniel "vio" un "conflicto grande" que involucraba al pueblo de
Dios y sus enemigos. Satanás indujo a los samaritanos a tratar de in-
fluir en el rey de Persia para que prohibiera a los judíos que continua-
ran reconstruyendo la ciudad y el templo de Jerusalén. Como resulta-
do de la oposición, el trabajo de reconstrucción tuvo que detenerse. El
anciano profeta estaba angustiado, pues según la profecía de Jeremías,
ya habían pasado los setenta años de cautiverio, y era necesario re-
construir el Santuario y restaurar la ciudad (Jeremías 25:11, 12; Daniel
9:2; Esdras 4: 4, 5).
¿Por qué era tan importante la reconstrucción del templo? El San-
tuario era el centro del verdadero culto establecido por Dios. Le había
ordenado a Moisés que construyera un tabernáculo para que él pudie-
ra "habitar" entre su pueblo (Éxodo 25:8). Después de que Israel se es-
tableció como nación en Canaán, David deseó en su corazón construir
una "casa" para el Señor, pero fue Salomón quien la construyó. Este

200 lbíd. , p. 228.


Daniel en el río Tigris 1 183

templo era magnífico en esplendor, pero ahora, en los días de Daniel,


estaba en ruinas.
El propósito de Dios era que, por medio de las enseñanzas del tem-
plo, todas las naciones tuvieran la oportunidad de conocer al verda-
dero Dios (1 Reyes 8:39). El profeta Hageo profetizó que el Mesías, a
quien apuntaban los símbolos del Santuario, llenaría de gloria la casa
del Señor (Hageo 2:7; Lucas 2:49). Satanás, representado en la visión
por el príncipe del reino de Persia (Daniel 10:13), temía que el templo
fuera restaurado, porque si eso ocurría, en el tiempo señalado vendría
el Mesías (Gálatas 4:4), y esa sería su eterna derrota.
Aquí Daniel nos enseña otra lección preciosa. Cuando supo de la
acción de los enemigos contra los planes de Dios, comenzó a orar (Da-
niel 10:2, 3, 12). La forma de Daniel de resolver problemas era confiar
en Dios. Desde su juventud, cuando fue llevado cautivo a Babilonia,
hasta los últimos años de su vida, Daniel vivió una vida de oración.
Además de orar, el anciano profeta eliminó todos los manjares de su
dieta. Solo comió alimentos sencillos, y lo suficiente para mantenerse
con vida hasta que sus oraciones fueran respondidas.

UNA VISIÓN DE CRISTO


Cuando Daniel comenzó a orar, tuvo una visión de un ser divino
(Daniel 10:5-7). Cuando comparamos esta visión con la que tuvo Juan
en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:12-18), concluimos que el ser que
vio Daniel no era otro que Jesús, el Hijo de Dios. Cuán reconfortante
fue para Daniel contemplar a Jesús en sus vestiduras gloriosas. Vea-
mos los símbolos:
a. Vestido de lino (Daniel 10:5): La vestidura sacerdotal, hecha de
lino, representa la pureza de Cristo y su obra mediadora como
nuestro Sumo Sacerdote.
b. Cintura ceñida de oro (Daniel 10:5): Representa la disposición
de Cristo para hacer lo que fuera necesario por su pueblo y su
Iglesia.
c. Ojos como antorchas de fuego (Daniel 10:6): Revela la firmeza de
su rostro, que aterra a los enemigos, que no pueden enfrentarlo.
d. Pies como de bronce (Daniel 10:6): Representa su poder glorioso,
DANIEL
184 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

dedicado a defender y apoyar a su pueblo y derrotar a sus ene-


migos.
e. Voz como el estruendo de una multitud (Daniel 10:6): Su voz re-
suena como la majestad de muchas aguas. La Palabra de Dios es
eficaz para salvar o para destruir.
Daniel llamó a lo que vio una "visión" (Daniel 10:7); sin embargo,
usó una palabra hebrea particular que se refiere especialmente a la
manifestación de un ser personal, en contraste con una visión simbó-
lica como la que tuvo en los capítulos 7 y 8. Esta palabra podría tra-
ducirse como ''teofanía"; es decir, una manifestación del mismo Dios.
Es maravilloso darse cuenta de que, al final de su ministerio como
profeta de Dios, Daniel se encuentra personalmente con el Señor, a
quien había estado sirviendo todos los años de su vida. Esta presencia
personal trajo seguridad al profeta. 201

LA INTERVENCIÓN DIVINA EN LOS ASUNTOS HUMANOS


En la escena vista por Daniel, vemos a "príncipes" en combate (Da-
niel 10:5-7, 13, 21). Cuando comparamos este pasaje con Apocalipsis
1:13 al 16; 12:7 al 9; Ezequiel 28:13 al 18 e Isaías 14:12 al 14, nos damos
cuenta de que este es un conflicto entre Cristo y Satanás.
Daniel usa a menudo la palabra hebrea 'sar' (traducida como "prín-
cipe") con referencia a seres sobrenaturales (Daniel 8:11, 25; 10:13, 21;
12:1). El texto bíblico deja claro que detrás del rey de Persia estaba el
príncipe del mal, Satanás, que quería interferir en los planes de Dios.
En este "gran conflicto" Daniel "vio" (Daniel 10:1) una lucha muy in-
tensa. Por un lado, estaba un "ángel maligno" que actuaba para frus-
trar los designios divinos y, por otro lado, posiblemente el ángel Ga-
briel, el mismo que lo había ayudado en ocasiones anteriores.
La pelea duró veintiún días y seguía empatada. Dos criaturas están
librando una batalla extraordinaria. Entonces, Miguel vino a ayudar
al ángel en el conflicto contra el príncipe del reino de Persia. Según
la Biblia, Miguel es el mismo Cristo (Daniel 10:13; 21; 12:1; Judas 9;
Apocalipsis 12:7), y con su llegada, los poderes de las tinieblas fueron
derrotados y los planes de Dios pudieron seguir adelante.

201 lbíd., p. 23 1.
Daniel en el río Tigris 1 185

El nombre Miguel significa: "¿Quién es como Dios?" Jesús es des-


crito en el Nuevo Testamento como la "imagen del Dios invisible"
(Colosenses 1:15). "El arcángel Miguel" (Judas 9) es un título de Cristo
como cabeza de los ejércitos angélicos. Jesús personalmente vino a la
batalla en respuesta a la oración de Daniel. Satanás, representado en
la profecía por el príncipe del reino de Persia, fue expulsado, y la obra
de reconstrucción del Santuario pudo seguir adelante. Cuando la obra
estuvo terminada, los sacrificios se reanudaron y, en el tiempo señala-
do, Jesús vino a cumplir la simbología y traer la salvación a su pueblo
(ver Gálatas 4:4, 5; Hebreos 9:13, 14).
"Los principados y potestades de la tierra están en amarga revuelta

contra el Dios del cielo. Están llenos de odio contra todos los que sirven

a Dios, y pronto, muy pronto, se librará la última gran batalla entre

el bien y el mal. La tierra será el campo del combate: el escenario del

final conflicto y de la victoria final. Aquí, donde por tanto tiempo Sa-

tanás ha dirigido a los hombres contra Dios, la rebelión será extirpada

para siempre" (Cristo Triunfante, p. 371).

-----~-----
REYES
EN GUERRA
Existe un juego de mesa llamado Guerra, en el que los participan-
tes representan a las naciones que están en guerra. Nadie sabe con
certeza quién ganará. Es un juego de estrategia y suerte. A diferencia
de este juego, el capítulo 11 de Daniel no deja lugar para la suerte.
Al describir eventos que aún estaban por suceder, el profeta describe
numerosos conflictos que involucran al pueblo de Dios y a sus perse-
guidores. Dios revela precisamente el futuro de las naciones y el esta-
blecimiento de su reino eterno.
Todo el capítulo 11 está narrado por el ángel Gabriel, así que Daniel
no está viendo a los reyes del norte y del sur, sino escuchando acerca
de ellos. Así, este capítulo se describe más como una "audición" que
como una "visión". Hemos aprendido que la profecía es una verdad en
expansión, por lo que nuevas imágenes arrojan más luz sobre las an-
teriores y se dibuja la historia hasta que surge Miguel y se establece el
reino eterno (Daniel 12:1). Otro detalle que conviene recordar es que
los capítulos 10 al 12 registran la misma visión, no una chazan (visión
simbólica), sino un mareh (visión de un ser o aparición), 2 º2 lo que nos
lleva a optar por la literalidad en la interpretación de varios símbolos.
Pero ¿cómo distinguir lo que es simbólico o literal en el capítulo?
Según Urrutia, debemos interpretar todos los elementos como lite-
rales hasta el acontecimiento de la cruz, pero "pasando la cruz, cuan-
do Cristo hace una nueva alianza con su nuevo pueblo, el Israel espi-

202 Urrutia, p. 339.


DANIEL
188 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

ritual, debemos entender el norte, el sur, los reyes, los tiempos (12:7,
11, 12), todo en forma espiritual o simbólica. La frase 'tu pueblo' ya no
es el Israel literal, sino espiritual, 'rey del norte' ya no es Babilonia, ni
Siria, sino una Babilonia espiritual; ni el 'rey del Sur' es Egipto literal,
sino espiritual (Apocalipsis 11:7)". 203 Esta lógica se puede confirmar al
estudiar el Apocalipsis, cuando la Babilonia literal ya no existía en los
días de Juan y continúa apareciendo en el libro como los enemigos del
pueblo de Dios. Así que, estudiemos algunos elementos del capítulo.

REYES DE PERSIA
((Ahora te mostraré la verdad. Aún habrá tres reyes en Persia, y el
cuarto se enriquecerá más que todos. Cuando se fortalezca con sus
riquezas, despertará a todos contra el reino de Grecia" (Daniel 11:2).
Daniel 11:2 habla de cuatro reyes que se levantarán de Persia. ¿Quiénes
son? Hay algunas interpretaciones. Como Daniel tuvo esta visión en el
año tercero de Ciro (ver Daniel 10:1), los tres reyes que lo sucedieron
en el trono de Persia fueron Cambises II (530-522 a.C.); un usurpador
llamado Falso Esmerdis o Gaumata (522 a.C.), que permaneció unos
meses en el trono; y Darío I (522-486 a.C.). 204 El cuarto rey es Jerjes
(486-465 a.C.), mucho más rico que todos los demás. Se lo identifica
como el rey Asuero, esposo de la reina Ester (Ester 1:1).
Daniel dice que el cuarto rey, identificado como Jerjes, emplearía
todas sus riquezas ((contra el reino de Grecia". La península griega era
la única zona del Mediterráneo oriental que no estaba bajo el dominio
persa. En 490 a.C., Darío el Grande, predecesor de Jerjes, fue detenido
en su intento de subyugar a los griegos. Para controlar esta importante
zona del Mediterráneo, Jerjes reunió el mayor ejército de la historia.
Algunos historiadores hablan de 300.000 soldados, y Herodoto enu-
mera más de cuarenta naciones que suministraron tropas al ejército
persa, y que el número de soldados llegó a un millón setecientos mil. 2 º5
Todo este contingente para las batallas de Salamina (480 a.C.) y Platea
(479 a.C.). Tal como se describe en la profecía, Jerjes despertó ((a todos

203 lbíd. , p. 340.


204 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 890.
º
2 5 Herodoto, História, t. 2, pp. 161-167.
Reyes en guerra 1 189

contra el reino de Grecia", pero fue vergonzosamente derrotado.


Héctor Urrutia menciona que otros autores prefieren interpretar
a los cuatro reyes como Cambises, Darío, Jerjes y Artajerjes, ya que
estos reyes tienen una mayor importancia en la profecía de Daniel.
Cambises fue el que conquistó Egipto, la tercera costilla en la boca del
oso (Daniel 7:5). Darío I fue tolerante con la religión de los pueblos
conquistados y promulgó el segundo decreto para la reconstrucción
del templo de Jerusalén (Esdras 6); fue también durante su reinado
que finalmente se reabrió el templo (516/515). Jerjes era el esposo de
Ester y nombró primer ministro de su Imperio al judío Mardoqueo,
quien junto a su prima Ester evitaron la matanza del pueblo de Dios.
Y finalmente Artajerjes, el cuarto rey colmado de grandes riquezas, es
quien dictará el decreto para la restauración y edificación de Jerusa-
lén, en 457 a.C. 206

REYES DE GRECIA
"Se levantará luego un rey valiente, que dominará con gran poder
y hará su voluntad. Pero cuando se haya levantado, su reino será que-
brantado y repartido por los cuatro vientos del cielo. Y no será para
sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó, porque su
reino será deshecho y será para otros" (Daniel 11:3, 4). El "rey valien-
te" de Daniel 11:3 y 4 es Alejandro Magno, cuyo ejército conquistó en
tiempo relámpago el vasto territorio del Imperio Persa. La descripción
nos recuerda a Daniel 8:7, donde se dice que el carnero (Medopersia)
sufrió una vergonzosa derrota ante el macho cabrío (Grecia). Sin em-
bargo, en el apogeo de su poder, el reino de Alejandro se rompió y se
dividió entre sus generales. La profecía especificaba que su reino no
sería para su posteridad. Alejandro Magno alcanzó el apogeo de su
carrera a la edad de 32 años, pero después de pasar días bebiendo sin
límites, se enfermó de una fiebre y murió en 323 a.C. Alejandro fue
sucedido por su hijo, nacido poco después de su muerte, y su medio
hermano Filipos. Ninguno de su familia inmediata pudo mantener
unidos los territorios que había conquistado. Los generales de Alejan-
dro asesinaron a su hijo y a su hermano, y se dividieron el reino entre

206 Urrut ia, p. 344.


DANIEL
190 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ __

ellos. Según Daniel 10:4, el Imperio Griego fue dividido en cuatro par-
tes (cuatro vientos), por sus generales y no por un descendiente, pues
su familia ya había sido exterminada. El reino de Alejandro se dividió
de la siguiente manera:
• Lisírnaco: Tracia y Bitinia
• Casandro: Grecia, Macedonia y Epiro
• Seleuco: Siria
• Ptolorneo: Egipto, Libia, Arabia y Celesiria207

REYES DEL SUR Y DEL NORTE


No pasó mucho tiempo para que estos cuatro reinos se redujeran a
dos. Las expresiones ((Rey del sur" y ((Rey del norte" aparecen con fre-
cuencia en este capítulo de Daniel, y no cabe duda de que ((el reino del
Sur" es Egipto, gobernado por los Ptolorneos, mientras que ((el reino
del norte" es Siria, gobernada por los seléucidas. ¿A qué se debe que la
profecía dedique especial atención a estas dos divisiones del Imperio
de Alejandro? Por la sencilla razón de que uno y luego el otro con-
trolaban el territorio de Israel. Desde el punto de vista de la historia
de la redención, los acontecimientos políticos adquieren sentido en el
momento en que se relacionan con el pueblo de Dios.

TENTATIVAS DE PAZ
((Al cabo de algunos años llegarán a ser aliados; la hija del rey del
sur vendrá al rey del norte para hacer una alianza. Pero ella no podrá
retener la fuerza de su brazo, ni él permanecerá; ella será entregada
junto con los que la habían traído, con su hijo y los que la apoyaban en
ese tiempo" (Daniel 11:6).
El Rey de Egipto, Ptolorneo II, y el Rey Antíoco II de Siria, intenta-
ron establecer la paz entre sus respectivos países, mediante un matri-
monio. Se suponía que Antíoco II se casaría con Berenice, hija de Pto-
lorneo II, pero tuvo que divorciarse de su esposa Laodice. Este intento
de consolidar las relaciones entre Egipto y Siria no tuvo éxito. Después
de la muerte de su suegro (el rey Ptolorneo), se divorció de Berenice y
volvió a tornar a Laodice corno su esposa. Logró envenenar a Berenice

207 Newton, p. 42.


Reyes en guerra 1 191

y a su hijo, asegurándose así de que su propio hijo Seleuco II ascendie-


ra al trono de Siria. Hay algo extraordinario en todo esto: ¡La Biblia
predijo estos eventos en detalle, trescientos años antes de que ocurrie-
ran! Esto nos dice algo acerca de Dios. Él sabe todas las cosas y guía el
curso de la historia hacia el evento más esperado: su glorioso regreso.
Hemos visto hasta ahora que la profecía del capítulo 11 comienza
con la descripción de los reyes persas y continúa con Alejandro Mag-
no. Luego, el perfil profético cambia a los seléucidas y ptolomeos, los
generales de Alejandro, que se desarrollan a partir de la desintegra-
ción de su Imperio. Daniel 10 al 12 presenta una ampliación progre-
siva de los temas tratados en las profecías anteriores, ya no partiendo
de Babilonia, sino pasando rápidamente por la decadencia y la caída
del Imperio Medopersa, y el ascenso y la caída del Imperio Griego.
Luego enfoca su atención en la Roma pagana y papal, representada por
las piernas y los pies de la estatua del capítulo 2, la "bestia espantosa
y terrible" del capítulo 7 y el "cuerno pequeño" de los capítulos 7 y 8.

ROMA IMPERIAL
"El invasor hará su voluntad, y no habrá quien lo pueda enfrentar;
se establecerá en la tierra hermosa y tendrá el poder de destruirla"
(Daniel 11:16).
Quien vino a Egipto fue Roma, en la persona de Julio César. Las
mismas expresiones usadas en el versículo 3 para presentar el Imperio
Griego, ahora se usan para presentar el cuarto Imperio de la profecía,
Roma. De la Roma Imperial se puede afirmar que "se establecerá en la
tierra hermosa". Pompeyo tomó Judá en el año 63 a.C., la anexó como
provincia del Imperio, y mantuvo este estatus hasta la destrucción de
Jerusalén en el año 70 d.C., a manos de Tito, un general romano.
"Entonces resolverá venir con el poder de todo su reino. Hará con-
venios con aquel, y le dará una hija en casamiento, para destruir su
reino; pero no permanecerá ni tendrá éxito" (Daniel 11:17).
Estas palabras se pueden aplicar a la hija de Ptolomeo XII, Cleo-
patra, quien, siendo aún una adolescente, fue a Roma con Julio César
y tuvo un hijo con él, aunque esto no logró evitar la ruina de Egipto.
DANIEL
192 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

ROMA PAPAL
"Y lo sucederá un hombre vil, a quien no le habían dado la honra
del reino. Pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos" (Daniel
11:21).
Las mismas actividades del cuerno pequeño registradas en los ca-
pítulos 7 y 8 se reproducen con mayor detalle en el capítulo 11, iden-
tificado aquí como un hombre de pecado. Según Daniel 11:22, "el rey
del norte" iba a quebrantar "al Príncipe del pacto". El término hebreo
usado para "príncipe" en este versículo es nagid, y esta misma palabra
aparece solo una vez más en el libro de Daniel (9:25-27). Como ya
se estudió, este pasaje de Daniel 9, que explica la visión del capítulo
8, menciona a un príncipe-nagid que haría un pacto firme con mu-
chos. Este príncipe-nagid sería asesinado. Por lo tanto, el nagid que
sería "quebrantado" en el capítulo 11 debe identificarse con el mismo
príncipe-nagid del capítulo 9; a saber, Jesús. Tanto la muerte de Cristo
como la destrucción de Jerusalén tuvieron lugar durante el gobierno
pagano del Imperio Romano. Por lo tanto, podemos interpretar con
seguridad que el "poder" al que se hace referencia en Daniel 11:21 se
refiere tanto a la Roma pagana como a la papal.

ATAQUE AL SANTUARIO
"Sus fuerzas profanarán el santuario de la fortaleza, quitarán el
continuo y pondrán la abominación asoladora" (Daniel 11:31).
Como ya hemos estudiado, el "cuerno pequeño" profanaría el San-
tuario, quitando el tamid o "el continuo" (Daniel 8:11). Los servicios
diarios y el servicio anual del Santuario tipificaban correspondiente-
mente el sacrificio todo-suficiente de Jesucristo y su ministerio Sumo
Sacerdotal en el Santuario celestial. El "cuerno pequeño" estableció un
sistema sacerdotal paralelo al de Cristo, como la confesión auricular y
el sacrificio de la Misa, en lugar de la obra mediadora de Cristo como
nuestro Sumo Sacerdote en los atrios celestiales.
Pero la historia termina con un final feliz. Finalmente, el pueblo de
Dios será liberado y triunfará con Cristo. Dios es justo. Él sabe todas
las cosas, ve el futuro y sabe lo que estás sintiendo. Él conoce tu dolor
cuando tienes que despedirte de un ser querido junto a su tumba. Él
Reyes en guerra 1 193

conoce tu soledad cuando te sientes rechazado o abandonado. Pero, si


lo permites, él te consolará y te dará la certeza de que todo culminará
en el mayor y más esperado de todos los acontecimientos: el regreso
glorioso de nuestro Señor Jesucristo.
----~----
"El pueblo de Dios tendrá que enfrentar tremendas pruebas. El

espíritu de la guerra está conmoviendo las naciones de un extremo al

otro de la tierra. Pero en el medio del tiempo de angustia que está por

venir -un tiempo de angustia que no tendrá paralelo desde que existe

nación-, el pueblo de Dios permanecerá inconmovible. Satanás y sus

ángeles no lo podrán destruir, porque ángeles sumamente fuertes los

protegerán" (Dios nos cuida, p. 257).

-----~-----
UN TIEMPO
DE ANGUSTIA SIN
PRECEDENTES

Antes de que Jesús regrese al mundo, habrá un tiempo de gran


prueba para el pueblo de Dios. Dios permite las pruebas como una
forma de perfeccionar nuestro carácter (1 Pedro 4:12-14) y hacernos
aptos para el Cielo. La buena noticia del libro de Daniel es que, en este
tiempo de prueba, se levantará Miguel, que es el mismo Cristo, y sal-
vará a sus hijos fieles (Daniel 12:1).

LA LLEGADA DEL TIEMPO DEL FIN


Daniel escribió: ((En ese tiempo se levantará Miguel" (Daniel 12:1).
¿De qué tiempo está hablando el profeta? Parece que esta expresión
está entrelazada con la expresión ((en el tiempo del fin" de Daniel
11:40. Es decir, sitúa los hechos del capítulo 12 después de los años
1798 y 1844, fechas que ya hemos estudiado, que son el punto de par-
tida del llamado ((tiempo del fin", el tiempo anterior al fin de los reinos
humanos y el establecimiento del reino eterno de Cristo.

UN TIEMPO DE ANGUSTIA EN EL "TIEMPO DEL FIN"


Antes de que Jesús regrese para establecer su reino eterno, sus hi-
jos sinceros experimentarán un tiempo de prueba nunca visto en la
historia. Daniel enfatiza: ((y será tiempo de angustia, cual nunca fue
DANIEL
196 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

desde que hubo gente hasta entonces" (Daniel 12:1). El profeta Jere-
mías hace una descripción dramática de este momento: "Así dice el
Señor: 'Hemos oído voz de temblor y espanto, y no de paz. Pregunten
ahora, y miren si el varón da a luz. Porque he visto a todo hombre con
las manos sobre sus lomos, como mujer que da a luz; y han palideci-
do todos los rostros. ¡Cuán grande es ese día! Tanto, que no hay otro
semejante. Tiempo de angustia para Jacob, pero de ella será librado'"
(Jeremías 30:5-7).
Jeremías hace una comparación entre esta angustia final del pueblo
de Dios y la angustia experimentada por el patriarca Jacob, cuando
huía de su hermano Esaú. En Génesis, capítulo 32, leemos la historia
de la angustia de Jacob cuando supo que su hermano Esaú, a quien
había engañado, marchaba contra él con cuatrocientos hombres (Gé-
nesis 32:6). Elena de White escribió: "La experiencia de Jacob durante
aquella noche de lucha y angustia representa la prueba que habrá de
soportar el pueblo de Dios inmediatamente antes de la segunda venida
de Cristo". 208

PARALELISMOS ENTRE JACOB Y EL REMANENTE DEL


TIEMPO DEL FIN
Jacob Remanente
Jacob fue amenazado de muerte por El remanente será amenazado de muerte por
1
Esaú. decreto (Apocalipsis 13:15).
Jacob luchó por la liberación. El remanente clamará aDios día y noche (Sal-
2
mo 118:5).
Satanás llevó aEsaú a marchar contra Los impíos marcharán contra el remanente
3
Jacob. (Apocalipsis 13:15-17).
Satanás trató de imponerle aJacob un Satanás se esforzará por hacerles pensar que
4
sentimiento de culpa. su caso no tiene remedio (Apocalipsis 12:10).
Jacob se aferró al ángel einsistió hasta El remanente se aferrará aDios en oración
5
que prevaleció. (Salmo 120:1).
6 Dios perdonó aJacob. El remanente será salvo (Salmo 91:7-12).

Una pregunta debe haber surgido en tu mente: ¿Por qué Dios, en


208 Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 199.
Un tiempo de angustia sin precedentes 1 197

su Palabra, profetizó un tiempo de prueba para sus hijos, incluso


después de que fueran salvos? Es así porque la angustia de Jacob
ocurre después de la caída de la primera plaga, y cuando eso suceda,
el caso de todos ya estará decidido, ya sea para salvación o para per-
dición, porque el tiempo de gracia habrá terminado. Entonces, ¿cuál
es el sentido de la angustia del pueblo de Dios en este momento de
la historia?
Solo puedo encontrar una respuesta a esta pregunta. A lo largo de
toda la historia humana, desde el Jardín del Edén, Satanás siempre ha
acusado al gobierno de Dios y ha atacado su Ley. En Génesis 2:16 y 17
leemos: ((y Dios el Señor mandó al hombre: 'Puedes comer de todo
árbol del huerto, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no
comerás. El día que comas de él, de cierto morirás' ". Dios creó a Adán
y a Eva y les dio una ley que, si no obedecían, resultaría en la muerte.
Pero Satanás se presentó a sí mismo, usando una serpiente, y fue en
contra del mandato claro de Dios, diciendo: "No es cierto. No mori-
rán" (Génesis 3:4). Nuestros primeros padres, dudando de la orden
de Dios y escuchando la sugerencia de la serpiente, comieron del fru-
to prohibido y perdieron su inocencia original, el jardín y, lo peor de
todo, la comunión con el Creador. Esta ha sido la estrategia de Satanás
a lo largo de la historia: lograr que los hijos de Dios quebranten su Ley,
y así hacerlos "libres". Satanás acusa a Dios de que su Ley es injusta y
que no puede ser observada en su integridad.
Entonces, los 144.000 sellados aparecen en la escena profética
(Apocalipsis 7:1 -8; 14:1 -5). En el tiempo de la angustia de Jacob, los
hijos fieles de Dios, representados por el número simbólico 144.000,
serán prueba inequívoca de la justicia divina y de la falsedad de las
acusaciones de Satanás. Estos, aunque ya están sellados y salvos, no
tendrán mediador en el Santuario celestial (Apocalipsis 15:8), ni es-
tarán seguros de su salvación, porque no saben que sus casos ya han
sido decididos en el Santuario celestial; 209 sin embargo, no pecarán,
incluso cuando exista la posibilidad, porque la naturaleza pecami-
nosa solo será quitada de los salvos en el regreso de Jesús (1 Corintios
15:51-53). Vivirán estos días por el poder del Espíritu Santo, en per-

209 Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 650.


DANIEL
198 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

fecta obediencia a la Ley divina. Por tanto, ya en la Tierra Nueva, se


cumplirá la promesa de Jesús: ''Andarán conmigo vestidas de blanco"
(Apocalipsis 3:4), y "son los que siguen al Cordero por dondequiera
que va" (Apocalipsis 14:4). Los 144.000 serán una compañía espe-
cial de Cristo, porque son la prueba viviente de que la Ley de Dios,
el fundamento de su gobierno, es perfecta, justa y buena (Romanos
7:12), y todas las acusaciones de Satanás son falsas (Juan 8:44).

EL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA


Basados en Apocalipsis 15:8 y 22:11, entendemos que después de
que Jesús abandone el Santuario celestial, cuando ya no habrá más
oportunidad de arrepentimiento y salvación, los salvos tendrán esta
experiencia. Esto significa que quien ya sea salvo no podrá perderse, y
quien estuviere perdido, no podrá ya ser salvo. Todos los casos estarán
eternamente decididos.
Este momento también se conoce como "el cierre de la puerta de la
gracia". Esta expresión no está en la Biblia, pero el concepto que ense-
ña se puede encontrar en varios textos (ver Mateo 25:10; Lucas 13:25;
Apocalipsis 3:7, 22:11). Por lo tanto, debemos ser conscientes de los
eventos que ocurrirán antes.

EVENTOS QUE SUCEDEN ANTES DEL CIERRE DE LA


PUERTA DE LA GRACIA
Antes del cierre de la puerta de la gracia, ocurrirán los siguientes
eventos:
Derramamiento de la lluvia tardía (Joel 2:23, 28). Será una
dotación especial del poder del Espíritu Santo para capacitar a los
hijos fieles de Dios a predicar al mundo la última invitación de la
misericordia divina, como se presenta en Apocalipsis 14:6 al 12 y
18:4, también llamado el Evangelio Eterno (Apocalipsis 14:6). Será
un gran movimiento mundial que concluirá el mandato de Cristo
(Mateo 24:14), preparando así el camino para el regreso de Jesús
(Apocalipsis 18:1).
La predicación del Evangelio a todo el mundo (Mateo 24:14).
Todos los habitantes de la Tierra tendrán la oportunidad de cono-
Un tiempo de angustia sin precedentes 1 199

cer el Evangelio Eterno y tomar su decisión. El punto clave en este


momento será aceptar o no la marca de la bestia y el número de su
nombre (Apocalipsis 13:12-17).
Decreto dominical (Apocalipsis 13:14-17). Dado que el sábado
es una señal entre Dios y su pueblo (Éxodo 20:8 -11; Ezequiel 20:12,
20), Satanás usará agencias humanas e instituciones políticas y reli-
giosas para combatir el verdadero sábado, el cuarto mandamiento
de la santa Ley de Dios, poniendo en su lugar el domingo como día
santo. A todos los que se nieguen a rendir reverencia al domingo se
les prohibirá comerciar, comprar o vender cualquier artículo (Apo -
calipsis 13:16, 17). La humanidad se dividirá en solo dos grupos: los
que reverencian la Ley de Dios y los que la rechazan. Será un tiempo
de dura prueba para el pueblo de Dios, pero la victoria final ya está
asegurada (Apocalipsis 15:2).
El sellamiento de los 144.000 (Apocalipsis 7:1-4). Este número es
simbólico y representa a todos los salvados que pasarán por la angus -
tia de Jacob, pero no pasarán por la muerte. Reciben el sello de Dios
que se da a los que obedecen su Ley (Hechos 5:32; Isaías 8:16; Santiago
2:10). Elena de White escribió: ((Ninguno de nosotros recibirá jamás el
sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos
toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el
templo del alma de toda contaminación". 2 10
La personificación del regreso de Jesús (2 Corintios 11:14 y 2
Tesalonicenses 2:8-10). Como un acto supremo de engaño, Satanás
personificará el regreso de Jesús, haciendo que el mundo piense que
él es el Cristo tan esperado. Solo aquellos que tienen su fe cimentada
en la Palabra de Dios y los ojos fijos en Jesús podrán resistir este sutil
engaño. La advertencia de Cristo fue clara: ((Porque se levantarán fal-
sos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios para
engañar, si fuere posible, aun a los elegidos" (Mateo 24:24).

EL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA - JESÚS SALE


DEL SANTUARIO

Elena de White, Joyas de los testimonios (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Ed itora
210

Sudamericana, 2015), t. 2, p. 70.


DANIEL
200 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

En el capítulo 7 de Daniel, vemos a alguien "como un Hijo de


Hombre", Jesús, viniendo sobre las nubes a la presencia del Padre en el
Santuario celestial (Daniel 7:13, 14). Esta escena apunta a la entrada de
Jesús en el Santuario para comenzar su obra de juicio en el año 1844.
Y en Daniel 12:1 vemos a Miguel, el mismo Jesús, levantarse. Esto in-
dica el fin del juicio preadvenimiento, cuando entonces Jesús dejará el
Santuario celestial. El primer evento después de que Jesús abandone el
Santuario será el derramamiento de las siete plagas (Apocalipsis 16).
La ira de Dios se manifestará por medio de ellas. La Biblia nos dice que
esto es "porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se acordó
de sus maldades" (Apocalipsis 18:5). La caída de las siete últimas pla-
gas son prueba visible de que Jesús ya no está en el Santuario y que el
caso de todos los habitantes de la Tierra ha sido decidido, ya sea para
salvación o para condenación eterna.

ACONTECIMIENTOS POSTERIORES AL CIERRE DE LA


PUERTA DE LA GRACIA
Una vez que se cierre la puerta de la gracia, ocurrirán los siguientes
eventos:
Caída de las siete plagas (Apocalipsis 16:1-21). Estas plagas solo
alcanzarán a los impíos, porque el pueblo de Dios estará sellado y se-
guro (Salmo 91:9-12; Isaías 33:16).
Tiempo de angustia de Jacob (Daniel 12:1). El ingrediente prin-
cipal de esta angustia es el hecho de que los salvos no están seguros
de que todos sus pecados hayan sido perdonados antes de que se haya
cerrado la puerta de la gracia. El pueblo de Dios se sumirá en una
angustia terrible y clamará por liberación día y noche, pero al final
saldrá victorioso (Jeremías 30:7).
Resurrección especial (Daniel 12:2). La llamamos especial porque
no será la primera (solo los salvados) ni la segunda (solo los perdidos),
sino una especial, con representantes de ambas clases. ¿Quiénes son
los impíos que resucitarán en ella? Jesús declaró al sumo sacerdote y a
otros que participaban en su juicio: "Además les digo: 'En el futuro us-
tedes verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Todopoderoso
y viniendo en las nubes del cielo' " (Mateo 26:64). Juan, el vidente de
Un tiempo de angustia sin precedentes 1 201

Patmos, escribió: "Miren que viene con las nubes; y todo ojo lo verá,
aun los que lo traspasaron" (Apocalipsis 1:7). Con esto concluimos
que se trata de los líderes y los soldados que participaron en el juicio y
la crucifixión de Jesús. Por otro lado, ¿quiénes serán los salvos que re-
sucitarán? Elena de White escribió: "Los sepulcros se abren y 'muchos
de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua' (Dan.
12:2). Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel salen
glorificados de la tumba y oyen el pacto de paz que Dios hace con los
que han guardado su ley". 211 Con esto concluimos que son todos los
que vivieron entre los años del movimiento millerita, cuando comen-
zó a predicarse el mensaje del tercer ángel, aun antes del cierre de la
puerta de la gracia.
Primera resurrección: de los salvos (1 Tesalonicenses 4:16). To-
dos los muertos salvados desde el justo Abel (Hebreos 11:4) hasta el
movimiento millerita, resucitan incorruptibles.
Glorificación de los justos vivos (1 Corintios 15:51-53). Todos los
vivos salvos (llamados en Apocalipsis "los 144.000") son transforma-
dos para asumir un cuerpo incorruptible.
Regreso de Jesús (Apocalipsis 1:7). Jesús aparece en las nubes del
cielo y recompensa a cada uno según sus obras (Apocalipsis 22:12).
Nota: Los eventos mencionados anteriormente, tanto antes como
después del cierre de la puerta de la gracia, no están en secuencia cro-
nológica exacta, ya que muchos de ellos ocurrirán simultáneamente.

EL FIN DE LA ANGUSTIA DE JACOB


La angustia terminará con el acontecimiento más grande de la
historia humana: el regreso glorioso de Jesús en poder y majestad. El
libro del Apocalipsis, al hablar de este evento, describe que habrá si-
lencio en el Cielo durante media hora, cuando se abra el séptimo y úl-
timo sello (Apocalipsis 8:1). Si aplicamos el principio día por año de la
interpretación profética una vez más, tenemos el siguiente resultado:

211 Elena de Wh ite, El conflicto de los siglos, p. 695 .


DANIEL
202 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

1día profético (24 horas) 1año literal (360 días)


12 horas 6 meses (180 días)
2 horas 1 mes (30 días)
30 minutos 1semana (7 días)

¿Por qué el cielo estará en silencio durante una semana? La respuesta


está en las palabras de Cristo: "Cuando el Hijo del hombre venga en
su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono
de gloria. Y serán reunidas ante él todas las naciones. Y separará los
unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos"
(Mateo 25:31, 32). La atmósfera del Cielo es música (Apocalipsis 4:8);
constantemente seres que nunca han pecado alaban a Dios delante de
su trono (Apocalipsis 5:8-14). Sin embargo, cuando se abra el séptimo
sello, Jesús descenderá a la Tierra y todos los ángeles vendrán con él. El
Cielo estará en silencio porque estará vacío. Entonces, los salvos serán
reunidos de los cuatro ángulos de la Tierra (Mateo 24:31), y juntos as-
cenderán al encuentro de Jesús en el aire (1 Tesalonicenses 4:17), y así
estarán con el Señor para siempre.
¡Qué gloriosa oportunidad nos da Dios hoy para conocer los acon-
tecimientos que aún están por suceder en nuestro planeta! ¿Qué harás
con esta información? ¿Cuál será tu decisión frente a las revelaciones
de Dios para ti? El Espíritu Santo te declara hoy: "Al cielo y a la tierra
llamo por testigos hoy contra ustedes, de que les he puesto delante la
vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que
vivas tú y tus descendientes" (Deuteronomio 30:19).
Recuerda la invitación de Jesús: "Vengan a mí todos los que están
fatigados y agobiados, y yo les daré descanso. Lleven mi yugo sobre
ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
hallarán descanso para su alma, porque mi yugo es fácil y ligera mi
carga" (Mateo 11:28-30). ¡Abre tu corazón y permite que Dios sea el
PRIMERO y el ÚNICO en tu vida!
----~----
"Lean el libro de Daniel. Recuerden punto por punto la historia de

los reinos que allí se presenta. Contemplen a los estadistas, los con-

cilios, los ejércitos poderosos, y vean cómo Dios obró para abatir el

orgullo humano y humilló hasta el polvo la gloria humana. Solo Dios

es presentado como grande. En la visión del profeta se lo ve derribando

a un poderoso gobernante y colocando a otro. Se lo revela como el Mo-

narca del universo que está por establecer su reino eterno: el Anciano

de días, el Dios viviente, la Fuente de toda sabiduría, el Gobernante

del presente, el Revelador del futuro. Lean y comprendan cuán pobre,

cuán frágil, cuán efímero, cuán falible, cuán culpable es el hombre"

(Cristo triunfante, 337).

------~-----
EL ESTABLECIMIENTO
DEL ETERNO REINO
DE CRISTO
Una vez, un padre se sorprendió al ver, a través de la puerta entre-
abierta de la habitación de su hijo, la expresión preocupada del niño
mientras leía la historia de su héroe favorito. Mientras se mordía las
uñas, agonizaba con las coloridas páginas de ese librito. Luego de dis-
traerse de esa escena por unos momentos, el padre regresó a la habi-
tación del niño y notó que ahora estaba tranquilo, despreocupado y
con una amplia sonrisa en su rostro. El padre, ahora aún más curioso,
preguntó:
-Hijo, hace unos momentos miré por la puerta de tu dormitorio y
vi que estabas angustiado por la historia. Pero ahora estás sonriendo.
¿Qué pasó en la historia?
El niño, sonriendo, respondió:
-Pasó así, papá. Cuando me viste por primera vez, estaba leyendo
la parte de la historia que mostraba el encarcelamiento de mi héroe y
las torturas que sufrió. Estaba muy preocupado y tuve una idea. Fui
hasta el final de la historia para ver qué pasaría con él. Cuando leí la
última página, me di cuenta de que mi héroe salió de prisión, derrotó
al enemigo y salió victorioso. ¡Así que ahora estoy feliz!
Cuando leemos algunas páginas de nuestra historia, vemos que el
mal ha llegado a dominar y el reino de las tinieblas ha logrado la su-
DANIEL
206 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

premacía en este mundo. Es bueno recordar que el final de la historia


aún está por llegar. Nuestro Héroe saldrá victorioso. ¡Después de todo,
él venció en la cruz del Calvario y ya nos ha garantizado el reino! En
este último capítulo, hablaremos de nuestra mayor esperanza, cuando
el sueño de reinar con Dios sea una realidad.

IMÁGENES DEL REINO


En el libro de Daniel hay varias imágenes que hablan del estable-
cimiento del reino eterno de Cristo. De hecho, todos los relatos están
construidos hacia su establecimiento. En las visiones registradas, cada
una alcanza su clímax cuando ((el Dios del Cielo" establece ((un rei-
no que nunca jamás será destruido" (Daniel 2:44), cuando el ''Hijo
del Hombre" recibe el ((dominio, y gloria" (Daniel 7:13, 14), cuando
la oposición al ((Príncipe de los príncipes" sea quebrantada ((sin mano
humana" (Daniel 8:25), y cuando el pueblo de Dios sea librado para
siempre de sus opresores (Daniel 12:1). Analicemos ahora algunas de
estas imágenes.

LA PIEDRA
En el capítulo 2 de Daniel, en el sueño del rey Nabucodonosor,
aprendemos acerca de una estatua con cuatro metales. La cabeza de
oro, que simboliza al Imperio Babilónico (Daniel 2:38); el pecho y
los brazos de plata, que representan a Medopersia (Daniel 2:39); los
muslos de bronce de Grecia (Daniel 2:39); y las piernas de hierro, que
simbolizan el Imperio de hierro de Roma (Daniel 2:40). Después de
contemplar esta estatua aterradora, Daniel le dijo al rey que una pie-
dra, sin ayuda de manos humanas, fue cortada y arrojada contra la
estatua, destruyendo todos los reinos, y creció y llenó toda la Tierra
(Daniel 2:44, 45). Esta piedra simboliza el reino eterno de Cristo, que
pronto establecerá (Isaías 28:16; Lucas 20:17, 18; Mateo 24:30; Apoca-
lipsis 1:7). El Regreso de Jesús es la ((bendita esperanza" (Tito 2:13) que
motiva e impulsa nuestra vida (2 Pedro 3:12).
¿Cuándo vendrá este reino eterno? Jesús advirtió: ((Sin embargo,
nadie sabe el día ni la hora" (Mateo 24:36). No obstante, Daniel fue
muy claro en sus palabras: ((y en los días de estos reyes, el Dios del
El establecimiento del etern o rei no de Cristo 1 207

cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruido" (Daniel


2:44). ¿De qué reyes está hablando Daniel? De los diez reyes represen-
tados por los dedos de los pies de la estatua, y por los diez cuernos de la
cuarta bestia (Daniel 7:24); a saber, las naciones modernas de Europa.
Por tanto, será en nuestros días que llegará el reino eterno de Cristo.
En la cadena profética no hay un quinto reino terrenal, sino un reino
celestial que será implantado, trayendo justicia y paz a todos sus ciu-
dadanos (Isaías 65:17-25; Apocalipsis 22:3, 4, 12, 17).

LA CAÍDA DE BABILONIA
La caída de la antigua Babilonia es otra imagen, paralela al Apoca-
lipsis, del establecimiento del reino de Cristo. Así como la gran Babilo-
nia "cayó" en el año 539 a.C. por acción del rey persa Ciro, la Babilonia
espiritual también caerá y recibirá el juicio de Dios en los últimos días
(Apocalipsis 16:12). Hay dos salmos en la Biblia que cuentan un poco
de esta historia. Uno funciona como contrapunto del otro.
El pueblo de Israel se unió como doce tribus solo durante los rei-
nados de Saúl, David y Salomón. Cuando este último murió, el reino
se dividió: quedaron diez tribus en el norte, dirigidas por Jeroboam,
con su capital en Samaria, y dos tribus en el sur, dirigidas por el hijo
de Salomón, Roboam, con su capital en Jerusalén.
En el año 722 a.c., las diez tribus del norte fueron esclavizadas
y destruidas por el Imperio Asirio. Esto debería haber servido como
una advertencia a Judá, pero no fue así. Debido a los pecados y la nega-
tiva a escuchar la voz de los profetas, Judá también cayó en cautiverio.
En el año 605 a.C., el reino de Judá fue invadido por Nabucodonosor
y los hijos de Dios fueron llevados a Babilonia. Sin embargo, Dios no
abandonaría a su pueblo. Incluso antes de que llegara Nabucodonosor,
la voz profética se elevó y trajo esperanza a los futuros cautivos. Dios
anticipó el nombre del libertador, Ciro (Isaías 45:1; 13), la estrategia
militar que usaría (Isaías 44:27, 28), e incluso cuántos años serían es-
clavos en Babilonia (Jeremías 25:11, 12). Estos textos nos impresionan
con el amor, el cuidado y la preocupación de Dios por Israel, a pesar de
sus pecados. Dios no los dejó ir al cautiverio sin esperanza.
El Salmo 137 registra el lamento de los judíos ahora cautivos en
DANIEL
208 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

Babilonia. Pero se aferraron a una esperanza: vendrá el libertador.


En el siglo XIX, varias excavaciones arqueológicas comenzaron a re-
velar algo extraordinario sobre Babilonia. Era una ciudad tremenda,
con grandes universidades, protegida por enormes murallas, con un
sistema avanzado de acequias, templos magníficos y hasta una de las
maravillas del mundo antiguo: los jardines colgantes construidos por
N abucodonosor.
Ante tantas maravillas, ¿qué pasó con el pueblo de Dios? A dife-
rencia de Daniel y sus amigos, las nuevas generaciones comenzaron a
contemplar la belleza, la felicidad, el progreso, y a pensar: ((¡Esto sí que
es vida, esta sí es una ciudad!,, Los judíos fundaron casas comerciales
en Babilonia y fueron los precursores de los bancos modernos. El Sal-
mo 137 había quedado en el pasado, solo como palabras de los padres
más ancianos.
Los setenta años se cumplieron tal como lo había dicho el profeta.
Ciro emerge a la escena política y derrota a la gran Babilonia, secando
el río Éufrates (Isaías 44:27, 28). Después de una batalla cósmica, re-
gistrada en el capítulo 10 de Daniel, Ciro firma el decreto y el pueblo
de Dios puede regresar a Jerusalén. Sin embargo, eso no es lo que su-
cedió. Entre los cientos de familias judías cautivas en Babilonia, solo
unos pocos miles regresaron a Jerusalén. Los que regresaron también
compusieron un cántico, el Salmo 126, que hablaba de la alegría del
regreso y de las bendiciones de Dios sobre el pueblo. En tiempos difí-
ciles, reconstruyeron la ciudad y el templo, y el día de la reapertura se
escuchó nuevamente la voz profética: ((La gloria de esta segunda casa
será mayor que la primera [... ] y daré paz en este lugar, dice el Señor
Todopoderoso" (Hageo 2:9). Los sacrificios se retomaron, las fiestas
se celebraron nuevamente y, como la profecía no falla, en el tiempo
señalado vino el Mesías (Gálatas 4:4). ¿Cuántas lecciones se pueden
aprender de esta historia hoy?
Ciro es un tipo de Cristo. La antigua Babilonia se convierte en un
símbolo de la actual Babilonia mística (Apocalipsis 17:5). Volverá a
ocurrir el secado del río Éufrates (Apocalipsis 16:12) y los reyes del
Oriente, Cristo y sus ángeles, volverán para liberar a su pueblo del
cautiverio espiritual de Babilonia. Tenemos una fiesta que celebrar en
El establecimiento del etern o rei no de Cristo 1 209

la Nueva Jerusalén, pero la triste noticia es que la historia se repetirá y


muchos no querrán ir al Cielo, pues han creado lazos con Babilonia y
han echado raíces en ella.
De ahí la última invitación de Dios: "Salgan de ella, pueblo mío"
(Apocalipsis 18:4). Muchos están contemplando a Babilonia y no a Je-
rusalén. Estamos prestando mucha atención a las cosas del mundo y
casi nada a las cosas de Dios. Estamos olvidando el consejo de Cristo:
"Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les
serán añadidas" (Mateo 6:33).
En el silencio de esta lectura, pregúntate: ¿hay hábitos, prácticas,
costumbres, vicios en mi vida que desagradan al Cielo y me roban la
paz? En este mismo silencio del alma, abre tu corazón a Jesús, por-
que nuestro Salvador es el Dios que nunca rechaza, ni siquiera al más
grande de los pecadores. ¡Solo él puede ofrecer el perdón y la paz que
tanto necesitamos!

LOS 1.290 Y 1.335 DÍAS


El libro de Daniel presenta dos últimos períodos proféticos. "Desde
el tiempo que sea quitado el continuo hasta la abominación asoladora
habrá mil doscientos noventa días" (Daniel 12:11) y, "bienaventurado
el que espere y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días" (Daniel
12:12).
El evento clave para entender esta profecía es que el "continuo"
sería quitado, se implantaría la "abominación desoladora". ¿De qué
evento está hablando la profecía? Alberto Timm explica: "La expre-
sión <sacrificio diario' es la traducción del término hebreo tamid, que
significa <diario' o <continuo', al que se le añadió la palabra <sacrificio',
que no se encuentra en el texto original de Daniel 8:13 y 12:11. Este tér-
mino (tamid) se usa en las Escrituras en conexión no solo con el sacri-
ficio diario del Santuario terrenal (ver Éxodo 29:38, 42), sino también
con varios otros aspectos del ministerio continuo de ese santuario (ver
Éxodo 25:30; 27:20; 28:29, 38; 30:8; 1 Crónicas 16:6). En el libro de
Daniel, el término obviamente se refiere al ministerio sacerdotal con-
tinuo de Cristo en el Santuario/Templo celestial (ver Daniel 8:9-14). La
expresión <transgresión desoladora' o <abominación desoladora' impli-
DANIEL
21 O Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ __ __ _ __

ca el amplio sistema de falsificación de este ministerio, edificado sobre


teorías antibíblicas de la inmortalidad natural del alma, la mediación
de los santos, el confesionario, el sacrificio de la misa, etc.". 212
Este ((amplio sistema de falsificación" no es más que la pretensión
papal de ser un mediador entre Dios y los hombres. En el pasaje an-
terior se declara que, después de que se quite el continuo, "habrá mil
doscientos noventa días". La sustitución de Cristo por un sistema fal-
so se introdujo gradualmente, hasta que en los años 503 a 508 tomó
una forma más definida. El obispo de Roma reclamó cada vez más las
prerrogativas y las atribuciones inherentes a Cristo. En el año 508, la
Iglesia medieval reforzó su prestigio político con la ayuda de Clodo-
veo, rey de los francos (481-511), y desde entonces ((el papado pudo
proceder sin obstáculos para asegurar su influencia política". 2 13
A partir del año 508, y recorriendo la historia 1.290 días/años, lle-
gamos a 1798, año de la detención del Papa Pío VI y fin de los 1.260
años de supremacía papal. Si viajamos desde la misma fecha 1335
años, llegaremos al año 1843/1844, cuando terminan las 2.300 tardes y
mañanas y Jesús da inicio al Gran Día de la Expiación, que terminará
recién cuando él deje el Santuario para venir a la Tierra.

508 ............................................................... l.290 ............................................................... 1798

508 ............................................................... 1.335 ..................................................... 1843/1844

UNA PROMESA A DANIEL


El ángel Gabriel le ordenó a Daniel que sellara el libro ((hasta el
tiempo del fin" (Daniel 12:4), cuando muchos lo estudiarían y la cien-
cia, es decir, el conocimiento de este libro, se multiplicaría. Solo la
eternidad revelará cuántas personas fueron beneficiadas por las profe-
cías y las amonestaciones del libro de Daniel.
Daniel recibió el sello de la aprobación divina y su vida fue prote-

212 Alberto R. Timm, "Os 1.290 dias e 1.335 d ias de Daniel 12", Revista Kerygma, vo l. 1, Número
1, le r Semestre de 2005, pp. 3-7.
213 Wa lter Ullmann, A Short History of the Papacy in the Middle Ages (Londres: Routledge,
1972), p. 37; citado en Dou khan, p. 189.
El establecimiento del etern o rei no de Cristo 1 211

gida en Dios. Había pasado por pruebas y sufrimientos, pero nunca


había dejado de confiar en Cristo. Hacia el final de su vida, alrededor
de los noventa años, escuchó las palabras de consuelo: "Pero tú sigue
hasta el fin de tu vida. Descansarás, y en los últimos días te levantarás
para recibir tu herencia". Esta es una referencia a su muerte, que no
estaba lejos. El ángel le asegura la vida eterna, cuando dice que "en los
últimos días [que tantas veces ve en visión], te levantarás para recibir
tu herencia" (Daniel 12:13). Para los salvos, la muerte no es más que
un breve sueño, porque el que muere salvo, "en los últimos días" resu-
citará y recibirá la herencia eterna (Juan 11:24, 25).
¡Qué gran oportunidad tenemos todos nosotros hoy! Si somos
fieles como lo fue Daniel, algún día podremos conocerlo y, además,
podremos escuchar de su propia boca las maravillas que vivió en su
experiencia terrenal, narradas en su libro. Sin embargo, nada iguala
el privilegio de estar cara a cara con el Señor Jesús y escuchar de sus
labios: "¡Vengan, benditos de mi Padre! Hereden el reino preparado
para ustedes desde la fundación del mundo" (Mateo 25:34).
¿Te gustaría ser ciudadano de este reino eterno?
~

CONCLUSION
El libro de Daniel es una revelación de los misterios ocultos de
Dios. Esto queda claro en la oración de Daniel, poco después de re-
cibir su primera revelación: la aclaración del sueño de la estatua de
metal. Daniel escribió: "Revela lo profundo y lo escondido, conoce lo
que está en tinieblas, y la luz mora con él" (Daniel 2:22). A lo largo de
las historias y las profecías del libro, Dios reveló sus propósitos para
cada persona, y el destino de las naciones. Todo este maravilloso co-
nocimiento quedó como depósito para los últimos días de la historia,
el llamado "tiempo del fin". Estamos viviendo precisamente en este
período. Tenemos el privilegio de conocer el cumplimiento exacto de
las profecías pasadas y la oportunidad de prepararnos para el mayor
de todos los eventos de la historia que está por venir: la segunda venida
de Cristo en gloria y majestad para el establecimiento de ese reino que
"nunca jamás será destruido" (Daniel 2:44).
Sin embargo, las lecciones de este extraordinario libro no se limi-
tan al pasado de sus historias o al futuro de sus profecías. Sobre todo,
habla del presente. Nos enseña sobre la estrecha relación entre lasa-
lud física, mental y espiritual, y cómo nuestro estilo determina nues-
tro destino. Nos revela un Dios activo en la historia que, al colocar y
sacar reyes, trabaja intencionalmente para la salvación de su pueblo.
Muestra que se preocupa por cada persona, y que así como lo hizo con
Nabucodonosor, ahora está dispuesto a enseñar el camino de la verda-
dera felicidad a todos los humildes de corazón. También aprendemos
que los hijos leales de Dios atravesarán hornos y fosos de leones, que
DANIEL
214 Secretos de la profec ía _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __

no somos inmunes a los ataques del enemigo de nuestra alma, pero


Dios nunca nos desamparará y siempre estará del lado de sus hijos,
especialmente en las pruebas.
Finalmente, descubrimos que hay un Santuario en el cielo, del que
el terrenal era una copia, y que Jesús, en este mismo momento, está
intercediendo por todos los que lo buscan de todo corazón (Jeremías
29:13). Jesús entró en él después de su ascensión, en el año 31, y desde
el 22 de octubre de 1844 juzga a su pueblo. Este juicio es a nuestro
favor, porque tenemos un abogado infalible que nos ama y ha pagado,
con su propia sangre, en el día señalado en la profecía de Daniel (la
mitad de la septuagésima semana; Daniel 9:27), el precio de nuestra
eterna redención. De ahí la maravillosa invitación: ((Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia
y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:16).
Todo, todo, todo lo que había que hacer para nuestra redención, ya
se ha realizado. El rescate ha sido pagado. La justicia divina ha sido
satisfecha. Por lo tanto, no tiene sentido pagar el rescate y no recupe-
rar a su ser querido. La historia aún no ha terminado. El Cielo espera
ansiosamente el momento en que Miguel se levantará (Daniel 12:1) y
vendrá a la Tierra a buscar a sus amados hijos. ¿Estás listo para este
encuentro? ¿Es este el mayor objetivo de tu vida?
Moisés declaró que nuestros días en esta Tierra son unos setenta
años, y que los más vigorosos llegan a los ochenta, pero en este caso,
lo mejor de ellos es el cansancio y el hastío, porque todo pasa rápido
y volamos (Salmo 90:10). Daniel comprendió muy bien esta verdad y,
desde su juventud, se dedicó a amar y servir al Dios verdadero. Dios
que era su amigo y juez.
Un día, no sabemos a qué edad, Daniel descansó y fue sepultado
en algún lugar de Babilonia. Me pregunto por qué Daniel no regresó a
Jerusalén, su ciudad natal, cuando otros lo hicieron después del decre-
to de Ciro. Y un pensamiento llena mi corazón de alegría. Daniel ya
no quería volver a la Jerusalén terrenal, ahora añoraba la Jerusalén ce-
lestial. Estaba cansado de la injusticia, el sufrimiento, las ambiciones
mundanas, la lucha por el poder. Soñó con un lugar de paz, una ciudad
donde no habrá más llanto, no más clamor, no más luto ni dolor. Un
Conclusión 1 215

lugar donde nunca más sería separado de su familia. Cerró sus ojos en
Babilonia para abrirlos en la Nueva Jerusalén.
Hubo un hombre que fue en visión a esta ciudad mágica. Otro que,
como Daniel, fue amado por el Cielo (Juan 13:23; 21:20). Vio cosas con
las que ninguno de nosotros soñó. Pero eso ya es otra historia.
,.
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