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Tema 1

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TEMA 1.

ESTRUCTURA DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL


1. SISTEMA NACIONAL DE LAS CUALIFICACIONES

La Formación Profesional comprende todos aquellos estudios y aprendizajes encaminados al


desarrollo de una profesión o un oficio determinado y, por lo tanto, a la inserción, reinserción
y actualización laboral de una persona. Esta Formación Profesional tiene como finalidad
principal aumentar y adecuar el conocimiento y habilidades de los actuales y futuros
trabajadores a lo largo de toda la vida.

En la Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional,


viene definida la Formación Profesional (haga clic en la siguiente caja de texto para mostrar su
contenido).

Formación profesional: La Formación Profesional se define como el conjunto de acciones


formativas que capacitan para el desempeño cualificado de las diversas profesiones, el acceso
al empleo y la participación activa en la vida social, cultural y económica. Incluye las
enseñanzas propias de la formación profesional inicial, las acciones de inserción y reinserción
laboral de los trabajadores, así como las orientadas a la formación continua en las empresas,
que permitan la adquisición y actualización permanente de las competencias profesionales.

En España, concretamente, se establecen dos subsistemas regulados por dos Reales Decretos
diferenciados (haga clic en cada una de las siguientes cajas de texto para mostrar su
contenido):

- Subsistema de la Formación Profesional Inicial: Está regulado por el Real Decreto


1147/2011, de 29 de julio, por el que se establece la ordenación general de la
formación profesional del sistema educativo. Depende de la administración educativa
del Estado (Ministerio de Educación).
- Subsistema de la Formación Profesional para el Empleo: Está regulado por la Ley
30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional
para el Empleo en el ámbito laboral, desarrollado a través del Real Decreto 694/2017,
de 3 de julio, por el que se desarrolla la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se
regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito laboral.
Depende de la administración laboral del Estado (Ministerio de Empleo)

Esta organización de la Formación Profesional en España tiene como objetivo integrar los
diferentes subsistemas y orientarlos hacia el mercado de trabajo.

En un intento de articular e integrar la Formación Profesional Inicial y la Formación Profesional


para el Empleo, surge la necesidad de establecer un referente común de competencias para
orientar las diferentes acciones formativas hacia las necesidades de cualificación que requiere
el mercado de trabajo.

Con este propósito nace el Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional


(SNCFP), una estructura que incluye las diferentes dimensiones de las actividades de un país
que dan lugar al reconocimiento de un aprendizaje (haga clic en cada una de las siguientes
cajas de texto para mostrar su contenido).
Definición

La Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional,


define el Sistema Nacional de Cualificaciones como "el conjunto de instrumentos y acciones
necesarios para promover y desarrollar la integración de las ofertas de la formación
profesional, a través del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, así como la
evaluación y acreditación de las correspondientes competencias profesionales, de forma que
se favorezca el desarrollo profesional y social de las personas y se cubran las necesidades del
sistema productivo".

Objetivos

El SNCFP se crea para dar respuesta a las demandas de cualificación de las personas y de las
empresas en una sociedad en continuo proceso de cambio e innovación. Sus objetivos son los
siguientes:

Orientar la formación a las demandas de cualificación de las organizaciones productivas.

Facilitar la adecuación entre la oferta y la demanda del mercado de trabajo.

Extender la formación a lo largo de la vida, más allá del periodo educativo tradicional.

Fomentar la libre circulación de trabajadores, por lo que cumple una función esencial en el
ámbito laboral y formativo.

Para la consecución de dichos objetivos, el SNCFP posee los Instrumentos y Acciones que se
observan a continuación (Art. 4 Ley 5/2002):

1.1. Catálogo Nacional de Cualificaciones

El Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (CNCP) es el instrumento del Sistema


Nacional de las Cualificaciones y Formación Profesional que ordena las cualificaciones
profesionales, susceptibles de reconocimiento y acreditación, identificadas en el sistema
productivo, en función de las competencias apropiadas para el ejercicio profesional. Entre sus
principales objetivos están el posibilitar la integración de las ofertas de formación profesional,
adecuándolas a las características y demandas del sistema productivo, y servir de referente
para evaluar las competencias profesionales.

El CNCP comprende las cualificaciones profesionales más significativas del sistema productivo
español e incluye el contenido de la formación profesional asociada a cada cualificación, con
una estructura de módulos formativos articulados en un Catálogo Modular de Formación
Profesional (haga clic en cada uno de los títulos del diagrama para mostrar su contenido).

Cualificación profesional

Se entiende por cualificación profesional el conjunto de competencias profesionales con


significación en el empleo que pueden ser adquiridas mediante formación modular u otros
tipos de formación, así como a través de la experiencia laboral.

Datos de identificación

Los datos de identificación son los datos necesarios de la cualificación profesional siguientes:

• Denominación: se relaciona con la formación principal y es reconocible por el sector.

• Nivel: existen 5 niveles que se determinan según el grado de complejidad, autonomía y


responsabilidad para realizar una actividad laboral.

• Código: es un código alfanumérico que cuantifica la cualificación.

Competencia general

A cada cualificación se le asigna una competencia general, en la que se definen brevemente los
cometidos y funciones esenciales del profesional. Una competencia profesional es el "conjunto
de conocimientos y capacidades que permiten el ejercicio de la actividad profesional conforme
a las exigencias de la producción y el empleo". (LOCFP, 2002).

Entorno profesional

El entorno profesional es el ámbito profesional, los sectores productivos correspondientes y


las ocupaciones o puestos de trabajo relevantes en los que puede desarrollarse la cualificación.

Unidades de competencia

La Unidad de Competencia es el agregado mínimo de competencias profesionales, susceptible


de reconocimiento y acreditación parcial. Cada unidad de competencia lleva asociado un
módulo formativo, donde se describe la formación necesaria para adquirir esa unidad de
competencia. Esta estructura permitirá evaluar y acreditar al trabajador cada una de sus
unidades de competencia (obtenidas mediante la formación o la práctica laboral). De este
modo, puede acumularlas y podrá conseguir la acreditación de la cualificación completa
mediante un Título de Formación Profesional o un Certificado de Profesionalidad.

FORMACIÓN MODULAR
El Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, además de identificar y definir las
cualificaciones profesionales que requiere el sistema productivo, establece los contenidos de
formación básicos necesarios para que la oferta formativa garantice la adquisición de las
competencias profesionales apropiadas para el desempeño profesional.

Estos contenidos formativos, asociados a las cualificaciones profesionales, constituyen el


Catálogo Modular de Formación Profesional, que se estructura en módulos formativos
asociados a las diferentes unidades de competencia de las cualificaciones profesionales y
proporciona un referente común para la integración de las ofertas de formación profesional
que permita la capitalización y el fomento del aprendizaje a lo largo de la vida.

Con la superación de los módulos formativos se obtienen los títulos de formación profesional y
certificados de profesionalidad presentes en el Catálogo Nacional de Cualificaciones
Profesionales.

Cada Módulo Formativo tiene un formato normalizado que incluye los datos de identificación y
las especificaciones de la formación que se exponen a continuación:

Ejemplo de estructura básica de un módulo formativo:


El Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales se organiza en familias profesionales y
niveles de cualificación teniendo en cuenta criterios de la Unión Europea. Así, se han definido
26 familias profesionales, que son amplios grupos de ocupaciones o profesionales que cubren
los contenidos profesionales del mercado de trabajo. Cada familia profesional integra un
conjunto de cualificaciones atendiendo a criterios de afinidad de la competencia profesional,
de las ocupaciones y puestos de trabajo detectados.

La relación de familias profesionales se establece en el Real Decreto 1128/2003, por el que se


regula el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y referencias legislativas
posteriores que lo modifican.

1.2. Niveles de cualificación

El órgano responsable de definir, elaborar y mantener actualizado el Catálogo Nacional de


Cualificaciones Profesionales y el correspondiente Catálogo Modular de Formación Profesional
es el Instituto Nacional de las Cualificaciones (INCUAL). Este órgano fue creado por Real
Decreto 375/1999, de 5 de marzo, por el que se crea el Instituto Nacional de las
Cualificaciones.

Existen 5 niveles de cualificación, de acuerdo al grado de conocimiento, iniciativa, autonomía y


responsabilidad preciso para realizar dicha actividad laboral. A continuación se exponen las
características que definen cada uno de estos niveles (haga clic en cada una de las siguientes
cajas de texto para mostrar su contenido):

NIVEL 1

Competencia en un conjunto reducido de actividades de trabajo relativamente simples


correspondientes a procesos normalizados, siendo los conocimientos teóricos y las
capacidades prácticas a aplicar limitadas.

NIVEL 2

Competencias en un conjunto de actividades profesionales bien determinadas que pueden


ejecutarse con autonomía. Capacidad para utilizar instrumentos y las técnicas propias
relacionadas con el proceso de ejecución. Requiere conocimientos de los fundamentos
técnicos y científicos de su actividad y capacidad de compresión y aplicación del proceso.

NIVEL 3

Competencias en un conjunto de actividades profesionales que requieren el dominio de


diversas técnicas y puede ser ejecutado de forma autónoma . Comporta responsabilidad de
coordinación y supervisión de trabajo técnico y especializado. Exige la comprensión de los
fundamentos técnicos y científicos de las actividades y la evaluación de los factores del
proceso y de sus repercusiones económicas.

NIVEL 4

Competencias en un amplio conjunto de actividades profesionales complejas realizadas en una


gran variedad de contextos que requieren conjugar variables de tipo técnico, científico,
económico u organizativo. Responsabilidad de supervisión de trabajo y asignación de recursos.
Capacidad de innovación para planificar acciones, desarrollar proyectos, procesos, productos o
servicios.
NIVEL 5

Competencias en un amplio conjunto de actividades profesionales de gran complejidad,


realizadas en diversos contextos a menudo impredecibles, que implica planificar acciones o
ideas, productos o servicios. Gran autonomía personal, responsabilidad frecuente en la
asignación de recursos, en el análisis, diagnóstico diseño, planificación, ejecución y evaluación
de procesos, productos o servicios. Responsabilidad en dirección y gestión.

2. SUBSISTEMA DE FORMACIÓN PROFESIONAL REGLADA

El subsistema de Formación Profesional Inicial o Reglada hace referencia a aquella formación


profesional integrada en el sistema educativo que tiene por finalidad preparar al alumnado
para la actividad en un campo profesional y facilitar su adaptación a las modificaciones
laborales que pueden producirse a lo largo de su vida, así como contribuir a su desarrollo
personal y al ejercicio de una ciudadanía democrática, constituyéndose como una vía de
especialización y cualificación para acceder al mercado de trabajo. Esta formación se deriva de
la LOGSE, que fue sustituida por la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Educación LOE (Ley
2/2006 de 3 de mayo) y modificada a su vez por la LOMCE(Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa) y la posterior LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020
de 29 de diciembre. Haga clic en la siguiente caja de texto para mostrar su contenido.

Objetivos de la Formación Profesional Reglada

- La Formación Profesional Reglada o Inicial tendrá como objetivos conseguir que el


alumnado consiga los resultados de aprendizaje que le permitan:
- Desarrollar las competencias propias de cada título de formación profesional.
- Comprender la organización y las características del sector productivo
correspondiente, así como los mecanismos de inserción profesional.
- Conocer la legislación laboral y los derechos y obligaciones que se derivan de las
relaciones laborales.
- Aprender por sí mismos y trabajar en equipo, así como formarse en la prevención de
conflictos y en la resolución pacífica de los mismos en todos los ámbitos de la vida
personal, familiar y social, con especial atención a la prevención de la violencia de
género.
- Fomentar la igualdad efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres, así como de
las personas con discapacidad, para acceder a una formación que permita todo tipo de
opciones profesionales y el ejercicio de las mismas.
- Trabajar en condiciones de seguridad y salud, así como prevenir los posibles riesgos
derivados del trabajo.
- Desarrollar una identidad profesional motivadora de futuros aprendizajes y
adaptaciones a la evolución de los procesos productivos y al cambio social.
- Afianzar el espíritu emprendedor para el desempeño de actividades e iniciativas
empresariales.
- Preparar al alumnado para su progresión en el sistema educativo.
- Conocer y prevenir los riesgos medioambientales
Los títulos de Formación Profesional estarán referidos, con carácter general, al Catálogo
Nacional de Cualificaciones Profesionales y los ciclos de la Formación Profesional que
conducen a su obtención serán los siguientes:

A. Ciclos de Formación Profesional Básica.


B. Ciclos formativos de grado medio.
C. Ciclos formativos de grado superior.

2.1. Formación Profesional Básica

Los Ciclos de Formación Profesional Básica son ciclos formativos destinados a personas que no
han finalizado la ESO y quieren proseguir sus estudios hacia un campo de la Formación
Profesional. La normativa de referencia es el Real Decreto 127/2014, de 28 de febrero, por el
que se regulan aspectos específicos de la Formación Profesional Básica de las enseñanzas de
formación profesional del sistema educativo.

Estos estudios forman parte de la educación obligatoria gratuita y sustituyen a los que hasta
ahora se denominaban como los Programas de Cualificación Profesional Inicial a partir del
curso 2014-2015, en el que han empezado a impartirse. Los módulos profesionales de las
enseñanzas de Formación Profesional Básica están constituidos por áreas de conocimiento
teórico-prácticas cuyo objeto es la adquisición de las competencias profesionales, personales y
sociales y de las competencias del aprendizaje permanente a lo largo de la vida (haga clic en
cada una de las siguientes cajas de texto para mostrar su contenido).

Características

Los ciclos formativos de Formación Profesional Básica incluirán los siguientes módulos
profesionales:

•Módulos asociados a unidades de competencia del Catálogo Nacional de Cualificaciones


Profesionales.

•Módulos asociados a los bloques comunes que garantizarán la adquisición de las


competencias del aprendizaje permanente, a través de la impartición de las siguientes
enseñanzas:

√Bloque de Comunicación y Ciencias Sociales, que incluirá las siguientes materias:

Lengua Castellana.

Lengua extranjera.

Ciencias Sociales.

En su caso, Lengua Cooficial.

√Bloque de Ciencias Aplicadas, que incluirá las siguientes materias:

Matemáticas Aplicadas al Contexto Personal y de Aprendizaje en un Campo Profesional.

Ciencias Aplicadas al Contexto Personal y de Aprendizaje en un Campo Profesional.


•Módulo de formación en centros de trabajo.

Las enseñanzas de la Formación Profesional Básica garantizarán al menos la formación


necesaria para obtener una cualificación de nivel 1 del Catálogo Nacional de las Cualificaciones
Profesionales a que se refiere el artículo 7 de la Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las
Cualificaciones y de la Formación Profesional.

En este Ciclo los criterios pedagógicos se adaptan a las características específicas del
alumnado, fomentándose el trabajo en equipo, la tutoría y la orientación educativa y
profesional.

Los alumnos y alumnas podrán permanecer cursando un ciclo de Formación Profesional Básica
durante un máximo de cuatro años.

Los alumnos/as que superen un ciclo de Formación Profesional Básica recibirán el Título
Profesional Básico (haga clic en la siguiente caja de texto para mostrar su contenido).

Destinatarios

Esta Formación Profesional Básica está destinada al alumnado que cumpla simultáneamente
las siguientes condiciones:

Tener cumplidos quince años, o cumplirlos durante el año natural en curso, y no superar los
diecisiete años de edad en el momento del acceso o durante el año natural en curso.

Haber cursado el primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria o, excepcionalmente, haber


cursado el segundo curso de la Educación Secundaria Obligatoria.

Haber propuesto el equipo docente a los padres, madres o tutores legales la incorporación del
alumno o alumna a un ciclo de Formación Profesional Básica, de conformidad con lo indicado
en el artículo 30 de la LOMCE.

Duración

La duración de los ciclos formativos de Formación Profesional Básica será de 2.000 horas,
equivalentes a dos cursos académicos a tiempo completo. Dicha duración podrá ser ampliada a
tres cursos académicos en los casos en que los ciclos formativos sean incluidos en programas o
proyectos de Formación Profesional dual, con el objeto de que los alumnos y las alumnas
adquieran la totalidad de los resultados de aprendizaje incluidos en el título.

Títulos de Formación Profesional Básica:

Acceso y Conservación en Instalaciones Deportivas

Informática de Oficina

Servicios Administrativos

Actividades Agropecuarias

Agro-jardinería y Composiciones Florales


Aprovechamientos Forestales

Artes Gráficas

Servicios Comerciales

Reforma y Mantenimiento de Edificios

Electricidad y Electrónica

Fabricación de Elementos Metálicos

Instalaciones Electrotécnicas y Mecánica

Fabricación de Elementos Metálicos

Fabricación y Montaje

Instalaciones Electrotécnicas y Mecánica

Actividades de Panadería y Pastelería

Alojamiento y Lavandería

Cocina y Restauración

Peluquería y Estética

Actividades de Panadería y Pastelería

Industrias Alimentarias

Informática de Oficina

Informática y Comunicaciones

Fabricación y Montaje

Mantenimiento de Viviendas

Carpintería y Mueble

Actividades Marítimo-Pesqueras

Mantenimiento de Embarcaciones Deportivas y de Recreo

Actividades Domésticas y Limpieza de Edificios

Arreglo y Reparación de Artículos Textiles y de Piel

Tapicería y Cortinaje

Mantenimiento de Embarcaciones Deportivas y de Recreo


Mantenimiento de Vehículos

Vidriería y Alfarería

2.2. Ciclos Formativos

Los Ciclos Formativos de la nueva formación profesional son un conjunto de conocimientos,


habilidades, formación práctica y actitudes, que dan lugar a unas titulaciones que, dentro del
sistema educativo, capacitan a las personas para poder ejercer un trabajo cualificado dentro
de las diferentes familias profesionales. Es en torno a las familias profesionales como se
organizan los diferentes ciclos formativos.

Como ya se ha visto, la estructura de la Formación Profesional inicial es modular. En este


sentido, los contenidos curriculares de los ciclos formativos están estructurados en dos tipos
de módulos (haga clic en cada una de las siguientes cajas de texto para mostrar su contenido):

Módulos profesionales teórico-prácticos

Destinados a desarrollar las competencias profesionales que se han definido en relación con
unos puestos de trabajo determinados y además incluyen módulos de carácter transversal:

Módulos asociados a unidades de competencia del Catálogo Nacional de Cualificaciones


Profesionales.

Módulo de formación y orientación laboral.

Módulo de empresa e iniciativa emprendedora.

Módulos de formación en centros de trabajo

Se realizan en un centro productivo externo al centro educativo, generalmente mediante


prácticas en una empresa.

Este módulo tiene las siguientes finalidades:

Completar la adquisición de competencias profesionales propias de cada título alcanzadas en


el centro educativo.

Adquirir una identidad y madurez profesional motivadoras para el aprendizaje a lo largo de la


vida y para las adaptaciones a los cambios que generen nuevas necesidades de cualificación
profesional.

Completar conocimientos relacionados con la producción, la comercialización, la gestión


económica y el sistema de relaciones sociolaborales de las empresas, con el fin de facilitar su
inserción laboral.

Evaluar los aspectos más relevantes de la profesionalidad alcanzada por el alumno en el centro
educativo y acreditar los aspectos requeridos en el empleo que para verificarse requieren
situaciones reales de trabajo.
Las enseñanzas de formación profesional del Subsistema de Formación Profesional Inicial se
ordenan en ciclos formativos de grado medio y de grado superior (haga clic en cada una de las
siguientes cajas de texto para mostrar su contenido).

Los ciclos formativos de grado medio están integrados en la educación secundaria


postobligatoria dentro del sistema educativo español. Su objetivo es capacitar de los
conocimientos y las destrezas necesarias a los alumnos y alumnas para incorporarse al mundo
laboral de una forma práctica.

La mayor parte de los ciclos formativos de grado medio tienen una duración de 2.000 horas,
incluyendo el módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT), lo que equivale a dos cursos
académicos completos. Sin embargo, existen también otros ciclos de grado medio que tienen
una duración inferior de 1.300 o 1.400 horas que equivalen a un curso en el Centro educativo y
un trimestre en el Centro de Trabajo.

Para que una persona pueda acceder a los ciclos formativos de grado medio se tiene que
cumplir al menos una de las siguientes condiciones:

Estar en posesión de al menos uno de los siguientes títulos:

Título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, siempre que el alumno o alumna


haya superado la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria por la opción de
enseñanzas aplicadas.

Título Profesional Básico.

Título de Bachiller.

Un título universitario.

Un título de Técnico o de Técnico Superior de Formación Profesional.

Estar en posesión de un certificado acreditativo de haber superado todas las materias de


Bachillerato.

Haber superado un curso de formación específico para el acceso a ciclos de grado medio en
centros públicos o privados autorizados por la administración educativa, y tener 17 años
cumplidos en el año de finalización del curso. Las materias del curso y sus características
básicas serán reguladas por el Gobierno.

Haber superado una prueba de acceso de acuerdo con los criterios establecidos por el
Gobierno, y tener 17 años cumplidos en el año de realización de dicha prueba.

Los ciclos formativos de grado superior son un conjunto de titulaciones dentro del sistema
educativo que dotan a los individuos para poder realizar un trabajo cualificado dentro de una
familia profesional. Están integrados en la educación superior no universitaria dentro del
sistema educativo español y constituyen la vía de especialización profesional para los jóvenes
que, una vez finalizado el Bachillerato (o cumpliendo los requisitos de otras vías de ingreso)
quieren incorporarse al mercado de trabajo de una forma práctica y como alternativa a la
universidad.
La duración de los ciclos formativos de grado superior varía entre las 1.300 y las 2.000 horas,
aunque la mayoría tienen una duración de dos cursos académicos (2.000 horas) incluyendo el
módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT). Sin embargo, existen algunos ciclos de
grado superior con una duración de entre 1.300 a 1.700 horas, que equivalen a un curso
completo realizado en el Centro educativo y uno o dos trimestres adicionales en el Centro de
Trabajo.

El acceso de una persona a los ciclos formativos de grado superior requerirá el cumplimiento
de las siguientes condiciones:

Estar en posesión del título de Bachiller, de un título universitario, o de un título de Técnico o


de Técnico Superior de Formación Profesional, o de un certificado acreditativo de haber
superado todas las materias de Bachillerato, o haber superado una prueba de acceso, de
acuerdo con los criterios establecidos por el Gobierno, y tener 19 años cumplidos en el año de
realización de dicha prueba.

Siempre que la demanda de plazas en ciclos formativos de grado superior supere la oferta, las
Administraciones educativas podrán establecer procedimientos de admisión al centro docente,
de acuerdo con las condiciones que el Gobierno determine reglamentariamente.

3. SUBSISTEMA DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL PARA EL EMPLEO

Durante muchos años han convivido dos modalidades diferenciadas de formación profesional
en el ámbito laboral: la ocupacional y la continua, hasta que el Estado y los Interlocutores
Sociales decidieron integrarlas en un único modelo de formación profesional para el empleo.

Surge así la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación
Profesional para el Empleo en el ámbito laboral regulada por el Real Decreto 694/2017, de 3
de julio, en la que se considera que el aprendizaje permanente y a lo largo de toda la vida
precisa de una visión que integre en sí misma la formación y el empleo (haga clic en la
siguiente caja de texto para mostrar su contenido).

Ahora bien, esta integración no ha de ser un obstáculo para la existencia de ofertas


diferenciadas y adaptadas a las diferentes necesidades de formación que demanda el mercado
de trabajo, diferenciándose las siguientes iniciativas de formación dentro del subsistema de
formación para el empleo: la formación programada por las empresas, la oferta formativa para
trabajadores ocupados, la oferta formativa para trabajadores desempleados y otras iniciativas
de formación (permisos individuales de formación, la formación en alternancia con el empleo,
la formación de los empleados públicos y la formación no financiada con fondos públicos
desarrollada por centros de iniciativa privada destinada a la obtención de certificados de
profesionalidad).

Siguiendo la línea marcada por la Ley 30/2015, el RD 395/2007, fue derogado por el Real
Decreto 694/2017, de 3 de julio, por el que se desarrolla la Ley 30/2015, de 9 de septiembre,
por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito laboral.
Este RD 694/2017 ha tenido modificaciones posteriores, entre las cuales destaca la Orden
TES/1109/2020, de 25 de noviembre, por la que se modifica la Orden TMS 368/2019, de 28 de
marzo, por la que se desarrolla el Real Decreto 694/2017, que incluye una nueva Disposición
Adicional, relativa a la participación de trabajadores afectados por expedientes de regulación
temporal de empleo en acciones de formación profesional para el empleo.

3.1. Características y destinatarios de la FPE

Como ya se ha dicho, el Sistema de formación profesional para el empleo está regulado por la
Ley 30/2015 de 9 de septiembre y por el Real Decreto 694/2017, de 3 de julio, y sus
modificaciones posteriores, que la desarrolla y que regula el Sistema de Formación Profesional
para el Empleo en el ámbito laboral.

Fines

Los fines del sistema de formación profesional para el empleo en el ámbito laboral son:

• Favorecer la formación a lo largo de la vida de los trabajadores desempleados y ocupados


para mejorar sus competencias profesionales y sus itinerarios de empleo y formación, así
como su desarrollo profesional y personal.

• Contribuir a la mejora de la productividad y competitividad de las empresas.

• Atender a los requerimientos del mercado de trabajo y a las necesidades de las empresas,
proporcionando a los trabajadores las competencias, los conocimientos y las prácticas
adecuados.

• Mejorar la empleabilidad de los trabajadores, especialmente de los que tienen mayores


dificultades de mantenimiento del empleo o de inserción laboral.

• Promover que las competencias profesionales adquiridas por los trabajadores, tanto a través
de procesos formativos como de la experiencia laboral, sean objeto de acreditación.

• Acercar y hacer partícipes a los trabajadores de las ventajas de las tecnologías de la


información y la comunicación, promoviendo la disminución de la brecha digital existente, y
garantizando la accesibilidad de las mismas.

Principios

Los principios que rigen el sistema de formación profesional para el empleo son:

 El ejercicio del derecho individual a la formación y la garantía de igualdad en el acceso


de los trabajadores, las empresas y los autónomos a una formación vinculada a las
necesidades del mercado de trabajo.

 La anticipación a los requerimientos y cambios del modelo productivo, como vía


fundamental para reforzar la calidad y eficacia de la formación.

 La unidad del mercado de trabajo y la libre circulación de los trabajadores en el


desarrollo de las acciones formativas.
 La negociación colectiva y el diálogo social como instrumento de desarrollo del sistema
de formación profesional para el empleo en el ámbito laboral, así como la
participación de los agentes sociales en los órganos de gobernanza del sistema y en
particular en el diseño, planificación, control, seguimiento y evaluación de la oferta
formativa, especialmente la dirigida a los trabajadores ocupados.

 La unidad de caja de la cuota de formación profesional y el acceso a una financiación


suficiente, estable y equitativa en el conjunto del sistema de formación profesional
para el empleo, que incluya la financiación proveniente de la citada cuota, de carácter
finalista. Esta financiación deberá gestionarse en régimen de concurrencia competitiva
abierta a todos los proveedores de formación, públicos y privados, acreditados y/o
inscritos conforme a la normativa vigente, para la impartición de toda la programación
formativa aprobada por las distintas Administraciones públicas.

 La calidad, eficacia, eficiencia y transparencia en la gestión.

 La estabilidad, seguridad y certidumbre que permita la planificación estratégica y


promueva la inversión en recursos formativos.

 La articulación del sistema a través de la coordinación, la colaboración y la cooperación


interadministrativa en el marco de la competencia normativa del Estado, que permita
la flexibilidad y la optimización de los recursos destinados al sistema.

 El impulso a la formación programada por la empresa, con la participación de la


representación legal de los trabajadores, como vía ágil y flexible de responder a las
necesidades más inmediatas y cercanas a empresas y trabajadores.

 La medición del impacto de la formación y compromiso con la mejora continua,


mediante el refuerzo de los sistemas de información, el seguimiento y control, así
como la evaluación permanente en todas las etapas del proceso formativo, todo ello
en el marco de los instrumentos que cuenten con la presencia de la Administración y
de las organizaciones empresariales y sindicales.

 La accesibilidad y participación de las personas con discapacidad o especialmente


vulnerables en las acciones del sistema de formación profesional para el empleo,
mediante la adopción de las disposiciones y medidas que resulten necesarias.

También cuenta con unas características y unos destinatarios concretos:

Características de la FPE

Las principales características de la FPE son:

 El nuevo modelo de formación profesional para el empleo será de aplicación a todas


las Administraciones públicas, y estará al servicio de empresas y trabajadores en
cualquier parte del territorio, respetando el marco competencial y atendiendo a las
necesidades específicas del tejido productivo de cada comunidad autónoma.
 En cuanto a la gobernanza del modelo, el Consejo General del Sistema Nacional de
Empleo es el principal órgano de consulta y participación de las administraciones
públicas y los interlocutores sociales. Los agentes sociales, incluidas las asociaciones
de autónomos y de la Economía Social, tendrán un protagonismo esencial, ya que,
desde su conocimiento y cercanía a la realidad productiva, deben liderar la detección
de necesidades formativas.
Las funciones de programación, gestión y control las desarrollará el SEPE, en el ámbito
estatal, y los órganos que determinen las comunidades autónomas en su ámbito
territorial de actuación. Como entidad colaboradora actuará la Fundación Estatal para
la Formación en el Empleo, que dispondrá de un Patronato compuesto por la
Administración General del Estado, por las comunidades autónomas y por las
organizaciones empresariales y sindicales más representativas.

 El sistema dispone de una planificación estratégica plurianual que recoge la evolución


de la economía que exige la adaptación o actualización de los trabajadores, los
sectores con potencial de crecimiento y las competencias transversales al alza, al
objeto de diseñar una formación coherente con las necesidades del tejido productivo y
de los trabajadores y ofrecer una imagen de certidumbre y estabilidad para todos los
actores implicados.

 La formación podrá impartirse de forma presencial, mediante teleformación o mixta.


La modalidad de impartición mediante teleformación, se tendrá que desarrollar a
través de tecnologías de la información y comunicación telemáticas, posibilitando la
interactividad de alumnos, tutores y recursos situados en distinto lugar. La formación
impartida mediante la modalidad presencial se organizará en grupos de 25
participantes como máximo, mientras que la impartida mediante la modalidad de
teleformación deberá haber, como mínimo, un tutor por cada 80 participantes.

 La formación programada por la empresa para sus trabajadores es clave y cuenta con


la máxima flexibilidad en la gestión, incluida la posibilidad de impartición en la propia
empresa cuando dispongan de los medios necesarios para ello, sean propios o
contratados.

 En cuanto a la gestión de la formación de oferta, se realizará en régimen de


concurrencia competitiva. Esta concurrencia estará abierta a todas las entidades de
formación que cumplan los requisitos de acreditación y/o inscripción conforme a la
normativa vigente, salvo cuando se trate de programas formativos con compromisos
de contratación, en cuyo caso la concurrencia estará abierta a las empresas y
entidades que comprometan la realización de los correspondientes contratos.
Asimismo, en los programas públicos de empleo y formación la concurrencia estará
abierta a las entidades que establece su normativa reguladora específica.

 Existe una apuesta por la evaluación permanente de la calidad y el impacto real de la


formación en términos de: mejora en el desempeño en el puesto de trabajo; inserción
y mantenimiento del empleo; y mejora de la competitividad de las empresas.
 La Ley 30/2015 ha aprobado un nuevo régimen sancionador que incluye, entre otras
cuestiones, la imposibilidad para los beneficiarios de volver a trabajar para la
Administración pública en el ámbito de la formación durante cinco años, cuando hayan
incumplido la legalidad.

 Así mismo ha desarrollado un sistema integrado de información que recoge todas las


actividades formativas que se desarrollen en todo el territorio nacional, manteniendo
el SEPE un Catálogo de Especialidades Formativas que contiene todo la oferta
formativa desarrollada en el marco del sistema de formación para el empleo.

Destinatarios de la FPE

El subsistema de formación para el empleo tiene como destinatarios tanto a los trabajadores


ocupados como a los desempleados, con unas características determinadas dependiendo de
la iniciativa de formación. Dichas características se concretan en:

a. En la formación programada por las empresas, podrán participar los trabajadores


asalariados que prestan sus servicios en empresas o en entidades públicas no incluidas
en el ámbito de aplicación de los acuerdos de formación específicos de las
Administraciones Públicas, incluidos los trabajadores fijos discontinuos en los períodos
de no ocupación, así como los trabajadores que accedan a situación de desempleo
cuando se encuentren en período formativo, y los trabajadores acogidos a regulación
de empleo en sus períodos de suspensión de empleo por expediente autorizado

b. En la formación de oferta podrán participar los trabajadores ocupados y desempleados


en la proporción que las Administraciones competentes determinen. Asimismo,
podrán participar en la formación de oferta, los cuidadores no profesionales que
atiendan a las personas en situación de dependencia, de conformidad con lo
establecido en el artículo 18.4 de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de
la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia.

c. También hay que tener en cuenta las iniciativas de formación relativas a la formación
de los empleados públicos, de los miliares de tropa y marinería que mantienen una
relación al carácter temporal con las Fuerzas Armadas y de las personas en situación
de privación de libertad.

Para facilitar la inserción socio-laboral de colectivos con dificultades, este subsistema de


Formación Profesional para el Empleo define una serie de colectivos prioritarios:

a. Los desempleados pertenecientes a los siguientes colectivos: mujeres, jóvenes,


personas con discapacidad, afectados y víctimas del terrorismo y de la violencia de
género, desempleados de larga duración, mayores de 45 años y personas con riesgo de
exclusión social, de acuerdo con lo previsto en cada caso por las prioridades
establecidas en la política nacional de empleo, en los planes de ejecución de la
Estrategia Europea de Empleo y en los Programas Operativos del Fondo Social
Europeo.
b. Los trabajadores ocupados pertenecientes a los siguientes colectivos: trabajadores de
pequeñas y medianas empresas, mujeres, afectados y víctimas del terrorismo y de la
violencia de género, mayores de 45 años, trabajadores con baja cualificación y
personas con discapacidad, de acuerdo con lo que establezcan, en su caso, los
Programas Operativos del Fondo Social Europeo y las Administraciones competentes.

c. Los cuidadores no profesionales que atiendan a las personas en situación de


dependencia.

 El sistema de formación profesional para el empleo se financiará, de conformidad con lo


establecido en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, con los fondos provenientes de la
cuota de formación profesional que aportan las empresas y los trabajadores, con las ayudas
procedentes del Fondo Social Europeo y con las aportaciones específicas establecidas en el
presupuesto del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), asimismo, las Comunidades
Autónomas podrán, destinar fondos propios para financiar también este subsistema. (haga clic
en la siguiente caja de texto para mostrar su contenido).

Formas de financiación

En la aplicación de los fondos de formación profesional para el empleo se utilizarán las


siguientes formas de financiación:

 Bonificaciones en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, que no tendrán


carácter subvencional. Se aplicarán a la formación programada por las empresas para
sus trabajadores, a los permisos individuales de formación y a la actividad formativa
del contrato para la formación y el aprendizaje.

 Subvenciones en régimen de concurrencia competitiva, que se aplicarán a la oferta


formativa para trabajadores desempleados y ocupados, incluida la dirigida
específicamente a trabajadores autónomos y de la economía social, así como a los
programas públicos mixtos de empleo-formación.

 Los servicios públicos de empleo competentes podrán, como alternativa a las


convocatorias de subvenciones, proporcionar un «cheque formación» a los
trabajadores desempleados que, de acuerdo con su perfil, precisen realizar acciones
formativas concretas para mejorar su empleabilidad.

 La concesión directa de subvenciones se aplicará a las becas y ayudas de transporte,


manutención y alojamiento que se concedan a los desempleados que participen en las
acciones formativas y, en su caso, a la compensación económica a empresas por la
realización de prácticas profesionales no laborales. Asimismo, a los convenios que
suscriban las instituciones públicas competentes para la formación de las personas en
situación de privación de libertad y de los militares de tropa y marinería que
mantienen una relación de carácter temporal con las Fuerzas Armadas.

3.2. Formación programada por las empresas: Características y destinatarios


A partir de la Ley 30/2015 la iniciativa anteriormente denominada formación de demanda es
denominada como formación programada por las empresas para sus trabajadores y responde
a las necesidades formativas reales, inmediatas y específicas de aquellas y sus trabajadores,
siendo la gestión de la misma a nivel estatal, a través del Servicio Público de Empleo Estatal. La
regulación de este tipo de formación queda contemplada en el Capítulo II del Real Decreto
694/2017 (haga clic en cada una de las siguientes cajas de texto para mostrar su contenido).

Características

 De acuerdo con lo establecido en el artículo 9 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre,


la formación programada por las empresas deberá guardar relación con la actividad
empresarial y adecuarse a las necesidades formativas de aquellas y sus trabajadores.
Estas necesidades formativas podrán ser cubiertas con las acciones formativas
programadas por las empresas para sus trabajadores en el marco de este real decreto,
incluidas las dirigidas a dar cumplimiento al derecho del trabajador al permiso
retribuido de veinte horas anuales de formación profesional para el empleo, según lo
previsto en el artículo 9.6 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre. A estos efectos, de
acuerdo con lo previsto en dicho artículo, las organizaciones empresariales y sindicales
representativas podrán comprometer en el marco de la negociación colectiva planes
de formación.

La programación y gestión de estas acciones formativas podrá realizarse por las empresas con
flexibilidad en sus contenidos y el momento de su impartición, siempre que se respete el
derecho de información y consulta de la representación legal de los trabajadores.

 En la formación programada por las empresas, las acciones formativas estarán sujetas
a una duración mínima de dos horas. En cualquier caso, no tendrán la consideración de
acciones formativas las actividades de índole informativa o divulgativa cuyo objeto no
sea el desarrollo de un proceso de formación.

 La formación programada puede ser organizada por la propia empresa y también


impartida, empleando para ello medios propios o bien recurriendo a su contratación.
En el caso de grupo de empresas, cualquiera de las empresas del grupo podrá
organizar la formación de los trabajadores del grupo por sí misma. Las empresas
pueden optar también por encomendar la organización de la formación a una entidad
externa como las organizaciones empresariales o sindicales, las estructuras paritarias
constituidas en el ámbito de la negociación colectiva que cuenten con personalidad
jurídica propia, las asociaciones de trabajadores autónomos y de la economía social o
las entidades de formación acreditadas y/o inscritas en el correspondiente registro
habilitado por la Administración pública competente. En este caso la impartición de la
formación se realizará por una entidad formativa acreditada y/o inscrita en el registro
de entidades de formación habilitado por la Administración pública competente. Ni la
actividad de organización ni la de impartición podrán ser objeto de subcontratación.
En ambos supuestos, la empresa o la entidad externa organizadora, deberán
comunicar el inicio y finalización de las acciones formativas programadas bajo esta
iniciativa ante la Administración, debiendo asegurar el desarrollo satisfactorio de las
acciones formativas y de las funciones de seguimiento, control y evaluación, así como
la adecuación de la formación realizada a las necesidades formativas reales de las
empresas.

 Tal y como establece la normativa, la financiación de esta iniciativa, se organiza


mediante créditos de formación que permiten financiar total o parcialmente el plan
diseñado por la empresa para sus trabajadores, mediante un sistema de bonificación
de las cuotas a la Seguridad Social. El importe de este crédito de formación se
obtendrá en función de las cuantías ingresadas por cada empresa el año anterior en
concepto de cuota de formación profesional y el porcentaje que, en función de su
tamaño, se establezca en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada
ejercicio.

 Las empresas están obligadas a dar información a la representación legal de los


trabajadores y participarán con sus propios recursos en la financiación de la formación
de sus trabajadores según los porcentajes mínimos que, sobre el coste total de la
formación, se establecen en función de su tamaño, a excepción de las empresas de 1 a
5 trabajadores que resultan exentas de esta obligación:

o Empresas de 6 a 9 trabajadores: 5 por ciento.

o De 10 a 49 trabajadores: 10 por ciento.

o De 50 a 249 trabajadores: 20 por ciento.

o De 250 o más trabajadores: 40 por ciento.

Se consideran incluidos en la cofinanciación privada los costes salariales de los trabajadores


que reciben formación en la jornada laboral. A estos efectos, sólo podrán tenerse en cuenta las
horas de dicha jornada en las que realmente los trabajadores participan en la formación.

Destinatarios

Los destinatarios últimos de la formación programada por las empresas son:

 Trabajadores asalariados que prestan sus servicios en empresas.

 Trabajadores que realizan su labor profesional en entidades públicas no incluidas en el


ámbito de aplicación de los acuerdos de formación en las Administraciones Públicas.

 Trabajadores fijos discontinuos en los periodos de no ocupación.

 Trabajadores que accedan a situación de desempleo cuando se encuentren en período


formativo.

 Trabajadores acogidos a regulación de empleo en sus períodos de suspensión por


expediente autorizado.

Cuando la empresa le da a los trabajadores permiso para la realización de una acción formativa
que esté reconocida mediante una acreditación oficial, incluida la correspondiente a los títulos
y certificados de profesionalidad que constituyen la oferta formativa del Catálogo Nacional de
Cualificaciones Profesionales, con el fin de favorecer su desarrollo profesional y personal, se
denomina la iniciativa de formación profesional para el empleo, como los permisos
individuales de formación (PIF). En este sentido, el contenido de la actividad formativa puede o
no estar vinculado al puesto de trabajo.

Ejemplo de un PIF

Un trabajador del departamento de Marketing de una empresa de telefonía que realiza un


Master de PRL en una Universidad.

Es el propio trabajador el encargado de solicitar este permiso y la empresa la responsable de


proporcionarlo. Si la empresa no autoriza el permiso, tiene que comunicarle al trabajador las
razones que han de estar justificadas por motivos organizativos o de producción. La empresa
obtiene una bonificación sobre el coste del salario proporcional al permiso. Aunque este
mecanismo no se utiliza mucho, si aporta valor al derecho individual de formación de los
trabajadores en las empresas.

En este contexto, las empresas son las responsables de la planificación y gestión de la


formación de sus trabajadores. Asimismo, los trabajadores son responsables de solicitar los
permisos de formación y, los representantes legales de los trabajadores, asumen el ejercicio de
los derechos de participación e información. Las empresas organizan la ejecución de la
formación, o bien directamente por su cuenta con personal propio, o bien contratando los
servicios de entidades o centros especializados externos.

3.3. Formación de oferta. Características y destinatarios

La Ley 30/2015 diferencia en sus artículos 10 y 11 las iniciativas de oferta formativa dirigidas a
trabajadores ocupados y desempleados. Son acciones formativas que están dirigidas a la
adquisición, mejora y actualización permanente de las competencias y cualificaciones
profesionales, favoreciendo la formación a lo largo de toda la vida y conjugando las
necesidades de las personas, de las empresas, de los territorios y de los sectores productivos.

Esta formación está regulada por la Orden TMS/368/2019, de 28 de marzo, por la que se
desarrolla el Real Decreto 694/2017, de 3 de julio y sus posteriores modificaciones, por el que
se desarrolla la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación
Profesional para el Empleo en el ámbito laboral, en relación con la oferta formativa de las
administraciones competentes y su financiación, y se establecen las bases reguladoras para la
concesión de subvenciones públicas destinadas a su financiación..

Teniendo en cuenta el traspaso de competencias en materia de gestión de formación a las


Comunidades Autónomas, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social realiza una planificación
plurianual en la que se determinan las prioridades, objetivos generales y recomendaciones a
tener en cuenta en la oferta formativa del conjunto del subsistema de formación profesional
para el empleo. Esta planificación se realiza considerando las propuestas formuladas por las
Comunidades Autónomas y las Organizaciones Empresariales y Sindicales a través del Consejo
General del Sistema Nacional de Empleo, dando lugar a dos niveles de gestión: el estatal y el
autonómico.
Oferta formativa para trabajadores ocupados: La oferta formativa de las administraciones
competentes para trabajadores ocupados, está constituida por los programas de formación
sectoriales, los programas de formación transversales, así como por los programas de
cualificación y reconocimiento profesional

Características

 De acuerdo con lo establecido en el artículo 10.1 de la Ley 30/2015, de 9 de


septiembre, las Administraciones Públicas competentes desarrollarán una oferta
formativa para trabajadores ocupados que atienda a los requerimientos de
productividad y competitividad de las empresas, a las necesidades de adaptación a los
cambios operados en el puesto de trabajo y a las aspiraciones de promoción
profesional y desarrollo personal de los trabajadores, de forma que les capacite para el
desempeño cualificado de las distintas profesiones y les permita mejorar su
empleabilidad.

La programación de esta oferta formativa estará dirigida a cubrir las necesidades no cubiertas
por la formación programada por las empresas para sus trabajadores, y se realizará tomando
como base el informe anual de prospección y detección de necesidades formativas y el
escenario plurianual de formación previstos, respectivamente, en los artículos 4 y 5 de la Ley
30/2015, de 9 de septiembre. Asimismo, se tendrán en cuenta para los sectores económicos
las acciones formativas propuestas por las Estructuras Paritarias Sectoriales correspondientes
en su ámbito de actuación que, junto con las descritas en el párrafo anterior, serán
incorporadas, siempre que cumplan los requisitos establecidos, al Catálogo de Especialidades
Formativas previsto en el artículo 20.3 de la citada Ley.

 La oferta formativa para trabajadores ocupados se desarrollará mediante:

a) Programas de formación sectoriales.

b) Programas de formación transversales.

c) Programas de cualificación y reconocimiento profesional.

En la distribución y asignación de fondos para la financiación de estos programas se tendrá en


cuenta, además de los niveles de ocupación o afiliación en los distintos sectores y territorios u
otros criterios objetivos, las necesidades formativas del sistema productivo y su grado de
cobertura por las distintas iniciativas de formación profesional para el empleo. En todo caso,
las Administraciones Públicas competentes, en la programación de la oferta formativa para
trabajadores ocupados, deberán garantizar una formación en competencias sectoriales y
transversales y las vinculadas con programas de cualificación y reconocimiento profesional que
hayan sido identificadas como prioritarias en el escenario plurianual y en el informe anual de
necesidades formativas previstos en el artículo 2 y que favorezcan la empleabilidad y la
movilidad intersectorial de los trabajadores.

 De acuerdo con lo previsto en el artículo 14 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, en


lo que no se ejecute directamente por las Administraciones Públicas competentes, la
impartición de las acciones formativas contenidas en los programas señalados en el
apartado anterior se realizará por entidades de formación acreditadas y/o inscritas.
Estas entidades no podrán subcontratar con terceros la ejecución de la actividad
formativa que les haya sido adjudicada. A estos efectos, la contratación por la entidad
adjudicataria del personal docente para la impartición de la formación no se
considerará subcontratación. Por contratación de personal docente se entiende
exclusivamente la contratación de personas físicas.

 La financiación de la oferta formativa para trabajadores ocupados se efectuará, de


acuerdo con lo establecido en el artículo 6.5 de la Ley 30/2015, de 9 de octubre,
mediante subvenciones en régimen de concurrencia competitiva, o en las formas
previstas en la letra c) de dicho apartado.

Destinatarios

En la oferta formativa para trabajadores ocupados, regulada en el capítulo III, podrán


participar los trabajadores señalados en la letra a), así como los trabajadores de los colectivos
cuyo régimen de cotización aún no contemple el pago de la cuota por el concepto de
formación profesional. Asimismo, podrán participar los cuidadores no profesionales que
atiendan a las personas en situación de dependencia, de conformidad con lo establecido en el
artículo 18.4 de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y
atención a las personas en situación de dependencia, siempre que las acciones formativas en
las que participen estén relacionadas con este ámbito de atención prioritaria para los poderes
públicos y se tengan en cuenta las prioridades propuestas por las estructuras paritarias
sectoriales correspondientes y los objetivos estratégicos establecidos en el correspondiente
Plan Anual de Política de Empleo.

En la citada oferta formativa podrán participar además las personas desempleadas señaladas
en la letra c) de este apartado en el porcentaje que determine cada Administración Pública
competente de forma acorde a la coyuntura del mercado de trabajo en cada momento. Dicha
participación no podrá superar, en cualquier caso, el 30 por ciento del total de participantes
programados. A tal efecto, la consideración como trabajadores ocupados o desempleados
vendrá determinada por la situación laboral en que se hallen al inicio de la formación.

De acuerdo con lo establecido en el artículo 14.2.c) de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, los


trabajadores pertenecientes a la plantilla de cualquier entidad de formación que imparta
formación profesional para el empleo, en caso de actuar como beneficiaria o proveedora de la
oferta formativa para trabajadores ocupados, podrán participar en las acciones formativas que
aquella gestione hasta un límite del 10 por ciento del total de participantes programados sin
superar, en ningún caso, el límite del 10 por ciento del total de sus trabajadores en plantilla.

Oferta formativa para trabajadores desempleados: La oferta formativa de las


administraciones competentes para trabajadores desempleados incluye los programas de
formación dirigidos a cubrir las necesidades detectadas por los servicios públicos de empleo,
los programas específicos de formación y los programas formativos con compromisos de
contratación

Características
 Las Administraciones Públicas competentes programarán, con informe preceptivo y no
vinculante de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas, una
oferta formativa para trabajadores desempleados ajustada tanto a las necesidades
formativas individuales, conforme al perfil de cada trabajador, como a las necesidades
del sistema productivo, con el objeto de que adquieran las competencias requeridas
por el mercado de trabajo y mejoren su empleabilidad.

En la citada programación se ofertarán las acciones formativas de carácter prioritario, las


cuales tratarán de anticipar la formación al nuevo modelo productivo, apostando por los
sectores más innovadores, teniendo en cuenta el informe anual y el escenario plurianual
previstos en los artículos 4 y 5 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, respectivamente.

En particular, incluirá preferentemente acciones dirigidas a la obtención de certificados de


profesionalidad, además de aquellas otras que programen las Administraciones Públicas
competentes de acuerdo a las necesidades de cualificación de la población desempleada, de
las competencias requeridas por el mercado de trabajo y de las ocupaciones y sectores con
mayores perspectivas de empleo.

Asimismo, las acciones formativas programadas podrán estar orientadas al fomento del
autoempleo y de la economía social.

Con carácter general, la oferta formativa prevista en este artículo otorgará prioridad a los
desempleados con bajo nivel de cualificación.

La citada programación debe ser coherente con los objetivos de la política de empleo, y se
realizará tomando como base el informe anual de prospección y detección de necesidades
formativas y el escenario plurianual de formación previstos, respectivamente, en los artículos 4
y 5 de la Ley 30/2015, de 9 de septiembre. Asimismo, tendrá como referente el Catálogo de
Especialidades Formativas previsto en el artículo 20.3 de la citada Ley.

 La oferta formativa para trabajadores desempleados se desarrollará mediante los


siguientes programas:

a) Programas de formación de los servicios públicos de empleo dirigidos a cubrir las


necesidades formativas detectadas en los itinerarios personalizados de inserción y en las
ofertas de empleo y en el informe anual previsto en el artículo 4.3 de la Ley 30/2015, de 9 de
septiembre.

b) Programas específicos de formación dirigidos a personas desempleadas con necesidades


formativas especiales o con dificultades para su inserción o recualificación profesional.

c) Programas formativos que incluyan compromisos de contratación.

Además de su participación en estos programas de formación, los trabajadores desempleados


podrán participar en la oferta formativa para trabajadores ocupados, según lo previsto en el
artículo 5.1.b). En particular, las Administraciones Públicas competentes favorecerán la
participación de las personas desempleadas en los programas de cualificación y
reconocimiento profesional dirigidos a la obtención de certificados de profesionalidad,
previstos en el artículo 22.

3. Las acciones formativas no vinculadas con certificados de profesionalidad, dirigidas a las


personas desempleadas, podrán contemplar la realización de prácticas profesionales no
laborales en empresas, vinculadas a dichas acciones formativas, previa suscripción de un
acuerdo entre la empresa y la entidad de formación, que será puesto en conocimiento de la
persona que realiza las prácticas, en el que deberá describirse el contenido de las prácticas, así
como su duración, lugar de realización y horario, y el sistema de tutorías para su seguimiento y
evaluación. Antes del comienzo de las prácticas, se pondrá en conocimiento de los
representantes legales de los trabajadores en la empresa el citado acuerdo, así como una
relación de los alumnos que participan en las mismas.

Destinatarios

En la oferta formativa para trabajadores desempleados, podrán participar las personas


trabajadoras en situación de desempleo, inscritas como demandantes de empleo en los
servicios públicos de empleo. No será precisa la inscripción como demandante de empleo
cuando una norma específica así lo prevea, y en particular en el supuesto de jóvenes inscritos
en el Fichero del Sistema Nacional de Garantía Juvenil. La oferta formativa para trabajadores
desempleados otorgará prioridad a los desempleados con bajo nivel de cualificación.

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