La Psicología para La Ecología y La Responsabilidad Social
La Psicología para La Ecología y La Responsabilidad Social
La Psicología para La Ecología y La Responsabilidad Social
El tema ambiental ha estado mucho más asociado con áreas de las ciencias básicas o aplicadas de
la biología, ecología, química, inclusive algunas ingenierías, pero no tanto con las áreas sociales y
mucho menos…¡Psicológicas! Recuerdo, hace ya aproximadamente 20 años, en el stand de una
feria de libros en un congreso ambiental, rodeada de textos académicos sobre el medio ambiente,
ecosistemas, cuidado ambiental, me tomé la tarea de buscar si alguno tenía un capítulo sobre el
factor humano en el cuidado del medio ambiente, de la naturaleza, y para mi frustración y
sorpresa…¡Ninguno! La verdad estuve muy consternada porque no podía entender por qué la
ausencia del factor más importante, a mi parecer, para la protección y cuidado de la naturaleza: el
ser humano y su papel protagónico en la conservación del ambiente global.
Las áreas de estudio que incluyen el factor humano son igual de importantes en la comprensión
de la naturaleza y su cuidado. Se ha sabido de manera implícita que la contaminación
antropogénica, es decir, las actividades humanas influyen en la contaminación ambiental. Se
asume tácito, pero, ¿por qué ha sido el protagonista ausente?
La psicología ambiental estudia la interrelación que surge entre el ser humano y el ambiente; de
cómo influye el ambiente en el comportamiento de las personas y al mismo tiempo en relación
dinámica de cómo los humanos interactuamos y modificamos el ambiente. En esta dinámica se
conocen una serie de variables psicológicas, por citar algunas, las emociones, las creencias, los
valores, las actitudes, y las conductas proambientales. En específico, el área de la psicología para la
conservación de la naturaleza o psicología para el desarrollo sostenible (o sustentable) dedica gran
parte a la comprensión de cómo los seres humanos podemos contribuir a mitigar el daño
ambiental, adoptando voluntariamente, nuevos estilos de vida sustentables, cambiando actitudes
a favor del cuidado ambiental y teniendo nuevas conductas que disminuyan el impacto negativo
de nuestra actividad humana actual sobre la naturaleza y el entorno inmediato en el que vivimos.