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El tratamiento médico necesita una metodología que sistematice y ordene los pasos
necesarios para establecer una terapéutica racional. Teniendo como base la guía
propuesta en la Universidad de Groningen en Holanda y auspiciada por la
Organización Mundial de la Salud, presentamos los 6 pasos propuestos en el informe
original, al que hemos añadido algunas consideraciones, con el fin de adaptarlo a
las condiciones de trabajo de la atención primaria. Este trabajo tiene el propósito
de mostrar las invariantes de cómo realizar una prescripción racional mediante la
aplicación de la metodología de la Guía de la Buena Prescripción. Su objetivo es
mostrar cómo prescribir y no qué prescribir, ya que los conocimientos sobre los
medicamentos cambian constantemente, surgen nuevos fármacos, aparecen nuevas
indicaciones para su uso, etcétera, es decir, que lo que se prescribe, varía con el
tiempo, pero siempre será necesario un método racional de cómo hacerlo.
INTRODUCCION
Desde la Antigüedad, los médicos trataron a sus pacientes con las más diversas
técnicas y procedimientos, la gran mayoría carente de todo valor terapéutico, por
lo que muchas veces éstos, hacían más mal que bien. Sin embargo, la figura del
médico siempre fue necesaria a pesar de no tener a su alcance remedios efectivos
para los problemas de salud de los pacientes que atendía. El médico por el solo
hecho de inspirar confianza, seguridad y apoyo, suplía muchas de las necesidades de
sus pacientes.
DESARROLLO
La prescripción de un tratamiento no debe ser un acto, reflejo ante las quejas del
paciente, ni cada síntoma conlleva a la indicación de un fármaco, ni es receta de
cocina para darles a todos el mismo tratamiento aunque tengan la misma enfermedad,
ya que éstas se manifiestan de maneras diferentes en los individuos debido a
factores biológicos, psicológicos, ambientales y sociales, al igual que puede ser
diferente la respuesta de cada cual a un mismo medicamento debido factores antes
señalados. Además una enfermedad puede tener diferentes grados de severidad en
personas distintas, debido a factores propios de la dolencia o el paciente. Un
viejo refrán español dice así: “Médico jumento (burro) trata a todos con el mismo
ungüento.” Tampoco la prescripción de un tratamiento – que no está indicado- debe
ser una respuesta a presiones del paciente.
Entre las variables que el médico debe considerar cuando adopta decisiones respecto
al tratamiento de un paciente, se encuentran:
-El pronóstico.
-Cuestiones éticas.
Los problemas de salud del paciente pueden ser una enfermedad, un síntoma muy
molesto de una enfermedad ya conocida, problemas psicológicos o sociales, o alguna
dificultad debida a un tratamiento previo, entre otros.
Cuando hablamos de diagnóstico lo hacemos en el sentido amplio del término, pues
puede que el problema que tenga el paciente sea la necesidad de apoyo emocional u
orientaciones de cualquier índole, y esto no se resuelve con medicamentos. A veces
necesita atención por otros especialistas o niveles del sistema de salud y esto se
debe identificar para actuar en consecuencia. El diagnóstico debe incluir también
al sujeto portador de la enfermedad: sus esperanzas, miedos, temores y
preocupaciones, 3 así como su capacidad y disposición de colaborar con el
tratamiento propuesto.
Diseñar el esquema terapéutico más apropiado para las necesidades del paciente
El médico debe tener un conocimiento completo de la enfermedad o problema que
aqueja al paciente, su historia natural, causas, origen y desarrollo, cambios que
desencadena la enfermedad en el organismo, mecanismos de producción de los
síntomas. Debe tener también un conocimiento actualizado de los diferentes
tratamientos existentes para el problema del paciente, su base teórica, mecanismos
de acción de los medicamentos y su utilidad en el problema del paciente, si existen
evidencias en ensayos clínicos aleatorios sobre la utilidad del tratamiento que va
a prescribir. La eficacia, seguridad, conveniencia y costos del tratamiento que
vamos a indicar, son otros aspectos de importancia.
Aunque este trabajo aborda los tratamientos con fármacos, debemos señalar que el
prescribir implica no sólo recetar medicamentos, sino también otras formas de
tratamiento, que son cuando menos igual de potentes y que deben utilizarse con el
mismo cuidado. Entre éstas tenemos: cambios en el estilo de vida; reposo, dieta y
nutrición; medidas físicas como calor, frío, ejercicios, masajes, tracción y otros
tratamientos fisioterapéuticos; medidas de higiene personal, etcétera.
3.- ¿Es la medicación escogida realmente segura? ¿Sobrepasan sus riesgos a los
beneficios en este caso? ¿Provocará la prescripción más daño que bien?
4.- ¿El costo de la medicación está justificado? ¿No hay otra forma más barata de
resolver el problema?
Entre las informaciones y advertencias que se deben brindar a los pacientes, están:
explicar para que se indica el tratamiento, sus ventajas, efectos, reacciones
adversas, cómo identificarlas, cuánto duran y qué hacer ante éstas, cuánto tiempo y
como tomar el medicamento, necesidad de continuarlo, precauciones a tener en cuenta
durante el tratamiento, dosis máxima recomendada, necesidad de continuar el
tratamiento y cómo interrumpirlo, en los casos necesarios; cuándo venir de nuevo a
consulta y en qué casos regresar antes y verificar si toda la información brindada
fue comprendida por el paciente o acompañante.
CONSIDERACIONES FINALES
--Tener una metodología racional que incluya los pasos necesarios para una
prescripción adecuada.
--No obviar la experiencia de los ensayos clínicos realizados y/o la del médico
actuante.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS