Libro Idolos Del Corazón
Libro Idolos Del Corazón
Libro Idolos Del Corazón
Elyse Fitzpatrick
Poiema Publicaciones
Medellín, Colombia
E-mail: info@poiema.co
www.poiema.co
Impreso en Colombia
SDG
A Phil por su amor inalterable y su paciencia:
Fue porque tú entregaste tu vida día tras día
que yo pude hacer esto.
contenido
Lista de Ilustraciones 8
Agradecimientos 9
Introducción: Observando los Dioses del Mundo 11
Este libro está escrito para quienes desean vivir una vida
piadosa, y sin embargo se encuentran en una lucha recurrente y de-
cepcionante contra el pecado que se ha vuelto un hábito. Este libro
está escrito para ti que constantemente te encuentras tropezando
con el mismo mal hábito, la misma penosa debilidad, la misma es-
clavitud pecaminosa de la que esperabas librarte años atrás. En este
libro aprenderás que la idolatría se encuentra en el centro de cada
pecado frecuente y dominante con el que luchamos.
Descubriremos que la Biblia está llena de historias de perso-
nas, e incluso naciones, que cayeron en la idolatría. Por tal razón
este es el pecado más continuamente tratado en toda la Escritura.
Primera de Corintios 10:11 dice que estas historias son un ejemplo
para nosotros, y “quedaron escritas para advertencia nuestra”.
Una de esas primeras historias es la de Raquel, esposa de Ja-
cob. El problema de Raquel con la idolatría es tan importante en su
narrativa, que estaremos examinando su vida frecuentemente en este
libro, descubriendo cómo sus fracasos nos pueden instruir. También
veremos cómo las historias de otras personas en la Escritura (tanto
hombres, como mujeres) nos proveen información y claridad sobre
nuestros ídolos falsos de hoy.
Notarás que al principio de algunos de los siguientes capítulos
hay ilustraciones escritas en cursivas. Estas historias no están toma-
das directamente de la Escritura, sino que son mi interpretación de
lo que podría haber sucedido. No se deben tomar como estrictamen-
te bíblicas; solo son ilustrativas.
Recuerda que la Biblia es la Palabra de Dios para Sus hijos
—a quienes Él conoce profundamente— por lo cual debe existir una
razón para que Él haya incluido tanta enseñanza sobre este tema,
a pesar de que nos parezca que la idolatría no es un problema tan
grande (¡Recuerda que el 76 por ciento de todos los norteamerica-
nos encuestados creían estar sin culpa en esta área!).
Conforme vayas leyendo, descubrirás que la idolatría es un
problema tan grande para nosotros hoy, como lo fue para los is-
raelitas de la antigüedad. De hecho, es probable que sea aún mayor
14 Ídolos del Corazón
Santidad en Microondas
Los Dioses de
Raquel y Tú
“¡Dame Hijos!”
Los ídolos no son solo estatuas de piedra. ¡No! Los ídolos son
pensamientos, deseos, anhelos y esperanzas a los que rendimos culto
en lugar de hacerlo al Dios verdadero. Los ídolos hacen que igno-
remos al Dios verdadero cuando buscamos lo que pensamos que
necesitamos.
22 Ídolos del Corazón
Dioses de Pacto
Jenny creía que la única manera en que podía ser feliz era te-
niendo un marido piadoso. Estaba casada con un hombre cristiano
que iba a la iglesia con ella, pero ella quería un marido que regu-
larmente orara con ella y que tuviera devocionales con la familia.
Estuve de acuerdo con ella en que habría sido una bendición para él
ser un líder más piadoso. Traté de alentarlo a él para que buscara a
otros hombres que lo pudieran ayudar a crecer.
Al ir conociendo a Jenny, vi que su deseo por tener un marido
piadoso actuaba como un dios en su vida. El pensamiento: ¡Debo
tener un marido piadoso o moriré!, la gobernaba. Algunas veces ella
pensaba que si era súper amable y le hacía la comida que a él le
gustaba, él estaría obligado a hacer lo que ella quisiera. Otras veces
se daba por vencida, frustrada y enojada, negándose a él y haciendo
berrinche. Como Raquel, estaba convencida de que no podía encon-
trar la felicidad a menos que sus expectativas se cumplieran. Llegó el
día en que me dijo que lo dejaría. Lo abandonó a él y a la iglesia, y
Los Dioses de Raquel y Tú 23
Bendiciones Veneradas
Una parte integral de la adoración falsa es aprender a conseguir
dioses falsos que nos den lo que queremos. En esencia hacemos pactos
con ellos, esperando que nos bendigan, si actuamos de ciertas maneras.
Por ejemplo, si la buena salud es para ti un dios, puedes pen-
sar: Si hago ejercicio todos los días y como correctamente, nunca me
enfermaré. Si tener un empleo importante es un dios para ti, puedes
pensar: Si siempre soy el primero en estar en mi escritorio y siempre
hago más de lo que se me pide, entonces mi jefe estará obligado a
fijarse en mí y protegerme. Por favor, no me malinterpretes. No
estoy diciendo que esté mal hacer comidas agradables para tu ma-
rido, ejercitarte correctamente o trabajar diligentemente. Cada una
de estas cosas puede ser buena si está motivada por el amor a Dios
y a los demás. Pero estas acciones se vuelven pecaminosas cuando
principalmente las haces para satisfacer tus deseos en vez de agradar
a Dios. La única razón santa para hacer algún bien es el amor a Dios
y a los demás.
Puedo imaginar que te estarás preguntando: Está bien, Elyse,
¿cómo puedo saber si estoy adorando las bendiciones que deseo o
a Dios? Aunque vamos a ver esa pregunta con mayor profundidad
en los siguientes capítulos, déjame resumirla de esta manera: Si es-
tuvieras dispuesto a pecar para alcanzar tu meta o si pecas cuando
no obtienes lo que quieres, entonces tu deseo ha tomado el lugar de
Dios y estás actuando como un idólatra.
¿Recuerdas cómo pecó Raquel? Ella se había enojado de ma-
nera pecaminosa con su marido, había robado los dioses de su padre
y había engañado a su familia. No estaba contenta con el nacimiento
de José sino que deseaba más. No era idolatría que Raquel deseara
tener hijos. No, ella era una idólatra porque su deseo de tener hijos
era el deseo más importante de su corazón. “¡Dame hijos o me mue-
ro!” es el grito de una idólatra.
Otra vez piensa en el mandamiento más importante. Jesús
24 Ídolos del Corazón
Maldiciones Seguras
3. ¿Hay algo en tu vida que piensas que debes tener? ¿Cómo ter-
minarías esta oración: “¡Dame________ o me muero!”? ¿Estás
buscando algún “Jacob” terrenal que te satisfaga?
Adoración
Sin Reservas