Literatura y Sociología
Literatura y Sociología
Literatura y Sociología
1A tal grado que Eagleton aclara que “Cuando en el resto del libro use las palabras `literario´ y 'literatura´
llevarán una especie de invisible tachadura para indicar que realmente no son las apropiadas pero que de
considerar la literatura como categoría descriptiva “objetiva” (Eagleton, 1998: 13). En todo
caso, el común denominador de aquello que consideramos literatura no se encuentra en el
texto per se, sino en el criterio del lector que es él quien configura, actualiza y asigna el
valor literario a un texto. De esta manera se deja a un lado la lucha por definir la literatura
a partir de un conjunto de cualidades inherentes que deberían manifestar cierto tipo de
obras, y mejor se define por la forma en que alguien decide leerlas, puesto que la literatura
puede referirse “tanto a lo que la gente hace con lo escrito como a lo que el escrito hace
con la gente” (Eagleton: 9), es decir, por las diferentes formas en que la gente se relaciona
con lo escrito, otorgándole un papel activo al lector.
Es aquí donde entran en juego los juicios de valor, de la estética e incluso de la ética
de cada cultura, puesto que estas estructuras son visibles en sus literaturas, tanto de manera
explícita como implícita. El valor es un término transitorio y mutable que significa “lo que
algunas personas aprecian en circunstancias específicas, basándose en determinados
criterios y a la luz de fines preestablecidos” (Eagleton: 11). Así, en última instancia, no
refiere exclusivamente a gustos personales, sino también a lo que dan por hecho ciertos
grupos sociales y mediante el cual tienen poder sobre otros y lo conservan (ibid: 14).
Siguiendo a Eagleton, las estructuras de valores constituyen parte de lo que se quiere decir
con el término “ideología”, que Eagleton la entiende como
las formas en que lo que decimos y creemos se conecta con la estructura de poder o con las
relaciones de poder en la sociedad en la cual vivimos[…] Me refiero muy particularmente
a modos, de sentir, evaluar, percibir y creer que tienen alguna relación con el
sostenimiento y la reproducción del poder social (Eagleton, 1998: 13)
1. La Escuela de Tartu:
Hacen referencia a la indispensable extensión histórico-cultural para la correcta
explicitación de lo que es literatura, que entienden no sólo como código lingüístico sino
también el extralingüístico. Destacan en esta Escuela Iuri Lotman y Boris Uspenki,
quienes resaltan que la literatura no se puede aislar o separar del proceso de su producción
y recepción social.
Respecto a Lotman, él ve la cultura como un mecanismo de estructuración del mundo,
generador de visiones o modelos, es decir, un conjunto de códigos o textos que configuran
una semiosfera, en cuyo núcleo se ubica la lengua natural o sistema primario. También
define el arte como lenguaje y al texto artístico como un sistema organizado de lenguaje
que califica de “modelizador secundario”, y es además doblemente codificado, pues es un
lenguaje hecho de lenguajes.
Otra de las contribuciones de la Escuela de Tartu en la reflexión en torno a la
relación literatura y sociedad ha sido su Semiótica de la Cultura entendida como una teoría
de los contextos y los modos de inserción del texto.
2 Entre quienes figuraban Viktor Shklovsky, Roman Jakobson, Osip Brik, Yury Tynyanov, Boris Eichenbaum y Boris
Tomashevsky.
2. La línea bajtiniana:
Las propuestas de Mijail Bajtín marcan un cambio de punto de vista sobre la relación entre
literatura y sociedad. Para él, comprender un texto es ser capaz de captar la pluralidad de
voces que contiene (la polifonía que permite el dialogismo) para después poder ubicarlos
en su momento histórico con el fin de entender qué significado tenía en esa época. Cree
además que en la literatura se produce una evaluación crítica y sistemática sobre las
concepciones del mundo de la cultura, la cual sería la esencia de la literatura. Además,
gracias a sus trabajos se pasa de la consideración de la literatura como producto a su
investigación como producción, “de manera que el carácter social de la literatura se
manifiesta en los materiales y en el proceso que la constituyen, considerando la actividad
literaria integrada a las prácticas sociales” (Huamán, 1999). Es por ello que a Bajtín le
interesa el estilo del texto y trata de ver reflejada en él la riqueza lingüística de la sociedad.
3. La pragmática literaria:
El origen de la pragmática se remonta a los trabajos precursores de Charles S. Peirce.
Según Huamán, esta se entiende en general como una semiótica destinada a esclarecer y
definir las características de la comunicación de la creación verbal, entendida como un tipo
específico de relación entre emisor y receptor. La pragmática literaria define, por lo
mismo, “la literatura como una configuración de un código y un estatuto comunicativo
supraindividual, precedente y preexistente al texto mismo, que delimita o prefigura los
efectos en el receptor” (ibid). Es heredera de la lingüística pragmática, y en la actualidad
abarca dos tendencias: una, orientada hacia la teoría de los contextos y otra, hacia una
teoría de la acción.
Referencias
Eagleton, T. (1998). ¿Qué es la literatura? En Una introducción a la teoría literaria
(Primera reimpresión ed., pp. 5–14). Fondo de Cultura Económica.
https://estudiosliterariosunrn.files.wordpress.com/2010/08/eagleton-terry-una-
introduccion-a-la-teoria-literaria.pdf