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Una Nueva Historia

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PROGRAMA DE CONSOLIDACIÓN

UNA NUEVA HISTORIA

¡DIOS CONOCIDO!
“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo
hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque
estas palabras son fieles y verdaderas”.
Apocalipsis 21:5. RVR.6O
PALABRAS DE
PRESENTACIÓN
El programa de Una Nueva Historia, es el primer acercamiento bíblico del proceso de
consolidación al nuevo convertido del Ministerio Restauración Internacional (MRI), está
estructurado en tres etapas: Una Nueva Historia: Dios Conocido, retiro: Una Nueva Histo-
ria, y Una vida victoriosa : Caminando en el Propósito. Ellas van entrelazadas entre sí, apli-
cadas en sus diferentes momentos para proveer un conjunto de experiencias al partici-
pante con su Creador, consigo mismo, con su diseño original y con su propósito. Generan-
do en el transcurso de su uso, una trasformación en su espíritu, alma y cuerpo, para cum-
plir con la misión que nos fue dada al ser llamados al Reino del Padre Creador.

Una Nueva Historia Dios Conocido, es la primera etapa del proceso de consolidación,
consta de cinco temas, cada uno con un objetivo claro y especifico. Los temas se facili-
tan, al nuevo convertido de forma preliminar antes del día del retiro de una nueva historia,
brindándole al participante conocimiento previo acerca del amor de Dios, el pecado en
el ser humano , las lesiones que deja una vida sin Jesús, la necesidad de alcanzar la paz
en Dios, consigo mismo y con sus semejantes, contra quien debe pelear, como mantener-
se en la victoria en su nueva condición como hijo de Dios, entre otros alcances, esto con
el fin de enfocarlo progresivamente en los objetivos del programa y obtener los resultados
que se han planificado de antemano.

El retiro de “Una Nueva Historia” se realiza en término de un día, para este momento tan
especial, se prepara con antelación un equipo multiforme, con diversas jornadas de
trabajo (espiritual, intelectual, intersección, compras entre otros) para preparar la ante-
sala a lo que analógicamente se podría mencionar como una operación de corazón
abierto, un alumbramiento o un parto; debido a que el cumplimiento de la visión del pro-
grama es: examinar la vida pasada a través de la santidad de Dios, para escribir una
nueva historia. Todo este evento se desenvuelve por procesos y en la medida que se
van anexando elementos requeridos según sea el objetivo en cada fase.

Cabe mencionar que debido a lo anterior, es de suma importancia ir evaluando el retiro.


En la medida de su desarrollo y a su vez que cada exponente de las fases tenga precisión
y cuidado con el objetivo señalado; de esta labor ya aplicada, se han obtenido excelen-
tes resultados conocidos de forma cercana, se ha podido verificar la efectividad en la
trasformación del participante, llevándolo a vivir la siguiente etapa en la visión local para
ejercer ministerios efectivos y de relevancia nacional e internacional.

La etapa de Una vida Vitoriosa caminando en el propósito, es la tercera etapa del pro-
grama de consolidación, el objetivo es dar a conocer ampliamente el desarrollo de la
visión del MRI, y formar en el participante sentido de pertenencia como hijo de Dios, con
una visión que le ofrece cobertura para su formación y crecimiento llevándole a ser un
miembro activo y efectivo en el servicio a la obra de Dios. Asimismo, se proporciona la
oportunidad al participante de ingresar en el siguiente programa del MRI del departa-
mento formación pedagógica, El Instituto de Formación para la Excelencia (Forme-
c).Permitiendo que siga creciendo a través de las herramientas de formación.
PREPARACIÓN PARA
SU PROGRAMA DE
CONSOLIDACIÓN
“Una Nueva Historia”
Estamos agradecidos con Dios, porque hemos decidido usar este programa, con el fin de
alcanzar almas para Cristo y obreros para su obra redentora. Aquí le presentamos algunas
sugerencias para ayudarle a comenzar el programa.

• Orar pidiendo sabiduría y dirección al Espíritu Santo durante su preparación.

• Orar por los participantes que asistirán al programa.

• Determinar las fechas y horarios de aplicación del programa.

• Elegir un lugar para las clases que sea accesible al participante.

• Reclutar voluntarios fieles y dispuestos a aprender para ser ayudadores en la facilita-


ción de las clases.

• Promover el programa como una herramienta eficaz de formación.

• Considerar la posibilidad de planificar un evento de alcance al final del programa,


esto le dará la oportunidad de conectar a otros y compartir los testimonios de los parti-
cipantes para afianzar la fe de sus semejantes.

PREPARACIÓN
DE LA CLASE
Antes de enseñar cada lección, prepárese siguiendo la siguiente lista:
• Orar en cada lección, y por cada participante.

• Leer la lección.

• Entender sus objetivos.

• Preparar el material a usar.

• Usar una actividad didáctica para aperturar y culminar la clase. Esto


ayudara al participante a enfocarse en el objetivo de la lección.

• Delegar si fuera oportuno responsabilidades a los participantes voluntarios

• Llegar temprano, preparar el ambiente, y estar listo para dar la bienvenida


al grupo.
CONCEJOS
PEDAGÓGICOS
• Asegurar que cada participante comprenda la clase según su estilo de aprendizaje.

• Dar la oportunidad al participante antes de cada lección, (considerar un tiempo estimado)


de manifestar su aprendizaje del valor fundamental, sus inquietudes, sus experiencias,
según sea el avance del programa. Esto permitirá valorar la efectividad de la etapa.

• Permitir que la lección fluya, (tome en cuenta la capacidad de atención del participante).

• Tener en cuenta que las persona recuerdan el 30% de lo que ven, el 70% de lo dicen, el
90% de lo que hacen. En su posibilidad, use diferentes métodos de aprendizajes para
aumentar la capacidad de retención del participante.

• Animar al participante a compartir la lección aprendida con otros en casa.

• Desarrollar frases o rimas claves que comuniquen puntos importantes de cada tema, para
ayudar a recordar lo trabajado en clase.

• Utilizar las siguientes preguntas para conversar acerca del tema ( Una vez haya terminado
la lección).

- ¿Le gusto la lección?


- ¿Qué fue lo más memorable?
- Repasemos los objetivos de la lección; ¿los alcanzamos?
- ¿Cuál fue la parte más difícil de aprender de esta lección?
- ¿Qué preguntas tiene acerca de la enseñanza de una lección?
¿QUÉ ENCONTRARÁ EN
CADA LECCIÓN?
1. Tema: Nombre de cada lección.
2. Valor fundamental: Cada tema está fundamentado bíblicamente, se entiende que
la lectura, comprensión y aplicación de la Palabra de Dios, es la clave para cualquier
cambio de vida en la persona.
3. Objetivo: Cada clase tiene un fin específico, está diseñado para garantizar la ense-
ñanza, distribución y aprovechamiento del tiempo.
4. Preguntas de reflexión: Estas se hacen con el fin de enfocar al participante en el
tema, y llevarlo a reflexionar de su actuación individual en cada conocimiento bíbli-
co.
5. Introducción: Dar a conocer brevemente el contenido principal de cada tema.
6. Desarrollo: Es la ampliación del contenido de cada tema, con su basamento bíblico.
7. Conclusión: Se reduce el conocimiento, guiado por el objetivo y se concentra lo que
se quiso enseñar.
8. Aplicación de vida o ministración: Cada tema tiene tareas a cumplir en el desarrollo
de las clases o en casa, para valorar el logró del objetivo en cada tema.
Tema 1
La Salvación: El Principio.

Tema 2
El Perdón: La Puerta de la Reconciliación.

Tema 3
Libres.

Tema 4
La Armadura de Dios.

Tema 5
Venciendo las grandes batallas espirituales.
¡DIOS CONOCIDO!
TEMA N° 1
La Salvación: El Principio
• Valor Bíblico
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Hch. 2:21. (RVR60).

• Objetivo
Conocer el maravilloso plan redentor que Dios ha provisto.

• Preguntas de reflexión
¿Alguna vez te has preguntado cómo fue la creación del hombre? ¿Has tratado de
imaginarte como era todo antes del principio?

Introducción
La ciencia ha luchado por descubrir la naturaleza y el origen de la humanidad, pero
ninguna teoría humana puede igualar la realidad de la palabra de Dios. Según la Biblia,
Dios creó el mundo y la humanidad. Gen.1:1. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra,”
y Gen. 1:27 explica la creación del hombre y la mujer “Y creó Dios al hombre a su
imagen,...; varón y hembra los creó.”

Dios creó al hombre y a la mujer con sus características mente, emociones, moralidad y
santidad, diferentes a cualquier otra de sus muchas creaciones. También les dio gran
importancia y un propósito especial. Les puso en el huerto un mundo perfecto. (Gen. 2:15.)
Les dio dominio sobre todos los animales, la maravillosa capacidad de reproducirse (Gen
1:28) y les dio acceso a todo lo que había en el huerto excepto de una cosa, (Gen.
2:16-17.) “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de
él comieres, ciertamente morirás.”

Dios no pudo haber dado su advertencia con más claridad: Adán y Eva sabían cuáles
serían las consecuencias si comían del fruto prohibido: “…Ciertamente morirás.” Violar las
leyes de la sociedad provoca sanciones, con las leyes de Dios sucede lo mismo. Cada uno
de los que tomaron parte del primer pecado fueron sancionados severamente.
(Gen.3:14-19.) La historia demuestra que esa maldición sobre el hombre y la mujer han
continuado hasta el tiempo presente.

Preguntas de reflexión.

¿Cómo afecta la desobediencia de Adán y Eva a nuestra vida?


¿Qué ha hecho Dios para que podamos vencer el pecado?

Ciertamente, Dios en su inmenso amor por su creación proveyó una salida del pecado
(.Rom.5:8.) No es difícil conseguir una vía de escape del pecado. (Rom. 10:9.) Es bueno
preguntarte, ¿cómo puedo ser salvo? Esta pregunta sencilla, pero profunda, es la pregun-
ta más importante que se puede hacer. ¿Cómo puedo ser salvo?, es decir ¿dónde pasa-
remos la eternidad después de terminar nuestras vidas en este mundo? No hay ninguna
cuestión más importante que nuestro destino eterno. Las Sagradas Escrituras Palabra inspi-
rada por Dios es muy clara sobre como una persona puede ser salva. El carcelero de
Filipos les preguntó a Pablo y Silas ".Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?" (Hch: 16:30)
Pablo y Silas respondieron ".Cree en el señor Jesucristo, y serás salvo,..” (Hch: 16:31).

¿Cómo puedo ser salvo?


¿Por qué tengo que ser salvo?

Somos todos infectados por el pecado (Ro 3:23). Nacemos con el pecado (Sal 51:5), y personalmente esco-
gemos pecar (Ec 7:20;1 Jn 1:8). El pecado es lo que nos separa de Dios, el pecado es lo que nos tiene
en el camino a la perdición eterna.

A causa de nuestro pecado, todos merecemos la muerte (Ro 6:23). Mientras la consecuencia física del
pecado es la muerte física (Ro 5; 12), esta no es la única clase de muerte que resulta del pecado. Todo
pecado es por último contra Dios eterno e infinito (Sal 51:4). A causa de esto, la pena justa por nuestro
pecado también es eterna e infinita. Tenemos que ser salvos es del castigo eterno (Mt 25:46; Ap 20:15).

¿Cómo proveyó Dios la salvación?


Como la pena justa por el pecado es infinita y eterna, sólo Dios podría pagar la pena,
porque sólo Él es Infinito y Eterno. Pero Dios, en su naturaleza divina, no podía morir. Es por
eso que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo, y tomó sobre sí la carne
humana, vivió entre nosotros, y nos enseñó. Cuando la gente rechazó su mensaje y procu-
ró matarlo, El de buena voluntad se sacrificó por nosotros, permitiéndose ser crucificado
(Jn 10:15). Como Jesucristo era 100% humano, él podía morir; y como es 100% Dios, su
muerte tiene un valor eterno. La muerte de Jesús en la cruz era el pago perfecto y com-
pleto por nuestro pecado (1 Jn 2:2). Él tomó las consecuencias que merecíamos nosotros.
Y la resurrección de Jesús de entre los muertos demostró que su muerte era el sacrificio
absolutamente suficiente por el pecado.

Para comprender mejor y de manera más profunda nuestra situación espiritual y el plan
de Dios para nuestras vidas,  veamos en qué consisten las cuatro Leyes Espirituales y
cuanto podemos aprender de ellas:

PRIMERA LEY:
Dios te AMA, y tiene un PLAN MARAVILLOSO para tu vida. El amor de Dios "Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Jn 3:16) .El propósito de Dios, Cristo dice:
"... yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10:10) 

SEGUNDA LEY:
El hombre es PECADOR y está SEPARADO de Dios por lo tanto no puede conocer ni experi-
mentar el amor y el plan de Dios para su vida. El hombre es pecador "…Por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios..." (Ro 3:23) El hombre fue creado para
tener una relación perfecta con Dios, pero debido a su desobediencia, escogió su propio
camino y la relación con Dios se interrumpió. Este acto de voluntad propia que se manifies-
ta por una actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva, es una evidencia de lo que la
Biblia llama pecado, que es todo pensamiento, palabra o acción que va contra la volun-
tad de Dios.  "Porque la paga del pecado es muerte…" (Ro 6:23) ¿Qué entendemos por
muerte? Es la separación espiritual de Dios.(Sal 30:9, 88:5)
TERCERA LEY:
Jesucristo es la UNICA provisión de Dios para el pecador, solo en Él, puedes conocer el amor
y el propósito de Dios para tu vida. Él murió en lugar nuestro, "Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Ro 5:8). (Ge 3:19)  El
Resucito,… "Cristo murió por nuestros pecados... fue sepultado,... resucitó al tercer día, con-
forme a las Escrituras; Y que apareció a Cefas... Y después a los doce. Después apareció a
más de quinientos…" (1a Co: 15:3-6). Él, es el Único Camino, "Jesús le dijo: Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn: 14:6). Ahora que sabemos que
Jesucristo es la provisión que Dios nos da, ¿Qué debemos hacer ahora? 

CUARTA LEY:
Debemos RECIBIR a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, mediante una invitación
personal. Entonces podremos conocer y experimentar el amor y propósito de Dios para
nuestras vidas. Debemos recibir a Cristo, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;" (Jn 1:12) .Recibimos su Salva-
ción Por Fe, "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."(Ef2:8-9)

Es decir, la salvación no es cuestión de cuantas obras buenas hagamos, sino de la fe que


depositemos en Jesucristo, ya que la salvación es un regalo de Dios que nos da por amor.
No es algo que podamos ganar por nuestra cuenta. Recibimos a Cristo mediante una invi-
tación personal, Cristo dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
abre la puerta, entraré a él…" (Ap: 3:20). Puedes recibir a Cristo, ahora mismo, mediante la
fe expresada en una oración  (la oración es hablar con Dios).

OREMOS
"Señor Jesús, reconozco que soy un(a) pecador(a) y que  te necesito. Te doy gracias por
perdonar mis pecados. Hoy te abro las puertas de mi corazón y te recibo como Señor y
suficiente Salvador de mi vida. Toma el control de mi ser. Hazme la clase de persona que
quieres que sea. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida y no lo borres nunca, te lo pido
en tu Santo Nombre, Amén"

Si has hecho esta oración, quiero darte la mayor "BIENVENIDA", pués


ahora eres un(a) hijo(a) de Dios y formas parte de su gran familia. ¡Hay
fiesta en los cielos!
TEMA N° 2
El Perdón: La Puerta de la Reconciliación.
• Valor Bíblico
1"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en
cuyo espíritu no hay engaño.3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi
gemir todo el día. 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió
mi verdor en sequedades de verano. 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniqui-
dad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi
pecado. (Sal 32:1-5) (RVR)

• Objetivo
Considerar lo que significa ser perdonados por Dios y comprender por qué debemos
perdonar a otros y los beneficios que esto conlleva.

• Preguntas de reflexión
¿Qué hace el perdón por nosotros? ¿De qué modo nos trasforma? ¿Qué nos impul-
sa a hacer por otros?

¿Qué es el perdón y por qué lo necesitamos?


La palabra perdonar, significa “hacer borrón y cuenta nueva”, (olvidar, cancelar una deuda).
Cuando somos injustos con alguien, buscamos su perdón a fin de restituir la relación. El perdón
no es otorgado debido a que la persona merezca ser perdonada. Nadie merece ser perdona-
do. El perdón es un acto de amor, misericordia y gracia. El perdón es una decisión de no guar-
dar rencor a otra persona, pese a lo que le haya hecho.

La Biblia nos dice, que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos hemos cometido pecado.
Ec. 7:20, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.”  1
Jn 1:8  dice, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la
verdad no está en nosotros.” Todo pecado es a la larga un acto de rebelión en contra de Dios
(Sal 51:4). Como resultado, necesitamos desesperadamente el perdón de Dios. Si nuestros
pecados no son perdonados, pasaremos la eternidad sufriendo las consecuencias de estos
(Mt 25:46;  Jn 3:36).
Perdón ¿Cómo lo obtengo?
Nuestro Dios es tierno, amor y compasivo ¡Está dispuesto a perdonar nuestros pecados! 2P.3:9 
nos dice, que Dios es“...paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento.” Dios desea perdonarnos, de manera que ha hecho
provisión para nuestro perdón. Hay dos razones principales que te llevarán a necesitar reconci-
liarte, y estas cubren cualquier situación:

1.  Hemos molestado, abusado, o pecado en contra de alguien.


2.  Alguien ha molestado, abusado o pecado en contra de nosotros.
Si hemos pecado en contra de alguien, el Espíritu Santo ya nos habrá avisado. Él nos hace
sentir incómodos, así que, necesitamos aceptar la responsabilidad de nuestros propios actos y
no culpar a alguien más o tratar de buscar excusas para lo que hemos hecho. Necesitamos
confesarle al Señor lo que hemos hecho, y pedirle su perdón, y después por sabiduría, realizar
los pasos hacia la reconciliación y restitucion.

¿POR QUÉ PERDONAR?


Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros, (Col 3:13).

EL PERDONAR ES UN MANDATO
1. Si perdonamos somos perdonados Mateo. 6:14-15.

Dios nos puede perdonar en la medida en que nosotros estemos dispuestos a perdonar a
otros.
2. La falta de perdón nos mantiene en esclavitud, Mt 18:23-35.

No queremos perdonar, y retenemos las ofensas de quienes nos han ofendido.

3. Sino perdonamos somos entregados a los verdugos, Mt 18:34.

Estas son enfermedades física y mental.

4. La falta de perdón estorba, para que seas realmente bendecido por Dios, Mt. 5:23- 24.
Mar.11:25.

Para orar y movernos en fe, debemos estar bien con los demás. Esto comprende tanto a los
que hemos ofendido como aquellos que nos han ofendido. El perdón tiene dos ventajas;
Impacta tanto al que perdona como al que recibe el perdón. Pensemos: queremos juicio
para otros, pero misericordia para nosotros, pero Dios quiere un perdón sincero de nuestra
parte, el perdonar significa dejar todo rencor en el pasado.

5. No existe el número de veces que hemos de perdonar. Mt 18:22

6. El perdón es un acto de la voluntad, no un sentimiento. Sal 103:2-4.

Perdonar es importante porque nos muestra y enseña el verdadero sentido y camino del
amor. El camino para aprender a amar y ser amado es amando, el camino para perdonar y
ser perdonado es perdonando, y el camino para ser libre es liberando también a otros. Todo
discípulo de Cristo que desea crecer en el amor de Dios, necesitará caminar la senda y el pro-
ceso del perdón y la liberación espiritual y emocional, lo cual traerá sanidad en su propia rela-
ción con Dios y con sus semejantes.

Perdonar cuando te han ofendido y humillado, es cuando realmente podrás manifestar la


grandeza de tu corazón, completamente rendido al Señorío amoroso de Jesucristo.

BENEFICIOS DEL PERDÓN


Perdonar tiene beneficios significativos que han sido demostrados en muchas historias narradas
en la Biblia,  por la experiencia de millones de personas y aún por serias investigaciones científicas.

A continuación mencionamos algunos beneficios del perdón:


1. El Perdón produce perdón.  La enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles al
respecto es muy clara, si queremos experimentar el perdón, la sanidad y la libertad de Dios,
necesitamos perdonar también a los que nos ofenden (Mt 6:12,14-15; Mr 11:25-26; Col 3:12-14).  
Así que, uno de los primeros beneficios del perdón es que así como nosotros perdonamos,
también seremos perdonados.

2.  Libertad del pasado.  El perdón nos libera de las heridas, el dolor y el peso del pasado (Fil
3:13-14).  El rencor y el resentimiento no permiten vivir plenamente el presente ni el futuro.

3.  Alivio del estrés. La falta de perdón genera la liberación de sustancias químicas pro inflama-
torias y mediadoras de estrés orgánicos. Decidirse a perdonar significa librarse de ese estrés y
sentir un increíble alivio y, mucho más importante poder experimentar la paz espiritual (Fil.
4:6-9).

4. Mejora la salud. Varios estudios han señalado de manera consistente que el perdón hace
que las personas se sientan mejor y mejoren su salud física, especialmente en el ámbito car-
diovascular. Perdonar es una buena forma de cuidar el corazón.

5. Alivio de la depresión y la ansiedad. Un secreto a voces entre psicólogos y psiquiatras, es


que varios trastornos de salud mental, entre los cuales se cuentan la ansiedad y la depresión,
pueden ser desencadenados o agravados por rencores y falta de perdón. En estos casos, el
proceso de perdón puede producir un alivio duradero y significativo de estas condiciones.

6. Darse una oportunidad de ser feliz. El rencor hace que vivamos con amargura, mientras que
el perdón nos libera de la pesada carga de odio. Estudios realizados indican que las personas
que perdonan manifiestan sentirse más felices y realizadas.

7. Vivir en paz. Toda persona que vive en el marco de una relación a largo plazo sabe que la
convivencia tiene sus desafíos. No es fácil vivir unos con otros sin cometer faltas u ofensas; por
ello, el perdón restaura los vínculos y hace posible que podamos vivir en armonía, sin rencores
ni reproches.

8. Dormir tranquilo. Uno de los peores efectos del rencor es, en muchos casos, el insomnio. Si el
resentimiento o el deseo de venganza no le dejan dormir, pruebe a perdonar.

9. Sanar las heridas. El poder terapéutico del perdón es tal ,que heridas emocionales que
quizás han estado abiertas por mucho tiempo cicatrizan luego del perdón.

10. Mejore su rendimiento y autoestima. Un estudio realizado entre escolares de la conflictiva


zona de Irlanda del Norte, mostró que los niños que habían recibido terapia de perdón mos-
traban un mejor rendimiento escolar y autoestima. Perdonar puede hacerte más productivo y
confiado.

11. Enfrentar mejor los conflictos. Cuando usted se da cuenta que puede perdonar, es más
fácil enfrentar los conflictos y desacuerdos, y trabajar en pos de la construcción de un acuer-
do con el oponente. El perdón es una excelente herramienta para el diálogo.

12. Volver a amar y confiar. Luego de una grave ofensa, el perdón permite la restauración y la
continuación de relaciones sanas, basadas en lazos de confianza, antes que el rencor y la
recriminación. De hecho, hay estudios realizados que demuestran que el perdón, es factor
fundamental para el mantenimiento de relaciones matrimoniales estables a largo plazo.

13.  Nos prepara para un futuro mejor.  La mayoría de los ciclos de destrucción se alimentan
de errores, fallas y heridas del pasado; pero cuando perdonamos, rompemos con esos ciclos,
estaremos mejor preparados para el futuro que Dios tiene para nosotros
CONCLUSIÓN
Así, que para comenzar a disfrutar de un nuevo ciclo de bendiciones, debes perdonar; para
disfrutar de paz interior y el gozo del Espíritu, debes perdonar; para ser sanado del enojo, la
amargura y aun la ansiedad, debes perdonar; para seguir creciendo en el amor de Dios y en
todo lo que Él ha preparado para tu felicidad, debes perdonar.  ¡Se libre del pasado y prepá-
rate para un presente!
TEMA N° 3
Libres
• Valor Bíblico
“31Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecie-
reis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y Jamás hemos sido esclavos de
nadie. ¿Cómo dices tú: seréis libres?
34Jesús respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado,
esclavo es del pecado.
35Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre” Jn.
8:31-35. (RVR).

• Objetivo
Reconocer y comprender el poder de la cruz, para que el ser humano sea libre,
como Dios lo creo al principio.

• Preguntas de reflexión
¿Somos simples productos de nuestro pasado, o somos producto de la obra de
Cristo en la cruz? ¿Sabes quién eres en Cristo, comprendes que significa que seas
hijo de Dios? ¿Qué es la verdad y quien es la verdad?

Introducción
En ocasiones, nos podemos sentir controlados, como si algo quisiera apoderarse de nues-
tra mente, emociones, voluntad y músculos, motivados al temor. Satanás engaña a las
personas, para que le teman más a él que a Dios. El poder de Satanás está en la mentira,
y cuando su mentira se expone con la verdad, sus planes se deshacen.

¿QUÉ DEBO SABER PARA LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL?

I. LA LIBERACIÓN ES UNA PROVISIÓN DE DIOS PARA SUS HIJOS:


Confirmada en la cruz y delegada en la gran comisión.

II. JESÚS Y LA LIBERACIÓN:

A.  El ministerio de la liberación se inicia con el Señor Jesús en el Nuevo Testamento:

1. Mt 8:16 (muchos endemoniados eran libres).


2. Mt 9:32-33 (los judíos se asombraban, esto era algo nuevo).
3. Mt 12:28 (la liberación es una evidencia de la llegada del Reino de Dios).        
 
En el Antiguo Testamento, no vemos ésta faceta ministerial en ninguno de los patriarcas, de los
profetas y sacerdotes. Realmente lo vemos en los evangelios, era una característica en el
ministerio de Jesús, El predicó un mensaje nuevo: el evangelio del Reino (y la liberación es una
señal propia de éste mensaje), profetizado: por Isaías 61:1
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predi-
car buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón…” (RVR 60).

B.  Conceptos básicos de la liberación:

1.  Debemos tener cuidado con los extremos, por ejemplo “ver” demonios en todas partes.

2.  La liberación es básicamente la expulsión de espíritus inmundos.

3. La liberación es una faceta del ministerio de Cristo, que también delegó a su iglesia, pues
está escrito: “…En mi Nombre echaran fuera demonios;” Mr 16:17.

4. Un cristiano (nacido de nuevo) no puede ser poseído por un demonio, pero sí puede ser
altamente influenciado y acosado.
         
C.  Las obras de la carne y las acciones demoníacas.
 
 Es fundamental hacer diferencia en esto, pues muchas veces hay gran confusión al respecto,
las obras de la carne lo están descritas en la palabra.

“Y manifiestas son las obras de la carne,  que son:  adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías,  enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envi-
dias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;  acerca de las cuales os
amonesto, como ya os lo he dicho antes,  que los que practican tales cosas no heredarán el
reino de Dios” Gálatas 5:19-21.

Son responsabilidades propias de cada persona, pues son sus decisiones mientras que las
acciones demoníacas son las obras de los demonios; que incitan mediante las tentaciones,
dardos de fuego, las contiendas, los homicidios, en fin, procuran destruir.

La solución para las obras de la carne:

1. La cruz.
2. Es morir a sí mismo.
3. Es someterse a la voluntad de Dios sin cuestionarla

La solución para los demonios: es echarlos fuera en el nombre de Jesús.

III. ÁREAS DE AFECTACIÓN DEMONÍACA:

A.  El alma (mente, voluntad y emociones).


           
Nuestro espíritu al recibir a Cristo, es sellado con el Espíritu Santo, y no puede ser poseído por
espíritus inmundos, pero nuestra alma debe ser renovada:
Mente, transformada.
Voluntad sometida a Dios.
Emociones restauradas. 

Los demonios pueden afectar o influir fuertemente desde estas áreas al creyente, cuando hay
algo preexistente por causa de heridas y traumas en la niñez, y el rechazo, abuso físico o emo-
cional (una de las fortalezas de los demonios) falta de perdón, resentimiento que se alberga
en las emociones, llevar al creyente a profundas crisis emocionales de fe y aun al suicidio.
 
B.  El cuerpo, Lucas 13: 11-16.
Debemos resaltar aquí varias cosas: ésta mujer tenía un espíritu de enfermedad por 18
años, era hija de Abraham (judía, bajo pacto), y Satanás la había atado por 18 años (la
ató el día que puso sobre ella ese espíritu inmundo). 

Así como las enfermedades se albergan en el cuerpo, un demonio lo hace también, Cristo
es sanador y libertador de su pueblo, sin embargo. Es fundamental tener en cuenta que el
hombre es un ser tripartito: espíritu, alma y cuerpo, y para cada una de ésas tres áreas
Cristo es su proveedor:

1. Para el espíritu del hombre, Cristo trae regeneración.


2. Para el alma, Cristo trae restauración.
3. Para el cuerpo, Cristo trae liberación y sanidad.

IV. PASOS A SEGUIR.

1.  Debemos pedir perdón a Dios, por los pecados que nos muestra el Espíritu Santo y, que
específicamente permitieron la entrada o acción de los demonios.

2. En el nombre de Jesucristo, echar fuera los espíritus inmundos que han entrado o atacado
a la persona.

3. Identificar las áreas lastimadas o heridas y, ministrar la unción del Espíritu Santo para la
sanidad y restauración.

4. Fortalecer la vida espiritual, con una constante comunión con Dios y y estudio de la Pala-
bra del Señor

CONCLUSIÓN
Cristo es nuestro salvador, nuestro libertador, y nuestro sanador, quien restaura nuestra
alma, nos da vida eterna, el Maestro que se paseaba por las calles de Capernaúm,
de Galilea, y de Jerusalén, continua salvando, sanando, liberando y restaurando.
Abre tu corazón y se libre en el nombre de JESUS.
TEMA N° 4
La Armadura De Dios
• Valor Bíblico
14Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza
de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre
todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
palabra de Dios;” (RVR60) Efesios 6:14-17.

• Objetivo
Conocer cada parte de la armadura de Dios, y qué se libra en el mundo espiritual
al comprenderlos y usarlos.

• Preguntas de reflexión
¿Cómo respondes al ataque de tu enemigo? ¿Tienes armas de protección para
usarlas y defenderte?

Introducción
Con la armadura de Dios nos ha provisto para pelear efectivamente contra nuestro enemigo
Satanás. A esta armadura no le falta nada, es realmente completa. Además, la tarea asignada
a cada parte de ella no es accidental y porta su propio significado. Vamos a examinar
esta armadura más profundamente.

La Biblia enseña que lo primero es someterse y resistir: “Someteos, pues, a Dios; resistid al
diablo, y huira de vosotros”. (RVR60) Santiago. 4:7. Observa el orden del versículo primero es
someterse a Dios, luego resistir, no hay sometimiento a Dios cuando se actúa independient
mente, por lo cual hay que ser humilde, no arrogante y auto-confiado. Resistir significa:
“permanecer firme contra y, oponerse al enemigo en cada punto. Derrotar al enemigo
solamente se logra rendido a Dios.

PONERSE LA ARMADURA DE DIOS


“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las ase-
chanzas del diablo. Ef. 6.11. (RVR60) vestirse, es una acción, o semejanza de un
soldado, así nosotros nos colocamos la armadura te pones la armadura una vez y
para siempre. Al conocer el significado se debe chequear con frecuencia cada
pieza, en oración y con la ayuda del Espíritu Santo, y así usarla según la situación
que enfrentes. El propósito de la armadura es ayudarte a permanecer firme en
contra de los engaños astucias y, maldades de tu enemigo.

1 .“Ceñidos con el cinturón de la verdad”. La verdad de la palabra de Dios, te protegerá de


las mentiras y errores doctrinales.
La primera instrucción concerniente a la armadura de Dios es: ceñirse con la verdad.
El entender el rol de un cinturón en una armadura física nos ayudará a entender la
importancia del cinturón de la verdad en la armadura de Dios. El rol del cinturón militar
es explicado por J.M Freema1  de la siguiente forma:
“El cinturón militar era un cinto fuerte, diseñado para sostener al cuerpo, y al mismo
tiempo cubrir esa parte del abdomen. La importancia del cinturón como parte de la
armadura, se evidencia mediante el hecho de que a la meticulosa preparación para
la batalla se le llama “ceñirse”.

Por lo cual, la tarea del cinturón, era la de mantener al cuerpo sujetado para la bata-
lla, sin duda, ceñirse el cinturón era necesario para la pelea que venía. Pasando ahora
de la armadura física a la armadura de Dios, se nos ha dicho que nos ciñamos con el
cinturón de la verdad. Este cinturón no es el físico sino el del “entendimiento” (1 Pedro
1:13). El cinturón que aplica para este propósito es la verdad y como dice (Juan 17:17)
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. En otras palabras, no estaremos listos
para la batalla, con el cinturón puesto, hasta que nos hayamos “ceñido” el entendi-
miento con la verdad, la Palabra de Dios.

2. “…Protegidos con la coraza de justicia”. La justicia de Cristo te protege


de los ataques de impiedad.

La justicia de la que habla la Palabra de Dios, es la justicia que recibimos en el nuevo


nacimiento, cuando creemos que “Jesús es el Cristo” (1 Juan 5:1) es decir, el Mesías, el
Salvador. Esta justicia dada por Dios, es la coraza de la armadura de Dios, puesto que
la tarea de la coraza es la de proteger el pecho y especialmente el corazón, cuando
te pones esta coraza, estas: aceptando, declarando, y poniendo en tu mente que
eres justo ante Dios ahora y siempre. Sin obras y tendrás tu corazón guardado de
cosas tales como: la condenación y enfermedades causadas por el diablo que son
el resultados de la idea de auto-justicia en cuanto a nuestra relación con Dios.

3. “Calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz”.


Protegen nuestra voluntad de la tentación de satanás de guiarnos por caminos equi-
vocados, y nos hacen avanzar en el campo de batalla.

Como sabemos, los zapatos se necesitan para facilitar el movimiento. En el caso de la


armadura de Dios, los zapatos representan “la disposición de proclamar el evangelio
de la paz”. Y listos, para cuando el proveedor de la armadura nos llame, movernos a
la proclamación del evangelio de la paz.

4 “…El escudo de la fe…” Protege contra la duda y la incredulidad.

La fe es creer lo que Dios ha dicho en Su Palabra escrita o, una situación, por lo cual
debemos meditar en ella para conocerlo, pues el conocimiento es un requisito previo
de la fe, de lo contrario en ¿Qué es lo que vas a creer? ¿Tus ideas? ¿Religión? Solo cre-
yendo lo que Dios dice, nos da protección, semejante a la protección
que el escudo da a un guerrero.

5. “…El yelmo de la salvación…” Protege tu mente de la esclavitud.

Representa una mente regenerada, un pensamiento de vida trasformado y renova-


do. Satanás batalla por el control de la mente, cuando esta no ha sido disciplinada
por la palabra de Dios, el cristiano se convierte en presa fácil de los engaños pecami-
nosos del enemigo. La salvación abraza el pasado, el presente y el futuro.
Hemos sido salvados de la pena y la culpa del pecado pasado, del poder del
pecado en el presente, y tenemos esperanza de salvación en el tiempo futuro. Y esto
fortalece la mente de cualquier ataque.

La parte final de la armadura de Dios es una ofensiva y, es nada más y nada menos
que la “espada del Espíritu” que es la palabra de Dios y que viene del Espíritu .
Es el conocimiento que ha pasado de las partes externas de la mente al corazón.
Entre más Palabra hayas puesto en tu corazón más filosa será la espada que tienes. Y
como Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos”. La Palabra de Dios es la mejor arma ofensiva que
podemos tener para vencer al enemigo.

7. “Mayor es el que está en ti que el que está en el mundo”

El diablo está y seguirá estando activo. Desaparecerá para siempre cuando sea
enviado al lago de fuego (Apocalipsis 20:10).Mientras tanto, no estamos desprotegi-
dos, Dios nos ha dado Su armadura para que podamos resistir los ataques del enemi-
go. Dios es mucho más grande que el diablo y, a pesar de la batalla
que pueda continuar en nuestra mente, ésta debe enfocarse en Dios y Su poder por
encima del diablo y su horrible carácter. La Biblia da la información que leemos para
hacernos conscientes del diablo para que estemos al tanto de lo
que sucede, no para atemorizarnos.
.
2 Corintios 2:14 “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús,
y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.”

CONCLUSIÓN
Dios nos llama a experimentar libertad espiritual y física

▪ La Verdad (cinturón) te protege de engaños.


▪ La Justicia (coraza) te protege de impiedad.
▪ La Paz (zapatos) te protege de confusión.
▪ La Espada del Espíritu (la palabra de Dios).
▪ La Fe (escudo) te protege de incredulidad.
▪ La Salvación (yelmo) te protege de esclavitud.
TEMA N° 5
Venciendo Las Grandes Batallas Espirituales
• Valor Bíblico
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos
muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en
todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo…” Ro 8:35-39 (RVR)

• Objetivo
Mantener nuestra liberación.

Introducción
Los hijos de Dios somos más que vencedores. Fuimos concebidos por Dios para ser
triunfadores. No obstante, el pecado lleva al hombre a un estado de postración que
le impide avanzar. Sin embargo, cuando reconoce y recibe a Jesucristo en su cora-
zón como su único y suficiente Salvador, todo cambia. Podemos ejercer su autori-
dad y ser totalmente libres. Además, ayudar a otros para que reciban esa libertad
que Jesús recobro con su muerte de cruz y resurrección.

¿Cómo debemos prepararnos para la confrontación espiritual? (Mateo 6:5-15)

Hay tres elementos esenciales para la confrontación espiritual:

1. La oración (Mateo 5:6).


2. El ayuno.
3. Estudio de la Palabra.

Existe un mundo espiritual al que tenemos que confrontar, pero Jesucristo nos dio la
autoridad, y a través de ella debemos aprender a ser Estar en intimidad con Dios es un
aspecto fundamental en el proceso de liberación (Hebreos 10:19-21) (Salmo 18:1-3).

En la vida del Señor encontramos un ejemplo de oración. Pasaba largo tiempo en la


presencia del Padre celestial (Marcos 6:46). A través de esa intimidad, se desarrolla
una mejor comunión con el Espíritu Santo, quien nos enseña qué hacer en cada caso
(Hechos 16:6). Cuando oramos, nos sometemos a Dios (Santiago 4:1-4; 2 Corintios 10).

A través de la oración, no solo encontramos fortaleza sino que materializamos la volun-


tad de Dios para el género humano, convirtiéndonos en Sus instrumentos (Cf. Isaías
45:11; Salmo 2:8).
¿DÓNDE SE LIBRAN LAS
GRANDES BATALLAS POR
NUESTRA ALMA?
La mente es un campo de batalla sobre el cual quiere tener dominio satanás.

- Satanás puede disfrazar su accionar enviándonos pensamientos en los que, confunda-


mos la carne con la voz de Dios (2 Corintios 11:14, 15).

- Un cristiano, si no es fiel y no permanece agarrado de la mano de Jesucristo,       puede


fluctuar espiritualmente y estar: animado hoy y depresivo mañana.

En la mente del cristiano, nuestro adversario espiritual puede sembrar pensamientos de


derrota, que Dios nos deja solos o que jamás lograremos crecer
espiritualmente o como personas.

- Si estamos apercibidos de las estratagemas de satanás, no nos


dejaremos sorprender fácilmente.

Una batalla constante


Los seres humanos estamos expuestos a una constante batalla con el mundo de maldad,
que categorizamos así:

▪ Ataques en la mente.
▪ A través del ocultismo.
▪ En la esfera espiritual.

1. Ataques en la mente.

Es necesario establecer que satanás se posesiona de la mente de quienes no tienen a Jesucris-


to en su corazón pero cuando se trata de los creyentes, y sobre la base de que el Espíritu Santo
mora en su ser, nuestro adversario espiritual asedia con pensamientos, encaminados a la tenta-
ción  o a propiciar el estancamiento espiritual.

Tipos de ataques:

Enajenación: Es el más común, fuerte y peligrosa. De esta manera la mente, voluntad y cuerpo
quedan a merced de los espíritus (Lucas 8:27).

Posesión: La diferencia respecto al primer ataque, es que los espíritus tienen un control parcial
del  individuo. Por esta razón la persona fluctúa entre tener dominio de su voluntad, y los encan-
tos en los que actúa sin saber por qué razón. (Marcos 9:17, 18).

Opresión: La palabra que mejor describe este ataque mental es  presión. Desde fuera, los
agentes de satanás oprimen bien sea el área espiritual, mental y física de su víctima. Por este
motivo quien enfrenta esta situación puede experimentar desánimo, cansancio excesivo, y
asumir una actitud negativa ante todo, y rechazar toda intervención espiritual. Se producen
bloqueos mentales, dificultad para concentrarse, o bien, diversas enfermedades, las cuales no
hay explicación científica (Lucas 6:18).
Tentación: El enemigo ejerce influencia, mediante diversas circunstancias, encamina-
do a que la persona experimente una caída espiritual. Otra manifestación son los pen-
samientos de perversidad, negativismo, y  lujuria. (Lucas 4:13).

Fortalezas espirituales: Cuando alguien que no tiene a Cristo en su corazón, es domi-


nado por satanás, el enemigo genera patrones de conducta contrarias a su voluntad.
Incluso pueden tener un revestimiento de supuesta espiritualidad, tal como vemos en 
la religiosidad, el fanatismo, el humanismo, la violencia, los temores o el ateísmo, entre
otros (Jeremías 9:14).

2. Ataques a través del ocultismo.

Se manifiesta de distintas maneras: maldiciones, conjuros, encantamientos, hechizos,


magia, riegos. Quienes se ven inmersos en este mundo, son fundamentalmente perso-
nas ávidas de poder y experiencias sobrenaturales (Hechos 19:18-19). Quienes ejercen
tal dominio son brujos, magos, hechiceros, espiritistas, adivinos, parasicólogos, quienes
vuelven a las personas su objetivo final con la maldad, bien porque directamente
quieren destruirles o han sido pagados para realizar algún trabajo.

3. Ataques en la esfera espiritual.

Para desarrollar sus planes de maldad, el diablo tiene un  bien organizado esquema,
con jerarquía militar, a través de la cual ejecuta sus acciones desde la dimensión espiri-
tual hacia la dimensión material. A continuación describimos cuál es el esquema que
utiliza:      (Efesios 6:12.)

Satanás: Aunque fue creado por Dios, se rebeló y fue echado fuera. Se le personifica
con la serpiente antigua (Apocalipsis 20), ladrón (Juan 10:10), príncipe de las tinieblas,
demonio, lucifer o diablo.

Gobernadores de las tinieblas: La Biblia los identifica como tronos o dominios. General-
mente gobiernan grandes territorios, como países, provincias o ciudades. Ejercen una
poderosa influencia entre quienes tienen algún grado de poder.
Principados o potestades de las tinieblas: Están sujetos a los gobernadores de las tinie-
blas. Ejercen poder demoniaco en su condición de “príncipes territoriales”. Afectan
territorios y personas.
Potestades de maldad:  Se les conoce como “fortalezas”. Alientan  los deseos de
maldad de las personas. Además de los territorios, afectan las familias, propiciando su
destrucción y/o resquebrajamiento. Propician la rebeldía o división en el hogar. Tam-
bién afectan a las iglesias.

Huestes de maldad: Se les conoce igualmente como ejércitos de maldad. Su principal


meta es asaltar y atacar a las comunidades, torpedeando la extensión del Evangelio.

Espíritus malignos o demonios: Constituyen el ejército de guerreros de maldad al servi-


cio de la estructura jerárquica de maldad. Ejecutan las órdenes del diablo, y a su vez,
dentro de la organización, tienen determinadas jerarquías. No obstante lo anterior,
Dios tiene ángeles que nos guardan y protegen (Salmos 7 y 11).

Hombres y mujeres que sirven al diablo:  Son aquellos que voluntariamente se han
entregado a la maldad. Obran conforme a los dictados de satanás.  Un ejemplo lo
representan las reuniones de brujos, hechiceros, masones, practicantes del vudú, la
macumba y otros ritos en los que el centro de la adoración es el adversario. Los demo-
nios se convierten para ellos en “espíritus guías”.
¿CÓMO EJERCEMOS
AUTORIDAD ESPIRITUAL?
Nuestra autoridad proviene del Señor Jesucristo que mora en nuestro corazón. El Señor
Jesucristo y las Escrituras nos enseñan que debemos ejercer autoridad espiritual (Lucas
9:1,2,6; 10:19; Mateo 28:18-20; Romanos 16:20; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8- 9; Efesios 6:10-18).

Hay por lo menos dos condiciones para ejercer autoridad espiritual:

▪ Fe: la cual debe estar fundamentada en Jesucristo (Mateo 16:16, 18, 19.
▪ Unidad:tanto de convicciones de fe como propósitos (Mateo 18:19).

¿CÓMO SE MANIFIESTA NUESTRA


AUTORIDAD ESPIRITUAL?
▪ Conociendo la voluntad de Dios y obrando bajo Su poder (Mateo 16:19).
▪ Ministrando con poder (Mateo 12:28).

Cuatro elementos que levantan


impedimentos a nuestra autoridad
en Cristo.
1. Falta de fe (Mateo 17:19-21)
2.  Incredulidad colectiva (Mateo 6:4-6)
3.  Persistir en el pecado (Gálatas 4:9; Juan 8:34, 35).
4.  Las maquinaciones del adversario (2 Corintios 2:11).

Manifestaciones poderosas de la
autoridad que otorga Dios.
▪ Moisés dividió el mar rojo (Éxodo 14:15)
▪ Elías dividió el agua en el río Jordán (2 Reyes 2:7,-8)
▪ Eliseo oró porque fuera cegado el enemigo (2 Reyes 6:17-18)
▪ Pedro declaró la muerte de Ananías y Safira (Hechos 5).
▪ Los creyentes recibieron la promesa del Espíritu Santo (Hechos 1:8).
▪ Testimonio de vida cristiana (Romanos 15:18-19),
CONCLUSIÓN
Los cristianos libramos una batalla constante, de la que debemos ser conscientes
para poder vencer. Ignorar que Satanás está desatando contiendas y generando
obstáculos a nuestro paso, no servirá de nada. La solución está en ejercer nuestra
autoridad en Jesucristo. Reconocer que fuimos creados por Dios, salvados por la
obra redentora de su amado Hijo Jesús y que, libres, debemos continuar así.
Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

Ser un discípulo integro para hacer discípulos de carácter.

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