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Derecho Medico

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERECTORADO ACADEMICO

ESCUELA DE DERECHO

RELACIÓN MÉDICO PACIENTE DEBERES Y


RESPONSABILIDADES

AUTOR (A): Raúl Piazzolla

C.I. 15.567.184

San Cristóbal, marzo 2023


La relación médico-paciente es una modalidad de las múltiples relaciones
interpersonales que realiza el hombre. Esta permite al enfermo satisfacer su
deseo y necesidad de salud y al médico, cumplir con una de sus funciones
sociales más importantes. La historia de la relación médico-paciente es más
antigua que la medicina misma, cuando esta última se encontraba aún en
sus albores, ya se establecía una relación entre el hombre enfermo y aquel
otro responsabilizado por un imperativo social: el restablecimiento de la salud
del que se enfermaba (chamán, sacerdote u otros).

La relación entre el médico y el paciente era ya entonces un formidable


agente terapéutico utilizado con todo el empirismo y la ausencia de
conocimientos científicos que es posible imaginar en los hombres de tan
remota época. El reconocimiento del valor de la relación médico-paciente y
su importancia desde el punto de vista psicológico, está entroncado
gnoseológicamente con el reconocimiento del valor de la visión integral del
hombre

El reconocimiento del valor de la relación médico-paciente y su


importancia desde el punto de vista psicológico, está entroncado
gnoseológicamente con el reconocimiento del valor de la visión integral del
hombre. Es por eso que la escuela hipocrática, con su insistencia en que el
hombre no es sólo un ente físico, sino un conjunto inseparable con lo
psíquico y su énfasis en la importancia del medio ambiente y de la relación
médico-paciente, constituye un hito decisivo en el desarrollo científico de la
medicina.

En el presente análisis de investigación se profundizara sobre la relación


que existe entre médico y paciente, lo que trae como consecuencia de esa
relación que existan deberes y responsabilidades del medico tanto con sus
pacientes como su entorno, todo esto será analizado y estudiado.

La relación Médico Paciente, ha sido investigada, de manera que los


estudios se han enfocado en los conocimientos, percepciones y actitudes
que los médicos poseen sobre la atención medica sanitaria. Una
buena relación Médico-Paciente viene definida por la existencia de la
confianza, el cual el médico por medio de la actitud debe mostrar interés y
garantizarle al paciente la confidencialidad para que así el paciente pueda
exponer sus problemas sin temor alguno.

El médico debe proporcionar las destrezas y habilidades necesarias para


obtenerla interacción humana con el paciente, por lo tanto, el médico debe
ser sociable y empático, que pueda influir en el paciente y adquirir la
información necesaria para el diagnóstico por medio de la entrevista. El
médico debe encargarse de generar la confianza necesaria en el paciente,
así como también la fe, la comprensión y el respeto para que le paciente
revele sus más íntimos pensamientos y sentimientos, cuyo conocimiento
puede aportar a la clave del diagnóstico.

Cuando lo aplicamos en el área de la medicina, el médico se debe tomar


en cuenta una técnica que consiste en tres pasos para obtener una
mejor relación con elpaciente.1) Identificar la emoción,2) Identificar la fuente
de la emoción,3) Responder de manera que demuestre al paciente que uno
ha establecido la conexión entre los dos pasos previos.

Los elementos que facilitan al médico una buena relación Médico-


Paciente son: Conocimientos médicos sólidos, autoconfianza fundada en la
competencia, control emocional, cordialidad, empatía y flexibilidad. Y más
aún, desde la perspectiva de los médicos, se ha descrito a la Medicina
Asertiva, como una propuesta que combate la medicina defensiva. El debate
llevó a Ezekiel y Linda Emanuel a definir en 1992 los cuatro modelos de la
relación Médico Paciente, que son; paternalista, informativo, interpretativo
y deliberativo.

Cuando es una relación basada en la confianza y la credibilidad,


donde el paciente reconoce y trata al médico como tal y a su vez el médico
reconoce y trata al paciente como persona, no como objeto, se produce la
justa autoridad, a diferencia del autoritarismo.

La relación entre el paciente y los profesionales de la Salud es un


elemento clave para brindarle la mejor atención a los pacientes sea cual sea
la enfermedad que estos padezcan. Se puede, decir, que esta relación es un
requisito una de las bases en la que se apoyarían los diferentes elementos
de la atención sanitaria.

En este sentido, a través de esta relación se va a establecer una alianza


de trabajo y terapéutica dirigida al cuidado y sobre todo a la mejoría de la
persona enferma, los que nos dice que los profesionales y el paciente van a
trabajar en conjunto formando un equipo, con el paso de los años ha existido
una gran evolución en lo que es la tecnología que se aplica en la medicina
para tratar a las diferentes enfermedades que afectan a la humanidad, lo que
permite que exista un mejor diagnóstico y tratamiento en comparación a
siglos anteriores, estás herramientas deben impulsar a cada
profesional en el área a brindar un mejor servicio con total y plena empatía
para que de esta forma el enfermo se sienta a gusto, en ningún momento
disminuir su valor, consiste en ir más allá y compaginar la tecnología con la
atención sanitaria y hacer lo más humana posible la integración con el
paciente.
Por su parte, resulta importante destacar de igual forma identificar los
deberes de los médicos con sus pacientes, los mismos se encuentran en el
Código Internacional de Ética Médica y tienen varias divisiones, en primer
lugar se encuentran los deberes generales de los médicos entre ellos se
encuentran: 1) El medico siempre debe aplicar su opinión profesional
independiente y mantener el más alto nivel de conducta profesional.2) El
medico debe respetar el derecho del paciente competente a aceptar o
rechazar un tratamiento. 3) El medico no debe permitir que su opinión sea
influenciada por beneficio personal o discriminación injusta. 4) el medico
debe dedicarse a proporcionar un servicio médico competente, con plena
independencia profesional y moral, con compasión y respeto por la dignidad
humana. 5) El medico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas, e
informar a las autoridades apropiadas sobre los médicos que practiquen en
forma antiética e incompetente o a los que incurran en fraude o engaño. 6) El
medico no debe recibir ningún beneficio financiero ni otros incentivos sólo por
derivar pacientes o prescribir productos específicos. 7) El medico debe
respetar los derechos y preferencias del paciente, de los colegas y de otros
profesionales de la salud. 8) El medico debe reconocer su importante función
en la educación de la opinión pública, pero debe obrar con la debida cautela
al divulgar descubrimientos o nuevas técnicas, o tratamientos a través de
canales no profesionales. 9) El medico debe certificar sólo lo que ha
verificado personalmente. 10) El medico debe esforzarse por utilizar los
recursos de salud de la mejor manera para beneficio de los pacientes y su
comunidad.11) El medico debe buscar atención y cuidados apropiadas si
sufre una enfermedad mental o física. 12) El medico debe respetar los
códigos de ética local y nacional.

El medico por su parte, también tiene deberes hacia los pacientes donde
se destaca que el medico debe recordar siempre la obligación de respetar la
vida humana. A su vez el medico debe considerar lo mejor para el paciente
cuando preste atención médica y brindarles a sus pacientes toda su lealtad y
todos los recursos científicos disponibles para ellos. Cuando un examen o
tratamiento sobrepase su capacidad, el médico debe consultar o derivar a
otro médico calificado en la materia.

Por su parte también el medico debe respetar el derecho del paciente a la


confidencialidad. Es ético revelar información confidencial cuando el paciente
otorga su consentimiento o cuando existe una amenaza real e inminente de
daño para el paciente u otros y esta amenaza sólo puede eliminarse con la
violación del secreto, así como prestar atención de urgencia como deber
humanitario, a menos que esté seguro que otros médicos pueden y quieren
prestar dicha atención y en situaciones cuando represente a terceros,
asegurarse que el paciente conozca cabalmente dicha situación.

Dentro de lo que no debe hacer el medico destaca el hecho de tener


relaciones sexuales con sus pacientes actuales, ni ninguna otra relación
abusiva o de explotación.

Y por último, dentro de los deberes médicos con su colega se encuentra


que debe comportarse hacia sus colegas como él desearía que ellos se
comportasen con él. No debe bajo ninguna circunstancia dañar la relación
médico paciente de los colegas a fin de atraer pacientes. Y si debe cuando
sea médicamente necesario, comunicarse con los colegas que atienden al
mismo paciente. Esta comunicación debe respetar la confidencialidad del
paciente y limitarse a la información necesaria.

En otro orden de ideas, resulta indispensable apuntalar sobre la


responsabilidad del Médico la cual en los tiempos actuales es una tarea
ardua. Se dice, con justa razón, que en los últimos 25 años la medicina ha
experimentado cambios más extensos y profundos que en cualquier otra
época de su historia.

En el cuidado de la salud el péndulo ha oscilado de lo individual a lo


social; del énfasis en la curación al énfasis en la prevención; del ciudadano y
de la comunidad como sujetos pasivos a su participación activa y crítica; del
trabajo individual al trabajo en equipo; y de la gran autonomía del médico a
su sujeción a las normas establecidas por las instituciones en las que
desempeña sus tareas. Por otro lado, los avances científicos y técnicos de la
medicina han incrementado sustancialmente el poder de los médicos y hoy
sus decisiones tienen sobre la vida de sus pacientes, mayores
consecuencias que en el pasado.

Además, la relación del médico con los enfermos en los diversos


escenarios en los que ésta ocurre, experimenta también cambios intensos e
irreversibles. Los médicos confrontan hoy en día nuevos problemas y
también viejos problemas en circunstancias nuevas; menciono sólo algunos:
las intervenciones relacionadas con la iniciación, la prolongación y la
interrupción de la vida; los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, más
eficaces pero también más peligrosos; el uso de fármacos que alteran la
conciencia, el humor y la conducta; las implicaciones de la investigación en
seres humanos; y, por supuesto, el esclarecimiento del genoma humano.

Estos cambios y las demandas que generan en el seno de la sociedad


han afectado profundamente la práctica de la medicina y hace necesario que
revisemos sus metas y los valores que la rigen. Algunos principios éticos,
considerados inmutables, son hoy en día cuestionados; ejemplos de ese
cuestionamiento son las diferencias de opinión acerca de algunas conductas
médicas tales como las relacionadas con la clonación o la prolongación de la
vida.
Una crítica más frecuente es que como consecuencia del énfasis
desmesurado en los aspectos técnicos o económicos se descuidan los
valores y las virtudes que se habían considerado inherentes a la profesión.
En realidad, las críticas a la medicina y a los médicos se originan en fuentes
diversas y apuntan en varias direcciones. No puede dudarse de que en el
seno mismo de la profesión hay un sentimiento de inconformidad que tiende
a extenderse. Un hecho, que aún el examen más superficial pone al
descubierto, pero que no ha sido tomado debidamente en cuenta, es que las
acciones médicas rebasan continuamente los límites convencionales de la
ciencia y de la tecnología y que hay factores que tienen un papel importante
en la salud y en la enfermedad, a los cuales no se ha atribuido la importancia
que merecen, factores psicológicos, éticos y sociales; en otras palabras, que
la medicina es en su esencia una ciencia centrada en la persona, es decir,
una ciencia humana.

Una consecuencia importante del enfoque humanístico en la medicina


actual radica en el valor social que le damos al ejercicio de la profesión; el
que los médicos se adhieran a los principios éticos tradicionales puede ya no
ser suficiente porque además, sus valores personales, nuestros valores
personales, pueden discrepar en forma importante de los valores de los
enfermos y de la misma sociedad; por ejemplo, los puntos de vista de
algunos médicos sobre la vida, la muerte, el sexo, el consumo de drogas, el
sufrimiento, la pobreza, etc., pueden diferir sustancialmente de los de otros
médicos y de los de sus pacientes.

Finalmente, sobre esa base, la relación médico paciente no solo estriba


en demostrar paciencia y cortesía por parte del profesional que la establece,
sino en transmitir seguridad y confianza a quien la recibe en cuanto a que
podrá contar con la ayuda médica, psicológica y social solicitada: pero
igualmente en asegurar la privacidad durante el encuentro y censurar la mala
costumbre de no tocar a la puerta de una consulta antes de entrar sin haber
obtenido la autorización para hacerlo, toda vez que puede interrumpir
bruscamente la intimidad imperiosa de una conversación reservada.

La relación médico-paciente se halla íntimamente ligada a los principios


de la bioética: beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia; sin
embargo, desde hace algunas décadas, el tercero en orden ha desplazado a
los otros, pues se permite al enfermo siempre que disfrute del pleno dominio
de sus facultades mentales, decidir acerca de la cantidad y calidad de la
asistencia médica que deberán brindarle, lo cual conduce directamente al
“consentimiento informado”; mecanismo que posibilita al paciente aceptar o
rechazar cualquier procedimiento intervencionista sobre su persona, sea
diagnóstico, terapéutico o rehabilitador.

En cuanto a los deberes de los médicos se encuentran tipificados en el


Código Internacional de Ética Médica y tienen varias divisiones, en primer
lugar, se encuentran los deberes generales de los médicos, en segundo
lugar, los deberes de los médicos hacia los pacientes y finalmente el deber
de los médicos ante sus propios colegas, integrado cada uno de ellos por
diversos elementos anteriormente expuestos.

Y por último se analizó la responsabilidad social del médico en el ámbito


de la ética medica, donde se pudo concluir que dentro de las obligaciones
que el medico tiene con su paciente se especifica que las mismas no se
derivan de la ideología, la historia o la sociología de la profesión ni deben
estar influidas por el hecho de que la retribución por su servicio sea directa o
indirecta; se derivan del impacto de la enfermedad sobre la condición
humana, de la vulnerabilidad de la persona enferma, de su necesidad de ser
amparada y de la naturaleza intrínseca de su relación con el médico.
Referencias

Aguiar, R. (2008). Tratado de Derecho Médico. Caracas: Legis.

Aguiar-Guevara, R. (1996). Derecho Médico en Venezuela. Caracas:

Livrosca. Código de Deontología Médica (1985)

Ley del Ejercicio de la Medicina (2011) Gaceta Oficial Número 39823


Tulio, A. (1999).

Diccionario Médico Legal. Buenos Aires: Abeledo-Perrot.

Sánchez T. Temas de Ética Médica. Giros editores; 1995. p.108.

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