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Tema 4. Taller Bioetica, Andres Torres Seccion 20.

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


“ROMULO GALLEGOS"
AREA CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA

TEMA Nº4: TALLER ACERCA DE LA RELACIÓN

MÉDICO-PACIENTE

Facilitadora: Integrantes:
Yasmín Paéz Andres Torres

Arianna Rojas

Asignatura: Jeremías De Abreu

Bioética Patricia Álvarez

Rezeile Rodríguez

Año y Sección:

1er año. Sección 20

San Juan de los Morros, Mayo 2024


1
Relación medicó-paciente;
cómó cónceptó.

Entendemos que la relación médico-paciente es

fundamental a la hora de abordar una enfermedad o un

tratamiento, siendo el núcleo central del ejercicio de la

Medicina; porque permite al enfermo satisfacer sus

necesidades de salud y al médico cumplir con su función

social más importante: cuidar y tratar a los pacientes. Se

trata de un modelo de relación humana que comenzó a

practicarse desde los mismos orígenes de la humanidad a

través de diferentes técnicas y modelos relacionales,

poniendo de manifiesto el instinto de auxilio que alberga

nuestra especie.

Podemos decir, que es EL vínculo fundamental en la

práctica médica, ya que implica la comunicación, confianza y

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respeto mutuo entre ambas partes. Valga la redundancia,

esta relación es crucial para el adecuado diagnóstico,

tratamiento y seguimiento de las enfermedades, así como

para la satisfacción del paciente y la eficacia del tratamiento.

Siendo más específicos, la relación médico-paciente es

fundamental puesto que, en sí misma, aporta una mejoría

terapéutica indiscutible. La comunicación es clave para la

seguridad del paciente. Esta relación puede mejorar la

orientación diagnóstica y reducir la necesidad de pruebas

complementarias. Contribuye igualmente de forma positiva a

una mayor y más consciente adherencia del tratamiento, una

vez que el paciente se encuentre implicado y acompañado

en la toma de decisiones.

¿Con que finalidad?, para el médico; en su papel de

profesional de la salud, tiene la responsabilidad de brindar

atención, diagnóstico y tratamiento a su paciente de la

3
manera más acertada posible, mientras que el paciente, en

su condición de persona enferma o necesitada de atención

médica, confía en el médico para recibir el cuidado necesario

para su recuperación.

En definitiva, una buena relación médico-paciente es

fundamental para el éxito del tratamiento y la recuperación

del paciente.

Evólución Histórica.

Siendo la relación médico-paciente una de las más

antiguas y fundamentales en la historia de la medicina, se

debe a los tiempos de la antigua Grecia, cuando Hipócrates

estableció el juramento hipocrático (principios éticos y

morales que los médicos deben seguir en su práctica

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profesional + la obligación de enseñar y transmitir

conocimientos médicos a las generaciones futuras) se ha

reconocido la importancia de la confianza y la comunicación

entre médico y paciente.

En la Edad Media, los médicos eran vistos como

autoridades en la materia y se les confería un gran respeto

por parte de sus pacientes. Sin embargo, la relación era más

autoritaria y paternalista, con el médico tomando decisiones

sin consultar al paciente.

Su evolución desde la medicina hipocrática, y por muchos

siglos, la medicina se fundamentó en el respeto a la

naturaleza con un concepto de enfermedad como "la pérdida

del equilibrio de lo natural y con intervenciones médicas

basadas principalmente en la sabiduría y experiencia

personal del médico". Lastimosamente para el enfermo

5
(también llamado paciente) era infantilizado pues se le

suponía incapaz de comprender.

Por lo tanto el enfermo era tratado como alguien que no

necesita saber ni entender lo que le ocurre, sino recibir

ayuda y seguir obedientemente las indicaciones. Bajo este

modelo el médico decide por el paciente y por su mayor bien,

pero éste no decide ni participa en las decisiones que se

toman para su tratamiento. Es el médico quien decide, el

enfermo confía y se “pone en sus manos”,

Entre los siglos XVIII-XIX surge la preocupación por la

persona del enfermo, se incorpora la dimensión social y

psicológica de la medicina de esta manera no sólo cambia la

medicina y sus fundamentos, cambia también el paciente

que evoluciona hacia ser una persona que, en lo referente a

su enfermedad, es capaz de tomar decisiones o al menos de

participar en ellas.

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El cambio evolutivo tuvo como fin, adecuar el camino de

las personas comunes para convertirse en un ciudadano

capaz de comprender lo que le ocurre y quien además tiene

derecho a decidir, cambiando así de ser un ente pasivo a ser

un agente moral capaz de decidir. Gracias a este enfoque

(éticamente, más correcto); en la medicina actual cada vez

vemos más enfoques integrativos bajo los cuales la toma de

decisiones no se hace de manera unidireccional, sino

bilateral, favoreciendo una toma de decisiones compartida. El

paciente pasa de ser un elemento pasivo a uno activo,

permitiendo así que tome una mayor responsabilidad sobre

su estado de salud.

De esta forma, para la actualidad se han postulado cuatro

modelos de la relación médico-paciente, estos modelos

destacan las diferentes visiones sobre las características

básicas de la relación médico-paciente:

7
El modelo paternalista

Este modelo presupone la existencia de un criterio objetivo

que permite discernir lo que sea mejor para el paciente, sin

que la opinión de este sea la determinante Por tanto, el

médico actúa como el tutor del paciente, como un buen

padre que sabe qué es lo mejor para el paciente, sin que sea

necesario la participación de este, pero cuidando de situar

los intereses del paciente por encima de los propios,

expresión de un acendrado altruismo.

El modelo informativo.

En él, la obligación del médico es proporcionar al paciente la

información relevante para que, dentro de los cursos de

acción posibles, sea él mismo quien seleccione aquel que

mejor se ajuste a su sistema de valores. En este modelo, el

papel del médico parece reducirse al de un suministrador de

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información veraz y de un sujeto técnicamente competente

en su especialidad.

El modelo interpretativo.

En este modelo el médico actúa como un consejero,

asumiendo un papel consultivo. Para ello, el médico trabaja

con el paciente en la clarificación de sus objetivos,

aspiraciones y responsabilidades, de modo que resulten

evidentes aquellos cursos de acción que se encuadren mejor

en el marco de los valores del paciente, quien entonces se

halla en mejores condiciones para adoptar sus propias

decisiones.

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El modelo deliberativo

En este modelo el médico ayuda al paciente a determinar y

elegir de entre todos los valores que se relacionan con su

salud, aquellos que sean los que mejor sirvan de fundamento

para tomar la decisión más adecuada dentro de las

diferentes alternativas posibles. En ello médico y paciente

trabajan conjuntamente, sin que el médico – quien actúa

como un maestro o un amigo– vaya más allá de la

persuasión moral, evitando cualquier forma de coacción. La

decisión final será el resultado de un diálogo auténtico,

signado por el respeto y la consideración mutuos

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Impórtancia de la Evólución.

Dar al paciente opciones en el momento de escoger un

tratamiento o plan de atención médica es fundamental para

respetar su autonomía y promover una relación de

colaboración entre el médico y el paciente. Al permitir que el

paciente participe activamente en la toma de decisiones

sobre su propia salud, se le brinda la oportunidad de

expresar sus preferencias, valores y metas personales, lo

que puede resultar en decisiones más informadas y

alineadas con sus necesidades individuales.

Además, ofrecer opciones al paciente también puede ayudar

a mejorar la adherencia al tratamiento, ya que las personas

suelen comprometerse más con un plan de atención en el

que han participado activamente en su elaboración. Esto

puede conducir a mejores resultados de salud a largo plazo y

11
a una mayor satisfacción tanto para el paciente como para el

médico.

En última instancia, dar al paciente opciones es un reflejo del

respeto a su autonomía y dignidad como individuo,

reconociendo que él o ella es el experto en su propia

experiencia y que tiene derecho a ser parte activa en las

decisiones que afectan su salud.

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Cónclusión.

Podemos concluir que la evolución de la relación médico-

paciente a lo largo de la historia ha sido marcada por

cambios significativos en los roles y responsabilidades de

ambas partes. Desde los principios éticos establecidos en el

juramento hipocrático hasta los enfoques más

contemporáneos centrados en la autonomía del paciente y la

colaboración en la toma de decisiones, la relación médico-

paciente ha evolucionado para reflejar una mayor valoración

de la dignidad, la autonomía y el respeto mutuo.

A medida que la medicina avanza y se enfrenta a nuevos

desafíos, es fundamental mantener un equilibrio entre la

tradición ética y moral de la profesión médica y la adaptación

a las necesidades y expectativas cambiantes de los

pacientes en la era moderna.

13
Referencias Bibliógraficas

Atherton, H., Briggs, T., & Chew-Graham, C. (2021). Long

COVID and the importance of the doctor-patient relationship.

The British Journal of General Practice: The Journal of the

Royal College of General Practitioners, 71(703), 54–55.

https://doi.org/10.3399/bjgp21X714641

McWilliams, L. A. (2018). Relationships between adult

attachment dimensions and patient-physician relationship

quality. Journal of Relationships Research, 9(e15).

https://doi.org/10.1017/jrr.2018.13

Medicina General Integral. Salud y medicina/ Colectivo de

autores; Rev. Roberto Álvarez Sintes; 2.ed prol.

Cosme Ordoñez Carceler. --La Habana: Editorial Ciencias

Médicas, 2008

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