Laboral Material 3 PDF
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Secciones H, I, A, F.
Licenciado Avidán Ortiz Orellana
LO ÚNICO IMPOSIBLE ES
AQUELLO QUE NO INTENTAS.
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3. NATURALEZA JURÍDICA DEL DERECHO DEL
TRABAJO
a. CRITERIO
b. CONCEPCIONES
c. CONCLUSIÓN
a. CRITERIO:
➢ Qué es la Naturaleza Jurídica. Por “naturaleza” entendemos el origen de las
cosas, su principio, proceso y fin; la esencia de cada cosa. Los tratadistas del
Derecho Laboral consideran que la naturaleza jurídica del Derecho del Trabajo,
debe analizarse desde la perspectiva del Derecho Privado, del Derecho Público
o del Derecho Natural.
➢ Para definir la Naturaleza Jurídica del Derecho del Trabajo, los tratadistas han
realizado su enfoque desde la siguiente perspectiva:
Por sus Normas
Por sus Instituciones
Por la Tutela de sus Intereses
b. CONCEPCIONES:
1. La Concepción Privativa del Derecho del Trabajo.
2. La Concepción Publicista del Derecho del Trabajo.
3. La Concepción Dualista del Derecho del Trabajo.
4. La Concepción Social del Derecho del Trabajo.
➢ Los tratadistas que sostienen esta concepción consideran que todo lo relativo
a la contratación individual y a las condiciones de trabajo está formado por
instituciones del Derecho Privado, consideran que desde la denominación de
“Contrato” es un acuerdo de voluntades. Adicionalmente en su historia
siempre estuvo contenido dentro del Derecho Privado.
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➢ En Guatemala. Dentro de la Historia del Derecho del Trabajo, podemos
analizar que algunas de las instituciones del mismo se encontraban
reguladas en el Derecho Privado, tal como lo señala el Tratadista Mario
López Larrave, en su libro “Breve Historia del Movimiento Sindical
Guatemalteco”, en el que comenta que en el Decreto Gubernativo 176 del 8
de marzo de 1877 en el Código Civil regulaba las relaciones laborales con el
Contrato de Locación de Servicios.
➢ Estipula que se trata de una concepción publicista porque sus normas son
taxativas o de carácter imperativo, o sea que la autonomía de la voluntad se
ve limitada a la aplicación de este derecho, pues sus normas tienden a
proteger intereses no particulares sino de carácter general.
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➢ Esta concepción afirma que por una parte el derecho del trabajo tutela
intereses privados y por otra, intereses de la generalidad. Pertenece al
derecho público por cuanto organiza una especie de tutela administrativa
sobre los trabajadores, pero depende por el contrario del derecho privado
cuando estatuye sobre los contratos.
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4. La Concepción Social del Derecho del Trabajo.
➢ El Maestro Mario de la Cueva define a los derechos sociales como los que
se proponen entregar la tierra a quien la trabaja y asegurar a los hombres
que vierten su energía de trabajo a la economía, la salud y la vida y un
ingreso, en el presente y en el futuro, que haga posible un vivir conforme con
la naturaleza, la libertad y la dignidad humana, además considera que el
Derecho del Trabajo es como el estatuto de la clase trabajadora que impuso
la Constitución para definir su posición frente al capital y fijar los beneficios
mínimos que deben corresponderle por la prestación de sus servicios.
➢ Al Derecho del Trabajo le dan una categoría nueva, incorporan a él una serie
de instituciones que hace convertir a todas las relaciones jurídicas en una
misma idea o finalidad que es la Social. Pues tiene características propias,
peculiaridades especiales, desborda los límites de las grandes ramas del
derecho, y es lícito que sus normas sean derogadas cuando lo convenido
resulte más beneficioso para la parte más débil.
c. CONCLUSIÓN
La legislación guatemalteca, los principios que la inspiran, las resoluciones
judiciales y la doctrina legal establecen que la Naturaleza Jurídica del Derecho del
Trabajo es de carácter Público como lo establece el cuarto considerando inciso
“e” del Código de Trabajo, puesto que indica que el mismo en su aplicación
prevalece el interés colectivo sobre el interés particular.
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4. LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
I. DEFINICIÓN
II. FUENTES TRADICIONALES DE LA LEY
III. FUENTES ESPECÍFICAS DEL DERECHO DEL TRABAJO.
IV. JERARQUÍA DE APLICACIÓN SUPLETORIA DE LAS FUENTES DEL
DERECHO DEL TRABAJO.
I. DEFINICIÓN:
Artículo 2. Ley del Organismo Judicial. Fuentes del derecho. La ley es la fuente del
ordenamiento jurídico. La jurisprudencia, la complementará.
La costumbre regirá sólo en defecto de ley aplicable o por delegación de la ley, siempre
que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada.
❖ La Ley: Toda norma jurídica reguladora de los actos y de las relaciones humanas,
aplicable en determinado tiempo y lugar. (Manuel Ossorio)
Artículo 10. Ley del Organismo Judicial. Interpretación de la Ley. Las normas
se interpretarán conforme a su texto, según el sentido propio de sus palabras, a su
contexto y de acuerdo con las disposiciones constitucionales. Cuando una ley es
clara, no se desatenderá su tenor literal con el pretexto de consultar su espíritu.
El conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada una de sus
partes, pero los pasajes de la misma se podrán aclarar atendiendo al orden
siguiente:
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❖ La Jurisprudencia: Es la interpretación que de la ley hacen los tribunales para
aplicarla a los casos sometidos a su jurisdicción. Así, pues, la jurisprudencia está
formada por el conjunto de sentencias dictadas por los miembros del Poder Judicial
sobre una materia determinada. (Manuel Ossorio)
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III.FUENTES ESPECIFICAS DEL DERECHO DEL TRABAJO
CLASIFICACIÓN
a. Fuentes Formales
b. Fuentes Reales
c. Fuentes Históricas
a. Fuentes Formales:
Son aquellos procesos por medio de los cuales se crean normas jurídicas y según
la doctrina tenemos:
1. La Ley
2. La Costumbre y Usos locales
3. La Doctrina
4. La Jurisprudencia
5. Principios del Derecho del Trabajo
6. Los Principios Generales del Derecho
7. La Equidad
1. La Ley:
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2. La Costumbre y Usos Locales:
Definición de Costumbre:
Según el Profesor Julien Bonnecase: “la costumbre es una regla de derecho que
se constituye progresivamente bajo la influencia subconsciente de la noción de
derecho y de las aspiraciones sociales”.
Clasificación de la Costumbre:
3. La Doctrina:
Ejemplos:
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4. La jurisprudencia:
Ejemplo:
Según la Jurisprudencia existente en cuanto a la excepción al principio
procesal de inversión de la carga de la prueba, corresponde al trabajador
probar la relación laboral, según de conformidad con los siguientes
expedientes:
1. Expediente 1932-2018 de la Corte de Constitucionalidad
2. Expediente 3224-2018 de la Corte de Constitucionalidad
3. Expediente 1474-2012 de la Corte de Constitucionalidad
a. Principios Generales
b. Principios Particulares
a. Principios Generales:
Como fuente del derecho tenemos que ver los cambios tecnológicos,
económicos, políticos, culturales y sociales de la sociedad.
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b. Principios Particulares:
a. Principios que están fuera del ordenamiento.El principio de algo puede ser
lo referido a cómo, dónde o cuándo ese algo comienza. Los principios que se
hallan fuera del ordenamiento jurídico en sí pueden ser metafísicos. Es decir,
que hacen referencia a factores que no se pueden percibir por medio de los
sentidos. Por ejemplo, que en todos los casos prevalezca la justicia. Pueden
además no estar expresos en el ordenamiento, pero tampoco ser metafísicos,
ni religiosos, sino netamente jurídicos. En tal caso, lo normal es que se deriven
de una determinada tradición. Es decir, de un pasado, de un tiempo
prolongado, anterior en que, o bien figuraron dentro del esquema expreso o
bien se aplicaron reiterada y pacíficamente. A estos últimos el autor los
denomina principios residuales, es decir, que quedan como restos de un
estado anterior del sistema y cambian de naturaleza, porque su entorno ha
mudado.
Tampoco podrá ser perseguida ni molestada por sus opiniones o por actos
que no impliquen infracción a la misma”. Lo anterior no es más que “el
principio de libertad”. El principio, Nullum crimen, nulla poena sine praevia
lege, lo encontramos de manera clara en el Artículo 6 de la Constitución, y de
igual forma en el Artículo 1 del Código Procesal Penal. En este ejemplo en
particular aunque este principio no se encontrara por ejemplo contenido en la
norma ordinaria, debe de ser observado por los operadores jurídicos, pues se
encuentra sí regulado en la Constitución como fuente de las normas que
forman parte de nuestro ordenamiento jurídico.
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b. Principios que están dentro del ordenamiento. Lo más normal nos dice
Rabinovich-Berkman, es que los principios se puedan hallar dentro del
ordenamiento mismo y formando parte de él. Algunos principios se colocan
en la Constitución, que es la ley sobre la que se basa el ordenamiento jurídico
de un Estado. Aquí cito por ejemplo el Artículo 5º de nuestra Constitución
Política “Toda persona tiene derecho a hacer lo que la ley no prohíbe; no está
obligada a acatar órdenes que no estén basadas en ley y emitidas conforme
a ella.
❖ Humberto Podetti citando a Arce y Florez-Valdés los define como las ideas
fundamentales sobre la organización jurídica de una comunidad, emanados de la
conciencia social, que cumplen funciones fundamentadoras, interpretativas y
supletoria de su total ordenamiento jurídico.
Podetti manifiesta que su función ‘‘no se reduce al caso particular de las lagunas
existentes en la legislación’’, sino que en realidad ‘‘toda la experiencia jurídica y,
por tanto, también la legislación que la integra descansan sobre los principios
generales del derecho, que pueden ser considerados como los pilares y paredes
maestros del edificio jurídico’’. De ahí, que a la luz de los principios es ‘‘como
debemos interpretar y aplicar los modelos jurídicos a la relación social sobre cuya
juridicidad ha de decidir el juez, aunque haya dificultades de ajuste’’. En definitiva,
dichos principios generales constituyen las bases teóricas y las razones lógicas
del ordenamiento jurídico que recibe de ellas su sentido ético, su medida racional
y su fuerza vital o histórica.
• Principios de Equidad
• Principios de Libertad
• Principios de Justicia
• Principios de Igualdad
• Principio de Pacta sunt servanda, “lo pactado obliga”.
• Principio de bona fides, “buena fe”
• Principio de Prior in tempore, potior in iure, “Primero en el tiempo,
mejor en el derecho”.
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7. La Equidad:
Nuestra Legislación:
Artículo 361. Código de Trabajo. Salvo disposición expresa en este Código y con
excepción de los documentos públicos y auténticos, de la confesión judicial y de los
hechos que personalmente compruebe el juez, cuyo valor deberá estimarse de
conformidad con las reglas del Código Procesal Civil y Mercantil, la prueba se
apreciará en conciencia, pero al analizarla el juez obligatoriamente consignará
los principios de equidad o de justicia en que funde su criterio.
b. Fuentes Reales:
La constituyen aquellos factores y elementos que determinan el contenido de las
normas jurídicas.
1. Elementos:
2. Factores:
a. Políticos
b. Sociales
c. Económicos
c. Fuentes Históricas:
Son aquellos elementos como libros, escrituras, inscripciones que encierran el texto de
una ley o conjunto de leyes.
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IV. JERARQUÍA DE APLICACIÓN SUPLETORIA DE LAS
FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
Dentro de la jerarquización de las fuentes del derecho laboral citamos el Código de Trabajo
y demás legislación laboral aplicable en Guatemala.
Amauri Macaró Nascimiento, citado por Américo Plá Rodríguez, anota al respecto: "Al
contrario del derecho común, en el Derecho del Trabajo, entre varias normas sobre la
misma materia, la pirámide que entre ellas se construye tendrá en el vértice no la
Constitución o la ley federal o las convenciones colectivas o el reglamento de taller de modo
invariable y fijo. El vértice de la pirámide de las normas laborales será ocupado por la norma
más favorable al trabajador de entre todas las diferentes normas en vigor”.
En materia laboral no aplica la pirámide de Kelsen de conformidad con el artículo 106 de la
Constitución Política de la República de Guatemala se aplicará el principio de indubio pro
operario, lo que más favorezca al trabajador.
Por su parte, el autor mexicano José Dávalos manifiesta:
En materia laboral la situación jerárquica de las normas jurídicas se presenta en forma
distinta que en las demás ramas del derecho.
En efecto, en tanto que en las demás disciplinas, de conformidad con la llamada teoría
piramidal del orden jurídico de Hans Kelsen, se coloca a la Constitución en el vértice de una
supuesta pirámide, como la norma fundamental, y debajo de ella a sus leyes inmediatas, a
sus reglamentos, a los tratados y demás disposiciones, cuya validez dependerá de su total
adecuación a la norma fundamental, en el derecho del trabajo, en cambio, los elementos
que conforman tal pirámide presentan una colocación distinta, ubicándose a la Constitución
en la base y a las demás normas en los niveles superiores.
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5. LA INTERPRETACIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO
I. Definición de Interpretación
II. Los Sistemas Tradicionales de Interpretación de la ley.
III. La Regla de Interpretación del Indubio pro operario.
IV. Integración del Sistema de Interpretación del Derecho del Trabajo.
V. Métodos de Interpretación Jurídica en el Derecho Común
I. DEFINICIÓN DE INTERPRETACIÓN:
a. Interpretación Histórica
b. Interpretación Literal
c. Interpretación Analógica
d. Interpretación Auténtica
a. INTERPRETACIÓN HISTÓRICA:
La interpretación histórica se constituye en la explicación o aclaración del sentido
de la ley, tomando como base los antecedentes legislativos que precedieron a la
vigencia de la ley, o bien, los antecedentes de normas anteriores que fueron
derogadas, pero que regularon un día los mismos supuestos regulados por la
norma que se busca interpretar.
Ejemplo:
Artículo 96 Código de Trabajo.
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b. INTERPRETACIÓN LITERAL:
También llamada interpretación gramatical y consiste en la interpretación que se
funda en la declaración de un texto legal ateniéndose al significado estricto de las
palabras y por consiguiente a la letra de la ley.
Artículo 10. Ley del Organismo Judicial. Interpretación de la Ley. Las normas
se interpretarán conforme a su texto, según el sentido propio de sus palabras, a
su contexto y de acuerdo con las disposiciones constitucionales. Cuando una ley
es clara, no se desatenderá su tenor literal con el pretexto de consultar su espíritu.
El conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada una de sus partes,
pero los pasajes de la misma se podrán aclarar atendiendo al orden siguiente:
Artículo 12. Código de Trabajo. Son nulos ipso jure y no obligan a los
contratantes, todos los actos o estipulaciones que impliquen renuncia, disminución
o tergiversación de los derechos que la Constitución de la República, el presente
Código, sus reglamentos y las demás leyes y disposiciones de trabajo o de
previsión social otorguen a los trabajadores, aunque se expresen en un
reglamento interior de trabajo, un contrato de trabajo u otro pacto o convenio
cualquiera.
c. INTERPRETACIÓN ANALÓGICA:
Esta interpretación procede con base en la analogía y solo en caso de cuando las
normas no contemplen un supuesto específico, pero regulen otro semejante, entre
los que se aprecie identidad de razón.
d. INTERPRETACIÓN AUTÉNTICA:
Esta es la que emana o procede del propio autor de la ley, es decir la que realiza
el legislador. En el caso de las sentencias será la que hagan los jueces; en el caso
de los contratos, la que hagan las partes; y en el caso del testamento la que haga
el propio testador. En consecuencia debe entenderse que la interpretación
auténtica es la aclaración que el propio legislador hace de la ley dictada por él.
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Ejemplo:
La jornada ordinaria de trabajo efectivo nocturno no puede ser mayor de seis horas
diarias, ni exceder de un total de treinta y seis horas a la semana.
Trabajo diurno es el que se ejecuta entre las seis y las dieciocho horas de un
mismo día.
Trabajo nocturno es el que se ejecuta entre las dieciocho horas de un día y las
seis horas del día siguiente.
La labor diurna normal semanal será de cuarenta y cinco horas de trabajo efectivo,
equivalente a cuarenta y ocho horas para los efectos exclusivos del pago de
salario. Se exceptúan de esta disposición, los trabajadores agrícolas y ganaderos
y los de las empresas donde labore un número menor de diez, cuya labor diurna
normal semanal será de cuarenta y ocho horas de trabajo efectivo, salvo
costumbre más favorable al trabajador. Pero esta excepción no debe extenderse
a las empresas agrícolas donde trabajan quinientos o más trabajadores
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En caso de duda sobre la interpretación o alcance de las disposiciones legales,
reglamentarias o contractuales en materia laboral, se interpretarán en el
sentido más favorable para los trabajadores.
Artículo 15. Código de Trabajo. Los casos no previstos por este Código, por sus
reglamentos o por las demás leyes relativas al trabajo, se deben resolver, en primer
término, de acuerdo con los principios del Derecho de Trabajo; en segundo lugar, de
acuerdo con la equidad, la costumbre o el uso locales, en armonía con dichos
principios; y por último, de acuerdo con los principios y leyes de Derecho Común.
Artículo 16. Código de Trabajo. En caso de conflicto entre las leyes de trabajo
o de previsión social con las de cualquier otra índole, deben predominar las
primeras. No hay preeminencia entre las leyes de previsión social y las de
trabajo.
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REGLAMENTO PARA EL GOCE DE PERÍODO DE LACTANCIA.
En caso no exista norma para regular un caso concreto debe aplicarse la integración
de la norma por parte del juzgador.
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V. MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA EN EL DERECHO
COMÚN
MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN
JURÍDICA
SUMARIO:
1. Introducción;
2. Diversos métodos interpretativos:
2.1 interpretación gramatical;
2.2 interpretación sistemática;
2.3 interpretación histórica;
2.4 interpretación genética;
2.5 interpretación teleológica;
2.6 interpretación acorde al uso alternativo del derecho;
2.7 interpretación analógica o extensiva;
1.- INTRODUCCIÓN
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exclusiva, para una determinada situación, de ese modo queda abortada la posibilidad
de extender la solución jurídica a una situación diferente a la expresamente prevista
por la disposición.
Es decir, como afirma Tarello, dado un enunciado normativo que predica una calificación
normativa de un término perteneciente a un enunciado destinado a un sujeto o una clase
de sujetos, se debe evitar extender el significado de aquel término de tal modo que
comprenda a sujetos o clases de sujetos no estricta y literalmente incluidos en el término
calificado por el primer enunciado.
El argumento a contrario es considerado un instrumento de la interpretación literal, en
cuanto que la actividad interpretativa llevada a cabo no se sale fuera del texto a
interpretar, pues se trabaja exclusivamente en un nivel lingüístico, además de que
supone el respeto de la letra, que se convierte en la única guía para la atribución de
significado.
Cierto es que, tratándose del argumento a contrario, la actividad de interpretación del
juzgador queda constreñida al texto que se interpreta; sin embargo, aunque este
argumento guarde estrecha relación con la textualidad de una norma, porque opera en
contextos donde debe haber al menos algún pronunciamiento expresado en una
norma, ello no es obstáculo para afirmar que el silencio del legislador es condición para
la aplicación de este argumento, precisamente porque re- quiere de una norma
expresamente formulada y de un supuesto sobre el cual no existe regulación
explícita. El resultado será la afirmación de que ese supuesto no regulado queda fuera
del ámbito de protección de la norma formulada.
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primeras, que forman parte de un todo, no pueden tener un significado distinto de las
demás y mucho menos contradictorio, pues el conjunto de preceptos o de estipulaciones
no se concibe como una simple acumulación o agregado de disposiciones, sino como
un verdadero y propio sistema; por lo que la interpretación sistemática conduce a
entender la norma particular en función del contexto general y de manera conforme a
este último.
El intérprete debe atribuir a una norma, cuyo significado sea dudoso, un sentido
congruente con las prescripciones que establecen otras normas del sistema. Por lo
tanto, al juez corresponde justificar el vínculo sistémico que existe entre la norma a la
que atribuye significado y las del sistema que la circundan.
El sistema jurídico tiene una lógica interna propia; en primer lugar, porque las normas
forman un sistema que obtiene su coherencia del diseño racional realizado por el
legislador y de los principios que, como consecuencia de ser un producto racional, lo
gobiernan; y, en segundo lugar, porque posee una coherencia intrínseca y objetiva que
justifica acudir a unos preceptos para aclarar el significado de otros dudosos.
En el caso del contrato, éste es un conjunto orgánico y no una simple suma de cláusulas;
es decir, cada estipulación se vincula a la anterior y, a su vez, es derivación y efecto
de la misma y de la propia naturaleza del negocio jurídico que se celebra; por lo que
existe una conexión lógica entre las distintas partes, que conduce a un análisis conjunto.
Esa interpretación sistemática en ocasiones nos lleva a la construcción del derecho,
cuando en un sistema jurídico determinado, se encuentren enunciados particulares
carentes de algún elemento que les otorgue la claridad suficiente para determinar su
alcance dispositivo, en cuyo supuesto es necesario acudir a los demás enunciados para
complementar el o los incompletos o confusos.
Más aún, la interpretación sistemática se apoya no sólo en la conexión material entre
los preceptos y en las razones lógicas que apelan a la unidad íntima de conexión
de los apartados de un artículo, sino también en “…las razones históricas o los
antecedentes doctrinales.”
Tarello sostiene que la interpretación sistemática es aquella que intenta dotar a un
enunciado de comprensión dudosa, de un significado sugerido, o no impedido, por
el sistema jurídico del que forma parte.
La doctora Gisela María Pérez Fuentes afirma que: “El criterio sistemático se
concreta en: 1º Superación de antinomias, 2º Determinación de las disposiciones
de carácter principal frente a las accesorias y, 3º La sistematicidad abarca no
sólo la armonía de las cláusulas sino de otros contratos relacionados cuando
todos ellos se celebren para con- seguir una finalidad económica unitaria”.
La utilidad del método sistemático es que evita las contradicciones entre las diversas
normas de un sistema jurídico y las entiende como partes de un todo normativo. Como
diría Hegel, la concepción del método sistemático supone que la verdad está en el todo
y no en las partes.
Una de las consecuencias importantes de caracterizar un ordenamiento jurídico como
un sistema, es la de que no pueden coexistir en su seno normas incompatibles o
contradictorias, es decir, no cabe la posibilidad de antinomias.
Sin embargo, como lo anterior es una situación ideal que en muchas ocasiones se ve
negada por la realidad, en virtud de que en los hechos sí surgen contradicciones de
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normas, entonces se hace necesario resolver la incompatibilidad o contradicción
existentes.
Para restaurar la coherencia del sistema y la racionalidad del legislador, hay tres reglas
clásicas para resolver las antinomias: el criterio jerárquico (la norma superior prevalece
sobre la inferior); el criterio cronológico (la norma posterior prima sobre la anterior); y
el criterio de la especialidad (la ley especial deroga a la general).
No siempre dichos criterios resuelven los casos de antinomia, pero como la
incompatibilidad de normas no puede ser tolerada, hay que recurrir a otros argumentos
que se enmarcan dentro de la interpretación sistemática, pues atienden a la coherencia
del sistema, a la ubicación de la norma en el ordenamiento y a las conexiones con
las demás normas. Surgen así los argumentos a cohaerentia, a rúbrica, sedes materiae
y sistemático en sentido estricto. De igual manera, los argumentos de jerarquía, plenitud
y economía se agregan como instrumentos del método sistemático.
Lo que se afirma realmente cuando se proclama el carácter sistemático del derecho,
comenta Benito de Castro Cid, es, de un lado, que no pueden subsistir contradicciones
efectivas entre las normas y, de otro, que ha de darse inevitablemente una relación
mutua de complementariedad entre ellas, contribuyendo armónicamente todas las
normas al logro de los objetivos sociales que intenta realizar cada Derecho.
El argumento a cohaerentia es aquel por el que dos enunciados legales no pueden
expresar dos normas incompatibles entre ellas, por lo que sirve tanto para rechazar los
significados de un enunciado que lo hagan incompatible con otras normas del sistema,
como para atribuir directamente un significado a un enunciado, que lo haga lo más
coherente posible con el resto del ordenamiento.
La visión sistemática del orden jurídico impone la necesidad de resolver antinomias si
las mismas se advierten, pues los elementos de un sistema no pueden estar en
contradicción y si alguno de ellos no cumple con tal postulado, se impone eliminar
una de las soluciones o encontrar su armonización.
El argumento a rúbrica consiste en atribuir a un enunciado un significado sugerido por
el título o rúbrica que encabeza el grupo de artículos o cláusulas en que aquel se
encuentra.
El argumento sedes materiae es aquel que por la atribución de significado a un
enunciado dudoso se realiza a partir del lugar que ocupa en el contexto normativo
del que forma parte, ya que se piensa que la localización topográfica de una disposición
proporciona información sobre su contenido.
El argumento sistemático en sentido estricto es aquel que para la atribución de
significado a una disposición, tiene en cuenta el contenido de otras normas, su
contexto.
El orden jerárquico de las normas; la obligación de los tribunales de resolver toda
controversia aún en ausencia de disposición legal expresa sobre el caso; y la
conveniencia de evitar duplicidades, redundancias o reiteraciones, también son
argumentos que forman parte del método sistemático.
Es precisamente el principio de la interpretación sistemática el que inspira la
disposición según la cual, las cláusulas de los contratos de- ben interpretarse
las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del
conjunto de todas.
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2.3 Interpretación histórica
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Cualquiera de las dos vertientes, estática o dinámica, parte de la base de que el
legislador no solo es una asamblea colectiva, históricamente mutable, vigente en el
período de duración de cada legislatura, sino un ente racional que se mantiene a lo
largo del tiempo, que participa en la creación de una ley que no solo es aplicable a un
espacio temporalmente acotado, sino que va más allá de quienes en ese momento
integran la asamblea legislativa, aunque posteriormente haya variación de criterios por
el cambio de circunstancias.
En suma, la interpretación histórica consiste en asignar significado a una norma
“atendiendo a los precedentes existentes, empezando por los inmediatos”. Así
entendida, esta interpretación es realizada por los jueces sobre la base de alguno o
algunos casos resueltos con anterioridad, en los que se haya interpretado una norma
bajo los mismos razonamientos.
De ese modo, si la interpretación de una norma es consecuente con la manera en que
legisladores y jueces han entendido históricamente el alcance de la regulación de dicha
norma, se sientan las condiciones para que “los destinatarios puedan conjeturar las
consecuencias normativas derivadas de la actualización del supuesto previsto en esa
norma”, como afirma Rodolfo Vázquez.
Para la interpretación es relevante la evolución que ha experimentado la significación
de la ley desde su inicio de vigencia hasta la actualidad, de lo cual queda testimonio en
la jurisprudencia y en la doctrina.
Con este método de interpretación, opina Rojas Amandi, se busca evitar consecuencias
jurídicas indeseadas, con ayuda de la experiencia que aportan los criterios de
interpretación de la misma ley y que se han adoptado durante su vigencia en la misma
jurisdicción a la que dicha ley pertenece.
En los contratos, para determinar la significación que tienen, el intérprete debe conocer
los antecedentes del pacto, reflejados en la situación jurídica, económica o social en
que las partes se encontraban al momento de celebrarlo, así como la manera en que
el contrato fue celebrado, es decir, los actos preliminares o preparatorios, al igual
que la conducta observada por las partes en su ejecución. Resulta importante
determinar la significación que las partes otorgan a las estipulaciones con su conducta
de cumplimiento o ejecución de lo pactado.
Al mismo tiempo, es menester considerar en la labor interpretativa de los negocios,
la regulación normativa del contrato en los diversos ordenamientos legales y su
evolución legal, así como los diversos criterios jurisprudenciales que en ese lapso
temporal se hubieran emitido para casos similares.
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La norma legal aparece para regular una situación surgida en el seno de la comunidad,
que es de interés general. Por ejemplo, el incremento de los índices de criminalidad
ordinariamente originan penas más severas; la aceptación de las uniones maritales se
presenta como respuesta al reclamo de grupos de la sociedad interesados en ello o por
la situación de hecho que se observa.
Esas razones que han originado el surgimiento de la ley o del contrato, en ocasiones
sirven para definir el sentido de los textos que no son claros y que provocan
controversia. Es entonces cuando aparece la interpretación genética: la que atiende
a las causas, al origen, a la motivación de la ley o de los pactos.
Aunque esta interpretación se relaciona de manera estrecha con la histórica, de ninguna
manera deben confundirse. Una considera las circunstancias prevalecientes en el
momento en que se emitió la norma, las condiciones materiales y sociales imperantes
en esa fecha, que han originado el surgimiento de la disposición; otra, el modo como
se ha entendido una norma en las distintas épocas, esto es, su evolución. La
interpretación genética se refiere a la causa, al origen, a la motivación de la norma; la
interpretación histórica, a los precedentes legislativos y jurisprudenciales.
La esencia del argumento genético, que es propio de este método, radica, por tanto, en
encontrar las causas motivadoras de un determinado precepto o pacto.
Es decir, el argumento genético consiste en definir el origen o gestación de una
norma o negocio, para cuya explicación se consideran los trabajos preparatorios,
debates parlamentarios, dictámenes de las comisiones, la exposición de motivos
o, en su caso, el modo en que se han comportado las partes en el proceso o en
relación al contrato celebrado. El intérprete otorga significado jurídico a la
estipulación en base a ciertas expresiones, comportamientos o propósitos que
son relevantes en el caso.
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Aunque el uso alternativo del derecho es una teoría interpretativa, ahora se alude
al método que la misma propone en la tarea hermenéutica.
En virtud de que, según esta postura interpretativa, se busca privilegiar en el
plano judicial los intereses y la práctica de aquellos “sujetos jurídicos” que
se encuentran sometidos o dominados; la interpretación debe adoptar carácter
restitutorio y de emancipación, dentro de una política jurídica o judicial ya
permitida por las posibilidades del mismo ordenamiento legal, para evitar así el
personalismo o el voluntarismo del intérprete.
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La analogía, entonces, no se confunde con la interpretación extensiva, que aplica la norma a
los supuestos incluidos virtualmente y, por ende, no comprendidos expresamente.
Se afirma por algunos autores que la interpretación integradora es una figura creada por la
doctrina alemana para llenar el vacío que re- presenta la ausencia en el Código de un precepto
que señale que los contratos obligan no sólo al cumplimiento de lo expresamente pacta- do,
sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conforme a la buena
fe, al uso y a la ley. Con ella se busca llenar las lagunas a partir de una voluntad presunta de
las partes, a diferencia de la interpretación ordinaria, que opera sobre las dudas de una
voluntad real para resolverlas.
“El objeto de dicha interpretación sería una declaración de voluntad clara, pero lagunosa y
operaría mediante el procedimiento analógico”, opina García Amigo.
Un ejemplo de aplicación analógica es aquel en que “dada una formulación normativa con
significado controvertido, ella debe ser interpretada atendiendo a otra formulación normativa
ya interpretada con la cual guarde semejanza relevante o idéntica ratio”.
Se ha calificado a la interpretación integradora o integrativa del contrato como una categoría
intermedia entre la interpretación y la integración. Su objeto es una declaración de voluntad
clara pero con lagunas, de forma que mediante una reconstrucción conjetural de la declaración,
basándose en lo que habría sido la voluntad hipotética de las partes, se permite llenar el
vacío existente en la regulación contractual.
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los casos más frecuentes o típicos, quería llamar especialmente la atención sobre ellos e
implícitamente estaba teniendo en cuenta todos aquellos casos que merecen con mayor razón
que los previstos, la regulación dictada.
Esta mayor razón, que presume lo que el creador de la norma tuvo en cuenta (que las
hipótesis no previstas expresamente merecen la misma consecuencia jurídica), es el elemento
que tiene en cuenta el intérprete para extender la regulación jurídica a hipótesis no
contempladas expresamente en el texto normativo.
c) El argumento a partir de los principios. Los principios generales del derecho se
pueden utilizar como argumentos para la integración e interpretación del
derecho.
En el primer caso, los principios son utilizados para colmar lagunas de la ley, respetando
así el mandato legal de dar solución a todos los casos jurídicamente controvertidos; en el
segundo, son utilizados con una finalidad interpretativa; esto es, ante la pluralidad de
significados de un enunciado, se optará por aquel que mejor se ajuste a lo establecido por el
principio.
Es decir, a los enunciados dudosos se le atribuyen significados que coinciden con la voluntad
del legislador. La razón es que el sistema jurídico es coherente, no solo en cuanto que sus
preceptos son consistentes, sino en cuanto que sus normas responden a criterios o principios
inspiradores comunes.
Ricardo Guastini ubica a esta interpretación en lo que denomina la interpretación-creación,
“que consiste en atribuir a un texto un significado “nuevo” (no comprendido entre los
significados identificados por la interpretación-conocimiento) y/o deducir del texto las normas
llamadas “implícitas” por medios pseudo-psicológicos (es decir, por unos razonamientos no
deductivos, y pues no apremiantes: por ejemplo, por el argumento analógico)”.
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