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Resumen de Tesis

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RESUMEN DE TESIS

La investigación que se presenta trata el tema de: “La violencia de


género en las relaciones de pareja. Un análisis desde la Criminología”, tiene su
basamento en las serias afectaciones que ha producido esta forma de
violencia, fundamentalmente a las mujeres en todo el mundo.

Existen múltiples perfiles y realidades en la violencia de género y en las


relaciones de pareja y se presentan barreras que dificultan la superación o
salida de ese entorno. Otros ejemplos demuestran que muchas mujeres
experimentan un sentimiento de amor hacia el maltratador que, aunque parece
inexplicable, es difícil de superar.

Es necesario el análisis desde la Criminología porque esta ciencia


estudia el fenómeno delictivo desde una perspectiva empírica, es decir, desde
la realidad y, en este caso, desde las vivencias de las víctimas de violencia de
género en las relaciones de pareja es posible analizar las causas por las cuales
se produce este fenómeno, sobre todo a partir de lo que piensan las mujeres
que han sufrido agresiones físicas o psicológicas.

Como objetivo general de esta investigación se plantea:

Contribuir a disminuir a violencia de género en las relaciones de pareja


través del trabajo comunitario en Ecuador.

Como objetivos específicos o tareas de investigación se tienen los


siguientes.

1. Fundamentar, teórica y jurídicamente, las formas de violencia y los


motivos por los cuales algunas de las mujeres, que son víctimas de
violencia, no abandonan a sus agresores, retoman la relación, o
después de dicha experiencia inician una nueva relación con otro
agresor.
2. Evaluar los motivos por los cuales las mujeres víctimas de violencia de
género han sido socializadas en modelos de atractivo violentos,
tomando como punto de partida el hecho demostrado por diversas
investigaciones de ámbito internacional de que existe una socialización
hacia unos modelos de atractivo violentos.
3. Elaborar una propuesta de intervención comunitaria que contribuya a la
prevención de la violencia de género en las relaciones de pareja en el
Ecuador.

Antecedentes de la investigación
Como antecedente del presente tema de investigación fue la tesis
desarrollada por Carina Licovich (Licovich, 2015) sobre “Violencia bidireccional
en las relaciones de pareja en la Universidad del Salvador”, en el año 2015
donde afirma que la a partir de un estudio realizado la Organización
Mundial de la Salud en el año 2002 acerca de Violencia y salud se
demostró que casi “la mitad de las mujeres que mueren por homicidio
son asesinadas por sus parejas.”
Con el tema “Violencia de pareja, dependencia emocional y actitud hacia
la violencia sufrida en mujeres de Sinincay-Cuenca 2018” (Alvarado Torres,
2018) desarrolló su investigación en la Universidad de Cuenca, quien
enfoca también la violencia de pareja que se produce contra las mujeres y
cita algunos datos que demuestran la problemática planteada en su
investigación.

El 30% de ellas sufren violencia de género por parte de sus parejas


y se prevé que el 35% será víctima de malos tratos, en la pareja o
fuera de ella, en algún momento de sus vidas. Se indica, además,
que el 38% del número total de homicidios femeninos se debe a la
violencia conyugal. (Alvarado Torres, 2018)

En el año 2020, la autora Elsa Rocío Chiluisa Benavides, desarrolló una


investigación sobre violencia intrafamiliar, dentro que la que se encuentra la
violencia de pareja, denominada: “Las boletas de auxilio en los casos de
violencia intrafamiliar y miembros del núcleo familiar y el principio de seguridad
jurídica”, en la carrera de Derecho de la Universidad Autónoma de los Andes
(Chiluisa Benavides, 2020).

Se estima, por parte de la investigadora Elsa Rocío Chiluisa Benavides,


que a pesar de que el Estado del Ecuador ha dirigido esfuerzos para
erradicar la violencia, es necesario que se sea más riguroso en la
aplicación de las normas para que se erradique esta situación del medio
social (Chiluisa Benavides, 2020).
Antecedentes históricos
A finales de los años 60 y principios de los 70 comienzan a aparecer las
primeras investigaciones sobre violencia de género y se publican los primeros
estudios al respecto. Aquellos primeros trabajos empleaban el término violencia
familiar o violencia doméstica, ya que detectaban la presencia de abusos
por parte del hombre hacia la mujer, únicamente en las relaciones
conyugales.

No se niega que se han rescatado muchos derechos y que, incluso


en la actualidad, en las relaciones de pareja pueden estar presente tanto
la violencia ejercida por hombres contra las féminas o por las mujeres
contra los primeros, sin embargo, se reconoce que por los datos y
estadísticas en Ecuador y en el resto del mundo, siguen siendo las
mujeres las más afectadas por la violencia de pareja.

Así se ha ido creando conciencia sobre la necesidad de combatir el tema


de la violencia en la familia y, especialmente, en la pareja. Al margen de
algunos criterios machistas, hoy la violencia de género es un fenómeno
conocido como nocivo y muy peligroso para la pareja, la familia y para la
sociedad en general.

En Ecuador, a partir de 1981 el Estado inicia una ofensiva contra el


fenómeno de la violencia contra las mujeres. Así, en la década del 90, según el
informe del Consejo Nacional para la Igualdad de Género (Ecuador, Consejo
Nacional para la Igualdad de Género, 2014), específicamente en 1994, se
crearon las “Comisarías de la Mujer y la Familia (CMF)”, como instancias de
administración de justicia, con una especialización que adopta un modelo de
atención integral a las beneficiarias.

Las Comisarías de la Mujer y la Familia (CMF) debían intervenir en la


prevención, asistencia, juzgamiento y sanción de los actos de violencia
intrafamiliar, especialmente los ejecutados en contra de las féminas en el
ámbito de sus relaciones personales y afectivas (Ecuador, Consejo Nacional
para la Igualdad de Género, 2014).

En 1995 el Estado ecuatoriano suscribe la “Convención de Belem Do


Pará” y la plataforma de acción de Beijin, así se logra emitir la Ley 103, Ley
contra la Violencia a la Mujer y la Familia, que saca a la esfera pública la
violencia física, psicológica y sexual y que da protección a la mujer y miembros
de la familia. (Ecuador, Congreso Nacional, 1995)

La Ley 103, Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia (Ecuador,


Congreso Nacional, 1995) , permitió que las mujeres que fueran agredidas por
su pareja pudieran contar con un medio para obtener protección inmediata y el
acceso a la justicia en un tiempo justo.
En 1998 se logró la introducción de disposiciones en favor de la igualdad
y de los derechos humanos, pero el momento cumbre de este proceso fue la
Constitución de la República del Ecuador del año 2008 (Ecuador, Asamblea
Constituyente, 2008) mediante la cual, al menos en el orden normativo,
Ecuador se acercaba a la pretendida igualdad de todas las personas.

Hasta el año 2014, en el ámbito del Derecho Penal, Ecuador solo tenía
reguladas las contravenciones para los casos de violencia intrafamiliar pero con
la entrada en vigor del Código Orgánico Integral Penal se adopta una nueva
concepción en cuanto a la violencia contra la mujer. En este Código se define
la violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar y se sancionan las
conductas que impliquen violencia en la familia. (Ecuador, Asamblea Nacional,

2014) (Con la expedición del nuevo Código Orgánico Integral Penal


(2014) se elimina esta ley, y se la tipifica como delito a la violencia contra
la mujer o miembro del núcleo familiar.)

Se pusieron en funcionamiento, a partir del año 2013 en Ecuador, 29


Unidades Judiciales de Violencia contra la Mujer y la Familia, que cuentan con
jueces especializados en la materia, preparados y capacitados para dar
solución a los conflictos de violencia intrafamiliar. (Ecuador, Consejo Nacional
para la Igualdad de Género, 2014)

Con los años, Ecuador ha tenido algunos resultados en el orden de


prevención de la violencia intrafamiliar y en las relaciones de pareja, cuestión
esta que es bien difícil de lograr, pues requiere de mucho tiempo, dedicación y
sistematicidad en el trabajo y en la aplicación de políticas (Carrera Cajamarca,
2011).
Cada día se siente y se escuchan los discursos de las mujeres
reclamando sus derechos y eso significa que aún queda camino por
transitar en el ámbito de la protección de las mujeres contra la violencia,
dentro y fuera de la relación de pareja.

Ámbitos en que se ejerce la violencia


Una vez establecidos los conceptos generales sobre la violencia,
que generalmente se comete contra las mujeres, resulta oportuno analizar
los ámbitos y formas en las que esta se manifiesta.

Respecto a la violencia en la familia, se distingue entre aquella


ejercida por la pareja sentimental y la que ejercen otros integrantes de la
familia. Se conoce a este tipo como violencia intrafamiliar.

En los casos de violencia en la comunidad, se hace una división entre


la que se produce en el contexto laboral, incluyendo las de acoso sexual,
como de discriminación a la hora de conceder empleo por el solo hecho
de ser mujer. El motivo por el cual se hacen estas distinciones es que
tanto los casos de violencia ejercida por la pareja como los de violencia
ejercida en el contexto laboral son muy elevados.

La violencia física es solo una parte de la violencia que se ejerce contra


las mujeres. Otras formas son, por ejemplo, la psicológica y la económica,
aunque en muchas ocasiones no se pueda contar con cifras reales que
muestren los datos de este tipo de violencia, por sus propias
características. Por lo antes expuesto, se puede aseverar que la violencia
de género no es propia de una forma concreta de vida, ni que es exclusiva
en personas de bajo estrato social o baja formación educacional.

Violencia de género en la relación de pareja.


Partiendo de la definición realizada al principio toda mujer que esté
viviendo o haya vivido algún tipo de agresión física, psicológica o sexual por el
mero hecho de ser mujer, se considera víctima de violencia de género, en tanto
ella recibe una agresión contra su persona que tiene consecuencias
perjudiciales para su integridad física o psicológica, o supone un riesgo de
padecer trastornos en un futuro producto de estos maltratos.
Al respecto se han desarrollado tres teorías sobre la actitud de la mujer
ante la violencia de género:

 Teorías que responsabilizan a la propia mujer de su situación.


 Teorías que, sin culpabilizar a la mujer, la consideran sujeto pasivo ante
la violencia.
 Teorías que consideran a la mujer como sujeto que reacciona contra la
violencia.
Dentro de las teorías que centran la responsabilidad en la víctima, se
encuentran las que sitúan a la mujer como provocadora de la violencia y
centran la problemática en la personalidad de la víctima; generalmente,
estas investigaciones concluyen que la mujer presenta un perfil desviado,
que su situación es fruto de un deseo masoquista y, por tanto, no solo son
culpables de recibir las agresiones, si no que disfrutan con ellas.

Estas argumentaciones son utilizadas para justificar diferentes tipos de


agresiones, exculpando al agresor y haciendo responsable a la víctima de su
situación. Por ejemplo, culpabilizan a las mujeres que son violadas por el hecho
de haber iniciado algún tipo de acercamiento con un hombre y luego negarse a
mantener relaciones sexuales con él y la mujer es culpable por negarse a
satisfacer los deseos del hombre cuando él ya no tiene posibilidades de
controlarse.

El agresor es siempre el maltratador y quien recibe la agresión es la


víctima y bajo ninguna circunstancia es legítimo, permisible o justificable,
ningún tipo de violencia, aunque en ocasiones exista la tendencia social a
presentar a la víctima como provocadora y desencadenante de la violencia.

La violencia de género hay que entenderla, en el caso de la víctima,


como un proceso de socialización y, por lo tanto, de aprendizaje. Por ello es
importante no desacreditar a la mujer, ni negar su posibilidad de acción; ya
que, si nos hemos desarrollado como personas observando o siendo
partícipes de relaciones de violencia de género, también podemos
resocializarnos en unas relaciones libres de violencia; pero para que ello
sea posible las mujeres deben ser vistas como sujetos de acción y
transformación y como protagonistas de su proceso de liberación.
No es necesario que la mujer denomine las agresiones que está
sufriendo como violencia de género, pero sí que las identifique como abusos no
aceptables. Algunas mujeres víctimas de violencia de género afirman haber
permanecido en la relación de violencia porque no identificaban las agresiones
que estaban viviendo como un abuso, en el caso de las agresiones
psicológicas, incluyendo el maltrato verbal identificarlas por parte de la mujer
incluso se puede tornar más complicado.

MARCO METODOLÓGICO
Este es un tema que se escoge y desarrolla dentro del ámbito de las
ciencias del Derecho y se ubica en el terreno criminológico, cuestión que quedó
enmarcada en el título de la investigación con motivo de que la criminología
constituye una ciencia independiente que tiene sus métodos, su objeto de
estudio y, dentro de ellos, se incluye perfectamente lo relativo a la víctima que,
en este caso, es una mujer que en su relación de pareja es atropellada física
o psicológicamente por otra persona que es su victimario.

Idea de investigación
La idea de investigación o contradicción científica que motivó este
estudio se relaciona con una situación que, si bien ha sido muy debatida en
Ecuador y en el mundo, no está resulta en las sociedades modernas. Lo cierto
es que se ha legislado sobremanera en torno a la protección de las mujeres,
que han obtenido derechos que antes estaban solamente reservados a los
hombres, como el derecho al trabajo, al voto, a ocupar cargos públicos, sin
embargo, la discriminación, los abusos, el maltrato físico, y psicológico contra
las mujeres y muchos más en las parejas subsiste y los juzgados son testigos
de ello.

Ecuador, como otros Estados, ha creado instituciones especializadas


para atender esta problemática, pero ella no ha desaparecido porque si así
hubiera ocurrido ya no sería necesario mantener todo un sistema organizado
de protección y asesoramiento a las mujeres víctimas de violencia de género
que muchas veces el victimario es su esposo, su novio o su concubino. Se
conoce que este ha sido un tema silenciado por las propias mujeres y demás
miembros del núcleo familiar, que se hace crónico y muy grave cuando no se
logra que la víctima reconozca que está en una situación de humillación y es
abusada en cualquier sentido.

Plan de investigación.
El objeto de la investigación estuvo centrado en la violencia de género
en las relaciones de pareja, un asunto que aún queda por solucionarse en el
Ecuador y a nivel internacional.

Tipo de investigación
La presente investigación, acorde con las fuentes de información, tiene un
carácter documental pues se sustenta en los estudios ya ejecutados. La
investigación documental reside en el estudio de asuntos con el designio de
extender y ahondar en la comprensión de su naturaleza, con soporte,
primariamente, en fuentes bibliográficas documentales.

Se utilizó una metodología de trabajo de tipo cualitativa, en razón de que para


su elaboración se utilizaron como fuentes las obras bibliográficas realizadas por
otros autores.
No obstante, esta es una investigación teórica y si hubiera que agregarle
una subclasificación se calificaría como una investigación teórica de corte
criminológico porque indaga desde la Criminología y los métodos utilizados
para su ejecución son procedentes de diferentes ciencias, lo cual es una
consideración que ha acogido la ciencia criminológica como presupuesto para
definir cuáles son sus métodos.

Métodos
Dentro de los métodos utilizados se encuentra el histórico lógico, que permitió
introducirse en el comportamiento que ha tenido la violencia desde la
antigüedad y específicamente desde la década de los setenta y los ochenta del
siglo pasado en que comienza a reconocerse como tal y se dan los primeros
pasos para disminuir o erradicar la violencia de género.

Se utilizó el método doctrinal, muy propio de todas las investigaciones


científicas, en tanto permite estudiar y profundizar en los criterios de varios
autores y de ahí extraer las ideas fundamentales sobre el objeto de estudio. El
razonamiento lógico permitió asumir una postura científica ante las teorías
acumuladas en torno a cada asunto controvertido y, finalmente, permitió
también elaborar una propuesta.

Aportes
Como aportes de la investigación resultan los siguientes:
 Para la doctrina: La fundamentación teórica acerca de los conceptos de
violencia de género en las relaciones de pareja, sus causas, sus
consecuencias y posibles soluciones.
 Para la academia: Se podrá contar con un material de consulta para la
enseñanza de la Criminología en la carrera de Derecho y podrá ser
utilizado en los proyectos de vinculación con la sociedad.
 Para la sociedad: Ayudará a profundizar y perfeccionar los programas de
intervención comunitaria en temas de prevención de la violencia de
género en las relaciones de pareja.

Principales resultados teóricos


El estudio de la violencia de género en las relaciones de pareja, aporta
nuevos elementos científicos que esclarecen algunos de los motivos por los
cuales la mayoría de las mujeres que son víctimas de violencia de género no
abandonan a sus agresores, retoman la relación de violencia con su misma
pareja, o inician una nueva relación de violencia de género con otro agresor.
Causas por las cuales las mujeres no logran salir de la relación violenta
de pareja.

1. Dificultad al identificar la violencia.

2. Recursos económicos insuficientes.

3. Tener hijas e hijos.

4. Falta de apoyo social.

5. Presiones externas: maltratador y entorno inmediato.

6. Actitud de la víctima frente al maltratador: la vana esperanza del


cambio.

7. Sentimientos adversos hacia sí misma.

8. Ambivalencia emocional: estar enamorada de la persona que la


maltrata.
9. Disfrute con la violencia.

Prácticas preventivas y asistencia a las víctimas


La investigación ha permitido conocer los aspectos que contribuyen, en mayor
medida, en la superación de la violencia de género, así como las principales
barreras que viven actualmente las mujeres y las potencialidades de las
mismas.
Este mismo marco teórico permite concluir que cualquier acción que se
proponga la transformación de una realidad social requiere del trabajo
colaborativo de todos los agentes de la comunidad. En el caso de la violencia
de género en las relaciones de pareja hay que involucrar a las personas de un
contexto cercano, como familiares y amistades, investigadores e investigadoras
y también otros agentes sociales, como pueden ser aquellas personas que
trabajan en medios de comunicación, profesionales de la educación,
participantes en proyectos comunitarios y organizaciones sociales de diversa
índole.

Propuesta
Propuesta de intervención comunitaria para la prevención de la violencia de
género en las relaciones de pareja.

Fundamentación de la propuesta.

Algunas de las causas que se han presentado a lo largo de esta


investigación son la carencia de recursos, falta de apoyo a las víctimas o la
dependencia objetiva de la víctima respecto al maltratador. Por ello, se propone
el desarrollo de servicios universales, tales como el cuidado de las hijas e hijos,
acabar con la discriminación laboral y salarial que sufren las mujeres y abrirles
espacios donde sus asuntos sean debatidos.

_ Recursos que permitan la independencia de la mujer, especialmente


económica.

_ Recursos educativos centrados en la ruptura de la estructura


patriarcal, el conocimiento de sus derechos, el desarrollo del análisis crítico de
las relaciones de género y la identificación de la violencia.

_ Recursos que refuercen la seguridad de la víctima frente al


maltratador.
Erradicar la violencia debe entenderse como una problemática que
afecta a toda la sociedad, no solo a las mujeres que la sufren directamente y a
los y las profesionales que trabajan con ellas. Es obligación de todos y todas
encontrar soluciones preventivas, ofrecer asistencia y protección a las mujeres
que buscan ayuda directamente e incluso proporcionar orientación y asistencia
a los hombres que necesitan explorar maneras no violentas para expresar el
conflicto.

También se propone el desarrollo de programas que trabajen con los


maltratadores con el objetivo de poder reducir los episodios de violencia. Es
importante que la violencia de género sea entendida como un problema público
y no privado, ya que de otro modo es justificada la no intervención a favor del
respeto a la vida privada de los sujetos.

Contextualización de la propuesta.

Es responsabilidad del Estado adoptar las medidas necesarias para


prevenir y erradicar la violencia, ofreciendo atención a las víctimas y buscando
alternativas para disminuir, en cuanto sea posible, este tipo de violencia donde
se incluye la que se produce en la pareja. En la actualidad, se viene logrando el
abordaje de la igualdad entre hombres y mujeres en los centros educativos con
el propósito de producir el cambio de los patrones de conducta discriminatorios
y la cultura patriarcal heredada.

Objetivo general de la Propuesta


Elaborar una propuesta de intervención comunitaria que contribuya a la
prevención de la violencia de género en las relaciones de pareja.

Objetivos específicos de la Propuesta


Crear un espacio de interacción grupal que permita la identificación de
las causas de la violencia de género en las relaciones de pareja y el desarrollo
de la empatía entre las mujeres que comparten la misma situación.

Promover el análisis y superación de la dependencia emocional misma


que puede estar generando la violencia de género en las relaciones de
pareja en la actualidad.

Contribuir al cambio en los patrones de conducta, que les permitan a


las víctimas superar la violencia de género en las relaciones de pareja.
Beneficiarios

Las beneficiarias directas de la intervención son las mujeres de la comunidad o


parroquia donde se desee implementar este plan. Las misma pueden ser
mujeres con experiencias en violencia de pareja o que presenten
dependencia emocional o actitudes inexplicables ante la violencia de
pareja, como pueden ser estar a favor o ser indiferentes ante este
fenómeno.

Propuesta de Modelo comunitario.

El modelo comunitario presenta el proceso de cambio y la consecución


de la superación de una relación de violencia de género en las relaciones de
pareja como un proceso comunitario. El modelo destaca los elementos
facilitadores de este cambio.

Generalmente las mujeres que reciben apoyo por parte de la comunidad


se sienten empoderadas para seguir adelante con las decisiones tomadas
acerca de finalizar la relación y resistir ante las estrategias coercitivas que
emplearon sus parejas, con el objetivo de lograr tener una vida segura e
independiente.

Pero por este mismo motivo se hace necesario ahondar en los procesos
de socialización que son generadores de violencia y transferir esta lectura
tanto a las mujeres víctimas de violencia de género, como a las mujeres,
en general, para desarrollar acciones preventivas.

CONCLUSIONES

En correspondencia con el objetivo general y los específicos planteados


se confirma la hipótesis acerca de la posibilidad de contribuir a la disminución
la violencia de género en las relaciones de pareja en el Ecuador, a través de
un modelo de prevención comunitario en que participen las mujeres
víctimas de tal fenómeno.

Dentro de las teorías construidas con base a la literatura científica


nacional e internacional existe una violencia que se produce en las relaciones
de pareja que constituye una manifestación de la violencia de género. Este ha
sido el término dado a la violencia contra las mujeres por el hecho de tener esa
condición, lo cual constituye una expresión de odio y discriminación contra
ellas.

Existen múltiples causas por las cuales las mujeres, víctimas de


violencia por parte de su pareja, no abandonan a sus agresores, retoman la
relación, o después de dicha experiencia inician una nueva relación con otro
agresor. Entre ellas, se encuentran: la falta de autovaloración y
disposición para enfrentar sus necesidades económicas, la creencia de
que no les será posible asumir sin los padres la manutención y educación
adecuadas de sus hijos, la falta de autoestima, de apoyo familiar y social
y la asimilación de un patrón cultural incorrecto sobre un modelo de
atractivo violento, que les hace creer a las mujeres que el hombre debe
poseer un carácter fuerte y agresivo.

La propuesta de intervención comunitaria implica la realización de


determinadas actividades que permitan el cambio y la superación de una
relación de violencia de género en las relaciones de pareja que facilite
superar la relación de dependencia, eliminar los modelos de atractivos
violentos, en el que se tenga como centro a las mujeres las que deben
recibir apoyo profesional y comunitario.

RECOMENDACIONES

Al Estado ecuatoriano se le recomienda la elaboración de un programa


para la implementación de un modelo comunitario de prevención de violencia
de género, que permita el debate, la captación, el entrenamiento y
empoderamiento de las mujeres para el proceso de cambio y liberación de la
dependencia y la violencia en las relaciones de pareja.

Al sistema educativo ecuatoriano se le recomienda implementar en los


contenidos escolares los temas relaciones con los derechos de las mujeres, los
principios de igualdad, los valores que debe poseer toda persona para la
autodependencia y la importancia del amor en las relaciones de pareja.
Articulos

COFJ
En el Art. 232, determina la competencia y jurisdicción de jueces y juezas de violencia
contra la mujer y la familia para “conocer los hechos y actos de violencia y las
contravenciones de violencia cuando se trate de los casos previstos en la ley contra la
violencia a la mujer y la familia”.

CONSTITUCION

En el Art. 11 num 2: reconoce a todas las personas iguales derechos, deberes y


oportunidades y establece que nadie podrá ser discriminado por razones de identidad
de género, sexo, orientación sexual, entre otras; a la vez que dispone que toda forma
de discriminación sea sancionada por la Ley.

En el Título II “Derechos”, en el capítulo sexto sobre los Derechos a la Libertad, se


reconoce y asegura el derecho a vivir sin violencia, en tanto establece que: Se
reconoce y garantiza a las personas el derecho a la integridad personal, que incluye: a.
la integridad física, psíquica y moral y sexual; b. una vida libre de violencia en el ámbito
público y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar y
sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida contra las mujeres, niñas,
niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con discapacidad y contra
toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad; idénticas medidas se
tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual. c. la prohibición de la
tortura, la desaparición forzada y los tratos y penas crueles inhumanos o degradantes
(Art. 66, Num. 3).

La Constitución no sólo garantiza los derechos expuestos, sino que prohíbe la publicidad que
induzca a la violencia, la discriminación, el sexismo

(Art. 19); determina la atención prioritaria a las víctimas de violencia doméstica y sexual

(Art. 35); asegura la atención para la mujer adulta mayor víctima de violencia

Protección contra todo tipo de violencia, maltrato, explotación sexual o de cualquier otra
índole, o negligencia que provoque tales situaciones (Art. 46, num.4).

(Art. 331). El Estado garantizará a las mujeres igualdad en el acceso al empleo, a la formación y
promoción laboral y profesional, a la remuneración equitativa, y a la iniciativa de trabajo
autónomo.
Se adoptarán todas las medidas necesarias para eliminar las desigualdades. Se prohíbe toda
forma de discriminación, acoso o acto de violencia de cualquier índole, sea directa o indirecta,
que afecte a las mujeres en el trabajo.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP), aprobado en 2013 por la Asamblea Legislativa y
publicado mediante Registro Oficial N° 180, del 10 de febrero del 2014, establece que la
violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar constituye un delito, y la define de la
siguiente manera:

Violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- Se considera violencia toda acción
que consista en maltrato, físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la familia
en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar. Se consideran miembros del
núcleo familiar a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión libre, conviviente,
ascendientes, descendientes, hermanas, hermanos, parientes hasta el segundo grado de
afinidad y personas con las que se determine que el procesado o la procesada mantenga o
haya mantenido vínculos familiares, íntimos, afectivos, conyugales, de convivencia, noviazgo o
de cohabitación (Art. 155).

Este cuerpo legal tipifica con sus correspondientes sanciones a tres manifestaciones de la
violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar: física, psicológica y sexual. No incluye
la violencia económica o patrimonial. Dichos delitos se definen de la siguiente manera:

Violencia física contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- La persona que, como
manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar, cause lesiones, será
sancionada con las mismas penas previstas para el delito de lesiones aumentadas en un tercio.
(Art. 156).

Violencia psicológica contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- La persona que, como
manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar, cause perjuicio en
la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación,
aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones, será
sancionada de la siguiente manera:

1. Si se provoca daño leve que afecte cualquiera de las dimensiones del funcionamiento
integral de la persona, en los ámbitos cognoscitivos, afectivos, somáticos, de comportamiento
y de relaciones, sin que causen impedimento en el desempeño de sus actividades cotidianas,
será sancionada con pena privativa de libertad de treinta a sesenta días.

2. Si se afecta de manera moderada en cualquiera de las áreas de funcionamiento personal,


laboral, escolar, familiar o social que cause perjuicio en el cumplimiento de sus actividades
cotidianas y que por tanto requiere de tratamiento especializado en salud mental, será
sancionada con pena de seis meses a un año.

3. Si causa un daño psicológico severo que aún con la intervención especializada no se ha


logrado revertir, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años (Art. 157).

Violencia sexual contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- La persona que, como
manifestación de violencia contra la mujer o un miembro del núcleo familiar, se imponga a
otra y la obligue a tener relaciones sexuales u otras prácticas análogas, será sancionada con las
penas previstas en los delitos contra la integridad sexual y reproductiva (Art. 158).

En lo que respecta a la violencia sexual, la legislación ecuatoriana a través del Código Orgánico
Integral Penal, define y establece sanciones para los siguientes delitos: violación, acoso sexual,
abuso sexual y explotación sexual de personas.

El COIP contempla la tipificación por primera vez el femicidio en el Art. 141, reconociendo así
“la muerte producida a una mujer por el hecho de serlo” el cual desde una comprensión de
género que dicho crimen se comete como “resultados de relaciones de poder manifestadas en
cualquier tipo de violencia”; y, establece para los responsables una pena de 22 a 26 años, y
acumulación hasta 40 años de pena privativa de libertad.

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